Traducciones del franquismo en el mercado literario español contemporáneo: el caso de Jane Eyre de Juan G. de Luaces Marta Ortega Sáez ADVERTIMENT. La consulta d’aquesta tesi queda condicionada a l’acceptació de les següents condicions d'ús: La difusió d’aquesta tesi per mitjà del servei TDX (www.tdx.cat) i a través del Dipòsit Digital de la UB (diposit.ub.edu) ha estat autoritzada pels titulars dels drets de propietat intel·lectual únicament per a usos privats emmarcats en activitats d’investigació i docència. No s’autoritza la seva reproducció amb finalitats de lucre ni la seva difusió i posada a disposició des d’un lloc aliè al servei TDX ni al Dipòsit Digital de la UB. No s’autoritza la presentació del seu contingut en una finestra o marc aliè a TDX o al Dipòsit Digital de la UB (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant al resum de presentació de la tesi com als seus continguts. En la utilització o cita de parts de la tesi és obligat indicar el nom de la persona autora. ADVERTENCIA. La consulta de esta tesis queda condicionada a la aceptación de las siguientes condiciones de uso: La difusión de esta tesis por medio del servicio TDR (www.tdx.cat) y a través del Repositorio Digital de la UB (diposit.ub.edu) ha sido autorizada por los titulares de los derechos de propiedad intelectual únicamente para usos privados enmarcados en actividades de investigación y docencia. No se autoriza su reproducción con finalidades de lucro ni su difusión y puesta a disposición desde un sitio ajeno al servicio TDR o al Repositorio Digital de la UB. No se autoriza la presentación de su contenido en una ventana o marco ajeno a TDR o al Repositorio Digital de la UB (framing). Esta reserva de derechos afecta tanto al resumen de presentación de la tesis como a sus contenidos. En la utilización o cita de partes de la tesis es obligado indicar el nombre de la persona autora. WARNING. 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DE LUACES Tesis doctoral presentada por Marta Ortega Sáez como requisito para la obtención del título de Doctora en Filología Inglesa Programa de Doctorado: Construcción y representación de identidades culturales Departament de Filologia Anglesa i Alemanya Universitat de Barcelona Barcelona, 2013 Directora: Dra. Jacqueline Hurtley Agradecimientos Esta tesis doctoral es el fruto de un largo recorrido, de un reto personal en todos los niveles en el que me han acompañado de una forma u otra muchas personas a quienes les estoy profundamente agradecida. Especial mención merece mi directora de tesis, la Doctora Jacqueline Hurtley, por embarcarse en esta aventura, por sus consejos, las largas conversaciones a lo largo de todo el proceso y por sus palabras de aliento, motivándome a seguir adelante, por su generosidad y cercanía y por enseñarme que ‘we’ll cross that bridge when we come to it’. También quisiera agradecer al Doctor Theo Hermans la supervisión de mi trabajo durante mi estancia en University College London en el verano de 2011, por saberme escuchar y hacerme cuestionar parte de la investigación que por aquel entonces se encontraba en estado embrionario. Gracias a la Dra. Teresa Seruya de la Universidade de Lisboa y a la Dra. Francesca Billiani de la University of Manchester por haber redactado los informes necesarios para la concesión de la Mención Europea. Gracias a la Dra. Monika Fludernik de Universität Freiburg y al Dr. José Ángel García Landa de la Universidad de Zaragoza por sus generosos comentarios en materia narratológica. También agradezco a la Dra. Eva Espasa de la Universitat de Vic por haberme escuchado y ayudarme a ver que iba por buen camino. Gracias a mis compañeros del Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Barcelona del que siento que nunca he dejado de formar parte desde que en 1998 inicié la licenciatura de Filología Inglesa. En especial, gracias Mercedes y Olga por vuestra buena voluntad, vuestra excelente predisposición para echar una mano y por vuestras amables palabras. Gracias Isabel Alonso por las charlas entre clases, por ‘dejarme’ hablar de Jane Eyre años ha en una de tus clases, por tu cariño y tus ánimos. Gracias también a Kathy Firth, Bill Phillips y María Grau por hacer más llevadera la vida con tesis. A Consuelo González Castresana le debo mucho de lo que hoy en día conozco de su padre. Gracias por abrirme las puertas de su casa, por su ilusión en mis hallazgos y sus amables palabras. Gracias también a todos quienes me han proporcionado desinteresadamente información sobre Luaces. En especial, gracias a Ángel Sánchez Herrero y a Ramón Sánchez González. A Raúl Alonso Breto tengo que felicitarle por la fantástica portada que ha diseñado para esta tesis. Muchísimas gracias por el tiempo que te has tomado. A mis amig@s de aquí y de allí. A Marina, Marta, Eli, Fani, Silvia, Eva, María, Elena, y sus respectivos, gracias por entender que una tesis no solo se hace, sino que se vive con ella. A mi cordobesa favorita, Almudena, por tu compañía aún en la distancia. A Emi, por los mensajes, llamadas, y demás, que me han vuelto a demostrar, una vez más, que siempre estás ahí. También, como no, a los ‘Trasnochadores’, Sara y Carlos, por escucharme entusiasmados durante horas, siempre mágicas, inolvidables e imprevisibles. También quisiera agradecer a María, primero compañera de congresos y casi desde siempre amiga, por poder contar contigo, por la inmensa ayuda que me has brindado y porque las charlas contigo siempre me llenan de tu optimismo y sabiduría. A Eduard no sé cómo expresarle mi gratitud. Hace ya muchos años que compartimos aventuras y desventuras, que nuestros cafés son de cinco horas. Siempre dispuesto a escuchar con una paciencia infinita. Sabes que parte de esta tesis te la debo a ti. Por supuesto, Xavi también merece una especial mención: has conseguido hacer fácil lo que para alguien ignorante de la informática como yo era otra montaña más que escalar. No puedo olvidarme de todos los miembros de mi familia que han estado ahí siempre, en todo momento, creyendo en mí. Gracias a mi tía Nieves, Emilio y Beatriz, a mi tío Julián, a mis tíos y primos de Zaragoza, a Fernando, Montse, Andrea y Anita. Gracias a María, Carlos y la abuela Milagros por preocuparos por mí, por escucharme y animarme a seguir. Pero sobretodo mil gracias a mis padres, David y Carmen, y a mi hermano, Iván. Las palabras se quedan cortas para expresar todo lo que os tengo que agradecer… De todas formas, quiero daros las gracias por acompañarme en este viaje, por animarme a seguir adelante, por vuestras palabras de cariño en los momentos en que más las necesitaba, por la inmensidad de vuestro amor, y también, por qué no, por haberme soportado en los tramos más amargos. Quisiera acabar, agradeciéndote a ti, Álex, por estar ahí cada día, por ver el vaso siempre medio lleno o lleno del todo, por tu optimismo y buen humor, por tu espíritu crítico, por creer ciegamente en mí y en que lo conseguiría, por la infinidad de horas que me has dedicado. También, como no, por tus grandiosas metáforas que han conseguido sacarme una sonrisa en los momentos más duros. Simplemente, gracias por haber demostrado con creces que eres el compañero ideal para cualquier aventura. Y gracias a mi Pumuki por haber entrado en mi vida hace tres años, por hacerme compañía tantas horas y aunque tú no lo sepas por hacer que mis días sean más dulces. Para David, Carmen, Iván y Álex, mi refugio y motor en la vida ÍNDICE Abreviaturas..................................................................................................................... 11 Índice de tablas ................................................................................................................ 13 Índice de gráficos............................................................................................................. 13 Índice de imágenes .......................................................................................................... 15 INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 21 1. Justificación ..................................................................................................................... 21 2. Metodología..................................................................................................................... 23 3. Estructura......................................................................................................................... 26 CAPÍTULO 1: APROXIMACIONES TEÓRICAS............................................................ 31 1.1. El giro cultural .............................................................................................................. 32 1.2. Lefevere: poder, mecenazgo y restricciones................................................................. 37 1.3. El enfoque sociológico de la traducción....................................................................... 45 1.3.1. Introducción: Complementación cultural/social.................................................... 45 1.3.2. Tipos de estudios sociotraductológicos ................................................................. 46 1.3.3. La teoría bourdieusiana en los estudios de traducción .......................................... 48 1.3.3.1. Conceptos bourdieusianos clave.................................................................... 49 1.3.3.2. Los conceptos de Bourdieu en el ‘campo’ de la traducción .......................... 54 1.4. Paratextualidad y traducción ........................................................................................ 63 1.4.1. Paratextos: definición, tipos y funcionalidad ........................................................ 63 1.4.2. Paratextos en traducción y traducción de paratextos............................................. 72 1.5. La censura en la traducción .......................................................................................... 77 1.5.1. Censura, poder, manipulación y disidencia ........................................................... 78 1.5.2. Traducción y censura: un enfoque global.............................................................. 85 1.5.2.1. Traducción y censura en la España franquista............................................... 93 CAPÍTULO 2: EL TRADUCTOR. JUAN G. DE LUACES.............................................. 97 2.1. Biografía....................................................................................................................... 98 2. 2. Labor literaria............................................................................................................ 108 2.2.1. Luaces: escritor y director de publicaciones en el campo literario español ........ 108 2.2.2. Luaces y el ‘campo’ de la traducción en España ................................................ 120 2.2.2.1. Las traducciones de Juan G. de Luaces en la actualidad............................. 137 CAPÍTULO 3: JANE EYRES........................................................................................... 147 3.1. Siglo XIX ..................................................................................................................... 149 3.2. Siglo XX: 1900-1939 .................................................................................................. 153 3.3. Posguerra española: 1940-1975 ................................................................................. 155 3.4. 1976-1999................................................................................................................... 163 3.5. Últimos años: 2000-2012 ........................................................................................... 170 3.6. La traducción de Jane Eyre de Juan G. de Luaces..................................................... 178 3.6.1. Jane Eyre (Iberia, 1943)...................................................................................... 179 3.6.2. Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011).......................................................................... 183 CAPÍTULO 4: CONTEXTOS .......................................................................................... 189 4.1. Contexto del siglo XIX ................................................................................................ 190 4.1.1. Jane Eyre, Bertha Mason y el modelo de feminidad victoriano.......................... 190 4.1.2. Modelos familiares en Jane Eyre ........................................................................ 194 4.1.3. La religión en Jane Eyre ..................................................................................... 197 4.2. Contexto del franquismo ............................................................................................ 203 4.2.1. De la Segunda República a la España de posguerra............................................ 203 4.2.2. Políticas de género: Mujer y familia ................................................................... 207 4.2.3. La religión en la España de posguerra ................................................................ 212 4.2.4. La cultura del libro bajo el franquismo ............................................................... 216 4.2.4.1. El aparato censor: Cronología, organismos y funcionamiento ................... 216 4.2.4.2. Un país devastado............................................................................................. 222 4.2.4.3. La traducción en la posguerra........................................................................... 225 4.3. Contexto del siglo XXI ................................................................................................ 234 4.3.1. Mujeres y familias ............................................................................................... 234 4.3.2. Religiones ............................................................................................................ 239 4.3.3. Los libros en la cultura contemporánea............................................................... 242 4.3.3.1. La traducción en la España contemporánea ................................................ 245 CAPÍTULO 5. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN.......................................................... 249 5.1. Metodología de análisis .............................................................................................. 250 5.2. Análisis ideológico ..................................................................................................... 255 5.2.1. El modelo femenino representado por Jane Eyre ................................................ 255 5.2.2. El modelo femenino representado por Bertha Mason ......................................... 286 5.2.3. Modelos familiares .............................................................................................. 293 5.2.4. La religión ........................................................................................................... 302 5.2.5. Intertextualidad.................................................................................................... 316 5.3. Análisis retórico.......................................................................................................... 326 5.3.1. Cambio del tiempo narrativo ............................................................................... 326 5.3.2. Apóstrofes al lector.............................................................................................. 332 5.3.3. Modo narrativo .................................................................................................... 336 5.3.3.1. Estilo directo → estilo indirecto:................................................................. 337 5.3.3.2. Estilo indirecto libre → estilo indirecto / estilo directo / omisión: ............. 339 5.3.4. Heterolingüismo: el francés de Adèle Varens ..................................................... 347 5.4. Interpretación del análisis........................................................................................... 350 CONCLUSIONES............................................................................................................. 365 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 373 Abreviaturas ACEtt: Asociación Colegial de Escritores de España AGA: Archivo General de la Administración BC: Biblioteca de Catalunya BNE: Biblioteca Nacional de España C. G. C.: Apuntes biográficos de Consuelo González Castresana DEA: Diploma de Estudios Avanzados DPD: Diccionario Panhispánico de Dudas DRAE: Diccionario de la Real Académica Española FEDERE: Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España FET: Falange Española Tradicionalista IDEOL: Categoría Ideológica del análisis INLE: Instituto Nacional del Libro Español ISBN: Número Estándar Internacional de Libros [International Standard Book Number] JONS: Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista LPI: Ley de Propiedad Intelectual PeEL: Panorámica de la edición española de libros RAE: Real Academia Española REBIUN: Red de Bibliotecas Universitarias Españolas RET: Categoría Retórica del análisis SF: Sección Femenina de la Falange TM: Texto meta TM0: Texto meta 0 (Versión de Jane Eyre de Juan G. de Luaces) TM1: Texto meta 1 (Jane Eyre de Juan G. de Luaces, Iberia 1943) TM2: Texto meta 2 (Jane Eyre de Juan G. de Luaces, Espasa Calpe 2011) TO: Texto original TO1: Texto original empleado para el análisis (Jane Eyre, Penguin Classics, 2006) TRACE: Proyecto de investigación ‘Traducción y censura en España (1939-1985)’ VSEP: Vicesecretaría de Educación Popular ED: Estilo directo EI: Estilo indirecto EIL: Estilo indirecto libre 11 Índice de tablas Tabla 1. Reeds. de traducciones de literatura en lengua inglesa de Luaces (2000-12) ..... 137 Tabla 2. Descenso de las traducciones entre 1945 y 1946 ................................................ 227 Tabla 3. Porcentajes de lenguas de origen sobre el total de libros traducidos en 2010..... 245 Tabla 4. Categorías y Subcategorías empleadas en el análisis .......................................... 250 Tabla 5. Ejemplos de Categorías y Subcategorías............................................................. 251 Tabla 6. Ejemplos Referencias y Subreferencias (I) ......................................................... 252 Tabla 7. Ejemplo Referencia y Subreferencias (II) ........................................................... 252 Tabla 8. Ejemplo Referencia y Subrefencias (III) ............................................................. 252 Tabla 9. Ejemplos marcadores análisis (I) ........................................................................ 253 Tabla 10. Ejemplos marcadores análisis (II) ..................................................................... 253 Tabla 11. Anexos ejemplos capítulo 5............................................................................... 254 Índice de gráficos Gráfico 1. Distribución de fechas de publicación de traducciones de Luaces de literatura en lengua inglesa ............................................................................................................ 124 Gráfico 2. Distribución de editoriales que publicaron traducciones de Luaces de literatura en lengua inglesa ....................................................................................................... 125 Gráfico 3. Lenguas traducidas al español entre 1939 y 1945............................................ 228 13 Índice de imágenes Imagen 1. Portada Saturday (Jonathan Cape, 2005) ........................................................... 64 Imagen 2. Portada Saturday (Vintage, 2006) ...................................................................... 64 Imagen 3. Contraportada Saturday (Vintage, 2006)............................................................ 64 Imagen 4. Reseña I. Contraportada Saturday (Vintage, 2006)............................................ 65 Imagen 5. Reseña II. Contraportada Saturday (Vintage, 2006) .......................................... 65 Imagen 6. New Moon (Little, Brown, 2006)........................................................................ 66 Imagen 7. New Moon (Little, Brown & Company, 2009)................................................... 66 Imagen 8. Twilight (San Val, 2008) .................................................................................... 67 Imagen 9. Tres metros sobre el cielo (Debolsillo, 2006) .................................................... 68 Imagen 10. A tres metros sobre el cielo .............................................................................. 68 Imagen 11. Página web de Ian McEwan ............................................................................. 69 Imagen 12. El juego del ángel. Segmento I del book trailer............................................... 71 Imagen 13. El juego del ángel. Segmento II del book trailer ............................................. 71 Imagen 14. El increíble caso de Barnaby Brocket. Segmento I del book trailer................ 71 Imagen 15. El increíble caso de Barnaby Brocket. Segmento II del book trailer .............. 71 Imagen 16. Luaces durante el servicio militar................................................................... 104 Imagen 17. Luaces y Ester Castresana .............................................................................. 104 Imagen 18. Juan G. de Luaces (c. 1934) ........................................................................... 105 Imagen 19. Juan G. de Luaces (c. 1935) ........................................................................... 105 Imagen 20. Juan G. de Luaces (c.1940) ............................................................................ 107 Imagen 21. Los amores de Cleopatra (1928) .................................................................... 110 Imagen 22. La dramática vida de Miguel Bakunín (1930) ............................................... 110 Imagen 23. Estampas (1934) ............................................................................................. 110 Imagen 24. Dedicatoria de Luaces a Gerardo Rivera........................................................ 111 Imagen 25. ‘Carnaval’ (Madrid Ilustrado febrero 1936) .................................................. 113 Imagen 26. La guerra de los sapos (1947)......................................................................... 118 Imagen 27. La ciudad vertical (1948)................................................................................ 119 Imagen 28. Cartel de Las llaves del reino (Dir. John M. Stahl)........................................ 132 Imagen 29. Cartel de Ciudad de conquista (Dir. Anatole Litvak) .................................... 132 Imagen 30. Cartel de El mundo en sus manos (Dir. Raoul Walsh) ................................... 132 15 Imagen 31. Cartel de Cada vida es un mundo (Dir. Harold French, Pat Jackson, Anthony Pelissier) .................................................................................................................... 133 Imagen 32. Cartel de Tres azafatas (Dir. Henry Levin).................................................... 133 Imagen 33. Carta de Pekín (Plaza y Janés, 2000)............................................................. 138 Imagen 34. Las llaves del reino (Juventud, 2000) ............................................................ 139 Imagen 35. David Copperfield (Planeta-De Agostini, 2001)............................................ 140 Imagen 36. Bésame otra vez, forastero (El Nadir, 2005).................................................. 141 Imagen 37. Lo que el viento se llevó (Ediciones B, 2008) ................................................ 142 Imagen 38. La estirpe del dragón (Debolsillo, 2009) ....................................................... 142 Imagen 39. Cumbres borrascosas (Aldevara, 2010)......................................................... 143 Imagen 40. Los viajes de Gulliver/Gulliver’s Travels (SmArt of Selling Factory, 2011) 144 Imagen 41. Págs. 4 y 5 de Los viajes de Gulliver/Gulliver’s Travels (SmArt of Selling Factory, 2011) ........................................................................................................... 144 Imagen 42. QR Los viajes de Gulliver / Gulliver’s Travels.............................................. 145 Imagen 43. Juana Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo. Barcelona, 1859. ............ 150 Imagen 44. Juana Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo. Barcelona, 1869. ............ 150 Imagen 45. Jane Eyre (519 Editores, 2012)...................................................................... 152 Imagen 46. Jane Eyre (Mentora, 1928)............................................................................. 154 Imagen 47. Primera página Jane Eyre (Mentora, 1928) ................................................... 154 Imagen 48. Jane Eyre (Juventud, 2003)............................................................................ 155 Imagen 49. Jane Eyre (Reguera, 1945)............................................................................. 157 Imagen 50. Jane Eyre. Alma Rebelde (Reguera, 1948) .................................................... 158 Imagen 51. Juana Eyre (Revista Literaria, 1945) ............................................................. 159 Imagen 52. Portada Jane Eyre (Molino, 1946) ................................................................. 159 Imagen 53. Ilustración I Jane Eyre (Molino, 1946) .......................................................... 159 Imagen 54. Ilustración II Jane Eyre (Molino, 1946)......................................................... 159 Imagen 55. Jane Eyre (Aguilar, 1947) .............................................................................. 160 Imagen 56. Jane Eyre (Fama, 1953) ................................................................................. 161 Imagen 57. Jane Eyre (Felicidad, 1963) ........................................................................... 162 Imagen 58. Jane Eyre (Gaviota, 1991) ............................................................................. 164 Imagen 59. Jane Eyre (Everest, 1999) .............................................................................. 164 Imagen 60. Jane Eyre (Cátedra, 1996).............................................................................. 165 Imagen 61. Jane Eyre (Alba, 1999) .................................................................................. 166 16 Imagen 62. Jane Eyre (Proa, 1992) ................................................................................... 167 Imagen 63. Jane Eyre (Labutxaca, 2010).......................................................................... 167 Imagen 64. Jane Eyre I (Elkar, 1998) ............................................................................... 168 Imagen 65. Jane Eyre II (Elkar, 1998) .............................................................................. 168 Imagen 66. Jane Eyre III (Elkar, 1998)............................................................................. 168 Imagen 67. No vuelvas a leer Jane Eyre (Anaya, 1999).................................................... 170 Imagen 68. Jane Eyre (Mondadori, 2009)......................................................................... 171 Imagen 69. Jane Eyre (Debolsillo, 2010).......................................................................... 171 Imagen 70. Jane Eyre (Columna, 2001)............................................................................ 172 Imagen 71. Jane Eyre (Vicens Vives, 2010), I.................................................................. 173 Imagen 72. Jane Eyre (Vicens Vives, 2010), II ................................................................ 173 Imagen 73. Jane Eyre. (Teide, 2009) ................................................................................ 174 Imagen 74. Jane Eyre (Teide, 2010) ................................................................................. 174 Imagen 75. Querida Jane, querida Charlotte (Aguilar, 2004).......................................... 175 Imagen 76. Edición bilingüe online Miguel Garci-Gómez I ............................................. 179 Imagen 77. Edición bilingüe online Miguel Garci-Gómez II............................................ 179 Imagen 78. Portada Jane Eyre (Iberia, 1943).................................................................... 180 Imagen 79. Página de créditos Jane Eyre (Iberia, 1943)................................................... 180 Imagen 80. Logotipo colección ‘La Veleta’...................................................................... 181 Imagen 81. Ilustración I Jane Eyre (Iberia, 1943)............................................................. 181 Imagen 82. Ilustración II Jane Eyre (Iberia, 1943) ........................................................... 181 Imagen 83. Ilustración III Jane Eyre (Iberia, 1943) .......................................................... 181 Imagen 84. Ilustración IV Jane Eyre (Iberia, 1943).......................................................... 181 Imagen 85. Ilustración V Jane Eyre (Iberia, 1943) ........................................................... 181 Imagen 86. Nota de Juan G. de Luaces Jane Eyre (Iberia, 1943) ..................................... 182 Imagen 87. Logotipo colección ‘Austral’.......................................................................... 184 Imagen 88. Anverso punto de libro Jane Eyre .................................................................. 185 Imagen 89. Reverso punto de libro Jane Eyre................................................................... 185 Imagen 90. Portada Jane Eyre........................................................................................... 185 Imagen 91. Portada y solapa Jane Eyre............................................................................. 185 Imagen 92. Página 1 Jane Eyre (Iberia, 1943) .................................................................. 187 Imagen 93. Página 1 Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011) ...................................................... 187 17 Índice Anexos CD-ROM Anexo 1. Traducciones de Luaces de literatura en lengua inglesa (1942-1964) Anexo 2. Traducciones de Luaces de textos no literarios en lengua inglesa (1943-1965) Anexo 3. Traducciones de Luaces de textos en otros idiomas (1942-1968) Anexo 4. Contribuciones de Luaces en la prensa (1925-1935) Anexo 5. Traducciones de Luaces publicadas entre 2000 y 2012 Anexo 6. Jane Eyres en España Anexo 7. Tabla ejemplos análisis Anexo 8. Ejemplos Categoría IDEOL (1) Jane Anexo 9. Ejemplos Categoría IDEOL (2) Bertha Anexo 10. Ejemplos Categoría IDEOL (3) Familia Anexo 11. Ejemplos Categoría IDEOL (4) Religión Anexo 12. Ejemplos Categoría IDEOL (5) Intertextualidad Anexo 13. Ejemplos Categoría RET (1) Tiempo verbal Anexo 14. Ejemplos Categoría RET (2) Apóstrofes al lector Anexo 15. Ejemplos Categoría RET (3) Modo narrativo Anexo 16. Ejemplos Categoría RET (4) Heterolingüismo: el francés de Adèle 19 INTRODUCCIÓN 1. Justificación Esta tesis doctoral se remonta al estudio ‘Manipulating Meteorology: The Translation of The Weather in the Streets into Spanish by Juan G. de Luaces in 1945’, defendido en 2006 en la Universitat de Barcelona para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Mediante dicho trabajo de investigación se descubrió que algunas de las traducciones de Juan G[onzález-Blanco]. de Luaces (1906-1963),1 traductor del inglés por excelencia en las dos primeras décadas de la posguerra española, se seguían publicando en la actualidad. Si como Toury apunta, las traducciones son ‘facts of the culture which hosts them’ (1995: 24),2 el caso de las versiones de Luaces publicadas recientemente se desvía de la afirmación del traductólogo puesto que se trata de una misma traducción ubicada en dos contextos históricos considerablemente dispares entre sí, pese al escaso lapso temporal que existe entre ambos. 1 2 Se proporciona aquí su nombre completo puesto que en sus textos siempre firmaba Juan G. de Luaces. En esta tesis doctoral se ha empleado el estilo de formato MHRA (Modern Humanities Research Association). 21 Introducción Ambos contextos demuestran que la traducción en España es un fenómeno de marcada tradición (cf. Pym 2009 [1998]: 534-42). Según la base de datos del Index Translationum3 España ocupa en la actualidad la segunda posición en el ‘Top 50’ de los países del mundo en los que más se traduce (232.845)4 después de Alemania (269.710) y seguido por Francia (198.551). La destacada posición de la traducción en este país data de los años cuarenta del pasado siglo cuando, como consecuencia de la Guerra Civil española (1936-1939), las traducciones comenzaron a compensar el decrecimiento de la producción literaria autóctona. Si bien es cierto que existe una nutrida bibliografía respecto a la traducción durante el franquismo,5 la escasa y dispersa literatura sobre el ‘afterlife’ (Benjamin 1992 [1923]) de las traducciones de ese periodo,6 requiere todavía un examen más exhaustivo. Se propone con este estudio ofrecer una nueva contribución a la historiografía de la traducción en España que abarca tanto la época de la posguerra española como el periodo contemporáneo. Teniendo en cuenta el trabajo realizado sobre Juan G. de Luaces para el DEA, se han tomado como punto de partida sus traducciones al castellano 7 de textos literarios originalmente publicados en lengua inglesa, que fueron comercializadas inicialmente entre 1942 y 1964. Por los motivos explorados más adelante, el caso de estudio es la versión de este traductor de posguerra de Jane Eyre de la escritora británica Charlotte Brontë, publicada por Iberia en 1943 que ha llegado recientemente a los lectores a través de una El Index Translationum es una base de datos de traducciones de libros que desde 1945 gestiona la UNESCO (United Nations, Educational, Scientific and Cultural Organizations), aunque su origen data de 1932. Desde 1979 las bases de datos están informatizadas y en la actualidad se puede consultar en línea en la página web: [Última consulta: 24 marzo 2013]. 4 Estas cifras hacen referencia al periodo comprendido entre 1979 y 2012 tal y como reza en la página web. Sin embargo, también se indica que la información relativa a la franja entre 2009 y 2012 aún está siendo procesada por lo que estas cifras se presentan de forma orientativa y no pretenden ser absolutamente definitivas. Véase: [Última consulta: 24 marzo 2013]. 5 Véase sección 1.5.2.1. Traducción y censura en la España franquista. 6 Las publicaciones al respecto de LaPrade (1991), Massot (1991), Abellán (1995), Lázaro Lafuente (2001) Rodríguez Espinosa (2004), Casals (2011), entre otros, se exploran en detalle en el apartado 4.3.3.1. La traducción en la España contemporánea. 7 Los términos castellano y español se utilizan de forma indistinta a lo largo de este estudio para designar la lengua meta de las traducciones. Tal y como apunta el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD): ‘Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada’. Consultado en línea en [Última consulta: 24 marzo 2013]. 3 22 Introducción reedición de Espasa Calpe (2011).8 El objetivo de este estudio es arrojar algo más de luz sobre este fenómeno, que, como se pretende demostrar, influye directamente en la recepción tanto de la novela como de su escritora por parte de los lectores españoles contemporáneos.9 2. Metodología Ante el fenómeno de las traducciones producidas durante la posguerra española que siguen publicándose hoy en día, se formuló la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué pierde el lector contemporáneo con estas traducciones? El primer paso para responder esta pregunta consistía en delimitar los textos de estudio que pudieran ilustrar el fenómeno. Con tal propósito y para establecer el corpus de traducciones se ha seguido el siguiente procedimiento: 1. Inventariar las traducciones de textos de literatura en lengua inglesa que Juan G. de Luaces vertió al español. 2. Trazar las traducciones que han persistido hasta el periodo comprendido entre 2000 y 2012.10 3. Identificar las publicadas más recientemente (2011-2012). 4. Determinar las traducciones reeditadas sin revisiones notorias. 5. Establecer la repercusión de estas traducciones reeditadas en el mercado literario contemporáneo. La compilación de las traducciones de textos de literatura en lengua inglesa que Juan G. de Luaces vertió al español se ha recogido en el Anexo 1. 11 De entre sus traducciones, publicadas originalmente entre 1942 y 1964, se han trazado las reediciones y las reimpresiones en el periodo comprendido entre 2000 y 2012 y se han hallado nueve De hecho, Espasa Calpe ha publicado en 2012 una nueva edición de la traducción de Luaces en formato de libro electrónico. Sin embargo, puesto que se trata del mismo texto publicado en 2011 en formato papel que constaba de varios elementos paratextuales, por lo general, se hará referencia a la de 2011. 9 A lo largo de esta tesis doctoral se ha optado por emplear el término génerico masculino por una cuestión de economía de la lengua. 10 Como se verá más adelante, en 2012 se han comercializado algunas de las traducciones de Luaces. Sin embargo, al tratarse de ediciones digitales y, por tanto, aún no accesibles para todo el público lector, se ha centrado el estudio en las ediciones en formato papel. 11 Todos los anexos de esta tesis están compilados en el CD-ROM que se adjunta al final del volumen. 8 23 Introducción títulos:12 Jane Eyre (Charlotte Brontë), Cumbres borrascosas (Emily Brontë), Carta de Pekín y La estirpe del dragón (P. S. Buck), Las llaves del reino (A. J. Cronin), David Copperfield (Charles Dickens), Bésame otra vez forastero y otras historias (Daphne Du Maurier), Lo que el viento se llevó (Margaret Mitchell) y Los viajes de Gulliver (Jonathan Swift). De entre estas versiones, se ha indagado en las publicadas más recientemente, comercializadas en formato papel por última vez en 2011:13 Jane Eyre y Los viajes de Gulliver, y se ha comprobado que la última presentaba una revisión de la versión publicada originalmente por la editorial Iberia en 1943 por lo que quedó descartada, quedando como texto final Jane Eyre. Finalmente, con el objetivo de vislumbrar la posible repercusión de esta traducción en el lector contemporáneo, se ha estudiado la acentuada presencia histórica de Jane Eyre en el sistema literario español desde el siglo XIX hasta la actualidad, observando cómo el incesante flujo de traducciones, versiones, adaptaciones, textos basados en la novela, entre otros, han contribuido a conferir al texto de Charlotte Brontë ‘capital simbólico’ y su subsiguiente ‘consagración’.14 El siguiente paso ha consistido en establecer un procedimiento de análisis comparativo entre el Texto Original (TO), y el Texto Meta 1/Texto Meta 2 (TM1/TM2)15 para examinar qué aspectos se han modificado y de qué manera se han llevado a cabo tales transformaciones. Se ha considerado funcional que las especificidades del sistema de análisis comparativo se explicitaran en el mismo capítulo en el que se lleva a cabo dicho análisis y su interpretación. El método de análisis ha consistido en clasificar los ejemplos seleccionados según dos categorías (Ideológica y Retórica) que, a su vez, se subdividen en subcategorías que engloban los modelos femeninos y familiares, la religión y la intertextualidad dentro de la categoría ideológica y los cambios del tiempo y modo narrativo, los apóstrofes al lector, y el tratamiento del heterolingüismo en la categoría retórica. Los detalles específicos del número de ediciones entre 2000 y 2012 y la fecha de la última publicación están recogidos en la Tabla 1 (p. 137). 13 Como se ha apuntado en la nota 8, Jane Eyre ha sido últimamente publicada como libro electrónico (2012) con idénticas características a la edición en papel de 2011. 14 Estos dos conceptos provienen de la teoría del campo del sociólogo francés Pierre Bourdieu, que se examina en la sección 1.3. El enfoque sociológico de la traducción. 15 La traducción de Jane Eyre publicada por Iberia en 1943 se ha denominado TM1 (Texto Meta 1) y la versión más reciente a cargo de Espasa Calpe (2011) será a partir de ahora el TM2 (Texto Meta 2). La abreviación TM0 se empleará para referirse a la versión de Luaces indistintamente de si se trata de la publicada en 1943 o en 2011. Por otra parte, se empleará TO1 cuando se aluda a la edición de Jane Eyre empleada para el análisis (Penguin Classics, 2006). 12 24 Introducción Para complementar este análisis comparativo entre el TO y el TM0 ha sido necesario establecer un marco teórico interdisciplinar. Baker ha expuesto las ventajas de este tipo de metodología: Translation scholars must recognize that no approach, however sophisticated, can provide the answer to all the questions raised in the discipline nor the tools and methodology required for conducting research in all areas of translation studies. There can be no benefit in setting various approaches in opposition to each other nor in resisting the integration of insights achieved through the application of various tools of research, whatever their origin. Fortunately, more and more scholars are beginning to celebrate rather than resist the plurality of perspectives that characterizes the discipline. While critical of certain aspects of specific approaches, such scholars are still able to see the various frameworks available as essentially complementary rather than mutually exclusive. (2001 [1998]: 280)16 Así, este estudio amalgama puntos de vista de la sociología, los estudios culturales y paratextuales y los estudios sobre censura. En primer lugar, la combinación de las aproximaciones cultural y sociológica a la traducción ha conducido a iniciar este estudio con el propio traductor. Por una parte, los estudios culturales aplicados a la traducción proponen el estudio de los contextos tanto del TO como el de aquellos en los que se produce la traducción, mientras que el enfoque sociológico de la traducción mantiene la necesidad de destacar la figura del traductor como agente social condicionado por el entorno laboral y motivado por cuestiones de índole personal. Por este motivo han resultado de particular interés las perspectivas de los traductólogos del denominado ‘cultural turn’ (giro cultural) como Susan Bassnett, Maria Tymoczko, Theo Hermans, Edwin Gentzler o África Vidal Claramonte, entre otros, quienes destacan aspectos como la cultura, el contexto, la ideología o la manipulación en sus estudios sobre la traducción. En segundo lugar, la teoría del campo del sociólogo francés Pierre Bourdieu y los conceptos ‘capital’, habitus, illusio y ‘consagración’, aplicados al ámbito de la traducción por autores como Michaela Wolf, Anthony Pym, Jean-Marc Gouanvic, Daniel Gouadec, Daniel Simeoni, Rakefet Sela-Sheffy o Gisèle Sapiro, ha resultado determinante para complementar y profundizar en el estudio del traductor y otros agentes involucrados en el proceso traductológico así como en el proceso de publicación de la obra cuyas actuaciones definen el devenir de las traducciones. 17 A caballo entre el enfoque cultural y el sociológico, los presupuestos teóricos de André Lefevere como, por ejemplo, los diferentes 16 17 Véase también Baker (1996) y Venuti (1996). Como se verá, dentro de la sociología de la traducción se han establecido tres tendencias: la sociología de los agentes, la sociología del proceso de traducción y la sociología del producto cultural (Wolf 2006a; Chesterman 2006). En este estudio se hace uso de las tres. 25 Introducción tipos de restricciones, relacionados con la teoría de la Microfísica del Poder de Michel Foucault, han resultado de especial interés para este estudio. Por otra parte, el análisis paratextual de los textos analizados – siguiendo el enfoque de Gerard Genette – ha servido como herramienta para completar la recepción del producto final desde una perspectiva también sociocultural. Finalmente, se han tenido en consideración las diferentes interpretaciones de la censura, entendida tanto como elemento estructurante y omnipresente en la sociedad por autores como Foucault, Curry Jansen y Bourdieu, así como enfatizando la censura estatal operante en el momento en que Luaces llevó a cabo la traducción. 3. Estructura Esta tesis doctoral se ha organizado en cinco capítulos. En primer lugar, el Capítulo 1 ofrece una revisión de los fundamentos teóricos empleados para el estudio. Partiendo del denominado ‘giro cultural’ en los estudios de traducción (1.1. El giro cultural), que se aleja de la manida noción de fidelidad, se exploran las nociones clave de este enfoque y la redefinición del papel del traductor en el proceso de traslación. Cobran especial relevancia, el contexto histórico, la cultura, la manipulación y la ideología – tanto la imperante en una época determinada como la del propio traductor y otros agentes relacionados con la traducción. En definitiva, el giro cultural ha contribuido a explorar las implicaciones ideológicas que comporta llevar a cabo una traducción en un contexto cultural determinado. A continuación se explora el enfoque de André Lefevere (1.2. Lefevere: poder, mecenazgo y restricciones), que anticipa la interpretación de la traducción como práctica social al enfatizar los factores de control que determinan y condicionan tanto el proceso de traducción como la publicación de las obras. Su análisis del poder (estrechamente vinculado con la noción de la Microfísica del Poder de Michel Foucault) y de las restricciones (poética dominante, mecenazgo y Universo del Discurso) son aspectos fundamentales en su planteamiento del estudio de la traducción. Seguidamente se examina la aproximación sociológica basada en la teoría del campo de Pierre Bourdieu (1.3. El enfoque sociológico de la traducción), en la que conceptos como ‘capital’, illusio, habitus y ‘consagración’ cobran especial relevancia. Esta perspectiva sociológica ha suscitado notable interés entre los traductólogos en los últimos años por proporcionar herramientas 26 Introducción que complementan los preceptos del giro cultural al estudiar las posiciones que ocupan los diferentes agentes que intervienen en el proceso traductológico así como sus motivaciones individuales. En el siguiente apartado de este capítulo (1.4. Paratextualidad y traducción) se recoge el término acuñado por Gerard Genette, que comprende una serie de elementos que participan directamente en la recepción de la traducción y cuyo estudio suplementa las perspectivas anteriores. Este primer capítulo concluye con un estudio sobre la censura (1.5. La censura en la traducción) que recorre diferentes interpretaciones sobre este fenómeno, entendido aquí como fuerza ubicua e inevitable que puede producir reacciones como la sumisión o el rechazo. Por otra parte, se toman en cuenta algunas de las publicaciones más relevantes en cuanto a traducción y censura y, finalmente, se presentan los estudios más pertinentes respecto a la censura de traducciones en el contexto de la posguerra española. El Capítulo 2 está dedicado íntegramente al estudio del traductor, Juan G. de Luaces. Se ofrece aquí una aproximación a su figura basada en la sociología bourdieusiana, tratando de reconstruir los campos profesionales de los que formó parte y su posición en las estructuras jerárquicas de estos campos para comprender sus motivaciones y decisiones traductológicas. La primera sección (2.1. Biografía) presenta datos biográficos con el propósito de proporcionar información sobre la construcción de su habitus profesional tanto en su faceta de escritor en lengua española como en su etapa de traductor. Por este motivo se facilita un recorrido por la obra de creación propia de este escritor (2.2.1. Luaces y el campo literario español) convertido en traductor (2.2.2. Luaces y el ‘campo’ de la traducción en España). En este segundo apartado se estudian con especial detenimiento las traducciones de obras literarias en lengua inglesa que Luaces vertió al español y se examinan cuáles han seguido publicándose entre 2000 y 2012 para delimitar el corpus de análisis. Una vez establecido el corpus señalado, el Capítulo 3 retoma nociones de Bourdieu para argumentar que la novela de Charlotte Brontë se ha convertido en un texto con gran ‘capital simbólico’ en el sistema literario español de forma similar al fenómeno experimentado en su contexto de origen. En esta sección que abarca tres siglos se presenta la prácticamente ininterrumpida presencia de la novela en España a través de traducciones, adaptaciones, versiones basadas en la novela y crítica académica. Este capítulo se ha subdividido en cinco bloques históricos: el siglo XIX (3.1. Siglo XIX), las primeras cuatro 27 Introducción décadas del siglo el siglo XX (3.2. Siglo XX: 1900-1939), el periodo de posguerra (3.3. Posguerra española: 1940-1975), los años comprendidos entre la transición y 1999 (3.4. 1976-1999) y XXI (3.5. Últimos años: 2000-2012). También se han dedicado dos subsecciones a la traducción de Luaces publicada por Iberia en 1943 y recientemente por Espasa Calpe en 2011 en las que se examinan los elementos paratextuales, en particular sus peritextos, y las exiguas diferencias textuales entre ambas ediciones (3.6. La traducción de Jane Eyre de Juan G. de Luaces). El Capítulo 4, basado en las aproximaciones del giro cultural, proporciona información relativa a los dos contextos históricos que se ven involucrados en este estudio, esto es, el contexto del TM1 (4.2. Contexto del franquismo) y el del TM2 (4.3. Contexto del siglo XXI). Sin embargo, se ha considerado pertinente preceder los contextos que albergan las XIX). traducciones por un estudio de ciertos aspectos del propio entorno en el que se produjo el TO (4.1. Contexto del siglo Se ofrece, por tanto, una visión histórica tripartita que tiene como denominador común los tipos de feminidad, los modelos familiares y los aspectos relacionados con la religión que más tarde se estudian en el análisis de las traducciones, con el objetivo de poder decidir si las traducciones se adaptan al contexto meta o mantienen las características del contexto original. Asimismo, en el contexto del TM1 y del TM2 se han incluido otros elementos pertinentes como la cultura del libro y la relevancia de la traducción que servirán para discernir el impacto de las traducciones en ambos escenarios. En el Capítulo 5 se estudia la comparación del TO con el TM0. Esta comparación está precedida por el modelo metodológico del análisis, que concreta las diferentes categorías y subcategorías delimitadas para el estudio así como el sistema específico – basado en referencias y subreferencias – que se ha seguido para llevar a cabo el examen comparativo de los textos (5.1. Metodología de análisis). El análisis propiamente dicho se desarrolla a continuación y presenta un estudio de las transformaciones llevadas a cabo tanto en la categoría que se ha denominado Ideológica y que engloba los modelos femeninos y familiares, la religión y la intertextualidad (5.2. Análisis ideológico) y la categoría Retórica que incluye los cambios del tiempo verbal y modo narrativo, los apóstrofes al lector, y el tratamiento del heterolingüismo (5.3. Análisis retórico). Finalmente, en este capítulo se ha incluido una interpretación del análisis (5.4. Interpretación del análisis) que reflexiona 28 Introducción sobre los posibles motivos de las transformaciones que se hallan en el TM0, teniendo en cuenta la información proporcionada sobre el traductor en el Capítulo 2 y los datos referentes a los contextos históricos del Capítulo 4. Por último, en las conclusiones se sintetizan los resultados obtenidos y se presentan futuras líneas de investigación surgidas a lo largo del estudio. Esta tesis doctoral busca ser una crítica constructiva: se procura comprender las motivaciones socioculturales que rodean la traducción. La tesis conjuga el análisis de las traducciones con los contextos en los que se producen, las particularidades personales y profesionales de los encargados de llevarlas a cabo y las condiciones en las que se produce el texto y se comercializa. La siguiente cita de Bassnett sintetiza la materia prima de esta investigación y apunta la extensión de su alcance: Both cultural studies and translation studies practitioners recognise the importance of understanding the manipulatory processes that are involved in textual production. A writer does not just write in a vacuum: he or she is the product of a particular culture, of a particular moment in time, and the writing reflects those factors such as race, gender, age, class, and birthplace as well as the stylistic, idiosyncratic features of the individual. Moreover, the material conditions in which a text is produced, sold, marketed and read also have a crucial role to play. (1998: 136) A continuación se exploran los presupuestos teóricos reflejados en la cita de Bassnett que constituyen el marco metodológico multidisciplinar que complementará el análisis comparativo de las traducciones seleccionadas. 29 CAPÍTULO 1: APROXIMACIONES TEÓRICAS The study of translation history reminds us that translation is a human activity that has been going on since language began to evolve (Long 2007: 64) La historia de la traducción, como apunta Long en la cita que abre este apartado, refleja que el acto de traducir ha existido desde los tiempos más remotos, desde que los seres humanos sintieron la necesidad de comunicarse con otros pueblos. Cada cultura dispone de su propio bagaje traductológico, determinado por los acontecimientos históricos y políticos que han modelado dicha cultura y por los agentes involucrados. Por lo tanto, retomando el discurso de Long, sería más preciso hablar de historias de la traducción, ‘since the term in the singular suggests that there is a fixed sequence of events from which we can draw universally aplicable conclusions, and this is not the case’ (2007: 63). Precisamente, este capítulo se inicia con los fundamentos teóricos del denominado ‘giro cultural’ que explora los factores ideológicos que condicionan las traducciones en un determinado contexto cultural. Esta aproximación se ha visto complementada en los últimos años por el enfoque sociológico en los estudios de traducción que subraya los condicionamientos sociales (personales y profesionales) a los que se ven sometidos los diferentes agentes que participan en el proceso de creación y comercialización de una traducción y que dejan su 31 Capítulo 1 impronta en el producto final. Este estudio sociocultural de las traducciones se puede completar con el examen de los elementos paratextuales que rodean a la obra publicada, pues proporcionan información adicional tanto sobre el contexto en el que se han producido como sobre cuestiones de ‘capital’ y de jerarquía en el campo de estudio. Finalmente, este capítulo indaga en el fenómeno censorio para explorar su influencia en la traducción y, en particular, en la España de posguerra y en el siglo XXI. 1.1. El giro cultural Language is embedded in culture, linguistic acts take place in a context and texts are created in a continuum not in a vacuum (Bassnett 2007: 23) El término ‘giro cultural’ (cultural turn) aparece en la recopilación de ensayos Translation, History and Culture (Bassnett y Lefevere 1990). La denominación, acuñada por Mary Snell-Hornby en su aportación a ese volumen (1990: 79-86), se refiere a la incorporación de los estudios culturales a la traductología. El giro cultural supuso un punto de inflexión en los estudios de traducción pues se alejaba de los enfoques lingüísticos formalistas de las décadas anteriores 18 orientándose hacia una postura que enfatizaba la relevancia de los factores extra-textuales.19 Más allá del debate sobre cuestiones de fidelidad y equivalencia, que suponía una aproximación microtextual y que aislaba la traducción, el giro cultural parte de la premisa de que la traducción no ocurre en el vacío sino que tiene lugar en un contexto socio-político determinado (cf. Bassnett y Trivedi 1999; Tymoczko 2003, 2007). Así, nociones como historia, contexto, cultura, ideología y manipulación comenzaron a cobrar una posición primordial en el estudio y análisis de las traducciones y se redefinió el papel del traductor en la experiencia traductológica. Estos enfoques traductológicos y otros están recogidos en volúmenes que exploran las teorías contemporáneas de la traducción. Para más información al respecto, véase: Munday (2008 [2001]), Hurtado Albir (2007 [2001]), Gentzler (2003), Moya (2004) y Snell-Hornby (2006). 19 Es preciso puntualizar que el denominado ‘giro cultural’ en los estudios de traducción ya había sido avanzado en la década anterior sobretodo con la publicación de la antología The Manipulation of Literature. Studies in Literary Translation, editada por Theo Hermans (1985). El grupo de autores que participaron en la compilación pasó a llamarse Escuela de la Manipulación (The Manipulation School) y aunque su punto de partida distaba del tradicional concepto de ‘fidelidad’ al original, el enfoque continuaba siendo descriptivo, funcional y centrado en las normas relacionadas con la producción y recepción de traducciones. Con anterioridad la teoría del polisistema de Even-Zohar anticipó el estudio de la literatura y la traducción en el contexto sociocultural en el que se producen (cf. 2003 [1978]). 18 32 Aproximaciones teóricas Bassnett y Lefevere en su introducción al volumen citado sostienen que la equivalencia es una expectativa quimérica que parte de la presuposición de que existe ‘“something” which presumably hovers somewhere between languages in some kind of fair bubble and “guarantees” (no less) that a word in the language you translate into (target language) is, indeed, equivalent to a word in the language you translate from (source language)’ (ibid.: 3). Ahora bien, ni el significado de las palabras ni la cultura son estáticos y eternos sino que, por el contrario, se caracterizan por la heterogeneidad y la evolución. Así, la nueva visión de la equivalencia se concibe como una relación dinámica e histórica que se establece entre el texto de origen y sus traducciones. Por tanto, lo que podría ser equivalente en un periodo determinado, quizás en otro no lo sea y es por esto que las culturas producen nuevas traducciones a lo largo de los años, no porque las anteriores no fueran válidas, sino porque el paso del tiempo condiciona aquello que en un momento dado se considera aceptable. Esta interpretación ya había sido explorada por Toury: ‘The initial question is not whether a certain text is a translation [...] but whether it is regarded as a translation from the intrinsic point of view of the target literary polysystem’ (1980: 43).20 Resulta evidente, por tanto, que el binomio espacio-tiempo pasa a ocupar una posición vital en el estudio de las traducciones. De hecho, los anteriores patrones empleados para evaluarlas se sustituyen por la validez espacio-temporal de un determinado texto, esto es, que aquellos textos presentados en una cultura como traducciones deben satisfacer las normas dominantes en ese ámbito en un momento y un lugar concreto. Teniendo estos elementos en cuenta, la traducción pasa a ser definida como ‘una actividad que trasciende los conceptos formales de equivalencia, de literalidad y de fidelidad para establecer relaciones dialécticas entre el espacio y el tiempo, entre nosotros y los otros en el ámbito de la cultura’ (Selva Pereira 2010: 2). El concepto de traducción se amplía y se entiende como un fenómeno de interacción entre culturas, como un acto de comunicación intercultural (cf. Hurtado Albir 2007 [2001]).21 Según Bassnett, ‘translation effectively becomes the after-life of a text, a new “original” in another language. This positive view of translation serves to reinforce the importance of translating as an act both of inter-cultural and inter-temporal communication’ (2003 [1980]: Las cursivas en las citas son del original a no ser que se especifique lo contrario. Diversos autores han proporcionado denominaciones distintas a la empleada por Hurtado Albir. Vermeer emplea los términos ‘Transkulturelle Kommunication mit Sprachwechsel’ (comunicación transcultural con intercambio lingüístico) y ‘kultureller Transfer’ (transferencia cultural) (1986) mientras que Hewson y Martin lo denominan ‘ecuación cultural’ (1991). 21 20 33 Capítulo 1 9). Se considera, por tanto, que no se traducen tan solo lenguas sino que se traducen culturas (Snell-Hornby 1988; Bassnett y Lefevere 1990) y, por su parte, Vermeer propone sustituir los términos ‘lengua origen’ y ‘lengua meta’ por ‘cultura origen’ y ‘cultura meta’ al hablar de traducción (1986). Además, la traducción no se considera un fenómeno perteneciente únicamente a la cultura meta, sino una actividad doblemente contextualizada ya que en ella intervienen dos culturas más o menos divergentes entre sí. Del mismo modo que el texto original se produce en un contexto determinado que condiciona su funcionamiento, la traducción también se produce en un contexto que determinará sus características. Es por ello que los condicionantes históricos, políticos y culturales de los dos contextos – el de origen y el de llegada o meta – y la relación entre ambos influyen en el fenómeno de la traducción: ‘[t]here is always a context in which the translation takes place, always a history from which a text emerges and into which a text is transposed’ (Basnett y Lefevere 1990: 11). A modo de resumen, Hurtado Albir recoge los elementos que participan en el proceso traductológico y que deberían tenerse en cuenta a la hora de analizar las traducciones: en el caso de la traducción escrita, hay que considerar que el texto original ha sido escrito por un autor utilizando una lengua determinada, en un contexto determinado, en una época determinada y para un destinatario determinado (cliente, receptor). El traductor (que funciona primero como receptor y luego como emisor) ha de producir otro texto con los medios de otra lengua, en otro medio sociocultural, para otro destinatario y quizás en otra época. (2007 [2001]: 509) Es por esto que para Bassnett y Lefevere la comparación entre el texto original y la traducción o traducciones se convierte en una especie de laboratorio de observación que refleja la interacción entre ambos contextos en un momento histórico determinado: Translation provides researchers with one of the most obvious comprehensive, and easy to study ‘laboratory situations’ for the study of cultural interaction. A comparison of original and translation will not only reveal the constraints under which translators have to work at a certain time and in a certain place, but also the strategies they develop to overcome, or at least work around those constraints. This kind of comparison can, therefore, give the researcher something like a synchronic snapshot of many features of a given culture at a given time. (1998: 6)22 Esta nueva concepción de la traducción reviste de gran importancia al traductor entendido hasta el momento como un sujeto invisible y neutral cuya labor estaba subordinada al texto Las ‘constraints’ – a partir de ahora ‘restricciones’ – se clasifican en diversos tipos que se explorarán con mayor detenimiento en el siguiente apartado. 22 34 Aproximaciones teóricas original. En particular, la aplicación de la teoría barthesiana de la ‘muerte del autor’ (1967), que propone que son los lectores de un mismo texto quienes originan sus múltiples sentidos en lugar de dotar al texto de un único significado, contribuyó a la atribución al traductor de nuevos roles. Por una parte, se convierte en un sujeto activo, o dicho de otra manera, se convierte en otro intérprete más del texto original al que proporcionará su propio significado. Y en segundo lugar, una vez abandonada la búsqueda de la equivalencia lingüística, el traductor se erige como un agente conocedor de las dos culturas, ya que ‘[s]ince languages express cultures, translators should be bicultural, not bilingual’ (Bassnett y Lefevere 1990: 11). Es por ello que los traductores comienzan a ser denominados mediadores culturales (Toury 1995) o mediadores entre culturas (Hatim y Mason 1990) que deben poseer la competencia de la biculturalidad (Snell-Hornby 1988). Independientemente de la denominación atribuida al traductor, este posee una ideología y habita en una cultura con una ideología dominante que puede determinar su forma de trasladar el texto original. Como apuntan Álvarez Rodríguez y Vidal Claramonte: If we are aware that translating is not merely passing from one text to another, transferring words from one container to another, but rather one entire culture to another with all that it entails, we realize just how important it is to be conscious of the ideology that underlies a translation. It is essential to know what the translator has added, what he has left out, the words he has chosen, and how he has placed them. Because behind every one of his selections there is a voluntary act that reveals his history and the socio-political milieu that surrounds him; in other words, his own culture. (1996: 5) También Cronin sostiene que es la ideología la que determina de forma crucial las elecciones del traductor ‘rather than linguistics or aesthetics’ (2000: 695). Por otra parte, la ideología se ve intrínsicamente relacionada con la manipulación y, tal y como ya había apuntado Hermans en su introducción a la antología The Manipulation of Literature. Studies in Literary Translation, el acto de traducir implica inevitablemente manipular: ‘[f]rom the point of view of the target literature, all translation implies a degree of manipulation of the source text for a certain purpose’ (1985: 11). Como recuerda Gentzler, los traductores deben tomar decisiones durante el proceso de traslado del texto original y al hacerlo acentúan ciertos aspectos en detrimento de otros. Estas elecciones pueden ser de índole formal o ideológica, aunque en muchas ocasiones se presentan de forma combinada (2008: 166). De ahí que la traducción se considere una reescritura del texto original condicionada por la ideología y con la capacidad de manipular: 35 Capítulo 1 Translation is, of course, a rewriting of an original text. All rewritings, whatever their intention, reflect a certain ideology and a poetics and as such manipulate literature to function in a given society in a given way. Rewriting is manipulation, undertaken in the service of power, and in its positive aspect can help in the evolution of a literature and a society. (Bassnett y Lefevere 1990: ix)23 En esta misma línea, Lefevere continúa que el modo en que los autores originales y su obra son percibidos por aquellos lectores que no pueden acceder directamente al original depende sustancialmente de la forma en que han sido reescritos: ‘[t]he non-professional reader increasingly does not read literature as written by its writers, but as rewritten by its rewriters’ (1992b: 4). Así, las traducciones crean una imagen del texto original que ‘may be rather different from the reality in question, not necessarily, or even primarily because translators maliciously set out to distort that reality, but because they produce their translations under certain constraints peculiar to the culture they are members of’ (Lefevere 1996: 139). Para Gentzler y Tymoczko la capacidad manipuladora de la traducción ha sido ‘one of the primary literary tools that larger social institutions – educational systems, arts councils, publishing firms, and even governments – had at their disposal to “manipulate” a given society in order to “construct” the kind of “culture” desired’ (2002: xiii). Se destaca, por tanto, que la traducción no es una actividad neutral, sino que por el contrario, siempre se produce cierta manipulación en el proceso de migración de un texto a la cultura meta por lo que resulta necesario tener en cuenta este factor, entre otros que se verán más adelante, en el estudio de las traducciones. Ahora bien, la manipulación que puede ejercer la traducción en una cultura dependerá en gran medida de la posición que ocupe en un sistema literario determinado. Las diferentes culturas han hecho uso de la traducción de forma desigual e incluso una misma cultura según el momento histórico puede haber visto una diferente proliferación de traducciones. La idea de que la posición de la traducción en una cultura determinada ha ido variando en función de las necesidades del momento ya fue sugerida por Even-Zohar quien establecía tres situaciones históricas que tradicionalmente han propiciado el predominio de la traducción: ‘(a) when a polysystem has not yet been crystallized, that is to say, when a literature is “young,” in the process of being established; (b) when a literature is either “peripheral” (within a large group of correlated literatures) or “weak,” or both; (c) when there are turning points, crises, or literary vacuums in a literature’ (2003 [1978]: 193-194). Lefevere incluye en su definición de ‘rewriting’ las traducciones, las compilaciones literarias, antologías, crítica literaria, entre otros (1992b: 8). 23 36 Aproximaciones teóricas La tercera situación propuesta interesa particularmente para este estudio, pues es aplicable al contexto en que se produjo la traducción objeto de análisis. El incremento de traducciones producidas en la España de la posguerra sirvió para contrarrestar el descenso de la creación literaria autóctona pues un número significativo de escritores peninsulares habían sido encarcelados, fallecieron o se exiliaron. Por otra parte, el establecimiento de un aparato censor que controlaba toda producción literaria tanto autóctona como en traducción desempeñó una destacable labor manipuladora que trataba de imponer la ideología del nuevo régimen.24 Si como se ha visto, la manipulación está ligada a la ideología, estas son inseparables del poder, una noción que Lefevere exploró en profundidad y asoció a las ya mencionadas restricciones y a la figura del mecenas. 1.2. Lefevere: poder, mecenazgo y restricciones It is my conviction that translations are made under a number of constraints of which language is arguably the least important (Lefevere 1992a: xiv) En su introducción a Translation/History/Culture: A Sourcebook André Lefevere pone de relieve los elementos que intervienen en el proceso traductológico y que deberían ser tomados en cuenta en el análisis de las traducciones: ‘Translation needs to be studied in connection with power and patronage, ideology and poetics, with emphasis on the various attempts to shore up or undermine an existing ideology or an existing poetics’ (1992a: 10). De modo que poder, mecenazgo, ideología y poética se erigen como los aspectos clave que en un contexto específico determinan las restricciones a las que se ve sometido el traductor. Otros autores han hecho referencia a contextos específicos en los que las necesidades culturales han hecho preponderar la traducción hasta llegar incluso a superar la producción literaria propia. Por ejemplo, Bassnett se ha referido al auge de la traducción en Inglaterra durante los siglos XV y XVI, que sentaría las bases del Renacimiento, debido a la inestabilidad política y económica generada por la ‘peste negra’ o ‘muerte negra’. También ha encontrado paralelismos con la iniciativa de Mustafa Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la moderna República de Turquía, que en los años veinte fomentó las traducciones de textos publicados internacionalmente que consideró podrían ser de utilidad a los ciudadanos de la nueva República. Más contemporáneo es el apogeo de la traducción en China, también considerado por Bassnett uno de los ‘turning points’ a los que se refería Even-Zohar (2010: 279). Para consultar otros casos específicos de este tipo de situación, consúltese Bardenstein (2005). Contrariamente, Gentzler (1996) ha estudiado cómo las traducciones literarias en la publicación norteamericana The Fifties, que incluían textos de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Federico García Lorca, en lugar de surgir como necesidad en un momento de vacío literario, constituyeron una de las causas de la ‘crisis’ y ulterior desarrollo de la literatura de la época. 24 37 Capítulo 1 La interpretación del poder de Lefevere se aproxima a la desarrollada por Foucault (cf. Carbonell 1996; Gentzler 2008; Vidal Claramonte 2010). En diversos momentos Lefevere25 apuntó que compartía la visión del poder propuesta por Foucault que planteaba, por una parte, que este no es en esencia negativo, sino que su ejercicio, además de poseer la capacidad de reprimir y prohibir, puede interpretarse como un motor de conocimiento, producción y placer: If power were never anything but repressive, if it never did anything but to say no, do you really think one would be brought to obey it? What makes power hold good, what makes it accepted, is simply the fact that it doesn’t only weigh on us as a force that says no, but that it traverses and produces things, it induces pleasure, forms knowledge, produces discourse. (1980: 119) En este sentido, también Álvarez Rodríguez y Vidal Claramonte apuntan que la traducción es un vehículo excelente for conveying the typically Foucaultian binary essence of the opposition power/knowlege: power is intimately related to knowledge, information, and especially to the manner in which that information is conveyed and the way of articulating a wide range of discursive elements in the TT which behave according to extremely subtle strategies. (1996: 5-6) Por otra parte, Foucault arguye en la Microfísica del poder (1979) que el poder es compartido y microscópico. Es compartido porque no debe entenderse como el dominio homogéneo de un grupo sobre otro, sino que debería concebirse como una especie de red que relaciona a todos los miembros de un grupo, sociedad, etcétera, en la que todos ellos son cómplices y ejecutores en mayor o menor medida de ese poder sobre los demás. Esta concepción lleva a Foucault a distanciarse de la concepción binaria ‘clase dominada – clase dominante’, ya que el filósofo entiende el poder a nivel microscópico o capilar porque no se concentra tan solo en manos de un grupo determinado sino que está en manos de muchos, en realidad, de todos: el poder no es un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre otros, de una clase sobre otras; el poder contemplado desde cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo soportan. El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona, se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes circulan los individuos quienes están siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos de conexión. El poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos. (Foucault 1979: 144) Véase, por ejemplo, la referencia a Foucault en Translation, Rewriting and the Manipulation of Literary Fame (1992b: 15). 25 38 Aproximaciones teóricas Lefevere, por su parte, plantea la relación entre poder y traducción partiendo de este planteamiento sobre el poder de Foucault. En sus estudios del entramado social en el que se produce la traducción, Lefevere establece una jerarquía similar a la del filósofo francés. Es por ello que el traductólogo atribuye poder o autoridad a los diferentes agentes que intervienen en el proceso traductológico. A pesar de que ciertas figuras puedan ostentar un mayor grado de poder o autoridad, como el aparato censor en el caso de la dictadura franquista en España, el resto de agentes (editores, traductores, críticos literarios, e incluso el público lector) también posee una parcela de poder y toma sus propias decisiones. El poder, según la visión que ofrece Lefevere, debe ser interpretado como una red en la que todos y cada uno de sus miembros disponen de cierto grado de autoridad. Así, el carácter microscópico y compartido de la teoría del poder de Foucault queda reflejado en las teorías traductológicas de Lefevere. Tras recordar que la traducción ‘has to do with authority and legitimacy and, ultimately, with power’ (1992a: 2), el traductólogo estudia las restricciones, es decir, los factores que operan en el sistema literario y que influyen en el traductor, condicionando su actuación y regulando el intercambio cultural. Entre las más relevantes se encuentran la poética dominante, el mecenazgo y el Universo del Discurso (1992b). En primer lugar, en el establecimiento de una poética dominante influyen los profesionales del sistema literario, que son, según el autor, ‘critics, reviewers, teachers, translators’ (1992b: 14). También los editores, por ejemplo, podrían haber sido incluidos en este grupo pues contribuyen en gran medida, con la publicación de ciertas obras y el rechazo de otras, a modelar un sistema literario determinado. Estos profesionales ejercen su poder elaborando los criterios que rigen la poética imperante y establecen los filtros de aceptación en dicho sistema tanto para los textos autóctonos como para las traducciones, así que ‘occasionally [they] repress certain works of literature that are all too blatantly opposed to the dominant concept of what literature should (be allowed to) be – its poetics – and of what society should (be allowed to) be – ideology’ (id.). La poética de una época determinada, entendida por Lefevere como una restricción literaria, se usa ‘as the yardstick against which current production is measured’ (ibid.: 19). Según el autor, la poética está compuesta por dos elementos: ‘an inventary of literary devices, genres, motifs, prototypical characters and situations, and symbols; the other a concept of what the role of literature is, or should be, in the social system as a whole’ (ibid.: 26). Debido a la poética dominante en un contexto determinado, ciertas obras serán elevadas al estatus de ‘clásicos’ con relativa 39 Capítulo 1 celeridad mientras que otros textos serán rechazados, aunque algunos de estos últimos podrían pasar a ocupar una posición diferente dentro del sistema literario en caso de producirse una evolución en la poética dominante. Para el autor la canonización de ciertos textos y la existencia de una poética dominante son interdependientes: ‘[c]odification of a poetics also entails the canonization of the output of certain writers whose work is regarded as conforming most closely to the codified poetics. The work of those writers is then propagated as an example for future writers to follow’ (ibid.: 28). Los traductores, por tanto, encuentran en la poética dominante una restricción que les obliga, en ocasiones, a adaptar el texto original a los modelos literarios imperantes. Sin embargo, los encargados de trasladar textos de una cultura a otra también optan y han optado por no seguir siempre los dictados del sistema literario meta introduciendo nuevas formas procedentes de la cultura de origen: ‘[t]he alternative has, of course, been for translators to introduce new forms into their native literatures based on forms they found in the literature to which their originals belonged. […] Many formal innovations can be traced back to translators, rather than to writers in their own right’ (Lefevere 1992a: 8). En segundo lugar, el mecenazgo – ‘patronage’ – impone nuevas restricciones sobre el traductor de carácter ideológico, económico y social. Entendido como ‘the powers (persons, institutions) that can further or hinder the reading, writing, and rewriting of literature’ (1992b: 15) puede ser ejercido por individuos en una situación privilegiada en un contexto histórico determinado – monarcas, dictadores, etc. –; grupos de personas en los que se podrían incluir comunidades religiosas, partidos políticos, clases sociales, editoriales; y, finalmente, instituciones que regulan la distribución de la literatura y de la poética dominante, como academias nacionales, revistas académicas o el sistema educativo. En definitiva, el mecenazgo se erige como un sistema de regulación entre el sistema literario y el resto de sistemas que forman una sociedad y su cultura: As a rule [patrons] operate by means of institutions set up to regulate, if not the writing of literature, at least its distribution: academies, censorship bureaus, critical journals, and, by far the most important, the educational establishment. Professionals who represent the ‘reigning orthodoxy’ at any given time in the development of a literary system are close to the ideology of patrons dominating that phase in the history of the social system in which the literary system is embedded. In fact, the patron(s) count[/s] on these professionals to bring the literary system in line with their own ideology. (ibid.: 15-16) 40 Aproximaciones teóricas El mecenazgo, según Lefevere, consta de tres factores relacionados entre sí que influyen en el proceso traductológico: el ideológico, el económico y el social, entendido este último como estatus (ibid.: 16). El componente ideológico del mecenazgo – que se establece como el más relevante – incide en las elecciones tanto de contenido como en su forma de presentación. La ideología del traductor ‘whether he/she willingly embraces it, or whether it is imposed on him/her as a constraint by some form or patronage’ (ibid.: 41) modelará la imagen que la traducción proyecta de una obra literaria. Como afirma Lefevere ‘[t]he patron is the link between the translator’s text and the audience the translator wants to reach’ (1992a: 7), por lo tanto, aceptar el mecenazgo implicará que el traductor deberá ceñirse a los parámetros ideológicos establecidos por el mecenas o patrón para legitimizar tanto su estatus como su poder (1992b: 18), ya que por el contrario ‘the chances are that their translation will either not reach the audience they want it to reach or that it will, at best, reach that audience in a circuitous manner’ (1992a: 7). En segundo lugar, existe la dimensión económica que tiene que ver con la dependencia económica del traductor respecto al mecenas, un nuevo condicionante en su labor, pues para propiciar la posibilidad de nuevos encargos el traductor tratará de ceñirse a los requisitos del mecenas. Finalmente, el factor social o estatus, que guarda una estrecha relación con los anteriores, implica que la aceptación de los condicionantes impuestos por el mecenas puede conducir al reconocimiento social del traductor y su acceso a determinados círculos. Es preciso especificar que estas dimensiones del mecenazgo establecidas por Lefevere no tienen la misma repercusión en todos los contextos ni afectan del mismo modo a todos los traductores. El aspecto ideológico del mecenazgo es un factor determinante en culturas sometidas a un régimen totalitario, por ejemplo, cuando los propios traductores adaptan con frecuencia sus versiones a los imperativos impuestos por el patrón autocensurando los textos originales. Cuestiones políticas, religiosas y sociales se han visto históricamente sometidas a escrutinio en determinados contextos en los que se trataba de imponer una única concepción de la realidad de modo que tanto la literatura autóctona como las traducciones de textos foráneos se han visto supeditadas a la ideología dominante.26 Por su parte, la dimensión económica del mecenazgo puede incidir de forma más determinante en aquellos profesionales que se dedican exclusivamente a la traducción mientras que aquellos para quienes la traducción no es su fuente de ingresos principal podrían permitirse Esta dimensión del mecenazgo es fundamental para este estudio y se explora con más detenimiento en el apartado 1.5. La censura en la traducción. 26 41 Capítulo 1 negociar las condiciones de los encargos o incluso llegar a rechazarlos. Asimismo, aquellos traductores con un mayor grado de reconocimiento – logrado por la obtención de premios, alabados por los críticos, etcétera – estarán en una posición privilegiada de diálogo con los editores, pudiendo permitirse cierto margen de libertad en la toma de decisiones del proceso de traducción. Lefevere establece que el mecenazgo puede ser diferenciado – ‘differentiated’ – o indiferenciado – ‘undifferentiated’ (1992b: 17-19). El primer tipo de mecenazgo tiene lugar en aquellos contextos en que el éxito económico no depende de factores ideológicos ni tampoco siempre implica reconocimiento social, al menos, como apunta el autor ‘in the eyes of the self-styled literary elite’ (ibid.: 17). Como ejemplo cita el caso de los autores de best-sellers, poseedores de éxito económico pero, por lo general, sin demasiada aceptación en los círculos literarios. Esta cierta autonomía no la permiten los sistemas donde existe mecenazgo indiferenciado, como podrían ser los controlados por monarcas u otros tipos de gobernantes autoritarios, pues un único mecenas controla simultáneamente los componentes ideológicos, económicos y de estatus del sistema literario, en cuyo caso: the patron’s efforts will primarily be directed at preserving the stability of the social system as a whole, and the literary production that is accepted and actively promoted within that social system will have to further that aim or, at the very least, not actively oppose ‘the authoritative myths of a given cultural formation’ which those in power want to control because their power is based on them. This is not to say that there will be no ‘other’ literature produced within that social system, only that it will be called ‘dissident,’ or any name to that effect, and once it has been written it will experience great difficulty in getting published through official channels, or else it will be relegated to the status of ‘low’ or ‘popular’ literature. (ibid.: 17)27 Finalmente, por lo que respecta a la siguiente restricción, el Universo del Discurso – ‘Universe of Discourse’ – Lefevere la define como ‘the whole complex of concepts, ideologies, persons, and objects belonging to a particular culture’ (1992a: 35). 28 Para Bassnett y Lefevere diferentes culturas pueden compartir en gran medida un mismo Universo del Discurso como podrían ser la alemana, la inglesa y la francesa, por la común 27 Un claro ejemplo de mecenazgo indiferenciado es la España franquista, que se estudia en los próximos capítulos. Véase también la exploración de este tipo de mecenazgo en Pegenaute (1999: 83-96). 28 En otros momentos el autor emplea términos distintos para referirse al mismo concepto u otros que denotan acepciones similares. Por ejemplo, en el mismo Translation, Rewriting and the Manipulation of Literary Fame introduce el ‘cultural script’, definido como ‘the accepted pattern of behavior expected of people who fill certain roles in a certain culture’ (1992b: 89). Posteriormente, en Constructing Cultures Lefevere junto a Bassnett denominan ‘textual grid’ a ‘the collection of acceptable ways in which things can be said’ (1998: 5). 42 Aproximaciones teóricas influencia de la tradición grecorromana. Otras culturas, afirman los autores, pueden tener un Universo del Discurso mucho más distante y alejado, como la china y la japonesa (1998: 5). Carbonell, por su parte, proporciona ejemplos de expresiones que reflejan realidades o conceptos que pertenecen a una cultura o varias culturas pero inexistentes en otras como ‘bistro’ en francés, ‘völkisch’ en alemán o ‘siesta’ en español (1997: 61). Así, existe la probabilidad de que el traductor se enfrente a una nueva limitación que depende en gran medida de las expectativas de la cultura meta: ‘[t]ranslators have to strike a balance between the Universe of Discourse [...] as acceptable to the author of the original, and that other Universe of Discourse which is acceptable and familiar to the translator and his or her audience’ (Lefevere 1992a: 35). Es por este motivo que en caso de hallar en el texto original creencias, modos de vida, actitudes, costumbres, etc., es decir, un Universo del Discurso que diste notablemente del de la cultura de llegada, el traductor puede optar por adaptar o expurgar su versión de todo aquello que potencialmente pudiese llegar a incomodar o extrañar a los lectores. Sin embargo, these ‘textual grids’ seem to exist in cultures on a level that is deeper, or higher, or whatever metaphor you prefer, than that of language. In other words, the ‘textual grid’ preexists language(s). These grids are man-made, historical, contingent constructs; they are by no means eternal, unchangeable, or even ‘always there’. They can, and do, appear given for all eternity only when, as so often happens, they have been interiorised by human beings to such an extent that they have become totally transparent for them, that they appear ‘natural’. (Bassnett y Lefevere 1998: 5) Como indican los autores, estos conjuntos de creencias, valores, modos de vida, a pesar de parecer eternos e inalterables evolucionan con el paso del tiempo y dentro de una misma cultura ‘there is always a tension […] between different groups, or individuals, who want to influence the evolution of that culture in the way they think best’ (Lefevere 1992a: 8). Las culturas progresan, se adaptan a las circunstancias, se desarrollan, es decir, modifican progresivamente su propio Universo del Discurso y con ellas su sistema literario en el que se incluyen las traducciones. Es por esto que en el presente estudio el concepto Universo del Discurso cobra una especial relevancia, ya que si por lo general en el análisis de traducciones se suelen tener en cuenta dos contextos culturales más o menos diferentes entre sí, aquí se incluye un tercero, el de la reedición de la traducción, que presenta un nuevo marco contextual a tener en cuenta. Las restricciones ideológicas, literarias y culturales definidas hasta el momento deben entenderse como factores condicionantes pero no como determinantes e infranqueables por 43 Capítulo 1 lo que se puede establecer una relación directa con la concepción del poder de Foucault, apuntada anteriormente, que rechaza que solo sea entendido como fuerza represora. ‘Translators operate under the constraints listed above. They most definitely do not do so in a mechanistic universe in which they have no choice’ (Lefevere 1992a: 9) y es precisamente por esta razón que, según el autor, el traductor puede operar siguiendo dos direcciones: ‘stay[ing] within the perimeters marked by the constraints, or […] challeng[ing] those constraints by trying to move beyond them’ (id.). Por una parte, la ‘sumisión’ del traductor29 a las restricciones puede suponerle nuevos encargos, en el caso de que provengan del editor, por lo que condicionado por el componente económico el traductor trataría de ceñirse a sus imposiciones. Sin embargo, el traductor puede tratar de hacer prevalecer sus decisiones, acaso contrarias a las restricciones, con el potencial riesgo de exclusión del sistema en el peor de los casos. En este segundo escenario, el grado de prestigio de un determinado traductor puede determinar su poder de decisión en el proceso traductológico. Tras explorar las ideas de Lefevere se observa una aproximación hacia la visión de la traducción como una práctica social. El traductólogo enfatiza los factores sociales de control que intervienen en la traducción puesto que en sus restricciones están involucrados individuos, instituciones, grupos sociales, en suma, la sociedad en su conjunto. Por otra parte, Lefevere hace uso de terminología propiamente del campo de la sociología, en concreto de Pierre Bourdieu, al considerar la traducción uno de los motores que favorecen la circulación de ‘capital cultural’: ‘cultural capital is transmitted, distributed, and regulated by means of translation, among other factors, not only between cultures, but also within one given culture’ (1998: 41). Asimismo, en las restricciones intervienen factores como el económico y el estatus que se acercan a algunas de las categorías establecidas por el sociólogo francés (capital económico y capital simbólico o social) y que se exploran con mayor detenimiento en el siguiente apartado. 29 Esta actitud está asociada al tradicional bajo prestigio del traductor y a su supuesta invisibilidad en la sociedad (Wolf 2007b: 115). 44 Aproximaciones teóricas 1.3. El enfoque sociológico de la traducción Translating is a socially regulated activity (Hermans 1997: 10) We [...] need a conceptualization of the human actor as a socialized individual. [...] Translators, though, are always more than mere translators. A socialized individual cannot be reduced to a profession (Meylaerts 2008: 94) 1.3.1. Introducción: Complementación cultural/social The process of translation seems, to different degrees, to be conditioned by two levels: the ‘cultural’ and the ‘social’. The first level, a structural one, encompasses influential factors such as power, dominance, national interests, religion or economics. The second level concerns the agents involved in the translation process, who continuously internalize the aforementioned structures and act in correspondence with their culturally connotated value systems and ideologies. [...] An emphasis on the relationship between culture and society would help to avoid dichotomisation and allow us to transcend deterministic views. (Wolf 2007a: 4-6)30 Ya se ha visto que el giro cultural en los estudios de traducción supuso el viraje definitivo del estudio del texto en sí a su emplazamiento en un contexto histórico que determina el producto final. Ideología, poder, manipulación se convierten en conceptos clave en el estudio de las traducciones. Sin embargo, como apunta Wolf en la cita que abre este apartado, existe un segundo nivel que condiciona el proceso traductológico. Este segundo nivel, el social, que las teorías del giro cultural no exploraban exhaustivamente, incluye a los agentes que participan en el proceso: Any translation, as both an enactment and a product, is necessarily embedded within social contexts. On the one hand, the act of translating, in all its various stages, is undeniably carried out by individuals who belong to a social system; on the other, the translation phenomenon is inevitably implicated in social institutions, which greatly determine the selection, production and distribution of translation and, as a result, the strategies adopted in the translation itself. What is at stake here, therefore, are the various agencies and agents involved in any translation procedure, and more specifically the textual factors operating in the translation process. (Wolf 2007a: 1) Sin embargo, tal y como apunta la autora, sería preferible evitar la dicotomía entre los aspectos culturales y sociales, pues estos dos constructos parecen ser interdependientes: ‘society cannot be adequately described without culture nor culture without society’ (ibid.: 4). Así, en el estudio de las traducciones, la categoría ‘cultural’ no debería excluir a la 30 Véase también Pym (2006). 