La gestión de los recursos comunales y la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria Laura Martínez Rodríguez ADVERTIMENT. La consulta d’aquesta tesi queda condicionada a l’acceptació de les següents condicions d'ús: La difusió d’aquesta tesi per mitjà del servei TDX (www.tdx.cat) i a través del Dipòsit Digital de la UB (diposit.ub.edu) ha estat autoritzada pels titulars dels drets de propietat intel·lectual únicament per a usos privats emmarcats en activitats d’investigació i docència. No s’autoritza la seva reproducció amb finalitats de lucre ni la seva difusió i posada a disposició des d’un lloc aliè al servei TDX ni al Dipòsit Digital de la UB. No s’autoritza la presentació del seu contingut en una finestra o marc aliè a TDX o al Dipòsit Digital de la UB (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant al resum de presentació de la tesi com als seus continguts. En la utilització o cita de parts de la tesi és obligat indicar el nom de la persona autora. ADVERTENCIA. 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Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona TESIS DOCTORAL La gestión de los recursos comunales y la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria Memoria presentada por Laura Martínez Rodríguez PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL UNIVERSITAT DE BARCELONA DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA SOCIAL PROGRAMA DE DOCTORADO EN ESTUDIOS AVANZADOS EN ANTROPOLOGIA SOCIAL 2014 Tesis Doctoral dirigida por: Dra. Adelina García Muñoz Barcelona 2014. 1 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 2 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ¿Por qué da tanta importancia al problema del progreso, y qué posibles caminos le ve? ¿Cuál puede ser el papel del intelectual en este aspecto? El problema más grave que tiene hoy el mundo y que no se atiende lo suficiente, es la equivocada dirección que se da al progreso: la destrucción de la geografía por el proceso de un desarrollo incipiente, por ejemplo, es algo que me indigna. Corresponde a los intelectuales una función de denuncia y orientación. Cuando se denuncia el mal, se está señalando el camino para el bien. Miguel Delibes. Ciclo de literatura viva. Fundación, Boletín Informativo, p.23, nº44, diciembre 1975 3 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 4 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona AGRADECIMIENTOS Después de diez años de trabajo son muchas las personas que han contribuido a que esta tesis se hiciese realidad: Adelina, mi madre y mi marido, mis hermanos, las pequeñas aportaciones de mis amigos en las sobremesas de nuestros encuentros, las ideas y comentarios de los anónimos que se interesaban por lo que investigaba. Todas ellas configuran este resultado final de pequeños pedazos de vida prestados para construir la filigrana que a continuación presento. Una Tesis Doctoral representa en la vida del doctorando una parte importante de tiempo, energía, recursos, y también de amor y devoción hacia aquella parte de la realidad a la que se accede. Se le va dando forma a medida que se avanza, y se le van incrustando pedazos del alma hasta que tienen vida propia y es capaz de transmitir todo el trabajo que se ha hecho en ella. Es por cuanto todo esto pesa al final, que uno toma conciencia de la responsabilidad que supone dar a luz una parcela de conocimiento, y qué inmensa gratitud se debe a aquellos que han acompañado el camino. Por ello quisiera agradecer explícitamente a las personas que sin ellas, no habría sido posible nada de esto. Gracias a Adelina por confiar en mí, por su inmensa paciencia, por estar siempre disponible y dispuesta a ayudar. He aprendido con ella la verdadera esencia de la antropología, y la he aprendido desde la ética del respeto al otro y del interés en descubrir lo que hay detrás del objeto de estudio: personas con una historia y una forma de entender y de vivir. Gracias a mi madre, pues fue mi primera profesora de antropología. Ha sido la que cultivó mi curiosidad y sembró en mi conciencia el interés por conocer lo que me rodeaba. Sin su trabajo en mi infancia, adolescencia y juventud no habría nunca descubierto esta disciplina, ni hubiera realizado esta investigación. Ella me ha enseñado a amar esta profesión. Gracias a mi marido por el apoyo que ha mantenido de forma incondicional y continua durante estos años, por su ayuda y su reconocimiento, por entender que no era necesario elegir entre familia, maternidad y tesis. Ha sido mi pilar siempre estable en medio de tanta tempestad. Gracias a mis hermanos por las risas y sus consejos, por su incondicionalidad, siempre dispuestos a todo, y por poner toda su experiencia a mi servicio para, con mucha paciencia, ayudarme a darle forma al resultado final. Gracias a mi padre, por mostrarme la complejidad de palabras, sencillas a priori, como familia, vecino, igualdad y moral. A mis tíos Mari y Domingo, por ayudarme en vacaciones a tener tiempo para escribir. A mi tío Vicente, que ya no está, pero del que este trabajo es testimonio de muchas de sus vivencias. A Víctor, por su corrección final detallada y constructiva. 5 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona A la gente de San Andrés que aman su pueblo y se siente parte activa de su futuro, muy especialmente a los que han sido y son alcaldes, pues están siempre buscando lo mejor para el pueblo y transmiten su orgullo de pertenencia. Y a todos los que os acerquéis a esta lectura con cariño, pues en ella os reconoceréis y reconoceréis a los vuestros y su testigo de vida que os han dejado para que podáis construir la vuestra con entusiasmo. A mis compañeros de Sant Joan de Déu, por su paciencia y apoyo, en los últimos momentos de trabajo, muy especialmente a mi vecina de despacho por sus cuidados, a mis dos compañeras de equipo de valores, que vienen siendo como mis maestras y mentoras, de las que he aprendido mucho y me gustaría seguir haciéndolo con ellas. Por último quisiera dedicar el resultado final a dos referentes de personas que me parecen fundamentales en este trabajo. Por un lado, mis abuelos y los abuelos del pueblo que han transmitido el amor por San Andrés Espero que aquellos que veranean y viven en San Andrés sepan valorar su esfuerzo y su legado. Y por último a mis hijas, que le dan sentido a esta voluntad de transmisión. Con ellas se sigue manteniendo un diálogo entre pasado y presente, y que posibilita la construcción del futuro. 6 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona A mi familia. 7 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 8 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ÍNDICE RESUMEN : La gestión de recursos comunales y la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria 11 PREÁMBULO ............................................................................................................................................ 25 INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................... 29 I.1.- Objeto de estudio ......................................................................................................................... 33 I.2.-El interés del estudio de la igualdad y su relación con la gestión comunal. ................................. 48 I.3.-Ámbito geográfico y cronológico del trabajo. ............................................................................... 51 I.4.- Metodología ................................................................................................................................. 53 I.5.- Fuentes ......................................................................................................................................... 66 I.6.- El texto .......................................................................................................................................... 67 PRIMERA PARTE ....................................................................................................................................... 71 CAPÍTULO 1: EL ARCA ARCHIVO DE ALMARZA Y SAN ANDRÉS ................................................................ 73 1.1.-El Arca como elemento material de la historia ............................................................................ 75 1.2.-La documentación y el Archivo del Arca ...................................................................................... 78 1.3.- La Dehesa y la documentación que hacen referencia a su gestión como bien comunal. ........... 82 1.3.1.- Historia de la zona y de los pueblos a través de los documentos sobre los bienes comunales y los privilegios reales. .................................................................................................. 82 CAPÍTULO 2.- LA EXPLOTACIÓN DE LA DEHESA .....................................................................................125 2.1.- El medio natural y físico ...........................................................................................................125 2.2.- Tipo de gestión de la Dehesa hasta final del siglo .....................................................................131 2.3-Documentación que regulaba la explotación de la Dehesa y el Prado de los Toros...................132 CAPÍTULO 3: LA TRADICIÓN ...................................................................................................................153 3.1.- La igualdad .................................................................................................................................157 3.2.- La honradez ...............................................................................................................................159 3.3.- La solidaridad.............................................................................................................................160 3.4.- La autonomía .............................................................................................................................161 3.5.- La comunidad ............................................................................................................................163 9 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 4: LOS DOCUMENTOS DEL ARCA. UNA BREVE SELECCIÓN QUE PERMITE COMPRENDER LO CONTENIDO EN ELLA Y LOS PERSONAJES QUE APARECEN....................................................................167 SEGUNDA PARTE ....................................................................................................................................311 LA COMUNIDAD DE SAN ANDRÉS ..........................................................................................................311 CAPÍTULO 5: VECINO, COMÚN Y CONCEJO ...........................................................................................313 CAPITULO 6: EL PUEBLO .......................................................................................................................329 CAPÍTULO 7: ACTIVIDADES ECONÓMICAS A FINALES DEL SIGLO XX. ....................................................353 7.1.- La agricultura .............................................................................................................................353 7.2.- La ganadería ..............................................................................................................................358 7.3.- La práctica de rutas de la trashumancia ....................................................................................360 TERCERA PARTE ....................................................................................................................................363 LOS PUEBLOS SE REIVENTAN .................................................................................................................363 CAPÍTULO 8: LA CREACIÓN DE LA IGUALDAD .......................................................................................365 8.1.- Código ecológico .......................................................................................................................370 8.2.- Código Social..............................................................................................................................370 8.3.- Código tradicional......................................................................................................................377 CAPÍTULO 9: LA EVOLUCIÓN DE LA IGUALDAD A FINALES DEL SIGLO XX .............................................379 CAPÍTULO 10: DE LA EMIGRACIÓN A LA REPOBLACIÓN, NEORURALISMO U OLVIDO EN EL SIGLO XXI. ...............................................................................................................................................................397 CONCLUSIONES......................................................................................................................................413 C.1.- Respecto a los cambios demográficos y económicos: ..............................................................416 C.2.- La aparente desaparición de la igualdad como valor y las modificaciones en la configuración del poder............................................................................................................................................417 C.3.- La importancia de la gestión comunal como mecanismo de reproducción de la igualdad social ...........................................................................................................................................................419 C.4.- De la idea al valor ......................................................................................................................419 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ..............................................................................................................423 Listado de Imágenes y figuras................................................................................................................435 ANEXO- FICHAS DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN ...............................................................................443 10 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona RESUMEN : La gestión de recursos comunales y la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria Introducción Esta etnografía, como tantas otras, es producto de la investigación de un momento particular de la historia en el que se pone de manifiesto el interés por recuperar la vida de los pueblos de nuestra geografía. En un movimiento social que guarda ciertas similitudes con el Regeneracionismo Costista1 aparece en San Andrés, como en otros pueblos de Castilla, la creación de asociaciones culturales, movimientos neorurales, la rehabilitación de casas, la recuperación de tradiciones y de formas de gobierno local. Todo forma parte de un proceso de recuperación de la tierra, de una forma de entender la vida que articula elementos del pasado con el presente, y mira a un futuro diferente del que se construye en las grandes ciudades. Dentro de este movimiento surge el interés por el objeto de estudio: un pueblo del norte de Soria, situado en la comarca de Tierras Altas. San Andrés tiene algo distintivo y excepcional con respecto a los pueblos circundantes, y es la posesión de una Dehesa y de un Arca-archivo con documentación referente a la gestión de los bienes comunales desde el siglo XIV. Estos dos elementos posibilitan obtener una visión antropológica desde el elemento histórico y el medio natural que en muy contadas ocasiones aparecen con tanta claridad. Tan sólo estos dos elementos configuran un especial interés por conocer de primera mano lo que han representado los bienes comunales para las pequeñas comunidades construidas en base a sistemas igualitarios en el acceso al poder. Además, se da un hecho en este caso que es importante, y es que todavía a principios del siglo XXI este sistema de valores2 basado en la igualdad permanece. Queda muy poco de lo que fue aquella comunidad, pues hasta los años ochenta del siglo XX se mantuvieron muchas costumbres y formas de gestión del pasado, pero la integración en la Comunidad Económica Europea y la disminución de la población generaron un proceso de cambio en la comunidad, que prácticamente ha erradicado las formas de aquel pasado. Por este motivo, la búsqueda por entender el diálogo entre pasado y presente adquiere una cierta urgencia3, ya que todavía queda en la memoria de los habitantes del pueblo, de los hijos y de algunos nietos, mucho de aquello. Joaquín Costa fue defensor del ecologismo contra la actuación humana agresiva con los equilibrios impuestos por las leyes de la naturaleza, se manifestó a favor del monte comunal y promovió la recuperación del Derecho Consuetudinario como expresión viva de los pueblos. Costa, J: El suelo de la Patria y la redención del agricultor, Revista Europea III, 111:201-209, 1876. Costa, J: Derecho Consuetudinario y economía popular de España, I, Ed. Guara, Zaragoza, 1981 2 Uno de los aspectos que más lentamente cambia en las comunidades es el sistema de valores pues los valores llevan implícitos para que así lo sean, toda una serie de comportamientos destinados a reproducirlos y mantenerlos, por lo que se necesitan varias generaciones para que el cambio sea evidente. 3 1 Otras monografías de Castilla delatan la importancia de los relatos de los ancianos del pueblo como fuentes vivas de información, y que a su muerte, se pierde parte de las vivencias, pensamientos, ideologías de esa generación. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago, 1968, p.14. Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986, p. 12 y ss. 11 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Justificación Justificar el interés que despierta para la antropología esta investigación no resulta complicado. Primeramente porque el objeto de interés es de máxima actualidad: un sistema de valores4 y cómo éste evoluciona a lo largo del tiempo. Y en segundo lugar porqué en los últimos años del siglo XX y principios del XXI los cambios que se están produciendo en San Andrés tanto a nivel poblacional (envejecimiento y disminución progresiva de la población) como las nuevas generaciones que tan sólo veranean en el pueblo y no conocen la historia ni el fundamento de las tradiciones, como los cambios político-administrativos y económicos tanto a nivel macro como micro, relegan a un rincón de la memoria lo que San Andrés ha sido, y marcan un punto de inflexión en su curso, configurando una esencia y existencia nueva. El primer punto a tratar y que merece una atención especial es el valor de la igualdad dentro de un sistema de valores más complejo. Los valores pertenecen a la cultura inmaterial de una comunidad, así como las normas, las costumbres y los significados. Cada valor y sistema de valores en el que se encuentra inserto, se manifiesta a través de símbolos en las relaciones sociales, bien sean rituales, el tipo de economía, o la gestión política que se desarrolle en la comunidad. Estos símbolos vehiculan ideas y significados haciéndolos tangibles y observables por parte de los miembros que la conforman. El valor de la igualdad no ha sido otro que la supervivencia de los individuos; cualquier infracción de esta igualdad repercutía en un inestable equilibrio económico dañando al resto de miembros, y para ser respetada necesitaba que el individuo se identificase con ella, porque cualquier agravio que lesionase esta igualdad, dañaba a la comunidad, y dañaba al propio individuo. Lo que vamos a descubrir en San Andrés de Soria, que detrás de una estrategia de supervivencia se genera una moral de características igualitarias que configura la identidad de los miembros de una sociedad. Como todas las esferas de la vida, no sólo la económica, sino las instituciones relevantes como la familia, o el común de vecinos, se impregnan de esta moralidad y constituyen un todo, este todo es lo que constituye la identidad de los miembros de esta comunidad. El objeto material que mantiene vivo este sistema de valores en la comunidad es el Arca. En ella se significa la igualdad en articulación con la honradez, la solidaridad, la autonomía y la comunidad. Hipótesis La hipótesis de la que parto es la de considerar la igualdad como una forma de estructurar la sociedad y de estructurar las relaciones de poder que en ella se configuran por tal de conseguir la supervivencia y bienestar de la comunidad primeramente, y después de sus miembros, además de tener ésta una clara vinculación con el tipo de gestión que se realiza de los bienes por la comunidad. 4 Durante la investigación me he centrado en el valor de la igualdad, pero debemos entenderlo como un valor dentro de un sistema de valores relacionados entre sí. La necesidad de aislarlo, aunque resulta forzada porque adquiere un nivel de abstracción no propio de la antropología, me ha facilitado construir el marco de referencia sobre el que se establece el discurso de los miembros de la comunidad. En la práctica, la igualdad no aparece como un valor solitario, sino que en este caso, aparece como el eje vertebrado de un sistema de valores. 12 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Objetivos y método Para llevar a cabo la interpretación se considerará en un primer momento el valor de la igualdad desde su constitución dualista de idea (los conceptos, significados) y de práctica (conductas observables). Así pues, los objetivos generales, y los específicos que me he propuesto son: • Conocer en profundidad el significado y construcción del valor de la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria. a) Concepto y naturaleza de la igualdad como valor, componentes y funciones. Explicar los elementos que aparecen en la construcción del valor de la igualdad relacionados con la gestión de los bienes comunales en San Andrés de Soria. b) La transmisión y reproducción de la igualdad relacionada con la gestión de los recursos comunales a través de la documentación del Arca. c) El papel que desarrolla la gestión de los recursos comunales en el mantenimiento de la igualdad. Constituir una base histórica suficiente para la mejor comprensión de la comunidad en la actualidad. d) Evolución del valor de la igualdad en los veinte últimos años del siglo XX y su significado actual. • • Siguiendo la idea Enrique Rickert sobre el método historiográfico que centra su atención en los valores5, la metodología de la investigación va encaminada a conocer en profundidad cómo se ha articulado el valor de la igualdad desde un objeto natural como es la Dehesa. El proceso cultural en este caso, contempla dar valor a un objeto de la naturaleza –la Dehesa- y lo transforma, produce, reproduce, cuida y cultiva. Al darle valor, genera desde el objeto un sistema de valores6, reconocido y legitimado por la comunidad7, porque no puede prescindir de este objeto y lo transforma en un bien porque ha pasado a ser una realidad valiosa sin la que la comunidad no podría subsistir. El marco cronológico del trabajo resulta, prima facie, muy extenso, pues nos remontamos al siglo XIII, ya que de esa época datan los documentos del Arca. Pero lo que resulta interesante desde el punto de vista antropológico son los veinte últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI. Es muy difícil constatar en qué fecha exacta empezamos y acabamos, pues los cambios en la comunidad se van produciendo en función de la dinámica del momento. Lo que nos determina el punto de inflexión es la desaparición de aquellos miembros de la comunidad que vivieron el sistema de valores basados en la igualdad, casi todos nacidos durante la primera década del siglo XX, y que han ido falleciendo a finales Rickert nos permiten descubrir la relación íntima que existe entre valor, sentido e historicidad. Además su propuesta nos sitúa ante el método etnohistórico en su peculiaridad concreta. E1 primer acto de este método consiste, como vemos, en elegir, según nuestro interés especial, el valor cultural que nos importe, en este caso la igualdad. Posteriormente intentaremos describir cómo ese valor se ha encarnado en los individuos y en la comunidad, que con él se identifican y distinguen, y cómo los objetos se relacionan con él y adquieren significación etnohistórica. En Laín Entralgo, P (digital) El método historiográfico en la obra de Enrique Rickert, Revista nacional de educación. Madrid, 1944, n. 42 ; p. 7-19 disponible en http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/69620/00820073001026.pdf?sequence=1 6 Estos objetos naturales son la especie de valor que transforma ciertas realidades en bienes de cultura y las destaca así de la naturaleza. De los valores no puede decirse que son ni que no son reales, sino sólo que valen o no valen. Un valor de cultura o es reconocido de hecho por todos como válido, o su validez, y con ella la significación más que puramente individual de los objetos o que está adherido, es postulada al menos por un hombre de culto, en Rickert, E: Ciencia cultural y ciencia natural, Ed. Buenos Aires, 1943, p. 50. 7 Legitimado a través del Concejo de Vecinos, como órgano de regulación y ejercicio del poder que ha estado presente en San Andrés hasta el s. XX. 5 13 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona de ese siglo y principios de XXI (muchos de ellos pasaron de los noventa años en plenas facultades mentales). Con ellos desaparecen los últimos testimonios de la igualdad, ya que los hijos de ellos son los nacidos en la postguerra y sus nietos los nacidos en los finales de la dictadura, principios de la democracia, y su apertura al mundo a través de la emigración, diluyó el valor de la igualdad en otros contextos y modelos culturales. El acercamiento al objeto de estudió se llevó a cabo a través del método etnohistórico. La configuración del entramado social de la comunidad de San Andrés como algo dinámico y cambiante que contempla la vigencia de la dimensión temporal de las formaciones sociales, ha sido el principal elemento de conexión con la historia.8 La particular evolución histórica de este pueblo, su localización, la manifestada pobreza de sus suelos unida a una determinada orografía, la condición de sus vecinos que hasta hace pocos años fueron pastores constituyen elementos que mantuvieron el uso y vigencia de la Dehesa y costumbres hasta la actualidad. La revisión de los documentos contenidos en el Arca permitió esta conexión del pasado, en el que se buscaba el origen de esta estructura igualitaria, con el presente. Primeramente se realizó una lectura completa de todos los documentos microfilmados, y se procedió a una selección en base a: • Buena conservación y fácil lectura, ya que uno de los objetivos de la investigación es acercar el conocimiento y contenido de los documentos al pueblo, por lo que deben ser accesibles a la lectura y de fácil comprensión. Representativos del momento, es decir, que contuviesen y mostrasen aquellas ideas importantes del momento histórico que se estaba viviendo en San Andrés. Establecer una secuencia cronológica, para evidenciar que existe una continuidad en el discurso de gestión de la Dehesa y de su organización social, sin fracturas temporales. Contextualizarlos: historia local-historia general. Establecer el diálogo de la microhistoria con la macrohistoria ya que la suma de muchas historias particulares configuran la general, y no se pueden entender por separado. Transcribirlos, para hacerlos accesibles a la comunidad, ya que la redacción en castellano antiguo y con grafía medieval dificulta la lectura de los documentos. Reconstrucción histórica paralela a la reconstrucción de familias del pueblo, para entender ¿Quiénes eran? ¿Qué hacían? ¿Qué “eco” queda en la actualidad? • • • • • Posteriormente se estableció un diálogo con los informantes clave de lo encontrado en el Arca y su significado y evolución en lo que ellos habían vivido hasta la actualidad. Y por último, se intentó trazar un esquema conceptual conjuntamente con ellos, relacionando todos los conceptos aparecidos en su discurso, mostrando como el sistema de valores que tenían se 8 Las distinción más aparente entre ambas ciencias estriba en las fuentes utilizadas: documentación escrita y oral, protocolaria y espontánea, muerta y viva, y la diferencia cualitativa de los datos extraídos de una y otra. No obstante, las características que definen una comunidad actual muchas veces no pueden ser explicadas desde el presente, sino que son heredadas de un pasado que las ha modelado tal y como se nos presentan hoy en día. Al mismo tiempo, los fríos datos históricos necesitan interpretarse con el espesor y dinamismo que sólo una sociedad viva puede ofrecer, en Cantero Fernández, C: Etnohistoria del Cotu de Curiel. Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular, Gijón 2003, p. 20. 14 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona relacionaba con el tipo de gestión, la toma de decisiones sobre esta gestión, en la forma de estructurar la comunidad, y por tanto en la distribución y reproducción del poder que ésta hacía. Estas tres fases se llevaron a cabo estando integrada en la comunidad, participando de su día a día en diferentes períodos durante ocho años de trabajo de campo hasta completar la vivencia y visión de lo que supondría un año en aquella comunidad. En este trabajo de campo se utilizaron técnicas como la observación participante, entrevistas y recopilando relatos biográficos, ya que esta triangulación de varias técnicas de recogida de información daba el máximo rigor posible a los resultados obtenidos. La investigación y el texto El desarrollo de la tesis está dividido en tres partes, que pretende recoger cada una de ellas un marco cronológico diferente en forma pasado lejano, pasado inmediato-presente, y presente con mirada al futuro. En cada una de estas partes el protagonista es diferente, siguiendo el orden establecido hablaré del Arca y de su historia, del pueblo y la comunidad, y por último la igualdad y las relaciones que se establecen. El valor de la primera parte de la investigación, desde la aproximación histórica debe comprenderse como una función de contextualización y no de un estudio en profundidad. Llevado a cabo desde una visión práctica, sin profundizar en aspectos históricos todo lo que se hubiese podido, la pretensión era la de establecer un diálogo entre el contenido del Arca y lo que ocurría en aquel momento alrededor de ella. Todo ello para encontrar un engarce lógico del pasado de la comunidad con nuestro presente, buscando el origen de la igualdad a través de la historia, del primer asentamiento humano en San Andrés y de la evolución de éste. Está estructurada en cuatro capítulos en el que se desarrolla el contexto histórico en relación a los documentos contenidos en el Arca, la Dehesa y el tipo de gestión que se hizo de ella, el significado del Arca desde una perspectiva antropológica y por último una selección de documentos, todos ellos transcritos y seleccionados para que el lector sea capaz de valorar la riqueza de éstos. Se incorporan en el texto, para mostrar a través de las fuentes primarias, extractos de los documentos contenidos en el Arca, así como todo un capítulo de documentación para que el lector pueda sumergirse en ellos. El proceso de Reconquista resulta fundamental para entender qué tipos de comunidades, desde una visión antropológica, se han tipificado en la Península. Los dos tipos de comunidades, aparentemente opuestas desde el punto de vista económico-político son las comunidades igualitarias y las estratificadas, tienen su origen en la Edad Media, durante las diferentes fases de la Reconquista y la expansión de los reinos cristianos hacia el sur de la Península. A medida que se iba desplazando la Marca Hispánica hacia el sur, se asignaban las tierras reconquistadas y despobladas a colectivos de pobladores según ponen de manifiesto numerosos Fueros, Cartas Pueblas y documentos que confirman privilegios sobre territorios, como encontraremos en San Andrés9. La voluntad repobladora de los monarcas en estas zonas baldías determinó que los grupos humanos asentados en los territorios que se iban repoblando aprovecharan para subsistir los montes, tierras y bosques del entorno del lugar que habitaban 10 . El común de vecinos aprovechaba los recursos naturales, administrándolos y repartiéndolos entre los vecinos. Con el paso del tiempo, algunos vecinos Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincias, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003 10 Este se puede considerar el origen de los bienes comunales durante la Reconquista según explica Joaquín Costa. Costa, J: Colectivismo agrario en España: Doctrinas y hechos, Biblioteca Costa, Madrid, 1915, p. 173-223, y Nieto, A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, 9 15 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona adquieren la condición de propietarios sobre determinadas parcelas mediante la institución de la pressura.11 Algunos de estos documentos enumeran los diferentes privilegios que tienen una comunidad, pueblo o villa sobre una serie de recursos como dehesas, pastos, leña, explotación del suelo, entre otros. Este tipo de gestión en la que participan los miembros de la comunidad es lo que denominamos explotación comunal, y que a medida que pasó el tiempo, como podemos ver en la secuencia de documentos conservados en el Arca, fue regulándose a través de distintos mecanismos impuestos por la corona o por el Concejo de vecinos. Estos núcleos rústicos y campesinos que disponían de tierras y parcelas en propiedad que eran transmisibles a sus descendientes, crearon instituciones que regulaban la tenencia de la tierra y la organización económico-política de éstas, sufriendo lentas trasformaciones. En concreto, la zona de San Andrés pertenecía en el siglo X a una franja despoblada y sin cultivo que separaba el territorio cristiano y el musulmán, que fue habitada por gentes provenientes de la zona de la actual comunidad de La Rioja, y del Reino de Navarra. En ausencia de una aristocracia fuerte, la repoblación de las tierras se hizo con colonos y campesinos12 . Éstos adquirieron derechos de ocupación sobre la tierra y en la mayoría de los casos, además de los privilegios otorgados por la Corona respecto a los aprovechamientos comunales que gestionaba el Concejo municipal, llevaron a cabo una apropiación individual de pequeñas parcelas para la supervivencia de la familia, y de arrendatarios, distinguiendo aquellas tierras como propias porque eran para el beneficio y subsistencia del propio campesino13. La regulación al acceso de los comunales y la defensa de su uso privativo fueron los primeros problemas que se les planteó a los habitantes de estas aldeas. La fórmula para resolver el problema era la reunión de todos los vecinos, normalmente los hombres cabezas de familia, ya que a todos les afectaba por igual. En estas primeras reuniones nace el Concejo Abierto14. La Dehesa fue donada a los pueblos de San Andrés y Almarza, y a los ya desaparecidos, Cardos y Pipahón, por parte de la corona de Castilla, quedando como únicos titulares San Andrés y Almarza cuando los otros dos pueblos se despoblaron15. A partir de los siglos centrales de la Edad Media se institucionalizan los concejos cerrados debido a la Recepción del Derecho Común, y los recursos comunales empiezan a ser administrados por órganos rectores de villas y ciudades, sin que suponga para los vecinos la pérdida de uso. Los Concejos en la Alta Edad Media deben ser entendidos como una comunidad de individuos, sin embargo, desde la Recepción del Derecho Común se interpone el municipio, no como un conjunto de vecinos, sino como una entidad independiente de carácter administrativo y legislativo local. 16 La referencia más antigua es la que alude a Alfonso XI. El 15 de Junio de 1329 se traslada a la villa de Madrid una carta plomada de Alfonso XI para que se respete el derecho de uso privativo de la Dehesa llamada La Mata por parte de los cuatro pueblos. El documento de donación no aparece, pero sí un El proceso de Reconquista da al rey grandes territorios no cultivados y estériles sobre los que recayeron las instituciones de la pressura (ocupación por la simple posesión) y del escalio (la ocupación cualificada por cultivo). Domínguez Guilarte, L: Notas sobre la adquisición de tierras y de frutos en nuestro Derecho Medieval, A.H.D.E, 10, Madrid, 1933, p. 287-324; De la Concha, I: La pressura. La ocupación de tierras en los primeros siglos de la Reconquista, Madrid, 1946. 12 Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos.El concepto de pueblo y la identidad. en Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y Leó, Ed. Anthropos Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988, p. 29 13 Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder en: AAVV, Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid, 1991, p. 500 14 Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003, p. 24 y ss. 15 A finales del s. XVI ya no aparecen en los documentos, ni en el Censo de Castilla realizado en 1591. 16 Nieto, A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, pp. 179-215 11 16 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona documento del Rey Juan II en la que se afirma haber visto una carta anterior suya en la que se recoge otro privilegio de su padre, Enrique III, que a su vez copiaba otro de su abuelo, Juan I y que confirma los privilegios de la Dehesa donada a los Concejos de los cuatro pueblos anteriormente citados, y castigos para aquellos que no los cumplan. El veintisiete de agosto de 1379 en Burgos, Juan I de Castilla da una Provisión Real confirmando los privilegios de uso para que fuesen respetados. El veintiocho de agosto de 1382, en El Burgo de Osma, se recoge el traslado del Escribano del Rey Pascual Fernández de Almarza, con una Provisión Real del monarca Juan I (con fecha de veinte de agostos de 1379, Burgos), para que se respete el derecho de uso privativo de las cuatro aldeas. El diecinueve de marzo de 1420, en Valladolid, el Rey Juan II, vuelve a corroborar los privilegios sobre la Dehesa, que anteriormente había dado él mismo el veintiocho de septiembre de 1407 en la ciudad de Segovia. Y el año 1432 los cuatro pueblos consiguen mantener sus privilegios sobre la Dehesa después de las Cortes de Zamora, con el bachiller Juan Fernández de Cornago, juez del término de Soria y comisionado por Juan II, restituyendo a las aldeas los términos documentados de los privilegios otorgados por los Reyes anteriores. La dificultad de los pueblos de San Andrés y Almarza por mantener excluida la Dehesa del entorno general de explotación supuso la dificultad posterior a los Concejos de los pueblos, para mantener jurídicamente los privilegios, ya que la posesión de la Dehesa suponía una discriminación respecto a los habitantes de las aldeas vecinas. En Soria existía el condominio de la Monarquía-Concejos, que permitía a ambas instituciones cierta disposición de los bienes territoriales del municipio. La existencia de este condominio se comprueba en repetidas ocasiones y se advierte que en caso de conflicto siempre prevalecía el derecho del Rey, como propietario eminente del territorio. Por este motivo los habitantes de San Andrés y Almarza van recogiendo constantemente los Privilegios Reales otorgados. En la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, todas las aldeas dependían y se sometían a las decisiones de la villa. En algún momento, posiblemente en Almarza y San Andrés desde la concesión de estos privilegios, las aldeas se sintieron fuertes y empezaron a enfrentarse al Concejo de la villa en defensa de sus intereses: la Dehesa. No fue un hecho aislado, muchas de las aldeas llevaron este camino hasta la creación de una nueva institución llamada Universidad de la Tierra de Soria. En la segunda mitad del siglo XV, esta institución se configura con un número entre 150-160 aldeas. Esto fue debido a un proceso de señorialización por lo que los Reyes de Castilla, en momentos de debilidad de la monarquía, cedieron la jurisdicción de algunas aldeas a miembros de la nobleza castellana. Se vuelven a confirmar privilegios por parte de Enrique IV, Los Reyes Católicos y Carlos I. Los Reyes enviaron al Concejo de Soria y a las aldeas de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, varios documentos para que fuese guardada su Dehesa por parte de grandes ganaderos forasteros y de la Mesta. En este sentido existe constancia de que en alianza con la Mesta actuó un gran ganadero, interesado probablemente en que se abriese la Dehesa para sus ganados, que fue el vecino de Gallinero Juan de Vinuesa; el pleito se resolvió por ejecutoria del año 152017 a favor de los pueblos. Desde las Ordenanzas de Carlos I de 1527 se incorporan a la Dehesa el quinto de El Aydillo, el de Tabanera, y El Bercolar. Entre estos dos últimos se encuentra, desde tiempo inmemorial, la Ermita de 17 Diago Hernando, M: Soria en la baja Edad Media, Soria, 1985, p.27 17 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona la Virgen de Santos Nuevos, al norte de ambos caseríos. La devoción a esta Virgen de las Angustias18 se documenta a partir de 1590 a partir de varios pleitos y conflictos con los pueblos circundantes, muy especialmente con La Póveda y con su párroco, que queriendo controlar el culto y las procesiones de la Virgen y de la Ermita, llegan a convencer al Concejo de ese pueblo para que entren a la Ermita a coger la Virgen. Los vecinos de San Andrés y Almarza denunciaron los hechos ante la justicia civil y eclesiástica que sentenció a favor de ellos. Al cura de La Póveda se le declaró culpable con varios vecinos y se le puso pena de excomunión mayor permutable por una multa de cincuenta ducados.19 Como la Ermita se encontraba dentro de la Dehesa privativa, su culto lo gestionaban los párrocos de San Andrés y Almarza. El culto a la Virgen era una fuente de ingresos, aunque también de gastos20. En los libros de cuentas de la Dehesa aparecen los gastos de los Rectores, que eran los párrocos de ambos pueblos, los gastos por los sermones de Semana Santa, las fiestas y procesiones y el mantenimiento del edificio. La Ermita gozaba de ciertos privilegios como el de estar exenta de pagar ciertos impuestos y los curas Rectores tenían el derecho de cobro de varios emolumentos y de la limosna de Salves. Durante el siglo XVII la Ermita es el centro de varios conflictos por el control sobre ella de diferentes pueblos, hasta tal punto que tuvo que intervenir el Obispo de Osma, Don Juan Palafox, y el propio Nuncio apostólico. En el siglo XVIII los pleitos con motivo de la Ermita desaparecieron. Desde el quince de enero de 1556, hasta la fecha de su muerte en 1598, reina Felipe II. De él también aparece la confirmación de privilegios sobre la Dehesa La Mata, así como unas nuevas Ordenanzas, basadas en las anteriores, pero con pequeñas modificaciones. Desde finales del siglo XV los cuatro pueblos, San Andrés, Almarza, Cardos y Pipahón, están en continuos conflictos para defender sus privilegios, sobren todo con el Concejo de Soria y la institución de La Mesta A finales de la Edad Media son los grandes Señores y la nobleza propietaria de ganados trashumantes los que acosarán a los pueblos, sobre todo en lo relativo al paso por la Cañada Soriana que cruza la Dehesa La Mata de norte a sur. A partir del siglo XVIII la Dehesa La Mata se divide en quintos: Quinto del sitio de El Bercolar, del Camino de Arguijo (pueblo limítrofe a San Andrés), El Aydillo (lugar en el que apareció la Virgen de Santos Nuevos, y cuya propiedad se la disputaron varios pueblos), la Resolana de la Virgen, Ayuelas, Tabanera o Quinto Nuevo y el de Marivela o Mata Domingo (nombre que recibió inicialmente la Dehesa, lo que me hace presuponer que en un inicio sólo fuese esa parte). En este momento los pueblos de Cardos y Pipahón ya han desaparecido y la Comunidad de la Tierra de Soria reclama la parte proporcional de la Dehesa correspondiente a los dos pueblos. San Andrés y Almarza recurren a la Chancillería de Valladolid, la que dictaminó a favor de estos pueblos manteniendo intactos los privilegios y el término. A partir del siglo XVIII, aparecieron otros grandes terratenientes y ganaderos, que surgieron del pueblo llano porque recibieron herencias, donaciones de familiares, el regreso de los indianos que llegaron con un patrimonio importante o porque en varios frentes de la vida les fue bien (agricultura, ganadería, negocios del trato de compraventa, etc). 18 Se trata de una virgen entronizada románica tardía o gótica muy primitiva, talla de madera policromada, vestida tal y como se hacía en el siglo XVII. 19 Senet Díez, M .P Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5 ,Soria, 2002,p. 28 20 Ibid, p. 20 y ss. 18 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Tampoco resulta preciso que la constitución del Estado-nación a mediados del siglo XIX diluyera estas caracterizaciones de las comunidades al centralizar el poder político-económico. La revolución liberal destruyó las principales Instituciones populares de naturaleza consuetudinaria (autoconstruidas, asamblearias, comunales, fraternales, integradas en la naturaleza, autogestionadas). La Constitución de 1812 y la aplicación del Decreto de 4 de enero de 1813 titulado Reducir los Baldíos y otros terrenos comunes a dominio particular, y la ley de desamortización civil 1855 permitió privatizar la mayoría de los comunales. En el caso de los grandes terratenientes que mantenían estrechas e influyentes relaciones con los organismos administrativos y políticos de la época, su sistema de explotación agraria se vio reforzada y protegida, mientras que las Instituciones Comunales caracterizadas por el igualitarismo social, el carácter democrático y rotativo del poder, se vieron amenazadas, hasta en algunos casos, desaparecer a favor de los Gobernadores civiles, Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales21. El régimen asambleario de autogobierno que había sido abolido en villas y ciudades en el siglo XVI, pero que resistió en los pequeños pueblos, se vio sometido otra vez al expolio del poder por parte de la Administración central; pero las necesidad de una autonomía productiva permitió que en algunos pueblos, como San Andrés de Soria, esto permaneciese hasta hace pocas décadas. La incorporación a un mercado europeo quebró esta autonomía productiva e inició un proceso transformador. La Dehesa La Mata seguía el sistema general de explotación de las Dehesas boyales que establecía una rotación en tres fases con el objetivo de facilitar la recuperación ecológica de las mismas: sistema de rotación de las Dehesas Sanmartiniegas. La diferencia, no obstante, entre otras Dehesas boyales y la de La Mata es que solamente era explotada por los vecinos, o se arrendaban pequeñas zonas, pero bajo un control muy estricto como se recoge en las Ordenanzas que contiene el Arca. El valor del Arca desde la perspectiva etnohistórica es muy alto, pues nos aporta información secuenciada de la gestión de un bien comunal durante seis siglos. Desde el siglo XIV hasta el siglo XX se recogen por escrito datos sobre la organización de los pueblos de San Andrés y Almarza, y de la capacidad de éstos de defender su patrimonio delante de instituciones poderosas como la Comunidad de Villa y Tierra22, o la Mesta23. La defensa del pueblo llano frente a las presiones de los poderosos.24 El traslado del Arca de un pueblo a otro permitía sostener una corresponsabilidad y cooperación en lo referente a la gestión de la Dehesa. La importancia implícita en el acontecimiento de cesión de una responsabilidad también se veía impregnada de cesión de un poder, tal que a la vez que se pasaba el Arca en custodia al otro pueblo, se le traspasaba los problemas actuales derivados de ésta gestión y el poder decidir en determinadas cosas, aunque la existencia de un Concejo en cada pueblo que compartía decisiones, permitía mantener el equilibrio socio-económico de las relaciones de las dos aldeas. Así pues, el depósito del Arca en el otro pueblo iba acompañado, normalmente, de un documento, a forma de acta de traspaso y firmada, en su inicio, por los Regidores de la Dehesa o la Justicia de los pueblos, y daban fe los Fieles de hechos. Actualmente ya sabemos que el Arca es el contenedor de un extenso fondo documental, que a pesar de haber sido revisado a lo largo de su historia y inventariado por varios intelectuales, llega de forma inédita a nuestros días, ya que una vez se realizó el detallado inventario en el Archivo Histórico Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder, en: AAVV. Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid, p. 500; Lisón Tolosana, C: Antropología de los pueblos del norte de España, 1ª edición, Universidad Complutense, Universidad de Cantabria Ed., Madrid, 1973, p. 236. 22 Como en otras partes de la Península, la Comunidad de Villa y Tierra de Soria empezó en los siglos XI-XII después de la derrota de Almanzor y dentro del contexto de repoblación. Era una forma de organización político-económica en que una Villa centralizaba el poder y disponía a su alrededor de una serie de aldeas. 23 El Honrado Concejo de la Mesta de Pastores fue una organización creada por Alfonso X el Sabio en 1273, reuniendo a todos los pastores de Castilla y León, los que dispusieron hasta su abolición en 1836 de importantes prerrogativas y privilegios, y mucho poder en la Villa de Soria. 24 Existen pocos terrenos comunales de este tipo que conserven una documentación en tan buen estado y con una secuenciación tan larga. 21 19 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Provincial, se evidenció que la riqueza y la magnitud de los documentos en ella contenida eran mucho más significativo de lo que se creía. Los documentos se tipificaron en cuatro grupos25: • • • • Documentos relativos a la gestión de la Dehesa de la Mata: privilegios reales, ejecutorias y sentencias judiciales y documentos de gestión y administración económica. Documentos relativos a la ermita de Santos Nuevos: varios pleitos por el control del culto de la Virgen de las Angustias de San Andrés y Almarza contra Gallinero, Arguijo y La Póveda. Documentos del Ayuntamiento de San Andrés: Tres libros relativos a la contabilidad municipal procedentes del Ayuntamiento, datados entre 1808 y 1840. Libros y otros materiales. Como el cuarto ejemplar conocido en España de una Biografía de San Gregorio. De todo ello ha quedado una tradición que se repite cada cinco de enero, y que muestra el Arca como símbolo de la igualdad como valor vertebrador de la comunidad, conjuntamente con la honradez, la solidaridad y la autonomía. La segunda parte de la investigación propone acercar aquel legado histórico al presente, y entender no sólo las prácticas, sino las tradiciones y el sistema de valores vigente en clave de aquel pasado. Centrándome sobre todo en los últimos veinte años del siglo XX, incluso a veces recuperando aspectos que contemplaban en la memoria mis informantes, casi todos ancianos del lugar -que mucho saben-, construí lo que era el pueblo. La comunidad de San Andrés de Soria sigue manteniendo característica de comunidad corporada, sus habitantes se diferencian de otros por su sistema simbólico de representación e interrelación, y en el que existen esferas de inclusión o exclusión, sin que ello obligue a generar una integración desigual o nula26, pero sí marcando la diferencia de los que son del pueblo y de los que no. Por eso a la hora de determinar la comunidad objeto de estudio, me he decantado por el sentimiento de sentirse perteneciente a ella. Antiguamente para ser hijo del pueblo o miembro de la comunidad, eran necesarias otras características como el tener casa propia, o participar de las actividades comunitarias. Estos requisitos que anteriormente regulaban la pertenencia a la comunidad se han modificado adaptándose al presente. La decisión de incluir o excluir miembros en la comunidad tenía un claro efecto sobre la supervivencia de la comunidad y el mantenimiento de los recursos naturales. El equilibrio de los que consumían frente a lo que se generaba debía ser escrupulosamente cuidado, ya que si este equilibrio se veía afectado se corría el riesgo de que varios miembros de la comunidad llegaran a pasar hambre; The tragedy of the commons27 hace referencia a esta posibilidad, aunque en realidad representa un caso extremo, ya que entre los mismos vecinos de la comunidad existían mecanismos de compensación para que esto no ocurriese, o se paliasen lo máximo posible estos efectos. Actualmente la supervivencia de la comunidad necesita resolver varios puntos: la presencia de habitantes en el pueblo de una manera más o menos continuada y la creación de empleo o creación de formas de ganarse la vida en la zona. Por este motivo en San Andrés han aparecido diversas actuaciones dirigidas en este sentido. Los vecinos actuales, los que van a pasar el verano, los que son hijos o nietos del pueblo se han sentido con la necesidad de mantener la comunidad; por este motivo, 25 Senet Díez, M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5, Soria, 2002 ,p 22 26 Bilbeny, N: Por una causa común. Ética para la diversidad, Ed. Gedisa, Barcelona, 2002. p. 30 27 Harding, G: The tragedy of the commons. Science 13 December 1968. Vol. 162 no. 3859 pp. 1243-1248 20 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona el requisito de pertenencia o exclusión es la posición y manifestación del individuo por formar parte o no. Cuando alguien manifiesta y demuestra que quiere formar parte de la comunidad, como la supervivencia de ésta pasa necesariamente por tener individuos que quieran componerla, se le acepta. Tener casa en el pueblo y colaborar en las actividades comunes, ayudar a mantener el equilibrio y cuidar de los bienes comunales siguen siendo la esencia de la manifestación de pertenencia, aunque las formas exteriores son diferentes. La transformación de la comunidad en los últimos treinta años ha sido rápida. Se mantienen ciertas tradiciones que conectan con el pasado, pero su significado se ha ido diluyendo tanto que apenas queda de ellas la fotografía del diario de la provincia. A partir de ahora empieza una nueva etapa para el pueblo, y su máximo reto es no desaparecer. Por último, la tercera parte pretende mostrar aquellos elementos que se deben tener en cuenta a la hora de mirar el futuro. Posibilidades para que el pueblo se mantenga, para que su comunidad lo siga queriendo y cuidando a través de algo tan fundamental como ha sido un sistema de valores. Durante el proceso de análisis aparecieron diversas categorías que se agrupan en tres bloques que los podemos denominar códigos culturales: 1) Social: en el que se integran todas las categorías relacionadas con reglas sociales de la igualdad, cooperación, corporativismo, vecino, común, concejo e identidad común. 2) Tradicional: Donde aparecen las expresiones simbólicas y sacralizaciones a través de las fiestas y tradiciones como el traslado del Arca 3) Ecológico: centrado en la Dehesa como forma de explotación comunal, de aprovechamiento y de adaptación al medio natural. En el caso de San Andrés sus miembros resaltan ciertas categorías culturales: igualdad, comunales, vecindad, ayuda mutua, prestación personal. Procesos sociales dinámicos que se reformulan constantemente como respuesta adaptativa a las situaciones que se viven. La cultura, por consiguiente, puede ser explicada en relación a la situación de la comunidad que se da en cada momento (más o menos condicionante)28. Los códigos culturales ayudan a definir el lugar de los objetos29, de las costumbres e ideas en las que las relaciones de los miembros de la comunidad tejen entre ellos y con el mundo que les rodea.30 Si el mundo de los individuos está ligado íntimamente al lugar que le corresponde en la estructura del sistema mundial, entonces los códigos culturales expresarán esta relación a través de sus objetos, costumbres e ideas, y éstos irán modificándose en función de la dinámica de la posición31. Los códigos son ajustados y amoldados colectivamente por las personas que están respondiendo a un medio natural y político32. 28 29 Wolf, E: Europa y la gente sin historia, FCE Ed, México, 1987, p. 468 La codificación se puede llevar a cabo de diferentes maneras en función de los contextos establecidos por rangos y posiciones de valores. Estas clasificaciones implican aspectos variables en el acceso y gestión del poder, las semejanzas o diferencias del mismo nos ayudan a definir qué tipo de posición adquieren los agentes en la relación simétrica o asimétrica, y qué tipo de reglas respaldan y gestionan la comunicación. 30 Wolf, E: Europa y la gente sin historia, FCE Ed, México, 1987, p. 468 31 Scheider, P &J: Culture and polítical Economy in Sicily, Academic Press, Nueva York, San Francisco ,1976, p.82 ss. 32 Wallerrstein, I (Coord) et al: El sistema mundial, I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía mundo en el siglo XVI, Ed. Siglo XXI, México, p. 489 21 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El primer código es el ecológico: Las reglas33 (realización) de este código son el aprovechamiento y la adaptación, que es lo que hemos nombrado en varias ocasiones como gestión de comunales. El aprovechamiento hace referencia en este caso a la comunidad y no al individuo, y lo que pretende es aprovechar todas las posibilidades que ofrece el medio físico en el que vive la comunidad. Medio físico, que por otro lado obliga al grupo a adaptarse a las condiciones que posee. En San Andrés está muy claro que el aprovechamiento es de la Dehesa básicamente, aunque cada familia posea algún prado o algún pequeño huerto. El medio físico, en este caso, lo que ofrece es un vasto territorio de pastos y árboles que dan la posibilidad del ganado y de la leña. Recordemos que este es un territorio frío y más bien árido, por lo que no es posible tener grandes explotaciones de cereal. El clima obliga a los individuos a adaptarse a estas circunstancias, por lo que la Dehesa resulta imprescindible para todos, y a la vez es necesario que sea cuidada y gestionada entre todos. Para que este aprovechamiento sea de acuerdo con lo que el común de vecinos decide, es necesaria la honradez de cada uno de sus miembros. La honradez legitima el derecho al trabajo y a la supervivencia y está muy unido a la justicia social, ya que la ausencia de justicia pone en peligro la honradez34. Si alguien no es honrado e incumple las normas en beneficio suyo se le llama al orden y se le impone una pena, normalmente destinada a compensar al común, pues es a él al que su comportamiento ha faltado. Estas penas, como hemos explicado, eran el arreglo de tapias, limpieza de la Dehesa, cuidado de algún edificio del común como el lavadero, etc… La Dehesa permite una distribución igualitaria de este bien y está garantizada para todas las familias. Tenemos la mejor Dehesa de la provincia de Soria [...] Nos ha permitido vivir sin penurias, aunque sin excesos, a todos los vecinos del pueblo. En el Código Social aparece que la comunidad de San Andrés se mueve por la regla de la igualdad. Esta igualdad está íntimamente relacionada con las reglas del código ecológico: aprovechamiento y adaptación. Todos éramos iguales es la frase más repetida por los miembros de la comunidad. Iguales a la hora de trabajar, iguales en posesiones, iguales en penurias y sacrificios, etc... Esta regla de igualdad mantiene a la comunidad cohesionada, identificada, cooperativa y equilibrada en propiedades. Equilibrio que si se rompía por algún lado en la sociedad de San Andrés se ponían en marcha una serie de mecanismos de igualdad que minimizaban las diferencias, como por ejemplo, cuando los emigrantes a América venían con pequeñas fortunas si uno poseía más dinero para comprar tierras, pues no encontraba a nadie que se las vendiera, para evitar que fuera terrateniente [...] Si tenías más vacas, debía pagar más al vaquero o trabajar más horas en el cuidado de la Dehesa, o aportar más manos en los trabajos comunales como reconstrucción de tapias de la Dehesa o limpieza de los canales de regadío. Pero a pesar de que existiesen estas diferencias, (que los miembros de la comunidad definen como mínimas o insignificantes), la conciencia social de los miembros de la comunidad es la de igualdad. Por este motivo existía una férrea solidaridad entre los vecinos, al que se le quemaba la casa se le hacía una nueva entre todos a prestación personal, o se intercambiaban posesiones como instrumentos para hacer la matanza o arar los prados, y la mano de obra de los hijos, todo con el objetivo de sobrevivir. Sin esta solidaridad de los miembros de la comunidad sería imposible pensar en su viabilidad a través del tiempo. Por último queda el código tradicional. En él se engloban todas las reglas que permiten la comprensión de la realidad: religiosa, artística, científico-técnica, seguridad, fidelidad, etc... Siguiendo la propuesta de Rodríguez Iglesias, que las resume en tres reglas: la comprensión de la realidad, la seguridad y la fidelidad. 33 Rodríguez Iglesias, J.M (2003): El ciclo del pan en un municipio sanabrés. BIBLIOTECA DE CULTURA TRADICIONAL ZAMORANA. ED SEMURET. Salamanca 34 Frigolé, J: Un hombre, Ed_Muchnik Editores S.A, Barcelona, 1997, p. 14 22 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En San Andrés el código tradicional tiene un testimonio de primera mano, que son los documentos del Arca–Archivo. Todos ellos son testimonio de cómo a través del tiempo, la comunidad ha entendido su realidad, como recogía y reproducía lo que le iba bien para tener la seguridad de que todo iba a ser como lo pasado, esa fidelidad a prácticas e ideas que se acuerdan, de las que se deja testimonio escrito año tras año. Para comprender el código tradicional habría que entender que todos esos conocimientos han nacido para que sean evolucionados y adaptados por los individuos que los poseen, en función de las circunstancias particulares de la época histórica y del lugar geográfico, y que en la actualidad estos conocimientos conviven con los nuevos, sin que ninguno de los dos pierda respecto al otro. Esto es lo que permite que una comunidad aprecie su cultura tradicional, la valore, la cuide y difunda sus contenidos. Pero el código tradicional tiene otra función, y es la de legitimación del poder. A través de las tradiciones los miembros de la comunidad obedecen a los que tienen el poder. La igualdad se ha ido manteniendo ligada a la gestión de los comunales porque se obedecía al Concejo de vecinos como una costumbre arraigada35 durante siglos, aunque también entraban en juego elementos de carácter wertrational36. Esta capacidad de legitimación que tiene el código tradicional es el que permite que se mantenga vigente en la actualidad desde el gobierno del pueblo. La alcaldía nutre este código a través de la dinamización de las tradiciones populares porque a su forma de entender la gente se sigue identificando con el pueblo, y el sentimiento de pertenencia facilita la cooperación de los vecinos en el mantenimiento, cuidado y reconstrucción del pueblo. Conclusiones La hipótesis de la que partía era considerar la igualdad como una forma de estructurar la sociedad y de estructurar las relaciones de poder que en ella se configuran por tal de conseguir la supervivencia y bienestar de la comunidad primeramente, y después de sus miembros Durante muchos siglos esto ha sido así. La revisión de la documentación del Arca, así como las entrevistas a los informantes, nos ha mostrado que hasta el siglo XX la igualdad impregnaba todas las dimensiones de la comunidad de San Andrés. Era el valor central sobre el que se articulaba todo un sistema de valores que legitimaba y reproducía la igualdad social. En relación con la hipótesis y a la luz de los resultados obtenidos se puede concluir dos elementos importantes relacionados con la configuración y evolución de la comunidad de San Andrés. El primero de ellos hace referencia a los cambios puramente demográficos y económicos. La situación actual de crisis económica después del boom inmobiliario y la especulación del suelo evidencian que San Andrés sufre un momento de inflexión en su historia, el punto clave que condicionará si el pueblo sobrevive y se mantiene, a pesar de que se convierta en un lugar de ocio o en una comunidad estable, o por otro lado su desaparición paulatina hasta caer en el olvido. El segundo punto a destacar es que a pesar de que el motor de cambio viene dado desde fuera en cuestiones políticas y económicas, existe un cambio significativo en las relaciones que se establecen en la comunidad. Ya no se depende de los bienes comunales para la supervivencia (algo que puede 35 La costumbre arraigada, o los intereses materiales o una situación personal de desamparo o necesidad pueden crear la disposición a la obediencia. Joaquín Abellán en Estudio preliminar en Weber, M.: Sociología de poder, Alianza Editoria, Madrid, 2007, p. 31 36 Wertrational califica a un motivo como portador de un valor absoluto es decir, una motivación independiente de cualquier ventaja que pudiera conseguirse. Joaquín Abellán en Estudio preliminar en Weber, M.: Sociología de poder, Alianza Editoria, Madrid, 2007, p.30 23 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona cambiar si la crisis llegase a situaciones límite en que para comer necesitásemos recurrir a ellos). Lo que está claro es que en estos momentos la igualdad ya no es necesaria para la supervivencia, por lo tanto deja de ser un valor a transmitir. No parece transmitirse como un rasgo identitario a las nuevas generaciones, por lo que no sólo desaparece como valor, sino también como idea dentro de la construcción simbólica de la comunidad. El poder adquiere unas connotaciones diferentes, y una distribución desigual. Hacia el 2005-2006 podríamos afirmar que la división del poder y su legitimización ponía en riesgo la comunidad corporada. Siete años después, en el 2013, ya no parece existir comunidad corporada, ni igualitaria. Las reflexiones que me suscitan estas dos conclusiones se pueden resumir en la siguiente manera: 1) La adaptación al sistema capitalista y a las directrices de Europa, trajo como consecuencia que se modificasen las formas de subsistencia familiar, fomentado una relación con el exterior, cada uno por su lado, y desintegrando poco a poco las relaciones comunales y cooperativas del pueblo. 2) La comunidad de San Andrés ha pasado de una situación de corporativismo, igualdad, solidaridad, ayuda mutua y con un ejercicio/control del poder de forma común, a la aparente desaparición de la igualdad como valor, así como del sistema de valores que estaban integrados en él, y apareciendo el poder vinculado a la política. Se empieza a constituir una nueva comunidad con relaciones y valores diferentes que posiblemente respondan a los nuevos retos que tiene la comunidad para sobrevivir como pueblo en el siglo XXI. 3) Se resignifica el código ecológico de la comunidad, pues en la actualidad el bien común está orientado al progreso de las personas y no de la comunidad, por lo que la Dehesa pasa a tener valor para cada uno de los vecinos como patrimonio ecológico y elemento de prestigio. Sigue siendo un bien, pero deja de ser un bien comunal para ser un bien individual. Al desaparecer la gestión comunal desaparece la necesidad de la igualdad. El uso y disfrute del bien no es necesario administrarlo y cuidarlo como en el pasado, por lo que se establecerán nuevas formas de gestión comunal de la Dehesa y un nuevo sistema de valores asociados ella. 4) San Andrés sufre una dinámica de cambio muy rápido respecto a lo que ha constituido la dinámica habitual de cambio en el pasado, generando una gran fractura respecto al sistema de valores que se había mantenido en la comunidad hasta el siglo XX. La mirada al futuro no debería perder de vista que: • Cuando la política no está orientada al Bien Común pierde su rostro humano. Por lo que considero que, tal y como pone de manifiesto el pasado de San Andrés como ejemplo de comunidad, debe contemplar el bienestar de las personas que se asocian por causa del beneficio mutuo, potenciar, reforzar y cuidar sus lazos. Cuando una comunidad prioriza el bien común, le permite desplegar las fuerzas de las personas al máximo para conseguir sus objetivos, lo que repercute en la consolidación de un marco de justicia social en el que participan todos los miembros y que fortalece los valores de cooperación y solidaridad. El bien común específico de cada comunidad se determina de acuerdo a su cosmovisión específica y genera valores e instituciones comunes visibles e indivisibles, que facilitan a sus miembros una vida digna, como fue y es el caso de San Andrés. • • 24 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona PREÁMBULO Si rompes tus cadenas, te liberas; pero si cortas con tus raíces, mueres. Doria Cornea Todos los elementos materiales e inmateriales que conforman la vida de una comunidad, desde aquellos objetos que tiene una función en la producción hasta todos aquellos principios acordados en la convivencia como valores, normas, moral, costumbres, dependen de las necesidades de los individuos que conforman la comunidad. El antropólogo que se acerca a un grupo de personas que atienden y cooperan de forma intencional para conseguir la subsistencia del grupo y de los individuos, busca desentrelazar el tejido social y cultural de todos aquellos elementos que constituyen esa forma de vida concreta, viendo cómo los hilos se anudan y entrecruzan entre ellos, cómo se giran y combinan para construir un diseño único del entramado social. Entender este cómo se construye el diseño del tapiz, por qué cada color tiene una posición y unas combinaciones, entender por qué se dan ciertos arreglos y no se dan otros. Todo ello es lo que busca el antropólogo y es lo que ha pretendido esta investigación: entender el tapiz de colores de la comunidad de San Andrés. El trabajo que a continuación presento surgió como centro de interés dentro del contexto de la asignatura de Etnografía de la Península Ibérica, para la que realicé un primer esbozo de lo que ahora pretende ser una Tesis Doctoral. Entonces realicé un estudio descriptivo de usos, costumbres, fiestas, etc.., sobre un pueblo situado a los pies del puerto Piqueras y protegido por un recóndito paraje de árboles y montañas: San Andrés de Soria, el pueblo de mis abuelos- mi pueblo -. Los primeros apuntes de este trabajo perseguían el objetivo de conocer parte de mi historia y de mi cultura para comprender mejor dónde estaban mis raíces, cuáles eran las vicisitudes que éstas habían pasado hasta arraigarse y adaptarse a cada tiempo nuevo. Me parecía que habíamos olvidado con demasiada prontitud algunas cosas: una manera de hacer, una manera de vivir; y me apenaba que el olvido se apoderase de personas que plagaban mis recuerdos y que habían formado parte de aquella comunidad. Por eso, motivaba la investigación desde la idea de que ya va siendo hora, conveniente y necesario darle un lugar a los que construyeron el presente de San Andrés37, con la pretensión de restablecer en la memoria a aquellos que hicieron posible el presente que conocemos, antes de que ocurra el Esta idea ha sido mi principal distorsión en todo el proceso, pues implicaba las emociones que construían mi personalidad, y destruían mi objetividad y clarividencia para desentrañar la verdadera cuestión de la investigación: el hecho de no pertenecer a una cultura puede permitir, incluso, descubrir lo que se escapa a sus miembros acostumbrados a considerar “natural” todo su comportamientos, lo que ha supuesto un esfuerzo considerable desde el punto de vista metodológico y teórico para llegar a considerar y ver todo lo que acontecía aún siendo miembro de ella. Bestard, J. Contreras, J: Bárbaros, paganos, salvajes y primitivos, Ed. Barcanova, Barcelona 1987, p. 5 37 25 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona triste desenlace de tantos pueblos de Castilla de los que sólo tejados hundidos y casas caídas testimonian toda la vida que se generó en sus calles. Plantear esta investigación ha representado para mí una experiencia magnífica de la que sin duda habré obtenido profesionalmente y personalmente más de lo que pueda plasmar en este escrito. He aprendido que la Historia de nuestro país, la que aprendemos en los libros, no llega, ni mucho menos recoge, la infinidad de historias personales que trazan la geografía Peninsular. Historias de vida repletas de situaciones y acciones que dinamizan la cultura, que enriquecen a las comunidades, pero no desde una visión parcelada, sino de formas de entender la vida y todo lo que ésta significa e integra. Mi experiencia me ha demostrado que la antropología de los Pueblos de España es una fuente inagotable de objetos de estudio. La riqueza de nuestras aguas culturales es tan inmensa, que este trabajo tan sólo puede representar una gota en el océano. Caro Baroja afirmó en varias ocasiones que la caracterización etnográfica de Castilla era difícil, no por no encontrar datos e informaciones al respecto, porque existe abundancia de estudios etnográficos y descriptivos desde varios enfoques, y porque existen fuentes documentales de siglos y siglos en muy buen estado de conservación; sino por una heterogeneidad de formas sociales con límites difusos38 que a primera vista no se perciben. San Andrés es una más, por lo que profundizar en el conocimiento de esta región aporta un grano de arena más al entramado general de la Castilla rural. Por este motivo, la presente investigación persigue la comprensión de una forma de convivencia particular y de la construcción del valor de la igualdad dentro de contornos espacio-temporales definidos en la que un conjunto de elementos materiales y simbólicos, integrados y activados por los comportamientos sociales e interacciones de las personas, permiten la comprensión del sistema de valores que la mantienen, y ha mantenido viva. Lo que ofrece San Andrés como especial es el legado de documentos sobre gestión de comunales que permite describir cómo algunas prácticas de gestión se desarrollaban en el pasado y cómo ha sido su evolución. Ligado a esto aparecen elementos que han ido manteniendo de forma real y objetivable hasta hace poco una igualdad social característica de las sociedades cuya principal forma de subsistencia era gracias a estos recursos. Elementos que se reformulan constantemente atendiendo a la misma dinámica de cambio que experimentan todas las comunidades que sobreviven adaptándose a los nuevos tiempos, a las nuevas necesidades, pero que aún, aquellos que una vez dejaron el pueblo y que hoy 38 Independientemente de las actuales delimitaciones político administrativas y si se atiende más estrictamente a la coincidencia en elementos de lo que se suele llamar cultura material, formas o estilos de la organización social, rituales, literatura popular, etc..,cabría hablar de una Castilla bien ancha, según recuerda el viejo dicho. Definitivamente la distribución de los elementos culturales no guarda estricta correlación con las delimitaciones territoriales y no cabe esperar de ellos que no sólo se concentren sino que se contengan dentro de unos límites geográficos o fronteras políticas. Velasco, H.M: Caracterizaciones etnográficas y señas de identidad. Análisis antropológicos sobre Castilla y León. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed. Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001, pág. 31 26 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona viviendo en Barcelona, Madrid, Sevilla, Bilbao, Zaragoza..., los mantienen vivos, pues forman parte de la construcción simbólica de la comunidad a la que se sienten pertenecientes39. Tradicionalmente en la literatura etnográfica de la Península40, esta igualdad social ha sido tratada como oposición a las comunidades que presentaban un orden social estratificado, como son las zonas en las que la tenencia de la tierra pertenece a un sólo propietario o donde se trabaja los latifundios. En San Andrés la igualdad se ha mantenido gracias a un estricto sentido de comunidad, de normas explícitas como las Ordenanzas municipales, o implícitas como la solidaridad vecinal. La reproducción de ideologías, símbolos, significados y valores que controlaban la aparición de la estratificación ha ido dando paso a lo que los miembros de la comunidad entienden como una evolución necesaria y un elemento de desarrollo de aquellos pocos que viven en el pueblo: la estratificación y la diferencia, apareciendo finalmente los pequeños caciques, que sin grandes pretensiones económicas, se afanan por marcar la diferencia y legitimar el poder que ostentan. Existían, y existen en la actualidad en San Andrés, bienes y recursos comunales, que se han gestionado desde lo que ellos denominan una economía de subsistencia. Existen documentos en el Ayuntamiento del pueblo que nos revelan cómo era esta gestión en los siglos pasados. Existen documentos y fuentes orales que nos revelan cómo estas formas de gestión evolucionaron hasta someterse al criterio de las normativas estatales y europeas y a todos los aspectos actuales de la economía. La revisión documental y el discurso de las personas ancianas nos muestran, como expondré más adelante, la existencia de un orden social concreto que fundamentaba y reproducía la igualdad entre todos los miembros de la comunidad. Pobres –dicen ellos; la vida les obligó a compartir una Dehesa Boyal, tierras, servicios, ganados, bienes... una comunidad donde todos eran iguales, igualmente pobres41. La igualdad como valor aparece en todas las actividades, en todas las relaciones independientemente de su cariz político, económico o familiar. Es lo que abandera la identidad de sus miembros, y es lo que se ha venido transmitiendo de padres a hijos, a nietos y a bisnietos durante las últimas décadas del siglo XX. Un valor que se construye y reconstruye, que se modifica y adapta, pero que siempre permanece, o así parece hasta ahora. Al inicio de esta investigación no he podido evitar mirar atrás y recordar mi niñez en casa de mis abuelos... Aquella forma de vivir, de entender la vida, algo que me resulta hoy tan peculiar, fue durante muchos años algo próximo y cercano en lo que yo me integraba por completo. La vida en el pueblo, todas las esferas de lo social, que por entonces yo percibía desde una completa ingenuidad e ignorancia, ahora se reflejan y constituyen elementos de mi identidad. Crecí al lado de mis abuelos, compartiendo para entender algunas cosas, solidarizándome con Los informantes hablan en varias ocasiones de sentirse sorianos, y de San Andrés, a pesar de residir más de cuarenta años en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao… La vinculación con la comunidad de origen , la sensación de pertenencia sigue estando presente como un segundo nivel de filiación, tal y como se recoge en Cohen, A.P: The Simbolic construction of community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p 8 40 Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder, en: AAVV. Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid,1991 41 Cita textual de los comentarios extraídos de las entrevistas a los informantes. 39 27 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona otras, y rebelándome por otras tantas, una forma de hacer particular, unas prácticas sociales relacionadas del tipo de economía practicada. Muchos de los elementos que se analizan en este trabajo conforman una manera de enfrentarse a la vida, elementos que se han ido transmitiendo de generación en generación, tomando en cada una de ellas, y a su vez, tomando en cada miembro constituyente, una realidad diferente tal que la especificidad de cada momento ha representado una respuesta adaptativa racional al medio, a la comunidad,42 pero también a su historia personal y particular. Es necesario que alguien (comunidad o individuo) transmita, y es necesario que alguien reciba, y que se devuelva lo transmitido en una interacción continua que permite integrar, crecer y perder, aceptando nuevas cosas, ideas, y olvidando otras, a través de las generaciones, dando como resultado la construcción de un patrimonio. Muchas cosas han cambiado: ya no segamos hierba con la guadaña y la hoz, ni cruzamos el puerto Piqueras cubierto de nieve con un rebaño de ovejas sin más ayuda que la del perro pastor que volverá a casa corriendo al lado de la Camerana en la que viaja su dueño, desde Logroño; ni vamos a lavar al lavadero, lugar de encuentro de mujeres, de consejos, confidencias; ni ordeñamos las vacas a mano atándoles las patas con una cuerda por si dan coces y llenando un caldero de latón, y una lechera que mejoró al ser de aluminio en los años ochenta... Pero existen cosas que se mantienen y que se reproducen a lo largo del tiempo; el mantenimiento de algunas instituciones como el Concejo de vecinos hasta finales del siglo XX o la Comisión de Fiestas todavía vigente, la gestión de los recursos comunales por parte de los vecinos del pueblo, especialmente los que tienen vacas y los que piden su suerte de leña, la solidaridad entre vecinos, antaño llamada trabajos comunes a prestación personal, la transmisión de los bienes familiares haciendo lotes equitativos para todos los hijos; en definitiva, expresiones del valor de la igualdad. Pero lo que a mí personalmente me motiva a recuperar y recoger parte de este legado es algo que me dejaron mis abuelos y que constituye algo fundamental en mi persona: la identidad y la identidad de una comunidad. El patrimonio que he recibido no sólo se articula en un conjunto de formas de hacer, de sobrevivir y de adaptarse a la vida, que sin duda alguna son importantes, pero que se van modificando a las diferentes realidades en la que cada uno se desarrolla; el legado cultural más importante es el punto de partida del quién soy, porque esto me permite saber hacia dónde me dirijo43. De todo este trabajo espero que nazca una pequeña contribución a la revitalización y conocimiento de lo que constituye una identidad, además de brindar un merecido homenaje a mis abuelos que trabajaron y lucharon por sobrevivir en esta tierra. Los pueblos están dando respuestas adaptativas racionales a su medio, en LLewellen,T: Introducción a la Antropología política, Ediciones Bellaterra, Barcelona,1983 Shalins, M:(Conferencia 1993) ya contemplaba este punto de vista al considerar que un esquema conceptual, se interrelaciona y se influye con las prácticas individuales de manera que se modifican mutuamente, produciendo una serie de cambios como proceso continuo que no es más que la historia. 43 Les relacions del passat donen significat a les del present, perquè els avantpassats creen relacions de parentiu. El coneixement de les relacions familiars te les seves arrels en les relacions del passat, donat que les connexions ancestrals donen significat a les presents. La mateixa idea prevaleix si considerem la persona relacional amb les seves arrels ancestrals i els seus llaços primordials. Arrels i llaços primordials provenen del passat Bestard, J:Memòria i continuïtat: el parentiu com a forma d´identitat. Quadern I.C.A 15-16 42 28 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona INTRODUCCIÓN Como todas las etnografías, esta Tesis Doctoral, es producto de la investigación de un momento particular de la historia, en el que se pone de manifiesto el interés por recuperar la vida de los pueblos de nuestra geografía. En un movimiento social que guarda ciertas similitudes con el Regeneracionismo Costista 44 aparece en San Andrés, como en otros pueblos de Castilla, la creación de asociaciones culturales, movimientos neorurales, la rehabilitación de casas, la recuperación de tradiciones y de formas de gobierno local. Todo forma parte de un proceso de recuperación de la tierra, de una forma de entender la vida que articula elementos del pasado con el presente, y mira a un futuro diferente del que se construye en las grandes ciudades. Dentro de este movimiento surge el interés por el objeto de estudio: un pueblo del norte de Soria, situado en la comarca de Tierras Altas. A pesar de ser un pueblo pequeño, San Andrés es una versión más de las culturas de España, y al igual que ocurre en otras monografías, los límites de su universo van más allá de sus límites territoriales45. Pero San Andrés tiene algo distintivo y excepcional con respecto a los pueblos circundantes, y es la posesión de una Dehesa y de un Arca-archivo. Estos dos elementos posibilitan obtener una visión antropológica desde el elemento histórico y el medio natural que en muy contadas ocasiones aparecen con tanta claridad. Tan sólo estos dos elementos configuran un especial interés por conocer de primera mano lo que han representado los bienes comunales para las pequeñas comunidades construidas en base a sistemas igualitarios en el acceso al poder. Pero se da un hecho más en este caso que es importante, y es que todavía a principios del siglo XXI este sistema de valores46 basado en la igualdad permanece. Queda muy poco de lo que fue aquella comunidad, pues hasta los años ochenta del siglo XX se mantuvieron muchas costumbres y formas de gestión del pasado, pero la integración en la Comunidad Económica Europea y la disminución de la población generaron un proceso de cambio en la comunidad, que prácticamente ha erradicado las formas de aquel pasado. Por este motivo, la búsqueda Joaquín Costa fue defensor del ecologismo contra la actuación humana agresiva con los equilibrios impuestos por las leyes de la naturaleza, se manifestó a favor del monte comunal y promovió la recuperación del Derecho Consuetudinario como expresión viva de los pueblos. Costa, J: El suelo de la Patria y la redención del agricultor, Revista Europea III, 111:201-209, 1876. Costa, J: Derecho Consuetudinario y economía popular de España, I, Ed. Guara, Zaragoza, 1981 45 Los límites de la comunidad van más allá de los límites geográficos, pues intervienen en su definición también aspectos simbólicos, creencias e ideologías que tienen una construcción popular. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet. The University Press of Chicago, Chicago,1968, p.14 y ss; Cohen, A.P: The Symbolic construction of community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p 8 46 Uno de los aspectos que más lentamente cambia en las comunidades es el sistema de valores pues los valores llevan implícitos para que así lo sean, toda una serie de comportamientos destinados a reproducirlos y mantenerlos, por lo que se necesitan varias generaciones para que el cambio sea evidente. 44 29 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona por entender el diálogo entre pasado y presente adquiere una cierta urgencia47, ya que todavía queda en la memoria de los habitantes del pueblo, de los hijos y de los nietos, mucho de aquello. Las instituciones no surgen de la nada48. Esto nos permite que cualquiera de ellas, como es el caso del Concejo o la gestión de comunales, sea estudiada y analizada más correctamente si se hace desde una perspectiva histórica contemplando la evolución sucesiva que la ha ido conformando hasta modelarla tal y como las contemplamos hoy, o las contemplábamos hasta hace poco. Esto ocurre porque ciertas formas de funcionamiento de la comunidad que se dieron en el pasado han tenido una presencia muy larga en la historia de San Andrés. Todavía parece hacerse visible en las estructuras de las casas, en las tradiciones que se mantienen, y en los recuerdos de los más ancianos. Por este motivo no se puede separar la historia de la etnografía. Para poder explicar ciertos fenómenos que se dan en la actualidad, es necesario recurrir a materiales etnográficos, incluso a textos históricos49. Durante la investigación, conseguí permiso para abrir y estudiar los documentos del Arca, pero tuve la suerte que en este periodo de tiempo el Ayuntamiento de Almarza, al que pertenece San Andrés, se movilizó para la apertura y análisis de los documentos contenidos en ella aprovechando unas ayudas de la Diputación. Después del microfilmado llevado a cabo por el Archivo Histórico-Provincial de Soria, procedí a la lectura de los diferentes rollos donde descubrí manuscritos de derecho consuetudinario, ordenanzas, privilegios reales, actas de acuerdos y reuniones llevadas a cabo por los Concejos de ambos pueblos y que reflejan diferentes aspectos de la vida del común de vecinos, y de la gestión de la Dehesa. Esto motivó mi interés por los documentos antiguos, y el reflejo en la comunidad actual que tenían las prácticas en ellos descritas. Lo que más me impresionó fue el corpus de documentos guardados durante tantos siglos relacionados con la gestión de los comunales50. Estos documentos testimonian un pasado que las diferentes generaciones de vecinos de la Dehesa guardaban y custodiaban con gran Otras monografías de Castilla delatan la importancia de los relatos de los ancianos del pueblo como fuentes vivas de información, y que a su muerte, se pierde parte de las vivencias, pensamientos, ideologías de esa generación. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago, 1968, p.14. Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986, p. 12 y ss. 48 Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 35 49 Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986, p. 17. 50 Este no es un caso aislado pues en otros lugares de la Península existen ordenanzas y documentos que detallan la gestión de una comunidad, analizados algunos de ellos por Joaquín Costa durante el siglo XX, sobre todo acerca de la gestión de comunales, prioritariamente en el norte de España. El interés por temas agrarios en la trayectoria biográfica de Joaquín Costa está presente desde su juventud, otorgándole mucha importancia a la recuperación de las prácticas y costumbres populares y a la recuperación etnográfica del Derecho Consuetudinario. Costa, J: Derecho consuetudinario y economía popular de España. Zaragoza: Editorial Guara, 1981. 47 30 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona respeto como si fuesen una gran tradición. Pero no una gran tradición como si se tratase de documentos literarios, sino como tradición de vida y gestión. A medida que transcurría el análisis de los documentos que llegaban a mis manos y que consideraba importantes, les pedía a los ancianos del pueblo su opinión y visión de ellos51. Su buena memoria y amor por su pueblo me evocaban constantemente paralelismos del pasado-presente recordando y mostrándome su experiencia. Era una actualización constante de los documentos pues se identificaba claramente qué figura actual se correspondía con la que aparecía en los documentos Resultaba impresionante descubrir esta presencia del pasado en la comunidad, y me resultó de gran ayudaba para significar el presente. La historia se constituye como una fuente de información que complementaba la perspectiva de los objetos de estudio. Buscar y explicar algunas constantes de partida que dan lugar a los significados que construye la comunidad de la que emanan estos documentos permite comprender en profundidad lo que fue y es San Andrés, y propone enseñanzas sobre una forma de vivir que puedan ser útiles para construir el futuro. Después de haber realizado la investigación en el pueblo durante varios años, lo complejo era exponer los resultados de forma que pudiesen ser recogidos en un discurso coherente que entrelazara todos los aspectos que quería destacar de la vida de aquella comunidad. Dicen los expertos en metodología de la investigación que lo importante para llevar a cabo una investigación es hacerse una buena pregunta, y quizás este ha sido el apartado al que yo le he dedicado más tiempo, pues mis pretensiones y objetivos al inicio de esta investigación llevaban un camino que se fueron desviando y dispersando sin llegar a concebir la pregunta clave para la exposición de los datos obtenidos. Años más tarde, y después de haber comenzado este escrito varias veces, he reparado que lo más importante era lo que daba por supuesto, y que precisamente lo que daba por supuesto era la pregunta que debía realizarme: la igualdad. San Andrés de Soria es una comunidad de las que tradicionalmente han sido catalogadas en la literatura etnográfica de Península Ibérica de como corporadas. La gestión de sus recursos comunales es lo que ha permitido su subsistencia, y esto ha sido posible porque han existido unas normas implícitas en todo lo social, que protegían este equilibrio de igualdad social entre los diferentes miembros de la comunidad, y respecto a la distribución y gestión del poder. Cuando me planteé la investigación di por hecho esta igualdad sin preguntarme nada más. Practiqué una inmersión en la comunidad, como si fuese un miembro más, normalizando esta igualdad. Nunca vi nada extraño ni ajeno en ella ya que yo había crecido conociéndola, y en alguna época de mi vida, formé parte integrante de ella52. Ese prejuicio, si podemos considerarlo así, ha sido en algunos aspectos, un desequilibrio constante. Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986, p. 50 52 A medida que crecemos, vamos aceptando las formas de pensar y de comportarse (costumbres, comportamientos, ideas, creencias) que forman parte de nuestra comunidad. Es la cultura que heredamos de los que nos cuidan, de los que están presentes en nuestra vida desde que nacemos, desde nuestra infancia. Por 51 31 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Así pues, ¿Qué puede hacer un antropólogo en San Andrés?53 En este caso lo que despertaba mi interés era determinar el modo como este grupo gestionaba los recursos comunales, como cada uno de sus miembros participaba de una forma ordenada en el desarrollo de esta comunidad, por qué existían unas pautas de acción social, de roles sociales que contribuían a esta igualdad, y cómo todos los elementos que iban surgiendo en mi investigación tenían una estrecha relación con las pautas de comportamiento que pretendían reproducirla y reproducir las relaciones de poder. En todo momento acepté que se trataba de una comunidad igualitarista54, donde la estratificación era tan mínima que se disolvía con el discurso de la comunidad, pero pasé por alto algo que me parece tan significativo como que estas pautas de comportamiento que yo observaba se relacionaban con los valores de aquella comunidad, y más concretamente con el valor constitutivo de aquella cultura. La pregunta que debía pues hacerme, y a la que pretendo responder es: ¿Cómo se construye el valor de la igualdad en San Andrés de Soria y qué relación guarda ésta con la gestión de recursos comunales? Para responder a esta pregunta integraré a lo largo de mi exposición discursos descriptivos sobre usos y costumbres, transcripciones de documentos antiguos de gestión de los recursos comunales de San Andrés, relatos etnohistóricos para contextualizar las prácticas y los documentos, y por último reflexiones y fundamentaciones teóricas a través del uso de conceptos construidos desde la filosofía antropológica. Esta visión interdisciplinaria no responde exclusivamente a una opción metodológica, sino más bien a la forma de abordar la investigación desde mi formación, mis conocimientos y mi estructura de pensamiento. Mis dos años de Licenciatura en Antropología Social, mi paso por la facultad de Filosofía durante un máster, y la participación y dirección de proyectos de investigación sobre valores, me han conducido a generar una respuesta un tanto ecléctica al problema planteado, pero que me han permitido comprender en profundidad el objeto de estudio. este motivo me ha sido tan difícil encontrar la pregunta que podía abrir esta investigación, pues San Andrés de Soria no deja de ser mi pueblo, en el que mis emociones e ideas toman importancia, y del que me cuesta tanto distanciarme para llegar a contar cómo es esta comunidad. 53 Lo importante es lo que se aprende en el proceso de realización de la tesis, que siguiendo lo escrito por Clifford Geertz son las siguientes lecciones a las que yo me uno indudablemente: 1.