45 Capítulo 1 ‘social’ y, viceversa, sino que deberían complementarse. Coincide en este posicionamiento López Ponz cuando afirma que el enfoque del giro cultural planteaba teorías que no tienen en consideración a los agentes que intervienen en el proceso más que como seres ideológicos, cuya única motivación para optar por una u otra estrategia traductora es plegarse a una u otra tendencia ideológica, cuando la realidad es que [también] son seres sociales, con motivaciones y condicionantes mucho más diversos y complejos que el apego a unas ideas determinadas. (2012: 55) Así, todos los agentes implicados en el proceso traductológico (traductores, editores, el heterogéneo grupo que conforman los lectores, distribuidores, críticos, y demás) están situados en un contexto social y ocupan una posición determinada desde la que interactúan con el resto de los agentes influyendo en dicho proceso pues sus intereses son a menudo diferentes (a modo de ejemplo se pueden citar los plazos de entrega, las tarifas de traducción o las posibles subvenciones que un proyecto pueda recibir). Posteriormente, en el mercado el texto traducido logrará o no su legitimación según la respuesta del público lector, el reconocimiento a través de premios literarios, críticas, entre otros (Wolf 2002a: 34-35). 1.3.2. Tipos de estudios sociotraductológicos Dentro del nivel social, el segundo que para Wolf condiciona las traducciones, tanto esta autora (2006a, 2007a) como Chesterman (2006) coinciden en establecer tres ejes de investigación desarrollados hasta el momento en la sociología de la traducción: la sociología de los agentes, la sociología del proceso de traducción y la sociología del producto cultural.31 En primer lugar, la sociología de los agentes versa sobre ‘the agents active in translation production’ (Wolf 2006a: 11) o ‘the translation activity under the perspective of its protagonists as both individual and members of specific networks’ (id.). Así, los estudios dentro de esta categoría exploran tanto el rol, las influencias y el comportamiento de los agentes involucrados en el proceso traductológico, en particular, de los productores (traductores) pero también de los editores, clientes, instituciones y demás, todos ellos insertos en una red de relaciones laborales, sociales y culturales. Como 31 Sus denominaciones difieren ligeramente. Chesterman habla de (1) ‘the sociology of translations as products’, (2) ‘the sociology of translators’ y (3) ‘the sociology of translating, i.e. the translation process’ (2006: 12). Por su parte, Wolf coincide con la tercera denominación pero amplía el segundo punto a ‘the sociology of agents’ y acuña la primera categoría ‘sociology of the cultural product’ (2007a: 14-16). 46 Aproximaciones teóricas recuerda Pym, ‘[o]nly through translators and their social entourage (clients, patrons, readers) can we try to understand why translations were produced in a historical time and place’ (1998: ix). Enfatizando la importancia de los traductores, Gouadec también insiste en la necesidad de estudiar el modo en que estos interaccionan con el resto de agentes, sus intereses y actitudes ya que the translator is a key actor in the process of importing or exporting ideas, concepts, rationales, thought processes, discourse structures, pre-conceived ideas, machines, services, myths and so on. He is also a vital go-between in operations and actions involving international co-operation (customer information, extradition procedures, sales, purchases, exchanges, travel, etc.). He is in fact an extremely powerful and critical agent facilitating and even at times enabling economic, strategic, cultural, technical, literary, legal, scientific and ideological exchanges throughout the world. (2007: 6) De ahí que la sociología de los agentes se haya visto reflejada en numerosos textos relacionados con la historiografía de la traducción (Munday 2008 [2001]: 157) 32 y, en particular, de los traductores. Es por este motivo que Robinson afirmó ya en 1991 que había llegado el momento del ‘translator’s turn’. En el segundo tipo, la sociología del proceso de traducción, el análisis ‘stresses the constraints conditioning the production of translation in its various stages, also focusing on the factors which shape the translators “invisibility” (Venuti 1995) and positioning them within a broader conceptual frame’ (Wolf 2006a: 11). El proceso en sí es el que cobra relevancia en este enfoque por lo que se indagan las diversas fases del proceso de traducción (selección de textos, producción, distribución, recepción).33 Por último, la sociología del producto cultural ‘focuses on the flow of the translation product in its multifaceted aspects and particularly stresses the implications of the inter- and transnational transfer mechanisms on the shape of translation’ (id.). Este tipo de enfoque trata, por una parte, los aspectos relacionados con la En cuanto a monográficos dedicados a la historiografía de la traducción cabe destacar, por ejemplo: The Routledge Encyclopedia of Translation Studies (Parte II: History and Traditions), editado por Mona Baker y Gabriela Saldanha (2009 [1998]); Translators through History de Jean Delisle y Judith Woodsworth (2012 [1995]); Western Translation Theory: from Herodotus to Nietzsche, editado por Douglas Robinson (2002 [1997]); o Translating Others, editado por Theo Hermans (2006). A nivel estatal también existen numerosos estudios sobre esta materia entre los que sobresalen: Aproximación a una historia de la traducción en España de José Francisco Ruiz Casanova (2000); Historia de la traducción en España (2004) y Diccionario histórico de la traducción en España (2009), ambos editados por Francisco Lafarga y Luis Pegenaute. Por su parte, el grupo de investigación ‘Transformacions: traductors i il·lustradors a la primera postguerra a Catalunya (1940-1950)’, dirigido por Jacqueline Hurtley, documentó las biografías de varios traductores del franquismo. Asimismo, Josep Marco ha estudiado la trayectoria del traductor Carles Capdevila basándose en las nociones bourdieusianas (2010). 33 A esta categoría pertenecen ‘Towards a Sociosemiotics of Translation’ de Clem Robyns (1992), Sociocritique de la traduction: Theatre and Alterity in Québec, 1968-1988 de Annie Brisset (1990) y Übersetzungswissenchaft im interdisziplinären Dialog. Am Beispiel der Comicübersetzung de Klaus Kaindl (2004), por citar algunos ejemplos. 32 47 Capítulo 1 traducción como producto y su contribución a la construcción de la imagen, rol o identidad en la sociedad meta y, por otra, se interesa por su inclusión en un mercado determinado y en un campo de recepción concreto, modelados por un contexto histórico y unas redes sociales concretas.34 Ahora bien, como recuerda Fernández estas tres líneas de investigación no deben entenderse como excluyentes, así como tampoco descartan el análisis textual, sino que contribuyen a un estudio más complejo de estas prácticas sociales: primero, permiten romper con un tratamiento ‘internalista’ del producto (Heilbron & Sapiro 2002: 3), al situarlo en un contexto social (de producción, distribución y recepción) para comprender mejor sus condiciones y usos; segundo, ayuda a superar la oposición entre prácticas ‘internas’ y ‘externas’ (Gouanvic 2006: 128), poniendo en evidencia cómo ambas dimensiones de una práctica social se condicionan mutuamente; por último, un mayor enfoque en los agentes conlleva considerar tantos las variables interpersonales como el proceso de construcción colectiva. (2011: 37-38) 1.3.3. La teoría bourdieusiana en los estudios de traducción Desde la perspectiva sociológica la traducción se entiende como una acción social llevada a cabo por agentes sociales en determinados contextos sociales. Algunas teorías y conceptos del campo de la sociología resultan de especial utilidad en el análisis del proceso traductológico y, en particular, las nociones desarrolladas por el sociólogo francés Pierre Bourdieu. 35 Los diferentes conceptos desarrollados por Bourdieu se caracterizan por su interactividad. Así, ‘campo’, ‘capital’, ‘consagración’, illusio y habitus están estrechamente relacionados entre sí y todos y cada uno de ellos son necesarios para comprender los demás. Antes de profundizar en las conexiones que se han establecido entre las teorías de Bourdieu y los estudios de traducción, se explorarán sucintamente estos conceptos clave en la filosofía del sociólogo. Se incluyen en esta tercera modalidad los volúmenes Traduction: Les échanges littéraires internationaux, editado por Johan Heilbron y Gisèle Sapiro (2002) y Soziologie der literarischhen Übersetzung, editado por Norbert Bachleitner y Michaela Wolf (2004). 35 En los últimos años también se han aplicado a los estudios de traducción las teorías de Bruno Latour, y Niklas Luhmann aunque en menor medida que las de Pierre Bourdieu. Por lo que respecta a Latour su Théorie de l’acteur-réseau (Teoría del Actor-Red) ha sido explorada principalmente por Hélène Buzelin (2005, 2007). Por su parte, Inghilleri (2005) y Hermans (2007) han examinado la Teoría de los Sistemas de Luhmann y su relación con la traducción. 34 48 Aproximaciones teóricas 1.3.3.1. Conceptos bourdieusianos clave: Campo, capital, consagración, illusio y habitus Para Bourdieu la sociedad está compuesta por una serie de campos (el artístico, el económico, el político, el religioso, el literario, el científico, el sistema educativo, entre otros) que funcionan siguiendo cuatro principios básicos: la constitución del campo como un espacio relativamente autónomo, la organización jerárquica dentro del campo, la lucha de fuerzas que se establece en el campo y la reproducción del campo como condición de su continuidad (Wolf 2007b: 110). En primer lugar, según Bourdieu cada campo es relativamente autónomo respecto a las fuerzas externas que dominan la sociedad y aunque comparten ciertos aspectos homólogos con la estructura social global, también poseen características propias tanto en su estructura como en su funcionamiento (cf. Bourdieu 1990b [1984]; 1997 [1994]). En segundo lugar, en lo concerniente a la organización jerárquica del campo, el sociólogo apunta que ‘las características de los productores están definidas por su posición en las relaciones de producción, por el lugar que ocupan en un espacio determinado de relaciones objetivas’ (1990a [1984]: 82). El campo es, por tanto, un espacio estructurado y determinado por las diferencias en las posiciones que ocupan sus miembros. Por otra parte, los agentes del campo establecen una dinámica de lucha por la distribución del capital: ‘[l]a estructura del campo es un estado de relación de fuerzas entre los agentes o las instituciones que intervienen en la lucha […] de la distribución del capital específico que ha sido acumulado durante luchas anteriores y que orienta las estrategias ulteriores’ (ibid. 110). Sin embargo, la estructura del campo no es eterna. Como explica Bourdieu: Esta estructura no es inmutable, y la topología que describe un estado de las posiciones sociales permite fundamentar un análisis dinámico de la conservación y de la transformación de la estructura de distribución de las propiedades actuantes y, con ello, del espacio social. Es lo que pretendo transmitir cuando describo el espacio social global como un campo, es decir, a la vez como un campo de fuerzas, cuya necesidad se impone a los agentes que se han adentrado en él, y como un campo de luchas dentro del cual los agentes se enfrentan, con medios y fines diferenciados según su posición en la estructura del campo de fuerzas, contribuyendo de este modo a conservar o a transformar su estructura. (1997 [1994]: 48-49) De estas palabras se extrae que a través de la lucha por el capital o por el poder que otorga el capital – distribuidos de forma desigual entre los agentes del campo –, el campo se convierte en un ‘espacio de confrontación’ (Fernández 2011: 41), un espacio de luchas en 49 Capítulo 1 el que los agentes se enfrentan para monopolizar, conservar o transformar el capital que está en juego. Y a través de estas luchas y de la adquisición de mayor volumen de capital los agentes pueden llegar a alterar la estructura de dicho campo. En el campo literario y en el artístico, a la pugna por la obtención de capital, Bourdieu añade la que se establece entre los dos principios que se disputan la jerarquización (principio heterónomo y principio autónomo): El principio heterónomo [es] favorable a los que dominan el campo económica y políticamente (p. ej., el ‘arte burgués’), y [es contrario al] principio autónomo (p. ej., el ‘arte por el arte’), que sus defensores más desprovistos de todo capital específico tienden a identificar con el grado de independencia con respecto a la economía […]. El estado de la correlación de fuerzas en esta lucha depende de la autonomía de que dispone globalmente el campo, es decir, del grado en que llega a imponer sus normas y sus sanciones propias al conjunto de los productores de bienes culturales e incluso a aquellos que, ocupando la posición económicamente dominante en el campo de producción cultural (autores de piezas de éxito o de best-sellers), son los más cercanos a los ocupantes de la posición homóloga en el campo del poder, y, por ende, los más sensibles a las demandas externas (los más heterónomos). Ese grado de autonomía varía considerablemente según las épocas y según las tradiciones nacionales, y con ello afecta toda la estructura del campo (1990b [1984]: 18). Esta lucha entre el principio heterónomo y el autónomo se refleja en la oposición que Bourdieu establece entre el arte ‘puro’, ‘simbólicamente dominante pero económicamente dominado’ (1997 [1994]: 66) como podría ser la poesía, y el arte comercial, en el que se incluirían los best-sellers (cf. Wolf 2007b: 111). Los agentes que intervienen en el campo literario pueden regirse principalmente por uno de estos principios o, bien, seguir una estrategia de actuación que amalgame los dos: ‘podemos encontrar editores que se rigen por el principio autónomo y otros que lo hacen por el heterónomo, y, en muchos casos, editores que tratan de combinar ambos, aunando la consagración específica que proporcionan los agentes especializados con el éxito comercial’ (López Ponz 2012: 77). El último aspecto al que se refiere Bourdieu es la reproducción del campo como condición de su continuidad. Las dinámicas y la existencia del campo son el resultado de la sustitución gradual de los agentes e instituciones dominantes por aquellos que previamente han sido dominados por estos. Por tanto, el resultado de la lucha de los agentes por adquirir una situación de mayor privilegio implicará que algunos aspectos del campo no sean reproducidos exactamente, sino que sean alterados, aunque otros permanecerán intactos. 50 Aproximaciones teóricas El capital, que tan solo existe y funciona en el interior de los campos (Wacquant y Bourdieu 1992: 101), no se limita al económico (recursos monetarios y financieros, propiedades, etc.) sino que, para Bourdieu, los agentes disponen de otros tipos de capital tanto material como inmaterial. Concretamente, el sociólogo establece otras tres categorías: el capital cultural, el capital social y el capital simbólico. En primer lugar, el capital cultural, puede darse en tres estados: incorporado, objetivado e institucionalizado. El primero, el estado incorporado, se refiere a las ‘long-lasting dispositions of the mind and body’ (Bourdieu 1986: 47), o por decirlo de otro modo, a los conocimientos, competencias o habilidades adquiridos por los agentes a lo largo de su vida. En su estado objetivado el capital cultural se corresponde con los bienes culturales (cuadros, libros, esculturas, instrumentos, etc.), de condición material. Y, finalmente, en el estado institucionalizado el capital cultural se presenta en forma de los títulos otorgados por instituciones de formación (escuela, universidad, etc.). Por su parte, el capital social, se define como ‘the aggregate of the actual or potential resources which are linked to possession of a durable network of more or less institutionalized relationships of mutual acquaintance and recognition – or in other words, to membership in a group’ (ibid.: 51), esto es, la red de relaciones sociales que posee un individuo. En última instancia, Bourdieu introduce el capital simbólico, en el que cualquier aspecto, tipo de capital o agente podría llegar a convertirse, siempre y cuando dentro de un campo determinado dicha propiedad, capital o agente sea reconocido como prestigioso y valorado por el resto de los agentes: ‘El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve simbólicamente eficiente’ (1997 [1994]: 171-172). La posesión de un alto nivel de capital simbólico puede conducir a los agentes, objetos, etc., a su consagración, esto es, a obtener un elevado grado de reconocimiento, respeto y distinción en su campo. En el caso concreto de los agentes más consagrados, estos tendrán, a su vez, más capacidad de consagrar a otros agentes (cf. 1990b [1984], 1995). Obviamente, el capital simbólico depende de los agentes involucrados en un campo determinado y, por ello, varía históricamente: La mayor parte de las obras humanas que solemos considerar como universales — derecho, ciencia, arte, moral, religión, etc.— son indisociables desde el punto de vista escolástico tanto de las condiciones económicas como de las condiciones sociales que las hacen posibles y que nada tienen de universal. Se han engendrado en estos universos sociales tan particulares que son los campos de producción cultural (campo jurídico, campo científico, campo artístico, campo filosófico, etc.) y en los que están 51 Capítulo 1 comprometidos unos agentes que comparten el privilegio de luchar por el monopolio de lo universal y de contribuir así, poco o mucho, al progreso de las verdades y de los valores que son considerados, en cada momento, como universales, incluso eternos. (1997 [1994]: 213) Los diferentes tipos de capital o economías pueden dar lugar a otros tipos de capital, es decir, pueden producirse intercambios de capital. Así, por ejemplo, el capital cultural, como podrían ser los conocimientos y habilidades adquiridos durante los estudios universitarios, puede canjearse por capital económico si se obtiene un empleo. En este tipo de trueque el agente involucrado mantendría su capital cultural, pues sus aptitudes y conocimientos permanecerán con él y además obtendría una remuneración en forma de salario. También el capital social puede originar capital económico, si, por ejemplo, un agente gracias a su red de conocidos consigue un empleo. Y este intercambio es extrapolable a los otros tipos de capital. Tanto el concepto de campo como el de capital están ligados y dependen de lo que Bourdieu denomina illusio y opone a la ataraxia (apatía) (1997 [1994]: 142). Por illusio, el sociólogo se refiere a la voluntad de participar e involucrarse en un campo determinado: ‘La illusio es el hecho de estar metido en el juego, cogido por el juego, de creer que el juego merece la pena, que vale la pena jugar’ (ibid.: 141). Los agentes pueden intentar modificar la estructura del campo y sus relaciones de fuerza – ‘hacer la revolución’ como dice Bourdieu (ibid.: 142) – precisamente porque admiten el interés del campo: ‘Querer hacer la revolución en un campo significa admitir lo esencial de lo que está tácitamente exigido por este campo, concretamente que es importante, que lo que en él se juega es suficientemente importante como para que se tengan ganas de hacer la revolución en él’ (id.). Cada campo concreto activa una forma específica de interés, una illusio específica, que es distinta según la posición que se ocupe en el campo, y depende también de la trayectoria seguida para llegar allí. Es por esto que los agentes ajenos a un campo determinado pueden llegar a desdeñar la illusio de aquellos campos a los que no pertenecen. Según el autor, ‘[l]o que se vive como evidencia en la illusio se presenta como ilusión para quien no participa de esta evidencia porque no participa en el juego’ (ibid.: 144). Otro de los conceptos fundamentales en la teoría bourdieusiana es el de habitus. Este término incorpora la idea de las prácticas y actitudes de un individuo, una serie de disposiciones interiorizadas que le conducen a actuar de una forma determinada en una 52 Aproximaciones teóricas situación social concreta. Bourdieu lo define de la siguiente manera: ‘sistema de disposiciones adquiridas por media [sic] del aprendizaje implícito o explícito que funciona como un sistema de esquemas generadores, genera estrategias que pueden estar objetivamente conformes con los intereses objetivos de sus autores sin haber sido concebidas expresamente con este fin’ (1990a [1984]: 114). El habitus se caracteriza por ser una disposición estructurada y estructurante: Los condicionamientos asociados a una clase particular de condiciones de existencia producen habitus, […] estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la búsqueda consciente de fines y el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos, objetivamente ‘regulados’ y ‘regulares’. (2007 [1980]: 86) El habitus es estructurado porque supone un aprendizaje o incorporación de las estructuras de un campo o sector determinado y, por otra parte, es estructurante porque las estructuras adquiridas, a su vez, estructuran la percepción de ese mundo y las acciones de los individuos. En relación con estas cualidades del habitus se encuentran otros dos aspectos fundamentales de este concepto: la socialización y la individualización. Como resume Fernández: ‘al tratarse de esquemas sociales, las disposiciones y categorías de juicio tienden a ser compartidas entre aquellas personas que viven bajo condiciones sociales similares; al depender de la posición y trayectoria de cada sujeto, ninguna combinación de esquemas puede ser totalmente idéntica a otra’ (2011: 42). El carácter estructurado del habitus hace que se produzca cierta estabilidad en los diferentes campos pues los agentes comparten disposiciones semejantes pero, por otra parte, y a pesar de cierta inercia a responder de forma similar ante situaciones determinadas, cada agente se concibe como individual y único con lo que articulará diferentes respuestas según el contexto. La condición de la individualización del habitus de los agentes está relacionada con lo que Bourdieu denomina ‘sentido práctico’: Los ‘sujetos’ son en realidad agentes actuantes y conscientes dotados de un sentido práctico, sistema adquirido de preferencias, de principios de visión y de división (lo que se suele llamar un gusto) de estructuras cognitivas duraderas que esencialmente son fruto de la incorporación de estructuras objetivas y de esquemas de acción que orientan la percepción de la situación y la respuesta adaptada. (1997 [1994]: 40) La interconexión entre los diferentes conceptos de la teoría bourdieusiana se hace patente, de nuevo, en otra de las definiciones del campo que el sociólogo proporciona: ‘Para que 53 Capítulo 1 funcione un campo, necesita de objetivos y de gentes preparadas para entrar en el juego, dotadas del habitus que implica el conocimiento y el reconocimiento de las leyes inmanentes del juego, de los objetivos, etc.’ (ibid.: 48-49). 1.3.3.2. Los conceptos de Bourdieu en el ‘campo’ de la traducción Por lo que respecta a los estudios de traducción varios autores coinciden en que no existe un ‘campo de la traducción’. Wolf explora los cuatro principios fundamentales según los cuales funcionan los campos sociales y concluye que no pueden aplicarse en su totalidad al espacio en el que se produce la traducción (2007b: 109-119). Primeramente, este espacio no puede considerarse autónomo pues se encuentra ‘“in-between”, and interacts with its surrounding fields’ (ibid.: 114). Es por este motivo que este emplazamiento ha sido denominado por Bhabha tercer espacio (Third Space) (1994), Pratt lo considera una zona de contacto (contact zone) (1992) y para Wolf es un espacio de mediación (space of mediation) (2007b). La traducción es un acto de mediación y ocurre en un espacio de interconexión con otros campos (literario, científico, administrativo, etc.) a los que pertenece el texto original. También Gouanvic coincide al afirmar: ‘Admittedly, Bourdieu does not include translated texts in [his] theory of fields. [...] Far from constituting a field of their own, translated texts are submitted to the same objective logic as the indigenous texts of the target space’ (2002: 160). Por lo que respecta a la jerarquía de los campos y la lucha entre los agentes por modificar su posición en el campo, Wolf sostiene que los traductores, encargados de la mediación, también actúan en estructuras jerárquicas de poder pero sus posiciones son menos prolongadas pues ‘these positions are – at least partially – dissolved after concluding the act of mediation’ (2007b: 111). Las relaciones entre los traductores y el resto de agentes – editores, principalmente – no suele ser duradera ya que con frecuencia se trata de encargos puntuales con la finalización de los cuales el traductor debe iniciar de nuevo su proceso de reubicación en el campo. Es por ello que la lucha de los traductores por alcanzar una posición determinada en la estructura del campo no puede contemplarse como la fuerza que mantiene la existencia del ‘campo de la traducción’, fundamental en la concepción del campo de Bourdieu, dado que los traductores según Wolf no intentan ‘struggle for 54 Aproximaciones teóricas enduring positions, but to abandon the field after concluding the interaction and to look for other areas of activity, occasionally at the intersection with other fields’ (ibid.: 113).36 En realidad, el abandono del campo no depende tanto de la voluntad de los traductores sino de la naturaleza temporal de los encargos, que les obliga a buscar nuevas alternativas y al mismo tiempo nuevas posiciones. Por otra parte, la idea de la estructura del campo está relacionada con el reconocimiento de los agentes y, en el caso particular de la traducción literaria, muchos de los que se encargan de este tipo de mediación, lo hacen como actividad complementaria, con lo que resulta bastante complejo determinar cuál es su posicionamiento dentro del ‘campo de la traducción’ al tratarse en múltiples ocasiones de colaboraciones puntuales que no se suelen extender en el tiempo. Otros aspectos que corroboran la inestabilidad del espacio de mediación son la marginalidad de la profesión y su falta de institucionalización, como explora Sela-Sheffy: it seems easier to spot the outlines of a ‘field’ when it comes to rigidly institutionalized and codified realms of professional practices, such as law, medicine and their like. It may also seem to trace ‘a field’ in established realms of art production, such as that of literature, which are organized through powerful institutions and well defined products, and are readily identifiable through celebrated cliques and spokesmen. Translators, on the other hand, are often seen as a silent, invisible and loosely defined semi-professional group, whose occupation is auxiliary, and whose field boundaries are blurred. (2005: 9) Por último, en relación con la reproducción del campo como condición indispensable para su continuidad, Wolf sostiene que aunque la estructura del espacio de mediación se disuelve cuando finaliza la traducción, esto no implica la disolución de todos los elementos del espacio. Lo que ocurre es que estos elementos se recrean, reconfiguran y renegocian en otros espacios y momentos. Así, para la autora esta última característica del campo sí sería aplicable, al menos de forma temporal, en el ‘campo de la traducción’ pues ‘what Bourdieu calls “the reproduction of the field” and its continuance in whatever form, is in the case of Existen otras interpretaciones respecto a la estructuración del ‘campo de la traducción’. Para Sella-Sheffy la estratificación del espacio de mediación y los elementos jerárquicos servirían para establecer un ‘campo de la traducción’: ‘if by a “field” we mean a stratified space of positions, with people struggling to occupy these positions, driven by a specific king of incentives and gratifications, then translators (including literary translators) […] also form a distinctive field of action. This field is coordinated by its own internal competition and hierarchy, and regulated by its own internal repertoires, professional ethoses and selfimages. It is divided into different groups (e.g., of literary subtitling, simultaneous, or other branches of translation), communities and cliques. There are seniors and juniors; veterans and new generations; conservatives and revolutionaries; the more appreciated and the less appreciated; those who translate “important” or highbrow texts and those dealing with “trivial” material; etc.’ (2005: 11). Siguiendo la línea de Sella-Sheffy, recientemente López Ponz ha hablado de un ‘protocampo de la traducción’, un espacio en formación que aún carece del reconocimiento simbólico y económico necesario para su consideración como campo pero que se encuentra en vías de reunir los ‘requisitos’ imprescindibles para su configuración como tal (2012: 63-64). 36 55 Capítulo 1 the space of mediation a permanent new configuration which seems constitutive for the – at least temporary – existence of this space’ (2007b: 112). La dificultad de delimitar la circunscripción de los traductores puede relacionarse con el concepto de capital y la lucha por el poder. Por una parte, parece que los agentes encargados de la mediación se encuentran en ‘tierra de nadie’ lo que podría implicar recibir presiones de diversos campos y tener su poder limitado. Sin embargo, en algunos casos determinados los traductores pueden llegar a acumular capital simbólico y poder si, por ejemplo, reciben algún tipo de reconocimiento (premios de traducción, críticas favorables, etc.), lo que los puede convertir en agentes consagrados con cierto grado de poder de decisión en sucesivos encargos. También es frecuente que traducciones que han sido realizadas por escritores de renombre obtengan el grado de consagradas.37 En relación con el capital que está en juego en la traducción, Pym reflexiona sobre los intercambios de capital que pueden llegar a producirse en el caso concreto de la traducción literaria (2011). El traductólogo apunta que en la mayoría de los casos las traducciones de este tipo no reciben una retribución económica demasiado elevada y se cuestiona por qué hay agentes interesados en llevarlas a cabo. Su respuesta está relacionada con el intercambio de economías o capitales. Muchas de estas traducciones son llevadas a cabo por académicos que intercambian su capital cultural (su conocimiento de idiomas y su competencia como traductores) por otros tipos de capital: simbólico, si el autor a quienes han traducido es de reconocido prestigio, pues el nombre del traductor se relacionará con el del autor original; económico, porque es posible que reciba invitaciones para asistir a conferencias para hablar sobre su traducción con algún tipo de remuneración; y quizás social, si la traducción resulta exitosa y el traductor entra a formar parte de un grupo social más amplio que aumente sus contactos. 37 Un caso pertinente pare esta tesis sería la traducción de Jane Eyre publicada por la editorial Alba en 1999 que presenta un caso de doble consagración: por una parte, fue llevada a cabo por la laureada Carmen Martín Gaite, y además obtuvo el III Premio de Traducción Ángel Crespo en 2000, que conceden anualmente la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña y el Gremio de Editores de Cataluña. También podrían alcanzar este estatus el resto de las traducciones que llevó a cabo Martín Gaite: Madame Bovary, de Gustave Flaubert; Cuentos de Perrault, de Charles Perault; Al faro, de Virginia Wolf; Cuentos de hadas victorianos, de John Ruskin; Senectud, de Italo Svevo; El marinero, de Fernando Pessoa; Una pena en observación, de C. S. Lewis; El sistema periódico, de Primo Levi, y Cartas francesas a Merline, de Rainer Maria Rilke. 56 Aproximaciones teóricas Otra de las nociones desarrolladas por Bourdieu, la illusio, es también aplicable a la traducción. En Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario el sociólogo estudia la illusio literaria y la define como: esa adhesión originaria al juego literario que fundamenta la creencia en la importancia y en el interés de las ficciones literarias, es la condición, casi siempre desapercibida, del placer estético que siempre es, en parte, placer de jugar el juego, de participar en la ficción, de estar de acuerdo total con los presupuestos del juego; la condición también de la illusio literaria y del efecto de creencia (más que ‘efecto de realidad’) que el texto puede producir. (1995 [1994]: 483) Para Bourdieu existe una illusio subyacente en la lectura de un texto literario pues se establece cierta complicidad entre el lector y dicho texto, o dicho de otro modo, el lector sucumbe al texto, a las historias que cuenta y las interioriza, al menos, durante la duración de la lectura. Ahora bien, como afirma Gouanvic, ‘[s]pecific stakes and a specific illusio characterize each field, and adept readers adhere to these in internalizing the stake specific to the field’ (2007: 163-164), por ello, el tipo de illusio dependerá, en el caso de la ficción literaria, de las convenciones del género al que pertenece el texto pues los lectores no tienen las mismas expectativas ante una novela de ciencia ficción, una compilación de poemas o una novela realista, por citar algunos ejemplos. Del mismo modo que el autor del texto original, el traductor debe lograr la illusio en su versión. Durante el proceso de traducción, el texto literario original es reinterpretado por el traductor quien reinventa las normas del género literario al que pertenece con el objetivo de conseguir reproducir la illusio del original: The original illusio, founded upon the ‘willing suspension of disbelief’ (Coleridge 1907: 6) through which adherence to the game of fiction must pass, is ultimately the task of the translator. Optimal translation is that which (re)produces in the target text the capacity of a work of fiction to provoke the adherence of a reader to the source work of fiction. The illusio of a source text is achieved by the fictional discourse developed within the text (set of themes, expressive techniques and signifiance), where the text reinvents the specific rules of the literary genre to which it belongs and reinterprets them according to its own logic. If a literary source text establishes a readership that adheres to the illusio of this text through distinctive methods that it has actualized, the text is likely to find a correspondent readership in the target culture through the agency of a translation carried out under the principle of homology, which is to say ‘resemblance in difference’. The difficulty of a translation resides precisely in the interplay between resemblance and difference, a source work being neither exactly the same nor entirely different in translation. (ibid.: 163)38 38 Véase también Gouanvic (2007). 57 Capítulo 1 Para este autor, la illusio es un concepto de suma importancia, pues conseguir una illusio homóloga a la del original implica lo que tilda de traducción ética (2010: 128). Si el traductor no logra reproducir en su idioma la potencial illusio del original, puede afectar a los lectores quienes podrían abandonar la lectura o formarse una opinión negativa del autor original, que quizás sea loado en su cultura de origen. Por otra parte, puede darse el caso de que un género literario determinado no exista en la cultura meta lo que puede generar el rechazo de los lectores, o por el contrario, introducir una nueva illusio en dicha cultura.39 Gouanvic continúa que la illusio, estrechamente ligada a las dinámicas particulares de cada campo, solo puede reproducirse si los agentes encargados de esta tarea están equipados con el habitus del campo (ibid.: 164). Para este traductólogo, el componente individual del habitus, que comienza a adquirirse en la infancia y se continúa afianzando a lo largo de su etapa formativa e incluso a medida que progresa en su profesión, influirá determinantemente en el producto final: ‘If a translator imposes a rhythm upon the text, a lexicon or a syntax that does not originate in the source text and thus substitutes his or her voice for that of the author, this is essentially not a conscious strategic choice but an effect of his or her specific habitus, as acquired in the target literary field’ (ibid.: 158). Por lo tanto, el habitus particular de cada traductor influye en el modo en que las traducciones se llevan a cabo y, por tanto, en las decisiones traductológicas. Por otra parte, Gouanvic considera que el habitus del traductor posee la particularidad de resultar de la convergencia entre, al menos, dos culturas y distingue dos tipos de habitus del traductor, el primario u original y el específico, que define de la siguiente manera: Formé la plupart du temps à l’école avec l’apprentissage d’une seconde langue, l’habitus primaire ou originaire est une condition de l’acquisition de la pratique de la traduction, mais il ne fait pas le traducteur. L’habitus spécifique de traducteur se construit dans la rencontre de deux cultures, la culture indigène [...] et la culture étrangère, que le traducteur a acquise la plupart du temps par un contact avec l’étranger ou par immersion. La culture indigène est celle de l’habitus primaire du traducteur, celle vers laquelle le traducteur traduit. (2007:86) En otras palabras, la figura del traductor es el resultado de la combinación de estos dos tipos de habitus. El habitus primario, formado principalmente durante el aprendizaje de Gouanvic ha estudiado varios casos de traductores franceses que introdujeron o fomentaron nuevas illusio en sus culturas. Por ejemplo, el traductor francés Boris Vian importó la ciencia ficción a Francia a través de sus versiones de novelas de autores norteamericanos en la década de los cincuenta (2007: 160-161). También Tyulenev ha explorado la creación de una nueva illusio en la Rusia del siglo XVIII gracias al zar Pedro I de Rusia quien fomentó la introducción de géneros del oeste europeo (2012). 39 58 Aproximaciones teóricas la/s lengua/s extranjera/s, no hace al traductor pero es condición imprescindible para que este pueda ejercer como tal. Además del primario, este necesita adquirir un habitus específico que construye a través del encuentro de la cultura de origen y la extranjera. El autor continúa que el habitus se verá condicionado por el idioma al que se lleve a cabo la traducción: ([...] lorsque le traducteur traduit vers sa seconde langue-culture son habitus peut plus volontiers le porter vers le champ source que vers le champ cible, et l’inciter a conserver dans la traduction les marques d’etrangerete du texte source, dont il est plus proche par son habitus; autre cas de figure, l’interprete qui travaille vers sa deuxieme ou meme sa troisieme langue. A chaque fois l’habitus est conditionné par la direction vers laquelle s’exerce le travail.) En general, c’est vers la langue-culture indigene cible que s’effectue la traduction. (id.) Por lo general, como afirma el autor, las traducciones se suelen llevar a cabo hacia la lengua propia por lo que el traductor adaptará y modificará su texto para que se ajuste a los imperativos de la cultura meta. Sin embargo, en el caso de las traducciones inversas es muy probable que se mantengan los elementos propios de la cultura e idioma original, pues pertenecen al habitus primario del traductor, con los que está profundamente familiarizado (cf. López Ponz 2012). Gouanvic también desarrolla la condición estructurante y estructurada del habitus cuando afirma que ‘[l]’habitus spécifique est lui construit sur des dispositions de l’agent qui trouve à s’investir dans les champs et qui en retour modifie le champ où il a trouvé intérêt à exercer son action’ (2006: 127). Se recalca, por tanto, que la relación entre el campo y el habitus del traductor no es unidireccional, sino que el campo participa en la formación y estructuración del habitus y, al mismo tiempo, como conjunto de disposiciones interiorizadas por el traductor durante su etapa formativa y al ejercer la profesión, contribuye a estructurar el campo al configurar ciertas estrategias y patrones que otros agentes seguirán. Todo esto le conduce a afirmar: On a global level, the object of research in translation studies ultimately becomes the analysis of the differential relationship between the habitus of translation agents (including publishers, critics, etc.) who have taken a position in a given target field in a given epoch, and the determinant factors of the target field as the site of reception of the translation. Additionally, of course, the object of translation research is a differential analysis of source and target texts as exhibitors of pertinent traits in the habitus of agents and in the fields in question. (2005: 148) 59 Capítulo 1 Por su parte, Daniel Simeoni en ‘The Pivotal Status of the Translator’s Habitus’ (1998) también ha estudiado la noción de habitus y ha encontrado ciertas semejanzas entre este concepto y las normas de traducción exploradas por Toury. Para Toury las normas de traducción establecen qué se considera apropiado, correcto o aceptable, por lo que inciden en todo el proceso traductológico desde la selección de los textos, pasando por la propia traslación, y finalizando en la recepción. Para el autor es posible distinguir ciertas tendencias en las decisiones traductológicas, establecer generalizaciones y, posteriormente, reconstruir las normas que han operado al llevarse a cabo la traducción. Estas normas se definen como ‘the translation of general values or ideas shared by a community – as to what is right or wrong, adequate or inadequate – into performance instructions appropriate for and aplicable to particular situations’ (1995: 55). El autor establece la siguiente tipología: ‘norma inicial’, ‘normas preliminares’, y ‘normas operacionales’. La ‘norma inicial’ determina si el traductor se ciñe a las reglas del sistema de la cultura de origen o de la cultura meta. La adherencia a las normas de la cultura de origen determinará la ‘adequacy’ de la traducción, mientras que la conformidad a las normas de la cultura meta marcará su ‘acceptability’ en el sistema de llegada. Sin embargo, como apunta el autor, toda traducción implica modificaciones e incluso ‘the most adequacy-oriented translation involves shifts from the source text’ (ibid.: 57). El segundo tipo de normas, las ‘preliminares’, están relacionadas con la regulación de todos aquellos aspectos externos a la traducción como podría ser la política relativa a la traducción del sistema meta (¿qué tipos de textos se traducen?, ¿de qué autores?, ¿de qué idiomas?, ¿se llevan a cabo traducciones directas?, etcétera). Finalmente, Toury introduce las ‘normas operacionales’ que analizan las decisiones tomadas en el proceso traductológico y se subdividen en ‘normas matriciales’ y ‘normas textuales’. Las ‘matriciales’ exploran si la traducción incluye toda la información presente en el texto original, si se han llevado a cabo supresiones, y, en este caso, si se han indicado. Por su parte, las ‘textuales’ marcan la selección de material para formular el texto meta.40 Además de Toury, otros autores han explorado el concepto de normas de traducción. Chesterman propone una catalogación que complementa la formulación de Toury, cubriendo áreas que este no había indagado, y añade las ‘product or expectancy norms’ y las ‘process or professional norms’. Las primeras ‘are established by the expectations of readers of a translation (of a given type) concerning what a translation (of this type) should be like’ (1997: 64). Los factores que gobiernan este tipo de normas incluyen la tradición predominante respecto a la traducción en la cultura meta, las convenciones literarias del género traducido en dicha cultura, además de otros aspectos económicos e ideológicos. Chesterman argumenta que este tipo de normas permiten evaluar las traducciones puesto que los lectores tienen ciertas nociones sobre qué se considera ‘aceptable’ o ‘apropiado’ en un género determinado y, por ende, aceptarán aquellas versiones que cumplan con sus expectativas. También apunta que las ‘product or expectancy norms’ en algunos casos son 40 60 Aproximaciones teóricas Desde este punto de vista, la traducción se plantea como una actividad planificada y sistemática que no deja demasiado lugar a iniciativas individuales. Para Simeoni la noción de habitus engloba las normas de traducción, si bien, reconoce que estas últimas carecen de la dimensión estructurante del habitus (1998: 21-22). Sin embargo, su intento de reemplazar las normas de Toury por el habitus bourdieusiano en los estudios de traducción no ha resultado afortunado según varios autores. Gouanvic afirma que Simenoni no ha logrado su objetivo ‘because the author neglects to resituate the notion of habitus in the general context of Bourdieu’s social theory and, in particular, in his notion of field, which cannot be dissociated from habitus’ (2005: 148-149). Es decir, mientras que la adherencia a las normas implica la intencionalidad y voluntariedad del traductor de someterse a las mismas, ya se ha dejado patente que el habitus no es una estrategia voluntaria y consciente, sino el resultado de la adquisición de las disposiciones del campo de manera automática: Translation as a practice has little to do with conforming to norms through the deliberate use of specific strategies; in other words, it is not a question of consciously choosing from a panoply of available solutions. Norms do not explain the more or less subjective and random choices made by translators who are free to translate or not to translate, to follow or not follow the original closely. (ibid.: 157-158) También Sela-Sheffy ha criticado el enfoque determinista de Simeoni que se centra en la sumisión del traductor a las normas as a supposedly invariable, universal component of the translators’ habitus, which almost allows no room for understanding choice and variability in their action. Although aiming to explore the historical process of formation of translators’ habitus, this argument still seems to be caught in a rather rigid, non-dynamic conception of patterns of action, taking at face value the idea of ‘the tyranny of norms’ in translation. (2005: 3) ‘validated by a norm-authority of some kind’ (ibid.: 66), como profesores, críticos literarios, que fomentan las traducciones que siguen las normas prevalecientes. Al mismo tiempo, pueden producirse conflictos entre las normas imperantes y la sociedad en general, predispuesta a acoger formas novedosas que se alejen de los modelos más habituales. Las ‘process or professional norms’ ‘regulate the translation process itself’ (ibid.: 67) y están subordinadas a las ‘expectancy norms’. Este segundo tipo de normas se clasifican en tres subtipos: la ‘accountability norm’, una norma relacionada con la ética de la traducción y la responsabilidad del traductor, quien debería satisfacer los intereses del cliente y del público lector; la ‘communication norm’, una norma social, que garantiza que el traductor proporciona el máximo nivel de comunicación posible entre las diferentes partes involucradas en el proceso de traducción; y la ‘relation norm’, relacionada con cuestiones lingüísticas que determina la existencia de una equivalencia apropiada entre el texto original y la traducción. Otros autores que han tratado la importancia de las normas han sido Hermans (1996; 1997), Meylaerts (2008), Pym (2008) y Sapiro (2008), aunque en estas ocasiones enfatizando su función social y explorando los agentes involucrados en el proceso de traducción. 61 Capítulo 1 Esta sumisión convierte al traductor, según Simeoni, en un profesional de segundo rango (1998: 7) pero Sela-Sheffy sostiene que resultaría erróneo afirmar que este estatus de inferioridad es idéntico en todas las culturas y épocas, y que todos los traductores tienen el mismo nivel de sumisión (2005: 4; cf. Wolf 2006b: 137). De forma más específica, Prunč se ha pronunciado al respecto y ha explorado el diferente grado de poder que pueden ostentar los traductores. Además del habitus de servidumbre que indicaba Simeoni, Prunč asegura que ‘there is now a wide range of prototypical habitus, located on a cline between the habitus of the priest and the habitus of the self-effacing pariah’ (2007: 48). Este segundo tipo, el ‘traductor paria’, es el que más se acerca al estereotipo propuesto por Simeoni, pues aquellos traductores que adoptan este tipo de habitus ‘consider the author and poet as their master, the customer as the king’ (ibid.: 49). Los ‘traductores paria’ aceptan encargos por tarifas reducidas y son al mismo tiempo víctimas y responsables del descenso de las remuneraciones ‘which threatens not only their own existence but also the reputation of the translation profession’ (id.). 41 Sin embargo Prunč ofrece una segunda alternativa, el ‘traductor-sacerdote’, que dista considerablemente del modelo de Simeoni, pues este tipo de traductor se considera a sí mismo guardián de la palabra y constructor de la cultura. Además, conocedor de su poder de seleccionar y transformar está dotado de la capacidad de establecer valores socialmente aceptables. Ejemplos de este tipo de traductores serían San Jerónimo y Lutero – los grandes traductores de la Biblia – así como aquellos traductores literarios cuyas versiones han pasado a formar parte de los cánones literarios nacionales.42 En la actualidad este tipo de traductores se pueden encontrar en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o en la Unión Europea (UE) aunque no todos ellos ‘seem to be aware that they have the power to act as mediators in delicate negotiations and to create concepts, meaning worlds and value communities’ (ibid.: 49). Según lo expuesto hasta el momento y tal y como apunta Gouanvic, ‘Bourdieu’s model seems to be the one best suited to account for the complexities of cultural products’ (1997: 126). Los conceptos explorados hasta el momento – campo, capital, consagración, illusio y En otra de sus publicaciones, Prunč había detallado los motivos de la espiral en la que se ve sumido el ‘traductor-paria’ (2003). Para el autor, el fácil acceso al aprendizaje de lenguas extranjeras ha permitido la entrada en el mercado de la traducción a semiprofesionales y no profesionales que supone un aumento de la oferta, un abaratamiento de los encargos y un descenso de la calidad de las traducciones, que en su opinión puede llevar al colapso total del mercado. 42 Hurtado Albir ha apuntado al respecto que muchos de los textos considerados ‘clásicos de la literatura universal’ se han difundido en gran parte gracias a las traducciones (2007 [2001]: 621). También Enríquez Aranda ha estudiado la influencia de la traducción en el canon literario (2005). 41 62 Aproximaciones teóricas habitus – resultan de vital importancia para el estudio de las traducciones desde un punto de vista social que engloba tanto a los agentes que participan en el proceso de traducción como sus motivaciones, las causas que determinan las tomas de decisiones, las relaciones de poder y su posición en la estructura jerárquica. Resulta evidente que la combinación de estos aspectos de la sociología con los enfoques culturales en el estudio de las traducciones puede ofrecer un análisis más exhaustivo del proceso traductológico. Sin embargo, falta añadir una tercera aproximación al estudio para completar el análisis que se propone, la paratextual, que como se explora en el siguiente apartado, proporciona una valiosa información complementaria. 1.4. Paratextualidad y traducción More than a boundary or a sealed border, the paratext is, rather, a threshold, or – a word Borges used apropos of a preface – a “vestibule” that offers the world at large the possibility of either stepping inside or turning back (Genette 1997 [1987]: 1-2) 1.4.1. Paratextos: definición, tipos y funcionalidad En su obra Seuils, publicada originalmente en 1987, Genette desarrolla la noción de paratextos y los define como aquellos elementos ‘such as the author’s name, a title, a preface, illustrations […] [which] [o]ne does not always know if one should consider [as] belong[ing] to the text or not, but in any case they surround it and prolong it, [...] to present it, [...] to make it present, to assure its presence in the world, its “reception” and its consumption’ (1997 [1987]: 1). El teórico francés divide los paratextos en dos tipos: peritextos y epitextos, que pertenecerán a uno u otro tipo según su ubicación. Por una parte, los peritextos son todos aquellos elementos que acompañan al texto y conforman el volumen (título, formato, colección, cubierta y sobrecubierta, solapas, dedicatorias, epígrafes, prefacios, introducciones, notas, ilustraciones, etcétera). Por otra, los epitextos son ‘any paratextual element not materially appended to the text within the same volume but circulating, as it were, freely, in a virtually limitless physical and social space’ (ibid.: 344). Pertenecen a esta segunda categoría entrevistas al autor publicadas en revistas o periódicos o difundidas en programas de televisión o radio, presentaciones y coloquios, la correspondencia del autor, sus diarios, sus notas, críticas y reseñas, entre otros. Los 63 Capítulo 1 epitextos presentan diferentes ubicaciones temporales, a saber, ‘preceding (private or public statements about an author’s plans and the genesis of his work), original (interviews granted when a book comes out, lectures, inscriptions), or later or delayed (conversations, colloquia, spontaneous and autonomous autocommentaries of every kind)’ (ibid.: 345). Como afirma el autor, la mayoría de los epitextos pueden ser transformados en ediciones posteriores del texto en peritextos, incluyéndose en el volumen (ibid.: 344). Es por esto que es habitual encontrar en las contraportadas y/o en las primeras páginas de las reediciones de algunos libros comentarios laudatorios de críticos literarios – ahora peritextos – que inicialmente se habían publicado en periódicos o revistas como epitextos43 y que pretenden contribuir a la generación de capital simbólico. Un ejemplo que ilustra este fenómeno es la modificación de la portada de la segunda edición de Saturday de Ian McEwan (Vintage, 2006). La Imagen 1 corresponde a la primera edición de 2005 publicada por Jonathan Cape44 y aunque la imagen de la portada es idéntica a la de 2006 (Imagen 2), la diferencia radica en el comentario que aparece en la segunda: ‘The No. 1 Bestseller’ seguido por parte de la crítica del Observer: Imagen 1. Portada Saturday (Jonathan Cape, 2005) Imagen 2. Portada Saturday (Vintage, 2006) Imagen 3. Contraportada Saturday (Vintage, 2006) Roig Rechou ha estudiado otros tipos de epitextos que se han convertido en peritextos (2011). Por ejemplo, algunos de los que conforman A praia da esperanza de Agustín Fernández Paz como anexos informativos, crónicas, fotografías y comentarios sobre el hundimiento del Prestige originalmente habían circulado de forma independiente como epitextos. Este estudio se puede consultar en el siguiente enlace de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: [Última consulta: 22 febrero 2013]. 44 Tanto el sello editorial de Jonathan Cape como Vintage pertenecen a The Random House Group. 43 64 Aproximaciones teóricas Además la contraportada de esta segunda edición (Imagen 3) y las páginas que preceden el texto recogen un amplio recopilatorio de críticas favorables de la novela aparecidos inicialmente en diversas publicaciones. En las siguientes imágenes (Imagen 4 e Imagen 5) se pueden observar en detalle algunos de los comentarios incluidos en la contraportada de esta edición: Imagen 4. Reseña I. Contraportada Saturday (Vintage, 2006) Imagen 5. Reseña II. Contraportada Saturday (Vintage, 2006) Una de las características primordiales de los paratextos es su heterogeneidad, su evolución histórica y el hecho de estar condicionados por el contexto cultural en el que se producen, por lo que ofrecen información complementaria al investigador: The ways and the means of the paratext change continually, depending on the period, culture, genre, author, work, and edition, with varying degrees of pressure, sometimes widely varying: it is an acknowledged fact that our ‘media’ age has seen the proliferation of a type of discourse around texts that was unknown in the classical world and a fortiori in antiquity and the Middle Ages, when texts often circulated in an almost raw condition. (Genette 1997 [1987]: 3)45 45 En relación con las presiones ejercidas sobre los paratextos a las que se refiere Genette el caso de la censura franquista es un ejemplo a destacar. Xavier Valiño García (2010) ha estudiado la censura de la música pop durante el franquismo que incluye portadas de discos censuradas y, a pesar de pertenecer al ámbito musical, pueden considerarse peritextos. En la mayoría de los casos las portadas censuradas incluían imágenes de mujeres semidesnudas que fueron reemplazadas por otras fotografías completamente distintas o, bien, se cubrieron los cuerpos de las mujeres. De esta tesis doctoral surgió la exposición ‘Vibraciones Prohibidas’, comisariada por Xavier Valiño y Héctor Fouce, que recogía alrededor de 150 de estas portadas. En la página web del diario El Economista se puede consultar la reseña de la exposición y un video que ilustra algunas de las portadas: http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/exposiciones/noticias/4407108/11/12/Las-portadascensuradas-por-el-franquismo.html [Última consulta: 20 febrero 2013]. En el ámbito de la edición impresa portadas e ilustraciones también fueron sometidas a la censura (cf. Cisquella, Erviti y Sorolla 2002 [1977]). Asimismo en tebeos como El capitán Trueno se modificaron además de los textos, muchas de las ilustraciones originales (Grijalba 2009). En 2009 se lanzó al mercado El nuevo y genuino Trueno color (Ediciones B) con los textos e ilustraciones que habían sido censurados. 65 Capítulo 1 Ciertamente, la era mediática ha visto la proliferación de nuevos tipos de paratextos en sus dos modalidades que ha ampliado las posibilidades de los mismos. Considerando que los paratextos tienen una doble función – explicativa o presentacional y comercial o de marketing – los paratextos han evolucionado en ambas dimensiones. En cuanto a los peritextos cada vez es más frecuente que se empleen como reclamo publicitario para captar la atención de los potenciales lectores. Así, es habitual que la portada incluya imágenes de adaptaciones cinematográficas del texto en cuestión como posible herramienta de atracción para que aquellos que han visto la película se interesen por el texto en el que se ha basado el film. Este es el caso de la saga Twilight (Crepúsculo en su traducción al español) de Stephenie Meyer.46 Mientras que las primeras ediciones de cada una de las novelas de la saga presentaban portadas diseñadas por Gail Doobinin, que podrían considerarse explicativas o presentacionales, el éxito internacional de las adaptaciones cinematográficas ha llevado a incluir imágenes de los actores en cada una de ellas como elementos peritextuales comerciales o de marketing.47 A continuación se recogen las portadas de dos ediciones de New Moon (Luna Nueva). La Imagen 6 se corresponde con la primera edición en 2006 y la Imagen 7 recoge la portada de la edición tras el estreno de la adaptación cinematográfica en 2009: Imagen 6. New Moon (Little, Brown, 2006) Imagen 7. New Moon (Little, Brown & Company, 2009) La saga está formada por las novelas Twilight (Crepúsculo), New Moon (Luna Nueva), Eclipse (Eclipse), Breaking Dawn (Amanecer) y fueron publicadas en EEUU entre 2005 y 2008. 47 Las adaptaciones cinematográficas fueron estrenadas tanto en EEUU como en España entre 2008 y 2012: Twilight (2008), New Moon (2009), Eclipse (2010), Breaking Dawn (Parte I: 2011; Parte II: 2012). 46 66 Aproximaciones teóricas También como reclamo publicitario se han incluido en algunas ediciones de la saga pósteres con fotografías de los actores, que al formar parte del volumen constituyen un nuevo peritexto y dado el interés que los actores masculinos principales han suscitado entre las adolescentes – Robert Pattinson y Taylor Lautner encarnan a Edward y Jacob, respectivamente – no sería de extrañar que la inclusión de este peritexto en el libro hubiera contribuido al aumento de ventas del volumen (Imagen 8). Imagen 8. Twilight (San Val, 2008) Otro ejemplo de este fenómeno son algunas de las novelas del escritor italiano Federico Moccia. Cuando escribió su primera novela, Tre Metri Sopra il Cielo (1992), el autor se vio obligado a costear una edición de pequeña tirada porque varias editoriales la habían rechazado. Años más tarde, en 2004, la editorial Il Ventaglio la reeditó y se convirtió en un éxito de ventas, galardona, traducida a diferentes idiomas y adaptada a la gran pantalla.48 En España la traducción de la novela la publicó la editorial Debolsillo en 2006 por primera vez (Imagen 9) y, posteriormente, tras la adaptación cinematográfica española,49 Planeta sacó al mercado otra edición en 2012 (Imagen 10). La evolución de las cubiertas de estas dos ediciones ilustra una evolución similar a la de la saga de Stephenie Meyer: La secuela, Ho Voglia di Te, publicada en Italia en 2006 experimentó un proceso similar. Con anterioridad esta novela de Moccia ya había sido llevada al cine en Italia en 2004. En España se llevó a cabo una nueva adaptación (2010), dirigida por Fernando González Molina. La trama original se traslada a España y participan en la película actores entre los que destacan el popular Mario Casas y María Valverde, que aparecen en la portada de la traducción publicada por Planeta en 2012 (Imagen 10). 49 48 67 Capítulo 1 Imagen 9. Tres metros sobre el cielo (Debolsillo, 2006) Imagen 10. A tres metros sobre el cielo (Planeta, 2012) Otros peritextos que reflejan la importancia de las nuevas tecnologías de la información y comunicación y su cada vez más frecuente interdependencia con la lectura son los CDROMs que se adjuntan en los libros. Con diferentes propósitos, este tipo de peritexto moderniza el producto y puede servir de reclamo para los interesados en explorar el ‘más allá’ de las tradicionales fronteras del libro. Con un fin educativo, son múltiples las editoriales (Oxford, Macmillan, Penguin, entre muchas otras)50 que incluyen CD-ROMs en los textos de aprendizaje de lenguas extranjeras que complementan la lectura con la comprensión auditiva, denominados Audiolibros. Aparte de para la adquisición de lenguas extranjeras, otras editoriales han lanzado al mercado libros acompañados por CD-ROMs o DVDs con imágenes, documentales, música, etcétera, que agregan un valor añadido a la lectura.51 De forma simultánea a la publicación de un libro, los epitextos, como herramienta que contribuye a su presentación al público, su difusión y discusión, son empleados tanto por los autores como por los editores. Por lo que respecta a las facetas más actuales de los epitextos, la modernización se ha visto nuevamente influenciada por los avances Se pueden consultar algunos de los catálogos de estas editoriales en los siguientes enlaces: (Oxford University Press); (Penguin). [Última consulta: 22 febrero 2013]. 51 Dos ejemplos son el volumen NO-DO. El tiempo y la memoria de Rafael R. Tranche y Vicente SánchezBiosca (2005 [2001]), que contiene un DVD con imágenes del NO-DO, y el libro de poesía Perfum de silenci de Eduard Miró i Saladrigas (2004), que adjunta un CD-ROM con el recital musicado de los poemas. 50 68 Aproximaciones teóricas tecnológicos. Genette ya apuntaba que ‘[o]ur media-oriented era will no doubt see other props exploited, and publishers’ commercials have already been heard and seen on radio and television’ (1997 [1987]: 347). Así, a las tradicionales reseñas en diarios y revistas, o los anuncios a los que se refiere Genette, hoy en día habría que añadir páginas webs, blogs, foros, redes sociales o book trailers, como ejemplos de algunos de los epitextos más empleados. En la actualidad, la mayor parte de los escritores contemporáneos disponen de una página web o blog en los que se presentan a los lectores, enumeran sus publicaciones o informan sobre los eventos en los que van a participar. Tómese a modo de ejemplo la página web de Ian McEwan:52 Imagen 11. Página web de Ian McEwan Cabe decir que esta página web contiene los datos que se han indicado anteriormente así como vínculos a redes sociales (Facebook, en este caso),53 entrevistas al autor en formato vídeo, extensas bibliografías de cada uno de los textos publicados por el autor – que incluyen ediciones disponibles con la opción de adquirirlas online, las traducciones que se han llevado a cabo en diferentes idiomas, publicaciones académicas y referencias en la prensa – y un amplio abanico de recursos para el estudio de los textos del autor. Los blogs, páginas web, foros y redes sociales permiten, además, la interacción del autor con los lectores y su permanente actualización recoge las novedades más recientes con lo 52 53 Véase [Última consulta: 22 febrero 2013]. Se puede consultar el contenido en esta red social en: [Última consulta: 22 febrero 2013]. 69 Capítulo 1 que estos epitextos se caracterizan por la simultaneidad y la sincronía. Ahora bien, no solamente los escritores contemporáneos hacen uso de estas herramientas digitales sino que los escritores ya desaparecidos también se han visto ‘involucrados’ en la revolución tecnológica. Jane Austen, las hermanas Brontë, Cervantes, entre muchísimos otros autores disponen de una multiplicidad de páginas web dedicadas a sus figuras y sus textos. 54 También Wikipedia puede considerarse un epitexto de la era digital que recoge entradas tanto de autores contemporáneos como de otras épocas e incluye numerosos vínculos a otros portales.55 Quizás uno de los fenómenos más recientes en cuanto a epitextos digitales se refiere son los denominados book trailers. Literalmente, tráilers de animación, estos epitextos son breves vídeos o clips con actores o imágenes que narran de forma escueta el argumento de un texto y tienen la función principal de presentar, difundir y promocionar dicho texto. Este producto fue patentado por Sheila Clover-English en 2003 tras haber iniciado un proyecto personal de promoción de una de sus publicaciones un año antes. En The Book Trailer Revolution: Book Marketing and Promotion Through Digital Video (2008) – que tan solo está disponible en formato digital 56 – la autora describe la evolución de los epitextos promocionales: ‘At first people just wanted to promote their books via email and websites. Then there was blogging and video. Now it’s RSS feeds and mobile phones. And you’re about to learn in this book that there’s more on the horizon’ (3).57 Para CloverEnglish If you can remember those two things [the author’s name and the title of the book], the book trailer® was effective. If the trailer makes you curious about the book, it was doubly effective. Just by planting the author’s name or the title in your head – and setting the images in the video into your mind – the book trailer® makes it more likely you will notice the book the next time you’re in the bookstore. (ibid.: 8) Una consulta en un buscador genérico como Google de la autora Jane Austen ilustra este fenómeno: , y , son tan solo una sucinta muestra de los epitextos que circulan a día de hoy alrededor de la autora y sus textos. [Última consulta: 23 febrero 2013]. 55 La fiabilidad de este epitexto ha sido cuestionada en numerosas ocasiones. Véase por ejemplo la argumentación de Martínez al respecto (2012). 56 El volumen se puede descargar de forma gratuita en: [Última consulta: 23 febrero 2013]. 57 Véase la publicación de Clover-English para consultar alternativas al book trailer (2008: 15-18). 54 70 Aproximaciones teóricas Aunque para esta autora son múltiples las ventajas de este epitexto, Darcy Pattinson, autora de The Book Trailer Manual (2012), también ha enumerado algunas de las causas por las que determinado público lector podría sentir cierta reticencia ante tal fenómeno: ‘One of the biggest objections to book trailers is that it steals the role of imagination from the reader by instilling the sound of the character’s voice, and a detailed and memorable visual image of the characters. Another objection is that written word should have written-wordpromotions’ (2011: 165). Sirvan de ilustración estas imágenes capturadas del book trailer del Juego del ángel de Carlos Ruiz Zafón y las de El increíble caso de Barnaby Brocket de John Boyne:58 Imagen 12. El juego del ángel. Segmento I del book trailer Imagen 13. El juego del ángel. Segmento II del book trailer Imagen 14. El increíble caso de Barnaby Brocket. Segmento I del book trailer Imagen 15. El increíble caso de Barnaby Brocket. Segmento II del book trailer 58 El primer book trailer se puede visionar en: [Última consulta: 23 febrero 2013]. Este book trailer en particular está compuesto por una secuencia de fotografías en blanco y negro de la Barcelona de los años veinte, acompañadas por la narración de Richard del Olmo que anticipa los temas tratados en la novela. El segundo se puedo consultar en: [Última consulta: 28 marzo 2013]. 71 Capítulo 1 Por su parte, los lectores, críticos literarios, académicos, y otros profesionales, disponen de estas mismas herramientas con lo que en la actualidad la cantidad de epitextos que circulan alrededor de un autor y sus obras así como la constante actualización de los mismos es de tal magnitud que podría tacharse de inabarcable. La disponibilidad y el alcance de estos instrumentos tecnológicos han invertido la tradicional distribución de poder respecto a los paratextos y, en particular, sobre los epitextos que circulan de forma independiente al libro. Si tradicionalmente, la influencia de los críticos literarios y/o académicos era fundamental para la recepción de una obra determinada, en el momento actual algunos agentes sociales – sobretodo los lectores y los propios autores – disponen de las herramientas suficientes para construir una simultaneidad de discursos a los de los críticos que pueden llegar a influir en el devenir de un autor y su obra.59 1.4.2. Paratextos en traducción y traducción de paratextos Por lo que se refiere a los paratextos y la traducción, cabe recordar que para Genette la traducción es una práctica paratextual (1997 [1987]: 405), es decir, un texto secundario y derivativo, subyugado al original. Tal consideración implica que la traducción Un ejemplo ilustrativo es la trilogía de E. L. James compuesta por Fifty Shades of Grey (Cincuenta sombras de Grey), Fifty Shades Darker (Cincuenta sombras más oscuras) y Fifty Shades Freed (Cincuenta sombras liberadas). En mayo de 2012 la BBC se hacía eco del éxito de la primera entrega e indicaba que encabezaba la lista de libros más vendidos según el New York Times y que se había convertido en un bestseller en el Reino Unido. El éxito de la trilogía se ha debido, en gran parte, a su comercialización en formato e-book, lo que supone una forma ‘discreta’ de leer estas novelas eróticas. También el denominado ‘marketing viral’, que hace uso de las redes sociales y otros medios electrónicos para difundir información, ha favorecido la rápida expansión e internacionalización de la trilogía. Véase: ‘E. L. James’ Fifty Shades of Grey tops New York Times list’ en ; ‘Erotic book Fifty Shades of Grey becomes UK bestseller’ en ; ‘E. L. James: PW’s Publishing Person of the Year’ en . Asimismo el anuncio de la adaptación cinematográfica en 2014 ha desatado los comentarios en blogs, páginas webs y redes sociales sobre los actores y actrices que deberían encarnar a Christian Grey y Anastasia Steele. De hecho, se han producido varios ‘fan trailers’, parecidos al book trailer, que los fans de la novela construyen a base de secuencias de series y películas con los actores que desearían que participaran en la película oficial. En la página web se pueden visionar algunos de ellos. Sin embargo, la calidad literaria de los textos ha sido criticada casi de forma unánime por críticos y académicos. Algunas de estas críticas están recogidas en: ‘E L James as “Publishing Person of the Year” draws outcry from literary world’ en . Por otra parte, el contenido erótico de la trilogía ha sido censurado en varios países tanto en librerías como en bibliotecas públicas. Para más información al respecto, véase: y [Última consulta: 6 marzo 2013]. 59 72 Aproximaciones teóricas will serve only its original and nothing else – not the target readership who enjoys it, not the target literary system that may be so influenced by it as to trigger a series of translations of similar texts, not the translator who may enjoy a reputation for having translated that specific text, not the publisher who may make considerable money out of that specific title, and not the source text itself whose ‘afterlife’ (Benjamin 1968) is ensured by translation. (Tahir-Gürçaglar 2002: 46) Es por esto que Tahir-Gürçaglar, contraria a la opinión de Genette, proporciona a las traducciones y sus paratextos una relevancia similar a la que puede tener un texto original en su contexto y argumenta que ‘Genette’s concept of paratext may become a major source of data in a translation history project because it offers valuable insights into the presentation and reception of translated texts themselves’ (ibid.: 44; cf. Wardle 2012).60 En esta misma línea, para los investigadores del grupo ‘Traducción y Paratraducción (T&P)’ de la Universidad de Vigo if, as Genette (1987) maintained, there can be no text without paratext, neither can there be translation without corresponding paratranslation. The prime objective of the creation of the concept of paratranslation is to remind ourselves and stress the essential role performed by paratextual elements in translation, that is, their participation, together with text, in the construction of meaning of [sic] the published work. Moreover, since paratextual elements contribute to the structuring of the conception and representation of translating activities in a given publishing culture, paratranslation is what makes a translation appear as a complete translation in the publishing world. (Yuste Frías 2012: 118)61 Otro autor que ha estudiado los paratextos en relación con la traducción ha sido Urpo Kovala quien explora su dimensión ideológica. Para Kovala los paratextos de Genette se Resulta de especial interés para este estudio la clasificación que Tahir-Gürçaglar establece para el análisis de los paratextos en traducción: ‘I will use the term […] “extratexts” to refer to the general meta-discourse on translation circulating independently of individual translated texts, and “paratexts” to refer to presentational materials accompanying translated texts and the text-specific meta-discourses formed directly around them’ (id.). Tal y como Gómez Castro ha apuntado en su estudio de las traducciones de textos de narrativa en lengua inglesa al español en el periodo comprendido entre 1970 y 1978, los ‘extratextos’ incluyen leyes de censura y la normativa relacionada con la publicación de libros (2009: 13). Por otra parte, los paratextos que Tahir-Gürçaglar menciona en su catalogación se corresponden con los peritextos (material de presentación e información incluido físicamente en el volumen traducido) y epitextos (meta-discursos construidos alrededor de la traducción, que además de los que incluye Genette, en este contexto englobaría los expedientes de censura con los informes de los censores/lectores). Además de la tesis doctoral de Gómez Castro, otras tesis derivadas del proyecto de investigación TRACE: Traducciones Censuradas, que coordinan Raquel Merino (Universidad del País Vasco) y Rosa Rabadán (Universidad de León), han explorado los paratextos en este ámbito. Para más información consúltese la página web del proyecto: [Última consulta: 23 febrero 2013]. 61 Este grupo de investigación ha acuñado el término ‘paratraducción’ para referirse a los paratextos en traducción y el interés suscitado ha llevado a la creación de un curso de máster con el mismo nombre en la Universidad de Vigo. La denominación ‘was born with the purpose of approaching and analysing the impact of the aesthetic, political, ideological, cultural and social manipulations at play in all the paratextual productions situated in and out of the margins of any translation’ (Yuste Frías 2012: 118). Las actividades, publicaciones y otros contenidos sobre el grupo de investigación se pueden consultar en: [Última consulta: 1 marzo 2013]. 60 73 Capítulo 1 incluirían dentro de lo que denomina ‘institutional mediation’ (1996: 120) y son de vital importancia en los contextos en los que se lleva a cabo la traducción porque ‘the need for mediation is naturally much more urgent than in the case of original literature, because the work is often far from its recipient historically and culturally’ (id.). Aunque es cierto que los contextos suelen distar más entre el de un texto original y sus traducciones, también es cierto que no todos los lectores en su propia lengua están al día de todas las novedades que ofrecen las editoriales con lo que los paratextos se erigen como una herramienta de vital importancia como reclamo publicitario tanto para textos traducidos como para los autóctonos. Otra dimensión de estudio relacionada con los paratextos y la traducción es qué ocurre con los paratextos originales y, en concreto, con los peritextos cuando el texto se vierte a otro idioma. La traducción de los peritextos originales, la modificación, la eliminación y la adición de nuevos elementos son algunas de las prácticas más frecuentes: En la mayoría de los casos, los peritextos se traducen o se modifican adaptándolos al contexto de recepción; así, los prólogos, las dedicatorias o los epígrafes suelen traducirse, mientras que es más común que los títulos y cubiertas se modifiquen según la opinión e intenciones del editor que haya comprado los derechos de la traducción. Sin embargo, en ocasiones, algunos peritextos del original pueden verse eliminados en la traducción: las ilustraciones, las fajas o marcas publicitarias… normalmente por falta de dinero o de espacio. No obstante, también puede ocurrir que se añadan nuevos peritextos en el texto traducido y, de hecho, siempre (o casi siempre) hay, al menos, un nuevo elemento que es el nombre del traductor, pero, además de este, pueden aparecer otros que ayuden a explicar y contextualizar la nueva versión, por ejemplo, glosarios de términos, prólogos o notas del traductor y notas del editor. (López Ponz 2012: 205) Esta casuística también puede producirse en el supuesto de que una traducción sea publicada en más de una ocasión por lo que un mismo texto publicado en diferentes periodos puede presentar grandes diferencias. Ahora bien, en cualquier circunstancia, tanto en el texto original así como en la primera y las ulteriores traducciones, el editor/la editorial desempeña un papel decisivo y, en la mayoría de las ocasiones, unilateral en la toma de decisiones sobre los elementos peritextos. Como apunta Genette, el ‘publisher’s peritext […] is the direct and principal (but not exclusive) responsibility of the pubisher (or perhaps, to be more abstract but also more exact, of the publishing house)’ (1997 [1987]: 16) que es seleccionado ‘by the publisher, possibly in consultation with the author’ (id.). Aunque Genette indica la posible implicación del autor del texto en la toma de decisión sobre los elementos peritextuales, sería necesario indagar en este aspecto pues puede que 74 Aproximaciones teóricas los autores/traductores no se vean ni siquiera involucrados en tal proceso.62 En el contexto particular de la traducción, aunque no siempre, los encargados de trasladar el texto a otro idioma tienen cierto grado de implicación en algunos elementos peritextuales como prefacios, notas del traductor, etc., obviamente, siempre y cuando el editor/editorial le ofrezca la posibilidad de hacerlo (cf. Norberg 2012). Aunque Newmark ya apuntó en 1983 que ‘a translated novel without a translator’s preface ought to be a thing of the past’ (17),63 lo cierto es que la mayoría de las traducciones no contienen tal peritexto que contribuye al entendimiento de las decisiones traductológicas empleadas por el traductor 64 . En este sentido, Landers recomienda tratar de publicar las traducciones en editoriales académicas puesto que, por lo general, suelen estar dispuestas a incluir un prefacio que brinde la oportunidad de explorar las particularidades del texto original y los criterios del traductor (2001: 166). En relación con la dimensión social de los paratextos, López Ponz ha estudiado los peritextos y los tipos de capital que pueden generar al editor: [s]i bien el escritor es propietario y responsable del texto literario por sí solo, en el momento en el que este se convierte en un libro publicado, su autor pasa a compartir dichas competencias con el editor quien, por tanto, podrá ejercer su poder comercializando el objeto de la manera en la que mejor piense que va a cumplir sus objetivos: proporcionarle capital simbólico (reputación) o económico (ganancias) (2012: 203). Quizás en el caso de escritores consagrados es más posible su participación en algunos de los elementos peritextuales que acompañarán a sus textos. Un ejemplo de la autonomía que un escritor puede alcanzar en el campo literario es el de Manuel Vázquez Montalbán. Buschmann, que denomina al autor ‘un actor jugando varios papeles’ (2001: 68), ha explorado las diferentes facetas profesionales de este escritor. Además de un reputado novelista, llevó a cabo actividades ensayísticas y periodísticas y ejerció de crítico literario, contribuyendo a la formación del canon literario. Su extensa trayectoria profesional le confirió un gran nivel de capital simbólico, económico y social que le permitieron actuar en el campo literario de forma prácticamente independiente, sobretodo en los últimos años de su carrera profesional. Buschmann añade el rol de editor que Vázquez Montalbán desempeñaba en su página web, gestionando ‘qué se [iba] a publicar y a través de qué paratextos se [iba] a codificar la recepción de sus textos’ (ibid.: 70). Por otra parte, el hecho de que el autor proporcionara el acceso libre a algunos de sus escritos – tanto algunos previamente publicados en otros medios como algunos inéditos – le liberaba de algunas de las restricciones del mundo editorial. La página web que gestionaba el autor () sigue disponible. [Última consulta: 28 febrero 2013]. Asimismo, el rol de editor se puede aplicar también a todos aquellos escritores que disponen de una página web o blog y de nuevo se trataría de escritores que controlan, al menos, parte del material paratextual que circula alrededor de sus textos. También pertenecen a este grupo los autores que editan de forma independiente sus propios textos. 63 Para otros ejemplos de estudios sobre los prefacios en las traducciones, véase: Hartama-Heinonen (1995), Dimitriu (2009) y McRae (2012). 64 Como ejemplo de excepción a esta tendencia, en la colección ‘Biblioteca Teide’ de la editorial barcelonesa Teide, han incluido en ocasiones un apartado denominado ‘Nota del traductor’ que funciona como un prefacio a pesar de que las traducciones están dirigidas a un público juvenil. Véase la traducción en prosa de Romeo y Julieta vertida al español por Ortega Sáez (2008). 62 75 Capítulo 1 Pero los peritextos también pueden proporcionar capital simbólico al traductor. En su estudio sobre prefacios y epílogos en la literatura traducida en Suecia, Norberg ha señalado que, desde la perspectiva de la consagración de los traductores literarios, estos peritextos pueden suponer ‘the chance for the translator to strengthen his/her reputation, and – by so doing – obtain more prestigious translation assignments in the future’ (2012: 104). Por otra parte, los epitextos también pueden interpretarse como herramientas que contribuyen a la creación de capital. Tanto los propagados por la propia editorial (anuncios en periódicos y revistas, book trailers, etc.) como aquellos que están fuera de su alcance (críticas y reseñas, comentarios de lectores, etc.) sirven de medio de codificación en la recepción del texto y en la consecuente generación de capitales que pueden beneficiar no solo al editor/editorial sino que son extensibles también al autor del texto original y al traductor. Además de estar inscritos en la esfera social, los paratextos participan directamente del contexto cultural en el que se producen. Como recuerda Kovala, ‘in studying paratexts, it is necessary to take heed of the wider cultural context; looking at the paratexts alone is not enough’ (1996: 119) por lo que el estudio del marco contextual en el que se inscriben determinará la naturaleza de los mismos y a su vez los paratextos ofrecerán información contextual de la época y cultura de las que forman parte. Coinciden con este argumento Kansu-Yetkiner y Oktar cuando afirman que ‘Genette’s paratext notion reveals that each paratext addresses a culturally specific moment and a culturally specific readership, hence reflecting a local version of the text through the lens of each local socio-political context’ (2012: 24). Por otra parte, es destacable el papel que juegan los elementos paratextuales no solo en la recepción de la traducción sino, por extensión, de la imagen que el lector se forma del texto original: Just as the original text conditions and influences the production of the target text, it is equally true that any translation can affect the way in which the original text is subsequently regarded. This effect is multiplied in the case of retranslations where the target culture receives a new layer of meaning and interpretation with each translation, adapting the text within its own cultural panorama. [...]The way in which the text is received, however, in turn affects our understanding of the original work. (Wardle 2012: 39) 76 Aproximaciones teóricas Retomando la asociación entre paratextos y contexto cultural, como ya se ha apuntado al principio de este apartado, Genette se refiere a las presiones ejercidas sobre los paratextos en determinados momentos históricos (1997 [1987]: 3) como podría ser durante la dictadura franquista en España. En el siguiente apartado se analiza el concepto de censura en términos más globales así como sus implicaciones en el ámbito específico de la traducción. 1.5. La censura en la traducción Consciously or unconsciously, people censor themselves – they don’t need to be called into line (Bourdieu, 1998 [1996]: 15) Translation […] is not simply an act of faithful reproduction but, rather, a deliberate and conscious act of selection, assemblage, structuration, and fabrication – and even, in some cases, of falsification, refusal of information, counterfeiting, and the creation of secret codes (Gentzler & Tymoczko, 2002: xxi) Históricamente, libros, revistas, periódicos, películas, música – entre muchos otros productos culturales e informativos – y sus relativos paratextos se han censurado. Pero, como recuerda Coetzee, la censura ha abarcado prácticamente todas las esferas de la vida pública: ‘[a]s a phenomenon censorship belongs to public life; the study of censorship sprawls across several disciplines, including law, aesthetics, moral philosophy, human psychology, and politics – politics in the philosophical sense but more often in the narrower, more pragmatic sense’ (1996: vii) y, por lo tanto, ha afectado y afecta no solo a la transmisión de conocimientos e información sino también a hábitos de conducta, costumbres, indumentaria, entre muchos otros aspectos. Puesto que la traducción objeto de estudio se llevó a cabo en un contexto en el que existía censura institucional, a continuación se explora la noción de censura y su imbricación con el poder, los diferentes tipos de censura y, en particular, el modo en que afecta a la traducción, por una parte, en contextos en los que se ha visto sometida al ‘tamiz burocrático-censor’ (Merino Álvarez 2008: 13) porque la religión, política, sexualidad, etcétera, eran discursos sobre los que se pretendía ejercer un control para erradicar ideas disidentes y, por otra, en otros escenarios aparentemente ‘neutros’. 77 Capítulo 1 1.5.1. Censura, poder, manipulación y disidencia Billiani ha descrito la censura como ‘a form of manipulative rewriting of discourses by one agent or structure over another agent or structure, aiming at filtering the stream of information from one source to another’ (2007: 3) y también como ‘a coercive and forceful act that blocks, manipulates and controls [...] in various ways’ (2009 [1998]: 28). De estas dos definiciones se pueden extraer algunos de los elementos definitorios del fenómeno censorio. De la primera se desprende el vínculo entre censura y poder: el acto de censura implica la superioridad de poder que un individuo o grupo de individuos poseen sobre otro individuo o grupo de individuos. Siguiendo esta línea de argumentación, Torrealdi ha apuntado que ‘[l]a censura, como sistema de control que es, es un instrumento al servicio del poder’ (1987: 65). De esta idea se deriva otro aspecto que define la censura: su ubicuidad. Si se combina la microfísica del poder de Foucault – el poder es compartido y microscópico – y las teorías de Bourdieu – lo que hace que un campo determinado exista son las luchas de poder entre los agentes – se deduce que el poder ha existido siempre y todos los agentes ejercen poder sobre otros agentes y al mismo tiempo se ven sometidos a diferentes tipos de poder. Además, si como dice González Ballesteros ‘[e]l Poder, culaquier [sic] clase de poder, siempre censura’ y aunque ‘[c] ambia la forma de ejercer la censura para acoplarse a los nuevos medios de comunicación, […] continúa existiendo’ (1987: 120), la censura se convierte en una fuerza inevitable y omnipresente. De hecho, Sandler arguye que la censura es ‘a necessary, normal, and constitutive element of free expression in any democracy’ (2007: 16) y Billiani recuerda que ‘[t]he multifaceted nature of censorship emerges not only from examples taken from dictatorial regimes, but also from those set in seemingly “neutral” scenarios’ (2007: 3).65 O’Leary en su introducción a Censorship across Borders recoge algunos ejemplos de censura contemporánea en Europa en lo que se podrían considerar escenarios ‘neutrales’: censorship remains a live issue even in contemporary, democratic European states. Recent examples of censorship in Europe include the withdrawal of Gurpreet Kaur Bhatti’s play, Behzti (Dishonour), from a Birmingham theatre in 2004 in response to threats and violence from the local Sikh community; the Danish cartoon controversy in 2006; the fining of journalists from the Spanish satirical magazine, El Jueves, for a 2007 En relación con el poder y la censura, su omnipresencia y carácter estructural véase también: Althusser (1975); Peleg (1993); Burt (1994); Holquist (1994); Knuth (2003) y Freshwater (2004). 65 78 Aproximaciones teóricas cover illustration deemed offensive to the Crown; and the introduction in 2009 of a blasphemy law in Ireland. (2011: 3-4)66 La tercera particularidad de la censura, derivada de la segunda definición de Billiani, es que se trata de una medida coercitiva, de control y represión. 67 Así, la capacidad de manipulación que implica la censura puede conducir a la reescritura/reformulación de los diferentes discursos que circulan en un contexto determinado o a su total silenciamiento – lo que Zavala ha denominado la ‘semiología del silencio’ (1987: 147). Como apunta Billiani: ‘[censorship] aims to guide the coming into being of forms of aesthetic, ideological and cultural communication. By mainly withholding information from certain groups, often dominated and subaltern ones, to the advantage of dominant sectors of society, censorship functions as a filter’ (2007: 3-4). La interpretación de la censura como una fuerza universal y transhistórica se corresponde con uno de los tipos de censura que ha establecido Curry Jansen. La autora denomina este tipo de censura constituyente (constituent censorship)68 y apunta el vínculo entre el poder y la voluntad de mantener dicho poder: ‘in all societies the powerful invoke censorship to create, secure, and maintain their control over the power to name. This constitutive or existential censorship is a feature of all enduring human communities – even those communities which offer legislative guarantees of press freedom’ (1991: 7-8). Según la autora, este tipo de censura es probablemente la variante más peligrosa y de influencia insidiosa puesto que con frecuencia no es fácilmente detectable. La censura constituyente de Curry Jansen se corresponde con la censura estructural (structural censorship) de Bourdieu que el autor desarrolla dentro de la teoría de los campos. Según el sociólogo este tipo de censura se ve determinada por los parámetros de un campo determinado: Otros ejemplos más recientes serían la prohibición de distribuir la trilogía de P. L. James en algunos estados norteamericanos y otros países, que se ha apuntado en el apartado sobre paratextos, o la retirada temporal en las radios norteamericanas de la canción ‘Die Young’ de Ke$ha tras el tiroteo en la escuela de primaria Sandy Hook en Newton el pasado diciembre de 2012. Para más información véase: [Última consulta: 10 marzo 2013]. 67 Aunque Greenblatt no emplea el término censura, su teoría de la obstrucción (blockage) de productos culturales es pertinente aquí. Según el autor las culturas son ‘inherently unstable, mediatory modes of fashioning experience’ (2003 [1991]: 121) que requieren la constante exclusión o inclusión de bienes culturales para mantener la estabilidad y la identidad cultural. Wolf (2002b) y Merkle (2002) también se han referido a la teoría de Greenblatt para estudiar la censura de la traducción. 68 Los términos ‘constituent censorship’ y ‘regulative censorship’ que emplea Curry Jansen ya habían sido utilizados por Jonathan Miller en Censorship and the Limits of Permission (1962). 66 79 Capítulo 1 The metaphor of censorship should not mislead: it is the structure of the field itself which governs expression by governing both access to expression and the form of expression, and not some legal proceeding which has been specially adapted to designate and repress the transgression of a kind of linguistic code. This structural censorship is exercised through the medium of the sanctions of the field, functioning as a market on which the prices of different kinds of expression are formed; it is imposed on all producers of symbolic goods, including the authorized spokesperson, whose authoritative discourse is more subject to the norms of official propriety than any other, and it condemns the occupants of dominated positions either to silence or to shocking outspokenness. The need for this censorship to manifest itself in the form of explicit prohibitions, imposed and sanctioned by an institutionalized authority, diminishes as the mechanisms which ensure the allocation of agents to different positions (and whose very success ensures their anonymity) are increasingly capable of ensuring that the different positions are occupied by agents and inclined to engage in discourse (or to keep silent) which is compatible with the objective definition of the position. (1991 [1982]: 138) Para Bourdieu, por tanto, la estructura del campo en cuestión ejerce cierta censura en cuanto al control sobre los discursos que circulan y el acceso a dichos discursos pero sin la necesidad de la existencia de leyes explícitas. La estructura del campo, determinada por las luchas de poder entre los agentes, favorece que los que ostentan posicionamientos dominantes dispongan de discursos también dominantes, visibles e influyentes, mientras que los agentes en posiciones menos privilegiadas verán cómo sus discursos son silenciados o quedan relegados a la marginalidad. También Curry Jansen apoya este posicionamiento e incluye algunos ejemplos concretos de colectivos sociales que en algún momento histórico se han visto sometidos a una fuerte discriminación: ‘[t]hose who historically have been denied full access to the privileges of Liberalism – members of the lower classes, women, blacks, radicals, homosexuals, foreigners, etc. – have provided the most compelling testaments against abuses by the corporate state’ (1991: 17). En su análisis del fenómeno censorio, Bourdieu distingue entre el tipo de censura que se emplea en periodos de estabilidad y en periodos de transformación y cambio. En los primeros, cuando el habitus del campo está asimilado e interiorizado por los agentes, el propio habitus asegura la perpetuación del discurso dominante sin la necesidad de aplicar medidas de coerción. Sin embargo, en épocas de cambios drásticos, cuando la interiorización del discurso dominante y del habitus aún no se ha completado, suelen aplicarse normas, leyes y otros mecanismos de control para consolidar el poder de los agentes dominantes (2007 [1980]).69 Véase también la publicación en línea de Denise Merkle ‘External and internal pressures on the translator: relationship to censorship’, accesible en: [Última consulta: 10 marzo 2013]. 69 80 Aproximaciones teóricas Además de la censura constituyente – estructural según la terminología de Bourdieu – Curry Jansen añade otro tipo de censura, que denomina censura regulativa (regulative censorship).70 Esta se refiere a los ‘specific canons of censorship [that] vary in time, space, and severity. Magic, God, Purity, Mammon, Party, Nacional Security, or other warrants may provide their rationales. [...] Regulative censorships can be amended or revolutionized in ways that raise or lower bodycounts, numbers of books banned or citizens ghettoed or gulaged’ (1991: 7-8). En los contextos en los que predomina este tipo de censura, O’Leary concluye que su aplicación pretende silenciar las voces disidentes y afianzar los discursos hegemónicos: ‘[s]ocial and political change could be resisted or restricted if the debates surrounding it were closely monitored and controlled; and an identity linked to the ruling group could be protected and sustained, often at the same time as it was defined against a named enemy or “other”, which was systematically silenced71’ (2011: 2). Un tercer tipo de censura que cabe añadir a los dos mencionados hasta el momento es la autocensura. Esta se produce cuando un agente de cualquier campo decide por sí mismo limitar o censurar su propia actividad sea del tipo que fuere. Ben-Ari la describe como una ‘very common occurrence of censorship [that] remains nevertheless elusive’ (2010: 134). Como especifica esta autora, la decisión de autocensurarse puede devenir de la connivencia e identificación con los discursos dominantes o como medida para evitar represalias (ibid.: 134-135). En este segundo sentido y en relación con la diseminación cultural: the constant threat of repression (in some places also the lack of clear guidelines for censorship) has a purpose and an effect: self-regulation on the part of those involved in cultural production. In political contexts where the threat of punishment is real and everpresent – albeit unspoken –[...] self-censorship, or self-regulation, becomes normalised, unconscious, and part of everyday, lived experience. (O’Leary 2011: 14) Según O’Leary tanto el temor a la posible represión como el desconocimiento exacto de las pautas de censura, pueden llevar a los agentes a reprimir sus actuaciones y/o discursos. La sociología bourdieusiana mantiene que el propio campo establece las posiciones y discursos de los grupos dominantes y dominados (1991 [1982]: 138). Los agentes dominantes ejercen represión sobre los dominados, en ocasiones, mediante la circulación Otros autores han empleado otras denominaciones para este tipo de censura. Para Brownlie se trata de ‘censura pública’ (public censorship) (2007) y Billiani la llama ‘censura institucional’ (institutional censorship) (2009 [1998]: 29). 71 Quizá debería hablarse de ‘[practically] systematically silenced’ pues como apunta la propia autora más adelante, y como se analizará en las siguientes páginas, por diversos motivos parte del material subversivo consiguió lograr circular en dichos contextos (2011: 11-14). 70 81 Capítulo 1 de prohibiciones explícitas y, en otras, sin la necesidad de estas. Todo ello provoca un habitus determinado en los agentes que les puede conducir a filtrar sus propios discursos y actuaciones. De todo esto se deduce que existe una negociación o mutuo acuerdo (compromise) entre los agentes del campo (Bourdieu: 1991 [1982]). Brownlie ha extrapolado esta noción con la autocensura al afirmar que ‘self-censorship can be conceived of as a compromise between the cultural agent’s desire for expression, and social forces, particularly the dominating forces in society’ (2007: 206).72 Independientemente de su tipología, la censura puede concebirse como otro discurso más en una cultura determinada, por lo general, dominante. Así lo ha expresado Billiani cuando afirma: ‘[censorship] must be understood as one of the discourses, and often the dominant one, articulated by a given society at a given time and expressed through repressive cultural, aesthetic, linguistic and economic practices’ (2009 [1998]: 28). Ahora bien, retomando las teorías de Foucault en cuanto al poder y el conocimiento, que se habían apuntado en el primer apartado de este capítulo, el discurso de la censura no debe entenderse únicamente como represivo pues también funciona como una fuerza productiva y generativa de conocimiento: All these negative elements – defenses, censorships, denials – which the repressive hypothesis groups together in one great central mechanism destined to say no, are doubtless only component parts that have a local and tactical role to play in a transformation into discourse, a technology of power, and a will to knowledge that are far from being reducible to the former. (1978 [1976]: 12) Por ejemplo, en The History of Sexuality Foucault desasocia el vínculo tradicionalmente establecido entre censura y represión en relación con la sexualidad a partir del siglo XVIII – en particular en la Gran Bretaña victoriana – y advierte que los intentos de silenciar la actividad sexual tan solo contribuyeron a generar una amplia gama de discursos sobre el tema: Yet when one looks back over these last three centuries with their continual transformations, things appear in a very different light: around and apropos of sex, one sees a veritable discursive explosion. [...] It is quite possible that there was an expurgation – and a very rigorous one – of the authorized vocabulary. It may indeed be true that a whole rhetoric of allusion and metaphor was codified. Without question, new rules of propriety screened out some words: there was a policing of statements. A control over enunciations as well: where and when it was not possible to talk about such things Con respecto a la censura estructural de Bourdieu y la autocensura, véase también Merkle (2002: 15-16) y Ben-Ari (2010: 136). 72 82 Aproximaciones teóricas became much more strictly defined; in which circumstances, among which speakers, and within which social relationships. Areas were thus established, if not of utter silence, at least of tact and discretion [...]. At the level of discourses and their domains, however, practically the opposite phenomenon occurred. There was a steady proliferation of discourses concerned with sex – specific discourses, different from one another both by their form and by their object: a discursive ferment that gathered momentum from the eighteenth century onward. (ibid.: 17-18) Foucault habla de una ‘veritable discursive explosion’, de una ‘steady proliferation of discourses’ y de ‘discursive ferment’ en el caso particular del discurso sobre la sexualidad y, por su parte, Merkle proporciona ejemplos de material erótico publicado por sociedades secretas en ese mismo ámbito espacio-temporal (2010). En esta misma línea Curry Jansen apunta que las pautas marcadas por aquellos que ostentan el poder a la vez que restringen a los dominados también les informan, instruyen y, posiblemente, fomentan otros discursos alternativos: They [the powerful] present the drama of power to the people. They state the official version of events, procedures, and rules. They tell the powerless what they are up against. The powerless use this knowledge of power to negotiate their own recipes for survival. These recipes may season the gaps in the offical version with piety, laughter, skepticism, or contempt. But whether they recommend docile compliance or cunning defiance, folk recipes, wisdom, and lore are inherently subversive. They suggest that the official version is not the only version. They encourage the powerless to think for themselves (1991: 7).73 De todo esto se desprende que en la mayoría de los contextos condicionados por la censura han surgido una serie de contradiscursos más o menos clandestinos y de diverso grado de subversión. De hecho, O’Leary apunta que ‘[w]herever there is censorship, it seems, there is also a creative attempt to subvert it’ (2011: 13) y continúa explorando esta cuestión: Writers sometimes imitate the oppressor’s language and produce texts that parody or mock the authorities. They may employ Aesopian strategies, disguising or veiling the message in order to secure the safe passage of the work through the offices of the censors. For some critics, such strategies amount to collusion with the censors; for others it is a necessary means of survival, indeed it is judged admirable for its determination to disseminate the author’s message in some form, rather than to accept censorship and silence. (id.) Más adelante en el capítulo titulado ‘The Semantics of Censorship and Resistance’, Curry Jansen emplea la denominación ‘writing-between-the-lines’ que Leo Strauss había usado originalmente en Persecution and the Art of Writing (1952) para referirse a las diversas estrategias empleadas por los escritores para incorporar lo que denomina ‘heterodox thought’: ‘Writing-between-the-lines requires metaphoric insurrection, allegoric disguises, hidden ciphers, cryptic symbols, ambiguity, paradox, enigma, esotericism, and illicit changes in signs. Writing-between-the-lines allows a writer to tell deadly serious jokes, to say one thing and mean another, to use praise-to-blame or blame-to-praise’ (1991: 192). 73 83 Capítulo 1 Dentro del campo literario, de lo apuntado hasta el momento se deduce que todos los agentes involucrados infligen cierto nivel de censura al ejercer las competencias en su ámbito de actuación. El propio escritor en la elección del tema, en la construcción de personajes y a través de las herramientas narratológicas empleadas, discrimina otras opciones para satisfacer sus intereses (desde la obtención de capital económico hasta la búsqueda de capital simbólico y, por tanto, reputación). También el editor o mecenas – por retomar la terminología de Lefevere – en su selección de títulos y autores acepta o descarta qué y a quién se publica. Asimismo, entra en su jurisdicción la inclusión de determinados textos y autores en una u otra colección y en la elección de otros tipos de paratextos que potencialmente pueden influir en la recepción de dichos autores y sus obras, y como en el caso del autor no se deben ignorar los intereses adyacentes a la toma de decisiones. Si esto ocurre en los escenarios que Billiani ha descrito como ‘seemingly “neutral”’ (2007: 3), en contextos en los que la censura forma parte de la red de control social, los encargados de ejercer dicho control social (Iglesia, Estado, entre otros) se convierten en agentes adicionales que aumentarán las presiones sobre escritores, editores y demás agentes del campo. A los tipos de censura más palpables, deben sumarse otros, en ocasiones más difíciles de detectar ‘including the humiliation, harassment and exclusion of authors, the imposition of fines, loss of employment, and public campaigns against certain writers, deemed enemies’ (O’Leary 2011: 6).74 Sin embargo, en múltiples contextos, a pesar de la firme voluntad de ejercer el mismo tipo de presión sobre todos los productos culturales, el discurso de la censura – o más bien, los discursos de la censura – presentan una amplia amalgama de incidencia y repercusión en cuanto a su aplicación que se podrían asociar a las ‘faultlines’ de Sinfield (1992). O’Leary apunta algunas de estas ‘fisuras’ en la arbitraria práctica censoria de la literatura, que, como se verá en el próximo apartado, también repercute en las traducciones que circulan en una cultura determinada: a variety of factors influence both the decision to censor and the severity of the censorship applied. These include the political concerns of the authorities but also less obviously perhaps, the genre, the notoriety or otherwise of the authors (which may be related to their actual or presumed political engagement, religious persuasion or even Merkle también coincide en la dificultad de detectar la censura encubierta en lo que denomina ‘free democracies of late modernity’ (2002: 10). La autora se refiere, en particular, a la censura en el mundo audiovisual que Yves Gambier ha estudiado con detalle, apuntando las múltiples estrategias censorias que tienen lugar en la clasificación de películas, el doblaje y la subtitulación, entre otros. Véase Gambier (2002). 74 84 Aproximaciones teóricas nationality), the political or moral intent or content of a text, and the intended readership. Change in political regime, internal censorship board personnel, and wider social transformation also have a direct impact on the practice of censorship. (2011: 4) 1.5.2. Traducción y censura: un enfoque global ‘In contrasting fashions, both censorship and translation influence [...] visibility and invisibility, as well as [...] accessibility and inaccessibility’ (Billiani 2009 [1998]: 28). Como apunta la autora, algunas de las ideas exploradas hasta el momento sobre la censura se pueden aplicar también a la traducción. En primer lugar, la relación entre poder, censura y manipulación es extrapolable al acto de traducir. Ya se ha visto que la traducción implica una manipulación/censura del TO puesto que el traductor lo manipula/censura con cada una de las decisiones tomadas en el proceso de trasvase: ‘often it is the translator her/himself who modifies the text in the course of “rewriting” 75 – for that is what a translation necessarily is – and the borderline between translation and adaptation is fluctuating and uncertain; the translator may be doing no more than accounting for the social differences s/he has learned to study as a linguist’ (Ní Chuilleanáin, Ó Cuilleanáin y Parris 2009: 17-18). 76 En conexión con los condicionamientos sociales a los que se ve sometido el traductor y en línea con el grado de poder que ostenta, Merkle se pregunta; ‘[t]o what extent is the translator, as a product of social conditioning, free to choose?’ (2002: 17). Editores/editoriales, lectores, académicos, y críticos son algunos de estos condicionantes sociales. Por ejemplo, los editores/editoriales establecen cierta censura de diferentes tipos en la elección del texto, del autor y del propio traductor y también en el tipo de elementos paratextuales que conformarán el volumen. Wolf resume estas ideas: The agents involved in the selection of texts to be translated as well as in the selection of translation strategies are manifold and are all interwoven. Text selection automatically filters the representation of a given culture and is, therefore, a key agent in the reception process. It operates on two levels: first, the choosing of texts to be translated; second, the transfer of these translated texts to the publishing and reading market. What is decisive is not only whether something is translated, but also what is translated and above all, how it is translated. Censorship is active at every single stage. (2002b: 50)77 Se hace referencia aquí al término empleado por Lefevere para referirse a la traducción. Para Lefevere la censura se engloba en las restricciones ideológicas de la traducción (Véase el apartado 1.2. Lefevere: poder, mecenazgo y restricciones). 76 Varios traductólogos del giro cultural habían apuntado la manipulación implícita en el proceso de traducción. Véase: Hermans (1985), Bassnett y Lefevere (1990); Cronin (2000); Gentzler (2008). 77 Venuti ya había apuntado las limitaciones implícitas en el proceso de traducción (1995). 75 85 Capítulo 1 Estos aspectos se completan con la noción de mecenazgo, la segunda de las restricciones de Lefevere (1992b). En los contextos en los que existe una censura regulativa/pública/institucional, el traductor se ve sometido a dos niveles de mecenazgo: el aparato censor, en primera instancia, y el editor para quien trabaja, dado que ambos ‘can further or hinder’ (ibid.: 15) sus actuaciones. El mecenazgo, por tanto, actúa como elemento regulador del intercambio cultural y refleja una jerarquía de poder, esto es, el mecenas o patrón, sea del tipo que fuere, se encuentra en una situación de superioridad respecto al traductor que se refleja en tres dimensiones: la ideológica, la económica y la social. Ya se ha visto que la dimensión ideológica del mecenazgo incide tanto en las selecciones temáticas como en las presentacionales. Por otra parte, la dimensión económica influye directamente en el ámbito material, es decir, en muchos casos el traductor depende económicamente de forma exclusiva del mecenas que retribuirá sus encargos. Por último, la dimensión social implica la posibilidad del reconocimiento social del traductor si se ciñe a los imperativos delimitados por el mecenas. Y, finalmente, no se debe olvidar la manipulación que ejercen el traductor y los propios lectores con sus interpretaciones. Diferentes autores han atribuido distintas respuestas a la relación entre traducción y censura. St-Pierre las resume de la siguiente forma: Translation can be a means of avoiding censorship (by publishing the work in a foreign tongue, or by attributing the ideas expressed to a foreign author), but it can also be an occasion to suppress elements of an original text, whether in the name of ‘taste’, or of the ‘genius of the language’ – the justification for such expressions will vary according to context. (1993: 7) Así, la traducción puede contemplarse, en primer lugar, desde una óptica positivista al entenderse como una herramienta para la difusión de material potencialmente subversivo cuya disidencia quedaría supeditada al componente extranjero del texto y del autor. Como recoge Tymoczko ‘it is [...] possible to chart ways that translators have used translation to circumvent and challenge oppressive cultural norms. Translation has been used as a way to broach topics or to make shifts that are otherwise proscribed in a culture, because translation is often less controlled than cultural production from within a culture itself’ (2009: 26; cf. Lefevere 1979 y Even-Zohar 1990: 46-47). A pesar de que las razones atribuidas por Tymoczko a la circulación de este tipo de contenidos son discutibles, ya que dependiendo del contexto las traducciones se han visto sometidas al mismo o incluso 86 Aproximaciones teóricas mayor nivel de inspección que los textos autóctonos,78 es cierto que la traducción ha sido una herramienta para introducir ideas disidentes. Así lo demuestran algunos ejemplos como la introducción de material erótico en Israel a mediados del siglo XX a través de traducciones de manuales médicos (cf. Ben-Ari 2006) o la crítica ideológica de la dictadura de Getúlio Vargas en Brasil llevada a cabo en algunas traducciones de textos clásicos en colecciones destinadas a un público infantil-juvenil (cf. Milton 2006). Tales ejemplos revelan la inconsistencia y las fisuras en los diferentes aparatos censores. Por lo general, como indica O’Leary ‘[t]he fact that the workings of the censorship system tend not to be public has clear implications for writers and publishers who fear breaching rules that are never openly discussed’ (2011: 9). Tal consideración, además de ser aplicable a escritores y editores, es también pertinente con respecto a los traductores y a los propios encargados de ejercer la censura. En ocasiones, como reflejan numerosos ejemplos, la falta de un sistema de pautas explícitas respecto a los aspectos censurables conduce a la arbitrariedad por parte de los censores. También habría que incorporar otra serie de consideraciones a esta inconsistencia en la censura como la propia reputación del autor del texto original en la cultura meta, los intereses de los mismos censores o las relaciones político-culturales entre los países, entre otros factores.79 La segunda alternativa que proponía St-Pierre respecto a la traducción tiene en esta ocasión tintes negativos. Con más frecuencia que en el caso de la opción anterior, el Estado y/o las instituciones religiosas, así como determinados grupos sociales, han ejercido censura sobre la literatura foránea traducida, manipulando el texto original con el objetivo de salvaguardar los discursos dominantes. Desde la mutilación de pasajes, a la prohibición absoluta de publicar una obra determinada, pasando por modificaciones que implican la transformación del contenido del texto original, la censura en traducción ha tenido un impacto desigual en diferentes contextos y periodos históricos. En estos casos, el hecho de Entorno a esta cuestión los investigadores parecen divergir. Según Sturge (2004) y Billiani (2007) el hecho de que la traducción implique la visibilidad de la otredad provoca que los textos traducidos atraigan en mayor medida la intervención censorial. En el contexto específico de la censura en España, Santamaría López coincide con esta misma idea (2000: 217). Sin embargo, para Lambert (1999: 269) las traducciones han conseguido esquivar la censura en mayor medida que las producciones autóctonas. 79 Hurtley (2007; 2011) ha estudiado esta arbitrariedad en relación con el escritor-censor Darío FernándezFlórez en el contexto del franquismo en España. Otros casos de ese mismo contexto pueden consultarse en: Merino Álvarez y Rabadán (2002) y Ortega Sáez (2006; 2011). Carlson (2011), por su parte, ha examinado el perfil de Christopher J. O’Reilly, censor en Irlanda entre 1951 y 1957. Dunnett, que ha estudiado la circulación de las traducciones en la Italia fascista, también ha apuntado varios casos de literatura americana traducida al italiano con contenido subversivo (2002). Véase también Ni Chuilleanáin, Ó Cuilleanáin y Parris (2009: 22-23). 78 87 Capítulo 1 que se traduzca de un contexto menos restrictivo a otro más restrictivo convierte a la censura en una limitación para la traducción (Boase-Beier y Holman 1999: 11). De forma similar a la censura entendida de forma global, se puede establecer una tipología de las prácticas censorias en traducción. Los autores que han estudiado esta materia han establecido categorizaciones ligeramente diferentes a la apuntada en el apartado anterior. Merkle (2002) y Leonardi (2008), 80 por ejemplo, establecen una tipología tripartita: censura preventiva (preventive o prior censhorship), censura represiva (repressive, postcensorship, negative censorship) y autocensura (self-censorship).81 La censura preventiva puede referirse tanto a la prohibición de publicar una obra como a las modificaciones, supresiones, etc. que se imponen en una traducción antes de que esta se comercialice. Leonardi la define como ‘[the] review [of] any material before publication or dissemination in order to prevent, alter, or delay its appearance’ (2008). Por otra parte, la censura represiva implica la prohibición o incautación de un texto una vez este se ha hecho público: ‘it is […] carried out […] after the printing or publishing of specific material, which is considered subversive or damaging to the common good, in order to repress or ban it from circulating around the country’ (id.). Y, finalmente, los autores se refieren a la autocensura, ‘a form of control imposed upon us by ourselves out of the fear to annoy or offend others without being officially pressured by any authority’ (id.). Por su parte, BenAri identifica cuatro tipos: autocensura, censura preventiva, censura represiva y censura estructural (2010: 136), añadiendo a la catalogación anterior la censura estructural de Bourdieu. Por otra parte, Brownlie habla de censura pública, estructural y autocensura (2007: 205). Coincide, por tanto, en la autocensura con los autores anteriores aunque lo que para esta autora es censura pública, es decir, aquella impuesta por las autoridades públicas mediante leyes explícitas, 82 engloba las categorías preventiva y represiva de Merkle, Leonardi y Ben-Ari y añade la censura estructural de Bourdieu. Finalmente, en la tipología que establece Billiani la censura puede ser institucional e individual (2009 [1998]: 29). La primera, englobaría todas las modalidades de la censura ejercida por organismos o Se puede acceder al texto de Leonardi en: [Última consulta: 20 febrero 2013]. 81 Merkle especifica que los términos ‘preventive, punitive and repressive are obviously more emotionally charged than the neutral prior and post’ (2002: 12). 82 Leonardi apunta que la censura pública puede ser anterior o posterior a la publicación del texto. 80 88 Aproximaciones teóricas instituciones externas, mientras que la censura individual se corresponde con la autocensura.83 En cuanto a la autocensura en traducción, se pueden trazar ciertos paralelismos con la censura estructural de Bourdieu y las normas de traducción. El sociólogo francés afirmaba que la estructura de los campos determina la manera de actuar de sus agentes a través del establecimiento explícito o implícito de una serie de normas por parte del grupo dominante dentro del campo. Esta censura estructural implica la autocensura de todos los agentes si pretenden que sus discursos y/o actuaciones no sean reprimidos. Por lo que respecta a las normas de traducción, Toury denomina la autocensura un mecanismo de purificación (1995: 278) y afirma que el traductor ejerce este tipo de censura porque ‘[s/he] has internalized the norms pertinent to culture, and uses them as a constant monitoring device’ (id). Tymoczko, por su parte, afirma que los traductores ‘– like other human beings – are rarely totally submissive to dominant thinking or totally resistant to it. In most circumstances translators accept and buy into some cultural norms and restrictions, but oppose and challenge others’ (2009: 36). En múltiples ocasiones la comparación entre el texto original y el texto traducido no basta para atribuir un tipo u otro de censura. Para ello, ha resultado de vital importancia la investigación llevada a cabo en archivos en diferentes países pues la información recabada en ellos permite entender ciertos comportamientos traductológicos. En este sentido, Ni Chuilleanáin, Ó Cuilleanáin y Parris han señalado los avances en materia de traducción y censura gracias a la apertura de dichos archivos: ‘Several highly bureaucratized European dictatorships have gone out of business in recent decades, leaving behind well-kept archives which are becoming more and more accessible’ (2009: 15-16). O’Leary, por su parte, se hace eco de algunos ejemplos como el Archivo General de la Administración (AGA) en Alcalá de Henares (Madrid), el Archiwum Akt Nowyeh (AAN) y los archivos de Główny Urząd Kontroli Prasy, Publikacji i Widowisk (GUKP) en Polonia, los Archivos del Comité de Censura de Leningrado (ahora San Petersburgo), la Biblioteca Nacional Széchényi en Hungría, los Archivos Nacionales de Torre do Tombo en Portugal, los Archivos Diocesanos de Dublín (DDA) y los Archivos Nacionales de Irlanda, entre otros (2011: 3). La recuperación de los fondos de estos archivos puede, en ocasiones, arrojar luz Se pueden encontrar ejemplos de los diferentes tipos en los volúmenes sobre traducción y censura que se han indicado más arriba y en las referencias bibliográficas mencionadas en notas anteriores. 83 89 Capítulo 1 sobre los agentes que determinaron el proceso traductológico y explicitar los motivos esgrimidos por los censores para la prohibición de una obra o el requerimiento de supresiones u otras alteraciones en la traducción: ‘These archives contain files showing the grounds for censorship of a work or an author, the legislation upon which it was based, and correspondence between the various parties concerned, all of which reveal several motivations for, and methods of, censorship and state control of the arts’ (id.). Ahora bien, la censura no solo incide en la práctica traductológica y, por tanto, en el producto final, que tendrá inevitablemente consecuencias en las relaciones culturales entre diferentes países, sino que también repercute en los propios encargados de verter un texto determinado a otro idioma. Como recoge Billiani, ‘[c]ensorship does not necessarily always apply to individual texts. In the context of censorship, the name of the author and that of the translator can gain considerable importance’ (2009 [1998]: 30). En algunos casos, el nivel de censura y represión ha alcanzado tales límites que los traductores se han visto sancionados por las autoridades por su ‘osadía’ de haber trasladado un texto o un autor en un contexto determinado. Ushakova, por ejemplo, ha indagado en esta cuestión en relación con varios traductores rusos que acabaron en prisión o en campos de concentración por sus versiones de ciertos textos modernistas, como Ulysses de James Joyce o algunas obras de T. S. Eliot (2011). También Tymoczko ha denunciado el extremismo de los castigos recibidos por algunos traductores: There are many situations in which translators have in fact been physically silenced by censorship and have even paid the penalty of death for persisting in translation: we need only think of the Bible translators who were burnt at the stake as heretics, such as William Tyndale in 1536. In our own day the death of the Japanese translator of Salman Rushdie’s Satanic Verses and the assassination of translators in Iraq stand as examples. (2009: 25)84 Las causas que pueden conducir a la censura de textos o a las represalias que se acaban de mencionar son variadas y dependen del contexto histórico en el que se enmarcan. Leonardi (2008) las ha clasificado de la siguiente manera: políticas y económicas, religiosas y sociales y sexuales. Según el ámbito en el que se ejerza la censura, se aplica una, varias o todas las modalidades. Las primeras se refieren a periodos de guerra, regímenes totalitarios y/o etapas de inestabilidad sociopolítica y económica en los que se pretende mantener el estatus quo. En segundo lugar, los aspectos religiosos sobre los que se ha ejercido censura 84 Para otros ejemplos véase: Merkle [en línea] y Loy (2002). 90 Aproximaciones teóricas comprenden una amplia gama de casos desde la Inquisición, que prohibió la traducción de textos sagrados bajo la acusación de herejía y blasfemia, pasando por la censura musulmana fundamentalista que vetó The Satanic Verses en muchos países. Finalmente, las cuestiones sociales y aspectos relacionados con la sexualidad también han sido objeto de controversia y represión y como apunta Leonardi, ‘people may not be necessarily aware of the fact that among [the texts censored] are some of the greatest masterpieces of world liretaure, such as Gustave Flaubert’s Madame Bovary, Thomas Hardy’s Jude the Obscure, James Joyce’s Ulysses and D. H. Lawrence’s Lady Chatterley’s Lover’ (id.), entre muchos otros. Independientemente de la época, el contexto o la incidencia, a modo de conclusión de todo lo explorado en este apartado, resulta evidente que la censura erosiona las relaciones entre culturas y transforma el panorama cultural del contexto en el que se produce. Como comenta O’Leary: Censorship has the consequence of damaging culture, not only at the moment when it is exercised, but in the longer term as its legacy is felt on society. The reasons for this are myriad. The population does not have access to certain works or foreign influence and is thus deprived of a range of ideas and exposure to other cultures; instead it has access only to state-sanctioned local fare or to bowdlerised versions of foreign literature. Noncontentious, non-political works become the mainstay of literary production in some places, while politically ‘correct’ literature dominates elsewhere. Censorship can lead to the growth of anti-intellectualism in society, where writers are seen as problematic, or as enemies of the people. The official censors, whose qualifications for their role may be no more than their political allegiances or religious beliefs, distort the literary landscape, restricting normal discourse and development. The absence of information [...] also damages the collective memory and shared cultural heritage of a society. (2011: 14)85 Algunos de los volúmenes publicados más recientemente acerca de esta materia evidencian la heterogeneidad en la práctica censoria en diversos escenarios espacio-temporales y el creciente interés en la disciplina. Por ejemplo, la revista académica TTR: Traduction, Terminologie, Rédaction, disponible en línea, 86 publicó en 2002 un número especial dedicado a traducción y censura, editado por Denise Merkle, en el que participaron académicos de diversas nacionalidades que exploraban contextos especialmente represivos como el de la Francia del siglo 85 XVIII, la Alemania nazi, la Italia fascista, Polonia en la era De todas formas, para algunos autores, a pesar de la censura y, por tanto, de la modificación de mayor o menor grado del texto original, al menos parte del contenido de una obra y su autor llega a otras culturas. Véase Lefevere (1992b, capítulo 12: ‘Editing’). 86 Se puede acceder a los contenidos de esta publicación en: [Última consulta: 5 marzo 2013]. 91 Capítulo 1 comunista o la España franquista. Posteriormente, Francesca Billiani editó Modes of Censorship and Translation: National Contexts and Diverse Media (2007), recogiendo trabajos que abarcan diferentes espacios y géneros de la Europa clásica y contemporánea. Otras publicaciones destacables son: Translation and Censorship in Different Times and Landscapes, editado por Teresa Seruya y Maria Lin Moniz (2008); 87 Translation and Censorship. Patterns of Communication and Interference, a cargo de Eiléan Ní Chuilleanáin, Cormac Ó Cuilleanáin y David Parris (2009);88 y los volúmenes Censorship across Borders. The Reception of English Literature in Twentieth-Century Europe, editado por Catherine O’Leary y Alberto Lázaro Lafuente,89 y Censure et traduction, dirigido por Michel Ballard,90 ambos publicados en 2011. Las más recientes publicaciones han sido las secciones denominadas ‘Forum: Translation and Censorship’ que la revista Translation Studies ha incorporado en los números de 2011 y 2012, concebidos como foros de discusión de la materia tanto desde un punto de vista de estudios históricos específicos así como también desde una perspectiva más global que permita discutir cuestiones teóricas de la traducción.91 En todas estas publicaciones,92 así como en otras conferencias y seminarios sobre el tema, se presenta una amplia gama de escenarios en los que tanto la literatura autóctona como la traducida se han visto sometidas a la censura. Como conluye Ben-Ari ‘[s]ince so many socio-political and sociocultural contexts are involved, charged with ethical, psychological and nationalistic considerations, it is indeed the accessibility of culture that is put to the test here’ (2010: 136).93 Esta publicación recoge algunas de las ponencias presentadas en la conferencia celebrada en Lisboa ‘Translation and Censorship. From the 18th Century to the Present Day’ (noviembre de 2006). 88 Este volumen surgió de la conferencia ‘Translation and Censorship’ que tuvo lugar en Dublín (octubre de 2005). 89 En esta ocasión los artículos del volumen tienen el antecedente del seminario sobre censura celebrado en el contexto de ESSE (The European Society for the Study of English) celebrado en Aarhus, Dinamarca (agosto de 2008). 90 La publicación incluye algunas de las ponencias presentadas en el congreso ‘Traduction et censure’ celebrado en Artois, Francia (mayo de 2007). 91 Algunos de los académicos que han estudiado este fenómeno, como Piotr Kuhiwczak, Denise Merkle, Ilan Stavans, Brian James Baer, Beate Müller, Paul St-Pierre y Cormac Ó Cuilleanáin, han participado en este foro de discusión. El foro de 2011 se puede consultar en: [Última consulta: 20 marzo 2013]. 92 Véase también la compilación de ensayos Translation, Resistance, Activism, editada por Maria Tymoczko, en la que se presentan casos de resistencia a la censura por parte de algunos traductores (2010). 93 Algunas de las conferencias celebradas en relación con la traducción y censura en los últimos años han sido ‘Translation in Fascist Systems: Italy, Spain, Germany’ (Forli, Italia, abril de 2005) y el ‘I Congreso Internacional de Censura y Traducción: Recepción Textual en la Europa del Sur’ (León, mayo de 2008), del que se espera la publicación. Además de las citadas hasta el momento, existen numerosas aportaciones individuales. Véase Ní Chuilleanáin, Cormac Ó Cuilleanáin y David Parris (2009: 10-11) y O’Leary y Lázaro (2011: 22-24) donde se proporcionan listados exhaustivos. 87 92 Aproximaciones teóricas En la siguiente sección se hace referencia a las investigaciones sobre traducción y censura en el contexto del franquismo puesto que el traductor objeto de este estudio, Juan G. de Luaces, llevó a cabo su labor traductológica en el periodo comprendido entre 1942 y 1964. Por otra parte, el estudio de los mecanismos, órganos y funcionamiento de la censura en esa época se llevará a cabo en la sección 4.2.4.1. (El aparato censor: Cronología, organismos y funcionamiento). 1.5.2.1. Traducción y censura en la España franquista Aunque la censura en España no es exclusiva del periodo franquista, 94 el control y manipulación previos a la circulación de las traducciones durante la posguerra española ha recibido la atención de numerosos académicos y varios grupos de investigación. A partir del trabajo pionero de Manuel Abellán (1980), una de las primeras investigadoras interesadas en cómo la censura afectó a la traducción en la posguerra española por lo que se refiere a la literatura de expresión inglesa ha sido Jacqueline Hurtley. En 1983 defendió la tesis doctoral titulada ‘La literatura inglesa del siglo XX en la España de la posguerra: la aportación de José Janés’, de la que posteriormente surgió la publicación José Janés: editor de literatura inglesa (1992). 95 Esta investigación, centrada en la obra del editor catalán Josep Janés, explora con detalle cuantiosos expedientes de censura albergados en el AGA. También por estas fechas, estableció el panel dedicado a literatura y censura dentro de la Asociación Española de Estudios Anglo-norteamericanos (AEDEAN). Gran parte de su carrera académica ha consistido en arrojar luz sobre el fenómeno censorio en esta época estudiando tanto la censura ejercida en autores y obras en lengua inglesa vertidas al español así como también indagando en los perfiles biográficos de censores y traductores. En este sentido, ha formado parte de dos proyectos de investigación de la Universitat de Barcelona: ‘La traducción literaria en España (repertorio informatizado críticoAunque no están dedicados exclusivamente a la censura y traducción, los siguientes volúmenes sobre la historia de la traducción en España recogen instancias de traducciones y traductores censurados en épocas previas a la dictadura franquista: De clásicos y traducciones. Versiones inglesas de clásicos españoles, (ss. XVI-XVII) (1987), editado por Julio-César Santoyo e Isabel Verdaguer; Historia de la traducción: quince apuntes (1999) e Historia de la traducción: viejos y nuevos apuntes (2008) de Julio-César Santoyo; Aproximación a una historia de la traducción en España de José Francisco Ruiz Casanova (2000); Historia de la traducción en España (2004) y Diccionario histórico de la traducción en España (2009), ambos editados por Francisco Lafarga y Luis Pegenaute. 95 Esta publicación obtuvo el ‘Premio de Investigación Enrique García y Díez’ otorgado por AEDEAN en 1992. 94 93 Capítulo 1 bibliográfico de las traducciones publicadas en España, 1940-2002)’, dirigido por Assumpta Camps, y ‘Transformacions: traductors i il·lustradors a la primera postguerra a Catalunya (1940-1950)’, del que fue investigadora principal.96 Siguiendo con los proyectos de investigación cabe destacar la labor de ‘TRACE: Traducción y censura en España (1939-1985)’, coordinado por Raquel Merino (Universidad del País Vasco) y Rosa Rabadán (Universidad de León). Este proyecto se ha centrado en el estudio de traducciones censuradas de narrativa, teatro y cine, principalmente de la lengua inglesa, 97 y se inscribe en los Estudios Descriptivos de Traducción que se completan con la perspectiva bourdieusiana de la censura. Fruto de las investigaciones llevadas a cabo han surgido los volúmenes Traducción y censura inglésespañol: 1939-1985. Estudio preliminar (2000), editado por Rosa Rabadán, y Traducción y censura en España (1939-1985). Estudios sobre corpus TRACE: cine, narrativa, teatro (2008), editado por Raquel Merino. Por otra parte, los miembros del grupo de investigación y los colaboradores – de diferentes universidades de la geografía española – han llevado a cabo una exhaustiva difusión de los resultados de sus investigaciones en conferencias nacionales e internacionales, revistas académicas y volúmenes relacionados con la materia. Asimismo enmarcadas en las líneas de investigación TRACE se han defendido un cuantioso número de tesis doctorales y trabajos de investigación.98 También Alberto Lázaro Lafuente de la Universidad de Alcalá de Henares ha llevado a cabo una intensa labor de investigación de los expedientes de censura albergados en el AGA. Entre sus publicaciones destacan las dedicadas a la censura de las traducciones de Oscar Wilde, James Joyce, Virginia Woolf, D. H. Lawrence, H. G. Wells o George Orwell, entre otros. 99 Lázaro Lafuente también ha recibido financiación para llevar a cabo los proyectos de investigación ‘Recuperación y estudio de los expedientes de censura del Archivo General de la Administración: la novela inglesa contemporánea’ y ‘La recepción Las publicaciones de Hurtley, a las que se hace mención a lo largo de este estudio, pueden consultarse en la bibliografía final. 97 En cuanto a otras lenguas, cabe destacar el estudio de traducciones del alemán de Ibon Uribarri Zenekorta de la Universidad del País Vasco. 98 Se puede acceder a la página web del proyecto en , donde se recogen los subproyectos derivados de TRACE, las publicaciones y las tesis doctorales inscritas en el marco de este grupo de investigación. [Última consulta: 18 marzo 2013]. 99 Sus publicaciones más recientes se encuentran en: [Última consulta: 18 marzo 2013]. 96 94 Aproximaciones teóricas de la narrativa inglesa en la España del siglo centrado en la novela inglesa de terror. Por otra parte, cabe destacar la publicación en línea Represura: Revista de historia contemporánea española en torno a la represión y la censura aplicadas al libro, creada en septiembre de 2006 por José Andrés de Blas100 y de acceso libre.101 Esta revista abarca el periodo cronológico de la guerra civil española y el franquismo y aunque no se dedica exclusivamente a la traducción, en muchos de los números aparecen contribuciones que exploran la conexión entre traducción y censura. Además, ofrece al investigador una nutrida relación documental que incluye legislación de la época en materia del libro y el mundo editorial, cronologías, así como una extensa bibliografía. Como ha quedado patente, el estudio de la traducción y la censura en la España de posguerra ha suscitado un gran interés por parte de los investigadores.102 Antoine Berman en L’épreuve de l’étranger ya apuntaba la importancia del estudio histórico de la traducción: La constitution d’une histoire de la traduction est la première tâche d’une théorie moderne de la traduction. À toute modernité appartient, non un regard passéiste, mais un mouvement de rétrospection qui est une saisie de soi. […] Il est impossible de séparer cette histoire de celle des langues, des cultures et des littératures –voire de celle des religions et des nations. Encore ne s’agit-il pas de tout mélanger, mais de montrer comment, à chaque époque, ou dans chaque espace historique donné, la pratique de la traduction s’articule à celle de la littérature, des langues, des divers échanges interculturels et interlinguistiques. (1984: 12-13). XX: ediciones, crítica y censura’, este último Siguiendo la observación de Berman, es el objetivo de este estudio aportar nuevos datos sobre la traducción en la España de guerra que ha dejado vestigios en el panorama cultural contemporáneo. En el próximo capítulo se indaga en el perfil bio-bibliográfico de Juan G. de Luaces, punto de partida de esta investigación. Como se verá, Luaces fue un profesional poliédrico en el campo literario español de preguerra pues ejerció como escritor, periodista 100 José Andrés de Blas es autor de varias contribuciones relacionadas con la censura durante el franquismo como: ‘El libro y la censura durante el franquismo: un estado de la cuestión y otras consideraciones’ en la revista Espacio, tiempo, forma (1999) o el capítulo ‘La censura de libros durante la guerra civil española’, publicado en Tiempo de censura: la represión editorial durante el franquismo (2008). 101 Los contenidos de la revista se pueden consultar en: [Última consulta: 18 marzo 2013]. 102 No es el objetivo de este apartado proporcionar una bibliografía exhaustiva en cuanto a aportaciones individuales se refiere. De todas formas, ya se ha hecho mención a varias fuentes en las que se pueden consultar algunas de ellas y a lo largo de este estudio se hace referencia a otras. 95 Capítulo 1 y director de publicaciones periódicas para asumir, más tarde, la faceta de traductor. Este recorrido por la vida y obra de Luaces será primordial para fundamentar posibles interpretaciones de sus decisiones traductológicas. 96 CAPÍTULO 2: EL TRADUCTOR. JUAN G. DE LUACES Under the influence of social position and individual and collective past, every cultural actor thus develops (and continues to develop) a social identity: a certain representation of the world and of the person’s position therein (Meylaerts 2008: 93) [I]t is necessary to analyzse the habitus of translators as it has actualized itself in the translation of specific works in a given epoch (Gouanvic 2005: 159) En este capítulo se explora la trayectoria social del traductor objeto de estudio, Juan G[onzález-Blanco]. de Luaces, con el objeto de indagar en los condicionantes personales y profesionales que influyeron en su práctica traductológica. Teniendo en cuenta los conceptos de la teoría bourdieusiana, se estudia la posición de Luaces en el campo literario y periodístico español en la etapa previa al estallido de la guerra civil y los primeros años de posguerra y su forzado desplazamiento al ‘campo’ de la traducción ante las dificultades coyunturales que le impidieron continuar desarrollando su faceta de escritor. También se verá que el habitus cultural y profesional de Luaces fue ampliamente condicionado por un contexto familiar con una destacada presencia en los círculos intelectuales del momento, lo que influiría en su forma de interpretar los textos que más tarde vertería al español, en su descodificación y en la manera de transmitirlos al público 97 Capítulo 2 lector. Del mismo modo, las relaciones de sus familiares más directos con destacadas figuras del ámbito político y cultural de la España de los años veinte y treinta, le proporcionaron una red de contactos (capital social) que Luaces seguiría consolidando y ampliando. También se indagará en la particular adquisición de capital cultural de este escritor convertido en traductor, que influiría de nuevo en su proceder traductológico. Finalmente, se examinan las traducciones de textos literarios en lengua inglesa que Luaces vertió al español, cuáles de estas siguen vigentes en el mercado literario contemporáneo (2000-2012) y se delimitará el corpus de textos para el subsiguiente análisis comparativo. 2.1. Biografía Antecedentes familiares e influencia103 A mediados del siglo XIX, Andrés González-Blanco (1838-1895), abuelo de Juan G. de Luaces, se reveló como una persona erudita e interesada en la literatura y la educación. Ejerció de profesor de sordomudos y ciegos, sabía leer inglés y se le publicaron varios libros en español.104 Además, durante algún tiempo abandonó su labor docente para ejercer como inspector de primera enseñanza en Cuenca (Suárez Fernández 1955: 241-242). Las hijas de Andrés González-Blanco, María Asunción y Dolores, ambas licenciadas en Letras, también tuvieron carreras destacadas. Dolores (Cuenca, 1892 – Madrid, 1963) fue profesora de la Normal de Jaén y, más tarde, numeraria de Filosofía y Psicología de la Normal de Maestras de Cuenca. Fue becada por la Junta de Ampliación de Estudios en 1932 y 1935 para estudiar en Francia, Suiza, Bélgica e Italia. Tras la guerra civil fue depurada y luego readmitida en la Normal de Cuenca. Por su parte, María Asunción (Madrid, 1889-1976) fue profesora de Letras de la Normal Femenina de Toledo y, de igual forma que su hermana, depurada por el régimen. Posteriormente, se reunió con su hermana, La información biográfica que se proporciona en este apartado es una versión ampliada del artículo ‘Juan G[onzález-Blanco]. de Luaces: el traductor desconocido de la posguerra española’ (Ortega Sáez 2009). Anteriormente Hurtley (1992) y Ramírez Arlandi y Rodríguez Espinosa (1998) habían facilitado algunos datos biográficos de Luaces. 104 Figuran entre ellos Nueva gramática castellana: método racional teórico-práctico de la lengua castellana (Avilés 1873) y Ortografía teórico-práctica, conteniendo las reglas antiguas y nuevas de la Real Academia y otras muchas descubiertas en la práctica de la enseñanza (Madrid 1882). 103 98 El traductor: Juan G. de Luaces trabajando en la Escuela de Cuenca.105 Las dos hermanas llevaron a cabo investigaciones de carácter etnográfico, resultado de las cuales fueron la ‘Monografía de la aldea de Roces (Gijón)’, firmado por María Asunción (1920) y ‘Santa María de Luanco’, obra de Dolores, que permanecen inéditas (Martínez Torner 2005: 13). Los descendientes varones de Andrés, Pedro (Luanco, 1879 – Villaseca de la Sagra, Toledo, 1961), Andrés (Cuenca, 1886 – Madrid, 1924) y Edmundo (Oviedo, 1877 – Madrid, 1938), – este último, padre de Luaces – fueron personas de considerable prestigio en los círculos intelectuales de Madrid. Los tres hermanos fueron miembros del Ateneo de la capital y ejercieron tareas de dirección en la sección de literatura. Edmundo, concretamente, aparece como miembro de la Junta de Redacción de la revista Ateneo el año 1912, junto con los hermanos Álvarez Quintero, Rafael Andrade, Manuel Antón, Aureliano de Beruete, Santiago Ramón y Cajal o Joaquín Sorolla. Andrés y Edmundo participaron de forma activa en las actividades culturales de la institución mediante cátedras, conferencias, cursos, y múltiples aportaciones a la revista de la entidad. Este hecho les brindó la ocasión de conocer a personajes ilustres de la época, a nivel político y artístico. Entre dichas personalidades, figuraron los ya mencionados miembros de la Junta de Redacción de la revista, además del Presidente del Gobierno durante el reinado de Alfonso XIII, Segismundo Moret y Prendergast; Amós Salvador Rodrigáñez que ejerció de ministro en tres Ministerios distintos entre 1894 y 1916; Carlos Fernández Shaw, dramaturgo, poeta y periodista español; el escritor vanguardista Ramón Gómez de la Serna; Miguel de Val, escritor, secretario y director del Ateneo Artístico Científico y Literario de Madrid y director de la revista, entre muchos otros. Por su parte, Pedro, de igual manera que sus hermanas, inició una carrera de letras pero nunca llegó a terminar sus estudios debido a problemas económicos. En 1939, dada su condición de masón, se exilió en Sudamérica (primero en Cuba y más tarde en Guatemala), donde se convirtió en un escritor de cierta reputación. Como el resto de sus hermanos publicó varios libros y traducciones. Colaboró en revistas como: El Motín, Vida Literaria, El Imparcial, El Liberal, La Lectura, La Revista Contemporánea, ABC, Aramo, Alma Española, Oviedo, entre otras. Fue, junto a Juan Ramón Jiménez, uno de los fundadores de La información relativa a Mª Asunción y Dolores ha sido proporcionada por Ramón Sánchez González, catedrático de Historia Moderna en la Facultad de Educación de Toledo en comunicación por correo electrónico. Véase también: Sánchez González (2011). 105 99 Capítulo 2 la revista Helios, dedicada a la promoción de la estética modernista y perteneció al equipo de redacción de la revista Sagitario (cf. Rodríguez Espinosa 1998). Años más tarde, abandonó la literatura y se dedicó a la cinematografía.106 Andrés, fue Licenciado en Filosofía y Letras, se dedicó a la literatura, ejerció como crítico literario y como redactor-jefe en el periódico La Noche, dirigió La Jornada y fundó la revista Mundo Latino (Suárez Fernández 1955: 246). Su Historia de la novela contemporánea en España desde el Romanticismo a nuestros días, publicada en 1909, logró el Premio Nacional del Ateneo de Madrid (Martínez Cachero 1963). Edmundo, padre de Luaces, fue reconocido por su prolija carrera como escritor de ensayos filosóficos, libros de política, biografías, novelas 107 y teatro, así como también por sus traducciones al español de Schopenhauer, Thomas Carlyle, Maquiavelo o Aristóteles, entre otras. Colaboró en diversas revistas como La Voz de Lanzarote, Nuestro Tiempo de Salvador Canals o La España Moderna de José Lázaro. Ideológicamente, Edmundo era simpatizante republicano, sin embargo, según palabras de Consuelo González Castresana 108 nunca recibió compensación alguna por parte del gobierno de la Segunda República, ni económica ni laboral.109 Primeros años de vida Juan G. de Luaces nació en la Casa del Martillo, Luanco (Asturias), el 22 de abril de 1906, hijo de Edmundo González-Blanco y María Luaces Mandujo. Ese mismo año, el matrimonio vendió la casa familiar de Luanco y se trasladó a Madrid con sus dos hijos: Juan y Consuelo. Allí vivieron durante un tiempo en la casa de la madre de Edmundo, María del Carmen Gutiérrez y González, situada en el número 20 de la Calle Monteleón, en el barrio de Malasaña. Luaces no asistió prácticamente a la escuela, sin embargo, a 106 Esta información está recogida en la entrevista que Luaces hizo a Pedro González-Blanco, publicada en El día de Cuenca el 17 de noviembre de 1927. Los datos bibliográficos sobre las publicaciones en prensa de Luaces y las composiciones poéticas o de narrativa breve que aparecieron en diarios y revistas están recogidos en el Anexo 4. 107 Algunas de sus novelas se publicaron en colecciones de la época como ‘Los Contemporáneos’, ‘La Novela Corta’, y ‘La Novela del Domingo’, entre otras. 108 Apuntes biográficos inéditos de Consuelo González Castresana, hija mayor de Juan G. de Luaces, sin datar. A partir de ahora cada vez que se haga referencia a dichos apuntes biográficos se citarán como C.G.C. 109 Las publicaciones de los varones de la familia González-Blanco están recogidas en Suárez Fernández (1955). Véase también: Croce (1927), Rodríguez Espinosa (1998), Suárez Cortina (2002), Ruiz Pérez (2004) y Campal Fernández (2007). 100 El traductor: Juan G. de Luaces aquella temprana edad, ya sabía leer y comenzó a memorizar los largos poemas que sus tías le pedían que recitase. Por aquel entonces, comenzó a interesarse por la lectura y leyó muchos de los volúmenes de la vasta biblioteca de su padre. Fue un joven autodidacta. Cuando tenía diez años, y las necesidades económicas así lo requerían, ayudaba a su madre en sus traducciones del francés. Según Consuelo González Castresana, su padre estaba dotado de ‘memoria, inteligencia y voluntad’.110 Ahora bien, las estrecheces económicas obligaron a la familia a cambiar de domicilio con frecuencia y vivieron en diversas zonas de Madrid. Adolescencia y juventud: Incursiones en la prensa y la política Cuando tenía tan solo trece años (1919), consciente de las dificultades económicas de la familia, decidió colaborar en la economía doméstica y envió una carta a ‘Prensa Gráfica’,111 editorial que dirigía Francisco Verdugo Landi y para la que trabajaban su padre y sus tíos Pedro y Andrés, solicitando un empleo. Hasta los dieciocho años (1924), Luaces trabajó en la editorial realizando tareas que nada tenían que ver con la escritura. Fue en este intervalo de tiempo cuando conoció a la periodista Margarita Landi, sobrina de Verdugo Landi y una de las herederas de ‘Prensa Gráfica’, que también dirigía otras publicaciones periódicas. Tras estos cinco años de colaboración con la editorial, Luaces recibió una modesta herencia familiar y regresó a su pueblo natal, Luanco. Los siguientes tres años de su vida son descritos de la siguiente forma por su hija Consuelo (1925-1928): ‘con menos de veinte años, inicia la búsqueda de aquello que pueda colmar su ambición económica, al tiempo que escribe, insaciable. Hurga en el negocio de la construcción, de la edición y hasta del cine. […] Sobrevivía, pero no triunfaba. Además, necesitaba tiempo para escribir’ (C.G.C.). Es precisamente en las postrimerías de los años veinte, la época en que Luaces combinó la escritura literaria con el periodismo. Colaboró de forma puntual en periódicos que se publicaban en diferentes puntos de la geografía española: El día de Cuenca, Crónica Meridional (Almería), El Orzán (La Coruña), Heraldo Alavés, Diario de Almería y el Noticiero de Soria, entre otros. Particularmente fueron copiosas sus contribuciones en El Avisador Numantino (Soria) y La Voz: Diario Gráfico de Información (Córdoba). Para el 110 111 Entrevista realizada a Consuelo González Castresana (Barcelona, 19 de diciembre de 2009). La editorial ‘Prensa Gráfica’ publicaba las revistas La Esfera, Ilustración Española y Americana, Blanco y Negro y Nuevo Mundo, entre otras. 101 Capítulo 2 primero escribió alrededor de cincuenta artículos entre marzo de 1925 y diciembre de 1927, mientras que el segundo publicó algo más de cuarenta artículos de Luaces entre diciembre de 1926 y diciembre de 1927. Por lo que respecta al contenido de sus artículos periodísticos, destaca la versatilidad. Publicó un elevado número de crónicas internacionales (alrededor de 64), aunque también ejerció de crítico de cine y literatura,112 llevó a cabo algunas entrevistas 113 y contribuyó con artículos de opinión. Entre estos últimos, destaca, por ejemplo, ‘El arte y la inquietud’114 (1926) donde Luaces señalaba que el arte es difícilmente compatible con la consecución de los medios de subsistencia. Siguiendo con esta temática, el artículo ‘Grandeza y pobreza’ (1926) indagaba en las particularidades y vicisitudes de la vida literaria al mismo tiempo que comentaba la importancia de explorar tanto la biografía de los autores como sus obras, pues según Luaces el hombre es mayor que su obra. El crítico también expresó su opinión respecto a las diferencias entre clases sociales, la mal entendida democracia y las élites intelectuales en ‘La aristocracia, la guerra y el aire’. 115 Aunque no es la intención de esta sección ahondar en la faceta de Luaces como periodista, parece especialmente interesante para este estudio el artículo titulado ‘Feminismo y desvergüenza’ que se publicó en la portada del Heraldo Alavés el 25 de febrero de 1925. Luaces ejerció una dura crítica sobre la labor del feminismo, la pérdida de las tradiciones españolas y la influencia extranjera, todo ello a Particularmente interesantes son sus entrevistas a Luis Astrana Marín y a su tío Pedro González-Blanco. La primera se publicó el 23 de octubre de 1927 en La Voz: Diaro gráfico de información y en su introducción, Luaces menciona a Alfonso Camín (1890-1982), destacado poeta de origen asturiano, con quien el por entonces periodista tenía relación. Tras su regreso del exilio en Cuba y México motivado por el estallido de la guerra civil, Camín fue nombrado en 1967 ‘Hijo predilecto’ y Poeta de Asturias por la Diputación Provincial (cf. Martínez Cachero [1990], Suárez [1991] y Zavala [2003]). También hace referencia al escritor González-Blanco, aunque no explicita a cuál de los hermanos se refiere. Tanto Camín como González-Blanco son para Luaces ‘incomprensibles’ a la par que ‘grandes escritores’. En su conversación con Astrana Marín, le cuestiona sobre sus orígenes como escritor, su labor como traductor y también sobre cuestiones políticas. La segunda de las entrevistas citadas, en esta ocasión a Pedro GonzálezBlanco, apareció publicada el 17 de noviembre de 1927 en El día de Cuenca. Luaces lo presenta como un ‘literato millonario’ y un ‘hombre de acción’. Destaca la relevancia de la revista Helios y el hecho de haber sido el traductor del portugués Eça de Quiroz [sic]. En su charla, conversan sobre la trayectoria de Pedro González-Blanco y Luaces vuelve a apuntar la privilegiada situación económica que había disfrutado su pariente. 113 Llama la atención la crónica literaria ‘Los libros que se publican’ que apareció en el Noticiero de Soria el 12 de enero de 1931. En ella examina El club de los negocios raros de G. K. Chesterton y La policía de Botaratoff de Eduardo Barriobero. Con este último mantendría años más tarde una estrecha colaboración en el Partido Republicano Democrático Federal, del que Barriobero fue presidente a partir de agosto de 1930. 114 Este artículo, que fue publicado originalmente el 5 de diciembre de 1926 en La Voz: Diaro gráfico de información, volvió a reproducirse al día siguiente y también el 13 de febrero de 1927 en el mismo diario. 115 De forma similar al ejemplo anterior, este artículo se publicó por primera vez el 17 de diciembre de 1926 en el Diario de Almería y, posteriormente, apareció el 17 de febrero de 1927 en La Voz: diario gráfico de la información tanto en la edición de la mañana como en la de la tarde. 112 102 El traductor: Juan G. de Luaces raíz de la indumentaria con la que dos mujeres habían acudido al baile de la Prensa en el Teatro Real: No disfrazadas sino desvestidas, cubiertas solo sus carnes rosadas por una camisilla muy sutil, dos gentiles mujeres desconocidas, parapetadas en el no levantado antifaz, tuvieron el absurdo capricho o la insolente desvergüenza de mezclarse a la multicolor algarabía de las máscaras del baile de la Prensa en el Teatro Real. Nosotros, los recios españoles de añeja casta, enamorados del cristiano recato y del misterio meridional, hemos, con esta pública demostración de impudicia y antiestética, sufrido un nuevo traidor zarpazo del deforme y hediondo monstruo del feminismo sin feminidad. Mujeres electoras, mujeres regidoras, mujeres escritoras y togadas, mujeres públicamente desnudas, libre prostitución multiplicada, esterilidad que aumenta, bestialidad triunfante, espiritualidad mugiente: ambigüedad, miseria, decadencia… He aquí la labor del feminismo. ¿A donde [sic] vamos por este camino? ¿Es que no hay en España moralidad, conciencia, ni siquiera masculinidad? ¿Es que hemos de tolerar indefinidamente el repelente espectáculo de las pseudo-mujeres alejadas del hogar, de la maternidad y de la Religión, que, bajo un manto de artistas o letradas ocultan la deshonesta falda de picos pardos? Ya se que estas [sic], y aun mayores atrocidades son en el extranjero moneda corriente, pero ¿mediremos a la España severa, viril, noble y conquistadora con el mismo metro que a la Francia frívola o la Yanquilandia tocinera? […] España es una nación a quien Dios ha confiado la más alta misión directora y civílizadora [sic] que jamás pueblo alguno recibíó [sic]. Pero para que los españoles volvamos a ser dignos de ceñir en nuestras sienes la corona del dominio, es imprescindiblemente necesario que arrojemosde [sic] la huerta feraz de nuestro suelo las malas plantas de los feminismos, los extranjerismos y todos los demás ismos perniciosos. Ante la descarada desvergüenza de esas mujeres indignas de ser dichas españolas, ante el afeminamiento de los varones, ante la indiferencia, la negación y el escepticismo, de todo lo bueno, lo bello y lo grande, hemos de alzar un muro de sanas tradiciones, de sincera austeridad, de virilidad triunfante. Hemos de predicer [sic] una Cruzada ética, estética, y restauradora de todos los antiguos sustentáculos del verdadero españolismo. Considerando que este artículo apareció en los primeros años de la dictadura de Primo de Rivera, es probable que las opiniones versadas no fueran más que una ironía contenida en una dura crítica a los roles de género, al papel de España como ‘nación civilizadora’ y a la importancia de mantener la tradición. Es posible, por otra parte, que Luaces pretendiera congraciarse con el régimen para poder ejercer como periodista. Parece menos factible la hipótesis de que Luaces compartiera esta visión aunque si así fuere, la mentalidad del novel periodista, que por aquel entonces tenía diecinueve años, podría haber evolucionado hacia una mayor apertura de miras. En 1927 Luaces hizo el servicio militar en Madrid y un año después, en 1928, conoció también en la capital a Ester Castresana Álvarez, de origen leonés, quien se convertiría en la madre de sus cinco hijos, a quienes tendría a su cargo. 103 Capítulo 2 Imagen 16. Luaces durante el servicio militar116 Imagen 17. Luaces y Ester Castresana117 A partir del 19 de junio de 1930 aparecen en la prensa múltiples referencias a la vinculación de Luaces con el Partido Republicano Presidencialista de España. 118 La militancia de Luaces en el partido fue destacada y tuvo diversos cargos en el mismo: representante de las Juventudes Republicanas Federales, presidente de la Comisión de Propaganda, Secretario Primero, hasta que en febrero de 1931 llegó a ser Vicepresidente del Comité Organizador (Sánchez Herrero [online]).119 Según un artículo publicado en La Libertad el 20 de agosto de 1931, Luaces fue dado de baja del partido al parecer por algún tipo de comportamiento inapropiado.120 Desde su cese y hasta 1934 no se han registrado otras afiliaciones a partidos políticos. El 16 de octubre de 1934 el diario Siglo Futuro recoge la información de la participación de Luaces en la fundación del partido político Movimiento Nacional de Clases Medias en cuyo comité organizador constaban, además de Luaces, el delineante Luis de Rudiña, el escritor Vicente Olmos y el editor Antonio Imagen cedida por los herederos de Juan G. de Luaces. Id. 118 En los artículos consultados, se han encontrado diferentes denominaciones de este partido. Partido Republicano Democrático Federal y Partido Republicano Federal, son dos de ellas. Se han registrado más de treinta referencias a la actividad política de Luaces entre el 19 de junio de 1930 y el 20 de agosto de 1931 en conexión con el Partido Republicano Presidencialista de España. Véase, por ejemplo, ‘Los republicanos’ (El Heraldo de Madrid, 19 junio 1930), ‘El republicanismo español. Asamblea extraordinaria de la Juventud Federal’ (La Libertad, 6 septiembre 1930), ‘La conmemoración del 11 de febrero en Madrid. Los presidencialistas – comunistas’ (La Libertad, 12 marzo 1931), ‘Acción federal ante las elecciones’ (El Heraldo de Madrid, 9 abril 1931). 119 Sánchez Herrero en la página web ‘Los Hernández: Partido Republicano Presidencialista de España’ proporciona información sobre el partido y sus miembros. Se puede consultar en: [Última consulta: 8 octubre 2012]. 120 Según consta en el artículo: ‘La asamblea examinó la conducta observada por el ciudadano Juan G. de Luaces en su relación con el partido acordando su baja en éste’. De momento no se ha podido averiguar más información acerca de la conducta en cuestión. 117 116 104 El traductor: Juan G. de Luaces Cabanillas. Parece ser que en línea con este posicionamiento político fundó la publicación, Las Clases Medias, un periódico de periodicidad mensual.121 Imagen 18. Juan G. de Luaces (c. 1934) 122 Imagen 19. Juan G. de Luaces (c. 1935)123 Por estas fechas, Luaces también dirigió la empresa llamada ‘Prensa Artística’ (1934-1936) que publicó las revistas Madrid Nocturno y Madrid Ilustrado a las cuales se aludirá en su faceta de hombre de letras (2.2.1. Luaces: escritor y director de publicaciones en el campo literario español). Madurez: los horrores de la guerra El verano de 1936, durante las vacaciones familiares en Santa María de la Alameda (Ávila), estalló la Guerra Civil. Por aquel entonces, Luaces y Ester tenían ya tres hijos, Consuelo (1932- ), Carlos (1934-1991) y Adolfo (1935- ). Unos años más tarde tuvieron dos hijos más, César (1937-2003) y Ester (1947- ). Tras el inicio de la guerra, la familia regresó a Madrid, a su casa en la calle General Pardiñas. A finales de 1937, cuando llamaron al cabeza de familia a filas, un examen médico le calificó de no apto y le libró de entrar en el ejército, aunque lo mantuvieron en la reserva y se vio obligado a presentarse periódicamente en el cuartel. Parece ser que su apariencia frágil se debía al estado de La referencia a esta publicación apareció en el número de agosto-septiembre de 1935 de Madrid Ilustrado, una revista que dirigió Luaces. Sin embargo, por el momento no se ha hallado ningún número de Las Clases Medias. 122 Retrato de Luaces incluido en su obra Estampas (1934). 123 Esta imagen proviene de la publicación Madrid Ilustrado, concretamente, del número de mayo de 1935. 121 105 Capítulo 2 depresión en que estaba sumido como consecuencia de la guerra. Según palabras de su hija Consuelo: En Madrid no se comía, no se dormía. […] Cuando empezó la guerra yo tenía tres años. Tengo recuerdos […]: todo el día las sirenas, bombas por todas partes, al lado de donde estabas se caía un edificio. Era una vida horrorosa y luego, estábamos cercados, no entraba nada, no entraba alimento. Alguna vez, Franco tiraba libretas de pan blanquísimo. Mi padre nos prohibió que lo cogiéramos. (C. G. C.) El estado de salud en que se encontraba y su espíritu pacifista llevaron a Luaces a huir de Madrid. Su intención era viajar a Marsella para coger otro barco rumbo a México. Tan pronto como su padre Edmundo murió, el 17 de noviembre de 1938, Luaces, Ester y sus hijos marcharon hacia Valencia, donde tenían un familiar, Rodolfo Tomás Samper, con quien Dolores, una de las tías de Luaces, había estado casada. Luaces fue detenido y encarcelado durante unos meses, al ser confundido con un espía (C. G. C.). Tras ser puesto en libertad, consiguió llegar con su familia a Marsella, en el barco mercante de un inglés, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial, impidió la salida del barco.124 Así que la familia se vio obligada a regresar a España por la frontera de Hendaya y Fuenterrabía. En 1939, regresaron a Madrid. Tras intentar nuevamente marchar de Madrid, Luaces viajó a Lisboa, dejando a Ester y sus hijos en la capital. González Castresana afirma que durante un breve periodo de tiempo el gobierno de Antonio de Oliveira Salazar le proporcionó textos para traducir del portugués y le encargaron una biografía del jefe del gobierno portugués125 lo que supuso un respiro económico para la familia. Antes de viajar a Portugal, Luaces había conocido a Juan Pujol García, con quien colaboró durante su estancia en Portugal, escribiendo panfletos sobre la situación política del momento y vendiéndolos a las diferentes embajadas. Tal y como apareció, Pujol se esfumó de la vida de Luaces y años más tarde descubriría que Juan [Joan] Pujol García – conocido como Garbo, por sus dotes interpretativas – resultó ser un agente doble que trabajaba como agente secreto del Reich alemán y para la Inteligencia Británica, cuyo papel parece haber sido decisivo en el desenlace de la Segunda Guerra Mundial.126 En la biografía de Joan Pujol escrita con la colaboración de Nigel West, titulada Operation No se tiene información acerca del destino del navío. Por el momento, no se han ubicado dichas publicaciones. 126 Algunos de los autores que han estudiado la figura de Juan Pujol han sido: Harris (2000), Holt (2004) y Juárez (2004). Además, Edmond Roch dirigió en 2009 el documental Garbo, el hombre que salvó al mundo, que también versa sobre este personaje y con el que obtuvo ese mismo año el premio Goya a la mejor película documental. 125 124 106 El traductor: Juan G. de Luaces Garbo. The Personal Story of the Most Successful Double Agent of World War II, aparece una referencia que muy posiblemente apunta a Luaces: I [Juan Pujol] registered myself at the consulate as a Spanish resident abroad, alleging that I was a writer working in partnership with Luances, an Austrian poet living in Lisbon. Together we wrote two bilingual six-page pamphlets on what was happening in Europe, with Portuguese on one side and Spanish on the other, and sold about 10,000 copies of these to the various Allied embassies who then gave them away free of charge as propaganda. I made sure that my signature was not on the pamphlets as I did not want my name spread around, least of all in foreign embassies. (1985: 48) Las posibilidades de que Pujol se refiriese a Luaces en este extracto son notables. La propia Consuelo González Castresana tiene recuerdos de Pujol y su esposa. Por otro lado, en el extracto de la biografía reproducido más arriba aparece una mención a un poeta llamado ‘Luances’ y se afirma que este era ‘Austrian’ (que podría ser ‘Asturian’). En consecuencia, ‘Luances’ y ‘Austrian’ podrían ser meros erros tipográficos, fallos memorísticos de Pujol o, incluso, podrían haber sido escritos de forma incorrecta expresamente para no revelar la identidad de Luaces. Imagen 20. Juan G. de Luaces (c.1940)127 Tras aquel episodio, Luaces regresó a Madrid pero el hambre y la miseria eran tan palpables128 que a principios de 1941 se trasladó, esta vez con toda su familia, a Barcelona. Allí escribió cartas a diferentes editores y el primero en contestar fue Luis Miracle quien confió en sus posibilidades como traductor y le introdujo en el mercado de la traducción. Imagen incluida en una carta escrita por Luaces en Lisboa con fecha de 1 de julio de 1940. Carta cedida por los herederos de Juan G. de Luaces. 128 Gracia García y Ruiz Carnicer (2001) y Montoliu (2005) recogen información sobre la precariedad en la primera posguerra. 127 107 Capítulo 2 El primer texto que le pidieron que tradujera en Barcelona fue del portugués: Una mujer de Lisboa de Joaquim Paços d’Arcos, seudónimo de Joaquim Belford Correia da Silva (Luis Miracle, 1942). Además, colaboró con varias editoriales, entre ellas la de José Manuel Lara, Iberia, Juventud, Argos, Destino, Éxito, y Mateu. Fue en aquella época cuando Luaces conoció al editor José Janés, con quien mantuvo una estrecha amistad y quien le proporcionó una gran cantidad de textos para traducir.129 Sin una máquina de escribir propia, Luaces pasaba largas horas en un centro situado en la calle Tallers donde se alquilaban máquinas de escribir por horas. Pasado un tiempo, tras haber conseguido la suya propia, pudo incluso comprarse una máquina portátil para emplearla en caso de emergencia, puesto que los ingresos familiares dependían exclusivamente de sus traducciones. Últimos años: desencanto y frustración En Barcelona, la familia se instaló en el número 54 de la calle Camp. Aquellos fueron tiempos muy difíciles para Luaces cada vez más exhausto por la cantidad de trabajo que debía llevar a cabo para sustentar a sus cinco hijos y a su mujer. Su hija, Consuelo, recuerda que su padre pasaba quince o veinte días traduciendo sin cesar, sin ni siquiera salir de casa. Tras una corta estancia en Madrid, en la que intentó retomar la carrera de escritor, Luaces decidió regresar definitivamente a Barcelona, donde se quedaría traduciendo hasta el final de sus días. Murió el 23 de junio de 1963, a la edad de cincuenta y siete años. 2. 2. Labor literaria 2.2.1. Luaces: escritor y director de publicaciones en el campo literario español Juan G. de Luaces inició su andadura literaria muy joven. Con tan solo dieciocho años, La Libertad anunciaba el 27 de agosto de 1924 que Luaces había sido el ganador del primer premio del concurso semanal de cuentos ‘El artista novel’ por ‘Peña Negra’, que se publicaría dos años más tarde en la portada de El Avisador Numantino. El Diario de Muestra de su afecto, confianza y cercanía con Janés son los versos inéditos que Luaces dedicó al editor y que se han reproducido en Ortega Sáez (2009). 129 108 El traductor: Juan G. de Luaces Almería, por su parte, publicó la narración ‘Un jardín’ el 29 de diciembre de 1926. Por lo que se refiere a la poesía, entre 1925 130 y 1931 aparecieron ocho composiciones: el Heraldo Alavés publicó ‘¿Dónde estás?’, 131 el Avisador Numantino dio a conocer ‘La niña romántica’, ‘Canción nocturna en Toledo’, ‘A Magdalena’, ‘Mi muñeca encantada’ y ‘Sonata del príncipe azul’ y, finalmente, ‘La perla del amor’ apareció en el Noticiero de Soria. A parte de las poesías y narraciones breves que aparecieron en periódicos, otras de sus publicaciones de la etapa de preguerra fueron Saetas de Oro (1925), Los amores de Cleopatra (1928), La dramática vida de Miguel Bakunin (1930) y Estampas (Imagen 23). Estos primeros textos reflejan la diversidad de géneros que cultivó Luaces: poesía (Saetas de Oro y Estampas), prosa histórica (Los amores de Cleopatra) y biografía ficcionalizada (La dramática vida de Miguel Bakunin). El primero de ellos, Saetas de Oro, fue un libro de poemas reeditado en seis ocasiones, que recibió elogios por su cercanía al estilo de Rubén Darío (Campal Fernández 2009).132 A esta época pertenece también la novela histórica Los amores de Cleopatra, dentro de la colección ‘La Novela Vivida’ y La dramática vida de Miguel Bakunin para la publicación Cuadernos de Cultura, donde también habían publicado los hermanos González-Blanco.133 Este segundo volumen apareció anunciado en la bibliografía quincenal de La Gaceta Literaria (1930: 16) así como también en la sección ‘Bibliografía sociológica’ del diario Luz (1934: 9). El propio texto incluye, a modo de información peritextual, una ‘Advertencia’ que indica: ‘[ha sido escrita] por el joven Juan G. de Luaces, quien, perspicaz y erudito, ha sabido destacar aquella parte de relevante interés de tan accidentada vida y expuesto en estilo popular, ameno y sencillo’. En el número del 8 de noviembre de 1930 de El Sol de Madrid, se destacaba, por una parte, la forma en que Luaces había ‘acertado a concretar los aspectos más interesantes de [la] vida En 1925 se publicó el texto Desequilibrio de Julio Satán que está precedido por ‘Una opinión sobre Desequilibrio’ redactada por Luaces. En su comentario, Luaces apunta: ‘No pretendo sentar plaza de crítico literario. A desprestigiar o adular novelas, prefiero escribirlas. […] Como artista y no como crítico de arte considero este libro precioso’. 131 Este poema se publicó nuevamente el 14 de marzo de 1925 en El Avisador Numantino. 132 Aparte de la información proporcionada por Campal Fernández, se ha encontrado una reseña en el número del 9 de mayo de 1925 en Alrededor del mundo en la que la publicación de Luaces aparece comentada debajo de una referencia a Juan Ramón Jiménez. Respecto a la composición poética de Luaces la nota indica que las poesías ‘revelan facultades no comunes de poeta’ y se felicita al autor, deseándole ‘edición próspera y larga vida’ (450). 133 Cuadernos de Cultura publicaba folletos de precio asequible que trataban sobre política, economía, sociología, derecho, geografía, historia, filosofía, arte, literatura, religión e higiene. Esta colección fue dirigida por el anarquista y masón Marín Civera Martínez (cf. Ruíz Pérez 2004) y tuvo una duración de tres años (1930-1933). 130 109 Capítulo 2 [de Bakunín]’ (1930: 2) aunque, al mismo tiempo, el crítico apunta que el autor de la biografía había incurrido en algunos errores (id.). Imagen 21. Los amores de Cleopatra (1928) Imagen 22. La dramática vida de Miguel Bakunín (1930) Imagen 23. Estampas (1934) Rómulo M. Lafuente se refiere en un artículo publicado en Madrid Ilustrado en febrero de 1936 al ambiente bohemio de la época en que Luaces combinó la escritura creativa con el periodismo y destaca algunas de las personalidades del momento: Ahora me acude a mí la necesidad de proyectar en mi imaginación lo que era la vida literaria y bohemia del Madrid de hace diez o doce años. Entonces eran jóvenes escritores ya hoy madurados. González Ruano daba saltos mortales en el alambre de la necesidad cotidiana. Jardiel Poncela, el humorista, trazaba terroríficas novelas de misterio, que no leía nadie. La vejez aguardentosa de Fornoví, escandalizaba en las tabernas. Gálvez era procesado por sus sonetos contra el rey. Llabrés, vulgarcito, pergeñaba comedias y trabajaba en Telégrafos. Buscarini, el audaz, irrumpía en las redacciones, preparando su triste salto al manicomio. Luaces, el magnífico, escribía saetas de oro, y afiligranaba en bronce poemas de guerra. Camín empezaba a engordar. El pelma de Juan Ferragut, escribía tonterías y tenía algún nombre. Monterín Alonso era conocido de algunas personas, antes de hundirse en el anónimo que poco más tarde le envolvió. Triunfaba aún la musa de Carrere… La gente literaria de entonces, encerraba sus sueños en la sórdida taberna de Pascual, entonces no remozada, y bebía vino en la calle de Preciados y en la de Leganitos. En el café de Madrid, modificado del todo, y del que huyeron sus camareras que le daban un prestigio galante, pegaba gritos Barrieras, un buen dibujante que se malogró en las covachuelas del Estado, y Juan G. de Luaces inspiraba un soneto admirable en el pelo rubio de una hetaira joven. Las noches de alcohol se salía a la rúa y se escalaban los faroles para apagarlos. En casa de Carpeta, el tabernero asturiano, se organizaba una juerga de literatos, y Juan G. de Luaces, severo y señorial, enviaba, con la complicidad de Soriano y otros, esta información, reproducida en docenas de periódicos de provincias: ‘Se celebró una gran cena de artistas en el lujoso restaurant del Espíritu Santo… Asistieron la flor de las damas de la sociedad selecta de Madrid…’ Y venían al pie los nombres y apellidos de todas las mujeres galantes que intervinieron en la cena, y bailaron, al final, sobre la mesa, desnudas… ¡Oh, tiempo viejo, antiguas horas alegres! ¿Dónde estáis?... 110 El traductor: Juan G. de Luaces La siguiente publicación de Luaces en la época de preguerra fue el libro de poesía titulado Estampas (1934),134 una compilación de poemas formada por varias secciones, del que se realizaron ocho ediciones y que, probablemente, fuera el más destacado de su obra poética. Imagen 24. Dedicatoria de Luaces a Gerardo Rivera135 Es de especial interés, una de estas secciones, denominada ‘Estampas de los hombres’, en la que aparecen tres poemas titulados ‘Ruben Darío’, ‘Julio Satán’ 136 y ‘Vicente del Olmo’,137 respectivamente.138 Algunos críticos ensalzaron la calidad literaria que Luaces había plasmado en Estampas. Entre ellos, el cronista Faustino Piloña destacaba en La Voz de Avilés la solvencia del autor que ‘rima[ba] en todos los metros y canta[ba] en todos los tonos’ (citado en Campal Fernández 2009). El 16 de mayo de 1934 un artículo firmado por L. H. A. en el diario El Sol anunciaba la publicación de Estampas y destacaba su ‘maestría’ y ‘agilidad’ como poeta. En diciembre de 1934 Manuel Feijoo y Torres, poeta, articulista y miembro del Partido Republicano Presidencialista de España, lo tildaba de ‘virtuoso de la Poesia [sic]’ y elogiaba sus rimas.139 También el suplemento ‘Blanco y Negro’ del diario Estampas se publicó en la colección ‘Arte Selecto’ que dirigía Luaces. Según el número de mayo de 1935 de Madrid Ilustrado, esta colección inició un concurso para escritores y jóvenes poetas. Se pretendían publicar los números 2 y 3 de la colección con los títulos ‘Los nuevos poetas’ y ‘Cuentistas nuevos’, respectivamente. Sin embargo, por el momento no se ha encontrado ningún otro título de la colección. 135 La dedicatoria, que aparece en el volumen de Estampas que se ha consultado, dice: ‘A Gerardo Rivera, cronista original y crítico agudo’. Gerardo Rivera era el seudónimo de Juan José Domenchina Moreu, escritor de la Generación del 27 y crítico literario que colaboró en Los Lunes de El Imparcial, España, La Pluma, Revista de Occidente y El Sol. 136 La lectura del poema titulado ‘Julio Satán’ refleja la admiración de Luaces hacia Satán, como ya hizo antes en su comentario sobre Desequilibrio (1925). De Satán se ha localizado también un artículo titulado ‘El salón de otoño’ que apareció en El día de Cuenca en noviembre de 1927, periódico con el que había colaborado Luaces a finales de los años veinte. 137 Vicente del Olmo fue un escritor prolífico durante el primer tercio del siglo XX así como uno de los colaboradores de Luaces en la creación de la editorial Cooperativa. 138 La mayoría de los poemas recopilados en Estampas aparecieron en Madrid Ilustrado, una publicación mensual que dirigió Luaces de la que se hablará más adelante. 139 El artículo de Feijoo y Torres, titulado ‘Comentarios bibliográficos: sobre un libro de Luaces’ se publicó en Madrid Ilustrado y, por lo tanto, es posible que carezca de imparcialidad. 134 111 Capítulo 2 ABC incluía el 17 de febrero de 1935 una referencia a la publicación de Estampas y se refería a Luaces como ‘una esperanza de la lírica que el tiempo y la experiencia se encargarán de trocar en realidad sazonada’. En mayo del año siguiente, se reproducía también en Madrid Ilustrado la reseña que Ramón Abril había publicado en el Diario Español en el continente americano:140 A mi estilo, Juan G. de Luaces es, en efecto, un poeta grande, más [sic] no por el hecho de escribir versos floridos, sortilegiados de luz, que eso bástaria [sic] a acreditarle de talentoso, pero no de genial. Yo le estimo el nuevo gran poeta de la lengua en España. […] ‘El Poeta’, ya está aquí [.] Ya está con la genialidad del reformador. […] Yo adivino en él a un futuro adorador del sarcasmo lirico [sic]. […] En el verso, es Luaces, pues, un poeta revolucionario. Toma los temas y las formas clásicas, como los caudillos de turbas toman, vencedores los reglamentos de las instituciones vencidas, y los da vueltas, los lija, los exprime, los remoza.141 Contrariamente, desde Buenos Aires Eduardo Suárez desdeñaba la valía del poeta criticando en el semanario Caras y caretas la monotonía de los versos de Estampas (1934: 54). En lo concerniente a su faceta como editor y de director de publicaciones, Luaces fundó la editorial Cooperativa formada junto con el pianista Alfredo Domínguez, el ya mencionado Vicente del Olmo y Luis Rentería 142 y en diversos periódicos aparecen referencias a Publitecnia, que parece ser otro proyecto editorial de Luaces. 143 También dirigió la empresa ‘Prensa Artística’ 144 que publicó Madrid Nocturno y Madrid Ilustrado. La primera, de carácter semanal, se fundó en septiembre de 1934 y el 22 de septiembre de ese mismo año el periódico Libertad la definía como: una divertida publicación que se publica los sábados, dedicada a los diferentes y divertidos aspectos de Madrid, en que no faltan las notas humorísticas dedicadas a la política, teatros y Se desconoce con certeza el país en el que se publicaba este periódico pero tal y como consta en la introducción al artículo de Abril, la publicación ‘en tierras de otro continente’ hacía una ‘fecunda labor española’. 141 Resulta interesante que Abril le comparase con un caudillo cuando pocos años después España se vería sometida a la dictadura del general Francisco Franco, cuyo régimen depuró a Luaces. 142 La única información disponible hasta el momento acerca de Rentería es que asistió al banquete de homenaje a Luaces en el Mesón del Segoviano de Madrid celebrado en 1935 y al que se hará mención más adelante. González Castresana, por su parte, recuerda que era originario del País Vasco y que colaboró con Luaces cuando empezó la guerra civil (Conversación con Consuelo González Castresana. Barcelona, 2 abril 2013). 143 El 23 de febrero de 1931 el Noticiero de Soria se hace eco de la novela La policía de Botaratoff de Eduardo Barriobero publicada por Publitecnia. 144 En el número de abril de 1935 de Madrid Ilustrado en un artículo titulado ‘El Dr. Carro’, compañero de Luaces, se especifica que ‘Prensa Artística’ es una ‘empresa independiente, no mediatizada, ni por imposiciones de partido, ni por exigencias de financiadores’. 140 112 El traductor: Juan G. de Luaces toros. Don Juan G. de Luaces como director y los escritores que forman la Redacción del nuevo periódico, dan en este semanario repetidas pruebas de su ingenio y competencia periodística. Prácticamente de forma paralela a la publicación de Madrid Nocturno, Luaces inició la andadura de Madrid Ilustrado, de periodicidad mensual, del que se publicaron dieciséis números entre noviembre de 1934 y abril de 1936 y que oscilaban entre ocho y dieciséis páginas. A partir del número de agosto-septiembre de 1935, Madrid Ilustrado se subtituló ‘Publicación literaria’ y apareció el nombre de Juan G. de Luaces como director. A pesar del subtítulo, la publicación combinaba contenido cultural, informaciones relativas a destacados políticos del momento, cuestiones de interés social y amplias secciones dedicadas a la publicidad. Todos los números contenían una composición poética de Luaces,145 bien en la portada bien en las páginas interiores, acompañada por una ilustración (Imagen 25): Imagen 25. ‘Carnaval’ (Madrid Ilustrado febrero 1936) La mayoría de ellas eran inéditas, aunque en cuatro ocasiones Luaces reprodujo poemas de los que había compilado en Estampas. 145 113 Capítulo 2 La mayoría de los artículos que se publicaron en Madrid Ilustrado se presentaban sin firmar. Con referencia a los escasos títulos firmados, en el número publicado en enero de 1936 se incluyen unas ‘Advertencias importantes’ que rezan del siguiente modo: ‘De los artículos firmados que insertan nuestras columnas son siempre responsables sus autores. Publicar un artículo firmado no siempre significa que nos solidaricemos totalmente con él. Publicar un anuncio o tomar una suscripción no es adquirir patente de inmunidad contra las campañas justas’. 