- La antropología, al menos la que yo profeso y práctico, supone una vida seriamente dividida. Las destrezas útiles en el aula o en la mesa de despacho y las que se necesitan en el trabajo de campo son muy diferentes. El éxito en un escenario no asegura el éxito en otro. Y viceversa. 2.- El estudio de las culturas de otros pueblos (y de la cultura propia, pero eso suscita otros temas) implica descubrir quiénes piensan ellos que son, qué creen que están haciendo y con qué propósito piensan ellos que lo están haciendo, algo mucho menos directo que los cánones ordinarios de una etnografía de Notas y Cuestionarios o, para el caso, de lo que el reluciente impresionismo de los “estudios culturales” al modo de pop art sugeriría. 3.- Para descubrir lo que las personas piensan que son, lo que creen que están haciendo y con qué propósito piensan ellas que lo están haciendo, es necesario lograr una familiaridad operativa con los marcos de significado en los que ellos viven sus vidas. Esto no tiene nada que ver con el hecho de sentir lo que los otros sienten o de pensar lo que otros piensan, lo cual es imposible. Ni supone volverse un nativo, una idea en absoluto factible, inevitablemente fraudulenta. Implica el aprender cómo, en tanto que un ser de distinta procedencia y con un mundo propio, vivir con ellos, en Geertz, C: Reflexiones antropológicas sobre temas filosóficos, Editorial Padidós Ibérica, Barcelona,2002, p. 37 54 Entiendo por igualitarista aquella comunidad en que las estructuras sociales y la estratificación en clases sociales, bien sean políticas o económicas, se intenta reducir a la mínima expresión a través de mecanismos de control en el acceso al poder. 32 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La igualdad se configura como la manifestación grupal de las necesidades e intereses de esta sociedad. A través de este valor, las personas que se sienten miembros de la comunidad, se identifican con ella, permitiéndoles mantenerse vinculados aunque se vean obligados a emigrar a otras regiones. Pero también es el discurso que gestiona y regula el ejercicio del poder particular de los miembros, traspasándolo a un ejercicio comunal. Esta igualdad, como veremos, no es algo rígido ni homogéneo, pues es un valor dinámico que se sigue transmitiendo adaptándose a los nuevos tiempos y a otras culturas, pues ninguna cultura es impermeable a las influencias de otras, y la igualdad ha ido adquiriendo nuevas connotaciones y abandonando otras, progresando conjuntamente con la comunidad hacia las nuevas condiciones de vida. La relación que establece la igualdad y el poder es significativa. Wolf55 insiste en que subyacente a toda estructura social, a toda construcción de ideas, existen de base relaciones de poder que impregnan todo lo demás. En este caso concreto, la relación que se establece, no solo es real y observable, sino necesaria para la supervivencia y bienestar de la comunidad. I.1.- Objeto de estudio Cuando consideramos un sistema de creencias…una forma de organización social… la pregunta que planteamos es sin duda: ¿Qué significa todo esto? Lévi Strauss56 El objeto de estudio es dual: por un lado se observa la igualdad y el sistema de valores que se la articula alrededor de ella en la comunidad de San Andrés, y por el otro, la relación que se establece con la gestión de los recursos comunales y la forma de gobierno del Concejo. LA IGUALDAD COMO VALOR El sistema de valores es muy importante para la comprensión de la comunidad en esta investigación, pues este va a constituir el eje sobre el que se va a articular todo el discurso. Pero para entender un poco más qué papel juegan los valores en la construcción simbólica de San Andrés, cabe ubicar este concepto dentro del contexto de la investigación. Tradicionalmente cultura se ha opuesto a lo que entendíamos por natural o naturaleza, haciendo referencia a aquellos productos y resultados en los que ha intervenido la mano del hombre, ciñendo esta intervención a la consecución de unos objetivos o fines previamente valorados. Por lo tanto la cultura, en este caso, no hace referencia a estos comportamientos de los individuos que surgen sin pensar o de forma natural, o a veces instintivos, sino que Wolf, E: Introducción, en Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis, Ed Ciesas, Antropologías, Centro de Investigaciones y Estudios superiores, México, 2001 56 Lévi-Strauss: Antropología estructural, Ed Paidós, Barcelona , 1987 55 33 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona nacen de la reflexión previa sobre lo que se pretende conseguir, considerando el objetivo final como algo valioso para el individuo o para la comunidad. De esta manera, la igualdad no es algo instintivo, sino que es una práctica construida, reflexionada y valorada por la comunidad de San Andrés, y que guarda una estrecha relación con la supervivencia de ésta57. La cohesión que existe entre la organización social y cultural se da gracias a la conducta social, definida58 como el conjunto de acciones parcial o totalmente pautadas de acuerdo a reglas y significaciones culturales. De ahí se derivan todas las Ordenanzas que se recogían en el Arca, aunque éstas tengan un marcado carácter punitivo en la redacción59. Toda existencia humana se ve enfrentada a la supervivencia, objetivo que comparte con los miembros de la comunidad a la que pertenece, y con la que crea una red de relaciones basadas en valoraciones Somos un pueblo que tiene valores, e intentamos mantenerlos siempre para facilitar la convivencia entre nosotros Cuando la persona le da valor a algo, lo que está llevando a cabo es otorgar valor a aquel fenómeno respecto a su existencia y a su realización personal. El valor tiene una visión intersubjetiva. Los valores son para la comunidad la forma de reconocer a los otros. El valor adquiere su plenitud funcional cuando es juzgado y aceptado como valor por el resto de miembros de la comunidad. Es lo que se denomina formalizar el valor. Esta formalización depende de los criterios, de los significados aprendidos que corresponden a las estructuras propias de la comunidad60. Los valores son el conjunto de reglas de conducta que representan una forma de vivir, y que están relacionados con la identidad de la persona: Éramos pobres campesinos con pocos medios, pocas ovejas y poca agricultura. Un valor es una toma de posición respecto a otro elemento, experimentado a través de comportamientos, sentimientos, conocimientos y acciones61. Taylor lo define como una creencia personal que actúa como una norma para guiar la conducta62 El concepto valor también es una manera de ser o de obrar que una persona o una colectividad juzgan ideal, y que hace deseables o estimables a los seres o a las conductas a la que se atribuye dicho valor. El concepto valor va unido a una serie de características, el valor está en el orden ideal, los objetos y acontecimientos que sirven de referencia a un determinado orden moral, estético o intelectual63 El sistema de valores de la comunidad ayuda a reproducirla y a perpetuarla en el tiempo, por ese motivo son valorados como positivos por la comunidad. 58 Barber, B: Estratificación Social. Un análisis comparativo de la estructura del proceso, ED. Fondo de Cultura, Madrid, 1991 59 El carácter sancionador de las Ordenanzas hace referencia más a un estilo de redacción que no a una intencionalidad de la comunidad o del legislador. 60 Ramió, A: Actitudes y valores profesionales, Tesis Doctoral,Universitat de Barcelona, 2005. 61 Poletti, R: De la nécessité de reparler des valeurs professionnelles. Journées de erfectionnement:Valeurs, identité et practiques infirmières, Centre Chrétien des professions de Santé, París,1983, p.76- 97 62 Taylor, C: Sources of the self. The making of the modern identity, Library of Congress Cataloging-in-publication Data, Harvard University Press, 1989, USA, p 59. 63 Rocher, G :Introducción a la sociología General, Ed. Herder,Barcelona,1973, p 70 57 34 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El sistema de valores que tiene cada comunidad regula el comportamiento de las personas en cualquier momento o situación. Los valores trascienden objetos y situaciones a diferencia de las actitudes que se centran en objetos y situaciones. Por eso la conceptualización de hombre bueno en la comunidad de San Andrés no contemplaba exclusivamente una determinada actitud, pues ya la regulaba la comunidad a través de mecanismos como el de trabajos a reo o día de trabajos a la comunidad a prestación personal. Los valores generan identidad y permiten que los límites simbólicos de la comunidad se extiendan más allá de su espacio geográfico, pues están presentes en aquellos lugares donde hay miembros de la comunidad de origen que siguen manteniendo estos valores. Desde una visión más socio-filosófica, la teoría sheleriana define a los valores64 como cualidades dotadas de contenido, independientes tanto de nuestros estados de ánimo subjetivos como de las cosas que son denominados bienes.65 Los valores no son solo abstracciones; se aplican a la realidad y a veces en situaciones que generan controversia. Los valores no se pueden afirmar en sí mismos, y únicamente se pueden llamar valores cuando son apreciados, cuando son adheridos como realización del tener que ser de las personas. El tener que ser se perfecciona, se realiza por medio de ciertas actividades referentes a determinados valores66. Si no hay valoración, no existe valor. Desde la visión de la antropología y en esta investigación consideraremos a los valores como concepciones de lo deseable y que influyen en el comportamiento selectivo, regulando la satisfacción de los impulsos de acuerdo con toda una serie de objetivos jerárquicos y duraderos de la personalidad con la exigencia de orden por parte, tanto de la personalidad, como del sistema sociocultural, y con la necesidad de respetar los intereses de los demás y del grupo en su conjunto en la vida social. Los valores serán guías, determinantes de actitudes sociales e ideologías. No se puede desvincular el valor de la igualdad de una ideología igualitaria, pues la fuerza y la carga simbólica del valor es tan importante para la comunidad que se configura como marco general de actuación, pensamiento e identidad: Aquí todos somos iguales. La comunidad de San Andrés es el lugar donde sus miembros experimentan por primera vez la vida social fuera del núcleo de la familia/casa; es donde aprenden los límites, el significado de pertenencia y donde aprenden las prácticas sociales67 que aquella comunidad valora como A continuación definiré los valores desde una visión más teórica, desde una concepción filosófica, con el objetivo de definir el concepto, para posteriormente llevarlo a su manifestación empírica, y concluir desde una antropológica. 65 Según Enrique Rickert, la cultura es siempre una transformación de la naturaleza, añadiendo algo nuevo o transformándola. En este proceso de transformación se le da valor, que los miembros de la comunidad reconocen y cuidan. Estos objetos culturales resultantes de esta transformación se les llama bienes por su significado de realidad valiosa de la que no se puede prescindir. Laín Entralgo, P: El método historiográfico en la obra de Enrique Rickert (on line), 1944, pp. 9-19. Consultado el 8 de marzo de 2013. Disponible en http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/69620/00820073001026.pdf?sequence=1 Consultado el 13 de setiembre de 2013. 66 Luypen, W : La fenomenología es un humanismo, Ediciones Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1967n, p. 252 67 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p. 15 64 35 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona buenas y legitima a través del poder, que en el pasado se ejercía por el Concejo como representación de la propia comunidad. Hasta la entrada en la CEE y unos años de experiencia de Democracia, este círculo de: comunidad, valores, prácticas sociales buenas, poder, legitimación del poder, comunidad, se cerraba sobre sí mismo dejando muy poco espacio a influencias externas. Una vez se quiebra este círculo al legitimarse el poder a través de los votos de personas empadronadas pero no habitantes habituales en la comunidad, el valor de la igualdad pierde fuerza, y los límites de la comunidad que habían sido válidos hasta entonces se difuminan. Lo que va a determinar el valor de los resultados o productos será por un lado todo lo simbólico, el ideario68 de la persona o de la comunidad en la que se halla inmerso: su cosmovisión, sus creencias y su identidad entre otros aspectos. Todo esto expresado a través de conductas y a través de un determinado lenguaje (comportamientos, expresiones). Los valores tienen como ingrediente fundamental, pero no único este ideario cultural; por este motivo creo que llegar a entender la comunidad en términos de valores, nos aporta una visión global e integradora de todas las esferas de la cultura que se puedan desarrollar. Por otro lado, lo que contribuirá también a mantener el valor de los productos y de los resultados de la acción del hombre es la realización69, es decir, cuando el ideario genera comportamientos y acciones concretas que parten y se nutren de este ideario anteriormente citado. Por tanto, teniendo en cuenta que si el ideario y la realización están presentes, ambos confluyen y se desarrollan en el mismo sentido y lo que resulta son los valores. Y a su vez, los valores generan comportamientos, y reformulan el ideario70. Lo que sustenta los valores (y sin lo que éstos son inexistentes como valores), son el ideario y la realización. No podemos concebir los valores de la comunidad como puramente ideas o conocimientos, pues para que una idea alcance el valor que tiene para la comunidad o el individuo necesita de una práctica que la avale, la nutra y la reproduzca. No existe la parcelación de idea versus praxis. Para que exista la construcción de un valor deben darse ambas cosas. Los valores están por encima ya que requieren de una construcción más compleja. Rodríguez Iglesias, J.M : El ciclo del pan en un municipio sanabrés, Biblioteca de Cultura Zamorana, Ed. Semuret, Salamanca, 2003, p. 12 69 Ibid, p. 12 70 A diferencia de otros autores que incluyen los valores en el ideario, yo he optado por hacerlo en una dimensión superior, ya que la investigación de esta comunidad así me lo sugiere. 68 36 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Figura 1. Esquema de elaboración propia construido a partir de las definiciones propuestas por Rodriguez Iglesias. 71 En la cohesión de la comunidad interviene un factor de identificación y construcción de sus límites en relación a la cohesión social de sus habitantes72. Estos lazos/ características se muestran a través de símbolos. Por lo que para definir la comunidad no es solamente necesario definir la frontera simbólica sino también las relaciones que se dan entre sí. El énfasis no está en lo que les separa o diferencia del resto, sino en lo que les une a los otros miembros. En ambos casos la construcción es simbólica y viene determinada y construida por la comunidad. En San Andrés lo que les une es la Dehesa, así como algún otro bien comunal que han gestionado desde el Concejo de vecinos. La inclusión y exclusión viene marcada por la posibilidad de participación, o no, en la explotación de la Dehesa y las obligaciones que se derivan hacia el resto de la comunidad. LA GESTIÓN DE COMUNALES EN SAN ANDRÉS La propiedad del común, o las formas de apropiación comunal de los recursos han acompañado al hombre a lo largo de los continentes y de la historia, aunque en cada lugar ha podido presentar formas y evoluciones diferentes73. Entendiendo que la propiedad ha sido definida como la posibilidad de excluir a otros individuos en el acceso a un determinado bien74, podemos contemplar cómo las instituciones Rodríguez Iglesias, J.M: El ciclo del pan en un municipio sanabrés. Biblioteca de Cultura Zamorana, Ed. Semuret, Salamanca, 2003, p. 12 72 Entiendo por cohesión social a una comunidad o grupo de personas que identifican unas características o elementos que de forma particular/individual les unen, generan lazos de unión entre los individuos. Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p. 15 73 Chamoux, MN; Contreras, J: La gestión comunal de recursos. Economía y poder en las sociedades locales en España y América Latina, Ed Icària-Institut Català d´Antropologia, Barcelona, 1996, p. 17-28 74 Ibid,p. 17-28 71 37 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona comunales tienen una serie de prerrogativas reguladas por normas o costumbres que pueden servir para desempeñar múltiples funciones sociales75. En la Península Ibérica, los bienes comunales han sido de gran importancia en las economías rurales76, como podremos constatar en el ejemplo de San Andrés y Almarza. Su defensa legal es un tema frecuente77, y lo ha sido a lo largo de la historia tal y como nos muestran los pleitos recogidos en el Arca. Pero no sólo han sido un objeto de estudio desde la visión legal, o histórica, sino que existen numerosos estudios cuantitativos descriptivos y sociales78. Por este motivo creo que para poder abordar este tema en su complejidad no podemos quedarnos con la simple lectura de los documentos y las fuentes, o con la visión jurídica, sino que exige su interrogatorio profundo y una visión antropológica que nos acerque al conocimiento de las comunidades y su forma de vida. El bien comunal por excelencia de San Andrés es la dehesa Comunal llamada La Mata, que tiene una extensión, según dicen los ancianos del pueblo de 4444 yugadas79, (13.07 km2). A una altitud de 1150 metros se encuentra poblada de robles (Q. pirenaica y Q. petrea) y grandes zonas de pasto siguiendo las estribaciones de la sierra de Tabanera. Se remata en lo más alto con una gran concentración de acebo que da lugar a numerosos árboles singulares (varios robles casi milenarios, el acebo de los 18 brazos y los roble-acebos). Unido al recurso forestal está su variedad cinegética, con abundancia de perdiz, liebre, codorniz, paloma y zorzal, así como corzo, ciervo y jabalí. Todo su territorio forma parte de la Reserva Regional de Caza de Urbión Soria. Se añade a esta Dehesa el Padro de los Toros, lugar en el que se guardaban los tres toros sementales de la comunidad de San Andrés, con una pequeña cuadra, convertidos hoy en una casa rural. Las prerrogativas de acceso y disfrute, consideradas de carácter económico, son trasladadas a la comunidad y a las relaciones que se dan dentro de ella tal como acceso al poder, reproducción y mantenimiento de la igualdad social, etc… 76 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 24 77 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004, p. 187-232. 78 Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIIIXIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995. 79 Yugada es una medida de superficie utilizada en la Antigua Roma. Su nombre proviene de la cantidad de tierra que es capaz de trabajar en un día una pareja o yunta de bueyes. 75 38 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 1. Dehesa de San Andrés. Fuente propia. Cuando hablamos en el contexto de San Andrés de propiedad comunal80, es importante recordar dos aspectos: por una parte, la propiedad comunal no siempre implica exacta igualdad en el acceso a los bienes comunitarios para todos los usuarios del común, ni iguales obligaciones para con la comunidad (aunque este aspecto cambia mucho dependiendo de la comunidad estudiada). Por otro lado, se debe recalcar cómo la propiedad comunal funciona como tal para todos los miembros de la comunidad de usuarios, a la vez que hace el papel, para los extraños a la misma, de propiedad privada en buena parte de los casos. Otros autores consideran que la propiedad comunal es en esencia propiedad privada para el grupo en el sentido de que si una de las características fundamentales de la propiedad privada es la capacidad legal y sancionadora socialmente para excluir a los no propietarios del uso del recurso, en la propiedad comunal es el grupo el que decide a quién se excluye81. Esto lo veremos recurrentemente en las Ordenanzas y pleitos de San Andrés y Almarza a lo largo de la historia. Kervin, B: Campesinos y acción colectiva: la organización del espacio en comunidades de la sierra del sur del Perú. Revista Andina nº 7 (1): 7-81. 1989 81 Bromley, D.W. y Cernea, M.M: The management of common property natural resources: some conceptual and operational fallacies. World Bank Discussion Paper No. 57. Washington, D.C., Banco Mundial, 1989 80 39 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 2. Ejecutoria de 1838. Documento contenido en el Arca, que recoge las sanciones y penas de los que no cumpliesen las Ordenanzas municipales. Algunos aspectos que aparecen frecuentemente en San Andrés, y que caracterizan a los recursos comunales82son, en primer lugar, la dificultad para controlar su acceso debido a las características físicas de la Dehesa, y en segundo lugar la sustractibilidad o la posibilidad de que el uso realizado por un usuario influya adversamente en la que utilización de los demás debido a la naturaleza finita del recurso. Ambos aspectos se solucionaron históricamente, y todavía se mantiene estas prácticas, a través de rotaciones y calendarios muy estrictos de uso, además de la partición de la Dehesa en quintos, separados por paredes de piedra y regulado el acceso a través de portillas. Pascual Fernández, J (Coord): Procesos de apropiación y gestión de recursos comunales. Federación de Asociaciones de Antropología del Estado Español, Actas del VI Congreso de Antropología, Tenerife, 1993 82 40 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 3. Segunda Portilla de acceso a la Dehesa. Fuente propia El interés jurídico y social nace de las características que tienen estos bienes respecto a su titularidad, la mayoría de veces no queda claro si son del pueblo (comunidad), o del municipio (ayuntamiento), o mixta; lo que les expone a usurpaciones de las que pueden ser objeto, tanto por parte de particulares como de ayuntamientos, en detrimento de los legítimos beneficiarios, los vecinos del pueblo. Algo que a pesar de estar claro en San Andrés no se siguió el recorrido. Los bienes comunales se han convertido en la actualidad, desde una visión jurídica, en un fenómeno anacrónico 83 , un fenómeno de arqueología socio-jurídica progresivamente decreciente y lleno de problemas. Pero la perspectiva social, a la que parecía que también le dejaba de interesar, como veremos en San Andrés, vuelve a recuperarlos como signos de identidad, y como una posibilidad a explotar en tiempos de crisis. En los pueblos circundantes que también poseían bienes comunales, encontraron la dificultad de defender la titularidad de sus bienes, entre otras causas, porque los inventarios que existían eran poco fiables84. A esto debemos añadir las diferentes orientaciones sectoriales en cuanto a su legislación85, los problemas derivados de la demandalidad actualmente reconocida a estos tipos de bienes86, y 83 84 Guaita Martorell, A: Derecho administrativo: agua, minas, montes, Ed. Cívitas, Madrid, 1982, p.283 Nieto García, A: Bienes comunales, Revista de Derecho Privado, 1964, p.872 85 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004, p. 187-232. 86 Pérez-Soba, I; Solà, M.A,: Regulación legal de los aprovechamientos de pastos y leñas en los montes públicos aragoneses, Consejo de Protección de la naturaleza de Aragón ,Zaragoza, 2003, p. 98-99 41 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona las repercusiones de las grandes transformaciones agrarias87 que vivió la zona durante el siglo XX. Para situarnos en la actualidad, consideremos que el patrimonio de un municipio puede estar formado por tres clases de bienes según la Constitución Española y la Legislación Local: bienes de dominio público, bienes comunales y bienes patrimoniales. Que todos los bienes de los pueblos pueden y deben agruparse en tres clases: bienes de propios, que son los que pertenecen al pueblo, dan algún fruto o renta en beneficio del procomún, beneficio o producto que ingresa en las Arcas municipales y figura en los presupuestos, pero que nadie en particular, ningún vecino aisladamente, puede usar; otra clase, bienes comunales o de común aprovechamiento, de los cuales cada vecino de por sí puede usar o aprovecharse gratuita y libremente, cuyos productos o rentas nunca entran, por consiguiente, en el Tesoro municipal, hasta el punto de que si se utilizan de modo que produzcan rentas o recursos aplicables a los gastos municipales pierden su condición de comunales para caer en la de propios; y una tercera parte, que consiste en los bienes que, aún perteneciendo a los pueblos, no solo los pueden usar todos y cada uno de los vecinos, sino la generalidad de las personas, que no producen ni propiamente pueden producir ningún fruto o renta, aquellos, en una palabra, que son de uso público88 Esta tripartición se modificó de una forma trascendental de manera que los bienes comunales gozan hoy de una serie de cualidades inherentes al dominio público: son inalienables, imprescriptibles, inembargables y no están sujetos a tributo alguno89. Podríamos definir los bienes comunales desde el punto de vista legal como aquellos bienes que poseen los Ayuntamientos y Entidades Locales Menores cuyo aprovechamiento y disfrute lo realizan los vecinos, y los extranjeros domiciliados, de forma individual, simultánea, ininterrumpida, libre y gratuita.90 No pueden poseer bienes comunales las provincias como Entidades Locales, ni las Comunidades Autónomas ni el Estado91. Bajo el nombre de patrimonios comunales se incluyen bienes de propios92, rústicos o urbanos, comunes y baldíos, además de los derechos de aprovechamiento y servidumbres sobre bienes de titularidad particular, fundamentalmente rastrojeras.93 Moreno del Rincón, E: La desamortización de Madoz en la provincia de Zaragoza, (1855-1875), Tesis Doctoral, Universitat Autónoma de Barcelona, 1993, p. 607-609. Sánchez Garnica, M: La explotación del monte en la Ramajería ¿Una forma residual de colectivismo agrario?, en Cabecero, V: El medio rural español. Cultura, paisaje y naturaleza .Salamanca, 1993; p. 515-538. 88 Según una sentencia del Tribunal Supremo, del 17 de diciembre de 1905. 89 Según se establecía en la Ley de Régimen Local de 1955. 90 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004 , p. 188 91 Algunos autores, como Nieto, 1964:317, defienden la posibilidad de que el Estado pueda ser propietario de algún bien comunal. 87 42 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Frente a los bienes comunales están los bienes patrimoniales. Estos bienes constituyen el patrimonio privativo de las corporaciones locales94. También pueden ser aquellos bienes propiedad de una entidad local que no están destinados a un uso público o a la prestación de un servicio público, pero que en numerosas ocasiones constituyen fuente de ingresos para el erario de la corporación95. También son bienes patrimoniales los bienes inmuebles y muebles propiedad de las entidades locales que no sean ni de dominio público ni comunales (exceptuando Navarra), propiedad intelectual, así como los rendimientos de la producción de los propios.96 Cuando se trata de montes estamos hablando de montes de propios, que son montes patrimoniales de los pueblos, en que el municipio no comparte titularidad con los vecinos. Por último, los bienes locales de dominio público son los destinados a un uso o servicio público97. Son bienes de uso público local y recogen lo que son caminos, canales, carreteras, calles, plazas, parques, aguas, fuentes, y cuya conservación y mantenimiento competen a la Entidad Local98. Existe en Castilla una distinción legal entre bienes propios y bienes comunales que se remonta a 1254 en las denominadas Partidas, y en las disposiciones de las Cortes de Valladolid de 1351. Por el contrario, no existen otras legislaciones bajomedievales en la Península que se hagan eco de esta distinción. Por eso vemos que en los documentos del Arca se llaman Comunes. El proceso de diferenciación entre comunales y propios empieza a ser significativa en los siglos XVII y XVIII a raíz de la legislación borbónica y toda una serie de elementos que dieron pie a los vecinos a explotar estos bienes. Este proceso se culmina en el siglo XIX a raíz de la consolidación de la legislación desamortizadora, que impulsa la patrimonialización de parte de los bienes llamados comunes99 En sus orígenes, los patrimonios locales eran auténticas propiedades colectivas de los vecinos agrupados de diversas maneras100. Es un error pensar que los comunales surgen de forma Por propios se entiende, desde la terminología tradicional, la renta o patrimonio de los Concejos, y eran aquella parte del patrimonio municipal rústico o urbano, que se aprovecha mediante arriendo y producía rentas destinadas a sufragar las necesidades de los pueblos. 93 Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería transhumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995. 94 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004 , p. 190 95 González Bustos, M.A: Los bienes de propios : patrimonio local y administración, Ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid, 1998:99 96 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004 , p. 191 97 Según contempla los art. 79.3 de la LBRL y 2.2 del RBEL) 98 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004 , p. 192 99 Nieto ,A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, p. 260 100 Pérez-Soba, I; Solà, M.A: La tragedia de los comunales: legalidad y realidad de los montes comunales en España, Estudios Agrosociales y Persqueros, nº 203, 2004 , p. 192 92 43 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona inédita en la Edad Media con el proceso de reconquista, pues existen figuras de gestión precedentes en la época romana, pero la mayoría de los autores afirman que el origen de la propiedad comunal como tal hunde sus raíces en los tiempos de la reconquista y bajo medieval101. Durante los siglos XIII, XIV, y XV, los monarcas castellanos, a la par del avance de la reconquista en Andalucía, fueron dotando a villas y ciudades de amplios privilegios y territorios en los que los Consejos serían los encargados de ejercer la jurisdicción. Haciendo referencia a la ocupación territorial del mapa de la Península, Caro Baroja102 habla de tres zonas geográficas que se corresponden con tres tipos diferentes de gestión de recursos y organización política. Esta división del mapa territorial se fundamenta en los estudios realizados sobre la relación de la organización política, y en la relación de las zonas respecto a su ocupación árabe y la Reconquista posterior, aunque hay también quien lo explica a partir de las tierras reconquistadas que se dieron a la nobleza y al clero. Durante esta época de repoblación en la Alta Edad Media, los territorios cristianos eran ocupados por agrupaciones de vecinos que iban adquiriendo concepciones jurídicas romanas. Estas concepciones legales en un principio negaban la personalidad de los que se asentaban paulatinamente en el municipio, pero fue cambiando al ponderar el interés de unos asentamientos estables que defendiesen la frontera por parte de la Corona castellana. De esta manera, se distinguieron varias zonas en la Península, con unos límites con una cierta movilidad. Una primera zona es la situada al norte y que se denomina la Cántabro Pirináica; una segunda región, zona intermedia, ocupada por la antigua comunidad de Castilla la Vieja, y por último, la zona del sur del Duero, en las que podrían distinguirse otras subzonas entre las que cita la zona del Tajo, la zona de Granada y Almería. Caro Baroja afirma que el tiempo de ocupación árabe influyó, y que a medida de que se iban devolviendo las tierras en la Reconquista, una parte de éstas era para el uso común, y otras para explotación privada. El común de los vecinos era el que regulaba estos aspectos referentes a la tenencia y explotación de la tierra, sobre todo en la zona Cántabro-Pirenaica y en la ocupada por la antigua Castilla. El común de vecinos es a la vez el propietario y el destinatario del aprovechamiento. El Concejo se convierte en gestor, en administrador de esas propiedades comunitarias. En San Andrés de Soria esta función se realizaba de forma alterna con los de Almarza, ya que el patrimonio comunal de la Dehesa era de ambos pueblos. Queda constancia de ello en el intercambio de alajas103s, así como de libros de cuentas y otra documentación relativa a la gestión de la Dehesa, cada principio de año104. Cabral Chamorro, A: Propiedad comunal y reparto de tierra. Ed. Diputación de Cádiz, Cádiz, 1995 Caro Baroja, J: Sobre el Estudio económico de la España antigua, en Tarradell, M: Estudios sobre economía antigua de la Península Ibérica, Ed Vicens-Vives, Barcelona, 1968. 103 Según la Real Academia de la Lengua vocablo proveniente de árabe-hispano: alḥáǧa, y este del árabe clásico: ḥāǧah. Significa cosa necesaria o valiosa. 104 De ello queda constancia en las actas del traspaso del Arca cada año desde 1783. A veces este traslado se hacía en meses como marzo. No se explica el por qué pero posiblemente estaba relacionado con el tiempo, ya que en esta época las nevadas eran considerables. 102 101 44 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En San Andrés y Almarza los bienes concejiles eran bienes sujetos a uso y aprovechamiento preferente, o exclusivo por parte de los vecinos, ya fuesen comunales o bienes de propios105. La ley del 1 de mayo de 1855 distinguió en el patrimonio municipal entre aquellos bienes no aprovechados en común – bienes de propios -, cuya desamortización ordena, y los aprovechados en común, que se conservan. . El acceso y disfrute de la Dehesa Comunal no está limitado a ningún miembro del Concejo, o vecino del pueblo, aunque la literatura recoge que al cabo de los años de la primera masa indiferenciada y cualitativamente homogénea de bienes del común de vecinos empiezan a distinguirse dos categorías diferentes: mientras que unos son utilizados por los vecinos uti singuli106, en su beneficio individual y particular (hierba para sus ganados, leña para sus hogares), otros se destinan a la satisfacción de las necesidades colectivas (madera, piedra y losas para la construcción de la iglesia, de tejados de la escuela, del salón de actos, de la fuente pública, del lavadero…) Estos bienes adquirieron durante una época alrededor del siglo XV, una importancia inusitada al ir creciendo las necesidades colectivas, y se generó un comercio alrededor de ellos repartiendo los beneficios entre los vecinos.107 Esto ocurrió en San Andrés con determinada producción de madera para carros o arrendamientos de zonas de pasto a grandes ganaderos mesteños108 como el Marqués de Zafra109. Después de la Reconquista, empiezan a distinguirse en los bienes en común dos grupos: los bienes afectados por las necesidades colectivas, denominados de propios, y los afectados a las necesidades individuales de los miembros del común de vecinos, denominados comunales.110 Cuando los pueblos, sobrantes de terrenos para uso y aprovechamiento, decidieron obtener una mejor renta del exceso, aparecen los bienes de propios. Concretamente en el caso de San Andrés, los derechos sobre una Dehesa privativa son una donación hecha por el Rey, Alfonso XI111, y posteriormente ratificada112 por sus sucesores, Juan I, Enrique III, Juan II, Enrique IV, los Reyes Católicos, Carlos V, y así a lo largo de la historia. Los bienes comunales no se arriendan a los vecinos113, son utilizados gratuita y directamente por ellos. Los Concejos administran sus rentas y frutos. Su forma de explotación es directa por los vecinos a cambio, 105 Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995, p.47. 106 De uso individual, por oposición a uti universo. 107 Nieto, A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, p. 267 108 Ganaderos participantes de la Institución de la Mesta. 109 El Marqués de Zafra será uno de los nobles presentes a partir del siglo XVII en los contratos de arrendamiento de la Dehesa. El Marquesado de Zafra es un título de la Casa de Marichalar concedido por Felipe V en Real Decreto en 1703 a Don Lucas Jerónimo Yáñez de Barnuevo y San Clemente, natural de Soria y perteneciente al linaje de Barnuevo, uno de Los Doce Linajes de esta ciudad, por el que fue diputado a principios del siglo XVIII. En algún momento, la tradición oral del Arca contempla que la Dehesa fue una donación del Marqués de Zafra a los pueblos, pero esto no ocurrió nunca tal y como se refleja en los documentos. Otros nobles que aparecen citados y que están relacionados con los pueblos son el Marqués de Vadillo, título otorgado por Felipe V y con una casa palacio que todavía se conserva en el pueblo de Tera. 110 Fairén Guillem, V : La alera foral, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1951, p.61 111 Alfonso XI de Castilla, el Justiciero (Salamanca 1311- Gibraltar 1350), bisnieto de Alfonso X el Sabio. No sabemos si es una donación exactamente, pero se redacta una Carta de Privilegios sobre la Dehesa la Mata en 1329. 112 Desde el año 1202, Cortes de Benavente, todos los privilegios y cargos debían ser ratificados por el sucesor a la muerte del Rey que los hubiese otorgado. La costumbre era copiar en el nuevo documento el contenido de los antiguos privilegios. 113 No se arriendan a los vecinos porque esto influiría en el equilibrio social existente. 45 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona en el caso de San Andrés, de una renta por cabeza de ganado y un compromiso implícito de colaborar en las tareas de mantenimiento tal y como podremos ver en las Ordenanzas vigentes, siendo la primera documentada en el Arca la de Carlos I. Durante los siglos XVI y XVII aumentaron los impuestos de la Corona para financiar los ejércitos y las guerras exteriores, lo que llevó a que el uso de los comunales fuese dirigido a cubrir las cargas municipales, hasta que Carlos III promueve el Decreto del 30 de julio de 1760. En 1828 se crea la Contaduría, cuya función era la de fiscalizar la administración de los propios de los pueblos, obligando a estos a realizar inventarios. Los bienes de propios eran todo tipo de bienes: montes, dehesas, edificios propiedad del Concejo, así como las rentas pecuarias obtenidas por uso de estos bienes y servicios como montazgo, portazgo, consumos, agua, molino. El ejemplo más claro de esto, y que ha perdurado hasta finales de los años ochenta en San Andrés han sido los toros sementales. Durante el Antiguo Régimen la legislación local no distinguía entre comunales y propios, pero ya en su origen esta división no existía, pues todo era comunal114. Algunos autores se cuestionan sobre si los patrimonios comunales y sus prácticas sirvieron como revolución liberal o cambiaron bajo la presión de los mercados durante el Antiguo Régimen115. La ley de 1 de mayo de 1855 llamada Ley General de Desamortización o conocida como la Ley Madoz decide, en su artículo 2.9, exceptuar de la desamortización de entre los bienes comunales de los pueblos, a los terrenos que el Concejo pudiese probar que se destinaban al aprovechamiento comunal. San Andrés y Almarza defienden la Dehesa argumentando que es su único recurso económico y necesario para la subsistencia de ambos pueblos. El proceso de desamortización General de mediados del siglo XIX afectó sobre todo a los bienes de propios, y no a los bienes comunales, al acreditar su condición de terrenos de aprovechamiento común. En España, el control comunal de los recursos siempre ha sido un valor ideal y, aunque haya desaparecido en la mayoría de los casos, tiene todavía una gran fuerza simbólica, así como defensores entre los investigadores que consideran el control comunal como garantía de un mínimo de subsistencia para los más pobres, reduciendo las desigualdades y reforzando los valores de reciprocidad y de ayuda mutua frente a la lógica egoísta del mercado. Para entender la configuración y funcionamiento de la sociedad en San Andrés hoy es necesario conocer su historia social, y el análisis de ésta no puede hacerse desde un marco cronológico estrecho, sino que requiere la larga perspectiva del tiempo que nos permita detectar los cambios. Otro referente para entender la evolución de esta comunidad es el espacio natural en el que se circunscribe, pues se convierte en testigo silencioso de su existencia116. En este sentido los documentos contenidos en el Arca archivo de San Andrés y Costa, J: Colectivismo agrario en España: Doctrinas y hechos, Biblioteca Costa, Madrid, 1915, p. 329 Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995. 116 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 19. 115 114 46 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Almarza ofrecen este doble referente: La perspectiva histórica de más de seis siglos de continuidad documental sobre la gestión del bien comunal (espacio natural) de la Dehesa La Mata. El análisis de las comunidades deberá hacerse a partir de la comparación de los grupos sociales que intervienen en la vida de la colectividad, del estudio de los mecanismos y las interacciones más o menos complejas sin limitarse a una mera descripción de las instituciones legales y consuetudinarias. En nuestro siglo, el problema de los recursos comunales ha sido abordado de una forma muy distinta. Algunos autores117 trataron, no sólo de analizar los problemas que la posesión de estos recursos genera en las poblaciones, sino plantear el peligro que el uso en común implica para la conservación o para la explotación económica eficiente de los mismos. Otros118, en cambio, apuestan por analizar las unidades de adaptación más eficaces para cada problema ambiental, y en lo que se refiere a la gestión de los recursos ambientales de propiedad común, con gran probabilidad serán los mismos usuarios los que constituirán tales entidades de adaptación. Lo que vamos a encontrar en todos ellos es un referente al sistema de valores que giran sobre la igualdad y la solidaridad119.verbalizada por ellos como ayuda mutua o trabajos comunes. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968; Harding, G: The tragedy of the commons, en Science, nº 163: 1243-1248. 1968 Una de las obras cumbres centrada en esta temática es La Tragedia de los Comunes. Harding realiza una crítica a este clásico, y reflejando su condición de biólogo, al hallarse más preocupado por la conservación de los recursos y por el problema de la superpoblación. El ejemplo que utiliza Harding (1968) es el de un pasto comunal “abierto a todos”. En este supuesto, cada pastor intentará situar en él tantas cabezas como pueda. En poblaciones de baja densidad esto no genera ningún problema, cosa que cambia si la población aumenta, se puede llegar a un inevitable agotamiento de los recursos y a la ruina. Existe en este tipo de explotación, como afirma Hardin y como expondré en algún ejemplo más adelante, un componente moral: el uso comedido es esencial para la utilización adecuada de los recursos comunes, algo sobre lo que se debe incidir ante el incremento demográfico que amenaza la utilización de estos recursos. Hardin plantea que los recursos comunes, si tienen alguna justificación, solo es válida en condiciones de baja densidad de población y solo muestra respuestas a la tragedia de los comunes aplicada a los recursos naturales: la privatización o la propiedad y gestión estatal de los recursos. 118 Pascual Fernández, J: Apuntes para el debate en torno a la tragedia de los comunes, en Pascual Fernández (Coord). Procesos de apropiación y gestión de recursos comunales, Asociación Canaria de Antropología, Tenerife, 1988 119 Arguedas, J: La Muga. Una sociedad quiñonizada en desarrollo hacia una sociedad de tipo liberal. Ed Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación, Madrid, 1987 El ejemplo de La Muga, expuesto por J.M. Arguedas también nos pone de manifiesto que este tipo de gestión de recursos genera unas características en el orden social y en las características de la comunidad. Para algunos autores existe la correlación de gestión comunal y comunidad igualitaria, aunque después de diversas lecturas creo que esto es una realidad parcial, ya que existe este tipo de gestión en otras comunidades con características de estratificación social. En La Muga, según J.M. Arguedas no existe tratamiento diferente entre los vecinos, sobre todo por las diferencias económicas. Todos los vecinos se consideran iguales. En esta comunidad todos los comuneros son vecinos, salvo los criados, que ocupan un lugar inferior .Más de tres cuartas partes del término eran comunales. Las tierras comunales estaban divididas en sectores: el término municipal (propiamente el común y el más “vasto”). Todos los vecinos recibían una parcela anual en las tierras de arar, menos los valles que no se repartían porque estaban destinados para el ganado. El Sobradillo de Garzas había sido comprado por los labradores a “unos monjes”, solo adquirieron el derecho de propiedad “por una vida”, 117 47 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En algunos casos se puede concluir que la gestión comunal genera una serie de instituciones y derechos que establecen un orden social muy definido. La problemática actual de los bienes radica, en parte, que mientras la agricultura moderna se ha convertido en una agricultura de mercado, los bienes comunales siguen orientados por la fórmula tradicional del autoconsumo. Los aprovechamientos que se ejercen en San Andrés – suelta de ganado, recogida de leña –no se ajustan a las actuales exigencias de una agricultura racional; de aquí su pérdida de actualidad y el peligro de su desaparición. Pero si la propiedad comunal ha persistido hasta la actualidad, y lo ha hecho con la dimensión que sigue teniendo, es porque las funciones que cumple no pueden ser sustituidas ni por soluciones individuales ni por el mercado120. Ahora bien, esta forma de propiedad no puede ser entendida sin relacionarla con las condiciones ambientales, tanto físicas como socioeconómicas. I.2.-El interés del estudio de la igualdad y su relación con la gestión comunal. El hombre es un animal colgado de una red de significado que él mismo ha tejido. Para mí la cultura son esas redes y su análisis no debe ser una ciencia experimental en búsqueda de leyes, sino una ciencia interpretativa en búsqueda de significado Schussein Barfield121 Justificar el interés que despierta para la antropología esta investigación no resulta complicado. Primeramente porque el objeto de interés es de máxima actualidad: un sistema de valores122 y cómo éste evoluciona a lo largo del tiempo. Y en segundo lugar porqué en los últimos años del siglo XX y principios del XXI los cambios que se están produciendo en San luego esas tierras ingresaban en el común. Fernadiel fue la Dehesa que pertenecía a un marqués. Los labradores tomaban voluntariamente una parcela en la Dehesa y pagaban por ella una renta. El aprovechamiento de las tierras comunales era muy desigual. Los pobres no sacaban provecho de las tierras de pastos porque no tenían ni podían tener ganado, tampoco aprovechaban bien las de arar, porque no tenían la tecnología ni la fuerza bruta. Esto generó problemas entre los que sacaban provecho del común y de los que no, lo que finalizó después de diversas fases e intervenciones en la pérdida del derecho del aprovechamiento de los comunes por parte de los pobres porque estos se privatizaron y los compraron los ricos. Existe en la Muga una institución moral: las contratas, la cooperación comunal (la obligación de auxiliar al vecino que perdía alguna vaca o ternero; compraban la carne, estuviera o no en buenas condiciones. La cooperación durante la cosecha: ofrecer ayuda a quien “por razón justificada” se atrasaba en la siega del pan. El acarreo de la leña, donde los dueños de los carros prestan su ayuda. 120 Kervin, B: Campesinos y acción colectiva: la organización del espacio en comunidades de la sierra del sur del Perú. Revista Andina nº 7 (1): 7-81. 1989 121 Schusshein,B.T: V Diccionario de Antropología, Siglo XXI Editores, México, 2000 122 Durante la investigación me he centrado en el valor de la igualdad, pero debemos entenderlo como un valor dentro de un sistema de valores relacionados entre sí. La necesidad de aislarlo, aunque resulta forzada porque adquiere un nivel de abstracción no propio de la antropología, me ha facilitado construir el marco de referencia sobre el que se establece el discurso de los miembros de la comunidad. En la práctica, la igualdad no aparece como un valor solitario, sino que en este caso, aparece como el eje vertebrado de un sistema de valores. 48 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Andrés tanto a nivel poblacional (envejecimiento y disminución progresiva de la población) como las nuevas generaciones que tan sólo veranean en el pueblo y no conocen la historia ni el fundamento de las tradiciones, como los cambios político-administrativos y económicos tanto a nivel macro como micro, relegan a un rincón de la memoria lo que San Andrés ha sido, y marcan un punto de inflexión en su curso, configurando una esencia y existencia nueva. El primer punto a tratar y que merece una atención especial es el valor de la igualdad dentro de un sistema de valores más complejo. Los valores pertenecen a la cultura inmaterial de una comunidad, así como las normas, las costumbres y los significados. Estos valores no son más que las manifestaciones que tiene una comunidad del modo de entender la vida, y pretenden dar respuestas a las necesidades de la comunidad y del individuo para llevar a cabo la concepción de ésta. Valores tales como casa, matrimonio, comunidad, familia, dinero, tierra, poder gracia, tradición123, etc... Valores que Naturalmente tienen núcleos comunes que invitan a la comparación, pero la madeja de significados de cada una de esas nociones está tan intrincada y enganchada con tantas hebras que la trama se torna el objetivo más apreciado en la etnografía124 A medida que avanzaba la investigación aparecían tantos elementos dignos de atención por parte de la antropología que me permitieron ver en el estudio, que las personas no sólo cuestionan e interrogan a las cosas, al mundo, sino que se ponen, además y fundamentalmente, a sí mismas en cuestión, constituyéndose al mismo tiempo sujetos y objetos de esta investigación. Tal vez porque siempre me ha llamado la atención el discurso moral de mis abuelos, de cómo vivieron en relación con los otros en base a una moral implícita en los quehaceres cotidianos, en la economía, en la política, en la religión, de cómo una serie de valores se han ido manteniendo generación tras generación, aún emigrando a grandes ciudades. Una moral que ha sido admirada por muchos escritores, profesionales de la educación, políticos, etc… Un ejemplo actual de ello fue una entrevista televisiva a un notable empresario en la que elogiaba la moral de su esposa refiriéndose a que era castellana; y esta es una percepción general que identifica a la gente de la tierra de Soria, y que a mí no me ha pasado desapercibida, sintiéndome muchas veces identificada con ella. Me parece de total actualidad la realización de esta investigación sobre la gestión de recursos comunales y sociedades igualitarias como la construcción de un valor y su identificación con él. Tal es así, que si los valores realizan una función integradora e identificadora por el contenido significativo y relevante que tienen los vínculos que mantenemos con otras personas, en San Andrés de Soria podemos encontrar un claro ejemplo de la íntima unión entre la construcción de la igualdad e identidad. Behar, R: Santa María del Monte. The Presence of the past in a Spanish Village, Princenton University Press, Princenton, 1996 124 Velasco, H.M: Caracterizaciones etnográficas y señas de identidad. Análisis antropológicos sobre Castilla y León. En Estudios de etnología en Castilla-León, Ed Junta de Castilla y León, Valladolid , 2001, p.37 123 49 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La identidad, una cuestión tan tratada desde la antropología, y tan necesaria para la configuración personal y social de los individuos, que se elabora, reconstruye y legitima en el significado de los vínculos que se establecen con las otras personas y que se materializan en unas actividades económicas determinadas, entre otros aspectos. En San Andrés resulta sencillo entender este valor en relación a sus actividades económicas, pues durante muchos siglos sólo ha sido posible mantener la comunidad viva a través de una gestión de actividades económicas normativizadas por la igualdad. El valor de la igualdad no ha sido otro que la supervivencia de los individuos; cualquier infracción de esta igualdad repercutía en un inestable equilibrio económico dañando al resto de miembros, y para ser respetada necesitaba que el individuo se identificase con ella, porque cualquier agravio que lesionase esta igualdad, dañaba a la comunidad, y dañaba al propio individuo. Lo que vamos a descubrir en San Andrés de Soria, que detrás de una estrategia de supervivencia se genera una moral de características igualitarias que configura la identidad de los miembros de una sociedad. Como todas las esferas de la vida, no sólo la económica, sino las instituciones relevantes como la familia, el común de vecinos o la iglesia, se impregnan de esta moralidad y constituyen un todo, este todo es lo que constituye la identidad de los miembros de esta comunidad. Identidad que se mantiene en los emigrados que viven en otras comunidades con una moral y valores diferentes. Desde el punto de vista antropológico esto despierta el interés de los investigadores ya que en otras zonas de la Península, en las que la propiedad del suelo es de grandes latifundistas, existe, en algunos casos125, un desprecio de la cultura propia y las tradiciones por parte de los habitantes y trabajadores de estos latifundios, provocando hasta un alejamiento y abandono de lo propio. Podemos pensar que esto ocurre así porque la tradición atribuye legitimidad y validez a un orden que no gusta a los que están en las clases socioeconómicas más bajas126. Esto no ocurre en San Andrés, más bien al contrario, no se abandona nada, (aunque se hizo en el pasado, durante la emigración a las grandes ciudades en el tercer cuarto del siglo XX); actualmente se está recuperando, revalorizando todo el patrimonio cultural, arquitectónico, y ecológico, Posiblemente respondiendo a una estrategia política de legitimación del poder y el mantenimiento de una clase social bien estante que pasa sus vacaciones y su tiempo de ocio en el pueblo. Y este producto final, producto cultural para algunos, puede parecer arbitrario o producto de la imaginación (mitos), pero si comparamos con otras zonas del planeta en que se da este tipo de gestión y de explotación económica, veremos que son enormemente parecidos en diversos elementos culturales. Este fenómeno es el que nos permite apostar por comunes denominadores con otras culturas127. Acosta Naranjo, R: Los entramados de la diversidad. Antropología social de la Dehesa. Colección Raíces, Badajoz, 2002, p. 15 126 Max Weber indica que la legitimación de un orden por el carácter sagrado de la tradición es la forma más antigua y universal de legitimación del orden social, y por tanto del poder y de la dominación. Abellán, J: Estudio preliminar en Weber, M: Sociología del poder, Alianza Editorial, Madrid, 2007, pp 17-62. 127 La especie humana no tiene por naturaleza “formar grupos” ni tampoco “realizar individuos”. Es una especie sociable, contra lo primero, y la individualidad es resultado y expresión del aprendizaje social, contra lo segundo. 125 50 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La dificultad y objeto de la investigación es ver cómo se teje esta unión entre igualdad, moral, gestión comunal e identidad, lo que ocurre primero, cómo se refuerzan y cómo se mantienen, nutren y cambian a lo largo de la historia de las personas y de la comunidad, adaptándose a cada momento, y teniendo en cuenta que el ámbito geográfico de relaciones es cada vez más amplio. La Antropología tiene un carácter integrador del que no he podido, y no he querido desprenderme en el estudio128, por eso la dificultad en la construcción de un discurso que recogiera todo lo relevante, haciendo una integración de todos los fenómenos que podían condicionar el comportamiento de las personas e integrando todos los aspectos que condicionaban la vida en este enclave geográfico, y contemplando desde muy de cerca la dimensión histórica Es por este motivo que San Andrés se convierte en el foco de mi trabajo de campo, ya que reúne las características oportunas para estudiar la gestión de los recursos comunales y la importancia que éstos adquieren, conjuntamente con otros aspectos, en un orden social marcado por la igualdad. I.3.-Ámbito geográfico y cronológico del trabajo. Y empecé a darme cuenta, entonces, de que ser de pueblo era un don de Dios y que ser de ciudad era un poco como ser inclusero y que los tesos y el nido de la cigüeña y los chopos y el riachuelo y el soto eran siempre los mismos, mientras las pilas de ladrillo y los bloques de cemento y las montañas de piedra de la ciudad cambiaban cada día y con los años no restaba allí un solo testigo del nacimiento de uno, porque mientras el pueblo permanecía, la ciudad se desintegraba por aquello del progreso y las perspectivas de futuro. Miguel Delibes129 El marco geográfico de este trabajo es muy concreto, pues es un estudio de una comunidad en la que intervienen dos elementos claves como son el Arca y la Dehesa, no se puede hacer extensivo a los pueblos de alrededor. El marco cronológico del trabajo resulta, a prima facie, muy extenso, pues nos remontamos al siglo XIII, ya que de esa época datan los documentos del Arca. Pero lo que resulta interesante desde el punto de vista antropológico son los veinte últimos años del siglo XX y los primeros del XXI aproximadamente. Es muy difícil constatar en qué fecha exacta empezamos y La humanidad es compartida y donde hay humanos todo es comparable, en Bilbeny, N: Por una causa común. Ética para la diversidad, Ed. Gedisa. Barcelona, 2002, p. 32 128 Este carácter holístico de la investigación ya lo destacan otros antropólogos. La especialidad de lo que los antropólogos hacen, su enfoque holístico, humanista, principalmente cualitativo y fuertemente artesanal de la investigación social es ( y así nos hemos enseñado nosotros mismos a argumentar) el meollo del asunto, en Geertz, C: Reflexiones antropológicas sobre temas filosóficos, Editorial Paidós Ibérica, Barcelona, 2002,p.49 129 Delibes, M: Viejas historias de Castilla la Vieja, Alianza Editorial Lumen, Madrid, 1969, p.14 51 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona acabamos, pues los cambios en la comunidad se van produciendo en función de la dinámica del momento. Lo que nos determina el punto de inflexión es la desaparición de aquellos miembros de la comunidad que vivieron el sistema de valores basados en la igualdad, casi todos nacidos durante la primera década del siglo XX, y que han ido falleciendo a finales de ese siglo y principios de XXI (muchos de ellos pasaron de los noventa años en plenas facultades mentales). Con ellos desaparecen los últimos testimonios de la igualdad, ya que los hijos de ellos son los nacidos en la postguerra y sus nietos los nacidos en los finales de la dictadura, principios de la democracia, y su apertura al mundo a través de la emigración, diluyó el valor de la igualdad en otros contextos y modelos culturales. La razón que fundamenta un marco cronológico tan amplio es la concepción del fenómeno cultural como algo dinámico, procesual, que adquiere diversas velocidades de dinamismo en cada momento histórico, por lo que podemos encontrar momentos históricos que duran siglos y en los que los fenómenos parecen permanecer más estables, incluso dando la impresión a veces de repetitivos (no estáticos), y otros momentos que la velocidad de la dinámica de cambio es tan rápida que determinados patrones culturales, idearios y prácticas sufren cambios bruscos y significativos a raíz de determinados acontecimientos. Esto es lo que vamos a encontrar en San Andrés: Una primera época que durará aproximadamente seis siglos, con cambios lentos en la comunidad respecto a la dimensión económica, política y de orden social; y unos cincuenta años de cambios rápidos, correspondientes a la segunda mitad del siglo XX, que se intensifica el último cuarto de siglo. Imagen 4. Informante paseando por los campos. Fuente propia 52 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona I.4.- Metodología Después de todo, el pueblo permanece y algo queda de uno agarrado a los cuetos, los chopos y los rastrojos. En las ciudades se muere uno del todo; en los pueblos, no; y la carne y los huesos de uno se hacen tierra, y si los trigos y las cebadas, los cuervos y las urracas medran y se reproducen es porque uno les dio su sangre y su calor y nada más. Miguel Delibes130 Siguiendo la idea Enrique Rickert sobre el método historiográfico que centra su atención en los valores131, la metodología de la investigación va encaminada a conocer en profundidad cómo se ha articulado el valor de la igualdad desde un objeto natural como es la Dehesa. El proceso cultural en este caso, contempla dar valor a un objeto de la naturaleza –la Dehesa- y lo transforma, produce, reproduce, cuida y cultiva. Al darle valor, genera desde el objeto un sistema de valores132, reconocido y legitimado por la comunidad133, porque no puede prescindir de este objeto y lo transforma en un bien porque ha pasado a ser una realidad valiosa sin la que la comunidad no podría subsistir. LA HIPÓTESIS Partimos de la idea de que lo que mantiene unida una comunidad es un conjunto de valores ampliamente compartidos por sus integrantes con los que éstos se siente identificados y que los expresan en las actividades que llevan a cabo 134 . Pero también es cierto que probablemente ninguna sociedad disfruta de un conjunto de valores apoyados por todos y Delibes, M: Viejas historias de Castilla la Vieja, Alianza Editorial Lumen, Madrid, 1969, p.18 Rickert nos permiten descubrir la relación íntima que existe entre valor, sentido e historicidad. Además su propuesta nos sitúa ante el método etnohistórico en su peculiaridad concreta. E1 primer acto de este método consiste, como vemos, en elegir, según nuestro interés especial, el valor cultural que nos importe, en este caso la igualdad. Posteriormente intentaremos describir cómo ese valor se ha encarnado en los individuos y en la comunidad, que con él se identifican y distinguen, y cómo los objetos se relacionan con él y adquieren significación etnohistórica. En Laín Entralgo, P: El método historiográfico en la obra de Enrique Rickert, (serial en Internet) Revista nacional de educación. Madrid, 1944, n. 42 ; p. 7-19 (consultado el 6 de mayo de 2009) disponible en http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/69620/00820073001026.pdf?sequence=1 132 Estos objetos naturales son la especie de valor que transforma ciertas realidades en bienes de cultura y las destaca así de la naturaleza. De los valores no puede decirse que son ni que no son reales, sino sólo que valen o no valen. Un valor de cultura o es reconocido de hecho por todos como válido, o su validez, y con ella la significación más que puramente individual de los objetos o que está adherido, es postulada al menos por un hombre de culto, en Rickert, E: Ciencia cultural y ciencia natural, Ed. Buenos Aires, 1943, p. 50. 133 Legitimado a través del Concejo de Vecinos, como órgano de regulación y ejercicio del poder que ha estado presente en San Andrés hasta el s. XX. 134 Cortina, A :El Vigor de los Valores Morales para la Convivencia, Red Iberoamericana de Ética Empresarial de las Organizaciones, (serial en Internet), 2006,consultado el 17 de marzo de 2013, Disponible desde Internet en: http://www.javeriana.edu.co 131 130 53 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona cada uno de los miembros de ella en todas las circunstancias, pues existe una idea que impregna toda la estructura, y esta idea es el poder. En este caso, la mayor parte de los individuos creían en la igualdad, pero en algunos casos, en determinadas circunstancias sociales, aparecía la desigualdad mostrándose como una disfunción del sistema social establecido. Cuando ocurre esto, debemos preguntarnos para quién es funcional el sistema social que premia y protege la igualdad y castiga la desigualdad, o en definitiva, quién gestiona el poder y quien lo ostenta. La cuestión tiene también una faceta actual pues cabe preguntarse qué es lo que ha pasado en la actualidad con este sistema igualitario, y dónde encuentra la funcionalidad la comunidad actual. Cuando decimos que la igualdad como valor tiene una función integradora lo hacemos en referencia a una estructura social, a una estratificación social, y no tanto económica. En este caso la estratificación no se presenta como un opuesto a la igualdad, sino que es esta última una forma de la primera en la que no existe diferenciación entre los diferentes papeles sociales. La comunidad de San Andrés de Soria no sólo la contemplo como una estructura diferenciada y delimitada, sino también dinámica en la que las actividades y los roles de los individuos son valorados. En todas las sociedades hay valoraciones, pues los individuos muestran preferencias respecto a lo que les rodea y sucede. Esto ocurre, entre otros motivos135, porque el ser humano se marca objetivos, y advierte que para lograrlos sus semejantes son obstáculos y ayudas, por lo que está inevitablemente unido al otro para conseguir su objetivo. Uno respecto al otro se valoran entre sí, como agentes del mismo propósito y compañeros en su consecución. Lo que regula esta relación es compartir unos valores, formando lo que Durkheim denominaba una Comunidad Moral136, fenómeno estudiado en comunidades campesinas por diversos autores como Foster, Wolf, Kropotkin, o Tax Freeman. Si una sociedad ha de permanecer unida para poder sobrevivir, si ha de estar suficientemente bien integrada, sus integrantes tienen que formar parte de una comunidad moral y compartir valores. La armonía social que existe en San Andrés, es en parte por la participación de los individuos que la forman en esta comunidad moral cuyo estandarte es la igualdad. El conflicto ha surgido cuando la economía del pueblo dejó de fundamentarse en la gestión de los comunales y se potenció el individualismo y la diferenciación en los papeles sociales. Dejaron de ser todos ganaderos y vecinos, para convertirse en albañiles, empresarios, administrativos, auxiliares, etc… La gestión del poder se trasladó de la comunidad a los individuos particulares, quebrantando las normas establecidas para el mantenimiento de la igualdad, y evolucionando a una comunidad estratificada socialmente, pero también económicamente y políticamente. 135 Barber, B: Estratificación Social. Un análisis comparativo de la estructura y del proceso, Ed. Fondo de Cultura Económica, Madrid,1964, p. 12 136 Durkheim, E: Las formas elementales de la vida religiosa, Alianza Editorial,Madrid,2008, p. 93 54 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La hipótesis de la que parto es la de considerar la igualdad como una forma de estructurar la sociedad y de estructurar las relaciones de poder que en ella se configuran por tal de conseguir la supervivencia y bienestar de la comunidad primeramente, y después de sus miembros, además de tener ésta una clara vinculación con el tipo de gestión que se realiza de los bienes por la comunidad. El bienestar y supervivencia de la comunidad se lleva a cabo a través de aspectos como el de la integración del individuo a través de la igualdad (forma de estratificación en que la valoración de los individuos es de igual importancia en la funcionalidad de los papeles sociales) En tanto que es considerado como un igual, forma parte de ella. Esto genera que el individuo al identificarse como igual a los otros se sienta miembro de la comunidad. De esta manera se completa el círculo, la persona se siente integrante y la comunidad lo integra. La expresión máxima de la igualdad es la gestión que hace la comunidad de sus recursos. OBJETIVOS Para llevar a cabo la interpretación se considerará en un primer momento el valor de la igualdad desde su constitución dualista de idea (los conceptos, significados) y de práctica (conductas observables). Así pues, los objetivos generales, y los específicos que surgen son: • Conocer en profundidad el significado y construcción del valor de la igualdad en la comunidad de San Andrés de Soria. a) Concepto y naturaleza de la igualdad como valor, componentes y funciones • Explicar los elementos que aparecen en la construcción del valor de la igualdad relacionados con la gestión de los bienes comunales en San Andrés de Soria b) La transmisión y reproducción de la igualdad relacionada con la gestión de los recursos comunales a través de la documentación del Arca. c) El papel que desarrolla la gestión de los recursos comunales en el mantenimiento de la igualdad • Constituir una base histórica suficiente para la mejor comprensión de la comunidad en la actualidad. d) Evolución del valor de la igualdad en los 30 últimos años del siglo XX y su significado actual. Para poder establecer esta interpretación necesito como objetivos específicos, en un primer momento, la configuración del valor igualdad: cómo se reproduce y cómo y en qué 55 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona circunstancias se modifican las relaciones de igualdad, para lo cual es necesario realizar el estudio desde una perspectiva histórica137. ¿La existencia de igualdad responde a un equilibrio dinámico y rotatorio del ejercicio del poder? En un segundo momento, el objetivo es entender cómo el valor de la igualdad es observable a través de pautas de comportamiento y creación de normas que integran a la comunidad138. Este objetivo da respuesta a preguntas como: • ¿Quién forma parte del común y por qué sí o por qué no? • ¿Qué papeles/roles existen dentro del grupo, quién ostenta el poder y quien lo controla?139 • ¿Qué ideas y valores se asocian a la igualdad y cómo se manifiestan? • ¿Qué instituciones reproducen (han reproducido) y construyen (han construido) este valor? MÉTODO La cuestión del método ha sido, sin duda alguna, el caballo de batalla de la presente investigación dada la complejidad de los diferentes aspectos que se veían involucrados. Los problemas y las dificultades que se iban planteando han requerido de soluciones, que en algunos momentos las encontré o formulé rápidamente, pero que otras tantas han sido pensadas y elaboradas después de meses, incluso años140. El tipo de estudio llevado a cabo es una monografía de la comunidad, característica del primer periodo del siglo XX (1939-1972) y de las Investigaciones en Ciencias Sociales en España141. Para realizar esta investigación ha sido necesario abordar la cuestión desde un proceso trifásico que ha comprendido una fase inicial y final de investigación de biblioteca, una fase La investigación se centra sobre todo en los años de la posguerra civil, y la evolución que ha sufrido la comunidad hasta llegar al siglo XXI. 138 La observación de la práctica resalta las acciones individuales y después las comunitarias, de esta forma podemos ver como las ideas particulares conforman una ideología cultural determinada. Estrada, F: Introducció a Les cases pageses al Pla d´Urgell, Pagès Editors, Lleida, 1998, p. 30 139 Cabe destacar que control y tenencia del poder no tienen porqué coincidir en el mismo sujeto o institución. Las figuras que poseen el control del poder pueden aparecer ocultas en una comunidad y se hacen visibles a través de la institución o sujeto que lo gestiona. 140 La inquietud del lado científico tiene que ver en gran medida con la posibilidad de que las investigaciones que se apoyan tanto en el factor personal –este investigador, ahora aquel informante de aquel lugar –puedan ser suficientemente “objetivas”, “sistemáticas”, “reproducibles”, “acumulativas”, “predictivas”, “precisas” o “comprobables” como para ofrecer algo más que cierto número de historias verosímiles, en Geertz, C: Reflexiones antropológicas sobre temas filosóficos, Editorial Padidós Ibérica, Barcelona, 2002, p.50 141 Siguiendo la conceptualización de Prat i Caros, J (Coord): Las ciencias sociales en España: Historia inmediata, crítica y perspectivas. Ed Antropología y etnografía. Barcelona .1991. Esta época se caracteriza por recuperar la importancia del proceso histórico, destaca la importancia del cambio social (sobre todo relacionado con la emigración) y la importancia de la estratificación social y los diferentes estratos sociales que interactúan desde los desequilibrios del poder. 137 56 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona intermedia de inmersión cultural con el trabajo de campo, y posteriormente un análisis de los datos obtenidos. Todo ello con la finalidad de intentar explicar cada elemento de esta cultura en relación con el valor de la igualdad y mostrando de qué modo las pautas de comportamiento sociales y las relaciones de poder se construyen integrando como punto clave este idea, cómo se integran las normas que lo promocionan, y cómo se ha ido construyendo y reformulando, por eso no pretendo centrarme solo en el sistema tradicional142 sino también en las actuales expresiones de la cultura e identidad143. El punto de partida de la investigación tenía como objeto de estudio la gestión de los recursos comunales en San Andrés, lo que no suponía muchas dificultades a priori, pero en el transcurso del trabajo de campo se ha revelado bastante más complejo de lo pensado, pues ha necesitado muchas horas de observación en distintas épocas para llegar a completar en un año, espacios de participación con la comunidad, y reflexión con los informantes. La aplicación de las prácticas etnográficas ha permitido obtener datos significativos para comprender los verdaderos motivos y valores que impregnan la comunidad, organizan su estructura y establecen las relaciones de poder que en ella se dan. El resultado final pretende tener formato de etnografía 144 , entendida como un modo específico de concebir la investigación antropológica145, también como el resultado de la investigación en forma de texto146, y sobre todo, como una experiencia física de inmersión total147 en otra comunidad. El trabajo de campo148, elemento distintivo de la disciplina antropológica, se llevó a cabo en un espacio concreto por un período de tiempo de unos ocho años interrumpidos, en los que a través de diferentes técnicas: observación participante, entrevistas abiertas y semiestructuradas, y relatos biográficos, me han permitido desarrollar Tradicional entendida como perteneciente a la tradición, costumbres del pasado. He considerado necesario tener presentes todo aquel conjunto de cambios que han conformado la nueva vida en el pueblo, porque, como Comas d´Argemir pienso que “la cultura es, en definitiva, el marco donde se define la identidad”. Comasd´Argemir, Pujades, J.J: Andorra, un paIs de frontera, Estudi etnogràfic dels canvis econòmics, socials i culturals, Andorra, 1997, p. 15 143 Ya que ambas adquieren un dinamismo contínuo sin permanecer esencialmente estáticas durante mucho tiempo en la medida en que cambia la composición de sus agentes y de las redes sociales que éstos trazan con los años. Narotzky,S: Antropología de los pueblos de España, Barcelona, 2001, p. 5 144 Considerada por Clifford Geertz como “el método”, como el alfa y omega de la disciplina antropológica: “Lo que nosotros hacemos y otros no, o lo hacen solamente ocasionalmente y no tan bien, es –según este punto de vista- hablar con el hombre en el arrozal o con la mujer en el bazar desenfadadamente, de tal modo que una cosa conduce a otra y todo remite a todo, en Geertz, C: Reflexiones antropológicas sobre temas filosóficos. Editorial Padidós Ibérica, Barcelona, 2002, p.48 145 Velasco, H y Díaz de Rada, A: La lógica de la Investigación Etnográfica. Editorial Trotta, Madrid, 1997 146 Wolcott, H F.: Transforming Qualitative Data: Description, Analysis, and Interpretation, Editorial Sage, London, 1994. Etnografía sin remordimientos . Revista de Antropología Social, 16: 279-296. 2007. 147 Laplantine, F: La description ethnographique, Éditions Nathan, Paris, 1996 148 Considero el trabajo de campo como una situación metodológica y también en sí mismo un proceso, una secuencia de acciones, de comportamientos y de acontecimientos, no todos controlados por el investigador, en. Velasco, H y Díaz de Rada, A: La lógica de la Investigación Etnográfica. Editorial Trotta. Madrid. 1997. Pág. 18 Este trabajo de campo es el que ha constituído y definido el objeto de investigación, pues es una técnica de investigación social concreta que determina el discurso antropológico mediante la imposición de un cierto contenido y de un cierto ritmo, en LLobera, J.R.: La identidad de la antropología. Editorial Anagrama. Barcelona .1990.pàg. 32 142 57 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona una investigación cualitativa a través del método etnohistórico. La evolución del trabajo descriptivo inicial dio paso a un análisis de los datos, la intención de coleccionar mariposas 149 llegó a necesitar de análisis más profundos que requerían de nuevas revisiones bibliográficas, lo que me mantuvo vinculada a las bibliotecas de forma periódica. La investigación se ha centrado en tres cuestiones que me parece oportuno clarificar. La primera de ellas es mi objeto de estudio: la idea de igualdad en la comunidad de San Andrés. Cabe distinguir entre campo y objeto de estudio. El trabajo de campo se llevó a cabo concretamente en una comunidad de características sociales igualitarias150, término que utilizaré como categoría analítica abierta, con el propósito de hacer una aproximación, no solo descriptiva, sino analítica no valorativa en términos de reproducción o constitución del valor de la igualdad y una forma de vida. La segunda es la manera en que realicé dicha aproximación dado que la comunidad ha sido un referente familiar para mi persona por lo que el trabajo de campo requirió un esfuerzo por mantener una distancia dentro de una comunidad de la que formé parte. La observación participante, método clave en las etnografías desde Malinowski, ha demostrado eficazmente su utilidad y fecundidad en investigaciones cualitativas, por lo que constituyó el método principal. En este caso concreto, y por la proximidad a la comunidad, esta investigación se llevó a cabo dentro de un clima de participación151, he sido como un extranjero integrado destacando que ha sido precisamente esta proximidad la que me ha permitido llegar a espacios difíciles, descartando desde el inicio adoptar un rol marginal152. El proceso de aproximación a la comunidad ha sido al contrario de lo que algunos autores153 plantean cuando la participación es total y se va dando un proceso de cercanía con la comunidad tal que el antropólogo se vuelve nativo con el tiempo. Yo empecé siendo nativa, o al menos así me sentía, y a medida que pasaba el tiempo esta proximidad tan útil en tantas ocasiones dificultaba el acceso a determinadas situaciones por la carga valorativa que tenía mi familia, o las relaciones de ésta con algunos miembros de la comunidad. Esto requirió de una respuesta distante, de diferenciar claramente los dos mundos: el de los otros y el mío, adoptando un rol para el mejor desarrollo del trabajo de campo y para el mejor desarrollo de mi vida privada. En los últimos años de la investigación, del 2007 al 2010, surge la necesidad de tomar un cariz de investigación colaborativa y recíproca. Se establecieron unas reflexiones en colaboración estricta con los dueños del objeto de estudio, lo que motivó la aportación de comentarios, decisiones, ideas, reflexiones muy interesantes de forma dinámica y bidireccional154. Barley, N: El Antropólogo inocente. Editorial Anagrama. Barcelona. 1989. Pág. 33 El lugar de estudio no es el objeto de estudio, en Geertz, C: La interpretación de las culturas.Ed, Gedisa, Barcelona,1988. p.33 151 Signorini, I: I modi della cultura, Editorial Carocci editore.Roma ,1998, p. 53 152 Freilich, M: Marginal natives: Anthropologist at work. New York: Harper & Row.1970, Hammersley, M y Atkinson, P : Etnografía: métodos de investigación, Editorial Paidós, Barcelona ,1994. 153 Hammersley, M; Atikson, P : Etnografía: métodos de investigación. Editorial Paidós. Barcelona,1994. 154 Es necesario recordar que la observación nunca es totalmente inmaculada, ya que el antropólogo que realiza la observación, tiene sobre sus hombros un conjunto de ideas, prejuicios, creencias y nociones que, de forma involuntaria, condicionan la percepción. Por este motivo tiene que ser consciente de su rol dentro y durante el 150 149 58 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La tercera cuestión era establecer una visión que me permitiese recoger todo lo que se me presentaba sin dejar que se escurriese entre los dedos informaciones que en algún momento podían ser relevantes para el estudio. En referencia a este punto debo decir que existe una parte del trabajo que no se recoge en este documento, pero que ha sido necesaria elaborarla ya que sin ella era muy difícil interpretar los datos e informaciones que se iban obteniendo. Han sido, por ejemplo, la revisión y confección de mapas topográficos155 y del catastro urbano y rural de la zona; la revisión de censos de población así como datos del INE156, necesarios para conocer la población y sus características. Se utilizó el método genealógico para establecer la relación de parentescos que se daban en el grupo social y con las personas que firmaban o que se nombraban en los documentos del Arca. Esta reconstrucción ha sido de gran ayuda para entender las relaciones de poder ya que son el eje alrededor del que giraron y giran las organizaciones sociales, económicas y jurídicas. La reconstrucción genealógica no se adjunta como material en la tesis por mantener el anonimato de los informantes. La complejidad del análisis ha requerido un enfoque pluridisciplinar para llegar a establecer una imagen de conjunto157. El derecho, la sociología, la historia, la economía, la demografía y la filosofía han aportado los matices que me han permitido comprender en profundidad el fenómeno de la igualdad. La problemática de esta visión pluridisciplinar tiene una doble vertiente, y es por un lado que cada una de estas ciencias presenta una metodología diversa y particular (muchas veces difícil de casar con la antropología) y por otro lado existe una dificultad en relacionar información tan diversa. Sin embargo en este caso concreto, tanto por el objeto de estudio escogido, como por mi formación como investigadora, este perfil interdisciplinar (más allá de la plurisciplinariedad ya que existe un paso de integración) me ha permitido abordar el estudio desde una perspectiva dinámica en continuo proceso de modificación y reformulación, y entender el significado del funcionamiento del modelo cultural. La visión interdisciplinar ha sido una elección necesaria, y solvente en el abordaje del estudio, enriqueciéndolo y complementándolo. En este sentido, precisé en algunos momentos de la investigación adquirir algunas nociones de archivística y documentación antigua, ya que se procedió a la revisión de todos los documentos contenidos en el Arca, la mayoría de ellos microfilmados por el Archivo Histórico-Provincial de Soria. Se visitaron los Archivos privados de San Millán de la Cogolla ya que las fuentes documentales históricas del siglo XII nos remitían allí, o el monasterio de trabajo de campo y aplicar el enfoque del etnocentrismo crítico. Cerri, CH: La importancia de la metodología etnográfica para la investigación antropológica. El caso de las relaciones de valores en un espacio asociativo juvenil. Perifèria: revista de recerca i formació en antropología. Número 13, diciembre 2010 155 Algunos de ellos facilitados por el Servicio Topográfico del Ejército Español, y los actuales a través de sistemas de navegación por satélite. 156 Instituto Nacional de Estadística. 157 Los trabajos más valiosos, desde un punto de vista sociológico, sobre la agricultura, el campesinado y, en general, la sociedad rural, tienen un carácter interdisciplinario, en Sevilla Guzmán, E: Sobre agricultores y campesinos. Estudios de sociología rural de España, Instituto de Estudios Agrarios, Pesqueros y Alimentarios, Madrid, 1984, p. 15. 59 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Nuestra Señora de Valbanera, ambos en la provincia de la Rioja, y otras bibliotecas como las de Pamplona, Madrid y Soria, en la parte de documentación antigua. La idea de igualdad que integro en la investigación como eje vertebrador del discurso sobre la gestión de comunales y su repercusión social hizo necesaria la presencia del discurso histórico. Siguiendo el modelo de autores como Carmelo Lisón158 en sus etnografías sobre zonas de la Península Ibérica me condujeron a pensar que intentar explicar la historia nos confirmaba la existencia y evolución de esta estructura social igualitaria, a la vez que esta estructura nos ayudaba a entender la historia. Este proceso de feed-back continuo ha sido uno de los motores de esta investigación. Las continuas referencias al pasado por parte de los miembros de los pueblos, en sus entrevistas, como en la observación de su comportamiento social actual que se entendía a posteriori por la evocación de tramas pasadas, me ha permitido crear un discurso continuo y dinámico de lo que acontecía en los pueblos y llenar de significados las redes sociales, las normas implícitas en los comportamientos, los comentarios y los silencios. En San Andrés la existencia de una relación estrecha entre las unidades de producción y la realidad sociopolítica en la que se contextualiza dio lugar a una economía particular mantenida por la comunidad, afectando a la disponibilidad y acceso a los recursos. Esta disponibilidad y acceso generó toda una trama de redes sociales, de mecanismos sociales de estratificación y/o igualdad, o lo que he considerado como entramado social de la comunidad, que utilizará fórmulas e instituciones políticas para reproducir este entramado social y perpetuarlo a lo largo del tiempo. De esta manera, lo económico condicionó las esferas de lo social, lo político, y posteriormente lo religioso, lo folklórico, las identidades particulares y colectivas. Creo que existe una dificultad al extrapolar las teorías económicas159 fruto del trabajo de campo local en teorías que expliquen los fenómenos globales, aunque creo que es evidente, y así trataré de ilustrar en el desarrollo de este trabajo, la gran importancia que adquiere el aspecto económico en la constitución, reproducción y reformulación de las comunidades. Tanto es así, que me atrevo a afirmar que las gentes son como la tierra en la que viven160 Lo interesante sería mantener siempre presente la relación que se establece, como propone Godelier161, entre lo económico y lo no económico y viceversa. Después de las primeras aproximaciones al objeto de estudio llegué a la conclusión de que existen formas diferentes de integración de lo económico en las otras esferas de lo social; tal vez aparezca una igualdad económica en la primera mirada, pero con rascar un poco debajo de muchas apariencias aparecen estratificaciones y diferencias en el acceso y disfrute de los bienes comunales, y consecuentemente en la posición en el entramado social o posibilidad de ostentar cargos políticos en las instituciones de la comunidad. 158 159 Lisón Tolosana, C: Antropología cultural de Galicia., Editorial AKAL Universitaria España ,1979 ,p. 97 Ibid, p. 19 160 Idea que establezco en dirección a la afirmación de Karl Polanyi que la economía está incrustada en la realidad social y que realizar cualquier acercamiento analítico a instituciones políticas, religiosas, jurídicas, etc.., sin tener en cuenta el marco económico al que están sometidas, se puede perder la capacidad de reflexión y se puede convertir en un análisis superfluo. 161 Godelier, M: Antropología y economía, Editorial Anagrama, Barcelona,1976 60 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Aunque explícitamente no surja la existencia de unas normas de comportamiento y relación entre los vecinos, o que tan solo se han podido explicitar en las entrevistas de los informantes al evocar situaciones de conflicto o disputa, el comportamiento de los miembros de la comunidad confirma la existencia de dichas normas dirigidas al mantenimiento de la igualdad de sus miembros. Esta visión de la comunidad y de la norma se acerca a la concepción de Bourdieu162 ya que podemos explicar esta norma dentro del proceso histórico y de la limitación de la práctica individualizada de sus miembros, algo que desde mi punto de vista, genera una cadena de pequeñas trasformaciones dinámicas que permiten la evolución y el cambio. Sólo de la mano de personajes concretos, cargados de poder social y significado en las estructura de las redes sociales, con la autonomía otorgada por la misma comunidad, como han sido algunos alcaldes y los señores curas, han permitido, en cortos espacios de tiempo, grandes y rápidos cambios, como fueron la creación de la fábrica de madera en los años ochenta, o la venta de terrenos públicos a muy bajo precio para la creación de industria iniciado este siglo XXI. EL ANALISIS DE LOS DATOS Todos los datos generados han sido transcritos. Tanto las entrevistas, como la observación participante, como los relatos biográficos se han analizado siguiendo los pasos de la teoría fundamentada163. Se realizó el mismo trabajo con los documentos del Arca una vez revisados, transcritos y seleccionados. Se ha decidido utilizar este proceso de análisis porque se desconocen los valores y comportamientos que forman parte de la vida de la comunidad. Se realiza un análisis exhaustivo y de comparación constante de los discursos de los informantes claves con los comportamientos y actitudes, en términos de propiedades y dimensiones, para poder interpretar en base a esta indagación. El proceso de análisis en la teoría fundamentada es la interacción entre los investigadores y los datos, dando voz a los hombres y mujeres de la comunidad y construyendo la etnografía desde sus aportaciones. El microanálisis se realiza con los datos primarios, tanto orales como documentales, siendo un proceso importante en la construcción de la teoría fundamentada. EL PROBLEMA DE LA DISTANCIA Existe una preocupación desde la antropología que se plantea a la hora de realizar una descripción etnográfica164 y un análisis antropológico de una comunidad/cultura en la que el investigador se encuentra inmerso o a la que pertenece, (como es el caso de la presente investigación). Es decir, que de alguna manera se puede cuestionar la existencia de esa distancia necesaria para adquirir una visión global del conjunto de significados, relaciones, acontecimientos, etc.., 162 163 Bourdieu, P; Asseron, J. C.: La Reproducción, Editorial Laia, Barcelona,1985 Strauss, A., & Corbin, J: Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. (2ª ed.) ,Universidad de Antioquia, Colombia, 2002 164 Cátedra, M: Los españoles vistos por los antropólogos. Ed. Júcar, Madrid-Jijón, 1991, p. 14 61 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona a los que el antropólogo se enfrenta durante el trabajo de campo (cuestión que surge por mi relación histórico-familiar con la comunidad en la que se centra la investigación) Existen ciertos riesgos que el investigador/antropólogo debe tener en cuenta a la hora de realizar lo que Susan Tax Freeman denomina antropología casera165, como el mimetismo y la importación acrítica de teorías y modas foráneas criticadas por Cardín, y quien este respecto propone que la práctica de esta antropología parta de la auto-reflexión.166 En mi investigación he pretendido mantener más lo que Luque Baena167 y Tax Freeman proponen: una distancia relativa, apoyándose en el conocimiento de la historia de la comunidad a estudiar y de la relación histórico-familiar con sus componentes, vehículo de aproximación a los contenidos y significados de las redes sociales existentes en ella, y facilitando el acceso a informaciones privilegiadas168. No he descartado en ningún momento la posición crítica de Cardín169 respecto a la distancia del investigador, ya que el límite de ésta se difumina en muchas ocasiones por lo que es necesario no sólo una práctica auto-reflexiva, sino introspección crítica para mantener como marco teórico general una antropología económica con pensamiento y criterio propio que se nutre de sus propias experiencias en un feed-back continuo. Las continuas formulaciones teóricas y metodológicas han sido de gran utilidad para mantener distancia con la comunidad a investigar, así como el control empírico, tan difícil de mantener en este caso, sobre la investigación. Creo firmemente que esta distancia relativa de antropóloga históricamente procedente de la comunidad en la que he realizado el trabajo de campo, ha permitido una descripción explicativa del objeto de estudio, y que considero cierto desde mi experiencia que el interés170 científico no radica en el grupo en cuestión sino como marco en el que aplicar nuestras teorías e inquietudes temáticas. Considero además que las motivaciones personales que me han permitido llevarla a cabo pueden ser de ayuda a la hora de aproximarse, tanto en la escritura (por mi parte) como en la lectura (por parte del lector), a la realidad que presento (tan personal que se pierde en muchos momentos de sentimentalismo y de recuerdos llenos de ternura hacia personas y vivencias muy próximas en tiempo y espacio) EL MÉTODO ETNOHISTÓRICO Otro punto a tener en cuenta en este apartado era el de cómo y desde dónde se va a tratar la información obtenida y cómo se va a realizar el estudio de la comunidad. La apertura del archivo del Arca (punto que desarrollaré más adelante), algo que en un principio creí que facilitaría mucho la investigación, lo que causó fue complicarlo todo un poco más por varias 165 166 Ibid, pp-16-17 Ibid, p. 17 167 Luque Baena, E: Antropología política. Ed. Ariel, Barcelona, 1996 168 Lo que representaba el problema de la distancia se solucionó al ser consciente de su existencia, Estrada, F: Introducció a Les cases pageses al Pla d´Urgell, Pagès Editors, Lleida, 1998, p. 33; y al de introducir en la metodología etnográfica una serie de elementos que permitiesen la objetividad y la distancia. 169 Cátedra, M: Los españoles vistos por los antropólogos. Ed. Júcar, Madrid-Jijón. 