146 Destacan la colaboración del ya mencionado Alfonso Camín que contribuyó en el número de febrero de 1935 con un artículo sobre los anuncios y las agencias publicitarias en España y las escasas aportaciones firmadas por Luaces. Resulta de especial interés ‘La crítica torpedea un libro nuevo’, que apareció en el número de abril de 1936, en el que Luaces ejerce de crítico literario y contradice la generalizada recepción negativa de El hombre de la bufanda de José María Sánchez Silva (1911-2002), que se había publicado en 1934. Luaces ensalza la obra de Sánchez Silva, destacando las reminiscencias con Papini y Poe y señala: ‘con trabajo y estudio creo en José Sánchez Silva, un futuro escritor de fuerza entre los de nuestro idioma nuevo’. Y no andaba errado Luaces, pues Sánchez Silva se convirtió con el paso de los años en el único escritor español que ha obtenido el Premio Andersen147 además de obtener el Premio Nacional de Literatura en 1957. De forma similar al ‘descubrimiento’ de Sánchez Silva, Luaces actuó como mecenas de Gloria Fuertes (1917-1998). Cuando Fuertes tenía tan solo dieciocho años, aparecieron en Madrid Ilustrado dos poemas suyos: en junio de 1935 se publicó ‘A mí me gustan los hombres’ y en el número de agosto-septiembre de 1935 salió a la luz ‘Instantánea’.148 Por lo que respecta a los artículos sin firmar y a raíz de las ‘Advertencias importantes’ que se han mencionado anteriormente, se deduce que Luaces, como director de la revista, se responsabilizaba de los mismos aunque no hubieran sido redactados por él. Entre las temáticas recurrentes están el posicionamiento a favor de la Segunda República y las 146 Los datos bibliográficos específicos de los artículos publicados en Madrid Ilustrado están recogidos en el Anexo 4. 147 Sánchez Silva obtuvo este premio, considerado el equivalente al Nobel de narrativa infantil, en 1968. Posteriormente, adquirió gran popularidad con el relato Marcelino pan y vino (1952), llevado a la gran pantalla por Ladislao Vajda en 1955. 148 La primera compilación de poemas de Fuertes no sería publicada hasta 1950 con el título Isla ignorada. Gloria Fuertes recibió la mención de honor del Premio Hans Christian Andersen de literatura infantil con Cangura para todo en 1968. También fue galardonada por su literatura para adultos: Todo asusta Caracas (1958) recibió la primera mención del Concurso Internacional de Poesía Lírica Hispana (1958), Ni tiro, ni veneno, ni navaja fue galardonado con el Premio Guipúzcoa (1965), y Cómo atar los bigotes del tigre recibió el accésit al premio Vizcaya (1969). 114 El traductor: Juan G. de Luaces alabanzas a algunos de sus máximos representantes, como Niceto Alcalá Zamora, Alejandro Lerroux, 149 Eloy Vaquero, Juan José Rocha, Ricardo Samper, Rafael Salazar Alonso o Andrés Orozco;150 las crónicas internacionales; así como las críticas a la censura y la suspensión de las libertades ciudadanas por la prórroga del estado de excepción y a otros aspectos relacionados con la prensa. En febrero de 1935 aparece en la publicación la crónica del homenaje que recibió en el Mesón del Segoviano de Madrid con motivo del éxito obtenido por la publicación de Estampas.151 ‘¿Para que [sic] elogiar a Luaces?’ se pregunta el autor de la crónica: El [sic] está entre nosotros todos los días. Se le admira y se le conoce. ¿Para que [sic] elogiar a Luaces si su obra habla por él? Se reunían un grupo de amigos [,] la flor de la intelectualidad española para agasajar a Luaces por su triunfo reciente. El triunfo de sus bellas [,] de sus inimitables ‘Estampas’. Estaban presentes en el agasajo Eduardo Barriobero, Vicente del Olmo, Hoyos y Vinent, Saldaña, Tordesillas, Alfonso Camin [sic], Renteria, Barrieras, otros… Se adhirieron, en términos de entusiasmo y cordialidad sincera Eduardo Zamacois, el doctor Carro, los señores Don Antonio y Don Ricardo Royo Villanova [,] Nicanor Villalta, Zubillaga, doctor Emilio Ochoa, Embajador de Venezuela, Ministro Plenipotenciario de Turquia, Fernandez [sic] Shaw, Don Rafael Aizpún, Ministro de Justicia, etc… Y no se pronunciaron discursos. Fue una cosa de camaradería y confraternidad, una reunión de compañeros insignes en torno al valor joven y nuevo, que surge auroleado por la victoria merecida. El 1 de febrero de 1935 también La Libertad se hacía eco del banquete que ‘destacados elementos de la intelectualidad española’ celebraron en honor a Luaces. Además de los participantes recogidos en la crónica anterior, en esta reseña se menciona la adhesión de Cansinos Assens, Montero Alonso y Eduardo Marquina. Es preciso hacer un inciso para destacar las personalidades que homenajearon a Luaces y aquellos que a pesar de no asistir expresaron su afecto hacia el escritor en su adhesión. La extensa lista de nombres que aparecen mencionados en los artículos anteriores refleja el amplio capital social de Luaces. Del campo de las letras destacan escritores y periodistas como Eduardo Marquina,152 Rafael Cansinos Assens153 y Eduardo Zamacois.154 También El artículo en el que se menciona a Alcalá Zamora y Lerroux se titula ‘Los puntales máximos de la República’ y se publicó en el número de noviembre de 1934. 150 Estas personalidades se exploran en ‘Los que han vencido a la Revolución’, también publicado en el número de noviembre de 1934. 151 Según una nota en la sección ‘Vida literaria’ del número de enero de 1935 de Madrid Ilustrado el banquete estaba previsto para el día 9 de marzo y originalmente iba a celebrarse en el Café de San Bernardo. El Mesón del Segoviano se caracterizó por acoger las reuniones de personalidades del mundo del arte y de la política. Véase: Madrid Ilustrado, diciembre 1934. 152 Marquina fue simpatizante republicano durante su juventud y defensor de ideales socialistas y revolucionarios. Recibió el encargo de Alfonso XIII de componer la letra de la Marcha Real, la primera letra 149 115 Capítulo 2 se incluyen en el listado ministros y embajadores como Antonio 155 y Ricardo Royo Villanova,156 Rafael Aizpún,157 así como personajes populares de la época como el torero Nicanor Villalta. Entre otras cosas, Madrid Ilustrado fue una herramienta de promoción para Luaces. Aparte de la inclusión en cada volumen de una composición poética propia, de forma sistemática aparecían invitaciones a los lectores a adquirir un ejemplar de Estampas. Asimismo, se publicitaba una nueva obra de Luaces que iba a salir al mercado, ‘El buscador de oro’, que parece que no llegó a publicarse.158 Por otra parte, la promoción también se daba en varios números en los que se incitaba a los lectores habituales a leer otras de las publicaciones de Luaces como Las Clases Medias. La producción literaria de Luaces incrementó de forma considerable entre el último año de la guerra civil y los primeros años de la dictadura. Es necesario puntualizar que pese a ser este el momento de su máxima prolijidad creativa, probablemente debido a su abandono del periodismo y de las gestiones de dirección de las diversas empresas editoriales que llegaron a su fin con el comienzo de la guerra civil, algunas de sus obras no salieron a la luz. Teniendo en cuenta que la dictadura franquista se caracterizó por una dura represión y una estricta censura, no es de extrañar que algunas de sus obras fueran categóricamente prohibidas por la temática que trataban. Antes de 1940 Luaces había escrito La vida oficial que tuvo el Himno Nacional Español. En 1930 fue nombrado académico de la Real Academia Española (RAE). Gozó de la amistad de Galdós, Clarín, Unamuno, Rubén Darío, Picasso, Dalí, Falla, García Lorca, entre otros (Amorós 2005). 153 Jorge Luis Borges consideró a Cansinos Assens su maestro. A este respecto véase la publicación de Borges Definición de Cansinos Assens (1924) y el volumen Borges y Cansinos-Asséns [sic] de Chiappini (1995). Cansinos Assens, escritor, crítico literario y traductor, colaboró en los diarios La Correspondencia de España y en La Libertad, este último de tendencia republicana. Después de la guerra civil fue depurado y padeció lo que se ha denominado ‘exilio interior’ (Ilie 1981). Los siguientes autores también han estudiado la trayectoria de Cansinos Sáenz: Linares (1978), Oteo Sans (1996) y Estrella Cózar (2005). Para acceder al listado de su correspondencia, que evidencia su nutrida red social, se puede consultar la Fundación-Archivo Rafael Cansinos Assens, disponible en: [Última consulta: 2 abril 2013]. 154 Luaces compartía ideas republicanas con Zamacois. Su posicionamiento ideológico condujo a este último a exiliarse al inicio de la guerra civil. Tuvo una prolija carrera como escritor y periodista pues publicó alrededor de 120 textos literarios y más de un millar de artículos periodísticos (Cordero Gómez 2008). 155 Antonio Royo Villanova fue Ministro de Marina entre el 6 de mayo y el 25 de septiembre de 1935, en el gobierno que presidió Alejandro Lerroux. 156 Ricardo Royo Villanova, hermano del anterior, fue rector de Universidad de Zaragoza desde 1913 hasta 1928, labor que compaginó con su cargo de senador. 157 Rafael Aizpún era por aquel entonces Ministro de Justicia. 158 En el número de diciembre de 1935 se describió el contenido del texto de la siguiente forma: ‘La vida angustiada y auténtica de un hombre de acción en su lucha con la sociedad por la conquista del oro. Libro vivido, sin falseamientos, cruel y crudo, de una formidable realidad’. También se mencionó su futura aparición en enero de 1936. 116 El traductor: Juan G. de Luaces novelesca de Benjamín Franklin. 159 El 23 de septiembre de 1939 él mismo presentó la solicitud correspondiente para Fuera de su sitio.160 Sin embargo, tan solo tres días después de la presentación de dicha solicitud, la publicación del texto fue prohibida. Desafortunadamente, el expediente de censura no contiene el informe del censor/lector y, por lo tanto, no se pueden conocer los motivos alegados para la denegación de la publicación. Lo que sí consta es el texto presentado por Luaces. A pesar de no contener tachaduras, es evidente que algunos de los pasajes del texto no casaban con los ideales morales del franquismo, por ejemplo, trata abiertamente sobre relaciones sexuales. En 1947, la editorial Cooperativa publicó La Guerra de los sapos. 161 En la cubierta se describía al autor como ‘uno de los máximos prosistas de la lengua hispana’.162 También en la última página de La Ciudad Vertical, otro texto de Luaces publicado en 1948 del que se hablará más adelante, hay unas líneas referidas a La Guerra de los sapos, describiendo la obra: Como ha dicho la crítica, esta obra es mucho más que una novela. Con frase de un crítico, constituye ‘un tremendo y explosivo cócktel [sic]’ por su audacia, su originalidad y la multiplicidad de los sorprendentes temas que toca. Personajes arrancados de una realidad palpitante y descritos con poderosos colores por Luaces, se mueven con intensa vibración de vida sobre un fondo abigarrado, trazado en esas pinceladas, rápidas y certeras, características del estilo, preciso y moderno, de este gran prosista. LA GUERRA DE LOS SAPOS se vende a 35 Ptas. en las buenas librerías. Hasta el momento no se ha logrado encontrar esta publicación. La existencia de este texto se descubrió gracias a una carta que Luaces envió desde Lisboa a Don Antonio Arias de la Compañía Azucarera Oriental Cubana el 1 de julio de 1940. En el margen izquierdo aparece una fotografía de Luaces y bajo el título ‘Obras de Juan G. de Luaces’ se enumeran los siguientes textos publicados por el autor: Saetas de Oro, Cleopatra de Egipto, La dramática vida de Miguel Bakunin, Estampas, La guerra europea de 1914, Polonia y La vida novelesca de Benjamín Franklin. Esta carta se encuentra en el archivo particular de los herederos de Juan G. de Luaces. 160 AGA/IDD (03)050 Caja 21/06445 Expediente 627. La editorial no constaba. 161 AGA/IDD (03)050 Caja 21/07928 Expediente 5936. 162 Esta descripción puede considerarse poco objetiva ya que, teniendo en cuenta su procedencia, parece tratarse de contenido peritextual destinado a destacar la valía del escritor para posiblemente despertar el interés de los posibles lectores. 159 117 Capítulo 2 Imagen 26. La guerra de los sapos (1947) Las páginas de Destino también se hacían eco de los positivos comentarios suscitados tras la publicación de La guerra de los sapos. En la sección ‘Secreto a voces’ se hacía referencia a ‘una obra de sensación’ (1948: 10). También se recogían los elogios que habían aparecido respecto a Luaces en el diario Solidaridad Nacional, dirigido por el poeta y también traductor Luys Santamarina: ‘Nos descubrimos ante Luaces como creador de personajes’ (id.). Durante su estancia en Portugal, Luaces publicó A guerra europeia de 1914/ La guerra europea de 1914 - edición bilingüe portugués-español y Polonia heroica, ambas publicadas por la editorial portuguesa Bertrand.163 En 1948 se autorizaron las 3.000 copias de La ciudad vertical164 que había solicitado la editorial ‘Biblioteca Minus’.165 En la solapa interior de la cubierta se afirma que: ‘es acaso la sátira más aguda que se ha escrito contra ciertas facetas de la civilización moderna’. Uno de los pasajes de la novela ilustra la intención satírica: - Será usted extranjero. - ¡Qué demonio de extranjero si he nacido en el mismo Madrid! Estas dos obras fueron autorizadas por la censura portuguesa y los expedientes de censura de dichas obras se encuentran en el Archivo Nacional en Lisboa. Para información sobre el funcionamiento de la censura en Portugal en esta época, véase Seruya y Lin Moniz (2008) y Seruya (2010). 164 AGA/IDD (03)050 Caja 21/08174 Expediente 791. 165 En la solapa de La ciudad vertical se calificaba a Luaces de ‘gran prosista’. Biblioteca Minus, que publicaba volúmenes de pequeño formato – ‘grandes obras en tomos pequeños’ –, había publicado anteriormente Los revolucionarios y la perra del italiano M. Bontempelli, Curación por la escritura de A. Bombin y Amor en la Alemania de la postguerra de V. Scholz. 163 118 El traductor: Juan G. de Luaces - Pero, señor, Madrid… Esa es una de las ciudades que legendariamente se cree que existen en los estados bárbaros de la esfera norte… Esta es Villa Fastuosa, capital de la República de Opulencia. (Luaces 1948: 17) A través del diálogo citado, Madrid se presenta como una ciudad bárbara plagada de habitantes indómitos. Por otra parte, se puede deducir que Villa Fastuosa, la ciudad en la que transcurre la acción, es un nombre alegórico empleado por el autor para omitir una evidente referencia a Madrid – lo que sin duda alguna le hubiera causado dificultades a la hora de publicar su novela (el texto habla de importaciones ilegales, sobornos, etc.). Interesante, sin lugar a dudas, es el comentario del censor al afirmar que no había ‘Nada censurable’ en La Ciudad Vertical y que no contenía matiz político alguno. A pesar del dictamen de la censura, poco después de esta publicación, y según recuerda su hija, en una ocasión en que Luaces salió a hacer efectivo el cobro de una traducción, aprovechó para encontrarse con un amigo, cuyos padres regentaban el bar ‘La puñalada’ del Paseo de Gracia de Barcelona. Mientras Luaces brindaba ‘por Dios, por la Patria y el Rey’, un policía de paisano les arrestó a él y a su amigo. A su amigo le trataron con crueldad y dureza y no vivió muchos años más después de aquel episodio. Luaces tampoco se libró de los duros castigos de la policía, aunque fueron menos severos con él. Aquella misma noche se presentó un policía en su casa, registró sus libros y requisó La ciudad Vertical. En aquella ocasión, pasó dos meses en la cárcel (C. G. C.). Imagen 27. La ciudad vertical (1948) 119 Capítulo 2 En 1949 Luaces envió tres novelas para ser consideradas por el aparato censor. Se aceptó la publicación de 5.000 copias de La nave de los cien condenados166 y otras tantas de La huella de la noche.167 La tercera novela, La única aventura de una mujer, fue denegada porque, según el veredicto del censor, describía ‘la historia de la violación de una muchacha, diluida en la duda de si fue realidad o pesadilla. La escena de la violación sobria en detalles’.168 Un año más tarde, el 22 de julio de 1950, presentó la solicitud para la publicación de Un hombre de mucha suerte 169 en la colección ‘Cuentos Humorísticos’ editada por el mismo autor, y la autorización data del 10 de agosto de ese mismo año. Años más tarde, en 1959, la editorial German Plaza obtuvo la autorización de la publicación de 10.000 copias de la obra Nicolás II de Rusia, una ‘interesante biografía del Zar Nicolás II con el fondo de la Rusia de principios del siglo xx y los comienzos de la revolución bolchevique’170 según el censor/lector. Después del fallecimiento de Luaces, su hijo, Carlos González Castresana, se encargó de la publicación de dos antologías en las que aparecen dos nuevos textos de su padre: ‘La honradez’,171 en 1968, incluida en Antología del Humor (Volumen I) de la editorial Acervo (Barcelona), y el poema inédito, titulado ‘Canto de Don Quijote’ (1979: 260-262), también editado por Acervo. En este último caso, Carlos González Castresana, se encargó del prólogo, la selección y las notas biográficas. Dicho poema se encuentra en la Antología poética española en la que se recogen poemas desde el medievo hasta el siglo XX. 2.2.2. Luaces y el ‘campo’ de la traducción en España Aunque Luaces logró publicar varios textos originales después del establecimiento de la dictadura en España, otros no lograron ser autorizados. Ello le llevó a dedicarse a traducir como principal medio de sustento económico. En el ‘Prólogo del traductor’ de La AGA/IDD (03)050 Caja 21/08898 Expediente 5415. AGA/IDD (03)050 Caja 21/08898 Expediente 5414. Tanto La nave de los cien condenados como La huella de la noche fueron publicados por la editorial barcelonesa Apolo en 1949. 168 AGA/IDD (03)050 Caja 21/08828 Expediente 4209. 169 AGA/IDD (03)050 Caja 21/09194 Expediente 3699. 170 AGA/IDD (03)050 Caja 21/12555 Expediente 4547. 171 Según la base de datos del AGA, el expediente de este título tenía la siguiente signatura: AGA/IDD (03)050 Caja 21/19216 Expediente 7625. Sin embargo, la consulta de dicho expediente reveló que contenía información sobre otro texto y no sobre el de Luaces. 167 166 120 El traductor: Juan G. de Luaces Pompadour. Favorita real (Iberia, 1942), texto original del escritor italiano Mario Buggelli, Luaces reflexiona sobre el papel del traductor: Estimando que Buggelli, para poner su libro al alcance del gran público, emplea voluntariamente un estilo sencillo y sin rebuscamientos de léxico, he seguido, en la versión castellana, las normas que traza el original, porque entiendo que el traductor posee el derecho de interpretar el espíritu antes que la letra de la obra traducida, pero no el de decorarla con ropajes literarios ajenos a la intención del propio autor. (1942: 7) Asimismo, el traductor indica algunas de las modificaciones que ha considerado pertinentes: ‘Me he creído obligado a suavizar en la versión española ciertas asperezas del lenguaje encontradas por el autor en los textos que copia y que él, con muy buen acuerdo, reproduce en francés’ (id.). Aquí, Luaces explicita la necesidad de autocensurar cuestiones de expresión lingüística lo que podría ser un indicativo de que, posteriormente, siguiera llevando a cabo esta práctica y, quizás, aplicada también a contenidos problemáticos. Algunos años más tarde, en su ‘Prólogo a la edición española’ de los Cuentos de Canterbury (Iberia, 1946), Luaces reformula su opinión respecto al oficio al que se vio obligado a recurrir: El escritor que ejecuta la tarea ingrata de verter a su idioma obras extranjeras, halla a veces, en la aridez inmensa de su trabajo, algún oasis de reposo donde le cabe deleitarse pensando que cumple una misión merecedora del sudor que cuesta. Hablo, con esto, de cuando se traslada un libro de mérito, y más si tal libro es una pieza maestra de las letras mundiales. (1946: 5) Las palabras de Luaces respecto a la ‘tarea ingrata’ y la ‘aridez inmensa de su trabajo’ del traductor evocan en cierto modo las de José Ortega y Gasset que se había referido a ‘[la] modesta ocupación que es el traducir. En el orden intelectual no cabe faena más humilde’ (1983 [1937]: 434). Aunque justamente después, Ortega y Gasset se refería a la ‘exorbitante’ (id.) labor del traductor, queda patente que para Luaces, un hombre de una gran capacidad creativa, verse condenado a traducir fue un duro contratiempo que supuso el fin de su propia carrera como escritor, bien por el anonimato o por la imposibilidad de expresarse libremente. No obstante, el autor, ahora traductor, declara la satisfacción y deleite de traducir ‘libros de mérito’ que mitigan tal desagradecida tarea. Aunque en este prólogo se refiere a los Cuentos de Canterbury, es probable que tal comentario fuera extensible a otras ‘pieza[s] maestra[s] de las letras mundiales’ que Luaces vertió al español. Más adelante, aunque de forma eufemística, el traductor alude a la censura y manifiesta su 121 Capítulo 2 pesadumbre por haber tenido que acomodar su traslación a los condicionantes del momento: ‘Las expresiones crudas que alguna vez se hallan eran propias del tiempo […], yo las he suavizado (a menudo con sentimiento), por vía de concesión al gusto de hogaño’ (ibid.: 6). También se posiciona respecto a la carencia de notas explicativas en la traducción desdeñando la utilidad de este peritexto: He huído del prurito de prodigar notas. Sostengo que el informado pocas veces las necesita, y que al indocto le son de muy parco valor. Además, el explicar lo en apariencia raro o enigmático se facilita mucho cuando la traducción es claro, como he procurado hacer la mía. Interpretar y desmenuzar todas las alusiones y sobrentendidos, llevan al anotador a errar con frecuencia, y subsiguientemente a dar al lector una visión falaz de las cosas. […] No quiero, acumulando rectificaciones, practicar un alarde de fácil sabiduría. (ibid.: 7) Por lo que respecta a los comentarios que recibió de los críticos de la época entorno a sus traducciones, por lo general, destacaban su buen hacer. En 1945 Juan Ramón Masoliver se refería a la versión ‘correctamente interpretada por Juan G. de Luaces’ de la Historia del Mundo (17). También N. María Rubió en su reseña sobre Cacería en la selva africana calificaba la traducción de Luaces de ‘cuidada’ (1947: 5). Igualmente el encargado de la crónica de Venezuela, pueblo y costumbres subrayaba la ‘perfecta traducción de la edición inglesa’ de Luaces (1963: 13). Del mismo modo, Satán en Goray, originalmente en Yidis de Isaac Bashvis Singer, que Luaces vertió a partir de la traducción inglesa de Jacobo Sloan, fue recibida como una versión que ‘conserva[ba] plenamente su fuerza, su profundo encanto, ese tono casi épico que [supo] conferirle el autor y que [han conservado] con todo celo y cuidado sus traductores’ (1963: 14). En la nota biográfica que Carlos González Castresana dedicaba a su padre en la Antología del Humor se destacaba la prolífica labor traductológica de este así como también la calidad de la misma: Como traductor, Juan G. Luaces no tuvo y difícilmente tendrá quien pueda rivalizar con él en cantidad y calidad. Debió traducir algo más del millar de obras del inglés, francés, alemán, italiano y portugués. La mayoría de ellas fueron de grandes autores […]. Entre sus cientos y cientos de traducciones hay que incluir la versión íntegra al castellano del gran poema sánscrito de Valmiki El Ramayana. (1979 [1968]: 300-301) Independientemente de la subjetividad que pueda existir en esta valoración de las traducciones realizadas por de Luaces, se ha corroborado que, en efecto, se trata de uno de 122 El traductor: Juan G. de Luaces los traductores más productivos de la posguerra española rondando los 240 títulos. 172 Aparte de la ya nombrada obra portuguesa de Paço d’Arcos, Luaces también vertió al español 58 títulos de autores rusos, franceses e italianos, entre otros, que fueron publicados en el periodo comprendido entre 1942 y 1968. 173 Sin embargo, el mayor volumen de traducciones que llevó a cabo Luaces provenía del inglés. De igual modo que ocurrió con el resto de idiomas, vertió del inglés al español, por una parte, obras históricas, textos relacionados con la política europea, libros de medicina y, por otra, un elevado número de obras literarias. Entre las primeras, las no literarias, destaca sobre todas, la traducción de algunos de los volúmenes de las Memorias de Winston Churchill, publicadas inicialmente en fascículos en La Vanguardia174 y, posteriormente, recopiladas en doce volúmenes por José Janés entre 1949 y 1952175 en la colección ‘Los Libros de Nuestro Tiempo’. Del que fue Primer Ministro Británico Luaces tradujo otros textos como Alba de liberación (1945), Adelante hacia la victoria (1945), Los secretos de la guerra (1946), Victoria (1947), y Marlborough, su vida y su tiempo (1948), todos ellos publicados por Janés en la misma colección que las Memorias. El conjunto de textos no literarios originalmente publicados en lengua inglesa traducidos por Luaces, publicados entre 1943 y 1965, asciende a 50.176 Las traducciones de las que se ofrece una exploración más detallada son aquellas de literatura en lengua inglesa ya que sobresalen en número y en variedad de épocas y registros. 177 Se han identificado 127 traducciones de textos literarios originalmente en A pesar de que algunos autores hayan cuestionado si Luaces plagiaba algunas de sus traducciones (cf. Santoyo y Chamosa 1989), esta afirmación requiere ciertas matizaciones. En primer lugar, habría que estudiar si todas las traducciones que llevó a cabo Luaces tenían una traducción publicada con anterioridad tanto en español como en otro idioma (francés, italiano) a la que hubiera podido tener acceso. Por otra parte, como se verá en este apartado, en la mayoría de las ocasiones la escasa distancia temporal entre la publicación del original y la traducción de Luaces invalida esta afirmación. Por su parte, Jorge Ordaz recoge en su blog: ‘En sus buenos tiempos adquirió fama, entre sus compañeros de trabajo, por su velocidad – pasaba directamente sus traducciones a la máquina de escribir, sin apenas correcciones’ (2006). En otras de las entradas a este blog aparecen menciones a títulos traducidos por Luaces (2007; 2008; 2012). Véase también: Campal Fernández (2009). 173 Los títulos están recogidos en el Anexo 3 del CD-ROM. Los listados de traducciones de Luaces – incluyendo estos últimos y los de textos literarios y no literarios en lengua inglesa – completan los ya proporcionados por Ortega Sáez (2006) y Campal Fernández (2011). 174 Es preciso señalar que los fascículos publicados en La Vanguardia aparecían como ‘Traducidos por La Vanguardia’, sin más especificación. Según la información publicada en el diario, el primer fascículo salió a la luz el 16 de abril de 1948. 175 Véase Hurtley (1992: 259) para consultar la distribución de los títulos publicados por Janés. 176 El catálogo completo se puede consultar en el Anexo 2 del CD-ROM. 177 Véase Anexo 1 del CD-ROM. 172 123 Capítulo 2 inglés publicadas entre 1942 y 1964. 178 Se distribuyen por fecha de publicación en el siguiente gráfico: Número de traducciones por año de publicación 20 18 16 19 Número de traducciones 14 12 10 8 8 6 4 4 2 2 0 1942 1944 1946 1948 1950 1952 1954 1956 1958 1960 1962 1964 4 4 3 2 1 4 3 3 3 4 3 7 8 7 7 7 6 5 7 6 Fecha de publicación Gráfico 1. Distribución de fechas de publicación de traducciones de Luaces de literatura en lengua inglesa El Gráfico 1 ilustra que anualmente se publicaron en las fechas indicadas anteriormente un mínimo de una (1955) y un máximo de ocho (1943 y 1945) traducciones de literatura originalmente en lengua inglesa. Teniendo en cuenta que Luaces falleció en 1963, lo que restringe su periodo traductológico entre 1942 y 1963, este traductor vertió una media de 5,77 textos al año tan solo de literatura en lengua inglesa. En el gráfico aparecen recogidas Los datos proporcionados corresponden a las fechas de publicación de los textos puesto que no ha resultado factible conocer los años en que Luaces produjo las traducciones. Sin embargo, resulta lógico pensar que por razones económicas no debía transcurrir demasiado tiempo entre la finalización de una traducción y su entrada en la Dirección General de Propaganda, donde se iniciaba el proceso que culminaría en la autorización o prohibición del texto en cuestión. Otro aspecto a tener en cuenta es la variada casuística de resoluciones, que podían ser inmediatas, en el caso de que el lector/censor no encontrara nada objetable a la publicación del texto o se extendieran en el tiempo si se requería algún tipo de modificación. 178 124 El traductor: Juan G. de Luaces diecinueve traducciones sin fecha, todas ellas publicadas por Mateu. La consulta de los expedientes de censura revela que estos textos habrían sido publicados entre 1948 y 1950. De todo ello se deduce que los datos referentes a las traducciones publicadas en esos años podrían ser susceptibles de cambios. La labor traductológica de Luaces fue llevada a cabo para diferentes editoriales. El siguiente gráfico ilustra los sellos editoriales que publicaron traducciones de Luaces: Número de traducciones por editorial 35 32 30 Número de traducciones 25 23 20 20 15 12 10 7 5 5 2 1 0 Juventud Molino Mateu Éxito Ediciones del Zodiaco Ediciones de la Gacela Plaza & Janés Germán Plaza Aymá José Janés L.A.R.A Luis Miracle Destino Planeta Argos Iberia Lauro 4 3 2 1 3 2 1 3 3 Editoriales Gráfico 2. Distribución de editoriales que publicaron traducciones de Luaces de literatura en lengua inglesa 125 Capítulo 2 Como refleja el Gráfico 2, las traducciones de literatura en lengua inglesa llevadas a cabo por Luaces se publicaron en 17 sellos editoriales. Éxito, Miracle y Ediciones de la Gacela publicaron tan solo un título traducido por Luaces. Especial mención, sin embargo, merecen Ediciones de la Gacela (1 título), L.A.R.A179 (2) y Lauro (12), que pertenecían a Janés (23 títulos). Así, las colaboraciones entre Luaces y Janés ascienden a 38. Esta cifra es muy similar a la relativa a las traducciones de Luaces publicadas por José Manuel Lara Hernández en la editorial Planeta (32). Seguidamente destacan las 20 traducciones publicadas por Mateu. Y, finalmente, entre 2 y 6 traducciones publicaron las editoriales Argos (2), Ediciones del Zodiaco (2), Destino (3), Juventud (3), Molino (3), Plaza & Janés180 (3), Aymá (4) y Germán Plaza (5). Las traducciones de Luaces abarcan títulos de autores desde la Edad Media hasta la época contemporánea del traductor, aunque como se verá, existe un claro predominio de obras del siglo XX. Por lo que se refiere a autores consagrados, el texto más antiguo que Luaces trasladó al español fue los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer (Iberia, 1946).181 José Janés se encargó de publicar en 1952 varios textos del dramaturgo Christopher José Manuel Lara, propietario del sello editorial Lara, vendió sus fondos a José Janés. A partir de entonces Janés publicó los textos adquiridos a Lara bajo el nombre L.A.R.A. Posteriormente, Lara creó Planeta (cf. Hurtley 1992; Moret 2003). 180 Germán Plaza adquirió los fondos editoriales de José Janés tras el fallecimiento de este último en 1959 y creó el sello editorial Plaza & Janés. 181 Es necesario hacer un inciso en esta traducción que ha sido objeto de interés para múltiples autores y parece haber suscitado cierta polémica entorno al supuesto plagio de Luaces. De nuevo es preciso hacer mención al artículo ‘La primera traducción española de The Canterbury Tales’ de Julio-César Santoyo y José Luis Chamosa en la que denunciaban el plagio que Luaces había llevado a cabo de una traducción previamente publicada en 1921 y vertida al español por Manuel Pérez y del Río-Cosa. Según los autores ‘de ningún modo debemos dejar de denunciar el plagio sistemático que Juan G. de Luaces cometió en 1946 con la traducción de Manuel Pérez, y ello no tanto porque la de Luaces sea la segunda “traducción” publicada en nuestro idioma, sino porque ha sido, con mucho, la más difundida desde que apareciera en la Editorial Iberia de Barcelona’ (206; cf. Santoyo 1999). Como respuesta a este primer artículo, Ramírez Arlandi y Rodríguez Espinosa en ‘Traducción y contexto cultural: Los Cuentos de Canterbury en traducción de Manuel Pérez y del Río-Cosa (1921) y ¿plagio? de Juan González de Luaces (1946)’ (1998) exploran lo que denominan ‘versión-plagio’ de Luaces, discuten las ‘mínimas variaciones’ a las que Santoyo y Chamosa se referían y concluyen que la suya es la versión que ha tenido una mayor aceptación históricamente. Por su parte, Isabel de la Cruz Cabanillas en ‘“The Reeve’s Tale”: traducción e imposibles’ (2004) mantiene la teoría de Santoyo y Chamosa pero, al mismo tiempo, aporta datos sobre el expediente del censura de la traducción de Luaces que le concedía la condición de ‘tolerable’ y apunta hacia la autocensura del traductor que él mismo confirma en el prólogo de la edición de 1946. Finalmente, Alberto Fuertes Puerta retoma el debate en su tesis doctoral sobre el plagio como estrategia de traducción y reafirma la postura de Santoyo y Chamosa (2011). Para más información sobre el plagio en traducción del inglés al español, véase: Santoyo 1981; Merino Álvarez 1995, 2001; Bandín Fuertes 2007; Gómez Castro 2009. También el siguiente portal web dedicado al plagio literario a nivel internacional contiene una extensa bibliografía: http://elplagio.com/?page_id=58 [Última consulta: 2 marzo 2013]. 179 126 El traductor: Juan G. de Luaces Marlowe en la compilación titulada Obras.182 Del siglo XVIII Luaces es responsable de Viajes a varias remotas naciones del mundo por el médico y capitán de la Marina Lemuel Gulliver de Jonathan Swift (Iberia, 1945). 183 También se encargó de verter al español varios títulos de autores del siglo XIX tanto de poesía como de prosa. En cuanto a la poesía, tradujo junto al poeta catalán Marià Manent poemas de Lord Byron, John Keats, Percy Bysshe Shelley, William Blake, William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge, que fueron agrupados en el volumen Poesía romántica inglesa (Janés, 1952). También de este género se publicó La obra selecta de Lord Byron (Plaza & Janés, 1961).184 En cuanto a la prosa, Luaces se encargó de varias traducciones de textos de las hermanas Brontë como Jane Eyre (Iberia, 1943) – texto analizado en profundidad en este estudio – y Shirley (Iberia, 1944) de Charlotte, y Cumbres borrascosas de Emily (Destino, 1942).185 Del autor Charles Dickens tradujo tres de sus obras de éxito: David Copperfield [Historia y vicisitudes del joven David Copperfield] (Iberia, 1943), Nicholas Nickleby [La vida y aventuras de Nicolás Nickleby] y The Life and Adventures of Martin Chuzzlewitt [Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit] (Iberia, 1944), y The Pickwick Papers [Los papeles del club Pickwick] (Argos, 1962), así como la narración breve Doctor Marigold [El doctor Marigold] (Destino, 1943). Otro autor de esta época es Joseph Conrad de quien Luaces tradujo The Rover, originalmente publicada en 1923, con el título El hermano de la costa (Destino, 1943). Los últimos textos de este grupo de escritores de reconocida solvencia que Luaces vertió al español fueron Un lugar en la tierra (Planeta, 1953) y A mediados de siglo (Planeta, 1962) ambos de John Dos Passos. Dicha compilación incluía Tamerlán, Fausto, Enrique II y El judío de Malta. Esta última fue recuperada por Germán Plaza que la publicaría en el sello editorial Plaza & Janés en 1964. 183 En la misma línea que la traducción de Canterbury Tales, Chamosa ha apuntado en su aportación al volumen The Reception of Jonathan Swift in Europe que la mayoría de las traducciones de Luaces ‘are simply rewritings of existing ones, indeed, very close rewritings in some cases’ (2005: 64). Según apunta Chamosa, la versión de Luaces de Gulliver’s Travels es un plagio de la de Javier Bueno, publicada como en el caso anterior en 1921. El autor continúa destacando que la versión de Luaces ha sido editada reiteradamente hasta 2001 (como se verá más adelante, en años posteriores aún se ha seguido publicando su traducción). Por otra parte, Chamosa apunta que Luaces tradujo más de cuarenta títulos del inglés (id.). Como se ha visto anteriormente, se ha podido precisar más la cifra, que asciende a prácticamente 130. 184 Este volumen incluía La peregrinación de Childe Harold, La novia de Abydos, El corsario, Lara, El sitio de Corinto, El prisionero de Chillón, Manfredo, Las lamentaciones, Del Tasso, Mazeppa y Caín. 185 Esta traducción está precedida por un prólogo sin firmar en el que se destaca la importancia de esta obra ‘de primerísimo orden, esencial en un cuadro completo de los grandes logros del mundo de la expresión literaria’ (1942: 9). Por otra parte, Pajares Infante ha examinado esta traducción de Luaces y la ha comparado con otras llevadas a cabo por diferentes traductores (2008). 182 127 Capítulo 2 Por lo que respecta a las traducciones de obras del siglo XX, destacan los encargos que Luaces recibió para verter al español textos de autores que habían sido galardonados con premios literarios, o bien, cuyos textos habían sido llevados a la gran pantalla recientemente, o que habían adquirido una gran popularidad en sus países de origen sin haber sido adaptados al cine. En el primer grupo se incluyen las traducciones de autores que obtuvieron premios literarios de diferente prestigio internacional con la novela que Luaces tradujo o con otra distinta. Entre ellos se encuentran los premios Newbery Honor, O. Henry, Hawthornden, James Tate Black Memorial, Pulitzer, y Nobel. A la primera categoría pertenece Eloise Jarvis McGraw, que logró el Newbery Honor.186 Antes de que Luaces tradujera Pharaoh [Faraón] (Planeta, 1962), McGraw obtuvo este premio con Moccasin Trail (1952) y The Golden Goblet (1962). 187 De la siguiente categoría de premios literarios, los O. Henry,188 Luaces tradujo Tip on a Dead Jockey [Apuesta por un jockey muerto] (Planeta, 1961) de Irwin Shaw, ganador de dos premios O. Henry. En 1944 había logrado el primer premio por Walking Wounded, publicado originalmente en The New Yorker, y en 1945 consiguió el segundo premio por Gunner’s Passage, también publicado en The New Yorker. Asimismo, Frank Yerby obtuvo un premio O. Henry en 1944, esta vez en la categoría ‘Best First Published Story’ con Health Care que se había publicado en Harper’s Magazine. De dicho escritor Luaces tradujo varios textos: The Sarracen Blade [La hoja sarracena] (Planeta, 1952),189 Captain Rebel [El Capitán rebelde] (Planeta, 1957), The Garfield Honor [El honor de los Garfield] (Planeta, 1962), Jarrett’s Jade [La verde mansión de los Jarret] (Planeta, 1963) y Griffin’s Way [El camino de los Griffin] (Germán Plaza, 1964). Además de haber obtenido el O. Henry, la primera novela de Yerby, The Foxes of Harrow (1946),190 fue adaptada al cine y se estrenó en Estados Unidos el 24 de septiembre de 1947. Un año más tarde, se estrenaría en España con el El Newbery Honor, un premio a la mejor literatura infantil y juvenil en Estados Unidos, se estableció en 1971 pero aquellos autores que se encontraron entre los finalistas de la Newbery Medal de años anteriores recibieron el Newbery Honor de forma retroactiva, como es el caso de McGraw. 187 McGraw aún logró otro Newbery Honor tras las traducciones de Luaces con The Moorchild (1997) y años antes había sido galardonada con el Edgar Award de novela de misterio por A Really Weird Summer (1977). 188 Los premios O. Henry estaban convocados por la Society of Arts and Sciences para las mejores narraciones breves norteamericanas. Otra galardonada del premio O. Henry fue Elizabeth Spencer que lo recibió en cinco ocasiones aunque todas ellas después de que Luaces tradujera The Voice at the Back Door [Una voz en la puerta trasera] (Planeta, 1958). 189 En 1966 (Planeta) incluyó esta traducción de Luaces en el volumen titulado Obras de Frank Yerby, I en la colección ‘Clásicos Contemporáneos’. No se han incluido en la tabla del Anexo 1 las traducciones de Luaces compiladas en volúmenes recopilatorios de textos publicados con anterioridad. 190 Planeta se encargaría años más tarde de publicar la traducción de The Foxes of Harrow, llevada a cabo por Ernesto Batlle y titulada Mientras la ciudad duerme (1985). 186 128 El traductor: Juan G. de Luaces título Débil es la carne. Vita Sackville West pertenece a la lista de galardonados con el premio Hawthornden,191 que se le otorgó en 1927 por el poema narrativo The Land y en 1933 por Collected Poems. Luaces tradujo No Singposts in the Sea [No hay signos en el mar] (Planeta, 1963).192 El siguiente premio literario es el James Tait Black Memorial.193 Hugh Walpole y Radclyffe Hall recibieron el galardón. De Walpole, que obtuvo este premio en 1919 con The Secret City, vertió al español Luna de invierno (Mateu, 1948?)194 y de la autora Radclyffe Hall, que había logrado el galardón con Adam’s Breed en 1926, Luaces tradujo The Unlit Lamp [La lámpara que no ardió] (Janés, 1950). En la siguiente posición, se encuentran los premios Pulitzer.195 De Louis Bromfield, que había obtenido el Pulitzer con Early Autumn en 1927, Luaces fue responsable de Vinieron las lluvias. Novela de la India moderna (En colaboración con L. Vegas López. Ediciones del Zodiaco, 1943)196 y Los hijos del asfalto (Mateu, 1949?) El texto Lamb in His Bosom de Caroline Pafford Miller, ganadora del Pulitzer en 1934, también fue vertido al español por Luaces con el título Colonos en Georgia (Ediciones del Zodiaco, 1945).197 La próxima ganadora del Pulitzer a quien Luaces tradujo fue Margaret Mitchell, que consiguió el galardón en 1937 con la popular novela Gone with the Wind, que ya le había proporcionado el ‘National Book Award’198 por haberse considerado la mejor novela de 1936 en Estados Unidos. La traducción fue llevada a cabo por Luaces y Julio Gómez de la Serna y se título Lo que el viento se llevó (Aymá, 1943). 199 Otro ganador del Pulitzer de quien Luaces El Hawthorden premia anualmente la mejor obra creativa de un autor británico. Janés ya había publicado varios títulos de la autora británica en la década de los cuarenta: Historia de familia (1943), La isla sombría (1943), El Águila y la Paloma (1945), Santa Juana de Arco (1945) y El diablo en el paraíso (1948). 193 Este premio se otorga a obras de ficción y biografías en inglés publicadas originalmente en Gran Bretaña en un plazo de tiempo no superior a doce meses previos a la entrega del galardón. 194 El interrogante junto al año de publicación del texto de Mateu sigue el formato del catálogo de la BNE. A partir de aquí se empleará este indicador para las ediciones de Mateu que están sin datar. 195 Los premios Pulitzer son otorgados por la Universidad de Columbia a obras de periodismo, literatura y composiciones musicales producidas en los EEUU en lengua inglesa. 196 Este texto fue adaptado a la gran pantalla en EEUU el 15 de septiembre de 1939 y ganó un Óscar de la Academia por mejores efectos especiales en 1940. En España se estrenó el 8 de abril de 1944 y su reestreno tuvo lugar en Madrid el 1 enero de 1945. Este puede ser el motivo por el que conste otra traducción del mismo texto, esta vez publicada por Janés en 1955. En esta ocasión, Luaces aparece como traductor junto con L. Vegas López (Hurtley 1992: 250). 197 Más tarde, Colonos en Georgia formó parte del volumen Los Premios Pulitzer de Novela, I (Janés, 1956). Hurtley recoge información más detallada de esta compilación (ibid.: 286). 198 El National Book Award es un galardón literario concedido por la ‘National Book Foundation’ en los EEUU. 199 Según el prólogo de la traducción, firmado por Julio Gómez de la Serna (Madrid, abril de 1943), los lectores españoles estaban esperando con inusitado interés la novela: ‘Lectora o lector españoles: aquí está el libro que esperabais [sic] con tan impaciente interés. Nunca – lo aseguro – en mis años de presentador de autores y de novedades literarias en castellano, había yo comprobado una expectación tan auténtica y constante por una novela, como en esta espera entre mis coterráneos de “Gone with the wind” (“Lo que el 192 191 129 Capítulo 2 tradujo varios textos fue John Phillips Marquand, que obtuvo el premio en 1938 con The Late George Apley. 200 Los textos de Marquand que Luaces tradujo fueron: B. F.’s Daughter [La rebelde] (L.A.R.A., 1948), Haven’s End [Una luz en el puerto] (Janés, 1948) y Repent in Haste [Arrepentimiento] (Janés, 1950). También fue el caso de William Saroyan, galardonado con el mismo premio por la obra de teatro The Time of Your Life en 1939. Luaces fue el encargado de Como un cuchillo, como una flor, como absolutamente nada en el mundo (En colaboración con I. Rodrigo, L. Landínez, y E. de Guzmán. Janés, 1948) y Respirando en el mundo (Janés, 1949)201. Asimismo Luaces tradujo The Travels of Jaimie McPheeters [Los viajes de Jaimie McPheeters] (Planeta, 1961) con la que Robert Lewis Taylor había conseguido el Pulitzer en 1959. Dentro de esta catalogación, el último galardón es el Premio Nobel. 202 Luaces vertió al español obras de Rudyard Kipling, premiado en 1907, y de Pearl S. Buck, que además de recibir el Nobel de Literatura en 1938, había sido galardonada con el Pulitzer en 1932 por The Good Hearth.203 Por una parte, Luaces fue responsable de Nuevos cuentos de las colinas de Kipling (Janés, 1949).204 Además del reconocimiento obtenido por la obtención del Nobel, se habían estrenado en España tres películas adaptadas de textos de este autor. La primera de ella, Capitanes intrépidos, adaptación de la novela Captains Courageous, llegó a España en 1940, tres años después de su estreno en Estados Unidos. The Jungle Book [El libro de la selva] se estrenó en mayo de 1944, con solo dos años de diferencia del estreno americano y Gunga Din, basada en el poema de Kipling con el mismo nombre, se estrenó en España un año viento se llevó”). Tanto en Madrid como en Barcelona y en otras muchas capitales españolas – poseo pruebas evidentes de mi afirmación –, la noticia de la publicación de esta ya famosa novela se difundió de ese modo misteriosamente eficaz con que se propalan las noticias por la jungla africana, merced al redoblar obsesionante de los vetustos tam-tams’. Aparte del interés de los lectores, la publicación de esta traducción parece haber suscitado una gran polémica en su momento. Entre los documentos que se encuentran incluidos en el expediente de censura hay una carta emitida por Ediciones Aymá con fecha de 27 de enero de 1944 en la que se solicita la revocación de la orden de suspensión de la venta de ejemplares de Lo que el viento se llevó, que ya llevaba tres meses en el mercado y que había obtenido la autorización para la publicación de la segunda edición (AGA/IDD (03) 050 Caja 21/7026 Expediente 474). Algunos años más tarde se adaptó al cine: el estreno tuvo lugar en 1939 y logró diez premios Óscar. En España, después de haber sido censurada, se estrenó el viernes 17 de noviembre de 1950 en los cines Windsor Palace de Barcelona y Palacio Central de Madrid, y estuvo en cartel casi un año. La novela de Margaret Mitchell, cedida por la editorial Aymá, se recopiló en Los Premios Pulitzer de la Novela, II (Janés, 1957). Para obtener más datos sobre la publicación, consúltese Hurtley (1992: 287). 200 La traducción de este texto fue llevada a cabo por Eduardo de Guzmán y publicada por Janés en 1950. 201 Este último texto forma parte del volumen Obras de William Saroyan. Hurtley recoge más detalles sobre la publicación (1992: 290). 202 El Premio Nobel de Literatura inició su andadura en 1901 y se concede a escritores de cualquier país por la globalidad de su obra. 203 De este título se realizó una adaptación cinematográfica, estrenada en 1937. Sin embargo, parece ser que no llegó a España. 204 La traducción de Luaces se incluyó más tarde en el volumen titulado Obras Completas II de Rudyard Kipling (Janés, 1951). Para más información sobre esta compilación, véase Hurtley (ibid.: 270). 130 El traductor: Juan G. de Luaces antes de la publicación de la traducción de Luaces, concretamente en marzo de 1948, mientras que en Estados Unidos hacía prácticamente una década que se había estrenado (enero de 1939). En segundo lugar, de Pearl S. Buck Luaces tradujo Dragon Seed [La estirpe del dragón] (Aymá, 1947),205 God’s Men [Hombres de Dios] (Planeta, 1951), The Hidden Flower [La flor escondida] (Planeta, 1953), Imperial Woman [La gran dama] (Planeta, 1957) y Letter from Peking [Carta de Pequín] (Planeta, 1959). Por lo que se refiere a traducciones que podrían haber sido motivadas por el estreno en España de la adaptación cinematográfica del original, Luaces se encargó de cinco títulos. El primero de ellos fue Las llaves del reino (Juventud, 1948) de Archibal Joseph Cronin. La novela de Cronin, The Keys of the Kingdom, que se había publicado originalmente en 1941, fue llevada a la gran pantalla en 1944 y en las carteleras de cine de Madrid se anunciaba en mayo de 1946 (Imagen 28). Le siguió la tradución de Los hombres sueñan (Mateu, 1948?) de Aben Kandel, que se había publicado en Estados Unidos en 1936 con el título City of Conquest. La película basada en esta novela se estrenó en su país de origen el 21 de septiembre de 1940 y en Madrid el 20 de abril de 1946 con el título Ciudad de conquista (Imagen 29). Respecto a esta misma traducción es interesante que Mateu sacara a la venta esta traducción de Luaces en 1958, pero esta vez con el mismo título que el de la película, Ciudad de conquista, lo que parece ser indicativo del interés del editor en que el público lector asociara novela y película, y así captar su atención. La tercera novela que tradujo Luaces cuya adaptación al cine ya había sido estrenada en España fue The World in His Arms [El mundo en sus manos] (Molino, 1954) de Rex Beach. La adaptación de la novela, publicada en 1946, se estrenó en primer lugar en Alaska el 18 de junio de 1952 y en España el 26 de diciembre de 1952 con el mismo título que había tenido la traducción (Imagen 30). Posteriormente, Luaces y J. Romero de Tejada fueron los responsables de Cada vida es un mundo (Janés, 1955) del popular William Somerset Maugham, que se había publicado el mismo año en el Reino Unido. El texto de Maugham también había sido llevado a la gran pantalla con el título Encore. Se estrenó en Londres en 1951 y en España en 1952 con idéntico título a la traducción (Imagen 31). Del mismo autor, Luaces, nuevamente junto a J. Romero de Tejada, había traducido con anterioridad Trio [El Janés publicó un año más tarde esta misma traducción. En el expediente de censura de este texto aparece una carta emitida por S. Santainés el 22 de mayo de 1948, en nombre de José Janés, solicitando la reimpresión de la obra e indicando que J. Aymá les había transferido los derechos de esta obra. En 1956 Janés recopiló en Los Premios Nobel de la Literatura, III la traducción de Luaces. Para más información sobre el volumen, véase Hurtley (ibid.: 285). 205 131 Capítulo 2 torbellino de la vida] (Janés, 1951) que se había adaptado al cine en 1950 aunque la película no llegó a España. Otras obras que Luaces tradujo de Maugham fueron Creatures of Circumstance [La joven romántica] (L.A.R.A., 1948), algunos de los cuentos incluidos en el primer volumen de Obras completas206 (Janés, 1950) e Historias de media vida207 (Janés, 1956).208 El último de los textos que pertenece al grupo de novelas traducidas por Luaces, adaptadas a la gran pantalla y estrenadas en España, es La muchacha y el ala (Planeta, 1964). El texto de Bernard Glemser, publicado en el Reino Unido en 1960 con el título Girl on a Wing, fue adaptado al cine como Come Fly with Me, que se estrenó en 1963 en EEUU, mientras que en España la película bajo el título Tres azafatas no se estrenó hasta finales de 1963 (Imagen 32). Es significativo que en los años posteriores a la adaptación de la novela de Glemser, el texto se rebautizó: The Fly Girls, aproximándose así al título de la película. Imagen 28. Cartel de Las llaves del reino (Dir. John M. Stahl) Imagen 29. Cartel de Ciudad de conquista (Dir. Anatole Litvak) Imagen 30. Cartel de El mundo en sus manos (Dir. Raoul Walsh) En colaboración con J. Romero de Tejada, Isidoro Guerrero y Guido Parpagnoli. Id. 208 La popularidad de Maugham en España se evidencia en el extenso listado de traducciones que publicó Janés. Hurtley recoge un total de veinticinco títulos entre 1946 y 1956, incluyendo aquellas en las que participó Luaces (1992: 275-276). 207 206 132 El traductor: Juan G. de Luaces Imagen 31. Cartel de Cada vida es un mundo (Dir. Harold French, Pat Jackson, Anthony Pelissier) 209 Imagen 32. Cartel de Tres azafatas (Dir. Henry Levin) Otro grupo de textos que tradujo Luaces, también relacionados con el mundo cinematográfico, aunque de forma indirecta, son los de aquellos autores que habían tenido alguna de sus novelas adaptada al cine y que se había estrenado en España, como el caso de Frank Yerby, que se ha visto con anterioridad. Existe la probabilidad de que este tipo de películas adaptadas de textos literarios se usara como reclamo publicitario para promocionar las traducciones de sus autores. Forman parte de esta casuística Ben Ames Williams, P. G. Wodehouse y Daphne du Maurier. Por lo que respecta a Ben Ames Williams, su novela Leave Her to Heaven, tuvo una adaptación cinematográfica que se estrenó en Estados Unidos el 19 de diciembre de 1945. Esta película no llegaría a España hasta abril de 1949, con el título ‘Que el cielo la juzgue’.210 Aunque con varios años de distancia, el interés suscitado por la película de Williams podría haber sido el motivo por el que se le encargó a Luaces la traducción de House Divided [La casa dividida] (Janés, 1957). El siguiente autor de este bloque es P. G. Wodehouse, cuya popularidad queda reflejada en el elevado número de traducciones que se realizaron de sus textos. Según el catálogo de Hurtley (1992: 298-300), tan solo Janés publicó cuarenta y nueve títulos y Luaces fue responsable de seis de ellos. Todas sus traducciones siguieron al estreno en La película está compuesta por tres narraciones breves de Maugham: The Ant and the Grasshopper (Dir. Pat Jackson), Winter Cruise (Dir. Pelissier), The Gigolo and the Gigolette (Dir. Harold French). 210 Un año antes del estreno en España L.A.R.A. publicó la traducción de la novela que había llevado a cabo M. Rowe. 209 133 Capítulo 2 España de Señorita en desgracia en 1941, la adaptación de A Damsel in Distress.211 La primera fue Summer Moonshine [Luna de verano] (Lauro, 1942), y le siguieron The Inimitable Jeeves [Pobre, vago y optimista] (Janés, 1944), Thank You, Jeeves [¡Gracias, Jeeves!] (Lauro, 1945), Very Good, Jeeves! [¡Muy bien, Jeeves!] (Lauro, 1945), The Indiscretions of Archie [Archie, el indiscreto] (Janés, 1946) y My Man Jeeves [Jeeves, tú eres mi hombre] 212 (Janés, 1947). Finalmente, Luaces se encargó de la compilación de narrativa breve titulada Bésame otra vez, forastero (Éxito, 1953) de Daphe du Maurier. De igual forma que en los casos anteriores es probable que la editorial se interesara en publicar otros títulos de la autora dada la popularidad alcanzada por la adaptación de Rebecca,213 dirigida por Alfred Hitchcock y que se había estrenado en España el 10 de diciembre de 1942. A otro registro pertenecen autores del siglo XX que adquirieron popularidad y cuyos textos se convirtieron en best sellers. Uno de estos autores fue Kenneth Roberts, escritor de novelas históricas, 214 de quien Luaces tradujo varios títulos. El texto más popular de Roberts, Northwest Passage, se publicó inicialmente por entregas en The Saturday Evening Post entre 1936 y 1937. Posteriormente, cuando se publicó en un volumen, logró convertirse en la segunda novela que vendió más ejemplares en América en 1937. Luaces tradujo este texto con el título El paso del noroeste (Janés, 1944)215 y otros de los textos más populares de Roberts: Oliver Wiswell [Oliverio Wiswell] (Lauro, 1944); The Lively Lady [Dama galana] y Rabble in Arms [Chusma en armas] (Lauro, 1946); Captain Caution [El Capitán cautela: una crónica de Arundel] (Lauro, 1946); y Lydia Bailey [Lydia Bailey] (Janés, 1948). Entre las traducciones de Luaces, un elevado número corresponden a aquellas que vieron la luz en el mercado español con pocos años de diferencia de la publicación original. Con solo un año de diferencia se publicaron en España versiones de textos de Clemence Originalmente la película se había estrenado en Estados Unidos el 19 de noviembre de 1937. Janés también publicó la traducción de este texto con el mismo título que la película en 1944, vertida al español por F. Trías Beristain. 212 En colaboración con Emilia Bertel y Luis Jordá. 213 Ediciones La Nave (Madrid) publicó Rebeca aunque se desconoce el traductor y la fecha exacta de publicación. Según el catálogo de la BNE se publicó en la década de los cuarenta [194?]. 214 En 1957 el Pulitzer de novela quedó desierto pero se citó el nombre de Kenneth Roberts por su serie de novelas históricas. 215 Janés recopiló esta traducción del texto de Roberts en Los Premios Pulitzer de la Novela, IV (1958). Hurtley proporciona más datos sobre este volumen (1992: 287). 211 134 El traductor: Juan G. de Luaces Dane 216 (He Brings Great Knews [Mensajero de victoria], Lauro, 1945), Gerald Kersh (The Song of the Flea [La canción de la pulga], Janés, 1949), Robert H. Sperling (Tigress of the Pearl River [Fu, la pirata], Juventud, 1956) y Alice Walworth Graham (Cibola [Cíbola], Planeta, 1963). También prácticamente a la par que la publicación del texto en inglés, en un periodo comprendido entre dos y cinco años, se comercializaron en España alrededor de veinticinco títulos traducidos al español por Luaces. Se encuentran entre ellos H. E. Bates (The Purple Plain [La llanura púrpura], Janés, 1950), Will Mitchell (The Goldfish Murders [El caso de los peces de colores], Planeta, 1953), Mary Margaret Kaye (Shadow of the Moon [La sombra de la luna], Planeta, 1959), Virginia Rowans (The Living Couple [A borde del divorcio], Planeta, 1958), Berta Ruck (The Men in Her Life [Hombres en su vida], Juventud, 1956), o Catherine Rodgers (The Towers Inheritance [La herencia de los Towers], Planeta, 1961). Para finalizar este apartado, sería preciso retomar los conceptos de Bourdieu y ver de qué forma se pueden aplicar al traductor objeto de estudio. Todas las traducciones que Luaces vertió al español se vieron condicionadas tanto por el contexto específico217 en el que se llevaron a cabo como por la trayectoria personal y profesional del traductor. Como ya se ha apuntado, los conocimentos, habilidades y competencias de Luaces, esto es, el capital cultural interiorizado, no se adquirieron a través de una vinculación institucionalizada ya que se formó fuera de los círculos académicos y prácticamente por cuenta propia. También debió influir en su adquisión de capital cultural el contacto con la red de contactos familiares, presentes en los círculos intelectuales más destacados de la época, un capital social que Luaces amplió y consolidó a lo largo de su vida. Por otra parte, tanto el homenaje que recibió por parte de ilustres personalidades a raíz del éxito de Estampas como los comentarios laudatorios que le otorgaban algunos críticos demuestran, por una parte, el amplio capital social de Luaces y, por otra, que el escritor se encontraba en proceso de reconocimiento en el campo literario español en los años previos a la victoria de los ‘Nacionales’. El capital simbólico que estaba adquiriendo le sirvió, a su vez, para consagrar a otros escritores de la época, al incluir sus textos en Madrid Ilustrado así como al ejercer de crítico literario en algunos de los periódicos de la época y ensalzar la obra de determinados autores. 216 217 Clemence Dane era el seudónimo empleado por Winifred Ashton. Las particularidades de los primeros años de la posguerra española, época en la que Luaces vertió al español la traducción de Jane Eyre, se toman en cuenta en el Capítulo 4. 135 Capítulo 2 Sin embargo, sus explícitas tendencias políticas, contrarias al régimen franquista, le impidieron continuar las actividades que estuvo llevando a cabo. Se puede afirmar que la guerra civil y la imposición de la dictadura en España, alteró la disposición de diversos tipos de capital – económico, cultural objetivado – pero interesa aquí, particularmente, el capital simbólico. Luaces pertenecía al bando de los vencidos, de los sometidos a partir de 1939, y como tal, la nueva estructura de poder le privó de su capital simbólico en el campo literario y cultural para otorgárselo a aquellos que defendían los nuevos valores. A pesar de que Luaces logró publicar alguna de sus obras de creación durante el franquismo, se podría decir que la dictadura del general Franco depuró a Luaces tanto en su faceta de escritor como en la de periodista. Aunque trató de exiliarse con su familia para comenzar una nueva etapa lejos de España, quizás con la intención de seguir publicando sus propios textos, esta opción no le fue posible y experimentó, como muchos otros intelectuales del momento, el exilio interior. La necesidad de capital económico para sustentar a su familia le obligó a dedicarse de forma prácticamente exclusiva a la traducción, una actividad que consideraba ‘ingrata’ (1946: 5), que le alejaba de la creatividad y libertad literaria a la que aspiraba. Gracias a su destacado capital cultural y su capital social, Luaces tuvo acceso al mundo de la traducción y, seguramente, debería situarse en la categoría de traductor paria a la que se refiere Prunč (2007). Este tipo de habitus, caracterizado por la sumisión y la servidumbre, es perfectamente aplicable a Luaces, quien encontró en la traducción su única vía de ingresos por lo que le interesaba cumplir con premura los encargos de los editores y satisfacer sus intereses para recibir otros. Esta sumisión que representa al traductor paria se ve reflejada en los comentarios de Luaces respecto a la traducción y la autocensura que se deduce de los mismos. Por otra parte, el habitus profesional de Luaces como traductor, es decir, la adquisición de las competencias necesarias para funcionar en el ‘campo’, debió construirse de forma progresiva, a medida que se dedicó a trasladar al español textos de otros idiomas, pues no había recibido formación específica en la materia. También es posible que variara según transcurrían los años porque la censura no fue constante en sus criterios, ni tampoco todos los editores, sus mecenas, tenían los mismos intereses. Para saberlo con certeza, sin embargo, sería necesario llevar a cabo un estudio exhaustivo de la evolución traductológica de Luaces, que podría realizarse en futuras investigaciones. 136 El traductor: Juan G. de Luaces En el siguiente apartado se examinan las versiones de este traductor que todavía se publican en la actualidad. Se hace especial enfásis en los parámetros delimitados para la selección del corpus que han llevado a acotar el subsiguiente análisis comparativo a la traducción de Jane Eyre, publicada originalmente por Iberia (1943) y más recientemente por Espasa Calpe (2011). 2.2.2.1. Las traducciones de Juan G. de Luaces en la actualidad Como se ha apuntado en el capítulo anterior, algunas de las traducciones realizadas durante la dictadura franquista, se siguen comercializando en la actualidad. De las traducciones que Luaces llevó a cabo muchas han sido reeditadas o reimprimidas en ocasiones posteriores. 218 En la Tabla 1 se recogen los autores y títulos originales, el número de reediciones y la fecha de la edición más reciente en formato papel: Autor Brontë, C. Brontë, E. Buck, P. S. Buck, P. S. Cronin, A. J. Dickens, C. Du Maurier, D. Mitchell, M. Swift, J. Título Jane Eyre Cumbres borrascosas Carta de Pekín La estirpe del dragón Las llaves del reino David Copperfield Bésame otra vez forastero y otras historias Lo que el viento se llevó Los viajes de Gulliver Nº ediciones 9 1 1 2 1 1 1 6 2 Última edición 2012 2010 2000 2009 2000 2001 2005 2008 2011 Tabla 1. Reediciones de traducciones de literatura en lengua inglesa de Luaces (2000-2012) El listado completo de las editoriales que han publicado recientemente traducciones de literatura en lengua inglesa vertidas al español por Luaces se puede consultar en el Anexo 5. En esta misma línea, Ramírez Arlandi y Rodríguez Espinosa en su comparativa de las traducciones de los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer llevadas a cabo por Manuel Pérez y Luaces han explorado las múltiples ediciones de la versión de este último en España (1998: 596). También en la tesis doctoral de Tello Fons sobre la traducción del dialecto se recogen algunas de las ediciones de la versión de Luaces que se publicó originalmente en 1942 (2011). 218 137 Capítulo 2 Como refleja esta tabla las primeras traducciones de Luaces que aparecen en la franja temporal indicada son Carta de Pekín y Las llaves del reino, ambas comercializadas por última vez en el año 2000. La primera, Carta de Pequín de Pearl S. Buck, había sido publicada originalmente en 1958. Plaza y Janés ha sido la editorial que ha sacado al mercado más recientemente esta traducción en una edición especial para Correos y Telégrafos (Imagen 33). Imagen 33. Carta de Pekín (Plaza y Janés, 2000) La única diferencia que se ha observado entre la traducción publicada originalmente por Planeta y la de Plaza y Janés se encuentra en el título, pues mientras que la primera seguía la domesticación 219 propia de la época (Pequín), la segunda emplea una grafía menos frecuente en la lengua española (Pekín), proporcionando al título de esta novela, que transcurre parcialmente en China, un tinte de exotismo al uso. El resto del texto se ha mantenido idéntico al publicado por Planeta en 1959. Llama la atención que en la página de créditos se atribuya el copyright de la traducción a Juan G. de Luaces pues, según los descendientes del traductor,220 esta editorial no ha abonado los correspondientes derechos Los términos ‘domesticación’ (domestication) y ‘exotización’ (foreignization) fueron aplicados a la traducción por Venuti (1995). 220 En 2011 el departamento de derechos de autor de RBA, contactó con la autora de esta tesis doctoral solicitando información sobre los herederos de Luaces pues la editorial tenía la intención de publicar una de las traducciones de Luaces. Consuelo González Castresana afirma que pretendían publicar Una mujer de Lisboa pero la familia se negó a ceder la traducción dada la pequeña cantidad que ofrecía RBA. Según la hija de Luaces, esta ha sido la única ocasión en que una editorial ha tratado de pagar los derechos de autor de un texto de Luaces que a día de hoy aún no son de dominio público, pues aún no han pasado setenta años desde su muerte. Por lo que se refiere a la traducción y el derecho de autor, Fernando Carbajo, profesor de Derecho Mercantil en la Universidad de Salamanca, ha recogido la legislación al respecto en el II Libro Blanco de la traducción editorial en España (2010). Según el artículo 21 de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), la 219 138 El traductor: Juan G. de Luaces de autor a la familia. Como se verá más adelante, esta situación se repite con Dragon’s Seed [La estirpe del dragón] de Pearl S. Buck, publicada por Debolsillo en 2009. Por su parte, Las llaves del reino de A. J. Cronin, publicada originalmente en 1948, ha sido reeditada por la editorial Juventud en la colección ‘Libros de Bolsillo Z. Narrativa’, cuya primera edición también había sido llevada a cabo por esta editorial. La más reciente publicación, la doceava edición (Imagen 34), no presenta modificación alguna y mantiene expresiones arcaicas. Imagen 34. Las llaves del reino (Juventud, 2000) También la traducción de David Copperfield de Charles Dickens, publicada por primera vez en 1943, sigue reeditándose en la actualidad. En esta ocasión ha sido la editorial Planteta-De Agostini la que en 2001 ha sacado a la venta dos volúmenes con la traducción de Luaces, cedida por la editorial Iberia (Imagen 35). De igual manera que Las llaves del reino, la traducción de esta novela de Dickens se presenta de forma idéntica a la publicada por Joaquin Gil en 1943. Incluso las notas a pie de página facilitadas por el traductor en la traducción se considera una obra nueva que resulta de la transformación de una obra preexistente y merece protección propia. Por esta razón el traductor adquiere todos los derechos que la Ley le reconoce al autor (art. 1 LPI). Según apunta Carbajo, ‘el símbolo indicador del copyright © supone una simple indicación o advertencia de titularidad y reserva de derechos de autor sobre la obra a la que se antepone (art. 146.1 LPI)’ (ibid.: 24). Obviamente, esta legislación es posterior a la época en que Luaces llevó a cabo sus traducciones y, por lo tanto, no es aplicable a su caso. Sin embargo, a día de hoy los herederos de Luaces, quienes han contactado con ACEtt (Asociación Colegial de Escritores de España), se encuentran tramitando la denominada ‘Declaración de herederos’ y la ‘Aceptación de herencia’ para poder reclamar los derechos de autor de las traducciones de Luaces que se han publicado desde su fallecimiento. Es muy probable que Luaces cediera los derechos al editor o que ni siquiera se le planteara la cuestión en aquella época (cf. Rodríguez Espinosa 1997) por lo que el desenlace de esta batalla legal es incierto a día de hoy. 139 Capítulo 2 edición original se han reproducido en la versión más reciente. La única diferencia que se ha podido observar es la omisión de las ilustraciones que acompañaban a la traducción original (algunos grabados e ilustraciones que se habían publicado en el texto inglés). Imagen 35. David Copperfield (Planeta-De Agostini, 2001) En 2005 la editorial valenciana El Nadir publicó la traducción de la colección Bésame otra vez forastero y otras historias de Daphne du Maurier (Imagen 36) que había sido comercializada originalmente por Éxito en 1953. De esta versión destaca particularmente la revisión que ha llevado a cabo la editorial, a la que se hace referencia en la página de créditos. Si se compara esta nueva compilación de las historias de Daphne du Maurier con la publicada por la editorial Éxito, destacan algunas diferencias. En primer lugar, mientras que el texto de Éxito incluye seis narraciones (‘Bésame otra vez forastero’, ‘La montaña de la verdad’, ‘Los pájaros’, ‘El manzano’, ‘El joven fotógrafo’ y ‘El viejo’), en la edición de El Nadir han sido reducidas a tres (‘Bésame otra vez forastero’, ‘El joven fotógrafo’ y ‘El manzano’). A nivel paratextual, la edición de 2005 incluye una introducción al texto firmada por el editor en la que se explora sucintamente el semblante bio-bibliográfico de la autora. Finalmente, resulta de particular interés el comentario final que destaca la ‘necesaria revisión que esta edición propone’ (10), con lo que esta editorial parece reflejar cierta preocupación respecto al tipo de traducción que ofrece a sus lectores. 140 El traductor: Juan G. de Luaces Imagen 36. Bésame otra vez, forastero (El Nadir, 2005) Otro de los textos que aparece en la tabla es Lo que el viento se llevó de la norteamericana Margaret Mitchell. La traducción al español encabeza la lista de reediciones/reimpresiones pues tan solo en el periodo comprendido entre 2001 y 2008 ha sido comercializada en seis ocasiones por cinco editoriales distintas: Suma de Letras, Punto de Lectura, Círculo de Lectores, Zeta Bolsillo y Ediciones B.221 Esta última ha sido la encargada de la versión más reciente, de 2008 (Imagen 37). Nuevamente, se observa una supresión de algunos de los paratextos que acompañaban la traducción publicada por Aymá en 1943. Tanto la presentación de la novela de Julio Gómez de la Serna como las ilustraciones han sido eliminadas del texto publicado por Ediciones B. A nivel textual, el único aspecto destacable está relacionado con los nombres propios. Mientras que en la traducción original se presentan todos en inglés a excepción del de la protagonista que se ha traducido (Escarlata), la traducción publicada en 2008 por Ediciones B ha mantenido todos los nombres propios tal y como aparecen en el texto original. Por lo que se refiere a otros aspectos del texto no ofrece ningún otro tipo de diferencia respecto a la traducción de 1943. En aquellos casos en que se haya publicado la traducción de Luaces en diferentes editoriales y fechas dentro de la franja temporal indicada, se estudiará únicamente la más reciente. 221 141 Capítulo 2 Imagen 37. Lo que el viento se llevó (Ediciones B, 2008) Por su parte, la traducción de Dragon’s Seed [La estirpe del dragón] de Pearl S. Buck ha sido editada por MDS Books / Mediasat (2003) y Debolsillo (2009). Esta última la ha incluido en la colección ‘Biblioteca Pearl S. Buck’ y en la serie ‘Best Seller’ como se indica en la portada (Imagen 38). Tal y como refleja la página de créditos, el copyright del texto pertenece a Random House Mondadori, al que pertenece Debolsillo y también se indica que el copyright de la traducción es de Juan G. de Luaces.222 Por lo que se refiere al texto, no se han observado cambios sustanciales a excepción de pequeñas modificaciones del lenguaje considerado arcaico. Imagen 38. La estirpe del dragón (Debolsillo, 2009) 222 Véase información relativa a Carta de Pekín y las cuestiones del copyright. 142 El traductor: Juan G. de Luaces Por lo que respecta a la novela de Emily Brontë, Wuthering Heights [Cumbres borrascosas], tan solo se ha comercializado en una ocasión en el periodo estudiado. La editorial madrileña Aldevara ha sido la responsable de publicar la traducción de Luaces en 2010 (Imagen 39). Resulta llamativo que en la página de créditos, aparezca el nombre de pila del traductor acompañado del primer apellido completo y obviando el segundo (Juan González Blanco).223 Respecto a la traducción original, publicada por Ediciones Destino en 1942, se han producido algunas modificaciones. La primera edición de la traducción de Luaces estaba precedida por un breve prólogo en el que se proporcionaba información sobre la autora y la novela. Contrariamente, la edición de Aldevara carece de cualquier paratexto introductorio. Por otra parte, la traducción ha sido revisada y modificada aunque no consta que tales cambios hayan sido realizados por la misma editorial.224 Imagen 39. Cumbres borrascosas (Aldevara, 2010) Finalmente, en 2011 se han publicado otras dos traducciones de Luaces. La versión de la primera de ellas, Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, ha visto la luz en dos ocasiones en el periodo en cuestión. Ediciones Folio la publicó en 2002 y la editorial SmArt of Selling Factory ha sido la encargada de la más reciente publicación en 2011 en la colección ‘Dualbooks’ (Imagen 40).225 Teniendo en cuenta que los apellidos completos del traductor no se habían divulgado hasta la publicación de ‘Juan G[onzález-Blanco]. de Luaces: El traductor desconocido de la posguerra española’ (Ortega Sáez 2009), parece que la editorial ha llevado a cabo una tarea de documentación al respecto. 224 Es posible que la revisión y modificación de la traducción que originalmente produjo Luaces fuera llevada a cabo por otra editorial. Por ello sería preciso indagar en las ediciones previas para ubicar la primera que publicó estos cambios. 225 Tal y como reza en la contraportada, la colección ‘Dualbooks’ nació con el objetivo de contribuir al aprendizaje del inglés como lengua extranjera: ‘la idea de esta colección surgió de un grupo de amigos que siempre pensaron que el inglés no era lo suyo. Después de toda la vida estudiando nos parece imposible que 223 143 Capítulo 2 Imagen 40. Los viajes de Gulliver / Gulliver’s Travels (SmArt of Selling Factory, 2011) El texto original se presenta combinado con la traducción de Luaces, de tal forma que el lector dispone tanto del texto original como de la versión traducida. La Imagen 41 ilustra el formato empleado en la edición: Imagen 41. Págs. 4 y 5 de Los viajes de Gulliver/Gulliver’s Travels (SmArt of Selling Factory, 2011) el inglés entre en nosotros. ¿Seremos nosotros? ¿Será el método?... Y así nació Dualbooks. Disfruta el inglés y olvida el diccionario’. 144 El traductor: Juan G. de Luaces Sin lugar a dudas, esta edición es la más innovadora de todas las comentadas hasta el momento. Además de ser bilingüe, en la portada incluye un código QR (Quick Reponse) que dirige al lector al audiolibro para escuchar el texto en inglés desde un teléfono móvil inteligente (Imagen 42). Y por otra parte, la página web de la colección también ofrece la opción de descargar o escuchar el audiolibro en línea.226 Imagen 42. QR Los viajes de Gulliver / Gulliver’s Travels En cuanto a cuestiones propiamente relacionadas con la traducción, cabe destacar que el extenso estudio preliminar de J. Farrán y Mayoral que antecedía a la traducción de Luaces publicada por Iberia en 1943, no se ha reproducido en esta última edición. Por otra parte, el nombre del traductor no figura en el libro 227 y el texto en sí presenta modificaciones respecto a la traducción original. Como en el caso de Cumbres borrascosas no hay referencia alguna a que esta editorial haya llevado a cabo la revisión de la traducción de Luaces, por lo que es probable que estos cambios se produjeran en alguna de las ediciones publicadas con anterioridad, y quizás fuera otra editorial la responsable de dichos cambios. Hasta el momento se han examinado ocho de los nueve títulos traducidos por Luaces que se han distribuido en los últimos años. Conforman un total de quince reediciones/reimpresiones entre 2000 y 2011. El denominador común en siete de dichos textos es la ausencia en las portadas del nombre del traductor y en el caso de Los viajes de Gulliver ni siquiera se menciona el nombre en la página de créditos, con lo que el traductor 226 Véase: [Última consulta: 2 octubre 2012]. 227 La información respecto al traductor se ha obtenido del catálogo de la BNE en el que se repite el fenómeno de Cumbres borrascosas, solo haciendo mención del primer apellido de Luaces. También la base de datos del ISBN reproduce esta misma información. 145 Capítulo 2 es prácticamente invisible, o completamente en este último caso, para el público lector. Por otra parte, la mayoría de las versiones comercializadas – idénticas o con leves modificaciones lingüísticas, a excepción de Los viajes de Gulliver, Cumbres borrascosas y Bésame otra vez forastero – son indicativas del interés comercial de los editores que parecen obviar el contexto en que se llevaron a cabo dichas traducciones y las posibles mutilaciones que podrían haber sufrido. Por otra parte, es preciso recordar que dos de estas publicaciones explicitan que Juan G. de Luaces es el beneficiario del copyright de la traducción. Sin embargo, como ya se ha apuntado anteriormente, sus herederos no se han beneficiado de los derechos de autor. La segunda traducción publicada en 2011 es Jane Eyre. En esta ocasión la edición presenta variaciones mínimas respecto a la publicada por Iberia en 1943. Una vez exploradas las diferentes versiones de Luaces todavía en el mercado entre 2000 y 2012, se ha podido observar que las más recientes son Los viajes de Gulliver y Jane Eyre, ambas publicadas en formato papel por última vez en 2011. Dado que la primera de ellas presenta modificaciones significativas respecto a la publicada originalmente, la única traducción que cumple los requisitos indicados en la metodología de selección del corpus para el análisis comparativo es Jane Eyre. En la franja temporal en cuestión ha sido editada en nueve ocasiones, siete de ellas por Espasa Calpe (2000, 2003, 2005, 2007, dos ediciones en 2011 y la versión e-book en 2012), en 2004 por Planeta y en 2005 por Ediciones Altaya. En el siguiente capítulo se analizarán estas ediciones de Jane Eyre, entre otras, y se estudiará la destacada presencia histórica de esta novela de Charlotte Brontë en el sistema literario español. Asimismo, se comparará la versión de Luaces que publicó Iberia en 1943 y la publicada recientemente por Espasa Calpe en 2011 tanto a nivel de contenido como a nivel paratextual. 146 CAPÍTULO 3: JANE EYRES [T]he more artistically complex and original a work of art, the higher it rises over the works that surround it, the greater is its availabity to different readings on both the synchronic and the diachronic levels (Corti 1978: 5) Tanto las hermanas Brontë como algunos de sus textos, Jane Eyre y Wuthering Heights, sobretodo, han alcanzado el estatus de mitos, formando parte del imaginario colectivo en el mundo occidental desde mediados del siglo XIX. Esta interpretación es originaria de Lucasta Miller que en su estudio seminal The Brontë Myth se refería al contexto anglosajón. Miller destaca la mitificación de la propia escritora que se inició poco tiempo después de su fallecimiento: If the twenty-year-old Charlotte Brontë had been told she would one day be a household name, that her picture would hang in a future National Portrait Gallery, and that pilgrims would travel to Haworth on her account from as far away as Japan, she would have been delighted but not altogether surprised. The image of the Brontës presented in Charlotte’s own ‘Biographical Notice’ of her sisters casts them as ‘unobtrusive women’ shunning fame. [...] By the time she died, at the age of nearly thirty-nine, in 1855, she had indeed become a celebrity. Two years later, with the publication of Elizabeth Gaskell’s The Life of Charlotte Brontë, she became a legend (2005 [2001]: 3). 147 Capítulo 3 También Patsy Stoneman en Brontë Transformations se ha interesado por el capital simbólico que tanto la autora como su novela han acumulado y que ha conducido a su consagración. A través del estudio del ‘afterlife’ 228 de Jane Eyre, Stoneman ha dejado patente la continua presencia del texto en una multiplicidad de espacios geógraficos y temporales. En esta misma línea, la investigadora australiana Erica Hateley ha apuntado: Charlotte Brontë’s best-known novel, Jane Eyre (1847), has not been out of print since initial publication, continues to sell well, and has been the source of at least twenty-one films. Beyond this, the novel has sustained a varied ‘afterlife,’ appearing in or as numerous sequels, prequels, simultaneous tales, stage plays, a musical, comic books, parodies, postage stamps, and, of course, literary criticism. Jane Eyre, then, is clearly readable as one of the consistent motifs of our culture’s self-representation (Hateley 2005: 1022). En Alemania, el volumen editado por Rubik y Mettinger-Schartmann vuelve a situar a Jane Eyre entre uno de los textos que más influencias e inspiración ha generado. En la introducción al volumen A Breath of Fresh Eyre, las editoras aseguran: It is not surprising that a work that has intrigued both a wide reading public and a great number of of literary scholars should also have exerted a challenge to successive generations of creative writers. Indeed, few literary works have proved their capacity to act as sources of literary inspiration, to be constantly re-assembled, re-contextualised, re-imagined, re-written, so exuberantly as Jane Eyre. (2007: 11)229 En el caso específico de España, Aurora Astor Guardiola comparte la consideración de que las novelas de las Brontë han adquirido una dimensión ‘mitológica’, ‘semejante al de los cuentos de hadas’ (2006: 38). La autora también destaca que ‘[a]parte de los cientos de miles de personas que han leído Jane Eyre o Wuthering Heights, debe existir otro número igual de personas que, sin haber leído las novelas, en algún momento se han sentido cautivadas por la historia de la casa de tintes góticos al borde de los páramos y por la vida de sus ocupantes’ (ibid.: 25). Dentro de este segundo colectivo al que se refiere Astor Guardiola, la difusión del mito de las Brontë, sus novelas y personajes se ha producido con mucha seguridad a través de la incesante presencia visual. Obviamente, las adaptaciones cinematográficas de la novela y las recreaciones de las vidas de las hermanas escritoras han conseguido a difundir aún más, si cabe, su capital simbólico a nivel internacional.230 Término de Walter Benjamin en ‘The Task of the Translator’ (1992 [1923]). La novela de Charlotte Brontë parece haber influido en mayor o menor medida textos como Rebeca de Daphne du Maurier, Wide Sargasso Sea de Jean Rhys o The Eyre Affair de Jasper Fforde, entre otros. A pesar de que la mayoría de ellos se han traducido al español, en este recorrido se hará referencia exclusivamente a textos producidos originalmente en español en la Península Ibérica. 230 Aunque este capítulo se centra en la presencia de Jane Eyre en los medios escritos, se ha indigado en las adaptaciones cinematográficas de la novela en España. La primera vez que se exhibió una película basada en 229 228 148 Jane Eyres Los comentarios sobre el estatus de Charlotte Brontë y la continua presencia de Jane Eyre son perfectamente aplicables al sistema literario español. Lo demuestran los cerca de dos cientos textos relacionados con la novela de Brontë que entre el siglo XIX y los últimos años se han computado.231 Entre ellos figuran traducciones, ediciones en inglés, novelas y obras de teatro inspiradas en el texto original, material didáctico y volúmenes de crítica literaria que se han convertido en prolongaciones de Jane Eyre. A continuación, se repasa la presencia histórica de la novela principal de Charlotte Brontë, Jane Eyre, en el sistema literario español. En las siguientes páginas se llevará a cabo un recorrido diacrónico que se inicia en 1859 con el texto teatral de Francisco Morera, Jane Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo, y concluye con las traducciones en formato e-book publicadas en 2012. Asimismo se presentan las traslaciones de la novela de la época franquista que están registradas en el AGA y que por diversos motivos no llegaron a publicarse en España. 3.1. Siglo XIX A pesar de que el primer texto relacionado con Jane Eyre en español fue publicado en La Habana, se ha creído pertinente incluirlo en este capítulo dada la proximidad temporal respecto al original y porque es una muestra de la pronta difusión del texto de Charlotte Brontë a nivel internacional. Esta primera versión en español, titulada Juana Eyre. Memorias de un aya, fue publicada entre 1850 y 1851 por la Imprenta del Diario de la Marina (La Habana, Cuba) y se trata de la traducción de una versión inspirada en la novela de Charlotte Brontë que Old Nick,232 seudónimo de Paul Émile Daurand Forgues, había la novela en España fue en 1946 con el título Alma rebelde del director Robert Stevenson, que se había extrenado en diciembre de 1943 en el Reino Unido. En ella aparecían actores célebres como Orson Welles (Rochester) y Joan Fontaine (Jane Eyre adulta) (como se verá más adelante, una de las versiones de Jane Eyre publicadas en formato papel empleó el título de la película). Dos décadas más tarde, en 1965 se estrenó en televisión una serie de producción nacional, dirigida por Pedro L. Ramírez y protagonizada por Maria Luisa Merlo y Rafael Arcos. Más recientemente, la versión de Franco Zeffirelli llegó a los cines españoles en febrero de 1996, unas semanas después de su estreno. Por último, en diciembre de 2012 se estrenó la más reciente versión, dirigida por Cary Fukunaga y protagonizada por Michael Fassbender y Mia Wasikowska. También es frecuente encontrar la proyección de alguna de las versiones cinematográficas de Jane Eyre en diferentes canales de televisión. 231 La consulta de diferentes bases de datos (BNE, BC, REBIUN y WORLDCAT) ha revelado la existencia de algo más de veinte traducciones al español de Jane Eyre publicadas en Sudamérica. Si bien es cierto que algunas de ellas podrían haber sido importadas a España y habrían circulado conjuntamente con las publicadas aquí, la imposibilidad de conocer dicha información con exactitud ha conducido a la decisión de dedicar una menor atención a estos textos. Los datos bibliográficos de los textos explorados en este capítulo se pueden consultar en el Anexo 6. 232 A lo largo de este capítulo se ha tratado de proporcionar información sobre los traductores aunque no ha sido posible en todos los casos. 149 Capítulo 3 publicado originalmente en francés en la Revue de Paris entre abril y junio de 1849 bajo el título Jane Eyre ou Mémoires d’une gouvernante. 233 El texto en español del que se desconoce el traductor se presenta en dos volúmenes de 150 y 152 páginas, respectivamente.234 Ya en España, Francisco Morera y Valls escribió la obra teatral Juana Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo en 1859 (Imagen 43) de la que diez años más tarde se llevó a cabo la impresión en Barcelona235 (Imagen 44). Imagen 43. Juana Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo. Barcelona, 1859. Imagen 44. Juana Eyre. Drama en cuatro actos y un prólogo. Barcelona, 1869. En el reparto figuran trece personajes ya presentes en la novela de Charlotte Brontë y otros nuevos que se han incorporado en la obra teatral. Resultan fácilmente identificables Lord Rochester, Juana Eyre y Adela. Por otra parte, aparecen otros menos reconocibles: Mistris Sara Hollister (Mrs. Reed), el Doctor Blackorst (Mr. Brocklehurst), Sir Guillermo La versión de Old Nick, de dominio público, está disponible en el siguiente enlace: [Última consulta: 28 octubre 2012]. 234 El hecho de que exista un ejemplar en la BC podría ser indicativo de la circulación de este volumen por la Península Ibérica. 235 Versión disponible en: [Última consulta: 28 octubre 2012]. 233 150 Jane Eyres Smith,236 el Capitán Enrique Harding,237 Herminia Clarens (una de las hermanas Reed),238 Ricardo (John Reed) o Mistris Clara (Mrs. Fairfax). Resulta de interés la nota que aparece en la última página del manuscrito, que indica que el texto se vio sometido a censura y fue aprobado con suspensiones: ‘Aprobar a condición de que en la escena 4ª del acto 4º no aparezca que la protagonista se va a casar con un sacerdote, aunque se sobreentiende que es protestante, y devuelta al Ministerio el 12 de febrero’. Tal y como recoge Rivas Hernández, a pesar de la ‘Ley de libertad política de la imprenta’ que se aprobó al principio del trieno liberal del siglo de publicar sin censura previa, [e]n la práctica, sin embargo, se determinaron una serie de abusos sobre la misma […]. Se prohibieron, así, los escritos que atentaran contra la religión católica o contra la monarquía. De igual modo se reprobaban las doctrinas que incitaran a la rebelión, a perturbar la tranquilidad pública o a desobedecer las leyes. También eran proscritos los textos obscenos o contrarios a las buenas costumbres, así como las obras que mancillaran el honor y el buen nombre de las personas. Como se ve, pues, cobraban cada vez más relieve en el ámbito de la censura las faltas contra las costumbres, contra la moral (pública o privada) y contra la estabilidad de Estado, y todo ello frente al dominio esencialmente religioso que se había extendido desde los albores de la institución hasta el siglo XVIII. En el teatro la censura se aplicaba de forma especialmente rigurosa, dado el carácter abierto y ejemplarizante del género. No olvidemos que esta forma literaria llegaba a un gran número de personas, y que en épocas de escasa difusión de la cultura se convierte en un medio importantísimo de educación. (2011: 398) XIX y concedía el derecho A pesar del incidente con la censura de la época, la obra de Morera y Valls se estrenó en Madrid ese mismo año (Mercer 2012: 45).239 Algunos años después se llevó a cabo la primera traducción al español del texto completo que fue titulada Juana Eyre. El encargado fue Leopoldo Terrero y su texto se publicó en Nueva York por D. Appleton y Compañía en 1889 y reeditado en 1898 y 1903. 240 Precisamente esta primera traducción, revisada por la editorial y con el título original, se ha vuelto a comercializar recientemente por 519 Editores en una edición rústica de 298 Este personaje es una creación del dramaturgo. Resulta ser familiar de los Reed, aquí Hollister. Este personaje también es una incorporación de Morera y Valls. Parece ser un conocido de la familia Hollister, que se posiciona a favor de la joven Jane ante los malos tratos que recibe. 238 En la obra de teatro, Mrs. Reed, solo tiene dos hijos: Ricardo y Herminia Clarens. 239 Mercer explora la posible influencia de Jane Eyre y Wuthering Heights en La hija del mar de Rosalía de Castro. La autora gallega podría haber leído las traducciones francesas que se llevaron a cabo alrededor de 1850. Además, Rosalía de Castro vivía en Madrid cuando se estrenó la obra de teatro y es probable que asistiera a alguna función. 240 La segunda edición se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Yale. 237 236 151 Capítulo 3 páginas y también en formato e-book que se puede adquirir en el portal Amazon 241 (Imagen 45). Imagen 45. Jane Eyre (519 Editores, 2012) En su página web la editorial recuerda tanto el éxito de la novela en el momento de la publicación original como su pervivencia y apunta a los potenciales lectores que se encuentran ante una de las primeras traducciones al español: Jane Eyre es una conocida novela escrita por Charlotte Brontë, (1816 – 1855), novelista inglesa hermana de la también escritora Emily. Publicada en 1847 por Smith, Elder & Company, en el momento de su aparición alcanzó una gran popularidad, que encumbró con rapidez a la autora a las cimas de la novela romántica. Aún hoy, esta obra es considerada un clásico de la literatura en lengua inglesa. La presente versión, de Leopoldo Terrero, tiene el encanto de las primeras traducciones al español, de sumergirse en el modo en que fue leída por primera vez, llenando de evocaciones del pasado al lector actual; habiendo sido digitalizada y adaptada desde el original para esta edición.242 Además, esta última edición reproduce la extensa nota introductoria de Leopoldo Terrero que precedía la traducción original: La buena novela moderna es un poderoso elemento moral e intelectual que no conocieron en tiempos pasados. Ella analiza y publica, no solamente los fundamentos y métodos de las ciencias; sino que también se place y poetiza con las utopías que impulsan la humanidad al progreso, y que con seductor encanto han iluminado la fantasía del hombre en todos los tiempos y en todos los lugares. La mayor influencia de esta literatura se ejerce sobre la moral; de modo que las costumbres, ideas y creencias de los pueblos en la edad presente, se vacían casi invisiblemente en el molde de la literatura actual. 241 [Última consulta: 29 octubre 2012]. 242 [Última consulta: 29 octubre 2012]. 152 Jane Eyres Fuerza es confesar sin embargo, que en la gran variedad de géneros literarios se ha llegado a veces, hasta a desenterrar sistemas filosóficos absurdos ya una vez desechados, y que en el mercado de las letras veamos ofrecer a cándidos lectores pasto degradante para el espíritu, torpe deleite a los sentidos, y dudas y vaciliaciones a la razón. Siéntese ya afortunadamente, una reacción saludable; y el llamado naturalismo, que pinta sin ficción; pero con decoro, va relegando al desprecio esa literatura. Notables obras se publican con tal propósito, y una de ellas es la que ahora presentamos: Jane Eyre, que hace tiempo mereció lo [sic] honores de ser dramatizada en inglés, y justamente al estarse ya imprimiendo la presente traducción de la novela en castellano, acaba de ponerse en escena en lengua alemana. La autora demuestra en esta obra con cabalidad, lo necesario que es, no sólo al hombre, sino a la mujer misma, la entereza del carácter y la propia estimación: para ello nos presenta a una joven que vence todas las dificultades de su vida, sembrada de dolorosos acontecimientos desde la infancia, aconsejándose siempre en su dignidad y altivez, bien entendida. Si la serenidad del alma y una vida tranquila, son valiosa recompensa, con ella viene a ser coronada la heroína de esta novela. El estilo de la autora, como producto femenil, está esmaltado por ese mérito particular que la mujer sabe dar, aún a pequeñas futilidades, como los delgadísimos tejidos que fabrican sus manos y que el hombre enreda torpemente entre las suyas, cuando en tales delicadezas se mete. Con este fin he procurado en la traducción, dejar al lenguaje de la autora, su difícil sencillez, disimulando ligeramente, a veces, cierta pueril petulancia; pero no forzando mucho la mano en esto, para dejarle adrede su candorosa ingenuidad. Nueva York, diciembre de 1889 El Traductor Como refleja esta nota, el traductor expresa su opinión sobre la razón de ser de ‘la buena novela’ y destaca tanto la transmisión de conocimiento como el adoctrinamiento moral. Por otra parte, se pronuncia respecto a su labor traductológica e insinúa que su versión aplaca lo que considera cierto engreimiento por parte de la autora. 3.2. Siglo XX: 1900-1939 De las primeras cuatro décadas del siglo XX tan solo se han localizado dos traducciones y ambas fueron publicadas en 1928. Se trata de las primeras versiones al español que se publicaron en España, ambas en los tiempos de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Una de ellas, Juana Eyre, traducción de la Editorial Mentora (Barcelona), fue el quinto título de la colección ‘La Novela Selecta’. Además del título, se castellanizó el nombre de la autora (Carlota Brontë) como refleja la cubierta (Imagen 46). El texto se presenta a dos columnas y cada capítulo está precedido por una pequeña ilustración (Imagen 47): 153 Capítulo 3 Imagen 46. Jane Eyre (Mentora, 1928) Imagen 47. Primera página Jane Eyre (Mentora, 1928) 154 Jane Eyres La segunda traducción de esta época, también titulada Juana Eyre, fue publicada por la editorial Juventud en Barcelona en la misma fecha que la anterior y se trata de una edición ilustrada por Lorenzo Goñi. Esta traducción no proporciona el nombre del traductor, sin embargo, ediciones posteriores del texto revelan que la versión al español fue procurada por José Fernández.243 Después de 1928, esta traducción se ha comercializado en España244 en diferentes colecciones, al menos, en ocho ocasiones posteriores (Véase Anexo 6), tanto con el título castellanizado (1958 y 1963) como con el título en inglés.245 A partir de la edición de 1958 la extensión ha pasado de 223 páginas a 238 debido a la incorporación de una breve introducción. La más reciente reimpresión del texto data de 2003 y la portada se reproduce en la Imagen 48: Imagen 48. Jane Eyre (Juventud, 2003) 3.3. Posguerra española: 1940-1975 De este periodo datan el mayor número de textos en español relacionados con Jane Eyre y que en esta ocasión se engloban únicamente dentro de la categoría de traducciones al En la página de información bibliográfica de la edición de 1996 aparece por primera vez el nombre del traductor y el copyright se atribuye a la traducción de la editorial Juventud de 1928. A partir de esa fecha, en el resto de ediciones aparece José Fernández como traductor. 244 También se han ubicado dos ediciones en Argentina en 1941 y 1944, respectivamente. 245 Se ha consultado el expediente de censura de la edición de 1958, incorporada en la colección ‘Z’, en la que el lector apunta ‘Nada fundamental que oponer a este desbordamiento romántico en el eterno tema amoroso, y a la descripción del ambiente y de los personajes de una época pasada. Puede autorizarse’. AGA/IDD (03) 050 Caja 21/11859 Expediente 5697. 243 155 Capítulo 3 español. De los alrededor de setenta títulos246 que conforman esta sección cerca del 80% fueron publicados en España, mayoritariamente en Barcelona. Cronológicamente, la primera nueva traducción de esta época fue publicada en Buenos Aires (Argentina) por la editorial Acmé Agency, regentada en aquel entonces por Amadeo Bois, en 1941 en la colección ‘Centauro’. La traducción, que tal y como consta en esta primera edición ‘no es ni un digesto ni una condensación del original’, fue llevada a cabo por M. E. Antonini, y reeditada en varias ocasiones posteriores247. Por lo que se refiere a España, la consulta de los expedientes de censura, revela que Miguel Sabaté de la editorial Castalia (Madrid), pretendía publicar tres mil ejemplares de la traducción titulada Juana Eyre.248 La solicitud que envió en septiembre de 1942 obtuvo una respuesta favorable por parte del aparato censor aunque es posible que la publicación nunca llegara a comercializarse.249 Por tanto, la versión de Juan G. de Luaces, que se ha escogido para el análisis, fue la pionera en el periodo de posguerra, publicada por la editorial Iberia en 1943.250 Le siguió la traducción de Juan Ruiz de Larios de 1945 que sacó al mercado Bruguera (Barcelona) en la colección ‘Alondra’ 251 y que, como en otras ocasiones, volvió a comercializarse ulteriormente. 252 Paralelamente a Bruguera, también en Barcelona, Ediciones Reguera publicó una nueva traducción, esta vez de Javier de Zengotita, en abril Se han incluido en este cómputo las cinco ediciones de la traducción que Juventud publicó en este lapso temporal. 247 Como en el caso de la versión de Old Nick de mediados del siglo XIX, hay un ejemplar de esta traducción en la BC, lo que podría indicar que el texto estuvo en circulación en España. Sin embargo, las reediciones de 1944 y 1947 no se han ubicado en la Península Ibérica. 248 AGA/IDD (03) 050 Caja 21/07006 Expediente 5-921. La solicitud data del 5 de septiembre de 1942 y recibió el veredicto del censor el 2 de octubre de ese mismo año. El lector, ‘Conde’, en su informe sobre la novela escribió: ‘La novela tiene un argumento intrascendente y por su desarrollo puede estar incluida en la clasificación rosa. Traducida del inglés. No se halla nada censurable. Puede ser autorizada su publicación’. La autorización fue concedida el 7 de octubre de 1942. 249 La imposibilidad de localizar este volumen conduce a plantearse la posibilidad de que no llegara a salir al mercado. Tampoco parece viable que se procediera a su exportación porque en tal caso la solicitud enviada a la Dirección General de Propaganda debería haberlo especificado. 250 Por tratarse de la versión que se analiza en este estudio, se profundizará en ella más adelante en la sección 3.6.1. (Jane Eyre [Iberia, 1943]) de este mismo capítulo. 251 En la contraportada se especifica que la Colección ‘Alondra’ recogía obras maestras de todos los tiempos y de todos los países. 252 Se han localizado siete reediciones de esta traducción en diferentes colecciones: 1954 (‘Serie Grana’), 1968 (‘Club’), 1971 y 1976 (‘Libro Amigo, 191’), 1972 y 1973 (ediciones especiales que se presentan en tapa dura) y 1974 (‘Obras Inmortales, 8’, que también se viste de tapa dura). 246 156 Jane Eyres de 1945 dentro de la colección ‘Oasis’ y con una ilustración en la cubierta de R. Riera Rojas (Imagen 49): Imagen 49. Jane Eyre (Reguera, 1945) Del mismo modo que la traducción publicada por Juventud en 1928, el texto se presenta en dos columnas. Una página antes del comienzo del texto aparece una breve nota que destaca el mérito literario de Charlotte Brontë y ensalza las virtudes de la novela, enlazándolas con la vida de la misma autora: Sin ningún género de duda es Charlotte la más célebre de las tres hermanas Brontë, debiendo principalmente su reputación a Jane Eyre, la obra que la ha consagrado como una de las mejores escritoras inglesas de todos los tiempos. En este libro cuenta la autora la historia de su vida; una vida que fué [sic] toda pasión. En cada capítulo, en cada página dejó prendidos girones de su corazón y vertió sus más íntimos afectos y sentimientos. Y como vivió intensamente y amó mucho, la obra resulta vigorosa, conmovedora, llena de angustias y esperanzas; un relato, en suma, intensamente dramático que suscita en el lector sostenido y emocionante interés. Parece que la traducción de Ediciones Reguera fue bien recibida pues la segunda edición salió a la luz en octubre de ese mismo año, la tercera tan solo un año después y para 1948 ya se había alcanzado la sexta edición. En 1948 Ediciones Reguera, probablemente movida por el interés suscitado en la versión completa de la novela, publicó Jane Eyre, con el subtítulo Alma Rebelde,253 en formato de novela gráfica, redactada e ilustrada por Ramón Este subtítulo se corresponde con el título de la primera adaptación cinematográfica de la novela estrenada en España en octubre de 1946. A pesar de que cuando se publicó esta novela gráfica habían transcurrido dos años del estreno, es probabe que la editorial tuviese la expectativa de que el público se interesara en el texto a raíz de haber visto la película con el mismo título. 253 157 Capítulo 3 Sabatés. El volumen de ocho páginas iniciaba la colección ‘Novela Gráfica’, que se publicaría bimensualmente (Imagen 50): Imagen 50. Jane Eyre. Alma Rebelde (Reguera, 1948) En la contraportada se dirigían unas palabras al lector en las que se informaba del contenido de la colección al mismo tiempo que se hacía eco de las dificultades del momento: Lectora o Lector: Al poner a la venta el primer número de nuestra Colección La Novela Gráfica deseamos que sea de vuestro agrado. La Novela Gráfica os dará a conocer las mejores novelas de la literatura mundial por medio de dibujos explicados. Cada número contendrá el argumento completo de una novela de amor, aventuras, pasión o intriga, siempre dedicado a las personas mayores. Aparecerán dos números al mes. Tenemos en preparación los siguientes títulos: Atentado en París (M. Stiersntedt), Tormenta de verano (F. Swinnerton) y El secreto de la solterona (E. Marlitt), ilustrados por las mejores firmas de nuestros dibujantes y portadistas. Si es de vuestro agrado La Novela Gráfica, Ediciones Reguera E.M.S.A. se dará por satisfecha del esfuerzo editorial que, en estos momentos de tantas dificultades, representa su publicación. Nuestro cordial saludo al comenzar esta colección. Por su parte, la Revista Literaria (Madrid) publicó en la colección ‘Novelas y Cuentos’ la traducción titulada Juana Eyre en 1945. En la portada se destaca la popularidad de su autora y el calibre de la novela: ‘Una obra maestra rebosante de ternura y bondad, cuya emoción sabe llegar al alma. Creación que labró la reputación de su autora, popularizándola en todos los países’ (Imagen 51). La publicación, de carácter semanal, sacó a la luz esta versión el 11 de noviembre de 1945. A pesar de que este número consta de tan solo 50 páginas contiene la traducción íntegra de la novela ya que tenía formato de revista (32cm x 23cm). El texto, a dos columnas, incluye una breve nota sobre la autora y 158 Jane Eyres un retrato de la misma. También se indica que con anterioridad se había publicado la traducción de Wuthering Heights. Además de la traducción de la novela, la publicación reproduce la ‘Historia del niño malo’ de Mark Twain y el poema de Góngora ‘El forzado’. Imagen 51. Juana Eyre (Revista Literaria, 1945) En 1946 la editorial Molino (Barcelona) publicó la traducción que había llevado a cabo Rosa S. de Naveira. Esta edición, incluida en la colección ‘Famosas Novelas’, fue ilustrada por J. P. Bouquet (Imagen 52, Imagen 53, Imagen 54 ): Imagen 52. Portada Jane Eyre (Molino, 1946) Imagen 53. Ilustración I Jane Eyre (Molino, 1946) Imagen 54. Ilustración II Jane Eyre (Molino, 1946) Por estas fechas debería haber salido al mercado un pequeño volumen de 52 páginas, titulado Juana Eyre. Según los archivos del AGA, el 23 de noviembre de 1943 la editorial Dédalo (Madrid) solicitó la autorización para la publicación de cinco mil ejemplares y tan 159 Capítulo 3 solo dos días después de la fecha de entrada de la solicitud, se concedió la autorización.254 Sin embargo, el depósito de los cinco ejemplares, que requería la Dirección General de Propaganda, no se efectuó hasta el 6 de noviembre de 1945.255 La editorial madrileña Aguilar también comercializó una traducción de la novela. Por primera vez en 1947 se publicó la versión de María Fernanda Pereda.256 Probablemente sea esta la edición más exclusiva de todas las traducciones que se han localizado. La publicación, de pequeñas dimensiones (12cm x 8cm), tenía tapas de cuero y las 780 páginas del libro eran de papel biblia. Como refleja la Imagen 55, la traducción estaba precedida por un retrato ‘vestido’ de la autora: Imagen 55. Jane Eyre (Aguilar, 1947) También en este caso se justificaba el interés por la novela y la autora: ‘De las tres hermanas Brontë, Charlotte fué [sic] la mayor, la de vida más larga y la más fecunda en obras. Jane Eyre es la mejor de sus novelas. Con Jane Eyre, Charlotte Brontë ha quedado, para siempre, como la suprema novelista de la pasión’. AGA/IDD (03) 050 Caja 21/07295 Expediente 7752. Como en el caso de la edición de Castalia este volumen no se ha localizado, por lo que es posible que no llegara a comercializarse. 256 En el periodo comprendido entre 1947 y 1962 se publicaron cinco ediciones en la misma colección y con idéntico formato. Esta traducción también fue comercializada por Germán Plaza (Barcelona) en cuatro ocasiones entre 1968 y 1975 y todas ellas en la colección ‘Libros Reno’. En 1972, fecha en que se divulgó una de las ediciones en ‘Libros Reno’, Germán Plaza también la publicó en el sello editorial Plaza & Janés dentro de la colección ‘Novela Completa’ y, posteriormente, en 1977. Por otra parte, la traducción de María Fernanda Pereda se incluyó en una edición de Aguilar de similares características a la de 1947 que compilaba las obras más populares de las tres hermanas Brontë (Cumbres borrascosas, Inés Grey y Jane Eyre) y que salió al mercado en 1975 en la Colección ‘Joya’. Por su parte, la editorial Orbis ha publicado esta traducción en 1990, 1994 y 1997. 255 254 160 Jane Eyres Es probable que en 1948 se comercializara una traducción importada de Santiago de Chile que databa de 1944 de nuevo con el título castellanizado. Según la información que consta en el AGA, el 21 de junio de 1948 se autorizó la circulación de 50 ejemplares de esta traducción que pertenecía a la editorial Zig-Zag.257 Ya en la década de los cincuenta, la editorial Éxito (Barcelona) sacó al mercado la traducción de Fernando M. Ungría que la editorial W. M. Jackson había publicado en Buenos Aires en 1946. La edición de Éxito, que data de 1952, se incluyó en la colección ‘Grandes Novelas de la Literatura Universal’ y estaba precedida por una nota preliminar sin firmar.258 En esta misma década, la editorial Fama (Barcelona) también publicó una traducción de Jane Eyre, vertida al español por Elena García Ortiz. La novela, incluida en la colección ‘Junco’ salió a la luz en 1956 y no parece haber sido editada con posterioridad (Imagen 56): Imagen 56. Jane Eyre (Fama, 1953) Los años sesenta vieron una proliferación de traducciones publicadas por diversas editoriales. La editorial Planeta (Barcelona) publicó Jane Eyre en el volumen colectivo titulado Maestros ingleses II (1960).259 Juan Sebastian Arbó y Ricardo Fernández de la Reguera fueron responsables de la edición, selección y estudios preliminares pero no constan los traductores. El año siguiente Toray (Barcelona) publicó la traducción de José AGA/IDD (03) 050 Caja 21/08288 Expediente 2219. Éxito reeditó la traducción en 1961. Posteriormente, otras editoriales publicaron el texto de Fernado M. Ungría (Colón, Panamá, 1964) y (Cumbre, México, 1968). 259 Además de la novela de Brontë, el volumen contenía: La historia de Tom Jones de Henry Fielding, El vicario de Wakefield de Oliver Goldsmith y Orgullo y prejuicio de Jane Austen. 258 257 161 Capítulo 3 Villalva Pinyana en la colección ‘Novelas Maestras’. En 1963 la editorial de Ramón Sopena (Barcelona) publicó una nueva versión en la colección ‘Biblioteca Sopena’. Esta edición revela varias inconsistencias respecto a la cuestión de la domesticación tanto del título como del nombre de la autora. Mientras que en la cubierta aparece Jane Eyre de Carlota Brontë, en las páginas interiores el apellido de la autora es ‘Bronté’ [sic] y el título Juana Eyre.260 La editorial Felicidad (Bilbao) fue la siguiente en publicar la traducción de la novela con el título Jane Eyre en 1963. En esta ocasión se incluyó en la colección ‘Franja Morada’, destinada al público juvenil y contenía numerosas ilustraciones en color. Ni en la primera edición ni en las que siguieron (1965, 1966)261 se especificaba el traductor o el ilustrador (Imagen 57). Imagen 57. Jane Eyre (Felicidad, 1963) Sopena había publicado previamente en Buenos Aires dos ediciones vertidas al español por Rafael Jiménez Orderiz en la Biblioteca Mundial Sopena, en 1944 y 1946, respectivamente. Posteriormente, la editorial Porrúa (México) volvió a publicar esta versión en 1983. En la edición de Sopena publicada en Barcelona en 1963 no consta el nombre del traductor y dada la imposibilidad de consultar las ediciones argentinas no se ha podido cotejar si la española también fue la versión de Jiménez Orderiz. Lo mismo ocurre con dos ediciones posteriores con fecha de 1972 y 1981. 261 La última edición del sello Felicidad que salió al mercado encontró dificultades a la hora de su publicación, muestra de las incoherencias del sistema censor en que la falta de uniformidad en los criterios era constante. Felicidad ya había obtenido resoluciones favorables para editar el mismo texto también en colecciones para jóvenes, sin embargo, el lector que evaluó la solicitud para esta última edición consideró que ‘el tema [era] impropio totalmente para lectores infantiles por su fondo y forma’ e indicaba ciertas tachaduras. Posteriormente, la editorial envió una carta en la que recordaba las previas autorizaciones del texto y comentaba que, teniendo en cuenta tal factor, ya habían publicado el texto. Transcurridos algunos meses, el Director General de Información concedió la autorización de sacar a la venta los 3.000 ejemplares que Felicidad tenía preparados a condición que se informara a la Sección de Orientación Bibliográfica la fecha en que se agotara la edición. AGA/IDD (03) 050 Caja 21/14828 Expediente 6216. 260 162 Jane Eyres La editorial barcelonesa Rodegar fue la última editorial encargada de publicar una nueva traducción en la década de los sesenta (1965) en la colección ‘Tesoro Viejo’ que también comercializó en 1970, 1971 y 1972.262 Entre 1970 y 1971 se publicaron las dos últimas traducciones de la posguerra española. La primera de ellas fue comercializada por Ediciones Favencia (Barcelona), que la incluyó en su colección ‘Serie Clásica Favencia’ en 1970. Y, por último, Salvat (Barcelona) y Alianza Editorial (Madrid) sacaron al mercado una traducción de Camila Batlles en dos volúmenes de 205 y 209 páginas, respectivamente, en la colección ‘Biblioteca General Salvat’.263 3.4. 1976-1999 Este periodo está caracterizado por la aparición de otro tipo de textos relacionados con Jane Eyre además de traducciones al español, como son traducciones al catalán y al vasco, material crítico264 y didáctico, y textos inspirados en la novela de Brontë. En cuanto a las traducciones al español, la primera de esta época fue publicada por Gassó Hnos. (Barcelona) en 1977. Le siguió el texto titulado Jane Eyre. Alma rebelde, que sacó al mercado Toray en 1981 y 1982. Esta editorial había comercializado una traducción íntegra de José Villava Pinyana con anterioridad, pero en esta ocasión sacó al mercado una adaptación abreviada de Eugenio Sotillos de menos de cincuenta páginas y con ilustraciones de María Pascual dirigida fundamentalmente a un público lector juvenil femenino, pues se incluyó en la colección ‘Jovencitas’. Seguidamente, en 1982 la editorial Cupsa (Madrid) recopiló en Las mejores novelas de la literatura universal varias traducciones de textos de autores británicos. Además de Jane Eyre, el primer volumen incluía las traducciones de los textos: Vanity Fair [La feria de las vanidades] de W. M. Thackeray, Wuthering Heights [Cumbres borrascosas] de Emily Brontë y The Beach of Falesá [La playa de Falesá] de R.L. Stevenson. El segundo volumen recogía las 262 Según consta en el volumen de la edición de 1970, la traducción corresponde a E. Reguera que podría referirse a la editorial Reguera. En el resto de las ediciones no se proporciona información relativa al traductor. 263 En años posteriores Salvat volvió a comercializar la traducción de Camila Batlles y en todos los casos en colecciones diferentes: 1986 (‘Biblioteca Básica Salvat, 74-75’), 1987 (‘Novela y Ocio’) y 1995 (‘Grandes Obras de la Literatura Universal. Novela Británica del Siglo XIX’). 264 De la misma manera que el resto del material que se ha compilado en este capítulo, las referencias a publicaciones académicas sobre la autora y su novela están recogidas en el Anexo 6. 163 Capítulo 3 traslaciones de The Posthumous Papers of the Pickwick Club [Los documentos póstumos del club Pickwick] de Charles Dickens, The Mill on the Floss [El molino junto al Floss] de George Eliot, Tess of the d’Ubervilles [Tess de los d’Urbervilles] de Thomas Hardy y The Way of All Flesh [El camino de la carne] de Samuel Butler. Años más tarde, en 1988 Orbis publicó en la colección ‘Biblioteca de Grandes Éxitos. Grandes escritoras’ una nueva traducción que, como en el caso de Cupsa, no menciona el responsable de la versión al español. En la década de los noventa la siguiente traducción fue vertida al español por Enrique Cubedo Fernández-Trapiella. Esta versión fue publicada inicialmente por Ediciones Gaviota (Madrid) en la colección ‘Clásicos Jóvenes Gaviota’265 en 1991 (Imagen 58) y, posteriormente, cedida a la editorial Everest (León) que la sacó al mercado en 1999 dentro de la colección ‘Clásicos de Bolsillo Everest’ (Imagen 59). Ambas ediciones, con idéntico número de páginas (478), contienen una introducción de Fidel de Mier e ilustraciones de José María Clement. Imagen 58. Jane Eyre (Gaviota, 1991) Imagen 59. Jane Eyre (Everest, 1999) Las dos últimas traducciones al español de este periodo corresponden a las editoriales Cátedra y Alba, respectivamente. Cátedra (Madrid), del grupo Anaya, sacó al mercado en 1996 una cuidada edición en la colección ‘Letras Universales’ que contiene la traducción de Elizabeth Power y está precedida por una extensa introducción de 71 páginas elaborada Ediciones Gaviota volvió a publicar la traducción de Cubedo Fernández-Trapiella en 2001 en la colección ‘Biblioteca Universal de Clásicos Juveniles’. 265 164 Jane Eyres por María José Coperías (Universidad de Valencia).266 En dicha introducción se estudia el contexto de la autora, la novela victoriana de mujeres y se analizan varios aspectos de la novela tanto formales como de contenido. Además se incluye un extenso listado bibliográfico con títulos de volúmenes sobre la novela victoriana, sobre Charlotte Brontë, y sobre Jane Eyre y también se citan algunas ediciones en inglés de la novela. Por otra parte, la traducción está acompañada por notas a pie de página que proporcionan información adicional dirigida al lector sobre el contexto o cuestiones intertextuales. La cubierta está ilustrada con un fotograma de la película Jane Eyre de Franco Zeffirelli (Imagen 60) y la introducción también está acompañada por varias imágenes.267 Imagen 60. Jane Eyre (Cátedra, 1996) En segundo lugar, la traducción que publicó Alba (Barcelona) en 1999 de la escritora Carmen Martín Gaite recibió el III Premio de Traducción Ángel Crespo en 2000.268 Como Ediciones Cátedra, fundada en 1973, recibió en 1997 – un año después de la publicación de la traducción de Jane Eyre – el Premio Nacional a la mejor Labor Editorial Cultural. Según recoge la página web del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con este galardón: ‘se premia a aquellas editoriales que se hayan distinguido, a lo largo de toda su trayectoria, por enriquecer la vertiente cultural del libro español, al margen de criterios puramente comerciales’. Este Premio Nacional, vigente desde 1994, ha destacado la labor editorial cultural de Tusquets Editores, Anagrama, Alianza, Gredos, Castalia, Alba, Círculo de Lectores, entre otras editoriales. Se puede acceder a esta información y otros datos relativos al premio en: [Última consulta: 28 abril 2013]. 267 Cátedra ha reeditado la traducción de Elizabeth Power en 2003, 2006 y 2008. En 2006 cedió los derechos de la traducción a Alianza Editorial (Madrid) que ha publicado el texto sin la introducción de Coperías en 2006, 2008 y 2009 y 2012, siempre en la colección ‘13/20’. 268 El galardón está patrocinado por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO). La labor editorial de Alba, fundada en 1993, también ha sido reconocida recientemente al recibir ‘ex aequo’ junto con la editorial Akal el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural correspondiente al año 2010. En particular se elogió la edición de traducciones de clásicos europeos del siglo XIX y su cuidada presentación. Se puede consultar esta información en: 266 165 Capítulo 3 la edición de Cátedra, se trata de un volumen muy elaborado que, nuevamente está acompañado por notas al pie. Otro elemento paratextual que cabe destacar en la edición de Alba es la presencia del nombre de la traductora en la cubierta probablemente dada su reputación269 (Imagen 61). El texto que apareció en la colección ‘A Clásica Maior’ fue reeditado en varias ocasiones posteriores (diciembre de 1999, 2003 y 2009). La traducción de Martín Gaite, cedida a Debolsillo (del grupo Random House Mondadori) y RBA (Barcelona), se ha ido publicando simultáneamente en Alba y en estos dos sellos editoriales (Debolsillo, 2003 y 2007; RBA, 2004).270 Imagen 61. Jane Eyre (Alba, 1999) [Última consulta: 3 noviembre 2012]. 269 Carmen Martín Gaite fue galardonada en múltiples ocasiones por sus creaciones literarias en español: en 1954 obtuvo el Premio Café Gijón por su novela El balneario, en 1957 recibió el Premio Nadal por Entre visillos, en 1978 logró el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa por su novela El cuarto de atrás y el Premio Anagrama de Ensayo por Usos amorosos de la posguerra española. Además, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras Españolas en 1988, el Premio Castilla y León de las Letras en 1991, el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1994 y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997. En cuanto a su labor traductológica destacan las versiones al español de textos de Emily Brontë, Virginia Woolf, Gustave Flaubert, Eça de Queirós, Fernando Pessoa, Rainer Maria Rilke. Se puede consultar el catálogo completo de sus traducciones en : [Última consulta: 17 noviembre 2012]. Para más información sobre la autora, véase el número especial de la revista Espéculo dedicado a la escritora que recoge estudios sobre su obra, aproximaciones a la recepción de Martín Gaite en otros países, entrevistas y noticias varias: [Última consulta: 17 noviembre 2012]. Véase también Ciplijauskaité (2000), Sáiz Álvarez y Herrero Herrero (2007). 270 Recientemente Alba ha comercializado el e-book de la versión de Carmen Martín Gaite. Según consta en la página web de la editorial, salió al mercado el 25 de julio de 2012. A pesar de tratarse de un libro en formato digital el precio es de 14,24 euros, superior al de algunas ediciones de bolsillo, aunque más económico que la edición en papel. 166 Jane Eyres En este periodo Proa (Barcelona) publicó la primera traducción de Jane Eyre al catalán. El texto, procurado por Maria Dolors Ventós,271 fue incluido en la colección ‘A Tot Vent’ en 1992272 (Imagen 62). Como consta en la página de créditos, la traducción de esta obra obtuvo financiación de la Institució de les Lletres Catalanes. Recientemente, en 2010 la traducción de Maria Dolors Ventós fue comercializada por Labutxaca (Barcelona).273 A diferencia de la edición publicada por Proa, la más reciente recoge el nombre de la traductora en la cubierta (Imagen 63). Imagen 62. Jane Eyre (Proa, 1992) Imagen 63. Jane Eyre (Labutxaca, 2010) También data de esta etapa la adaptación condensada en lengua vasca publicada en 1998 por la editorial Elkar (San Sebastián) dentro de la colección ‘Irakurmendi’. El volumen de 51 páginas, coordinado y traducido por Iñaki Mendiguren, contiene ilustraciones de J. M. Ortiz, algunas de las cuales se han recogido en las imágenes reproducidas más adelante (Imagen 64 e Imagen 65). Se trata de una lectura graduada destinada a la enseñanza del vasco que facilita la comprensión del texto mediante múltiples notas al pie que proporcionan la traducción de términos al español (Imagen 66). 271 Ventós, licenciada en Filología catalana, ha traducido principalmente al catalán de diversas lenguas además del inglés, como el portugués y el italiano. Desde 1996 Ventós ha sido la única traductora al catalán de las obras del popular escritor brasileño Paulo Coelho (Alsina 2008). 272 Posteriormente, se reeditó la obra en 1996 y 2002 en la misma colección. 273 Labutxaca ofrece títulos de las diferentes editoriales catalanas que forman parte del Grupo 62 y desde 2007 Proa forma parte de este grupo. Por su parte, el Grupo 62 es propiedad del grupo Planeta, Enciclopedia Catalana y la entidad financiera ‘la Caixa’. 167 Capítulo 3 Imagen 64. Jane Eyre I (Elkar, 1998) Imagen 65. Jane Eyre II (Elkar, 1998) Imagen 66. Jane Eyre III (Elkar, 1998) En esta misma categoría se encuentran otros dos volúmenes de material didáctico relacionado con Jane Eyre que fueron publicados en la década de los noventa en España. En ambos casos se trata de lecturas dirigidas al aprendizaje del inglés para alumnos de secundaria. El primero de ellos, distribuido en 1991 por Pearson Alhambra (Madrid) del grupo Pearson Educación, pertenece a la colección ‘English Graded Readers. Simplified 168 Jane Eyres Fiction Series, Grade 4’ y fue adaptado por Leslie Alexander Hill. La publicación contiene el texto en inglés adaptado, preguntas y ejercicios, un glosario y las soluciones a los ejercicios. El segundo volumen tiene un formato muy similar al de Pearson Alhambra pues consta de una introducción, una página con información sobre los personajes, el texto en inglés adaptado, ejercicios y un glosario. Esta edición fue publicada por Santillana (Madrid) en 1997 e incluida en la colección ‘Richmond Readers’. En la década de los ochenta aparecen los primeros estudios monográficos publicados en España, fruto de investigaciones académicas, que examinan la vida y obra de Charlotte Brontë. Purificación Fernández Nistal es la autora de Charlotte Brontë y la tradición puritana (Universidad de Valladolid, 1986), donde examina la influencia de The Pilgrim’s Progress de John Bunyan en la vida y en obra de la novelista británica. Por su parte, la publicación de María del Rosario García-Doncel Hernández, El modelo femenino en Jane Eyre (Universidad de Cádiz, 1988), centra su atención específicamente en Jane Eyre y explora cuestiones de género. De los noventa datan algunos artículos publicados en revistas académicas. El primero de ellos, ‘Jane Eyre como autobiografía’ de Isabel Durán Giménez-Rico (Universidad de Castilla-La Mancha), fue publicado en ES: Revista de Filología Inglesa en 1992. En este texto se interpreta la novela de Charlotte Brontë como una subversión del modelo de novela autobiográfica iniciado por Bunyan y se apunta que la autora proporcionó una versión secular de la autobiografía espiritual. El siguiente artículo, ‘Expresión romántica y moralidad en Jane Eyre’ de María Eugenia Perojo Arronte (Universidad de Valladolid) , fue publicado en 1994 en Estudios Ingleses de la Universidad Complutense, y en él se relacionan aspectos del romanticismo, y en particular del gótico, con cuestiones de moralidad. Finalmente, se ha localizado un artículo académico de José Vicente Andreu Bessó y María José Coperías Aguilar (Universidad de Valencia), titulado ‘Traducción vs. Traducción: Análisis comparativo de Jane Eyre’, publicado en 1999 en la revista Sell: Studies in English Language and Linguistics. Los autores proporcionan un estudio de determinados campos semánticos en dos traducciones de la novela: la edición de 1989 de la traducción de Luaces (Planeta) y la de Elizabeth Power de 1996 (Cátedra).274 Parece ser que los autores desconocían que la traducción de Luaces databa de 1943 pues según apuntan en su artículo: ‘los dos textos que vamos a comparar distan en el tiempo tan sólo diecisiete años y no es previsible que la lengua haya cambiado en tan corto período de tiempo’ (1999: 7). Las expresiones arcaicas 274 169 Capítulo 3 Para concluir este apartado, es preciso hacer referencia a la novela No vuelvas a leer Jane Eyre de Carmen Gómez Ojea (Anaya, 1999).275 La trama de la novela, de 105 páginas, se asemeja ligeramente a la popular novela de Helen Fielding, Bridget Jones’s Diary (1996). No vuelvas a leer Jane Eyre narra un verano de la protagonista, Jimena, una adolescente extremadamente ingeniosa y distinta a las jóvenes de su edad que se pasa las horas enfrascada en la lectura, por lo que se siente una ‘Jane Eyre’. La novela de Charlotte Brontë es su texto favorito y está convencida de que algún día encontrará a su propio Rochester (Imagen 67). Imagen 67. No vuelvas a leer Jane Eyre (Anaya, 1999) 3.5. Últimos años: 2000-2012 Los últimos años han seguido la tendencia del periodo inmediatamente anterior con la aparición de nuevas traducciones al español, al catalán, material crítico y didáctico y nuevos textos inspirados en Jane Eyre. En cuanto a las traducciones al español, Edaf (Madrid) sacó al mercado en 2001 una versión de Alejandro Pareja Rodríguez en la colección ‘Edaf Narrativa Bolsillo’. La siguiente editorial que publicó una traducción de Jane Eyre al español fue Ediciones Rueda (Madrid) en 2007 colocando a la autora entre sus ‘Grandes escritoras’ aunque no se indica el nombre del artífice de la traslación. La hoy en día de la versión de Luaces son atribuidas a la voluntad del traductor de emplear un ‘lenguaje más anticuado y formal’ (ibid.: 11). 275 Entre 1999 – fecha en que se publicó por primera vez la novela – y 2007 el texto ha sido reimpreso en seis ocasiones. 170 Jane Eyres última traducción que se ha localizado, elaborada por Toni Hill, 276 fue publicada por primera vez en 2009 por Mondadori (Barcelona) en la colección ‘Grandes Clásicos’.277 La traducción de Toni Hill ha sido comercializada también por el sello editorial Debolsillo en 2010 y 2011, en ambas ocasiones en la serie ‘Clásica’ y con idéntico número de páginas (393) que la edición de Mondadori. En ninguno de los casos consta el nombre del traductor en la cubierta. Este factor, además de las ilustraciones de las portadas, completamente distintas entre sí, dificulta la identificación de la edición de Debolsillo con la de Mondadori (Imagen 68 e Imagen 69): Imagen 68. Jane Eyre (Mondadori, 2009) Imagen 69. Jane Eyre (Debolsillo, 2010) Por lo que respecta a otras lenguas oficiales en España, en esta franja temporal se ha localizado la segunda versión en catalán de Jane Eyre. La traducción fue elaborada por Jordi Arbonès i Montull278 y publicada por Columna (Barcelona) en 2001 dentro de la Toni Hill Gumbao es licenciado en psicología y autor de dos novelas policiacas. Además de su traducción de Jane Eyre, ha vertido al español novelas de David Sedaris, Jonathan Safran Foer, Glenway Wescott, Rosie Alison, Peter May. Rabbih Alameddine y A. L. Kennedy. La mayoría de obras de creación propia y sus traducciones se han publicado en el sello editorial Random House Mondadori. Se puede acceder a más información sobre su trayectoria profesional en su página web: [Última consulta: 26 abril 2013]. 277 Inmaculada de Jesús Arboleda Guirao (Universidad de Murcia) publicó una reseña de la novela en la revista Cartaphilus en 2009. Se puede acceder al texto completo en: [Última consulta: 23 noviembre 2012]. 278 A pesar del reconocido prestigio de Arbonès su nombre no consta en la cubierta. Según reza en la página de créditos, Arbonès recibió por parte del Ministerio de Cultura una ayuda a la creación literaria en 1991 para llevar a cabo esta traducción. La labor traductológica de Arbonès fue reconocida en otras ocasiones: en 1986 la Generalitat de Catalunya le otorgó el ‘Premi de Traducció en prosa’ por La fira de les vanitats de William M. Thackeray y también fue galardonado con el premio a la mejor traducción de la producción de 19911993, dentro de los ‘XIII Premis Nacionals de Literatura’ de la Institució de les Lletres Catalanes por Una història de dues ciutats de Charles Dickens. Para más información sobre el traductor, véase Rodríguez 276 171 Capítulo 3 colección ‘Clàssica’. La imagen de la sobrecubierta es casi idéntica a la que posteriormente emplearía Mondadori (2009) para la versión española de Toni Hill (Imagen 70): Imagen 70. Jane Eyre (Columna, 2001) Al margen de las traducciones, en este periodo han proliferado las publicaciones de material didáctico, por lo general versiones abreviadas de Jane Eyre, en diversas lenguas, que aproximan la novela más popular de Charlotte Brontë al público lector juvenil. Por lo que se refiere a volúmenes destinados al aprendizaje del inglés, el primero de ellos, publicado en 2001 por la editorial Vicens Vives (Barcelona), se trata de una adaptación de Jenny Pereira con notas y actividades diseñadas por la misma autora e incluye ilustraciones de Franco Grazioli. El volumen de 126 páginas está acompañado por un CD-ROM que contiene el audio-book para poder escuchar la lectura del texto. El texto está incluido en la colección ‘Black Cat. Reading and Training’ y está dirigido a alumnos de educación secundaria.279 Más recientemente, en 2010, la misma editorial ha divulgado otro volumen de material auxiliar didáctico, esta vez adaptado por Andrea Shell y con actividades de Stanley Roberts. Este volumen es menos extenso (111 páginas), contiene ilustraciones de Gianni De Conno y también está complementado por un CD-ROM. La portada presenta Espinosa (2002), Pijuán Vallverdú (2003) y la página web que la Universitat Autònoma de Barcelona le dedica: [Última consulta: 28 abril 2013]. 279 En 2006 se publicó la segunda edición revisada y en 2008 se llevó a cabo la reimpresión del texto de 2006. Las únicas diferencias que se han observado respecto a la edición de 2001 es la especificación del nivel de inglés (Step Three. B1.2) y que las actividades se atribuyen a Jenny Pereira y Richard Elliott. 172 Jane Eyres una ilustración basada en una imagen de la adaptación cinematográfica de Susanna White estrenada en el Reino Unido en 2006 (Imagen 71): Imagen 71. Jane Eyre (Vicens Vives, 2010), I Esta edición proporciona al estudiante información sobre la familia, el estilo de vida y las instituciones educativas en la época victoriana (Imagen 72): Imagen 72. Jane Eyre (Vicens Vives, 2010), II 173 Capítulo 3 También dentro del grupo de material didáctico, en 2010 Richmond Publishing280 lanzó un volumen de 144 páginas, elaborado por Jane Rollason, concretamente en la colección ‘Secondary Readers. Level 4’. Por su parte, la editorial Teide (Barcelona) ha comercializado dos versiones de Jane Eyre con fines didácticos, aunque en este caso se trata de adaptaciones reducidas en español y catalán, respectivamente. La adaptación en español, llevada a cabo por Marta Ortega Sáez, cuyo nombre figura en la portada (Imagen 73), es un volumen de 300 páginas que fue publicado en 2009. El texto contiene numerosas notas al pie con aclaraciones de léxico y aspectos culturales. La adaptación está precedida por una extensa introducción y seguida por una guía de lectura para trabajar el texto con los alumnos, ambas elaboradas por Carmela Escribà. El volumen contiene ilustraciones de Bernat Cormand. Por otra parte, en 2010 Teide publicó la traducción al catalán de este volumen, realizada por Anna Llisterri (Imagen 74):281 Imagen 73. Jane Eyre. (Teide, 2009) Imagen 74. Jane Eyre (Teide, 2010) De esta época datan también Doris Meyer (2003) y Querida Jane, querida Charlotte (2004), que podrían considerarse prolongaciones de Jane Eyre, aunque en diferente medida. La primera, es una narración en verso basada en Jane Eyre, obra de María Sagrario Ochoa Medina.282 El texto narra la vida de Doris Meyer, fundamentalmente una condensación del Richmond Publishing es una editorial del grupo Santillana (Madrid) especializada en la publicación de materiales para la enseñanza del inglés. En 2012 se lanzó al mercado una nueva edición de idénticas características a la publicada en 2010. 281 Tanto en el caso de la versión en español como en catalán, los profesores disponen de un solucionario elaborado por Carmela Escribà, Joan Fortuny y Salvador Martí, que se comercializaron simultáneamente con el volumen destinado a los alumnos. 282 En la última página del volumen aparece una escueta nota biográfica de la autora en la que se indica que ha publicado, además de Doris Meyer, otros tres libros de poemas: Brote de silencios, Huellas en el barro y 280 174 Jane Eyres peregrinaje de Jane Eyre. Los personajes que aparecían en la novela de Charlotte Brontë también están presentes en el texto de Ochoa Medina aunque se han proporcionado nuevos nombres (Geltru es Mrs. Reed, Lucy Braams es Helen Burns, Sofía es Adèle Varens, Eduard es Mr. Rochester). El volumen, de 38 páginas, fue editado en Pamplona por la propia autora en 2003. La narración está precedida por una introducción del también poeta Carlos Bao Galán. El segundo texto de este grupo, Querida Jane, querida Charlotte: por la ruta de Jane Austen y las hermanas Brontë (Aguilar, 2004) de Espido Freire, combina elementos ensayísticos y del libro de viajes (Imagen 75). 283 Espido Freire 284 narra sus viajes a Chawton y Haworth, para visitar los entornos de Jane Austen y las hermanas Brontë, respectivamente, combinándolo con aspectos biográficos y culturales de la época de las escritoras. Imagen 75. Querida Jane, querida Charlotte (Aguilar, 2004) A este periodo corresponden varios textos académicos que versan sobre diversas materias como las adaptaciones cinematográficas de la novela, el modelo de institutriz y la leyenda entorno a las Brontë, entre otras. El primero de ellos es un artículo titulado ‘Amor esponsal y literatura. Jane Eyre drama de amor esponsal’, elaborado por José Miguel Granados Temes (Universidad Eclesiástica San Dámaso, Madrid), que apareció el año 2002 en la Rosas de mi fantasía. Por otra parte, se han localizado otros dos poemas de la autora publicados el año 2002 en la revista Pregón, titulados ‘Junio’ y ‘Fuegos artificiales’. 283 En 2005 el texto de Freire fue publicado por Suma de Letras en la colección ‘Punto de Lectura’. 284 La autora ha sido premiada con múltiples galardones literarios. Entre ellos destacan el ‘Premio Planeta’ obtenido en 1999 por Melocotones helados, el ‘Premio Ateneo de Sevilla’ otorgado en 2007 por Soria Moira y en 2009 el ‘Premio Llanes de Viajes’ por Hijos del fin del mundo: De Roncesvalles a Finisterre. 175 Capítulo 3 revista Verdad y vida: revista de las ciencias del espíritu285 (Madrid). El texto estudia lo que se denominan ‘las enseñanzas’ ofrecidas por la ‘admirable figura e historia de Jane Eyre’ (422), entre las que se destacan la naturaleza de Jane predispuesta para dar y recibir amor, el descubrimiento del amor paternal de Dios, el rechazo de Rochester como ser a quien idolatraba, la negativa de contraer matrimonio con St John Rivers sin amarle y, finalmente, la recompensa que recibe Jane al casarse con Rochester. Por su parte, María Isabel Porcel García (Universidad de Sevilla) es la autora de ‘“Thornfield Hall” en Jane Eyre de Charlotte Brontë: del espacio literario al fílmico en Stevenson, Zefirelli y Hitchcock’, un capítulo incluido en el volumen Mujeres, espacio & poder (Madrid), publicado en 2006. Como indica el título se establecen comparaciones entre la representación de Thornfield Hall en la novela y tres de las adaptaciones cinematográficas de la novela. Porcel García retoma el discurso sobre el capital simbólico que ha acumulado la novela desde su publicación: La autobiografía de la institutriz Jane Eyre ha merecido gran atención por parte del público lector en general, así como por parte de la crítica literaria académica desde su publicación en 1847, hasta nuestros días, reflejándose su popularidad al traducirse al cine, series televisivas o relatos radiofónicos, por lo que resulta algo arduo redescubrir espacios nuevos del imaginario brontëniano tan azotado por los vientos y borrascas de los páramos del Norte de Inglaterra. (547) También en 2006 apareció el último volumen dedicado exclusivamente a las hermanas Brontë y sus textos, Proceso a la leyenda de las Brontë (Valencia). En él, Aurora Astor Guardiola (Universidad Politécnica de Valencia) examina desde una perspectiva ecocrítica los entornos en que crecieron las hermanas Brontë, tratando de desmitificar tales espacios, convertidos, según la autora, en parte de la leyenda que rodea a las novelistas. Ese mismo año, Nuria Navarro Zaragoza (Universidad de Murcia) llevó a cabo un estudio lingüístico sobre el campo semántico del término ‘pleasure’ en la novela original y en la traducción de Orbis de 1990. El artículo, titulado ‘Análisis del campo semántico de “pleasure” en Jane Eyre, de Charlotte Brontë’, apareció publicado en la revista académica Tonos digital: Revista electrónica de estudios filológicos de la Universidad de Zaragoza. En 2009 se publicó el volumen Periphery and Centre IV (Coruña) que incluye el estudio ‘Mujer y educación en la novela victoriana: el modelo de institutriz en Jane Eyre’ de María Bobadilla Pérez (Universidad de Santiago de Compostela). Y, para concluir, Enrique 285 La revista, una publicación del CSIC, trata sobre temas de índole religioso y el comité editorial está formado por los Padres Franciscanos Españoles. 176 Jane Eyres García Díaz (Universidad Complutense de Madrid) ha repasado el peregrinaje de la protagonista y ha analizado cuestiones de tipo histórico y cultural en ‘Jane Eyre, o la heroína de la novela victoriana’, publicado en 2010 en Narrativas: revista de narrativa contemporánea en castellano. Finalmente, cabe destacar que varias editoriales ubicadas en España se han interesado en publicar la novela en su lengua original. La primera de ellas, Vision Libros, comercializó en 2002 un e-book con la novela en inglés.286 En segundo lugar, la editorial JPM (Valencia) también sacó al mercado en 2010 el texto de Charlotte Brontë en inglés, nuevamente en formato e-book en la colección ‘Albion Classics’. En esta sección se ha explorado la presencia constante de la novela de Charlotte Brontë en el ámbito cultural español hasta el día de hoy. Desde el estreno de la obra teatral de Morera y Valls en 1859, tan solo doce años después de la publicación de la novela en el Reino Unido, la ‘Jane Eyre británica’ ha ido adaptándose a las particularidades políticas, sociales y culturales de los diferentes periodos en los que alguna de sus versiones ha circulado en el contexto español. La novela principal de Charlotte Brontë se ha visto sometida a los rigores de la censura en dos siglos, ha sido incluida en colecciones dirigidas a un público juvenil y también a lectores adultos, ha sido fuente de inspiración para escritores, se ha estudiado y analizado desde la academia, se ha empleado como herramienta de aprendizaje de lenguas extranjeras y, en las últimas décadas, se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Simultáneamente, los elementos peritextuales, como las portadas, se han ajustado al contexto específico así como también a los fines editoriales. El inventario podría haber sido más extenso pero, como se ha tenido ocasión de apuntar, algunas editoriales de posguerra no pudieron llevar a buen puerto sus propósitos de comercializarción. El siglo y medio de casi ininterrumpida actualización puede interpretarse también como el interés en la obra de Charlotte por parte del público lector. En el apartado que sigue se proporciona un estudio textual y paratextual de la primera (Iberia, 1943) y la edición más reciente (Espasa Calpe, 2011) de la traducción de Juan G. de Luaces, respectivamente. Se observarán los cambios acaecidos entre ambos textos distanciados por poco menos de setenta años en los que ha tenido lugar un periodo de 286 Vision Libros es una marca registrada de Vision Netware (Madrid). 177 Capítulo 3 posguerra y dictadura, una transición democrática y el devenir de una era dominada por la tecnología. 3.6. La traducción de Jane Eyre de Juan G. de Luaces Desde que en 1943 Iberia publicara la traducción de Jane Eyre de Juan G. de Luaces, esta se ha erigido como la versión más comercializada y difundida en el mercado español hasta el momento, tanto en formato papel como en versión digital. Por una parte, se han localizado 38 reediciones del texto de carácter impreso: 14 en la época de la dictadura franquista, 15 entre 1976 y 1999, y 9 en el periodo comprendido entre 2000 y 2012. En la primera época, la traducción de Luaces circuló por diversas editoriales a parte de Iberia, como Espasa Calpe (Madrid, Buenos Aires), Vergara (Barcelona), Círculo de Lectores (Barcelona), Petronio (Barcelona) y Círculo de Amigos de la Historia (Madrid). 287 Respecto a estas versiones cabe destacar que a pesar de que la editorial Petronio atribuía su traducción a J. Ribera (1973 y 1974), la comparación entre la versión de Luaces y esta ha revelado que se trata de la del traductor asturiano. En segundo lugar, durante la franja temporal que abarca desde 1976 hasta 1999, además de las reediciones de algunas de las editoriales ya mencionadas, otras tres comercializaron esta versión: Ediciones Alonso (Madrid), Oveja Negra (Bogotá) y Planeta (Barcelona). Como en el caso de Petronio, Ediciones Alonso hacía constar en la página de créditos que la traducción había sido llevada a cabo por Juan Alarcón Benito pero, de nuevo, se ha comprobado que se trata de la versión de Luaces (1976). Del mismo modo, las dos ediciones de Círculo de Lectores de esta época (1979, 1996) atribuyen la traducción a E. Vergara,288 aunque una vez más se ha observado que es la versión de Luaces. Finalmente, en los últimos años la única nueva editorial que ha sacado al mercado la traducción de Luaces ha sido Altaya (Barcelona) junto con las reediciones de las editoriales ya mencionadas. Los datos concretos sobre cada una de estas ediciones se pueden consultar en el Anexo 6. Probablemente ‘Editorial Vergara’ (Barcelona). Esta editorial había publicado la traducción de Luaces en un volumen que compilaba algunas de las obras de las hermanas Brontë en 1961 y 1969. Los textos (Jane Eyre, Cumbres borrascosas y Agnes Grey) estaban precedidos por una introducción sin firmar y el volumen contenía numerosas láminas intercaladas. 288 287 178 Jane Eyres La traducción de Luaces ha trascendido las barreras físicas, pudiendo leerse online en algunas páginas web 289 aunque en ninguna de ellas figura el artífice de la traducción. Destaca un portal de ediciones bilingües290 a cargo de Miguel Garci-Gómez, que presenta el texto segmentado y permite consultar el texto en inglés situado a la izquierda de la traducción (Imagen 76). Asimismo se puede observar que durante la tarea de segmentación de los dos textos, el autor ha percibido las múltiples omisiones que presenta la traducción de Luaces, indicándolas en la columna de la derecha, aunque sin proporcionar una alternativa (Imagen 77): Imagen 76. Edición bilingüe online Miguel Garci-Gómez I Imagen 77. Edición bilingüe online Miguel Garci-Gómez II 3.6.1. Jane Eyre (Iberia, 1943) La editorial Iberia fue de las primeras en publicar una traducción de Jane Eyre en la época de la dictadura franquista (Imagen 78). Iberia, que había sido fundada en 1922 por Joaquim Gil Guiñón,291 fue dirigida a partir de 1936 por su cuñado, Gabriel Paricio Fonts (1900Algunos de los portales web donde se puede leer la versión de Luaces están recogidos en el Anexo 6. El siguiente enlace conduce al portal con la edición de Garci-Gómez: [Última consulta: 17 noviembre 2012]. 291 Algunas de sus publicaciones de preguerra fueron Los vicios de París: novela de los placeres mundanos de Guy de Teramond, traducida del francés por Francisco Almela Vives (1930); y ¡Submarinos!: seis años de 290 289 179 Capítulo 3 1989), ya que Gil partió en esa fecha hacia Argentina en misión comercial pero ya no regresó a España (Llanas 2006: 155). Sin embargo, como es el caso de Jane Eyre – en muchas de las publicaciones Gil siguió figurando como editor 292 tal y como recoge la Imagen 79 y como consta en el lomo del libro: Imagen 78. Portada Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 79. Página de créditos Jane Eyre (Iberia, 1943) Iberia publicó ediciones muy cuidadas293 con traducciones de textos clásicos de diversos idiomas como el griego, latín, inglés o francés.294 Este es el caso de Jane Eyre, un volumen con encuadernación cartoné de 518 páginas, publicado en la colección ‘La Veleta’, que contenía ocho grabados intercalados (Imagen 81, Imagen 82, Imagen 83) de Evaristo Mora y una pequeña ilustración al principio y final de cada capítulo (Imagen 84, Imagen 85). cruceros en submarino de Johannes Spiess, traducida del alemán por Ricardo Neira (1930); Historia y estampas de la Villa de Madrid de Federico Carlos Sáinz de Robles (1932). 292 Como en el caso de otros editores, Joaquim Gil castellanizó su nombre (Joaquín Gil). En la actualidad Iberia forma parte de Ediciones Omega, que aglutina otros dos sellos editoriales: Omega y Medici. La historia del grupo editorial se puede consultar en el siguiente enlace: [Última consulta: 17 noviembre 2012]. 293 Daniel Giralt-Miracle, crítico e historiador, publicó un artículo en La Vanguardia con motivo del fallecimiento de Gabriel Paricio destacando las ‘traducciones de gran calidad literaria y [de] presentación exquisita’ del editor (1989: 65). 294 Además de autores en lengua inglesa, Iberia publicó traducciones de Dostoievski, Turguenev, Aubry, Buggelli y Goncharov, entre muchos otros. 180 Jane Eyres Imagen 80. Logotipo colección ‘La Veleta’ Imagen 81. Ilustración I Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 82. Ilustración II Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 83. Ilustración III Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 84. Ilustración IV Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 85. Ilustración V Jane Eyre (Iberia, 1943) 181 Capítulo 3 En el interior del volumen, como se aprecia en la Imagen 79, figura el nombre del traductor, que es también responsable de una breve nota que antecedía al texto, reproducida en la Imagen 86: Imagen 86. Nota de Juan G. de Luaces Jane Eyre (Iberia, 1943) Este apunte introductorio escrito por Luaces hace referencia al estatus de la novelista y la define como una de las escritoras más sobresalientes de todos los tiempos. Con dicha nota Luaces probablemente intentaba canonizar el texto y la autora. De este modo podría existir la posibilidad de que los censores fueran más condescendientes por lo que se refiere a los pasajes más problemáticos del texto. Sin profundizar en los contenidos de la novela, Luaces despeja la atención con respecto a temas problemáticos hacia las excepcionales características estilísticas de la obra. La frase con la que concluye abre una puerta a la esperanza: ‘Jane Eyre es, en resumen, un cuadro luminoso sobre un fondo sombrío’. Dada la situación por la que pasaba España en aquel momento, el personaje de Jane Eyre se convierte en un ejemplo de constancia para todos los hombres y mujeres dominados bajo la dictadura franquista. Este contenido ilustra el potencial del peritexto de ‘package 182 Jane Eyres subversive texts and ideas in ways that are difficult for the censor to object to’ (Tymozcko 2009: 26; cf. Venuti 1995). Esta primera edición de la traducción de Luaces tuvo una tirada de 3.000 ejemplares y fue autorizada el 13 de octubre de 1942 por la Dirección General de Propaganda. El censor/lector encargado de evaluar la obra tildó de ‘bueno’ su valor literario o artístico y no le atribuyó matices políticos. En el informe se describía así el contenido: ‘Una buena novela en la que se narra la vida de una muchacha huérfana, sus sufrimientos y sus luchas por conseguir un medio de vida decoroso. Es completamente moral pero como obra inglesa, toda su acción se desenvuelve dentro de la religión protestante’. A pesar de esta indicación sobre el contexto protestante en el que transcurre la novela, no se propusieron supresiones o modificaciones. 295 Por tanto, el hecho de que los posibles cambios respecto al TO – que se explorarán en el Capítulo 5 – no vinieran impuestos por el lector/censor conduce a concluir que fueron llevados a cabo a criterio del traductor y/o del editor. 3.6.2. Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011) La editorial madrileña Espasa Calpe, encargada de la más reciente publicación de la traducción de Jane Eyre de Luaces,296 ha comercializado esta versión en catorce ocasiones desde 1954.297 El sello editorial, fundado en 1860 por José Espasa Anguera, se fusionó en 1926 con la editorial Calpe, dirigida por Nicolás María de Urgoiti, dando lugar a Espasa Calpe.298 Durante la guerra civil española los talleres de la editorial en Madrid quedaron inactivos, lo que supuso la creación de la sociedad Espasa-Calpe Argentina (ECA), en principio, de carácter temporal (Sánchez Vigil y Olivera Zaldua 2012). Fue precisamente en Argentina donde Gonzalo Losada inició la colección ‘Austral’ en 1937, en la que la traducción de Luaces de Jane Eyre se ha publicado tradicionalmente,299 y que ha perdurado como una de las colecciones más destacadas en cuanto al libro de bolsillo español se AGA/IDD (030) 050 Caja 21/07000 Expediente 5-797. El 3 de julio de 2012 Espasa sacó al mercado la versión e-book con idénticas características al volumen impreso en 2011. 297 Véase anexo 6 para consultar las fechas de publicación. 298 En 1991 Espasa-Calpe pasó a formar parte del Grupo Planeta. Actualmente en la página web del grupo la editorial madrileña aparece como Espasa. Véase: [Última consulta: 19 noviembre 2012]. 299 A excepción de las ediciones de 1998 y 2000 que aparecieron en las colecciones ‘Centenario’ y ‘Las Mejores Novelas de Amor de la Literatura Universal, 6’, respectivamente. 296 295 183 Capítulo 3 refiere. 300 El forzado desplazamiento de la editorial a tierras argentinas quedó recogido tanto en el propio nombre de la nueva colección como en el logotipo de la misma. Como ilustra la Imagen 87, la colección ‘Austral’ está representada por el signo zodiacal de Capricornio, que se corresponde con el trópico en el que está ubicada Argentina, tierra austral: Imagen 87. Logotipo colección ‘Austral’ La edición de Jane Eyre en formato papel de 2011301 consta de 469 páginas y se presenta encuadernada en rústica (Imagen 90) y con una solapa (Imagen 91) que publicita la más reciente adaptación cinematográfica de la novela, dirigida por Cary Fukunaga y estrenada en España el 2 de diciembre de 2011, tan solo un mes después del lanzamiento de esta edición.302 Por otra parte, simultáneamente a esta nueva edición de la traducción de Luaces y al estreno de la película de Fukunaga, Espasa Calpe puso en circulación un elemento epitextual; en algunas salas de proyección de la película se obsequiaba a los espectadores con un punto de libro con la misma imagen que aparecía en la solapa de la edición de Espasa Calpe y con una referencia en el dorso a la traducción de Luaces (Imagen 88 e Imagen 89):303 Larraz (2009) ha estudiado la repercusión de ‘Austral’ en el mercado argentino. El 3 de julio de 2012 Espasa sacó al mercado la versión e-book de esta traducción con idénticas características a la edición en formato papel. En este caso, el libro puede adquirirse por 2,84 euros, un precio muy inferior al de la edición de Alba. 302 En el mismo 2011 Espasa Calpe sacó al mercado la traducción de Luaces como ‘Edición Especial Austral’. Aunque la portada variaba, el contenido es idéntico. 303 Además de la reproducción del punto de libro en la Imagen 88 e Imagen 89, se adjunta una muestra del mismo en este volumen. 301 300 184 Jane Eyres Imagen 88. Anverso punto de libro Jane Eyre Imagen 89. Reverso punto de libro Jane Eyre Imagen 90. Portada Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011) Imagen 91. Portada y solapa Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011) 185 Capítulo 3 Es significativa la presencia del nombre del traductor en la más reciente edición de Jane Eyre en la portada pues se trata de la primera ocasión en que Espasa Calpe incluye dicha información en una ubicación tan privilegiada. Teniendo en cuenta que no es habitual hallar el nombre del encargado de la traducción en una posición tan visible, este dato, junto con las imágenes de la última adaptación cinematográfica, podrían conducir al lector a interpretar que se trata de una versión llevada a cabo recientemente por un traductor de reconocido mérito. Por otra parte, la portada incluye el nombre del responsable de la introducción, Cándido Pérez Gállego, 304 Catedrático de Lengua y Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad Complutense de Madrid.305 Nuevamente, se trata de un peritexto que Espasa Calpe ha incluido precediendo la traducción de Jane Eyre desde la edición de 1989.306 El autor de la introducción repasa la biografía de Charlotte Brontë y el proceso de publicación de sus obras en Inglaterra, explora los cauces narrativos en la novela (autoanálisis de Jane, examen por parte de la protagonista del resto de personajes, la complicidad lectornarrador), desarrolla la noción de novela autobiográfica como ejercicio moral e indaga en el desarrollo de la estética romántica hacia el positivismo en la novela. Finalmente, se ofrece una escueta bibliografía que revela que la introducción no ha sido revisada desde que se publicó por primera vez, pues la referencia bibliográfica más reciente data de 1987. El texto que presenta Espasa Calpe es prácticamente idéntico al de 1943. A parte de ligeras modificaciones estilísticas, el único cambio destacable es el mantenimiento de los nombres propios tal y como aparecen en el original. Durante la época franquista, existió una tendencia a la domesticación de todo aquello que sonara extranjero y de ahí que la mayoría de los nombres propios de la traducción de 1943 fueran traducidos al español (Imagen 92 e Imagen 93). Por lo que respecta a los peritextos de la primera traducción, se ha suprimido la nota introductoria de Luaces así como todas las ilustraciones de Evaristo Mora, produciendo así un texto crítico renovado y una edición más modesta en cuanto a contenido peritextual gráfico, y por lo tanto, más económica. También en la edición de los Cuentos de Canterbury publicada por SGEL en 1984 se incluye una introducción de Pérez Gállego (Ramírez Arlandi y Rodríguez Espinosa 1998: 596). 305 Otras publicaciones del académico se pueden consultar en: [Última consulta: 12 abril 2013]. 306 Además de en las ediciones de 1989 y las dos ediciones de 2011, la introducción de Pérez Gállego se ha incorporado en las de 1998, 2005, 2007 y en el e-book de 2012. Por otra parte, Espasa publicó un prólogo de la escritora Carmen Posadas en la edición de 2000. 304 186 Jane Eyres Imagen 92. Página 1 Jane Eyre (Iberia, 1943) Imagen 93. Página 1 Jane Eyre (Espasa Calpe, 2011) Tras explorar los elementos textuales y paratextuales de la traducción de Luaces (Iberia, 1943) y la más reciente edición (Espasa Calpe, 2011), en el siguiente capítulo se estudian los tres contextos que servirán para completar el análisis comparativo: los primeros años de la era victoriana, la fase inicial de la posguerra española y el panorama sociocultural de la era contemporánea. 187 CAPÍTULO 4: CONTEXTOS It is no longer possible, therefore, to speak of a textual translation; rather, the context should always be born in mind (Álvarez Rodríguez y Vidal Claramonte 1996: 3) Este último capítulo previo al análisis comparativo se centra en el estudio de los condicionantes históricos, políticos y culturales de los tres contextos implicados. Junto con las variables sociales y motivaciones particulares del traductor, exploradas en el Capítulo 2, se pretende ofrecer un marco contextual lo suficientemente amplio para poder calibrar las decisiones traductológicas de Luaces en su versión de Jane Eyre. En primer lugar, este capítulo traza la recepción de la novela en el momento de su publicación y algunas de las interpretaciones que se han llevado a cabo más recientemente. Por otra parte, se explora el marco temporal en el que se inscribe el TM1, es decir, el primer lustro de la posguerra española, introducido sucintamente por la situación política, social y cultural del periodo inmediatamente anterior, la Segunda República. Finalmente, dado que la traducción de Luaces se ha vuelto a difundir en un nuevo escenario espacio-temporal, también se estudiarán las particularidades del mismo. 189 Capítulo 4 A pesar de que el TO se publicó en 1847, distanciado por cerca de un siglo del TM1, se verá cómo los Universos del Discurso (Lefevere 1992b) de estos dos contextos no distaban sustancialmente. Sin embargo, el contexto del TM2 presenta en muchos ámbitos una evolución cultural considerablemente alejada de las anteriores. A continuación se exploran aspectos que más tarde se analizarán en el análisis comparativo: la subversión de los roles femeninos, los modelos familiares y la religión. Por otra parte, en el contexto del TM1 y del TM2 se ha incorporado el estudio de la cultura del libro y la relevancia de la traducción que servirán para discernir el impacto de las traducciones en ambos escenarios. 4.1. Contexto del siglo XIX 4.1.1. Jane Eyre, Bertha Mason y el modelo de feminidad victoriano En su introducción a la edición de Cátedra de Jane Eyre, María José Coperías señala que entre el público lector femenino de mediados del siglo diecinueve ‘muchas mujeres encontraron a la nueva heroína [de Charlotte Brontë] poco femenina y despojada de la modestia y delicadeza propia de su sexo’ (2010: 62). Entre ellas, figuró Anne Mozley que en la crítica publicada en The Christian Remembrancer en 1848 acentuaba el carácter masculino de la novela: A book more unfeminine, both in its excellences and its defects, it would be hard to find in the annals of female authorship. Throughout there is a masculine power, breadth and shrewdness, combined with masculine hardness, coarseness, and freedom of expression. (citado en Macpherson 1989: 17) También en 1848 Elizabeth Rigby retrató a la protagonista como la ‘personification of an unregenerate and undisciplined spirit’ (citado en Brennan 2010: 99) y llegó a ‘acusar a Charlotte Brontë de agitadora social, o por lo menos de ideas excesivamente liberales’ (citado en Coperías 2010: 64). Algunos años más tarde en la revista Blackwood’s Magazine Margaret Oliphant siguió definiendo la novela como ‘a wild declaration of the “Rights of Women”’ (1855: 557). Recientemente pese a que algunas voces de la crítica contemporánea hayan interpretado el desenlace de la novela – con el matrimonio entre Jane y Rochester – como la reinscripción 190 Contextos de la protagonista en el patriarcado (cf. Eagleton 1975; Politi 1982; Rosenwasser 1993; Dupras 1998), otras fuentes destacan aspectos subversivos de la novela en materia de género. En palabras de Godfrey: [t]he plot conventions of Jane’s rise to fortune and the marriage union that concludes the novel suggest conservative affirmations of class and gender identities that seemingly contradict the novel’s more disruptive aspects. Despite the personal or professional motivations that led Brontë to conform the conclusion to sentimental norms, the novel continues to prove unsettling in its use of gender identities. (2005: 853) Son numerosas las referencias al rechazo por parte de Jane Eyre del rol tradicional victoriano de mujer sumisa y complaciente. Gilbert y Gubar afirman que a pesar de que la historia de Jane Eyre refleja los obstáculos que cualquier mujer experimenta en una sociedad patriarcal (2000 [1979]: 339), la protagonista reacciona ante ellos y se convierte en ‘the emblem of a passionate, barely disguised rebelliousness’ (ibid.: 337). Vanden Bossche especifica que Jane ‘continues to rebel, against being labeled a liar by Brocklehurst, against the tedium of her career as governess, against being made a mistress by Rochester, against being sacrificed to St John Rivers’s ambitions’ (2005: 47) y Sharpe se refiere a Jane Eyre como un ejemplo de ‘rebellious feminism’ (2006: 80) contra el opresivo sistema patriarcal. El carácter de Jane se ve en múltiples ocasiones dominado por la vehemencia y la intensidad de sus emociones. Showalter destaca la naturaleza apasionada de la protagonista, que desde su enfrentamiento con John Reed estará marcada por ‘her pervasive awareness of the “animal” aspects of her being – her body, with its unfeminine needs and appetites, and her passions, especially rage’ (1982 [1978]: 114). Brennan hace referencia a su compleja personalidad que combina ‘icy indifference and duty with a burning passion and rage that would destroy her if too fully indulged’ (2010: 20). Por su parte, Eagleton también apunta que los personajes creados por Charlotte Brontë, y en este caso Jane Eyre, se debaten entre ‘smouldering rebelliousness and prim conventionalism, gushing Romantic fantasy and canny hard-headedness, quivering sensibility and blunt rationality’ (1975: 16), contradicciones que el crítico relaciona con su estatus como institutriz: It is, in fact, a contradiction closely related to their roles as governesses or private tutors. The governess is a servant, trapped within a rigid social function which demands industriousness, subservience and self-sacrifice; but she is also an ‘upper’ servant, and so (unlike, supposedly, 191 Capítulo 4 other servants) furnished with an imaginative awareness and cultivated sensibility which are precisely her stock-in-trade as a teacher. (id.) Además de la rebelión y la vehemencia que se han atribuido a la protagonista de la novela, algunos críticos han apuntado otros aspectos subversivos en una mujer de mediados del siglo diecinueve. Así García-Doncel sostiene: la pasión sexual, el deseo físico, forman parte del retrato psicológico de los personajes y están presentes en las relaciones entre ellos, en particular en la de Jane y Rochester. Y no se trata sólo de la constatación de que los hombres tienen deseos sexuales y los expresan, lo cual probablemente ya representaría algún grado de novedad en la novelística de la época, sino del reconocimiento de estos deseos en la mujer, en la propia Jane. (1982: 35) Del mismo modo Nestor en su lectura de Jane Eyre reafirma que la novela deja entrever la pasión sexual de Jane: Jane Eyre has justifiably been hailed by earlier feminist critics [...] as a ground-breaking text which – contrary to the effacement and denial of women’s sexual identity prevalent in so much of the life and literature of mid-nineteenth-century England – asserted not only that women experienced sexual passion, but also that they had a right to expect sexual fulfilment (1992: 54) y añade el deseo de Charlotte Brontë de expresar ‘an equality of power within a heterosexual relationship’ (ibid.: 55) a través de la protagonista, que Bennett ha descrito como ‘a model of engaging and empowered female voice’ (2010: 300). Siguiendo esta línea, otros críticos como Azim han situado la novela como uno de los primeros ejemplos de voz femenina y deseo feminista (1993: 145) y Spivak la define como ‘a cult text of feminism’ (1995 [1985]: 269). La identidad de Jane Eyre se construye en la novela en contraposición con otros personajes femeninos, y sobre todo con Bertha Mason,307 la esposa de Edward Rochester, que este mantiene encerrada en el ático de Thornfield. Azim recoge las diferentes interpretaciones que Bertha Mason ha recibido a lo largo del siglo XX: ‘dangerous (Woolf), […] denied passion (Showalter, Gilbert and Gubar), […] protest (Kaplan) [or] […] imperialist oppression (Rhys, Spivak)’ (1993: 175). Posiblemente, las dos lecturas más recurrentes de Bertha Mason sean su condición de ‘Otra’ y, por otra parte, la que la identifica con el alter ego de la protagonista de la novela. Por lo que respecta a la primera de estas Tradicionalmente los críticos se han referido a la esposa de Rochester como Bertha Mason, manteniendo su apellido de soltera aunque según su estatus legal sería Bertha Rochester. 307 192 Contextos interpretaciones, Morton recuerda el planteamiento de Spivak cuando afirma, ‘Bertha Mason is denuded of any cultural or historical being, operating instead as an Oriental Other who reflects the stability of Jane’s western female self’ (2003: 87).308 El hecho de que Bertha Mason sea de raza mixta, pues es la hija de Jonas Mason (un mercader inglés) y Antoinetta (una criolla de Jamaica), es solo uno de los elementos que constituyen la otredad de la esposa de Rochester. Tal y como apunta Azim, en su figura confluyen ‘[s]avagery, madness and sexuality, defined as Other’ (1993: 178), tres características que se encuentran intrínsicamente relacionadas entre ellas. Bertha Mason se presenta en la novela como monstruosa, bestial e inhumana (cf. Morton 2003), que tras diez años de encierro ‘has become a caged beast’ (Showalter 1982 [1978]: 122). Bertha Mason se presenta como un caso paradigmático de ‘the mad woman in the attic’, en palabras de Gilbert y Gubar (2000 [1979]. Para algunos autores la ‘locura’ de Bertha se debe a su identidad étnica (cf. Bewell 1996; Bolton 2009) aunque, por lo general, se atribuye fundamentalmente a su apetito sexual, que durante el siglo XIX se consideraba ‘one of the chief symptoms of moral insanity in women’ (Showalter 1982: 120).309 En segundo lugar, varios críticos han considerado a Bertha Mason el avatar de Jane Eyre. Azim asegura que ‘the two figures have often been seen as different manifestations of the same subject, and the madness, savagery and animality of the one woman only the external manifestation of the uncontrolled rage and passion of the other’ (1993: 178), Rich declara que Bertha ‘exists as her opposite’ (1995 [1979]: 98) y para Gilbert y Gubar Bertha constituye ‘Jane’s truest and darkest double’ (2000 [1979]: 360). Según Gilbert, Bertha Mason actúa por Jane: every one of Bertha’s appearances – or more accurately her manifestations – has been associated with an experience (or repression) of anger on Jane’s part. Jane’s feelings of ‘hunger, rebellion, and rage’ on the battlements, for instance, were accompanied by Bertha’s ‘eccentric murmurs.’ Jane’s apparently secure response to Rochester’s apparently egalitarian sexual confidences was followed by Bertha’s attempt to incinerate the master in his bed. Jane’s unexpressed resentment of Rochester’s manipulative gypsy masquerade found expression in Bertha’s terrible shriek and her even more terrible attack on Richard Mason. Jane’s anxieties about her marriage and in particular her fears of her own alien ‘robed and veiled’ bridal image were objectified by the image of Bertha in a ‘white and straight’ dress [...]. Jane’s profound desire to destroy Thornfield, the symbol of Rochester’s mastery and of her own servitude, will be acted out by Bertha, who burns down the house and destroys herself in the process, as if she Stephen Morton revisa el texto ‘Three Women’s Texts and a Critique of Imperialism’ (1995 [1985]) de Gayatri Spivak en Gayatri Chakravorty Spivak (2003: 84-89). 309 Otros autores que coinciden con el comentario de Showalter son McDonagh (1992), Donaldson (2002) y Waller (2004). 308 193 Capítulo 4 were an agent of Jane’s desire as well as her own. And finally, Jane’s disguised hostility to Rochester, summarized in her terrifying prediction to herself that ‘you shall, yourself, pluck out your right eye; yourself cut off your right hand’ [...], comes strangely true through the intervention of Bertha, whose melodramatic death causes Rochester to lose both eye and hand. (1996: 492-493) Sin embargo, según Lamonica la interpretación de Gubar prescinde de la necesaria analogía referente a las similares posiciones que Jane y Bertha han ocupado en la familia: ‘While Bertha is victimized by the Rochesters and Masons for her money and imprisoned in the third story of Thornfield, Jane is comparably victimized by the Reed family because she has no money, imprisoned in the red room of Gateshead’ (2003: 84). La esposa de Rochester está rodeada a lo largo de la novela por un halo de misterio que, en palabras de Grudin, contribuyen a su deshumanización: ‘First seen darkly as a ghost, then as a goblin, as vampiric and lycanthropic, Bertha never really loses the mysterious qualities that make her very humanness suspect. […] Even to the relatively charitable Jane, Bertha is essentially subhuman, terrifying, and disgusting’ (1977: 147). También la naturaleza diabólica atribuida a este personaje prolonga su monstruosidad: ‘Bertha Mason is presented as a demonic, monstruous fiend who embodies the repression of women in the restricted patriarchal domain of the domestic sphere’ (Morton 2003: 119). 4.1.2. Modelos familiares en Jane Eyre Mitchell (1996) y Lamonica (2003) coinciden al afirmar que la familia nuclear – compuesta por el padre, la madre y los hijos – correspondía al modelo ideal de esta institución en el siglo diecinueve. 310 Esta institución privada, que paradójicamente preparaba a los miembros más jóvenes para su futura inmersión en la esfera pública (Mintz 1983: 20), tenía como misión principal la formación emocional, moral y social de los futuros adultos, además de producir individuos económicamente seguros (Lamonica 2003: 14). Por ello, la infancia – el estadio más puro e inocente del desarrollo humano (Purchase Sin embargo, tal y como destaca Nelson, existían discrepancias respecto a este modelo de familia ideal o la función de sus miembros: ‘the Victorians did not always agree about how the family should operate and what the role of any given family member should ideally be. Moreover, assumptions about family dynamics and roles were influenced by social class, religious beliefs, opinions on woman’s place, and many other social factors’ (2007: 10). 310 194 Contextos 2006: 17) – se consideraba un periodo clave en el desarrollo de los individuos que debían recibir ‘love and affection, as well as guidance and discipline’ (Lamonica 2003: 14). Jane Eyre presenta una narrativa que supone una digresión de estos parámetros, pues en primera instancia Jane es una niña huérfana que vive acogida en la familia de los Reed. Como otras novelas de las hermanas Brontë, Jane Eyre ‘challenged the ideological promotion of the family as the exclusive site for female development, morality, and fulfillment’ (ibid.: 5). Sin embargo, el núcleo familiar compuesto por Mrs. Reed, John, Georgiana y Eliza sí se presenta al principio de la novela como ‘the domestic ideal, conveying the warmth and insularity of the family unit, tranquil and safe from uncontrollable forces beyond the home’ (ibid.: 70). Pero Jane se ve excluida de este ‘classic Victorian family tableau’ (id.) y el trato que recibe en Gateshead tras el fallecimiento de su tío Reed, el único miembro de la familia que le había proporcionado afecto, se corresponde a la hostilidad característica hacia los niños huérfanos, pues the orphan, as one who embodied the loss of the family, came to represent a dangerous threat; the family reaffirmed itself through the expulsion of this threatening difference. The vulnerable and miserable condition of the orphan, as one without rights, enabled it to be conceived of and treated as such by the very structure responsible for its care. (Peters 2000: 2)311 Por su condición de huérfana y por el trato preferencial que había recibido por parte de su tío Reed, Jane se ve sometida en Gateshead a una férrea disciplina que la diferencia de sus primos: ‘In Jane Eyre, the disciplinary function of the Reed family is clearly manifested in Jane’s incarceration in the red room, which serves as punishment for her deviation from the expected childlike and ladylike disposition’ (Lamonica 2003: 16), contra la que se rebelará en múltiples ocasiones. Y es que, tal y como apunta Colt, Jane se desvía de la noción del desvalido niño victoriano, y más aún, del halo de victimismo que se había construido entorno a los huérfanos (1993: 13-14). El encierro en la habitación roja en Gateshead conduce a Jane a enfermar, interpretado por Rich como el símbolo de ‘her powerlessness and need for affection’ (1995 [1979]: 93). En busca de dicho afecto, Jane pretende estrechar sus vínculos con las sirvientas de Gateshead pero a pesar de que contempla ‘wistfully toward the light and warmth of the servant community, [...] [she] has no more place [t]here than she does among the Reeds’ (Fraiman 1996: 617). 311 Véase también: Rich (1995 [1979]). 195 Capítulo 4 Su continua exclusión de la unidad familiar en Gateshead conduce a la protagonista a su peregrinaje312 en busca de una familia. Según Lamonica: hers is a search for family – but not a notion of family strictly limited to marriage or blood relationship. More precisely, Jane Eyre searches for kinship, a sense of place in a relationship characterized by ‘fellow-feeling,’ a term Jane uses repeatedly throughout the novel. Jane’s idea of herself is recurrently dependent of whether or not she feels ‘akin’ to those around her, ‘at home’ in a particular place. (2003: 67) El primer estadio de este peregrinaje es Lowood, donde Mrs. Reed envía a Jane. Allí la niña alcanza por primera vez el ansiado ‘fellow-feeling’, particularmente gracias a Miss Temple y Helen Burns. Tras la muerte de su amiga y la partida de Miss Temple, que había sido una figura materna para Jane – no solo por proporcionarle afecto y protección, sino también, como ha observado Rich, al promover su desarrollo intelectual (Rich 1995 [1979]: 94) –, la ‘familia’ de Jane en Lowood se desmorona y esta reinicia su recorrido, que la conducirá a Thornfield como institutriz de Adèle Varens. También en este nuevo emplazamiento, Jane encuentra una persona que considera espiritualmente afín: Mr. Rochester. Sin embargo, el descubrimiento de que es un hombre casado la obliga a partir de Thornfield y la conduce a su nuevo destino: Moor House. Será precisamente en Moor House donde confluyan por primera vez en la narrativa la ‘real family’ y ‘spiritual kin’ a las que Adams se refiere, cuando Jane descubre el parentesco que la une a los hermanos Rivers: [Jane’s] explicit differenciation of her ‘real’ family (Reeds are all she knows, until her fortuitous encounter with the Rivers) from her ‘spiritual’ kin (first Helen Burns, later Edward Rochester), [is] perpetuated until the happy Moor House resolution of the familial elements – blood, spiritual affinity, economic inheritance and interdependence, even religious persuasion and social status. (1977: 140) La última etapa del periplo de Jane es Ferndean donde se reencuentra y contrae matrimonio con Rochester. Corbett explora las implicaciones de la unión entre Jane y Rochester y el rechazo de St John Rivers en relación con cuestiones familiares: ‘By choosing Rochester 312 Jane Eyre ha sido considerada tradicionalmente una novela de aprendizaje o formación (Bildungsroman). Sin embargo para autores como Locy ‘Jane Eyre is atypical in its appropriation of the male pattern of development for its protagonist. Jane’s story begins, as theirs do, in her childhood, when she is ten. Her earliest experiences clearly leave a mark on her psyche and create in her the conflicting feelings which will be defining for the adult Jane Eyre. The appropriately named Gateshead is the starting place in her journey, and each stage in her life is maked by a move to a new location much in the same way as a boy’s story of development is. She travels to school; like a maturing young man, she has an apprenticeship (as a student teacher) and then moves on to a job as a governess. She relocates to begin her life anew after the discovery of Rochester’s wife, and she eventually journeys back to him’ (2002: 107). 196 Contextos over St. John, moreover, Jane prefers the claims of spiritual to biological kinship, turning away from the brotherly cousin whose nature (unlike those of his sisters) is partially alien to her own and toward the lover who is defined and experienced as kin’ (2008: 109). También es destacable en Jane Eyre el modelo de familia formada por Rochester y Bertha Mason. Rochester se vio obligado a contraer matrimonio con Bertha puesto que según el principio de primogenitura vigente en la época sería su hermano mayor, Rowland, quien heredaría la fortuna familiar (Teachman 2001: 157-184). Desprovisto de herencia y empujado por su padre y hermano, Rochester se casa con Bertha Mason: ‘Rochester is thus bartered for money, his good English blood for the £30,000 dowry of the Creole Bertha Mason’ (Lamonica 2003: 79). En consecuencia, los cimientos de la familia formada por Rochester y Bertha poco tenían que ver con el afecto y la estimación, pues tal y como apuntan Gilbert y Gubar, además de la búsqueda del mantenimiento de su estatus social, Rochester aceptó la unión con Bertha ‘for everything but love and equality’ (2000 [1979]: 356). Sin embargo, existían otros motivos por los que el futuro de esta unión parecía estar condenado al fracaso. La familia de Bertha Mason había ocultado a Rochester el estado mental de esta, que, al parecer había heredado de su madre. Tal descubrimiento conduce a Rochester a encerrarla en el ático de Thornfield, apartada de todo contacto con el exterior, bajo la vigilancia de Grace Poole. Mientras tanto Rochester elude la existencia de su esposa viajando por Europa y mantiene diversas relaciones extramatrimoniales. De nuevo, el matrimonio Rochester-Bertha presenta un alejamiento del modelo de familia nuclear ideal de la era victoriana. 4.1.3. La religión en Jane Eyre Cuando Jane Eyre se publicó en 1847, algunos la tildaron de novela irreligiosa y anticristiana. La primera reseña de la novela, ‘The Last New Novel’, que apareció en el Mirror of Literature, Amusement and Instruction, criticaba el texto por no seguir los convencionalismos y reprobaba en repetidas ocasiones la moralidad de la autora y su planteamiento religioso: It is the boast of its writer that she knows how to overstep conventional usages – how, in fact, to trample upon customs respected by our forefathers, and long destined to shed glory upon our 197 Capítulo 4 domestic circles. [...] In Jane Eyre the immorality is peculiar. It does not, of course, profess in the least to encourage vice – on the contrary, it speaks in the strongest terms against it; but the writer evidently seeks throughout to show how impossibile it is to reconcile love of religion with love of mankind. [...] [T]rue religion she evidently understands nothing of. She can prate about eternity and another world, talk gliby about the works of the Creator in general terms, but she cannot understand the pure ennobling influences of true Christianity; she cannot comprehend how his followers can love the Almightly with truth, and at the same time suffer their human affections to expand in hallowing circles around them, warming the hearts of their fellow men, and drawing near the bonds of brotherly love. The authoress of Jane Eyre seeks to disgust people with all such as are imbued with strong principles of religion. [...] [O]n every occasion a blow is sought to be struck at true religion. (1847: 376-377) Charlotte Brontë se defendió de estas acusaciones en el prefacio de la segunda edición de Jane Eyre, que vio la luz en enero de 1848: Having thus acknowledged what I owe those who have aided and approved me, I turn to another class; a small one, as far as I know, but not, therefore, to be overlooked. I mean the timorous or carping few who doubt the tendency of such books as Jane Eyre: in whose eyes whatever is unusual is wrong; whose ears detect in each protest against bigotry – that parent of crime – an insult to piety, that regent of God on earth. I would suggest to such doubters certain obvious distinctions; I would remind them of certain simple truths. Conventionality is not morality. Self-righteousness is not religion. The attack of the first is not to assail the last. To pluck the mask from the face of the Pharisee, is not to lift an impious hand to the Crown of Thorns. (citado en Davies 2006: 5-6) Sin embargo, las críticas prosiguieron y, aún después de la aclaración de Charlotte Brontë, Elizabeth Rigby escribía en The Quarterly Review en diciembre de 1848: Altogether the autobiography of Jane Eyre is pre-eminently an anti-Christian composition. There is throughout it a murmuring against the comforts of the rich and against the privations of the poor, which, as far as each individual is concerned, is a murmuring against God’s appointment – there is a proud and perpetual assertion of the rights of man, for which we find no authority either in God’s word or in God’s providence – there is that pervading tone of ungodly discontent. (citado en Coperías 2010: 63) Tal y como apunta Thormälen, el hecho de que las novelas de las hermanas Brontë fueran consideradas irreligiosas, entre ellas la que se analiza aquí, se debe situar ‘in the context of the great latitude and diversity in religious opinion that prevailed in the early nineteenth century, both inside and outside the Church of England’ (1999: 52).313 Para la autora la 313 Anteriormente Jay había apuntado la carencia de uniformidad doctrinal en el Evangelismo aunque había tratado de recoger las creencias comunes como la aprensión a Dios, la convicción en la depravación innata al ser humano y la autoridad de las Sagradas Escrituras (1979: 51). Thormälen menciona algunos ejemplos ilustrativos de la dificultad de la delimitación de las diferentes corrientes espirituales en la época: ‘a modern academic with a reasonably well-rounded education will think of Methodism as a branch of Protestant Dissent – but the Church of England has had few more devoted sons than John Wesley. He or she will also know that the Evangelical revival which began in the eighteenth century drew much of its inspiration from dissatisfaction with the worldliness of the Church of England and her clergy; but some leading Evangelicals – such as the members of the so-called Clapham Sect, the spiritual base of men who supported the young 198 Contextos complejidad espiritual de la época se ve reflejada en las paradojas existentes en las biografías de los miembros de la familia Brontë, que a su vez tendrían una incidencia directa en su producción literaria (ibid.: 2). En la educación profundamente religiosa que recibieron los jóvenes Brontë destacaron la influencia de su padre, el Reverendo Patrick Brontë, en quien confluían la tradición evangélica y la metodista, y de su tía Elizabeth Branwell, partidaria del metodismo. Durante los años que vivió en Irlanda, Patrick Brontë se vio influenciado por Thomas Tighe, amigo de John Wesley, considerado el fundador del metodismo inglés. Más tarde, en Cambridge, su relación con Henry Martin y Charles Simeon le acercó a los preceptos del grupo evangélico y, finalmente, con su traslado a Haworth, en Yorkshire, se vio inmerso en uno de los núcleos de más sólida tradición metodista (Fernández Nistal 1986). 