1991,p. 17 170 Ibid, p. 18 62 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona razones. La primera y fundamental porque necesitaba revisar todos los documentos allí contenidos, y para ello necesité aprender ciertos aspectos relacionados con Biblioteconomía y Documentación, defenderme en castellano antiguo, y por supuesto, recuperar un marco histórico de la tierra de Soria en el que ubicar y relacionar lo que explicaban los documentos con la realidad del momento pertinente. Y a medida que avanzaba la investigación la complejidad cobraba un efecto de bola de nieve, pues en algunos casos para clarificar una cuestión, debía resolver una docena de ellas de ámbito muy diferente. El ejemplo más claro de esto ha sido que para contestar la pregunta de ¿Qué hace una biografía de San Gregorio Ostiense del año 1616 en el Arca? (formulada en su momento por la entonces directora del Archivo Provincial de Soria en una entrevista que mantuvimos en el año 2002), me he recorrido media España y he tocado y entrado en puertas en las que no hubiese entrado nunca si me hubiese ceñido a realizar un análisis etnográfico de la comunidad. Todo ello me ha conducido a la necesidad de enfrentarme a la realidad de la investigación desde un método que no perdiese de vista ni un ápice de todo lo que estaba descubriendo. Por este motivo, y al leer varias etnografías actuales de diferentes regiones de la Península, descubrí que el método etnohistórico171 me permitía manejar toda la riqueza de datos que me iba encontrando. La realidad tiene tantas caras que uno nunca sabe qué se puede encontrar. Diría que esta es una de las maravillas de la investigación, la incertidumbre del qué, del cómo, del cuándo. No hay nada predecible en el ámbito social porque cuando uno piensa que ciertos patrones de comportamiento o de pensamiento se van a dar, aparecen elementos que irrumpen direccionando de nuevo la investigación. He aquí la necesidad de encontrar un buen método, de sistematizar el trabajo y la recogida de datos, y buscar un marco teórico que posibilite, desde la flexibilidad, un análisis minucioso de todo lo recogido, investigado y observado. Por eso surgió el problema, y la solución más compleja, al hacer frente a la pluralidad de informaciones que obtenía, sobre todo porque durante el trabajo de campo surgió la necesidad de revisar fuentes documentales relacionadas con el tema de investigación. El hecho de que existiese en San Andrés y Almarza el Archivo del Arca, y que en el inicio de mi trabajo de campo se procediese a su apertura y catalogación de los documentos en ella recogidos, me ha obligado, en cada paso que he dado, a reflexionar acerca de los fenómenos del contacto cultural desde una nueva perspectiva teórica-metodológica donde convergían necesariamente la Antropología y la Historia. Por este motivo, recurrí al método etnohistórico que a pesar de presentar grandes dificultades debido a las diferencias de las fuentes de información: trabajo de campo y documentación histórica, ha sido la única vía aceptable para comprender a la comunidad en su dimensión real. Enfrentarme a la historia me obligó a ampliar la unidad de análisis sin Varios autores destacan la importancia de considerar la necesidad de la historia en una investigación antropológica: La antropología y la historia no pueden ser o nacer por separado, y la obra de Herodoto, reivindicado por ambas disciplinas como un antepasado común, testimonia su condición necesaria de gemelas, en Godelier, M: Antropología y economía. Editorial Anagrama, Barcelona, 1976,p. 4 Las duras críticas vertidas desde uno y otro “bando” resultan un inconveniente añadido a las dificultades propias de la investigación, cuando, en realidad, las diferencias entre Antropología e Historia no son tanto de método y objetivo como de enfoque: los historiadores escriben historia, por decirlo así, hacia adelante, y nosotros intentamos escribirla hacia atrás, en Evans Pritchard: Ensayos de Antropología social, Ed: Siglo Veintiuno Editores, España,1990 171 63 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona perder de vista las particularidades. Así pues, el método etnohistórico constituyó el cristal más apropiado a través del cual desengranar el objeto de estudio. La historia de siglos explicada en aquellos documentos del Arca aportó una visión integral y contextualizada de la perspectiva relacional analizada por la antropología. A pesar de que la dimensión temporal de la investigación se ceñía al momento presente y al tiempo pasado recordado por personas vivas, fue necesario remontarse a la temporización que los documentos contenidos en el Arca describían. El acercamiento a través del método etnohistórico fue posible gracias a la integración del concepto cambio. La configuración del entramado social y mental de la comunidad de San Andrés como algo dinámico y cambiante que contempla la vigencia de la dimensión temporal de las formaciones sociales, ha sido el principal elemento de conexión con la historia.172 La particular evolución histórica de estos dos pueblos, su localización, la manifestada pobreza de sus suelos unida a una determinada orografía, la condición de sus vecinos que hasta hace pocos años fueron pastores constituyen elementos identitarios que mantuvieron el uso y vigencia de la Dehesa y costumbres. A lo largo de la investigación la inclusión o exclusión del factor historia ha sido polémico porque requería un sobre esfuerzo por mi parte y el peligro de divagar en cosas secundarias sin profundizar en lo realmente importante, pero me parecía incompleto el trabajo de campo que vivía de espaldas a la historia sin contemplarla como un punto de referencia ya que, y sobre todo, en el estudio de las comunidades rurales es necesario conocer su pasado para comprender su presente porque los rasgos que definen estas comunidades han sido heredadas y modeladas con el tiempo hasta su presentación actual. Pero también es verdad que la historia de los pueblos no puede ser explicada con fríos datos históricos, sino que requieren de este trabajo de campo en el que el dinamismo de la cultura muestra una sociedad viva. En la presente investigación, el trabajo de campo y el análisis de la documentación escrita fueron dos tareas simultáneas, ya que los datos de una y otra mostraban las líneas de explotación que convenía seguir en ambos bloques informativos. Durante seis meses de revisión documental (microfilmados), siete horas diarias , revisé todos los documentos contenidos en el Arca y realicé una selección en base a: • Buena conservación y fácil lectura, ya que uno de los objetivos de la investigación es acercar el conocimiento y contenido de los documentos al pueblo, por lo que deben ser accesibles a la lectura y de fácil comprensión. La distinción más aparente entre ambas ciencias estriba en las fuentes utilizadas: documentación escrita y oral, protocolaria y espontánea, muerta y viva, y la diferencia cualitativa de los datos extraídos de una y otra. No obstante, las características que definen una comunidad actual muchas veces no pueden ser explicadas desde el presente, sino que son heredadas de un pasado que las ha modelado tal y como se nos presentan hoy en día. Al mismo tiempo, los fríos datos históricos necesitan interpretarse con el espesor y dinamismo que sólo una sociedad viva puede ofrecer. Cantero Fernández, C: Etnohistoria del Cotu de Curiel. Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular, Gijón 2003, p. 20. 172 64 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona • Representativos del momento, es decir, que contuviesen y mostrasen aquellas ideas importantes del momento histórico que se estaba viviendo en San Andrés. • Establecer una secuencia cronológica, para evidenciar que existe una continuidad en el discurso de gestión de la Dehesa y de su organización social, sin fracturas temporales. • Contextualizarlos: historia local-historia general. Establecer el diálogo de la microhistoria con la macrohistoria ya que la suma de muchas historias particulares configuran la general, y no se pueden entender por separado. • Transcribirlos, para hacerlos accesibles a la comunidad, ya que la redacción en castellano antiguo y con grafia medieval dificulta la lectura de los documentos. • Reconstrucció histórica paralela a la reconstrucción de familias del pueblo, para entender ¿ Quienes eran? ¿ Qué hacían? ¿ Qué “eco” queda en la actualidad?. Por último quisiera recoger las aportaciones que realizan a la investigación de comunales Marie Noëlle Chamoux y Jesús Contreras, considerando que en el estudio de la gestión comunal de recursos pueden surgir una serie de prejuicios que el investigador debería superar173: a.- El interés se centra más en los orígenes y evolución de la propiedad y en la especificidad de sus rasgos formales que en las funciones y dinámica de las instituciones comunales y de las diferentes formas de propiedad. En este caso, aunque sí me he intentado remontar a los orígenes para comprender mejor su evolución y construcción, he analizado la institución de los comunales desde la descripción dinámica que ofrecen los documentos contenidos en el Arca y en su diálogo con la comunidad. b.- El entender el comunalismo como una especie de “sentimiento” basado en la solidaridad, generosidad y la cooperación, y el individualismo como un disfrute de la libertad, la autonomía y el estímulo de las iniciativas individuales más eficaces. Esta idea romántica y tradicional se desvanece desde la visión de las interdisciplinariedad. La economía y la demografía principalmente muestran la dureza de la supervivencia en estas tierras, corroborada por el trabajo de campo. c.- Identificar “formas de cooperación” en el trabajo con “comunidad” o con “organización común”. Esta dicotomía en la significación se exploró en las entrevistas en profundidad dando como resultado conceptualizaciones diferentes para comunidad, común y cooperación. d.- Simplificar al extremo la realidad de los derechos de propiedad comunal, así como la confusión de identificar la propiedad comunal con el libre acceso. Chamoux, MN; Contreras, J: La gestión comunal de recursos. Economía y poder en las sociedades locales en España y América Latina, Ed Icària-Institut Català d´Antropologia, Barcelona , 1996 173 65 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Dado que los bienes comunales del pueblo, en el ámbito temporal de la investigación, se reducía a la Dehesa, no ha sido un problema este punto. Si se ha detectado, no obstante, un desconocimiento por los términos legales sobre la propiedad de la Dehesa por parte de los vecinos, o residentes del pueblo. Aquellos que emigraron y que vuelven por vacaciones, o que alargan su residencia en el pueblo después de jubilarse, desconocen la propiedad de la Dehesa y de otros bienes, en estos momentos gestionados por el Ayuntamiento. Todos estos puntos resumen las principales fuentes de dificultad en el análisis de los datos recogidos durante la investigación, y que han sido tenidos en cuenta para no llegar a una visión reduccionista. I.5.- Fuentes Al dialogar en intensidad escuchamos la voz de la tradición in vivo y vivida lo que hace que el informante cuando narra su vivencia sea portador de verdad existencial. El diálogo, por último, al ser espacio de significación, fructifica en narrativas que se convierten en piedras angulares del edificio cultural creencial en el que se dramatizan cuestiones radicales de la existencia humana. Carmelo Lisón Tolosana174 El estudio en la comunidad de San Andrés del sistema de valores articulado desde la igualdad ha requerido de varias técnicas para la obtención de datos. Toda la información obtenida desde las diferentes ciencias utilizadas ha generado materiales diversos que han sido interrelacionados a posteriori. El análisis de la gestión de los recursos comunales en distintos momentos históricos se ha llevado a cabo principalmente desde el estudio de la documentación del Arca, que ha sido necesaria contextualizar en una visión más amplia de la historia local. El diálogo de lo que los documentos del Arca dicen como fuentes primarias, de acuerdo con lo que sucede en cada momento según las fuentes históricas secundarias, me ha ayudado a comprender cómo se situaba esta comunidad, no sólo en el momento histórico, sino en relación a las comunidades que le rodeaban. Además del estudio documental, las fuentes orales y la observación participante han constituido los tres pilares básicos de fuentes de información. Para el estudio del contexto, y para solucionar los distintos elementos que parecían tener importancia en el desarrollo de la investigación, he recurrido a otras fuentes documentales, bibliográficas, y entrevistas a expertos en temas de derecho, economía, biblioteconomía e historia de la zona, y de los distintos momentos históricos (sobre todo Edad Media e Historia Moderna de España) La información oral se ha obtenido a partir de entrevistas formales, de conversaciones informales, y de grupos de discusión de personas que pertenecían o habían pertenecido a la comunidad. Las entrevistas formales y los grupos de discusión eran semi-dirigidas en base a 174 Lisón Tolosana, C: Antropología cultural de Galicia, Ed. Akal, Madrid, 2004, p. 14 66 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona un guión previamente establecido y construido desde la revisión bibliográfica. Las conversaciones informales y los grupos de discusión eran resumidas inmediatamente a su término en un cuaderno de campo. Las entrevistas en profundidad, en forma de historias de vida, eran grabadas en cinta y transcritas literalmente todas ellas, a excepción de aquellos informantes y entrevistados que pedían no ser grabados, por lo que se tomaba nota en el cuaderno de campo mientras se realizaba la entrevista, y al finalizar ésta. La observación participante ha sido otra fuente de datos muy importante en esta investigación. A través de ella no sólo se ha recogido la información respecto al funcionamiento y relación de la comunidad, sino que me ha permitido experimentar en primera persona la dureza de algunos trabajos y actividades vinculadas a la gestión de comunales. El trato con las gentes, la participación en lo cotidiano de la comunidad facilita la comprensión de su estructura y de su dinámica, y me ha permitido obtener información que a través de las fuentes orales no hubiese sido posible. La coherencia entre el discurso particular o comunitario, y las prácticas y comportamientos llevados a cabo se pone de manifiesto a través de la observación participante. El vaciado y análisis de la documentación del Arca se hizo paralelamente a las entrevistas en profundidad a informantes clave como antiguos alcaldes, ancianos y miembros del antiguo concejo. En estas entrevistas analizábamos de forma conjunta algunos elementos que aparecían en la documentación, así como esclarecíamos quienes eran las personas que salían en los documentos (no por sus funciones, sino por sus nombres y familia a la que pertenecían). De esta manera se construía la etnografía histórica, y se mantenía un diálogo presente-pasado muy productivo. Se revisaron fuentes parroquiales para completar la reconstrucción familiar, se consultaron documentos antiguos en la Biblioteca Nacional de Madrid, Pamplona y Soria, así como en las Bibliotecas privadas del Monasterio de San Millán de la Cogolla y Nuestra Señora de Valvanera. La mayoría de los documentos del Arca son de carácter administrativo y legal como explicaré más adelante. I.6.- El texto Ni el pasado ha muerto, ni está el mañana, ni el ayer escrito. Antonio Machado. Ha resultado muy difícil recoger en este texto todo lo que la investigación ha supuesto. En primer lugar porque no es posible recoger como resultado final toda la información que ha ido apareciendo al resolver y enfrentarse a cada uno de los puntos críticos que se presentaban. Y en segundo lugar porque la escritura no es una actividad neutra, sino que lleva implícito el sentir y el mirar del investigador. No obstante, he realizado un esfuerzo por mostrar y recoger algunos materiales que, a mi entender, facilitan y muestran la lo que ha sido y es la comunidad de San Andrés a través de la gestión de los comunales y de la relación de igualdad. Muchas fotografías, y una larga secuencia de documentos del Arca seleccionados 67 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona como representación de la complejidad del estudio, así como citas literales de las distintas fuentes orales enriquecen una redacción definitiva. Se ha intentado mantener el anonimato de aquellos que así lo quisieron, y se ha intentado preservar la intimidad sobre todo en aquellos aspectos íntimos de cada familia. En algunos casos, aunque es fácil identificar la fuente por parte de los miembros de la comunidad, me ha parecido muy importante recoger ciertas opiniones, dado el importantísimo calado de sus ideas. Todas las expresiones de las personas integrantes de la comunidad, así como los informantes, son resaltados a lo largo del texto en cursiva y negrita, y separados los distintos informantes con […]. Todo lo anteriormente expuesto lo he organizado en tres partes para la lectura del trabajo, y que pretenden establecer una visión cronológica de San Andrés desde las pinceladas del pasado en la primera parte, del presente en la segunda y de un posible futuro en la tercera. El valor de la primera parte de la investigación, desde la aproximación histórica debe comprenderse como una función de contextualización y no de un estudio en profundidad. Llevado a cabo desde una visión práctica, sin profundizar en aspectos históricos todo lo que se hubiese podido, la pretensión era la de establecer un diálogo entre el contenido del Arca y lo que ocurría en aquel momento alrededor de ella. Todo ello para encontrar un engarce lógico del pasado de la comunidad con nuestro presente, buscando el origen de la igualdad a través de la historia, del primer asentamiento humano en San Andrés y de la evolución de éste. Esta parte de la investigación se realizó desde una visión etnohistórica articulada a través de lo que contiene el Arca. La revisión y transcripción de los documentos contenidos y su diálogo con el contexto histórico nos mostró el pueblo. Posiblemente fundado durante la Reconquista por gentes llanas sin ningún tipo de privilegio, pertenecientes a un mismo parentesco, en un entorno condicionado por un clima de gran dureza pero bendecido por un paraje natural de pastos y monte, se consolidó como comunidad de vecinos que mantuvieron y defendieron su Dehesa comunal contra nobles y ricos, y contra todo aquel que quiso usurpar su medio de subsistencia. San Andrés fue un gran pueblo, con una gran gente, y eso lo recogen los documentos como testigos directos. Esta primera parte está estructurada en cuatro capítulos en el que se desarrolla el contexto histórico en relación a los documentos contenidos en el Arca, la Dehesa y el tipo de gestión que se hizo de ella, el significado del Arca desde una perspectiva antropológica y por último una selección de documentos, todos ellos transcritos y seleccionados para que el lector sea capaz de valorar la riqueza de éstos. Se incorporan en el texto, para mostrar a través de las fuentes primarias, extractos de los documentos contenidos en el Arca, así como todo un capítulo de documentación para que el lector pueda sumergirse en ellos. En este apartado debo agradecer el trabajo realizado por el Archivo Provincial de Soria, y a la entonces su directora María Pía Senet Díez ya que el libro sobre los documentos del Arca-Archivo ha sido el manual de cabecera de todo este proceso. Contiene esta parte fotografías de satélite para mostrar la extensión, límites y orografía de la zona. 68 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La segunda parte de la investigación propone acercar aquel legado histórico al presente, y entender no sólo las prácticas, sino las tradiciones y el sistema de valores vigente en clave de aquel pasado. Centrándome sobre en los últimos veinte años del siglo XX, incluso a veces recuperando aspectos que contemplaban en la memoria mis informantes, casi todos ancianos del lugar que mucho saben, construí lo que era el pueblo. Y desde esta visión, y aprovechando la larga duración del trabajo de campo, llegué a vivir las últimas manifestaciones de la igualdad que había mantenido el equilibrio en la comunidad durante tanto tiempo, dando paso a un pequeño caciquismo, muy vinculado a la política y a la economía de un mercado global. En esta segunda parte se ha querido recoger a través de la imagen fotográfica lo descrito en el texto para una mejor comprensión de lo explicado. La transformación de la comunidad en los últimos treinta años ha sido rápida. Se mantienen ciertas tradiciones que conectan con el pasado, pero su significado se ha ido diluyendo tanto que apenas queda de ellas la fotografía del diario de la provincia. A partir de ahora empieza una nueva etapa para el pueblo, y su máximo reto es no desaparecer. Por último, la tercera parte pretende mostrar aquellos elementos que se deben tener en cuenta a la hora de mirar el futuro. Posibilidades para que el pueblo se mantenga, para que su comunidad lo siga queriendo y cuidando a través de algo tan fundamental como ha sido un sistema de valores. En esta tercera parte se han elaborado mapas conceptuales para facilitar al lector la comprensión de las relaciones que se establecen entre los conceptos utilizados. El resultado final es una monografía que recoge diferentes elementos significativos desde el punto de vista cultural de esta comunidad, y que aspira a ser la excusa para que otros profundicen más en su riqueza. 69 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 70 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona PRIMERA PARTE EL DIÁLOGO CON EL PASADO: Nuestra Dehesa es nuestro bien 71 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 72 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 1: EL ARCA ARCHIVO DE ALMARZA Y SAN ANDRÉS La historia ha sido hecha por la gente humilde cuyo protagonismo enmudecieron las fuentes escritas y que sólo aflora con evidencia en determinadas ocasiones y aunque, a primera vista, no pueda percibirse con facilidad, es preciso reconocer su protagonismo y su capacidad de transformación de la sociedad y de la economía de su tiempo María Asenjo González175 A pesar de que la investigación ha querido enfatizar los últimos treinta años de nuestra historia, he querido remontarme a varios siglos atrás. El motivo de esta decisión es contemplar la documentación que aparece en el archivo que el pueblo de San Andrés conserva en el Arca, y a través de la cual vamos a ir descubriendo cómo esta comunidad ha ido evolucionando en los aspectos político-administrativos relacionados con la gestión de sus bienes comunales, y con la conceptualización y configuración social. La tradición popular del traslado del Arca viene acompañada por toda una leyenda de acontecimientos que se han ido trasmitiendo de forma oral a través de las generaciones. Narraciones como la que una vez se cayó el Arca al río, los problemas relacionales y la rivalidad entre ambos pueblos de San Andrés y Almarza se han consagrado como leyendas de las que no se ha encontrado ninguna referencia documental, ni ningún signo de ello176. El Arca se testimonia como la lucha de dos pueblos, siempre unidos, frente a diversos personajes e instituciones que pretendían gestionar, hacer uso o hacerse con los privilegios de la Dehesa llamada La Mata (nombre que recibe actualmente una parte de lo que constituye la Dehesa, pero que es cómo se cita en las diferentes cartas de privilegios). Imagen 5. Alto Tabanera visto desde La Peña. Imagen 6. Choza de pastor en la Dehesa. Fuente propia Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 24 176 Conclusiones de la investigación dirigida por Mª Pía Senet, directora en el año 2002 del Archivo Histórico Provincial de Soria 175 73 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El valor del Arca desde la perspectiva etnohistórica es muy alto, pues nos aporta información secuenciada de la gestión de un bien comunal durante seis siglos. Desde el siglo XIV hasta el siglo XX se recogen por escrito datos sobre la organización de ambos pueblos, y de la capacidad de éstos de defender su patrimonio delante de instituciones poderosas como la Comunidad de Villa y Tierra177, o la Mesta178. La defensa del pueblo llano frente a las presiones de los poderosos.179 Existen documentos que nos permiten ver, además del testimonio documental del traslado del Arca, la existencia de una segunda Arca en la que se contenían una serie de alajas de la Dehesa. Algunos habitantes de estos pueblos la recuerdan, lo que me hace cuestionarme si realmente todas las leyendas que se le atribuyen al Arca sean producto de lo ocurrido con esta segunda Arca y no con la que contenía los documentos. Remigio Vitorio Valdecantos, alcalde de Almarza en 1918 cita en un inventario realizado por él del archivo, la costumbre, mantenida actualmente, del traslado del Arca de un pueblo a otro, y refiere que ya en el año 1524 existía. Entonces no era una tradición como lo es actualmente, sino un mecanismo de regulación del poder de gestión de la Dehesa por ambos pueblos. Con exactitud las fuentes documentales nos hablan de éste traslado a partir de 1726. Según la investigación de estos documentos se constata que el traslado del Arca se realizó a partir del siglo XVIII en el mes de enero, entre los días quince y veintiocho, aunque hubo algunas excepciones y el traslado se realizó en febrero o abril. El traslado del Arca de un pueblo a otro permitía sostener una corresponsabilidad y cooperación en lo referente a la gestión de la Dehesa. La importancia implícita en el acontecimiento de cesión de una responsabilidad también se veía impregnada de cesión de un poder, tal que a la vez que se pasaba el Arca en custodia al otro pueblo, se le traspasaba los problemas actuales derivados de ésta gestión y el poder decidir en determinadas cosas, aunque la existencia de un Concejo en cada pueblo que compartía decisiones, permitía mantener el equilibrio socio-económico de las relaciones de las dos aldeas. Así pues, el depósito del Arca en el otro pueblo iba acompañado, normalmente, de un documento, a forma de acta de traspaso y firmada, en su inicio, por los Regidores de la Dehesa o la Justicia de los pueblos, y daban fe los Fieles de hechos. Algunos ejemplos los encontramos en la trascripción de uno de ellos realizado por el Archivo Provincial180. En concreto se trata de un escrito realizado en San Andrés en 1808, y Almarza en 1809: Como en otras partes de la Península, la Comunidad de Villa y Tierra de Soria empezó en los siglos XI-XII después de la derrota de Almanzor y dentro del contexto de repoblación. Era una forma de organización político-económica en que una Villa centralizaba el poder y disponía a su alrededor de una serie de aldeas. 178 El Honrado Concejo de la Mesta de Pastores fue una organización creada por Alfonso X el Sabio en 1273, reuniendo a todos los pastores de Castilla y León, los que dispusieron hasta su abolición en 1836 de importantes prerrogativas y privilegios, y mucho poder en la Villa de Soria. 179 Existen pocos terrenos comunales de este tipo que conserven una documentación en tan buen estado y con una secuenciación tan larga. 180 Senet Díez M.P.: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, Ed. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5, Soria, 2002, p 18 y ss. 177 74 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En el lugar de San Andrés, en casa de Manuel Rebolledo Escribano actual de la Dehesa, estando juntos todos los individuos de justicia de los pueblos y Regidores de la Dehesa del año anterior y los actuales, por ante mi, Casimiro García, Fiel de fechos de este dicho lugar, se entregaron todas las ejecutorias, privilegios, libros y papeles, pertenecientes a nuestra Dehesa común, como también los efectos del segundo inventario, de candados, peso, pesas y medidas y en fe de ser cierto y que los conservamos para la entrega del cumplimiento de nuestro año y obligación. Lo firmamos en dicho San Andrés y febrero a 6 de 1808. Manuel Vitoria. Juan Manuel García. Pedro Larra. Casimiro García. Entrega. En lugar de Almarza y en día veintitrés de enero de mil ochocientos y nueve estando juntos los señores de justicia de ambos pueblos y los Regidores de la Dehesa de este año de la fecha y el pasado, en casa de Manuel Morales, Escribano actual y entregaron los Regidores del año pasado a los actuales el Arca de las tres llaves con todos los libros, privilegios, y demás papeles pertenecientes a la Dehesa como así mismo todas las demás alhajas que constan en este inventario, y para su resguardo damos este recibo que firmamos con el Fiel de ochos de Almarza. Fecha vista supra. Andrés Gil, Lucas García Barranco. Alejandro Sanz. Manuel Herrero. Tras varios intentos y tras el interés manifestado por diversos investigadores, en los que me incluyo, el archivo del Arca se abrió en el año 2002. El Ayuntamiento de Almarza delegó en el Archivo Histórico Provincial de Soria la ardua tarea de identificación, descripción y reproducción fotográfica de los documentos allí contenidos. Sospechábamos de antemano que lo que había contenido en aquel Arca era de un valor histórico importantísimo, ya que varios inventarios anteriores así nos lo hacían entrever, pero ninguno de los interesados llegamos nunca a imaginar la relevancia y extensión de los documentos. 1.1.-El Arca como elemento material de la historia El contenedor de este singular fondo documental es un Arca de madera de factura típicamente española; según los estudios del Archivo Histórico este Arca puede datar de finales del siglo XVII181-principios del siglo XVIII, ya que está documentada en 1726 en las cuentas al citarse que se abonaron nueve cuartos para pagar el vino con el que se invitaba a los mozos que llevaban el Arca. En 1748 cuando el catorce de agosto el Corregidor de Soria notificó un auto para que los Alcaldes de Almarza y San Andrés restituyesen al Arca-archivo el dinero extraído de ella para ciertos gastos. 181 Dado que los documentos que se contienen son bastante anteriores es de suponer que existiría una Arca previa. 75 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Desde 1783 el Arca aparece citada en los inventarios de los documentos182. Mide 122 centímetros de largo, 42 centímetros de ancho y 46 centímetros de alto. El sistema de cierre es el de una tapa de madera abatible sujeto al cuerpo del Arca con dos bisagras de hierro exteriores y colocadas en la parte posterior. El ensamblaje de los tableros que configuran el Arca es mediante espigos entrelazados y remachados con ocho ángulos de hierro de nueve centímetros de largo. El Arca cuenta con cuatro asas, dos parejas de iguales. Pero si hay algo especial en el Arca es, sin duda alguna, su cerradura. Mª Pía Senent la describía: Se trata de una cerradura de hierro empotrada en la madera pero que no traspasa al interior. Está recibida contra el tablero mediante grapas-clavo de hierro. Es de frontal rectangular, 17.5 centímetros de ancho por 12.3 centímetros de altura con lengüeta que cuelga 18 centímetros desde la tapa del Arca. El sistema de cerrado se realiza mediante dos llaves simétricas en espejo que giran en sentido inverso una de otra y enganchan la lengüeta en dos puntos diferentes. Es imprescindible la presencia de ambas llaves para abrir o cerrar el Arca, y ambas deben ser accionadas a la vez para que funcione la cerradura. Las llaves son también de hierro siendo únicamente original la de San Andrés. (…) El ojo izquierdo de la cerradura corresponde a la de San Andrés y el derecho a la llave de Almarza183 Esta plasma de una manera física lo que constituye la relación de ambos pueblos: se cierra con dos llaves simétricas en espejo que giran en sentido inverso una de otra y enganchan la lengüeta de cierre en dos puntos diferentes. Tan sólo se puede abrir y cerrar el Arca si se utilizan ambas llaves, y deben ser accionadas a la vez. Llama la atención que la realización de esta cerradura pueda ilustrar lo que son ambos pueblos, uno para el otro, y la necesidad de la presencia de ambos para que la gestión de la Dehesa comunal funcione. El modelo de la comunidad que ha configurado estos pueblos se encuentra expresado como una metáfora en el cierre del Arca. Dada su complejidad, se cree que se mandó hacer de encargo y que se cuidó mucho el diseño del cierre, reflejando en él qué tipo de relación se mantenía. Una llave para cada Ayuntamiento, para cada alcalde que se convertía y convierte en guardián de un legado histórico y cultural. Dos cerraduras que aseguran que el Arca permanecerá segura allí dónde esté, y que obligan a una corresponsabilidad y dependencia entre ambas villas. Explicar cómo es el Arca es explicar una metáfora de la relación existente entre San Andrés y Almarza. El diseño y su construcción ponen de manifiesto que lo que se quería guardar en ella era el reflejo de las relaciones entre ambos pueblos. La costumbre del traslado del Arca ha sido citada en los diferentes inventarios. Don Remigio Vitorio Valdecantos refería que este hábito ya se realizaba antes de 1524, y que en ese año se abonó a los mozos que la llevaron ocho cuartos tal y como cita el libro de cuentas184, aunque en el inventario realizado por el Archivo Histórico Provincial no se ha encontrado ninguna referencia anterior a 1726, año en que San Andrés se hizo cargo del Arca el quince de enero. Desde principios del siglo XVIII en los documentos del Arca se hace referencia a su 182 Senet Díez M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº 5, 2001, p. 19 183 Ibid, p 22 184 Ibid, p 20 76 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona traslado entre los días quince y veintiocho de enero, aunque hubo años en que este traslado tardó un poco más realizándose en febrero, o hasta en abril. Las primeras actas que hacen referencia a este traslado datan a partir de 1783, y en ellas se recoge la costumbre del traslado y custodia de ésta los años pares en San Andrés y los impares en Almarza. 185 Existen otras tradiciones orales alrededor del Arca y de los conflictos que hubo entre ambos pueblos en los diferentes traslados. Tradiciones como que una vez los mozos tiraron el Arca al río Tera, algo que quedó desmentido al realizar el estudio de sus documentos, ya que no existían señales de agua en ningún de ellos , y porque en ningún documento del Arca se pone de manifiesto ningún conflicto entre ambos pueblos; mas bien todo lo contrario, pues lo que se deduce de la lectura de sus documentos es que ambos pueblos se mantuvieron unidos no sólo en la gestión de la Dehesa, sino ante diferentes litigios que mantuvieron con otros pueblos o con la ciudad de Soria: Dentro del Arca se conservan documentos desde el siglo XIV y no se ha localizado ni una sola referencia a conflictos entre Almarza y San Andrés. Estos pueblos tiene tras de sí una larga historia de conflictos en los tribunales de justicia, pero siempre aparecen juntos, los dos a una, contra instituciones y personas que ponían en duda sus derechos sobre la Dehesa.186 Documentos de 1726, contenidos en ella, la citan al hacer referencia a las cuentas: se abonaron nueve cuartos para pagar el vino con el que se invitaba a los mozos que llevaban el Arca187. Por diversos motivos: contenciosos legales, pago de gastos y recaudaciones, el Arca vuelve a ser citada en los años sucesivos. A partir del año 1783 el Arca aparece citada en los inventarios que se realizan188: Primeramente se pone por inventario un Arca de roble con sus dos llaves y dentro un cajón con otra llave que sirve para tener los papeles de dicha Dehesa Primeramente se pone por inventario un Arca de roble con sus dos llaves y dentro de un cajón con otra llave que una y otra sirven para custodiar los papeles más antiguos de la Dehesa. Imagen 7. Detalle del cierre del Arca189 185 186 Ibid, p.21 Ibid, p. 21 187 Ibid, p. 19 188 Ibid, p. 20 189 http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Noticias/N_2008/Arca_2008.htm 77 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 1.2.-La documentación y el Archivo del Arca Uno al lado del otro dicen los documentos, uno enfrente del otro dicen los vecinos, Almarza y San Andrés han creado un imaginario común que ha ido creciendo con los siglos a través de una continua oscilación entre la oposición y la unión de sus habitantes a lo largo de sus vidas. Se recuerda como nota pintoresca, que en aquellos tiempos, en que estos pueblos no vivían en cordialidad, su amor propio llegaba al extremo de no entregar la arqueta amigable, y, un pueblo frente al otro, se tiraban el Arca por el aire, de un límite a otro de su jurisdicción municipal190. Imagen 8. Puente sobre el río Tera en Almarza. Fuente propia. Imagen 9.Paso por encima del puente. Fuente propia. Gervasio Manrique191 habla así de San Andrés y Almarza, como dos pueblos limítrofes que han compartido sus recursos naturales, agrícolas y ganaderos y han sabido mantener, defender y potenciar un eje fundamental de su economía, la Dehesa de La Mata. Explicación de un informante. Gervasio Manrique: nacido en Osona (Soria) el 31 de mayo de 1891. A lo largo de su fecunda vida practicó el magisterio, el periodismo, la etnología y la literatura siendo frecuentes en su obra las referencias sorianas. 191 190 78 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 10. Dehesa desde el llano de la peña hasta el casco urbano de San Andrés. Fuente propia. Sabíamos, por boca de los que habían sido alcaldes de los pueblos, y de los curas, que en el Arca se mantenían conservados documentos referentes a la Dehesa y a diferentes pleitos mantenidos por estos dos pueblos contra otros pueblos de la zona por diferentes motivos. Existía por otro lado la tradición oral o leyenda popular de que existió en algún momento un intercambio importante entre los dos pueblos que los unió para siempre. Pastos, de San Andrés, por agua del río Tera de Almarza. Imagen 11. Río Tera a su paso por Almarza. Fuente propia. Un acontecimiento significativo que se ha recordado año tras año, generación tras generación el día de Reyes al intercambiar, los alcaldes de los dos pueblos, el objeto que recoge todo el simbolismo de una herencia, de una forma de vivir y de un hecho significativo; y porque además es el lugar que recoge en depósito documentos que regulaban la gestión de los bienes comunales como la Dehesa, el Prado de los Toros, Ordenanzas de diferentes Reyes de la Corona de Castilla, litigios acontecidos a lo largo de los años... 79 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Al inicio de la investigación, y coincidiendo con una convocatoria de la Junta de Castilla y León para subvencionar a entidades locales la mejora de determinados bienes patrimoniales como archivos, bibliotecas o museos, se promovió desde el Ayuntamiento de Almarza la petición de subvenciones para ello, resultando denegadas pero que sí propició la revisión de los documentos para, entre otras cosas, determinar cuál sería el mejor estado de conservación de éstos. Así pues, en manos de la Directora del Archivo Provincial de Soria, Mª Pía Senent, se procedió el veintinueve de enero de 2002 a la apertura del Arca bajo una ceremonia en la que estuvieron presentes la alcaldesa y varios concejales y se realizó una primera y superficial revisión de los documentos. El veintisiete de febrero de ese mismo año el Pleno del Ayuntamiento autorizó el estudio de los documentos del Arca, que desde el treinta de mayo de 2002 hasta el treinta y uno de julio, se llevó a cabo en el Archivo Histórico Provincial. Se realizó un inventario general y se microfilmaron todos los documentos. El Arca y su contenido fueron devueltos a los pueblos, que ya habían habilitado unas cámaras especiales para la conservación del Arca y de los documentos en unas condiciones de temperatura y humedad determinadas y custodiadas por medidas de seguridad. La revisión de los documentos a la hora de hacer la presente investigación se realizó sobre los microfilms guardados en el Archivo. Imagen 12. El Arca192 ¿Qué contiene el Arca? Pues, qué se yo. Papeles viejos de la Dehesa. No dejan abrirla, solo lo hacen los del ayuntamiento No debe haber nada de valor en ella. El mejor secreto guardado de San Andrés, como un mito de pasado que se evoca cuando se habla de tradición y de cosas viejas que no tienen valor. No se conocía realmente el valor de su contenido hasta que se catalogaron los documentos. Tan sólo existía una aproximación por lo que las diferentes tradiciones orales habían transmitido, y por algún antiguo inventario escrito en máquina de escribir de las antiguas en pequeñas cuartillas de papel amarillento 192 http://actualidadsoriaysuspueblos.blogspot.com.es/2011/01/pese-la-lluvia-se-hizo-el-traslado 80 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona que guardaba algún vecino en su casa. Tenía más valor el Arca como objeto que representaba una tradición, que por el verdadero valor documental que se descubrió posteriormente. Actualmente ya sabemos que el Arca es el contenedor de un extenso fondo documental, que a pesar de haber sido revisado a lo largo de su historia y inventariado por varios intelectuales, llega de forma inédita a nuestros días, ya que una vez se realizó el detallado inventario en el Archivo Histórico Provincial, se evidenció que la riqueza y la magnitud de los documentos en ella contenida eran mucho más significativo de lo que se creía. Imagen 13. Apertura del Arca y los documentos ya protegidos por el Archivo Provincial de Soria 193 Mª Pía Senent los tipificó en cuatro grupos194: • Documentos relativos a la gestión de la Dehesa de la Mata: privilegios reales, ejecutorias y sentencias judiciales y documentos de gestión y administración económica. • Documentos relativos a la ermita de Santos Nuevos: varios pleitos por el control del culto de la Virgen de las Angustias de San Andrés y Almarza contra Gallinero, Arguijo y La Póveda. • Documentos del Ayuntamiento de San Andrés: Tres libros relativos a la contabilidad municipal procedentes del Ayuntamiento, datados entre 1808 y 1840. • Libros y otros materiales. Como el cuarto ejemplar conocido en España de una Biografía de San Gregorio. https://www.google.es/search?hl=en&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1366&bih=618&q=Arca%2Bsa n+andres+de+soria&oq=Arca%2Bsan+andres+de+soria&gs_l=img.12...5782.12832.0.14584.24.6.0.18.0.0.170.92 4.0j6.6.0...0.0...1ac.1.5.img.fkZFhfcSynY#imgrc=ZH3AVSPwACaG_M%3A%3B7iaWIxtYxXqnJM%3Bhttp%253A%25 2F%252Fwww.desdesoria.es%252Fwp-content%252Fuploads%252F2013%252F01%252Figp3283405x271.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.desdesoria.es%252F%253Fp%253D19646%3B405%3B271 194 Senet Díez, M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5, Soria, 2002 ,p 22 193 81 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 14. Apertura del Arca y los documentos ya protegidos por el Archivo Provincial de Soria 195 1.3.- La Dehesa y la documentación que hacen referencia a su gestión como bien comunal. La información que nos ha llegado sobre la gestión de la Dehesa a través de los documentos del Arca es de un gran valor histórico, y nos acerca a algunas claves antropológicas sobre cómo se gestionó un recurso comunal que daba de comer a dos comunidades entrelazadas. Entender la riqueza económica, ecológica y social de este patrimonio nos permite entender la estructura social de los pueblos y la relación que se establece entre sus componentes. 1.3.1.- Historia de la zona y de los pueblos a través de los documentos sobre los bienes comunales y los privilegios reales. Esta es una zona que parece estéril en cuanto a restos arqueológicos, no porque no los haya, sino por la falta de investigación. El asentamiento más próximo a San Andrés del que tenemos constancia es un castro, localizado en el cercano pueblo de Gallinero, perteneciente a la época de los Castros sorianos, que pertenece a la primera Edad de Hierro de la Península Ibérica 196 datada entre el siglo VI-IV a.C. Tras el periodo celtibérico los castros más estratégicos para el control de valles fluviales, como es el del Tera, fueron romanizados. Quizás el primer referente próximo geográficamente a San Andrés, y cuya importancia adquiere una dedicación significativa es Numancia. https://www.google.es/search?hl=en&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1366&bih=618&q=Arca%2Bsa n+andres+de+soria&oq=Arca%2Bsan+andres+de+soria&gs_l=img.12...5782.12832.0.14584.24.6.0.18.0.0.170.92 4.0j6.6.0...0.0...1ac.1.5.img.fkZFhfcSynY#imgrc=ZH3AVSPwACaG_M%3A%3B7iaWIxtYxXqnJM%3Bhttp%253A%25 2F%252Fwww.desdesoria.es%252Fwp-content%252Fuploads%252F2013%252F01%252Figp3283405x271.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.desdesoria.es%252F%253Fp%253D19646%3B405%3B271 196 Bachiller Gil, A: Los Castros sorianos: algunas consideraciones generales, Revista Celtiberia nº 72, 1986, p.349. 195 82 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Poetas y escritores admirados por la belleza paisajística y cultural de la zona que rodea este pueblo, escribieron páginas y páginas sobre ella. La evocación constante de la identidad numantina es presente en estudios etnográficos e históricos: ¡Gentes del alto llano numantino que a Dios rogáis como cristianas viejas que el sol de España os llene de alegría, de luz y de riqueza ! A. Machado. Estos versos dedicados a los habitantes de la invicta Numancia nos obligan a referirnos al pasado histórico en que empezaban a surgir los pueblos en esta zona. Así pues nuestro punto de referencia histórico partirá de Numancia, porque a partir de este momento tendremos los primeros testimonios escritos. Imagen 15. Ruinas de Numancia. Fuente propia.197 Imagen 16.Tocando el cuerno numantino. Fuente propia Las fotos que se presentan se realizaron en las Jornadas de puertas Abiertas que realiza el yacimiento de Numancia y que con la colaboración de la asociación Cultural de Garray y de los vecinos se muestra la forma de vida de aquella época. 197 83 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 17. Excavación de Numancia en la actualidad Fuente propia. Imagen 18. Aljibe de Numancia Fuente propia. Podemos remitirnos hasta la presencia romana198 para encontrar referencias escritas199 sobre la gestión de tierras comunales en las tierras de la actual provincia de Soria y en la zona dónde se centra esta investigación, aunque es conocido por los arqueólogos200 que trabajan en diferentes excavaciones que este tipo de gestión ya existía anteriormente en los poblados celtibéricos. Posteriormente los compascua201 aparecen en la etapa romana como Dehesas y montes destinados a una explotación común por los habitantes de los diferentes poblados. Aunque se considera que es a partir de la romanización de la Celtiberia cuandoaparece una estructura social unitaria y económica con signos de cierta estabilidad, fundamentada en la agricultura, podemos sugerir que en época Celtibérica ya teníamos tejida una estructura social dentro de cada tribu. 199 Apiano, Libro VI- Iberia. 200 Podemos conocer algunos datos de cómo era la zona y las costumbres de sus gentes, ya que San Andrés se encuentra a apenas 16 kilómetros de Numancia, ciudad Celtibérica protagonista de las Guerras Numantinas y de cuya crónica tenemos fuentes escritas como las de Apiano. 201 La compascua eran bosques y terrenos dedicados al pastoreo de forma indivisa y aprovechamiento comunal, con carácter gratuito y para un número de cabezas de ganado que no excediese de sesenta. Esta forma de utilización comunal ofrecía la variante, en ciertos casos, de aprovechamiento abonando un canon (scriptura) que iba a engrosar el Erario Público. 198 84 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 19. Molino rotatorio de piedra. Fuente propia Imagen 20. Molino rotatorio de piedra Fuente propia Imagen 21. Imagen de los aljibes. Fuente propia Imagen 22. Molino rotatorio en funcionamiento. Fuente propia Imagen 23. Imagen 24. Peinado de la lana, una vez esquilada, para limpiarla y facilitar su hilado. Fuente propia. 85 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La incorporación de estas comunidades celtibéricas a la cultura romana se llevó a cabo a través de la conquista y posterior romanización en este territorio. Existen dos modelos de gestión de los núcleos urbanos pre-existentes: la contributio y la dípolis. La primera, que es la que tiene interés para esta investigación, es una unificación de los enclaves pequeños de población mediante la vinculación jurídica y administrativa a otro núcleo principal, de la que dependen202. La escala de valores que predominaban en aquélla época203 tiene un reflejo en escritos como el De officiis, en el que Cicerón (106-43 aC) responde a los intereses de guerreros y terratenientes, pues el sistema económico de la época se basaba en villas, rodeadas de un microcosmos sencillo, esencialmente agrario, analfabeto y probablemente poco latinizado. Los campesinos libres tenían poco donde elegir, por lo que una de las soluciones para su subsistencia era la de compartir comunalmente un determinado bien, que por su propia naturaleza es indivisible. La zona de meseta probablemente cultivaba trigo204, aunque la zona en la que se encuentra San Andrés, se consideraba más apta para la ganadería debido a la altitud y el clima. La preocupación de los romanos por la ganadería fue prácticamente inexistente, se mantenían los bueyes para el trabajo del campo, mulas para transporte y caballos para hacer la guerra. Las ovejas negras que producían una lana, de calidad inferior a las churras actuales y de las que se tejía el sagum205, y alguna cabra, completaban la ganadería habitual de los poblados. Imagen 25. Molino de mano o de vaivén Fuente propia Imagen 26. Patio de una casa celtibérica. Fuente propia Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Ed. de la Excam Diputación Provincial de Soria, Colección temas sorianos nº 38, Soria, 1999, pp. 37 y ss. 203 Ruiz, E: Historia Económica de Soria. Desde la antigüedad hasta el presente,2001, p.20. 204 Apiano escribe que el General Escipión, antes de iniciar el cerco a Numancia, lo primero que hizo en el año 134 a.C. fue arrasar los campos de trigo de los vacceos, amigos de los numantinos. 205 Es una especie de manto cuadrado que no pasaba de las rodillas y se pone encima de los demás vestidos ajustándose por medio de un broche. Era una prenda fundamental para soportar los entonces violentísimos inviernos mesetarios, rápidamente copiada por los legionarios, no acostumbrados a ellos. Incluso Publio Cornelio Escipión Emiliano solicitó como rescate el pago en miles de sagum, durante las Guerras Celtíberas. 202 86 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La crisis del siglo III lleva a Diocleciano (284-305 d.C) y a Constantino (306-337 d.C) a reactivar la economía de la zona por lo que entre otras cosas, se elevan los precios y se establecen más impuestos. La vida en las urbes, como Uxama, Clunia o Caesaraugusta, resulta insostenible por lo que el medio rural experimenta un gran desarrollo. Imagen 27. Hilado de la lana de forma manual por la mujeres numantinas. Fuente propia Hacia los siglos VI y VII la existencia de terrenos baldíos – tierras de dominio público y aprovechamiento común destinadas sobre todo a pastos –obliga a que se recoja en el Liber Judiciorum206 algunas notas como la prohibición de entrada de ganado a los huertos, mieses –campos sembrados-, y viñas; o la aplicación de duros castigos a aquellos que arrojen a los campos abiertos y vacantes los animales de los caminantes207 Este documento también recoge fórmulas jurídicas de tenencia de los comunales como los bienes comunes a los hospites – hispanoromanos – y consortes – godos-, y que serían aquellas porciones de tierra indivisa para explotación común de un godo y un romano.208 Poco conocimiento tenemos sobre la vida visigoda en la zona de Soria en los siglos V-VII d.C, y próxima a San Andrés. Tan solo algún vestigio arqueológico en algún pueblo cercano. Lo que parece ser es que la vida de aquellos pobladores se llevó a cabo sobre unas pautas socioeconómicas marcadas por las necesidades de supervivencia heredadas de los periodos anteriores209. A la llegada de los musulmanes en el 715 a la zona de Soria, el Obispado de Osma, y los habitantes de esta zona se retiraron hacia los montes de Asturias dejando la zona expuesta a la destrucción de las batallas. Los musulmanes, en su proceso de expansión y conquista, no podían utilizar la ruta de la Plata que pasa por Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora y Astorga Recesvinto, aproximadamente en 654 d.C. Ruíz, E: Historia Económica de Soria. Desde la antigüedad hasta el presente, 2001, p.34 208 Ibid, p.35 209 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Ed. de la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección temas sorianos nº 38, Soria, 1999, pp. 40 y ss. 207 206 87 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona porque no había lugares en los que avituallarse, expoliar o robar por lo que prefieren la zona de Nájera (La Rioja), para desplazarse hasta Asturias, lo que les hacía pasar apenas a cien kilómetros de San Andrés210. Imagen 28. Mapa de la llegada del Islam a la Península Ibérica211 En el segundo cuarto del siglo VIII, durante muchos años existieron pequeños núcleos rurales que crecían y desaparecían en función de los movimientos de la reconquista. Nunca fue una tierra de nadie, vacía y sin presencia humana, mas sí es verdad que posteriormente, a medida que la Marca Hispana avanzaba hacia abajo, aparece una actividad colonizadora. Los territorios asolados por la guerra, entraran de nuevo a formar parte de la estructura social y económica. Soria es conquistada a los musulmanes en el año 715. Unos años más tarde, alrededor del 750 y aprovechando una revuelta bereber, Alfonso I acude a la franja noroccidental de Soria, como hace con el resto de la cuenca del Duero, con la intención de llevar población cristiana al recién fundado reino de Asturias y crear el denominado desierto estratégico en la meseta que aislase el incipiente Reino Asturiano del emirato cordobés. Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003, p. 34 211 http://sociales2eso-felix.blogspot.com.es/2009/11/1-la-llegada-del-islam-la-peninsula.html 210 88 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El Reino de Asturias aprovechó las crisis internas árabes para reconquistar los territorios, y en el año 811 la frontera se situaba en el río Tajo, existiendo al norte el desierto del Duero, en el que Alfonso I había establecido anteriormente una tierra de nadie212. En este momento histórico es cuando empieza la repoblación de esta zona como evidencian la existencia de los topónimos de Almarza, nombre de origen árabe que significando prado según Asín Palacios213 en su acepción de Al-marja o tierra a de labor según Jaime Oliver214 en su acepción de Al-Mázr`a. En ambos casos se hace referencia a unos magníficos recursos naturales que comparten ambos pueblos, conjuntamente con los pueblos de Cardos (también conocido como San Miguel, recuerdo de su ocupación cristiana), y Pipahón. Imagen 29. Pastos de la Dehesa. Fuente propia Imagen 30. Parcela cerca del casco urbano. Fuente propia De esta época quedaron vestigios en nuestro vocabulario como las palabras dula y adra, de donde se derivan dulero y adrero215, términos alusivos al cuidado del ganado y disfrute de los prados y Dehesas comunales por turno. Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003 213 Palacios, A: Contribución a la toponimia árabe de España. Publicaciones de las Escuelas de Estudios Árabes de Madrid y Granada. Serie B, n° 4. Madrid, E. Maestre, 1940, p.155 pp. 214 Oliver, J: Iniciación del estudio de la historia de la lengua española, Ed. El Heraldo de Aragón, Zaragoza, 1939. 215 Ruíz, E: Historia Económica de Soria. Desde la antigüedad hasta el presente, Centro de Estudios Sorianos (C.S.I.C), Soria, 2001, p.44 212 89 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 31. Mapa de la situación del desierto estratégico del Duero, que dará origen a la Extremadura Soriana y que se cita en su escudo hoy en día: “Soria pura, cabeza de Extremadura”217. 216 Llegados al siglo IX, Castilla era un Condado perteneciente al Reino de León El condado de Castilla experimentó una gran expansión durante el gobierno del primer Conde Rodrigo, bajo los reinados de Ordoño II (850-866) y Alfonso III (866-910) que consolida el proceso de repoblación a lo largo del Duero. La repoblación llevada a cabo en esta zona defensiva tiene una doble intencionalidad: la primera es la que recoge razones de seguridad, y la segunda es la que recoge razones económicas218. Este proceso de repoblación durará hasta el siglo XIII. Alfonso III se apoyó en el principio jurídico de que todo territorio abandonado era propiedad del Rey, y éste lo otorgaba a través de privilegios a particulares laicos o a eclesiásticos. Esto debió ser lo que permitió a los pueblos de San Andrés y Almarza gozar de los privilegios sobre la Dehesa, pues en muchas ocasiones el Rey entregaba a los campesinos libres tierras yermas219 para que fuesen cultivadas a la vez que les daba la correspondiente carta de http://clio.rediris.es/images/med_mapa_800x600.jpg Extremadura tiene su origen etimológico en al otro lado del Duero, y era como se designaba a la tierra reconquistada, siendo ésta la tierra que está al extremo, ya que Soria era la frontera de Castilla respecto a la conquista árabe. 218 Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003, p. 35 y ss. 219 Porción de terreno no ocupada por vegetación ni cuerpos de agua o infraestructura; por ejemplo, rocas expuestas, suelos desnudos, derrumbes y deslizamientos recientes, y tajos. Improductivas para el cultivo. 217 216 90 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona población220. A partir de la sublevación del conde alavés Eglyón (867-868), Álava se incorpora al condado de Castilla, aunque por breve tiempo. En el año 873 muere el Conde Rodrigo y le sucede su hijo Diego221. Las nuevas características de la organización social permiten que las explotaciones latifundistas romanas sean sustituidas por cultivadores directos222. Imagen 32. Descripción de la Península Ibérica en el año 910223 La propiedad de la tierra se condicionó a un rendimiento agrícola y a su ocupación permanente, lo que generó una clase social de propietarios de pueblo llano que tenían casa, huertos, campos sembrados propios y participación en la explotación de bienes comunes. También denominadas como Cartas Pueblas, eran documento con los que los Reyes cristianos, Nobles, Señores y eclesiásticos de la Península Ibérica otorgaban una serie de privilegios a grupos poblacionales, con el fin de obtener la repoblación de ciertas zonas de interés económico o estratégico durante la Reconquista. Constituyó la primera manifestación de derecho local aparecida durante aquel proceso. 221 En la crónica Albeldense se nos dice que en tiempos de Alfonso III era conde de Castilla Diego, hijo de Rodrigo, siendo el primer caso en el que el título de conde es hereditario en el reino de Asturias y así parece confirmarlo cuando en una carta del Cartulario de San Millán de la Cogolla firma como Diego, conde de Castilla por la gracia de Dios. 222 Ruíz, E: Historia Económica de Soria. Desde la antigüedad hasta el presente, Ed. Centro de Estudios Sorianos (C.S.I.C), Soria, 2001, p.49 223 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Espa%C3%B1a910.jpg 220 91 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Paralelamente a la vida rural en la vida política la familia Lara logra unificar los condados de Burgos, Castilla, Lantarón y Cerezo, así como el condado de Álava (año 932). Fernando González, más conocido en los cantares de gesta y crónicas posteriores como Fernán González, fue conde de Castilla entre 931 y 944. Combatió al lado de Ramiro II contra Abderramán III en la Reconquista de la tierras de Osma, San Esteban de Gormaz, así como en la Batalla de Simancas con Ansur Fernández, primer Conde de Monzón, y conde de Castilla (años 944-945) después de Fernán González, que se recuerda como un personaje que encarnó todos los valores que se le atribuyen al buen castellano: trabajador, con honor, combativo a favor de la fe católica e independiente. Los núcleos urbanos en la Baja Edad Media en este tiempo eran planificados básicamente para la defensa, dispuestos en zonas de montaña donde existía un centro urbano constituido alrededor de una iglesia y un mercado, como era el caso de la villa de Soria. A partir de aquí los moradores de un mismo lugar establecen relaciones de vecindad y comienzan a organizarse para regular el aprovechamiento de la tierra y la vida diaria de la comunidad. El proceso de Reconquista resulta fundamental para entender qué tipos de comunidades, desde una visión antropológica, se han tipificado en la Península. Los dos tipos de comunidades, aparentemente opuestas desde el punto de vista económico-político son las comunidades igualitarias y las estratificadas, tienen su origen en la Edad Media, durante las diferentes fases de la Reconquista y la expansión de los reinos cristianos hacia el sur de la Península. A medida que se iba desplazando la Marca Hispánica hacia el sur se asignaban las tierras reconquistadas y despobladas a colectivos de pobladores según ponen de manifiesto numerosos Fueros, Cartas Pueblas y documentos que confirman privilegios sobre territorios, como encontraremos en San Andrés224. La voluntad repobladora de los monarcas en estas zonas baldías determinó que los grupos humanos asentados en los territorios que se iban repoblando aprovecharan para subsistir los montes, tierras y bosques del entorno del lugar que habitaban225. El común de vecinos aprovechaba los recursos naturales, administrándolos y repartiéndolos entre los vecinos. Con el paso del tiempo, algunos vecinos adquieren la condición de propietarios sobre determinadas parcelas mediante la institución de la pressura.226 Algunos de estos documentos enumeran los diferentes privilegios que tienen una comunidad, pueblo o villa sobre una serie de recursos como dehesas, pastos, leña, explotación del suelo, entre otros. Este tipo de gestión en la que participan los miembros de la comunidad es lo que denominamos explotación comunal, y que a medida que pasó el tiempo, como podemos ver en la secuencia de documentos conservados en el Arca, fue regulándose a través de Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincias, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003 225 Este se puede considerar el origen de los bienes comunales durante la Reconquista según explica Joaquín Costa. Costa, J: Colectivismo agrario en España: Doctrinas y hechos, Biblioteca Costa, Madrid, 1915, p. 173-223, y Nieto, A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, 226 El proceso de Reconquista da al rey grandes territorios no cultivados y estériles sobre los que recayeron las instituciones de la pressura (ocupación por la simple posesión) y del escalio (la ocupación cualificada por cultivo). Domínguez Guilarte, L: Notas sobre la adquisición de tierras y de frutos en nuestro Derecho Medieval, A.H.D.E, 10, Madrid, 1933, p. 287-324; De la Concha, I: La pressura. La ocupación de tierras en los primeros siglos de la Reconquista, Madrid, 1946. 224 92 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona distintos mecanismos impuestos por la corona o por el Concejo de vecinos. Estos núcleos rústicos y campesinos que disponían de tierras y parcelas en propiedad y transmisibles a sus descendientes, crearon instituciones que regulaban la tenencia de la tierra y la organización económico-política de éstas que fueron sufriendo lentas trasformaciones. En concreto, la zona de San Andrés pertenecía en el siglo X a una franja despoblada y sin cultivo que separaba el territorio cristiano y el musulmán, que fue habitada por gentes provenientes de la zona de la actual comunidad de La Rioja, y del Reino de Navarra. En ausencia de una aristocracia fuerte la repoblación de las tierras se hizo con colonos y campesinos227 que adquirieron derechos de ocupación sobre la tierra, y que en la mayoría de los casos, además de los privilegios otorgados por la Corona respecto a los aprovechamientos comunales que gestionaba el Concejo municipal , existió una apropiación individual de pequeñas parcelas para la supervivencia de la familia, y de arrendatarios, distinguiendo aquellas tierras como propias porque eran para el beneficio y subsistencia del propio campesino228. La regulación al acceso de los comunales y la defensa de su uso privativo fueron los primeros problemas que se les planteó a los habitantes de estas aldeas. La fórmula para resolver el problema era la reunión de todos los vecinos, normalmente los hombres cabezas de familia, ya que a todos les afectaba por igual. En estas primeras reuniones nace el Concejo Abierto229. Otro motivo aglutinante era la dependencia de las aldeas de una autoridad exterior, el Rey y el Concejo abierto permitía una defensa común. En los casos en los que las tierras se concedían a condes, clérigos u hombres poderosos, los campesinos eran distinguidos como libres y de serviles ya que en este caso trabajaban en beneficio de la personalidad sociopolítica fuerte que realizaba la ocupación. Hacia el siglo XI estas ocupaciones se organizan en Comunidades de Villa y Concejos; y a partir de los siglos XII y XIII se intenta, no sólo tomar posesión del suelo, sino someter a los pobladores de éste. A diferencia de estas comunidades ubicadas en la zona norte y centro de la Península, caracterizadas por su reducido número de habitantes, por la posesión de comunales y por la tenencia en propiedad de pequeñas parcelas de tierra para consumo doméstico que prácticamente no generaba excedente, encontramos en la zona sur de la Península otro tipo de organización sociopolítica230. La reconquista de estas tierras se realizó fundamentalmente entre los siglos XIII y XV por medio de Órdenes Militares o de nobles que participaban de forma individual en las campañas, tal que los territorios reconquistados pasaban a ser propiedad de ellos. Esto propició que la tenencia de la tierra, que en este caso eran territorios, quedara en manos de unos pocos y se originara así una explotación latifundista del suelo. Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos.El concepto de pueblo y la identidad. en Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y León, Ed. Anthropos Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988, p. 29 228 Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder en: AAVV, Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid, 1991, p. 500 229 Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003, p. 24 y ss. 230 Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder en: AAVV: Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid, 1991,p. 500 227 93 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Así la gente del pueblo llano vio la oportunidad de mejorar. Hubo grupos que huían de la presión de los francos, otros luchaban en las campañas contra los musulmanes, y viendo la oportunidad de establecerse en terrenos más o menos pacíficos, aprovechaban la oportunidad de asentarse en esta tierra de Soria. La aparición de comunidades rurales autónomas se produce en Castilla a partir de Fernan González (conde del 931-944). Aquellas primeras comunidades estaban formadas por hombres libres. Algunos autores cuestionan que la igualdad fuese su característica231, sobre todo cuando se establecían nuevos habitantes en los lugares y en algunos casos se realizaban contratos agrarios de diversa naturaleza232. Para gestionar estos posibles conflictos, la repoblación se llevó a cabo en algunas aldeas de la zona de Soria por collaciones y parentesco233. El todavía Condado de Castilla fue heredado por García Fernández, conocido como el de las Manos Blancas. Vivió entre los años 938 y 995, y su mandato se extendió entre el 970 y el 995. A su muerte hereda su hijo, Sancho García, el de los Buenos Fueros, por los privilegios que dio a diversas poblaciones de Castilla entre 995 y 1017. En el año 1000 Almanzor ataca Castilla; Sancho García sale a su encuentro y es derrotado en la Batalla de Cervera, no sin antes causar un gran número de bajas en las filas de Almanzor. Participó junto con Sancho Garcés III de Pamplona y Alfonso V de León en la famosa batalla de Calatañazor donde Almanzor sufrió su primera derrota importante234. En ningún caso se cita en los documentos de la época a la ciudad de Soria, pero los historiadores suponen que sería una de las plazas que posteriormente se entregó al Conde de Castilla. Cabe la posibilidad, de que Soria no se citase, ya que Garray (al pie de la antigua Numancia) era el lugar de referencia. Por otro lado, la delimitación fronteriza realizada en 1016 por el Conde D. Sancho de Castilla y el Rey Sancho de Navarra era el río Duero, lo que dejaba a Soria por un lado, y a Garray (y San Andrés y Almarza si existiesen en la época), por el otro. Esto explicaría que aunque en la fundación de la ciudad de Soria participase el reino de Aragón, todos los privilegios otorgados a los cuatro pueblos235 lo hiciesen los Reyes de Castilla236. García Sánchez (1009 - 1028) último conde de Castilla entre 1017 y 1028, perteneciente a la estirpe de Fernán González siendo este su bisabuelo, sucedió a su padre Sancho García cuando era tan sólo un niño. La regencia durante la minoría del Conde la ejercieron diversos caballeros castellanos y Doña Urraca, su tía, hermana de su padre y abadesa de Covarrubias. Orduña Rebollo,E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003 232 Valdeón, J: El feudalismo ibérico. Interpretaciones y métodos. Madrid, 1981 233 Asenjo González, M.: Espacio y sociedad en la Soria medieval Siglos XIII-XV. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas Sorianos. Nº 38. Soria. 1999 234 Soria fue una de las 200 fortalezas que en el 1010, en unión de Clunia, Osma, Gormaz y San Esteban, entregaron los cordobeses del ya moribundo califato al conde castellano Sancho García, nieto de Fernán González, en Torres Balbas, L: Soria, interpretación de sus orígenes y evolución urbana, Celtiberia nº 3, Soria, 1952. 235 Los cuatro pueblos a los que los documentos del Arca hacen referencia son San Andrés, Almarza, Cardos y Pipahón. 236 Martínez Hernando, M.C: Los orígenes de la ciudad de Soria, Geographical nº 21-24,1984,p.3-24 231 94 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1028, Doña Urraca deja concertado el pacto matrimonial para casar a Sancho García con la infanta Sancha, hija de Alfonso V de León. El año 1028 decide ir a conocer a su prometida acompañado por Sancho III el Mayor de Pamplona. De camino, Don Sancho fue asesinado junto a la iglesia de San Juan Bautista de León. Tras el asesinato, el Rey Sancho III de Pamplona se hizo con el gobierno de Castilla, por el derecho de su esposa Muniadona de Castilla, hermana del difunto, y designó a su hijo Fernando como Conde de Castilla en 1029. Fernando I de León lega a su primogénito su estado patrimonial, el Condado de castilla, elevado a la categoría de Reino. El origen de la ciudad de Soria hay que buscarlo en la repoblación que Alfonso I El Batallador, Rey de Aragón y de Pamplona entre 1104 y 1134, llevó a cabo hacia el 1110, tras reconquistar definitivamente estos territorios a los musulmanes. Diversos historiadores de la zona mantienen que el Rey aragonés, por esos años, fortaleció el castillo y trajo una serie de personas aragonesas a estas tierras. 237 Existe la duda no obstante, de que quizás la repoblación fue llevada a cabo por Alfonso VII Rey de Castilla, y que Soria empezó a ser importante con Urraca I de Navarra. Cuando se recuperaban los territorios en la Reconquista, éstos pasaban a ser propiedad del Rey, quien para favorecer la repoblación entregaba tierras en propiedad, o concedía derecho de usufructo, para favorecer la fijación de los colonos en esta zona fronteriza, no exenta de peligros. Los montes comunales y Dehesas, así como ejidos 238 y prados comunitarios contribuyeron a afianzar estos asentamientos que no tardaron en constituir hacia el s. XII lo que constituye los 150 pueblos de la Mancomunidad. Cabe remarcar el importante papel que tuvieron las actividades agrarias y ganaderas en el contexto local de aquella época239. En un principio, siglos X y XI, los pueblos estaban rodeados de términos realengos y posteriormente, siglos XII al XVI, se irían dotando generalmente con privilegios reales de términos comunales y concejiles o propios. Las claves para una repoblación organizada de Soria y sus aldeas se atribuye a Alfonso I el Batallador en 1119. Ya se habían poblado con anterioridad muchas ciudades y pueblos de Castilla y León. Esta Soria medieval surge a partir del acuerdo de grupos parentelas que deciden, a pesar de las presiones de los nobles tanto castellanos como aragoneses, mantenerse en esta tierra. La primera noticia que tenemos de estas repoblaciones es del año 1106 cuando ya se había modificado la frontera trazada en 1016 al añadirle toda la zona de la actual Rioja240. Esta fuente es un documento de donación de San Millán de la Cogolla al monasterio de Santa María de Tera241. En este documento se menciona la decisión del Rey Alfonso VI de Castilla de Ibid,p.3-24 Según la RAE un ejido es un campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras. 239 Diago Hernando, M: Soria en la Baja Edad Media: Espacio rural y economía agraria, Editorial de la Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 13. 240 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Ed de la Excam Diputación Provincial de Soria. Colección temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 40 241 Ibid, p 41 238 237 95 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona repoblar Garray (topónimo de origen vascón) y para ello envía a García Ordoñez, Conde de Nájera y Calahorra. Los monasterios de Silos y San Millán (arrasado por Almanzor en 1002)242 colaboraron con los Reyes de Castilla en la repoblación meridional del Duero, pero sólo de forma parcial dada la lejanía de los monasterios, recibiendo de los Reyes bienes suficientes como para instalar una pequeña comunidad que iniciase la repoblación. De esta manera, Alfonso VI da una hereditate erema a San Millán para ser usado como pasto en el año 1086243. Posteriormente, el Obispo de Tarazona, Don Miguel, concedió diploma a la iglesia de Santa María de Tera244, con consentimiento de San Millán de La Cogolla. Creemos que esta Iglesia, conjuntamente con un pequeño monasterio llamado Santa María de Tera con una cronología de- 927-1166245, se encontraba en la actual iglesia de San Andrés de Soria, por lo que podríamos pensar que este fue el primer asentamiento del pueblo actual. Esta concesión de tierras sorianas al Monasterio de San Millán, permite constatar el esfuerzo de los Reyes por involucrar a los poderes feudales y alta nobleza castellana, en el proceso repoblador. Su cometido no era tan solo el de repoblar con habitantes, sino el de organizar el territorio, a través de núcleos de asentamiento que le permitiesen controlar la población móvil. Cabe la duda de que las poblaciones en aquella época mantuviesen formas de vida seminómada y el reto de la nobleza y de la corona era el de asentar poblaciones sedentarias en un medio natural de gran dureza246. Sánchez Candeira, A: Castilla y León en el siglo XI. Estudio del Reinado de Fernando I, Ed de Rosa Montero Tejada, Real Academia de la Historia, Madrid, 1999, p. 24 243 Lacarra, J.M: En torno a la colonización benedictina en España. Siglos X-XII, en Colonización, parias, repoblación y otros estudios, Zaragoza, 1981, p.22. 244 No existen datos sobre la ubicación concreta de dicha iglesia, ni se conservan restos en el pueblo de Tera. Se puede deducir por su nombre que estaba cerca del río Tera, y que su arquitectura debe contener elementos del románico milenaristas típicos de la época. Según los datos que existen del inventario patrimonial de la Iglesia llevado a cabo por el Obispado de Osma a mediados del siglo XX, parece que la Iglesia de San Andrés de Soria pudiese ser originariamente dicha iglesia. Al visitar los documentos originales en el Monasterio de San Millán, su bibliotecario afirma que vinculado al nombre de Santa María de Tera aparece el nombre de San Andrés. Debo añadir que el párroco de la pedanía también considera que esta conexión es posible pues es la única iglesia de la zona que presenta una portada románica con motivos de fin de milenio: los siete pecados capitales. También apunta a la existencia de puertas en el ábside central que conectarían con un pequeño claustro externo. Objetivamente no quedan restos arquitectónicos o arqueológicos que nos hagan pensar que esta hipótesis es cierta, pero también es verdad que existen elementos de conexión con la primitiva iglesia de Santa María de Tera y el monasterio de San Millán. 245 Zamora Lucas, F: Monasterios de Santa María de Tera. (927-1166), CEL, nº 3, 1952, pp. 81-90. 246 Lévi Strauss, C: Las estructuras elementales del parentesco, Editorial Planeta Agostini, Madrid, 1993 242 96 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 33. Portada románica de la iglesia de San Andrés. Fuente propia. Imagen 34. Detalle del capitel Fuente propia. Imagen 35. Pila bautismal. Fuente propia. El arco románico representa los siete pecados capitales y alude al terror milenarista de los habitantes de la comunidad, característicos de finales del siglo IX principios del X247. Es posible que el desarrollo de la ganadería trashumante, fuese para el monasterio de San Millán el estímulo económico prioritario para acercarse a tierras sorianas, y también para mantener su relación durante siglos. Tenemos constancia que ya en los siglos XII al XVI se detecta un interés por la propiedad del suelo en las ocupaciones de los representantes del poder feudal, tales como el monasterio de San Millán o la iglesia episcopal del Burgo de Hernando Garrido, J.L: Repoblación y reconquista. Actas del III curso de Cultura Medieval, Centro de Estudios del Románico, Madrid, 1991, p.273. 247 97 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Osma, con asentamientos iniciales en la zona del río Tera y el lugar de Gómara respectivamente. Históricamente la nobleza y sus derivados (condes, marqueses, señores, los Caballeros de los Doce Linajes, en Soria, y una parte importante en manos de la Iglesia) han sido los más beneficiados desde la fundación de Soria como urbe, acaecida en el siglo XII, y los pueblos próximos a ésta, entre los que se encuentran Almarza y San Andrés, en todo aquello que hace referencia al uso y disfrute de las tierras. Este beneficio se originaba por el despoblamiento de algunas aldeas en la Baja Edad Media. En principio, los términos asignados a aldeas despobladas, debían pasar a engrosar las tierras realengas para que todos los vecinos de la Ciudad y tierra se aprovechasen de sus pastos en las condiciones propias de estos términos. Esta norma, raramente se cumplió, porque la mayoría de los términos despoblados, se los apropiaron los nobles y caballeros de Soria, a veces, los términos poblados colindantes eran los que incorporaban a su término el de la aldea despoblada; ejemplo: Mortero se lo quedó Arévalo. (Dice la leyenda que sus últimos moradores se trasladaron a Arévalo). El objetivo de repoblar en el sentido organizativo de la tierra se consigue parcialmente porque los habitantes de la zona mostraron resistencias a reconocer los poderes feudales y aceptar las formas de organización que se proponían248. Esta resistencia repercutió en las instituciones de las comunidades para gestionar su vida, y también en su sistema de valores249. Alfonso VIII de Castilla (Soria, once de noviembre de 1155, Ávila, seis de octubre de 1214), conocido también como el de las Navas o El Noble, fue Rey de Castilla entre 1158 y 1214. Hijo de Sancho III de Castilla y Blanca Garcés de Pamplona, derrotó a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa, librada en 1212, y fue sucedido en el trono por su hijo Enrique I de Castilla. La Corona de Castilla, como entidad histórica, se suele considerar que comienza con la última y definitiva unión de los reinos de León y Castilla en el año 1230, tras coronarse Fernando III Rey de León. La forma de organización jurídica que regulaba la vida comunitaria de las aldeas de la zona era el Fuero de Soria que empezó a tener vigencia la segunda mitad del siglo XIII. En 1270, en plena Baja Edad Media, la Tierra de Soria estaba formada por 240 aldeas. Sabemos de su existencia con certeza desde 1270, en el que aparecen en un censo que se hizo de la tierra de Soria por parte de Alfonso X. Existe un proceso de feudalización de la sociedad soriana desde el siglo XIII, pero con menos fuerza que en otras zonas de Castilla ya que las relaciones de parentesco, las relaciones de Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Ed de la Excam Diputación Provincial de Soria. Colección temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 42 249 Ibid, pp. 42-43 248 98 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona dependencia y una construcción de un mundo de valores socio-religiosos250, no lo hizo tan visible, sobre todo en las comunidades rurales locales. El censo de 1270 es el primer censo de población y el primer documento de la historia demográfica de San Andrés y de la provincia de Soria. Mandado realizar por Alfonso X el Sabio con motivo de un pleito entre clérigos de las iglesias de Soria y los de las aldeas dezmeras. Su precisión es extraordinaria pues recoge los nombres de los vecinos de cada lugar. Este padrón muestra la estructura de organización de los pobladores y sus particulares formas de asentamiento en la villa y en la Tierra251. Se trata de un pequeño libro escrito en pergamino cuya letra gótica y características corresponden al siglo XIII. Se hace un recuento del número de personas que deben diezmar agrupándolas por aldeas. En el padrón se divide entre: vecinos, que eran parroquianos reconocidos y en cierta medida ya estaban asentados desde varias generaciones, moradores, aquellos otros que aun viviendo en el lugar no permanecían todo el año, y atemplantes, que eran los que pudiesen desarrollar mayor movilidad y desplazarse en distintas direcciones, cambiando incluso de collación252. Ibid, p. 22 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 19. 252 Las collaciones eran las parroquias de Soria. La Soria medieval surgió a partir del acuerdo de los diferentes grupos de parentela que decidieron mantener un enclave en la zona a la vez que obtenían garantías en su asentamiento. Se sigue el modelo de contributio romana, en la que la ciudad de Soria es el núcleo de referencia y en el que se organizan treinta y cinco collaciones a las que se le asignó un lugar en el territorio. La repoblación del territorio soriano se lleva a cabo sobre la base del acuerdo de las treinta y cinco collaciones. Ese componente social y también religioso de las collaciones fue prioritario en la organización del territorio y en la distribución de la población por la tierra de Soria.”en Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIIIXV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 40 y ss. 251 250 99 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 36. Censo de 1270 en el que aparece San Andrés253. Existe también el de Almarza y Pipahón. El documento original se encuentra en la Biblioteca de la Academia en Madrid254. San Andrés, perteneciente a la Collación de San Ginés, atemplante255. Almarza pertenecía a la Collación de San atemplantes, Pipahon, a la Collación de Santa María del atemplantes, y Cardos con 12 moradores pertenecía a Afogalobos. agrupaba a 9 moradores y 1 Vicente con 2 moradores y 5 Mirón con 6 moradores y 3 la Collación de Santa María Jimeno, E: La población de Soria y su término en 1270. Ed. Maestre. Madrid 1958 Biblioteca Real Academia de la Historia: Códices nº 110. Padrón que mandó hacer Alfonso X de los vecinos de Soria y su término en 1270. B.R.A.H, 152, I (1958), pp. 230-270, y II (1958), pp.365-494. 255 Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 70 y ss. 254 253 100 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Lo que permite observar el censo es que se trataba de una sociedad no feudalizada, donde las parentelas tenían un papel importante.256 La posesión de la Dehesa por parte de los pueblos es un aspecto diferenciador a los pueblos circundantes, lo que constituye un punto clave para entender el desarrollo de su economía, y de su comunidad, inclusive los acontecimientos actuales. La Monarquía incentivó la ocupación de estos territorios inseguros mediante un sistema de Fueros y exenciones tributarias, desconocido en toda Europa, sumida en el apogeo de la sociedad feudal. Estos pobladores se organizan en Concejos, sistemas municipales de control de extensas comarcas. A la población predominante se le llamaba Villa y a las pequeñas aldeas circundantes Tierra, constituyendo globalmente la Comunidad de Villa y Tierra. Así pues, podemos remitirnos a documentos del siglo XIV para encontrar el origen de la Dehesa como propiedad de Almarza y San Andrés. En Soria, había entre 1200- 1400, 35 collaciones; en cada collación, se agrupaban unos diez o doce pueblos (aproximadamente unos 350). Almarza pertenecía a la collación de San Vicente, Valdeavellano a la de San Agustín, Mortero, Arévalo y Pipahón a la del Mirón, San Andrés a la de San Ginés, Tera pertenecía a la collación de San Juan de Rabanera, Cardos a la colla de Sta. Mª de Afogalobos, Gallinero a San Bartolomé etc. Las Collaciones tenían funciones administrativas, jurídicas y políticas y encontraban en el Concejo abierto –concillium- la participación en la vida pública. Cuando la repoblación se hizo a partir de collaciones se buscaba una conexión entre la Villa y la Tierra y fueron de suma importancia en la construcción y organización social de las tierras repobladas. Las collaciones tenían un origen familiar que se reflejaba en las funciones que desarrollaban y harían que los cargos de poder (organización y dirección) fuesen ocupados por jerarquías naturales de cada grupo de parentela257. La parentela agnaticia258 mostraba diferencias con la antigua familia cognaticia259, ya que esta segunda forma era egocéntrica y marcaba sus propias alianzas en función del individuo que centrase la familia. Como centro de reunión de las collaciones eran la iglesia o cabeza de cada collación, distribuidas en los pequeños treinta y cinco barrios en la ciudad de Soria. Esta estructura u organización de Soria y las Aldeas de La Tierra en collaciones (anteriores a los sexmos), fue protegida por los monarcas y por la iglesia con el objetivo de poblar la llamada Extremadura Castellana y para poder cobrar los impuestos y diezmos. Ibid, p. 140 y ss. Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria Medieval. Siglos XIII-XV. Ed. De la Excma. Diputación provincial de Soria. Colección de temas sorianos nº 38, Soria, 1999, p. 137 y ss. 258 Se entendía por familia agnaticia al conjunto de personas bajo la misma potestad doméstica, o que lo estarían si el común pater no hubiese muerto, por línea de varón (hasta el sexto grado según el derecho romano, y hasta el séptimo). 259 Se entendía por familia cognaticia al parentesco por consanguinidad natural. Es decir, las personas vinculadas por la procreación y el nacimiento. Se componía de un tronco común y dos líneas: una línea recta (aquellos que descienden unos de otros), y línea colateral (aquellos que no descienden unos de otros pero tienen un tronco común) 257 256 101 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En los siglos XII al XVI existió el gran Concejo y Regimiento de la ciudad de Soria por una parte y por otra las aldeas representadas en la llamada Universidad de la Tierra. Este proceso de feudalización llevaba asociado una serie de fenómenos como: • La preservación de la propiedad de la tierra y el poder heredarla por parte de los sucesores, todo ello avalado y defendido por la justicia y el Fuero. • La defensa del modelo familiar agnaticio260 y la reducción del núcleo familiar y postergaba a la mujer respecto a sus derechos de herencia. • Favorecer la construcción del poder sobre jerarquías naturales frente a los caballeros-villanos de aquella sociedad. Estas Collaciones fueron desapareciendo con el tiempo hasta constituir nuevas formas sociales con grupos familiares más reducidos y facilitó formas de asociación para compensar la desaparición de las relaciones de parentela. Podemos explicar a partir de aquí el origen del antiguo Concejo, como el que encontramos en los documentos del Arca. La Dehesa fue donada a los pueblos de San Andrés y Almarza, y a los ya desaparecidos, Cardos y Pipahón, por parte de la corona de Castilla, quedando como únicos titulares San Andrés y Almarza cuando los otros dos pueblos se despoblaron261. A partir de los siglos centrales de la Edad Media se institucionalizan los concejos cerrados debido a la Recepción del Derecho Común, y los recursos comunales empiezan a ser administrados por órganos rectores de villas y ciudades, sin que suponga para los vecinos la pérdida de uso. Los Concejos en la Alta Edad Media deben ser entendidos como una comunidad de individuos, sin embargo, desde la Recepción del Derecho Común se interpone el municipio, no como un conjunto de vecinos, sino como una entidad independiente de carácter administrativo y legislativo local. 262 Es difícil saber con precisión en qué fecha la Dehesa La Mata, como otras de la zona, fueron donadas a los Concejos. Cabe la posibilidad de que fuese a cambio de dinero. La realidad es que su donación y privilegios excluyeron a la Dehesa La Mata del entorno general de explotación. La referencia más antigua es la que alude a Alfonso XI. En Castilla la sociedad altomedieval estaba sometida a prácticas endogámicas estrictas con el objetivo de controlar la mano de obra futura. Con el proceso repoblador y la dotación de cartas pueblas, las libertades personales del campesinado también llegó a los matrimonios. La formas asentamientos que se llevaron a cabo fueron recuperando la fórmula romana de familia agnaticia. Loring García, Mª.I: Sistemas de parentesco y estructuras familiares en la Edad Media, (serial en Internet) , 2012, consultado el 4 de mayo de 2013, disponible en http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/595373.pdf 261 A finales del s. XVI ya no aparecen en los documentos, ni en el Censo de Castilla realizado en 1591. 262 Nieto, A: Bienes Comunales, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1964, pp 179-215 260 102 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El quince de Junio de 1329 se traslada a la villa de Madrid una carta plomada de Alfonso XI para que se respete el derecho de uso privativo de la Dehesa llamada La Mata por parte de los cuatro pueblos. Es un pergamino que aparece en los distintos inventarios, en letra diplomática de difícil lectura actualmente por el desvanecimiento de la letra. Imagen 37. Retrato de Alfonso XI, obra de Jean 263 Froissart, Chroniques (Vol. I), 1410 Dice el texto: Dada en Madrid quinçe días de junio era de mil treçientos y sesenta y siete El documento de donación no aparece, pero sí un documento del Rey Juan II en la que se afirma haber visto una carta anterior suya en la que se recoge otro privilegio de su padre, Enrique III, que a su vez copiaba otro de su abuelo, Juan I y que confirma los privilegios de la Dehesa donada a los Concejos de los cuatro pueblos anteriormente citados, y castigos para aquellos que no los cumplan. (Ver documento 9 del capítulo 4) En el documento no se determina la extensión, y no se cree que coincidiera con el actual quinto de La Mata Domingo, limitado con el llano de la Peña, el arroyo de las Celadillas hasta el caso urbano de san Andrés, partiendo hacia el sur de éste continuaba por el camino de Rollamienta y el límite con este pueblo hasta Mojón Alto y cruzando el pago de El robledillo hasta llegar de nuevo al Llano de la Peña264. Imagen 38. Alto de la Peña. Fuente propia. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alfonso_XI,_king_of_Leon_and_Castile.jpg Senet Díez M.P.: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5, Soria, 2002 ,p 18 y ss. 264 263 103 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1352 se realiza un padrón de la Villa de Soria265 y de las aldeas pertenecientes a ésta, siguiendo los criterios del de 1270, aunque el resultado no es tan bueno. El motivo vuelve a ser otra vez los conflictos mantenidos entre los clérigos de la Villa y los de las aldeas. En él se denota una disminución de la población bien por la Peste de 1348, o porque las gentes decidieron emigrar a zonas de repoblación más al sur, aunque no queda claro. En este padrón aparecen Almarza con siete habitantes, San Andrés con nueve, Cardos con doce , y Pipahón con ocho habitantes . El Concejo de la aldea era una asamblea formada por todos los vecinos del pueblo, que se reunían de forma periódica para elaborar y aprobar las Ordenanzas locales (de acuerdo con el Fuero de Soria y las leyes del Reino), velar por el cumplimento y elegir cargos y oficios de la aldea266. El veinte de agosto de 1379 en Burgos, Juan I de Castilla (Huesca 1358-Alcalá de Henares, 1390) Rey de Castilla entre 1379 y 1390, da una Provisión Real confirmando los privilegios de uso para que fuesen respetados. Imagen 39. Alto de la Peña. Fuente propia. Portillo Capilla, T: La villa de Soria y su término en la Sentencia de Concordia 1352”. Celtiberia, 58. C.E.S. Soria, 1979. , p. 181-201. 266 Como veremos en los documentos relativos a la Dehesa La mata, la figura político administrativa del Concejo se contempla desde 1329 hasta el siglo XX 265 104 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 40. Dehesa. Fuente propia. Imagen 41. Dehesa. Fuente propia. Inserta, en papel de pergamino y en letra minúscula diplomática una Provisión Real del veinte de agosto de 1379 en Burgos, y en el reverso aparecen los nombres de Alvar Martinez, thesorarius, Alfonso Martinez. (año de 1417). Estos privilegios se citan en los inventarios, ya que van acompañados de un sello de plomo de la época y dicen: Dada que las Cortes de la muy noble çibdad de Burgos veynte e siete días de agosto era de mil e quatroçientos e diez e siete Imagen 42. Retrato de Juan I. Autor annos… anónimo, aproximadamente de 1382. 267 Alcázar de Segovia. 267 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:JuanIdeCastilla.JPG?uselang=es 105 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 43 y 44. Sellos de plomo circular, de 55 mm de diámetro. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Soria. El veintiocho de agosto de 1382, en El Burgo de Osma, se recoge el traslado del Escribano del Rey Pascual Fernández de Almarza, con una Provisión Real del monarca Juan I (con fecha de veinte de agostos de 1379, Burgos), para que se respete el derecho de uso privativo de las cuatro aldeas. También este documento, en pergamino y escrito con letra minúscula y diplomática, es citado en los inventarios. En su origen llevaba dos sellos de plomo, pero el último inventario que los cita es el de 1838. También se recoge que este documento estaba coloreado en su inicio, y es porque presentaba una letra mayúscula y decoración geométrica en el margen. El Burgo a veynte e ocho días de agosto En el dicho lugar de El Burgo a veynte e de mil quatroçientos veynte annos ocho días de agosto era de mil quatroçientos veynte annos Otro documento le acompaña: el Escribano del Rey, Pascual Ferrandez de Almarza, de la Carta de Privilegios y confirmación de Juan I que inserta una Provisión Real del mismo Rey, dada el veinte de agosto de 1379 en Burgos, y que confirma la posesión y los derechos de ,los cuatro pueblos sobre la Dehesa La Mata. Este documento contiene en el reverso una anotación Son 3 privilexios con una rúbrica ilegible. La siguiente datación es del veinte de febrero de 1392, Burgos Dada en las cortes de la muy noble çibdat de Burgos veynte días de febrero año del nasçimiento de Nuestro Señor Ihesu Cristo de mil e tresientos e noventa e dos años… Este documento es la confirmación de Enrique III y una carta de privilegios (según los inventarios siete privilegios) de la Dehesa dados por Juan I a las cuatro aldeas para que el Concejo de Soria respete los derechos de posesión. 106 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En el inventario de 1926 se describe parte del contenido: Traslado de la confirmación hecha por el Rey Don Enrique en las Cortes de Burgos 2º de febrero de 1392 del privilegio dado por el Rey Don Juan en Burgos 20 de agosto de la era de 1417 en el que se ordena a la ciudad de Soria a causa de la queja dada por los lugares de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón de que la ciudad no les inquiete en la posesión de la Dehesa y no les interrumpa el disfrute de la misma. En el reverso del documento se recogen inscripciones, que no se leen bien, como: ….. días….de….mill e quinientos cincuenta anos…..audiencia pública…. De los………. Concejos de Almarza, San Andrés y ….. en el pleito que tratan …….Dehesa y los… y otra: año de 1392 que denotan el uso que se les dio a estos documentos para reivindicar continuamente los derechos de uso sobre la Dehesa. En Burgos, cuatro de octubre de 1379, nace Enrique III de Castilla, el Doliente, y muere en Toledo, veinticinco de diciembre de 1406. Pacificó a la nobleza y restauró el poder real, apoyándose en la pequeña nobleza y desplazando así a sus parientes más poderosos (como Alfonso Enríquez y Leonor de Trastámara). Derogó privilegios concedidos por sus predecesores a las Cortes de Castilla, como la alcabala y el derecho de asistir al Consejo Real, impulsó la figura de los Corregidores en las ciudades, y saneó la economía del reino. Disminuyó las persecuciones contra los judíos, promulgando varios edictos contra la violencia, que había sido particularmente grave en 1391. Dada en Valladolid veynte días de junio del nacimiento de Nuestro Señor Ihesu Cristo de mil quatroçientos e un años. En Valladolid estando y la Chancilleria de Nuestro Señor el Rey miércoles nueve días de abril año del nacimiento de nuestro señor Uhesu Cristo de la audiencia del dicho Rey (seyendo asentados) en audiencia paresçieron Juan Fernandez de Neyla y Gil Martines de Almarça ante… los conçejos de Gallinero e de Lumbreras e de Cervirisa e de Almarça e de Santo Andrés e de Pipahón e de Cardos aldeas e… presentaron ante los dichos señores oidores este privillexo de nuestro señor el Rey sellado con su sello de promo colgado en … e suyo en su nombre. E yo Gonçalo Ferrandez de Villaviçiosa Escribano de dicho Señor Rey fuy presente. (Firma ilegible) doctor. 1401. 107 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 45. Representación de Enrique III. Obra de Carlos Muñoz de Pablos, Alcázar de Segovia268 De él se conserva en el Arca el documento que corrobora los privilegios dados por sus antecesores. Una Carta de privilegio y confirmación de Enrique III, que corrobora los privilegios sobre la Dehesa dados por Juan I, el veintisiete de agosto de 1379 en Burgos a los cuatro pueblos para que el Concejo de Soria les respete el derecho de posesión, y después en Valladolid, el veinte de junio de 1401. Cabe la teoría, a raíz de la constante presencia de documentos reales de donaciones y privilegios respecto a la Dehesa Común, así como las sentencias favorables en los pleitos llevados a los tribunales reales, que los cuatro pueblos en su origen, fuesen pueblos realengos. Esta teoría se confirma cuando ambos pueblos declaran ser de realengo sin estar sujetos a otro señorío de ningún tipo en las Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada a mediados del s. XVIII.269 Los términos denominados realengos eran aquellos que eran posesión de los Concejos y del Rey270. En su origen todos los términos de la zona debieron serlo, pero a partir del siglo XIII empiezan a coexistir otros términos, que aunque mantienen su carácter concejil jurídicamente y económicamente tenían una forma diferente y no se regían por los Concejos ya que habían sido asignados como uso exclusivo a los vecinos de una aldea determinada. La mayoría de estos términos eran Dehesas (diferentes de las Dehesas boyales que sólo eran excluidas del régimen general en determinadas épocas del año coincidentes con la regeneración de la vegetación) El diecinueve de marzo de 1420, en Valladolid, el Rey Juan II, Rey de Castilla entre 1406 y 1454, vuelve a corroborar los privilegios sobre la Dehesa, que anteriormente había dado él http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Segovia_Alcazar_stained_glass_05.jpg Senet Díez, M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, Ed. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5 , Soria, 2001, p 25 270 Diago Hernando, M: Aprovechamiento de baldíos y comunales en la Extremadura soriana a finales del la Edad Media, Anuario de Estudios Medievales C.S.I.C. nº 20, Barcelona. 269 268 108 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona mismo el 28 de septiembre de 1407 en la ciudad de Segovia, recogidos en un pergamino con letra minúscula diplomática. Dada en la villa de Valladolit diez e nueve de março año del nacimiento de Nuestro Señor Ihesu Cristo de mil quatroçientos e veynte años… Reverso:--- privilegio de --- de la Dehesa ---en confirmación--- la Dehesa---fue de la --- de 1417 años, a 4 del mes de agosto, revalida también la confirmación que el Rey Enrique -- se actue—el derecho --- de 1420 años… Imagen 46. Tumba de Juan II de Castilla (siglo XV); retrato del soberano271 realizada por Gil de Siloé. La carta decía lo siguiente272: Sepan cuantos esta carta vieren como yo Don Juan por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de León de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaén, del Algabarre, de Algeciras e Señor de Vizcaya e de Molina, vi una mi carta escrita en pergamino de cuero e sellada con mío sello de plomo pendiente en hilos de seda hecha en esta guisa: Sepan cuantos esta carta vieren como yo, Don Juan por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de León de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaén, del Algabarre, de Algeciras e Señor de Vizcaya e de Molina, vi una carta del Rey don Enrique mi padre e mi Señor que Dios de santo paraíso, escrita en pergamino de cuero e sellado con su sello de plomo pendiente de hilos de seda hecha en esta guisa: Sepan cuantos vieren como yo Don Enrique , por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Toledo de Galicia, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaén, del Algarbe, de Algeciras e Señor de Vizcaya e de Molina, vi una carta del Rey Don Juan mi padre e mi señor que Dios perdone esta en pergamino de cuero e sellada de su sello de plomo pendiente en hilos de seda hecha en esta guisa: Sepan cuantos esta carta vieren como nos Don Juan , por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de León , de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaén, del Algarbe, de Algeciras e Señor de Lara e de Vizcaya e de Molina, vimos una Tumba de Juan II de Castilla (siglo XV), realizada por Gil de Siloé. Cartuja de Miraflores, Burgos. Disponible en http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Burgos_-_Cartuja_de_Miraflores_-_Tumba_de_Juan_II_de_Castilla.jpg 272 Transcripción realizada por Carmen Vázquez Mateo. Ayudante del Archivo Histórico Provincial de Soria, en Senet Díez, M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5, Soria, 2002,p 41 y ss. 271 109 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona nuestra carta escrita en papel e sellada con nuestro sello de cerca en las espaldas en esta guisa: Don Juan por la Gracia de Dios Rey de Castilla de Toledo, de León , de Galicia, de Sevilla, de Córdova, de Murcia, de Jaén, del Algarbe, de Algeciras e Señor de Lara e de Vizcaya e de Molina acaballeros e al Concejo de Soria a los que agora son o serán de aquí adelante e a cualquier o a cuales quier de vos que esta nuestra carta vieredes o el traslado de ella signado de Escribano público sacado con autoridad de juez o de alcalde. Salud e gracia. Sepades que el común de los lugares de Almarza e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos término de dicha ciudad de Soria se nos enviaron querellar e dicen que ellos han e tienen e poseen por suya una Dehesa que e dicen La Mata de las cuatro aldeas, de la cual Dehesa son los mojones de ellas estos que aquí dirá: del ejido de San Andrés hasta el quinto de Sancho, hijo de Andrés e dende adelante el camino arriba hasta el Vadillo e del Vadiello arriba hasta en la Tornariza e al mojón que dicen de Tabanera e dende al Río que dicen de Çeladillas e dende al mojón que dicen al Mojón Alvo. Que usaron pacer e cortar e pendrar e comer la fruy en ella de tanto tiempo acá, que memoria de hombres no es contrario. E que se recelan que ahora nuevamente que vos [so}bre dichos o otras personas por fuerza y sin razón e sin derecho sin ser ellos llevados a juicio e oídos e vencidos por Fuero e un derecho que les queredse o querrán desapoderar de la dicha teneria e posesión de la dicha Dehesa e que les non consentiredes pasar, cortar e comer la fruy e prendar en ella según que lo siempre usaran en los dichos tiempos pasados hasta aquí según dicho es, que si esto así pasape a ……. (doblez). Enviaron nos pedir merced que mandásemos vista esta nuestra carta o el traslado de ella signado como dicho es que si los vecinos e moradores de los dichos lugares de Almarza, e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos están en tenencia e posesión de dicha Dehesa del dicho tiempo acá en la manera que dicha es que se lo no embargedes ni tuvieredes ahora ni de aquí adelante por fuerza sin razón e sin derecho contra sus voluntades mas que los dejedes usar e pacer e cortar e comer la fruy e prendar en la dicha Dehesa según que lo siempre usaran hasta aquí en los dichos tiempos pasados según dicho es. E que los amparades en la dicha tenencia e posesión en que dicen que están de ella. E si alguno quisieren ir o pasar contra ellos por fuerza sin razón e sin derecho contra sus voluntades sobre razón de la dicha Dehesa que se lo no consintades hacer mas, que los puedan prendar los hombres buenos de los dichos lugares de Almarza e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos o los que guardan la dicha Dehesa por ellos por la pena acostumbrada en los dichos tiempos pasados e los unos ni los otros no fagades ende al por ninguna manera so pena de la nuestra merced e de seiscientos maravedíes de esta moneda usal a cada uno de vos para la nuestra cámara. E de cómo esta nuestra carta vos fuere mostrada o el traslado de ella signada como dicho es la complieredes mandarnos so la dicha pena a cualquier Escribano publico que para esto fuere llamado que de ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo porque nos sepamos en como complides nuestro mandado. Dada en la muy noble ciudad de Burgos veinte días de agosto Era de mil cuatrocientos e díez y siete años. Ruy Bernal, Diego de Corral oidores de la audiencia del Rey la mandaron dar. Yo Pedro 110 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Ferrandez Escribano del Rey la hice escribir, Ruy Bernal, Diego de Corral, Gonzalo Ferrandez vista Juan Ferrandez. E agora los dichos hombres buenos de los dichos lugares de Almarza, e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos enviaron nos pedir merced que tuviésemos por bien de les confirmar la dicha carta e se la mandar guardar, e nos el sobre dicho Rey Don Juan por hacer bien e merced al Concejo de los dichos lugares de Almarza e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos tovimoslo por bien e confirmamosles la dicha carta e mandamos que les vala e les sea guardada en todo bien e complidamente enrazón de la dicha Dehesa según les fue guardada en el tiempo del Rey nuestro padre, que Dios perdone, e en el nuestro hasta aquí e sobre esto mandamos. E de los alcaldes e alguaciles de la dicha ciudad de Soria e a los caballeros e hombres buenos que han de ver e de librar fasienda del dicho Concejo de Soria, a los que ahora y son o serán de aquí adelante e a cualquier o a cuales quier de ellos a quien esta nuestra carta fuere mostrada o el traslado de ella signado de Escribano público como dicho es que amparen e defiendan e guarden e hagan guardar a los hombres buenos del dicho Concejo de Almarza e de San Andrés e de Pipahón e de Cardos la dicha Dehesa según les fue guardada en el dicho tiempo pasado hasta aquí según sobre dicho es e no hagan ende al por ninguna manera so pena de la nuestra merced e de seiscientos maravedíes de esta moneda usal a cada uno de ellos para la nuestra cámara e de esto les mandamos dar esta nuestra carta sellada con nuestro sello de plomo colgado. Dada en las Cortes de la muy noble ciudad de Burgos veintisiete días de agosto. Era de mil quatroçientos e dies e siete años. Yo Diego Ferrandez lo hice escribir por mandado del Rey. Gonzalo Ferrandez vista. Juan Ferrandez, Alvar Martínez Thesorarios, Alfonso Martinez. Imagen 47. Carta de privilegios de Juan II. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Soria. 111 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, todas las aldeas dependían y se sometían a las decisiones de la villa. En algún momento, posiblemente en Almarza y San Andrés desde la concesión de estos privilegios, las aldeas se sintieron fuertes y empezaron a enfrentarse al Concejo de la villa en defensa de sus intereses: la Dehesa. No fue un hecho aislado, muchas de las aldeas llevaron este camino hasta la creación de una nueva institución llamada Universidad de la Tierra de Soria. En la segunda mitad del siglo XV, esta institución se configura con un número entre 150-160 aldeas. Esto fue debido a un proceso de señorialización por lo que los Reyes de Castilla, en momentos de debilidad de la monarquía, cedieron la jurisdicción de algunas aldeas a miembros de la nobleza castellana. Históricamente han existido en la provincia de Soria instituciones como el Honorable Concejo de la Mesta, investigada por Klein, o la Junta de la Universidad de la Tierra273 que derivó en lo que hoy se conoce como la Mancomunidad de los 150 pueblos, que ha legislado a través del tiempo, conjuntamente con la Corona, los terrenos destinados a ganadería, a agricultura, y han ido marcando las tendencias de la economía castellana en diversos momentos de la historia. De esta relación surgen Ordenanzas, confirmación de privilegios a pueblos sobre el uso, disfrute y propiedad de parajes, la regulación de los comunales, etc… Además, debido al poder político-económico que adquirió el Concejo de la Mesta durante los siglos XVI y XVII, se desarrolló muchísimo la ganadería a costa de impulsar una explotación extensiva de la tierra. La dificultad de los pueblos de San Andrés y Almarza por mantener excluida la Dehesa del entorno general de explotación supuso la dificultad posterior a los Concejos de los pueblos, para mantener jurídicamente los privilegios, ya que la posesión de la Dehesa suponía una discriminación respecto a los habitantes de las aldeas vecinas. Como he introducido antes, en Soria existía el condominio de la Monarquía-Concejos, que permitía a ambas instituciones cierta disposición de los bienes territoriales del municipio. La existencia de este condominio se comprueba en repetidas ocasiones y se advierte que en caso de conflicto siempre prevalecía el derecho del Rey, como propietario eminente del territorio. Así lo demuestra una carta de Juan II (cincuenta años antes de los Reyes Católicos) cinco de mayo de 1446 al Concejo de Soria, conminándole a que reconociese el Señorío de Rodrigo de Vera sobre la villa de Hinojosa y su término, que éste había adquirido por merced regia y que el Concejo de Soria no quería admitir, alegando que la ciudad había comprado Hinojosa, y que los pastos y montes del lugar eran comunes a la Ciudad y Tierra (Institución que englobaba a la ciudad y unas 300 aldeas) a lo que el Rey replicó diciendo que: En lo que decís que el lugar era comprado de vuestros propios dineros, en caso de que así fuese, con mayor razón, porque la ciudad e tierra e los propios e cosa della, son míos e de mi patrimonio real; pude yo muy bien facer la dicha merced e 273 La Universidad de la Tierra comprendía de Sur a Norte, desde las proximidades de Almazán hasta los límites de la Rioja, puerto de Sta. Inés, Piqueras y Oncala, y de Este a Oeste, desde el Moncayo hasta los Picos de Urbión. 112 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona donación, pues la ciudad e sus términos es mío e a mi disposición e puedo disponer de ello como cosa propia.274 El Concejo de Soria también consta por su parte que dispuso a veces de forma unilateral los términos en los que compartía el dominio con la monarquía, llegando en ocasiones a venderlos a sus propias aldeas, como hizo en 1346 al conceder a perpetuidad a Valdeavellano de Tera una Dehesa a cambio de 1600 mrs. (maravedíes). En ocasiones el Concejo de Soria efectuó concesiones graciosas de términos a determinadas aldeas sin que interviniera la mediación del Monarca, como fue el caso en 1405 cuando cedió un paraje a los vecinos de Vinuesa para que plantaran viñas, aunque lo más habitual fue que las aldeas que precisaban términos que reservar para usufructo de sus vecinos, los solicitasen directamente al Rey. En concreto fue en los siglos XIII y XIV cuando tanto los Reyes como el Concejo de Soria, concedieron la mayoría de los privilegios que dieron lugar a la consolidación de estos términos privilegiados de los que disfrutaron entre otras muchas aldeas de la Tierra, las de Duruelo, Covaleda, Molinos de Posada del Rey, Vinuesa, Almarza y San Andrés, Cardos y Pipahón, (estos dos últimos despoblados, que estaban junto a San Andrés y Almarza). En el año 1432 los cuatro pueblos consiguen mantener sus privilegios sobre la Dehesa después de las Cortes de Zamora, con el bachiller Juan Fernández de Cornago, juez del término de Soria y comisionado por Juan II, restituyendo a las aldeas los términos documentados de los privilegios otorgados por los Reyes anteriores. A principios del siglo XV, la población se organiza en cinco sexmos275: Arciel, Lubia, San Juan, Frentes y Tera, Vinuesa y Noviercas, no pertenecían a ningún sexmo. En la ermita de Cardos se celebraban las reuniones de los miembros del Sexmo de Tera, comarca que comprendía treinta y seis aldeas. Según el censo la mayor población era la de San Andrés de Soria con 540 habitantes. En Segovia, a cinco de agosto de 1463, el Rey Enrique IV, Rey de Castilla desde 1454 hasta 1474, vuelve a confirmar los privilegios dados a las cuatro aldeas de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón para que el Concejo de Soria les respete su derecho a la posesión de la Dehesa. También lo hace con los privilegios a Sotillo del Rincón y Valdeavellano de Tera. En un cuaderno de pergamino de cuatro hojas, escritas en letra minúscula diplomática de la que colgaba un sello de plomo de la época decía: Diago Hernando, M: Soria en la baja Edad Media, Soria, 1985,p. 17 En la baja Edad Media, ya existían los llamados sexmos, agrupación de unos treinta pueblos por sexmo, que no siempre coincidía con comarcas, así, los sexmos de la antigua Universidad de la Tierra eran cinco: Lubia, Arciel,San Juan, Frentes y Tera; por ejemplo: en el de Tera figuraban 36 pueblos. 275 274 113 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Privilexio de 4 foxas Año de 1463 años Dada en la çibdad de Segovia a cinco días de agosto año del nacimiento del Nuestro Salvador Ihesu Cristo de mil e quatroçientos e sesenta e tres años… Imagen 48. Enrique IV de Castilla276 Del documento, que se conserva en buen estado, muestro la primera y la última hoja microfilmada. (Documento 10 del capítulo 4) En esta sucesión de confirmación de privilegios, también los Reyes Católicos, Isabel I, Reina de Castilla desde 1474 hasta 1504, y Fernando V, Rey de Castilla desde 1474 hasta 1504, ( y regente hasta 1516 debido a la inhabilitación de su hija Juana I de Castilla tras la muerte de Felipe) aparecen, al igual que sus antecesores, el seis de junio de 1483 en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), corroborando mediante la Carta de privilegio los derechos de las cuatro aldeas para que el Concejo de Soria respete su posesión sobre la Dehesa La Mata. En un pergamino bifolio de 2 hojas, en cuya cubierta se presenta como Privilexios. Año de 1483. (Ver documento 11 del capítulo 4) Imagen 49. Retrato de los Reyes Católicos277 Miniatura de Enrique IV de Castilla, hallada en un manuscrito del viajero alemán Jörg von Ehingen en 1455, disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_IV_de_Castilla 277 Retrato anónimo de los Reyes Católicos, localizado en Ávila Madrigal de las Altas Torres, Convento de las Augustinas, datado del s. XV. Disponible en http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ferdinand_of_Aragon,_Isabella_of_Castile.jpg 276 114 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Dada en la çibdad de Santo Domingo de la Calzada a seys días del mes de junyo año del nacimiento del Nuestro Señor Ihesu Cristo de mil e quatroçientos e ochenta e tres años… A partir del siglo XVI, además de las confirmaciones de los privilegios reales por parte de Carlos I, aparecen toda una serie de documentos que nos muestran con mucho más detalle la forma de gestión y la defensa que se hace de la propiedad comunal delante de los diferentes intentos de usurpación por parte de instituciones con poder, como el Concejo de Soria, La Mancomunidad de los 150 pueblos, o la Mesta, del derecho de uso privativo. Carlos I, Rey de España desde 1516-1556, y V de Alemania, conocido también como Carlos V Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, es el primero que unió en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra. En 1516 Fernando II de Aragón redactaba su último testamento. En él, nombraba a Carlos Gobernador y Administrador de los Reinos de Castilla y León, en nombre de la reina Juana I, incapacitada por su enfermedad. En lo concerniente a la Corona de Aragón, el Rey Fernando dejaba todos sus estados a su hija Juana, nombrando, también en este caso, Gobernador General a Carlos en nombre de su madre. Imagen 50. Retrato de Carlos I de España y 278 V de Alemania. En la villa de Madrid, a veynte días del mes de hebrero del nasçimiento de Nuestro Salvador Ihesu Cristo de mil y quinientos y treinta años… El veinte de febrero de 1530, en Madrid, Carlos I redacta una Real Provisión en su nombre y en nombre de Juana I su madre. (Ver documento 13 del capítulo 4). En la Real provisión existe la confirmación de las Ordenanzas locales vigentes en aquel momento en San Andrés y 278 Retrato del joven Carlos V, pintado aproximadamente en 1515 por Bernaert van Orley , Disponible en http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bernaerd_van_Orley_004.jpg 115 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Almarza relativas al uso de la Dehesa. Era costumbre de la época, que la Real Provisión fuese acompañada de la copia de las Ordenanzas. Posiblemente existiesen Ordenanzas anteriores, ya que existen pleitos ganados contra el Concejo de Soria respecto a la tenencia y uso de la Dehesa, pero no se conservan. Las Ordenanzas posteriores son una ratificación de éstas, lo cual demuestra el poco dinamismo de cambio en las instituciones de poder local como el Concejo. Las Ordenanzas que acompañan la Real Provisión de 1527 serán posteriormente transcritas en dos ocasiones, una de ellas en 1722 y actualizadas 1838, ya que varios aspectos seguían vigentes. (Ver documento 14 del capítulo 4) Don Carlos, por la Gracia de Dios, Rey de Romanos, Emperador siempre Augusto, Doña Juana su madre, el mismo Don Carlos por la misma gracia, Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Balonia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cardona, de Córcega, de Murcia, Jaén, los Algarbes, de Aljeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, las Indias e islas, tierra firme del Oceano, Conde de Barcelona, Señor de Vizcaya y Molina, Duque de Atenas y Neopatria, Conde de Rosellón y Cerdaña, Marques de Oxristtan y de Orzeano, Archiduque de Austría, Duque de Borgoña y de Brabante, Señor de Flandes y de Aixol. Por cuanto por parte de Vos, los Concejos, Alcaldes, Regidores oficiales y hombre buenos de los lugares de Almarza, San Andrés, Cardos Pipahon, Tierra y Jurisdicción de la ciudad de Soria. Estas Ordenanzas son transcritas en 1832 por el maestro de la escuela y un notario que da fe de su autenticidad. Son de lectura fácil y una caligrafía excelente (ver documento 15 del capítulo 4) El aumento de la población, durante los siglos XIV y XV, hizo que frecuentemente estuvieran las aldeas pidiendo al Rey que les concediera realengos, barbechos, baldíos y términos despoblados para romper (roturar) al objeto de poder sembrar amplias superficies de cereales con el objetivo de mantener una familia y subsistir bajo el peligro de nuevos despoblamientos. En 1484, esa escasez de términos para la labranza parecía ser más aguda en unos lugares que en otros, a tenor de lo que argumentaban los Concejos y hombres buenos de Vinuesa, Salguero, Duruelo,Covaleda. Ferreros, Derroñadas, El Royo, Vilviestre, Valdeavellano, Sotillo, La Muedra, El Angosto, La Aldehuela, Velarde, La Rollamienta, Los Molinos, Rebollar, Ravas, San Andrés, Almarza, La Póveda, Arguijo y Adobejo, lugares de los sexmos de Frentes y Tera, enclavados en la zona de la sierra, que aseguraban que hasta entonces habían podido acceder a esos términos para en ellos paçer y roçar, pagando por ello un censo anual a los caballeros y Concejo de esa ciudad de Soria y que ahora, los nuevos y grandes ganaderos les perturbaban en su posesión. 116 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 51. Mapa de los pueblos de la zona en 1270279 Siempre hubo y hay conflictos entre agricultores y ganaderos por defender sus intereses; los primeros demandaban al Concejo y al Rey que les permitiese roturar o romper superficies realengas o de propios (de los Concejos) o comunales que eran pastos, para poder proveer de pan y pienso a sus familias y a sus ganados en época invernal, los segundos, sólo querían pastos para el ganado porque en su mayoría eran grandes trashumantes. En las aldeas, pronto surgirían los mixtos, ganaderos que poseían algunas hectáreas de tierra y algunas docenas o cientos de cabezas de ganado lanar. También hubo muchos pleitos entre los oriundos de las aldeas donde existían términos privilegiados o Dehesas, términos realengos y superficies de propios o de los Concejos aldeanos y la Hermandad del Concejo de La Mesta, configurada por ganaderos generalmente poderosos y trashumantes. Los Reyes enviaron al Concejo de Soria y a las aldeas de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, varios documentos para que fuese guardada su Dehesa por parte de grandes ganaderos forasteros y de la Mesta. 279 http://barderasdelmoncayo.wordpress.com/2013/06/09/mapa-de-la-provincia-de-soria-en-1270/ 117 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En este sentido existe constancia de que en alianza con la Mesta actuó un gran ganadero, interesado probablemente en que se abriese la Dehesa para sus ganados, que fue el vecino de Gallinero Juan de Vinuesa; el pleito se resolvió por ejecutoria del año 1520280 a favor de los pueblos. Por el censo de 1527, sabemos que el territorio de Soria, abarcaba 3000 Km cuadrados, donde se localizaban 168 aldeas y 155 despoblados. Existen restos arqueológicos, y lo confirman las fuentes orales de los más ancianos de San Andrés, que existieron dos núcleos poblados cerca de San Andrés. El primero situado en el prado de arriba, a 300 metros al sur de San Andrés, y un segundo en la Mata Domingo, a 1400 metros de casco urbano. Sus restos, como piedras y losas fueron y han sido utilizados para construir y reconstruir las casas de San Andrés. Estos núcleos poblados no aparecen nunca en la documentación del Arca, ni en los padrones y censos. Posiblemente dependieran de San Andrés. Las aldeas de la Sierra de Soria y su Tierra, insistieron a que se les proporcionasen términos en donde poder labrar, roturar o romper para coger cereal; esto se explicaría porque la mayoría de las economías campesinas en la región estarían orientadas hacia la supervivencia y cultivan el trigo para el aprovechamiento de pan para la familia y no para la comercialización, pues los vecinos araban tierras tanto suyas como realengas y no cosechaban ni una quinta parte del trigo que necesitaban para la familia. Esto se agravó a comienzos del siglo XVI con el inicio de un auge demográfico en esta zona serrana, según consta en el padrón de 1528 con Vinuesa a la cabeza. Así lo ilustran las solicitudes de Salduero en 1497 y La Póveda en 1511. La Mesta denunció estos excesos en romper superficies de pastos y el Rey envió un juez pesquisidor que fue el licenciado García López de Chinchilla que redactó unas Ordenanzas que regulaban la labranza, corta de leña, caza y pesca en los términos realengos de la provincia de Soria. En 1516 consta que el Concejo de Soria dio licencia a vecinos de Noviercas para poder arar en lo realengo a cambio de entregar un real por cada dos yugadas, igual que se hacía en la sierra al arrendar cerrados como en Vinuesa, Gallinero o La Póveda y concretamente el cerrado de San Sebastián, en las proximidades de Gallinero, que años antes lo habían sentenciado de pasto común. En el año 1510, tres grandes ganaderos, Juan de Las Heras que trasladó su vecindad de Yanguas a Soria, Martín García de San Andrés y Gabriel de Cuenca, se opusieron a la política de pastos de los Regidores del Concejo de Soria y de forasteros. En 1498 se habían dado ciertas ejecutorias en el proceso de reclamación de Vinuesa,, Sotillo, Herreros, y demás lugares de Soria que habían entablado procesos sobre el arar y sembrar en los términos de las aldeas de esa ciudad. 280 Diago Hernando, M: Soria en la baja Edad Media, Soria, 1985, p.27 118 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1503, atendiendo a esa demanda en el lugar de La Póveda y Molinos de Duero en el sexmo de Frentes, se da comisión al Concejo de Soria para que les señalen términos y los puedan labrar conforme al Fuero de esa ciudad. Ante la negativa del Concejo de esa ciudad a conceder la tierra que pedían, se mandó hacer pesquisa y se supo, que ciertamente en esos lugares habían aumentado la población y necesitaban tierras para labrar. En consecuencia se hace la descripción del término para que lo usen colectivamente en organización de terrazgo, añadiendo que, mientras lo tengan labrado, lo puedan cerrar con una cerca y una vez recogido el fruto, a fin de que puedan entrar los ganados de los vecinos se aportillase. Como paso intermedio a la sedentarización, cabe interpretar la organización de terrazgo que hacían los vecinos de la villa de Cornago, cercana a tierras de Soria, y situada al noreste de la actual provincia. Tal y como se describe en un documento de 1513, la villa contaba con términos amojonados y apartados, de los cuales, los vecinos tenían la mitad para labrar un año y la otra mitad otro año de barbecho, quedando así un año para el ganado. La afición de Soria por la ganadería281 llevó a que sus pastores fueran los fundadores y promotores de la Mesta (asociación de grandes ganaderos, hermanos de la Mesta). La mayoría de los ganados trashumantes que llegaban a hibernar a la comarca de la Serena (Badajoz), procedían de la comarca del Alto Duero, las sierras de La Demanda, Urbión, Cebollera y Cameros282. Los lugares más destacados en ganadería trashumante fueron: Yanguas, Cameros, Magaña, Agreda, Molinos de Razón, Sotillo, Carrascosa, Pobar, Gallinero, Almarza, Castilfrío, La Losilla, Narros, San Andrés, Lumbreras, Derroñadas, El Royo, Valdeavellano, La Póveda, Arguijo, Arévalo, Torre, Oncala, y San Pedro Manrique entre otros283. A comienzos del siglo XVI, la vocación ganadera de Soria era indiscutible, y eso llevaba a sus vecinos a argumentar la necesidad de preservar la explotación en el espacio de su tierra. Los Procuradores de los hombres buenos de la Universidad de la Tierra, emprendieron varias acciones de queja ante el poder regio, desde marzo de 1507 con los objetivos de asegurar y agilizar el paso del ganado por el interior de la Tierra de Soria, que se encontraba obstaculizado por las demarcaciones y términos apartados, que pertenecían a señores y caballeros, que se les quedaban con un número de cabezas para dejarles pasar hacia lo que los ganaderos llamaban los extremos. A lo largo de la Baja edad Media S. XII al XVI, Soria y su Tierra, está salpicada de conflictos de intereses de grandes ganaderos contra los vecinos de los Concejos locales y al revés. Klein, J: La Mesta, estudio de la historia económica española 1273-1836, Ed. Revista de Occidente, 1936, p.24. 282 Asenjo González, M.: Espacio y sociedad en la Soria medieval Siglos XIII-XV. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Temas Sorianos. Nº 38, Soria, 1999, p. 269 ss. 283 Yanguas, aporta en 1460 28 rebaños y 60.000 cabezas y Soria y sus aldeas 28 rebaños y 48.500 cabezas; siendo el principio de la era de la trashumancia. Asenjo González, M.: Espacio y sociedad en la Soria medieval Siglos XIII-XV. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Temas Sorianos, Nº 38. Soria,1999, p. 362 ss 281 119 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Todo este proceso histórico de siglos de evolución nos presenta a una España de contrastes respecto al modelo de explotación del suelo y al tipo de comunidad. En la zona norte, centro peninsular y parte del Mediterráneo impera la pequeña explotación familiar; comunidades en las que todos poseen poco, e incluso en la que en algunos casos se compagina con alguna otra actividad económica como la minería o la trashumancia. Hacia la zona de Andalucía occidental, Extremadura, La Mancha, la propiedad de la tierra está en manos de pocos, la mayoría no poseen más que sus brazos para trabajar284. Los grupos domésticos recurren al trabajo asalariado, a la aparcería para ocupar la mano de obra que los grandes terratenientes necesitan. Podemos decir que en esta tipificación de comunidad estratificada encontramos, a grandes rasgos, tres tipos de subgrupos: grupo dominante, grupo subordinado pero integrado y grupo marginal y segregado285 Algunos autores286 acaban señalando que por debajo del río Tajo no existe Gestión Comunal, que entre las dos Españas existen diferencias en el tipo de comunidad por el sistema de tenencia de la tierra, los patrones de dominación287, la transmisión del patrimonio, las estrategias familiares de subsistencia288, aunque realmente esta tipología de comunidades no puede admitirse como categorías analíticas cerradas ya que en cada una de las comunidades podemos encontrar rasgos característicos de las otras. Incluso en la misma área geográfica de Soria se ven diferentes tipos de comunidades289. Desde las Ordenanzas de Carlos V de 1527 se incorporan a la Dehesa el quinto de El Aydillo, el de Tabanera, y El Bercolar. Entre estos dos últimos se encuentra, desde tiempo inmemorial, la Ermita de la Virgen de Santos Nuevos, al norte de ambos caseríos. La devoción a esta Virgen de las Angustias290 se documenta a partir de 1590 a partir de varios pleitos y conflictos con los pueblos circundantes, muy especialmente con La Póveda y con su párroco, que queriendo controlar el culto y las procesiones de la Virgen y de la Ermita, llegan a convencer al Concejo de ese pueblo para que entren a la Ermita a coger la Virgen. Los vecinos de San Andrés y Almarza denunciaron los hechos ante la justicia civil y eclesiástica que sentenció a favor de García Muñoz, A: El éxodo rural o la derrota del campesinado, Colectivo Aula 15, Universidad de Barcelona. Bilbeny, N: Por una causa común. Ética para la diversidad, Ed. Gedisa, Barcelona, 2002, p.30 286 Brenan, G: El laberinto español. Antecedentes sociales y políticos de la guerra civil, Ediciones Ruedo Ibérico, Madrid, 1962, p. 339; Meertens, D: Ensayos sobre tierra, violencia y género, Facultad de Ciencias Humanas UN, Colección CES. 1973, p.67 287 Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder en: AAVV. Antropología de los Pueblos de España. Ed. Taurus, Madrid, 1991, p. 502. 288 García Muñoz, A: El éxodo rural o la derrota del campesinado, Colectivo Aula 15, Universidad de Barcelona. 289 “La heterogeneidad de las formas de vida depende además de otros factores interrelacionados: ecológicos, modos de subsistencia, procesos de trabajo, tecnología empleada, etc...”(…) En Castilla vivieron y viven en relativa proximidad, poblaciones tan distintas como agricultores de secano, ganaderos de Dehesas, pastores trashumantes, canteros de la piedra, trabajadores de grandes factorías de producción, mineros trabajando a cielo abierto o en galerías situadas en profundidades, pañeros, madereros, resineros, bodegueros, alfareros, etc, etc... Cada una de ellas se diría que constituyen culturas diferenciadas, con ritmos de trabajo-ocio distintos, conformando unidades de producción y de convivencia poco semejantes entre sí, y con saberes y leguajes tan ricos y complejos que son difícilmente intercomunicables” Velasco, H.M.: Caracterizaciones etnográficas y señas de identidad. Análisis antropológicos sobre Castilla y León, En Estudios de etnología en Castilla-León, Ed Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001,p. 32 290 Se trata de una virgen entronizada románica tardía o gótica muy primitiva, talla de madera policromada, vestida tal y como se hacía en el siglo XVII. 285 284 120 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ellos. Al cura de La Póveda se le declaró culpable con varios vecinos y se le puso pena de excomunión mayor permutable por una multa de cincuenta ducados.291 Como la ermita se encontraba dentro de la Dehesa privativa su culto lo gestionaban los párrocos de San Andrés y Almarza. El culto a la Virgen era una fuente de ingresos, aunque también de gastos292. En los libros de cuentas de la Dehesa aparecen los gastos de los Rectores, que eran los párrocos de ambos pueblos, los gastos por los sermones de Semana Santa, las fiestas y procesiones y el mantenimiento del edificio. La Ermita gozaba de ciertos privilegios como el de estar exenta de pagar ciertos impuestos y los curas Rectores tenían el derecho de cobro de varios emolumentos y de la limosna de Salves. Durante el siglo XVII la Ermita es el centro de varios conflictos por el control sobre ella de diferentes pueblos, hasta tal punto que tuvo que intervenir el Obispo de Osma, Don Juan Palafox, y el propio Nuncio apostólico. En el siglo XVIII los pleitos con motivo de la Ermita desaparecieron. Desde el quince de enero de 1556, hasta la fecha de su muerte en 1598, reina Felipe II. De él también aparece la confirmación de privilegios sobre la Dehesa La Mata, así como unas nuevas Ordenanzas, basadas en las anteriores, pero con pequeñas modificaciones. El documento es de difícil lectura por la grafía y por unas marcas de agua en la parte superior. Imagen 52. Retrato Felipe II293. Desde finales del siglo XV los cuatro pueblos, San Andrés, Almarza, Cardos y Pipahón, están en continuos conflictos para defender sus privilegios, sobren todo con el Concejo de Soria y la institución de La Mesta A finales de la Edad Media son los grandes Señores y la nobleza propietaria de ganados trashumantes los que acosarán a los pueblos, sobre todo en lo relativo al paso por la Cañada Soriana que cruza la Dehesa La Mata de norte a sur. Las Ordenanzas de Felipe II, mostradas a continuación, y confirmadas en 1650, recuperan parte de lo contenido en las de 1527 de Carlos V. Senet Díez, M .P Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés, ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria, Colección Archivos Sorianos nº5 ,Soria, 2002,p. 28 292 Ibid, p. 20 y ss. 293 Retrato Felipe II, realizado por Sofonisba-Anguissola entre 1530 y 1625), disponible en: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Portrait_of_Philip_II_of_Spain_by_Sofonisba_Anguissola_-_002b.jpg 291 121 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Don Felipe por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón y las dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algeciras, de Gibraltar de las Islas de Canarias de las Indias orientales y occidentales e islas y tierra firme del mar Océano Atlántico de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante y de Milán, conde de Asburgo, de Flandes, del Tirol y Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina. Por cuantos por parte de vos los Concejos, justicias, Regidores y vecinos particulares de los lugares de Almarza y San Andrés jurisdicción de la ciudad de Soria nos fecha de 1650. (Ver documento 12 del capítulo 4) A partir del siglo XVIII la Dehesa La Mata se divide en quintos: Quinto del sitio de El Bercolar, del Camino de Arguijo (pueblo limítrofe a San Andrés), el Aydillo (lugar en el que apareció la Virgen de Santos Nuevos, y cuya propiedad se la disputaron varios pueblos), la Resolana de la Virgen, Ayuelas, Tabanera o Quinto Nuevo y el de Marivela o Mata Domingo (nombre que recibió inicialmente la Dehesa, lo que me hace presuponer que en un inicio sólo fuese esa parte). Imagen 53. Mapa de la provincia de Soria en 1783294 294 http://diariodeunburgense.blogspot.com.es/2007/06/mapa-de-soria-de-1783.html 122 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En este momento los pueblos de Cardos y Pipahón ya han desaparecido y la Comunidad de la Tierra de Soria reclama la parte proporcional de la Dehesa correspondiente a los dos pueblos. San Andrés y Almarza recurren a la Chancillería de Valladolid, la que dictaminó a favor de estos pueblos manteniendo intactos los privilegios y el término. A partir del siglo XVIII, aparecieron otros grandes terratenientes y ganaderos, que surgieron del pueblo llano porque recibieron herencias, donaciones de familiares, el regreso de los indianos que llegaron con un patrimonio importante o porque en varios frentes de la vida les fue bien (agricultura, ganadería, negocios del trato de compraventa etc.). Tampoco resulta preciso que la constitución del Estado-nación a mediados del siglo XIX diluyera estas caracterizaciones de las comunidades al centralizar el poder políticoeconómico. La revolución liberal destruyó las principales Instituciones populares de naturaleza consuetudinaria (autoconstruidas, asamblearias, comunales, fraternales, integradas en la naturaleza, autogestionadas…). La Constitución de 1812 y la aplicación del Decreto de 4 de enero de 1813 titulado Reducir los Baldíos y otros terrenos comunes a dominio particular, y la ley de desamortización civil 1855 permitió privatizar la mayoría de los comunales. En el caso de los grandes terratenientes que mantenían estrechas e influyentes relaciones con los organismos administrativos y políticos de la época, su sistema de explotación agraria se vio reforzada y protegida, mientras que las Instituciones Comunales caracterizadas por el igualitarismo social, el carácter democrático y rotativo del poder, se vieron amenazadas, hasta en algunos casos, desaparecer a favor de los Gobernadores civiles, Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales295. El régimen asambleario de autogobierno que había sido abolido en villas y ciudades en el siglo XVI, pero que resistió en los pequeños pueblos, se vio sometido otra vez al expolio del poder por parte de la Administración central; pero las necesidad de una autonomía productiva permitió que en algunos pueblos, como San Andrés de Soria, esto permaneciese hasta hace pocas décadas. La incorporación a un mercado europeo quebró esta autonomía productiva e inició un proceso transformador. No debemos olvidar el papel que han jugado las Instituciones relacionadas con las gestión de las tierras y de los recursos en la configuración del Estado-Nación y como éstas nuevas políticas han promovido cambios significativos en las relaciones de la comunidad, entre sus miembros y de estos con el exterior. A causa de las relaciones difíciles y conflictivas que mantuvieron San Andrés y Almarza con la Ciudad de Soria, se desarrolló una evolución proteccionista por parte de los pueblos hacia el patrimonio de los cuatro pueblos, y de la economía basada en la agricultura, la ganadería y la explotación de la Dehesa. Fenómeno que aconteció en toda la provincia cuando se creó la Mancomunidad de los 150 pueblos para la defensa del patrimonio “a ultranza llevada a cabo por los hombres de la Tierra”296, y que de alguna Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder, en: AAVV. Antropología de los Pueblos de España, Ed. Taurus, Madrid, p. 500; .Lisón Tolosana, C: Antropología de los pueblos del norte de España, 1ª edición, Universidad Complutense, Universidad de Cantabria. Ed, Madrid, 1973, p. 236. 296 Martín Simón, R :1998: Presentación, en: La Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Soria, 1998,p. 11 295 123 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona manera es lo que ha hecho posible que determinadas prácticas y sentimientos hayan llegado hasta nuestros días. En el siglo XIX se cambiaron las superficies realengas, comunales y de propios o de los Concejos y aparecieron los llamados términos municipales, más grandes que los anteriores al incluir tierras realengas y comunales. Algunos autores achacan a este hecho la decadencia de la ganadería lanar soriana, junto a la aparición de nuevas y artificiales fibras textiles. El proceso de desamortización de este siglo implicó a los procesos concejiles: baldíos, comunes y propios. La Ley Madoz de 1854 tuvo como consecuencia la inventariación de la Dehesa La Mata por la Hacienda Pública como un bien municipal desamortizable llegándose a ser valorada para salir en subasta pública. Una vez más, los Ayuntamientos de Almarza y San Andrés, mantuvieron una batalla legal para mantener la propiedad bajo el argumento de que era un recurso necesario e imprescindible, pues no había en ninguno de los dos pueblos otro lugar o Dehesa de pastoreo para los animales. De esta manera consiguieron los Ayuntamientos mantenerla como bien propio, aunque tuvieron que abonar al Ministerio de Hacienda, el impuesto de propios que se pagó en cinco plazos. Lo que nos consta según el Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de Pascual Madoz respecto a los bienes desamortizables de San Andrés y Almarza son los que hacen referencia a curatos e Iglesias297. ALMARZA 1844 (Curatos) 9 heredades en Almarza (6 yugadas) tasadas en 3.750 rs. Sin Venta. (También en San Gregorio, Segoviela, Sotillo, Tera…) ALMARZA 1844 (Iglesias) 4 prados, 9 linares de regadío y 13 heredades en Almarza (24 yugadas y dos cuartos) tasados en 10.833 rs. Sin Venta. En febrero de 1855 Madoz presenta en las Cortes su proyecto de ley desamortizadora, plateándola como una continuación de la obra progresista de 1836. Ya situados en el siglo XX, los planes catastrales de 1916 dividen la Dehesa en siete polígonos que se corresponden con los quintos previamente existentes298. 297 La ley del 2 de septiembre de 1841, que ponía en venta los bienes del clero secular , se aplicó en Soria en 1843.Las fincas subastadas se agrupan según la procedencia. En este caso era los bienes procedentes del Clero Secular. Instituciones dependientes de la catedral Curatos Iglesias Otras instituciones. Foster, G.M: Las culturas tradicionales y los cambios técnicos, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1973,p. 456-458. 124 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 2.- LA EXPLOTACIÓN DE LA DEHESA Los hombres luchan para alcanzar lo que tiene importancia para ellos, y el hombre de negocios, para quien el propio interés es algo vital, batallará esforzadamente en pro de un sistema de valores que ponga de relieve la importancia de la producción. En verdad, ya está luchando por ello y quizá lo hace intuitivamente más que de otra manera. John k. Galbraith299 2.1.- El medio natural y físico Situada en el norte de la provincia de Soria, comunidad autónoma de Castilla y León, se halla, concretamente en el subvalle del Tera. Los pueblos de Almarza y San Andrés se encuentran en una zona morfoestructurada300 denominada Sierras Ibéricas del Noroeste. Se trata de un área de montaña muy compartimentada con gran diversidad y variación microclimática en distancias relativamente cortas. La pedanía de San Andrés de Soria es, un pequeño pueblo que constituye una de las ocho pedanías que pertenecen al municipio de Almarza, conjuntamente con Gallinero, Sepúlveda de la Sierra, El Cubo, Tera, Matute (completamente deshabitado hace unos años y que actualmente se está rehabilitando), Espejo de Tera, Segoviela y Portelárbol. Imagen 54. Mapa de situación del municipio de San Andrés 301 Senet Díez, M.P: Documentos del Arca Archivo. Almarza y San Andrés, Soria, 2003,p.24 Galbraith, J.K: La sociedad opulenta, Ed. Altaya, nº 56 Grandes Obras del Pensamiento Contemporáneo, Barcelona, 2000, P. 210. 300 Las zonas morfoestructuradas son grandes unidades de relieve que se caracterizan por unas condiciones geológicas y geomórficas determinadas y que se diferencian de otras limítrofes. Asenjo González, M: Espacio y Sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Ed. de la Excam. Diputación Provincial de Soria, Colección temas sorianos nº 38, Soria, 1999, pp. 67 y ss. 301 Municipios de Soria (España). 2003 en: Municipalities of Soria (Spain). http://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:Tony_Rotondas Emilio Gómez Fernández (revisado en 12/01/2012) 299 298 125 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Al pie del Puerto Piqueras, y alcanzando la visión del paisaje desde el Alto Cebollera hasta el Moncayo, San Andrés de Soria alcanza una superficie de 16´11 km2 y se sitúa a una altitud de 1150 metros. Limita al norte con Arguijo, por medio del Rio Arguijo ,y con Barriomartín; al sur con el pueblo de Tera; al este con el municipio de Almarza separados por de la carretera nacional 111 que conduce a La Rioja y parte del curso del río Tera; y finalmente por el oeste, con el término de Rollamienta y un trozo del término de Arguijo por medio de los montes de el Robledillo , Tabanera, y un pequeño tramo de arroyo de Las Celadillas. Imagen 55. Mapa de delimitación aproximada de la pedanía. Fotografía satélite Google Earth. Imagen 56. Vista del Alto de Tabanera desde el pueblo. Fuente propia. 126 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La pedanía configura un relieve más bien montañoso, que aumenta su accidentalidad a medida que nos desplazamos hacia el oeste. El punto más alto de ésta es el Alto Tabanera (1637 metros). Los montes del Robledillo y Mojón Albo que marcan el límite con la villa de Rollamienta alcanza los 1400 metros de altitud. Bajando en dirección al casco urbano, situado en el sureste de la pedanía, por el curso del arroyo de las Celadillas encontramos la Mata Domingo (1239 metros). Imagen 57. Visión por satélite de la Dehesa. Fotografía satélite Google Earth. Todos son montes que adquieren una importancia en la vida económica del pueblo, ya que se corresponden con delimitaciones o puntos claves en el sistema de aprovechamiento comunal de la Dehesa Boyal. Aunque no atraviesa la pedanía de San Andrés, el río principal en el abastecimiento de agua de la zona es el río Tera, con un caudal total circulante medio de 173 hectómetros cúbicos por año, caudal cada vez más en declive por la sequía a la que se ve sometida la tierra en las últimas décadas debido al cambio climático, y que desemboca en la margen izquierda del río Duero a su llegada a Garray. 127 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El arroyo de Las Celadillas es el curso más importante que atraviesa la pedanía. Desde el monte Guardatillo (término de Arguijo), a una altitud de 1672 metros, recoge en su curso alto las aguas del deshielo (régimen pluvio-nival) y fuentes de los picos La Soriana (1637 metros), Tabanera (1671 metros), Alto Tabanera (1637 metros), en dirección sur-este dentro del término de San Andrés, la Mata Domingo (1239 metros), el Robledillo y Mojón Albo (1400 metros), en su curso más bajo, contorneando el casco urbano de la pedanía, hasta desembocar en la margen derecha del río Tera. El río Arguijo, límite natural con el término municipal de Barriomartín, al igual que el río Tera no pasa por la pedanía de San Andrés pero constituye parte de su hidrografía, recogiendo las aguas de Pico Terrazas (1818 metros), Pico Cabaña, Tabanera, La Ladera y La Peñuela, que rodean el pueblo de Arguijo y desemboca en la margen derecha del Tera. Imagen 58. Arroyo Celadillas. Fuente propia Imagen 59. Abrevadero del Alto de Tabanera Fuente propia Imagen 60. Dehesa en invierno. Fuente propia. Imagen 61. Dehesa en primavera. Fuente propia Existen en la pedanía, además de éstos, otros arroyuelos como el Río Viejo, situado al norte del arroyo de Las Celadillas, que nace en la fuente La Pizana, y transcurre por la Dehesa y es atravesado por los caminos de La Mesilla, Santos Nuevos, y la carretera nacional 111 hasta su desembocadura en el río Tera; y al sur el arroyo Garrancho, cuyo origen se encuentra 128 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona cerca de la Dehesa de Estepa y cuyo curso desciende por una barranquera hasta desembocar al sur de la pedanía de Tera en el río de éste mismo nombre. Imagen 62. Vista por satélite de la situación de San Andrés. Fotografía satélite Google Earth. Ambos arroyos ostentan un régimen pluvio-nival, lo que los mantiene casi siempre secos a lo largo del año. Casi tan importantes como los ríos en la hidrografía del pueblo son las diferentes fuentes que se encuentran extendidas por toda la pedanía. Fuentes como la de Once Vecinos y La Pizana situada en la zona de la Dehesa llamada la Parcela del Medio. La Peña y El Quinto son dos de las fuentes que se encuentran en Tabanera. Las fuentes de Martínez y La Vergaza se hallan en la zona de la Mata Domingo. La fuente de Santos Nuevos se encuentra en la misma zona que lleva este nombre, conjuntamente con la ermita de la Virgen de Santos Nuevos, y un poco más al norte de esta zona están las fuentes de Calderas y Pilones. Fuentes y manantiales como Roble Mocho, Mojón Albo, Guijinas, Las Rozas y Salvadores los encontramos en la zona de El Pago, y hacia el sur de la pedanía la fuente del Cañuelo. La fuente más importante para el pueblo es la que se encuentra en el centro de la plaza del Ayuntamiento, y que tiene un pilón grande como abrevadero de los animales: es la fuente de El Soto, construida en 1906. Los límites de la Dehesa La Mata quedan definidos por el río Tera y la carretera de Logroño al este, los abrevaderos del Aydillo y las Tierras de la casa de Vadillo al norte, el límite del término municipal de Almarza-San Andrés con la Póveda y Rollamienta por el Oeste y el 129 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona término de Estepa de Tera al sur. En la zona más septentrional cruza la carretera y el río extendiéndose por el término de Almarza en el pago denominado el Bercolar. Climatología de la zona El clima de Soria es conocido por su dureza. En la actualidad es la zona de la geografía peninsular con los inviernos más fríos y largos. Y así era en el pasado, lo que se debe tener en cuenta a la hora de comprender y valorar el tipo de vida que llevaron los pueblos y su relación con el medio natural. El medio natural de esta tierra no favorece el hábitat. El largo invierno es el principal problema, pues hace muy difícil cultivar las tierras, ya que las frecuentes heladas hacen que el cereal que se pueda cultivar sea poco y de poca calidad en comparación con otras zonas como las del sur de la provincia. Aunque esta zona se caracterice por su elevada altura, fuertes vientos, frío y precipitaciones altas, la historia nos presenta una vez más, el ejemplo que cuestiona el determinismo geográfico. Las tierras sorianas constituyen la mayor meseta altimétrica del interior de la Península, circunstancia que unida a su acusada continentalidad, determina unas condiciones climáticas caracterizadas por la presencia de bajas temperaturas, especialmente rigurosas durante los inviernos, elevada amplitud térmica y frecuentes heladas durante gran parte del año. Estos factores climáticos, junto con las características litológicas y orográficas son en última instancia los responsables de la naturaleza de los aprovechamientos agrarios actuales y de sus limitaciones. La mayor parte del territorio queda comprendido entre las isoyetas de los 400 mm y los 600 mm, incrementándose notablemente estos valores a consecuencia de los fuertes contrastes altimétricos, registrándose en las zonas de montaña precipitaciones que oscilan entre los 800 mm y los 1000 mm. Imagen 63 y 64. Nevadas en San Andrés. Fuente propia. 130 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La altitud define los dominios climáticos claramente diferenciados, veámoslo con más claridad en el siguiente climograma de la Depresión central, concretamente de las zonas montañosas periféricas. TABLA 1: DATOS METEOROLÓGICOS BÁSICOS DE SAN ANDRÉS DE SORIA. AÑO 2012. MES ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE Total/Media PRECIPITACIÓN 41,7 46,1 42,5 50,4 55,3 49,1 28,7 23,8 38,8 48,0 51,9 47,5 523,8 TEMPERATURA 2,7 3,6 6,1 8,0 12,0 16,0 19,8 19,6 16,4 11,0 6,2 3,5 10.4 CONST K 1,56 2,29 4,45 5,93 7,77 8,39 8,73 7,64 4,58 2,99 1,47 0,81 ETP 14,61 22,39 48,58 69,89 105,78 129,56 149,97 130,55 70,31 39,34 16,12 7,88 K: constante mensual de ETP ETP: evapotranspiración potencial mensual 2.2.- Tipo de gestión de la Dehesa hasta final del siglo La Dehesa La Mata seguía el sistema general de explotación de las Dehesas boyales que establecía una rotación en tres fases con el objetivo de facilitar la recuperación ecológica de las mismas. La diferencia, no obstante, entre otras Dehesas boyales y la de La Mata es que solamente era explotada por los vecinos, o se arrendaban pequeñas zonas, pero bajo un control muy estricto como se recoge en las Ordenanzas. El sistema de rotación que sigue es el de las Dehesas sanmartiniegas. Atendiendo al régimen de aprovechamiento, puede hablarse de tres tipos de Dehesas: sanmartiniegas, sanjuaneras y cerradas o privilegiadas, entre las que se encontraban algunas de propiedad particular. 131 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La mayoría de las Dehesas boyales eran sanmartiniegas y su aprovechamiento pasaba a lo largo del año por tres fases, que se ajustaban a una cronología bastante uniforme en toda la zona302: 1) Entre primeros de marzo (primer día de mes, o primer domingo según los pueblos), y primeros de mayo la Dehesa permanecía absolutamente vedada para el paso de todo tipo de ganado y a todo el mundo, para favorecer la regeneración ecológica. De esta manera se aseguraba la regeneración de la hierba para pastos y se evitaba que estos desaparecieran303. 2) Desde primeros de mayo hasta San Martín 304(once de noviembre) pastaban en ellas las yuntas de labor de los vecinos del lugar y los ganados domados, excluyendo a los cerriles, que se tendían a juntar con las ovejas churras en otros baldíos de menor calidad305. En el caso de la Dehesa La Mata, quedaban excluidos de explotación los agostaderos que eran ocupados por el ganado trashumante de los ganaderos que arrendaban los pastos306. En el siglo XVIII los principales mesteños, como el Marqués de Zafra y el Marqués del Vadillo, arrendaban estos agostaderos. 3) Desde San Martín hasta comienzos de marzo la Dehesa quedaban abierta a todos los ganados de los vecinos de los pueblos de San Andrés y Almarza sin ninguna restricción. Esto también diferenciaba la Dehesa La Mata del resto de Dehesas Boyales, que se abrían a todos los vecinos de la tierra de Soria, pues entraban dentro del régimen general de explotación307. 2.3-Documentación que regulaba la explotación de la Dehesa y el Prado de los Toros. LAS ORDENANZAS MUNICIPALES La palabra Ordenanza no ha tenida el mismo significado a lo largo de la historia. En la actualidad, las Ordenanzas son definidas como308: Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995, p. 106 303 Harding, G: The tragedy of the commons, en Sicence, nº 163: 1243-1248. 1968. Freeman, S: Neighbords. The social contract in a Castilian Hamlet,The University Press of Chicago, Chicago 1968. 304 Freeman, S: Neighbords. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.50 305 En otros pueblos, una vez las cabezas domadas habían consumido “la flor” de la Dehesa sí se permitía la introducción de cabezas cerriles. Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995, p. 106 306 Existen referencias a los contratos de arrendamientos en los libros de cuentas de la Dehesa. 307 Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995, p. 106 308 Martínez Alcubilla, M: Diccionario de la Administración española, Madrid, 1869 302 132 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Textos jurídicos que desde la Baja Edad Media a nuestros días recogen la regulación de la vida local en materias propias de la competencia de sus instituciones y autoridades309 o como toda norma general, cualquiera sea su autor, cuyo ámbito territorial se circunscribe al municipio que se dicta para él y que regula aspectos de la vida económica, social, vecinal de organización y funcionamiento del Concejo, su actividad y competencia310 En la Edad Media, así como en la Edad Moderna las Ordenanzas eran las dadas (o confirmadas) por el Rey, y también las dadas, y posteriormente confirmadas por el Rey311, por el Concejo de vecinos312. Surgen en un momento en que los Fueros, expresión de la autonomía de los pueblos y aldeas, vivían una degradación normativa, y las necesidades de regulación de la vida social, económica, administrativa requieren de nuevas formas de legislación local313. Por este motivo pueden ser clasificadas en Ordenanzas Reales, Señoriales, de los Concejos y Gremiales. Otra forma de clasificarlas es en generales, hacen referencia a la convivencia de la villa, y concretas, cuando regulan aspectos particulares. Es precisamente en la Baja Edad Media cuando el Derecho local conoce su mayor florecimiento como consecuencia lógica de las estructuras que gestionaban el poder social y político314. Los estudiosos de historia del derecho local afirman que existe un punto de inflexión en el siglo XIV que sitúa el principio de la caída del valor de los derechos locales, que concretamente en Castilla sería la fecha del Ordenamiento de Alcalá en 1348315. Pero lo que vemos a través de los documentos del Arca, tanto en Ordenanzas como en pleitos mantenidos contra la villa de Soria, es que en San Andrés y Almarza este derecho local tuvo vigencia cuatro siglos más. En el siglo XV, en las Cortes de Ocaña en 1422, Juan II reconoce el valor de las Ordenanzas de los pequeños lugares en un texto con vigencia hasta cuatro años después316, como he citado anteriormente: Ordenamos y mandamos, que todas la ciudades, villas y lugares de los nuestros Reynos sean gobernados según las Ordenanzas y costumbre que tienen los Alcaldes y Regidores y oficiales de los tales Concejos, y que los Justicias no consientan, que 309 Artola, M, Enciclopedia de la Historia de España., 5, Madrid 1988-1993, 887 Corral García, E, Ordenanzas de los Concejos castellanos: formación, contenido y manifestaciones (siglos XIII-XVIII), Burgos 1987, 37 311 Era habitual que los Reyes reformaran y confirmaran las Ordenanzas. Teniendo en cuenta que los Concejos tenían potestad judicial independiente, la reformulación de las Ordenanzas por parte de los monarcas, durante el siglo XIII-XV, era una forma de controlar la potestad de los Concejos. No obstante las Ordenanzas en esta época eran imprescindibles para el desarrollo de la sociedad. Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 50 312 Enjo Babio,A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV. Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, p. 221 313 Ladero Quesada, M.A, Las ciudades de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media, s. XIII-S. XV, SA, Madrid 1996. Díez Canseco, L: Sobre los Fueros del Valle de fenar, Castrovallón y Pajares (notas para el estudio del Fuero de León), AHDE, tomo I, 1924, p. 337 y ss. 314 Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p.38 315 Ibid, p.39 316 Ibid, p. 50 310 133 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona fagan levantamientos ni Ayuntamientos contra el Concejo y oficiales, ni comunidad de gente para embargarles en regir y gobernar, ni a las Justicias en la execución dello: y mandamos a las Justicias y Regidores procedan conforme a Derecho a punir y castigar a los que lo suso dicho ficieren; y guarden las Ordenanzas y costumbre que los Concejos acerca desto tuvieren.317 Este texto de Juan II comienza un proceso de reducción de las competencias de los Concejos municipales. A finales de la Edad Media existe un intento por centralizar el poder, incidiendo sobre todo en el poder local, pero los municipios castellanos presionan al Rey para que no se lleve a cabo esta pretensión uniformadora del derecho318. La primeras Ordenanzas que encontramos dentro del Arca y que regulan la gestión del uso de la Dehesa comunal son las aprobadas por Carlos I en 1530 (1527 se cita en el documento de Real Provisión que las acompaña). En ellas ya aparece un Regidor de la Dehesa por cada pueblo. Después de la despoblación de Cardos y Pipahón permanecen los cuatro Regidores, dos por cada pueblo. El objetivo de las Ordenanzas municipales, desde una visión general, es el de reglamentar la vida cotidiana de los municipios para las que se redactan319, por lo que no existe una normativa uniforme para todos los pueblos o aldeas, sino que cada uno se rige por sus tradiciones, sistemas de valores y sobre todo, necesidades de la comunidad local320. Intentan regular el máximo de aspectos y actividades posibles, tanto económicas como sociales. La regulación de estas actividades reduce los conflictos y mejora la convivencia en el pueblo, por lo que el sistema de igualdad que mantiene la comunidad no se desequilibra. Las Ordenanzas de San Andrés, como la de otros los pueblos de la Península, permiten conocer de primera mano la historia local ya que se hacen eco de las necesidades y valores que predominaban en cada época.321 Eran elaboradas por los Regidores y el Alcalde y sólo en alguna ocasión concreta se convocaba a los vecinos en Concejo abierto, por lo que el poder legislar queda en manos de estos representantes de la comunidad, miembros del común, y que en principio eran considerados como iguales entre los vecinos, pero que a la hora de la verdad disponían de una parcela de poder ya que influían en las decisiones de gestión de la Dehesa. A través de ellos se reflejan las preocupaciones del Concejo por los problemas de la comunidad y las decisiones tomadas para resolverlos322. El procedimiento de elaboración lo ponía en marcha Ley I, Título III, libro VII, Nov. Recop. Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 51 319 Vázquez de Prada, V: Historia Económica y social de España. Los siglos XVI-XVIII, Vol. III, Madrid, 1978. Corral García, E. Ordenanzas de los Concejos castellanos: formación, contenido y manifestaciones. (S. XIII-S. XVIII), Burgos, 1988. 320 Mendioroz Lacambra, A: Ordenanzas municipales de Alfaro. La organización de la vida cotidiana 1780. Cuadernos del Marqués de San Adrián, nº 3, 2005, p. 93 321 Ibid, p. 93-94. 322 Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV. Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, págs. 220 318 317 134 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona el Concejo, y aunque no se recoge en ningún documento de la Dehesa, los investigadores323 que lo han estudiado coinciden en que debía ser simple. Se reunía la asamblea del Concejo, y tras discutir el tema y realizar una valoración se redactarían las Ordenanzas para ser aprobadas posteriormente. Las Ordenanzas que a continuación muestro tienen sesenta y seis mandas que hacen referencia al ganado, a los quintos y a la leña. El documento empieza con una alusión a los Alcaldes y Regidores de la Dehesa: Por mandato de los Ilustres que a la razón son Juan Gómez Ramos y Francisco Ramos, Alcaldes de este lugar de Almarza y Regidores de la Dehesa Juan de la Rad Campos y Gerónimo Gómez: y alcaldes de el lugar de San Andrés Antón del Río y Manuel Carzo, y Regidores de la Dehesa Diego de la Ceña, José Bentosa y Escribano de la Dehesa Manuel Martínez Saque. Este traslado de su Original… En otras Ordenanzas de otros pueblos se alude a la rectitud moral de sus redactores y vecinos, pero en este caso el documento empieza tratando las penas que se impartirán a aquellas conductas desviadas sobre tala, poda de árboles, ganado; modo de comportarse con los Señores Eclesiásticos (párrocos) y el secuestro de sus casas. Introduce los temas que se van a tratar, como los anteriormente citados, lo referente al santero de la ermita de Santos Nuevos, las aguas y su repartición324, y las conductas de los vecinos del pueblo. El carácter punitivo de esta introducción, conjuntamente con las alusiones a castigos por conductas inadecuadas por parte de los vaqueros, guardas de la Dehesa o cabreros contratados, hace pensar en el esfuerzo coercitivo que ejercía la comunidad para controlar la igualdad. Las conductas debían ser impecables según las concebía y legislaban. Las Ordenanzas estaban avaladas, como ocurre en otros casos325, por la corrección más absoluta y parecen estar inspiradas en la lucha contra el fraude que pondría en riesgo el sistema de igualdad. Las Ordenanzas finalizan: Lo cual todo visto por los de nuestro Concejo y las dichas Ordenanzas que des uso van incorporadas, fue acordado debíamos mandar dar esta carta para vos en la dicha razón y nos tuvimos por lo bien, y por la presente sin prejuicio del derecho de nuestra Corona Real, confirmamos y aprobamos las dichas Ordenanzas que de uso van incorporadas y nos mandamos que ahora y de aquí en adelante nuestra merced y voluntad fuere las guardéis, cumpláis e presenteis y mandadas guardar, cumplir, y presentar de todo y por todo que en ellas y en cada una de ellas se contiene, so las penas en las dichas Ordenanzas contenidas, y contra tener y formar de ellas, no vayadas, ni pasadas, ni consintadas ir ni pasar en tiempo alguno, ni Ladero Quesada, M.A, Las ciudades de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media, s. XIII-S. XV, SA, Madrid 1996. Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV. Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, págs. 220 324 Tax Freeman, S: Neighbors. The social Contract in a Castilian Hamlet, The University of Chicago Press, 1970, USA, p.36 325 Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV. Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, págs. 209-228 323 135 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona por alguna manera los unos ni los otros, no pagadas ni pagan un Real so pena de la nuestra Merced y de diez mil maravedíes para nuestra cámara. Se conservan Ordenanzas de otros municipios del norte de la Península326 La copia realizada en 1838 (Ver documento 15 capítulo 4) finaliza explicando que es una copia redactada por el maestro del pueblo y delante de un notario, ya que tanto la original, como la copia que se realizó anteriormente estaban en muy mal estado. Este cuidado en mantener los documentos de la Dehesa vuelve a mostrar una vez más la importancia que tenía este bien comunal para las comunidades y todo lo contenido en el Arca. Esta es una copia bien y fielmente sacada, corregida y concertada de otra carta ejecutoria y Ordenanzas en ella insertas, que en el año de 1722 y el 23 de mayo trasladó de su original por hallarse muy confuso y devorado. Maestro Martínez Baldeosera Notario público Apostólico que lo era y vecino de Almarza, y ahora yo, Don Francisco González Maestro de Instrucción primaria en dicho lugar de Almarza, he copiado la presente orden de los Señores de Justicia de San Andrés y este referido a Almarza, como también por mandato de los Regidores de la dicha Dehesa y Escribano, que lo son Florencio Morales Regidor de pueblo de San Andrés y Domingo la Rad Chavaler por Almarza, siendo Escribano Francisco Mateo vecino del citado San Andrés; cuya copia va inserta en doce hojas, y acompañan a ella la original y la primera copia, ambas bastante estrozadas. Y para que conste lo firmo en el relacionado lugar de Almarza dia 26 de febrero de presente año de 1838. Francisco Gonzalez. La estructura de las Ordenanzas suele ser bastante uniforme en la zona norte de la Península. Podemos detallar cuatro partes: Una primera como encabezamiento o preámbulo, en la que normalmente aparece la sesión en la que se aprobaron. En este caso están dadas conjuntamente con la Real Provisión de Carlos I de España y V de Alemania en Valladolid. Suelen indicar la fecha y el lugar, titulares sobre los que recae la potestad normativa (Regidores y Concejo en este caso). En segundo lugar aparece el texto íntegro, que recoge normalmente las disposiciones prohibitivas impositivas de una conducta determinada cuyo incumplimiento tiene como consecuencia una pena de carácter económico (aunque en otras Ordenanzas, no las de San Andrés, se consideran las penas de cárcel o corporales). La tercera parte es la que recoge cómo se ha dado cumplimiento a la publicación. Y por último recoge la relación de testigos. La forma de publicar las Ordenanzas se hacía a través del pregón. El pregonero ha sido una figura que ha existido en el pueblo hasta los años ochenta del siglo XX, siendo el aguacil del pueblo el que lo hacía las últimas décadas. Esa frase típica por todos conocida: Se hace saber, por orden del Señor Alcalde..., no resulta tan lejana y desconocida para los vecinos actuales de San Andrés. Mendioroz Lacambra, A: Ordenanzas municipales de Alfaro. La organización de la vida cotidiana 1780. Cuadernos del Marqués de San Adrián, nº 3, 2005, p. 95 y ss.; Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV. Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, págs. 209-228 326 136 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La figura del pregón cumplía dos cuestiones fundamentales: la primera era la de dar a conocer las Ordenanzas municipales a todos los vecinos, por lo que la mayoría de veces se leían públicamente. Y al leerse públicamente, se conseguía otra función y era la de garantizar su cumplimiento pues nadie podía excusarse en el desconocimiento de la ordenanza. No obstante, se conservaba por escrito mención a ellos como podemos ver: Imagen 65. Parte del documento del Arca que recoge un Pregón de 1651. Imagen 66. Parte del documento del Arca que recoge un Pregón de publicación de la Ordenanzas de 1651. 137 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 67. Ordenanza sobre la suelta de ganado en la Dehesa, y aspectos relacionados con la ermita de Santos Nuevos. Año 1749. 138 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 68. Ordenanza sobre la suelta de ganado y la corta de leña en la Dehesa. Año 1749. 139 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Estas Ordenanzas se recogían en los inventarios y se destacaba algunos aspectos que eran importantes para la buena gestión de la Dehesa. Los ganados debían estar marcados (se disponían de cuatro yerros con lo que se supone que debía ser la misma marca para todo el ganado propiedad de los dos pueblos)327. Imagen 69. Extracto del inventario de 1783 en referencia a los hierros de marcar el ganado. Este inventario hacía referencia a todas la alajas que se utilizaba en diversas actividades relacionadas con la gestión de la Dehesa. Imagen 70. Extracto del Inventario de 1783. También se cita en los inventarios aspectos relacionados con la corta de leña, recogidos en las Ordenanzas. Imagen 71. Extracto del Inventario de 1808. En 1783 los pueblos de Cardos y Pipahón ya no aparecen. Se podría pensar que cuatro hierros de marcar debían ser uno para cada pueblo, pero en este año sólo se citan los pueblos de San Andrés y Almarza. 327 140 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En el Arca, además se recogen otros documentos relacionados con la gestión como eran: 1) LIBROS DE CONTRATOS Y LIBROS DE CUENTAS DE LA DEHESA Los Libros de Contratos, como los llaman los vecinos, recogen los contratos, arriendos y acuerdos relativos a la Dehesa de Almarza y San Andrés. El más antiguo se inicia en 1731 y comienza con el contrato de arrendamiento de un quinto de la Dehesa privativa al Marqués de Zafra. Este primer libro de contratos finaliza el año 1796. Encontramos otros libros que recogen la gestión en los períodos de 1796 a 1817, de 1818 a 1844, de 1855 a 1953 (inclusive existen contratos durante la Guerra Civil). Paralelamente a los libros de contratos y arriendos existen los Libros de Cuentas en los que se llevaba la contabilidad de los distintos usos de la Dehesa. Destacan el Cuaderno de Asiento de la contabilidad de la tala de madera y cabrios de 1771 a 1838, censos y redenciones de censos que gravan sobre la Dehesa, de 1602 a 1722 y certificados de aprobación y finiquitos de las cuentas de arbitrios y propios del común de ambos pueblos por la Superintendecia General de Rentas de Soria y la Contaduría de Propios y arbitrios en intervalos desde 1615 hasta 1861. Se recogen también las actas de los Ayuntamientos de los dos pueblos desde 1867, 1882, 1888, 1952 Recoge aspectos de la gestión de la Dehesa como los contratos de arrendamientos al Marqués de Zafra que aparecen en la primera página del Libro de Contratos iniciado en 1731. Arrendamientos del quinto nuevo de la Peña con el Señor Marqués de Zafra y en su aspenzía, sus mayorales Juan … En el lugar de San Andrés primero de Marzo del año de mil setecientos y treinta y uno, arrendo el quinto nuevo encima de la peña conforme este año y pasado de los años que ligaron el Sr, Marqués; y nos convenimos en dicho quinto que nos adeuda cada verano sus ... cincuenta reales de vellón328 y cinco corderos. Digo sus corderos darse cada año igual. Y en otros quintos no pueda… En contrato regula el tipo y cantidad de ganado que puede entrar seis cabras con su macho así como el espacio temporal del que puede hacer uso: desde el día … hasta el día…. Y firman los Regidores de la Dehesa y los ayudantes del Marqués. A continuación del contrato con el Marqués de Zafra se escribe el contrato con el Guarda de la Dehesa. Como veremos en los diferentes documentos este contrato se va a hacer hasta los años setenta. Otro aspecto que cabe destacar, y que facilitaba la localización de los diferentes contratos, es que en los márgenes izquierdos se escribía una especie de título o resumen del contrato, lo 328 El Vellón es el nombre que recibía la aleación de cobre y plata con la que antiguamente se fabricaban algunas monedas. Los reales de vellón fueron creados durante el reinado de Carlos II en 1686 con un valor equivalente a 34 maravedíes de cobre. 141 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona que hace pensar que estos libros de cuentas eran utilizados con una relativa frecuencia. (Ver documento 17 del capítulo 4) 2) CONTRATOS DEL GUARDA DE LA DEHESA Contrato del Guarda de la Dehesa. El texto dice: Digo yo, Diego Bello vecino del lugar de San Andrés que me obligo a guardar la Dehesa de los lugares de San Andrés y Almarza, por tiempo que los Regidores me manden guardar… Imagen 72. Extracto del contrato del Guarda de la Dehesa de 1732, indicando al margen izquierdo: Contrato. Y nosotros los Regidores que somos o Fueron nos obligamos a pagarle seiscientos sesenta y dos reales y quartillo de bellón por sus …. Condición que se me a de dar penas mayores… Imagen 73. Extracto del contrato del Guarda de la Dehesa de 1732, indicando el salario asignado. El mismo formato se repite en los contratos de los años sucesivos. (Ver documento 18 capítulo 4). 142 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 3) CONTRATOS SOBRE ANIMALES PADRES Y MADRES Contrato con Francisco Morales de la yegua madre del prado de los toros, Digo yo Francisco Morales vecino del lugar de San Andrés que me obligo con mis bienes habidos , por abrazar la yegua madre del otro prado y es condición que la vengo a hacer designaban a macho… Texto de 1731 Imagen 74. Extracto del contrato, tal como indica el margen izquierdo, de 1731. En 1735, sobre el toro: Imagen 75. Extracto del contrato sobre el toro del común, de 1735. 143 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 4) EL PAGO EN ESPECIES Ya hemos visto que en los contratos de los guardas de la Dehesa, como en los de los vaqueros, existían pagos en especies. Los celemines de trigo, o los animales, como refleja estos textos: Imagen 76. Texto de 1735 del pago realizado en animales. Imagen 77. Texto de 1733 del pago por cada ternero tres zelemines Imagen 78. Texto de 1781 del pago en ducados. 144 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 79. Texto de 1749 del pago en celemines. LAS MEDIDAS Imagen 80. Una fanega que equivale a 55 litros y medio. Fuente propia. Imagen 81. Un celemín que corresponde a una doceava parte de Fanega y también sirve para medir extensiones o volúmenes. Fuente propia 12 celemines hacían una fanega, por tanto, 6 celemines eran media fanega, también llamada cuarto. 5 celemines eran una hemina o emina y 3 celemines eran un cuarto de fanega. 145 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 5) CONTRATOS DE PERSONAL: VAQUERO, CABRERO, SEGADOR DE LA HIERBA DEL PRADO DE LOS TOROS Contrato del vaquero en 1731: Contrato del vaquero del ganado resero de 1731 con Juan de la Ra vecino de San Andrés Digo yo, Juan de la Ra, vecino del lugar de San Andrés, que me obligo con mi persona y bienes habidos y por haber a guardar el ganado resero de ambos lugares. Con todas las clausulas que en ello se requieren costumbre fueren por tiempo de dos años y se me han de dar por mi trabajo del ganado de esta … tres celemines y medio de cada res y del lugar de Almarza me ha de dar acuerdo de dos a cuatro celemines por cada res. Comienza a contar el día primero de setiembre y cumple el día primero de setiembre del año 1733 años. Y es condición que tengo andar por donde los Regidores mandasen los que son o fueren. Y es condición que debo andar personalmente de noche y de día… (Ver documento 19 del capítulo 4) 146 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 82. Pagos por los hierros de marcar ganado que debían hacer los dos lugares de Almarza y San Andrés por igual, de cuarenta reales de vellón, en 1731. Imagen 83. Contrato por segar el prado de los toros en 1744 147 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 84. Contrato del cabrero en 1733 Digo yo,…. De Laguna, vecino del lugar de San Andrés que me obligo a guardar las cabras de ambos lugares por el tiempo que hay desde hoy día diecinueve de julio del año 1733 al día de San Pedro de del año de 1734 y es condición que mi en persona Valentin Ruiz las ha guardado desde el día de San Pedro del año 1733. (Ver documentos 20 del capítulo 4) 148 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 7) CUENTAS Imagen 85. Libro de Cuentas de 1799 149 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 86. Libro de Cuentas de 1799 8) LOS FIADORES Los fiadores eran miembros del común, que acompañaban a aquella persona contratada y respaldaban también con sus bienes que se haría el trabajo correctamente. Imagen 87. Firma de los fiadores en 1734 150 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 9) CONTRATOS CON PERSONAS Imagen 88. También se recogen los contratos a personas indicando el nombre, en 1735 10) ACUERDOS CON OTROS PUEBLOS Acuerdo con Gallinero en 1807 (Ver documento entero, nº21 del capítulo 4) Imagen 89. Extracto del acuerdo con Gallinero en 1807 151 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 152 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 3: LA TRADICIÓN Frente al esfuerzo ingenuo por evocar una vida tradicional imposiblemente estática y representativa siempre de una inexistente época histórica, se empieza a abrir paso la convicción de que una auténtica conservación de la historia supone la patrimonialización del cambio social.329 José Fernández de Rota Los enfrentamientos de los mozos de ambos pueblos en cada fiesta que salían a robar flores para adornar sus fuentes se iban convirtiendo en su edad adulta en noviazgos, matrimonios y amistades. La simbólica oposición dejaba paso a la verdadera unión de los dos pueblos y a la creación de una identidad común, y el Arca siempre ha permanecido como testimonio de un pacto continuado, respetado y extrapolado a otros aspectos de la vida cotidiana de las gentes de los dos pueblos. Imagen 90. Los vecinos sacando el Arca de la Vitrina de seguridad en San Andrés.330 Imagen 91. En la puerta del Ayuntamiento de San Andrés331. El Arca, de madera noble es sacada del Ayuntamiento donde ha pasado el año y acompañada por mozos, vecinos, alcalde y concejales y trasladada hasta un paraje de Canto Gordo, (lugar en el que antiguamente se reunían los Concejos de ambos pueblos.), y donde los mozos, vecinos, alcalde y concejales del otro pueblo están esperando para recibir el Arca y convertirse en los depositarios y custodiadores de ella durante el siguiente año. Antiguamente, dice la tradición oral por boca de los mayores de la zona, al realizar el traspaso de Arca al otro Ayuntamiento, los alcaldes pedáneos exponían en un discurso comentarios, quejas, problemas que habían surgido durante el año pasado y que guardaban relación con la convivencia y supervivencia de ambos pueblos. 329 330 Fernández de Rota: Herencia familiar y cultural en la ruralía, Universidad da Coruña, Coruña, 1998, p. 79-80 http://actualidadsoriaysuspueblos.blogspot.com.es/2011/01/pese-la-lluvia-se-hizo-el-traslado-del.html 331 http://actualidadsoriaysuspueblos.blogspot.com.es/2011/01/pese-la-lluvia-se-hizo-el-traslado-del.html 153 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Ahora se invita alguien que sepa mucho, como el profesor de Numancia, y viene la prensa y todo. Antes servía para revisar las cuentas de la Dehesa, aunque en verdad ya se hablaba durante todo el año, y todo se sabía, pero había que dejarlo por escrito. La tradición oral refleja un ritual mantenido que pretendía ser la manera de mantener la paz y solucionar los posibles conflictos; lo que nos ofrecen los documentos del Arca es otra realidad diferente. San Andrés y Almarza, y en su momento Cardos y Pipahón, fueron pueblos con buena relación y entendimiento, por lo menos en lo referente a la gestión y a la defensa de los privilegios de uso de la Dehesa. Cada pueblo, en su origen, pertenecía a una collación diferente, y debemos suponer que cada uno era originario de un grupo de parentela, pero en ningún documento aparece, o se sugiere, cualquier signo de conflicto. Actualmente se repite este ritual de una forma simbólica rememorando las épocas pasadas pues los posible litigios entre los pueblos casi no existen porque no hay ni habitantes suficientes, ni se encuentran en el mismo contexto socioeconómico. Al llegar a Canto Gordo los actuales vecinos y forasteros, hijos de los que emigraron a las grandes ciudades, se colocan alrededor del Arca y observan, al abrirse ésta, un montón de papeles amarillentos, de los que se desconoce su contenido en la gran mayoría, porque a pesar de haber despertado mucho interés como objeto en el que depositar un significado, pocos han sido los que han mostrado interés por el contenido de los documentos que allí se guardan. Este desconocimiento ha dado lugar a alguna leyenda local, como que la pertenencia de la Dehesa por el pueblo de Almarza fue en su origen por un intercambio que existió entre los dos pueblos al intercambiar pastos por agua. Este suceso no está documentado, pero ha sido, y todavía es proclamado como verídico. Imagen 92. Arca a hombros de los vecinos, delante de Canto gordo, camino de San Andrés332 El Arca y su contenido son objeto de ese proceso de patrimonialización de los vecinos de los dos pueblos que han tutelado y tutelan con tanto cuidado su herencia. Quieren mantenerla viva, desean que no solo se mantenga, sino que se regenere a la vez que van naciendo las 332 http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Noticias/N_2008/Arca_2008.htm 154 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona nuevas generaciones, esta imagen asume la realidad transformadora de la historia hasta llegar al momento actual o abrirse hacia las posibilidades futuras.333 El Arca mantiene vivo el contenido de la relación entre los dos pueblos, entre sus gentes, y en algunos aspectos nos hace evidente que la reproducción cultural continua, que se va concretando en las relaciones intergeneracionales, se vuelve a llenar de sentido un rito de paz y de convivencia. Ese patrimonio es hoy el mismo que poseía la Hermandad de los Cuatro lugares de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, en sus orígenes: los mismos montes, similares Dehesas, idéntico paisaje, y sobre todo, la misma riqueza de los pastos. Su defensa ha requerido una constante lucha desde siempre, no hay más que conocer la documentación que reposa en el Arca. Unas veces ha sido la lucha política, en otras ocasiones existieron enfrentamientos sociales y, en cada momento, un único objetivo: la defensa jurídico-legal del patrimonio comunitario. Los labradores, los carreteros, los tejedores, y los ganaderos, desde el anonimato - eran la parte más débil de un colectivo humano excesivamente jerarquizado - supieron mantener esa riqueza común y el resultado de esa lucha no ha sido otro que la permanencia en el tiempo de tan importante evento como el que hoy celebramos con cuanto significa334. Imágenes 93 y 94. Traslado del Arca del Ayuntamiento de San Andrés al de Almarza.335 Volviendo a citar a José Fernández, al igual que él creo que la gestión de la memoria históricocultural y familiar se acerca de forma especial en este tipo de patrimonio. Es un mundo de recuerdos cercanos y familiares – lejanos y desconocidos- . El mundo entrañable y cercano que se ofrece a la contemplación de unos visitantes que añoran y valoran cada vez más este ambiente de paisajes y vivencias íntimamente humanos. 336 333 334 Fernández de Rota: Herencia familiar y cultural en la ruralía, Universidad da Coruña, Coruña,1998, p. 81 Alocución de D. José Antonio Martín de Marco, archivero municipal, el día del traslado del Arca en 2008.en http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Noticias/N_2008/Arca_2008.htm 335 http://www.almarza.es/index.php/mod.pags/mem.detalle/id.154/relcategoria.1053/relmenu.134 336 Fernández de Rota: Herencia familiar y cultural en la ruralía. Universidad da Coruña, Coruña, 1998, p. 81 155 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El trabajo realizado por el Archivo Histórico Provincial ha sido un trabajo importante para los conocedores e investigadores de la historia y etnografía de la zona, pero no tanto para los vecinos que temen que se lleven su herencia, que temen perder parte de su identidad por el expolio del gobierno, de que no se respete su intención de mantener su forma propia de entender la vida. No podemos decir nada de lo que tenemos porque si se entera el gobierno viene y se lo lleva, bueno, nos lo roba, y vete a saber para qué lo quiere si es nuestro. Quieren que el Arca y su contenido permanezcan en los dos pueblos, que todo aquello que salga les sea devuelto. Sólo el tiempo nos dejará descubrir como irán las cosas, pero yo temo que el valor histórico de los documentos pasará por encima del significado cultural que éstos tienen para sus herederos: El passat es refereix a l´herència que la gent ha rebut com una herència indivisa, com les herències rebudes a les families troncals pels hereus. Aquest tipus d´herència és un patrimoni inalienable relacionat amb la identitat. No pot ser venut; únicament pot circular per tal de ser compartit en comú com el famós concepte de Do de Marcel Mauss (1968). Aquesta propietat patrimonial ha estat creada per generacions pasades dintre de la família i els seus membres i estan relacionats a través d´ella, de la mateixa manera que els individuos poseeixen la nació. És una relació que lliga el “jo” amb el món extern heretat del passat.(...) La imatge de la comunitat –compartir memòries i oblits comunsque dóna sentit al present. És una herència inalienable i sagrada com el do, que confereix identitat als membres de la societat337. Imágenes 95 y 96. Traslado del Arca de Almarza a San Andrés338. 337 Bestard, J: Memòria i continuïtat: el parentiu com a forma d´identitat, Quader I.C.A, Hivern 2000 nº 15-16, p.9-18 338 Disponible en http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Noticias/N_2008/Arca_2008.htm 156 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Una vez revisados los documentos del Arca, inicié de nuevo el diálogo con mis informantes para explicarles qué había en ella y de qué trataban los documentos. Ellos expresaban su admiración, y decían sentirse orgullosos de haber contribuido a la custodia de un objeto tan singular. Sus vivencias respecto al Arca giraban alrededor de un sistema de valores constituido por la igualdad, la honradez, la solidaridad, la autonomía y la comunidad. 3.1.- La igualdad La igualdad es un valor muy presente en las comunidades que disponen de bienes comunales o hacen uso de la gestión comunal sobre alguna propiedad. Si no existe igualdad en el acceso a los recursos económicos en sociedades donde la pobreza (no la miseria) es el común denominador, no se puede mantener el equilibrio entre vecinos y las explotaciones comunales dejan de serlo pasando a la ser explotadas por unos pocos, normalmente los más fuertes, transformando la igualdad en desigualdad. Como hemos visto en toda la documentación del Arca, el pueblo de San Andrés regulaba cuidadosamente la gestión de la Dehesa en cuanto a número de animales y tiempos para que nadie se beneficiase más que otro. Pero esta igualdad pone su acento en la ayuda mutua, y no en la dureza de la subsistencia, presente en tantos pueblos del norte de la Península, ha sido mitificada por sus habitantes339: ¡Pueblo venturoso. Tú me has hecho conocer que es muy practicable la comunidad de bienes que Licurgo estableció en Macedonia. Sin haber sido tu párroco, jamás habría conocido la igualdad! De ti he aprendido, que la propiedad, acumulando poco a poco en un pequeño número de manos las heredades de todo un pueblo, deja a todos los demás en la indigencia. De ti he aprendido que la igualdad es un efecto necesario de la comunidad de tierras, y pues vives en un país en el que apenas pueden vivir los hombres, por efecto de una dichosa medianía, no te olvides de que tu suerte está cifrada en que las tierras sigan siendo comunes y que al punto que esta comunidad te falte, serás reducido a un desierto, en el que solo habitarán los bueyes y las fieras! Está claro que los bienes comunales han tenido un componente de igualitarismo de primera magnitud, llegando en casos concretos a mitigar la pobreza de mucha gente”340. Aunque veremos que el discurso actual y el del siglo XX es sobre la pobreza, los documentos del Arca nos hablan de pueblos en los que existía una considerable riqueza si los comparamos con los de alrededor. Los ingresos que suponía la Dehesa eran importantes y permitían a los vecinos vivir en mejores condiciones que los pueblos circundantes (salvando la distancia histórica, ya que en aquellos tiempos la vida era dura para todo el mundo). Los libros de contratos: cabreros, vaqueros, mozos, sirvientes, guarda de la Dehesa, loberos, arrendamientos de determinadas zonas de la Dehesa a nobles como el Marqués de Zafra, y Libros de Cuentas nos Cántico con tintes románticos a la igualdad y comunidad de bienes del párroco de Llavanes (León) Don Juan Antonio Pose, en Alonso Ponga, JL: Rito y sociedad en las comunidades agrícolas y pastoriles de Castilla y León. Ed. Junta de Castilla y león. Consejería de Agricultura y Ganadería, Madrid, 1999, p.207 340 Comentario de un informante valorando lo que los bienes comunales habían representado en San Andrés para la comunidad. 