314 Tal y como afirma Winnifrith, ‘[Patrick Brontë] was after all at the receiving end of the two great streams, closely connected with one another, which had revitalised religion in Great Britain, Methodism & the Evangelical Movement’ (1973: 35). Por su parte, Elizabeth Branwell, tradicionalmente conocida como Aunt Branwell, que se trasladó a Haworth tras la muerte de su hermana Maria en 1821 cuando Charlotte tan solo tenía cinco años, trajo consigo una profunda convicción metodista, pues originariamente había vivido en Penzance (Cornualles), otro centro de marcada tradición metodista a principios del siglo diecinueve. Entre sus arraigadas creencias destacaba su rechazo de los impulsos naturales que consideraba fruto del demonio, lo que desarrolló una fuerte creencia en el pecado y la condenación (Gordon 2008 [1994]: 33). A pesar de la fuerte presencia de ideas metodistas en Haworth’s Parsonage, la libertad intelectual y espiritual que caracterizó la formación de los hermanos Brontë (Thormälen 1999: 16), favoreció que cada uno de los hermanos adoptara diferentes modelos religiosos, por lo que varios autores coinciden en la falta de adherencia a un posicionamiento Patrick Brontë – enjoyed the good things of this life with gusto’ (1999: 2). Por otra parte, destaca la presencia de conceptos comunes entre diferentes denominaciones como el metodismo, el calvinismo y el evangelismo: ‘the emphasis on Scriptural authority links Calvinism and Evangelicalism; and like the Methodists, Evangelicals were strongly aware of the sinfulness of man and of the sole hope of redemption through Christ. All three branches of Protestantism were united in their commitment to justification by faith accompanied by the pursuit of holiness, manifest in practical action as well as in the glorification of God’ (ibid.: 15). Por su parte, Cunningham, ha estudiado la amplia amalgama de disidentes respecto a la ‘Established Church’ (1975). 314 Fernández Nistal atribuye a los metodistas ‘su énfasis en la doctrina de la gracia y en la seguridad del creyente en la salvación como las condiciones indispensables para lograr la santidad’ (1983: 52-53) mientras que los evangélicos ‘otorgaban [escasa importancia] a los sacramentos […], presentaban la comunión personal de cada individuo con el Espíritu Santo como única vía de acceso a la Gracia y, por este motivo, insistían en la necesidad de llevar una vida de piedad para su consecución. Además, […] hacían hincapié en la fuerza de la voluntad humana, en la práctica de la religión y en la conducta social del creyente [y] […] aceptaban la doctrina calvinista en lo relativo a la predestinación’ (id.). 199 Capítulo 4 espiritual concreto e/o idéntico entre los hermanos (Gordon 1989; Thormälen 1999). Por lo que respecta a Charlotte, durante su estancia en Bruselas, escribió: ‘I consider Methodism, Quakerism, and the extremes of High and Low Churchism foolish, but Roman Catholicism beats them all. At the same time, allow me to tell you, that there are some Catholics who are as good as any Christians can be to whom the Bible is a sealed book, and much better than many Protestants’ (citado en Gaskell 1971 [1857]: 160). Ahora bien, comentarios como este conducen a la consideración de que el anticatolicismo atribuido tradicionalmente a Charlotte Brontë no haya de interpretarse como ‘an attitude of absolute and unwavering repugnance; it encompasses jovial irony as well as dispassionate rejection and plenty of nuances besides’ (Thormälen 1999: 28). En resumen, resulta complejo delimitar el posicionamiento espiritual de la autora de Jane Eyre. Tal y como recoge Gallagher: ‘biographers and critics have differed over her final reaction to Christianity, some arguing that she completely rejected the basic doctrines of the Christian faith and others asserting that she eventually embraced a more liberal but still Christian belief in a providential God’ (1993: 63). Por lo que respecta a la crítica contemporánea, también parece existir una diversidad de catalogaciones en cuanto al subgénero literario en el que se incluye la novela. 315 Para autores como Gallagher Jane Eyre es un claro ejemplo de ‘Christian feminist bildungsroman’ (ibid.: 68). Otros la incluyen en el género de autobiografía espiritual/religiosa (cf. Millgate 1969; Beaty 1977; Qualls 1982; Vargish 1985; Lamonaca 2002) y para Peterson ‘Jane Eyre encounters a new form of autobiography that became popular in the 1820s, ‘30s, and ‘40s: the heroic female missionary memoir’ (1999: 84). Sea como fuere, los críticos parecen coincidir en la evolución espiritual/religiosa de Jane a lo largo de los tres tomos en que originalmente se publicó la novela, progresando de la incapacidad de aceptar a Dios en Gateshead y Lowood, típica de la autobiografía espiritual (Beaty 1983), al reconocimiento de ‘the hand of God working in her life and learns to call on God as her help in the midst of trouble’ (Lamonica 2003: 86). También Peterson apunta: the interpretive system that may give coherence to Jane’s life – biblical typology – the system of finding in the Bible parallels to or patterns in one’s own life, a system that so many 315 Ya se ha mencionado la tendencia general a considerar Jane Eyre un ejemplo de Bildungsroman. En este apartado se recogen las categorizaciones que la novela ha recibido en relación a la experiencia religiosa de la protagonista. 200 Contextos Victorian spiritual autobiographers used successfully – does not work for Jane, at least not in the first volume of the novel. (1999: 84) No obstante, Peterson apunta que al final de la novela ‘Jane takes control of her account, not only in choosing married life with Rochester but also in explaining her choice within a framework of biblical models [...], all of which valorize woman’s mission at home’ (ibid.: 108). Si bien es cierto que la protagonista acepta progresivamente algunos de los dogmas del cristianismo, 316 a lo largo de la novela se rechazan por completo los modelos de espiritualidad de Mrs. Reed, Mr. Brocklehurst, Eliza Reed, Mr. Rochester y St John Rivers, e inicialmente el propuesto por Helen Burns. Para Pell (1977) algunos de estos personajes, como Mr. Brocklehurst, St John Rivers y Helen Burns, reúnen denominadores comunes como la represión y la contención; sin embargo, como se verá, en Mr. Brocklehurst son tan solo aparentes. El primer modelo de cristianismo que conoce la joven Jane es el que experimenta en su estancia en Gateshead. La frialdad y crudeza del trato recibido allí, unido a las constantes referencias al pecado y al castigo, conducen a la niña a sentirse ‘afraid of the spiritual world and unable to recognize God’s loving care for her’ (Gallagher 1993: 64). En segundo lugar, la actitud y el comportamiento de Mr. Brocklehurst, el ‘sadistic Evangelical’ (Eagleton 1975: 15), que encarna el pensamiento evangélico calvinista fundamentalmente referente a los niños, se presenta como otro modelo inválido en Jane Eyre. Glen repasa algunos de los rasgos distintivos de esta doctrina, presentes en la novela, como la consideración del niño como un ser que necesitaba una rigurosa disciplina para dominar sus pasiones y controlar los deseos carnales, y que, por tanto, requería de vigilancia constante y castigos ejemplares (2006). Quizás, como ya han señalado varios autores, el máximo exponente en la crítica de Mr. Brocklehurst es la hipocresía de este personaje que carece de toda virtud evangélica: ‘charity, warmth and humility’ (Thormälen 1999: 184) y refleja que la religión ‘ha[d] thus become a means for imposing class distinctions based on money’ (Leavis 1966: 481). Otro de los modelos que Jane Eyre rechaza inicialmente, aunque más tarde se acogerá a algunos de sus preceptos, es el de Tal y como apunta Lamonaca, Jane presenta un conflicto con las creencias del evangelismo en lo que respecta al énfasis en el modelo de piedad femenina que situaba a la mujer en un plano espiritual subordinado al del hombre y la representaba, por ejemplo, como incapaz de discernir la voluntad de Dios (2002: 247). 316 201 Capítulo 4 Helen Burns. Rich define la espiritualidad de Helen como ‘trascendent philosophical detachment’ (1995 [1979]: 95) mientras que Eagleton la había interpretado como ‘passive renunciation’ (1975: 16). El planteamiento de Helen Burns se presenta como antagónico a la hermenéutica agresiva y patriarcal de Brocklehurst (Peterson 1999: 86) y a la teología de renuncia a la felicidad terrenal de St John Rivers (Lamonaca 2002: 253). Helen Burns se caracteriza por la compasión, el férreo autocontrol de las emociones, abnegación e impasibilidad ante las injusticias, y por aguardar estoicamente la eternidad creyendo en la transitoriedad e insignificancia de la vida terrenal. Para Thormälen, el personaje de Helen Burns presenta una combinación del metodismo y el ejercicio Kempiano: the piety of Helen Burns is traditionally regarded as being of a Low Church, even Methodist, character; but Helen’s views on the impregnability of a clear conscience, her submissive resignation and her warnings against attaching too much importance to human affections are too powerfully reminiscent of passages from Thomas à Kempis’ Imitation of Christ for coincidence to seem likely. (1999: 2-3) Y aunque inicialmente Jane rechaza la doctrina que le presenta su amiga, progresivamente adopta algunos elementos, tal y como observa Lamonaca: ‘her example and beliefs serve Jane in good stead later in the novel. It is Helen who advises Jane to study the New Testament and follow Christ’s example, in particular his injunction to “Love your enemies” – a counsel that clearly influences the forgiveness Jane grants the dying Mrs. Reed’ (2002: 253). En su estancia en Thornfield, Jane experimenta una modificación sustancial en su concepción espiritual. En Rochester halla ‘a professed profligate, one who argues that people can legistate their own morality, make their own laws’ (Gallagher 1993: 65) y se encomienda a Jane para su salvación moral (Lamonaca 2002: 249). Sus sentimientos hacia él la conducen a idolatrarlo. Jane relata la distorsión de su pensamiento bajo la influencia de Rochester en los momentos previos a su boda: ‘My future husband was becoming to me my whole world; and more than the world: almost my hope of heaven. He stood between me and every thought of religion, as an eclipse intervenes between man and the broad sun. I could not, in those days, see God for His creature: of whom I had made an idol’ (Brontë 2006 [1847]: 316). Cuando Jane viaja de nuevo a Gateshead para cumplir la voluntad de Mrs. Reed conoce la intención de Eliza Reed de ingresar en un convento en Francia y convertirse al catolicismo. 202 Contextos El desdén por esta opción se evidencia en la conversación que mantienen las primas cuando Jane afirma: ‘[you] will be walled up alive in a French convent’ (ibid.: 279). Vander Weele deduce que Charlotte Brontë muestra mediante este comentario su crítica de instituciones como los conventos (2005: 200). El autor también sostiene que la crítica es extensible a otro tipo de actividades como las misiones. Y es precisamente con la negativa de contraer matrimonio con St John Rivers y partir como misionera a la India, cuando Jane rehuye de la última concepción de la experiencia religiosa que se le presenta en la novela. Aunque ‘[i]n light of Evangelical tracts and sermons counseling women to think more of religion than love as a foundation for marriage, St. John would have been viewed in many circles as a most eligible bachelor indeed’ (Lamonaca 2002: 250), la opción planteada por St John Rivers es de ‘dudosa idoneidad’ (Ballesteros González 1998: 247) para Jane, pues este reniega de cualquier tipo de espontaneidad, es extremadamente exigente y abnegado, y se refugia prácticamente por completo en sus deberes y obligaciones hacia Dios. La propuesta de matrimonio que rechaza Jane implica también el rechazo de la ‘religión patriarcal’ en palabras de Rich, caracterizada por ser ‘self-denying, stern, prideful, and ascetic’ (1995 [1975]: 103). Como corrobora Quall ‘St John’s kind of self-denial is so killing because it so completely denigrates the worth of this world and the necessity for fellow-feeling between human beings. It would destroy precisely what invigorates Jane and validates all endurance and struggle’ (1982: 63). Imlay, quien ha estudiado la simbología de su nombre, apunta que su nombre completo, St John Eyre Rivers, recoge ‘the man’s moral-and-rational bent: air and water’ (1993 [1989]: 57). También destaca que la coincidencia de este nombre con San Juan el Evangelista apunta ya desde un principio a la doctrina que este promulga: el evangelismo. 4.2. Contexto del franquismo 4.2.1. De la Segunda República a la España de posguerra El proceso de democratización llevado a cabo durante la Segunda República española (1931-1939) se vio desbaratado por el golpe de estado de 1936 encabezado por el general Francisco Franco Bahamonde. El levantamiento militar de los insurgentes condujo a la guerra civil española (1936-1939) impidiendo el desarrollo de las políticas reformistas de 203 Capítulo 4 la constitución de 1931, que habían convertido a España en uno de los países más progresistas de Europa: [L]a Segunda República representó un intento de democratización, llevado a cabo en el mismo momento en que los cambios políticos en el resto de Europa se orientaban hacia un autoritarismo que derivó en varios regímenes dictatoriales. Una apuesta democrática que terminó con el triste espectáculo de ser el único país en la historia del siglo XX cuya estructura se derrumbó completamente en una Guerra Civil revolucionariacontrarrevolucionaria, sin necesidad de sufrir un ataque exterior, un colonialismo o la intervención extranjera. (Domingo 2004: 16) Entre los avances que había presentado la constitución republicana – algunos de los cuales no se adoptarían en otros países europeos hasta treinta años más tarde (Iglesias de Ussel 1983: 113) – son dignos de mención: el reconocimiento de la igualdad de sexos ante la ley (Artículo 2), el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión (Artículo 27), la posibilidad de la disolución del matrimonio y la equiparación entre la descendencia tanto legítima como extramatrimonial (Artículo 43), la ley del matrimonio civil (aprobada en junio de 1932), el derecho al aborto en Cataluña317 y el sufragio universal (Artículo 36). Tanto el recién instaurado derecho al voto para la mujer como el Artículo 53 de la constitución republicana318 significaron la primera oportunidad para las mujeres de hacer públicas sus voces y opiniones en el terreno político. Ya desde antes del fin de la guerra la futura oligarquía franquista estaba liderada por el general Franco. La Ley de 30 de enero de 1938 le otorgaba ‘la suprema potestad de dictar normas jurídicas de carácter general’ (Gubern 1981: 21) y, a posteriori, se convertiría además de Jefe del Estado, en jefe del Gobierno, jefe nacional de Falange Española Tradicionalista [FET] y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista [JONS] y generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. Según los estatutos de la Falange, el caudillo solo sería responsable ‘ante Dios y ante la Historia’ (id.). Como otros regímenes totalitarios, la dictadura del general Franco se esforzó en forjar la unidad nacional a través de un profundo adoctrinamiento. Con el objetivo de inculcar en la población española los valores del régimen, se contó con el apoyo de la Iglesia y del único La legalización del aborto se legisló durante el mandato de Federica Montseny como Presidenta de Sanidad según la Orden de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya de 25 de diciembre de 1936 que fue publicada en el Diari de la Generalitat el 1 de marzo de 1937. 318 Artículo 53. Serán elegibles para Diputados todos los ciudadanos de la República mayores de veintitrés años, sin distinción de sexo ni de estado civil, que reúnan las condiciones fijadas por la ley Electoral. 317 204 Contextos partido legalizado (Falange) en una primera etapa, 319 se dispusieron una serie de organismos tanto oficiales, como dependientes de este partido – denominados organismos frontales de encuadramiento (Gracia y Ruiz Carnicer 2001: 69), y se adecuaron las instituciones de enseñanza a todos los niveles. Entre los organismos de socialización empleados por el régimen destacaba la Vicesecretaría de Educación Popular 320 (que se analizará en profundidad en el estudio del sistema censorio) como mecanismo oficial, y las organizaciones de encuadramiento que dependían de la las FETS y las JONS. Entre estas últimas es preciso señalar la labor llevada a cabo por la Organización Sindical Española (OSE), la Sección Femenina de la Falange (SF), el Frente de Juventudes, el Sindicato Español Universitario (SEU) y por el conjunto del aparato educativo. Cada una de estas organizaciones de encuadramiento tenía bajo su ‘jurisdicción’ a un grupo social determinado – aunque en ocasiones sus objetivos se solapaban. Así, la OSE se encargaba de los trabajadores,321 la SF de las mujeres,322 el Frente de Juventudes323 de los niños y los jóvenes y el SEU324 de los universitarios. En lo relativo a los intereses nacionalistas de las comunidades autónomas, el régimen trató de ponerles fin bajo la premisa de la unidad, aludiendo a la popular consigna política: ‘España: Una, Grande y Libre’ (Neuschäfer 1994: 72). Tal y como afirma Richmond: ‘The regionalist aspirations of Catalonia and the Basque Country [...] were among the developments that were perceived as threatening the established order’ (2003: 1). El diario pamplonés Arriba España aconsejaba ya en 1937 eliminar cualquier publicación que Las casi cuatro décadas que duró el franquismo no fueron un periodo homogéneo pues la situación política, económica y social fueron evolucionando. La periodización del franquismo que se ha seguido corresponde con la propuesta por Ricardo Zafrilla (1998), quien adopta las cronologías del historiador Juan Antonio Lacomba, el sociólogo Amando de Miguel (1975) y el economista Ramón Tamames (1979). Dichos investigadores coinciden en el establecimiento de tres etapas durante el franquismo. La primera, la etapa de la autarquía, comprendería el periodo entre 1939 y 1951; la segunda abarcaría entre 1951 y 1959; y, finalmente la tercera etapa tendría lugar entre 1959 y 1975. Es la primera etapa del franquismo (1939-1951) la que se analiza en este apartado puesto que la traducción objeto de estudio de la presente tesis fue fruto de este periodo. 320 A partir de ahora VSEP. 321 La OSE, conocida popularmente como el Sindicato Vertical, supuso la supresión de todos los sindicatos existentes hasta el momento que pudieran sembrar ideas perniciosas y revolucionarias entre los trabajadores (Gracia y Ruiz Carnicer 2001: 87). 322 Las funciones de la SF se desarrollarán en el apartado 4.2.2. Políticas de género. Mujer y familia. 323 Creado el 6 de diciembre de 1940, el Frente de Juventudes tenía los objetivos siguientes: la educación política en el espíritu y la doctrina de las FET y de las JONS, la educación física y deportiva, la organización de colonias de verano o instituciones afines, y la vigilancia del cumplimiento de las consignas del Movimiento (Moliner Prada 2004). 324 El SEU llevó a cabo una depuración del profesorado universitario, que acabaría convirtiéndose en ‘una monopolización del profesorado por parte de jóvenes falangistas provenientes del SEU’ (Gracia y Ruiz Carnicer 2001: 104). 319 205 Capítulo 4 proviniese del ‘separatismo’, un factor que se consideraba había llevado a España al caos de la época republicana (citado en Moreno Cantano 2008). En Cataluña se derogó el Estatuto de Autonomía325 el 5 de abril de 1938 y con la ley del 8 de agosto de 1939 se declaraban sin efecto todas las disposiciones del Parlamento de Cataluña, mientras que a nivel cultural, l’Institut d’Estudis Catalans fue sustituido por el Instituto Español de Estudios Mediterráneos y la Biblioteca de Catalunya volvió a denominarse Biblioteca Central, como en tiempos de Primo de Rivera (Samsó Llenas 1996: 79). El Estatuto Vasco – aprobado el 6 de octubre de 1936 – tan solo se pudo poner en práctica en la provincia de Vizcaya pues el resto del territorio vasco estaba ocupado por las tropas ‘nacionales’. La Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) no se llegó a disolver pero sus informes debían escribirse en castellano (Álvarez Enparantza 1997). Por lo que se refiere al Estatuto Gallego, aprobado en junio de 1936, no logró materializarse pues la guerra civil comenzó tres días después de su presentación en las Cortes de la República (15 de julio de 1936). La Real Academia Galega se vio forzada a la semiclandestinidad y el Seminario de Estudos Galegos después de ser paralizado durante años, fue incorporado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con la obligatoriedad de emplear el castellano (Abellán 1987). La unidad estatal sobre la que se había erigido el nuevo régimen tampoco daba lugar a la pluralidad de lenguas que existían en España a nivel oficial antes del golpe militar por lo que tanto el catalán como el gallego y el euskera se vieron relegados al ámbito privado y familiar. A modo de resumen, Gubern recoge las características dominantes del modelo político implantado por el bando nacional: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Supresión de los partidos políticos. Eliminación del sufragio. Represión contra los oponentes políticos. Reforzamiento del centralismo burocrático del Estado. La arbitrariedad como sistema jurídico. Oficialización del catolicismo integrista. La subordinación de los subsistemas políticos a la voluntad del jefe. El sistema de camarillas. (1981: 20-21) La dictadura impuso una profunda represión ideológica, con miles de ejecuciones, prisioneros políticos y exiliados. La ejecución en 1940 de Lluís Companys, presidente del El Estatuto de Autonomía de Cataluña había sido aprobado durante la República (21 de septiembre de 1932). 325 206 Contextos gobierno catalán, constituyó uno de los casos más notables de esta temprana represión, así como la persecución y castigo de comunistas, anarquistas, ateos, demócratas de izquierdas, como también militares y políticos que habían apoyado al gobierno de Madrid durante la guerra. Sin embargo, la represión no afectó únicamente a disidentes políticos, sino que se convirtió en el arma más efectiva del régimen para la manipulación de la sociedad en todos los niveles. 4.2.2. Políticas de género: Mujer y familia En 1945 un corresponsal del New York Post en Madrid se refería al ‘retraso’ que observaba en la situación de las mujeres españolas de la época: La posición de la mujer española está hoy como en la Edad Media. Franco le arrebató los derechos civiles y la mujer española no puede poseer propiedades ni incluso, cuando muere el marido, heredarle, ya que la herencia pasa a los hijos varones o al pariente varón más próximo. No puede frecuentar los sitios públicos en compañía de un hombre, si no es su marido, y después, cuando está casada, el marido la saca raramente del hogar. (citado en Martín Gaite 2007 [1987]: 30) La nueva situación política y social de la mujer se vio reforzada por la legislación. Fue necesario establecer leyes que regularan específicamente sus condiciones puesto que las existentes – originarias de la constitución de 1931 – les proporcionaban derechos que podrían suponer una amenaza para el nuevo régimen. En términos generales, se trataba de establecer la ‘discapacidad jurídica [de la mujer]’ (Moraga García 2008: 235). En lo que se refiere a las relaciones entre hombres y mujeres dentro de la institución del matrimonio, se readoptaron las políticas patriarcales establecidas por el Código Civil de 1889, que ‘en la práctica ponía a las mujeres bajo la autoridad de los varones de la familia, tanto padres como hermanos y esposos’ (Muñoz Ruiz 2003: 100). En este sentido, los artículos 57 y 58 del nuevo Código Civil obligaban a la mujer a obedecer al marido y a seguirle allá donde él fijara su residencia. Otras de las leyes que se promulgaron estaban relacionadas con la situación de la mujer con respecto al trabajo y se proponían la desincentivación a través de discriminaciones salariales y de estatus laboral. El 9 de marzo de 1938 se constituyó el ‘Fuero del Trabajo’, inspirado en la ‘Carta del laboro’ de Mussolini, que, entre otras medidas, ‘liberaba’ a la mujer casada del trabajo fuera de la esfera doméstica (Domingo 2004). También las diferencias salariales entre hombres y mujeres, a pesar de no ser un 207 Capítulo 4 fenómeno originario del franquismo, se explicitaron en la legislación de la época, dada la condición de ‘ayuda familiar’ del empleo femenino.326 Años más tarde, en plena dictadura, se promulgaron otras leyes relacionadas con el trabajo de clara índole antifeminista como la Ley de Reglamentaciones de Trabajo de 1942, que ‘invitaba’ a las mujeres a abandonar su puesto de trabajo al contraer matrimonio y la Ley de Contrato de Trabajo de 1944, que imponía la autorización marital como condición para que las mujeres casadas pudieran acceder al mercado laboral (Molinero 1999).327 De igual modo se derogaron leyes de la constitución republicana que se oponían diametralmente a los principios del régimen como la ley de divorcio (Ley de 23 de septiembre de 1939), las prácticas abortistas (Ley de 24 de enero de 1941) y el empleo de anticonceptivos (Artículo 416 del Código Penal). El matrimonio canónico pasó a ser el único modelo válido, que solamente podría quedar anulado si uno de los cónyuges fallecía (Artículo 52 del Código Civil) y la mujer dejó de tener derecho a voto. Además de la represión legislativa, la Sección Femenina (SF) de las FET y JONS, encabezada por Pilar, hermana de José Antonio Primo de Rivera, desempeñó un papel fundamental en el adoctrinamiento y socialización de las mujeres. Tal y como apunta Carabias Álvaro, ‘la labor doctrinal y formativa quedará definida como prioridad y único destino para esta sección’ (2003: 138). Ya en el III Consejo Nacional de la SF (1939), Pilar Primo de Rivera se pronunció sobre el papel doméstico de la mujer, que consideraba ‘una misión de ayuda, no […] una misión directora porque esa sólo corresponde a los hombres y la contribución más valiosa que podía hacer la mujer de cara al futuro era regresar al seno de la familia’ (citado en Pérez 2006: 706). Con el propósito de perpetuar el nuevo Estado, el Cardenal Isidro Gomá se refería a la primordialidad de la ‘familia santuario’ (citado en Di Febo 2003: 32) donde la mujer estaba llamada a desempeñar la labor para la que había nacido. Así, se empleaba el determinismo biológico para destacar la ‘gloriosa misión’ (Sánchez López 2007: 144) de la mujer en la Rosado Bravo ejemplifica esta medida con la regulación del BOE de 4 de marzo de 1938, según la que las retribuciones de hombres y mujeres que trabajaban en fábricas de yute aumentaron un 30% y un 12%, respectivamente (2003: 71) 327 La influencia de las medidas legislativas aplicadas a la situación laboral de las mujeres se ve reflejada en las cifras que presenta Rosado Bravo, quien afirma que la población activa femenina en 1940 constituía el 12,1% de la población total de quienes trabajaban y, para 1950, sería del 15,83% (ibid.: 46). 326 208 Contextos sociedad de la época que no era otra que la maternidad.328 ‘Misión de la mujer’, un artículo publicado en la portada del semanario Destino recalcaba esta función de la mujer: [E]levamos nuestra concepción cristiana y tradicional del papel de la mujer en la vida. Partimos de un hecho básico indiscutible: las diferencias esenciales entre los sexos. Diferencias, no de calidad sino de cualidad. […] [L]a misión fundamental de la mujer, derivada de su naturaleza, es la maternidad. […] [L]a gran creación de la mujer es el hogar. […] De aquí la importancia grandísima de la reintegración de la mujer al hogar, primer designio de la política femenina de la nueva España. (1940: 1) El artículo también destaca las ‘diferencias esenciales entre los sexos’ basándose en la interpretación del Génesis. Por esto, eran comunes afirmaciones como la de Riaño Campos respecto a la supuesta inferioridad de la mujer: ‘formada la mujer de una parte del varón, corresponde a este la supremacía del derecho y la fuerza de su autoridad: la una ha sido hecha para amar, el otro ha sido hecho para el mando’ (1943: 61). El planteamiento de género maniqueo promulgado por el régimen, que posicionaba a la mujer en el nivel desfavorecido del binomio, trataba de limitar la capacidad intelectual, crítica o política de las mujeres. Pilar Primo de Rivera consolidaba estas creencias sobre la inferioridad intelectual de la mujer a través de sus múltiples discursos: Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador, reservado por Dios para las inteligencias varoniles, nosotras no podemos hacer nada más que interpretar mejor o peor lo que los hombres nos dan hecho. […][S]i la cultura se lleva hasta el punto de que la mujer se queda en un árido producto intelectual, sin una sola de las condiciones humanas que debe tener para alcanzar sus fines naturales, entonces la cultura es totalmente negativa; pero, gracias a Dios, en España no suele darse ese tipo de mujer puramente intelectual. (citado en Molinero 1999: 72-78) El discurso de feminidad elaborado para la ‘nueva mujer española’ o ‘mujer franquista’ (Carabias 2003: 173) se vio propagado por varias publicaciones de la SF. La llamada Y. Revista para la mujer fue la primera de ellas, que se publicó en plena contienda. La publicación que se mantendría vigente hasta noviembre de 1946, convivió con otras revistas femeninas como, Consigna (1941-1960) – especialmente dedicada a las maestras – y Medina (1941-1944), revista en la que Camilo José Cela publicó sus primeros cuentos. Tal y como apunta Tobío: ‘En la diezmada y empobrecida España de la posguerra, cobra nuevo auge la preocupación natalista que dará lugar a toda una serie de medidas como las ayudas familiares otorgadas a los hombres cabeza de familia en función del número de hijos, los descuentos en el pago de servicios públicos para familias numerosas o los premios de natalidad’ (2005: 46). 328 209 Capítulo 4 Todas ellas recogían las cualidades que debían definir a la mujer de la época: ‘resignación, sumisión, entrega, sacrificio, aceptación [y] renuncia’ (Domingo 2007: 13). Se recuperó un modelo femenino originario de mediados del siglo XIX: ‘el ángel del hogar’, desarrollado en el poema ‘The Angel in the House’ del escritor inglés Coventry Patmore. Así, la SF trataba de devolver a la mujer el papel que tradicionalmente había desempeñado en la sociedad, promoviendo así una cultura patriarcal y que ahora debía ejercer ante los tres pilares fundamentales del régimen: Dios, patria y familia, esto es, ante Dios, el Jefe del Estado, los padres y hermanos y, más tarde, ante sus cónyuges. Flores apunta al respecto: La marcada tendencia a lo vertical tan importante da la impresión de grandeza vencedora. Las referencias a la autoridad del Caudillo sobre la patria y al orden natural respaldado por la tradición explican la insistencia en el paterfamilia especialmente cuando aparece el hombre con mujeres o niños. (2003: 211) En el hogar la misión que el Estado le encomendaba a la mujer era inculcar los valores del régimen y vivir conforme a estos. Según Ruiz Franco las mujeres debían ‘fortalecer a la familia, como célula primera y natural de la sociedad, educar a los hijos en la fe cristiana y en la doctrina falangista, potenciar una tasa de natalidad y una economía maltrecha tras la guerra, y ser el refugio y descanso del esposo’ (2003: 121). Considerada la familia como la piedra angular de la sociedad de posguerra, la función de la mujer se alababa al equipararla a la de un soldado con una misión patriótica dentro de esta institución (Di Febo 2003). A pesar de que se fomentaba el ámbito doméstico como el espacio ideal para la mujer, algunas pudieron acceder a la ‘esfera productiva’ (Roca i Girona 2003: 49). Sin embargo, este acceso era restringido, pues desde la infancia, la segregación escolar promovía la desigual división del trabajo según el sexo: La instrucción de las niñas se orienta entonces al aprendizaje de habilidades y de saberes vinculados al ámbito del hogar, al cuidado de la familia y eventualmente al desempeño de oficios vinculados al mundo infantil (maestra), al cuidado y a la salud de las personas (enfermera), a la moda y a la apariencia (modista, peluquera…) o a los oficios menos valorados y más subordinados al mundo laboral dominado por los hombres (secretarias, mecanógrafas…) en coherencia con toda una estrategia escolar y sociopolítica orientada a construir la desigualdad sociocultural de las mujeres a través de actitudes de sumisión, obediencia y acatamiento al orden simbólico de lo masculino. (Lomas 2006 [2002]: 198)329 Los bajos índices de mujeres matriculadas en universidades españolas en la época revelan el escaso acceso de la población femenina a la educación superior. Según los datos proporcionados por Alcalá y Magallón en la década de los cuarenta tan solo el 13% de los estudiantes universitarios eran mujeres. Este bajo porcentaje 329 210 Contextos Además se sumaba la obligatoriedad de realizar el Servicio Social para determinados puestos de trabajo (en empresas y organismos públicos, en organizaciones de Falange, entre otros), lo que dificultaba aún más el acceso de la mujer al mundo laboral.330 Mientras que la mayoría de las mujeres casadas abandonaban su puesto de empleo tras contraer matrimonio, la cierta permisividad con que se contemplaba la presencia de algunas mujeres en el ámbito productivo, como las viudas y de forma excepcional, algunas mujeres cabezas de familia (Molinero e Ysás 1998: 15), no siempre era aplicable al tercer contingente de mujeres que trabajaban, las solteras. Dada la primordialidad de la familia para el nuevo régimen, la soltería, especialmente femenina, se consideraba tanto un fracaso como una amenaza para el régimen: un fracaso puesto que mantenerse soltera supuestamente implicaba no tener descendencia, y una amenaza porque en el caso de la mujer podía leerse como la ‘impugnación o rebeldía al principio de la subordinación femenina al hombre’ (Roca i Girona 2003: 54). Las ‘solteronas’ – que así era como se llamaba despectivamente a las mujeres que no se casaban (Gimeno Reinoso 2005: 189) – eran doblemente discriminadas, puesto que además de encontrarse, en muchas ocasiones, subordinadas a los varones de la familia, ‘eran objeto de burla y, en el mejor de los casos, de compasión’ (ibid.: 189) para el resto de la sociedad. Ahora bien, tal y como apunta Osborne (2009), la soltería de muchas mujeres de posguerra no resultó ‘premeditada’ pues el desequilibrio demográfico causado por la guerra civil imposibilitó que toda la población femenina pudiera alcanzar el matrimonio y, dado su limitado acceso a los puestos de trabajo, ocasionó el auge del contramodelo de la mujer doméstica y asexuada: la prostituta. Aunque la prostitución fue legal en las denominadas casas de tolerancia hasta 1956, no lo era, en cambio, la prostitución callejera, que se perseguía con dureza y, se pretendía corregir. Con este último propósito se crearon en 1941 dos organismos financiados por el Ministerio de Justicia: el Patronato de Protección de la Mujer, ‘para la dignificación moral de la mujer, especialmente de las jóvenes, para impedir su explotación y apartarlas del vicio’ (Sánchez López 2007: 203) y la Obra de Redención de las Mujeres Caídas, que pretendía redimir a las mujeres que ya ejercían la prostitución callejera. A su vez, se distribuía de la siguiente manera: Filosofía y Letras (34,5%), Ciencias (27,5%) y Farmacia (26,7%) (2008: 158). El 11.3% de los estudios restantes no se especifica. 330 El Servicio Social consistía en realizar prestaciones gratuitas de trabajo durante seis meses en organismos estatales (Valiente Fernández 2003: 155-156). 211 Capítulo 4 dependientes de estos organismos, surgieron también por decreto las primeras prisiones especiales o reformatorios (cf. Osborne 2009: 107). La prostitución reflejaba la doble moralidad de la época respecto a la sexualidad femenina. Mientras que ‘el ideal de mujer del franquismo lo representa[ba] la virginidad y su actividad sexual [tenía] como único marco el matrimonio con un objetivo claro, la fertilidad, la obligación de la maternidad’ (Montejo Gurruchaga 2009: 191-192), se toleraba la libido en las prostitutas. Otra vertiente de la doble moral del régimen quedaba patente en la aceptación de parte de la prostitución ‘como un mal menor que contribuía a satisfacer la “fogosa naturaleza del varón español” y a preservar así a las “mujeres decentes” y a proteger el matrimonio’ (Marín Gómez 2004: 178). A través de la labor de la SF, la propaganda realizada mediante sus publicaciones y los cambios legislativos producidos a raíz de la victoria del bando ‘nacional’, el régimen diseñó un modelo femenino caracterizado por una estricta moral católica y tradicional, en detrimento de las libertades obtenidas en los años de la República. La exaltación de la maternidad y el matrimonio como única vía legítima para el desarrollo de esta función convirtieron a la mujer en la base esencial para la redefinición general del país.331 4.2.3. La religión en la España de posguerra La Iglesia se posicionó abiertamente partidaria del Alzamiento Nacional con el objetivo de ‘obtener del Estado la recuperación del papel preponderante que la jerarquía había desempeñado con anterioridad a 1931’ (Puelles Benítez citado en Navarro García 1993: 47). Incluso antes del fin de la guerra civil, el apoyo que determinados sectores conservadores de la Iglesia había proporcionado a los militares rebeldes, favoreció la recuperación e incluso la ampliación de los privilegios históricos que había perdido en época de la República: financiación estatal, control del sistema educativo y monopolio religioso (Casanova 2005 [2001]: 19). Sin embargo, como recuerda Martín Gaite, determinados núcleos de población como las zonas de extrarradio de las grandes ciudades concentraban los mayores índices de ‘rebeldía de posguerra’ que se caracterizaban por ‘el desdén rencoroso a las normas’ (2007 [1987]: 93-94). 331 212 Contextos En primer lugar, a nivel de financiación, el Decreto del 2 de marzo de 1939 declaraba la exención tributaria de impuestos para los bienes eclesiásticos y la Ley del 9 de noviembre de ese mismo año restablecía las dotaciones del clero en los Presupuestos del Estado. En segundo lugar, por lo que respecta a la educación, se declaró obligatoria la enseñanza religiosa en todos los niveles educativos incluso en la universidad (Decreto de 26 de enero de 1944) (Chao Rego 2007: 96-97). Un discurso de José Ibáñez Martín de 1942, entonces Ministro de Educación, recogía el destacado papel de la educación para el nuevo régimen: ‘la gran política de nuestro Movimiento está vinculada a la acción educadora que, de acuerdo con los principios sustanciales de la enseñanza, se ejerza en el corazón de la niñez y de la juventud’ (citado en Sopeña Monsalve 2005 [1994]: 13). Palacio y Ruiz Rodrigo recuerdan el adoctrinamiento al que se veían sometidos los alumnos de la época: ‘La escuela […] se convirtió en nuestro contexto en laboratorio privilegiado de implantación ideológica. Desde los libros de texto, a las pautas de conducta, todo – minuciosamente planificado – conducía a la infancia a una aceptación exaltada de los valores tradicionales, patrios y cristianos’ (1993: 23). De forma similar, Sopeña Monsalve se hace eco de la preeminente educación católica que se impartía en los primeros años de la dictadura: Sin duda, el franquismo realizó el más poderoso intento adoctrinador de toda nuestra historia. La razón es que la preocupación escolar del régimen era casi exclusivamente ideológica y política. […] [L]a función más relevante que se asignaba a la escuela era contribuir a la dominación y a la reproducción social y política mediante el adoctrinamiento en los valores propios del conjunto de las fuerzas del bloque vencedor en la guerra civil. Los instrumentos: la enseñanza religiosa, donde la religión hay que entenderla militante y ultracatólica; la patriótica, fascistoide y maniquea, de vagas ensoñaciones imperiales; y la cívica, sentimentaloide y ultraconservadora. (2005 [1994]: 12-13) Para llevar a cabo la tarea de adoctrinamiento propuesta por el régimen fue necesaria la ‘limpieza ideológica en la educación española, fundamentalmente del magisterio, de todos aquellos elementos que tenían una visión de la política, la estructura de la sociedad, pensamiento económico, religioso, etc., distinto al del Nuevo Régimen’ (De Pablo Lobo 2007: 204). Entre otros factores, el elevado índice de analfabetismo de la población española de posguerra facilitó la aceptación generalizada de los párrocos y maestros como figuras indiscutibles en la educación de la sociedad española. Estos debían ser conocedores de los 213 Capítulo 4 nuevos ideales que se quieren transmitir a la sociedad y […] [debían ser] partidarios de los mismos y [hacerlos] llegar a la población como los correctos, únicos y verdaderos, para poder tener, así, un pilar social que apoye el Nuevo Régimen, asentar las bases del mismo y gobernar bajo la dirección de la nueva ideología que la población conoce y apoya por la educación favorable que de la misma ha recibido tanto del cura en los altares como del maestro en los pupitres. (ibid.: 205-206) En tercer lugar, el monopolio religioso de la iglesia católica en la España de posguerra quedó recogido en la legislación. El Estado declaraba su confesionalidad ya en el Fuero del Trabajo del 9 de marzo de 1938 aludiendo a la ‘tradición católica de la justicia social’ (Larena Beldarrain 2002: 50). Posteriormente, el artículo 6 del Fuero de los Españoles,332 aprobado el 17 de junio de 1945, declaraba la religión católica la única oficial del Estado, si bien, ‘oficialmente’ permitía el culto privado de otras confesiones:333 La profesión y práctica de la Religión Católica, que es la del Estado Español, gozará de protección oficial. Nadie será molestado por sus creencias religiosas ni el ejercicio privado de su culto. No se permitirán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la Religión Católica. (citado en Chao Rego 2007: 101) La actitud respecto a otras prácticas confesionales se basaba en la exclusión, la denigración o la represión. Sopeña Monsalve recuerda la carencia de información de otros modelos de vida diferentes del español en la educación española de posguerra cuando afirma: ‘nos cortaron de raíz el acceso no ya al estudio, sino a la mera información sobre la existencia de otras ideologías, otras religiones, otras formas de vida, otras interpretaciones de nuestra historia’ (2005 [1994]: 17). Por otra parte, en el caso de que se hiciera referencia a otras formas de vida, se optaba por denigrarlas, como refleja el programa de Historia para la Segunda Enseñanza de abril de 1939, que introducía el estudio de la revolución inglesa del siglo XVII en Inglaterra con el siguiente enunciado: ‘La revolución inglesa. Su carácter hipócritamente puritano y tiránicamente anticatólico’ (citado en Álvarez Osés et al. 2000: 66). Asimismo, en su estudio sobre Pradejón (Logroño) Ruiz Pérez recoge el asesinato de aquellos protestantes que habían desempeñado un papel destacado en el ámbito político, también informa sobre la marginación y humillación pública de aquellos que decidieron seguir profesando su religión, y los intentos del clero de convertirlos al catolicismo (2004). El 26 de julio de 1947 este artículo se convirtió en Ley Fundamental. Como recogen Estruch et al. la promulgación del Fuero de los Españoles produjo una ‘progresiva recuperación de actividades toleradas en privado, en capillas que no podían ostentar ningún signo exterior que permitiese identificarlas, y no sin esporádicos episodios de agresiones y atentados contra los locales’ (2007: 98). 333 332 214 Contextos La iglesia recibió ciertos privilegios que le permitieron adquirir una posición destacada en la sociedad de posguerra y acceder no solo al ámbito educativo sino a ‘los niveles superiores de los aparatos estatales y gubernamentales, [a] los ámbitos informativos […], [y a] los círculos económicos y financieros’ (Chueca y Montero 1999: 14). En este sentido Diez de Velasco destaca ‘la importancia de la sanción religiosa del poder, que llevaba, por ejemplo, a algunos miembros del alto clero a formar parte de las Cortes, el órgano político de carácter pseudo-parlamentario del régimen’ (2005: 33). La ‘simbiosis entre la Iglesia y el Estado’ (Montejo Gurruchaga 2009: 189) resultó en lo que se ha denominado Nacional-Catolicismo, que produjo ‘at least for a decade or so, the most remarkable traditionalist restoration in religion and culture witnessed in any twentieth-century European country’ (Payne 1984: 171). Esta coalición implicaba un compromiso entre ambas partes: el régimen se presentaba ante los españoles y ante el mundo como un país cuya religión oficial era la católica y, en contrapartida, la Iglesia se encargaba de establecer y controlar los valores morales en la sociedad. Como apunta Monroy: ‘La Iglesia católica estaba al servicio del Estado y el Estado al servicio de la Iglesia católica’ (2011: 42). Los cuatro aspectos fundamentales del Nacional-Catolicismo, considerado por varios autores un ‘magma ideológico’ (cf. Sopeña Monsalve 2005 [1994]: 19) pueden resumirse en: consustancialidad entre catolicismo y Estado; valores católicos como objetivo de toda aspiración cultural, social y política; rechazo de la modernidad, culpable del desmoronamiento de los valores religiosos y patrióticos; inexistencia de neutralidad respecto a la religión católica pues tener razón exige la conquista del mundo moderno a través del apostolado, verdadera misión histórica. (Morán citado en Sánchez Sánchez 2005: 130) De igual modo que la guerra civil se había concebido como una Santa Cruzada con el objetivo de erradicar los males causados durante la Segunda República, el NacionalCatolicismo se proponía la recristianización ‘del mundo moderno’: La cosmovisión dentro del imaginario franquista será la católica tradicional, con una mayor acentuación de la dialéctica Bien-Mal, Dios-Satanás, que aparece identificada con la Guerra Civil, interpretada como último episodio de esta confrontación universal, como la última Santa Cruzada, gracias a que Dios había ayudado de nuevo a su patria predilecta. Tras un baño de sangre purificador, necesario para limpiar los crímenes y sacrilegios, la católica 215 Capítulo 4 España había obtenido el perdón que permitía recuperar el favor divino, y con ellos la posibilidad de retomar su misión universal imperial y evangelizadora. (Arce Pinedo 2008: 29) Los textos de la época recogen la superioridad de la raza española y la necesidad de difundir los valores cristianos. El prólogo de la Ley de la Jefatura del Estado de 20 de septiembre de 1938334 sobre reforma de la enseñanza media destacaba que era fundamental para el nuevo régimen: ‘poner de manifiesto la pureza moral de la nacionalidad española; la categoría superior, universalista, de nuestro espíritu imperial, de la Hispanidad, […] defensora y misionera de la verdadera civilización que es la cristiandad’ (citado en Álvarez Osés et al. 2000: 245). El mismo general Franco afirmaba: ‘Hay que recristianizar a esa parte del pueblo que ha sido pervertida, envenenada por doctrinas de corrupción’ (citado en Sánchez Sánchez 2005: 128). 4.2.4. La cultura del libro bajo el franquismo 4.2.4.1. El aparato censor: Cronología, organismos y funcionamiento Meses después del inicio de la guerra civil y, posteriormente, con el establecimiento de la dictadura en España se aprobaron una serie de medidas encargadas del control de la producción cultural. Mediante el decreto de 23 de diciembre de 1936 la Junta Técnica encargada de la Administración civil declaró ilícitos ‘la producción, el comercio y circulación de libros, periódicos, folletos y toda clase de impresos y grabados pornográficos o de carácter socialista, comunista, libertario y, en general, disolvente’ (Abellán 1987: 27). Un mes más tarde, el decreto 180 de 14 de enero de 1937, estableció ‘la primera normativa bélica exclusivamente censora’ (Blas 2008: 22) para cuyo control se creó la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda en Salamanca, bajo la figura del General Millán Astray, y la sección de censura literaria se puso en manos de Manuel Torres López, aunque no asumiría sus funciones hasta finales de mayo del mismo año. El 22 de abril de 1938 el entonces Ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, promulgó la Ley de Prensa, estrechamente inspirada en los modelos italiano y alemán (cf. Cisquella, Erviti, y Sorolla 2002 [1977]: 19; Moret 2002: 13), con el principal objeto de suprimir la prensa republicana. Dicha ley, inicialmente de carácter transitorio, se mantendría vigente 334 Este texto se publicó en el Boletín Oficial del Estado el 23 de septiembre de ese mismo año. 216 Contextos hasta 1966 y afectó además de a la prensa periódica, a todos los géneros literarios y a las manifestaciones culturales de cualquier índole (cine, radio, espectáculos, etc.). Tan solo una semana después de la aprobación de la Ley de Prensa, la Orden ministerial de 29 de abril de 1938 establecía la obligatoriedad de someter a la autorización previa del Ministerio del Interior ‘la producción comercial y circulación de libros, folletos y toda clase de impresos y grabados, tanto españoles como extranjeros’ (Llorente 1995: 89). Tan solo unos meses después del fin de la Guerra Civil española y la victoria del bando nacional, la Cámara Oficial del Libro envió varias circulares a los libreros españoles con información sobre libros que pasarían a estar prohibidos a partir de entonces (Gallofré i Virgili 1991: 488). La primera circular (Nº Rº 25288) clasificaba los libros prohibidos en dos tipos: ‘los prohibidos de un modo definitivo y permanente’ y ‘los prohibidos temporalmente’. Asimismo explicitaba qué debía hacerse con dichas obras: Las del primer grupo [libros prohibidos de un modo definitivo y permanente] deben destruirse. De todas maneras, antes de proceder a su destrucción conviene elevar consulta a esta Cámara que previos los asesoramientos del caso, comunicará la conducta a seguir. Las del segundo grupo [libros prohibidos temporalmente] deben retirarse del comercio en espera de una determinación definitiva de la Superioridad. (id.)335 En términos generales, el nuevo régimen castigaba: las obras contrarias al Movimiento Nacional, las anticatólicas, teosóficas, ocultistas, masónicas; las que ataquen a los países amigos; las escritas por autores decididamente enemigos del nuevo régimen; las pornográficas y pseudo-científico-pornográficas y las de divulgación de temas sexuales; las antibelicistas, antifascistas, marxistas, anarquistas, separatistas, etc. […] los libros de tipo no político o religioso, escritos por autores contrarios al Movimiento o cuya situación respecto al mismo no ha quedado definida aún. (id.) La fundación del Instituto Nacional del Libro Español (INLE) también data de 1939. La orden de 23 de mayo de 1939, firmada por Serrano Suñer – que no se haría pública hasta el 19 de abril de 1941 – establece la naturaleza de este nuevo organismo: Artículo 1º. Se crea el Instituto Nacional del Libro, dependiente de la Subsecretaría de Prensa y Propaganda del Ministerio de la Gobernación, como único organismo central de consulta y dirección de todos los problemas relativos a la producción y difusión del libro español. Tendrá su sede en la capital del Estado. (citado en Llanas 2006: 39-40) En dicha circular se incluía un listado provisional de autores y obras que no estaban autorizados. La lista que en un principio incluía autores como Zola, Andreieff, Voltaire, Rousseau, Sinclair Lewis, Prudencio Bertrana, Eduardo Ortega Gasset, Sender y Bosch Gimpera, fue depurándose en las siguientes circulares enviadas el 16 de noviembre y el 6 de diciembre de 1939, respectivamente, restringiendo el número de autores y obras específicas que debían ser eliminadas de circulación (Gallofré i Virgili 1991: 490-494). 335 217 Capítulo 4 Una vez disueltas las Cámaras Oficiales del Libro de Madrid y Barcelona, sus patrimonios pasaron a disposición del INLE. A partir de aquel momento, editores, libreros de nuevo y de ocasión, artes gráficas, talleres mecánicos de encuadernación, fábricas de papel editorial y demás industriales dedicados a la confección y comercio de libros pasaron a depender del INLE. El instituto tuvo tres focos principales de actuación: el control, la vigilancia y la propaganda y representación. Bajo sus competencias se encontraban también la creación de un censo de escritores y sus correspondientes publicaciones (una medida, tal y como apunta Ruiz Bautista: ‘de inequívocas reminiscencias totalitarias’ [2005: 243]), y la publicación de documentos de orientación bibliográfica para los lectores. El INLE pasó a depender de la VSEP, creada el 20 de mayo de 1941. Este nuevo organismo estatal existió hasta el 17 de julio de 1945, fecha en la que derivó en la Subsecretaría de Educación Popular dependiente del Ministerio de Educación Nacional, dirigido por Ibáñez Martín. De la VSEP dependían la Delegación Nacional de Prensa y la Delegación Nacional de Propaganda. A la primera le correspondía la supervisión de los agentes informativos; el control de las empresas relacionadas con el mundo editorial; la asignación de cupos de papel a dichas empresas; y la censura previa, inspección y eventual sanción. Por su parte, la Delegación Nacional de Propaganda ejercía el control de publicaciones no periódicas; la cinematografía y los noticiarios filmados; el teatro (tanto escrito como su representación); la radio; la producción, exposición y comercialización de objetos ‘plásticos’ (exposiciones artísticas, emblemas o imágenes, monumentos, etc.); las producciones musicales; y el uso público de la palabra, entre otros. La Delegación Nacional de Propaganda tenía bajo su jurisdicción la Sección de Ediciones, encabezada por Juan Beneyto, inicialmente, y a partir de 1942, por el Secretario Nacional de dicha Delegación, Patricio González de Canales. Dicha Sección se encargaría de autorizar (con o sin modificaciones) o prohibir la publicación de cualquier obra literaria. El sistema de consulta previa consistía en un proceso que podía durar apenas unos días, meses e incluso años. 336 El primer paso, consistía en tramitar la solicitud de autorización por parte de los editores en las que se indicaban todos los detalles relativos a la hipotética futura publicación: título, autor, datos de la editorial, número de páginas, tirada, precio, etc. y se adjuntaba el texto mecanografiado, las galeradas o el texto encuadernado, a discreción del editor. Una vez la 336 Independientemente del veredicto, la editorial recibía una carta del Director General de Propaganda en la que se comunicaba la resolución. Si esta era positiva, la editorial debía enviar la cubierta provisional de la publicación y cinco copias del texto. Si el veredicto, por el contrario, era la prohibición de la obra, según la inversión económica y/o convicción de las editoriales, se iniciaba una correspondencia con el Director General tratando de lograr el permiso de publicación inicialmente denegado. 218 Contextos solicitud llegaba a manos de la Sección, la solicitud pasaba a un lector/censor – o en ocasiones a varios, dependiendo del texto y/o el autor – quien/es se encargaría/n de examinar la obra y cumplimentar un informe que contenía las siguientes preguntas: ¿Ataca al dogma?; ¿A la moral?, ¿A la Iglesia o a sus ministros?, ¿Al régimen y a sus instituciones?, ¿A las personas que colaboran o han colaborado con el régimen?, Los pasajes censurables ¿califican el contenido total de la obra? Además, los censores debían tener en consideración el valor artístico y literario, el valor documental y los posibles matices políticos de la obra. La última sección era para el ‘Informe y otras observaciones’. Ahora bien, tal y como señala Lázaro Lafuente, el examen de los expedientes de censura, albergados hoy en día en el AGA, revela una multiplicidad de situaciones: [C]on frecuencia los censores dejaban el cuestionario en blanco y se limitaban a escribir un informe sobre la obra. En él hacían una breve descripción o resumen de su contenido, emitían sus juicios personales sobre el autor y el texto, y justificaban las razones que les movían a autorizarlo o prohibirlo. En ocasiones, estos informes contienen verdaderos ejercicios de crítica literaria y revelan una lectura detallada del texto, realizada por un censor erudito. (2004: 27) Tras resolver estas cuestiones, la obra recibía una de las siguientes calificaciones: autorizada, autorizada con tachaduras – que el editor habría de realizar en el manuscrito original y volver a someter a censura –, autorizada a reserva de galeradas – en el caso de que el editor no las hubiera adjuntado en la solicitud –, autorizada a reserva de censura eclesiástica –, o prohibida.337 En cuanto a las ‘manos ejecutoras’ de la acción censoria, Abellán estableció dos grupos de censores/lectores: los de ‘indiscutible bagaje intelectual y, en no pocos casos, dotados de un currículum académico nada despreciable’ (1980: 159) y lo que denomina ‘la especie mojigata y cavernícola entregada a la salvación moral de los indefensos lectores’ (ibid.: 161), responsable de la censura durante la década de los 50. Independientemente del grupo al que pertenecieran, los miembros de la plantilla censora solían ejercer su tarea de forma complementaria a su profesión principal. Al personal encargado de la actividad censoria, hay que sumar los censores/lectores eclesiásticos, también llamados asesores religiosos, Proporcionar datos exactos sobre el porcentaje de obras que recibían uno u otro veredicto resultaría una tarea ingente, dado el elevado número de expedientes custodiados en el AGA. Abellán recogió las cifras referentes a los años 1942-1943: el número de obras inicialmente prohibidas pendientes de la autorización de eruditos ascendía a 2.663, mientras que las obras prohibidas definitivamente era de 1.252 (1980: 22). 337 219 Capítulo 4 que se encargaban, en la primera época, de orientar sobre los textos que planteaban cuestiones morales o de tipo religioso. Al control textual ejercido por la censura gubernativa – que Gubern denomina censura estatal (1981: 9) – habría que añadir otras medidas coercitivas como el denominado ‘silencio administrativo’; la limitación de las tiradas; la autorización de las obras completas de un determinado autor en lugar de volúmenes individuales; las publicaciones en el idioma original del autor; las restricciones en la concesión de papel; o las prohibiciones de exponer determinados títulos en los escaparates de las librerías (cf. Neuschäfer 1994; Blas 1999; Ruiz Bautista 2004338). La iglesia católica también jugó un papel nada desdeñable en el complejo entramado de la censura. Muestra de su participación fue la creación del Secretariado de Orientación Bibliográfica a principios de enero de 1944. Mediante diversas actuaciones, el Secretariado se encargaría de ‘la vigilancia por la moralidad de la literatura nacional y extranjera’ (Oskam 1987: 22). Una de las herramientas de difusión de la misión del Secretariado fue la revista Ecclesia. La publicación, fundada en 1941 como órgano oficial de Acción Católica, contaba con una sección de orientación bibliográfica 339 que de alguna forma pretendía completar la censura estatal, una vez los libros salían al mercado. Dicha sección se encargaba de clasificar los libros según su grado de moralidad y el tipo de lectores que podía acceder a ellos. Según Oskam, ‘por medio de este sistema de calificación doble se pretendía reducir, según parece, la falta de uniformidad a la que la ausencia de un aparato censorial organizado y la imposibilidad de puntualizar unas reglas prohibitivas irían a dar lugar’ (ibid.: 27; cf. Abellán y Oskam 1989).340 Varios autores coinciden con Oskam respecto a la inexistencia de una coherencia ideológica en el aparentemente monolítico discurso de la censura española de posguerra (cf. Ruiz Bautista habla de la existencia de un ‘fichero azul’ en el que se albergaban aquellas obras autorizadas de acceso restringido cuya consulta podía ser realizada únicamente por ‘personas de solvencia moral y política, previa siempre la posesión del permiso de la autoridad eclesiástica’ (2008: 64). 339 Otra de las secciones de Ecclesia era el ‘Consultorio bibliográfico’ que publicaba las dudas respecto a diferentes lecturas enviadas por el público al Secretariado. 340 El complejo catálogo que ofrecía Ecclesia en cuanto al grado de moralidad de la obra y el tipo de personas que podían acceder a ella está recogido en Oskam (1987). Posteriormente, el Secretariado de Orientación Bibliográfica continuó su tarea de catalogación de la producción literaria en español, con la publicación de 6.000 Novelas. Crítica moral y literaria en 1952 en la que no se profundiza por pertenecer a la década de los cincuenta. 338 220 Contextos Abellán 1980; Neuschäfer 1994; Lázaro Lafuente 2004). Craig recoge uno de los posibles motivos: ‘censorship was frequently applied in an arbitrary fashion, the criteria shifting according to whom of the incumbent Minister of Information, or the more insidiously powerful cohorts of civil servants beneath him’ (1998: 160). 341 Por otra parte, Ruiz Bautista se refiere a las motivaciones económicas que podían acuciar a los censores/lectores, pues sus retribuciones dependían del número de lecturas realizadas, lo que les podía conducir a realizar su labor en muy breves lapsos de tiempo342 (2008: 55). Y es destacable que la política editorial del régimen varió a medida que avanzaba la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de congraciarse con los aliados en vista del desenlace de la guerra (Santa Cecilia 1997), ‘even if this meant sacrificing ethical principles theoretically dear to the established power’ (Hurtley 2007: 71). La carencia de una política cultural consistente favoreció la irrupción de disidencias o ‘grietas’343 – según las denomina Romero Downing (1992: 10) – de la que los mismos miembros de la oligarquía dominante eran conscientes y se veían incapacitados de evitar: Ante los secretos de la gramática, la habilidad de la alusión, la sutileza de los recursos literarios, las ambivalencias de alguna figura retórica, las segundas intenciones que para el público son perfectamente inteligibles como primera, los trucos de la confección y la titulación, el lugar del periódico al que se condena la nota, el comentario, la glosa, la información sugeridas por la autoridad – ardid conocidos de los lectores –; ante el silencio que puede ser tan significativo, ante el mismo elogio, desmesurado ex profeso, la técnica judicial de los tribunales ordinarios puede resultar ineficaz e inadecuada en la mayoría de los casos. (Arias Salgado citado en Abellán 1980: 87) Por otra parte, y de igual manera que ocurrió en otros contextos de represión similar,344 existió durante todo el franquismo un circuito clandestino a través del cual circularon ‘obras de divulgación contraideológica’ (Ruiz Bautista 2004: 241). La dificultad de controlar los fondos editoriales de quioscos, librerías de viejo y puestos callejeros y Craig presenta varios ejemplos de novelas infantiles que, a pesar de la desaprobación de los censores/lectores, finalmente fueron publicadas (1998). Otro estudio de un caso particular es el de la publicación de la traducción de Intemperie, novela de la escritora inglesa Rosamond Lehmann, en 1945 a pesar de los problemáticos temas sobre los que trata la novela (Ortega Sáez 2006). Con respecto al ámbito cinematográfico Gubern explora algunos contenidos polémicos que lograron proyectarse (1981). 342 En algunos casos el estudio de los expedientes evidencia la imposibilidad de que los lectores/censores pudieran haber completado la lectura de todas las obras, si se presta atención a las fechas de entrada de solicitud y la fecha de emisión del informe por parte del censor/lector. Ruiz Bautista atestigua que tan solo en febrero de 1942 los censores habían expedientado 261 obras (concretamente, por las manos del lector Ramón F. Pousa habían pasado 60) (2008: 55). 343 El concepto originario es el de ‘faultlines’, elaborado por Sinfield (1992). 344 En el apartado 1.5.2. Traducción y censura: un enfoque global se pueden consultar otros contextos en los que se produjo el mismo fenómeno. 341 221 Capítulo 4 ambulantes posibilitó la emergencia de estos ‘refugios de libros’ en los que era posible localizar lecturas prohibidas. Tal situación no era ignorada por la Subsecretaría de Educación Popular tal y como lo demuestra la preocupación del Jefe Provincial de Propaganda de Tarragona en 1940: El gran número de obras que se venden en las librerías públicas cuyo contenido absolutamente disolvente y cuyos autores en abierta hostilidad con los ideales de nuestro Movimiento constituyen un grave obstáculo en la formación nacional de nuestras juventudes […] que la índole totalitaria del Estado Nuevo no debiera consentir. (Aragonés Virgili citado en Ruiz Bautista 2004: 242) 4.2.4.2. Un país devastado Tras la guerra España era un país arruinado económicamente. La economía española de posguerra se vio perjudicada, además, de por la guerra, por la pérdida de la coalición del Eje en la Segunda Guerra Mundial, con quien Franco había firmado acuerdos (cf. Batista González 2007; Crespo MacLennan 2004). La hostilidad de los países aliados hacia España tras la Segunda Guerra Mundial, así como el intervencionismo del estado en materia económica y la autarquía también condujeron al empobrecimiento del país, pudiéndose afirmar que, a excepción de un grupo minoritario privilegiado, la sociedad española careció de una economía de subsistencia durante más de una década. 345 Especialistas en economía han tildado esta primera etapa de la posguerra española de ‘un período de estancamiento postbélico [sic] sin parangón en la historia contemporánea de Europa’ (Carreras citado en García Delgado 1985: 142). La precaria situación económica del momento también afectó al consumo cultural por no tratarse de un bien de primera necesidad (cf. Equipo de Investigación Sociológica 1984 [1971]; Caballero 2004). Tan solo una minoría podía acceder a la cultura mientras que la mayor parte de la sociedad carecía de medios tanto económicos como culturales para ello.346 El analfabetismo y el bajo nivel educativo de un alto porcentaje de la sociedad, la A modo de ejemplo cabe citar el dato aportado por García Delgado según el cual el índice de la producción industrial española no logró alcanzar las proporciones de los años treinta hasta 1948 y no lo sobrepasó hasta bien entrada la década de los cincuenta (1985). 346 Las cifras que proporcionan Gracia García y Ruiz Carnicer respecto al consumo de prensa en la década de los 40 son ilustrativas a este respecto. En 1942 el promedio de compra de prensa era de 57 ejemplares por cada 1000 habitantes y al final de la década las cifras descendieron (49 ejemplares por cada 1000 habitantes) (2001: 79). 345 222 Contextos ausencia de promoción cultural y el desinterés en una literatura manipulada, serían, según palabras de León (1981: 4-5), algunos de los factores, que impidieron un acceso generalizado a la cultura del momento. En esta línea, el editor Gustavo Gili Roig en su Bosquejo de una política del libro (1944), añadía nuevos factores al bajo índice de lectura en los primeros años de posguerra: la falta de concentración demográfica en los núcleos urbanos, la inexistencia de políticas referentes a la creación de bibliotecas públicas y el bajo número de librerías en las ciudades (citado en Llanas 2006: 50). Por otra parte, la difusión literaria y periodística del momento se vio entorpecida por la carencia de papel. Con el objetivo de aliviar la situación se tomaron medidas extremas como la incautación de papel de la zona republicana ya en 1939. Sin embargo, las limitaciones económicas y en particular la falta de transporte no posibilitaron dicha difusión (Romero Downing 1992). El papel editorial, que en 1942 valía 3 pesetas por kilogramo, pasó a 13 en 1946, 347 con el inevitable resultado del encarecimiento de las publicaciones. En referencia a Josep Janés, Hurtley apunta: ‘Comenzar a editar libros en el contexto de una posguerra en el interior del país y de una guerra mundial en el exterior significaba un reto importante desde el punto de vista material, comenzando por el papel mismo’ (2006: 140). A los condicionantes económicos hubo que sumar el empobrecimiento cultural, provocado por la reciente contienda (cf. Delgado Gómez-Escalonilla 1992: 2; Ugarte Pérez 2008: 50). Representantes de las letras, las artes y la ciencia, contrarios al nuevo régimen habían muerto en la guerra, fueron asesinados, encarcelados o forzados al exilio. Tal y como afirman Gracia García y Ruiz Carnicer, el incalculable contingente de exiliados de posguerra resulta incomparable al de ningún otro periodo en la historia de España (2001) y Delgado Gómez-Escalonilla se refiere a la ‘sangría cultural’ (1992: 2) ocasionada por la guerra civil. La pérdida de tantas figuras relevantes relacionadas con la cultura y la fuerte represión ejercida sobre todos aquellos que no pudieron marcharse de España o decidieron quedarse en el país supuso una gran pérdida tanto en la cantidad como en la calidad de la producción artística autóctona. Las nuevas directrices creadas por el régimen con el objetivo de convertir la cultura en un elemento de control social dejaban escaso margen a la libre expresión y a la difusión de ideas opuestas a la ‘cosmovisión legitimadora erigida a 347 Véase el artículo titulado ‘Edite usted, si puede’ publicado en Destino en 1946. 223 Capítulo 4 partir del binomio Patria-Religión’ (ibid.: 78). Las palabras de Martínez de Oria en las páginas de Destino sintetizaban los motivos principales de la crisis cultural de posguerra: ‘A grandes rasgos, la crisis actual obedece a estos tres motivos: la falta de compradores – o lo que tanto vale: de afición a la lectura –, la exorbitancia del coste de las materias primas que componen el libro, y la crisis de autores’348 (1944: 29). Los intelectuales que permanecieron en España tras la guerra civil adoptaron diferentes posturas ante los mecanismos de control de la producción cultural. En primer lugar, hubo quienes adoptaron una postura posibilista, tratando de evitar que sus obras fueran censuradas. Goytisolo definió el posibilismo como el ‘arte’ de eludir la censura: ‘“Posibilismo” – the art of writers adapting themselves to censorship – has in effect, become second nature to Spanish writers, with all the usual consequences: self-censorship, elliptical prose, allegory, vague allusions and so forth’ (citado en Villanueva 1988: 164). Por otra parte, otros agentes culturales – los denominados imposibilistas – vieron en el posibilismo una actitud servil349 al régimen e intentaron mantener una postura radical y fiel a sus principios, expresando en sus escritos sus opiniones críticas, lo que les condujo a ver cómo sus obras eran prohibidas repetidamente por la censura.350 La imposibilidad de algunos profesionales de ejercer la carrera que habían iniciado antes de la guerra – escritores, periodistas, críticos literarios o editores, entre otros – con total libertad les condujo a buscar nuevos horizontes profesionales, a veces totalmente desligados de su carrera previa y, en otros casos, dentro del campo literario, que después de la guerra ofrecía nuevas posibilidades. Destaca el ámbito de la traducción pues, tal y como apunta Vega, ‘la intelectualidad políglota que anteriormente había puesto sus conocimientos al servicio de la traducción, o bien había perecido o bien se había exiliado’ Si bien es cierto que una destacada generación de escritores había desaparecido tras la guerra, es discutible que ‘durante el franquismo no [existiera] una producción cultural digna de mención’ tal y como afirma Neuschäfer (1994: 10). También León (1981) y Delgado Gómez-Escalonilla (1992) coinciden con esta postura. 349 Existió una destacable polémica entorno al posibilismo, imposibilismo y pacto social entre Buero Vallejo y las opiniones de Alfonso Paso y Alfonso Sastre. Los tres dramaturgos publicaron sus visiones en la revista teatral Primer Acto en 1960 en los números 12, 14, 15 y 16. También Iglesias Feijoo exploró el posibilismo teatral en la época (1966). 350 Neuschäfer ha estudiado las dificultades que encontró Alfonso Sastre en estrenar sus obras de teatro que en muchas ocasiones fueron prohibidas por el aparato censorial (1994). 348 224 Contextos (2004: 537). Aquellos que ‘se reintegra[ron] a la patria, pero amordazado[s]’ (NaharroCalderón 1994: 54, sufrieron el denominado exilio interior (Ilie 1981).351 4.2.4.3. La traducción en la posguerra Las diferentes culturas han hecho uso de las traducciones según las necesidades del momento. Ya se han recogido anteriormente las tres situaciones históricas que según EvenZohar han propiciado el predominio de la traducción: los contextos en que la literatura es ‘joven’ y se encuentra en proceso de consolidación, los contextos con literaturas ‘periféricas’ o ‘débiles’ y, por último, aquellos ámbitos en los que se ha producido un vacío literario originado por crisis o situaciones de cambio (1978: 121). La tercera situación propuesta por Even-Zohar parece aplicarse al contexto español de posguerra que se encontraba en un momento crítico y de vacío literario. Así lo corroboran los múltiples comentarios respecto al incremento de la traducción particularmente en los años cuarenta. El periodista Luis Perales, tan solo dos años después de la contienda, se refería al reemplazo de ‘la obra de imaginación, la creación literaria estricta’ autóctona por un sinfín de antologías y traducciones ‘de autores alemanes, ingleses, escandinavos, italianos, franceses, [que] ha[bía]n asomado a los escaparates de [las] librerías’ (1941: 10). El editor Carlos Barral recordaba: ‘Con contadísimas excepciones […] seguíamos dependiendo del pasado y de la literatura extranjera’ (citado en León 1981: 5). Las páginas de El Español recogieron numerosas alusiones a lo que se consideraba un exceso de literatura foránea traducida.352 Resultan de especial interés los datos recopilados por Miguel Herrero en 1943 y publicados también en El Español. Según este autor, en el año 1942 se publicaron un total de 1.242 obras literarias en España, 527 de las cuales eran traducciones de obras extranjeras, esto es, el 42,4% de la producción literaria en España en ese año. Ilie establece tres tipos de exilio en su análisis de los escritores y la sociedad en la época franquista: exilio territorial, exilio residencial y exilio interior. Parizad Tamara Dejbord resume las diferencias en la clasificación de Ilie del siguiente modo: ‘En el caso del exilio territorial dicha separación se inscribe, específicamente, dentro de las coordenadas geográficas. Por otro lado, en el caso del ‘exilio residencial’ la ruptura puede traducirse en un extrañamiento y una sensación de pérdida frente a la unidad nacional previa. Asimismo, el ‘exilio interior’ se manifiesta como una separación o alienación ideológica que, necesariamente, ha de ser reprimida por el individuo exiliado al encontrarse este ubicado dentro de un espacio geográfico opresivo’ (1998: 3). 352 Véanse, a modo de ejemplos, los artículos publicados por Darío Fernández Florez (1943), Cecilio Benítez de Castro (1944) y Tomás Martín Gil (1946). 351 225 Capítulo 4 Tal y como apunta Bozal, el aumento de la traducción se convirtió en una situación problemática. Por una parte, la elevada presencia de traducciones impedía la constitución de un marco literario autóctono que promoviera la literatura española y, por otra, el canal de apertura exterior que proporcionaban los textos extranjeros era uno de los temores del nuevo régimen tan interesado en mantener la unidad nacional. ‘Ello [el incremento de las traducciones] creó un problema de carácter político, por considerar que esta competencia, además de los problemas ideológicos que planteaba, no crea [sic] la situación propicia para la aparición y arraigo de autores españoles’ (1969: 86). A pesar del posicionamiento oficial contrario a la traducción, este fenómeno se convirtió en un auténtico debate que ocupó numerosas páginas de periódicos y revistas (cf. Hurtley 1992: 158-162). Mientras que muchos defendieron la importación foránea para contrarrestar la carencia de producción autóctona, el auge traductológico de la posguerra española encontró múltiples detractores, quienes apoyaban la campaña oficial contra dicho fenómeno. En primer lugar, entre los partidarios, traductores y editores declaraban su apoyo a la traducción de la literatura foránea. En el artículo ‘Remedios del alma’, publicado en La Estafeta Literaria, se recogía la defensa del editor Luis de Caralt que consideraba necesarias las traducciones y afirmaba que no suponían daño alguno para los escritores españoles (1944: 18). También Rafael Vázquez-Zamora, reconociendo su faceta de traductor, escribió en 1944 sobre lo que denominaba ‘la acostumbrada ofensiva de invierno contra las traducciones’ y defendía la importancia de la existencia de obras originarias de países extranjeros, que gracias a la traducción podían ser leídas por los lectores españoles: ‘En primer lugar, opino que nunca pierde un país con el conocimiento de la literatura que producen las famosas firmas extranjeras “de probable significación mundial”’ y continuaba describiendo irónicamente los gustos literarios de los españoles: Realmente, es terrible. El pobre lector lo está pasando muy mal. Pero es que el lector es tonto, y, como sugiere muy ingeniosamente el señor de Castro,353 se deja hipnotizar por el atractivo de lo exótico. Lo incomprensible es la tozudez de ese lector indocumentado que, después de haberse dejado engañar comprando una novela de Dickens, Thackeray o Balzac, después de haber tirado su dinero adquiriendo obras de Schiller, Goethe, Ibsen o Hamsun, tiene luego la desfachatez de ir por ahí recomendando estos libros a sus amigos. Por otra parte, entre quienes se posicionaron en contra de la traducción figuraba el ya mencionado Luis Perales que en 1941 destacaba que ‘pocas veces se ha solido obrar con la 353 Más adelante se hace referencia a las críticas hacia la traducción del escritor Cristóbal de Castro. 226 Contextos honradez y esfuerzo indispensables para una rigurosa selección’ y menospreciaba las traducciones de la época asegurando que eran ‘tareas realizadas con prisa, para atender necesidades editoriales’ (10). También Cayetano Alcázar (1943: 3) y Cristóbal de Castro se hacían eco de la ‘invasión’ de las traducciones del mercado editorial y este último solicitaba ‘la intervención oficial’ para poner orden ‘en confusión tan lamentable’ puesto que, según su criterio, ‘las traducciones, en vez de frenar el mal gusto, lo aviva[ba]n y al[entaban]’ (1944: 3). La intervención oficial a la que se refería de Castro tuvo lugar a través de las medidas que recogía la circular 57 de 1943: La Vicesecretaría de Educación Popular ha comunicado al INLE para que, por nuestro conducto, sean avisados todos los editores, que ha decidido afrontar el problema de las traducciones con todos los resortes gubernativos que le están encomendados, tanto desde su departamento de Censura de Libros como realizando directamente su propia función rectora sobre los planes semestrales de edición. En su virtud, la Vicesecretaría de Educación Popular ejercerá, desde ahora, en la Censura previa de libros y en la vigilancia reglamentaria de dichos planes, un criterio restrictivo, muy especialmente en las obras imaginativas, según el cual concederá su aprobación a aquellas traducciones que no sólo se mantengan dentro de una impecable ortodoxia, sino cuya versión pueda justificarse también por su debido mérito literario. (citado en Bozal 1969: 87) El efecto de dichas medidas tendría lugar de forma paulatina y como muestran las cifras proporcionadas por Bozal (id.), en 1946 se comenzó a apreciar el descenso de las traducciones: Literatura general Literatura inglesa Literatura alemana Literatura francesa Literatura italiana Literatura latina Literatura griega Otras literaturas Literatura española TOTAL TRADUCCIONES TOTAL 1945 20 523 50 98 27 8 2 48 730 776 1506 1946 8 404 54 82 6 5 3 42 718 596 1322 Tabla 2. Descenso de las traducciones entre 1945 y 1946354 354 Tabla adaptada de Bozal (1969: 87). 227 Capítulo 4 A pesar de la disminución de las traducciones en 1946, frente a las 718 obras en literatura española, se publicaron 596 textos traducidos de varios idiomas, lo que todavía constituía el 45% de la producción literaria en España. Por lo que respecta a las lenguas traducidas, el gráfico que se reproduce a continuación – referente a los primeros cinco años de la década de los cuarenta – ilustra las lenguas de origen más frecuentes en traducción al español: Lenguas de traducción (1939-1945) 1400 1188 1200 Número de traducciones 1000 800 697 646 600 400 274 201 200 82 21 0 Otros Catalán Ruso Latín Italiano Francés Alemán Inglés Lengua 56 Gráfico 3. Lenguas traducidas al español entre 1939 y 1945355 Como se puede observar, existió un claro predominio del inglés, seguido del francés y del alemán. El inglés (1188 traducciones), como lengua de origen, prácticamente dobla en número las traducciones originadas del francés (697) y del alemán (646). A lo largo de la década, el inglés siguió encabezando la lista como el idioma a partir del cual se traducía más. Bozal proporciona las cifras concretas por año en su estudio sobre la situación 355 Gráfico adaptado de Frigola Sèculi (2004: 67). 228 Contextos editorial de la primera década de posguerra: ‘De 201 traducciones inglesas en 1942, se pasa a 523 en 1945 y 448 en 1948’ (1969: 86).356 Tal y como apunta Vega, los acontecimientos políticos en Europa influyeron en el devenir socio-traductivo de España. Así el interés por la literatura alemana de los primeros años de posguerra y su subsiguiente decadencia podrían haberse debido al inicial triunfo del ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial y su posterior derrota (2004: 544). Por otra parte, la presencia de las letras francesas en traducción, inferior a otros períodos, que ha sido considerada ‘la hora baja de la producción cultural francesa en español’ (ibid.: 545), apunta a la ‘galofobia producto de las relaciones políticas entre los dos países’ (ibid.: 544). Finalmente, y a ‘pesar de las tensas relaciones políticas del Régimen con el mundo anglosajón’ (ibid.: 549), la supremacía del inglés como lengua de origen durante esta primera década tendría su origen, en gran parte, en el interés suscitado por las adaptaciones cinematográficas de textos en lengua inglesa (id.) y en las relaciones establecidas entre el Instituto Británico de Madrid en los años cuarenta y las editoriales españolas, entre ellas, y sobre todo, José Janés (Hurtley 2006: 141).357 Según las cifras relativas al pago de derechos de traducción de 1943, Janés encabezaba la lista (Bozal 1969: 87).358 José Janés introdujo diversos aspectos innovadores en el mundo editorial de posguerra y para algunos, como afirmó Luis de Caralt, se convirtió en un referente a seguir (citado en Moret 2002: 60). En el campo de la traducción Janés fue el pionero en la publicación de la obra completa de autores que se habían hecho populares inicialmente con una o dos obras, como fue el caso del escritor inglés Maurice Baring (cf. Bozal 1969: 87; Llanas 2011: 185). Además de autores del XIX (A. E. W. Mason, F. Anstey, A. Bennett, J. Galsworthy, J. Conrad, H. G. Wells, R. Kipling, Jerome K. Jerome, Es cierto que en 1948 el número de traducciones es inferior al de 1945, que podría tener una explicación en la aplicación de la circular número 57 de 1943 de la Vicesecretaría de Educación Popular mencionada en el apartado anterior. También el fin de la Segunda Guerra Mundial pudo haber influido en este descenso de traducciones cuya lengua de origen era inglés, pues como recuerda Moret: ‘[la guerra] abrió una brecha en la que algunos editores, como los de Destino y José Janés editor, jugaron sin ambages la baza de los aliados, enfrente de las preferencias oficiales proalemanas’ (2002: 18). 357 Según correspondencia citada por Janés en uno de sus catálogos, Winston Churchill felicitó al editor catalán por su aportación al ‘war effort’ (Hurtley 2006: 141). 358 Las cifras que Bozal proporciona al respecto son las siguientes: Janés habría pagado en 1943 103.684,98 pesetas por derechos de traducción, seguido de Editorial Fax (101.009,20), Gustavo Gili (93.001,93) y Saturnino Calleja (74.635,96). Sin embargo, estas cifras pueden no reflejar la labor traductológica de otras editoriales pues como apuntaba Josep Vergés, uno de los fundadores de la editorial Destino, aunque todos los editores de la época publicaban traducciones, muy pocos pagaban los derechos (Citado en Llanas 2006: 206). 356 229 Capítulo 4 Max Beerbohm, G. B. Shaw), tal y como recoge Hurtley, en el periodo comprendido entre 1942 y 1952, Janés se encargó de recrear ‘el panorama editorial inglés de los primeros cuarenta años del siglo XX’ (1992: 124).359 Así, editó obras de autores divulgados en el primer tercio del siglo (G. K. Chesterton, S. Maugham, P. G. Wodehouse, Virginia Woolf, Aldous Huxley y Evelyn Waugh); escritores seleccionados en colecciones de premios literarios (Charles Morgan, Radclyffe Hall, James Hilton, Winifred Holtby, Hugh Walpole, Mary Webb); autores best-sellers como A. J. Cronin; o autores de novela policíaca (Dorothy L. Sayers, Philip MacDonald y Christopher Bush). En el caso concreto de la literatura norteamericana, López Sánchez y Requena Pelegrí (2011: 5) destacan la publicación de autores tanto canónicos como populares: entre los primeros Hemingway, Sinclair Lewis o John Dos Passos y pertenecientes al segundo grupo, Jack London y Pearl S. Buck. Además de Janés, otros editores asentados en la ciudad condal publicaron traducciones de autores británicos y norteamericanos.360 Algunos ya habían iniciado su andadura editorial antes de la guerra como Miracle, Iberia, Molino y Bruguera. Miracle, regentada por Lluís Miracle i Arrufó, también se interesó por la literatura extranjera. Entre las traducciones de la lengua inglesa destacan obras de Aldous Huxley y Maurice Baring. La labor editorial de Joaquín Gil Guiñón, fundador de Iberia, respecto a la traducción literaria del inglés también es destacable. Publicó textos de Edgar Allan Poe, Charles Dickens, G. P. Baker y varias obras de Charlotte Brontë y William Shakespeare. La editorial Molino, con sucursal en Argentina desde donde proporcionaba ejemplares a la central de Barcelona en los años más complicados de la posguerra (Llanas 2006: 178), publicó textos extranjeros particularmente en la colección ‘Violeta’, destinada al público femenino. Los textos de esta colección provenían mayoritariamente del inglés. Inaugurada en 1941 con Sally-Ann de Susan Scarlett, la colección ‘Violeta’ publicó textos populares de Marjorie Benton Cooke, Kathleen Norris, Florence Eberhard e incluso Jane Austen. Por otra parte, a lo largo de esta década Molino continuó publicando la colección ‘Aventuras de Guillermo’ de Richmal Crompton, iniciada en los años treinta. Las publicaciones de Bruguera se comercializaron Como recuerda la autora, un elevado número de obras que habían resultado problemáticas en Inglaterra u otras que sufrieron la censura en España no pudieron salir a la luz (Hurtley 1992: 124). 360 La recopilación de editoriales y autores traducidos que se proporcionan no pretende ser exhaustiva sino que trata de ofrecer una muestra significativa de autores en lengua inglesa publicados en la primera década de la posguerra. Para completar este apartado se han consultado los catálogos de la BNE, BC y REBIUN. También han sido de interés las publicaciones de Bozal (1969); Hurtley (1992; 2006); López Sánchez y Requena Pelegrí (2011); Llanas (2006; 2011); Moret (2002; 2003); y Vega (2004). 359 230 Contextos principalmente a través de quioscos y destacaban los tebeos, cómics y literatura juvenil (ibid.: 172). La colección ‘Alondra’ recogió obras de Jane Austen, Emily Brontë, Charlotte Brontë y Edgar Wallace. Bruguera también publicó textos de Oscar Wilde y varios de Walt Disney incluidos en la colección ‘Pulgarcito’. Otras editoriales barcelonesas como Aymá, Arimany, Caralt y Mateu también participaron en la difusión de literatura en inglés a través de diversas colecciones. La editorial Aymá361 publicó una gran variedad de autores. De especial relevancia fue la colección ‘Grandes Novelistas’ porque introdujo en su ‘Serie Moderna’ Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell, que en pocos días agotó 12.000 ejemplares (Llanas 2006: 222). En su colección ‘Bahía’ sacó al mercado una extensa lista de autores de diverso éxito como Frank Swinnerton, Evelyn Waugh, John Buchan, y Margaret Kennedy. También publicó obras de teatro de J. B. Priestley y la novela, El padre de la novia de Edward Streeter, que de igual modo que Lo que el viento se llevó había sido adaptada a la gran pantalla. En la segunda de estas editoriales, Arminany, las colecciones Aldebarán y Ventana Abierta contaban con varios títulos de Jane Austen, Charlotte y Anne Brontë, Charles Dickens y W. M. Thackeray. Asimismo, la editorial Caralt también desempeñó una tarea destacable en cuanto a la difusión de literatura extranjera, particularmente a través de la colección ‘Gigante’, con numerosos autores en lengua inglesa, tanto comerciales como de reconocido prestigio. En esta colección se publicaron títulos de J. B. Priestley, John Galsworthy, Cecil Roberts, Francis Stuart, Warwick Deeping, Sinclair Lewis y John Steinbeck. De especial interés resulta también la colección ‘Anglo-Sajona’ con títulos de Graham Greene, Herman Melville, Arnold Bennett, Sinclair Lewis, Francis Stuart y D. H. Lawrence. De la editorial Mateu destacan las publicaciones en las colecciones ‘La Hoja Perenne’ y ‘Juvenil Cadete’. En la primera aparecieron títulos de Pearl S. Buck, Aldous Huxley, Sinclair Lewis, y otros escritores menores como Clarence Budington Kelland y Agnes Sligh Turnbull. Y en la segunda colección, tan solo en 1950, se publicaron textos de Washington Irving, Robert Louis Stevenson, Louisa May Alcott, Walter Scott y Daniel Defoe. Los fundadores de Aymà, Jaime Aymà i Ayala y Jaune Aymà i Mayol, padre e hijo, habían publicado media docena de libros en los sellos editoriales Alcides i Atlántida en 1939. Aymá, como sello editorial, no fue fundada hasta 1942 (Llanas 2006: 222). Como en el caso de Janés con su nombre de pila, Aymà castellanizó su apellido (Aymá). 361 231 Capítulo 4 A diferencia de las anteriores editoriales, Destino, también ubicada en Barcelona, inició su andadura editorial en 1939, aportando títulos destacados de la literatura en inglés. De la colección ‘Áncora y Delfín’ destacan las obras de autores del siglo XIX como Emily Brontë, W. M. Thackeray, Charles Dickens, Joseph Conrad, Walter Scott, y autores más contemporáneos como Richard Hughes o Virginia Woolf. Por su parte, José Manuel Lara publicó entre 1942 y 1949 veintidós títulos de W. S. Maugham (Bozal 1969: 88). En la colección ‘Horizonte’, en la que se publicaron los textos de Maugham, también aparecieron novelas de P. C. Wren, R. Kipling, Sinclair Lewis y Warwick Deeping. Es evidente que la capital catalana desempeñó un papel muy destacado en cuanto a la publicación de traducciones del inglés, pero también en Madrid hubo algunas editoriales que se encargaron de la difusión de autores en lengua inglesa, aunque muchas de ellas en menor medida.362 Destacan particularmente, Espasa Calpe, Afrodisio Aguado, Biblioteca Nueva y Aguilar, todas ellas creadas antes de la guerra civil. A la nutrida lista de novelas que estaban publicando otras editoriales, Espasa Calpe añadió una significativa muestra de teatro y poesía en inglés. Publicó un considerable número de títulos de W. Shakespeare, Bernard Shaw y de Oscar Wilde. En cuanto a la poesía publicó compilaciones de P. B. Shelley y E. A. Poe. También comercializó algunas novelas de Mark Twain, R. L. Stevenson, R. M. Ballantyne, Vita Sackville West y Thomas Hardy. Prácticamente a la par que Espasa Calpe, Afrodisio Aguado también publicó obras de W. Shakespeare y, por otra parte, difundió textos de Oscar Wilde. En menor medida que otras editoriales, Biblioteca Nueva también publicó textos de origen inglés como varias ediciones de las Obras de Oscar Wilde, así como textos de John Galsworthy y Mark Twain. Aguilar, por su parte, editó textos que ya habían sido publicados por otras editoriales (Aventuras de Tom Sawyer, Hamlet, La tragedia de Macbeth, La isla del tesoro, El abanico de Lady Windermere); obras de M. W. Shelley; varias obras de las hermanas Brontë; La mujer perdida de D. H. Lawrence; y una gran variedad de los thrillers de Edgar Wallace. Todas las editoriales que publicaron textos de origen foráneo incluyeron en sus nóminas habituales un destacado contingente de traductores provenientes de múltiples contextos. En una entrevista que Rodríguez Espinosa realizó a Arturo del Hoyo, asesor literario de Aguilar desde finales de la década de los cuarenta, en la que se profundiza más adelante, Del Hoyo atribuye la prolífica publicación de novelas en Barcelona a una mayor laxación de la censura en comparación con Madrid. Sin embargo Del Hoyo no proporciona datos concretos que fundamenten dicha afirmación (1997: 159). 