339 157 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona hacen suponer que los ingresos no sólo eran muy importantes para la comunidad, sino que eran lo suficiente cuantiosos para contratar a personas externas para realizar trabajos en la Dehesa, pero no para tener un excedente que les permitiera entrar en el mercado. Esta teoría la reafirma que los pueblos ganasen los pleitos contra instituciones poderosas como la Mesta o el Concejo de Soria341 La Dehesa comunal constituyó una base importante de supervivencia económica del pueblo, además de ser un eje alrededor del cual se tejían las relaciones sociales de iguales. Pese a que siempre han existido pequeñas diferencias342 entre los miembros de la comunidad, los mecanismos de regulación implícitos en las relaciones generaban una igualdad social. Iguales a la hora de beneficiarse de los comunales, iguales a la hora de trabajar para la comunidad, iguales a repartir y iguales en decidir. El término igual es usado constantemente por ellos a la hora de definir su comunidad y su forma de vida. Es una comunidad de iguales, y aunque eso debería bastar para prevenir las actuaciones que dañan la comunidad, se elaboraron unas Ordenanzas con un carácter punitivo importante y se configuró una moralidad que iba más allá del voluntarismo, una disciplina necesaria para la supervivencia del individuo y de la comunidad que hipotecaba gran parte de las libertades individuales para el bien común. La igualdad obliga implícitamente a la cooperación: Todos teníamos que ayudarnos […] Ayudábamos si el padre necesitaba gente para segar venían los de casa del tío …. Y después íbamos nosotros porque nos llevábamos muy bien […] Es que si nos ayudábamos estábamos judíos. Al individuo le resulta más fácil cooperar y ser solidario con el otro con el que se reconoce porque es igual, que no el diferente Pero si es que aquí quien más quien menos éramos todos iguales, si en cualquier, si es que la vida era tan dura que a todas las familias que siempre necesitabas a alguien […] Bueno, nosotros éramos muchos y nos apañábamos bastante bien, pero había que echar una mano a los vecinos porque cuando los necesitabas ellos corrían a socorrernos […] Huy! Aquel era muy señorito, aquel tenía que venir el pariente de Sotillo que tenía un hijo guardia civil para ordenar el tema. Y la cooperación ha sido un medio de progreso, de perfeccionamiento, de seguridad respecto al mínimo bienestar de sus miembros. La experiencia de siete siglos enseñó a la comunidad que uniéndose a sus iguales, su supervivencia está mejor asegurada y su bienestar aumenta343. Por lo tanto, la existencia de la igualdad implica la existencia de solidaridad, y para que exista igualdad, debe existir honradez. Nadie se aprovechaba del otro, todos colaboraban por el bien común, y el que no lo hacía se le llamaba la atención y no lo volvía a hacer más […] Al tío Pedrillo todos lo querían mucho porque era un buen hombre, cumplidor, siempre dispuesto a arrimar un hombro, no se metía con nadie y se llevaba bien con todos […] Tuve la tienda después de la guerra, para que mis hijos no pasasen hambre. A veces a la gente le fiaba, porque eran vecinos, y todo el mundo pagaba. También existiría la influencia de la lucha de poder que mantenía el Rey con los nobles, por lo que el mantenimiento de privilegios locales era una forma de establecer alianzas con el pueblo llano. 342 Los informantes se refieren a que no sobresalía ningún vecino por ser terrateniente, o gran propietario. Alguno poseía un prado más, otro tenía tres o cuatro vacas en vez de dos… Eran igualmente pobres 343 Malatesta, E: La anarquía, Ed. Premià, 6ª edición, México, 1989, p. 24.27 341 158 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 3.2.- La honradez Los valores no aparecen solos y aislados en las sociedades, sino que se encuentran integrados dentro de un sistema de valores interrelacionados entre sí. Esto es lo que ocurre con la igualdad y la honradez. Para que se de la igualdad es necesario que la honradez impregne todos los comportamientos. El sistema de normas, valores, principios normativos que se basan en la igualdad y en la honradez permiten a la comunidad regular su vida social, resolver conflictos y organizar el orden en el marco de su cultura y necesidades sociales. El sistema ideológico y ético que rige las conductas y las relaciones intragrupales tiene una importancia vital en el funcionamiento general. La promoción de determinados valores morales y éticos en la configuración de unos determinados modelos de prácticas determinan la reproducción de una comunidad y la legitimación del poder en el Concejo abierto. Los hombres buenos que lo forman son hombres honrados. Esta honradez es una expresión de la moralidad. Para la comunidad lo bueno es moral, y es lo que favorece a la comunidad, mientras que lo malo es lo que la perjudica344. Aquellos que tenían ganas de trifulca eran malos para el pueblo […] Vino una vez uno que llevaba aquella tierra y que cuando podía te cogía la linde de la tuya, y se habló con él y con el alcalde, y no volvió más. La honradez es un valor que se relaciona con no hacer un uso privativo mayor de lo permitido de los bienes comunales. La honradez es un conjunto de compromisos y obligaciones de los miembros de la comunidad para con ellos mismos: le di mi palabra de que lo tendrás hecho para cuando yo te digo. No se considera una virtud, sino una obligación que todos tienen y que está relacionada con respetar los derechos y bienes de los demás, así como la integridad moral y física de las personas y procurar que cada quien tenga lo que le pertenece. En San Andrés estos bienes son la única fuente de ingresos, por lo que cualquier acto que conlleve aumentar el uso o beneficio, implica un perjuicio para el otro, que se reconoce como igual (yo me reconozco en el otro).” Lo que al otro le ocurre me puede ocurrir a mi” Si yo no me comporto de forma correcta, buena, el otro (o sea un igual a mi) se ve perjudicado. La honradez se constituye como un deber común o general al que deben adecuarse todos y cada uno, por lo menos, dentro de los límites marcados por las Ordenanzas, para preservar el bien común. La honradez realiza en este sentido también una protección del bien común y se considera un valor al servicio de la organización de la vida social, del orden de la convivencia humana. Obliga a los individuos para con el bien común, por lo que dinamiza el desarrollo de un orden social igualitario que armoniza los aspectos individuales y sociales de la vida humana: Aquel sí que era un buen hombre, en paz descanse, y muy amigo del abuelo […] La mujerica venia todos los días a ver la tía y a traerle huevos, y se quedaba un rato para que no estuviese sola. 344 Kropotkin, P: La moral anarquista, Ed. F. Sempere, Valencia, p. 151. 159 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 3.3.- La solidaridad El Arca recoge todo el simbolismo de una identidad, de una forma de ser y de vivir, que tal se manifiesta en muchas de las aportaciones de los informantes. El ser solidario345 es una forma cultural con la que se identifican; un lenguaje, una cultura y una historia común impregnan a la comunidad de una identidad conjunta.346 La solidaridad entre los individuos de una comunidad igualitaria 347 se soporta en las instituciones que ayudan a mantener el equilibrio. Potencia los momentos de compartir, pero también sancionando explícitamente a través de lo regulado por las Ordenanzas, o implícitamente a través de la ayuda mutua al individuo, si éste se aprovechaba más de lo debido, como forma de control del equilibrio social348. Estas instituciones permiten que la cooperación y la solidaridad prevalezcan sobre la competencia. El común de vecinos vela por este sistema de valores que refuerza la cohesión social y el apoyo mutuo mediante actos simbólicos que escenifican los principios que defienden. La escenografía cumple un papel importante tanto en la identidad individual como colectiva, pues quedan grabados en la memoria afianzando unos conceptos y reproduciendo unas conductas. Este es un pueblo llano, muy agradable de pasear, y la gente ha sido muy fácil de gobernar […] Todos venían cuando se les requería para hacer cosas, y después el ayuntamiento pues le ofrecía una merienda, un poco de vino […] Todos convivían en paz […] En las fiestas participaba todo el mundo […] somos un pueblo que nos envidian los demás. La forma de escenificar esta igualdad pasa por fórmulas como la prestación personal, o aquellas tradiciones que se desarrollan en el espacio público como fiestas y celebraciones. La fraternidad es, según su significado semántico, la avenencia entre hermanos. Para que exista fraternidad es necesaria una relación de iguales (de hermanos) Con los de la casa del tío…. Hemos sido como familia. En esta relación cada individuo respecto al otro desarrolla una actitud moral (a partir de su conciencia y libertad) que es la honradez: la suma de actitudes apropiadas de todos los integrantes del grupo en términos de respeto, de lealtad, equidad, benevolencia. La solidaridad vecinal es un término moderno que los informantes utilizan, pero que antiguamente se correspodía con la ayuda mútua o a prestación personal. 346 Bestard, J: Memòria i continuïtat: el parentiu com a forma d´identitat, Quader I.C.A 15-16,Hiverni 2000-10, Barcelona, pp. 7-26 347 Freeman nos lo muestra de otra manera, habla de una tensión entre las casas y las instituciones de la comunidad que ayuda a mantener el equilibrio. Tax Freeman, S: Neighbors. The social Contract in a Castilian Hamlet, The University of Chicago Press, 1970, USA, p.63 348 Algunas de estas cosas las explica Ruth Behar como quién y cómo se encargaba de llamar a los vecinos que tenían que trabajar en cuestiones comunes. Esto lo hacía un Concejo que iba a casa de los vecinos que no colaboraban, los avisaban, y si no funcionaba, se le multaba bien con dinero, bien con bienes materiales. También explica la existencia de instituciones sociales que actuaban como mecanismos para mantener el equilibrio y la solidaridad entre los vecinos, como la de llevar un pan o una rosca a misa el domingo, por rotación. Behar, R: Santa María del Monte, The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986 345 160 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Como se reconocen en el otro tienen una vinculación, obligaciones precisas que se manifiestan a través de conductas y comportamientos solidarios como el de pagar a escote. Se plantea la colectividad como asociaciones libres de individuos libres que se mantienen unidos bajo la coacción económica. Se debía cumplir con las obligaciones del pueblo, de lo contrario se puede perder en el peor de los casos los derechos de uso. Las multas son un símbolo de esta coacción económica. Conjuntamente con la coacción económica existe una coacción moral entre iguales. El individuo se reconoce en el otro, cada individuo veía en el otro su desgracia: Se me quemó la casa y vinieron los vecinos a ayudarme […] parió la yegua en el Alto Tabanera y vinieron conmigo los hijos del tío…. para bajarla porque hacía una ventisca muy fuerte. Después fui yo a ayudarles con las suyas. Reconoce la desgracia ajena como la posibilidad de él mismo (se reconoce en el otro), y la solidaridad se constituye cuando esta fraternidad es entre el individuo y el común (algo menos personal y más general, o como la consolidación de la fraternidad como valor comunitario). Por eso la solidaridad se da entre iguales349 porque se origina en esta fraternidad en el reconocimiento de uno mismo en el otro. 3.4.- La autonomía La presencia de la propiedad comunal, debe entenderse por su mayor funcionalidad para hacer frente al uso de los recursos, así como por la necesidad de una estructuración del trabajo en los contextos económicos, sociales y demográficos en los que se encuentra. Como señala Pascual350 , los problemas que provoca la gestión de los recursos comunales deben ser explicados en términos de la dinámica y competición entre diferentes grupos sociales, situados en momentos históricos concretos, más que a partir de los individuales considerados como seres racionales, maximizadores y egoístas. La revisión documental de los pleitos mantenidos por los Concejos de San Andrés y Almarza, tanto por la Dehesa comunal como por la ermita de Santos Nuevos muestra la lucha por la autonomía. Esta autonomía tiene varias implicaciones sociales, económicas y judiciales. Quizá la que más se ha contemplado en diferentes estudios es la que conlleva el poder normativo351. Lo habitual durante la Reconquista es que fuese la Corona la que dictara un Fuero352 y otorgara unos privilegios hasta mediados del siglo XIII, que a partir de entonces resultan insuficientes y surgen las ordenanzas. Lo difícil era recoger toda una serie de normas locales (Ordenanzas municipales) y de uso bajo el prisma de un principio jerárquico, es decir, en función de quien ostentase el poder ya que esto suponía a las localidades la prevalencia de 349 350 Cuando la relación es de desigualdad, la solidaridad se convierte en caridad. Pascual Fernández, J: Apuntes para el debate en torno a la tragedia de los comunes, en Pascual Fernández (Coord). Procesos de apropiación y gestión de recursos comunales. Asociación Canaria de Antropología, Tenerife, 1988 La discusión no se encuentra en si existe o no este poder normativo, sino el ámbito y alcance de tal poder. Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p.16 352 Los Fueros son considerados como las primeras formas de Derecho local en Castilla según Lalinde Abadía, J: Iniciación histórica al Derecho Español, Barcelona, 1978, p.125 351 161 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona unas normas sobre otras. Pero en localidades pequeñas a través de Consejo, según se recoge en diferentes estudios, y creemos que es el caso de San Andrés, no mostró dificultad alguna353 . La plena autonomía productiva y la capacidad de vivir de los propios recursos es uno de los fundamentos de la libertad. Los habitantes de San Andrés dominaban todos los saberes necesarios y técnicos para sobrevivir de lo propio y defenderlo sin depender de nadie, ni someter ni explotar a nadie, convertidos y autopercibidos como seres de calidad superior por la posesión de dichos conocimientos y bienes materiales y espirituales. La autonomía la ostenta la comunidad, no el individuo. La autonomía a San Andrés se la da los Privilegios sobre la Dehesa, constituida como bien común y no puede haber bien común a menos que la comunidad esté integrada y sea estable, es decir, que exista una cohesión social. Por lo tanto un paso previo de la autonomía fue, como se refleja en la historia de San Andrés, la cohesión que el grupo -constituido como comunidad – hizo visible a través de los pleitos. Esta cohesión, y posterior autonomía permitió que el sistema social fuese viable durante tanto tiempo. Cuando la Dehesa deja de ser el principal motor económico del pueblo, la comunidad busca otras estrategias para la subsistencia, como la emigración a grandes ciudades con proliferación de nichos laborales relacionados con la industria o el servicio doméstico. Pero lo que permitió esa viabilidad social no necesariamente aumentó el bienestar de cada individuo. A pesar de las condiciones de dureza climática y de trabajo, la mayoría de los emigrados consideran que éramos más felices cuando estaban en el pueblo. Desde este punto de vista se puede entender el bien común como la suma de las condiciones de la vida social que permiten que los individuos libremente den forma a sus vidas. Los bienes comunales tienen una carga emocional y significativa importante para la comunidad, pues abarcan el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permitían a la comunidad lograr con mayor plenitud y facilidad su propio bienestar. No hay otra dehesa como esta en toda la provincia […] este es uno de los mejores pueblos de Soria […] Me da pena que no se cuide la Dehesa como se hacía antes. […] Hecho de menos a los míos, y me voy de paseo por la Dehesa y se me pasa todo. En esta concepción el bien común no es únicamente la suma de los bienes de cada uno de los miembros de la comunidad y solo con la cooperación de todos puede ser alcanzado, aumentado y protegido. 353 Kelsen, H: Teoría general del Derecho y del Estado, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F, 1995, P. 157 Y SS. 162 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 3.5.- La comunidad Al revisar diferentes estudios antropológicos sobre la Península Ibérica aparecen ideas contradictorias sobre el concepto comunidad, apareciendo algunas veces como una entidad corporativa e igualitaria, u otras veces como jerarquizada o estratificada354 y en las cuales las instituciones juegan un papel clave en la relación de los miembros de la comunidad, bien para integrarlos, o bien para fomentar los conflictos entre clases dado su carácter político y económico. Debemos tener presente que nuestro objeto de estudio es históricamente una comunidad corporada que en este caso se limita por un área geográfica y que además se establece como tal a partir de las relaciones que trazan los habitantes. Es para éstos un modelo de convivencia más que un modelo demográfico, en el que el tamaño ideal viene condicionado por la capacidad de los recursos comunales de mantener la supervivencia de los miembros. Esta conceptualización iría muy acorde con el concepto de bien limitado355 ya que para afirmar en qué número concreto de habitantes se constituye comunidad356 depende, entre otros factores, de la capacidad de reproducir la comunidad de forma sostenible sin agotar los bienes. La gestión de los bienes comunales tiene una relación muy directa con la conceptualización de comunidad pues toma mayor relevancia cuando se introduce dentro de su definición o tipificación de la propiedad 357. “Es un término de reconocible significación polisémica que alude tanto a configuraciones políticoadministrativas, por ejemplo, Castilla y León. o Castilla La Mancha como a las viejas comunidades de villa y tierra, esos cuerpos colectivos compuestos por una unidad y un número considerable de pueblos y lugares en asociación con el disfrute y aprovechamiento común de vastísimos territorios conocidos y confirmados por monarcas a los hijos de una comarca”, Contreras, J: Estratificación social y relaciones de poder en: AAVV. Antropología de los Pueblos de España. Ed. Taurus. Madrid. 1991, p 499 355 Idea trabajada por el Antropólogo George Foster, en Kotack, C.P: Antropologia Social, Ed. Mc Graw Hill, Madrid, 1999. 356 Velasco, H.M: Caracterizaciones etnográficas y señas de identidad. Análisis antropológicos sobre Castilla y León. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed Junta de Castilla y León. Valladolid, 2001,p.40 357 El concepto de “comunidad” cobra significado de mayor calado cuando se introduce en su definición la propiedad comunal. Los derechos exclusivos de acceso a pastos, tierras de labor, bosques, atribuidos a los grupos familiares que integran algunas poblaciones dan a entender la fortaleza del todo social del que éstos forman parte. (...) Ciertamente la propiedad comunal ha reforzado la categoría de pertenencia y ha inducido a una intensa participación en la vida comunitaria, pero tampoco se ha disfrutado sin tensiones y conflictos y en algunos casos ha permitido el aprovechamiento desigual “del común” por parte de desigualdades en otros recursos.(...) Pero seguramente el sentimiento y el ejercicio de pertenencia a la comunidad en muchas más poblaciones han estado basados en formas de cooperación que exigen en tiempo determinado gran contingente de mano de obra ya sea para tareas de beneficio común o para asistencia a desastres particulares. El trabajo, por ejemplo, para hacer, mejorar o mantener callejas o caminos, o aceras, estanques, diques para riego, frontones, depósitos, fuentes, etc. Por la concurrencia de un miembro al menos de cada grupo doméstico, convierte a la población en un sujeto colectivo de acción conjunta e interesada en lo común que no sólo encuentra en la obligatoriedad de participación la norma de integración en el todo como deseable sino que percibe como deseable la interdependencia en cada episodio regular de cooperación, muchas veces teñido de la totalidad de la fiesta.(...) Aunque también el cuidado de la propiedad particular admite soluciones de tratamiento conjunto. Las diversas fórmulas de organización por turnos (tornos, veceras, adras, dulas, etc..) para actividades como el pastoreo de un único rebaño. Compuesto por la agregación de reses que pertenecen a 354 163 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El término comunidad alude también en San Andrés al tipo de Gobierno reconocible en forma de Concejo, y que posibilitó durante siglos el ejercicio de gran autonomía económica, jurídica y política. A raíz de las emigraciones a las grandes ciudades se produjo un cambio de sentido en la evolución de la comunidad de San Andrés y Almarza. Mientras en San Andrés los hijos del pueblo que emigraron han ido recuperando poco a poco sus casas, los nietos se han construido nuevas, y se siguen manteniendo las familias de siempre, en Almarza han llegado nuevos habitantes provenientes de pequeños pueblos de alrededor, o emigrantes de otras zonas, modificando en gran medida la comunidad original. De esta diferencia se hace eco la Alcaldesa, apelando siempre a que en San Andrés, al ser ”los de siempre” se mantiene el espíritu de pertenencia al pueblo y la preocupación por todo lo que en él pasa, y colaborando en su recuperación. Fruto de ello son las diversas iniciativas culturales como la creación de un Museo Etnográfico, en el que han participado todos los vecinos del pueblo, o como la creación de la Asociación Cultural Amigos de San Andrés de Soria. Esta evolución divergente de los dos núcleos urbanos constitutivos de una comunidad que se vio unida durante siglos es la que nos marca la elección de la comunidad de San Andrés de Soria, como el objeto del estudio actual, contemplando los que actualmente viven en ella, los que emigraron y han vuelto, los que tienen casa, y de alguna manera, los que se sienten pertenecientes a ella por diferentes motivos, porque son los que participan de la esfera social en algún momento: integrarse no es incluirse a un todo ya hecho, sino ponerse a construir con otros una sociedad, tarea en permanente proceso. Esta voluntad constructiva es la que une358. La comunidad de San Andrés de Soria sigue manteniendo esta característica de comunidad corporada, sus habitantes se diferencian de otros por su sistema simbólico de representación e interrelación, y en el que existen esferas de inclusión o exclusión, sin que ello obligue a generar una integración desigual o nula359, pero sí marcando la diferencia de los que son del pueblo y de los que no. Por eso a la hora de determinar la comunidad objeto de estudio me he decantado por el sentimiento de saberme perteneciente a ella. Antiguamente para ser hijo del pueblo o miembro de la comunidad, eran necesarias otras características como el tener casa propia, o participar de las actividades comunitarias. Estos requisitos que anteriormente regulaban la pertenencia a la comunidad se han modificado adaptándose al presente. La decisión de incluir o excluir miembros en la comunidad tenía un claro efecto sobre la supervivencia de la comunidad y el mantenimiento de los recursos naturales. El equilibrio de los que consumían frente a lo que se generaba debía ser escrupulosamente cuidado, ya que si este equilibrio se veía afectado se corría el riesgo de que varios miembros de la comunidad llegaran a pasar hambre; The tragedy of the commons360 hace referencia a esta posibilidad, aunque en realidad representa un caso extremo, ya que entre los mismos vecinos de la comunidad existían mecanismos de compensación para que esto no ocurriese, o se paliasen lo máximo posible estos efectos. Actualmente la supervivencia de la comunidad pequeños propietarios, están tratadas con el hilo firme de la reciprocidad diferida y fija la interdependencia sobre hilos regulares e indeterminables, En Velasco, H.M: Caracterizaciones etnográficas y señas de identidad. Análisis antropológicos sobre Castilla y León. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed Junta de Castilla y León. Valladolid 2001, p.41 358 Bilbeny, N: Por una causa común. Ética para la diversidad. Ed. Gedisa. Barcelona 2002, p. 30 359 Ibid, p. 31 360 Harding, G: The tragedy of the commons, Science, 13 December 1968, Vol. 162 nº 3859, pp. 1243-1248 164 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona pasa por varios puntos: habitantes en el pueblo de una manera más o menos continuada, y la creación de empleo o creación de formas de ganarse la vida en la zona. Por este motivo en San Andrés han aparecido diversas actuaciones dirigidas en este sentido. Los vecinos actuales, los que van a pasar el verano, los que son hijos o nietos del pueblo se han sentido con la necesidad de mantener la comunidad; por este motivo, el requisito de pertenencia o exclusión es la posición y manifestación del individuo por formar parte o no. Cuando alguien manifiesta y demuestra que quiere formar parte de la comunidad, como la supervivencia de ésta pasa necesariamente por tener individuos que quieran componerla, se le acepta. Tener casa en el pueblo y colaborar en las actividades comunes, ayudar a mantener el equilibrio y cuidar de los bienes comunales siguen siendo la esencia de la manifestación de pertenencia, aunque las formas exteriores son diferentes. Aunque existen diferencias económicas importantes entre los miembros de esta comunidad en la actualidad , se siguen manteniendo mecanismos de igualitarismo, tal vez como forma de relación moral a la que se apela delante de cualquier conflicto, aunque este ocurra fuera de la comunidad o de algún tema que no tenga nada que ver con ella. Esto responde, en la actualidad, a una cuestión de identidad de los miembros más que a una necesidad actual, pues en el pasado la igualdad permitía la realización y cooperación de las diversas labores y actividades que mantenía la economía del pueblo y la cohesión grupal necesaria para la supervivencia de la comunidad. Hoy en día las actividades económicas del pueblo se han modificado llegando a ser totalmente individuales sin la necesidad de ninguna cohesión, conducta uniforme o pautas de coincidencia grupal, pero sí el hecho de pertenencia a la comunidad a través de la identificación con sus valores, matizados en aquello que permite darle significado a la existencia, a la realización personal. La pequeña comunidad361 sería el paradigma del mundo real, y tendría como características: límites claros, rasgos característicos, (evidentes tanto si se mira desde dentro como desde fuera), pequeña (por lo que se puede observar por un solo investigador), homogénea (actividades, estados mentales parecidos...), una generación reproduce a la siguiente (cambio muy lento), y es autosuficiente. Deberíamos añadir también otros aspectos como el de las casas362, unidades que funcionan en las sociedades igualitarias. Es la familia nuclear la que tiene una serie de propiedades en una comunidad y cuyos los derechos recaen sobre el cabeza de familia. La idea importante es la de Derecho al uso del suelo, que se transmite muchas veces a los hijos, casi siempre varones. Lo importante de esta idea no radica en la cantidad que se hereda, sino el Derecho a poder utilizarlo. Es el padre el que tiene que decidir […] El padre que tiene predilección por…[…] Ya hablaré yo con el padre a ver si se ablanda y te deja hacer eso. La comunidad realiza toda una serie de comportamientos simbólicos que la aíslan, diferencian, definen y oponen a las comunidades de alrededor. Estos comportamientos forman parte de la reproducción de vivencias de un nosotros homogéneo, igual y específico que nutre el sentimiento solidario. 361 RedField, R: The Little Community and Peasant Society and Culture, University of Chicago Press, Chicago, 1971. 362 Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986 165 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ¿Cómo se puede justificar tan larga permanencia histórica y la raigambre institucional actual, después de, nada menos, siete siglos de existencia? Para contestar a este interrogante resulta imprescindible remontarse a los orígenes, analizar la evolución e intentar comprender el presente que no debe hacernos olvidar el pasado, y esa es nuestra intención y nuestro objetivo, conocer y valorar cuanto de historia guarda el Arca-Archivo, cuanto de historia comunal hay en estos pueblos de San Andrés y de Almarza y, si fuera posible, el deseo de que ese conocimiento se transforme en afecto cálido hacia estos pueblos con una trayectoria tan larga y peculiar363 Los rituales, como el del traslado del Arca, operan como poderosos símbolos locales definiendo quién pertenece y quién no al común de vecinos. La pequeña comunidad es el locus ontológico de la tradición, de la permanencia, de la raíz individual y compartida, de la especificidad e identidad personal- colectiva. Como casi todos los pueblos a los vecinos de San Andrés y Almarza les gustan hablar, y escuchar, sobre su remoto origen364. Estos mitos de origen se prolongan y perpetúan en el traslado del Arca que todo el pueblo celebra con solemnidad profanosagrada. La diferencia respecto a los otros pueblos se transforma en metafísica, se sacraliza, a la vez que la igualdad dentro de la comunidad, se anhela y se evoca año a año. Alocución de D. José Antonio Martín de Marco, archivero municipal, el día del traslado del Arca en 2008.en http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Noticias/N_2008/Arca_2008.htm 364 Lisón Tolosana, C: La singularidad plural. Antropología cultural y especificidad. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. Centro de Investigación Sociológicas, nº 18, abril-junio 1982 363 166 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 4: LOS DOCUMENTOS DEL ARCA. UNA BREVE SELECCIÓN QUE PERMITE COMPRENDER LO CONTENIDO EN ELLA Y LOS PERSONAJES QUE APARECEN. Seguimos nuestra ascensión a los “quintos” buscando algún rebaño aún no distribuido donde trabar conversación con los pastores y pronto divisamos la cubierta pizarrosa de una majada, a la vez que se siente próximo y airado el ladrar de un perro que las voces de los pastores apaciguan.(…) ¿ Cuántos siglos contarán esta organización y estos derechos concuetudinarios? Blas Taracena365 Como trabajo propiamente de la tesis, y dentro de la metodología etnohistórica, se revisó todos los documentos contenidos en el Arca Archivo. Son documentos relacionados con la gestión de la Dehesa Comunal, tanto de carácter administrativo, como legislativo, que nos permiten contextualizar la gestión de la dehesa en una amplia horquilla histórica. Esto es posible porque la correlación de los documentos es en algunos siglos prácticamente anual. Como parte significativa de esta investigación he seleccionado algunos documentos como representación de lo que el Arca contiene, con un objetivo divulgativo y para facilitar al lector la comprensión de la importancia del Arca. Tan importante es el contenido informativo de los documentos, como a su vez las formas en que estos están redactados, quien los firman, que actores intervienen, porque ello muestra indirectamente cómo podría ser la estructura social, quien tomaba las decisiones, cómo se llevaban a cabo, y en definitiva, comprender la estructura social de la comunidad alrededor de la gestión de la Dehesa. Los documentos no muestran toda la realidad, sino una parte de ella, pero sí son las fuentes originales, directas y verídicas de lo que se movía alrededor de la Dehesa como bien. Por este motivo decidí crear un capítulo que permitiese mostrar parte de estos documentos obtenidos del microfilmado realizado por el Archivo Histórico Provincial de Soria, y en la mayoría de ellos he realizado una transcripción de lo contenido para facilitar la lectura, ya que muchos están en un excelente castellano antiguo y aparece el uso de abreviaturas, por lo que se ha tenido que recurrir al conocimiento de técnicas paleográficas medievales. Se indica, en aquellos documentos de los que se indica en el libro de María Pía Senet sobre los documentos del Arca, en que rollo de microfilmado se pueden localizar. LOS INVENTARIOS Pocas veces podemos tener acceso de primera mano al pasado de usos y costumbres. Casi siempre nos han llegado tradiciones orales, o ritos mantenidos durante siglos llenos de significado y simbolismo. Lo que aporta la lectura de los documentos del Arca es un 365 Taracena Aguirre, B: Notas folklóricas de la divisoria entre el Duero y el Ebro, Berceo, Instituto de Estudios Riojanos, nº1, 1946, p. 63 167 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona testimonio directo de qué pensaban y cómo actuaban los habitantes de estos pueblos en diferentes momentos históricos. Lo primero que llama la atención son los inventarios contenidos. Un largo listado de lo que se custodiaba, así como las actas de traspaso del Arca que se hacían cada año, evidencia el cuidado y respeto que representaba para ellos los privilegios de la Dehesa INVENTARIOS ANTIGUOS DE LOS DOCUMENTOS Y OBJETOS CONTENIDOS EN EL ARCA ARCHIVO REFERENTES A LA DEHESA DE LA MATA DEL COMÚN DE LOS PUEBLOS DE ALMARZA Y SAN ANDRÉS. ACTAS DE ENTREGA DEL ARCA ARCHIVO DE LA DEHESA366 (1783 – 1979) Se conservan cinco inventarios del contenido del Arca realizados en 1783, 1838, 1887, 1926, y 1979. El primer inventario que se encuentra es el de 1783. Contiene las actas de traspaso del Arca desde 1784 a 1838. 1783. Inventario de todos los papeles e instrumentos que tiene la Dehesa Común de los lugares de Almarza y San Andrés hecho en este año de mil setecientos ochenta y tres de orden de las Justicias de ambos pueblos por hallarse el inventario anterior bastante confuso y estar interpolados los papeles con los demás bienes de dicha Dehesa y para mayor claridad e inteligencia de la entrega de unas Justicias a otras se pone en ejecución en la forma y manera siguiente: Arca: Primeramente se pone por inventario un Arca de roble con sus dos llaves y dentro un cajón con otra llave que sirve para tener los papeles de dicha Dehesa. 1Item. Una ejecutoria ganada contra Francisco Antonio de Salcedo sobre que no pudiese pastar con sus ganados y penas que se deben llevar y también para que no reconozca el Corregidor de Soria en dicha Dehesa. Contiene setenta y cinco hojas: sin los obedecimientos de los Corregidores que están al fin. 2Ítem. Una ejecutoria ganada contra el lugar de Arguijo sobre poder gozar con nuestros ganados los pastos de dicho Arguijo, menos el Dehesón y el Olivar y al fin de ella un parecer de Bernardino Rodríguez de Arriaga. Contiene ciento y trece hojas. 3Ítem. Otra Carta ejecutoria contra la ciudad de Soria forrada en cartón negro sobre privar al Corregidor de dicha ciudad del conocimiento en dicha Dehesa. Contiene cuarenta y seis hojas escritas y treinta y nueve en blanco. 4Ítem. Otra ejecutoria ganada contra Alonso del Moral y consortes. Contiene sesenta hojas escritas y seis en blanco. Esta forrada en pergamino. 5Ítem. Una ejecutoria ganada contra el Cura de la Póveda sobre la pertenencia de la Ermita de Nuestra Señora de los Santos Nuevos. Transcripción realizada por el Archivo Histórico Provincial de Soria y publicada en Senet Díez M.P: Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5 , Soria, 2001, p 49 y ss 366 168 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 6Ítem. Una sentencia ganada contra los alcaldes de la Póveda y demás circunvecinos sobre que no puedan entrar con vara alta en los términos de estos lugares y Ermita de Nuestra Señora de Santos Nuevos. Le faltan dos hojas al principio. 7Ítem. Una ejecutoria del Señor Nuncio ganada contra el Cura de La Póveda sobre la pertenencia de la Ermita de Santos Nuevos. 8Ítem. Una ejecutoria ganada contra el Honrado Concejo de la Mesta sobre no poder conocer en dicha Dehesa. 9Ítem. Una ejecutoria vieja y en ella inclusa su traslado para mayor inteligencia. Habla sobre penas, de árboles y ganado. Dada por el Emperador Carlos V. Se intitula Ordenanzas. Contiene el traslado trece hojas y el original ocho. 10Ítem. Los apeos de la Dehesa en pergamino. Contiene treinta y siete hojas escritas y cuatro en blanco con su cubierta de tabla y cartón de cordobán negro con señales de corchetes y en él una razón de dichos apeos. 11Ítem Un privilegio del Rey don Fernando ganado contra el Concejo de la Mesta. Contiene dos hojas escritas y dos en blanco con su sello de plomo. Es de pergamino y habla (y habla) sobre las mojoneras de dicha Dehesa. 12Ítem. Otro privilegio a tenor del anterior que contiene cuatro hojas escritas en pergamino con sello de plomo. 13Ítem. Siete privilegios pertenecientes a dicha Dehesa. Los dos con los sellos de plomo, todos están en pergamino. 14Ítem. Dos provisiones del Rey Don Carlos Primero, en pergamino. Contiene seis hojas y hablan sobre penas. 15Ítem. Otra sentencia dada y firmada del Venerable Palafox y un auto de Monseñor Nuncio en que declara por Curas y rectores de Santos Nuevos a los curas de Almarza y San Andrés y en ella un auto de Don Antonio de Ysla y dos autos de Don Antonio Esteban de Bedoya, Provisor de dicho Obispado. 16Ítem. Una sentencia escrita en pergamino. Contiene cuatro hojas, las dos escritas, contra los moradores de la casa de Vadillo sobre que no puedan gozar el camino que está por cima del molino de los herederos de Manuel González, vecino de Almarza. 17Ítem. Un cuaderno de testimonios, puntos y pareceres tocantes a las pretensiones de Nuestra Señora de Santos Nuevos que tiene por principio en auto de buen gobierno del Señor Don Antonio Valdés, Obispo de este Obispado. Contiene cuarenta y tres hojas, forrado en pergamino. 18Ítem. Una escritura de compromiso hecha entre estos lugares y el Gallinero sobre que no puedan entrar con vara alta en el término común de dichos pueblos. Contiene ocho hojas útiles y esta forrada en pergamino y al pie de ella está una sentencia dada por el Corregidor de Soria en la que manda a dichos tres lugares, cumplan dicha escritura de compromiso. 19Ítem. Una copia de la sentencia del venerable Palafox y al principio de ella una provisión contra el provisor de este (obispado) y otra amparando a los Regidores de Dehesa en la cobra(nza) compostura de penas de ella. Está forrada en p(ergamino). 20Ítem. Un libro de cuartillas donde se asientan (las maderas) que corta cada pueblo en la Dehesa. 21Ítem. Un pleito ganado contra Juan (de Vinuesa) y el Honrado Concejo de la Mesta y una (ejecutoria) contra doña Teresa Vinuesa y Barnuevo sobre querer (baldear) la Dehesa con lechones. 169 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 22Ítem. Un pleito ganado sobre que no puedan in(troducir) ni cargar a los ganados que pastorean en esta Dehesa, (y es)tar fuera de las doce lenguas de Aragón y Navarra y as(í mis)mo un traslado del pleito de señor Palafox y querella del Cura de la Póveda. 23Ítem. Un libro de San Gregorio 24Ítem. Un acuerdo hecho por los lugares contra las yeguas de labor y tres pareceres de abogados. 25Ítem. Un acuerdo para que no se puedan traer haces fuera del tiempo de cortas y para que al tiempo de las cobranzas no se admitan prendas y sobre yeguas enfermas. 26Ítem. Los recibos de las cuentas de propios de dicha Dehesa. 27Ítem. Un método para hacer las cuentas de propios y un reglamento del Concejo sobre las partidas que se deben abandonar en cuentas. 28Ítem. Las copias de las cuentas de propios que se llevan a Soria. 29Ítem. Una provisión Real ganada en el año 1774 para que se hagan las cortas con arreglo a ésta, forrada en cabritilla encarnada y contiene cuarenta y una hojas útiles. 30Ítem. Unas Ordenanzas confirmadas por el Rey Don Felipe que hablan sobre la copia de ganados que cada un vecino puede meter en la Dehesa y penas que se deben llevar a los que excedieron de dicho primero, y una ejecutoria, digo sentencia, contra el alcalde de la Mesta y una provisión contra el Corregidor de Soria. 31Ítem. Otra Real Provisión ganada en el año de mil setecientos setenta y siete sobre aumentos de penas. Contiene ocho hojas escritas y tres en blanco forrada en pergamino con cintas de seda. 32Ítem. Un pleito seguido contra Francisco Osete sobre la penada de unos carneros. Un despacho contra Arguijo y Barriomartín forrado en cabritilla, la carnaza por fuera. 33Ítem. Un legajo grande en papel de compulsas del pleito sobre la Ermita de Santos Nuevos. Forrado en cabritilla encarnada. Le falta el principio y el fin. 34Ítem. Un libro de arrendamientos y contratos 35Ítem. Un libro de cuentas que al presente rige 36Ítem. Un legajo de diez y seis papeles cada uno con su número y en ellos el inventario del contenido de cada uno envueltos en un forro viejo de pergamino. Inventario de lo que contienen los papeles que se hallan en este legajo hecho en 26 de enero del año de mil setecientos ochenta y tres. Es como siguiente367: 36.1. Primeramente un acuerdo sobre que no puedan ningún vecino sacar más de un carro de leña al año. Ítem. Otro sobre que cada vecino no pueda tener en la Dehesa pasadas de doce reses vacunas con crías. 36.2. Y todo. Falta el número dos. 36.3. Ítem. Otro sobre que los potros de dos años vayan al Haidillo desde el día nueve de mayo hasta la víspera de Santiago. Este apartado no se puede leer en el inventario expuesto a continuación, sino que era un conjunto de documentos aparte. 367 170 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 36.4. Ítem. Una escritura sobre que el poseedor del molino de Dionisio Santana no pueda pasar por sus rozas con caballerías ni abrir portillos que caigan a la Dehesa. 36.5.Ítem. Un despacho para que los señores curas hagan sus obligaciones y a su continuación todas las que tienen hechas dichos señores. 36.6.Ítem. Un papel de obligación del Cura de la Póveda sobre tener atado el caballo en la Ermita de los Santos Nuevos si viniere a decir misa. 36.7. Ítem. Otro papel que habla sobre cortar maderas en la Dehesa para obras y que hayan de tener la obra abierta. 36.8. Ítem Un acuerdo sobre cómo se han de dar las partidas de leña y días de plazo que debe haber. Y penas. 36.9. Ítem. Un acuerdo para poder plantar árboles en la Dehesa y junto a Nuestra Señora de la Soledad cualquiera vecino de ambos pueblos. 36.10. Ítem. Un acuerdo que habla sobre la leña que puede sacar cada vecino en tiempo de corta que se contiene una para por sí y otra por otro: son dos acuerdos. 36.11. Ítem. Un despacho para que los ganaderos que gozasen los quintos de la Dehesa no puedan apartar sus ganados ni traerlos en dos atajos. 36.12.Ítem. Una copia de las diligencias de los reparos de la Dehesa que fueron para Madrid y ampliación de gastos extraordinarios. 36.13. Ítem. Un compromiso por los salcedos hechos sobre penas y paso de ganado por la Dehesa. 36.14. Ítem. Un acuerdo para que los Regidores de la Dehesa puedan penar por sí solos los ganados de cerda. 36.15. Ítem. El título de la tierra agregada de Cercadillas a la mata de Domingo. 36.16. Ítem. Una ordenanza para errar y marcar los ganados como es costumbre. 37.Ítem. Un legajo de papeles inútiles que se han apartado para evitar confusiones y por no valer nada. 38. Ítem. Un libro de cuentas que dan los Regidores anterior al que al presente rigen. 39. (Tachado). Ítem. Una escritura de transacción entre las dos corporaciones y Ildefonsos Crespo y… 40. (Al margen). Copia de una diligencia de cerraduras para las yeguas. 41. Un libro con forro de papel azul que sirve de reglamento para la formación de cuentas. 42. Un pliego de papel que es un modelo para las diligencias que se deben practicar antes de hacer la corta de leña cada año. 171 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 43. Año de 1812. Se hizo un acuerdo para que no vayan a esquilmar los mozos forasteros que sirven como criados. 44.-Año de 1816. Un a cuerdo en un pliego de papel sobre mancomunación de andar juntos las dos vacadas y plantar el salario o hacerlo… lo de los dos pueblos. 45. y 46. Libro de cuentas y libro de tratos que al presente rigen 37Ítem. Un legajo de papeles inútiles que se han apartado para evitar confusión y por no valer nada. (Dan fe de lo encontrado en el Arca) Firmas Finaliza el inventario firmando y dando fe de lo en él escrito. Nosotros los Administradores actuales de la Dehesa Comunal de estos lugares de San Andrés y Almarza, confesamos habernos em.igado? en todos los papeles XXX y Alajas contenidas en el Inventario (Ynbentario) anterior y también los que constan en el Inventario posterior los que nos obligamos a dar de manifiesto a nuestros subcesores y firmamos en San Andrés Lorenzo Gil, Luis Ximenez, Francisco Bentosa Recibimos nosotros los abajo firmados todas las alajas y papeles que contiene los dos inventarios que son pertenencia? Común de ambos pueblos San Andrés y Almarza, las que daremos de Ministerios a nuestros debedores … Juan García, Benito Martínez, Juaquín García. 172 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 1, Inventario de 1783, Microfilmado. (Legajo 1 Rollo 72 (2) 173 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 174 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 175 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 176 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 177 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Sigue dicho inventario con lo que debía contener la segunda Arca, en la que en varias actas se cita como la que contiene las alajas368. Inventario de las Alajas que tiene la Dehesa de estos lugares de Almarza y S. Andrés por las Justicias de ambos pueblos. Es como se sigue: Marcas: Lo primero dos marcos (Gubia369 y bonete370) para marcar las partidas de leña y ……………………… espinos. Yerros: ítem. quatro yerros para marcar los Ganados dos grandes y dos pequeños Candados dados de la portilla de Matadomingo y prado de los toros con sus llaves. Son tres Pesas: ítem. Dos pesas de yerro, una de un quartal371 y otra de medio. (son tres) Medidas: Ítem: Un quarteron372 y medio----------------------------------------------------Decimos nosotros lo que abajo firmamos haber recibido y guardar en nuestro poder de que daremos cuenta de todos los papeles y alajas que se expresaren en los inventarios que nos anteceden. Firmados por acuerdo de las Justicias y administradores de la Dehesa, hoy día de la fecha y para que conste lo firmamos en Almarza día 26 de enero de 1783. Transcripción de elaboración propia. Según la RAE, formón de media caña, delgado, que usan los carpinteros y otros artífices para labrar superficies curvas. 370 Según la RAE, redecilla de los rumiantes. 371 Recipiente de madera para medidas de capacidad para áridos. 372 Medida de 1/4 Libra correspondiente a 0,11502 kilogramos. 369 368 178 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 2, Inventario de 1783. Microfilmado, (Legajo 1 Rollo 72 (2). 179 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 97. Gubia antigua 373 Imagen 98. Cuartal 374 LAS ACTAS DE TRASPASO DEL ARCA A partir de este inventario, cada año se traspasa el Arca de un pueblo a otro levantando acta de lo que se recibe, y quedando constancia por escrito de aquellas cosas que se pierden, o incorporando nuevos elementos, la mayoría de ellos documentos que hacen referencia a la gestión de la Dehesa. Por ejemplo, en la correlación de fechas en el traspaso del Arca en 1812, se destaca que faltan los papeles 27 y 28 referidos en el inventario de 1783. La revisión de lo contenido en el Arca se hacía al detalle, lo que pode de manifiesto la importancia que tenía toda aquella documentación para los pueblos. Dice la tradición oral que esto se llevaba a cabo en la choza que habría en Canto Gordo, pero algún documento de traspaso habla de hallarse en casa del escribano. Estas siguientes corresponden a la correlación de fechas de 1839, 1840 y 1841. 373 374 http://mcrpjardin.blogspot.com.es/p/coleccion-utilitaria.html http://www.mataluenga.com/localheritage/hablaMat/lexicon/img_Cuartal.jpg 180 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 97. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1839. 181 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 98. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1840 182 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 99. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1841. 183 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Correlación de fechas de 1889 y 1890 en el que firman por primera vez los alcaldes de ambos pueblos, quedando constancia del que entrega y del que recibe. Imagen 100. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1889 184 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 101. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1890 185 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona De los personajes que aparecen, cabe destacar a Manuel Herrero que ocupó el cargo de Fiel de hechos desde 1789 hasta 1812. Sin firma y buena caligrafía, así como su presencia en las actas de traspaso del Arca durante 23 años, nos hacen suponer que tenía formación, pues sabía leer y escribir. La figura del Fiel de hechos está siempre presente en el traspaso del Arca. En principio era un ejercicio voluntario, sin remuneración alguna, aunque con posterioridad, las Ordenanzas municipales de cada villa regulaban su actividad, asignándole una compensación económica por sus servicios. La figura no desaparece con tal condición hasta el siglo XIX con la formación de los Ayuntamientos. Imagen 102. Firma como Fiel de hechos en 1789 Imagen 103. Firma como Fiel de hechos en 1793 186 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 104. Firma como Teniente de Fiel de hechos en 1790 Imagen 105. Firma el Fiel de Almarza en sustitución del Fiel de hechos de San Andrés en 1795. Otras figuras que aparecen citadas en los documentos son: Señores de Justicia, Regidores de la Dehesa, Señores capitulares, Escribano de la Dehesa o Fiel de hechos, y el Concejo siempre presente desde el primer documento de 1329. 187 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 106. Acta redactada en casa del Escribano Manuel Morales, en 1809, en presencia de los Señores de Justicia, Regidores de la Dehesa y Escribano. El texto de 1805, abajo trascrito: Confesamos nosotros los Regidores actuales de la Dehesa común de Almarza y San Andrés de este año de mil ochocientos y cinco, todos los libros, papeles, ejecutorias, instrumentos pertenecientes a la Dehesa como ……. Las Arcas, llaves, candados, yerros de marcar y demás pertenece a excepción de un Acuerdo sobre los haces y la transacción que se cita al frente de los pueblos, y Alonso Crespo que no ha aparecido, y en fe de ello firmamos los Regidores actuales con el Fiel de hechos de este Almarza en el marzo, tres de de mil ochocientos y cinco Firmado. (nombres) Fiel de fechos: Manuel Herrero. La figura del Escribano está presente en varios documentos por levantarse acta del traspaso del Arca en su casa, también por la remuneración que se le aportaba desde el común de vecinos. 188 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 107. Extracto del Inventario de 1808. Al fin del inventario está un acuerdo para que se de al Escribano de la Dehesa, dos cargas de Hierba en el Prado de los toros. 1808 El acuerdo del que se habla corresponde a un documento de 1805, en el que se pone de manifiesto que los Escribanos anteriores han abusado del acceso a la hierba que se les da como pago por sus servicios, por lo que las Juntas Capitulares de ambos pueblos piden que se regule esta conducta y llegan a un acuerdo para pagarle el primer día que se recoja la hierba en el pajar. Aprovechan para aumentar las cargas: …dar cargas mayores a su arbitrio - de este puesto en adelante. Llevar vinos a los jornaleros, ocuparse de las operaciones que se hiciesen en la Dehesa como reparos de paredes, presas, regaderas, chozas, puentes, cortas de leña. Sin que los Escribanos puedan sacar más beneficio de hierba, ni que los Regidores de la Dehesa lo permitan con pretexto alguno. Si lo hacen serán castigados por los Señores de Justicia de ambos pueblos. Se comunica el acuerdo al Concejo de ambos pueblos, quienes conformaron. Firman todos los vecinos que se hallaron en el Prado de los Toros. 189 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 4: Acuerdo de 1805 para pagar al Escribano de la Dehesa. Imagen 108. Página 1 de acuerdo de 1805. 190 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 109. Página 2 de acuerdo de 1805. 191 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 110. Página 3 de acuerdo de 1805. 192 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona De los lugares que hace referencia el acuerdo, queda todavía su testimonio arquitectónico. Estas costumbres han permanecido vigentes hasta mediados- finales del siglo XX, con sus adaptaciones históricas. Imagen 111. Choza de la Dehesa para albergar a los pastores. Quedan varias chozas todavía en pie. Imagen 112. Pared de una pequeña presa que había en la Dehesa para el riego de ésta. Imagen 113. Paredes de la Dehesa que la dividían en quintos. 193 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Durante el traspaso del Arca, con los inventarios presentes, se hacía una revisión de lo que se recibían, tanto elementos materiales como llaves, vasos, candados, como documentos: libros de cuentas y acuerdos que se habían establecido. De ello queda constancia en cada traspaso. Imagen 114. Acta de traspaso del Arca en 1801 En 1801 se constata la falta de los vasos de asta, de los que sólo se entregaron dos. Y el año siguiente se apunta que falta la llave del cajón del Arca. Imagen 115. Acta de traspaso del Arca en 1801 194 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 116. Acta de traspaso del Arca en 1802 El Concejo da permiso para la compra de un caballo en 1802 Imagen 117. Acta de traspaso del Arca en 1804 195 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1804 se apunta que no se presentó Fonso Crespo y que los Regidores lo han buscado. Se firma por la verdad. En todos los documentos se usan expresiones que hacen referencia a la honradez y al concepto de hombre bueno, como es el ejemplo siguiente. Imagen 118. Nota del Acta de 1804 Faltan documentos del inventario. Concretamente los ítems 27 y 28. 1809 Imagen 119. Acta de 1809 196 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1812 se entrega un acuerdo para que los criados que sirven y son forasteros no vayan a esquimar375. Imagen 120. Se recoge lo contemplado en un acuerdo del Concejo de 1812. Acta de 1836, redactada en casa del Escribano Juan Vicente Morales, en el que aparece el Arca con tres llaves. Curiosamente siempre se ha firmado con nombre y apellidos, y en esta ocasión, y no se vuelve a ver en ninguna ocasión más, se firma con el alias el Cabezón. En esta acta se recoge la compra de un caballo. En 1838 se vuelve a hacer un inventario. Pueblos de Almarza y San Andrés Dehesa Común de los mismos Inventario de papeles, instrumentales y demás alhajas correspondientes a dicha Dehesa, hecho en este año de 1838 1838. Inventario de todos los papeles e instrumentos que pertenecen a la Dehesa común de los lugares de Almarza y San Andrés, hecho en este presente año de 1838 de orden de las justicias de ambos pueblos y en presencia de los Regidores de dicha Dehesa Florencio Morales y Domingo de la Rad Chavaler con el Escribano Francisco Mateo cuyo inventario se hace por hallarse el antiguo bastante devorado y para mayor claridad e inteligencia de la entrega de unas justicias a otras, lo que se ejecuta en la forma siguiente. 375 Vocablo en castellano antiguo, ya en desuso según la real Academia de la Lengua. Sinónimo de podar 197 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 5: Inventario de 1838 Imagen 121. Portada del inventario de 1838. 198 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 122. Última página del inventario de 1838. 199 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El inventario de 1887 modifica sustancialmente la forma de escritura y la redacción. Recoge la documentación en formato de listado, sin aclaraciones ni descripciones como había en los anteriores. Aparece como novedad, el sello del Ayuntamiento Constitucional de San Andrés de Almarza, y la firma de ambos alcaldes, indicando el que entrega (San Andrés) y quien recibe (Almarza). Es el primer inventario después de la promulgación de la primera Constitución española en 1812. El Concejo pierde poder local que es asumido por los alcaldes. Inventario 1887 Contiene las actas de entrega del Arca de 1887 a 1891. Inventario general de todos los documentos existentes en el Arca que contiene los pertenecientes a los pueblos de Almarza y san Andrés de la Dehesa de ambos municipios. EXPRESIÓN: Un libro con forro de pergamino con broche de madera y un forro por la parte de adentro del año 1816. 200 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 123. Primera página del inventario de 1887. 201 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 124. Segunda página del inventario de 1887 202 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 125. Última, y tercera, página del inventario de 1887 203 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona A partir de este inventario desaparecen las figuras de los Escribanos, y surgen la de los alcaldes. Imagen 126. Firma de los alcaldes en 1889, entrega San Andrés, Miguel Santana, y recibe Almarza, Esteban Valdecanto. Imagen 127. Firma de los alcaldes en 1890. El año siguiente Almarza entrega, pero esta vez el alcalde es Gregorio Bartolomé, y San Andrés recibe. 204 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El acta de 1874 presenta un formato diferente, ya que se lista lo contenido en el Arca. Este formato es el que contempla el inventario de 1887. Imagen 128. Inventario de 1887. Desde 1783, fecha del primer inventario datado hasta el último inventario realizado en 1979 por Miguel Moreno en colaboración con José Sanz, se ha realizado el traspaso del Arca de un pueblo a otro. Es muy difícil precisar en qué fecha, pero hubo un momento que esta práctica pasó a ser una tradición que se mantiene todavía vigente. Cabe resaltar que los documentos contendidos en el Arca que hacen referencia a la gestión de la Dehesa común376 tratan temas de ganado, leña, paso y uso. 376 En los documentos se cita como Dehesa común. 205 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona LOS ACTORES QUE APARECEN EN LOS DOCUMENTOS Resulta complicado detallar el funcionamiento de las Instituciones que regulaban el acceso al poder local y su gestión en el siglo XIV-XVII377 en San Andrés y Almarza, pues no existe documentación dentro del Arca al respecto. Podemos construir parte del conocimiento a través de la lectura de las ejecutorias del siglo XVII, y de las actas de traspaso de El Arca a partir del siglo XVIII como fuentes primarias. No obstante sí podemos establecer un análisis de la relación dialéctica entre instituciones y sociedad378 a través de los libros de cuentas del común y de la documentación anteriormente citada. Todos estos documentos nos muestran unos actores con papel de protagonismo en esta historia local: Fieles de hechos o Escribanos de la Dehesa, Señores de justicia, Regidores de la Dehesa, Señores Capitulares, comisionados, contables, guardas… Todos ellos participaban del poder en estos pueblos. Otros personajes también citados en los documentos, como mozos, jornaleros y criados, pertenecen a un grupo social, posiblemente muy reducido, a los que se les contempla para restringirles derechos de uso. La presencia de estos personajes, nos hace pensar que esta igualdad que se ha querido transmitir a través del tiempo, no estaba presente al cien por cien en la comunidad en los siglos XVII y XVIII. Si revisamos los documentos de regulación del Concejo de la Villa de Soria, podemos hacernos una idea de lo que podía ocurrir en San Andrés y Almarza. Desde el siglo XII, momento de reconstrucción institucional paralela al proceso de reconquista de la tierra, hasta el siglo XIX, momento en que se implanta la reforma institucional relacionada con la revolución burguesa, en la ciudad de Soria las Instituciones fueron siempre las mismas y funcionaron, con pequeñas adaptaciones, de una manera uniforme a lo largo del tiempo379. Lo que ocurre en San Andrés y Almarza, es que instituciones como la del Concejo, o figuras como los Regidores de la Dehesa, se mantienen hasta el siglo XX, como ha ocurrido en otras zonas de la Península380. Debemos tener en cuenta que Soria se convierte en una urbe con una activa vida económica y social, mientras que los pueblos permanecen más aislados y menos expuestos a posibles cambios. También contribuyó al mantenimiento de estos cargos, como la institución del Consejo, el poder coercitivo que ejercía mediante su propia justicia a Aunque los primeros documentos de El Arca son de 1329, tan solo tenemos constancia de la existencia del Concejo. Es a partir de las Ordenanzas de Carlos I y de Felipe II sobre la gestión de la Dehesa, así como de las diferentes ejecutorias ganadas por ambos pueblos, cuando podemos tener constancia de la existencia de las diferentes figuras o cargos que existían en los pueblos. El inventario de 1783 y las actas sucesivas no corroboran estos cargos. 378 Behar, R: Santa María del Monte. The presence of the past in a Spanish Village, Princeton University Press, New Jersey, 1986, p. 16 y ss. 379 Diago Hernando, M: Introducción a la Historia institucional del Concejo de Soria en la Baja Edad Media. Universidad Complutense: Departamento de Historia Medieval, En la España medieval, nº 11, 1988, pp. 23-44 380 Rubio Pérez, L: La justicia pedánea, el Concejo y la gestión del Común como referentes en el funcionamiento de las comunidades rurales del Reino de León durante la Edad Moderna, (on line) consultado el 15 de febrero de 2013, Disponible en http://www4.fe.uc.pt/aphes31/papers/sessao_6e/laureano_rubio_paper.pdf, p.2 377 206 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona la hora de mantener costumbres y usos, y que fueron hasta los años sesenta y setenta del siglo XX pilares fundamentales que garantizaron el desarrollo y la estabilidad social y económica (ya en declive) de la sociedad rural.381 Cabe destacar, dentro de la comunidad de San Andrés y Almarza los siguientes cargos. Las Ordenanzas locales servían y nacían del Consejo de vecinos, y recogían entre otros aspectos, el funcionamiento y ordenamiento del mismo. No encontramos, no obstante, en las ordenanzas de San Andrés aspectos como la composición del regimiento, la formación de este y de los oficiales a su servicio382. Posiblemente al tratarse de una comunidad pequeña se reducía a los cabezas de familia, tal y como indican los informantes. Si se nombraban las figuras de Escribano, los Fieles de Fechos, los Mayordomos (de las Vírgenes de Santos Nuevos y de la Soledad), oficiales menores como pregoneros y guardas de la Dehesa. El Concejo de la Villa de Soria propondría otras figuras más relevantes como los Señores de Justicia o Señores Capitulares. • Señores de justicia, u oficiales de Justicia como aparecen nombrados en el Concejo de la Villa de Soria. Tenía reconocidas atribuciones en dicho ámbito y asistían a las reuniones del Concejo. En el caso de la Villa de Soria eran elegidos por el Rey, pero en los Concejos de los pueblos, al tratarse de pequeñas poblaciones, no ocurría esto. Tenían la potestad para aplicar todas aquellas sanciones recogidas en las Ordenanzas de los pueblos y ratificadas por los Reyes, así como de velar por el cumplimiento de éstas. En alguna ocasión aparecen en las actas de traspaso de El Arca pero no se destaca ningún patrón que pueda ser identificado como repetitivo. Aparecen cuando falta alguna alhaja o documento, o cuando se hace referencia al recorte de algún privilegio para criados o mozos. Durante la Baja Edad Media los Concejos se resisten a perder la capacidad jurídica que habían recibido de los Reyes y que de alguna forma consiguen conservar como justicia pedánea propia y autónoma de las justicias ordinarias señoriales383. Esto es una realidad en San Andrés y Almarza, ya que en los documentos se pone de manifiesto el poder sancionador y legislador en lo local, y así lo muestran las Ejecutorias del siglo XVII. • Regidores de la Dehesa, también controladores de una parcela de poder dentro del Concejo (en el caso de la Villa eran elegidos por el Rey). Parece ser que eran elegidos por el Concejo, quien podía fiscalizar su trabajo384, y cada año cambiaban pues no existe correlación de fechas en las actas firmadas por los que ocupaban este cargo, al menos desde 1783. Eran los responsables de la custodia de El Arca, de recoger todos los documentos nuevos que surgiesen, de presentarse ante el Rey para renovar los Ibid, p. 3 Laredo Quesada, M; Galán Parra, I: Las Ordenanzas locales en la Corona de Castilla, como fuente histórica y tema de investigación (S. XIII-S.XVIII),(on line) cosultado el 1 de mayo de 2013, Disponible en: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/7209/1/HM_01_13.pdf 383 Rubio Pérez, L: La justicia pedánea,el Concejo y la gestión del Común como referentes en el funcionamiento de las comunidades rurales del Reino de León durante la Edad Moderna. Disponible en http://www4.fe.uc.pt/aphes31/papers/sessao_6e/laureano_rubio_paper.pdf, consultado el 15 de feb de 2013, p. 1 384 Senet Díez, M ªPÍA (2002): Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5, p. 28 382 381 207 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona privilegios, y aparecen como representantes de los Concejos en las Ejecutorias relacionadas con la gestión de la Dehesa. Tenían capacidad jurisdiccional y causal sobre la tala y corta de leña y explotación de pastos385. Esta capacidad jurisdiccional generaba conflictos de competencias con los Corregidores de Soria, y motivo de varios pleitos ante el Tribunal de la Real Chancillería de Valladolid, que fueron sentenciados siempre a favor de los pueblos. • Señores capitulares. Figura relacionada con la justicia capitular o de carácter gubernativo, que es la aplicación litigiosa del Derecho local (Ordenanzas, y bandos de gobierno)386. Eran cargos de la Corona que eran requeridos a veces por los Concejos locales, y otros enviados por la Corona y que dictaban autos para el buen gobierno, para tomar posturas o verificar la calidad de las mercancías. Hacían visitas de inspección en los mercados y sancionaban con las penas recogidas en las Ordenanzas. En los documentos aparecen cuando el Rey, bien Carlos I o Felipe II confirman las Ordenanzas de los pueblos de Almarza y San Andrés, pero no participaban de la justicia, ni del poder local387. • Escribano de la Dehesa o Fiel de hechos, figura presente en los documentos del Arca, siendo retribuido y teniendo casa en San Andrés. El Escribano de la Dehesa no ocupa un cargo público ni real, como los Escribanos de los Concejos, y tampoco forma parte de la institución notarial. Los Escribanos locales no tienen potestad autentificadora, para ello necesitan un refrendo superior, pero muchos empiezan a desempeñar su cargo en lo local para acreditar experiencia técnica si surgiese la oportunidad. Era un cargo municipal escogido entre los diferentes vecinos, al que posiblemente, y como muestran los estudios de otras zonas, una vez elegido tenía que realizar un juramento de fidelidad a Fuero, o Ordenanzas y al recto proceder de la justicia y honestidad para con el Concejo de vecinos. Como podemos ver en los acuerdos del Concejo, se le pagaba con paja, y se le atribuyen funciones relacionadas con el mantenimiento de la Dehesa. También se recoge, que en algún momento su comportamiento no ha sido del todo honrado. Los Concejos, así como los Regidores de la Dehesa, recurrían a él para validar los acuerdos internos, como notario que da fe, y sólo se recurría a Escribanos públicos en transacciones comerciales o negocios. Por este motivo, se les pedía ser personas responsables y honestas, y por este motivo, aunque no se halle descrito en los documentos de El Arca, debían tener una buena retribución. También Senet Díez, M ªPÍA (2002): Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5, p.28 386 Losa Contreras, C: La justicia capitular de la Nueva España en el siglo VIII. El Tribunal de la Fiel ejecutoria de la ciudad de Méjico. Disponible en: http://revistas.ucm.es/index.php/CUHD/article/download/CUHD9898110127A/20404. Consultado el 10 de febrero de 2013. 387 Losa Contreras, C: La justicia capitular de la Nueva España en el siglo VIII. El Tribunal de la Fiel ejecutoria de la ciudad de Méjico. Disponible en: http://revistas.ucm.es/index.php/CUHD/article/download/CUHD9898110127A/20404. Consultado el 10 de febrero de 2013. 385 208 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona por este motivo, las sanciones a las que se les sometía por infracción eran mucho más duras que al resto de los vecinos388. Su figura está presente en la gestión administrativa de la Dehesa. En su origen es una figura pública. Ya aparecen mencionados en los Fueros de Soria asignándoles unas funciones parecidas a los de los notarios actuales. Esta figura evoluciona de los scriptores, generalmente clérigos, pero dado el aumento de los Concejos y justicias locales, aparecen y proliferan laicos investidos de fe pública, que garantizan la autenticidad de los documentos que de él emanan y que él refrenda: los llamados instrumentos públicos. Los nuevos notarios públicos desplazan a los scriptores, y se adaptan a las peculiaridades nacionales y locales389.En un principio era un ejercicio voluntario, sin remuneración alguna, aunque con posterioridad, en algunas aldeas como la de san Andrés, las Ordenanzas municipales regulaban su actividad asignándole una compensación económica por sus servicios. Este cargo debía de ser ocupado por una persona con una mínima formación, pues en todas las actas los que firman como tales, destacan por una buena caligrafía. Existen Fieles de hechos que ocuparon su cargo durante años, como es el caso de Manuel Herrero, Fiel de Almarza. Había un Fiel para cada pueblo, y en caso de no estar disponible el de San Andrés cuando se recibía el Arca, estaba el de Almarza en sustitución, y así lo hacía constar. Su figura denota, conjuntamente con la de los testigos a veces presentes en el traspaso, como el uso de expresiones como doy fe la importancia que tenía el valor de la palabra. Veremos más adelante, que el ser un hombre de palabra responde a la constitución de ser hombre390 en esta tierra. La carga moral que representa la honradez y la validez de la palabra como seguro de esta cualidad es una característica de sociedades donde la igualdad es el eje vertebrador391 La figura de Escribano no desaparece con tal condición hasta el siglo XIX con la formación de los Ayuntamientos. • El contable. Uno por cada pueblo que se responsabilizaba de la gestión económica de cada uno, y que para ejercer su cargo debían demostrar que estaban capacitados para ello. La presencia de esta figura demuestra la riqueza que obtenían Almarza y San Andrés por la explotación de la Dehesa392. • El guarda de la Dehesa. Esta figura se mantiene hasta el siglo XX, y conjuntamente con un ayudante se encargaban de vigilar y cuidar la Dehesa, controlar sus accesos, detectar los intrusos y destrozos que se cometían. Una de las funciones que realizó en un momento en que había lobos en la Dehesa, fue la construcción de una choza circular con ventanucos en todo el perímetro para colocar las escopetas. Esta choza situada en un alto con visibilidad de gran parte de la Dehesa fue utilizada por este guarda para matar a los lobos. Bejarano Rubio, A. Los Escribanos públicos en Castilla: El Condado de Ledesma en el siglo XVI. Miscelánea Medieval Murciana. Vol. XIX-XX. Años 1995-1996. Págs. 9-26 389 Bejarano Rubio, A. Los Escribanos públicos en Castilla: El Condado de Ledesma en el siglo XVI. Miscelánea Medieval Murciana. Vol. XIX-XX. Años 1995-1996. Págs. 9-26 390 Frigolé i Reixac, J: Un hombre, Muchnik Editores SA, Barcelona, 1997, p. 14 y ss. 391 Tax Freeman, S : Neighbors. The social Contract in a Castilian Hamlet, The University of Chicago Press, 1970, USA, p. 16 392 Senet Díez, M .P Documentos del Arca-Archivo. Almarza y San Andrés. ED. De la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Archivos Sorianos nº5 ,Soria, 2002,p. 28 388 209 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 129. Arroyo de la Dehesa. Fuente propia. Imagen 130. Segunda Portilla de la Dehesa. Fuente propia. Testimonio de esta función administrativa y judicial, y el esfuerzo continuado de los Concejos de San Andrés y de Almarza para defender sus privilegios sobre la Dehesa La Mata, son todas las ejecutorias, conservadas en el Arca desde 1401. Algunas de ellas, a modo de ejemplo, son las que muestro a continuación. En 1497 Los cuatro pueblos incorporan un pedazo de tierra a la Dehesa y levantan un edificio de los apeos de deslinde de la Dehesa. Lo sabemos porque existe una ejecutoria del 23 de agosto en La Póveda, a donde se traslada el Escribano real y el Escribano de número (de oficio) Gonzalo Gómez de San Clemente para tratar un pleito seguido por el Corregidor de Soria, Cristóbal de Salinas. En él la aldea de La Póveda sostiene un pleito contra Almarza y San Andrés. 210 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 6 Pleito de 1497, seguido por el Corregidor de Soria, Cristóbal de Salinas, en el que La Póveda sostiene un pleito contra Almarza y San Andrés. Imagen 131. Pleito de 1497 211 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En 1539, el veintitrés de mayo y el diecisiete de setiembre, sentencia en apelación del teniente de Corregidor, Francisco Pérez de Almazán, en el pleito que se siguió entre los Concejos de Almarza y de San Andrés, y Alonso García del Molino, vecino del Vadillo, sobre un pedazo de tierra de la Dehesa, que estaba entre dos caminos, era de realengo y común de la Ciudad de Soria o de uso privativo de los dos pueblos. En 1575 aparece un pleito contra el Concejo de Arguijo sobre el derecho de San Andrés y Almarza de entrar a pastar con su ganado en el término de último. En 1579 aparece otra ejecutoria a favor de los Concejos de San Andrés y Almarza para que sean únicamente ellos los que puedan regular los aprovechamientos de la Dehesa, y multar a los que no acatasen las Ordenanzas. En 1586, el Escribano público de Soria se traslada a San Andrés ante un pleito entre el Procurador Fiscal del Consejo de la Mesta contra Antón Martín, guarda de la Dehesa y vecino de San Andrés, sobre destrozos que había hecho el ganado de Don Diego de Medrano, Señor de San Gregorio, hermano del Concejo de la Mesta. Así sucesivamente encontramos pleitos resueltos a favor de San Andrés y Almarza de los años 1581, 1530, 1582, 1603 y 1646 El veinte de marzo de 1650 en Valladolid se recoge la Ejecutoria del pleito apelado ante el Corregidor de Soria y sentenciado en la Chancillería de Valladolid, a favor de Almarza y San Andrés, relativa al contencioso seguido entre ambos pueblos contra Alfonso Moral, vecino de la Póveda por haber cortado leña en la Dehesa La Mata. Como ejemplo se recoge el documento de 1539. 212 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 7 En 1539, el veintitrés de mayo y el diecisiete de setiembre, sentencia en apelación del teniente de Corregidor, Francisco Pérez de Almazán, en el pleito que se siguió entre los Concejos de Almarza y de San Andrés, y Alonso García del Molino. Imagen 132. Primera hoja del documento de 1539. 213 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 133. Segunda hoja del documento de 1539. 214 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 134. Tercera hoja del documento de 1539. 215 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 135. Cuarta y última hoja del documento de 1539. 216 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documentos 8 Ejecutoria de 1650 del pleito apelado ante el Corregidor de Soria y sentenciado en la Chancillería de Valladolid, a favor de Almarza y San Andrés, relativa al contencioso seguido entre ambos pueblos contra Alfonso Moral. Imagen 136. Ejecutoria de 1650 217 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Ejecutoria de 1777, Imagen 137. Primera página de la Ejecutoria de 1777 218 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 138. Extracto de la Ejecutoria de 1777 Imagen 139. Extracto de la Ejecutoria de 1777 219 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Otra ejecutoria de 1777. Cada ejecutoria podía tener redactados varias hojas, en función de las alegaciones que se introdujesen. Imagen 140. Primera página de una Ejecutoria de 1777. 220 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 141. Última página de una Ejecutoria de 1777. 221 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Ejecutoria de 1779 Imagen 142. Ejecutoria de 1779. 222 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Ejecutoria de 1831 Imagen 143. Primera página de una Ejecutoria de 1831 223 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 144. Página de una Ejecutoria de 1831 224 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Índice de 1838 de lo contenido en la Ejecutoria Imagen 145. Índice de una Ejecutoria de 1838 225 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 9 Juan II Alfonso XI Imagen 146 y 147. Cartas de confirmación de Privilegios de Juan II y Alfonso XI respecto a la Dehesa de los cuatro pueblos. Fuente Archivo Histórico Provincial de Soria 226 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 10: (Carpeta 5, Rollo 72 (2). Confirmación de privilegios del Rey Enrique IV a los pueblos en 1463. Es un documento de cuatro páginas del que muestro la primera y la última. Imagen 148. Priemera página del documento de 1463 227 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 149. Última página del documento de 1463 228 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 11: Este es el documento firmado por los Reyes Católicos, primera y última página del microfilmado (Carpeta 6 Rollo 72 (2). Año de 1483. Imagen 150. Primera página del documento de 1483. 229 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 151. Última página del documento de 1483. 230 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 12: Ordenanza de 1750, siendo Felipe II Rey, transcrita para su mejor comprensión. Se muestran extractos del documento ya que había marcas de agua que dificultaban su lectura. Imagen 152. Ordenanza de 1750. 231 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 153. Extracto de la Ordenanza de 1750. Villa, lugar, ni persona, particular sino solo los dichos vecinos que como suyos propios los habían guardado y penado a los ganados en que ella habían entrado en conformidad, y de Ejecutoria de la dicha audiencia y cancillería que reside en la ciudad de Valladolid privilegio y Ordenanzas en ella inventariadas de que se hacía demostración y como propios vuestros ambos lugares estando juntos en el sitio de Canto Gordo habrá desacordado hacer unas Ordenanzas como las había desedio para gobierno la conservación de dichos lugares y por guitarlas de disentir y encuestar …. …. Dando sobre el portador las penas … Las mandásemos conformar y aprobar para que en todo tiempo fuesen guardadas cumplidas y ejecutarlas como la vuestra merced fuese y visto por los del nuestro consejo y lo dicho en razón de ello por el Doctor Don Agustín del Ferro Caballero de la Orden de Calatrava nuestro fiscal a qjuienes mandaron lo viese y las dichas Ordenanzas que son de el …. siguiente. 232 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 154. Extracto de la Ordenanza de 1750. En Canto Gordo, que es término de los lugares de San Andrés y Almarza jurisdicción de la ciudad de Soria adonde se dividen los términos de ambos lugares a diez y nueve días del mes de abril de mil seiscientos treinta y dos años en presencia de mi el Escribano y testigos de uso escritos se juntaron los Concejos de ambos los dichos lugares de San Andrés y Almarza a campana tañida según que dijeron lo han de 233 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona uso y costumbre de ser ejecutar en el dicho sitio para tratar y conferir las cosas, casos y negocios tocantes a la Mata y Dehesas que ambos los dichos lugares tienen y partan juntos y de conformidad y yo es Escribano doy fe hoy, tener en ambos los dichos lugares en la cual dicha junta se hallaron las personas siguientes: Domingo de Escalada, Alcalde del dicho lugar de San Andrés y Juan Ramos alcalde de dicho lugar de Almarza y Mateo de Chabaler y Lucas Badillo, Regidores del dicho lugar de Almarza y Francisco Torres y Pedro Tello, Regidores de dicha Mata y Dehesa, vecinos del dicho lugar de Almarza y Juan Jimenez Rebolledo, Andrés Martínez de Chavaler, Pedro de Cuellar, Juan Carazo, Juan Morales, Juan de Escalada, Juan de Vitoria, Juan del Campo, Francisco Miguel, Pedro de Rebolledo, Pedro Isate, Juan Jimenez Sastre, Pablo Pérez, vecinos del dicho lugar de Almarza Y Francisco Sanz, Diego Martín, Juan Gil mayor en días, Martín Pérez, Juan de Santana, Juan Sillero, Domingo Martínez, Gregorio de Escalada García Hernández, Esteban Herrero, Miguel García, Mateo de Estepa, Francisco Calvo, Diego Jimenez, Jose Herrero y Martín de Subero vecino del dicho lugar de San Andrés a los cuales yo el dicho Escribano doy fe conozco, y dijeron que para la conservación y gobierno de ambos los dichos lugares y quitarse de ruidos, penitencias y divisiones entre ellos suele haber en razón de pastar las yerbas de dicha Mata y Dehesa tienen necesidad de hacer Ordenanzas en razón de ello y de ello han tratado y conferido en los Concejos de dichos lugares y han acordado se haga la dicha ordenanza la mal dijeron que hacieren en la forma siguiente. 234 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 155. Extracto de la Ordenanza de 1750. 235 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 156. Extracto de la Ordenanza de 1750. 236 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 157. Extracto de la Ordenanza de 1750. 1º) Dijeron que ordenabas y ordenaron que desde hoy dicho en adelante para siempre jamás ningún vecino no puede pastar en la dicha Mata y Dehesa en ningún tiempo con cabalgaduras, ni ganado vacuno mas que tan solamente con lo que era declarado que es que cada uno vecino de dichos lugares de San Andrés y Almarza y cada uno vecino han de poder meter en dicha Mata y Dehesa doce reses vacunas irán siendo domadas a cerriles y las crías de las vacas que pastasen en dichos deheseros los que hubiesen nacido …..este presente hasta el día de San Miguel que críen de este presente año han de poder andar con sus madres en dicha Dehesa hasta primeros de Mayo del año venidero de mil seiscientos treinta y tres y las crías que crecieran desde el dicho dia de San Miguel en adelante han de poder andar con las dichas sus madres hasta el día primero de mayo del año de mil seiscientos treinta y cuatro y pasado el dicho tiempo que a cada una cría le va adjudicando no ha de poder andar más tiempo en la dicha Dehesa sino fuere contándose en el número de dichos doce que así han de entrar y en esta conformidad han de pastar las dichas vacas desde… 237 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 158. Extracto de la Ordenanza de 1750. 238 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 159. Extracto de la Ordenanza de 1750. 239 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 160. Extracto de la Ordenanza de 1750. 2º) Yeguas… Las crías que parieren las yeguas que pastan en las dichas Dehesa ande poder andar con sus madres el tiempo que se acostumbra por las Ordenanzas que es desde que nacen hasta primero de mayo o las que hubieren nacido hasta el día de San Miguel de este presente año ande pastor hasta el día primero de mayo que tiene del dicho año de mil seiscientos treinta y tres 240 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 161. Extracto de la Ordenanza de 1750. Han de poder andar en dichas Dehesas sino fuere en la copia de dichas ocho cabalgaduras y en esta conformidad han de pastar en cada verano y en el modo de entrar a pocas y pastar las dichas hierbas el tiempo que han de entrar se ha de guardar la ordenanza y la costumbre de dichos lugares que en razón de ello tienen las …………… Cada una ha de meter el mismo ganado que cada un vecino y ninguna persona ha de poder meter res vacuna ni cabalgadura en dichas Dehesas sino fueren suyas propias porque no ha de poder ninguna res de ningún otro de ningún vecino ni de otra ninguna persona forastero aunque no tenga ninguna. 241 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 162. Extracto de la Ordenanza de 1750. 10º) Y así mismo cada uno de dichos vecinos de ambos los dichos lugares han de pastar las otras hierbas de dicha Mata y Dehesa en cada verano con ocho cabalgaduras grandes sean yeguas o rocines mulos o mulas domados o cerriles y las crías que pariesen las yeguas que portaren las dichas Dehesas han de poder andar con res madre el tiempo que se acostumbre por las Ordenanzas que es desde que nacen hasta primero de Mayo las que hubieren nacido hasta el día de San Miguel de este presente año han de pastar hasta el día primero de mayo que viene del dicho año de mil seiscientos treinta y tres. 242 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 163. Extracto de la Ordenanza de 1750. Once reales de cada res que se cogiere acogida que la tal res sea acorralada y que aquesta dicha pena de dichos once reales y no vuelva a las dichas Dehesas y si volviere cada una vez que la cogieran la acorralen y llévenla dicha pena una sea res vacuna o sea cabalgadura. 11º)Si alguna persona trajese alguna res vacuna o cabalgadura en los dichos Dehesas además de los que van declaradas en esta ordenanza ha de tener de pena un real por cada un día que se la prendaren y por cada de ocho días que se haya penado la tal res vacuna o cabalgadura ha de tener de pena tres reales por cada día que la prendaren. Tienen la conformidad de decidir que hacían e hicieron la dicha ordenanza para que todos los dichos vecinos de ambos los dichos lugares de San Andrés y Alma que de él presentasen y fueren de aquí adelante la vean, guarden y cumplan y estén y pasten por ella según y de la forma de los dichos lugares y por ellos mismos y por los demás vecinos de ambos los dichos lugares que están ausentes enfermos e 243 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona impedidos por los cuales dijeron prestaban y prestaron voz y con caution de trato grato judicatum solvendo a que estarán y pasarán por esta ordenanza =dijeron que se les obligaban 12º) de estar y pasar por ella los usos y oficios que sus hijos herederos y sucesores y demás vecinos que son y Fueron de los dichos lugares harán y pasarán por esta dicha ordenanza so expresa obligación de personas y bienes que para ello dijeron hacias e hicieron y dieron poder a las justicias de su majestad para que ello les competen como por sentencia pasada en cosa juzgado de que no hubiese lugar apelación ni otro remedio sobre que dijeron que renunciaban y renunciaran las leyes de su favor y de los demás vecinos que son y fueren de los dichos lugares todos en general y cada uno en especial y la 13º) que dice que la general renuncia bien de leyes fechándolas y otorgaron asi ante mi el dicho Escribano y testigo y los que supieron lo firmaron y por demás un testigo siendo testigos presentes Domingo Sanz (testigos…) Documentos 13 (Carpeta 1/3 Rollo 72 (2)). A continuación de la Real provisión existe la confirmación de las Ordenanzas locales vigentes en aquel momento en San Andrés y Almarza relativas al uso de la Dehesa. Era costumbre de la época que la Real Provisión fuese acompañada de la copia de las Ordenanzas. Posiblemente existiesen Ordenanzas anteriores, ya que existen pleitos ganados contra el Concejo de Soria respecto a la tenencia y uso de la Dehesa, pero no se conservan. Las Ordenanzas posteriores son una ratificación de estas, lo cual demuestra el poco dinamismo de cambio en las instituciones de poder local como el Concejo. Esta Provisión Real pertenece a Carlos I escrita el veinte de febrero de 1530. 244 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 164. Provisión Real de 1530 245 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 165. Provisión Real de 1530 246 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 14. Este documento es una copia que se realizó en 1722 sobre las Ordenanzas de Carlos I que acompañaban la Provisión Real anterior. Imagen 166. Primera página de la copia de 1722. 247 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 167. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 248 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 168. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 249 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 169. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 250 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 170. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 251 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 171. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 252 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 172. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 253 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 173. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1722. 254 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 15: Copia realizada en 1838 de las Ordenanzas de Carlos I del año 1530. Posiblemente se mantendrían vigentes muchas de las prácticas, y por este motivo se copiaban en diferentes años. Imagen 174. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 255 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 175. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 256 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 176. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 257 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 177. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 258 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 178. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 259 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 179. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 260 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 180. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 261 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 181. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 262 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 182. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 263 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 183. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 264 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 184. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 265 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 185. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 266 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 186. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 267 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 187. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 268 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 188. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 269 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 189. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 270 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 190. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 271 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 191. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 272 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 192. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 273 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 193. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 274 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 194. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 275 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 195. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 276 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 196. Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 277 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 16: Ordenanzas sobre la suelta de ganado en la Dehesa, y aspectos relacionados con la ermita de Santos Nuevos. Año 1749. Imagen 197. Ordenanza de 1749 278 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 17 El documento es el siguiente (caja 3/1 Rollo): Libro de arriendos y contratos que empieza en 1731. Imagen 199. Primera página del Libro de Contratos de 1731 279 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 200. Libro de Contratos de 1731 280 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 201. Libro de Contratos de 1731 281 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 18 Libro de Contrato, que recoge los contratos efectuados cada año de forma correlativa. Imagen 202. Libro de Contratos en 1732 282 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 203. Libro de Contratos en 1734 283 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 204. Libro de Contratos en 1746 Imagen 205. Libro de Contratos en 1746 284 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 206. Libro de Contratos en 1746 285 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 207. Libro de Contratos en 1770 286 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 208. Libro de Contratos en 1893 287 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 209. Libro de Contratos en 1893 288 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 19: Contratos del vaquero de ganado del año 1731 y 1749. Una forma de empezar el contrato era como Contrato de obligación…[…] Queremos obligarnos con… Esta fórmula realza la fuerza de la palabra y del compromiso de las personas contratadas. Imagen 210. Contrato de 1731. 289 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 211. Contrato de 1749. 290 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 212. Contrato de 1749.. 291 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 213. Contrato de 1749. 292 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 214. Contrato del vaquero 1768 293 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 215. Contrato vaquero de 1783 294 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 217. Pago vaquero en ducados de 1781 295 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 20 De la misma forma que se contrataba vaquero, también se hacía con el cabrero, recogiendo su contrato en el Libro de Contratos de la Dehesa. Así como el pago de los toros sementales del común. Imagen 218.Contrato al cabrero en 1733. 296 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 219. Contrato de pagar los Toros en 1766. Imagen 220. Contrato de pagar los Toros en 1766. 297 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 221. Contrato de pagar los Toros en 1746. 298 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 222. Contrato de pagar los Toros en 1746. 299 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 21 Acuerdos de los Concejos de San Andrés, Almarza y Gallinero en 1807. Imagen 223. Acuerdo de 1807 300 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 224. Acuerdo de 1807 301 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Documento 22 En el Libro de Contratos también se recogen los contratos de alquiler o de uso de determinadas partes de la Dehesa, como son los que muestro a continuación. Imagen 225. Arrendamiento del Bercolar 1746. 302 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 226. Arrendamiento de El Bercolar 1752. 303 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 227. Arrendamiento de El Bercolar 1773. Imagen 228. Arrendamiento de El Bercolar 1778. 304 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 229. Arrendamiento de El Bercolar 1778. Imagen 230. Contrato de Arrendamiento de los quintos en 1793. 305 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Los últimos documentos introducidos en el Arca hacen referencia a liquidaciones de pago de propios que evitó la desamortización de la Dehesa entre el año 1944 y 1952. Posteriormente a todas estas Ordenanzas, Pleitos, Privilegios Reales, el sentido del ArcaArchivo como guardiana del control de la Dehesa perdió su sentido, por varios factores. El fenómeno de la emigración a las grandes ciudades y la centralización de la gestión en los Ayuntamientos, relegó al Arca a un lugar de veneración y tradición, tal y como se conoce ahora. En el año 2002, su apertura causó un gran revuelo social, ya que se desvelaba un mito, a la vez que se conocía y reconstruía un pasado. Paralelamente a estos sentimientos de veneración y curiosidad surgió también el miedo a perderla. Desde las comunidades de San Andrés y Almarza, y desde el Ayuntamiento se apostó por potenciar esta tradición y revitalizarla, se difundió a los medios de comunicación, se publicó un libro con los inventarios y el contenido del Arca, y empezó una pequeña movilización de recuperación del patrimonio y de la historia. Imagen 231. Dehesa. Fuente propia. 306 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 232. Dehesa. Fuente propia. Imagen 233. Dehesa. Fuente propia. Imagen 234. Dehesa. Fuente propia. 307 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 235. Dehesa. Fuente propia. Imagen 236. Dehesa. Fuente propia. 308 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 237. Dehesa. Fuente propia. Imagen 238. Dehesa. Fuente propia. 309 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 239. Tainas caídas en el alto de la Peña. Fuente propia. En ellas se guardaban las ovejas. Imagen 240. Tainas caídas en el alto de la Peña. Fuente propia. 310 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona SEGUNDA PARTE LA COMUNIDAD DE SAN ANDRÉS Este es un pueblo llano. 311 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 312 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 5: VECINO, COMÚN Y CONCEJO Uno de los aspectos que, aparentemente, diferencia más al individuo de hoy de sus antepasados, es la forma de entender y valorar el tiempo. Nuestros abuelos concebían el tiempo como medida que señalaba y computaba todos los acontecimientos de la Naturaleza, por encima de los hombres y de las cosas.393 Jesús Díaz Los significados de la palabra pueblo en la zona de Castilla contiene una carga simbólica importante, y la misma evolución de éstos refleja el significado de sus comunidades394. El pueblo designa el espacio de tierra habitada, pero también al conjunto de personas que en él habitan y que mantienen relaciones entre sí. Los pueblos, se constituyeron en esta zona cuando la acción de poblar se concretó en la ocupación de la tierra de una forma estable. Como ya hemos visto en la evolución histórica, los pueblos existen, como la palabra pueblo, en el siglo XII395. En aquellos primeros siglos de asentamiento la palabra pueblo designaba el lugar habitado por gente común, campesinos libres de igual condición, y diferenciados de la nobleza396. Y la gente que se estableció y que constituyó estos pueblos estableció una relación de producción/reproducción con el medio natural. Por lo tanto la palabra pueblo lleva implícito una carga relacional de individuos entre sí, y de colectivo de individuos con el medio natural en el que se insertan. Esto ha llevado a considerar el pueblo como un elemento de identificación de un grupo de gente. Mi pueblo, Caro Baroja decía que tales expresiones de identidad397 sólo se entienden en el contexto de una tierra y sus gentes, en un entorno-mundo dentro del cual adquieren sentido.398 Para poder comprender en profundidad lo que el pueblo de San Andrés es, para establecer una base ontológica que identifica a la comunidad, es necesario localizar el territorio y la evolución histórica de su asentamientos 399 (ya realizado en la parte primera de la Díaz, J: El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León, Ed Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001, p. 28 394 Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos. El concepto de pueblo y la identidad, en Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y León, Ed. Anthropos Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988, p. 29 395 Lisón Tolosana, C: La singularidad plural. Antropología cultural y especificidad. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Centro de Investigación Sociológicas, nº 18, abril-junio 1982, p.13 y ss. 396 Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos. El concepto de pueblo y la identidad, en Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y León, Ed. Anthropos ,Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988, p. 29 397 Caro Baroja, J: Los pueblos de España. Ensayo de Etnología, Alianza Editorial, Barcelona, 1985 398 Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos. El concepto de pueblo y la identidad, en Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y León, Ed. Anthropos, Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988, p. 30 399 Lisón Tolosana, C: La singularidad plural. Antropología cultural y especificidad. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. Centro de Investigación Sociológicas, nº 18, abril-junio 1982, p.13 y ss. 393 313 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona investigación), y es necesario acercarse al pueblo o la pequeña comunidad a través de sus celebraciones simbólico-rituales, y de sus instituciones, lo que expondré a continuación. Existen tres términos imprescindibles para entender las relaciones que se establecen en esta comunidad: vecino, común y Concejo. La aparición del Concejo Abierto está íntimamente ligada al origen del municipio medieval. El Concillium del reino asturleonés se fue configurando con el tiempo a medida que se repoblaba el valle del Duero. En los siglos IX y X ya existía, pero tenía un carácter rural. La Tierra de Soria estaba constituida por una espesa red de aldeas dependientes de la Villa. Cada aldea se autogestionaba a través de la Institución del Concejo abierto, o Concilium Vecinorum, como base y fundamento de la organización y administración municipal400. Tenemos constancia de la existencia de Concejo en San Andrés desde 1329, en la primera Carta de Privilegios recogida en El Arca en la que se hace donación a los Concejos de los cuatro pueblos. Debemos tener presente la necesidad de un vínculo de solidaridad que ligara a los repobladores. Este vínculo les impulsaba y les permitía defender los intereses comunes. Descubrir la fuerza que tenían como grupo ante las amenazas externas, supuso la aparición de la verdadera conciencia colectiva entre los vecinos, y una mayor implicación en la regulación de la vida local401. El Concillium de la Alta Edad Media dará lugar al municipio cuando obtenga el grado de organización y autonomía suficiente402. Algunas teorías403 vinculan el origen del Concejo al origen del municipio, ya que aparece la necesidad de la asamblea vecinal para regular la vida económica de la población. El Concejo abierto, presente en cada comunidad vecinal, tenía reconocida capacidad legislativa404 y ejecutiva bajo la cobertura legal de las Ordenanzas Concejiles, y coactiva405 bajo el sistema de valores con la igualdad como imperativo. Imagen 241. Escrito del Libro de cuentas de 1746 en el que se alude “al son de campana tañida”. Díez Sanz, E; Martín de Marco, J.A: Historia y Patrimonio: La Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria. Ed. Excma. Diputación Provincial de Soria para la mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Soria, 1998, p.39 401 Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003, p. 28 402 García de Valdeavellano, L: Curso de historia en las Instituciones Españolas, de los orígenes a finales de la Edad Media, Revista de Occidente, 1968, p. 481 403 Díez Canseco, L: Sobre los Fueros del Valle de fenar, Castrovallón y Pajares (notas para el estudio del Fuero de León), AHDE, tomo I, 1924. 404 Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978 405 Lisón Tolosana, C: Antropología de los pueblos del Norte, Ed. Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Cantabria, Madrid, 1991, p. 49 400 314 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona El Concejo estaba formado por todos los vecinos del pueblo406, hombres cabezas de familia, reunidos en forma de asamblea que de forma periódica, convocados al toque de campana tañida407 408, trataban temas relacionados con las Ordenanzas409, elegían cargos oficiales, aprobar compra-venta de recursos para el pueblo o aspectos relacionados con los bienes comunales, incluso en el caso de San Andrés y Almarza, la defensa de pleitos en contra de otras instituciones o hacia ellos mismos por parte de otros pueblos. La participación de todos los vecinos fue evolucionando en algunas aldeas y villas, que no en San Andrés y Almarza, ocupando cargos concejiles aquellos vecinos con ciertos bienes inmuebles, pasando de la democracia directa410 a la oligarquía. Dentro del Concejo, la potestad normativa la tenía la asamblea. Si el Concejo fuese el de la Villa, como era el caso de Soria, el Rey actuaba a través de su representante: el Corregidor411. En el caso de los pueblos como San Andrés, era el Concejo el que se desplazaba a la corte, o a donde estuviesen los Reyes del momento, para confirmar sus privilegios y Ordenanzas, incluso en contra del Concejo de la Villa y contra el Regidor de la villa. Como era de menester en estas sociedades, todos los vecinos (hombres cabeza de familia, y en el caso de San Andrés si había alguna viuda y no tenía hijo que la pudiese representar también asistía) tenían el derecho a asistir a las asambleas, pues todos eran iguales desde el punto de vista de participación412, y debían asistir como parte de las obligaciones para con la comunidad (pues también aquí eran iguales). Los hombres debían mantener un comportamiento correcto, solidario y honesto para mantener el equilibrio de igualdad en la comunidad, y en caso de incorrecciones o inasistencia tenían pena por ello413 que aplicaban los Señores de Justicia del pueblo. Esto lo podemos ver también en las reuniones de traspaso del Arca en que queda recogida en el acta que tal vecino no se presentó y que quedan las Justicias en ir a buscarle y avisarle. Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 56. 407 Lisón Tolosana, C: Antropología de los pueblos del Norte, Ed. Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Cantabria, Madrid, 1991, p. 49 408 Es costumbre en este lugar que siempre y cuando dicho Regidor que ahora es, y por tiempo fuere, haya de juntar el Concejo, a este fin ha de picar las campana tres veces, y dar una vuelta alrededor de la iglesia, mirando a un lado y a otro si vienen los vecinos, en López Morán, E: Gobierno de los pueblos, en López Morán, E: Derecho consuetudinario Leonés, Diputación provincial de León, León, 1984, pp. 48-71 409 Laredo Quesada, M; Galán Parra, I: Las Ordenanzas locales en la Corona de Castilla, como fuente histórica y tema de investigación (S. XIII-S.XVIII), (on line) consultado el 1 de mayo de 2013, Disponible en: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/7209/1/HM_01_13.pdf 410 Orduña Rebollo, E: Municipios y provincias: historia de la organización territorial española, Ed. Por Federación Nacional de municipios y Provincia, Instituto Nacional de Administración Pública y Centro de estudios políticos y territoriales, Madrid, 2003 411 El Corregidor tenía atribuciones judiciales, de mantenimiento del orden público y de intervención sobre el régimen local. Su figura no tendrá importancia sobre el régimen local y se considerará un instrumento privilegiado en manos del poder real para someter a las villas y ciudades en la unificación del Reino. Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 55 412 Tax Freeman, S: Neighbors. The social Contract in a Castilian Hamlet, The University of Chicago Press, 1970, USA, p. 16 413 Díez Sanz, E; Martín de Marco, J.A: Historia y Patrimonio: La Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria. Ed. Excma. Diputación Provincial de Soria para la mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Soria, 1998, p.39 y ss. 406 315 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Sabemos que a partir del reinado de Alfonso XI en Concejo debía reunirse dos días a la semana, posiblemente lunes y viernes414. Los cargos, como el de Regidor de la Dehesa, eran renovados anualmente415. Desde el siglo XII, los oficios de Juez, Alcalde y Jurados de los pueblos se proveían anualmente entre los vecinos mediante la elección del Concejo y tal elección popular constituyó la característica esencial, de la autonomía de las comunidades locales416. Algunas fuentes dicen que se solía convocar a finalizar el año, el día de San Esteban417, pero no queda constancia en ningún documento de El Arca. En la mayoría de las aldeas de la zona, la elección de los cargos se limitaba a dos alcaldes, a un cogedor de impuestos y a un guarda que se encargaba de la vigilancia del monte comunal y de la Dehesa boyal. Solamente en pueblos de más de cien habitantes, como era el caso de San Andrés que en 1591418 tenía 134 vecinos (126 pecheros, 6 Hidalgos y 2 clérigos), el más poblado del Sexmo de Tera, se nombraban otros cargos de representación popular y de carácter administrativo, como la figura del Escribano de la Dehesa y Fieles de hechos. Esto nos hace pensar que San Andrés en el siglo VI era un pueblo importante, tanto como Covaleda, Duruelo y Vinuesa (hoy en día pueblos grandes). Durante la Baja Edad Media las comunidades de estos pueblos, muy especialmente los pueblos de realengo como San Andrés y Almarza, se resisten a perder la capacidad administrativa y jurídica que habían recibido de los Reyes y de alguna forma logran conservar una justicia pedánea propia y de alguna forma autónoma ante las justicias ordinarias. De ello dan fe las ejecutorias llevadas a cabo en defensa de sus privilegios sobre la Dehesa desde el 18 de abril de 1401-1406 en Valladolid419, hasta el siglo XIX420. El Concejo de vecinos funcionaba por democracia directa, y así se ha mantenido hasta el siglo XX en muchos pueblos del Norte421. No disponían de un lugar estable para reunirse según se manifiesta en otros lugares: la Iglesia, el cementerio422, aunque en san Andrés y Almarza nos En el año 1364 se realiza un traslado de un poder notarial del Concejo de Santiago, con la confirmación de Pedro I respecto a una orden de Alfonso XI ordenando la celebración de Concejos en las ciudades de Galicia, pero también extensible a la corona de Castilla. 415 Ya he expuesto anteriormente que no existe correlación de nombres y firmas en las actas anuales de traspaso del Arca. 416 Embid Irujo, A: Ordenanzas y reglamentos municipales en el Derecho Español, Instituto de estudios de Administración local, Madrid, 1978, p. 56 417 Díez Sanz, E; Martín de Marco, J.A: Historia y Patrimonio: La Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria. Ed. Excma. Diputación Provincial de Soria para la mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Soria, 1998, p.39 418 El Libro de los millones o Censo de los millones es un censo de 1591,perteneciente a las provincias ordinarias y partidos, de la Corona de Castilla, copiado Fielmente de un libro intitulado Libro del repartimiento que se hizo de los ocho millones (de donativo) en virtud de las averiguaciones que se hicieron de las vecindades del Reino el año 1591 para desde el año 1594 en adelante. 419 Carta Real Ejecutoria de Enrique III expendida en la Chancillería, confirmando la posesión de dos Dehesas privativas de los Concejos de Gallinero, Lumbreras, Cervirisa (por una lado), y Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, en las que no podía entrar ganado del resto de los pueblos de la Tierra de Soria. (Legajo 1/6 Rollo 72 (2) 420 Petición para que el corregidor se inhiba en un juicio sobre las cortas de leña en la Dehesa. (Legajo 2/15 Rollo 73 (3) 421 López Morán, E: Gobierno de los pueblos, en López Morán, E: Derecho consuetudinario Leonés, Diputación provincial de León, León, 1984, pp. 48-71 422 Díez Sanz, E; Martín de Marco, J.A: Historia y Patrimonio: La Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria. Ed. Excma Diputación Provincial de Soria para la mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Soria, 1998, p.39 414 316 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ha llegado la tradición oral del las reuniones del Concejo en el paraje de Canto Gordo, en la que había una choza423. Estas reuniones debían ser con motivo de la gestión de la Dehesa, pues tanto Almarza como San Andrés tenían Concejo de vecinos propio e independiente, así como las otras aldeas de Cardos y Pipahón. Los Concejos seguían una política de abastos, lo que se traduce la mayoría de veces en Ordenanzas destinadas a la regulación y control de productos alimenticios como el pan, la carne, el pescado, el vino424. Pero las Ordenanzas que encontramos en San Andrés hacen referencia a la Dehesa. Esto indica una vez más lo importante que era este bien comunal para la supervivencia de los pueblos. También el Concejo regulaba el mantenimiento de su propia administración, reparación y construcción de fuentes, limpieza y siega de los prados, como mostraré en los documentos relativos a contratos y cuentas de la Dehesa. Fotos del lugar de Canto Gordo. En un inicio el Canto Gordo estaba enterrado debajo de la tierra, sobre una acequia dejando a la vista una escritura que decía: SA + A Se extrajo y colocó sobre un monolito en representación de lo que fue el paraje. Imagen 242 y 243. Canto Gordo. A partir de los Reyes Católicos se fue generalizando en las ciudades y aldeas la construcción de casas consistoriales como lugar de reunión en Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G: Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV, Cuadernos de estudios gallegos,53, nº. 119, enero-diciembre, 2006, p.217 424 Enjo Babio, A; Antonio Rubio, M.G : Ordenanzas municipales de Ourense en el siglo XV, Cuadernos de estudios gallegos,53, Nº. 119, enero-diciembre, 2006, págs. 222 423 317 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 244. Documento de 1777, en el que se puede leer que los Concejos de los dos pueblos se juntan ene le sitio que llaman Canto Gordo y los pradillos El centralismo del Estado Liberal del siglo XIX, no consiguió eliminar las diferentes formas organizativas y las instituciones de poder local como el Concejo, y las justificaban y amparaban desde la cobertura legal de los Fueros o de la propia costumbre desde tiempo inmemorial (derecho consuetudinario) constituida en derecho o marco legal425. Así pues, el Concejo era una forma de organización municipal presente durante muchos siglos en el pueblo de San Andrés y Almarza que como institución medieval, sus funciones y formas fueron evolucionando hasta desaparecer. Es difícil conocer en qué momento los Concejos dejaron de ser y empezaron los Ayuntamientos426, pues en algunos documentos del Arca aparecen ambos citados, y todavía hablan de ambos los vecinos más ancianos de San Andrés, por lo que se deduce, que aunque las funciones estaban bien delimitadas desde la Cortes de Cádiz en 1812, las instituciones no Rubio Pérez, L: La justicia pedánea, el Concejo y la Gestión del Común como referentes en el funcionamiento de las comunidades del Reino de León durante la Edad Moderna, en Bienes concejiles, régimen comunal y colectivismo agrario en el noroeste español, siglos XV-XX. Nº de ref: HAR2009-10302. 426 La palabra ayuntamiento viene de la acción de juntase la personas. Las personas se juntan, se reúnen, y a esa acción se la llama ayuntamiento cuando se refiere al órgano de gobierno de una ciudad. Y ayuntamiento también es pariente directo de yunta, ese par de bueyes o de mulas que trabajan juntos, y de yugo el instrumento de madera que sujeta la yunta 425 318 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona perdieron su alma hasta después de muchos años de desuso, o de ahogamiento427. El paso del Concejo abierto al Ayuntamiento tuvo unas connotaciones políticas a nivel nacional muy importantes, y su consecuente eco en los pequeños pueblos que habían funcionado hasta entonces con democracia directa 428 . A través de diversas leyes se determinó que la administración de los comunales y montes públicos era competencia de los Alcaldes municipales y Ayuntamientos y no de los Concejos de vecinos. Una de las consecuencias fue que las Juntas administrativas o vecinales se vieron privadas de competencias de castigo a quienes cometiesen infracciones en la utilización de los recursos comunales, que hasta entonces se habían contemplado en las Ordenanzas municipales elaboradas por el Concejo; y al despojarlos de estas competencias legislativas se desposeyó de todo valor legal a la costumbre. Pero la necesidad de mantener el control del poder en la comunidad hizo que todo el derecho casuístico se trasformase en normas sociales implícitas que se expresaban en los diferentes acontecimientos como fiestas, encuentros, trabajos que realizaba el común. El equilibrio social era tan frágil que necesitaba de la normativización para mantenerse. Lo que ocurrió en la mayoría de pueblos es que se sustituyó el Concejo por la Junta Vecinal representando el primer escalón en la pérdida de autonomía local, y se consolidó después la desmembración de los bienes comunales. Si una de las funciones más importantes de Concejo era el control y uso de los bienes comunales del pueblo, su defensa y su gestión, y la resolución de problemáticas comunes vinculadas a estos bienes como forma de supervivencia de todas las familias, el hecho de que desapareciesen con la desamortización y se privatizasen quebró todo el sistema de relación, ya que la propiedad privada dio origen a una mayor individualización de los problemas y de la lucha por la subsistencia.429 En San Andrés esto no ocurrió así. La figura del Concejo se mantuvo viva hasta el siglo XX conviviendo con el Ayuntamiento, aunque fue perdiendo poder hasta desaparecer en nuestros días, (poder que se mantenía por las normas sociales de participación en el común, y no por el derecho natural o consuetudinario), pero los ancianos del pueblo todavía recuerdan haber participado, así como los alcaldes pedáneos de la dictadura y de la transición. Todo el proceso de centralización trajo como consecuencia la ruina como proceso del régimen asambleario y de la autonomía y soberanía en sí del pueblo. Los siglos de tradición de autogobierno local y de poder vecinal fueron sustituidos por la subordinación a la capital, y al Estado. Situándonos en una San Andrés de postguerra, el Concejo estaba formado por los vecinos del pueblo. La Guerra Civil se había notado poco en el pueblo, a no ser por familias de otras regiones que vinieron a vivir, y que se instalaron […] Bueno, una vez vino uno de esos camiones que venía buscando gente, pero no se llevaron a nadie del pueblo. Aquí los pocos jóvenes que había si se fue alguno a la guerra. 427 Rodrigo Mora, F: El Concejo abierto y el comunal agredidos por la Constitución de 1812. En Naturaleza, ruralidad y civilización, (on line) Consultado el 30 de agosto de 2010, Ed. Brulot, 2008 , Disponible en http://felixrodrigomora.net/EL%20CONCEJO%20ABIERTO%20Y%20EL%20COMUNAL_II.pdf 428 Rivas Rivas, A.M: Antropología social de Cantabria, Ed. Publicaciones de la Universidad de Cantabria, Asamblea Regional de Cantabria, Madrid, 1991, p. 170 429 Rivas Rivas, A.M: Antropología social de Cantabria, Ed. Publicaciones de la Universidad de Cantabria, Asamblea Regional de Cantabria, Madrid, 1991, p. 171. 319 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Los que fueron, explican anécdotas en la que la igualdad también está presente: Estuve para ahí, para Teruel, y hacía un frío de cojones en invierno. Íbamos todos pelaos… Y paramos para dormir. Fuimos a buscar leña para hacer una hoguera, y calentarnos un poco porque allí no había ni Dios que resistiese eso… De repente veo a uno bajito, que se arrima al fuego a calentarse y que no había traído ni un palo, el jodido, y le dije: -Tu, a ver, que aquí hemos aportado todos, ¿Tu que has traído? Nada? Pues a joderse…- cuando veo que mi amigo, el hijo de la tía…… me agarra del brazo y me arrastra a fuera y me dice: - ¡¡Calla!! Que este es al que llaman caudillo… ¡Pero qué coño! El tío se calentó. Pero no me pasó nada. Para ser vecino del pueblo había que residir en él, tener fuego en casa430. Los vecinos eran todos, incluso en los documentos del Arca del siglo XVIII hablan de vecinos y vecinas, por lo que las mujeres eran miembros del Común431. Todos eran iguales, incluso el que no era vecino, todos se beneficiaban de la Dehesa, como por ejemplo de las suertes de leña. Todos los alcaldes pedáneos del siglo XX coinciden en que los vecinos estaban muy hermanados en el pueblo […] nos ayudábamos a trillar […] Antes era mejor la gente […] Se reunían los vecinos muchas veces en Concejo y no había discusiones. Detrás de estas palabras emana un anhelo por la convivencia pasada que sorprende al ciudadano de hoy, pues la dureza de aquella vida se mistifica a través de los recuerdos de gente. Hemos sido muy buenos vecino… Si caía una vaca mala íbamos corriendo a ver qué podíamos hacer. Íbamos con cariño a ayudarnos… Y no es la experiencia de uno solo, sino que es un discurso continuo y paralelo en todos, y en el que cuesta encontrar fisuras de conflicto y desacuerdo. Los vecinos criticaban al que no se portaba bien […] Y el que no cumplía tenía sanción […] pero no había rigurosidad en el castigo, así que los vecinos lo criticaban y tenía vergüenza. Los castigos solían ser multas (con las que el Ayuntamiento llenaba muy poco las Arcas, y que posiblemente se destinaban a pagar el vino de los trabajos comunes)432, pero dada las condiciones económicas de algunos de ellos, lo que se hacía era mandarlos a levantar pared a la Dehesa, a limpiar las calles, o hacer algunos de los trabajos que solía hacer el común a prestación personal, para compensar aquel desequilibrio que se había producido con su conducta y volver a restituir la igualdad. Los vecinos se sentían vinculados e integrantes de un todo que era el común. Todo nos lo teníamos que hacer nosotros y teníamos que llevarnos bien […] Había una armonía grandiosa en el pueblo, a lo mejor alguna cosita, pero nada importante […] Cada uno ha comido de lo suyo […] hemos sido un pueblo muy unido, todos éramos iguales, Las condiciones para la adquisición y el mantenimiento de vecindad en la Tierra de Soria las establecía el Fuero de Soria, en Sánchez, G.: Fueros castellanos de Soria y Alcalá de Henares, Junta para la ampliación de Estudios e Investigaciones científicas. Centro de Estudios Históricos, Madrid,1919, p. 97-98. Debían tener casa abierta y pasar la mayor parte del año, y la mayor parte de la familia habitando en ella. Tanto los ayuntamientos como la Junta de la Universidad de la Tierra ejercían una escrupulosa vigilancia para evitar abusos. Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la Tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX, Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, Salamanca, 1995, p. 214 431 En otras monografías de la zona de Soria se consideraba vecino al cabeza de familia. Debía ser un adulto casado que trabajara sus tierras, o un soltero que trabajara y heredara el estatus de su padre, en Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet. The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.28 432 De este hecho surge la frase de “beberse las penas”, pues el ayuntamiento compraba el vino que consumían los vecinos en días de fiestas o de trabajos comunes. Behar, R: Santa Maria del Monte. The Presence of the past in a Spanish Village, Princenton University Press, Princenton, 1996 430 320 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona trabajábamos juntos. Los vecinos del común se ayudaban unos a otros de forma automática a construir casas, extinguir fuegos, atender enfermos433 Se veía el entusiasmo de los vecinos en colaborar. Las familias se abrían para dar entrada a la solidaridad vecinal, tratar y resolver todas aquellas cuestiones que afectaban al común, y todo había de hacerse según uso y costumbre, que casi siempre figuraba en unas Ordenanzas que la propia vecindad aprobaba y renovaba periódicamente434 como pone de manifiesto las contenidas en el Arca. Esta ayuda mutua está dirigida por reglas formales, y algunas veces se canalizaba y se explicitaba a través de cofradías, como la del cuidado de los enfermos, que se hacía a través de la cofradía de San Isidro que fue creada con esta finalidad. Ser vecino del pueblo es un estatus, sobre todo ser vecino de San Andrés, pues los habitantes están muy orgullosos de su pueblo. Los que nacieron en el pueblo, son denominados hijos del pueblo, pero al menos que no tengan casa y residan habitualmente en ella no son vecinos435. Muchos hijos del pueblo que emigraron en los años setenta han vuelto al pueblo, han rehabilitado la casa de sus padres, y pasan temporadas más o menos largas en el pueblo, desde Semana Santa a Todos los Santos, más o menos, cuando hace buen tiempo, pues el invierno es muy largo y frío. Estos hijos del pueblo no son vecinos, aunque estén empadronados en el pueblo. El estatus de vecino va más allá de una casa y un empadronamiento. Ser vecino pertenece a aquellos que no se fueron, que permanecieron en el pueblo aunque éste se vaciaba poco a poco, aquel que a pesar de los incentivos de la vida en las grandes ciudades, fueron fieles a sus raíces y se quedaron en el pueblo. Por este mismo motivo, aquel que vuelve al pueblo y se asienta, participa activamente en la vida del pueblo tanto social como económica y política, pasa a ser vecino del pueblo a los ojos de los otros vecinos. Para explotar la Dehesa comunal, actualmente no es necesario ser vecino, con tan solo estar empadronado, o tener una casa en el pueblo se puede pedir por ejemplo una suerte de leña, aunque para echar vacas es necesario estar empadronado porque requiere dar de alta la explotación ganadera. Durante la segunda mitad del siglo XX, pertenecer al común no era una relación exclusiva del cabeza de familia, sino que se extiende a todos los miembros sin distinción alguna. Los hijos que se casan y viven en una casa independiente de la de los padres, o sea, poseen fuego en casa se constituyen cabezas de una nueva familia, mientras que si vive con los padres, sigue siendo el padre el cabeza de familia aunque poco a poco este hijo irá sustituyéndolo en las funciones hasta que se produzca un relevo total. El padre ya anciano, dándose cuenta de que no podía físicamente, ni a nivel de conocimientos, pues la realidad se imponía diariamente a través de los medios de comunicación y requería de mentes ágiles, pedía a algunos de sus hijos (normalmente el mayor, o aquel que cumpliese mejor el encargo que se solicitase: fuerte para los trabajos comunes, listo para tomar decisiones en el Concejo) que asistiese en su lugar. El padre gestionaba los talentos de sus hijos para ofrecer al común de vecinos lo mejor equilibrando siempre que el esfuerzo del común no afectase al equilibrio de la casa. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.39 434 Díez González, F: El Concejo abierto Omañés, (on line) consultado el 18 de marzo de 2013, Boletín de la Asociación Cultural Omaña Julio-Diciembre 1989, disponible en http://juntasvecinalesdeleon.blogspot.com.es/2012/07/el-Concejo-abierto-omanes.html 435 Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.29 433 321 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Por eso la movilidad de participantes en actividades del pueblo era rotatoria no sólo por casas, sino también dentro de las casas, de esta manera la igualdad se mantenía en todos los niveles relacionales de cada individuo. Todos los vecinos poseían un huerto para la subsistencia, a veces junto a la casa, a veces en el perímetro del pueblo. El huerto familiar respondía a la idea de que cada pueblo tuviese su propia autarquía económica. Una sabia medida, que en tiempos muy modernos ha querido resucitarse y que se ha convertido en una ocupación de los jubilados que pasan largas temporadas en el pueblo. No pasábamos hambre, pues explotábamos el minifundio […] Todos cogíamos para el consumo de casa y animales. En la economía de la postguerra las redes familiares eran muy importantes para las familias, sobre todo los familiares que habían emigrado a América Había gente en América que miraba por el pueblo y así entraba dinero, porque se lo mandaban a las familias. El derecho al aprovechamiento de los comunales, durante muchos siglos, fue indisociable del estatus de vecino436, ni siquiera aquellos que trabajaban como pastores o guardas de la Dehesa en San Andrés con casa en los pueblos de al lado podía disfrutar del uso de la Dehesa, pero a finales del siglo XX las Ordenanzas ya no contemplaban un acceso tan estricto, y a veces el abuelo con vecindad en el pueblo pedía suerte de leña como si fuera para él, pero en verdad era también para sus hijos, que teniendo casa en San Andrés, no estaban empadronados. En estos casos se hacía la vista gorda, pues al fin y al cabo eran pocos los que pedían esto, limpiaban la Dehesa y aportaban un poco a las Arcas del Ayuntamiento. Había un respeto a la autoridad […] Los tarambanas se denunciaban a las autoridades: Reyes, guardia civil, pero había poco conflicto porque se seguían las tradiciones. Por regla general los posibles conflictos ya lo preveían los vecinos y los gestionaban entre ellos. Había afinidad entre diferentes familias, también se heredaba llevarse bien con un vecino de padres a hijos. La igualdad se utiliza como elemento represor y de contención de conflictos. En Almarza, como había gremios eran más envidiosos y tenían más desavenencias entre los vecinos. Cabe suponer que común y Concejo se empleaban como términos equivalentes e intercambiables. El Concejo de este lugar, El común de este lugar, En otros lugares se utilizaba ambos términos a la vez: El Concejo y común de este lugar437. En San Andrés y Almarza el término utilizado en los documentos es el Concejo, como institución que representa al común de vecinos, y los bienes se denominan del común. Podríamos afirmar que el común hacía referencia a todos los miembros y el Concejo a su institución representativa438. El común no es una relación exclusiva del cabeza de familia o del varón, sino que incluye a su familia. Los hijos casados con casa independiente se constituían como una familia. La propiedad o el derecho no convierte a una persona en miembro del común, pues para ser miembro del común debe ser vecino, un estatus superior pues conlleva toda una carga relacional de conocimiento y confianza en el otro; la propiedad de tierra o de casa Pérez Romero, E: Patrimonios comunales, ganadería trashumante y sociedad en la tierra de Soria. Siglos XVIII-XIX. Junta de Castilla y León, 1995, p.213 437 Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet. The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.47 438 Ibid, p.41 436 322 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona en el pueblo no convierte al otro en miembro del común, debe demostrar con su trabajo e interés por el pueblo que quiere pertenecer a ese estatus. Algunos propietarios tienen derecho a la Dehesa, pero no por ello se les considera miembros del común. El estigma del forastero siempre está presente, mientras que los hijos del pueblo que se fueron se consideran siempre con una vinculación al común que pueden recuperar en cualquier momento. El común no controlaba explícitamente la venta o arrendamiento de parcelas439, pero sí existía una estrategia implícita en las relaciones de vecindad para que ningún vecino centralizase mucho más que otro: Venga hombre, ¿Para qué quieres más? Si tienes de sobra para vivir […] Se va a hacer el terrateniente del pueblo. El común representaba los intereses de las casas, familias, pero esto se ha ido perdiendo progresivamente hasta llegar a la individualización y aislamiento de los intereses. Todavía existe un orden social, que no se ve a simple vista pero que se sigue transmitiendo a las parejas jóvenes que quieren tener casa en el pueblo y que se basa en la relación del común y la residencia en el pueblo, normalmente de padres y abuelos. El común era mucho más que un grupo de gente. Compartían responsabilidades sobre la Dehesa y el pueblo y participaban activamente de la vida del pueblo 440 . Existía una vinculación afectiva, un trasfondo de sentimientos e identidades íntimamente ligados al común441. Las formas de rotación de responsabilidades se establecían siguiendo el orden de las casas en la calle. Este sistema garantizaba que todos los vecinos participasen de los derechos y deberes para con el pueblo, así como el término suerte442 para la asignación de un bien o uso comunal. En muchos aspectos de lo social se mantiene la idea de solidaridad hasta el siglo XXI: a reo, por ronda que consistía en hacer turnos para realizar un trabajo concreto en el que cada día le tocaba a un miembro de cada casa siguiendo el mismo orden en que éstas están colocadas en la calle. Este sistema de rotación se usaba en diferentes contextos y existían responsabilidades de mujeres, como era limpiar el lavadero aunque no lo utilices (a principios del siglo XXI sólo era utilizado por una vecina), y responsabilidades de hombres, como eran los trabajos en la Dehesa, limpiar el pilón de la fuente, y una vez al año el manantial, se limpiaban las calles (las boñigas de tantas vacas las hacían intransitables) o de hombres y mujeres, como ir a abrir y cerrar la portilla para que entrasen y saliesen las vacas. El sistema de rotación no era exclusivo de los miembros del común; si había alguna persona externa que quisiera participar se le facilitaba el acceso a la rotación ya que era una forma de entrada al común de vecinos ya que se veía que el extraño mostraba interés por el pueblo y trabajaba por él a prestación personal. 439 440 Ibid, p.27 Ibid, p.32 441 Ibid, p.83 442 Ibid, p.33 323 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Este sistema de rotación en la que participan todos los vecinos ha perdurado hasta la actualidad, se abre la sepultura cuando alguien se muere (el último año ya lo ha hecho una máquina para todos los vecinos que han querido ser previsores, o no han querido ver como sus hijos se veían obligados, en vacaciones, a abrir la sepultura para el día que tocara porque en el momento justo es difícil, no hay gente en edad de cavar, y mucho menos en invierno. El ejemplo más importante y reciente lo encontramos en la iglesia. Una joya arquitectónica que mantiene elementos desde el siglo XI se ha arreglado con donativos de los vecinos, y prestación personal de los mismos. Las obras de mantenimiento del regadío también eran a reo. Se limpiaban las acequias, los portillos o portones alambrados que cerraban la entrada a las fincas, los senderos, caminos. Actualmente esto ya no se hace, se ha dejado, ya no se riega, pero aún nos encontramos con esa autoridad del padre que aprovecha las vacaciones de los hijos para limpiar no se qué parcela y con qué fin. Todas estas prestaciones eran y son requeridas por el Bando Municipal. El pregonero a toque de corneta, lo pregonaba, y los vecinos acudían a realizar lo que se les requería. Actualmente el pregonero jubilado, no ha sido repuesto, y las prestaciones personales son bastante problemáticas por la edad de los vecinos. Algunos trabajos se realizan en verano, cuando van los hijos, porque aunque no sean vecinos del pueblo, son nacidos en él, y se cuenta con que tienen unas ciertas obligaciones. Cuando el sistema de rotación no permitía asignar un trabajo, o un derecho, se hacía por sorteo. También en las asignaciones de las partes de la herencia entre varios hermanos se utilizaba esta fórmula. Era poco frecuente que un vecino se negase a participar de los trabajos comunes o de las responsabilidades del pueblo443. La forma de organizarse y gestionar la vida diaria se hacía a través del Concejo. Aunque estaba formado por los varones cabezas de familia, si había alguna viuda y no tenía hijo que la pudiese representar también asistía. El modo de formar parte del Concejo era constituyéndose como cabeza de familia a través del matrimonio y una casa. El Concejo gestionaba la vida del común, pero en el caso de San Andrés, sobre todo la gestión de la Dehesa. Los alcaldes pedáneos decían que se gobernaba bien el pueblo, y que participaban todos los vecinos. Había una lista de vecinos y se llamaba a reunión a pregón, y cuando venían todos se pasaba lista, y el que faltaba se le apuntaba para las próximas veces. El Concejo se reunía en el Ayuntamiento. Iban los particulares, los que eran dueños de casa […] Íbamos a colaborar porque era una ley que nos habíamos dado todos por el bien del pueblo para todos beneficiarnos […] Durante la dictadura el alcalde tenía carta blanca. Para sacar al concejal, dos rotaciones, la primera había tres candidatos, y en la segunda ronda, el candidato se elegía. No se atrevían a hacerlo a dedo. Normalmente la figura del alcalde pedáneo era una función de servicio más que de poder, ya que al ser un vecino más dentro del pueblo y al ocupar un cargo, se le presuponía un hombre Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.34 443 324 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona bueno y honrado. Lo mismo ocurría con los que en algún momento habían ocupado este cargo u otro, pues se consideraban de forma especial por su experiencia, conocimiento y servicio hacia el pueblo, y se les pedía consejo u opinión en determinadas cuestiones que debían tomarse desde el Concejo. Haber sido un hombre de bien y haber estado al servicio del común dignificaba el estatus de vecino y se convertían en modelos a seguir. Ese estatus, así como el del vecino que no cumplía, se heredaba de padres a hijos y a nietos: Su abuelo ya era así […] Os apreciamos mucho porque con tu bisabuelo siempre tuvimos muy buena relación, éramos muy buenos vecinos. Todas las funciones y bienes que se le asignaban al Concejo pasaron a ser del Ayuntamiento. Las calles y el mantenimiento de todo lo público que siempre se hizo entre todos los vecinos lo asume en la actualidad la cuadrilla del Ayuntamiento contratada y que obviamente no pueden asumir todo el trabajo que realizaba el común. Existe no obstante, un día al año hacia principios de verano que en San Andrés todavía se hacen trabajos comunes y en el que los que tienen casa en el pueblo participan. Se ha transformado en una tradición, como tantas de aquellas rutinas del pueblo que permitían la vida común. No todas las tradiciones tienen carácter festivo, pero sí le confieren al pueblo un nuevo espacio de relación entre los miembros. La ayuda al común también contemplaba la redistribución de algunos alimentos en la comunidad. Todos los vecinos poseían un cordero y vaca que aseguraban la aportación de proteína a la alimentación (carne y leche), conjuntamente con los huevos de las cuatro gallinas que de vez en cuando se las comía la zorra. Una pequeña huerta que producía vegetales y patatas para comer completaba los recursos de la despensa diaria. No obstante, para asegurarse que todos los vecinos recibían pan y carne (la harina estuvo racionada durante los años de la postguerra, y hubo que inventárselas para conseguirla […] Como teníamos que ir con la cartilla de racionamiento y un bebé que pesaban y te daban tal y como estuviera, yo llevaba al más gordito, y después se lo dejaba a una vecina para que pasase ella), después de las fiestas o trabajos comunes finalizaban compartiendo una comida. La tradicional caldereta de cordero y patatas, o las migas pastoriles. La solidaridad vecinal estaba a la orden del día. No sólo se juntaban para la matanza, como muchos pueblos de Castilla y León, sino para cuidar enfermos, asistir partos (de mujeres y de vacas, yeguas…), cuidar del ganado, reparar casas, carros, entre otras cosas. Los espacios públicos gobernados por el común tienen un carácter de interacción, de cooperación y coexistencia harmoniosa444 que legitimaba y fundamenta la igualdad. Va más allá de aspectos económicos, el común es una forma de poder sobre el propio común, un poder descentralizado e impersonal pues lo ostenta una entidad en la que difícilmente destaca algún vecino. Por este mismo motivo es tan difícil que un individuo escape a su poder, porque tiene una dimensión global y hace partícipes a todos445. Esta unidad se expresa como una familia y pertenece a un primer nivel de identificación, una filiación asumida por el común como una paternidad colectiva446. Como en todas las familias existen cosas, historias que se Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.84 445 Ibid, p.90 446 Velasco, H: Signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos. El concepto de pueblo y la identidad Díaz, L (Coord); Buxó M.J: Aproximación Antropológica a Castilla y León. Ed. Anthropos Ed. Del Hombre, Barcelona, 1988. 444 325 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona conocen desde hace muchas generaciones y que siguen nutriendo hoy las relaciones de sus miembros, pero que siempre se muestran al exterior como una interdependencia económica y de cooperación harmoniosa. Cualquier acción o idea que fuera en contra del común tenía una carga moral negativa, y consecuentemente llevaba una sanción social, que también se heredaba en las generaciones siguientes. Nietos de familias que se habían llevado mal son ahora parejas y familias que después de dos o tres generaciones abandonan la carga social que existía. Cada vecino podía exponer las quejas, los abusos (mas bien pocos) y los remedios que creían más eficaces para la economía del pueblo. Eso no impedía que cuando había algo extraordinario se convocara al Concejo para congregar a común en el Ayuntamiento y se expusiera y se discutiera una determinación que afectaba a todos los vecinos. El Concejo también incluía reglas para crear o cambiar esas propias reglas. Es decir, el reconocimiento del derecho consuetudinario no consiste en el reconocimiento de un corpus de reglas estático, sino en la potestad de los sujetos titulares de crear y darse sus normas a sí mismos, y el Concejo disponía de esta capacidad. El Concejo permitía al individuo establecer unas relaciones verdaderamente humanas con sus semejantes. El auténtico humanismo que caracterizaba estas relaciones no era en absoluto fruto de la imaginación o el pensamiento abstracto, sino que se experimentaba concretamente en ese contacto vivo, material y sensible del día a día. El Concejo eliminaba las relaciones jerárquicas entre los individuos, creaba en la plaza pública un tipo particular de comunicación horizontal. Se abolían toda distancia entre los individuos en la comunicación, pero aparecían normas y reglas de conducta. Las manifestaciones de la vida material y social no son atribuidas a un ser biológico aislado o a un individuo económico privado, sino a un cuerpo popular, colectivo y genérico La máxima expresión del Concejo fue la gestión de la Dehesa comunal, aunque también existían otros bienes como el prado de los toros. El Concejo como institución de poder local permitía que no existiesen relaciones de patronazgo dentro de la comunidad447. La Dehesa estaba mejor que ahora […] Íbamos todos a ayudar […] El día de la segunda Pascua se hacía la misa en Santos Nuevos y al día siguiente se hacían trabajos en la Dehesa. Íbamos primero los de Almarza y San Andrés al prado de los Toros, estábamos juntos y después nos distribuíamos por las parcelas de la Dehesa: una en el Aydillo, una en Tabanera, dos en la Dehesa Mayor, y una en la Mata Domingo. Era un día de trabajos comunes en que a prestación personal participaba todo el pueblo. Este día, como en otros días de trabajos comunes, el Ayuntamiento ponía la bota de vino y los mozos comprábamos una cochinilla […] Este día de la segunda Pascua se iba a sacar el agua de la Dehesa distribuidos en cuadrillas. Los más jóvenes iban al arroyo Martínez que estaba más lejos, y se limpiaba el cauce del río y de los canales para regar. Los Freeman, S: Neighbords. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.15 447 326 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona veranos suelen ser secos y prevenir una buena provisión de agua era fundamental para el mantenimiento de los pastos. No hay otra Dehesa como esta en la provincia, se cuidaba, protegía y defendía por parte de todos, y el que no seguía la conducta estipulada era acusado y señalado y se daba notificación al alcalde Mayor. Las Ordenanzas municipales de Carlos I y Felipe II ya contemplaban esta obligación de denunciar al que infringía la norma, y se contemplaban penas y multas, o bien trabajos para el común a aquellos que se desviaban, aunque la mayoría eran ordenados. Todos llevaban sus vacas a pastar según el régimen de Dehesas Sanmartiniegas cada vecino pagaba según las cabezas de ganado que echaba, así se mantenía la igualdad entre ellos y el que tenía ocho vacas no se beneficiaba más que el que tenía dos. El común tenía una póliza de seguro de las vacas. La mayoría de las familias comían de las vacas, por lo que la muerte de una de ellas representaba una pérdida muy importante para la economía familiar. Cuando se moría una vaca, no había distinción, todos ayudábamos a esa familia […] Uno llevaba una cazuela de leche un día, otro vecino, otro día […] Cada familia tenía muchos hijos y sin la ayuda de los vecinos en una situación así era muy difícil salir adelante. Cuando se hacía una suerte de leña, los árboles tenían que estar bien podados porque de esta manera se conservaba la Dehesa y los árboles no se morían. Tenemos robles centenarios que han ido creciendo gracias al mimo, cuidado y respeto de los vecinos. Algunos no lo hacían bien por avaricia y se les llamaba la atención […] y se pasaba vergüenza […] aunque en los últimos años ya no hay rigurosidad en los castigos y la gente hace lo que quiere. […] La suerte de leña la gestionaba el Ayuntamiento por orden de la diputación”448. Se calculaba una partida para poder sacar provecho pero dejar que siga produciendo. El Concejo, y después el Ayuntamiento, se encargaban de contratar al vaquero que vigilaba la Dehesa (desde San Juan hasta San Martín)449. El vaquero debía de ser un hombre mayor, vecino y normalmente de San Andrés y que fuese un hombre honrado y de fiar. Se le pagaba por cabeza de ganado y cuando se requería de una ayuda extra por algún motivo se mandaba un vecino por rotación, ya que entraba dentro de las responsabilidades del común. También se contrataba a un vecino para segar el Prado de los Toros450, o para hacer de pastor de las cuatro o seis ovejas que tenía cada familia para consumo doméstico. Se contrataba normalmente gente del pueblo, por lo que aquellos contratados por sus vecinos ocupaban una posición inferior no explicitada nunca dentro del común. La forma de asegurar la sociedad igualitaria comprendía toda una serie de fiestas y eventos ceremoniales que reafirmaban por un lado los lazos de unión y solidaridad entre los vecinos y por otro el control sobre el acceso igualitario a los recursos sociales y naturales451 En la actualidad las suertes de leña las sigue gestionando el ayuntamiento. Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.37 450 Como se había venido haciendo desde el siglo XVIII como mínimo, según se documenta en el Libro de Contratos del Arca. 451 Freeman, S: Neighbors. The social contract in a Castilian Hamlet, The University Press of Chicago, Chicago 1968, p.51 449 448 327 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Actualmente San Andrés, como otros pueblos del entorno, es una pedanía perteneciente al Ayuntamiento de Almarza, con un representante de cada pueblo que realiza funciones de alcalde pedáneo en su municipio. El antiguo Ayuntamiento estaba constituido por un alcalde que regía el Concejo de por vida (esto ocurrió durante la dictadura) , ya que éste era nombrado a dedo por el Gobernador Civil de la provincia y hasta que no se instauró la democracia no se realizaron elecciones para elegir alcalde. El Concejo estaba formado por cuatro concejales y un aguacil, además del alcalde. El Ayuntamiento regulaba el sistema de igualas con el médico, con el veterinario, además de la contrata ganadera con el vaquero, y la responsabilidad que tenían los vecinos de comprar a escote un animal nuevo para aquel que perdiera uno. La obligación del Concejo radica por completo en el cuidado, protección y gestión del bien común y ajustando al mismo tiempo sus normas jurídicas a la situación real de las circunstancias como se ha hecho en San Andrés a través de las Ordenanzas. 328 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPITULO 6: EL PUEBLO Se recuerda como nota pintoresca, que en aquellos tiempos, en que estos pueblos no vivían en cordialidad, su amor propio llegaba al extremo de no entregar la arqueta amigable, y, un pueblo frente al otro, se tiraban el arca por el aire, de un límite al otro de su jurisdicción municipal. Gervasio Manrique. Explicar o describir cómo es San Andrés de Soria, sus fiestas, algunas costumbres, sus casas, es describir el envoltorio de su comunidad, como el papel de regalo que envuelve la caja. Todo lo exterior es un reflejo de cómo son las relaciones de los miembros de su comunidad, sus lazos, sus redes sociales, su forma de entender la vida. Complementa una descripción etnográfica que resulta importante porque ver cómo es San Andrés es comprender lo que configura la identidad de su comunidad, pues muchos de los ajenos a la comunidad afirman, sin llegar a conocer las teorías del determinismo geográfico, que existe algo que caracteriza a estas gentes, un distintivo que no se puede eludir, pues son como la tierra, dura, resistente, fría y árida. Imagen 245. Vista de Almarza, desde San Andrés, en invierno. El marco geográfico ha condicionado bastante el cómo de la evolución histórica. Todavía a finales del siglo XX parecía que algunos aspectos de su forma de vida quedaron anclados en el pasado; tanto como sus expresiones lingüísticas de castellano viejo: ¿Vienes con mí a pasear?... Voy con ti a la ermita. A punto de entrar en el siglo XXI, la percepción del extranjero es tan solo es una apariencia, una idea romántica que mitifica el mundo rural, un espejismo de una realidad que ha ido cambiando y adaptándose a unas nuevas necesidades sociales a un ritmo vertiginoso después de tanto siglos de cambios lentos. Pero a pesar de los grandes cambios políticos y económicos el sistema de valores permanece, y resiste, más tiempo que otras esferas sociales, ya que necesita de varias generaciones para modificarse, por eso la esencia de la igualdad, de la honradez y de la autonomía sigue presentándose en el discurso de la comunidad y en las relaciones. 329 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Si nos damos una vuelta por el pueblo en los meses de diciembre o enero, apenas si nos encontramos a alguien, parece un pueblo deshabitado. Y esta es la tendencia que sigue entrado el siglo XXI; los mayores dicen que se está convirtiendo en una colonia de verano para turistas. La mayoría de los habitantes, ancianos ya, cuando llega el mes de noviembre abandonan este solitario lugar y se traslada con los hijos que emigraron o a un emplazamiento más cálido y acogedor de la capital donde han adquirido una segunda vivienda. Dibujo del Casco urbano de San Andrés452. Imagen 246. 1.-Carretera Almarza 2.- Salón 3.-Frontón 4.-Fuente 5.-Ayuntamiento 6.- Escuela y casa de la Maestra 7.- Casa 8.- Iglesia 9.- Cementerio 10.-Lavadero 11.-Bar (antigua escuela de niñas) 12.- Prado de los Toros (actuales parcelas para construcción) 13.-La canal (lavar ropa) 14.- Potro de Herrar Arribas, C; Arribas, P, Arribas, B, Arribas, L, Gómez, P, Mata, G, Delgado, A.: Estudio Geográfio realizado por la Escuela Mixta de San Andrés de Soria, como alumnos de la escuela unitaria de San Andrés en el cursos 198384. 452 330 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ¡Oh tierra ingrata y fría...! ¡La agria melancolía que puebla tus sombrías soledades! Machado la plasmó en su obra: Es la tierra de Soria árida y fría, y San Andrés, en la falda del puerto Piqueras es tan frío que a finales del mes de agosto, cuando se celebra la inauguración de la fuente453 (penúltimo fin de semana de agosto), hay que ponerse el abrigo muchas veces... Ese fin de semana el pueblo está a rebosar de gente y de coches. Los que no vienen en todo el año, o aquellos que apenas tienen una semana de vacaciones las reservan para ir esa semana al pueblo. Los abuelos esperan con ansias esos días, pues la mayoría de los nietos vienen y las casas con cinco, seis, siete… o diez camas, se vuelven a llenar. Y no solo con los nietos, sino con los amigos de los nietos que una vez han probado la experiencia de las fiestas, repiten cada año siendo adoptados por los abuelos. Dicen que les dan poco trabajo, pues duermen durante todo el día y están toda la noche fuera de casa. Cuando regresan entre las siete y las nueve de la mañana, el abuelo está contento porque se piensa que nos acabamos de levantar, y en cuanto sale a ver cómo están los animales, o hacer sus tareas, la abuela nos tapa para que subamos corriendo a dormir y el abuelo no se de cuenta. Dicen que hacía lo mismo con sus hijos, salvando las distancias, pues antes el baile se acababa como muy tarde a las doce de la noche. El penúltimo domingo de agosto –hasta hace pocos años se hacía el último domingo porque no se había terminado la faena de las mieses en las Eras – se celebra las Fiestas de Ia Fuente recordando la traída del agua al pueblo, que ocurrió en 1906, desde la Fuente del Soto. La Fuente adornada con las flores que los mozos fueron a robar por la noche. Fuente propia. Antes de esta fecha cada vecino subía a la acequia, o canal de tierra, que llevaba el agua de riego, y con cántaros de barro o calderos de hierro acarreaban agua a una tinaja que tenían situada en la cocina y tapada con un trozo de madera. Y de allí iban sacando el agua que 453 La fuente fue inaugurada en 1906 331 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona necesitaban para cocinar, fregar y aseo personal. Las mujeres lavaban la ropa en La Poza o La Canal, sobre unas piedras inclinadas, como lavadero, y arrodilladas en el suelo. La traída del agua desde el manantial situado a un kilómetro del pueblo hasta la plaza, debió ser algo tan colosal que muchas mujeres lo recuerdan como si fuera ayer. En 1927 se construyó el lavadero. Imagen 247. El lavadero. Fuente propia Por este motivo las Fiestas de la Fuente son tan importantes para los vecinos. Actualmente duran de viernes a domingo. El viernes, los mozos del pueblo van a robar flores a los vecinos, y a otros pueblos de la zona, para adornar la fuente. Esta noche da lugar a situaciones de lo más divertidas que son contadas como anécdotas y revividas años y años. Todos los vecinos del pueblo, y los hijos de los que emigraron tienen una historia que contar sobre una noche de viernes que se fue a robar flores. Los jóvenes que estamos en la comisión de fiestas somos los encargados de realizar, con unas varas de avellano, los adornos de la fuente, y juntamente con chocolatadas al amanecer, los chapuzones en el pilón, la fiesta de una noche tan ajetreada es muy significativa para todos los participantes, incluso para los forasteros. Hay que tirar al pilón a todos los jóvenes, y si alguno no ha caído, van todos a buscarlo a casa, y sin importar que haga frío, o que lo hayan sacado de la cama, va con pijama al pilón; se ha convertido en un rito, tanto que es una manera de demostrar a los forasteros que vienen por primera vez que se les invita el año próximo, pero tienen que mojarse. 332 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 248 y 249 .La fuente. Fuente propia Las semanas posteriores a las Fiestas de la Fuete los veraneantes regresan a sus lugares de origen y el pueblo se va quedando otra vez en calma. Tan solo los miembros de la comunidad ocupan sus calles, el panadero, y los comerciantes de venta ambulatoria recuperan su protagonismo. Se vuelve otra vez a los trabajos diarios, al cuidado del ganado o de las huertas. Se va haciendo previsión y acopio de leña para el invierno, que no tardará en llegar. También el cambio climático ha llegado a este pequeño pueblo. Los abuelos recuerdan que a hasta los años ochenta se hacía en invierno un ventisquero que llenaba todo de nieve y los animales se podían subir a los tejados... Ahora ya no llegamos a tanto, per a pesar de no ser tan intenso el invierno, sigue siendo uno de los más duros de la Península. La sensación térmica ha llegado hasta los veinte grados negativos en alguno de los últimos años, tanto que se reventaron los contadores de agua y hubo que cambia la mayoría. La Recogida de la Bellota era otra fiesta que ya no se celebra. A mediados de septiembre el Ayuntamiento avisaba que se podía recoger la bellota de la Dehesa para que los vecinos engordaran los cerdos para la matanza. Los días previos, los vecinos del pueblo, ya se habían paseado por la Dehesa escrutando que roble tenía más y mejores bellotas, y todos sabían hacia donde se tenían que dirigir una vez se diese la señal de salida para todos. Todos los miembros de la familia se juntaba en la puerta de Las Eras con todo tipo de recipientes: sacos, talegos, costales, cubos.., y cuando se daba la salida, corriendo lo más que podían, se iban a buscar el roble, o robles que querían . Se lo quedaba el primero que llegaba. Es interesante que estas actividades tan duras como la recogida de la bellota o el esquileo que se realizaba en junio, se consideraran fiestas, los informantes decían que había que tomarse las cosas así, porque la vida era tan dura y pasábamos tantas calamidades que cualquier motivo para celebrar una fiesta era bueno, e íbamos todos juntos, los mozos y las mozas del pueblo, y cada uno llevaba su merienda, y pasábamos un buen rato. La fiesta transforma un acontecimiento de dureza extrema en un acto social, positivizado por los vecinos, ya que les permitía ocultar la dureza de sus condiciones de vida y transformarlo en algo bueno para la comunidad. 333 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Pero antes de que llegase el frío invierno, el otoño dejaba un paisaje espectacular en la Dehesa de tonos rojizos, amarillentos y marrones. En octubre, El Rosario, es la fiesta religiosa del pueblo, aunque los mozos la llaman La Rosca, ya que la fiesta consiste en ir pidiendo de casa en casa la rosca, que antes consistía en dar un trozo de un típico bollo, y actualmente el bollo se acompaña de varia clases de licor, de esta manera cuando los mozos han pasado por varias casas y han tomado diferentes licores, empiezan a emborracharse. Hasta los años sesenta esta fiesta de era amenizada por los Gaiteros de Almarza; por la mañana pasaban tocando un dulce despertar por las calles del pueblo, con el tambor y la dulzaina. Tocaban en misa y en la procesión de la Virgen del Rosario, por la tarde amenizaban el baile que se hacía en el Ayuntamiento. Actualmente el baile se realiza en el salón del pueblo ya que empieza a hacer bastante frío para estas fechas. No hay mucha variedad en cuanto a bailes y canciones tradicionales454. No es que haya gran variedad de bailes y cantos, ni que se cante y se baile con profusión; lo importante en el escaso tesoro de nuestra música popular está, más que en su brillantez y cromatismo, en su interés retrospectivo, en su valor como documento musical, ya que las tradiciones y costumbres se han conservado más puras y con mayor tenacidad en este islote ibérico, aislado del mundo por un cerco de cordilleras y páramos, que en otras regiones españolas más frecuentadas y recurrida por los múltiples pueblos que han vivido y cruzado el territorio español, dejando todos la huella de su paso. Pero el frío no ha sido un problema para los vecinos del pueblo, gracias a la Dehesa Comunal, la leña es abundante, y los vecinos del pueblo sólo tienen que pedirla en el Ayuntamiento, pagar unas dos mil pesetas455, ahora son unos 12 euros, y ya pueden ir a cortar la suerte que te ha tocado. La corta de la leña tenía como objetivo podar los robles, que son mayoritarios, y cortar los espinos, zarzas, aliagas, endrinas, escaramujos, estepas.., para mantener la Dehesa limpia y que pudiera ser transitada y lugar de pasto para la vacada que sube y baja cada día, o que permanece allí si no hay que ordeñar. Imagen 250 .Los tejados del pueblo. Fuente propia 454 Tudela, J: Los bailes de Soria, en Páginas de etnología, consultado el 1 de mayo de 2013, disponible en : http://soria-goig.com/Etnologia/pag_0823.htm 455 En el año 2000 334 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Hoy me he levantado hacia las 9 de la mañana, me he vestido y he bajado a desayunar con mi abuelo porque esta mañana vamos a bajar a ver al alcalde para pedirle la suerte de leña que nos toca. Estamos esperando a que vengan mis tíos de Sevilla, Madrid y Barcelona para, una vez sabida la suerte, ir a cortarla. Hemos salido de casa a las diez de la mañana, calle abajo, hacia la casa del alcalde. Por el camino mi abuelo me ha ido explicando que para que nos den la suerte de leña hay que ser vecino del pueblo y pagar dos mil pesetas. La suerte de leña consiste en una zona de la Dehesa comunal del pueblo -–a cada vecino que le pide se le da una zona- de robles y matojos para hacer leña para unos cinco años. Cada vecino que tenga una suerte debe cortarse él la leña – aunque a veces se ayudan unos a otros- y que se debe tener cuidado no destrozar mucho el bosque porque sino no crece. Hacia las diez y cuarto llegamos a la casa del alcalde – popularmente conocido por su alias-, abrimos la puerta de la casa y mi abuelo grita su nombre. En un momento aparece el alcalde, un hombre bajito –de ahí su apodo – nos saluda y nos invita a acompañarlo hasta el Ayuntamiento. De camino al Ayuntamiento el alcalde nos pregunta si vamos a ser muchos para cortar la leña, y mi abuelo afirma que unos veinte entre hijos y nietos. También va explicando que este año han venido solo dos vecinos a pedirle la suerte de leña, y que tal como está la Dehesa sacaremos para seis o siete años. A la llegada al Ayuntamiento abre la puerta y nos invita a pasar a un despacho que se encuentra en la primera puerta de la izquierda. Nos sentamos y saca de un cajón una libreta con una tapa de color azul que lleva escrito en la tapa “suertes de leña”. La abre y lee la zona que nos toca: subiendo por el camino de la Peña, detrás del segundo chamizo. Me intento imaginar la zona, y le pregunto a mi abuelo hacia dónde cae. Él me la ubica recordándome una vez que fuimos a buscar un joto recién parido de una vaca que se llamaba Jardinera, y que parió en la misma zona donde nos había tocado la suerte de leña. Mi abuelo se sacó dos mil pesetas de la cartera y se las dio. Éste anotó el nombre de mi abuelo en la libreta y la cantidad pagada. La cerró y la guardó en el cajón de donde la había sacado. Nos pusimos de pié los tres, salimos fuera y el alcalde cerró la puerta. Se despidió diciéndole a mi abuelo que me llevara a cortar leña para que viera en profundidad de lo que se trataba. Mi abuelo y yo nos subimos calle arriba en dirección hacia la nuestra. Por el camino mi abuelo afirmaba que era una buena suerte y que tendríamos trabajo, así que ahora nos íbamos a almorzar tocino, chorizo y queso456. 456 Relato de un nieto, durante los años noventa, sobre la vivencia de la petición de la suerte de leña. 335 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La Dehesa ha sido siempre el medio de vida primordial de San Andrés. Sobre ella figuran las Ordenanzas de aprovechamiento de la Dehesa Boyal que se conservan en un Arca que he descrito en los capítulos anteriores. Cada año, antes el seis de enero, ahora el cinco, a las diez de la mañana aproximadamente (aunque el horario a veces se ha modificado porque hace mucho frío a esa hora, o bien porque se ha invitado a la prensa o a personalidades importantes del campo de la política o la cultura), se transfiere la posesión del Arca y sus documentos. Esta ceremonia se realiza en el paraje de Canto Gordo, límite territorial de ambos pueblos, y antiguo lugar de reunión de sus Concejos, según consta en algunos documentos. Imagen 251. Canto Gordo. Fuente propia. En un origen estaba el canto sobre el suelo, al lado de la carretera que lleva a Almarza. Recientemente se localizó y se colocó en forma de monolito para dar visibilidad al lugar. El carnaval o la Gallofa es otra fiesta que todavía se celebraba a principios del siglo XXI, pero a medida que los niños del pueblo han ido creciendo ha desaparecido tal y como se conocía antiguamente. Los días anteriores al domingo de carnaval los mozos y chicos hacían un muñeco llamado Pelele, construido con ropas viejas y relleno de paja. El domingo se disfrazaban paseando al Pelele por las calles del pueblo, armando todo el ruido posible, y al llegar a la puerta de cada casa se gritaba a coro: la gallofa. Los dueños de la casa daban huevos o dinero para que los mozos hicieran una merienda en una de las casas elegida a sorteo. La bajada y subida de la Virgen de la Soledad, desde la ermita al pueblo. El domingo quinto de Cuaresma, el de Lázaro, anterior a Ramos, desde la ermita de las eras se baja al pueblo en procesión, la imagen de la Soledad con Cristo en el regazo. Este año apenas participaron quince personas en este acto (año 2005), de las cuales siete u ocho no podían con los banzos 336 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona (cada uno de los palos de las andas), así que se les ha ocurrido que tal vez para el año que viene se baje la virgen en un carro con ruedas. (Algo que no ocurrió, porque las tradiciones tienen un gran peso y se mantienen) Imagen 252. Fotografía de la procesión de subida de la Virgen a la Soledad. Fuente propia La imagen de la Virgen es un armazón de madera, al que se le acopla las manos y la cabeza, se viste con una capa negra, y parece una magnífica escultura. A muchos les ha decepcionó conocer este íntimo secreto) El Cristo yacente, de finales del románico, tallado en madera y restaurado hace unos pocos años por una vecina del pueblo con experiencia en este tipo de figuras, es una auténtica joya. Imagen 253. Virgen a la Soledad y del Cristo. Fuente propia Las dos imágenes se suben en Viernes Santo por la tarde; dicen los más viejos que ese día. Es costumbre que el traslado lo hagan las mujeres, pero algún año, por causa del viento, se ha tenido que romper la tradición y subirla los hombres. Antes de entrar a la ermita el sacristán subasta los banzos para introducir las imágenes en la ermita: 337 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ¿Cuánto dan por el banzo derecho de delante? ¿Mil pesetas? ¿Alguien da más? A la una, a las dos... y a las tres. Adjudicado. Y esto se repite con cada banzo hasta que están los cuatro. Normalmente se llega a las cinco mil pesetas por banzo. Cuando están los cuatro banzos cogidos se introduce a la Virgen en la ermita, se canta una salve y se finaliza el cortejo. La tradición tiene un peso importante en la vida de las mujeres, pues algunas asocian acontecimientos importantes de su vida, buenos y malos, a la puja por los banzos de la Virgen: No lo he vuelto a hacer desde el año que entré la Virgen y se murió mi hija […] Le tengo mucha Fe porque curó a mi hijo […] A ver si encontramos trabajo. Imagen 254. Subasta de los banzos antes de entrar a la Virgen a la ermita. Fuente propia A este acto acude gente del pueblo de Almarza, a participar de los oficios, ya que después de dejar a la Virgen en la ermita, empieza a anochecer, y es la hora del Santo Entierro de Almarza, donde también van los vecinos de San Andrés. Es un acto sencillo pero muy espectacular por el fuego. Se va realizando, en procesión y llevando a cuestas a Cristo muerto, un Vía Crucis por diferentes partes del pueblo, en una ruta ya establecida, y se va parando a rezar en cada hoguera que acoge en su calor el rezo de los asistentes. El primer domingo de julio – hasta el año pasado era el último domingo de junio, pero al coincidir con las fiestas de San Juan en Soria se cambió la fecha- se celebra el domingo de la Virgen de Santos Nuevos. Se realiza una procesión de todos los pueblos de la zona a la ermita 338 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona de la Virgen de Santos Nuevos, situada en término de San Andrés. Se celebra una misa y se realiza una comida campestre. La Virgen de Santos Nuevos ha sido motivo de enfrentamiento durante años de los vecinos de San Andrés y Almarza por un lado, y de la Póveda y Arguijo por otro. Estas disputas Fueron recogidas por personajes de la época y guardadas en el Arca, (he citado alguna referencia en los documentos del Arca sobre este hecho). Imagen 255 y 256. Ermita de Santos Nuevos el día de la peregrinación. Fuente propia. Cuenta la leyenda (actualmente se puede leer en su página web)457 que en tiempos, un caballero fue a la romería de la Virgen y le dieron de comer carne, como era de costumbre. A éste, en vez de comerla, le dio asco y la enterró en un montón de piedras. Cuando regresó a su casa, el caballero empezó a sentirse enfermo, y tras visitar a médicos y curanderos, fue aconsejado que regresara al lugar donde enterró la carne, la desenterrara y se la comiera. Así pues, el caballero volvió y al desenterrar la carne la encontró en perfecto estado, y se la comió. Y cuenta la leyenda que sanó. Hoy en el lugar que tiró la carne hay tres cruces de hierro sobre un montón de piedras. Es costumbre que las personas que suben a la ermita lleven una o dos piedras, en función de sus deseos, y las tiren en aquel montón. La ermita que hasta los años sesenta tuvo un santero (desde 1535 según los papeles guardados en el Arca haciendo referencia al sueldo del santero) que cuidaba de ella y se encargaba de catar las colmenas de la Virgen, vender la miel, y pedir por los pueblos una limosna para la Virgen, y hasta hace diez o quince años un mayordomo (uno de los informantes principales de este trabajo), que se encargaba de la administración. Otra fiesta que ya no se celebran porque hemos dejado de ser pastores (aunque alguno queda) es: la de El Esquileo (las ovejas se esquilaban en junio y julio. Este trabajo se realizaba 457 http://www.almarza.info/Paginas%20Web/Historia/Santos%20Nuevos.htm 339 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona con las tijeras antiguamente, y las heridas que se les hacía se las curaba con hollín. Antes se metía a las ovejas en un aparato para que sudasen y hacer así más fácil el esquileo, después la lana se arrebujaba en un vellón), Cortar el rabo a las ovejas (Cuando la majada estaba seca y las corderas tenían el rabo limpio, se les cortaba con un cuchillo; previamente se había partido el rabo por la parte de la circulación y se le daba ceniza para que no sangraran. Luego se limpiaba bien el rabo de lana, se chamuscaba, se troceaba y se cocinaba un plato exquisito). Imagen 257. Ovejas en la majada. Fuente propia. Otro trabajo común que conllevaba fiesta era ir a Segar la Cerca y el prado de los toros (se realizaba en verano, cuando los prados tenían mucha hierba. La Cerca era prado donde estaban los toros comunitarios. Se segaba con una empacadora, pero hasta que llegó la tecnología todos los hombres del pueblo iban a segar con el dalle y se tardaba un día. Ese día se comía una caldereta todos juntos, y al día siguiente, las mujeres, niños y abuelos recogían la hierba. Actualmente se ha convertido en parcelas donde se han construido casas en parcelas de unos 600m2 que salieron a subasta en el ayuntamiento. Existió en el pueblo la Cofradía de San Isidro, fundada por los mozos del pueblo después de la Guerra. Los mayores cuentan que un día decidieron formar una cofradía, se fueron a hablar con el cura del pueblo, a quien le pareció una idea maravillosa. Como no tenían santo para la cofradía adquirieron un catálogo de santos en el que había diferentes dibujos de imágenes y el precio de éstas. Después de darles varias vueltas encontraron una imagen de San Isidro, bien de precio, que les gustó a todos, y con la que se fundó la Cofradía de San Isidro dedicada al cuidado de los enfermos y de los moribundos (incluso de los gastos del entierro). Entre cuarenta y cincuenta cofrades participaron hasta los años cincuenta y sesenta, después, poco a poco, los miembros fueron emigrando a las ciudades y se perdió la tradición. 340 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La tierra no revive, el campo sueña... ... el caminante lleva en su bufanda envuelto cuello y boca, y los pastores pasan cubiertos con sus luengas capas. Antonio Machado Actualmente apenas si hay pastores... La gente se ha ido. En el censo de 1920 constan 467 habitantes, en el de 1930, 399 habitantes, y así ha ido en descenso. La causa de este descenso ha sido la emigración, no sólo a América, sino hacia las grandes ciudades de la Península. Esta fue, según los vecinos de la zona la primera etapa del éxodo rural. En los últimos cincuenta años, la población ha sufrido un nuevo descenso de una forma más acusada; en 1950 había censados 360 habitantes, en 1960 la cifra descendió hasta 301, en 1970 a 221 habitantes, en 1983 solo quedaban 119, en los noventa aproximadamente una cincuentena, y actualmente oscila alrededor de 164 habitantes. Zaragoza, Barcelona, Madrid, País Vasco y Sevilla son las otras Sorias. El pueblo, igual que los pueblos de alrededor, se va quedando solo; los pastores de hace años ya se han jubilado, y los que trabajan con el ganado han reconvertido el sector en grandes explotaciones ganaderas sometidas a las normativas de la CEE. La vacada a finales de los ochenta era inmensa (era el momento en que las vacas bajaban de la Dehesa para ser ordeñadas al final del día); los niños corrían a subirse en las paredes de piedra y sentados intentaban contarlas: una, dos, ..., cincuenta,..., noventa..., ciento no sé cuantas... y tres toros... - sementales - (toros que eran de todo el pueblo, comprados y custodiados por el Ayuntamiento). Ahora sólo bajan unas cuantas, sobre una docena. Imagen 258 y 259 .Bajada de las pocas vacas que quedan en el pueblo. Fuente propia. La entrada en la CEE no permitió a los vecinos tener cuatro o seis... les obligaron a concentrarlas en naves y montar grandes explotaciones ganaderas que actualmente tienen ubicación fuera del pueblo, y que el actual Ayuntamiento intenta promocionar para mejorar 341 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona tanto los aspectos económicos del pueblo, como la vida en las casas, ya que muchos vecinos tenían la cuadra dentro de las casas las vacas y otros animales, tenían que pasar por el comedor para llegar a ésta. Un informante explicaba que se tenían los animales en casa, ahora están todo el día en la Dehesa, se les echa un compuesto, como una bolas, para comer. Antes, si se quedaba un animal en el campo íbamos corriendo a buscarlo no se fuera a helar de frío. La entrada a la CEE también se notó mucho cuando la Cooperativa Lechera Soriana dejó de venir a recoger la leche a la plaza. Venían con un gran camión cisterna, y cada vecino bajaba con su cantarilla metálica a vender la leche. Existía una buena producción lechera, los últimos datos nos hablan que en 1982 (último año del que tenemos constancia) se produjeron 266.377 litros. A medida que uno iba vendiendo la leche se iban anotando los litros en una libreta para que la Cooperativa los pagase todos juntos a final de mes, porque así se notaba más el dinero. En 1982 se pagaba el litro de leche a 26.48 pesetas, lo que produjo a final de año para todos los vecinos del pueblo que habían vendido su leche, un total de 7.054.562,38 pesetas. Las vacas eran el alma de San Andrés. Con la leche y los terneros –los jotos-, las familias tenían que salir adelante porque las colinas y las sierras calva no son campos aptos para la siembra de cereales y las zonas cultivables son pequeñas (241 hectáreas en total). El suelo es rocoso y duro, el clima frío y ventoso, el cierzo de Piqueras sopla helando todo por donde pasa, condicionantes que no hacen apto el cultivo del cereal que prima en Castilla. La cosecha siempre es tardía (a finales de agosto y septiembre, cuando ya se ha acabado en el resto de la Península), y normalmente mísera, (en 1980 se obtuvieron un total de 111 toneladas, de las que 86 se obtuvieron en terrenos de secano y 25 en terrenos de regadío). La superficie total de la pedanía es de 1611 Ha de las que 1490 pertenecen a la Dehesa. Hasta principios del siglo XX existían los terratenientes, Marques de... Señor de..., que entonces eran propietarios de aproximadamente un 75% de las tierras cultivables de la provincia de Soria Esto fue cambiando poco a poco, muchos vecinos adquirieron propiedades para explotarlas, y actualmente la propiedad del suelo por parte de los vecinos es de un 87%, aunque no todos la trabajan; la nueva tecnología permite que dos o tres familias puedan cultivar las piezas de las otras a cambio de pagarle un tanto, o de darle un porcentaje de los beneficios. Una de las razones por las que se hace esto, es según ellos, porque los que nos fuimos, ¿para qué queremos aquello? Imagen 260 y 261. Tejados caídos de casas. Fuente propia 342 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En los años ochenta se realizó la concentración parcelaria, lo que ha permitido aprovechar más el terreno, pero aún así sigue siendo poco para vivir sólo de ello, es decir, para que exista un excedente de producción que se pueda vender y con ello obtener dinero para pagar los gastos que pueda tener la familia durante el año, y para volver a cultivar el campo. La casa típica del pueblo es una casa de dos plantas. Son todas de piedra y de barro, con paredes muy anchas y sin cimentación. Solían tener pocas ventanas y muy pequeñas, orientadas si se podía al mediodía, nunca al norte, al puerto. Imagen 262. Escuela de chicas, actual bar del pueblo. Fuente propia Imagen 263. Casa típica. Fuente propia. 343 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En la década de los ochenta comenzaron a arreglarse, ventanas más grandes, nuevos materiales. Actualmente muchos de los que emigraron a las grandes ciudades han adquirido alguna y ya no quedan casas en venta en el pueblo, así que los que han empezado ahora a interesarse por tener una casa en el pueblo han comprado un terreno y se la están construyendo. Los dinteles y ventanas de las viejas casas son de piedra tallada, muchos recogen el año de construcción o el escudo de la familia. Imagen 264 y 265. Detalles de puertas, ventanas y escudos. Fuente propia Imagen 266 y 267. Detalles de puertas, ventanas y escudos. Fuente propia Imagen 268 y 269. Detalles de puertas, ventanas y escudos. Fuente propia 344 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En la planta baja se sitúa la cocina, el portal, el comedor y las cuadras de los animales; como he dicho antes no era extraño que el lugar de paso de los animales hacia la cuadra se hiciese compartiendo parte de la vivienda, bien el recibidor, bien el comedor. La cocina tenía un hogar en el suelo, en el que se prendía la lumbre y en el que se cocinaba con unas grandes calderas. Encima de este hogar se construía una gran campana para la salida del humo, que ocupaba prácticamente todo el techo de la cocina, y que salía al tejado por una chimenea cónica de losas pequeñas adosadas muy característica de la zona. Imagen 270 y 271 Fotografías de una chimenea típica de una cocina, vista desde fuera. Fuente propia Imagen 272. Construcción interna de un horno. Fuente propia 345 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La cocina era prácticamente la única habitación caliente de la casa, y en ella, se permanecía siempre. Imagen 273. Cocina tradicional con fuego a tierra, y el techo se convierte en la chimenea. Fuente propia. En la segunda planta estaban las habitaciones, el pajar, y en algún caso el granero. Siempre, la parte más espaciosa era la cuadra o el pajar. Todos se acostumbraban a dormir con el canto del gallo, el mugido de la vaca, el gruñir de los cerdos, etc. porque estaban debajo de las habitaciones. Todas las casas tenían un horno donde se cocía el pan. Como a partir de los años sesenta y setenta dejó de estar en uso, han ido desapareciendo, aunque en alguna casa se conserve su estructura. Imagen 274. Horno de pan visto desde fuera. Fuente propia 346 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Esta cocina tiene la particularidad en su campana, es decir, en que toda la habitación forma la campana de la cocina. La planta generalmente es cuadrangular pero a la altura de unos dos metros forma una especie de bóveda, cónica que termina en el remate de cuatro tablas labradas que dejan calada la punta del cono, para la salida de los humos. A la entrada, un tabique hace el oficio de biombo para evitar las corrientes de aire demasiado directas. La construcción de estas chimeneas se hace con un tejido de cestería de bardas de enebro o de sabino recubiertas de barro. El trozo que sobresale por el tejado está protegido por un apretado escamado de trocitos de teja. Es una forma especial de cocina, típico y peculiar de esta región colindante de Burgos y Soria. En la cocina a un lado se abre la boca del horno. Tiene esta forma de cocina por su razón de ser, pues iluminada por el techo no necesita luces de ventanas ni puerta para estar iluminada y por eso a veces, puede estar al fondo de las casas, donde no se abre apenas hueco alguno a la fachada posterior que es la del norte pues es casi general la acertada orientación de las casas al mediodía.458 Imagen 275. Majada .Fuente propia Imagen 276. Pie gotera. Fuente propia Las casas se construían una al lado de la otra, normalmente con el tejado a dos aguas. Para que no cayera el agua del deshielo en la fachada, donde estaba la puerta de entrada, la viga del cerral (centro) se colocaba perpendicular a la fachada, por lo que el agua de los canales caía a ambos lados, derecho e izquierdo, donde se situaba otra casa. Hay muchos callejones o pie gotera, de 25 o 30 centímetros entre casa y casa, cuyo objetivo era la salida de agua de Tudela, J: La casa pinariega, en Estudios de Etnología , (on line) consultado el 1 de mayo de 2014, disponible en : http://soria-goig.com/Etnologia/pag_0839.htm 458 347 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ambos tejados, y que actualmente es un elemento que se debe mantener en las rehabilitaciones de las casas ya que está contemplado por ley, como también lo están aspectos como el paso de servidumbre o paso de luces. Imagen 277 y 278. Casas del pueblo. Fuente propia Como en todos los tipos de casa rústica del grupo septentrional, tiene un gran portalón para múltiples operaciones y desde el cual se pasa a todas las habitaciones de la planta. En este portalón hay grandes arcas, escaños, taburetes, tajones, banco de carpintero, aperos colgados, etcétera. Si la casa es de dos crujías a la izquierda se abre una puerta que da a un cuartito con dos alcobas, otra puerta que conduce a la cocina, y al fondo la escalera que sube a la cámara alta y la puerta de la cuadra. Esta escalera en los mejores casos con balaustres torneados de madera es un elemento decorativo de gran valor y del que se puede sacar gran partido en construcciones de mayor porte. Si la casa es de tres crujías, a la derecha hay otras habitaciones con alcobas, despensas y pajares. Al fondo la cuadra para las vacas, sin luz apenas, pues ocupa generalmente el testero norte de la casa, en el que no se abre ningún hueco para evitar los vientos fríos. Arriba en la cámara se guardan las pocas semillas que por esta región se recolectan, las patatas y los viejos aperos de labranza459. Tudela, J: La casa pinariega, en Estudios de Etnología , (on line) consultado el 1 de mayo de 2014, disponible en : http://soria-goig.com/Etnologia/pag_0839.htm 459 348 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 279. Potro de herrar. Fuente propia Imagen 280. Lavadero. Fuente propia 349 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona No faltan en algunos pueblos aficionados a la fotografía a quienes lo pintoresco y lo típico llama la atención y una numerosa colección de fotografías de casonas, de casas y de casucas pudiera ser útil para tomar algunos datos curiosos de exteriores, de huecos, y servir de estímulo y orientación para observaciones más detenidas. Hay indudablemente una casa pinariega con una especialísima planta o distribución de habitaciones, con una fisonomía particular, y sería sumamente interesante observar estas características, estudiar su razón de ser, y además procurar, con exquisito tacto y gusto, darlas modernidad, sin perder carácter460. En la Dehesa, como ha sido el medio de subsistencia primario, las obras de mantenimiento eran y son permanentes: actualmente alambrado de parcelas en las que rotativamente pastan las vacas, yeguas y antiguamente cabras. La ovejas solo entran y entraban, de Santa Lucía a Reyes, en el paraje de los Llanos, y de Reyes hasta marzo por toda la Dehesa, para apurar los pastos y porque no encontraban otros en el término. El mantenimiento de paredes divisorias (toda la Dehesa está dividida por paredes de piedra realizadas hace muchos años, según uno de los textos contenidos en el Arca). El arreglo de las tainas, majadas y chozas (que servían y sirven aún para cerrar el ganado en días excesivamente fríos, o para refugio de pastores en días de lluvia, cuando no podían bajar al pueblo), se sigue manteniendo. En el caso de las chozas no se realiza ya que actualmente no tienen un objetivo concreto. Imagen 281 y 282. Tainas de Tabanera. Fuente propia Tudela, J: La casa pinariega, en Estudios de Etnología , (on line) consultado el 1 de mayo de 2014, disponible en : http://soria-goig.com/Etnologia/pag_0839.htm 460 350 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Antonio Machado Quedan muchas costumbres y tradiciones en el pueblo, que se han ido recuperando de un casi morir por los habitantes de hoy del pueblo. Los vecinos consideran que eso que hacían nuestros padres hay que mantenerlo, porque todo se pierde..., y antes eran cosas muy bonitas que compartíamos todos los vecinos, que nos veíamos y que así nos llevábamos bien. Imagen 283. Plaza del pueblo. Fuente propia. 351 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 352 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 7: ACTIVIDADES ECONÓMICAS A FINALES DEL SIGLO XX. Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama. Aristóteles. El pueblo de San Andrés, como la mayoría de los pueblos de la comunidad de Soria, se encontraba bastante alejado de las rutas comerciales peninsulares y la rigurosidad del clima que, a menudo impedía un aprovechamiento regular de los recursos, condicionó bastante a lo largo de la historia la economía de esta villa, al igual que ocurrió con todas las de la zona. En este contexto, la gran extensión de los patrimonios comunales del pueblo resultaba imprescindible para el mantenimiento y la supervivencia de la aldea y de sus vecinos. Quizás, porque no pudo ser de otra manera por las especiales características del medio físico, desde que se tiene conocimiento de la vida económica del pueblo, las actividades económicas se canalizaron de forma fundamental hacia el aprovechamiento agrícola- con una agricultura de subsistencia -, y sobre todo al ámbito ganadero. Gracias a la ganadería, con las prácticas de la trashumancia y el transporte de carretería a través de las diversas rutas peninsulares, se ayudaba a mantener esta economía cerrada tan sólo a los pueblos cercanos, y a dirigirla hacia otros caminos que no fuese tan solo el autoabastecimiento familiar. 7.1.- La agricultura De la superficie total de la propiedad privada o arrendada de la pedanía solo se cultiva, o están parcelados actualmente unas 650 Ha, quedando aproximadamente 1000 Ha de superficie no cultivada, siendo de esta última parte la mayoría monte o erial. En cuanto a la superficie agrícola- definida por los vecinos del pueblo como aquella parte de la tierra de la que se obtienen plantas y frutos para el consumo humano y animal- podemos decir que la superficie no labrada, como Dehesa, praderas, leñoso y pastos, tiene una extensión bastante superior a la ocupada por la superficie labrada, la mayor parte de cereales y hortalizas. Figura 2. GRÁFICA DE DISTRIBUCIÓN DE LA SUPERFÍCIE 1980 353 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Del total de las 1611 hectáreas, el 59% de la superficie no agrícola corresponde a 956 Ha., la mayoría de ella corresponde a la Dehesa, el 15% de la superficie agrícola labrada era de 241 Ha, y el 26% restantes de superficie agrícola no labrada era de 414 Ha. Respecto a la superficie agrícola diremos que la superficie de secano era más extensa que la de regadío sobre todo porque en verano los periodos de sequía no permitían mantener grandes explotaciones de regadío más que las pequeñas huertas, próximas al río y a canales, para la subsistencia familiar. Figura 3. GRÁFICA DE DISTRIBUCIÓN DE LA SUPERFÍCIE DE SECANO/REGADÍO EN 1980 Total de 655 Ha. Sup. Secano 20% Sup. Regadío 80% Del total de superficie agrícola de 655 ha, la superficie de secano era de 521,5 Ha y la de regadío de 133, 5 Ha. En cuanto a la localización dentro de la pedanía de San Andrés de la superficie agrícola, ésta se sitúa hacia la parte suroeste y entorno del casco urbano. Estos terrenos se hallan distribuidos en cinco polígonos de los cuales dos son de regadío y tres son de secano. El 99.1 % de las parcelas son menores de una hectárea, de este dato se deduce que las parcelas son demasiado pequeñas para un cultivo racional. Imagen 284. Situación de San Andrés y visión aérea de la extensión de la Dehesa Comunal y de las parcelas de regadío y secano del municipio. Fotografía satélite Google Earth. 354 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 285. Ampliación de la imagen anterior. Fotografía satélite Google Earth. Imagen 286. Ampliación de la imagen anterior. Fotografía satélite Google Earth. 355 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 287. Delimitida en rojo se encuentran los terrenos de ragadío, la superfisie restante son terrenos de secano. - Terrenos de Secano: La superficie dedicada a secano es de 521 Hectáreas. La mayor parte de ésta – unas 324 hectáreas- está sin labrar. Esta superficie pertenece en su mayoría a la Dehesa y está dedicada a que los animales pasten durante el día. Existen otro tipo de praderas y pastos que son dedicados a abastecer la ganadería en invierno, con una superficie de unas 10 hectáreas. Es considerable la extensión dedicada a monte leñoso, con una superficie cercana a las 64 hectáreas. De la superficie labrada –unas 197.5 hectáreas – toda ella se dedica al cultivo de cereales. Casi 956 hectáreas de superficie no agrícola son propiedad del municipio y pertenecen al común de vecinos de la pedanía, éstos son los montes de Tabanera, Robledillo y Mojón Albo aprovechándose para el pastoreo y la obtención de leña. - Terrenos de Regadío: Están destinadas completamente al cultivo. La superficie no labrada es el doble que la labrada (89 y 44 respectivamente). De la superficie no labrada la mayor parte está dedicada a praderas y pastos (61 hectáreas) para la obtención de forraje para el ganado. La superficie labrada estaba ocupada por cereales (mayoritariamente trigo), y el resto lo ocupaban pequeñas huertas sembradas de hortalizas siempre destinadas al consumo doméstico. Se sacaban, qué te diría yo, unos 300 kilos de patatas para todo el año, y de judías verdes, o garbanzos, pues unos 50 kilos […] Se cultivaba mucha berza para que comiera el ganado..., y las familias también. 356 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Esto está empezando a cambiar ya que los vecinos del pueblo que vivían de esto van muriendo y sus herederos están vendiendo y comprando las tierras. Es todavía pronto para ver hacia donde se dirige todo este movimiento. Figura 4. GRÁFICA DE EXTENSIÓN DE PARCELAS Cada uno tenía sus tierras, pequeñas: una cuarta, una yugada, o media cuarta o media yugada [… ] No es como ahora que está la parcelaria [… ] Se cultivaba con los arados – madera o romanos- y las vacas. Luego vino lo que le llamábamos el luxans, de vertedera, y luego el tractor [… ] Se trillaba con vacas, se dejaba la cosecha en la pieza y se iba a buscarla con el carro de vacas [… ]. Las piezas eran pequeñas, eran pequeñas comparado con lo que es hoy la parcelaria. Ahora han hecho la parcelaria y sobre todo, para los que llevamos como yo, 35 años fuera del pueblo, como para todos, pasaba lo siguiente: el que iba a labrarlas, y tenía una al lado de uno de los que estábamos fuera, una vez que giraba, pues al alza, un surco para bajo, pues no se bajaba de vacío, le cogía ese surco al lindero461 En cuanto a la tenencia de la tierra puedo decir – según los datos de 1984- que la mayor parte se tiene en propiedad, aproximadamente un 86.7%, mientras que las tierras arrendadas sólo llegan a un 12.5%. No existen otros tipos de tenencia, además de estos dos, y la aparcería, en el pueblo. La tenencia de la tierra comunal no es de titularidad privada, y la legislación administrativa de la que depende no es la misma que en los casos anteriores por lo que creo que debería ser considerada aparte. Figura 5. GRAFICA DE TENENCIA DE LA TIERRA 1980 461 Es una práctica que se hacía en los pueblos cuando no se controlaban bien los lindes y se acusaban a los vecinos de mal lindeiro, en Lisón Tolosana, C: Antropología cultural de Galicia, Ed. Akal, Madrid, 2004, p. 30 y ss. 357 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Como ya he dicho antes, la práctica de la agricultura estaba y está condicionada por el clima, pues la dureza de éste eliminaba los cultivos más rentables y circunscribía la agricultura a un monocultivo cerealístico- el trigo- , que, por otra parte, también quedaba limitado por las condiciones atmosféricas adversas para otro tipo de agricultura . La productividad es escasa, difícilmente, a lo largo de los últimos cincuenta años, llegaban los “años buenos” a un rendimiento de seis granos por grano sembrado y como los malos años se sucedían con excesiva frecuencia, la escasez y la austeridad estaban siempre presentes. Algunos vecinos tan solo se interesaban por la paja que alimentaría su ganado en invierno. Muchos vecinos afirman que sólo bajo el duro trabajo, una vida austera, las privaciones, el ahorro se podía alcanzar a tener unas piezas de tierra propias y una yunta de vacas con que cultivarlas y hacer frente a las necesidades cotidianas. Se cultivaba berza, para comer el ganado y las familias. No se cosechaba como ahora, eran otro tipo de labores; no se echaba abono; el abono era la porquería de los animales –estiércol. 7.2.- La ganadería La ganadería ha constituido desde siempre la principal fuente de riqueza y de sustentación para la mayoría de las familias del pueblo, favorecida por la extensa superficie de pastos de todo tipo como zonas para la alimentación del ganado. Gran parte de dicha superficie era susceptible de una explotación pastoril casi permanente – el sistema de agricultura extensiva tradicional de año y vez permitía la complementariedad entre agricultura y ganadería mediante la puesta en práctica de la derrota de mieses. Se trataba de un ejemplo de aprovechamiento comunitario en tierras de propiedad privada, , ya que todos los vecinos de la aldea tenían libre acceso a estos barbechos. Los excrementos del ganado: sirle y estiércol enriquecían los barbechos y preparaban la tierra para ser cultivada al año siguiente. TIPOS DE GANADO: Vacuno: Se puede decir que desde 1967 el número de cabezas de ganado vacuno se ha mantenido constante (en torno a las 230). Los tres sementales censados, pertenecen comunitariamente al pueblo. La importancia económica para el pueblo radica en la venta de terneros para su sacrificio y en la venta de producción de leche. (Desde el ingreso de España en el Mercado Común todo esto ha desaparecido). En tiempos de la guerra civil algunos vecinos llegaron a cambiar un ternero por un saco de harina, lo que permitió comer durante muchos días. 358 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 288. Prados y ganado pastando. Fuente propia - Ovino: Los beneficios económicos que reportaba la venta de la cotizadísima lana de oveja merina en los grandes centros industriales europeos durante la Baja Edad Media (Lombardía, Países Bajos, Inglaterra) darían lugar a una buena parte de recursos que los caballeros concejiles obtenían en sus campañas militares medievales y los invirtieran en ganado ovino en su tierra de origen. Desde entonces han estado muy relacionados en el territorio soriano la condición social de caballero con la propiedad de grandes rebaños trashumantes, mientras que los pequeños hatos de ganado estante constituía para los labradores la única posibilidad de obtener proteínas en su alimentación, lana para la industria textil doméstica, y en muchos casos, dinero inmediato a través de la venta de la lana o de la carne. En San Andrés no se participó de este negocio mesteño, mas que para cobrar el paso de los rebaños por la cañada real que atraviesa la Dehesa. Durante el siglo XIX y XX algunos habitantes de San Andrés ejercieron de pastores de Señores de Soria, que si disponían ovejas: Cada año el abuelo llevaba más de trescientas ovejas a Logroño a vender con uno de los hijos, que no tendría más de 10 años, y un perro pastor. Cruzaban el Puerto Piqueras hasta el otro lado. Eran unos dos días de camino. De vuelta, lo hacían en la Camerana de Logroño que para en Almarza. El perro volvía solo, pero tardaba más días en venir, ¡ y no se perdía! Para ir, a mitad de camino, dormíamos al raso, o si hacía mucho frío en una caseta que había a la bajada de Piqueras en la ermita de la Virgen de la Luz. En San Andrés de Soria, a partir de 1967 hasta 1984, el número de cabezas de ganado se redujo a la mitad pasando de 1175 cabezas a 860. Esto se debió a que éste ganado precisaba más cuidado que las vacas y su rentabilidad disminuyó hasta ser más inferior que el ganado vacuno. 359 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Cada vecino tenía ovejas, uno 15, otro 20, pero poca cantidad... Cada uno tenía su atajillo de ovejas, luego se juntaban todas y había un ganadero que las llevaba a la Dehesa y las cuidaba –era un pastor del pueblo que estaba contratado por los dueños de las ovejas y que cobraba por cada pieza que se llevaba un tanto -. Solo había cuatro pastores en el pueblo, y se decía que eran los más pobres. Y con las vacas ocurría igual, cada uno tenía su yunta de vacas y otras dos más que se llamaban sobrantes. De caballar en el pueblo había muy poco, cinco o seis caballerías. Lo que había era mucho asnal pues cada vecino tenía uno, así que se juntaron unos ochenta asnos; los burros se soltaban al campo, con las vacas y se guardaban a reo –cada día iba uno a guardarlos- era un animal para el transporte. Cada familia tenía uno o dos cerdos de unos 70 u 80 kilos para todo el año, ya que la matanza se hacía una vez al año, a finales de noviembre, primeros de diciembre.” 7.3.- La práctica de rutas de la trashumancia Las características climáticas hacían del territorio una zona de pastos de verano por lo que los ganados debían trashumar a extremos (pastizales de Extremadura y Andalucía) en busca de los pastos invernales. La contratación de pastores, ya apalabrados, se concretaba en el pueblo en una fecha clave para todo el mundo: La Virgen de Agosto. Los últimos días de dicho mes ya partían los rebaños de carneros y borregos, mientras que las ovejas no partían hasta un mes después, en los últimos días de septiembre. Algunos pastores solían aportar un pequeño hato de ganado propio, denominado la escusa, compuesto por media docena de ovejas, unas cabras, y una yegua paridera, que a la vuelta, se había duplicado en número y constituía parte del salario. Estos pastores trashumantes eran verdaderos expertos: debían conocer las rutas, las cañadas, las hojas de cultivo, los descansaderos; también tenían que ser peritos conocedores del metabolismo de las ovejas, de sus enfermedades y de sus causas, de su sistema de reproducción, de la calidad de los corderos recién nacidos, etc. En su ruta trashumante directa o inversa afrontaban grandes peligros: podían verse heridos, amenazados, perseguidos, e incluso encontrar la muerte en el camino. La ruta que pasaba cerca de San Andrés empezaba por Toledillo hacia la ciudad de Soria, que era atravesada por la Cañada Real Occidental, la cual procedía del Valle del Ebro, recogía los ganados de ambas vertientes de la cordillera Ibérica y recorría, de norte a sur, los términos de Arévalo, San Gregorio, San Andrés de Soria, Almarza, Gallinero, Tera, Chavaler, hacia Garray, donde se juntaba con el sexmo de San Juan, por la orilla izquierda del Río Duero hacia la jurisdicción de la tierra de Almazán, ya en dirección hacia su final. Los vecinos de San Andrés no realizaban la ruta de la trashumancia. Tan solo gozaban de este privilegio – según ellos era privilegio porque era algo que no podían poseer todos y que les permitía ganarse la vida- los pueblos de Barriomartín y la Póveda, próximos a éste, aunque algunos vecinos residentes en San Andrés, hijos de estos pueblos, sí que la realizaban, (suponemos que por haber nacido en aquellos pueblos se mantenía el derecho y privilegio de práctica). 360 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Explicaba uno de ellos, que después de un día de camino con mucho frío, sacó el Tomás de casa ….. una botella de anís del zurrón, y nos la bebimos entre los dos porque no teníamos nada más y estábamos pelaos de frío. ¡Qué malo nos pusimos! Tuvimos que tumbarnos en el suelo con la manta y dejar que el perro cuidase de las ovejas. 361 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 362 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona TERCERA PARTE LOS PUEBLOS SE REIVENTAN Mitad vasco mitad soriano, más soriano que catalán 363 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 364 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 8: LA CREACIÓN DE LA IGUALDAD ¿Qué es la identidad cultural? Es aquel reconocimiento humano de la vida, que se caracteriza principalmente por atender a la memoria de lo vivido, a sus repercusiones afectivas, y a los sentimientos y derechos de arraigo y vinculación que dicha memoria solicita. Ignasi Terrades i Saborit Comprender cómo se configura la igualdad en San Andrés es necesariamente entender qué papel juega la Dehesa y su gestión en la comunidad. Por lo que el primer paso en este análisis es ubicar estos tres conceptos: Dehesa, igualdad y comunidad desde una dimensión conceptual y teórica pero también práctica y tangible. Hacer parcelaciones y divisiones en antropología no tiene mucho sentido, pues como concepto general sabemos que la cultura está incrustada en todos los aspectos, dimensiones, esferas de lo que atañe al ser humano y que una visión integradora privilegia el enfoque comprensivo de la comunidad al reconocer la coherencia y su autonomía simbólica en todo el conjunto cultural que genera. Pero a la hora de realizar el análisis, la fragmentación de los conceptos ayuda a la comprensión de estas pequeñas partes que sabemos integradas y articuladas en un todo heterogéneo y dinámico. Desde esta fragmentación analítica voy a abordar la articulación dehesa-igualdad, como metáfora de de la articulación entre naturaleza y cultura. Más allá de la oposición conceptual naturaleza y cultura existe la complementación y la integración de ambos conceptos construyendo la realidad que se manifiesta en la comunidad de San Andrés. DEHESA es... NATURALEZA (1) El hombre transforma, cuida, interviene. Lo hace en dos momentos (2) IGUALDAD CULTURALIZA ...... (3) Figura 6. Esquema conceptual 365 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona (1) Considero naturaleza como el conjunto de lo nacido u originado por sí y entregado a su propio crecimiento. La Dehesa estaba antes de que se estableciese la comunidad. Es precisamente esta naturaleza la que atrae a la comunidad, a su asentamiento en ella, y son precisamente las características naturales de la Dehesa, lo que ofrece per se, lo que la convierte en objeto de deseo por parte del hombre (por eso encontramos a lo largo de la historia varios intentos de expropiación de este objeto natural, al que el hombre considerará como un bien) (2) La transformación de la naturaleza por el hombre incluye al menos dos momentos: • Ideación: la construcción de la idea, de la cosmovisión, de la creencia. Lo abstracto y simbólico. • Realización: los comportamientos que manifiestan y expresan las ideas. Serían el carácter más normativo del valor referente a las actuaciones y comportamientos de los miembros de la comunidad, y las prácticas que se establecen. Es inevitable el hecho de valorar lo que nos rodea y lo que nos ocurre. Este hecho de valoración que se hace es inherente al hombre y está impregnado por la cultura y el sistema de valores que tiene la comunidad. En el momento histórico en que la comunidad se asienta y crea San Andrés, la Dehesa era una fuente necesaria de recursos naturales para la supervivencia de la comunidad. Por lo tanto la valoración que se hizo de este objeto natural fue transformarlo en bien, y se le otorgó a la Dehesa una carga de valores que la convirtieron en este bien. Precisamente esta carga simbólica de bien es la que hace que la comunidad genere toda una serie de estrategias para su mantenimiento a lo largo de los años, y de los siglos. Dentro de estas estrategias están los comportamientos que realiza la comunidad, y que a medida que pasa el tiempo dan lugar a productos como el derecho consuetudinario (de ahí todos los pleitos y ordenanzas que se recogen en el Arca). Cuando en los objetos culturales residen valores pasan a ser bienes. En este caso un bien de la comunidad que lo trabaja. De ahí el nombre de bienes comunales, porque la comunidad le ha dado un valor y éste se manifiesta a través de los comportamientos y actitudes de cuidado y promoción.462 Pero este bien de la Dehesa no es exclusivo de un solo individuo, sino que lo es de una comunidad463, por eso su categoría es de bien comunal. Si la valoración la hace toda una comunidad, lo que se establece alrededor de este bien es que todos puedan disfrutarlo, pero también existe la obligación (carácter normativo del valor) de mantenerlo. El mantenimiento del bien no se puede hacer de forma independiente por razones obvias de fuerza física, de tiempo, incluso cuando existe las intenciones de expolio por parte de otras comunidades la fortaleza de grupo prevalece frente a la individual. Esta dependencia de los miembros unos con, de y por los otros es lo que da lugar a la igualdad. Y que no llegue a suceder como en el caso que explica Harding, su extinción y desaparición por una sobre explotación. Harding, G: The tragedy of the commons, en Science, nº 163: 1243-1248. 1968 463 Recordemos que históricamente la comunidad de San Andrés fuera posiblemente compuesta por gentes de igual condición social, y posiblemente con relaciones de parentesco entre ellos al derivar de las Collaciones de la ciudad de Soria en época medieval. 462 366 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La igualdad es necesaria para mantener la Dehesa como un bien comunal, por lo tanto todo el esfuerzo relacional y social de la comunidad va a ir destinado a mantener, reproducir y legitimar esta igualdad. La comunidad entiende que si no es así su supervivencia puede quedar expuesta a desaparecer. La igualdad va a ser un valor constituido y relacionado con la gestión y uso de la Dehesa. Desde el valor de la igualdad se configura el día a día de la comunidad: sus costumbres, sus fiestas, sus normas, sus redes sociales y su cosmovisión. Alrededor de la Dehesa como objeto cultural aparecen otras manifestaciones culturales fruto de la transformación de esta naturaleza como son los símbolos y sacralizaciones, y las tradiciones populares como todas las fiestas descritas en el capítulo 6, o la tradición del traslado del Arca explicada en el capítulo 3. La gestión de la dehesa estaba íntimamente ligada a las costumbres comunitarias que se regulaban a través del derecho consuetudinario; no fundamentalmente en el altruismo, aunque los miembros de la comunidad hablen de solidaridad, sino en la necesidad de sobrevivir en la tierra a la que pertenecían. (3) La cultura la entendemos como un producto del hombre que actúa según unos fines valorados, ya sea si el objeto o cosa existe antes, o como lo cultivado intencionalmente por el hombre en atención a los valores que en ello residían o se les había asignado. En los procesos culturales incorporamos valores reconocidos por el hombre y por la comunidad, que son cuidados y protegidos, producidos y reproducidos. La Dehesa, como naturaleza, no tenía valor referenciado alguno. Cuando el hombre se establece y empieza a explotarla para su supervivencia se le otorga un valor y pasa de ser un objeto natural a un objeto cultural. Podemos decir que, mientras la supervivencia del hombre ha estado ligada a la Dehesa, la igualdad ha sido perpetuada en la comunidad. Cuando la Dehesa deja de tener este valor de subsistencia, la igualdad empieza a desaparecer, pues ni la Dehesa es un bien en el sentido que le dieron las primeras comunidades (veremos cómo se resignifica como bien464), ni la igualdad es un valor para la comunidad. Esto lo podemos entender desde la perspectiva histórica, pues ha resultado fundamental para la comprensión de las transformaciones sociales de la sociedad rural contemporánea. Podemos afirmar que la igualdad ha sido el núcleo de la cultura, de las normas y los principios o axiomas que regularon el comportamiento de los individuos que pertenecían a dicha comunidad, y que a pesar de que encontramos su reflejo en las legislaciones locales, la mayoría de veces eran unas normas sobreentendidas e implícitas en los quehaceres diarios, fiestas, relaciones, etc... Existía una homogeneidad en el grupo, encontrando la expresión más inmediata en el uso de un común sistema de sobreentendidos y de iguales experiencias . El valor del objeto cultural debe ser reconocido por todos para que lleguen a vincularse a él aspectos normativos y válidos para todos los miembros de la comunidad465. Cuando a un objeto cultural se le retira el valor, queda reducido a mera naturaleza. Rodríguez Iglesias, J.M : El ciclo del pan en un municipio sanabrés. Biblioteca de Cultura Zamorana, Ed. Semuret, Salamanca, 2003, p. 12. Lo que veremos en San Andrés es que la dehesa se configure como un nuevo bien, se le da valor por otro motivo, lo que le permite convertirse en un nuevo objeto cultural, y sobre el cual se va a reconfigurar la comunidad y sus sistema de valores. 465 La reproducción de la igualdad y su vinculación con la gestión de la dehesa, no solo aparece como una necesidad moral o como un mero objeto de deseo, sino primeramente como un bien al que los miembros de la comunidad están obligados. Rodríguez Iglesias, J.M : El ciclo del pan en un municipio sanabrés. Biblioteca de Cultura Zamorana, Ed. Semuret, Salamanca, 2003, p. 13 464 367 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Cuando hablamos de igualdad en San Andrés hablamos de las raíces culturales de esta comunidad, de donde se fundamentan las tradiciones cívicas, las normas de reciprocidad y las redes de compromiso social, la confianza, las actitudes y valores compartidos que ayudaron a las personas a trascender del conflicto entre ellos para construir relaciones de cooperación y ayuda mutua en formas de acción colectiva. LOS CÓDIGOS CULTURALES 466 Durante el proceso de análisis aparecieron diversas categorías que se agrupan en tres bloques que los podemos denominar códigos culturales: 1) Social: en el que se integran todas las categorías relacionadas con reglas sociales de la igualdad, cooperación, corporativismo, vecino, común, concejo e identidad común. 2) Tradicional: Donde aparecen las expresiones simbólicas y sacralizaciones a través de las fiestas y tradiciones como el traslado del Arca 3) Ecológico: centrado en la Dehesa como forma de explotación comunal, de aprovechamiento y de adaptación al medio natural. Un código según Fiske 467 es un sistema de signos gobernado por reglas convenidas (explícitamente o implícitamente) entre los miembros de una cultura usuaria468. En el caso de San Andrés sus miembros resaltan ciertas categorías culturales: igualdad, comunales, vecindad, ayuda mutua, prestación personal. Procesos sociales dinámicos que se reformulan constantemente como respuesta adaptativa a las situaciones que se viven. La cultura, por consiguiente, puede ser explicada en relación a la situación de la comunidad que se da en cada momento (más o menos condicionante)469. Voy a seguir la estructura que plantea Rodríguez Iglesias en su monografía en tierras de Sanabria en el estudio de la producción del pan en una comunidad rural. Rodríguez Iglesias, J.M: El ciclo del pan en un municipio sanabrés. Biblioteca de Cultura Zamorana, Ed. Semuret, Salamanca, 2003, p. 101 y ss. 467 Un código es un sistema de significados común para los miembros de una cultura o subcultura. Está compuesto de signos (por ejemplo, signos físicos que representan algo diferente de ellos mismos) y de reglas o convenciones que determinan cómo y en qué contexto se utilizan estos signos y cómo pueden ser combinados para formar mensajes más complejos, en Fiske, J: Introducción al estudio de la comunicación, Ed Norma, Londres, 1982, p. 14 468 Según O´Sullivan los códigos tienen los siguientes rasgos: 1) Tienen una cantidad de elementos ordenados en paradigmas, de los cuales se elige uno. 2) Esas unidades elegidas están combinadas sintácticamente en un mensaje o texto 3) Transmiten un sentido que nace del acuerdo entre quienes emplean tales códigos y la experiencia cultural compartida por ellos. 4) Pueden ser transmitidos mediante sus medios apropiados de comunicación. 5) Pueden constituir una forma de clasificar, organizar y comprender el material, así como de transmitirlo o comunicarlo. O´Sullivan, T: Conceptos clave en comunicación y estudios culturales, Ed Amorrortu, Buenos Aires, 1995 469 Wolf, E: Europa y la gente sin historia, FCE Ed, México, 1987, p. 468 466 368 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Los códigos culturales ayudan a definir el lugar de los objetos470, de las costumbres e ideas en las que las relaciones de los miembros de la comunidad tejen entre ellos y con el mundo que les rodea. 471 Si el mundo de los individuos está ligado íntimamente al lugar que le corresponde en la estructura del sistema mundial, entonces los códigos culturales expresarán esta relación a través de sus objetos, costumbres e ideas, y éstos irán modificándose en función de la dinámica de la posición 472 . Los códigos son ajustados y amoldados colectivamente por las personas que están respondiendo a un medio natural y político473. La comunicación no se da en la mente de individuos aislados. Los códigos poseen una cualidad tangible y pública, por eso es observable a través de la conducta formalizada como son los rituales, la gestión económica de los recursos, las relaciones de parentesco, o la vida política de la comunidad, entre otros aspectos. En cada cultura existen códigos culturales que generan signos culturales los cuales forman lo que llamamos lenguaje cultural. Podemos afirmar que en toda sociedad existe una capacidad de generar lenguaje, de comunicar474, por eso se puede entender la cultura como un fenómeno de comunicación basado en un sistema de significaciones y de realizaciones que componen un objeto a comunicar para la subsistencia y permanencia de la comunidad: el valor. Estos códigos surgen en el contexto del pasado de San Andrés. Después de integrarse en la CEE empiezan a darse algunas modificaciones en su contenido, aunque los códigos se mantienen. Esto es producto de ampliar el marco de referencia económico de lo local a la economía capitalista actual que consideramos un sistema mundial475 . La codificación se puede llevar a cabo de diferentes maneras en función de los contextos establecidos por rangos y posiciones de valores. Estas clasificaciones implican aspectos variables en el acceso y gestión del poder, las semejanzas o diferencias del mismo nos ayudan a definir qué tipo de posición adquieren los agentes en la relación simétrica o asimétrica, y qué tipo de reglas respaldan y gestionan la comunicación. 471 Wolf, E: Europa y la gente sin historia, FCE Ed, México, 1987, p. 468 472 Scheider, P &J: Culture and polítical Economy in Sicily, Academic Press, Nueva York, San Francisco ,1976, p.82 ss. 473 Wallerrstein, I (Coord) et al: El sistema mundial, I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía mundo en el siglo XVI, Ed. Siglo XXI, México, p. 489 474 Idea defendida por autores como Lévi Strauss, Edmund Leach y Clifford Geertz. 475 Entendemos como Sistema Mundial a: a) Un sistema social b) Una economía mundial compuesta por numerosos estados políticamente independientes pero económicamente interdependientes c) El sistema está diferenciado económicamente y lo componen: 1.- un centro constituido por los estados desarrollados 2.- Una periferia constituida por estados subdesarrollados 3.- Una semiperiferia compuesta por estados amortiguadores que disponen de mayores oportunidades de desarrollo que los estados periféricos y ejercen cierto grado de influencia económica sobre sus vecinos, sin embargo no forman parte del centro. d) Esta desigualdad internacionalmente estructurada es un producto histórico creado desde el siglo XVI con la formación de una economía mundial capitalista. e) Los procesos sociales sólo podrán ser comprendidos en función del lugar y la función de esas regiones dentro del sistema mundial. Roseberry, W: Los campesinos y el mundo, en S. Plattner Ed, Antropología Económica, CNCA-Alianza Ed. México, 1991, p. 154 y ss. 470 369 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 8.1.- Código ecológico El primer código es el ecológico: Las reglas 476 (realización) de este código son el aprovechamiento y la adaptación, que es lo que hemos nombrado en varias ocasiones como gestión de comunales. El aprovechamiento hace referencia en este caso a la comunidad y no al individuo, y lo que pretende es aprovechar todas las posibilidades que ofrece el medio físico en el que vive la comunidad. Medio físico, que por otro lado obliga al grupo a adaptarse a las condiciones que posee. En San Andrés está muy claro que el aprovechamiento es de la Dehesa básicamente, aunque cada familia posea algún prado o algún pequeño huerto. El medio físico, en este caso, lo que ofrece es la un vasto territorio de pastos y árboles que dan la posibilidad del ganado y de la leña. Recordemos que este es un territorio frío y más bien árido, por lo que no es posible tener grandes explotaciones de cereal. El clima obliga a los individuos a adaptarse a estas circunstancias, por lo que la Dehesa resulta imprescindible para todos, y a la vez es necesario que sea cuidada y gestionada entre todos. Para que este aprovechamiento sea de acuerdo con lo que el común de vecinos decide, es necesaria la honradez de cada uno de sus miembros. La honradez legitima el derecho al trabajo y a la supervivencia y está muy unido a la justicia social, ya que la ausencia de justicia pone en peligro la honradez477. Si alguien no es honrado e incumple las normas en beneficio suyo se le llama al orden y se le impone una pena, normalmente destinada a compensar al común, pues es a él al que su comportamiento ha faltado. Estas penas, como hemos explicado, eran el arreglo de tapias, limpieza de la Dehesa, cuidado de algún edificio del común como el lavadero, etc… La Dehesa permite una distribución igualitaria de este bien y está garantizada para todas las familias. Tenemos la mejor Dehesa de la provincia de Soria. Nos ha permitido vivir sin penurias, aunque sin excesos, a todos los vecinos del pueblo 8.2.- Código Social En este caso la comunidad de San Andrés se mueve por la regla de la igualdad. Esta igualdad está íntimamente relacionada con las reglas del código ecológico: aprovechamiento y adaptación. Todos éramos iguales es la frase más repetida por los miembros de la comunidad. Iguales a la hora de trabajar, iguales en posesiones, iguales en penurias y sacrificios, etc... Esta regla de igualdad mantiene a la comunidad cohesionada, identificada, cooperativa y equilibrada en propiedades. Equilibrio que si se rompía por algún lado en la sociedad de San Andrés se ponían en marcha una serie de mecanismos de igualdad que minimizaban las diferencias, como por ejemplo, cuando los emigrantes a América venían con pequeñas fortunas si uno poseía más dinero para comprar tierras, pues no encontraba a nadie que se las vendiera, para evitar que fuera terrateniente […] Si tenías más vacas, Wallenrstein, I (Coord) et al: El sistema mundial, I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía mundo en el siglo XVI, Ed. Siglo XXI, México, p. 489 476 Rodríguez Iglesias, J.M: El ciclo del pan en un municipio sanabrés. Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, ED Semuret, Salamanca, 2003. 477 Frigolé, J: Un hombre, Ed_Muchnik Editores S.A, Barcelona, 1997, p. 14 370 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona debía pagar más al vaquero o trabajar más horas en el cuidado de la Dehesa, o aportar más manos en los trabajos comunales como reconstrucción de tapias de la Dehesa o limpieza de los canales de regadío. Pero a pesar de que existiesen estas diferencias, (que los miembros de la comunidad definen como mínimas o insignificantes), la conciencia social de los miembros de la comunidad es la de igualdad. Por este motivo existía una férrea solidaridad entre los vecinos, al que se le quemaba la casa se le hacía una nueva entre todos a prestación personal, o se intercambiaban posesiones como instrumentos para hacer la matanza o arar los prados, y la mano de obra de los hijos, todo con el objetivo de sobrevivir. Sin esta solidaridad de los miembros de la comunidad sería imposible pensar en su viabilidad a través del tiempo. En San Andrés, junto a la construcción del sí mismo como individuo aparece necesariamente la existencia del otros-comunidad en un doble sentido. La comunidad otorga elementos al individuo que este interioriza e intenta mantener por pertenecer a ella, pero también los otros son aquellos con respecto a los cuales el sí mismo se diferencia, y adquiere su carácter distintivo y específico, es decir, que entendiendo que cada individuo tiene un autoconcepto de sí mismo, y este lo traslada a todo cuanto hace, piensa y vive. La identidad individual se genera y desarrolla dentro de otra identidad más global y que viene dada como una construcción social. En el discurso de San Andrés sólo encontramos individuos dentro de las casas, en la esfera privada y más íntima, incluso a veces diluido en familias extensas de muchos hijos donde éstos son un grupo homogéneo que se diferencia de los padres o abuelos, mientras que en cuanto se traslada el discurso a fuera de la casa aparece la comunidad478. Esta identidad se reproduce de forma permanente de acuerdo al conjunto de los mecanismos disponibles con los que cuenta la comunidad de San Andrés y que son dos básicamente: la legislación en forma de ordenanzas y la participación en el concejo de vecinos, y a través de las tradiciones, fiestas y rituales. La institución del concejo y sus prácticas, como es en este caso un corporativismo social y una gestión comunal de los recursos, en la mayoría de los casos, juegan un papel clave en el proceso de identificación de los individuos con el grupo, y en la reproducción del patrón cultural existente. La comunidad de San Andrés es el modelo de las unidades sociales y culturales, y ésta constituye la base de la construcción de la identidad al convertirse en la conciencia común de tener todo un conjunto de características que los identifiquen- y que los igualen- como pertenecientes a un grupo y diferentes del resto de pueblos de alrededor. Por eso me parece oportuno considerar que la identidad colectiva479 es el estado de conciencia implícitamente compartido de unos individuos que reconocen y expresan su pertenencia a una categoría de personas, a una comunidad. La identidad que me interesa particularmente no es tanto la individual (conjunto de rasgos o informaciones que individualizan o distinguen el carácter intersubjetivo de la autoconciencia) como la colectiva480 (la identidad no es una esencia innata dada sino un proceso social de 478 Todas las identidades personales están enraizadas en contextos colectivos culturalmente determinados. Así es como surge la idea de identidades culturales 479 Herrero, J: Identidad Colectiva y Grupos Étnicos, (on line) consultado el 13 de octubre de 2010, 2002, Disponible en http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lco/cervantes_m_a/capitulo2.pdf 480 La identidad colectiva es el estado de conciencia implícitamente compartido de unos individuos que reconocen y expresan su pertenencia a una categoría de personas, a una comunidad que los acoge. 371 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona construcción, se requiere establecer los elementos constitutivos a partir de los cuales se construye). En San Andrés la identidad colectiva tiene un peso importante en la construcción de las identidades personales, pues esta construcción se relaciona con los procesos de inclusión y exclusión social en base a la discriminación que hace la comunidad en términos de igualdad. Tal es así, que incluso cuando las prácticas de gestión que explicitaban la igualdad en el pasado, desaparecen en el presente, la igualdad se sigue manteniendo como rasgo identitario en los mayores y ancianos de la comunidad actual. Es necesario entender la construcción de la identidad – colectiva y personal - como un proceso dinámico en el que aparecen varios elementos. Concretamente el proceso identitario del que hablan los informantes en San Andrés tienen tres elementos: primeramente, los individuos se definen a sí mismos, o se identifican con cualidades como son la solidaridad y una cierta pobreza481 y los convierten en categorías compartidas e incluyentes/excluyentes de la comunidad. Podríamos considerarlo como una identidad fruto de una socialización primaria que progresivamente genera la integración de valores, de comportamientos y actitudes que se reflejan en un estilo de vida determinado482. Al formar sus identidades personales, los individuos comparten ciertas lealtades grupales 483 respecto a esta igualdad económica y social que son culturalmente determinadas y contribuyen a especificar al sujeto y su sentido de identidad, sería el segundo elemento a tener en cuenta. Y en tercer lugar, la construcción de una identidad personal necesita y supone la existencia de otros. Los otros son aquellos cuyas opiniones se interiorizan. En este caso el discurso individual sobre el otro se hace en base a las mismas categorías que la comunidad: igualdad y solidaridad. Pero aparece a diferencia de la comunidad la necesidad de marcar lo que hace a cada uno diferente y específico, y eso se hace en discursos privados, y a través de conductas, que partiendo de una base igualitarista, se elaboran estrategias individuales y familiares para buscar un pequeño matiz que les haga destacar respecto al resto484. Erikson expresa esta idea diciendo que en el proceso de identificación el individuo se juzga a sí mismo a la luz de lo que percibe como la manera en que los otros lo juzgan a él485. La relación que se establece entre identidades personales y colectivas en San Andrés es de reciprocidad dinámica486. No pueden existir identidades personales sin la colectiva. En esta La pobreza entendida como éramos pobres; no nos faltaba lo básico, pues en todas las casas había leche, y patatas, pero sí pasamos alguna necesidad. 482 Bilbeny, N: Por una causa común. Ética para la diversidad. Ed. Gedisa. Barcelona. ,2002. 483 Lealtades grupales en el sentido kropotniano del término moral de apoyo mútuo: En el mundo animal y humano, la ley del apoyo mutuo es la ley del progreso que asegura la victoria a la especie que mejor sabe practicarla. Tal sentimiento de solidaridad ha ido operando a través del tiempo, haciéndose costumbre, hasta transmitirse por herencia desde el organismo microscópico al hombre: de ahí el origen del sentimiento moral, en Kropotkin, P: El apoyo mutuo. Un factor de la evolución, Ed Zero, Madrid, 1970, p. 157-158 484 Encontramos el trabajo de autores que plantean, en situaciones de cosmopolitismo, la igualdad al otro como fuente de libertad: También, pues, para el sujeto cosmopolita, la apertura al otro completa la relación con el yo. La igualdad hace posible su libertad. Y viceversa en ambos movimientos, que son de constante ida y venida. (…) Todas estas cosas son más quemazones y valores en abstracto, tienen un peso moral. Hacen verosímil el hecho de que los humanos constituimos una comunidad moral global. Y hacen razonable la creencia de que todos somos iguales en dignidad , en Bilbeny, N: La identidad cosmopolita: Los límites del patriotismo en la era global. Ed Kairós. Barcelona. 2008, p.99 485 Erikson,E.H. Identity, Youth and Crisis, Ed. WW Norton, New York .1968. p. 22. 486 Según Giddens, podríamos decir que las identidades colectivas son continuamente recreadas por individuos a través de los mismos medios por los cuales ellos se expresan a sí mismos como actores con una identidad, pero, 481 372 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona comunidad, y dado el peso que tiene la gestión de recursos comunales para la supervivencia de sus miembros, y la dependencia de la comunidad para cualquier actividad, es la comunidad la que dictamina el contenido, la elección de valores, la significación de las ideas de los individuos. La diferencia se enmarca dentro de las redes sociales de las que dispone cada familia. Los individuos se definen por sus relaciones sociales: parientes en Sotillo del Rincón, la prima que se fue a América y me envía ropa y zapatos para los niños, un amigo guardia civil, el hijo mayor de “fulanito” que tiene cargo en el ejército, la familia de Barcelona en la que ha servido mi hija… Lo que ocurre es que aquellos miembros que destacan y sobresalen por algún motivo, la misma comunidad les hace sentir tan extraños que deciden marcharse, o cambiar, por ellos mismos487. El proceso de identificación por oposición al otro ha existido siempre en la historia, y San Andrés no ha sido una excepción. Dado que la comunidad se ha presentado siempre como una unidad en la que no existían brechas entre los miembros, ha sido necesario buscar la oposición fuera de la comunidad. De ahí que tradicionalmente la comunidad de San Andrés siempre ha estado enfrentada a la de Almarza, por lo menos en la tradición oral. Dice la tradición que en el pasado la relación se inició al intercambiar “pastos por agua”, es decir, la Dehesa de San Andrés se compartió con la comunidad de Almarza, y a cambio, Almarza dejó utilizar las aguas del río Tera. No existe ninguna fuente documental al respecto, pero se ha mantenido la tradición oral, y se ha reforzado con una práctica ritual como es el intercambio del Arca. La oposición entre comunidades es un fenómeno que se ha dado a lo largo de la historia. San Andrés llama al otro almarceco, en tono despectivo. Esta oposición entre comunidades de San Andrés y Almarza, se exagera hasta fomentar la exclusión en diversos grados: de marcar la diferencia se puede pasar a la desconfianza, de ésta a la abierta hostilidad y, de aquí, muy raramente a la agresión. al mismo tiempo, las identidades colectivas hacen esas acciones posibles. De allí que una identidad colectiva sea el medio y el resultado de las identidades individuales a las que recursivamente organiza. Esta identidad colectiva estructura de carácter común, un patrón cultural, que puede ser descrito en términos de una serie de conductas, que pueden convertirse en un peligro al construir al otro por medio de estereotipos. En Giddens, A. : Modernidad e Identidad del Yo, Ed. Península, Barcelona, 1995 487 Ya que la solidaridad se mantiene como un estandarte identificativos de la comunidad, este proceso de exclusión no llega a completarse en San Andrés. La simple separación, constituye la exclusión de la participación en la explotación de los recursos comunales, y por lo tanto, la imposibilidad de la subsistencia en la comunidad. La comunidad de San Andrés no necesita elaborar mecanismos de exclusión de aquellos individuos considerados “malos” para la comunidad. 373 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Así dice un poema de la zona que muestra los tópicos que diferencian cada pueblo: Virgen de Santos Nuevos que estás al pie del Airillo no vayas a La Póveda ni a Barriomartín ni a Arguijo vente a San Andrés y Almarza que está más llano el camino María de Santos Nuevos que bueno está el campillar que buenos están los trigos bien nos los puedes guardar. Virgen de Santos Nuevos que estás al pie del Airillo no vayas a La Póveda ni a Barriomartín ni a Arguijo vente a San Andrés y Almarza que está más llano el camino. María de Santos Nuevos que bueno está el campillar qué buenos están los trigos bien nos los puedes guardar. Los de Rebollar inocentes los que azotaron la cabra los de Almarza los vagos que debajo del olmo no faltan; los de Gallinero forzudos y tiradores de hacha; los de San Andrés ni burra ni mujer; por Torre la mierda corre en Arévalo la lavan por Segoviela la esperan y en Cubo la recogen. Tal vez por estos motivos podemos ver, como es el caso de los que emigraron, que la identidad tiene un fuerte contenido emocional. Al ser una construcción simbólica488 y repleta de significados del Yo frente al Otro, esta identidad colectiva emerge en situaciones en las que se evidencia las diferencias con otra comunidad, otra cultura, otra forma de pensar, etc… Los valores son señales que dan plena dimensión a la realidad y a las situaciones. Enlazan la existencia humana con la naturaleza, con la sociedad, con la cultura, por lo que los tres códigos que presento están totalmente unidos e integrados, compartiendo incluso diferentes aspectos, siendo bases organizativas y explicativas de la sociedad. Los miembros de la comunidad de San Andrés establecen un conjunto de interacciones sociales en distintas 488 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p. 8 374 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona esferas: económica, política, religiosa, etc… Para conseguir estas relaciones, los individuos han creado mentalmente489 mecanismos ordenados que les permite mantener relaciones de interdependencia. La aceptación o sometimiento, y la reproducción de normas, valores y formas de comportamiento compartidos por la comunidad es lo que permite su integración en ella, por lo que el individuo en San Andrés, o era igual que los demás, o estaba fuera de la comunidad. La dificultad a la hora de hablar de la identidad sociocultural de cualquier comunidad o grupo radica en la identificación de los elementos constitutivos de ésta, ya que son construcciones arbitrarias que adquieren a veces un sentido de homologación, es decir, que potencian lo que cohesiona a los miembros del grupo, lo que les une; y otras veces adquiere un carácter de diversificación, es decir, que realzan y potencian lo que les distingue y hace diferentes. El primer proceso es el que encontramos entre los miembros de la comunidad de San Andrés. La tendencia al igualitarismo social, no sólo en un sentido estrictamente económico o de estatus social, sino en cuanto a derechos y deberes para con los otros miembros, es el motor de la identidad de los individuos. Ahora bien, como refleja el diseño de apertura del Arca al enfrentar de forma simétrica las llaves que permiten su apertura, existe un proceso de diversificación respecto a la otra comunidad: Almarza. En Almarza siempre ha habido ricos […] le pidió dinero a un señor de Almarza porque aquí nadie tenía […] Aquí sí ha habido buenos pastores […] siempre han jugado mejor los de San Andrés. En San Andrés no puede haber identidades personales sin identidades colectivas y viceversa. Lo que significa que, aunque ciertamente hay una distinción analítica entre las dos, no pueden ser concebidas aparte y sustancializadas como entidades que pueden existir por sí solas sin una referencia mutua. ¿Quién eres? preguntaba yo, pero el informante entendía la pregunta como: ¿quién soy yo a los ojos de los otros? En este sentido se podría decir que las identidades individuales en San Andrés venían configuradas desde afuera en la medida que eran la manera de cómo los otros lo reconocían. Esto quiere decir que la comunidad demanda, un compromiso de cada miembro individual, y lo hace de una forma dinámica produciendo significados e historias con los cuales las personas pueden identificarse. Cuando se habla con aquellos hijos de San Andrés que emigraron, como lo hicieron miles de sorianos que vieron la necesidad de emigrar, de abandonar su tierra en busca de un trabajo, (aunque la mayoría de ellos huían de la pobreza y ansiaban algo mejor, y sufrieron tener que ser desarraigados de su familia, de su ambiente, de sus amistades, y algunos, de su trabajo), cuando se les pregunta por su identidad, por cómo se definen a sí mismos y cómo se ven, el 489 La existencia en los individuos de una comunidad de construcciones mentales ordenadas que configuran la base de un sistema cultural, es lo que determina el reconocimiento de ciertas estructuras de poder. Esta construcción subjetiva de los individuos sobre el orden social como uno de los elementos constitutivos del poder es también compartida con Balandier en Balandier, G.: El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación, Ed. Paidós, Barcelona, 1994. 375 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona discurso no parece ser diferente del que tenían antes de salir del pueblo, pues los que aún residen en él tienen un discurso parecido. Sí es cierto que han integrado aspectos de la cultura en la que han vivido, pues han sido muchos años fuera de su tierra, pero los rasgos que definen su persona no dejan de repetir, una y otra vez, desde Sevilla, a Bilbao, desde Madrid a Barcelona, Zaragoza, Valencia, etc..., lo que José Tudela escribe490 en cuanto al soriano: El serrano-como se llama en el Sur al castellano viejo, sea de sierra o de valle – es analizador, escrutador, razonador. El medio hostil le ha hecho reconcentrar su atención defensiva en las cosas, no desparramando su acción inútilmente. Mira, observa y reflexiona lo que va hacer antes de ejecutarlo y previene con exceso todas las contingencias fortuitas. [...] cuando el serrano sale de su tierra para vivir en otras más fecundas, se encuentra en condiciones favorables para vencer la lucha, lo que da por resultado una acción lenta, pero segura. No se lanzará el serrano en arriesgadas empresas, para lo que hace falta mayor imaginación y temeridad de las que él posee; sus aptitudes tienen una especial aplicación para el comercio. [...] No sólo sus aptitudes, sino sus cualidades, que pudiéramos llamar adquiridas, históricas, como su buen hablar, con buena dicción, tono y corrección de la lengua de la vieja Castilla, la urbanidad y discreción de sus formas sociales, aunque sean ellos rurales; su secular ilustración, sabiendo bien leer, escribir y contar. [...] Esta pobreza agrícola contrasta con la estabilidad social. Es decir, que si estimamos de poco rendimiento la producción agrícola y pecuaria, como es muy pequeña la población, muy completa la armonía agropecuaria por el equilibrio entre labores y ganados, al ser éstos de agricultores y por tener muchos de los pueblos –casi todos – montes o pastos de propios y dehesa boyales, la vida económica del campesino soriano se desenvuelve sin agobios, aunque sin holguras. [...] Todos tienen su casa, su yunta de labor, su yegua o su burra, su cerdo, sus gallinas, sus tierras labrantías, porque apenas queda “colonia”, casi todos poseen su punta de ganado, lo que hace que, con sus hábitos de austeridad y economía, tengan casi todos sus ahorros. Quizá sea la provincia de Soria la que dé mayor coeficiente de ahorro en relación con la riqueza del suelo… Los emigrados de la década de los sesenta y setenta llegaban a grandes ciudades, principalmente Zaragoza, Barcelona y Madrid, para instalarse en la periferia de éstas en unas condiciones lamentables que soportaban esperando un cambio. Para muchos de ellos, el retorno a sus lugares de origen era un imposible, pues ya no tenían nada. Se creaban pequeñas comunidades de personas trasplantadas que a pesar de los esfuerzos de integración en su lugar de destino, llevaban, y conservaban a través del tiempo, la impronta de su condición de emigrante y en su recuerdo el lugar que les vio nacer y que les alimentó para desarrollar su cuerpo y formar la personalidad de su espíritu. Tudela, J: Notas de geografía social. Las migraciones profesionales sorianas. Homenaje a don Luis de Hoyos. Tomo II, CES, Soria, 1954, pp. 391-400 490 376 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La identidad cultural de San Andrés se nutre de significados e historias para que las personas puedan identificarse. Dado que la identidad colectiva resulta tan importante para la construcción de identidades individuales, existen un gran número de narraciones, fiestas y prácticas que refuerzan esta construcción, así como el origen inmemorial de las tradiciones o instituciones. Existe también un mito fundacional en el cual se hace referencia al origen de donde vienen todas las virtudes, representado por Cantogordo y el Arca, y que se desarrolla a partir del código tradicional. 8.3.- Código tradicional Por último queda el código tradicional. En él se engloban todas las reglas que permiten la comprensión de la realidad: religiosa, artística, científico-técnica, seguridad, fidelidad, etc... Siguiendo la propuesta de Rodríguez Iglesias, que las resume en tres reglas: la comprensión de la realidad, la seguridad y la fidelidad. En San Andrés el código tradicional tiene un testimonio de primera mano, que son los documentos del Arca –Archivo. Todos ellos son testimonio de cómo a través del tiempo todo lo histórico, lo ocurrido, cómo la comunidad entiende su realidad, como recoge y reproduce lo que le ha ido bien para tener la seguridad de que todo va a ser como lo pasado, esa fidelidad a prácticas e ideas que se acuerda, de las que se deja testimonio escrito año tras año. Para comprender el código tradicional habría que entender que todos esos conocimientos han nacido para que sean evolucionados y adaptados por los individuos que los poseen, en función de las circunstancias particulares de la época histórica y del lugar geográfico, y que en la actualidad estos conocimientos conviven con los nuevos, sin que ninguno de los dos pierda respecto al otro. Esto es lo que permite que una comunidad aprecie su cultura tradicional, la valore, la cuide y difunda sus contenidos. Pero el código tradicional tiene otra función, y es la de legitimación del poder. A través de las tradiciones los miembros de la comunidad obedecen a los que tienen el poder. La igualdad se ha ido manteniendo ligada a la gestión de los comunales porque se obedecía al Concejo de vecinos como una costumbre arraigada491 durante siglos, aunque también entraban en juego elementos de carácter wertrational492. Esta capacidad de legitimación que tiene el código tradicional es lo que permite que se mantenga éste vigente en la actualidad desde el gobierno del pueblo. La alcaldía nutre este código a través de la dinamización de las tradiciones populares porque a su forma de entender la gente se sigue identificando con el pueblo y el sentimiento de pertenencia facilita la cooperación de los vecinos en el mantenimiento, cuidado, reconstrucción del pueblo. Esta La costumbre arraigada, o los intereses materiales o una situación personal de desamparo o necesidad pueden crear la disposición a la obediencia. Joaquín Abellán en Estudio preliminar en Weber, M.: Sociología de poder, Alianza Editoria, Madrid, 2007, p. 31 492 Wertrational califica a un motivo como portador de un valor absoluto es decir, una motivación independiente de cualquier ventaja que pudiera conseguirse. Joaquín Abellán en Estudio preliminar en Weber, M.: Sociología de poder, Alianza Editoria, Madrid, 2007, p.30 491 377 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona vinculación ha dado lugar en los últimos diez años al incremento de la demanda de casa en el pueblo, o al aumento de empadronamientos que pagan tasas e impuestos destinados a llenar las arcas del ayuntamiento, o la llamada de personas vinculadas al pueblo que aportan e invierten su capital en dinamizar la vida de San Andrés a través de la creación de empresas o dinamización del sector turístico a cambio de determinadas facilidades económicas o de recursos, que se van a legitimar a través de la tradición. La confianza que se tenía en el pasado como lubricante necesario para la cooperación493 social y que venía determinada porque la comunidad compartía una serie de valores494, se ha perdido y dado paso a una nueva estructuración social. No existe igualdad, puesto que ya no es necesaria para la subsistencia de los habitantes de San Andrés, ya no se acepta la tradición como una forma de legitimar el poder que tenían las instituciones del común, y se ha convertido en una forma de dominación en sentido Weberiano495, pues se ejerce a través de normas tradicionales resignificadas que buscan fortalecer la vinculación al pueblo a través de la identidad y mantener un control sobre estas relaciones. Podemos entender que en las comunidades corporadas el capital social de la organización es fundamental, y contemplan aspectos como la confianza, las normas y las redes sociales, y que posibilitan las acciones coordinadas entre sus miembros. Putnam, R.D: Making Democracy Work. Civic traditions in modern Italy, Princeton University Press, New Jersey, 1993 494 Fukuyama,F: The end of History and the Last Man, Free Press, New York, 1992 495 La legitimidad del poder se basa en el carácter sagrado que tiene y que proviene de la tradición. Cuando la dominación se ejerce, (poder no legitimado) se hace en virtud de normas tradicionales y la obediencia es un respeto personal hacia quien gobierna, pues ha concedido una serie de favores que sitúa la relación gobernantegobernado en el plano personal y no en el público como tenía el Concejo. Weber, M.: Sociología del poder, Alianza Editorial, Madrid, 2007, p.39 493 378 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 9: LA EVOLUCIÓN DE LA IGUALDAD A FINALES DEL SIGLO XX Cuando consideramos un sistema de creencias…una forma de organización social… la pregunta que planteamos es sin duda: ¿Qué significa todo esto?496 Lévi-Strauss Toda esta expresión de la igualdad permitió que la comunidad construyera simbólicamente sus límites497. En esta construcción, compleja, intervienen más elementos, que aunque no son determinantes, si contribuyen a definir y entender el término como son la identidad, las fronteras y el poder. La igualdad impregna cada uno de estos conceptos y los carga de un significado concreto y particular, y les dota de un dinamismo constructor/reproductor, controlador/estructurador de la comunidad498. El concepto comunidad es un punto crítico y clave si pretendemos comprender en profundidad la forma de vida particular del pueblo, y para ello no podemos reducirnos a una definición técnica, o geográfica, o política. La aproximación a San Andrés, para comprender, debe realizarse a través de los valores (la igualdad relacionada con la honradez, la autonomía y la ayuda mutua), los símbolos (el arca, la tradición, los rituales) y la ideología (comunidad de iguales en el acceso y gestión del poder) Para entender qué representa la igualdad en San Andrés es necesario entender cómo se configura su comunidad. 496 497 Lévi-Strauss: Antropología estructural. Ed Paidós. Barcelona 1987 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, pp. 8-14 498 Ibid, p. 8 379 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Figura 7. Mapa conceptual SÍMBOLOS VALORES IDEOLOGIA S IDEACIÓN DE LOS CÓDIGOS CULTURALES CONFIGURACIÓN DE LA COMUNIDAD Sensación de pertenencia a través de la igualdad IDENTIDAD REALIZACIÓN DE LOS CÓDIGOS CULTURALES Relación entre los miembros Prescripción normativa vs. descripción empírica Instituciones dominan la vida social Continua más allá de las prácticas FRONTERAS Inclusion-exclusión Discrimina Categorias Sociales PODER DOMINACIÓN 380 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Como cualquier otra comunidad en San Andrés existe una sensación de pertenencia499, que se pone de manifiesto explícitamente mostrando lazos de unión que permiten a los individuos identificarse como miembros de ella más allá de los límites geográficos, políticos, o incluso de las prácticas y relaciones locales. Afirmaciones como viven en Madrid pero son del pueblo […] Aunque llevan muchos años fuera te siguen saludando y hablando contigo porque aunque se tuvieron que ir por el trabajo siguen siendo vecinos del pueblo. Cuando hay que hacer algo en el pueblo siguen viniendo a prestación personal los primeros, denotan que los que residen en el pueblo incluyen como vecinos a algunas familias que a pesar de haber emigrado a grandes ciudades mantienen el vínculo con el pueblo. Un elemento clave en la construcción de la comunidad, y relacionada estrictamente con la igualdad es la existencia durante tanto tiempo de comunales. El hecho de la existencia de la Dehesa comunal ha intervenido de forma nuclear en la conformación de la comunidad pues los criterios de inclusión/exclusión500 de la comunidad eran los mismos que los de inclusión/exclusión en el aprovechamiento de comunales, a los que podríamos contemplar como frontera que marca el principio y el final de la comunidad de San Andrés501. Posiblemente, la existencia todavía de esta Dehesa en régimen de comunales permita que se mantengan los lazos entre los miembros, no tanto compartiendo su forma de entender la vida como pasaba hasta finales del siglo XX, pero si su identidad502 y sentimiento de pertenencia, que se la traslada, y se trasladó cuando emigraron a otras zonas porque forma parte de su esencia. Constancia de ello podemos encontrar en las Casas de Soria503 que hay en Barcelona, Madrid, Sevilla, Bilbao, etc.., donde los sorianos, y dentro de ellos los habitantes de San Andrés, evocan continuamente los valores que se defienden y trasmiten en su comunidad de origen y no tanto en las que les acogen504. Cuando se les pregunta por cómo se sienten, o cómo se identifican, ellos lo hacen a través de los recuerdos de sus experiencias vividas en San Andrés. Incluso al explorar este aspecto en la Casa de Soria de Barcelona me encontré que los socios habían trasladado las rivalidades entre pueblos a la Casa de Soria de Barcelona505. Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p. 8 Ibid, p. 12 501 Ibid, p.20 y ss. 502 Reconozco que este término resulta también complejo de definir y trabajar, pero lo utilizaré a falta de otro mejor, e intentaré explicar su sentido dentro de la investigación. 503 Llevé a cabo muy poco trabajo de campo en la Casa de Soria de Barcelona porque la saturación de datos se produjo rápidamente, pero me pareció fundamental ya que la comprensión de los límites de la comunidad debían continuar necesariamente hasta donde llegasen las relaciones locales que son importantes en la vida de sus componentes, según afirma Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p.10 504 Cabría explorar en este sentido las historias de vida y las experiencias de la emigración, y la carga simbólica y emotiva que está vinculada a este proceso, pero no se ha contemplado en esta investigación ya que no respondía a los objetivos planteados. 505 Como anécdota que refleja esta situación me encontré, una vez que dí una conferencia sobre etnografía de San Andrés en la Casa de Soria, que al hablar de antiguas leyendas sobre el litigio mantenido con otros pueblos sobre la posesión de la Virgen de Santos Nuevos se trasladó el litigio al 500 499 381 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Aquella situación no hizo más que corroborar cómo cada comunidad, por pequeña que sea, siente y practica unos rasgos definitorios que ayudan a construir la identidad personal y de la comunidad506. Muy especialmente si esta forma de verse a sí mismos va acompañada de una expresión de valores507. La identidad personal se configura a través de los valores y comportamientos adoptados por una comunidad que unida al conjunto de significados configuran la forma de entender la vida y de vivirla508. Por lo tanto, y siguiendo el esquema anteriormente expuesto, hablar de comunidad hace referencia a hablar de identidad, una realidad repleta de afectos, vecindad, familiaridad, rivalidad, celos, envidias, ayuda mutua que se explicitan a través del sistema de valores que articula la igualdad como eje central. La práctica de estos valores refuerza la conciencia de comunidad, ya que son necesarios para que ésta sobreviva como tal. Si no existe igualdad, honradez, solidaridad, autonomía, no se puede llevar a cabo la práctica de los comunales, y sin explotación de comunales la comunidad no sobrevive. Estos valores se explicitan y se comunican a través de los símbolos que se recogen en los rituales, como el traslado del Arca de un pueblo al otro. Los símbolos no sólo representan estos valores, sino que suplen parte del significado del valor que no se puede comunicar en el día a día de la comunidad. El traslado del Arca y la lectura de un escrito de forma pública no otorgan más significado a la igualdad509, pero si permite año tras año, generación tras generación construir de nuevo el valor, manteniendo esa unión permanente de pasado y futuro. Toda esta parte es lo que hemos tratado en el capítulo anterior como ideación. Los comportamientos y manifestaciones serán la realización. Los valores influyen en la importancia relativa que una comunidad dará a los diferentes roles y a la movilidad social entre ellos. Si en un momento los valores moldean las actividades, después, en otro momento, las actividades modificadas darán forma a los valores510. ¿Pero qué ocurre en una comunidad cuyo valor más significativo es la igualdad? Si la consecuencia de la interacción entre diferenciación y valoración en la sociedad es su sistema de estratificación social, en San Andrés en que los papeles funcionalmente necesarios son prácticamente igual valorados, y que la misma auditorio y discutían los allí presentes de quien era la posesión de la Virgen, echando en cara y definiéndose los unos a los otros en relación a la comunidad a la que pertenecían: los de San Andrés y Almarza contra los de Barriomartín , o contra los de Arguijo 506 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p 11 507 Entiendo por valor lo que es “valioso” para el individuo o para la comunidad; y puede ser valiosos en términos sociales, económicos, políticos, familiares, etc... Como algo que tiene una carga positiva en la persona y en la comunidad, que es bueno para ellos, y por este motivo se mantiene y reproduce a través de mecanismos de diversa índole, Frondizi, R: ¿Qué son los valores?, FCE Ed, México, 1999. 508 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p12 509 Cohen, A.P: The symbolic construction of Community, Taylor and Francis Library, London, 2001, p. 15 510 Barber, B: Estratificación Social. Un análisis comparativo de la estructura del proceso, ED. Fondo de Cultura , Madrid, 1991, p. 17 382 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona comunidad concede un valor igual a casi todos los miembros y a las actividades que se realizan, la estructura desigual se reduce. Cuando abordamos comunidades con estructura sociales complejas, vemos que los papeles diferenciados son una forma eficaz para solucionar los problemas de una comunidad, pero para las comunidades pequeñas, como es el caso de San Andrés, en la que el acceso y participación de la economía de subsistencia tiene que estar muy equilibrado para tener una gestión sostenible, se intenta por diversos mecanismos la reducción de la diferenciación entre los miembros y por lo tanto se intenta negar esta valoración social diferencial que se pueda hacer, imponiendo la igualdad como el valor de la comunidad, adoctrinando, reproduciendo y trasmitiéndola como un valor integrador en el grupo. Si hasta ahora hemos destacado los aspectos positivos del Concejo, también podemos encontrar en los aspectos de limitación de la libertad del sujeto o de la iniciativa personal. Las instituciones y prácticas rebajan el nivel de las aspiraciones de los individuos haciendo que se sientan contentos con las funciones sociales que se les otorgan. También existen mecanismos que persiguen reducir las valoraciones de los diferentes papeles sociales a través del Concejo de vecinos, y como es del todo imposible eliminarlas porque es un acto intrínseco al ser humano, la valoración la hace la comunidad como la alienación de la persona. La relación de una economía de subsistencia o de minifundio con un igualitarismo social es una idea trabajada desde los años cincuenta en las investigaciones de la provincia de Soria. Así lo expresaba José Tudela: Esta pobreza agrícola contrasta con la estabilidad social. Es decir, que si estimamos de poco rendimiento la producción agrícola y pecuaria, como es muy pequeña la población, muy completa la armonía agropecuaria por el equilibrio entre labores y ganados, al ser éstos de agricultores y por tener muchos de los pueblos –casi todos – montes o pastos de propios y Dehesa boyales, la vida económica del campesino soriano se desenvuelve sin agobios, aunque sin holguras511. Arguedas512 ya nos presenta en su monografía sobre la Muga de Sayago, una comunidad en la que no existe tratamiento diferente entre los vecinos, sobre todo por las diferencias económicas, todos se consideran iguales. Surge aquí la existencia de una igualdad social de todos los integrantes de la comunidad, denominados por Arguedas como comuneros vecinos. Lo que me interesa clarificar es que esta pretendida igualdad social existe realmente así como toda una serie de normas sociales que actúan como mecanismos de reproducción e igualación social, que no resultan evidentes, muchas veces, ni explícitas, para los miembros que las practican, sino que se integran en una forma de entender la vida, de moral social e ideario político-económico que da lugar a un tipo de comportamiento. La visión global de todo el conjunto de significados, de comportamientos sociales e individuales, y de Tudela, J: Notas de geografía social. Las migraciones profesionales sorianas. Homenaje a don Luis de Hoyos. Tomo II, CES, Soria, 1954, pp. 391-400 512 Arguedas, JM: La Muga. Una sociedad quiñonizada en desarrollo hacia una sociedad de tipo liberal, 1987 511 383 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona relaciones da lugar a una cultura propia, y que como en otras culturas existe una relación estrecha a la forma de tenencia de la tierra, de su explotación y del acceso a los recursos. En este caso hablamos de una sociedad igualitaria como consecuencia no solo de la economía de la zona, sino de las valoraciones que hacen los propios individuos de su comunidad y de las relaciones que mantienen entre ellos. Poder y dominación Un aspecto importante a destacar en la configuración de la idea de igualdad es la de su integración del concepto poder.513 Cabe destacar la diferencia que existe entre poder y dominación514 en función de su legitimación y la relación que guardan con el hecho de que las personas que pertenecían a la comunidad de San Andrés actuaran con la idea de que existía un orden legítimo: la igualdad515. El poder ha influido en San Andrés en la reproducción de patrones en tanto en cuanto las ideas de los que ostentan el poder, que era todo el común, proporcionaban explicaciones y fundamentos para la dominación de los otros, y estructuraba el contexto.516 Consideramos el valor de la igualdad como una idea que proporciona explicación y fundamento a una serie de conductas observables que reproducen y reformulan esta idea. 517 Como valor no podemos separar ideas versus conducta puesto que ambas partes son constituyentes y vinculantes. Si abordásemos la igualdad estrictamente Los antropólogos han favorecido una perspectiva de la cultura desprovista de poder. Proponen un concepto de “ideología” carente de cultura, definiéndola como las ideas que proponen las élites o las clases dirigentes para defender su dominación, sin prestar atención a los elementos específicos de las configuraciones culturales, en Wolf, E: Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis. Ed. Ciesas Antropologías. Centro de Investigaciones y Estudios superiores. México, 2001, p. 15 514 Seguiré la distinción que realiza M. Weber en Sociología del poder, que trata ambos conceptos como Conceptos sociológicos fundamentales de las regularidades de la acción social. Weber, M: Conceptos sociológicos fundamentales, Alianza Editorial, Madrid, 2010, p. 110-113. 515 La existencia de este orden legítimo fundamenta la posibilidad de sancionar a quienes se desvíen de eses orden, Por eso a partir de la idea de igualdad, se configura todo el derecho consuetudinario que se recoge en el Arca. 516 Wolf hace referencia a las racionalizaciones de la conducta orientada hacia el propio interés, cuestión importante en la Antropología americana de los años cincuenta, consideradas como interpretaciones mentalistas de la conducta: Los patrones de valores, las ideas y otros sistemas simbólico-significativos como factores que moldean la conducta humana, así como los artefactos que se generan a través de la conducta. (…) encontrar formas para cuestionar dicho material con el objeto de definir las relaciones de poder, que se manifiestan en las confirmaciones sociales y en las configuraciones culturales, y así rastrear las posibles formas en que estas relaciones de poder se engranan con las ideas, en Wolf, E: Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis. Ed. Ciesas Antropologías. Centro de Investigaciones y Estudios superiores, México, 2001,p. 15 517 Wolf, E: Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis. Ed. Ciesas Antropologías. Centro de Investigaciones y Estudios superiores, México, 2001, p. 16 513 384 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona como idea perderíamos toda la verificación observable que nos aporta la conducta.518 Explicar una idea implica también explicar sistemas y prácticas. Wolf afirma que las ideas tratan de algo, tienen un contenido que realiza una función determinada para la gente.519 Así pues el poder es un aspecto que impregna todas las relaciones que se establecen entre las personas en la transmisión y comunicación de los valores. El poder funciona de manera distinta según el contexto en el que se lleva a cabo la relación520, por eso en San Andrés el poder hay que entenderlo dentro del contexto de la igualdad. Pero no sólo el poder configura la igualdad, sino que la igualdad configura el poder dando lugar a un círculo que se retroalimenta continuamente, y que sólo se rompe cuando en este círculo entran en juego otros elementos, como fue para San Andrés la entrada en la CEE, el cambio de paradigma económico, la independencia de la gestión de los comunales para la subsistencia, y la desaparición del concejo. En los inicios del asentamiento de San Andrés y la configuración de la primera comunidad, posiblemente el orden social se configuraba a través del parentesco, pues provenían de las collaciones de la ciudad de Soria. Lévi-Strauss nos presenta a las relaciones de parentesco como estructuras elementales de las alianzas521. Las relaciones de parentesco establecían los referentes mínimos para conferir a los Ningún cúmulo de conocimiento sobre las reglas o los códigos –competentes de los nativos- puede dar cuenta de fenómenos tales como la pobreza, el subdesarrollo, el imperialismo, la explosión demográfica, las minorías... Estos fenómenos son la consecuencia de vectores, secantes y contradictorios, de creencias, de voluntad y poder. No pueden entenderse como manifestaciones de códigos y reglas, en Wolf, E: Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis, Ed. Ciesas Antropologías, Centro de Investigaciones y Estudios superiores, México 2001 , p. 17 519 Wolf, E: Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis. Ed. Ciesas Antropologías. Centro de Investigaciones y Estudios superiores, México 2001, p. 18 520 Para Wolf, E en Figurar el Poder. Ideologías de dominación y crisis. Ed. Ciesas Antropologías. Centro de Investigaciones y Estudios superiores. México 2001, p. 15; el poder funciona de manera distinta en relaciones interpersonales, en medios institucionales o a nivel de redes sociales. Por ese motivo el autor diferencia entre cuatro tipos de poder: 1) El Poder de la potencia o la capacidad que se considera inherente a un individuo. En “sentido nietzscheano”, las personas entran en el juego de poder pero no explica de qué se trata el juego pues para Nietzsche el hombre es “voluntad de poder”. El mundo es voluntad de poder y solamente voluntad de poder. Esta voluntad de poder hace que el mundo se guíe, se rija. Es una fuerza activa que incentiva al hombre a ir a más, a tener más poder. No existen reglas ni normas del juego más aquellas que el mismo hombre decide poner libremente para manifestar su voluntad de poder. En el juego del poder es el primer motor ya que hablamos del poder de forma individual. 2) El Poder que se manifiesta en las interacciones y las transacciones entre la gente y se refiere a la capacidad que tiene un ego para imponerle a un alter su voluntad en la acción social. Desde una visión Weberina. 3) El Poder que controla los contextos en los que las personas exhiben sus propias capacidades e interactúan con los demás. Este sentido centra la atención en los medios por los cuales los individuos de los grupos dirigen o circunscriben las acciones de los demás en determinados escenarios: PODER TÁCTICO O DE ORGANIZACIÓN 4) El poder estructural que se manifiesta en las relaciones; no sólo opera dentro de los escenarios y campos, sino que también organiza y dirige esos mismos escenarios, además de especificar la dirección y la distribución de los flujos de energía. 521 Lévi-Strauss, C: Las estructuras elementales del parentesco. Editorial Planeta Agostini. Madrid. 1993 518 385 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona miembros de una familia o grupo social, la identidad requerida para establecer intercambios materiales y simbólicos522. Las relaciones de parentesco523, en aquel entonces debieron establecerse como uno de los elementos fundamentales para establecer alianzas, heredar o transmitir el poder. Para legitimar este poder debemos suponer que la comunidad validaba el orden social que había establecido y que éste orden tenía un carácter obligatorio524.525. En San Andrés y Almarza se va reproduciendo una moral implícita en las relaciones sociales, que obliga de alguna manera a ayudar al vecino más desfavorecido. Esta moral526 se constituye desde la igualdad como eje vertebrador. No se le ayuda por motivos de solidaridad o compasión cristiana, sino para mantener vivo el valor de la igualdad. Al corregir las situaciones que sobresalen por debajo de la igualdad, es decir, cuando algún individuo es desigual por estar desfavorecido a causa de una desgracia personal o natural, la comunidad interviene para restaurar su igualdad. Es el pequeño precio que debe pagar la comunidad para poder legitimar las conductas que sobresalen por arriba y corregir esas desigualdades, pues al común no le interesó que existieran vecinos con más posibilidades que otros. Varios informantes hablan de la figura de los indianos para definir aquellos que emigraron a América y volvieron con algo de fortuna. También a los parientes que se quedaron en Argentina, Chile… y que les mandaban cajas de ropa y zapatos. 523 Esto sugiere que al investigar las relaciones de poder en una localidad comparativamente menor al conjunto de la región, y considerando un desarrollo poblacional moderado, será viable intentar seguir las redes de alianza a partir de una relación endogámica y descubrir cómo las relaciones de parentesco se entrecruzan una y otra vez, determinando así las vías de acceso al poder. Las relaciones de parentesco han resultado fundamentales en la comunidad de San Andrés pues los beneficios que los individuos recibían al establecer intercambios se regulaban por una cultura sustentada en las relaciones de parentesco. Es el caso del papel simbólico que revisten las relaciones de intercambio, donde fuera de los beneficios de carácter económico y de la protección a que se hace acreedor todo miembro del grupo social, encuentra diferentes tipos de beneficios. De esta manera podemos ver como las mismas relaciones de parentesco establecen las potencialidades o limitaciones de los diferentes grupos para mantener o transferir el liderazgo. Se dice que los símbolos de parentesco son adecuados para articular relaciones de cambio interpersonal, mientras que los símbolos rituales lo son para expresar relaciones políticas a un nivel más alto. La función principal de las estructuras simbólicas es el mantenimiento del orden social establecido o la de introducir cambios manteniendo el orden general de las estructuras de poder. 524 Max Weber distingue cuatro motivos por los que la comunidad podía atribuirle legitimidad a este orden: 1)En virtud de la tradición, 2) en virtud de una creencia en que algo tiene un valor absoluto, 3) en virtud de lo establecido legalmente por las instituciones, 4) en virtud de una creencia arraigada en el ánimo. Weber, M: Sociología del poder, Alianza Editorial, Madrid, 2007, p. 21 -22. 525 Las ideas de Lévi-Strauss nos conducen a vincular las relaciones de parentesco con cuestiones explícitas y prohibiciones a que están expuestos los miembros de un grupo social. Si analizamos con detenimiento podemos ver que las interpretaciones de Lévi-Strauss sobre las relaciones de parentesco, las universalidades que él pone al descubierto, nos conducen a definir cuando el grupo social señalado como objeto de estudio puede ser caracterizado como un grupo de relaciones predominantemente endogámicas como exogámicas, en Lévi-Strauss, C: Las estructuras elementales del parentesco. Editorial Planeta Agostini. Madrid. 1993 , p. 124 526 Moral que comparten los miembros de la comunidad y que les obliga a cooperar para sobrevivir, o como lo consideraría Kropotkin, el apoyo mutuo como adaptación. 522 386 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En el San Andrés actual, durante el trabajo de campo de esta investigación, nos vamos a encontrar un doble discurso. En primer lugar, la valoración respecto a la comunidad se hace siempre en términos de igualdad, y se perciben como buenos y deseables todas aquellas actividades, mecanismos e instituciones que la llevan a cabo. Las relaciones que se establecen, tanto las que se dan a nivel personal como familiar o como las normas explícitas destinadas a la regulación de estas relaciones que iban destinadas a la supervivencia de la comunidad en el pasado, se mantienen mientras viven los abuelos que las vivieron como necesarias. Todo aquello que se interpreta como bueno, acciones, pensamientos, costumbres que forman parte de la moral de sus gentes, puesto que la moral es precisamente el compendio de esas tradiciones y costumbres que una sociedad reproduce y mantiene porque interpreta y vive como buena527. Pero la moral, así como los valores mueren con las personas, y las nuevas generaciones, con experiencias diferentes, aunque mantienen vivos algunos, modifican e incorporan otros. ¿Por qué se consideraban buenos y deseables ciertos comportamientos y en función de quien, o de qué? Aquí cabe incluir la idea de poder528 en esta investigación ya que también responde a la necesidad manifiesta de la comunidad de San Andrés para sobrevivir. El poder ordena la sociedad y le permite generar las estrategias que persiguen como fin último el bienestar del individuo dentro de la comunidad garantizando así su permanencia y continuidad. El poder es coercitivo entre quien manda y quien es sometido al mando529. Las sociedades complejas suelen separar la estructura de poder de la organizacional aunque formen parte del mismo órgano social. Por lo tanto, explorar cómo el poder impregna las relaciones sociales, reconocer las características concretas de las relaciones de poder ubicadas en el espacio público, complementa esta visión del valor de la igualdad y de la estructura e instituciones que se manifiestan, reproducen, transmiten y definen. La mayor parte de las veces se presupone que el ejercicio del poder, es decir, la reproducción y legitimización530 de La cultura tradicional podría ser considerada como el resultado de la acumulación y trasmisión de creencias y conocimientos con los que el individuo regula y mejora sus relaciones (con otras personas, con la naturaleza y el entorno, etc.., en Díaz, J : El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001,p. 29 528 Poder como un aspecto de todas las relaciones entre las personas, en Wolf, E: Figurar el poder. Ideología de dominación y crisis. Ed Ciesas, Antropología. CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES. MEXICO (2001) 529 Los equilibrios de poder como un juego. Si los equilibrios cambian y generan ganancias para un grupo, representan pérdidas entre otros, en Wolf, E: Figurar el poder. Ideología de dominación y crisis, Ed Ciesas, Antropología, Centro de Investigaciones y estudios superiores, México, 2001. 530 Según Weber: En principio (para comenzar) existen tres tipos de justificaciones internas, para fundamentar la legitimidad de una dominación. En primer lugar, la legitimidad del eterno ayer, de la costumbre consagrada por su inmemorial validez y por la consuetudinaria orientación de los hombres hacia su respeto. Es la legitimidad tradicional, como la que ejercían los patriarcas y los príncipes patrimoniales antiguos. En segundo término, la autoridad de la gracia (Carisma) personal y extraordinaria, la entrega puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la capacidad para las revelaciones, el heroísmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Es esta autoridad carismática. La que detentaron los Profetas o, en el terreno político, los jefes guerreros elegidos, los gobernantes plebiscitarios, los grandes demagogos o los jefes de los partidos políticos. 527 387 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona las relaciones asimétricas de dominación no están presentes en pequeñas comunidades de características igualitarias. Este error, prima facie intrascendente, precipita un análisis pobre de las relaciones sociales pues no considera la presencia de estructuras531 originales sobre las que descansan las relaciones sociales del poder actuales. Resulta imprescindible establecer una definición de poder para su posterior análisis. Para ello recurriré a distintos autores. El concepto de poder desde una perspectiva amplia designa la capacidad o posibilidad de obrar, de producir efectos532. Lo que me interesa de esta definición es su concreción social, pues el poder impregna la relación entre las personas, podríamos decir incluso que es un tipo de relación entre individuos. Weber lo define la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad533. Existen relaciones de poder solo cuando se controlan los recursos que son valorados por el grupo, como es el caso del acceso a los comunales o a la Dehesa en el caso de San Andrés, con el agravante de que no solo son valorados sino necesarios para la supervivencia de las familias. Por ende, poseerá poder una persona o grupo de personas que controlen los recursos que desean otros. Quien tiene el poder dirige la acción de los otros; bien sea de forma individual o colectiva esta acción es aceptada. En estos momentos, el poder lo posee la alcaldía. El poder se encuentra en todas las relaciones sociales; todas son relaciones de poder, por lo cual todos los actores mantienen una cuota diferencial, o igualitaria, del mismo.534 Buscar una definición de poder útil para explicar tanto la capacidad de manipulación de los líderes535 (aunque estos no se muestren explícitamente) o cómo un grupo de personas son capaces de ejercer una presión eficaz sobre los que han sido elegidos como líderes, resulta complicado.536 Es más útil para esta investigación ver el poder como una relación de intercambio537 recíproca donde los términos de intercambio favorecen a una de las partes, generando una relación asimétrica, en la cual un actor gana más que otro. En el San Andrés actual el poder solo puede Tenemos, por último, una legitimidad basada en la legalidad, en la creencia en la validez de preceptos legales y en la .competencia objetiva fundada sobre normas racionalmente creadas, es decir, en la orientación hacia la obediencia a las obligaciones legalmente establecidas; una dominación como la que ejercen el moderno servidor público. y todos aquellos titulares del poder que se asemejan a él” Weber, M.: Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica. México. 1984 531 Entendemos por estructura de poder “El conjunto de relaciones en donde los individuos o grupos buscan el control del medio ambiente y el ejercicio del poder sobre otros grupos o individuos” en Leyva, X: Poder y desarrollo regional. Editorial el colegio de Michoacán-Centro de Investigaciones y estudios superiores en Antropología Social. México, 1993, p.36. 532 Bobbio, N y Matteucci: Diccionario de Política, Siglo XXI Editores,México, 1988, p. 1217 533 Weber, M.: Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica, México,1984, p.43 534 La realidad de las relaciones de poder en San Andrés es que a pesar de ser una comunidad corporada e igualitarista, aparecen pequeños desequilibrios encubiertos, por lo que realmente cada miembro/familia tiene una cuota diferencial de poder que intenta mantener, pero no hacer explícita. El discurso público es de igualdad, pero los comportamientos particulares buscan adquirir un plus de poder respecto al vecino. 535 Weber, M.: Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica. México,1984, p. 65. 536 Pannebianco, A: Modelos de partido. Alianza editorial. Universidad de Madrid, Madrid, 1982. 537 Crozier, M. y Friedberg, E.: L´acteur et le système. Editorial Seuil, Paris, 1977, p. 65 388 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ejercerse satisfaciendo al menos en parte las exigencias y expectativas de los otros, entregando una parte de recursos, como es la subasta de parcelas de lo que era el antiguo Prado de los Toros para su urbanización, o el alquiler de la escuela a empresas o personas que quieran abrir un negocio en muy buenas condiciones, o la construcción de naves en un polígono industrial vendiendo el suelo a un precio simbólico beneficiando a personas y empresas concretas, en detrimento del bien común como era la era. En el caso de que exista una demanda sobre algún recurso, por ejemplo, sobre el uso de un bien comunal para un beneficio particular, el éxito en la negociación o intercambio con el resto del grupo (o con la institución que lo representa) está determinado por el grado de control que tengan los actores sobre los recursos que están en juego. El poder, en este caso, está relacionado con el control de las áreas de incertidumbre organizativa, es decir, sobre todos aquellos factores que de no ser controlados, amenazarían o podrían amenazar la supervivencia de la comunidad y/o la estabilidad de su orden interno.538 Referirme al poder como una relación de intercambio precipita necesariamente mencionar qué actores intervienen en esta relación. En función de la estructura social estos agentes son diferentes, ya que en una sociedad con una estratificación muy marcada en la que destacan diferentes grupos sociales existe un líder o élite por un lado, y las bases o los presos del poder por otro; mientras que en una sociedad igualitarista esta estratificación social queda más diluida y las diferencias no se explicitan539. Las relaciones que se establecen pues son de dos tipos: relaciones horizontales y relaciones verticales. Al conocer las relaciones de poder, es menester conocer el contenido del intercambio en el que se concreta el poder organizativo 540ya que no es suficiente conocer a los actores que establecen las relaciones de poder (me refiero a que es necesario adentrarse en el contenido de las negociaciones). Una forma de darles sentido puede ser a través de los incentivos541, teoría que sostienen otros autores542, y que establece que los líderes intercambian incentivos colectivos y/o selectivos con la base. Estos intercambios son asimétricos porque los actores no tienen la misma capacidad de acción, pues el que ostenta el poder posee mayor libertad de movimiento porque controla los recursos, y por tanto, controla el beneficio, bienestar y supervivencia de los otros. Lo que ocurre con las relaciones de poder y que de alguna manera interviene en San Andrés para que el valor de la igualdad se magnifique, es que son relaciones circulantes, sin fin e interdependientes. Esta percepción dinámica del control del poder obliga a los que lo ostentan a reflexionar sobre aquello que puede ocurrir mañana cuando mi porción de poder se reduzca a favor de otro vecino. En este punto la igualdad se refuerza y legitima porque es la única vía posible para asegurarse que el futuro no generará cambios en la vida -más o menos aceptable y cómoda- que disfruta la comunidad. Crozier, M. y Friedberg, E.: L´acteur et le système. Editorial Seuil, Paris, 1977, p. 66 Contreras, J: Estabilidad y relaciones de poder” en Prat, Martínez, Contreras, Moreno (eds): Antropología de los pueblos de España. Ed. Tauris, Madrid, 1991, p 499-519. 540 Crozier ,M. y Friedberg , E.: L´acteur et le système. Editorial Seuil, Paris, 1977, pág. 66. 541 Pannebianco, A: Modelos de partido. Alianza editorial, Universidad de Madrid, Madrid, 1982 542 Barley, N: El Antropólogo inocente, Editorial Anagrama, Barcelona, 1989 539 538 389 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Panebianco divide los incentivos que reciben los seguidores de un líder, (en aquellas relaciones en las que existe un intercambio) como incentivos colectivos (con una comunidad), o selectivos (con un grupo escogido). Los incentivos colectivos son aquellos que están asociados con la identidad del grupo y que el líder los hace explícitos a través del discurso. Estos incentivos son evidentes, no se ocultan. Por otro lado, los incentivos selectivos se subdividen en materiales y de estatus/poder. Los incentivos de estatus o de poder son más difíciles de comprender porque son menos visibles. Son incentivos que se ocultan ya que implican cambios en las porciones de poder que tienen los miembros de la comunidad, y son contrarios al valor insignia de la comunidad de San Andrés desestabilizando la igualdad. En esta comunidad, haciendo revisión histórica de las fuentes documentales, encontramos que los numerosos litigios mantenidos con externos buscan el poder por el bien común, pero nunca el poder por el poder, ya que esto les situaría fuera del deber ser543 de su moral igualitaria. La igualdad actúa además como un incentivo colectivo.544 En el caso de San Andrés y Almarza todos los vecinos tienen acceso a los comunales, y en este caso son todos aquellos que están empadronados en los pueblos –sin tener en cuenta su condición de criado o pobre de solemnidad - teniendo en cuenta tan solo que resida en los pueblos. Como hemos visto anteriormente, y así nos lo corroboran los informantes, quien más o quien menos tenía cabezas de ganado en casa, vacuno, ovino, porcino.., para explotar los comunales; aunque claro está, no se beneficiaba lo mismo el que tenía diez cabezas de vacuno que el que tenía dos, pero en todo caso todos obtenían un cien por cien de beneficio de usufructo en proporción a su patrimonio ganadero. Para que este sistema fuese lo más justo posible se pagaba una cantidad simbólica por cabeza de ganado, tal que el que tenía más pagaba más, y el que tenía menos pagaba menos. En la actualidad solo explotan la Dehesa para uso ganadero dos familias que han podio crear y mantener una explotación ganadera significativa. De los otros recursos comunales de los que se beneficiaban los vecinos, como eran la madera y la piedra para construcción o reparación de carretas, y la leña para calentar y cocinar en las casas, o el toro semental y su cuadra, o el agua era igual para todos, actualmente se mantienen algunas actividades como la suerte de leña, pero la gestión de los bienes comunales se está perdiendo, pues ya no es necesaria, al monopolizar su explotación por unos pocos. Consecuentemente también su cuidado se ha visto alterado. Desaparecen pues las contratas (normas de cooperación comunal que obligaban a los vecinos a ayudarse entre sí, como por ejemplo la obligación de auxiliar a aquel que perdía algún animal en la Dehesa, o la cooperación La filiación a la comunidad es vivida y se presenta como un honor, y por tanto se convierte en un símbolo de estatus. De esta manera identidad (igualdad) y poder estarían unidos. 544 En la tipología de incentivos, el autor considera un incentivo colectivo (la identidad) y dos incentivos selectivos (material y estatus), en Pannebianco, A: Modelos de partido, Alianza editorial, Universidad de Madrid, Madrid, 1982 543 390 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona durante la cosecha, en la que se ofrecía ayuda a quien por razón justificada se atrasa en la siega del pan). Como he descrito en capítulos anteriores esto también existe en San Andrés y Almarza como una moral social que obliga a ayudar al desfavorecido, pero que a su vez también perjudica al que sobresale. Cuando el discurso se hace de forma particular el resultado es diferente. Las actividades y los roles de los vecinos no son nunca igualmente importantes, pues cada vecino tiene intereses diferentes al otro, pero hay una serie de actividades que siguen siendo igualmente valoradas. Por este motivo es tan importante el estudio de los documentos del Arca, íntimamente relacionados con las prácticas de gestión de la Dehesa, pues recordemos que si no existiese la Dehesa, la subsistencia de los habitantes de este pequeño pueblo, que en algunos siglos fue el más grande de la provincia de Soria con más de 500 habitantes, hubiese sido imposible, ya que la agricultura no producía lo suficiente. Así pues costumbres que se han mantenido, primeramente, son las que están directamente relacionadas con el aprovechamiento de la Dehesa, y después, costumbres relacionadas con aspectos más personales de las relaciones para mantener un equilibrio de igualdad entre los vecinos. Estas relaciones de carácter más personal se encaminan principalmente a que los que tienen menos no padezcan. Se pretende paliar el sufrimiento que supone la falta de productos de primera necesidad para la familia, algo tan duro como el pasar hambre, que iniciados el siglo XXI sigue siendo una realidad para algunas familias. En nuestros días, e inmersos en esa aguda y prolongada crisis social en la que se quiso romper con todo lo que representaba el pasado, cabría hacer algunas consideraciones sobre la importancia que puede tener en la cultura y formación de un individuo el acercamiento a aquellos valores y conocimientos. Al decir “cultura” entendemos los saberes que ese mismo individuo adquiere consciente o inconscientemente y que no sólo le ayudan a mejorar su condición o su intelecto, sino que le integran adecuadamente en el entorno en que vive, dándole una personalidad y ayudándole a diferenciarse de sus vecinos545 A pesar de que esta zona de la Península se ha caracterizado por la existencia de comunidades con mecanismos y normas intrínsecas para el mantenimiento de una igualdad social, han existido familias que han sobresalido del resto, (o tanto así en San Andrés, pero si en Soria provincia) y a pesar que desde dentro de la comunidad se les mira con cierto recelo y se les trata de diferentes, algunos informantes palian esta diferencia con afirmaciones tal como ésta: A estos grandes ganaderos, no deberíamos quitarles méritos, porque algunos nos han explicado su vida, de viva voz, y ha sido tan dura que para pasar de poseer 100 a 2000 ovejas, por ejemplo, han ido durante 20 o 30 años, a pocos metros detrás del rebaño, incluso durmiendo muchos días debajo o al lado de un grupo de 8 o 10 ovejas, recibiendo el calor Díaz, J: El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed Junta de Castilla y León. Valladolid, 2001, p. 29 545 391 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona animal para no perecer de frío y lluvia, por esas veredas cordeles o cañadas de la trashumancia. El resto de habitantes, no terratenientes ni grandes ganaderos, eran los clérigos, que en muchas épocas llegaron a ser seis o siete por cada mil habitantes, los de profesiones liberales: médicos, Escribanos, maestros, los entonces llamados pecheros (pequeños contribuyentes), y los que en épocas más modernas se llamaban criados o sirvientes, los cuales a veces llevaban una vida de pseudo-esclavitud. Un amigo de su padre, residente en Almarza, le explicaba a un informante que allá por los años 1955-60, estuvo de criado o sirviente en un pueblo del Campo de Gómara y que tenía que arar de sol a sol ( desde que se ve empezar el día hasta que anochece) con una pareja de mulas, la dueña o el amo, al mismo tiempo que a las once o doce horas del medio día le llevaban algo de comer, también le llevaban una nueva pareja de mulas para por la tarde, ya que las de la mañana estaban cansadas, pero no le llevaban un sustituto para él. De esta tierra que es fértil (se viene cosechando tres mil ó cuatro mil Kilogramos. de grano por Hectárea), merece la pena exponer aquí algunas anécdotas: que surgieron durante la investigación. Paseando con uno de mis informantes por Soria, me encontré con un anciano en una peluquería, que rezumaba optimismo por los cuatro costados; deseosa yo de satisfacer mi curiosidad por lo singular del tal campesino de apariencia humilde, yo preguntaba y él me respondía con orgullo: Tengo dos hijos en Madrid, que son abogados, y como yo ya no puedo llevar el tractor, vienen ellos los fines de semana y aran las tierras; venimos cosechando unos cuarenta vagones de grano (400.000 Kg.). En la parte sur de Soria, la cosecha la miden en vagones, mientras que en la parte norte (proximidades de los puertos de Piqueras y Oncala), zona en la que se ubican San Andrés y Almarza hay pocos agricultores que cosechen 2 o 3 vagones, y siempre se ha contado en medias fanegas y en Kg. La llegada del tractor al Campo de Gómara y otros lugares ha sido un tiempo de estampida de los moradores; pues donde había 40 agricultores, con un tractor, sobraban 39. Varias investigaciones que hacen referencias al despoblamiento de la provincia citan como causa la existencia de un tipo de economía agroganadera muy intervencionista por parte de la clase poderosa. Lejos queda San Andrés de estas clases puesto que la Dehesa comunal tiene como característica que fue donada al común de vecinos, y que todas aquellas intervenciones y pleitos de la aristocracia por quedársela fueron perfectamente enfrentadas y defendidas por el común de vecinos del pueblo, otorgándole más valor si cabe, a la unidad y a la igualdad comunitaria. Otra cuestión importante es la referente a la preocupación de Hardin manifestada en la Tragedia de los comunes, por la conservación de los recursos y por el problema de superpoblación. El ejemplo que utiliza Hardin es el de un pasto comunal abierto a todos y en el que cada pastor intentará situar en él tantas cabezas como pueda. Actualmente este no es el caso de San Andrés y Almarza ya que la baja densidad de población no genera ningún problema, porque ¿Podría aparecer si existiese una superpoblación? La Antropología no nos permite descifrar el futuro, pero lo que sí podemos hacer es remitirnos a la historia. Desde la primera noticia que tenemos 392 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona sobre la gestión de los comunales que nos atañe (recordemos que me remito al siglo XIV), y que existe documentación escrita hasta ahora no se manifiesta en ningún momento la preocupación por un agotamiento de los recursos. Esto se debe a varios motivos. Recordemos que el derecho de acceso a los comunales va ligado necesariamente a la obligación –siempre implícita ya que apela a la moral del individuo frente a la moral social- de cuidarlos; de esta manera, al igual que existen mecanismos de regulación al acceso y de usufructo y explotación, existen mecanismos de conservación y cuidado que se practican a prestación personal, como dicen los informantes. Actualmente se practican muy poco, pero nos queda un doble testimonio de su existencia. Por un lado la documentación escrita del Arca, y por otro lado, toda una retaila de fiestas populares que testimonian la ritualización de las obligaciones. Expuesto esto, me atrevo a asegurar, que lo que Hardin plantea resulta un tanto difícil de que ocurra, ya que la misma comunidad vela por su patrimonio. Además, debo añadir, que la existencia de estas obligaciones de cuidado de la Dehesa es otra característica más del igualitarismo social existente en la comunidad. E. Wolf considera que las sociedades complejas no están tan organizadas ni tan estructuradas como sus portavoces quieren hacernos creer 546 , justifica esta aseveración a partir de la existencia de pocos grupos que concentran el control de los recursos esenciales para la reproducción material y simbólica de las sociedades complejas es elevado, los recuerdos esenciales son monopolizados por la minoría, lo que sugiere la existencia de estructuras de poder en el actual San Andrés similares a las de las sociedades no complejas.547 Para Wolf el estudio antropológico de las estructuras de poder tiene que abarcar las estructuras intersticiales, suplementarias y paralelas de las sociedades complejas y explicar su relación con las instituciones estratégicas fundamentales en las que se inscriben. Él estudia tres categorías de instituciones paralelas de las sociedades complejas: de parentesco, de amistad, de patronazgo. La propuesta teórica de Richard Adams, quien se centra en el análisis de los cambios sociales, además de plantearse como fin principal dar forma a una teoría del poder social. Los elementos básicos de su teoría son poder y control de los recursos energéticos548: Los esfuerzos de un hombre por ejercer influencia sobre otro son simplemente parte de un esfuerzo global encaminado a enfrentarse con su medio ambiente y controlarlo, a fin de hacer efectivas sus posibilidades de supervivencia. Podríamos decir que su percepción del poder es positiva, al no concebir que los individuos buscan el poder en sí mismo, sino que lo percibe como el medio para Wolf, E: Relaciones de parentesco, de amistad y de patronazgo en las sociedades complejas, en Gluckman, M y Fred Eggan, Antropología social de las sociedades complejas, Ed. Alianza, Madrid. 1990, p.19 547 Ibid, pp. 19-23 548 Adams, R: La red de la expansión humana, Centro de Investigaciones Superiores del INAH, Editorial de la Casa Chata, número 7, México, 1978, p.23 546 393 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona controlar el medio ambiente en el que se relaciona549. Este era el poder del antiguo Concejo de vecinos, ya que el fin último era el mantenimiento de la Dehesa. Pero no es el actual ya que la Dehesa no supone la funte de subsistencia de los miembros de la comunidad. Los seres humanos, según Adams, y en línea con el Concejo de vecinos, han vivido siempre en un equilibrio constante y dinámico de relaciones de poder. En la interacción con los otros seres humanos siempre se toman decisiones que provocan conductas favorables o desfavorables. Pero, consciente o inconscientemente, las relaciones existen y el potencial del ejercicio del poder por parte de los demás siempre está presente. La presencia de sistemas mentales de los individuos es lo que determina el reconocimiento de ciertas estructuras de poder y no de otras, sean o no reales. Este es el papel que juega la igualdad dentro del sistema de valores de la comunidad. Esta construcción subjetiva de los individuos sobre el orden social como uno de los elementos constitutivos del poder es también compartida por Balandier550. Los individuos integrados socialmente establecen un conjunto de interacciones sociales en distintos sistemas (económicos, políticos, sociales, culturales… ) Para lograr estas relaciones, los individuos han creado mentalmente mecanismos ordenadores que les permite mantener relaciones de interdependencia. La introyección de normas, valores y formas de comportamiento compartidos por el grupo es lo que permite a los individuos su integración social. Pasamos entonces de una igualdad-valor, a una igualdad-identidad e identidad-comunidad. El modelo de Adams diferencia por un lado, el control efectivo del poder, y por otro la decisión de ejercitar ese control. Cabe pensar pues, que el ejercicio del poder puede estar separado del control del poder. Por la diferenciación entre control y toma de decisiones, es posible que otra persona tome la decisión referente al ejercicio del poder, pero el otorgante retiene el control del cual se deriva el poder551. Este proceso de otorgar poder y controlarlo en el espacio y en el tiempo es el más importante de las estructuras de poder. Al analizar éstas, es menester tener en cuenta las formas en que un individuo (o grupo de individuos) otorga poder a otro(s), generando relaciones jerárquicas o coordinadas. El nivel de poder está determinado por el control de los elementos del medio ambiente que interesan a otras personas. El poder es detentado por cualquier persona que tenga la capacidad racional para tomar decisiones y entablar, por tanto, relaciones de poder. El poder derivado es el otorgado a una persona para tomar decisiones por otra que conserva el control. Pero toda persona mantiene algún poder interdependiente si mantiene algún control independiente. Ibid, p. 90 Balandier, G: El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación. Editorial Paidós, Barcelona, 1994 551 Adams, R: La red de la expansión humana, Centro de Investigaciones Superiores del INAH, Editorial de la Casa Chata, número 7, México, 1978, p. 90 550 549 394 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona San Andrés responde a lo que Adams identifica como unidades coordinadas, siendo éstas donde los miembros del grupo detentan, en esencia, el mismo nivel de poder. Por ello, son unidades donde no existe centralización de poder, cada quien decide por él mismo. La función del Concejo de decidir los cargos y representantes en la comunidad por democracia directa favorecía que el poder dado era el que le otorgaban los diversos miembros de una colectividad a un individuo. La colectividad en cualquier momento podía retirar el poder otorgado a la persona surgiendo la unidad de consenso552, lo que obligaba al individuo a mostrarse y comportarse siguiendo los criterios de hombre bueno, además de los valores de honradez, solidaridad, autonomía y comunidad. Balandier553 analiza el poder desde sus formas de representación, interpretación que se ubica en el espacio psíquico autoconstruido al que alude Adams. Esta construcción de sistemas mentales es la que permite a los individuos el reconocimiento de ciertas estructuras de poder. Balandier postula que la comunicación es común a todas las sociedades a todas las culturas y a todas las épocas. Es la comunicación que genera relaciones, orden y sentido. Pero en la actualidad, la comunicación ya no está subordinada, sino que domina, y cuenta con los medios para ello; a veces, incluso se pierde el control sobre ella554. A través de la comunicación es como se mantiene y constituye el imaginario colectivo, donde el mensaje (construcción de significados) y la imagen (representaciones simbólicas) tienen un papel fundamental para sostener o modificar el poder político. La comunicación en el pasado era directa entre los vecinos, lo importante se sometía al Concejo o bien se realizaba a través del pregonero. Esta comunicación mantenía el imaginario colectivo de la comunidad, reproduciendo este sentido de pertenencia al común y por lo tanto reforzando su poder. Esta fórmula no se puede aplicar en la actualidad, ya que la comunicación se establece por otras vías, y apela más al individualismo que no a la colectividad. Adams diferencia entre dos aspectos del poder: el poder efectivo y el ejercicio del poder. El ejercicio del poder puede estar separado del control del poder en algunas comunidades555. Este proceso de otorgar poder y controlarlo en el espacio y en el tiempo es el más importante de las estructuras de poder. Al analizar éstas, debemos tener en cuenta las formas en que un individuo (o grupo de individuos) otorga poder a otro(s), generando relaciones jerárquicas/asimétricas o coordinadas/simétricas. En el caso de San Andrés de Soria el nivel de poder está determinado por el control de los elementos del medio ambiente/recursos comunales que interesan a otras Adams, R: La red de la expansión humana. Centro de Investigaciones Superiores del INAH. Editorial de la Casa Chata, número 7, México, 1978, p. 93 553 Balandier, G: El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación. Editorial Paidós.,Barcelona, 1994. 554 Ibid, p. 152 555 Por la diferenciación entre control y toma de decisiones, es posible que otra persona tome la decisión referente al ejercicio del poder, pero el otorgante refiere el control del cual se deriva el poder, en Adams, R: La red de la expansión humana, Centro de Investigaciones Superiores del INAH, Editorial de la Casa Chata, número 7, México, 1978, p.90 552 395 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona personas. Concretamente, a priori, el poder lo ejerce la comunidad y no personas particulares, a diferencia de los grupos en que el poder es detentado por cualquier miembro que tenga la capacidad racional para tomar decisiones. La comunidad lo que otorga es un poder derivado556, es decir, el poder que se otorga a una persona para tomar decisiones por otras que conservan el control. Pero toda persona, a pesar de ser miembro de la comunidad, busca mantener algún tipo de poder independiente, para ello, y como veremos en la monografía, busca el control independiente que le da la solidaridad entre vecinos, por ejemplo. Par realizar una aproximación a la idea de poder en San Andrés parto del análisis que realiza Adams de las estructura de poder. El autor lo hace en base a las unidades operantes de poder relacionadas con el control de los recursos energéticos y el poder otorgado. Cuando Adams se refiere a unidades coordinadas, habla de aquellas donde los miembros del grupo detentan, en esencia, el mismo nivel de poder. Es lo que he designado como relaciones simétricas ya que no existe la centralización. La diferencia a la proposición de Adams, es que el autor considera que cada individuo decide por sí mismo en una unidad coordinada, pero lo que ocurre en San Andrés, es que pareciendo que todos poseen esta libertad de decisión, al final es la comunidad la que acaba decidiendo por el individuo. Cuando un individuo toma una decisión diferente a la que la comunidad le propone, acaba siendo señalado y estigmatizado de tal forma, que sufre una especie de ostracismo tal que no le queda más remedio que someterse si quiere sobrevivir. Imagen 289. Calle del pueblo. Fuente propia. 556 Según Adams el poder otorgado es el que le otorgan los diversos miembros de una colectividad a un individuo. La colectividad en cualquier momento puede retirar el poder otorgado a la persona surgiendo la unidad de consenso, en Adams, R: La red de la expansión humana, Centro de Investigaciones Superiores del INAH, Editorial de la Casa Chata, número 7, México,1978, p 93 396 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CAPÍTULO 10: DE LA EMIGRACIÓN A LA REPOBLACIÓN, NEORURALISMO U OLVIDO EN EL SIGLO XXI. La sociedad corre el peligro de perder de este modo una de sus prerrogativas (cual era la de ratificar o revocar esas formas culturales) al abandonarse en manos de un falso progreso que pone cada vez más obstáculos a su participación en algo tan decisivo como la libre elección de un sistema de vida. Con la delegación de ese derecho en otras personas o medios, el individuo actual renuncia a un privilegio secular que costó mucho esfuerzo conseguir y defender, y contribuye a que las cosas sean-por falta de reflexión- como no quisieran que fueran.557 Jesús Díaz El mundo rural de nuestra geografía sufre desde las dos últimas décadas un problema complejo y de origen multifactorial que se debe a su progresivo despoblamiento. Motivos de carácter social, técnico, económico, ambiental… han conducido a la España rural a una situación de abandono y dejadez. Imágenes de las ruinas de lo que constituyeron pequeñas poblaciones inundan el paisaje de territorios como Castilla y León, Castilla la Mancha, Aragón, Extremadura, etc… Núcleos rurales que vivían de la producción agro-ganadera a pequeña escala, y que con la evolución del mercado y la entrada en vigor de nuevas legislaciones europeas, entre otros factores, se quedaron sin posibilidad de subsistencia y se vieron obligadas a una emigración a otras zonas. Los procesos migratorios, como veremos más adelante se han producido a lo largo de los últimos cincuenta años en San Andrés, como dicen algunos informantes. En la Península, estos movimientos tenían en el siglo XX un mismo punto de partida: los pueblos; y tenían semejantes puntos de acogida: las grandes ciudades, pero estos movimientos empezaron a finales del siglo XX y se están revitalizando en la actualidad, un proceso bidireccional ya que se empieza a contemplar la vuelta al pueblo. Las grandes ciudades se convirtieron en núcleos de atracción que han mantenido vivas las expectativas que desde un principio tenían, impidiendo que se produjera una regresión de estos procesos migratorios. Pero actualmente nos encontramos un fenómeno que merece una atención especial, y es el regreso a los pueblos como una realidad, o como una posibilidad real. Las causas que motivaron el éxodo rural se han convertido en las causas de estos planteamientos de regreso a los pueblos. Familias jóvenes, nuevos empresarios, los recientes jubilados… Algunos vuelven, otros se lo plantean seriamente. Y en este contexto nos encontramos a San Andrés de Soria, en 557 Díaz, J: El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León, Ed. Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001, p. 28. 397 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona el que la historia como péndulo converge pasado y presente de una realidad, quizás extrapolable a otras situaciones semejantes de los pueblos del entorno. Soria es la provincia menos poblada de España, 94.522 habitantes, según el censo del 2012 del Instituto Nacional de Estadística, en una extensión de 10.301 km2, lo que la convierte en uno de los territorios más despoblados de la Unión Europea (9,2 habitantes/km²), de los que el 41,6% viven en la capital. Este índice está muy alejado de los valores medios de España y de la Unión Europea (83,6 hab./km2 y 116 hab./km2 , respectivamente). A ello hay que añadir que la provincia de Soria ha perdido más del 40% de su población en los últimos 50 años, que presenta la tasa de envejecimiento mayor de la Unión Europea (el 26,7% de su población tiene más de 65 años, frente al 16,9% de la media española) y que 94 de sus 183 municipios cuentan con menos de 100 habitantes. Con un 2,4% de la superficie nacional, Soria tiene una población que representa tan sólo un 0,2% del territorio nacional y bajando, con una media de 292 nacimientos anuales (2012), que también disminuye anualmente. Si se tiene en cuenta la despoblación, unida a una alta tasa de envejecimiento, nos planteamos el papel del pueblo en la actualidad y el futuro de todo un territorio y de sus habitantes (no sólo de ciertas capas de la sociedad), por lo que se hace imprescindible la búsqueda de soluciones que frenen y cambien esta tendencia. El principal motivo de la emigración de los últimos treinta años del siglo XX ha sido que los pueblos no supieron (o quisieron) reaccionar a las nuevas necesidades del mercado y a las líneas marcadas por la macroeconomía, quedando la subsistencia basada en explotaciones agro-ganaderas desfasadas en el tiempo. Los pueblos no supieron reaccionar a tiempo y sus habitantes se vieron obligados a buscar mejores expectativas de trabajo y de calidad de vida en otros lugares. Esto no quiere decir, y como algunos ingenieros agrónomos plantean, que las comunidades quedasen ancladas en el pasado sin evolucionar, pues de todos es sabido que la cultura se caracteriza por su valor dinámico y cambiante. Quizás los cambios sociales, culturales, económicos, religiosos… no se advirtieran con la claridad que han tomado en las grandes ciudades, pero debemos tener en cuenta que los factores que han condicionado los cambios en ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, Sevilla, etc… no se han manifestado en San Andrés. Las políticas económicas europeas se implantaron en España pensadas para grandes empresas, pero no para las pequeñas explotaciones familiares. El valor de lo global tenía más peso y era lo que regía las legislaciones; actualmente esto se está corrigiendo con signos muy pequeños y casi imperceptibles, recobrando valor lo local e intentando respetar las minorías (aunque éstas sean muy minoritarias). Sobre el aspecto de la emigración los informantes de mi investigación han sugerido algunos puntos interesantes en la lectura de éste éxodo. Me decía alguno al hablar del fenómeno de la despoblación en la zona de San Andrés: Casi todas las personas mayores de estas provincias del interior sabemos, de la dureza de nuestro clima, seis o más meses de invierno, de lo poco fértil o fondo de nuestro suelo, salvo vegas o proximidades de los ríos o llanuras cercanas, de cultivos extensivos de cereales que apenas cambiábamos por no saber salir de la rutina, por más que nos sugerían que cambiáramos la esteva del arado por el cayado del pastor al ser más eficaz la 398 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ganadería que la agricultura, por estar la tierra y los pastos en manos de unos pocos tal que los pobres no nos podíamos abrir camino y nos tuvimos que marchar. Aparece, sorprendentemente para aquellos que abandonaron el pueblo hace años, un fenómeno que merece una atención especial por parte de la antropología. Durante el periodo que va de los años de la posguerra hasta el inicio de la democracia muchos se vieron abocados a su forzosa emigración hacia grandes ciudades por tal de encontrar un empleo y de ganarse la vida con un trabajo remunerado que no fuese la agricultura ni la ganadería, pues estas ya no ofrecían una estabilidad salarial, ni auguraban un futuro fructífero para mantener una familia. Esta época se caracterizó además por el crecimiento de la industria en las grandes ciudades y el surgimiento de asociaciones de obreros que cuidaban por el cumplimiento de unos mínimos y la oportunidad de promocionar dentro del sector, lo que animó a muchos a salir de aquel pueblo con destino: Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, etc… Los cabezas de familia enviaban a los hijos mayores a una de estas ciudades a trabajar, bien de sirviente, o de peón de albañil, o al ejército, o a casa de unos parientes, o con el tío cura… Empezando así a construir todo un entramado de redes sociales a nivel estatal, e internacional en algunos casos (los parientes de América, citan algunos) con el consiguiente beneficio para los siguientes hijos, ya que éstos se desplazaban hacia esta ciudades a casa del hermano, y se introducían en su círculo social que éste ya había generado. El trabajo de estos hermanos mayores permitía a los padres vivir de la ganadería y de la agricultura de subsistencia con una cierta tranquilidad porque percibían una parte del sueldo de los hijos que trabajaban. A más hijos ubicados en grandes ciudades y con empleo, mejor calidad de vida: menos bocas para alimentar y más beneficios económicos, lo que permitió en algunos casos pagar los estudios universitarios de los hijos más pequeños, algo que hubiese sido imposible si la economía familiar tan sólo se hubiese mantenido con los recursos de que disponía el pueblo. Tradicionalmente en la Península se han establecido dos modelos agrícolas diferenciados, en el caso de San Andrés hablamos de un patrón de modelo agrícola de pequeña explotación familiar. Existe el modelo que se basa en la tenencia o propiedad de la tierra en manos de pocos, dejando para muchos nada más que los brazos para trabajar. En esta zona de grandes propiedades, ubicada geográficamente en el sur de la Península – Andalucía occidental, Extremadura y Castilla la Mancha…los grupos domésticos recurrían al trabajo asalariado, a la aparcería o al arrendamiento para ocupar la mano de obra disponible. Pero en la pequeña explotación familiar, que es la que nos atañe en esta investigación –ubicada en el norte y centro de la Península y algunas zonas del mediterráneo – en la que todos poseían poco, el recurso más habitual era la emigración temporal o definitiva de toda la familia o algunos miembros. En algunos casos podía compaginarse la pequeña explotación con el trabajo de alguno de los miembros de la familia en otras actividades, generando así estrategias de supervivencia. Pero entender este fenómeno de una forma anacrónica es perder la perspectiva de los acontecimientos del presente, por lo que creo necesario realizar unos breves 399 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona apuntes a lo acontecido en las últimas décadas y que han dado como fruto la situación actual; de la misma manera que entender la emigración que sufrieron estos pueblos durante la segunda mitad del siglo XX como la única alternativa a la subsistencia es un error558, y deberíamos contemplar cuestiones más profundas como la pérdida de poder de las instituciones del común y el aumento del poder en los partidos políticos o en un gobierno centralista que desconoce la realidad de lo local. Precisamente por este desconocimiento local, y por la complejidad de este fenómeno y la diversidad de sus manifestaciones en tiempo y lugar hace obligatorio recurrir a los estudios locales, cuando los haya, para conocer exactamente cuál era la situación en un pueblo concreto con un sistema de tenencia y distribución de la tierra y de trasmisión del patrimonio determinados y, en todos los casos, ver cuales eran las estrategias familiares posibles para afrontar las diferentes coyunturas que pudieran presentar a lo largo de su existencia.559 Durante el último cuarto del siglo XX, se produjo una importante mecanización del campo, provocando un doble efecto: por un lado, la sustitución de a mano de obra generando gente sin trabajo que se vio obligada a emigrar para buscar empleo en la industria. La necesidad de supervivencia fue lo que motivó la mayor fuente de emigrantes. Por otro lado, las familias que se quedaron se vieron obligadas a ampliar las propiedades y replantear las pequeñas explotaciones ganaderas, ya que una sola, al ser de tamaño tan reducido, no producía lo suficiente para sobrevivir. Otro factor que intervino en la emigración de San Andrés fue la falta de instalación de industria, ya que ésta se consolidó primeramente en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Zaragoza, en las que hubo una primera fase de emigrantes sorianos; y en una segunda fase hacia ciudades más pequeñas como fueron lugares más próximos como Logroño, Burgos, Guadalajara, Sevilla. Estos dos aspectos constituyeron el motor de emigración de la gente de Soria, unido, a lo que algunos denominan deseo de superación […] afanes de cultura y como dicen la mayoría de los emigrados del pueblo: la mejora de la condición económica. Los emigrantes de San Andrés, como los del resto de los pueblos en esa época eran principalmente mano de obra no cualificada, o personas que desarrollaron un cargo público y que salieron del pueblo por un cambio de destino mejor, y que con el tiempo han vuelto a pedir un destino cerca del pueblo. Las consecuencias inmediatas de ésta movilidad de población y capital tuvo unas consecuencias que se centraron en tres vertientes: la problemática originada en la zona receptora, la problemática que llevó consigo el emigrante erradicado de su casa, y la problemática o repercusiones en la zona emisora. 558 García Muñoz, A: El éxodo rural de mediados de siglo, o la derrota del campesinado, Colectivo Aula 15, UB 559 García Muñoz, A: El éxodo rural de mediados de siglo, o la derrota del campesinado, Colectivo Aula 15, UB 400 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona En San Andrés el hombre ha vivido siempre de lo que le producía la tierra, pero llegó un momento que en el pueblo, como en la Península, no había trabajo en el campo. La modernidad sustituyó por un tractor el trabajo de cuarenta hombres, generando así una diversidad de situaciones familiares que conducían a los miembros de las familias a emigrar en busca de trabajo o deshacerse del yugo de la servidumbre y sometimiento que arrastraban desde varias generaciones. Así ocurrió en San Andrés de Soria. Las familias empezaron a enviar hijos a trabajar a casa de familias ricas […] parientes […] tíos curas… Una vez habían instalado un hijo, les seguían los siguientes ya que se había creado unas redes sociales por todo el territorio español que permitían colocar a los hijos en buenas casas. Las promesas de una vida mejor, de trabajo estable, de oportunidades de promoción alentaron a los jóvenes de los años sesenta y setenta del siglo XX y de las décadas sucesivas a emigrar e instalarse en los barrios periféricos de las ciudades. Así pues, los hijos de la posguerra se dispersan por todo el territorio español, y parte del extranjero, dejando atrás la vida en el pueblo como algo anecdótico, como recuerdos entrañables de la infancia que no tienen nada que ver con la realidad en la que viven, y a la que sólo evocan cuando en verano pasan unos días en la vieja casa de los padres. Si a todo esto le sumamos la entrada en la CEE y la aceptación del convenio de Mastrich, por aquel entonces de los ochenta, pueblos como el de San Andrés, se vieron obligados a vender sus vacas (dos, tres,…, ocho) y sus ovejas, a no cultivar sus campos, a no vender su leche, ni sus huevos… La única manera de subsistir era encontrar un empleo que se ofrecía en la ciudad. Los que quedaron, mayoritariamente jubilados, se dedicaban a pasear, a trabajar algún huertecito, a ver pasar el tiempo mientras las casas se derrumbaban y los prados y la Dehesa se llenaban de rastrojos y malas hierbas. Sólo la venida de los nietos en vacaciones alborotaba de nuevo las calles y llenaba de vida las casas, y aquellas redes sociales que se habían construido en un sentido de ida hacía las grandes ciudades, empezó a configurarse el sentido de vuelta hacia el pueblo. Actualmente, muchos de aquellos abuelos ya han muerto, y el vínculo humano que unía a las familias de los emigrantes con San Andrés ha desaparecido, pero para la sorpresa de muchos, sobre todo de aquellos que se fueron porque consideraban aquel recóndito paraje el último lugar del mundo y al que no volverían nunca más, nace un nuevo fenómeno social que valora con excelencia la huída del mundanal ruido. El valor de lo natural, lo ecológico, la vida tranquila, la paz, el sosiego, el silencio, el aire puro, el azul del cielo o el gris panzaburra que amenaza tormenta, el sol brillante, el estirarse en la hierba, los animales en estado puro, el equilibrio entre el hombre y la tierra… un sinfín de cosas que ofrecen la alternativa a la esclavitud de la vida moderna sujeta a horarios, presiones, tensiones, estrés, depresiones, no llegar a fin de mes, la hipoteca, el Mc Donalds, el infarto agudo de miocardio… Una alternativa no sólo como ocio, muy impulsado actualmente por el turismo rural, sino como modo de vida, que toma fuerza cada vez más, y del que aquellos tontos, que decían algunos que se quedaron en el pueblo porque no tenían a dónde ir, han convertido en negocios productivos. Hace veinte años, el emigrante de Barcelona llegaba con su coche nuevo último modelo al pueblo que aparcaba al lado de un dos 401 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona caballos que se le caía el parachoques cada vez que arrancaba, y mostraba así el prestigio que había adquirido en su nueva residencia y lo acertada que fue su decisión de salir de aquel pueblo. Ahora son los habitantes de San Andrés los que se pasean con su todoterreno por el pueblo, y sólo sacan su Quarz para dar una vuelta los fines de semana por la Dehesa, porque también tienen que sacar a pasear el caballo de vez en cuando; claro que, como el garaje lo tiene ocupado por un turismo de gran cilindrada, el tractor se queda en la calle… ¡Cuántas casas se dejaron caer! Entre los años 2005 y 2010 prácticamente no quedaba ninguna por vender, y muy pocas por rehabilitar. En cuanto se tenía noticia que alguien quería vender, aparecían varios compradores que se la disputaban, y evidentemente, el precio de las casas empezó a tomar un cariz desorbitado, la especulación sobre el suelo también llegó a San Andrés. Ante esta demanda el Ayuntamiento de la pedanía no se mostró indiferente. Muy sabiamente, a comentarios de algunos, para evitar la especulación sobre la compra-venta de viviendas, y equivocadamente sin previsión de futuro, a comentarios de otros, el Ayuntamiento sacó a subasta una serie de parcelas que antiguamente habían sido un bien comunal de los vecinos del pueblo (más concretamente la cerca del toro, animal que se compraba entre todos como semental para cubrir las vacas de los vecinos y así producir riqueza a través de los terneros). La subasta de las parcelas se hacía a través de una puja en un sobre cerrado y aquel que ofrecía más se la quedaba. Pues bien, para asegurarse la posesión de las parcelas de unos cuatrocientos metros cuadrados hay quien dio cerca de dieciocho mil euros. Las condiciones que se pedían era la de construir una casa dentro de un plazo establecido, que algunos de los propietarios pudieron ejecutar, y otros no, con lo que hubo que mediar para que otros terceros interesados pudiesen recomprar las parcelas a los primeros propietarios, pero sin que éstos se lucrasen en la transacción. La política del Ayuntamiento, ubicado actualmente en Almarza, es la de la regeneración de la economía de la zona, bien a través del turismo rural, bien a través de la creación de una zona industrial, a la que simbólicamente se le ha puesto un precio al suelo de seis euros el metro cuadrado en el 2010 y ofreciendo todo tipo de facilidades para aquel que quiera montar su empresa y origine puestos de trabajo en los pueblos de la pedanía. Existe una preocupación por parte de los vecinos de San Andrés en revitalizar y conservar su pueblo, pues lo sigue sintiendo suyo. Algunos se lamentan al mirar como los bienes comunales se van depauperando por dejadez y olvido, y surge en ellos la necesidad de recuperar y mantener un legado histórico, un patrimonio cultural y económico. Pequeños intentos de crear Asociaciones Culturales fracasan pues los enfrentamientos entre vecinos, antiguas rivalidades y conflictos no permiten unificar objetivos ni generar actitudes proactivas. Todo queda relegado a objeciones particulares y personales, el litigio por el poder acaba superando el valor de la igualdad. Aquí empieza a ponerse de manifiesto el cambio de paradigma que experimenta la comunidad de San Andrés. La muerte de la igualdad como valor deja paso a la división del poder económico y político explícita. Ya nadie tiene la necesidad de ser igual que el otro, sino superior. San Andrés entra definitivamente en el capitalismo. 402 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona A los vecinos de San Andrés, a aquellos que emigraron hace años, se les parte el alma cuando ven que las eras donde jugaban se han convertido en un sinfín de naves industriales, que destrozan la maravilla del paisaje y estropean con sus ruidos la serenidad del infinito silencio que reinaba en la zona. Muchos, por no decir casi todos, afirman que ha sido un ultraje a su patrimonio ecológico estas decisiones del Ayuntamiento, y el Concejo y la alcaldía lo plantean como una acción desesperada por adaptarse a los nuevos tiempos e impedir que se despueble la zona. Claro está, que aquel que se marchó ha perdido su derecho a réplica, así lo manifiestan ambas partes y así lo asumen, por lo que no existe conflicto alguno. El conflicto empieza a surgir cuando los hijos de los que se fueron empiezan a residir en el pueblo y a invertir en una casa, en una parcela, en un prado. Un proyecto de neo-rurales que vienen huyendo precisamente de todo aquello que se ha propuesto el Ayuntamiento construir. Empiezan a surgir voces proclamando que se respete su patrimonio, que por legítima herencia les pertenece. Y esto que parece un reclamo basado en la nostalgia del pasado empieza a tener un cierto peso cuando se contribuye al Ayuntamiento por medio del pago de los impuestos: impuestos por obras mayores, menores, catastro, muchos han domiciliado el recibo sobre vehículos de tracción mecánica en este Ayuntamiento, vertidos, etc… Algunos se han empadronado en el pueblo, no sólo por los beneficios en algunos impuestos que se desmadran en las grandes ciudades, sino porque se les permite la caza en algunas zonas o cotos privados, por tener un rebaño de ovejas y necesitar control veterinario, por quedarse con los terrenos de cultivo de padres y abuelos y poder solicitar las ayudas a la CEE, etc… Además debemos añadir que la vida en San Andrés ya no se plantea tan dura como hace cincuenta años. Cuántas veces he oído decir a mi padre y a mis abuelos que era mejor pasar el invierno fuera del pueblo, y todavía lo dicen algunos… No queda nadie, no puedes hablar con nadie, no puedes hacer la compra, ni ir a la escuela… Pero todo esto ha cambiado con el avance en las nuevas tecnologías de comunicación, telefonía móvil, GPS… Lo mismo ocurre en las nuevas construcciones con el tema de las energías renovables. Se sigue manteniendo el obtener una suerte de leña de la Dehesa pagando un precio al Ayuntamiento, pero la Diputación Provincial y la Junta de Castilla León impulsó el tema de las placas solares y la energía eólica para consumo privado, con un resultado muy parcial, pues se sigue tomando partido por el gasoil. Además, los neo-rurales y los antiguos residentes del pueblo luchan por conservar el patrimonio ecológico, que consideran, de un valor incalculable, así pues, surgen proyectos como la reconstrucción de una pequeña presa en la que colocar una turbina que proporcionaría energía eléctrica a San Andrés, así como la mejora y recuperación del sistema de canales de riego que existió en la Dehesa y que se ha ido perdiendo por dejadez y desuso. 403 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 10.1.-La resignificación del código ecológico. La idea que se construía a finales del 2009 era una idea de regreso y revitalización de los pueblos, algunos de ellos estando al borde del abandono. Este fenómeno de idea de regreso se debía a varios factores: • Ha habido durante los últimos años muchas nuevas iniciativas para proteger espacios naturales con un gran valor ecológico. Existen varios puntos en la Península Ibérica que se han convertido en espacios protegidos. San Andrés posee espacios de gran valor ecológico. La Dehesa vuelve a ser un valor y se resignifica el código ecológico pasando de un elemento para la supervivencia de los individuos de la comunidad a un elemento de prestigio para los habitantes, y los turistas. • Se impone una nueva moda de ocio que se basa en el turismo rural, y en algunos casos en salir definitivamente de la ajetreada vida de las grandes ciudades que se considera poco saludable e instalarse definitivamente en los pequeños pueblos; fenómeno conocido como el asentamiento de neo-rurales. El turismo rural es una nueva concepción del ocio-valor que se impone en las masificadas ciudades- fruto de la convergencia de dos factores importantes: la crisis económica en las zonas rurales causada por las políticas de explotaciones europeas, y el fenómeno ya citado anteriormente y originario de sociedades que algunos consideran post-industriales, y es la necesidad de disfrutar de un ocio saludable. Surgen así actividades como Pastores por un día, en la que se ofrece la posibilidad de participar durante un día en el oficio de pastor, o la diversificación de las explotaciones agrarias reconvirtiendo un sector primario en un sector servicios, como el agroturismo, ejemplo de unas actividades que está tomando relevancia dentro del marco de las muchas alternativas de negocio o lucrativas que ofrece el mundo rural a nivel europeo. La diversificación de las explotaciones ganaderas y agrarias ha sido producto de las políticas de restructuración de estos sectores, llegando a extremos actuales tal que estas explotaciones, concebidas como hace cincuenta años atrás, son incapaces de insertarse en la dinámica del mercado actual, incluso me atrevería a afirmar, que son incapaces de sobrevivir dentro del sistema capitalista. De esto se hacen eco las últimas investigaciones referentes al agroturismo en cuanto que éste se plantea como una estrategia de diversificación de las explotaciones ganaderas y agrarias por tal de sobrevivir. De esta manera se reformulan las actividades de este sector convirtiendo la explotación agraria-ganadera en una pluriactividad, en una diversificación entendida como la realización de múltiples actividades dentro de la explotación con el objetivo de asegurar su viabilidad. Las familias que optan por esta forma laboral intentan aprovechar los recursos endógenos de la explotación y complementarlos con diversas actividades externas a ésta ofreciendo unos bienes o servicios que tengan salida en el mercado. 404 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona • Aparece lo ecológico como un patrimonio tangible que se hereda y se trasmite, cargado de valor simbólico para los residentes de la zona en el que se encuentra (algo que ocurre en San Andrés con la Dehesa, los prados, la era, el río…) ya que a través de fiestas populares se recuerda año tras año cómo los antepasados los cuidaban y protegían, ya que era lo que sustentaba sus economías. Pero este patrimonio, puede de alguna manera reformularse tal que se convierte de nuevo en un elemento constitutivo de las economías de los habitantes de los pueblos. El valor del suelo obtiene así dos vertientes: sigue siendo el origen de la economía familiar, pero reconvertida y adaptada a las demandas del mercado, y tiene un valor simbólico ya que fueron, y son elementos clave en la creación de la identidad de las comunidades • La facilidad de comunicación a nivel mundial por medio de las nuevas tecnologías, que no requieren de la presencia física de la persona en un determinado lugar para el manejo de una empresa, o un negocio, que la vinculación a los acontecimientos internacionales es diaria y que pueden disfrutarse de todas las comodidades y servicios que ofrecía la ciudad en cualquier parte de nuestra geografía: salud, educación, asistencia mecánica… cualquier necesidad puede ser cubierta. Debemos añadir además que en el caso de las explotaciones de turismo agrario y rural en los canales de comercialización y marketing más usuales aparece el uso de Internet, bien a través de webs especializadas en ocio, así como webs propias. Estos cinco puntos nos dan como resultado el regreso a los pueblos de aquellos que se fueron a las grandes ciudades, y en muchos casos, el regreso no de la misma generación que emigró, sino de las siguientes generaciones, que habiendo acabado estudios superiores se enfrentan a la dificultad de adquirir un puesto de trabajo estable, o de poder comprar una vivienda, de encontrar sitio para aparcar el coche, de mantener en equilibrio su salud mental, o la valoración del bienestar físico y psíquico renunciando a alguna comodidad superflua. Algunas de las consecuencias que se evidencian actualmente de este retorno a los pueblos y que cabe mencionar por su interés antropológico ya que estamos planteando la reformulación de la comunidad, son entre otras: • La instalación de familias jóvenes, sobre todo si hablamos respecto a la media de la población, lo que trae por consiguiente el aumento de la densidad de población y la creación, en algunos casos, de nuevas comunidades, (lo que implica una nueva formulación de la identidad colectiva y de la creación de redes sociales). • El nivel de estudios de los cabezas de familia, o de ambos miembros es más alta que en décadas anteriores • La facilidad de inserción laboral de la mujer y el aumento de actividades remuneradas dirigidas a éstas en un mundo en el que el trabajo había sido mayoritariamente masculino. 405 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona • Volver a partir del patrimonio ecológico como fuente de trabajo y desarrollo económico, y velar así por un desarrollo sostenible del patrimonio heredado. Se vuelve a recuperar sistemas de explotaciones comunales, y prácticas de mantenimiento y cuidado de estos bienes por sistemas ancestrales de por ronda o a reo. A finales de julio del 2006 una marcha de jóvenes se manifestaba delante del Congreso de los Diputados por la dificultad de obtener una vivienda para independizarse, desde entonces los movimientos antisistema y o de crítica contra los diferentes gobiernos han ido tomando relevancia. La mayoría de los jóvenes de hoy, o viven con sus padres o comparten pisos con otras personas, porque tanto la adquisición de una vivienda de propiedad como de alquiler está fuera del alcance de muchos. Los contratos precarios que no ofrecen estabilidad laboral, la enorme tasa de paro juvenil, la especulación del suelo y los sueldos bajos en relación con el coste de la vida han generado un problema de dimensiones considerables que se evidencia hoy día, en las protestas de los indignados que inundan las ciudades de todo el mundo Producto de este contexto y movido por la multicausalidad de los fenómenos sociales, aparece una situación nueva que permite a algunas familias la adaptación y reconversión de la situación en la que vivimos: volver al pueblo. Prácticas como el neoruralismo, o las políticas de desarrollo que están impulsando pequeños pueblos ofertan en estos momentos una vida diferente. La vida en las grandes ciudades se ha convertido para algunas personas en fuente de enfermedad. El estrés, la mala alimentación, la angustia continua de no saber si se llegará a final de mes… las enfermedades coronarias, psiquiátricas, y las neoplásicas están al orden del día. Su repercusión es tal que en los hospitales se han reforzado los servicios destinados a su atención. Las investigaciones más recientes nos indican que estas enfermedades están relacionadas con el estilo de vida. De todos es sabido que dietas ricas en fibras disminuyen enfermedades como el cáncer de colon, o dietas bajas en colesterol previenen el Infarto Aguado de Miocardio o los Accidentes Cerebro Vasculares. La salud, tanto psíquica como física son bienes a los que aspiramos. Fruto de la cultura de cuidado del cuerpo en la que estamos sumergidos aparecen ofertas como los Spa, balnearios, la práctica de Tai-chi y Yoga, Terapias alternativas, etc… que casi todas lo que promocionan es la relación del hombre con un entorno natural saludable. Surge así la opción de tiempo libre destinada al turismo rural para aquellos que se lo pueden permitir y convierten los pueblos en un bien de prestigio, o la necesidad radical de un cambio de vida a aquellos que no pueden sobrevivir en las grandes ciudades o que apuestan por otra forma de vida diferente de las que les ofrece la ciudad. El Código ecológico se resignifica y se convierte en un elemento de prestigio: la caza, el monte, el aire puro, el paseo a caballo…La necesidad real de bienestar de la persona y la necesidad creada por modas de consumo han generado que existan personas que deseen pasar su tiempo libre en un pueblecito de la sierra, en una casa 406 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona de alta montaña, o una choza al lado de la playa. Se ha generado una posible demanda. Para poder dar respuesta a esta demanda debe existir una oferta. ¿Dónde encontramos esta oferta? Pues la encontramos en los pueblecitos que quedándose casi deshabitados a causa de las emigraciones han sabido crear políticas de desarrollo y adaptarse a las necesidades del mercado, no con pocas dificultades. Llegando las vacaciones de verano, de Semana Santa, cualquier puente, aquellos que dejaron el pueblo regresaban a casa de los padres, al pueblo, manteniendo viva su identidad original de pertenencia a una comunidad, que aunque dejaron con la esperanza de mejorar, la siguen reviviendo en las ciudades de destino. Ejemplo de esto son las casas regionales de Soria (por no mencionar otras provincias o comunidades), que hay en Barcelona, Madrid, Sevilla… En San Andrés, los hijos de estos emigrantes han crecido a la luz de ésta identidad de pertenencia al pueblo, de igual forma que los de los pueblos circundantes. Se han generado unas identidades que mezclan su lugar de nacimiento y residencia con el de origen de sus familias, pero no por ser el origen sino porque año tras año han vivido, (aunque por poco tiempo) el pertenecer a una comunidad y ocupar un lugar dentro de ella, resignificando el código social. En la ciudad o en los grandes pueblos son anónimos, forman parte de la masa más o menos homogénea. En el pueblo experimentan el sentimiento de pertenencia a una comunidad, a ser reconocido por los otros, sean quienes sean. Miles de sorianos han visto la necesidad de emigrar. 560 Abandonaron su tierra en busca de un trabajo, y aunque la mayoría de ellos huían de la pobreza y ansiaban algo mejor, sufrieron tener que ser erradicados de su familia, de su ambiente, de sus amistades, y algunos, de su trabajo. Llegaban a grandes ciudades para instalarse en la periferia de éstas en unas condiciones lamentables que soportaban esperando un cambio. Para muchos de ellos, el retorno a sus lugares de origen era un imposible, pues ya no tenían nada. Se creaban pequeñas comunidades de personas trasplantadas que a pesar de los esfuerzos de integración en su lugar de destino, llevaban, y conservaban a través del tiempo, la impronta de su condición de emigrante y en su recuerdo el lugar que les vio nacer y que les alimentó para desarrollar su cuerpo y formar la personalidad de su espíritu.561 Son las causas de tanto despoblamiento, de tanta emigración de pueblos de Soria y de Castilla y de cómo no hemos sabido unirnos para buscar y encontrar en nuestros pueblos otros medios (que los hay) de producción que nos proporcione una mejor calidad de vida (que se vislumbra que es posible). 560 Sobrino, M: La emigración en la provincia de Soria. En Celtiberia, nº 60, p. 213-224. Centro de Estudios Sorianos, 1980, Soria. 561 Ibid, p. 220-224. 407 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Un emigrante a Zaragoza, allá por los años noventa me decía de viva voz: si el Ayuntamiento me hubiera dejado, por un módico alquiler unas cuantas Ha. (10 o 15), seguro que yo no habría emigrado del pueblo. Por esta causa y otras similares, emigraron a Zaragoza unos 70.000 sorianos, 28.000 al País Vasco, 30.000 a Madrid, 30.000 a Barcelona y Cataluña; en resumen, que hemos emigrado 200.000 sorianos aproximadamente en algo más de medio siglo […] Hemos tenido que emigrar, porque nos han empujado el tractor y la cosechadora, porque los bienes estaban en poder de unos pocos, porque no poseíamos una formación académica, técnica, ni profesional, porque no hemos sabido exigir ayudas para la reconversión de nuestro medio con técnicas, industrias y mecanización, porque no hemos sabido unirnos para recabar esa ayuda que otros sectores si la consiguen, por ejemplo el sector naval, metalúrgico, cítrico, invernaderos, regadíos para forrajes, hortalizas etc. que tantos están consiguiendo en Aragón, La Rioja, Navarra y Cataluña en parte con aguas de la provincia de Soria. La entrada en la Comunidad Económica Europea en la década de los ochenta acabó por animar a los pocos que quedaban en el pueblo a emigrar. Las normativas vigentes obligaron a los vecinos a vender las vacas, a no producir leche, a no cultivar los campos, las subvenciones han sido siempre escasas, y a medida que avanza el tiempo, las van suprimiendo. En la provincia de Zamora, durante la primera década del siglo XXI una familia podía vivir de la producción de trigo con unas ciento cincuenta hectáreas, ahora necesita más de doscientas porque han retirado todas las subvenciones. En la Ribera de Navarra, los agricultores que sembraban espárrago, alcachofa… han sembrado los campos de alfalfa para el ganado porque dicen que les cuesta más la inversión en semilla, fertilizante, pesticidas, y trabajo que la venta de producto final. Claro está, ahora los espárragos Cojonudos vienen de Perú, y el trigo de Argentina, la fruta y la verdura de Francia, etc…. Vivir de los que produce la tierra se ha convertido hoy en día en una utopía en la Península. Y resulta curioso, por no decir irracional, que las características de nuestra situación y disposición geográfica había permitido a España ser bastante autosuficiente en cuestiones alimenticias. Pero ¿qué pasa ahora que la industria que daba trabajo a los emigrantes de los años cincuenta se la llevan a países dónde la mano de obra es más barata? ¿Dónde encuentra trabajo un joven recién licenciado si no existe demanda? Los médicos y enfermeras, con una excelente formación reconocida a nivel mundial se ven obligados a buscar trabajo en Inglaterra, Portugal, Italia, Francia porque en España no hay. Los ingenieros superiores tienen excelentes ofertas en Alemania. ¿Qué puede hacer un titulado en Administración y Dirección de empresas si tiene un sueldo de mil euros? Pues resulta que los niños que veranearon en San Andrés, y que se sienten parte de su comunidad, estos titulados superiores o medios que no encuentran trabajo en sus ciudades de origen, o que les representa una utopía poder adquirir una vivienda, encuentran en San Andrés, o Almarza, o Gallinero una posibilidad de vida. Si a esto sumamos que existe una demanda de consumo de turismo rural, turismo de salud, 408 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona obtenemos que algunos han regresado al pueblo para poder sobrevivir creando su empresa (casas de turismo rural) oferta, o trabajando en ciudades pequeñas como Soria donde con menos sueldo es posible adquirir una vivienda y tener una calidad de vida; o han regresado para consumir de una forma más estable éste bienestar que les produce el pueblo, rehabilitando las casa de los abuelos, edificando nuevas casas, etc… Todo este movimiento social de ideas, de políticas, de sensaciones y cuestionamientos no pasa inadvertido a los nietos del pueblo. 10.2.-La resignificación del código social Dicen que uno es de dónde se siente, y no necesariamente de dónde se nace. Y esto es lo que les ocurre a los hijos de los que emigraron a las grandes ciudades y han mantenido un contacto regular con el lugar de origen de sus padres. Cuando paseas por San Andrés los residentes del pueblo te preguntan - ¿Y tú de quien eres?- Pregunta que viene a pedir que exhibas tu filiación y demuestres tu pertenencia a la comunidad, porque aunque sean hijos de generaciones que se fueron, todavía existen entre las familias nexos de unión de favores y ayudas que se proporcionaron los antepasados. Yo soy de casa del Basilio, del Tierno, de los Arribas, del tío Pedrillo, … La casa se nos presenta como en DNI ; la identidad que atribuyen los residentes de San Andrés a los jóvenes que pasan sus vacaciones o temporadas en el pueblo evoca la relación que tenían, o que todavía tienen, los que preguntan con los que contestan – Yo era amigo de tu abuelo […] Cuando fui a Barcelona estuve en casa de un tío tuyo […] Tu bisabuelo me ayudó a construir la casa […] La escalera la hizo mi tío Gervasio. También se evidencia si la relación que existió no fue positiva, y las culpas o los adjetivos descalificativos familiares se trasmiten de generación en generación, aunque la nieta no se parezca para nada a la abuela, o éstas ni siquiera llegaran a conocerse: - Es igual de bruja que su abuela, que una vez me echó mal de ojo y se me murieron cinco vacas […] Ya tuvo una tía que se salió de monja para irse con uno […] Se cree que es alguien, como su padre y no tiene dónde caerse muerto […] Cuando eran pequeñas su madre me pegaba, así que no te juntes con ellas. Este tipo de relación que se establece entre los habitantes de San Andrés y los emigrados sólo se da en el pueblo. Los hijos de los emigrantes entran dentro de esta regulación social que ha existido siempre en San Andrés (modificándose y adaptándose a los tiempos, según el contexto histórico), y son pocos los que nadan contracorriente. Sin embargo esta forma de identificarse y de entender las relaciones sociales que se establecen en el pueblo no se trasladan con ellos a sus lugares de origen. En Madrid o en Barcelona, o en Zaragoza, la identidad de los jóvenes adquiere otra cara diferente, incluso si de alguna manera se relacionan con miembros de la comunidad de San Andrés, no necesitan identificarse cómo hijos, ni nietos de nadie, ni recordar lo que se hizo o lo que no. 409 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Cuando observamos desde fuera este fenómeno surge inevitablemente preguntarse cómo se ha configurado la identidad de éstos individuos. Los padres que emigraron, tiene, en su mayoría, muy claro de dónde se sienten, pero los hijos de éstos, aunque a la pregunta directa de dónde eres, respondan: gallego, vasco, catalán, maño, madrileño, andaluz… si les preguntas realmente de dónde se sienten, encontramos muchos que dicen: mitad vasco mitad soriano […] mas soriano que catalán. Cabe destacar que esta identidad, o esta identidad mezclada de pertenencia a una cierta comunidad Autónoma se da más frecuentemente en los jóvenes que residen en Cataluña y en el País Vasco. Sobre todo en estos momentos en que las reivindicaciones de autonomía política e independentismo de estas comunidades se confrontan con la de pertenencia a un pueblo de Castilla. Las reflexiones de algunos de estos jóvenes es que su origen familiar de pertenencia a estas comunidades empieza y se acaba en ellos mismos, y valoran muy positivamente la pertenencia a San Andrés donde ser nieta del Basilio, es una forma importante de decir quién eres. 10.3.- La resignificación del código social tradicional En la mayoría de los pueblos, los vecinos y residentes de verano o vacaciones, han visto la necesidad de dinamizar la vida de los pueblos, lo que ha dado como resultado una larga cuantía de asociaciones culturales. Es raro que no aparezca en cualquier pueblo una asociación que intente mantener el pueblo vivo. Este fenómeno que en otros pueblos se dio con facilidad y entusiasmo por parte de los vecinos, que reforzó los lazos de la comunidad y era motor actividades y beneficios para la comunidad, tuvo en San Andrés un fracaso estrepitoso. La fórmula jurídica de las asociaciones culturales, así como su gestión asamblearia recuerda mucho al antiguo Concejo de vecinos. Pero para que esto funcionase tenían que darse las premisas que posibilitaron la existencia de esta institución durante tantos años: igualdad, honradez, solidaridad, autonomía y comunidad, y que es lo que representa el Arca y su tradición. La igualdad dejó de existir en San Andrés en el momento en que el poder político se impuso al bien de la comunidad. Cuando las personas responsables del gobierno de los pueblos experimentaron la posibilidad de lucrarse económicamente, de controlar los recursos para el beneficio de unos pocos, (a veces ni siquiera miembros de la comunidad porque tan sólo están empadronados en el pueblo por los beneficios fiscales y no son residentes reales), y la distribución del poder cada vez era más desigual, aparece el caciquismo del que adolecen muchos pueblos de Castilla. Esto, sumado al inevitable paso del tiempo que ha hecho desaparecer a las últimas fuentes vivas del valor de la igualdad, los abuelos de fin de siglo, nos muestra que la realidad del siglo XXI, es el prácticamente exterminio de la igualdad en San Andrés. La cuestión de la honradez también se ve afectada, ya que se cuestiona la distribución del poder, de cómo se legitima y que mecanismos utiliza para perpetuarse en este caso de forma desigual en los habitantes de San Andrés. 410 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La falta de honradez afecta directamente al concepto de justicia. No puede haber justicia si no hay honradez primeramente, así que todo el sistema de valores que se configuraba a través de la igualdad va cayendo de forma correlativa. La sensación de falta de justicia social genera comportamientos individualizados y egoístas en los que cuesta ver que existen otros miembros en la comunidad, o incluso reconocer que existe comunidad. Si no existe comunidad no es necesario ser solidario con el otro, o tan sólo cuando a mi me pueda apetecer o de un cómo se configure el nuevo sistema de valores. Y por último, la autonomía tiene ahora un sentido personal e individualizado y no de comunidad, por lo que el conocimiento y la formación que ponían al servicio de la autonomía de la comunidad de San Andrés frente a la del poder de los nobles, Reyes y poderosos del pasado, ahora sirve para reforzar las posiciones individualistas, y para marcar las diferencias con el otro. El Código tradicional pierde su sentido de legitimación del poder para ponerse al servicio de la dominación de los caciques del siglo XXI. La recuperación de las tradiciones como el traslado del Arca apuestan por visualizar que la comunidad sigue estando unida, refuerza los lazos de vinculación con el pueblos a través de las emociones y anhelos del pasado, y se convierten el símbolo de la pureza e inocencia de la que bebemos como fuente de nuestro noble origen. O lo que consideran algunos de los que tienen casa en San Andrés: se vende humo para ocultar que San Andrés ya no es lo que dice el Arca. Imagen 290. Construcción de casa nuevas . Fuente propia 411 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 412 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona CONCLUSIONES Pero el antropólogo aspira al conocimiento científico, y no puede conformarse con la descripción de la diversidad de las culturas: debe hallar alguna base para la comparación Lévi-Strauss562 562 Lévi-Strauss, C : Antropología Estructural, Ed. Paidós, Barcelona, 1987, p. 13 413 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 414 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Han pasado cerca de diez años desde que inicié este trabajo. Ha sido un camino duro, pero ha representado para mí una experiencia magnífica, de la que sin duda habré obtenido profesionalmente y personalmente más de lo que pueda plasmar en éste escrito. Durante estos años el trabajo de investigación ha ido perfilándose, pero también concretando su objeto de estudio. En un primer momento, el objeto de investigación era la gestión comunal de los recursos naturales que se lleva a cabo en San Andrés. Por diferentes motivos, la investigación se fue alargando en el tiempo lo que me permitió ser una testigo directo del cambio social más significativo que había vivido la comunidad de San Andrés desde su asentamiento. Por este motivo las conclusiones de la investigación se pueden resumir en dos puntos específicos referentes al caso concreto de la comunidad estudiada, y un punto más general, tal vez extrapolable a otras comunidades y en el que se puede encontrar una continuidad en futuras investigaciones. La hipótesis de la que partía era considerar la igualdad como una forma de estructurar la sociedad y de estructurar las relaciones de poder que en ella se configuran por tal de conseguir la supervivencia y bienestar de la comunidad primeramente, y después de sus miembros Durante muchos siglos esto ha sido así. La revisión de la documentación de el Arca, así como las entrevistas a los informantes, nos han mostrado que hasta el siglo XX la igualdad impregnaba todas las dimensiones de la comunidad de San Andrés. Era el valor central sobre el que se articulaba todo un sistema de valores que legitimaba y reproducía la igualdad social. En relación con la hipótesis y a la luz de los resultados obtenidos se puede concluir dos elementos importantes relacionados con la configuración y evolución de la comunidad de San Andrés. El primero de ellos hace referencia a los cambios puramente demográficos y económicos. La situación actual de crisis económica después del boom inmobiliario y la especulación del suelo evidencian que San Andrés sufre un momento de inflexión en su historia, el punto clave que puede determinar si el pueblo sobrevive y se mantiene, a pesar de que se convierta en un lugar de ocio y no como comunidad estable, o por otro lado su desaparición paulatina hasta caer en el olvido. El segundo punto a destacar es que a pesar de que el motor de cambio viene dado desde fuera en cuestiones políticas y económicas, existe un cambio significativo en las relaciones que se establecen en la comunidad. Ya no se depende de los bienes comunales para la supervivencia (algo que puede cambiar si la crisis llegase a situaciones límite en que para comer necesitásemos recurrir a ellos). Lo que está claro es que en estos momentos la igualdad ya no es necesaria para la supervivencia, por lo tanto deja de ser un valor a transmitir. Tampoco se transmite como un rasgo identitario a las nuevas generaciones, por lo que no sólo desaparece como valor, sino 415 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona también como idea dentro de la construcción simbólica de la comunidad. El poder adquiere unas connotaciones diferentes, y una distribución desigual. Hacia el 20052006 podríamos afirmar que la división del poder y su legitimización ponía en riesgo la comunidad corporada. Siete años después, en el 2013, ya no existe comunidad corporada, ni igualitaria. Las reflexiones que me suscitan estas tres conclusiones se pueden resumir en la siguiente manera: C.1.- Respecto a los cambios demográficos y económicos: La revisión etnohistórica me mostró una comunidad que había mantenido una forma de vida bastante similar desde los siglos XIII al XX, pues su principal modo de subsistencia se basaba en la explotación de la Dehesa comunal, pues no existía un mercado de la tierra563. La situación geográfica de San Andrés, así como la propiedad de Privilegios sobre la Dehesa, la convertían en una comunidad poco influenciada por los cambios político-administrativos históricos. El cambio económico empezó con la mecanización del trabajo rural, pero en San Andrés existen muy pocos terrenos que la utilizasen, y su producción era mínima comparada con otras tierras (Campo de Gómara, Tierra del Pan en Zamora, etc…), a esto debe añadirse el fenómeno de la emigración a las grandes ciudades. Muchos hijos de San Andrés se fueron a vivir a Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza, Sevilla… Se quedaron los abuelos de mi generación, los nacidos a principios del siglo XX, los que hicieron la fuente y el lavadero, los que empedraron las calles y construyeron el Ayuntamiento nuevo, los que retejaron la iglesia. Eran los que custodiaban el pueblo noche y día, sin tregua, testigos vivos de lo que San Andrés había sido, y lo transmitían a los nietos que pasábamos veranos, y fiestas, puentes, y fines de semana con ellos mientras los padres trabajaban. La vida de las comunidades está marcada por periodos de estabilidad e inestabilidad institucional. Los nuevos acontecimientos generan nuevos espacios relacionales que ponen en crisis las instituciones que habían existido hasta entonces. El contacto con el exterior genera cambios importantes y significativos, que deberían tenerse en cuenta en la construcción social del próximo siglo, pues incorporan nuevos significados en el sistema de valores de las comunidades, como es el ejemplo de San Andrés, y que dan lugar a nuevos espacios de simbolización que permiten volver a reconstruir el mundo que les rodea564. De aquellos testigos del pasado corporado y comunal ya no queda prácticamente nadie, de sus hijos, que recuerdan con anhelo los años mozos en el pueblo, empieza a 563 No ha existido, hasta inicios del siglo XXI un mercado de la tierra. Las compra-ventas de parcelas, prados o huertas era poco significativo. Sí existía, y de ahí se derivan muchos problemas de herencias y registro del catastro actual, la permuta de tierras “de palabra”, intentando concentrar la tierra en un mismo lugar. Esta unificación de pequeñas parcelas se hizo en las explotaciones de secano a través de la concentración parcelaria en los años 80, pero no sen ha conseguido llevar a cabo en las parcelas de regadío (huertas, prados). 564 Casullo, N : Pensar entre épocas , Ed. Norma, Buenos Aires, 2004 416 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona fallar la memoria, y de los nietos que disfrutaban del pueblo, las obligaciones laborales, profesionales, la crisis y la globalización de este momento les permite permanecer pequeñas temporadas en San Andrés, pero con la mirada siempre en su lugar de origen. Ya no hay quien transmita a las nuevas generaciones, por sus vivencias en primera persona, los valores que regían aquella comunidad, entre otras cosas porque ya no existen la mayoría. La adaptación al sistema capitalista y a las directrices de Europa, trajo como consecuencia que se modificasen las formas de subsistencia familiar, fomentado una relación con el exterior, cada uno por su lado, y desintegrando poco a poco las relaciones comunales y cooperativas del pueblo. C.2.- La aparente desaparición de la igualdad como valor y las modificaciones en la configuración del poder. Los miembros de la comunidad de San Andrés construyen sus propias realidades en la coexistencia de lo local y lo global, y hacen uso de la cultura y de códigos culturales para comunicar e interpretar estas realidades. Si la tierra, en un sentido físico (para sobrevivir), y en un sentido simbólico (la identidad) es lo que impulsa a los jóvenes a recuperar, a reconstruir el territorio que se ha ido abandonando, tal vez sería bueno que las dinámicas político-económicas de los pequeños Ayuntamientos fuesen encaminadas a romper definitivamente con el sometimiento y cautiverio que se nos impone desde una macroeconomía que no entiende, ni quiere entender, de personas concretas que apelan a su relación con la tierra para vivir dignamente. Cuando una sociedad inicia un proceso de transición como es el caso de San Andrés, los rituales políticos y formas simbólicas de representación de la igualdad pierden su papel revitalizador del poder, se hace necesario sustituirlos al perder los vínculos sociales establecidos con anterioridad. Esta evolución da lugar a nuevas formas de distribución del poder, y por ende, a la reformulación de la igualdad como forma de estratificación social. La desigualdad actual de la comunidad se puede explicar, describir y comprender no sólo haciendo referencia a los procesos económicos de apertura al exterior, que sin duda han sido causantes, sino también a los significados culturales por los cuales los sujetos se mueven y representan la realidad. Para comprender la cultura tradicional habría que entender565 que los conocimientos del pasado no pueden ser valorados negativamente en su totalidad, ya que existen elementos positivos y negativos, como en la actualidad, que todos esos conocimientos han nacido en un inicio para que sean evolucionados y adaptados por los individuos que los poseen en función de las circunstancias particulares, de la época histórica y del lugar geográfico, y que en la actualidad estos conocimientos conviven con los nuevos, sin que ninguno de los dos pierda respecto al otro. 565 Díaz, J: El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León, Ed Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001, p. 29 417 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Esto es lo que permite que una comunidad aprecie su cultura tradicional, la valore, la cuide y difunda sus contenidos566. Cabe destacar que el elemento fundamental que aparece en las sociedades modernas en el contexto de las prácticas políticas son los partidos políticos que, muchas veces, ocultan los vínculos e intereses familiares. Como he podido ir observando, esta evolución de la comunidad de San Andrés se constata como un proceso de evolución567 a partir del cual se van creando nuevas instancias que dan tratamiento diferente al poder al mismo tiempo que dificultan captar el papel real que juegan las relaciones de parentesco. Reconocer en la actualidad cómo la identidad y las alianzas responden a una lógica endogámica nos permite comprender por qué hoy las relaciones de parentesco aparecen en un plano secundario568, pese a que continúan siendo determinantes en las estructuras de poder. Nos encontramos, desde mi punto de vista, en una situación en la cual las relaciones de parentesco fortalecen las alianzas políticas sustentándolas en intereses de grupo, donde la ideología y la concepción de lo que “deber ser” el pueblo/comunidad confiere identidad a los miembros de los grupos que compiten por el poder dentro de la comunidad. Y es precisamente esta dinámica la que rompe con el concepto de comunidad corporada que había existido hasta finales del siglo XX en San Andrés. La igualdad se ha configurado como el eje central del sistema de valores de la comunidad de San Andrés en el pasado, ligada a la honradez, solidaridad, y autonomía de la comunidad y no del individuo. La igualdad se considera un valor porque la comunidad la valoró como necesaria y buena para su supervivencia durante muchos siglos, de los que podemos dar testimonio directo a través de la documentación del Arca Archivo, y cuya función principal era la de la supervivencia En cuanto a la valoración, sólo una educación adecuada podrá contribuir a una evaluación justa de nuestra deuda con el pasado y con quienes nos entregaron su trabajo mejorado y sus conocimientos heredados. Se impone, pues, que esa idea esté coherente a lo largo del proceso educativo de la persona, dando importancia no sólo a la utilidad inmediata de esa cultura, sino a la evolución histórica y al esfuerzo individual que contribuyeron a perfeccionarla. Desde el momento en que el patrimonio significa “recuerdo de los antepasados” su concepto se amplía para abarcar no sólo monumentos o piezas artísticas sino ideas, formas de vida, y joyas del conocimiento, en Díaz, J : El sentido de la cultura tradicional. En Estudios de etnología en Castilla-León. Ed Junta de Castilla y León, Valladolid, 2001, pp. 29-30 567 Adams se refiere a los procesos de cambio y evolución como: las nuevas unidades sociales deberán reemplazar los lazos sociales que caracterizaban la estructura de poder anterior con nuevos lazos que orienten al pueblo hacia la nueva estructura. Uno de los principales problemas es el surgimiento de las jefaturas fuer rebasar las unidades de parentesco, organizaciones en que las unidades componentes poseían una gran autonomía o al menos una gran flexibilidad de alianzas y oposiciones. El parentesco tenía demasiada importancia como para ser destruido, pero en la medida en que el poder se centralizaba, se marginó de manera sistemática la cualidad coordinada y recíproca del parentesco y se la reemplazó por una dependencia en la combinación de autoridad secular y religiosa creada por la jefatura, en Adams, R: La red de la expansión humana. Centro de Investigaciones Superiores del INAH. Editorial de la Casa Chata, número 7, México, 1978. 568 En un plano secundario porque las relaciones de parentesco establecen potencialidades, pero también limitaciones en la transmisión del liderazgo o del poder. 566 418 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona de la comunidad y de sus individuos a través de una gestión de los recursos comunales, en su máxima expresión en la Dehesa. La comunidad de San Andrés ha pasado de una situación de corporativismo, igualdad, solidaridad, ayuda mutua y con un ejercicio/control del poder de forma común, a la aparente desaparición de la igualdad como valor, así como del sistema de valores que estaban integrados en él, y apareciendo el poder vinculado a la política. Se empieza a constituir una nueva comunidad con relaciones y valores diferentes que posiblemente respondan a los nuevos retos que tiene la comunidad para sobrevivir como pueblo en el siglo XXI. C.3.- La importancia de la gestión comunal como mecanismo de reproducción de la igualdad social No cabe duda que existe un papel condicionante de la distribución de la propiedad de la tierra en el tipo de relaciones que se establecen en una comunidad y de los valores que ésta identifica como propias. Aunque los comunales en San Andrés siguen siendo predominantes en la actualidad, los habitantes del pueblo no dependen de ellos. Si el pueblo no depende de los comunales, éstos ven condicionadas sus perspectivas de futuro, ya que cualquier proyecto de desarrollo encaminado a mejorar puede contar con ellos (alquiler de la escuela, parcelas para la construcción de viviendas). Se resignifica el código ecológico de la comunidad, pues en la actualidad el bien común está orientado al progreso de las personas y no de la comunidad, por lo que la Dehesa pasa a tener valor para cada uno de los vecinos como patrimonio ecológico y elemento de prestigio. Sigue siendo un bien, pero deja de ser un bien comunal para ser un bien individual. Al desaparecer la gestión comunal desaparece la necesidad de la igualdad. El uso y disfrute del bien no es necesario administrarlo y cuidarlo como en el pasado, por lo que se establecerá nuevas formas de gestión comunal de la Dehesa y un nuevo sistema de valores asociados ella. C.4.- De la idea al valor Las ideas son abstractas, los valores son abstractos pero tienen una connotación práctica en la comunidad en la que se desarrollan. Existe una diferenciación entre lo que la comunidad de San Andrés entiende por un valor y lo que entiende por idea. Un valor adquiere un nivel de complejidad superior al de la idea ya que está integrado en parte por ella. Un valor tiene una fundamentación teórica, una concesión simbólica que es lo que constituye la idea. Pero a esta idea se le ha sometido a una valoración por parte de los miembros de la comunidad y se la ha catalogado como positiva, como necesaria 419 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona para la supervivencia, y como una idea a fundamentar y reproducir. Para que esto sea realidad esta idea debe ir dotada de toda una serie de acciones, de prácticas. Esta es la parte visible del valor, la parte objetivable y la parte que tiene un común denominador en todos los integrantes de la comunidad. La idea sí es común, pero adquiere pequeños matices diferenciadores entre los individuos que la comparten. Esta diferenciación sobre el significado puede responder a diversas causas, desde la diferencia de plasticidad cerebral y la diferencia perceptiva de los individuos, hasta las diferentes vivencias que estos han tenido en su historia de vida. Lo que sí se pone en común por parte de todos, es en la manifestación de esta idea, lo que denominamos prácticas. Las ideas se pueden transmitir, o no. Se pueden transmitir de forma voluntaria, o involuntaria, de forma consciente o inconsciente, pero un valor no. Los valores son transmitidos de forma voluntaria, debe haber pues una voluntad del individuo, o de la comunidad, por reproducirlo en tanto y cuanto se le ha concebido como positivo y necesario. El sistema de valores que ha predominado en San Andrés durante tanto tiempo apela a principios morales que implicaron su perpetuación y rechazaron los incongruentes y dísonos, por lo que puedo concluir que cada subsistema enfoca su moral a lo que es coherente e inherente con su mantenimiento. Partía de la hipótesis implícita que cultura era transmisión de valores. Según la investigación llevada a cabo en San Andrés lo que se me ha revelado es que la cultura es un medio de percepción y un modelo interpretativo, no solo confiere significado sino también contenido (…) Y es tal el señorío cultural, tan profundamente interiorizadas se esconden las representaciones colectivas, que los mismos signos y señales simbolizan moralidades opuestas según el interior del subsistema en que se producen.569 A forma de conclusión general diré que si la cultura hace referencia a un mundo de significados compartidos (visión del mundo, racionalidad del grupo, comportamientos y conductas del grupo, etc.., y las personas del grupo definen la realidad, dan valor a las cosas, cobran identidad, adquieren y exigen el reconocimiento de sus derechos, reinventan la tradición, se apropian de elementos foráneos e imaginan su futuro..., en estos momentos San Andrés sufre una dinámica de cambio muy rápido respecto a lo que ha constituido la dinámica habitual de cambio en el pasado, generando una gran fractura respecto al sistema de valores que se había mantenido en la comunidad hasta el siglo XX. 569 Lisón Tolosana, C: Antropología cultural de Galicia, Editoria AKAL Universitaria, España, 1979 420 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona La mirada al futuro no debería perder de vista que: • Cuando la política no está orientada al Bien Común pierde su rostro humano. Por lo que considero que, tal y como pone de manifiesto el pasado de San Andrés como ejemplo de comunidad, debe contemplar el bienestar de las personas que se asocian por causa del beneficio mutuo, potenciar, reforzar y cuidar sus lazos. • Cuando una comunidad prioriza el bien común, le permite desplegar las fuerzas de las personas al máximo para conseguir sus objetivos, lo que repercute en la consolidación de un marco de justicia social en el que participan todos los miembros y que fortalece los valores de cooperación y solidaridad. • El bien común específico de cada comunidad se determina de acuerdo a su cosmovisión específica y genera valores e instituciones comunes visibles e indivisibles, que facilitan a sus miembros una vida digna, como fue y es el caso de San Andrés. Finalmente puedo decir, que la coherencia lógica de estas operaciones mentales de análisis social de la igualdad se fundamenta en la sinceridad y la honestidad de quien puede decir, como el pájaro explorador de la fábula: Yo estaba allí, me ocurrió tal cosa. Vosotros mismos creeréis encontraros allí, y que logra comunicar esta convicción570. 570 Lévi-Strauss, C : Antropología Estructural, Ed. Paidós, Barcelona, 1987, p.19 421 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 422 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ABELLÁN, J: Estudio preliminar en Weber, M: Sociología del poder, Alianza Editorial, Madrid, 2007, pp 17-62. ACOSTA NARANJO, R: Los entramados de la diversidad, Antropología social de la Dehesa, Colección Raíces, Badajoz, 2002. ADAMS, R: La red de la expansión humana, Centro de Investigaciones Superiores del INAH. Editorial de la Casa Chata, nº 7, México, 1978. ÁLVAREZ LICONA, N.E: Valores o valoraciones. 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Segunda Portilla de acceso a la Dehesa Imagen 4. Informante paseando por los campos Imagen 5. Alto Tabanera visto desde La Peña. Imagen 6. Choza de pastor en la Dehesa Imagen 7.Detalle del cierre del Arca Imagen 8. Puente sobre el río Tera en Almarza. Imagen 9.Paso por encima del río Imagen 10. Dehesa desde el llano de la peña hasta el casco urbano de San Andrés. Imagen 11. Río Tera a su paso por Almarza. Fuente propia. Imagen 12. El Arca Imagen 13. Apertura del Arca y los documentos ya protegidos por el Archivo Provincial de Soria Imagen 14. Apertura del Arca y los documentos ya protegidos por el Archivo Provincial de Soria Imagen 15. Ruinas de Numancia. Imagen 16. Tocando el cuerno numantino. Imagen 17. Excavación de Numancia en la actualidad Imagen 18. Aljibe de Numancia Imagen 19. Molino rotatorio de piedra. Imagen 20. Molino rotatorio de piedra Imagen 21. Imagen de los aljibes. Imagen 22. Molino rotatorio en funcionamiento. Imagen 23/ Imagen 24. Peinado de la lana, una vez esquilada, para limpiarla y facilitar su hilado. Fuente propia. Imagen 25. Molino de mano o de vaivén Imagen 26. Patio de casa celtibérica. Imagen 27. Hilado de la lana de forma manual por la mujeres numantinas Imagen 28. Mapa de la llegada del Islam a la Península Ibérica Imagen 29. Pastos de la Dehesa. Imagen 30. Parcela cerca del casco urbano. Imagen 31. Mapa de la situación del desierto estratégico del Duero Imagen 32. Descripción de la Península Ibérica en el año 910 Imagen 33. Portada románica de la iglesia de San Andrés. 435 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 34. Detalle del capitel Imagen 35. Pila bautismal Imagen 36. Censo de 1270 en el que aparece San Andrés Imagen 37. Retrato de Alfonso XI. Imagen 38. Alto de la Peña Imagen 39. Alto de la Peña Imagen 40. Dehesa. Imagen 41. Dehesa Imagen 42. Retrato de Juan I Imagen 43 y 44. Sellos de plomo circular, de 55 mm de diámetro. Imagen 45. Representación de Enrique III. Imagen 46. Tumba de Juan II de Castilla Imagen 47. Carta de privilegios de Juan II. Imagen 48. Enrique IV de Castilla Imagen 49. Retrato de los Reyes Católicos Imagen 50. Retrato de Carlos I de España y V de Alemania Imagen 51. Mapa de los pueblos de la zona en 1270 Imagen 52. Retrato Felipe II Imagen 53. Mapa de la provincia de Soria en 1783 Imegen 54. Mapa de situación del municipio de San Andrés Imagen 55. Mapa de delimitación aproximada de la pedanía Imagen 56. Vista del Alto de Tabanera desde el pueblo Imagen 57. Visión por satélite de la Dehesa Imagen 58. Arroyo Celadillas Imagen 59. Abrebadero del Alto de Tabanera Imagen 60. Dehesa en invierno. Fuente propia. Imagen 61. Dehesa en primavera. Imagen 62. Vista por satélite de la situación de San Andrés Imagen 63 y 64. Nevadas en San Andrés Imagen 65. Parte del documento del Arca que recoge un Pregón de 1651 Imagen 66. Parte del documento del Arca que recoge un Pregón de publicación de la Ordenanzas de 1651. Imagen 67. Ordenanza sobre la suelta de ganado en la Dehesa, y aspectos relacionados con la ermita de Santos Nuevos. Año 1749 Imagen 68. Ordenanza sobre la suelta de ganado y la corta de leña en la Dehesa. Año 1749. Imagen 69. Extracto del inventario de 1783 en referencia a los hierros de marcar el ganado Imagen 70. Extracto del Inventario de 1783 Imagen 71. Extracto del Inventario de 1808 436 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 72. Extracto del contrato del Guarda de la Dehesa de 1732, indicando al margen izquierdo: Contrato. Imagen 73. Extracto del contrato del Guarda de la Dehesa de 1732, indicando el salario asignado. Imagen 74. Extracto del contrato, tal como indica el margen izquierdo, de 1731. Imagen 75. Extracto del contrato sobre el toro del común, de 1735 Imagen 76. Texto de 1735 del pago realizado en animales Imagen 77. Texto de 1733 del pago por cada ternero tres zelemines Imagen 78. Texto de 1781 del pago en ducados. Imagen 79. Texto de 1749 del pago en celemines. Imagen 80. Una fanega Imagen 81. Un celemín Imagen 82. Pagos por los hierros de marcar ganado Imagen 83. Contrato por segar el prado de los toros en 1744 Imagen 84. Contrato del cabrero en 1733 Imagen 85. Libro de Cuentas de 1799 Imagen 86. Libro de Cuentas de 1799 Imagen 87. Firma de los fiadores en 1734 Imagen 88. Contratos a personas indicando el nombre, en 1735 Imagen 89. Extracto del acuerdo con Gallinero en 1807 Imagen 90. Los vecinos sacando el Arca de la Vitrina de seguridad. Imagen 91. En la puerta del Ayuntamiento de San Andrés Imagen 92. Arca a hombros de los vecinos, delante de Canto gordo, camino de San Andrés Imágenes 93 y 94. Traslado del Arca del Ayuntamiento de San Andrés al de Almarza Imágenes 95 y 96. Traslado del Arca de Almarza a San Andrés Imagen 97. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1839. Imagen 98. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1840 Imagen 99. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1841. Imagen 100. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1889 Imagen 101. Actas de traspaso del Arca correspondientes a 1890 Imagen 102. Firma como Fiel de hechos en 1789 Imagen 103. Firma como Fiel de hechos en 1793 Imagen 104. Firma como Teniente de Fiel de hechos en 1790 Imagen 105. Firma el Fiel de Almarza en sustitución del Fiel de hechos de San Andrés en 1795. Imagen 106. Acta redactada en casa del Escribano Manuel Morales, en 1809, en presencia de los Señores de Justicia, Regidores de la Dehesa y Escribano Imagen 107. Extracto del Inventario de 1808. Imagen 108. Página 1 de acuerdo de 1805. Imagen 109. Página 2 de acuerdo de 1805. 437 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 110. Página 3 de acuerdo de 1805. Imagen 111. Choza de la Dehesa para albergar a los pastores. Quedan varias chozas todavía en pie Imagen 112. Pared de una pequeña presa que había en la Dehesa para el riego de ésta Imagen 113. Paredes de la Dehesa que la dividían en quintos. Imagen 114. Acta de traspaso del Arca en 1801 Imagen 115. Acta de traspaso del Arca en 1801 Imagen 116. Acta de traspaso del Arca en 1802 Imagen 117. Acta de traspaso del Arca en 1804 Imagen 118. Nota en el inventario de 1804 Imagen 119. Acta de 1809 Imagen 120. Se recoge lo contemplado en un acuerdo del Concejo de 1812. Imagen 121. Portada del inventario de 1838. Imagen 122. Última página del inventario de 1838. Imagen 123. Primera página del inventario de 1887 Imagen 124. Segunda página del inventario de 1887 Imagen 125. Última, y tercera, página del inventario de 1887 Imagen 126. Firma de los alcaldes en 1889, entrega San Andrés, Miguel Santana, y recibe Almarza, Esteban Valdecanto. Imagen 127. Firma de los alcaldes en 1890. Imagen 128. Inventario de 1887. Imagen 129. Arroyo de la Dehesa. Imagen 130. Segunda Portilla de la Dehesa. Imagen 131. Pleito de 1497 Imagen 132. Primera hoja del documento de 1539 Imagen 133. Segunda hoja del documento de 1539. Imagen 134. Tercera hoja del documento de 1539. Imagen 135. Cuarta y última hoja del documento de 1539. Imagen 136. Ejecutoria de 1650 Imagen 137. Primera página de la Ejecutoria de 1777 Imagen 138. Extracto de la Ejecutoria de 1777 Imagen 139. Extracto de la Ejecutoria de 1777 Imagen 140. Extracto de una Ejecutoria de 1777. Imagen 141. Última página de una Ejecutoria de 1777. Imagen 142. Ejecutoria de 1779. Imagen 143. Primera página de una Ejecutoria de 1831 Imagen 144. Página de una Ejecutoria de 1831 Imagen 145. Índice de una Ejecutoria de 1838 438 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 146 y 147. Cartas de confirmación de Privilegios de Juan II y Alfonso XI respecto a la Dehesa de los cuatro pueblos. Fuente Archivo Histórico Provincial de Soria Imagen 148. Priemra página del documento de 1463 Imagen 149. Última página del documento de 1463 Imagen 150. Primera página del documento de 1483. Imagen 151. Última página del documento de 1483. Imagen 152. Ordenanza de 1750. Imagen 153 a 163. Extracto de la Ordenanza de 1750. Imagen 164 y 165. Provisión Real de 1530 Imagen 166. Primera página de la copia de las Ordenanzas de Carlos I , en 1722. Imagen 167 a 173 Copia de las Ordenanzas de Carlos I, de 1722. Imagen 174 a 196 . Copia de la Ordenanzas de Carlos I, de 1838 Imagen 197. Ordenanza de 1749 Imagen 199 a 201. Primera página del Libro de Contratos de 1731 Imagen 202. Libro de Contratos en 1732 Imagen 203. Libro de Contratos en 1734 Imagen 204. Libro de Contratos en 1746 Imagen 205. Libro de Contratos en 1746 Imagen 206. Libro de Contratos en 1746 Imagen 207. Libro de Contratos en 1770 Imagen 208. Libro de Contratos en 1893 Imagen 209. Libro de Contratos en 1893 Imagen 210. Contrato del vaquero en 1731. Imagen 211 a 213. Contrato del vaquero en 1749. Imagen 214. Contrato del vaquero 1768 Imagen 215. Contrato vaquero de 1783 Imagen 217. Pago vaquero en ducados de 1781 Imagen 218.Contrato al cabrero en 1733. Imagen 219 y 220. Contrato de pagar los Toros en 1766. Imagen 221 y 222. Contrato de pagar los Toros en 1746. Imagen 223 y 224. Acuerdo de 1807 Imagen 225. Arrendamiento del Bercolar 1746 Imagen 226. Arrendamiento de El Bercolar 1752 Imagen 227. Arrendamiento de El Bercolar 1773 Imagen 228 y 229. Arrendamiento de El Bercolar 1778 Imagen 230. Contrato de Arrendamiento de los quintos en 1793 Imagen 231 a 238. Dehesa. Imagen 239 y 240. Tainas caídas en el alto de la Peña. 439 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Imagen 241. Escrito del Libro de cuentas de 1746 en el que se alude “al son de campana tañida”. Imagen 242 y 243. Canto Gordo. Imagen 244. Documento de 1777, en el que se puede leer que los Concejos de los dos pueblos se juntan en el sitio que llaman Canto Gordo y los pradillos. Imagen 245. Vista de Almarza, desde San Andrés, en invierno. Imagen 246. Dibujo del casco urbano del pueblo. Imagen 247. El lavadero. Imagen 248 y 249 .La fuente. Imagen 250 .Los tejados del pueblo. Imagen 251. Canto Gordo. Imagen 252. Fotografía de la procesión de subida de la Virgen a la Soledad. Imagen 253. Virgen a la Soledad y del Cristo. Imagen 254. Subasta de los banzos antes de entrar a la Virgen a la ermita. Imagen 255 y 256. Ermita de Santos Nuevos el día de la peregrinación. Imagen 257. Ovejas en la majada. Imagen 258 y 259 .Bajada de las pocas vacas que quedan en el pueblo. Imagen 260 y 261. Tejados caídos de casas Imagen 262. Escuela de chicas, actual bar del pueblo. Imagen 263. Casa típica. Imagen 264 a 269. Detalles de puertas, ventanas y escudos. Imagen 270 y 271 Fotografías de una chimenea típica de una cocina, vista desde fuera Imagen 272. Construcción interna de un horno. Imagen 273. Cocina tradicional con fuego a tierra, y el techo se convierte en la chimenea. Imagen 274. Horno de pan visto desde fuera. Imagen 275. Majada. Imagen 276. Pie gotera. Imagen 277 y 278. Casas del pueblo. Imagen 279. Potro de herrar. Imagen 280. Lavadero. Imagen 281 y 282. Tainas de Tabanera. Imagen 283. Prados y ganado pastando. Fuente propia Imagen 284 a 286. Situación de San Andrés y visión aérea de la extensión de la Dehesa Comunal y de las parcelas de regadío y secano del municipio. Imagen 287. Delimitida en rojo se encuentran los terrenos de ragadío, la superfisie restante son terrenos de secano. Imagen 288. Prados y ganado pastando. Fuente propia Imagen 289. Calle del pueblo. Fuente propia. 440 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona Figuras: Figura 1. Esquema conceptual. Figura 2. Gráfico de distribución de la superficie según la agricultura en 1980 Figura 3. Gráfica de distribución de la superficie de secano/regadío 1980 Figura 4. Gráfica de extensión de parcelas. Figura 5. Gráfica de tenencia de la tierra en 1980 Figura 6. Esquema conceptual Figura 7. Mapa conceptual 441 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 442 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona ANEXO- FICHAS DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN 443 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 444 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 445 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 446 Departament d´Antropologia Social Universitat de Barcelona 447