362 232 Contextos Por lo que respecta a las diferentes casuísticas referentes a los traductores de esta época, Llanas ha proporcionado una clasificación de aquellos que trabajaron para las editoriales Aymá y Arimany, que sería aplicable al colectivo de traductores de la época. En primer lugar sitúa a los traductores profesionales, semiprofesionales o habituales que ya se dedicaban a la traducción antes de la guerra. A continuación, destaca a aquellos intelectuales que, habiendo pertenecido al bando perdedor en la guerra civil, se refugiaron tras la contienda en labores editoriales como la traducción. Al tercer grupo pertenecen aquellos exiliados que tras regresar a España emplearon pseudónimos en sus traducciones para mantenerse en el anonimato. Ocupan el cuarto lugar los intelectuales afines al régimen que colaboraron en el mundo de la edición, seguidos de los traductores que alternaban la obra de creación con la traducción y, finalmente, los traductores que se incorporaron por primera vez al mercado editorial en aquella época (2011: 189-190). Uno de los rasgos comunes de prácticamente todos los grupos identificados por Llanas es la falta de preparación específica en materia de traducción. Merino Álvarez, que ha estudiado las traducciones al español de obras teatrales en esta época, señala que ‘[el proceso de importación del teatro foráneo lejos de descansar solo en manos de traductores profesionales o especializados, se extendía a la producción de versiones, adaptaciones (y reescrituras varias) firmadas por toda una gama de profesionales, desde directores hasta actores, pasando por dramaturgos españoles’ (2011). Por otra parte, cabe señalar que muchos de estos traductores se vieron condicionados por la precariedad económica de la posguerra. Resulta reveladora la entrevista que Rodríguez Espinosa realizó a Arturo del Hoyo, asesor literario de Aguilar desde finales de la década de los cuarenta (1997). Del Hoyo comenta que el cálculo de los honorarios por una traducción dependía de los espacios de máquina de escribir que cabían en un folio y según el prestigio del traductor y la dificultad de la obra se establecían tarifas más o menos elevadas. También apunta que los derechos de autor para el traductor no existían, aunque al parecer años más tarde, el hecho de que las editoriales se compraran traducciones unas a otras forzó en algunos casos el pago de derechos de autor. 233 Capítulo 4 4.3. Contexto del siglo XXI 4.3.1. Mujeres y familias Con el advenimiento de la democracia en España se introdujeron una serie de cambios legislativos que contribuyeron a la redefinición del rol tradicional de la mujer, iniciada ya en la última mitad de la dictadura. A nivel legislativo fue fundamental la aprobación de la Constitución, vigente desde el 19 de noviembre de 1978, que supuso el fin de la llamada Transición española y el inicio del estado democrático. Por lo que se refiere a la situación jurídica de las mujeres, el artículo 14 recoge la igualdad entre estas y sus congéneres masculinos: ‘Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social’. Más recientemente, el artículo 20 de la Ley Orgánica 3/2007 recoge una serie de medidas para la denominada Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. 363 No obstante, como se verá, la equidad en muchos terrenos del panorama socio-político español dista de ser una realidad palpable. En facetas como la educativa y la laboral la población femenina ha experimentado una evolución sustancial respecto a las primeras décadas de posguerra. Las cifras relativas a la educación superior pueden emplearse como indicadores de la progresión ascendente en materia de formación de las mujeres. El crecimiento del acceso de la mujer a la educación superior, que se inició en la década de los sesenta (Alcalá y Magallón 2008: 158), ha llegado a alcanzar, según datos por el Instituto de la Mujer en 2011, el 54% en el curso académico 2009-2010.364 Ahora bien, como apuntan Cruz y Zecchi existe aún hoy en día ‘una importante segregación por género en las especialidades elegidas, tanto en Bachillerato y Formación Profesional como en la universidad’ (2004: 15),365 de lo que se Para un examen exhaustivo de esta disposición véase Sala Franco et al (2008). Este estudio referente a estudios superiores incluye datos globales de Arquitectura e Ingenierías Técnicas, Diplomaturas, Licenciaturas, Estudios de Grado, Doctorados y Másters Oficiales, aunque no se especifican las cifras relativas a los diferentes tipos de especialidades. Únicamente se observa que la superioridad numérica de las mujeres es aplicable a todos los estudios superiores excepto Arquitectura e Ingenierías Técnicas en las que existe un claro predomino masculino (76,7% de varones y 23,3% de mujeres). El informe ‘Graduados según nivel educativo. Pruebas de acceso a la universidad. Alumnado matriculado en educación universitaria’ se puede consultar en la página web del Instituto Nacional de Estadística: [Última consulta: 13 septiembre 2012]. 365 Las autoras presentan como ejemplo las diferentes especialidades de medicina. Según las cifras que recogen, las mujeres tan solo son mayoritarias en el campo de la rehabilitación y de los análisis clínicos. 364 363 234 Contextos deduce que a pesar de que la mujer dispone de libertad para escoger su carrera formativa y, por ende, la profesión a la que quiere dedicarse, aún hoy dichas elecciones parecen estar regidas por estereotipos. Por lo que se refiere al libre acceso de la mujer al mercado laboral, la Ley de 22 de julio de 1961 inició el progresivo otorgamiento de derechos equiparables a los de los varones, aunque en muchos aspectos todavía se vería limitada, como por ejemplo, en el caso de estar casadas, en la obligatoriedad de presentar la autorización marital para poder trabajar, que no desapareció hasta 1975 (Espuny Tomás 2008).366 En la España contemporánea la mujer se ha incorporado al mercado laboral de forma significativa en determinados ámbitos pero la segregación por sexos vuelve a hacerse patente y continúa privilegiando a los varones (Díez Gutiérrez 2004: 99). Muestra de esta desigualdad es la tasa de empleo que, según Mujeres y hombres en España, recoge cifras más altas para los varones en todos los años del periodo comprendido entre 2005 y 2009 (2011: 19). 367 Además de la discriminación en el acceso al mercado laboral, la Unión General de Trabajadores (UGT) denunciaba el 8 de marzo de 2012, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en el documento ‘El empleo de las mujeres en cifras’, que estas siguen encontrando dificultades en la promoción y diferencias en las retribuciones salariales (12),368 lo que para el sindicato se convierte en una especie de círculo vicioso que conduce a anteponer el despido femenino. A estos aspectos hay que sumar la conciliación familiar. Según los datos proporcionados por este mismo sindicato, el 6,12% de los trabajadores que se acogen a jornadas parciales alegan obligaciones familiares o personales y la práctica totalidad de este porcentaje son mujeres (ibid.: 20).369 Como apunta la autora, esta ley no pretendía tener un carácter igualitario pero supuso una serie de avances para la mujer al permitirle, por ejemplo, acceder a puestos de empleo en los que antes estaba vetada. 367 El informe se ha denominado ‘Tasas de empleo según niveles de educación. Brecha de género’. Las cifras recogidas engloban a trabajadores con educación secundaria de primera etapa, secundaria de segunda etapa y superior. Se puede acceder a este documento en: [Última consulta: 14 septiembre 2012]. 368 El documento completo se puede consultar en: [Última consulta: 14 septiembre 2012]. 369 Según informa la página web del Instituto de la Mujer, la Estrategia Europa 2020 y las futuras políticas de empleo tratarán de promover discriminación positiva en cuestiones laborales, fomentando el espíritu empresarial y la actividad autónoma de las mujeres, y reduciendo la infrarrepresentación de las mujeres en altos cargos, entre otros. Véase: [Última consulta: 15 septiembre 2012]. 366 235 Capítulo 4 Desde principios de la década de los ochenta esta misma situación se refleja en la distribución de cargos políticos. Desde que en 1981 se reincluyera a las mujeres en este ámbito, con la elección de Soledad Becerril para el cargo de Ministra de Cultura (19811982), la falta de paridad entre hombres y mujeres en puestos de responsabilidad política es un hecho. La distribución de los Ministerios muestra que de los trece constituidos con el actual gobierno español, únicamente cuatro están encabezados por mujeres (Fomento; Empleo y Seguridad Social; Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), destacando la presencia de una mujer, Soraya Sáenz de Santamaría, como Ministra de la Presidencia, que es a su vez Vicepresidenta del Gobierno. En lo que se refiere a Secretarios de Estado también se observa esta desigualdad numérica. De los veinticinco presentes en el gobierno actual, solo seis son mujeres y están a cargo de las Secretarías de Estado de Presupuestos y Gastos; Investigación, Desarrollo e Innovación; Educación, Formación Profesional y Universidades; Empleo; Turismo; y Comunicación. Asimismo, a nivel de Comunidades Autónomas y Ciudades Autónomas (Ceuta y Melilla), que forman un total de diecinueve, tan solo presiden mujeres en Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra.370 A pesar del camino que aún deben recorrer las mujeres españolas para lograr la igualdad con los hombres en algunas de estos ámbitos, es evidente que el género femenino ha reconstruido su identidad respecto a las primeras décadas de la posguerra. En materia de sexualidad se ha producido una evolución que ha proporcionado a la mujer el derecho a la ‘autogestión del cuerpo femenino y a la expresión de la sexualidad femenina, sin vínculo con la procreación y la maternidad’ (Nash 2011: 301). A nivel legislativo, la venta de anticonceptivos se despenalizó en octubre de 1978 y en julio de 1985 fue sancionado el aborto en casos concretos, como embarazos que pudieran suponer un peligro grave para la vida o salud de la futura madre, embarazos fruto de una violación que hubiera sido denunciada o ante la probabilidad de que el feto tuviera graves lesiones físicas o psíquicas371 (Ruiz Salguero et al. 2005: 49-54). En los últimos años, otra medida aprobada por el gobierno socialista, que refuerza la capacidad de decisión de las mujeres sobre la continuación del embarazo, ha sido la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo de 2010 que despenaliza la interrupción voluntaria Hasta el 17 de septiembre de 2012 Esperanza Aguirre fue Presidenta de la Comunidad de Madrid, fecha en que presentó su dimisión. 371 Estos supuestos quedaron recogidos en la Ley Orgánica 9/1985 de reforma del artículo 417 bis del Código Penal. 370 236 Contextos del embarazo. 372 Sin embargo, el actual Ejecutivo ya ha declarado su intención de modificar esta ley en los próximos meses. Todas estas transformaciones, han contribuido a la reubicación de la mujer en la sociedad alejándola de la exclusiva dedicación a la maternidad y a la esfera del hogar, lo que ha conducido a la configuración de nuevas prácticas sociales. En su estudio sobre educación infantil y diversidad familiar, las autoras se hacen eco de la realidad familiar predominante en la década de los ochenta, que hoy en día resulta obsoleta: Hasta hace treinta años, era relativamente sencillo describir el panorama familiar de los niños y niñas que acudían a la escuela infantil, puesto que la gran mayoría de ellos convivían con su madre y su padre biológicos, que estaban casados y entre los que había con frecuencia un reparto claro de roles: las madres se ocupaban de las labores domésticas y de cuidado, mientras los padres desarrollaban tareas destinadas a garantizar el sustento de la familia, al tiempo que detentaba la autoridad dentro de ella. Ciertamente, había también algunas situaciones que escapaban a este dibujo homogéneo (familias adoptivas, madres solteras o familias de progenitores separados, por ej.), pero con frecuencia estas realidades se ocultaban o invisibilizaban, manteniendo así la apariencia de uniformidad. (López et al. 2008: 111-112) Desde que en 1981 se legalizara el divorcio en España, las cifras de parejas que deciden poner fin a su unión matrimonial han visto una progresión ascendente. Además la Ley 15/2005, de 9 de julio, que reformaba la de 1981, introdujo una serie de medidas para agilizar el proceso.373 La finalización de matrimonios entre personas de distinto sexo o del mismo, legalizado este último en 2005, 374 ha aumentado de forma considerable en el periodo comprendido entre 1998 y 2010 en todas sus modalidades (nulidades matrimoniales, divorcios consensuados, divorcios no consensuados, separaciones de mutuo acuerdo y separaciones contenciosas).375 Por ello, son frecuentes las familias binucleares con hijos que conviven con sus padres por separado y de forma alternante. Además, tras la ruptura matrimonial, es posible que los padres rehagan sus vidas y formen un nuevo núcleo familiar con otras parejas que pueden aportar hijos de relaciones anteriores, que se ha venido a denominar familias combinadas o restituidas (López et al. 2008: 112). Para información detallada sobre la LO 2/2010, de 3 de marzo de 2010, de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, véase Lorenzo Rodríguez-Armas 2011. 373 Por ejemplo, en la actualidad la separación previa no es necesaria para la obtención del divorcio. 374 La Ley 13/2005, de 1 de julio, modificó el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio permitiendo las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo. 375 Según el Instituto de la Mujer el cómputo global de finalizaciones matrimoniales entre personas de distinto sexo ha ascendido de 92.875 en 1998 a 110.076 en 2010. Por lo que respecta a las rupturas matrimoniales de personas de mismo sexo de las 59 que se produjeron en 2007 se han alcanzado las 245 en 2010. Estos datos y otros relacionados pueden consultarse en el documento ‘Familias y hogares’. [Última consulta: 27 septiembre 2012]. 372 237 Capítulo 4 Otra modalidad familiar, cada vez más frecuente, es la monoparentalidad. Son cada vez más elevadas las cifras de personas que deciden adoptar o, en el caso exclusivo de las mujeres, hacer uso de las diferentes técnicas de fecundación asistida, y constituir una familia monoparental. Las cifras recopiladas por el Instituto de la Mujer revelan el incremento de esta tendencia. Si en 2002 las familias monoparentales eran poco más de 300.000, en 2010 rondaban las 560.000. También se observa que a pesar de un leve ascenso del número de varones que deciden constituir una familia monoparental en estas mismas fechas,376 los porcentajes más elevados pertenecen a mujeres (alrededor del 90%). Por último, es preciso recordar que el declive del matrimonio religioso como único modelo de convivencia de las personas en pareja se debe a la secularización de la sociedad española. 377 La tasa de nupcialidad, incluyendo matrimonios civiles y religiosos, ha seguido un proceso de decrecimiento entre 1975 y 2010 ya que de los 271.347 matrimonios que se contrajeron en 1975 en 2011 el número se vio reducido a 167.247.378 Sin embargo, como apunta López de la Cruz, a pesar del descenso de matrimonios en la sociedad española contemporánea sigue ‘destaca[ndo] la posición preeminente de la familia matrimonial frente a otros modelos familiares, reconocidos pero no regulados por nuestro ordenamiento jurídico’ (2012: 128). Dentro de los modelos familiares alternativos al matrimonio, también considerados ‘uniones corresidenciales’ (Domínguez Folgueras 2011: 15), se encuentran las uniones de hecho, que comprende a aquellas parejas inscritas como parejas de hecho en sus correspondientes registros municipales y suponen la segunda opción de convivencia en pareja después del matrimonio. Simó y Solsona han recogido las primeras cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística en 2004, que reflejan que el total de parejas de hecho en España en 2004 era de 563.785, de las que 10.474, un 0,11% del total eran uniones homosexuales (2010: 621). Este tipo de familia se encuentra más desprotegida jurídicamente que la familia matrimonial, pues carece de regulación estatal y son las diferentes Comunidades Autónomas las que establecen su régimen jurídico, con lo que existen desigualdades según las competencias en materia civil de cada parlamento autonómico (López de la Cruz 2012: 128). Por último, habría que En 2002 los varones a la cabeza de familias monoparentales era de un 9,96% mientras que en 2010 ascendieron a 13,63% (id.). 377 En el siguiente apartado se aborda esta cuestión (4.3.2. Religiones). 378 Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística. El informe ‘Movimiento natural de la población. Matrimonios’, se puede consultar en: [Última consulta: 27 septiembre 2012]. 376 238 Contextos añadir una tercera opción de modelo familiar que incluiría a aquellas parejas que conviven sin inscribirse como tal en los registros correspondientes, de las que se desconocen las cifras y cuya desprotección legal es aún más palpable. 4.3.2. Religiones España dejó de ser un estado confesional con la Constitución de 1978 (artículo 16.1) por lo que ninguna religión tiene en la actualidad carácter estatal. Posteriormente, la Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, sobre Libertad Religiosa, introdujo el derecho fundamental a profesar las creencias religiosas que cada persona escogiera y a practicar su culto sin que estas pudieran suponer un motivo de desigualdad o discriminación ante la Ley. En la España contemporánea conviven múltiples creencias religiosas, aunque la tradición católica sigue manteniendo una situación de preeminencia. Contreras Mazarías, encargado del Primer Documento del Observatorio del Pluralismo Religioso en España, ha recogido los datos de una de las encuestas más recientes sobre religiosidad en España379 y destaca que entorno al 73,5% de los españoles se declararon católicos, aunque solo un 27,7% se manifestaron practicantes, un 14,5% se declararon no creyentes y un 9,6% se consideró indiferente (2011: 5). Por otra parte, la confianza en la Iglesia Católica como institución ha ido decreciendo en los últimos años pues según demuestran las cifras facilitadas por Elzo Imaz, mientras que en 1981 uno de cada dos españoles declaraba tener mucha o bastante confianza en la Iglesia Católica, entre 2003 y 2004 la cifra había descendido al 35% (2007: 80). Además, los datos relativos a los jóvenes españoles en materia de espiritualidad parecen ser reveladores de las tendencias de las próximas generaciones, que indican una cierta tendencia al rechazo del catolicismo entre la juventud y que muestran que son fundamentalmente los mayores de 65 años los que mantienen la tradición católica en la España actual (Caresche y Da Costa Dias 2010: 17). 379 Encuesta nº 2.752 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de febrero de 2008, sobre Religiosidad en España. Por otra parte, el pluralismo religioso en España también ha sido estudiado exhaustivamente por el Observatorio del Pluralismo Religioso, un órgano del Ministerio de Justicia, que desde 2007 publica la Colección ‘Pluralismo y Convivencia’ en la que se incluyen estudios sobre las confesiones religiosas minoritarias en las diferentes comunidades autónomas españolas. 239 Capítulo 4 Por lo que respecta al resto de las denominaciones espirituales, más de tres millones de personas dicen adscribirse a otras confesiones distintas de la católica, lo que supone cerca del 7% de la población (González-Anleo 2007: 64). Contreras Mazarías presenta las cifras relativas al pluralismo religioso existente en la España contemporánea: en la actualidad hay en España más de un millón de personas que son evangélicas y otro que son musulmanas; más de 700.000 personas que son ortodoxas, o más de 100.000 que son testigos de Jehová. Existen en la actualidad más de 200 iglesias o confesiones matrices inscritas en el Registro de Entidades Religiosas y cerca de 13.000 entidades menores pertenecientes a dichas iglesias o confesiones. (2011: 5) Para autores como González-Anleo, los principales motivos del actual pluralismo religioso en España son las conversiones y los movimientos migratorios. Respecto a las conversiones, el autor apunta que las religiones de acogida más elegidas son la Iglesia Evangélica, los Testigos de Jehová y en menor medida el budismo, el islamismo y el judaísmo (2007: 64). En segundo lugar, el autor se refiere a las inmigraciones que también han contribuido a la redefinición del panorama religioso en España: El aumento de las confesiones minoritarias en España ha sido asombroso, debido en gran parte a las fuertes corrientes migratorias procedentes del Mahgreb, de los países hispanoamericanos y de la Europa del Este. Los Evangélicos proceden, sobre todo, del Ecuador, República Dominicana, Alemania y Reino Unido, los Musulmanes de los países del Mahgreb, de Senegal y Pakistán, los Judíos, de Chile, Argentina, Uruguay y Colombia, los Mormones de Colombia, Ecuador y Chile, y los Testigos de Jehová de Rumania, Ucrania, Polonia y Filipinas. (id.) La convivencia de diversas convicciones religiosas en España está contemplada en la Constitución. El artículo 16.3 declara: ‘Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones’. Hasta la fecha, además de con la Iglesia católica (3 de enero de 1979), se han firmado Acuerdos de Cooperación con las iglesias evangélicas, las comunidades judías y las musulmanas380 (Alarcón et al. 2011: 30). Las cifras más recientes respecto al número de miembros de estas tres comunidades señalan que el grupo más amplio está formado por los musulmanes con alrededor de 1.500.000 miembros, 381 seguido de los protestantes, que contaría con 1.200.000, 382 380 Las leyes 24/1992, 25/1992 y 26/1992 de 10 de noviembre de 1992 recogen estos Acuerdos de Cooperación. 381 Según datos del informe sobre la situación del islam en la sociedad española de la Liga Española Pro Derechos Humanos (Caresche y Da Costa Dias 2010: 6). 382 Esta cifra ha sido obtenida de la página web de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEDERE): [Última consulta: 11 septiembre 2012]. 240 Contextos incluyendo a españoles y comunitarios y extracomunitarios residentes en España de más de seis meses y, en último lugar se encuentra la población judía con alrededor de 40.000 personas.383 Por otra parte, existen una serie de confesiones religiosas en España que, a pesar de no gozar de un Acuerdo de Cooperación, cuentan con el reconocimiento de ‘Notorio Arraigo’. Para lograr dicho reconocimiento las diferentes confesiones han debido demostrar un elevado índice de representatividad social, un tiempo considerable de presencia en el país (tanto legal como clandestina), y un grado de difusión destacado.384 En la actualidad hay siete confesiones con este reconocimiento: el islam (1989), el judaísmo (1989), el protestantismo (1989), la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (2003), los Testigos Cristianos de Jehová (2006), la Federación de Entidades Budistas de España (2007) y la Iglesia Ortodoxa (2010). Sin embargo, a pesar de los acuerdos firmados y los reconocimientos de ‘Notorio Arraigo’, las diferentes confesiones se hacen eco de las discriminaciones que padecen por parte de ciertos sectores de la sociedad española. Una clara muestra ha sido la creación del Observatorio de Antisemitismo en España, que desde 2009 cataloga y estudia episodios antisemitas de diversos tipos: ataques contra las personas y la propiedad, publicación y difusión de literatura antisemita, discriminaciones en las instituciones públicas y otras organizaciones y la presencia de discursos antisemitas en los medios de comunicación e Internet.385 Otro ejemplo ha sido recogido por Caresche y Da Costa en relación a la comunidad musulmana y los debates entorno al velo o las asociaciones establecidas entre islamismo y fundamentalismo (2010), por citar algunos ejemplos. Por su parte, la FEDERE ha expresado el estatus privilegiado que la religión católica sigue gozando en múltiples aspectos 386 y ha mostrado su desacuerdo ante tal Estimación de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE). Disponible en: [Última consulta: 11 septiembre 2012]. 384 El presupuesto de ‘Notorio Arraigo’ queda recogido en el artículo 7 de la LOLR. La ambigüedad de estos parámetros ha sido criticada por varios autores (cf. Contreras Mazarías 2011; Alarcón et al. 2011). 385 El Informe sobre el Antisemitismo en España durante el año 2011 publicado por el Observatorio sobre Antisemitismo puede consultarse en: [Última consulta: 11 septiembre 2012]. 386 El trato preferencial que recibe la iglesia católica se observa en los ejercicios fiscales de los contribuyentes españoles que tienen la posibilidad de decidir, en el caso de ser positivos, si desean destinar la cantidad resultante a la iglesia católica, mientras que no existe la opción de destinarla a ningún otro tipo de comunidad religiosa. Asimismo, resulta evidente la tradición católica en España que se ve reflejada en los festivos estatales y de las comunidades autónomas, mayoritariamente asociados a fechas de vinculación religiosa y más específicamente católica. 383 241 Capítulo 4 situación. Como indica esta Federación, la transición religiosa en España aún está lejos de ser una realidad palpable: [L]os principios de la Constitución y de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa no han tenido el efecto de eliminar las formas de privilegio y discriminación propias de un Estado confesional y en consecuencia persisten situaciones de desigualdad y discriminación que al amparo del hecho de que la mayoría de la población es formalmente católica gozan del aplauso o el silencio de legisladores, gobernantes, doctrina científica, religiosos etc. que favorece la pervivencia y mantenimiento de un estatuto de privilegio que quebranta nuestra Constitución y resalta la urgencia de una reflexión sobre la forma de afrontar la transición religiosa (asignatura pendiente de la transición política).387 4.3.3. Los libros en la cultura contemporánea El sector editorial ha experimentado una considerable evolución en los últimos años. Entre los cambios destacan ‘la aparición y popularización del libro electrónico, el surgimiento de plataformas de autopublicación y plataformas de distribución, la posibilidad de realizar tiradas cortas con la “impresión bajo demanda”, la lectura en soportes digitales, 388 o el nacimiento de editoriales exclusivamente electrónicas’ (Blanco Martínez 2010a: 7). La Ley 10/2007 de la lectura, del libro y de las bibliotecas, ha reformulado el concepto ‘libro’ que ahora se define como aquella obra científica, artística, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura. Se entienden incluidos en la definición de libro, a los efectos de esta Ley, los libros electrónicos y los libros que se publiquen o se difundan por Internet o en otro soporte que pueda aparecer en el futuro, los materiales complementarios de carácter impreso, visual, audiovisual o sonoro que sean editados conjuntamente con el libro y que participen del carácter unitario del mismo, así como cualquier otra manifestación editorial. (PeEl389 2010:87) Resulta innegable, por tanto, la permanente aplicación de las nuevas tecnologías en la industria editorial que ofrece al lector múltiples alternativas al tradicional libro impreso. Aunque en el momento actual resulta más complejo realizar un estudio del número de consumidores de libros – un claro ejemplo es la imposibilidad de contabilizar las consultas Información obtenida de [Última consulta: 11 septiembre 2012]. Los libros en soporte digital, e-books, pueden consultarse desde teléfonos móviles y tabletas con sistema Android y desde ordenadores. 389 El PeEl (Panorámica de la edición española de libros) es un documento redactado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 388 387 242 Contextos de páginas webs que proporcionan libros de forma gratuita390 –, los expertos en la materia indican que España mantiene un índice de lectura bajo en comparación con otros países (Sánchez García y Martínez Rus 2010: 48). Con el propósito de promocionar la lectura, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte cuenta con el ‘Plan de Fomento de la Lectura’ 391 cuyas iniciativas se organizan en torno a seis áreas: el Observatorio de la Lectura y el Libro, el fomento del hábito lector en centros docentes, la potenciación de la biblioteca pública, varias acciones de comunicación, actividades de animación a la lectura y, finalmente, acciones de concienciación y colaboración con otras instituciones. Además del esperado efecto de estas iniciativas, la recuperación del hábito lector podría materializarse en los próximos años si se tiene en cuenta que la veloz modernización del sector editorial ha encontrado múltiples simpatizantes. El documento ‘El Sector del Libro en España. 2010-2012’, redactado por el Observatorio de la Lectura y el Libro, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, recoge la información más reciente sobre los hábitos de lectura de los españoles. Entre los datos proporcionados, destaca el notorio incremento del uso de dispositivos lectores – también conocidos como ereaders – ya que en 2011 el 52,7% de los lectores encuestados dijeron que hacían uso de estos dispositivos. El informe también facilita otras informaciones destacables como el perfil más común del lector contemporáneo que, siguiendo la tendencia de años anteriores, coincide con mujeres jóvenes y urbanas, con estudios universitarios, que leen por entretenimiento, principalmente novela en castellano. Además, según el documento existe una clara vinculación de la lectura con la adolescencia y la juventud, pues el 69,9% de personas que leen en su tiempo libre tienen entre 14 y 24 años (2012: 38-40).392 En cuanto a los libros gratuitos en la Red, destacan páginas web como ‘Just Free Books’ () que realiza búsquedas en otras páginas como ‘Project Gutenberg’ (), ‘Wikibooks’ () o ‘Internet Archive’ (). Otras páginas como ‘Bubok’ (), que contiene cerca de 63.000 títulos, en algunas ocasiones gratuitos, permite a los usuarios leerlos on-line al mismo tiempo que ofrece la denominada ‘impresión por demanda’. Otros portales de Internet que proporcionan libros gratuitos son ‘Scribd’ () y la ‘Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes’ (), entre muchos otros. Algunos de estos portales recogen información sobre los textos más consultados, aunque estos datos resultan insuficientes a la hora de determinar con exactitud las cifras relativas al consumo de lecturas gratuitas online, y, por ende, dificultan el establecimiento de datos precisos sobre los hábitos de lectura actuales. 391 Se puede acceder a la información detallada sobre estas campañas a través de la página web: [Última consulta: 20 septiembre 2012]. 392 El documento completo se puede consultar en: [Última consulta: 21 septiembre 2012]. 390 243 Capítulo 4 Por lo que respecta a la producción editorial, Antonio María Ávila, el por entonces Director Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España,393 se hacía eco en 2010 de la destacada contribución del sector a la economía española: [E]s bueno recordar lo que supone el mundo del libro para la vida social y económica de España: el 1,3 % del PIB nacional, prácticamente la mitad (un 43%) de la aportación del PIB de los sectores culturales al PIB nacional, el 1% del total de la exportación de mercancías españolas, con aportaciones siempre positivas a la deficitaria Balanza Comercial española y casi 100.000 personas empleadas directamente en el conjunto del sector del libro. (19) A este respecto, el Ministerio de Cultura publica con periodicidad anual el documento ‘Panorámica de la edición española de libros’394 que ofrece un análisis sectorial del libro. Por lo que respecta a 2011, en estos momentos se encuentra disponible on-line el avance del próximo PeEl.395 Entre los datos que se proporcionan son de particular relevancia el aumento de la producción editorial en términos globales (ha pasado de 114.459 en 2010 a 116.851 en 2011), que sitúan a España como cuarta potencia editorial a nivel mundial (Blanco Martínez 2010b: 8). Se observa que mientras que la edición en soporte papel descendió un 4,2% (91.931 libros editados en 2011, frente a los 95.959 del año anterior); la edición en otros soportes aumentó un 34,7% (24.920 soportes en 2011, en comparación con los 18.500 de 2010), por lo que la edición electrónica ya representa el 20,9% de los ISBN inscritos en 2011. Por lo que respecta a la obra de creación literaria, el informe revela que las publicaciones de libros infantiles y juveniles aumentaron un 3,2% y el resto de las obras literarias también incrementaron un 7,7% respecto a 2010. Cabe destacar que del global de libros publicados en España en 2011 (116.851), la literatura infantil y juvenil junto con el resto de obras literarias (36.682) constituye el 31,39%, tan solo superadas por las publicaciones de Ciencias Sociales y Humanidades, que supondría el 33,21% de la producción global con 38.815 títulos. Por lo que se refiere a las editoriales, el avance del PeEl 2011 refleja que Madrid y Barcelona se mantienen como los núcleos tradicionales con mayor índice de publicación a nivel global, incluyendo todas las materias, ya que en 2011 aglutinaron el 63,4% del total de la producción (en la provincia de Madrid se publicó el 33,7% del global y en Cataluña el 29,7%). A estos dos núcleos de mayor concentración editorial, le siguen a gran distancia (Andalucía, 12,6%; y la Comunidad Valenciana (7%). Actualmente, Ávila es el Secretario de la Federación y el cargo de Presidente lo ocupa Javier Cortés del grupo editorial SM. 394 De aquí en adelante PeEl. 395 Este avance está disponible en el siguiente enlace: [Última consulta: 21 septiembre 2012]. 393 244 Contextos 4.3.3.1. La traducción en la España contemporánea Los datos más recientes publicados hasta la fecha en materia de traducción en España, recogidos en el avance al PeEl 2011, reflejan que las traducciones representan el 21,1% de la producción editorial global. Cabe recordar que España es en la actualidad un país plurilingüe en el que coexisten cuatro lenguas oficiales, castellano, catalán, gallego y vasco, por lo que es pertinente tener en cuenta los datos relativos no solo a las traducciones procedentes de idiomas foráneos, sino también aquellas originadas de las lenguas cooficiales. Según las cifras relativas a la traducción entre las diversas lenguas estatales, recogidas en el PeEl 2010, el castellano se mantuvo en 2010 como el idioma más traducido, tanto al catalán (851 títulos), como al vasco (395) y al gallego (369). Le siguió el catalán, del que se tradujeron 492 títulos al castellano, 24 al vasco y 55 al gallego. A continuación se sitúa el vasco, con 75 títulos traducidos al castellano, 4 al catalán y 3 al gallego. Y finalmente, del gallego se tradujeron 121 títulos al castellano, 9 al catalán y 3 al vasco (33). Por lo que respecta a otros idiomas, el inglés mantiene su preponderancia como lengua de origen más traducida. La Tabla 3 recoge los porcentajes de lenguas más traducidas en 2010: Porcentaje sobre el total de libros traducidos 48,7% 10,9% 6,1% 5,2% 2,7% 1,4% 1,0% 0,9% Idioma Inglés Francés Italiano Alemán Griego Japonés Sueco Portugués Tabla 3. Porcentajes de lenguas de origen sobre el total de libros traducidos en 2010396 Como se ha indicado, la lengua de origen más frecuente en 2010 fue el inglés, aglutinando el 48,7% de la obra traducida. Le siguieron, a gran distancia, el francés (10,9%), el italiano 396 Tabla adaptada de PeEl (2010: 35). 245 Capítulo 4 (6,1%) y el alemán (5,2%). Las últimas posiciones de este ranking las ocuparon el sueco (1%) y el portugués (0,9%). Por lo que respecta a los profesionales que se dedican a esta disciplina, a pesar de los avances logrados en materia de derechos, como el reconocimiento de la propiedad intelectual de los traductores o la cada vez más frecuente presencia de los nombres de los traductores en las portadas de los libros, múltiples voces apuntan a la aún precaria situación de gran parte del colectivo. El II Libro Blanco de la traducción editorial en España, publicado en 2010, es un reflejo de ello pues como apunta en su declaración de intenciones, ‘se presenta con dos objetivos principales: uno dar a conocer y otro reivindicar. Un Libro Blanco no es la presentación de un estudio exhaustivo de todas las dimensiones, sino el establecimiento de unas bases, cognitivas y prácticas, orientadas a actuar, a mejorar la situación actual de quienes traducen en España’ (37).397 Así pues, en primer lugar el II Libro Blanco analiza el perfil mayoritario de los profesionales dedicados a la traducción. Actualmente, ejercen esta profesión más mujeres que hombres, de nacionalidad española principalmente, con estudios universitarios de grado medio o superior (90%) y también en posesión de títulos de postgrado o doctorados (50%), aunque menos del 40% se dedican de forma exclusiva a la traducción. Más de la mitad de los profesionales de la traducción (56,9%) pertenecen a alguna de las múltiples asociaciones de traductores que existen en la actualidad.398 Por otra parte, este II Libro Blanco denuncia las prácticas irregulares que persisten en el sector como la frecuente carencia de contratos, la realización de correcciones sin permiso del traductor, la falta de información respecto a la tirada o los pagos retrasados, entre muchas otras.399 Cabe destacar que este Libro Blanco sobre traducción, que salió a la luz es el segundo de este tipo, pues ya se había publicado otro en 1997. A diferencia del primero, confeccionado en exclusiva por la Sección Autónoma de Traductores de Libros de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACEtt), en este segundo Libro Blanco ACEtt contó con la participación de CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) y el Ministerio de Cultura, particularmente de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas. La participación del Ministerio de Cultura en el volumen refleja la voluntad institucional de conocer la situación de una disciplina que ocupa una destacada posición en el sistema cultural español contemporáneo. 398 Además de la ya mencionada ACEtt, algunas de las asociaciones profesionales de traductores actuales son ACEC (Associació Col.legial d’Escriptors de Catalunya), APTIC (Associació Professional de Traductors i Intèrprets de Catalunya), ASETRAD (Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes), EIZIE (Euskal Itzultzaile Zuzentzaile eta Interpreteen Elkartea/ Asociación de Traductores, Correctores e Intérpretes de Lengua Vasca), ATG (Asociación de Traductores Galegos), y ASATI (Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes), entre otras. 399 López Ponz ha estudiado en profundidad los contenidos del II Libro Blanco (2012). 397 246 Contextos Además de la todavía precaria posición de los profesionales de la traducción, varios autores han apuntado otras prácticas relacionadas con esta disciplina que resultan de urgente consideración, como la comercialización en los últimos años de traducciones llevadas a cabo durante los años del franquismo. En la década de los noventa, los primeros en denunciar el fenómeno fueron Josep Massot y Douglas E. LaPrade.400 En 1991 Massot recogía en un artículo publicado en La Vanguardia las denuncias del novelista y traductor Mariano Antolín Rato. Massot exploró las supresiones en ‘Los asesinos’ de Hemingway, comercializada por Luis de Caralt Editor ese mismo año, así como en otras obras de John Dos Passos y Carson McCullers traducidas al español. El periodista también incluyó las opiniones sobre el tema vertidas por asociaciones de traductores y algunas agencias literarias que consideran la práctica ‘una estafa para el lector’, ‘un incumplimiento flagrante de los derechos de autor’, ‘un atentado no sólo contra la integridad de la obra literaria, sino contra toda ética de actuación comercial’ (23). También en 1991, en el volumen La censura de Hemingway en España, 401 LaPrade hacía referencia a las supresiones en los textos del autor norteamericano. 402 Algunos años más tarde, Manuel Abellán se refirió a la perduración de este fenómeno en ‘Algunos determinismos sociales del franquismo y la transición’ (1995). Por su parte, Alberto Lázaro Lafuente se ha centrado en las mutilaciones que presentan algunas traducciones al castellano y catalán de George Orwell en ‘George Orwell’s Homage to Catalonia: a Politically Incorrect Story’ (2001) y Marcos Rodríguez Espinosa ha denunciado las reediciones de textos con fragmentos omitidos o modificados sustancialmente en su estudio sobre las traducciones de Las aventuras de Barry Lyndon (2004). En 2007 se procuró la primera aproximación a las traducciones de Jane Eyre de la época de posguerra que algunas editoriales seguían comercializando (Ortega Sáez). También Cristina Gómez Castro ha ofrecido una muestra de las supresiones que se han llevado en textos como El padrino de Mario Puzo y El exorcista de William Peter Blatty en ‘Translations from the Period of the Dictatorship on Sale Nowadays’ (2008). Más recientemente, se ha publicado la entrevista de Xavier Casals a Josep Mengual Català, quien apunta que todavía queda un largo camino por recorrer 400 Anteriormente, Samuel Amell ya había planteado estas prácticas, aunque en su caso en relación con el cine (1989). 401 También Mariano Antolín Rato se ha hecho eco de la estas circunstancias y se ha referido al volumen de LaPrade en El Trujamán, la revista de traducción del Centro Virtual Cervantes (2011). Se puede consultar el texto en: [Última consulta: 24 septiembre 2012]. 402 Tras La censura de Hemingway en España (1991), LaPrade ha seguido indagando en la recepción de Hemingway durante el franquismo. Véase LaPrade (2005, 2007, 2011). 247 Capítulo 4 hasta que académicos y editores trabajen conjuntamente para solventar esta situación (2011).403 Una vez trazados los tres contextos y la trayectoria profesional del traductor de Jane Eyre, se procede a llevar a cabo el análisis comparativo entre el TO y el TM0. Los condicionantes explorados hasta el momento resultarán especialmente útiles en la interpretación del análisis donde se tratará de justificar las decisiones traductológicas empleadas y las transformaciones acaecidas respecto al TO. Se puede acceder al contenido de la entrevista en: [Última consulta: 24 septiembre 2012]. 403 248 CAPÍTULO 5. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN What is not translated in a particular context is often as revealing as what is translated (Tymoczko 2010: 6) Este quinto capítulo se dedica al análisis comparativo entre el TO y el TM0 teniendo en cuenta ciertos contenidos temáticos y aspectos retóricos que de forma reiterada han sufrido alteraciones. El enfoque que se pretende seguir está en línea con la recomendación de Vidal Claramonte sobre el análisis descriptivo de las traducciones: ‘desde una perspectiva descriptiva, el objetivo no es decir lo que debería haber sino analizar lo que hay y por qué está ahí’ (2007: 98). Así, este capítulo está subdividido en tres apartados: metodología de análisis, análisis comparativo e interpretación. En primer lugar, se detallan las especificidades de la metodología creada para el análisis, ofreciendo una serie de ejemplos de la terminología empleada y las catalogaciones establecidas. A continuación se procede al análisis en el que se establece la comparación entre el TO y el TM0 con el objeto de explorar las transformaciones, supresiones y adiciones halladas. Finalmente, en la interpretación del análisis se conjugan los aspectos explorados en los capítulos 2 y 4 para tratar de esclarecer las motivaciones, limitaciones y/o condicionantes que pudieron conducir al traductor a tomar determinadas decisiones en relación con el contenido como con cuestiones de índole formal. 249 Capítulo 5 5.1. Metodología de análisis Tal y como han apuntado Hermans (1999) y Tymoczko (2002), la comparación entre el TO y el TM requiere la elaboración de un planteamiento metodológico que delimite los parámetros que van a ser examinados. En palabras de Tymoczko: In conducting research on translation, as is the case with other textual studies, it is a given that one cannot look at most texts exhaustively. [...] The researcher therefore must select what is to be investigated and must focus the research, and the prime method of focus or selection is research design, as is standard in research and scholarship in most fields. (2002:15) Por este motivo, en la comparación de los textos objeto de estudio la atención se centró en dos parámetros que de forma recurrente habían sufrido alteraciones sustanciales. Por una parte, se observaron modificaciones respecto al contenido, que se han denominado Ideológicas (IDEOL), y por otra, cuestiones de estilo y narratológicas, que han sido denominadas Retóricas (RET), siguiendo la definición que Culler proporciona al respecto: ‘since classical times [rhetoric] has been the study of the persuasive and expressive resources of language: the techniques of language and thought that can be used to construct effective discourses’ (2000 [1997]: 69). Estos dos parámetros han sido considerados las dos Categorías (IDEOL y RET) en base a las que se ha llevado a cabo la comparación. A su vez estas dos Categorías están divididas en Subcategorías que se corresponden con los nueve apartados en los que se ha estructurado el análisis: Categoría Ideológica (IDEOL) Subcategoría Jane Subcategoría Bertha Subcategoría Familia Subcategoría Religión Subcategoría Intertextualidad Categoría Retórica (RET) Subcategoría Tiempo verbal Subcategoría Apóstrofes al lector Subcategoría Modo narrativo Subcategoría Heterolingüismo: El francés de Adèle Varens Tabla 4. Categorías y Subcategorías empleadas en el análisis Las variaciones que el TM0 presenta respecto al TO han recibido un código identificativo que es único respecto a los demás. Para ello ha sido necesario crear una terminología con la que designar cada uno de los elementos que componen el código. 250 Análisis e interpretación Referencia Ideol_13-14_1 Ideol_16_1 Ret_19_1 Ideol_20_1 Ret_93_2 Ret_102_1 Ret_122_1 Ideol_125_1 Ideol_326_1 Subreferencia Ideol_13-14_1.1 Ideol_16_1.1 Ret_19_1.1 Ideol_20_1.1 Ret_93_2.1 Ret_102_1.1 Ret_122_1.1 Ideol_125_1.1 Ideol_326_1.3 Categoría Ideológico Ideológico Retórico Ideológico Retórico Retórico Retórico Ideológico Ideológico Subcategoría Jane Religión Tiempo verbal Familia Apóstrofes al lector Modo narrativo Heterolingüismo Intertextualidad Bertha Tabla 5. Ejemplos de Categorías y Subcategorías Los códigos identificativos 404 están compuestos por la Categoría (Ideol o Ret), Ideol_16_1.1 / Ret_19_1.1; la página del TO1 empleado para el análisis,405 Ideol_16_1.1 / Ret_19_1.1; seguida de un número que muestra el orden que ocupa el fragmento comentado dentro de la página – puesto que en ocasiones en una misma página pueden concurrir diversos fragmentos analizados –, Ideol_16_1.1 / Ret_19_1.1; y, por último, el número de Subreferencia, Ideol_16_1.1 / Ret_19_1.1. En los casos en que en una misma página hay ejemplos de las dos Categorías, el código se inicia con Ideol o Ret y la subsiguiente numeración empieza desde 1. Por ejemplo, Ideol_19_1.1 y Ret_19_1.1 se encuentran en la misma página y ambas empiezan desde 1 (Ideol_19_1.1 / Ret_19_1.1) porque al tratarse de Categorías diferentes no hay posibilidad de confusión entre ellas. La diferenciación establecida entre Referencias y Subreferencias es debida a que un fragmento completo,406 que se ha delimitado con una Referencia, puede estar compuesto por diversos aspectos a analizar. Cada uno de estos aspectos dentro de una misma Referencia se ha denominado Subreferencia: La negrita que aparece en los códigos identificativos indica el elemento del código que se está comentando. 405 En este caso es la edición de Penguin Classics de 2006. 406 La delimitación de los fragmentos objeto de análisis se ha adecuado a los aspectos a comentar. Por lo general no se han aislado las subreferencias, sino que se proporciona parte del contexto con el propósito de facilitar la identificación del pasaje en cuestión. 404 251 Capítulo 5 Referencia Subreferencia Ideol_182_1.1 Ideol_182_1.2 Ret_163_1.1 Categoría Ideológico Ideológico Retórico Retórico Retórico Subcategoría Jane Jane Heterolingüismo Heterolingüismo Heterolingüismo Ideol_182_1 Ret_163_1 Ret_163_1.2 Ret_163_1.3 Tabla 6. Ejemplos Referencias y Subreferencias (I) REFERENCIA: Ideol_182_1 Página/s TO1: 182 ‘[...] Yet,’ suggested the secret voice which talks to us in our own hearts, ‘you are not beautiful either, and perhaps Mr. Rochester approves you: at any rate, you have often felt as if he did; and last night – remember his words; remember his look; remember his voice! (1)’ I well remembered all; language, glance, and tone seemed at the moment vividly renewed (2). Página/s TM2: 180 Mas esa secreta voz que a veces suena en el fondo de nuestras almas, me sugería: «Sin embargo, tú no eres hermosa tampoco y parece que no desagradas a Mr. Rochester. Ya otras veces lo has notado, y sobre todo anoche... ¡Recuerda sus palabras, su mirada, su voz! (1)» Yo lo recordaba todo muy bien. (2) Tabla 7. Ejemplo Referencia y Subreferencias (II) REFERENCIA: Ret_163_1 Página/s TO1: 163 ‘Est-ce que ma robe va bien?’ cried she, bounding forwards; ‘et mes souliers? et mes bas? Tenez, je crois que je vais danser! (1)’ [...] ‘Monsieur, je vous remercie mille fois de votre bonté (2);’ then rising, she added, ‘C’est comme cela que maman faisait, n’est-ce pas, monsieur? (3)’ Página/s TM2: 164 - ¿Me sienta bien el vestido? ¿Y los zapatos? ¿Y las medias? ¡Voy a bailar un poco! (1) […] - Muchas gracias por su bondad, Mr. Rochester (2). (3) Tabla 8. Ejemplo Referencia y Subrefencias (III) En el primer caso, la Referencia Ideol_182_1 se refiere a todo el fragmento analizado y este está subdividido en las Subreferencias Ideol_182_1.1 e Ideol_182_1.2 que son los dos segmentos del fragmento que se comentan en el análisis. Y en el segundo caso, la Referencia Ret_163_1 contiene las Subreferencias Ret_163_1.1, Ret_163_1.2 y Ret_163_1.3. 252 Análisis e interpretación Por lo general, cada Subreferencia pertenece a una única Subcategoría, si bien es cierto que en ocasiones una misma Subreferencia podría haberse incluido en más de una Subcategoría. Se ha seguido el criterio de elegir la Subcategoría que se consideraba más destacable e ilustrativa en relación con el tema en cuestión. Excepcionalmente, se han proporcionado todas las Subcategorías que se han observado para una misma Subreferencia.407 Para indicar las variaciones entre el TO1 y el TM0 se han empleado tres marcadores diferentes en las tablas de ejemplos: REFERENCIA: Ret_163_1 Página/s TO1: 163 ‘Est-ce que ma robe va bien?’ cried she, bounding forwards; ‘et mes souliers? et mes bas? Tenez, je crois que je vais danser! (1)’ [...] ‘Monsieur, je vous remercie mille fois de votre bonté (2);’ then rising, she added, ‘C’est comme cela que maman faisait, n’est-ce pas, monsieur? (3)’ Página/s TM2: 164 - ¿Me sienta bien el vestido? ¿Y los zapatos? ¿Y las medias? ¡Voy a bailar un poco! (1) […] - Muchas gracias por su bondad, Mr. Rochester (2). (3) Tabla 9. Ejemplos marcadores análisis (I) REFERENCIA: Ideol_275-276_1 Página/s TO1: 275-276 ‘You have a very bad disposition,’ said she, ‘and one to this day I feel it impossible to understand: how for nine years you could be patient and quiescent under any treatment, and in the tenth break out all fire and violence, I can never comprehend (1).’ Página/s TM2: 264 - Tienes muy malos instintos – repuso –, y aún hoy no comprendo cómo has sido capaz de permanecer nueve años en el colegio sin rebelarte (1). Tabla 10. Ejemplos marcadores análisis (II) La negrita destaca las modificaciones que se han llevado a cabo en el TM0, el subrayado discontinuo indica las supresiones y los números entre paréntesis se corresponden con el último número del código identificativo. Excepcionalmente se puede observar en el TM0 el uso del subrayado que señala las adiciones. A continuación se recogen las Subreferencias a las que se les ha proporcionado más de una Subcategoría y que se comentan, por tanto, en diferentes apartados del Análisis: Ideol_44_1.4 (Familia y Religión); Ideol 69_1.3 (Jane y Religión); Ideol_279-280_1.1 (Familia y Religión); Ideol_336_1.2 (Religión e Intertextualidad) e Ideol_346_3.1 (Intertextualidad, Bertha y Familia). 407 253 Capítulo 5 Las tablas en las que se reproducen los ejemplos analizados constan de dos columnas que recogen el TO1 y el TM2.408 En la parte superior se proporciona el número de Referencia y en las filas inmediatamente siguientes las páginas del TO1 y del TM2, respectivamente. El análisis está acompañado por varios anexos que se encuentran adjuntos en el CD-ROM. El Anexo 7 contiene una tabla en la que aparecen clasificados todos los ejemplos que aparecen en el análisis según la Categoría y Subcategoría a la que pertenecen. En segundo lugar, se han compilado todos los ejemplos analizados y otros que se comentan en menor medida según su Subcategoría en los siguientes anexos: Índice Anexos Ejemplos Capítulo 5 Anexo 8 Anexo 9 Anexo Ideológico (1) Jane Anexo Ideológico (2) Bertha Anexo 10 Anexo Ideológico (3) Familia Anexo 11 Anexo Ideológico (4) Religión Anexo 12 Anexo Ideológico (5) Intertextualidad Anexo 13 Anexo Retórico (1) Tiempo verbal Anexo 14 Anexo Retórico (2) Apóstrofes al lector Anexo 15 Anexo Retórico (3) Modo narrativo Anexo 16 Anexo Retórico (4) Heterolingüismo Tabla 11. Anexos ejemplos capítulo 5 En todos los casos de los apartados 5.2 y 5.3, el análisis pretende ser descriptivo, puesto que en la siguiente sección (5.4. Interpretación del análisis) se procederá a explorar los fenómenos traductológicos empleados en el TM0 así como las posibles razones que llevaron al traductor a seguir dichos procesos de traducción para lo que se tendrá en cuenta el contexto meta y los condicionantes profesionales y personales de Luaces. Los fragmentos de la traducción de Luaces que aparecen en las tablas se reproducen de la edición de 2011 de Espasa (TM2). 408 254 Análisis e interpretación 5.2. Análisis ideológico 5.2.1. El modelo femenino representado por Jane Eyre Varios aspectos de la caracterización del personaje femenino principal han sido modificados sustancialmente en el TM0. En las páginas que siguen se comentarán algunos ejemplos ilustrativos de los cambios producidos. Las transformaciones tienen lugar desde el principio de la novela y se producen en las diferentes etapas del peregrinaje de la protagonista. En el primer capítulo de la novela Jane, tras ocho años de silencio y sometimiento a la opresión ejercida por Mrs. Reed y sus primos, se rebela por primera vez ante los abusos de John Reed: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ideol_13-14_1 Página/s TO1: 13-14 I did so, not at first aware what was his intention; but when I saw him lift and poise the book and stand in act to hurl it, I instinctively started aside with a cry of alarm: not soon enough, however; the volume was flung, it hit me, and I fell, striking my head against the door and cutting it. The cut bled, the pain was sharp: my terror had passed its climax; other feelings succeeded. ‘Wicked and cruel boy!’(1) I said. ‘You are like a murderer – you are like a slave-driver – you are like the Roman emperors!’ I had read Goldsmith’s ‘History of Rome’, and had formed my opinion of Nero, Caligula, &c. Also I had drawn parallels in silence, which I never thought thus to have declared aloud. ‘What! what!’ he cried. ‘Did she say that to me? Did you hear her, Eliza and Georgiana? Won’t I tell mama? but first—’ He ran headlong at me: I felt him grasp my hair and my shoulder: he had closed with a desperate thing. I really saw in him a tyrant, a murderer. I felt a drop or two of blood from my head trickle down my neck, and was sensible of somewhat pungent suffering: these sensations for the time predominated over fear, and I received him in frantic sort. I don’t very well know what I did with my hands (2), but he called me ‘Rat! Rat!’ and bellowed out aloud. (3) Página/s TM2: 29-30 Le obedecí, sin comprender de momento sus propósitos. Reparé en ellos cuando le vi asir el libro para tirármelo, y quise separarme, pero ya era tarde. El libro me dio en la cabeza, la cabeza tropezó contra la puerta, el golpe me produjo una herida y la herida comenzó a sangrar. El dolor fue tan vivo que mi temor, que había llegado a su extremo límite, dio lugar a otros sentimientos. - ¡Malvado! (1) – le dije – Eres peor que un asesino, que un negrero, que un emperador romano… Yo había leído History of Rome, de Goldsmith, y había formado una opinión personal respecto a Nerón, Calígula y demás césares. E incluso había en mi interior establecido paralelismos que hasta aquel momento guardaba ocultos, pero que entonces no conseguí reprimir. - ¡Cómo! – exclamó John –. Eliza, Georgiana, ¿habéis oído lo que me ha dicho? Voy a contárselo a mamá. Pero antes… Se precipitó hacia mí, me cogió por el cabello y por la espalda y me zarandeó bárbaramente. Yo le consideraba un tirano, un criminal. Una o dos gotas de sangre se deslizaron desde mi cabeza hasta el suelo. Sentí un dolor agudo. Aquellas impresiones se sobrepusieron a mi miedo y repelí a mi agresor enérgicamente. No sé bien lo que hice (2), pero le oí decir a gritos: - ¡Condenada! ¡Perra! (3) En el ejemplo 1, algunas de las expresiones de Jane han sido modificadas de forma considerable, y la exasperación de la niña al ser golpeada por John Reed, aunque se 255 Capítulo 5 mantiene en el TM0 aparece reducida. Destaca el uso de menos adjetivos por Jane en el TM0 para referirse al carácter perverso de su primo. Así, ‘Wicked and cruel boy!’ (1) se ha simplificado en ‘¡Malvado!’. Por otra parte, la traducción de ‘I don’t very well know what I did with my hands’ (2) por ‘No sé bien lo que hice’ con omisión de ‘with my hands’ en el TM0 disminuye la implicación física y la participación activa de Jane en la pelea con su primo John Reed. Asimismo, la traslación de ‘bellowing out loud’ (3) al español distorsiona la escena. Las connotaciones implícitas en la expresión ‘bellow out loud’, como serían ‘incontroladamente’, ‘como un toro’ y ‘rugir’ o ‘bramar’, desaparecen en la traducción como ‘decir a gritos’. De esta forma la violencia de la escena parece disminuir permitiendo así que una mujer pudiera verse involucrada en ella.409 Durante su convivencia con la familia Reed, Jane rechaza ser considerada como un ser inferior (ejemplo 2) y protesta ante la injusticia a la que se ve sometida (ejemplo 3), expresando su inconformismo mediante repeticiones en el TO: Ejemplo 2 REFERENCIA: Ideol_15_1 Página/s TO1: 15 ‘What shocking conduct, Miss Eyre, to strike a young gentleman, your benefactress’s son! Your young master.’ ‘Master! How is he my master? (1) Am I a servant?’ Página/s TM2: 31 - ¡Qué vergüenza, señorita Eyre! ¡Pegar al hijo de su bienhechora, a su señorito! - ¿Mi señorito? (1) ¿Acaso soy una criada? Ejemplo 3 REFERENCIA: Ideol_19_1 Página/s TO1: 19 ‘Unjust! – unjust! (1)’ said my reason, [...]. Página/s TM2: 34 ‘Es muy injusto (1)’, decía mi razón, […]. Ambos ejemplos se dan tras el enfrentamiento de Jane con su primo John Reed. En el TM0 las repeticiones de ‘master’ (ejemplo 2) y ‘unjust’ (ejemplo 3) desaparecen de forma que Jane aparece representada como una niña más dócil. Estos ejemplos constituyen los primeros casos en los que se omiten repeticiones en el TM0.410 A priori, la frecuencia con La vehemencia de Jane también se ha visto disminuida en Ideol_22_1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). Las subreferencias Ideol_20_2.1, Ideol_41_1.1, Ideol_41.1.2, Ideol_41.1.3, Ideol_44_1.4 e Ideol_66_1.1 recogen el resto de las ocasiones en que las repeticiones de Jane-niña han sido omitidas (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 410 409 256 Análisis e interpretación la que las repeticiones aparecen en los parlamentos de Jane durante su infancia conducía a pensar que podría tratarse de la imitación del lenguaje infantil, caracterizado por la abundante presencia de las repeticiones (Fernández Polo 1999: 188). Sin embargo, estas se extienden a lo largo de la novela y la protagonista hace uso recurrente de ellas, tratándose, por tanto, de una muestra distintiva de su dicción, presente tanto en diálogos como en la reproducción de sus pensamientos. Los ejemplos 4 y 5 contienen repeticiones en el TO, en esta ocasión, de Jane-adulta: Ejemplo 4 REFERENCIA: Ideol_414_1 Página/s TO1: 414 [...] I felt desolate to a degree. I felt – yes, idiot that I am – I felt (1) degraded. Página/s TM2: 378 [...] Me sentía muy sola y además – ¡necia de mí! – me consideraba (1) degradada, [...]. Ejemplo 5 REFERENCIA: Ideol_458_1 Página/s TO1: 458 [...] As I exchanged a translation for an exercise I happened to look his way: there I found myself under the influence of the ever-watchful blue eye. How long it had been searching me through and through, and over and over (1), I cannot tell: [...]. Página/s TM2: 414 […] Se me ocurrió mirarle y hallé que me contemplaba atentamente con sus ojos azules. Ignoro cuánto tiempo llevaba así (1); […]. En ambos casos las repeticiones del TO han sido omitidas en el TM0 y dicha pérdida conduce a la disminución del énfasis y de la intensidad emocional expresados por la protagonista.411 En el primero de estos casos (ejemplo 4), Jane expresa sus sentimientos tras su primera jornada como maestra en Morton. El grado de inquietud de la protagonista logrado en el TO mediante la triple repetición de ‘I felt’ se ve atenuada por el uso de dos sinónimos ‘me sentía’ y ‘me consideraba’ en el TM0. En el ejemplo 5, Jane se refiere a la penetrante mirada de St John Rivers que la observaba ‘through and through, and over and over’. El TM0 ha eliminado estas repeticiones y ha empleado en su lugar el término ‘así’ con lo que la sensación de Jane de estar siendo vigilada disminuye. 411 El resto de omisiones de las repeticiones de Jane-adulta se corresponden con las subreferencias Ideol_377_1.1, Ideol_403_1.1, Ideol _450_1.1, Ideol _451_1.1, Ideol_458_1.1, e Ideol_489_1.1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 257 Capítulo 5 Tras su estancia en Gateshead, Mrs. Reed envía a Jane a Lowood donde la niña pasará los siguientes años de su vida. El carácter de Jane durante los años de pervivencia en la institución benéfica regida por Mr. Brocklehurst, también se ha visto alterado en el TM0: Ejemplo 6 REFERENCIA: Ideol_66_1 Página/s TO1: 66 ‘But that teacher, Miss Scatcherd, is so cruel to you?’ ‘Cruel? Not at all! She is severe: she dislikes my faults.’ ‘And if I were in your place I should dislike her; I should resist her (1). If she struck me with that rod, I should get it from her hand; I should break it under her nose.’ Página/s TM2: 79 - Pero esa profesora, Miss Scatcherd, es muy cruel contigo. - ¿Cruel? No. Es severa y no me perdona ninguna falta. - Si yo estuviera en tu lugar (1) y me pegara con aquello con que te pegó, se lo arrancaría de la mano y se lo rompería en las narices. Ejemplo 7 REFERENCIA: Ideol_69_1 Página/s TO1: 69 ‘She has been unkind to you, no doubt; because you see, she dislikes your cast of character, as Miss Scatcherd does mine; but how minutely you remember all she has done and said to you! What a singularly deep impression her injustice seems to have made on your heart! (1) No ill-usage so brands its record on my feelings (2). Would you not be happier if you tried to forget her severity (3), together with the passionate emotions it excited?’ (4) Página/s TM2: 70 - Se ha portado mal contigo, sin duda, pero eso debe de ser porque no simpatiza con tu carácter, como le pasa a Miss Scatcherd con el mío… ¡Hay que ver con qué detalle recuerdas todo lo que te han hecho y te han dicho! ¡Cómo sientes lo mal que te han tratado! (1) (2) ¿No crees que serías más dichosa si procurases perdonar la severidad de tu tía (3) (4)? La severidad con que Miss Scatcherd trata a Helen Burns suscita nuevamente la rebeldía característica de Jane (ejemplo 6). Contraria a la resignación de su amiga, Jane defiende la sublevación de igual modo que había hecho ante el despótico comportamiento de su primo John Reed durante su convivencia en Gateshead. El empleo en su parlamento de repeticiones (‘I should dislike her’, ‘I should resist her’, ‘I should get it from her hand’, ‘I should break it under her nose’) contribuye a resaltar la agitación que la domina en el TO. Si bien en el TM0 se reproduce la voluntad de Jane de retornar el abusivo trato (‘se lo arrancaría de la mano y se lo rompería en las narices’), la ausencia de las repeticiones conduce nuevamente a la pérdida del grado de determinación de la protagonista recogido en el TO. Una vez más, en el ejemplo 7, Helen Burns reafirma su actitud de sumisión ante el cruel trato de Miss Scatcherd y se sorprende del rencor que Jane le guarda a Mrs. Reed. Mientras que en el TO Helen se refiere a ‘all she has done and said to you’ y a la 258 Análisis e interpretación ‘singularly deep impression her injustice seems to have made on your heart’, en el TM0 la responsable del sufrimiento de Jane, Mrs. Reed, se ha convertido en una pluralidad: ‘lo que te han hecho y te han dicho’, ‘lo mal que te han tratado’ (1), a excepción del final del pasaje (3) en que se recupera a Mrs. Reed (‘la severidad de tu tía’). Del mismo modo la referencia a los malos tratos que Jane ha recibido ha sido omitida (‘No ill-usage so brands its record on my feelings’) (2) así como la referencia explícita al carácter apasionado de Jane (‘together with the passionate emotions it excited?’) (4). Estas omisiones en el TM0 presentan al lector un personaje más afable y comedido. 412 Por otra parte, ‘forget her severity’ se ha transformado en ‘perdonar la severidad de tu tía’ (3) con lo que en el TM0 Helen Burns introduce el tema del perdón ausente en el TO, ajustándose el TM0 al modelo religioso imperante en del franquismo, el catolicismo, que reconoce una autoridad que puede conceder el perdón de los pecados.413 El siguiente ejemplo también refleja el carácter impetuoso de Jane durante su estancia en Lowood en el TO: Ejemplo 8 REFERENCIA: Ideol_82_2 Página/s TO1: 82 ‘No; I know I should think well of myself; but that is not enough: if others don’t love me I would rather die than live—I cannot bear to be solitary and hated, Helen. Look here; to gain some real affection from you, or Miss Temple, or any other whom I truly love, I would willingly submit to have the bone of my arm broken, or to let a bull toss me, or to stand behind a kicking horse, and let it dash its hoof at my chest – (1)’ Página/s TM2: 92 - Mi conciencia está tranquila, pero si los demás no me quieren, vale más morir que vivir. No quiero vivir sola y despreciada, Helen (1). Jane, quien en el TO se muestra predispuesta a padecer cualquier sufrimiento si con ello logra el cariño de aquellos a los que aprecia (‘I would willingly submit to have the bone of my arm broken, or to let a bull toss me, or to stand behind a kicking horse, and let it dash its hoof at my chest’), tan solo afirma en el TM0 ‘No quiero vivir sola y despreciada’ omitiendo de nuevo la vehemencia que la caracteriza y las referencias a la violencia implícitas en su parlamento. Además, la despersonalización de ‘if others don’t love me I Un fenómeno similar se produce en Ideol_278_1 en el contexto de la visita que Jane realiza a Gateshead cuando Mrs. Reed está a punto de morir (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 413 No se profundiza más en esta cuestión en este apartado por tratarse de un aspecto que se desarrollará en el ejemplo 9 del análisis de la religión (5.2.4). 412 259 Capítulo 5 would rather die than live’ al traducirse como ‘si los demás no me quieren, vale más morir que vivir’ parece conferir a las palabras de la niña un tono más decoroso en el contexto del TM0. Durante ocho años Jane vive en Lowood, seis como alumna y dos como maestra. Tras este periodo, la marcha de Miss Temple, una de sus maestras en la institución a quien le unía un estrecho vínculo afectivo, conduce a Jane a replantearse su futuro más allá de sus puertas. Esta decisión la conduce a convertirse en la institutriz de Adèle Varens en Thornfield. A pesar de la satisfacción inicial por la nueva situación, Jane pronto vuelve a sentirse descontenta: Ejemplo 9 REFERENCIA: Ideol_129-130_1 Página/s TO1: 129-130 Who blames me? Many, no doubt; and I shall be called discontented. I could not help it; the restlessness was in my nature (1); it agitated me to pain sometimes (2). Then my sole relief was to walk along the corridor of the third story, backwards and forwards, safe in the silence and solitude of the spot, and allow my mind’s eye to dwell on whatever bright visions rose before it – and, certainly, they were many and glowing; to let my heart be heaved by the exultant movement, which, while it swelled it in trouble, expanded it with life; and, best of all, to open my inward ear to a tale that was never ended – a tale my imagination created, and narrated continuously; quickened with all of incident, fire, feeling, that I desired and had not in my actual existence. [...] Women are supposed to be very calm generally: but women feel just as men feel; they need exercise for their faculties, and a field for their efforts as much as their brothers do; they suffer from too rigid a restraint, too absolute a stagnation, precisely as men would suffer (3); and it is narrow-minded in their more privileged fellow-creatures (4) to say that they ought to confine themselves to making puddings and knitting stockings, to playing on the piano and embroidering bags. Página/s TM2: 135 Sin duda habrá muchos que me censuren, considerándome una perenne descontenta. Pero yo no podía evitarlo: era algo consustancial conmigo misma (1). (2) Cuando sentía con mucha intensidad aquellas impresiones, mi único alivio consistía en subir al tercer piso, pasear a lo largo del pasillo y dejar que mi imaginación irguiese ante mí en la soledad, un cuento maravilloso que nunca acababa: la narración, llena de color, fuego y sensaciones, de la existencia que yo deseaba vivir y no vivía. […] Se supone, generalmente, que las mujeres son más tranquilas; pero la realidad es que las mujeres sienten igual que los hombres, que necesitan ejercitar sus facultades y desarrollar sus esfuerzos como sus hermanos masculinos (3), aunque ellos (4) piensen que deben vivir reducidas a preparar budines, tocar el piano, bordar y hacer punto […]. En el ejemplo 9, considerado un alegato feminista (cf. Pell 1977; Rich 1995 [1979]; Johnson 1993; Gilbert y Gubar 2000 [1979]; Brennan 2010), Jane expresa su disconformidad con el sistema patriarcal y reivindica sus derechos como mujer. En el TM0 la ‘restlessness’ (1) que agitaba a Jane ‘to pain sometimes’ (2) se ha traducido como ‘era 260 Análisis e interpretación algo consustancial conmigo misma’, reduciéndose así la intensidad del permanente desasosiego de la protagonista y su ocasional dolor, que se representa en el TM0 como un personaje más conforme y resignado al papel que le corresponde desempeñar en la sociedad. Ahora bien, las modificaciones más destacables se encuentran en la segunda parte del fragmento. Si en el TO Jane se opone a las restricciones y el anquilosamiento impuestos tradicionalmente a las mujeres, el TM0 mediante la omisión de ‘they suffer from too rigid a restraint, too absolute a stagnation, precisely as men would suffer’ (3) obvia parte de las reivindicaciones de la protagonista. Por otro lado, en el TO la omisión de ‘it is narrow-minded in their more privileged fellow-creatures’ (4) elimina la calificación peyorativa de sus congéneres masculinos. En cuanto Mr. Rochester se instala en la mansión, el carácter inquieto de Jane parece apaciguarse ante el reto intelectual y emocional que suponen las charlas con el dueño de Thornfield. Los frecuentes encuentros entre ambos conducen al progresivo enamoramiento de la joven institutriz: Ejemplo 10 REFERENCIA: Ideol_183_1 Página/s TO1: 183 ‘[...] I have never heard Mr Rochester’s voice or step in the house to-day; but surely I shall see him before night: I feared the meeting in the morning; now I desire it, because expectation has been so long baffled that it is grown impatient. (1) ’ When dusk actually closed, and when Adèle left me to go and play in the nursery with Sophie, I did most keenly desire it (2). Página/s TM2: 181 ‘[…] y en todo el día no he visto ni oído a Mr. Rochester. Seguramente le veré antes de la noche. Por la mañana lo temía; pero ahora estoy impaciente por reunirme con él. (1)’ Mi impaciencia se acrecentó (2) cuando se hizo noche cerrada y Adèle se marchó a jugar con Sophie. Ejemplo 11 REFERENCIA: Ideol_202-203_1 Página/s TO1: 202-203 He comes in last: I am not looking at the arch, yet I see him enter. I try to concentrate my attention on those netting-needles, on the meshes of the purse I am forming – I wish to think only of the work I have in my hands, to see only the silver beads and silk threads that lie in my lap (1); whereas, I distinctly behold his figure, and I inevitably recall the moment when I last saw it; just after I had rendered him, what he deemed, an essential service, and he, holding my hand, and looking down on my face, surveyed me Página/s TM2: 198 Mr. Rochester entró el último. Yo procuré concentrar mi atención en la labor de que me había provisto (1). Al distinguir la figura de aquel hombre, recordé el momento en que le viera por última vez, cuando le acababa de prestar un inestimable servicio. Entonces él, cogiendo mi mano y mirándome, había revelado una tumultuosa emoción, de la que yo había participado. ¡Qué próximo a él me había sentido en aquel momento! […] 261 Capítulo 5 with eyes that revealed a heart full and eager to overflow; in whose emotions I had a part. How near had I approached him at that moment! [...] No sooner did I see that his attention was riveted on them, and that I might gaze without being observed, than my eyes were drawn involuntarily to his face; I could not keep their lids under control: they would rise, and the irids would fix on him (2). [...] they [Mr Rochester’s features] were full of an interest, an influence that quite mastered me, – that took my feelings from my own power and fettered them in his (3). Al observar que su atención estaba dedicada a ellas y que podía, por tanto, mirarle sin ser vista, le contemplé, (2) […]. […] eran interesantes y estaban llenos de una sugestión que me dominaba (3). Ejemplo 12 REFERENCIA: Ideol_218_1 Página/s TO1: 218 But in other points, as well as this, I was growing very lenient to my master: I was forgetting all his faults (1), for which I had once kept a sharp look-out. It had formerly been my endeavour to study all sides of his character: to take the bad with the good; and from the just weighing of both, to form an equitable judgment. Now I saw no bad (2). The sarcasm that had repelled, the harshness that had startled me once, were only like keen condiments in a choice dish: their presence was pungent, but their absence would be felt as comparatively insipid. And as for the vague something – was it a sinister or a sorrowful, a designing or a desponding expression? – that opened upon a careful observer, now and then, in his eye, and closed again before one could fathom the strange depth partially disclosed; that something which used to make me fear and shrink, as if I had been wandering amongst volcanic-looking hills, and had suddenly felt the ground quiver and seen it gape: that something, I, at intervals, beheld still; and with throbbing heart, but not with palsied nerves. Instead of wishing to shun, I longed only to dare – to divine it (3); and I thought Miss Ingram happy, because one day she might look into the abyss at her leisure, explore its secrets and analyse their nature. Página/s TM2: 211-212 En estas reflexiones prescindía de los aspectos malos del carácter de Rochester (1) (2). Su desagradable sarcasmo, su dureza, me parecían picantes condimentos de un excelente manjar. Y si su presencia era en algún sentido ingrata, su ausencia hacia la vida insípida para mí. (3) Consideraba dichosa a Miss Ingram, porque iba a poder asomarse a los abismos del carácter de aquel hombre y sondearlos. 262 Análisis e interpretación Ejemplo 13 REFERENCIA: Ideol_281_1 Página/s TO1: 281 But what is so headstrong as youth? What so blind as inexperience? These affirmed that it was pleasure enough to have the privilege of again looking on Mr. Rochester, whether he looked on me or not; and they added – ‘Hasten! hasten! be with him while you may: but a few more days or weeks, at most, and you are parted from him for ever!’ And then I strangled a new-born agony – a deformed thing which I could not persuade myself to own and rear – and ran on. (1) (1) Página/s TM2: 268 En el ejemplo 10 Jane declara en dos ocasiones su deseo de encontrarse en la biblioteca, como de costumbre, después de la cena con Mr. Rochester. ‘Now I desire it, because expectation has been so long baffled that it is grown impatient’ (1) se ha traducido como ‘pero ahora estoy impaciente por reunirme con él’. En este caso en el TM0 la impaciencia ha pasado a sustituir el deseo de Jane presente en el TO. El mismo fenómeno se repite con la traducción de ‘I did most keenly desire it’ (2) por ‘mi impaciencia se acrecentó’. En el TM0 estas modificaciones inciden directamente en la atenuación de la intensidad emocional que caracteriza a la protagonista y la expresión explícita del deseo femenino.414 En el primer fragmento del ejemplo 11 Jane traslada su narración al presente, intensificando los acontecimientos de la escena.415 El detalle de la descripción del TO se reduce considerable en el TM0 (1), disminuyendo así la dificultad que encuentra Jane en concentrarse en su labor y no observar a Rochester. El ‘active pleasure in looking of voyeurism rather than the passive satisfaction in display of exhibitionism’, al que apunta Nestor (1992: 87), ha sido reducido en el TM0. La pérdida del control de su voluntad expresada en los siguientes pasajes (2 y 3) también ha sido omitida en el TM0 (‘than my eyes were drawn involuntarily to his face; I could not keep their lids under control: they would rise, and the irids would fix on him’ y ‘that took my feelings from my own power and fettered them in his’). Si bien es cierto que se mantiene ‘eran interesantes y estaban llenos de una sugestión que me dominaba’, la representación global de Jane es la de una mujer más racional y capaz de dominar sus impulsos que en el TO. En el ejemplo 12 Jane reconoce que su juicio se está viendo afectado (‘I was growing very lenient to my master’) El ejemplo Ideol_182_1 también expresa el deseo de Jane (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). Las consecuencias de la modificación del tiempo narrativo en el TM0 se analizarán con más detalle en el apartado 5.3.1. 415 414 263 Capítulo 5 (1) y continúa afirmando que cada vez ignora más los defectos de este (‘I had once kept a sharp look-out. It had formerly been my endeavour to study all sides of his character: to take the bad with the good; and from the just weighing of both, to form an equitable judgment. Now I saw no bad’) (2). La omisión de estos dos segmentos en el TM0 presenta nuevamente a Jane cautelosa y capaz de dominar sus emociones lo que difiere de la representación proporcionada en el TO. Finalmente, Jane expresa de nuevo su deseo (‘I longed only to dare – to divine it’) (3), esta vez, de lograr acceder a los más recónditos pensamientos de Rochester. De igual forma que en los ejemplos anteriores, este nuevo anhelo de Jane también ha sido obviado en el TM0. Por lo que respecta al ejemplo 13, que se ha omitido por completo en el TM0, Jane-adulta reflexiona sobre su testarudez y ceguera de joven. Recuerda cómo se apresuró a llegar a Thornfield tras su estancia en Gateshead con motivo de la enfermedad y posterior fallecimiento de Mrs. Reed, movida por el deseo de reencontrarse con Rochester, y anticipando su futura separación cuando este contrajera matrimonio con Blanche Ingram. Inevitablemente, la supresión en el TM0 confiere a Jane un carácter más juicioso y reflexivo. A pesar de sus sentimientos hacia Mr. Rochester, que para autores como Wyatt se trata de atracción tanto física como intelectual (1990: 25), Jane trata de convencerse de la imposibilidad de que el dueño de Thornfield pueda considerarla algo más que una simple empleada: Ejemplo 14 REFERENCIA: Ideol_186-187_1 Página/s TO1: 186-187 ‘You,’ I said, ‘a favourite with Mr. Rochester? You gifted with the power of pleasing him? You of importance to him in any way? Go! your folly sickens me. And you have derived pleasure from occasional tokens of preference – equivocal tokens shown by a gentleman of family and a man of the world to a dependent and a novice. How dared you? Poor stupid dupe! – Could not even self-interest make you wiser? You repeated to yourself this morning the brief scene of last night? – Cover your face and be ashamed! He said something in praise of your eyes, did he? Blind puppy! Open their bleared lids and look on your own accursed senselessness! (1) It does good to no woman to be flattered by her superior (2), who cannot possibly intend to marry her; and it is madness in Página/s TM2: 184-185 «¿Tú, predilecta de Rochester? – pensé –. ¿Tú, dotada de la facultad de complacerle? ¿Tú, teniendo alguna importancia a sus ojos? ¿Es posible que te hayas dejado llevar por unas pocas muestras de preferencia, propias de un caballero y de un hombre de mundo, hacia ti, que eres una inexperta y además dependes de él? ¿Cómo has pensado en eso, pobre tonta? ¿No te avergüenzas pensando en la escena de esta última noche? (1) Una mujer no debe dejarse galantear por su jefe (2), que no puede soñar en casarse con ella, y es una locura, por otra parte, que las mujeres experimenten un amor para conservarlo oculto, porque ello agotaría su vida. (3) […]» 264 Análisis e interpretación all women to let a secret love kindle within them, which, if unreturned and unknown, must devour the life that feeds it; and, if discovered and responded to, must lead, ignis-fatus-like, into miry wilds whence there is no extrication (3).[...]’ Ejemplo 15 REFERENCIA: Ideol_189_1 Página/s TO1: 189 ‘You have nothing to do with the master of Thornfield, further than to receive the salary he gives you for teaching his protégée, and to be grateful for such respectful and kind treatment as, if you do your duty, you have a right to expect at his hands. Be sure that is the only tie he seriously acknowledges between you and him (1); so don’t make him the object of your fine feelings, your raptures, agonies, and so forth.’ Página/s TM2: 186 «Tú no tienes nada que ver con el dueño de Thornfield, sino para cobrar el sueldo que te paga por enseñar a su protegida y para agradecerle el trato amable que te da, y el cual tienes derecho a esperar mientras cumplas tus deberes a conciencia. Entre él y tú no pueden existir otras relaciones Prescinde, pues, de consagrarle tus (1). sentimientos, entusiasmos y cosas análogas.» En la primera parte del ejemplo 14, Jane se reprende a sí misma por haber albergado esperanzas con respecto a Rochester. Lo mismo ocurre en el TM0 aunque la supresión de ‘open their bleared lids and look on your own accursed senselessness!’ (1) disminuye la insensatez de la joven institutriz. Seguidamente, Jane reflexiona en el TO sobre las posibles consecuencias negativas de recibir halagos por parte de su patrón (‘It does good to no woman to be flattered by her superior’) (2). Sin embargo el TM0 ha introducido la expresión ‘no debe’ que implica la obligación moral de evitar este tipo de comportamiento. Finalmente, la supresión de ‘and, if discovered and responded to, must lead, ignis-fatuslike, into miry wilds whence there is no extrication’ (3) invalida en el TM0 cualquier posibilidad de romance entre una empleada y su superior y el consecuente perjuicio que esta situación podría suponer para la primera. De forma similar, en el ejemplo 15, ‘be sure that is the only tie he seriously acknowledges between you and him’ se ha transformado en ‘entre él y tú no pueden existir otras relaciones’, modificando el contenido de la oración del TO e incluyendo un mensaje adoctrinador respecto a la jerarquía social. Del mismo modo que en el ejemplo 15 (1) la insensatez de Jane ha sido reducida en el TM0, el ejemplo 16 presenta una extensa supresión que reflejaba en el TO otra faceta del carácter de la protagonista que seguiría la línea de ese ejemplo: 265 Capítulo 5 Ejemplo 16 REFERENCIA: Ideol_183_2 Página/s TO1: 183 I wanted to ask him plainly if he really believed it was she who had made last night’s hideous attempt; and if so, why he kept her wickedness a secret. It little mattered whether my curiosity irritated him; I knew the pleasure of vexing and soothing him by turns; it was one I chiefly delighted in, and a sure instinct always prevented me from going too far; beyond the verge of provocation I never ventured; on the extreme brink I liked well to try my skill. Retaining every minute form of respect, every propriety of my station, I could still meet him in argument without fear or uneasy restraint; this suited both him and me (1). Página/s TM2: 181 Era preciso preguntarle sobre Grace para ver lo que respondía; era preciso preguntarle francamente si creía que era la culpable del odioso atentado de la noche anterior y, en tal caso, por qué deseaba guardar el secreto. (1) Jane, que cree que Grace Poole ha sido la responsable del incendio provocado en el cuarto de Rochester, desea conocer el motivo por el que su patrón protege a esta sirvienta. Su afán por obtener tal información le conducen a afirmar que ‘it little mattered whether my curiosity irritated him’ y que disfrutaba ‘vexing and soothing him by turns’. El placer de Jane se explicita nuevamente (‘knew the pleasure’, ‘delighted in’) en el TO. Y a pesar de que afirma no haber rebasado jamás los límites del decoro, este comportamiento que seduce a Jane y la caracteriza como potencial transgresora de las barreras de las convenciones establecidas entre empleada y patrón,416 ha sido completamente eliminado del TM0. El inhabitual trato que Jane recibe en Thornfield conduce progresivamente a lo que se podría considerar una transgresión de roles, y aleja a la joven institutriz de ser, como la mayoría de las mujeres en su misma situación, ‘a bore to almost any gentleman’ (Neff 1966: 167). Los siguientes ejemplos son muestra de ello: En términos generales, puede considerarse que la posición de Jane Eyre en Thornfield era privilegiada. Como apunta Neff, tradicionalmente la institutriz estaba condenada a una vida solitaria ‘banished to remote rooms in the top of the house, shared too often with the children, and eating their meals in the schoolroom alone’ (1966: 165), lo que las conducía en múltiples ocasiones a caer en la depresión. No obstante, Jane goza de ventajas tales como disponer de una amplia habitación propia, el aprecio y admiración de su alumna, Adèle Varens, la compañía de la ama de llaves y las charlas diarias con Rochester en la biblioteca, que elimina el habitual grado de discriminación social que sufrían dichas empleadas en la época. Por otra parte, los comentarios jocosos sobre el trato que recibían las institutrices de los invitados de Rochester delante de la propia Jane ponen de manifiesto el carácter excepcional de la situación de Jane en Thornfield (Brontë 2006: 205-207). Otros ejemplos que reflejan esta atípica situación son Ideol_134_1, Ideol_156_1 e Ideol_157_1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 416 266 Análisis e interpretación Ejemplo 17 REFERENCIA: Ideol_251_1 Página/s TO1: 251 ‘[…] Well, you too have power over me (1), and may injure me: yet I dare not show you where I am vulnerable, lest, faithful and friendly as you are, you should transfix me at once (2).’ Página/s TM2: 242 -[...] En fin, usted puede influir en mí (1) y hasta herirme aunque no la mostrara mi lado más vulnerable (2). Ejemplo 18 REFERENCIA: Ideol_259_1 Página/s TO1: 259 ‘Little niggard!’ said he, ‘refusing me a pecuniary request! Give me five pounds, Jane.’ ‘Not five shillings, sir; nor five pence.’ ‘Just let me look at the cash.’ ‘No, sir; you are not to be trusted.’ (1) ‘Jane!’ ‘Sir?’ Página/s TM2: 250 - ¡Qué avarienta! ¡Negarme una petición de dinero! Deme cinco libras siquiera, Jane. - Ni cinco chelines, señor. Ni cinco peniques. - ¡Jane! - ¿Señor? (1) Ejemplo 19 REFERENCIA: Ideol_282-283_1 Página/s TO1: 282-283 I knew there would be pleasure in meeting my master again, even though broken by the fear that he was so soon to cease to be my master, and by the knowledge that I was nothing to him (1): but there was ever in Mr. Rochester (so at least I thought) such a wealth of the power of communicating happiness, that to taste but of the crumbs he scattered to stray and stranger birds like me, was to feast genially (2). His last words were balm: they seemed to imply that it imported something to him whether I forgot him or not. And he had spoken of Thornfield as my home – would that it were my home! (3) Página/s TM2: 269 Sentía verdadero placer en reunirme con Mr. Rochester, aunque acibarado por el pensamiento de que en breve dejaría de verle y de que, además, nada había de común entre él y yo (1). (2) Pero de sus palabras emanaba una sensación que me placía en extremo. Parecían indicar que le interesaba saber si yo me acordaba de él o no. Y había hablado de Thornfield como de mi casa... (3) Estos tres fragmentos corroboran la excepcional situación de Jane durante su estancia en Thornfield. En el ejemplo 17 Rochester reconoce que el poder que Jane ejerce sobre él podría llegar a perjudicarle (‘lest, faithful and friendly as you are, you should transfix me at once’) (2), en el ejemplo 18 Jane se atreve a afirmar ‘No, sir; you are not to be trusted’417 y en el ejemplo 19 Jane anhela que Thornfield fuera su verdadero hogar (‘would that it were my home!’) (3). Estas tres secciones han sido eliminadas en el TM0 con lo que el control de Jane se ve mermado, así como su osadía al dirigirse a su superior – además un También en Ideol_294_1 e Ideol_300_1 se ha omitido el atrevimiento de Jane (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 417 267 Capítulo 5 varón – en términos poco usuales, y su deseo de formar parte de Thornfield, probablemente como algo más que una mera institutriz. Nuevamente, la protagonista aparece en el TM0 más cautelosa y consciente de su situación social. Sin embargo, a pesar de la modificación de los roles habituales que presentaban estos últimos ejemplos, probablemente la conversación que tiene lugar entre Jane y Rochester en el jardín de Thornfield, momento en el que ambos confiesan su amor, es uno de los episodios en los que evidencia con más fuerza el rechazo por parte de Jane del papel tradicional de la mujer en la sociedad victoriana. Jane no logra reprimir sus palabras y declara su amor a Rochester aún creyendo que él está comprometido con Blanche Ingram: Ejemplo 20 REFERENCIA: Ideol_291_2 Página/s TO1: 291 ‘Because you are sorry to leave it?’ The vehemence of emotion, stirred by grief and love within me, was claiming mastery, and struggling for full sway, and asserting a right to predominate, to overcome, to live, rise, and reign at last: yes, – and to speak (1). (1) Página/s TM2: 276 - ¿Cómo? ¿Le disgusta tanto irse de aquí? Ejemplo 21 REFERENCIA: Ideol_292_1 Página/s TO1: 292 ‘I grieve to leave Thornfield: I love Thornfield: – I love it, because I have lived in it a full and delightful life – momentarily at least. I have not been trampled on. I have not been petrified (1). I have not been buried with inferior minds, and excluded from every glimpse of communion with what is bright and energetic and high. I have talked, face to face, with what I reverence, with what I delight in, – with an original, a vigorous, an expanded mind. I have known you, Mr. Rochester; and it strikes me with terror and anguish to feel I absolutely must be torn from you for ever (2). I see the necessity of departure; and it is like looking on the necessity of death.’ Página/s TM2: 276-277 - Me disgusta irme de Thornfield. Amo este lugar, y lo amo porque en él he vivido una vida agradable y plena, momentáneamente al menos, (1) porque no he sido rebajada a vivir entre seres inferiores ni excluida de toda relación con cuanto es superior y dinámico. He podido hablar con alguien a quien admiro, en cuyo trato me complazco… Un cerebro poderoso, amplio, original… En una palabra, le he conocido a usted, Mr. Rochester (2), y me asusta pensar en irme de su lado. Reconozco que debo marchar, pero lo reconozco como podría reconocer la necesidad de morir. 268 Análisis e interpretación Ejemplo 22 REFERENCIA: Ideol_292_2 Página/s TO1: 292 ‘Do you think I can stay to become nothing to you? Do you think I am an automaton? – a machine without feelings? and can bear to have my morsel of bread snatched from my lips, and my drop of living water dashed from my cup? (1) Do you think, because I am poor, obscure, plain, and little, I am soulless and heartless? You think wrong! – I have as much soul as you, – and full as much heart! And if God had gifted me with some beauty and much wealth, I should have made it as hard for you to leave me, as it is now for me to leave you. I am not talking to you now through the medium of custom, conventionalities, nor even of mortal flesh; – it is my spirit that addresses your spirit; just as if both had passed through the grave, and we stood at God’s feet, equal, – as we are!’ (2) Página/s TM2: 277 - [...] ¿Piensa que me es posible vivir a su lado sin ser nada para usted? (1) ¿Cree que soy una autómata, una máquina sin sentimientos humanos? ¿Piensa que porque soy pobre y oscura carezco de alma y de corazón? ¡Se equivoca! ¡Tengo tanto corazón y tanta alma como usted! Y si Dios me hubiese dado belleza y riquezas, le sería a usted tan amargo separarse de mí como lo es a mí separarme de usted. Le hablo prescindiendo de convencionalismos, como si estuviésemos más allá de la tumba, ante Dios, y nos hallásemos en un plano de igualdad, ya que en espíritu lo somos (2). En el ejemplo 20 Jane se siente incapaz de controlar ‘the vehemence of emotion’ que ‘was claiming mastery, and struggling for full sway, and asserting a right to predominate, to overcome, to live, rise, and reign at last: yes, – and to speak’.418 El carácter apasionado de Jane se desvela en el siguiente pasaje del ejemplo 21 en el que confiesa ‘it strikes me with terror and anguish to feel I absolutely must be torn from you for ever’ (2). En el TM0 estos dos pasajes han sido suprimidos, reinscribiendo a Jane en los límites del sistema patriarcal. De forma similar, en el ejemplo 22 (2) la omisión del signo de exclamación al final del parlamento de Jane en el TM0 disminuye la enérgica expresión de las palabras de la protagonista que presentan su discurso sobre la igualdad entre sexos y resaltan su rechazo de las convenciones (‘I am not talking to you now through the medium of custom, conventionalities, nor even of mortal flesh – it is my spirit that addresses your spirit; just as if both had passed through the grave, and we stood at God’s feet, equal, – as we are!’). Por otra parte la eliminación de ‘and can bear to have my morsel of bread snatched from my lips, and my drop of living water dashed from my cup?’ (1) disminuye en el TM0 la apasionada declaración de que Rochester lo es todo para ella. Tras la proposición de matrimonio de Rochester se produce la primera escena de contacto físico entre los prometidos, que Jane acepta con naturalidad: En este sentido los ejemplos Ideol_290_1 e Ideol_291_1 reflejan la incapacidad de Jane de controlar sus emociones, que se ha visto afectada en el TM0 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 418 269 Capítulo 5 Ejemplo 23 REFERENCIA: Ideol_295_1 Página/s TO1: 295 ‘Come to me – come to me entirely now (1),’ said he; and added, in his deepest tone, speaking in my ear as his cheek was laid on mine, ‘Make my happiness – I will make yours.’ ‘God pardon me!’ he subjoined ere long; ‘and man meddle not with me: I have her, and will hold her.’ ‘There is no one to meddle, sir. I have no kindred to interfere.’ ‘No – that is the best of it,’ he said. (2) Página/s TM2: 279 - Ven, ven conmigo (1) – y rozando mis mejillas con las suyas y hablándome al oído, murmuró –: Hazme feliz y yo te haré feliz a ti. (2) En el TO Rochester pide a Jane ‘Come to me – come to me entirely now’ (1) y en el TM0 se ha traducido como ‘Ven, ven conmigo’. El ‘entirely now’ ha sido suprimido con lo que la petición de Rochester de la entrega total de Jane ha desaparecido, disminuyendo las connotaciones sexuales de la escena. Por otra parte, resulta destacable que también se haya omitido en el TM0 el fragmento correspondiente a 2. En primer lugar, la referencias a la completa desvinculación de Jane de cualquier lazo familiar, que podrían hacerla parecer más vulnerable en el TO (‘There is no one to meddle, sir. I have no kindred to interfere’), y que parece satisfacer a Rochester (‘No – that is the best of it,’ he said), no se han mantenido en el TM0. Y, además, la intención adúltera de Rochester aunque expresada de forma velada (‘God pardon me!’ he subjoined ere long; ‘and man meddle not with me: I have her, and will hold her’) – si bien es cierto que en este momento de la narración el lector desconoce que este es un hombre casado – también ha desaparecido de la escena en el TM0.419 En el transcurso de las semanas antes de la boda de Jane y Rochester, la inversión de roles anteriormente comentada (ejemplos 17-22) se acentúa: Ejemplo 24 REFERENCIA: Ideol_301_1 Página/s TO1: 301 ‘I never met your likeness. Jane, you please me (1), and you master me (2) – you seem to submit, and I like the sense of pliancy you impart; and while I am twining the soft, silken skein round 419 Página/s TM2: 284-285 - Jane: nunca he hallado a nadie como tú. (1) Nadie me ha sometido (2), (3) nadie ha influido tan dulcemente como tú lo has hecho. (4) Esta influencia que ejerces sobre mí es mucho más Mrs. Fairfax presencia parte de la declaración de amor entre Rochester y Jane y en Ideol_304_1 esta última teme que haya podido malintepretar la situación, lo que se ha omitido en el TM0 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 270 Análisis e interpretación my finger, it sends a thrill up my arm to my heart (3). I am influenced – conquered (4); and the influence is sweeter than I can express; and the conquest I undergo has a witchery beyond any triumph I can win (5). Why do you smile, Jane? What does that inexplicable, that uncanny turn of countenance mean?’ (6) encantadora de cuanto se pueda expresar ¿por qué sonríes, Jane? (6) Pero (5). Ejemplo 25 REFERENCIA: Ideol_302_2 Página/s TO1: 302 ‘You are welcome to all my confidence that is worth having, Jane; but for God’s sake, don’t desire a useless burden! Don’t long for poison – don’t turn out a downright Eve on my hands!’ ‘Why not, sir? You have just been telling me how much you liked to be conquered, and how pleasant over-persuasion is to you. Don’t you think I had better take advantage of the confession, and begin and coax and entreat – even cry and be sulky if necessary—for the sake of a mere essay of my power?’ ‘I dare you to any such experiment. Encroach, presume, and the game is up.’ ‘Is it, sir? You soon give in. How stern you look now! Your eyebrows have become as thick as my finger, and your forehead resembles what, in some very astonishing poetry, I once saw styled, ‘a blue-piled thunderloft.’ That will be your married look, sir, I suppose?’ ‘If that will be your married look, I, as a Christian, will soon give up the notion of consorting with a mere sprite or salamander. But what had you to ask, thing, – out with it?’ ‘There, you are less than civil now; and I like rudeness a great deal better than flattery. I had rather be a thing than an angel (2). This is what I have to ask, – Why did you take such pains to make me believe you wished to marry Miss Ingram?’ (1) Página/s TM2: 286 - No te rehusaré ninguna confidencia confesable, Jane; pero, por amor de Dios, no te obstines en que te haga confidencias inútiles. (1) - ¿Por qué no obstinarme? Usted mismo me ha dicho que lo que le place de mí es mi fuerza de persuasión. (2) En resumen, ¿por qué se empeña usted en hacerme sufrir dándome a entender que iba a casarse con Blanche Ingram? Ejemplo 26 REFERENCIA: Ideol_302-303_1 Página/s TO1: 302-303 ‘Is that all? Thank God it is no worse!’ And now he unknit his black brows; looked down, smiling at me, and stroked my hair, as if well pleased at seeing a danger averted. ‘I think I may confess,’ he continued, ‘even although I should make you a little indignant, Jane – and I have seen what a fire-spirit you can be when you are Página/s TM2: 286 - ¿No es más que eso? ¡Menos mal! – y sonrió, desarrugó el entrecejo y pasó la mano por mi cabellera, con la satisfecha expresión de quien ha visto alejarse el peligro –. (1) 271 Capítulo 5 indignant. You glowed in the cool moonlight last night, when you mutinied against fate, and claimed your rank as my equal. Janet, by-thebye, it was you who made me the offer.’ ‘Of course I did. But to the point if you please, sir – Miss Ingram?’ (1) Ejemplo 27 REFERENCIA: Ideol_306_1 Página/s TO1: 306 The chill of Mrs. Fairfax’s warnings, and the damp of her doubts were upon me: something of unsubstantiality and uncertainty had beset my hopes. I half lost the sense of power over him (1). I was about mechanically to obey him, without further remonstrance (2); but as he helped me into the carriage, he looked at my face. Página/s TM2: 289 […] los consejos de Mrs. Fairfax acudieron a mi cerebro y la dudas que ella experimentaba se me comunicaron, empañando mis esperanzas con una sombra de incertidumbre. (1) Le obedecí maquinalmente sin replicar (2). Al ayudarme a subir al coche me miró. Ejemplo 28 REFERENCIA: Ideol_310-312_1 Página/s TO1: 310-312 ‘I would consent to be at your mercy, Jane.’ ‘I would have no mercy, Mr. Rochester, if you supplicated for it with an eye like that. While you looked so, I should be certain that whatever charter you might grant under coercion, your first act, when released, would be to violate its conditions.’ ‘Why, Jane, what would you have? I fear you will compel me to go through a private marriage ceremony, besides that performed at the altar. You will stipulate, I see, for peculiar terms – what will they be?’ ‘I only want an easy mind, sir; not crushed by crowded obligations. Do you remember what you said of Céline Varens? – of the diamonds, the cashmeres you gave her? I will not be your English Céline Varens. I shall continue to act as Adèle’s governess; by that I shall earn my board and lodging, and thirty pounds a year besides. I’ll furnish my own wardrobe out of that money, and you shall give me nothing but –’ ‘Well, but what?’ ‘Your regard; and if I give you mine in return, that debt will be quit.’ ‘Well, for cool native impudence and pure innate pride, you haven’t your equal,’ said he. We were now approaching Thornfield. ‘Will it please you to dine with me to-day?’ he asked, as we re-entered the gates. ‘No, thank you, sir.’ ‘And what for, “no, thank you?” if one may inquire.’ Página/s TM2: 293 - Me confiaría entonces a tu clemencia, Jane. - Yo no tendría clemencia para usted si me miraba como me mira ahora, porque estaría segura de que su primer acto sería violar las cláusulas de la Constitución que nos concediese, tan pronto como le dejásemos en libertad. (1) 272 Análisis e interpretación ‘I never have dined with you, sir: and I see no reason why I should now: till – ‘ ‘Till what? You delight in half-phrases.’ ‘Till I can’t help it.’ ‘Do you suppose I eat like an ogre or a ghoul, that you dread being the companion of my repast?’ ‘I have formed no supposition on the subject, sir; but I want to go on as usual for another month.’ ‘You will give up your governessing slavery at once.’ ‘Indeed, begging your pardon, sir, I shall not. I shall just go on with it as usual. I shall keep out of your way all day, as I have been accustomed to do: you may send for me in the evening, when you feel disposed to see me, and I’ll come then; but at no other time.’ ‘I want a smoke, Jane, or a pinch of snuff, to comfort me under all this, ‘pour me donner une contenance,’ as Adèle would say; and unfortunately I have neither my cigar-case, nor my snuff-box. But listen – whisper. It is your time now, little tyrant, but it will be mine presently; and when once I have fairly seized you, to have and to hold, I’ll just – figuratively speaking – attach you to a chain like this’ (touching his watch-guard). ‘Yes, bonny wee thing, I’ll wear you in my bosom, lest my jewel I should tyne.’ (1) En el ejemplo 24 destaca el léxico de dinámica colonial empleado en el TO para expresar la pérdida de poder de Rochester a favor de Jane (master, submit, conquered, conquest, triumph, win), que se ve atenuado a lo largo del pasaje en el TM0. Rochester acepta el poder que Jane ejerce sobre él cuando afirma ‘you master me’ (2). Jane es en el TO el sujeto de la dominación. Sin embargo, en el TM0 (‘nadie me ha sometido […] como tú lo has hecho’) se produce una pérdida de la aserción con la que Rochester expresa el control y el poder de Jane puesto que esta deja de ser el sujeto de la oración. De nuevo la omisión de ‘I am influenced – conquered’ (4) y de ‘and the conquest I undergo has a witchery beyond any triumph I can win’ (5) suponen una pérdida del logro de la mujer. Además, las referencias a ‘witchery’ (5) e ‘inexplicable […] turn of countenance’ (6) que en el discurso de Rochester proporcionan a Jane poderes sobrenaturales también han sido eliminadas en el TM0, dotando a la protagonista de cualidades puramente terrenales. En el ejemplo 25 Rochester le pide a Jane ‘Don’t long for poison – don’t turn out a downright Eve on my hands!’ (1), refiriéndose a la insistencia de Jane en conocer los motivos por los que fingió estar enamorado de Blanche Ingram. Esta comparación con Eva ha sido suprimida en el 273 Capítulo 5 TM0 despojando a Jane de la iniciativa sugerida por la alusión bíblica, así como del atrevimiento que Rochester le atribuye en el TO (‘downright’). La extensa omisión de 2, que ponía en relieve en el TO el disfrute de Jane ejerciendo control sobre Rochester (‘for the sake of a mere essay of my power?’), también ha sido omitida. Asimismo ha desaparecido del TM0 el paralelismo que Rochester establece entre Jane y un ser sobrehumano (‘I […] will soon give up the notion of consorting with a mere sprite or salamander’). 420 También se ha eliminado el comentario de Jane cuando afirma ‘I like rudeness a great deal better than flattery. I had rather be a thing than an angel’. Jane se aleja de nuevo del modelo de feminidad de ángel en el hogar al afirmar que prefiere la rudeza a los halagos y que no le importa no ser considerada un ángel. La omisión de estos comentarios en el TM0 reinscriben a Jane en un modelo de feminidad contrario al del TO. En el ejemplo 26 se retoma el campo semántico del discurso colonial del ejemplo 24 (‘firespirit’, ‘mutinied’, ‘rank’) para referirse a Jane. También se alude a la inversión de roles llevada a cabo por Jane al ser ella quien se declaró a Rochester (‘Janet, by-the-bye, it was you who made me the offer.’ ‘Of course I did.’) y Jane se encarga de reconducir la conversación al tema que le interesa (‘But to the point if you please, sir – Miss Ingram?’). Este pasaje, que representa otro ejemplo de supresión, obvia la transgresión de roles, elimina las referencias al poder que Jane ejerce sobre Rochester y su carácter dominante. Poco tiempo más tarde, en el ejemplo 27, Jane siente que ha perdido su autoridad sobre Rochester (‘I half lost the sense of power over him’) (1) y afirma ‘I was about mechanically to obey him, without further remonstrance’ (2), refiriéndose a aceptar la voluntad de Rochester de viajar a Millcote sin la compañía de Adèle. Sin embargo, la indicación de que esta había sido tan solo la primera intención de Jane (‘I was about […] to obey him’) se ha transformado en ‘Le obedecí maquinalmente sin replicar’ en el TM0, eliminando así su cambio de actitud y el posterior desafío de Jane, que se ha convertido en el TM0 en una mujer sumisa y obediente.421 En el ejemplo 28 Jane expone sus condiciones para el mes antes de la boda: no aceptará las atenciones de su patrón, seguirá ejerciendo de institutriz y percibiendo su salario. Rochester acepta los requisitos aunque la denomina Un fenómeno similar se produce en Ideol_231_1 e Ideol_294_2. También ocurre en Ideol_312_1 donde además se observa la eliminación del carácter dominante de Jane. En Ideol_363_1 se ha omitido la referencia que Rochester hace a la testarudez de Jane (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 421 Paralelamente el deseo de Jane de mantenerse económicamente independiente de Rochester se ha omitido en Ideol_309_1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 420 274 Análisis e interpretación ‘little tyrant’, volviendo a evocar las relaciones de poder.422 En el TM0, por su parte, las peticiones de Jane y su seguridad han desaparecido, transformándose de nuevo en una mujer más complaciente y dócil. Una vez descubierto el ocultamiento de Rochester, Jane lucha contra sus sentimientos y rehuye de las aproximaciones de su todavía patrón, que le propone quedarse junto a él, convirtiéndola así en su amante: Ejemplo 29 REFERENCIA: Ideol_345_1 Página/s TO1: 345 ‘If I could go out of life now, without too sharp a pang, it would be well for me,’ I thought; ‘then I should not have to make the effort of cracking my heart-strings in rending them from among Mr. Rochester’s (1). I must leave him, it appears. I do not want to leave him – I cannot leave him (2).’ Página/s TM2: 321 Pensé que me valdría más morir en aquel momento. (1) Sabía que debía abandonarle, y, sin embargo, no quería, no podía hacerlo (2). Ejemplo 30 REFERENCIA: Ideol_345_2 Página/s TO1: 345 ‘What! – How is this?’ he exclaimed hastily. ‘Oh, I know! you won't kiss the husband of Bertha Mason? You consider my arms filled and my embraces appropriated?’ ‘At any rate, there is neither room nor claim for me, sir.’ ‘Why, Jane? I will spare you the trouble of much talking; I will answer for you – Because I have a wife already, you would reply. – I guess rightly?’ ‘Yes.’ (1) Página/s TM2: 321 - ¡Cómo! – exclamó Rochester. Y agregó amargamente –: Ya: no quieres besar al marido de Bertha Mason. Supongo que consideras que con las caricias de ella tengo bastante. (1) Ejemplo 31 REFERENCIA: Ideol_346_1 Página/s TO1: 346 ‘[...] You intend to make yourself a complete stranger to me: to live under this roof only as Adèle’s governess; if ever I say a friendly word to you, if ever a friendly feeling inclines you again to me, you will say, – ‘That man had nearly made me his mistress: I must be ice and 422 Página/s TM2: 322 - […] Te propones convertirte para mí en una extraña, vivir bajo mi mismo techo exclusivamente como institutriz de Adèle, (1) rechazando mis palabras y mis aproximaciones como si fueras de piedra y de hielo (2). La testarudez de Jane, en esta ocasión relacionada con Mrs. Reed, también se hace patente en el ejemplo Ideol_166_1 que nuevamente se ha omitido en el TM0 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 275 Capítulo 5 rock to him;’ (1) and ice and rock you will accordingly become (2).’ Ejemplo 32 REFERENCIA: Ideol_346_2 Página/s TO1: 346 I cleared and steadied my voice to reply: ‘All is changed about me, sir; I must change too – there is no doubt of that; and to avoid fluctuations of feeling (1), and continual combats with recollections and associations, there is only one way – Adèle must have a new governess, sir.’ Página/s TM2: 322 - Señor – repuse –: todo ha cambiado para mí de tal forma que (1), para evitar enojosos recuerdos e ideas tristes, es preciso que busque usted una nueva institutriz para Adèle. El sufrimiento de Jane expresado en el ejemplo 29 ha sido eliminado del TM0 (‘then I should not have to make the effort of cracking my heart-strings in rending them from among Mr. Rochester’s’) (1) con lo que podría parecer que Jane es capaz de prescindir de sus sentimientos para tomar la decisión de marcharse de Thornfield. Por otra parte, la traducción de ‘I must leave him, it appears. I do not want to leave him – I cannot leave him’ por ‘Sabía que debía abandonarle, y, sin embargo, no quería, no podía hacerlo’ (2) altera también el trastorno experimentado por Jane en el TO. Además de cambiar el modo narrativo de ED a EI, que disminuye la intensidad de las palabras de Jane, 423 esta se muestra dubitativa en el TO debido a la introducción del ‘it appears’ mientras que en el TM0 Jane tiene la certeza de que debe abandonar a Rochester (‘Sabía que debía abandonarle’). Por otra parte, en el ejemplo 30 la reiteración de Rochester de que el motivo por el que Jane lo rechaza es su condición de hombre casado también se ha omitido en el TM0. Aunque no se ha obviado esta información en el TM0, el hecho de que se supriman estas palabras de Rochester, elimina en esta ocasión el deseo implícito de este de que Jane se quede con él convirtiéndose en su amante. Posteriormente, se alude de forma directa a la posibilidad de que Jane se podría convertir en su amante en el ejemplo 31, que ha vuelto a ser suprimido en el TM0. En el ejemplo 32 se ha eliminado la opción de que la decisión de Jane pueda cambiar (‘I must change too – there is no doubt of that; and to avoid fluctuations of feeling’) con lo que revela la determinación de no vacilar en su rechazo hacia Rochester. 423 Los cambios de modo narrativo se exploran en profundidad en el apartado 5.3.1. Cambio del tiempo narrativo. 276 Análisis e interpretación Finalmente, Jane decide huir de Thornfield movida por su voluntad de mantenerse fiel a sus principios. Como ha observado Rich, la protagonista demuestra que ‘[she] is not bound by orthodoxy, though superficially she is a creature of her time and place. [...] [A]s a woman, she insists on regulating her conduct by the pulse of her own integrity’ (1995: 106). Sin embargo, y a pesar de su decisión, Jane no puede evitar el recuerdo de su amado: Ejemplo 33 REFERENCIA: Ideol_369_1 Página/s TO1: 369 [...] I thought of him now – in his room – watching the sunrise; hoping I should soon come to say I would stay with him and be his. I longed to be his (1); […]. Página/s TM2: 341 […] Creía a Rochester en su cuarto, contemplando salir el sol, esperando que yo apareciese para decirle que me quedaba a su lado... (1) Ejemplo 34 REFERENCIA: Ideol_369-370_1 Página/s TO1: 369-370 [...] Oh, that fear of his self-abandonment – far worse than my abandonment – how it goaded me! It was a barbed arrow-head in my breast; it tore me when I tried to extract it; it sickened me when remembrance thrust it farther in. Birds began singing in brake and copse: birds were faithful to their mates; birds were emblems of love. What was I? In the midst of my pain of heart and frantic effort of principle, I abhorred myself. (1) I had no solace from selfapprobation: none even from self-respect. I had injured – wounded – left my master. I was hateful in my own eyes. Still I could not turn, nor retrace one step. (2) God must have led me on. (3) As to my own will or conscience, impassioned grief had trampled one and stifled the other. (4) Página/s TM2: 341 […] Me consideré odiosa a mis propios ojos. Sin embargo, no desanduve lo andado. (2) (3) (4) (1) Ejemplo 35 REFERENCIA: Ideol_373_1 Página/s TO1: 373 My rest might have been blissful enough, only a sad heart broke it. It plained of its gaping wounds, its inward bleeding, its riven chords. It trembled for Mr. Rochester and his doom; it bemoaned him with bitter pity; it demanded him with ceaseless longing (1); [...]. Página/s TM2: 344 Hubiera, pues, podido hallarme bastante a gusto, a no ser por el dolor de mi corazón. Las heridas de mi alma volvían a abrirse. Sufría por Rochester, experimentaba por él una amarga tristeza, (1) […]. 277 Capítulo 5 Ejemplo 36 REFERENCIA: Ideol_423_1 Página/s TO1: 423 […] I still again and again met Mr. Rochester, always at some exciting crisis (1); and then the sense of being in his arms, hearing his voice, meeting his eye, touching his hand and cheek, loving him, being loved by him (2) – the hope of passing a lifetime at his side, would be renewed, with all its first force and fire. Página/s TM2: 385-386 […] Muchas veces imaginaba hallarme con Rochester, (1) me sentía en sus brazos, oía su voz, veía su mirada, tocaba su rostro y sus manos, (2) y entonces la esperanza y el deseo de pasar la vida a su lado se renovaban en todo su prístino vigor. En el TM0 el deseo de Jane de estar con Rochester ha vuelto a ser suprimido en el ejemplo 33 (‘I longed to be his’) y en el ejemplo 35 (‘it demanded him with ceaseless longing’). En la primera parte del ejemplo 34 (1) se ha llevado a cabo una extensa omisión (‘Oh, that fear of his self-abandonment – far worse than my abandonment – how it goaded me! It was a barbed arrow-head in my breast; it tore me when I tried to extract it; it sickened me when remembrance thrust it farther in. Birds began singing in brake and copse: birds were faithful to their mates; birds were emblems of love. What was I? In the midst of my pain of heart and frantic effort of principle’). La expresión de su falta de consuelo por haber dañado a Rochester también se ha omitido (‘I had no solace from self-approbation: none even from self-respect. I had injured – wounded – left my master. I was hateful in my own eyes’) (2) y únicamente aparece en el TM0 ‘Sin embargo, no desanduve lo andado’, construyendo ahora paradójicamente un personaje más resolutivo y firme en su propósito en el TM0. Además, el hecho de que en el TM0 Jane no se considere un ser odioso por haber decidido abandonar a Rochester, puede dar lugar a la interpretación de que Rochester se merecía su dolor por haber intentado cometer bigamia. 424 El ejemplo 36 recoge de nuevo los momentos de flaqueza de Jane ‘I still again and again met Mr. Rochester, always at some exciting crisis’ (1), quien tras meses de separación sigue fantaseando con su amado. En el TM0 se alude al recuerdo de Rochester (‘Muchas veces imaginaba hallarme con Rochester’), pero se prescinde del comentario que indica en el TO que Jane no siempre lograba controlar su voluntad. También se han eliminado las referencias al contenido de los pensamientos de la joven que soñaba con ‘loving him, being loved by him’ (2). Si bien es cierto que en el TM0 se ha mantenido el deseo de la joven de estar con Rochester, el pasaje resulta más impreciso que el TO.425 Para un análisis de las connotaciones religiosas de este pasaje véase el comentario del ejemplo 15 en el apartado 5.2.4. La religión. 425 También se disminuye la sensualidad de los pensamientos de Jane respecto a Rochester en Ideol_460_1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 424 278 Análisis e interpretación Tras su huida de Thornfield, Jane hace constantes referencias a su desamparo y a su precaria situación económica: Ejemplo 37 REFERENCIA: Ideol_371_1 Página/s TO1: 371 [...], I am absolutely destitute (1). (1) Página/s TM2: 342 Ejemplo 38 REFERENCIA: Ideol_371_2 Página/s TO1: 371 [...] I might be questioned: I could give no answer but what would sound incredible and excite suspicion. Not a tie holds me to human society at this moment (1) [...]. Página/s TM2: 343 […] Quizá me preguntaran, yo acaso no supiera qué responder, y era probable que se extrañasen y sospecharan de mí. (1) Ejemplo 39 REFERENCIA: Ideol_385_1 Página/s TO1: 385 [...] Oh, this spectre of death! Oh, this last hour, approaching in such horror! Alas, this isolation – this banishment from my kind! (1) Not only the anchor of hope, but the footing of fortitude was gone – at least for a moment (2); but the last I soon endeavoured to regain. Página/s TM2: 355 [...] ¡Oh, el espectro de la muerte, la visión de la última hora que se aproxima con todos sus horrores! (1) (2) Más, al fin, pude recuperar mi presencia de ánimo. Ejemplo 40 REFERENCIA: Ideol_387_1 Página/s TO1: 387 Somehow, now that I had once crossed the threshold of this house, and once was brought face to face with its owners (1), I felt no longer outcast, vagrant, and disowned by the wide world (2). [...] Página/s TM2: 357 Desde que había cruzado el umbral de aquella casa y me sentía entre mis semejantes (1) (2) [...]. Ejemplo 41 REFERENCIA: Ideol_393_1 Página/s TO1: 393 ‘But I do think hardly of you,’ I said; ‘and I’ll tell you why – not so much because you refused to give me shelter, or regarded me as an impostor, as because you just now made it a species of reproach that I had no ‘brass’ and no house. Some of the best people that ever lived have been as destitute as I am (1); and if you are a Christian, Página/s TM2: 362 - La juzgo mal – repuse –, no tanto porque aquella noche me negase cobijo, sino por el reproche que me ha dirigido de que no tengo casa ni parneses. (1) Si es usted cristiana, no debe considerar la pobreza como un crimen. 279 Capítulo 5 you ought not to consider poverty a crime.’ Ejemplo 42 REFERENCIA: Ideol_445_1 Página/s TO1: 445 ‘What can you mean? It may be of no moment to you; you have sisters and don’t care for a cousin; but I had nobody (1); and now three relations, – or two, if you don’t choose to be counted, – are born into my world full-grown. I say again, I am glad!’ Página/s TM2: 403 - ¿De poca importancia? Quizá para usted que, teniendo dos hermanas, no necesita una prima, pero no para mí, (1) que me encuentro de improviso con tres parientes... o al menos con dos, si usted no quiere contarse en el número... ¡Qué contenta estoy, sí! En el ejemplo 37 Jane se declara ‘absolutely destitute’ ya que no posee absolutamente nada. Al bajar de la diligencia que la había dejado en Whitecross, un cruce de cuatro caminos, Jane pagó al conductor todo el dinero del que disponía y olvidó coger el hatillo en el que había guardado algo de ropa blanca, un broche y una sortija, las únicas posesiones con las que había partido de Thornfield. Jane vuelve a emplear el término ‘destitute’ para referirse a sí misma en el ejemplo 41 cuando habla con Hannah, después de que St John Rivers y sus hermanas la acogieran en Moor House. 426 Y en el ejemplo 40, Jane afirma que en compañía de los hermanos Rivers ‘I felt no longer outcast, vagrant, and disowned by the wide world’ (2). Todas estas referencias a la pobreza de Jane han sido omitidas del TM0. En este último ejemplo también se ha producido una modificación en la traducción de ‘with its owners’ (1). Esta expresión se ha convertido en ‘entre mis semejantes’ dotando a la situación de Jane en el TM0 de un sentido de comunidad, de grupo, de pertenencia que no existe en el TO. Esta idea se refuerza al omitir las alusiones al desamparo de Jane en el TM0: ‘Not a tie holds me to human society at this moment’ (ejemplo 38), ‘Alas, this isolation – this banishment from my kind!’ (ejemplo 39). En este último también se ha eliminado la vacilación de Jane que siente que ha perdido la esperanza y la fortaleza en su deambular antes de hallar cobijo en el hogar de los hermanos Rivers (2). En el ejemplo 42, se retoma la eliminación de indicativos de que la protagonista estuvo, al menos durante un tiempo, absolutamente sola en el mundo. Cuando Jane descubre que existe un parentesco con St John Rivers, Diana y Mary, su alegría la conduce a recordar la soledad y el aislamiento que sintió durante un tiempo (‘I had nobody’). La primera referencia al desamparo de Jane y a su falta de parientes se hace patente en Ideol_332_1 en el momento de su boda con Rochester, que también se ha eliminado en el TM0 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 426 280 Análisis e interpretación También durante su estancia con los hermanos Rivers, Jane establece una particular relación con St John Rivers. Convertida en maestra de una escuela de niñas, Jane pretende mantener una relación en términos de igualdad con St John Rivers, aunque este se mantiene siempre distante y se muestra contrariado ante la falta de sometimiento de Jane: Ejemplo 43 REFERENCIA: Ideol_442-443_1 Página/s TO1: 442-443 ‘You certainly shall not go till you have told me all,’ I said. ‘I would rather not just now.’ ‘You shall! – you must!’ (1) ‘I would rather Diana or Mary informed you.’ Of course these objections wrought my eagerness to a climax: gratified it must be, and that without delay (2); and I told him so. ‘But I apprised you that I was a hard man,’ said he, ‘difficult to persuade.’ ‘And I am a hard woman, – impossible to put off (3).’ (1) Página/s TM2: 401-402 - No se irá hasta que me lo diga – aseguré. - Preferiría que la informaran Mary o Diana. Tales objeciones no hacían más que estimular mi curiosidad. Era preciso satisfacerla (2), y se lo dije: - Ya le he manifestado que soy un hombre duro, impersuadible – objetó. - Y yo una mujer durísima (3). Ejemplo 44 REFERENCIA: Ideol_472_1 Página/s TO1: 472 […] it was only as a sincere Christian he bore so patiently with my perversity (1), and allowed so long a space for reflection and repentance. Página/s TM2: 426 […] aunque como cristiano era paciente ante mi contumacia (1) y me daba un largo plazo para reflexionar y arrepentirme. Ejemplo 45 REFERENCIA: Ideol_475_1 Página/s TO1: 475 ‘I should kill you – I am killing you ? Your words are such as ought not to be used: violent, unfeminine, and untrue (1). [...]’ Página/s TM2: 429 - ¿Que te mataría y te estoy matando? Tus palabras son injustas y violentas (1), […]. Ejemplo 46 REFERENCIA: Ideol_475_2 Página/s TO1: 475 I (1) had finished the business now. Página/s TM2: 429 Todo (1) había terminado. 281 Capítulo 5 Ejemplo 47 REFERENCIA: Ideol_476_2 Página/s TO1: 476 ‘Keep to common sense, St. John: you are verging on nonsense (1). You pretend to be shocked by what I have said. You are not really shocked: for, with your superior mind, you cannot be either so dull or so conceited as to (2) misunderstand my meaning. [...]’ Página/s TM2: 430 - No digas tonterías, John (1). Pareces mostrarte asombrado de lo que te he dicho y en realidad no lo estás. No es posible que tu inteligencia (2) no comprenda lo que quiero decirte. En el ejemplo 43 tras descubrir que es la heredera de un pariente de Madeira, Jane insiste en conocer el resto de la información que St John Rivers se niega a proporcionarle. La vehemencia de las palabras de Jane contenida en las exclamaciones ‘You shall! – you must!’ (1) ha sido eliminada en el TM0. Asimismo en 2 Jane no desiste de su propósito y le exige a St John Rivers que continúe su relato ‘without delay’, lo que también se ha suprimido en el TM0. Finalmente, Jane iguala su carácter al de St John Rivers cuando afirma ‘And I am a hard woman, – impossible to put off’ (3). 427 La omisión de las anteriores oraciones, junto con esta, disminuye el carácter imperativo y exigente de Jane en el TM0. La disconformidad de St John Rivers con el comportamiento de Jane queda patente en los ejemplos 44 y 45. En el ejemplo 44 St John Rivers considera perverso el rechazo de su propuesta de matrimonio, condición sine qua non para acceder a que viaje con él como misionera a la India, puesto que considera totalmente inadecuado que convivan sin ser marido y mujer. Tal perversidad ha sido traducida como ‘contumacia’ en el TM0. ‘Contumacia’ denota la tenacidad y dureza en mantener un error (DRAE). ‘Perversity’, sustantivo empleado en el TO para describir a Jane, implica causar daño intencionadamente. La traducción de ‘perversity’ como ‘contumacia’ suprime la maldad y crueldad con las que St John Rivers califica a Jane en el TO y simplemente la cataloga de obstinada en su equivocación. También en el ejemplo 45 St John Rivers critica el proceder de Jane cuando este describe su parlamento al rechazar su propuesta de matrimonio como ‘as ought not to be used: violent, unfeminine, and untrue’. En el TM0 se ha omitido el comentario ‘as ought not to be used’, así como ‘unfeminine’, eliminado el comentario explícito de que Jane no sigue las convenciones de la época y no se comporta como una dama. Por otra parte, ‘untrue’ se ha traducido como ‘injustas’ que pierde la noción de falsedad que St John Rivers atribuye a Jane en el TM0. Siguiendo la conversación anterior, Jane se dirige a St John Rivers sin reservas y en el ejemplo 47 declara ‘you are verging on La rebeldía de la protagonista también se ha visto alterada en el contexto de su estancia en Morton en Ideol_482_2 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 427 282 Análisis e interpretación nonsense’ (1) y le tilda de ‘dull’ y ‘conceited’ (2) por fingir no comprender que ella no quiera casarse con él sin amarle. En el TM0 estos dos segmentos se han eliminado, con lo que el atrevimiento de Jane queda reducido. Finalmente, en el ejemplo 46 Jane considera que ha puesto punto y final a la conversación (‘I had finished the business now’) y, por tanto, al persistente empeño de St John Rivers de convencerla para que haga algo que ella no desea. En el TM0, por el contrario, Jane deja de ser el sujeto de la oración (‘Todo había terminado’) con lo que el hecho de que ella haya sido quien ha zanjado el tema ya no se le puede atribuir. Cuando Jane escucha el misterioso llamamiento de Rochester (Brontë 2006: 483) se apresura a acudir a su encuentro: Ejemplo 48 REFERENCIA: Ideol_487-488_1 Página/s TO1: 487-488 ‘Your master himself may be beyond the British Channel, for aught you know: and then, if he is at Thornfield Hall, towards which you hasten, who besides him is there? His lunatic wife: and you have nothing to do with him: you dare not speak to him or seek his presence. You have lost your labour – you had better go no farther,’ urged the monitor. (1) Página/s TM2: 438 «Acaso él hubiese cruzado el canal de la Mancha, acaso no estuviese en Thornfield (1), [...].» Ejemplo 49 REFERENCIA: Ideol_488_1 Página/s TO1: 488 ‘Who would be hurt by my once more tasting the life his glance can give me? (1) I rave (2): perhaps at this moment he is watching the sun rise over the Pyrenees, or on the tideless sea of the south.’ Página/s TM2: 439 «(1) (2) ¿Quién sabe si a estas horas está contemplando la salida del sol en los Pirineos o sobre los tranquilos mares del Mediodía...?» Acercándose a Thornfield Jane se plantea la posibilidad de que Rochester se haya marchado y, por el contrario, si está allí, debe recordar que es un hombre casado: ‘‘if he is at Thornfield Hall, towards which you hasten, who besides him is there? His lunatic wife: and you have nothing to do with him: you dare not speak to him or seek his presence. You have lost your labour – you had better go no farther,’ urged the monitor’ (ejemplo 48). En el TM0 las referencias a que Rochester no es un hombre soltero se han omitido. De igual forma, tanto ‘Who would be hurt by my once more tasting the life his glance can give me?’ 283 Capítulo 5 (1) como ‘I rave’ (2) también han desaparecido en el TM0 (ejemplo 49). El delirio de Jane contenido en ‘I rave’ se ha omitido, así como su ‘sed’ de contemplar a Rochester una vez más. Jane descubre que Thornfield ha sufrido un incendio, provocado por Bertha Mason, y que esta ha muerto. Rochester se encuentra ahora en Ferndean donde se producirá su reencuentro: Ejemplo 50 REFERENCIA: Ideol_500_1 Página/s TO1: 500 ‘Jane Eyre! – Jane Eyre,’ was all he said. ‘My dear master,’ I answered, ‘I am Jane Eyre: I have found you out – I am come back to you.’ (1) ‘In truth? – in the flesh? My living Jane?’ ‘You touch me, sir, – you hold me, and fast enough: I am not cold like a corpse, nor vacant like air, am I?’ (2) ‘My living darling! These are certainly her limbs, and these her features; but I cannot be so blest, after all my misery. (3) It is a dream; such dreams as I have had at night when I have clasped her once more to my heart, as I do now; and kissed her (4), as thus – and felt that she loved me, and trusted that she would not leave me.’ Página/s TM2: 449 - ¡Jane Eyre, Jane Eyre! – exclamó –. (1) ¿Eres Jane de veras? ¿Jane viva? - Ya ve que mi piel está cálida y que respiro. (2) - ¡Mi querida Jane! Sí; eres tú. (3) Pero esto debe de ser un sueño, un sueño como los que tengo cuando imagino que la estrecho contra mi corazón (4), que me ama y que no me abandonará nunca. Ejemplo 51 REFERENCIA: Ideol_502_1 Página/s TO1: 502 ‘[...] My very soul demands you: it will be satisfied, or it will take deadly vengeance on its frame.’ (1) (1) Página/s TM2: 450 Ejemplo 52 REFERENCIA: Ideol_504_1 Página/s TO1: 504 If a moment’s silence broke the conversation, he would turn restless, touch me, then say, ‘Jane.’ (1) Página/s TM2: 452 En una ocasión en que en nuestra charla se produjo un silencio (1), […]. 284 Análisis e interpretación Ejemplo 53 REFERENCIA: Ideol_514_1 Página/s TO1: 514 ‘We must become one flesh Jane: [...].’ (1) without any delay, Página/s TM2: 462 - Debemos unirnos (1) sin dilación, Jane. En el ejemplo 50 Jane declara que ha vuelto para estar con Rochester (‘My dear master,’ I answered, ‘I am Jane Eyre: I have found you out – I am come back to you.’) (1) y le informa de que es la verdadera Jane la que está tocando y abrazando (‘You touch me, sir, – you hold me, and fast enough: I am not cold like a corpse, nor vacant like air, am I?’) (2). Las dos intervenciones de Jane se han suprimido en el TM0 con lo que la intensidad de la escena disminuye y el acercamiento físico entre Jane y Rochester desaparece. Rochester comprubeba la presencia de Jane y afirma ‘These are certainly her limbs, and these her features’ (3) con lo que se deduce que este la ha acariciado. No es así en el TM0 pues este segmento también se ha omitido. También se ha prescindido del comentario de Rochester que afirma que en sus sueños la besaba (4), disminuyendo así parte de las expresiones relativas al contacto físico emitidas por Rochester. También se ha eliminado parte de otro parlamento de Rochester en el TM0 en el ejemplo 51. Rochester afirma que su alma la reclama: ‘My very soul demands you: it will be satisfied, or it will take deadly vengeance on its frame’, pasaje que presenta en esta ocasión el deseo de alusión espiritual de Rochester. En el ejemplo 52 se reitera el contacto físico entre Rochester y Jane. Según la narración de Jane, cuando se producía un momento de silencio, Rochester se inquietaba y necesitaba acariciarla para cerciorarse de que era auténtica la presencia de Jane. También en esta ocasión se ha omitido en el TM0 esta indicación de contacto físico entre ambos. Finalmente, en el ejemplo 53 el comentario de Rochester ‘We must become one flesh’ ha sido traducido como ‘Debemos unirnos’ con la omisión de ‘one flesh’ en el TM0. A pesar de que en el TO Rochester también se refiere a contraer matrimonio, la referencia a ‘flesh’ incluye un matiz carnal del que carece el TM0.428 428 Este fenómeno ya se había producido en Ideol_323_1 e Ideol_365_1 (Véase Anexo Ideológico [1] Jane). 285 Capítulo 5 5.2.2. El modelo femenino representado por Bertha Mason A pesar de que la esposa de Rochester se encuentra confinada en el ático de Thornfield y sus apariciones en la novela son escasas, el TM0 revela una notable transformación de este personaje. Asimismo, los comentarios de los demás personajes respecto a su carácter y comportamiento se han visto alterados. Los primeros ejemplos se refieren al ataque de Bertha a su hermano Richard: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ideol_243_1 Página/s TO1: 243 What creature was it, that, masked in an ordinary woman’s face and shape, uttered the voice, now of a mocking demon, and anon of a carrion-seeking bird of prey? (1) Página/s TM2: 235 ¿Qué clase de ser era aquél? (1) Ejemplo 2 REFERENCIA: Ideol_245_1 Página/s TO1: 245 ‘Now, my good fellow, how are you?’ he asked. ‘She’s done for me, I fear (1),’ was the faint reply. Página/s TM2: 236 - ¿Cómo te encuentras? – preguntó. - Temo que muy mal (1) – fue la desmayada respuesta. Ejemplo 3 REFERENCIA: Ideol_245_2 Página/s TO1: 245 ‘You should not have yielded: you should have grappled with her at once (1),’ said Mr. Rochester. Página/s TM2: 236 - No debiste condescender en quedarte – dijo Rochester –. Debiste irte enseguida. (1) Ejemplo 4 REFERENCIA: Ideol_246_1 Página/s TO1: 246 ‘Directly, sir; the shoulder is just bandaged. I must look to this other wound in the arm: she has had her teeth here too, I think.’ (1) Página/s TM2: 237 - Enseguida. El hombro está vendado ya. Ahora veamos la dentellada que tiene en el brazo. (1) Ejemplo 5 REFERENCIA: Ideol_337_1 Página/s TO1: 337 ‘You know this place, Mason,’ said our guide; Página/s TM2: 315 - Tú ya conoces el sitio – dijo Rochester a Mason 286 Análisis e interpretación ‘she bit and stabbed (1) you here.’ –. Aquí es donde ella te mordió (1). Ejemplo 6 REFERENCIA: Ideol_356-357_1 Página/s TO1: 356-357 ‘[…] She and the surgeon, Carter (who dressed Mason’s wounds that night he was stabbed (1) and worried) […].’ Página/s TM2: 330 - [...] Ella y el médico Carter, el que curó a Mason la noche en que a éste (1) le mordió su hermana […]. En el ejemplo 1 las reflexiones de Jane sobre la naturaleza de la mujer que ha atacado a Richard Mason han quedado reducidas a ‘¿Qué clase de ser era aquél?’. Así las referencias a ‘mocking demon’ y ‘carrion-seeking bird of prey’ han sido omitidas y Bertha Mason queda representada como un ser menos diabólico y deshumanizado. En el ejemplo 2 Richard Mason responde a la pregunta de Rochester ‘She’s done for me, I fear’ que en el TM0 se ha convertido en ‘Temo que muy mal’. En el TO ‘she’ se refiere a Bertha y ocupa la posición de agente directo de su brutal agresión, sin embargo, la respuesta que ofrece en el TM0 desvincula a su hermana de la violencia del ataque y tan solo expresa su estado. De forma similar, la participación activa de Bertha se ve reducida en el ejemplo 3. Mientras que en el TO Rochester reprende a Mason por no haber opuesto resistencia a su hermana (‘You should not have yielded: you should have grappled with her at once’), en el TM0 el mensaje de Rochester ha sido variado considerablemente (‘No debiste condescender en quedarte. […] Debiste irte enseguida’) con lo que el comentario de Rochester en referencia a la violencia que Mason debería haber ejercido con Bertha se ha suprimido. En el ejemplo 4 el doctor Carter, que atiende a Richard Mason, comenta ‘I must look to this other wound in the arm: she has had her teeth here too, I think’ y, por su parte, en el TM0 se ha suprimido la referencia a que la mordedura que tiene Mason en el brazo la ha realizado Bertha, pues se ha omitido la segunda parte del parlamento de Carter (‘she has had her teeth here’). Aunque sí hay una mención a tal mordedura (‘ahora veamos la dentellada que tiene el brazo’), el lector desconoce quién ha sido el responsable. Finalmente, en los ejemplos 5 y 6, en los que se ha mantenido la referencia a que Bertha mordió a su hermano, se ha eliminado en los dos casos el término ‘stabbed’, mitigando la brutalidad del ataque. El siguiente incidente en el que se ve implicada Bertha Mason ocurre pocas noches antes de la boda de Jane y Rochester. Bertha entra en la habitación de Jane y parte en dos su velo de novia: 287 Capítulo 5 Ejemplo 7 REFERENCIA: Ideol_326_1 Página/s TO1: 326 ‘No, sir, I solemnly assure you to the contrary. The shape (1) standing before me had never crossed my eyes within the precincts of Thornfield Hall before; the height, the contour were new to me.’ ‘Describe it (2), Jane.’ ‘It seemed, sir, a woman (3), tall and large, with thick and dark hair hanging long down her back. [...].’ Página/s TM2: 305 - No; le juro que no. La mujer (1) que yo tenía ante mí no ha cruzado jamás sus miradas con las mías desde que vivo en Thornfield. Todo en su aspecto era nuevo para mí. - Descríbemela (2), Jane. - Me pareció (3) alta y corpulenta, con una negra cabellera cayéndole sobre la espalda. Ejemplo 8 REFERENCIA: Ideol_328_1 Página/s TO1: 328 ‘Thank God!’ he exclaimed, ‘that if anything malignant did come near you last night (1), it was only the veil that was harmed. Oh, to think what might have happened!’ Página/s TM2: 307 - ¡Gracias a Dios (1) que ese velo ha sido lo único que ha sufrido daño! ¡Oh, cuando pienso en lo que pudo haber sucedido! En su relato de los acontecimientos a Rochester, Jane describe al ‘ser’ que vislumbró en su cuarto empleando términos de una gran ambigüedad (ejemplo 7): ‘the shape’ (1) e ‘it seemed a woman’ (3). Para Grudin ‘Jane is privy to a vision that conflicts with the givens of her known world. The apparition is so strange that common language proves inadequate’ (1977: 150). De ahí que Jane emplee términos tan inespecíficos para referirse a Bertha Mason. En el TM0, por el contrario, esta indeterminación ha desaparecido ya que ‘the shape’ se ha convertido en ‘la mujer’ (1) e ‘it seemed, sir, a woman tall and large, with thick and dark hair’ ha quedado reducido en ‘me pareció alta y corpulenta, con una negra cabellera’ (3). De forma similar, la imprecisión de ‘describe it’ (2) ha vuelto a obviarse en el TM0 al traducirse como ‘descríbemela’. En el ejemplo 8 Rochester se refiere a Bertha como ‘anything malignant’, que se ha omitido en el TM0, prescindiendo de otra alusión peyorativa a su esposa. El día de la boda de Jane y Rochester, Mason interrumpe la ceremonia desvelando la existencia de su hermana Bertha como esposa del novio. Tras descubrirse el secreto de Rochester, este conduce a Jane a la habitación del ático en la que mantenía encerrada a su esposa: 288 Análisis e interpretación Ejemplo 9 REFERENCIA: Ideol_338_1 Página/s TO1: 338 What it was, whether beast or human being one could not, at first sight, tell: [...]. (1), Página/s TM2: 315 No era fácil, a primera vista, percibir si se trataba de un ser humano o no (1), [...]. Ejemplo 10 REFERENCIA: Ideol_338_2 Página/s TO1: 338 The maniac bellowed (1): she parted her shaggy locks (2) from her visage, and gazed wildly at her visitors. Página/s TM2: 315 La loca avanzó (1), separó de su rostro el cabello (2) que lo cubría y miró con fiereza a sus visitantes. Ejemplo 11 REFERENCIA: Ideol_338-339_1 Página/s TO1: 338-339 [...] She was a big woman, in stature almost equalling her husband, and corpulent besides: she showed virile force in the contest (1) – more than once she almost throttled him (2), athletic as he was. He could have settled her with a well-planted blow; but he would not strike: he would only wrestle. At last he mastered her arms; Grace Poole gave him a cord, and he pinioned them behind her: with more rope, which was at hand, he bound her to a chair. The operation was performed amidst the fiercest yells and the most convulsive plunges (3). Página/s TM2: 316 […] Ella era alta y corpulenta, tanto como su marido, y estaba dotada de una fuerza tremenda (1). Varias veces estuvo a punto de derribar a Rochester (2), a pesar de lo vigoroso que éste era. Cierto que él hubiera podido inmovilizarla, descargándole un golpe violento, pero no intentaba más que sujetarla. Al fin logró tomarla por los brazos. Grace Poole le tendió una cuerda y Rochester ató a la espalda las muñecas de la loca, lo que realizó a despecho de las sacudidas y empellones que ella daba (3). En general el primitivismo de Bertha Mason que conduce en el TO a su constante animalización se ha moderado en el TM0. En el ejemplo 9 Jane duda del tipo de ser ante el que se encuentra (‘What it was, whether beast or human being, one could not, at first sight, tell’). En el TM0 se mantiene la duda de Jane (‘No era fácil, a primera vista, percibir si se trataba de un ser humano o no’) pero no se insiste tanto en ella al omitir ‘What it was’ y además desaparece la referencia explícita a ‘beast’. El grito de Bertha en el ejemplo 10 (‘the maniac bellowed’) ha sido transformado en un simple movimiento ‘la loca avanzó’ (1) y ‘her shaggy locks’ se han transformado en ‘el cabello’ (2) con la subsecuente suavización de su aspecto y comportamiento. En el ejemplo 11 el forcejeo que se produce entre Rochester y Bertha también se ha visto atenuado. La virilidad que se le atribuye a Bertha ha desaparecido en el TM0 (‘she showed virile force in the contest’) (1) y el hecho de que esta estuvo a punto de estrangularle (‘she almost throttled him’) se ha convertido en ‘estuvo a punto de derribar a Rochester’ (2) reduciendo parte de la violencia de la escena. 289 Capítulo 5 Asimismo, aunque se indica la participación activa de Bertha en el forcejeo de Rochester, se ha producido la omisión de ‘the fiercest yells’ (3) con lo que el salvajismo de esta disminuye en el TM0. En el siguiente grupo de ejemplos Rochester conversa con Jane y trata de hacerle comprender los motivos por los que mantenía oculta a su esposa: Ejemplo 12 REFERENCIA: Ideol_346_5 Página/s TO1: 346 ‘[...] and she shall have her son, the keeper at Grimsby Retreat, to bear her company and be at hand to give her aid in the paroxysms, when my wife is prompted by her familiar to burn people in their beds at night, to stab them, to bite their flesh from their bones, and so on – (1)’ Página/s TM2: 322 - […] Y dentro de poco, su hijo, que es celador en el asilo de Grimsby, vendrá a ayudarle en su tarea de vigilar a mi mujer cuando sufre esos paroxismos en cuyo curso incendia camas, muerde y... (1) Ejemplo 13 REFERENCIA: Ideol_353_2 Página/s TO1: 353 ‘Jane, I will not trouble you with abominable details: some strong words shall express what I have to say. I lived with that woman upstairs four years, and before that time she had tried me indeed: her character ripened and developed with frightful rapidity; her vices sprang up fast and rank: they were so strong, only cruelty could check them, and I would not use cruelty. What a pigmy intellect she had, and what giant propensities! How fearful were the curses those propensities entailed on me! (1) Bertha Mason, the true daughter of an infamous mother, dragged me through all the hideous and degrading agonies which must attend a man bound to a wife at once intemperate and unchaste’ (2). Página/s TM2: 327-328 »No quiero disgustarte con detalles odiosos, Jane; vale más resumir. Viví con esa mujer más de cuatro años y en tal lapso su perverso carácter y sus malas inclinaciones se desarrollaron con increíble rapidez (1). Bertha Mason, digna hija de una madre degenerada, me hizo sufrir todas las torturas, todas las agonías que cabía esperar de su temperamento inmoderado y vicioso (2). Ejemplo 14 REFERENCIA: Ideol_355_1 Página/s TO1: 355 ‘[...] and my ears were filled with the curses the maniac still shrieked out (1); wherein she momentarily mingled my name with such a tone of demon-hate, with such langague! – no professed harlot ever had a fouler vocabulary than she (2): [...].’ Página/s TM2: 329 - […] En mis oídos sonaban los gritos de la perturbada (1). Súbitamente la oí pronunciar mi nombre con demoniaco acento de odio y percibí su abominable lenguaje. (2) 290 Análisis e interpretación Ejemplo 15 REFERENCIA: Ideol_346_3 Página/s TO1: 346 ‘Oh, Adèle will go to school – I have settled that already; nor do I mean to torment you with the hideous associations and recollections of Thornfield Hall – this accursed place – this tent of Achan – this insolent vault, offering the ghastliness of living death to the light of the open sky – this narrow stone hell, with its one real fiend, worse than a legion of such as we imagine. I was wrong ever to bring you to Thornfield Hall, knowing as I did how it was haunted.’ (1) Página/s TM2: 322 - Adèle irá a un colegio. No deseo atormentarte reteniéndote en Thornfield Hall. (1) Ejemplo 16 REFERENCIA: Ideol_357_1 Página/s TO1: 357 ‘The lunatic is both cunning and malignant; she has never failed to take advantage of her guardian’s temporary lapses; once to secrete the knife with which she stabbed (1) her brother, and twice to possess herself of the key of her cell, and issue therefrom in the night-time. On the first of these occasions, she perpetrated the attempt to burn me in my bed (2); on the second, she paid that ghastly visit to you. I thank Providence, who watched over you, that she then spent her fury on your wedding apparel, which perhaps brought back vague reminiscences of her own bridal days: – When I think of the thing which flew at my throat this morning, hanging its black and scarlet visage over the nest of my dove, my blood curdles (3) –’ Página/s TM2: 330-331 - La loca es a la vez maligna y astuta y jamás deja de aprovechar los descuidos de su celadora. Una vez logró esconder el cuchillo con que agredió (1) a su hermano y por dos veces consiguió coger la llave de su celda. La primera quemó mi cama (2), la segunda entró como un fantasma en tu alcoba. Doy gracias a la Providencia, que hizo que la demente descargase su furia en tu velo de boda, porque Dios sabe lo que pudo haber ocurrido. Cuando pienso en cómo saltó sobre mí esta mañana y me acuerdo de que estuvo en tu habitación, se me hiela la sangre (3). En el ejemplo 12 las acciones de Bertha que Rochester recuerda a Jane también se han mitigado en el TM0. Bertha ‘incendia camas’ en lugar de ‘burn people in their beds at night’ en el TM0 con lo que la voluntad de la esposa de Rochester de infligir daño a personas ha desaparecido. Por otra parte, se ha omitido la referencia a que Bertha había apuñalado a su hermano – que ya se había eliminado previamente en los ejemplos 5 y 6 – y la sanguinaria imagen contenida en ‘to bite their flesh from their bones’ ha sido completamente suprimida al traducirse como ‘muerde’. En el ejemplo 13 se han eliminado los comentarios de Rochester a los vicios de mujer, a sus limitaciones intelectuales y a los insultos que le profería (‘her vices sprang up fast and rank: they were so strong, only cruelty could check them, and I would not use cruelty. What a pigmy intellect she had, and what giant propensities! How fearful were the curses those propensities entailed on me!’) 291 Capítulo 5 (1). Además, ‘a wife at once intemperate and unchaste’ ha sido traducido como ‘su temperamento inmoderado y vicioso’ (2) con lo que la lujuria de Bertha Mason queda diluida en un vicio inespecífico. Nuevamente, en el ejemplo 14 la insistencia en los anatemas de Bertha: ‘the curses the maniac still shrieked out’ (1) se ha reducido a ‘los gritos de la perturbada’ y se ha suprimido la referencia al ‘fouler vocabulary’ de Bertha y la denominación de ‘harlot’ (2). En el ejemplo 15 la maldad que Rochester atribuye a su esposa se ha eliminado (‘with its one real fiend, worse than a legion of such as we imagine’).429 Por último en el ejemplo 16 ‘stabbed’ se ha transformado en ‘agredió’ (1) que resulta menos específico que en el TO y ‘she perpetrated the attempt to burn me in my bed’ se ha convertido en ‘quemó mi cama’ (2) con lo que el intento de asesinar a Rochester desaparece. En el último segmento de este ejemplo (3) Rochester objetifica a Bertha Mason refiriéndose a ella con el término ‘thing’, lo que no se ha reproducido en el TM0. También se ha reducido la violencia del ataque de Bertha que ‘flew at my throat’ mientras que en el TM0 ‘saltó sobre mí’. Por otra parte, la comparación que establece entre Bertha y un animal de caza de tinte diabólico y Jane y una frágil paloma ha desparecido (‘hanging its black and scarlet visage over the nest of my dove’). El relato del desenlace de Bertha Mason también ha sufrido modificaciones en el TM0. Cuando Jane regresa a Thornfield un posadero le relata cómo Bertha prendió fuego a Thornfield y posteriormente se encaramó al tejado de la mansión y se precipitó al vacío a pesar del intento de Rochester de salvarle la vida: Ejemplo 17 REFERENCIA: Ideol_492_1 Página/s TO1: 492 ‘[…] – (she was like as if she knew somehow how matters had gone on, and had a spite at her) – and she kindled the bed there; […]’(1) (1) Página/s TM2: 443 Ejemplo 18 REFERENCIA: Ideol_493_1 Página/s TO1: 493 ‘We saw him approach her; and then, ma’am, she yelled (1) and gave a spring, and the next minute she lay smashed on the pavement (2).’ 429 Página/s TM2: 443 - […] (1) Entonces ella dio un salto y se estrelló contra el suelo (2) . El contenido relativo a la familia y a la intertextualidad que se encuentra en este ejemplo se comentan en los apartados 5.2.3. (ejemplo 13) y 5.2.5 (ejemplo 6), respectivamente. 292 Análisis e interpretación Ejemplo 19 REFERENCIA: Ideol_494_1 Página/s TO1: 494 ‘Dead! Ay, dead as the stones on which her brains and blood were scattered.’ (1) Página/s TM2: 443 - Murió. Se rompió la cabeza contra las piedras de la explanada. (1) En el ejemplo 17 el carácter vengativo de Bertha, que es aparentemente el que la condujo a quemar la cama en la que dormía Jane mientras vivía en Thornfield, se ha mitigado al omitir la oración ‘she was like as if she knew somehow how matters had gone on, and had a spite at her) – and she kindled the bed there’. También se ha eliminado la referencia a que Rochester trató de salvar la vida de su esposa (‘We saw him approach her’) (1). Y, finalmente, los detalles escabrosos de la muerte de Bertha Mason se han omitido. Por una parte, ‘she lay smashed on the pavement’ (2) se ha transformado en ‘se estrelló contra el suelo’ en el ejemplo 18. Y en el ejemplo 19 ‘Ay, dead as the stones on which her brains and blood were scattered’ se ha traducido como ‘Se rompió la cabeza contra las piedras de la explanada’. 5.2.3. Modelos familiares Las relaciones familiares que se presentaban en el TO también han sufrido varias transformaciones en el TM0. No solo se han visto alteradas aquellas que afectan a Jane directamente, sino que también el vínculo entre Rochester y Bertha ha sido modificado. El primer ejemplo de esta categoría tiene lugar tras el violento enfrentamiento con su primo John, cuando Jane encerrada en la habitación roja, reflexiona sobre la promesa que Mrs. Reed había hecho a su tío antes de que este muriera: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ideol_20_1 Página/s TO1: 20 Mrs. Reed probably considered she had kept this promise; and so she had, I dare say, as well as her nature would permit her; but how could she really like an interloper not of her race, and unconnected with her, after her husband’s death, by any tie? It must have been most irksome to find herself bound by a hard-wrung pledge to stand in the Página/s TM2: 35 Sin duda, Mrs. Reed creía haber cumplido su promesa – y hasta quizá quepa decir que la cumplía tanto como se lo permitía su modo de ser –, pero en realidad, ¿cómo había de interesarse por una persona a la que no le unía parentesco alguno y que, muerto su marido, era una intrusa en su casa? (1) 293 Capítulo 5 stead of a parent to a strange child she could not love, and to see an uncongenial alien permanently intruded on her own family group (1). Jane considera que probablemente Mrs. Reed creía haber cumplido la voluntad de su tío Mr. Reed de cuidar de ella cuando él faltara. Si bien es cierto que el TM0 mantiene el sentido global del pensamiento de Jane, la omisión de la mitad de sus divagaciones (1), que incluye en el TO expresiones del tipo ‘irksome’, ‘she could not love’, ‘uncongenial alien’ o ‘permanently intruded’ disminuye el rencor y la aversión que Mrs. Reed sentía, según la niña, en relación con el compromiso adquirido y la sensación de rechazo que Jane experimenta en Gateshead. El pánico que Jane sufre durante su encierro en la habitación roja al creer haber visto el fantasma de su tío Mr. Reed, pues este había fallecido en aquel cuarto, conduce a Jane a suplicar a su tía que la saque de allí, ante lo que Mrs. Reed reacciona con crueldad y violencia: Ejemplo 2 REFERENCIA: Ideol_22_2 Página/s TO1: 22 Bessie and Abbot having retreated, Mrs. Reed, impatient of my now frantic anguish and wild sobs, abruptly thrust me back (1) and locked me in, without farther parley. Página/s TM2: 37 Bessie y Abbot se retiraron y Mrs. Reed, cansada de mis protestas y de mis súplicas, me volvió bruscamente la espalda (1), cerró la puerta y se fue sin más comentarios. El empujón que Mrs. Reed propina a Jane ha sido traducido en el TM0 como ‘me volvió bruscamente la espalda’ con lo que el gesto abusivo de Mrs. Reed desaparece y la rudeza de la escena disminuye. El episodio experimentado en la habitación roja provoca la enfermedad de Jane, y tras ser visitada por el apotecario, Mr. Lloyd, la niña fantasea con la posibilidad de ser enviada a una escuela: 294 Análisis e interpretación Ejemplo 3 REFERENCIA: Ideol_33-34_1 Página/s TO1: 33-34 Not a hint, however, did she drop about sending me to school: still I felt an instinctive certainty that she would not long endure me under the same roof with her (1); for her glance, now more than ever, when turned on me, expressed an insuperable and rooted aversion. Página/s TM2: 47-48 No hablaba nada de enviarme a la escuela, pero yo presentía que no había de conservarme mucho tiempo bajo su techo (1). En sus ojos, entonces más que nunca, se leía la extraordinaria aversión que yo le inspiraba. En el TM0 la certeza de Jane de que Mrs. Reed no consentiría que permaneciera durante demasiado tiempo en Gateshead, supone la eliminación de ‘would not long endure me’ con lo que de nuevo desaparece la expresión de parte del resentimiento de Mrs. Reed hacia Jane. De forma similar, en el siguiente ejemplo Jane reitera el cruel trato recibido en Gateshead y añade sus intentos de complacer a su tía: Ejemplo 4 REFERENCIA: Ideol_41_1 Página/s TO1: 41 Well might I dread, well might I dislike Mrs. Reed; for it was her nature to wound me cruelly; never was I happy in her presence (1). However carefully I obeyed (2), however strenuously I strove to please her (3), my efforts were still repulsed (4), and repaid by such sentences as the above. (1) (2) Página/s TM2: 55 Por mucho que hubiera deseado agradar a mi tía, (3) frases como aquélla, frecuentemente repetidas, me impedían hacerlo (4). La omisión de ‘Well might I dread, well might I dislike Mrs. Reed; for it was her nature to wound me cruelly; never was I happy in her presence’ (1) reduce el grado de malestar de la niña Jane en Gateshead así como su percepción de la crueldad por parte de su tía. Jane también destaca los infructuosos esfuerzos de complacer a su tía: ‘However carefully I obeyed, however strenuously I strove to please her’ (2) y (3). En el TM0 se ha eliminado el primer segmento (2), con lo que Jane se presenta como una niña menos obediente y sumisa. Por otra parte, la traducción de ‘however strenuously I strove to please her’ como ‘por mucho que hubiera deseado agradar a mi tía’ (3) con la desaparición de ‘strenuously’ que enfatizaba en el TO la persistencia de Jane en satisfacer a Mrs. Reed, contribuye nuevamente a la caracterización de la protagonista como una niña más desentendida y sin voluntad de reconciliación con su familia. Finalmente, ‘my efforts were still repulsed’ ha 295 Capítulo 5 sido transformado en ‘me impedían hacerlo’ (4) en el TM0 con lo que se refuerza la nueva imagen distante de la niña que proporciona el TM0 y se vuelve a disminuir el rechazo de Mrs. Reed al eliminar ‘were still repulsed’. Desanimada por los vanos intentos de aproximarse a su familia de acogida y conocedora de la inminente partida de Gateshead, Jane se enfrenta a Mrs. Reed y expresa el malestar que había estado reprimiendo durante su convivencia: Ejemplo 5 REFERENCIA: Ideol_44_1 Página/s TO1: 44 ‘I am glad you are no relation of mine (1). I will never call you aunt again as long as I live. I will never (2) come to see you when I am grown up; and if any one asks me how I liked you, and how you treated me, I will say the very thought of you makes me sick (3), and that you treated me with miserable cruelty.’ [...] ‘and locked me up there, to my dying day, though I was in agony, though I cried out, while suffocating with distress, ‘Have mercy! Have mercy, Aunt Reed! (4)’ [...] ‘Deceit is not my fault!’ I cried out in a savage, high voice. ‘But you are passionate, Jane, that you must allow; and now return to the nursery – there’s a dear – and lie down a little.’ ‘I am not your dear; I cannot lie down. Send me to school soon, Mrs Reed, for I hate to live here (5).’ Página/s TM2: 58-59 - Me alegro de no tener que tratar más con usted (1). No volveré a llamarla tía en mi vida. Nunca (2) vendré a verla cuando sea mayor, y si alguien me pregunta si la quiero, contestaré contándole lo mal que se ha portado conmigo (3) y la crueldad con que me ha tratado. […] mandó que me encerraran en el cuarto rojo, aunque yo la decía: ‘¡Tenga compasión, tía, perdóneme! (4)’, y lloraba y sufría infinitamente. […] - ¡Yo no tengo el defecto de mentir! – grité violentamente. - Vamos, Jane, cálmate. Anda, vete a tu cuarto y descansa un poco, queridita mía. - No quiero descansar, y además no es verdad que sea queridita suya. Mándeme pronto al colegio, porque no quiero vivir aquí (5). En el TO, Jane, enfurecida, se alegra de no ser familia directa de la señora Reed: ‘I am glad you are no relation of mine’ (1), aunque en el TM0 las palabras de la niña han sido traducidas como ‘Me alegro de no tener que tratar más con usted’. La intensidad de la escena se ha reducido al omitir las repeticiones presentes en el TO (‘I will never call you’, ‘I will never come’, ‘I will say’). 430 El TM0 también presenta la adición de la súplica ‘perdóneme’ (4),431 lo que revela que Jane lamenta la situación en la que se encuentran. También es destacable la omisión de ‘while suffocating with distress’, que refleja la intensidad de la opresión experimentada por Jane ante el castigo de encerrarla en el cuarto rojo. Por otra parte, se observa la omisión de ‘the very thought of you makes me sick’ (3), que pacifica la repulsa de Jane con respecto a su tía y suaviza este pasaje. Finalmente, 430 431 La traslación de las repeticiones del TO ya se ha desarrollado en el apartado 5.2.1. Este ejemplo también se explora en el apartado del análisis 5.2.4. La religión (ejemplo 9). 296 Análisis e interpretación mientras que Jane afirma que odia vivir en aquella casa en el TO (‘I hate to live here’), el TM0 presenta una versión un tanto más suave de su resentimiento y su rechazo con ‘no quiero vivir aquí’ (5). En general, las modificaciones en los episodios de Gateshead en el TM0 contribuyen a la moderación del carácter rencoroso e implacable de Mrs. Reed, filtradas por Jane, que parece odiar menos a la niña y ser más benevolente con ella. Sin embargo, Jane no logra olvidar los años vividos bajo la tutela de Mrs. Reed y expone la crudeza de su situación en Lowood a Miss Temple: Ejemplo 6 REFERENCIA: Ideol_84_2 Página/s TO1: 84 ‘Mrs. Reed, my uncle’s wife. My uncle is dead, and he left me to her care.’ ‘Did she not, then, adopt you of her own accord?’ ‘No, ma’am; she was sorry to have to do it (1): but my uncle, as I have often heard the servants say, got her to promise before he died that she would always keep me.’ Página/s TM2: 94 - Mrs. Reed, la viuda de mi tío. Mi tío murió y me dejó a cargo de ella. - ¿Así que no te recogió ella de por sí? - No. (1) Yo he oído siempre a las criadas que mi tío la hizo prometer, antes de morir, que me tendría siempre a su lado. Jane expresa en el TO que Mrs. Reed lamentaba el compromiso de cuidar de Jane, mientras que en el TM0 la expresión de la falta de voluntad por parte de Mrs. Reed de hacerse cargo de la niña ha vuelto a omitirse. Años más tarde, viviendo ya en Thornfield, Jane logra perdonar la severidad de su tía y decide acudir a su llamada en su lecho de muerte: Ejemplo 7 REFERENCIA: Ideol_258_1 Página/s TO1: 258 ‘Yes, sir, but that is long ago; and when her circumstances were very different: I could not be easy to neglect her wishes now (1).’ Página/s TM2: 248 - Sí, señor, pero eso ocurrió hace mucho y las circunstancias han variado. Mi deber ahora es complacerla (1). Ejemplo 8 REFERENCIA: Ideol_267_1 Página/s TO1: 267 ‘I have had more trouble with that child than any Página/s TM2: 256 - Esa niña me ha dado más disgustos que lo que 297 Capítulo 5 one would believe. Such a burden to be left on my hands (1) – and so much annoyance as she caused me, daily and hourly, with her incomprehensible disposition, and her sudden starts of temper, and her continual, unnatural watchings of one’s movements! [...]’ nadie puede imaginar. (1) ¡Cuántas complicaciones me produjo, cada día y cada hora, con su incomprensible carácter y con su brusquedad! ¡Y qué modo tenía de contemplarle a una! Ejemplo 9 REFERENCIA: Ideol_275_1 Página/s TO1: 275 ‘Because I disliked you too fixedly and thoroughly ever to lend a hand in lifting you to prosperity (1). I could not forget your conduct to me, Jane – the fury with which you once turned on me; the tone in which you declared you abhorred me the worst of anybody in the world; the unchildlike look and voice with which you affirmed that the very thought of me made you sick (2), and asserted that I had treated you with miserable cruelty. I could not forget my own sensations when you thus started up and poured out the venom of your mind (3): I felt fear as if an animal that I had struck or pushed had looked up at me with human eyes and cursed me in a man’s voice.’ Página/s TM2: 263-264 - Porque yo no deseaba mover una sola mano en favor tuyo (1). Yo no podía olvidar tu comportamiento conmigo, Jane, la furia con que una vez te revolviste contra mí, el tono con que declaraste que me odiabas más que a nadie en el mundo, que todos mis pensamientos hacia ti eran de aversión (2) y que te trataba con horrible crueldad. No podía olvidar tampoco lo que experimentaba cuando te volvías contra mí y comenzabas a increparme (3). Era como si un animal a quien hubiese golpeado me mirara con ojos humanos y me hablase para recriminarme. Ejemplo 10 REFERENCIA: Ideol_275-276_1 Página/s TO1: 275-276 ‘You have a very bad disposition,’ said she, ‘and one to this day I feel it impossible to understand: how for nine years you could be patient and quiescent under any treatment, and in the tenth break out all fire and violence, I can never comprehend (1).’ Página/s TM2: 264 - Tienes muy malos instintos – repuso –, y aún hoy no comprendo cómo has sido capaz de permanecer nueve años en el colegio sin rebelarte (1). Ejemplo 11 REFERENCIA: Ideol_276_1 Página/s TO1: 276 A strange and solemn object was that corpse to me. I gazed on it with gloom and pain: nothing soft, nothing sweet, nothing pitying, or hopeful, or subduing did it inspire; only a grating anguish for her woes not my loss – and a sombre tearless dismay at the fearfulness of death in such a form (1). Página/s TM2: 265 Aquel cadáver me produjo un efecto extraño y solemne. Le miré con espanto y tristeza. Nada había en él que sugiriese imágenes suaves, de piedad o de esperanza (1). En el ejemplo 7, Jane comenta a Rochester su voluntad de regresar a Gateshead para visitar a su tía moribunda. La modificación que han sufrido en esta ocasión las palabras de Jane 298 Análisis e interpretación en el TO introduce, como en ocasiones anteriores, un mensaje moralizante. Jane, que en el TO, expresa que se sentiría incómoda si no accediera a la voluntad de su tía (‘I could not be easy to neglect her wishes now’) ha sido transformado en ‘Mi deber ahora es complacerla’ en el TM0. Según el DRAE, el término ‘deber’ denota ‘Aquello a que está obligado el hombre por los preceptos religiosos o por las leyes naturales o positivas’, incluyendo, por tanto, la imposición de una responsabilidad por parte de un agente externo que en el TO era únicamente atribuible a la propia naturaleza de Jane. Ya en Gateshead (ejemplo 8), Mrs. Reed reitera que Jane había sido una carga para ella (‘Such a burden to be left on my hands’), lo que se ha omitido en el TM0. Nuevamente la profunda animadversión que Mrs. Reed sentía hacia Jane (ejemplo 9) ha sido omitida (‘I disliked you too fixedly and throughly’ (1). También el recuerdo del intenso enfrentamiento que tuvo lugar entre ambas se ha reducido pues ‘the very thought of me made you sick’ se ha transformado en ‘todos mis pensamientos hacia ti eran de aversión’ (2) y ‘poured out the venom of your mind’ se ha convertido en ‘comenzabas a increparme’ (3). Por último el contenido del ejemplo 10 ha sido transformado considerablemente. En el TO Mrs. Reed recuerda asombrada cómo Jane ‘could be patient and quiescent under any treatment’ durante los nueve años que pasó en Gateshead, que en el TM0, por el contrario, con la adición de ‘en el colegio’ parecen hacer referencia a la estancia de Jane en Lowood y no a su convivencia con la familia Reed. Tras el fallecimiento de su tía, Jane declara no sentirse afligida por la pérdida (ejemplo 11). Según el TO lo único que le inspiraba contemplar el cadáver de Mrs. Reed era ‘only a grating anguish for her woes not my loss – and a sombre tearless dismay at the fearfulness of death in such a form’, lo que elimina del TM0 la explícita falta de dolor de Jane. La carencia de un hogar se hace patente en el ejemplo 12 cuando Jane declara que ni Gateshead ni Lowood lo habían sido para ella: Ejemplo 12 REFERENCIA: Ideol_279-280_1 Página/s TO1: 279-280 How people feel when they are returning home from an absence, long or short, I did not know: I had never experienced the sensation. I had known what it was to come back to Gateshead when a child after a long walk, to be scolded for looking cold or gloomy; and later, what it was (1) Página/s TM2: 267 299 Capítulo 5 to come back from church to Lowood, to long for a plenteous meal and a good fire, and to be unable to get either. Neither of these returnings was very pleasant or desirable: no magnet drew me to a given point, increasing in its strength of attraction the nearer I came. The return to Thornfield was yet to be tried (1). De nuevo se ponen de manifiesto en el TO las miserias vividas en las dos etapas anteriores de su vida. Jane asegura que regresar a Gateshead o Lowood tras un paseo o al volver de la iglesia nunca representó una experiencia placentera. Sin embargo, el TM0 ha omitido esta información moderando las penurias vividas por la joven.432 También han sufrido modificaciones algunos de los comentarios que Rochester realiza sobre su esposa y su hogar: Ejemplo 13 REFERENCIA: Ideol_346_3 Página/s TO1: 346 ‘Oh, Adèle will go to school – I have settled that already; nor do I mean to torment you with the hideous associations and recollections of Thornfield Hall – this accursed place – this tent of Achan – this insolent vault, offering the ghastliness of living death to the light of the open sky – this narrow stone hell, with its one real fiend, worse than a legion of such as we imagine. I was wrong ever to bring you to Thornfield Hall, knowing as I did how it was haunted.” (1) Página/s TM2: 322 - Adèle irá a un colegio. No deseo atormentarte reteniéndote en Thornfield Hall. (1) Ejemplo 14 REFERENCIA: Ideol_346_4 Página/s TO1: 346 [...] but to each villain his own vice; and mine is not a tendency to indirect assassination, even of what I most hate. (1)’ Página/s TM2: 322 - […] Pero por perversas que sean mis inclinaciones, la de acometer un asesinato indirecto no figura entre ellas (1). Ejemplo 15 REFERENCIA: Ideol_347_1 Página/s TO1: 347 ‘[...] you misjudge me again: it is not because she 432 Página/s TM2: 322 - [...] me juzgas mal (1). La crítica que este pasaje supone para una familia y un orfanato que se declaran cristianos se analiza en el apartado 5.2.4. Religión (ejemplo 21). 300 Análisis e interpretación is mad I hate her (1). [...]’ Ejemplo 16 REFERENCIA: Ideol_350_1 Página/s TO1: 350 ‘[…] As to the new existence, it is all right: you shall yet be my wife: I am not married. You shall be Mrs. Rochester – both virtually and nominally (1). [...].’ Página/s TM2: 325 - […] Iremos a sitios donde no nos conozcan serás, de hecho y ante el mundo, mi mujer. (1) y Ejemplo 17 REFERENCIA: Ideol_Ideol_353_1 Página/s TO1: 353 ‘[...] when I perceived that I should never have a quiet or settled household (1), because no servant would bear the continued outbreaks of her violent and unreasonable temper, [...]’. Página/s TM2: 327 » […] (1) Ningún criado paraba en la casa, porque no podían soportar los arrebatos de mal carácter de mi mujer, sus abusos ni sus órdenes absurdas y contradictorias. Ejemplo 18 REFERENCIA: Ideol_354_1 Página/s TO1: 354 ‘Jane, I approached the verge of despair; a remnant of self-respect was all that intervened between me and the gulf. In the eyes of the world, I was doubtless covered with grimy dishonour; but I resolved to be clean in my own sight – and to the last I repudiated the contamination of her crimes (1), and wrenched myself from connection with her mental defects. [...]’ Página/s TM2: 328 - Me hallaba al borde de la desesperación. A los ojos del mundo yo estaba evidentemente cubierto de deshonor, pero resolví absolverme ante mí mismo (1) rompiendo todo lazo con ella. En los ejemplos 13 y 17 Rochester se refiere a que tanto su hogar como su familia se alejaban de todo convencionalismo. En el ejemplo 13, describe Thornfield como ‘this accursed place – this tent of Achan – this insolent vault, offering the ghastliness of living death to the light of the open sky – this narrow stone hell’ e ‘it was haunted’. A su esposa la considera ‘one real fiend, worse than a legion of such as we imagine’. En el ejemplo 17 declara que ‘I should never have a quiet or settled household’. Los tres pasajes han sido eliminados en el TM0, con lo que la imagen tan distante del modelo ideal de familia que se desprende del TO ha desaparecido. En los ejemplos 14 y 15 el odio que Rochester siente por su mujer ha sido omitido (‘even of what I most hate’ e ‘it is not because she is mad I hate her’). La desaparición de la expresión de su rencor hacia Bertha reformula la actitud de este hacia su esposa en el TM0. De forma similar, Rochester deja de renegar de su 301 Capítulo 5 matrimonio y de su esposa en los ejemplos 16 y 18 al omitirse en el TM0 su afirmación de no estar casado y su rechazo de lo que percibe como la contaminación de los crímenes de su esposa. 5.2.4. La religión Algunos de los aspectos concernientes a la religión provocaron ya en el siglo XIX el cuestionamiento de la moralidad de la protagonista y la consideración de Jane Eyre como una novela anticristiana e incluso antirreligiosa. A continuación se exploran las transformaciones de los modelos de espiritualidad en el TM0. La primera modificación se produce durante la estancia de Jane en Gateshead, a quien se le presenta una imagen de Dios castigador, propio del Evangelismo calvinista: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ideol_16_1 Página/s TO1: 16 ‘Besides,’ said Miss Abbot, ‘God will punish her: He might strike her dead in the midst of her tantrums, and then where would she go? (1) [...]’ Página/s TM2: 32 - Además – acrecentó Miss Abbot –, Dios la castigará (1). Miss Abbot, una de las sirvientas en Gateshead amenaza a Jane con un severo castigo de Dios por su comportamiento. Aunque el TM0 también mantiene la idea de que Dios castigará a Jane, la crueldad disminuye al omitir los posibles detalles de dicho castigo. En este mismo sentido, Rochester, quien cree merecer el más riguroso de los juicios por haber tratado de cometer bigamia, también se refiere a la severidad de Dios: Ejemplo 2 REFERENCIA: Ideol_336_1 Página/s TO1: 336 ‘[...] I am little better than a devil at this moment; and, as my pastor there would tell me, deserve no doubt the sternest judgments of God (1), even to the quenchless fire and deathless worm (2). [...].’ Página/s TM2: 314 - [...] Reconozco que he obrado diabólicamente… (1) (2) […]. 302 Análisis e interpretación En esta ocasión se ha omitido en el TM0 por completo la implacabilidad que Rochester cree que debe recibir de Dios.433 Sin embargo, la presencia de los puntos suspensivos en el TM0 parece indicar que la oración del TO proseguía y puede dar lugar a libres interpretaciones. La amistad que entabla con Helen Burns, permite a Jane descubrir la filosofía espiritual de esta, con la que se muestra en desacuerdo en un principio, aunque años más tarde, tras la muerte de su amiga recurrirá a ella: Ejemplo 3 REFERENCIA: Ideol_67_1 Página/s TO1: 67 I heard her with wonder: I could not comprehend this doctrine of endurance; and still less could I understand or sympathise with the forbearance she expressed for her chastiser (1). Página/s TM2: 79 La oía con asombro. No podía estar de acuerdo con aquella opinión (1). Ejemplo 4 REFERENCIA: Ideol_69_2 Página/s TO1: 69 ‘[...] Life appears to me too short to be spent in nursing animosity or registering wrongs. (1) We are, and must be, one and all, burdened with faults in this world (2): but the time will soon come when, I trust, we shall put them off in putting off our corruptible bodies; when debasement and sin will fall from us with this cumbrous frame of flesh, and only the spark of the spirit will remain, – the impalpable principle of light and thought, pure as when it left the Creator to inspire the creature: whence it came it will return; perhaps again to be communicated to some being higher than man – perhaps to pass through gradations of glory, from the pale human soul to brighten to the seraph (3)! Surely it will never, on the contrary, be suffered to degenerate from man to fiend? No; I cannot believe that: I hold another creed: which no one ever taught me, and which I seldom mention; but in which I delight, and to which I cling: for it extends hope to all: it makes Eternity a rest – a mighty home, not a terror and an abyss. Besides, with this creed, (4) I can so clearly distinguish between the criminal and his crime; I can so sincerely forgive the first 433 Página/s TM2: 70 - [...] A mí me parece que la vida es demasiado corta para perderla en odios infantiles y en recuerdos de agravios. (1) Es verdad que no hay que aguantar muchas cosas en este mundo (2), pero debemos pensar en el momento en que nuestro espíritu se desprenda de nuestro cuerpo y vuelva a Dios, que lo ha creado. Y entonces nuestra alma debe estar pura, porque ¿quién sabe si no será llamada a infundirse en un ser muy superior al hombre, en un ser celestial? (3) Sería, en cambio, muy triste que un alma humana se convirtiera en alma de un demonio. ¡No quiero pensar en eso! (4) Para que no suceda, hay que perdonar. Yo procuro distinguir al pecador del pecado. Odio el pecado y perdono al pecador, olvido los agravios que me hacen, y así vivo tranquila esperando el fin (5). La referencia bíblica que emplea Rochester se analiza en el ejemplo 7 del apartado del análisis 5.2.5. Intertextualidad. 303 Capítulo 5 while I abhor the last: with this creed revenge never worries my heart, degradation never too deeply disgusts me, injustice never crushes me too low (5): I live in calm, looking to the end.’ Ejemplo 5 REFERENCIA: Ideol_95_1 Página/s TO1: 95 It opened clear on my comprehension that Helen Burns was numbering her last days in this world, and that she was going to be taken to the region of spirits, if such region there were (1) . Página/s TM2: 102 Me pareció evidente que los días de Helen en este mundo estaban contados y que iba a pasar a la región de los espíritus (1). Ejemplo 6 REFERENCIA: Ideol_97_1 Página/s TO1: 97 ‘[...] By dying young, I shall escape great sufferings. I had not qualities or talents to make my way very well in the world: I should have been continually at fault.’ ‘But where are you going to, Helen? Can you see? Do you know?’ ‘I believe; I have faith: I am going to God.’ ‘Where is God? What is God?’ (1) ‘My Maker and yours, who will never destroy what He created. I rely implicitly on His power, and confide wholly in His goodness: I count the hours till that eventful one arrives which shall restore me to Him, reveal Him to me.’ (2) ‘You are sure, then, Helen, that there is such a place as heaven, and that our souls can get to it when we die?’ (3) ‘I am sure there is a future state; I believe God is good; I can resign my immortal part to Him without any misgiving. (4) God is my father; God is my friend: I love Him; I believe He loves me.’ Página/s TM2: 105 -[…] Muriendo joven, me evito muchos sufrimientos. Yo no tengo cualidades ni dotes para abrirme camino en el mundo y estaría siempre, si viviese, cometiendo errores. - Pero, ¿qué va a ser de ti, Helen? ¿Acaso sabes adónde vas a ir a parar? - Sí, lo sé, porque tengo fe. (1) Voy a reunirme con Dios, nuestro creador. Me entrego en sus manos y confío en su bondad. Cuento con impaciencia las horas que faltan para ese venturoso momento. (2) (3) (4) Dios es mi padre y mi amigo: le amo y creo que Él me ama a mí. Ejemplo 7 REFERENCIA: Ideol_273_1 Página/s TO1: 273 The rain beat strongly against the panes, the wind blew tempestuously: ‘One lies there,’ I thought, ‘who will soon be beyond the war of earthly elements. Whither will that spirit – now struggling to quit its material tenement – flit when at length released?’ In pondering the great mystery, I thought of Helen Burns, recalled her dying words – her faith – her doctrine of the equality of disembodied souls (1). I was still listening in Página/s TM2: 262 La lluvia batía violentamente los cristales y el viento aullaba con rabia. «¿Dónde irá – pensaba yo – el alma de esta mujer cuando abandone su cuerpo moribundo?» Mientras meditaba en tan gran misterio, recordaba a Helen Burns, sus últimas palabras, su fe, su creencia en la vida del más allá (1). Y me parecía escuchar su plácido tono, contemplar su rostro pálido y espiritual y su mirada sublime, verla luego tendida en su tranquilo lecho 304 Análisis e interpretación thought to her well-remembered tones – still picturing her pale and spiritual aspect, her wasted face and sublime gaze, as she lay on her placid deathbed, and whispered her longing to be restored to her divine Father’s bosom (2) – [...]. mortuorio... (2) La reflexión de Jane en el ejemplo 3 manifiesta su incapacidad de comprender la ‘doctrine of endurance’ de Helen Burns. A pesar de haber sido maltratada por Miss Scatcherd, Helen no se subleva ni tampoco protesta. Para Jane las injusticias son motivo de condena y la inducen a rebelarse, esta conducta impasible es inaceptable. Toda referencia en el TO a la abnegación o resignación de los intereses personales se ha eliminado o diluido en el TM0. Así, ‘this doctrine of endurance’ se ha traducido como ‘aquella opinión’; ‘the forbearance she expressed for her chastiser’ se ha eliminado y se ha añadido ‘nuestros conceptos respectivos’, impregnando el párrafo con estos cambios de cierta indeterminación. El ejemplo 4 reproduce el posicionamiento espiritual de Helen Burns. La adición de ‘infantiles’ en (1) para referirse al odio mitiga el contenido original del mensaje de la niña, que pasa de ser aplicable a cualquier ser humano independientemente de su edad en el TO (‘Life appears to me too short to be spent in nursing animosity or registering wrongs’) a afectar únicamente a los rencores de los niños en el TM0 (‘A mí me parece que la vida es demasiado corta para perderla en odios infantiles y en recuerdos de agravios)’. Por otra parte, Helen sostiene su creencia en el sacrificio terrenal firmemente arraigado en la convicción de la existencia de una vida más placentera tras la muerte (‘We are, and must be, one and all, burdened with faults in this world’) (2). Sin embargo, el mensaje de Helen se tergiversa en el TM0 cuando sus palabras se traducen como ‘Es verdad que no hay que aguantar muchas cosas en este mundo’. Del extenso parlamento que sigue (3), se han omitido en el TM0 los fragmentos en el que Helen detalla la corrupción del cuerpo, la vileza y el pecado (‘when debasement and sin will fall from us with this cumbrous frame of flesh’, únicamente manteniendo la idea de que ‘nuestra alma debe estar pura’ en el momento de la muerte. Toda la oración que describe el credo adoptado por Helen ha sido eliminada (4) con lo que la posibilidad de que la niña promulgue un nuevo credo ‘which no one ever taught me, and which I seldom mention; but in which I delight, and to which I cling’ desaparece en el TM0. Este nuevo credo, que según ella nadie le ha enseñado, rechaza la idea de que el hombre pueda llegar a degenerar en demonio y extiende la salvación a todos los hombres (‘it makes Eternity a rest – a mighty home, not a terror and an abyss’), que también se ha eliminado en el TM0. Más adelante Helen se vuelve a referir 305 Capítulo 5 a su credo particular (‘with this creed’) (5), que nuevamente desaparece en el TM0 y ‘olvido los agravios’ resulta el resumen de una intervención más completa y pormenorizada de la creencia de Helen ‘with this creed revenge never worries my heart, degradation never too deeply disgusts me, injustice never crushes me too low’. Por su parte Jane se plantea la existencia de Dios y el más allá en los ejemplos 5 y 6 en los momentos previos a la muerte de su amiga. En el ejemplo 5 Jane se cuestiona ‘if such region there were’, una duda que queda eliminada en el TM0. Por su parte, en el ejemplo 6 se ha mantenido la curiosidad de Jane ‘Pero, ¿qué va a ser de ti, Helen? ¿Acaso sabes adónde vas a ir a parar?’ pero las preguntas directas: ‘Where is God? What is God?’ (1) y la insistencia de Jane en saber de Helen de la existencia del paraíso y la posibilidad de alcanzarlo al morir: ‘You are sure, then, Helen, that there is such a place as heaven, and that our souls can get to it when we die?’ (3) se han omitido. Tales eliminaciones determinan un nuevo posicionamiento espiritual para Jane en el TM0, donde no parece dudar de los sólidos principios cristianos de Helen. También la férrea convicción en la bondad de Dios de Helen se ha condensado (2 y 4). El ejemplo 7 tiene lugar años después del fallecimiento de su amiga, tras la muerte de Mrs. Reed. En el TO Jane recuerda la ‘doctrine of the equality of disembodied souls’ de Helen (1) mientras que en el TM0 la idea de la igualdad de los seres humanos tras la muerte se pierde al traducirse como ‘su creencia en la vida del más allá’. También revive en el TM0 las últimas palabras de la niña que antes de morir ‘whispered her longing to be restored to her divine Father’s bosom’ (2). Sin embargo, tal deseo de morir y acudir junto a Dios se ha vuelto a omitir en el TM0. Otros pasajes que afectan a la espiritualidad de Jane también han sufrido alteraciones en el TM0. Uno de los aspectos que se modifica de forma más recurrente tiene que ver con el tema del perdón: Ejemplo 8 REFERENCIA: Ideol_25_1 Página/s TO1: 25 No severe or prolonged bodily illness followed this incident of the red-room; it only gave my nerves a shock of which I feel the reverberation to this day. Yes, Mrs. Reed, to you I owe some fearful pangs of mental suffering, but I ought to forgive you (1), for you knew not what you did: while rending my heart-strings, you thought you were only uprooting my bad propensities. Página/s TM2: 39 Con todo, ninguna enfermedad grave siguió a aquel incidente del cuarto rojo. El suceso me produjo únicamente un trauma nervioso, que aún hoy repercute en mi cerebro. Sí, Mrs. Reed: a usted le debo bastantes sufrimientos mentales... Pero la perdono (1), porque sé que ignoraba usted lo que hacía y que, cuando me sometía a aquella tortura, pensaba corregir mis malas inclinaciones. 306 Análisis e interpretación Ejemplo 9 REFERENCIA: Ideol_44_1 Página/s TO1: 44 ‘[...] and locked me up there, to my dying day, though I was in agony, though I cried out, while suffocating with distress, “Have mercy! Have mercy, Aunt Reed! (4)”’ Página/s TM2: 58 - […] mandó que me encerraran en el cuarto rojo, aunque yo la decía: ‘¡Tenga compasión, tía, perdóneme! (4)’, y lloraba y sufría infinitamente. Tal y como se había anticipado en el ejemplo 7 del apartado 5.2.1. (Ideol_69_1.3), en el que Helen recomienda a Jane que perdone a su tía en el TM0, en el ejemplo 9 de esta sección cuando Jane recuerda a Mrs. Reed su súplica de que no la encerrara en el cuarto rojo, el segundo ‘Have mercy’ se ha reemplazado por ‘perdóneme’ con lo que la caracterización de Jane se vuelve a ver transformada, pues en el TM0 Jane-niña parece aceptar que ha actuado inadecuadamente y pide perdón por ello, cediendo así la autoridad a su tía. Por su parte, en el ejemplo 8 es Jane quien perdona la ofensa de Mrs. Reed en el TM0. ‘I ought to forgive you’ se ha transformado en ‘la perdono’ con lo que Jane se muestra más clemente y menos rencorosa con Mrs. Reed. En ambos casos el TM0 se ve dotado de una clara voluntad cristiana en la que la idea del perdón cobra una relevancia fundamental. Se observan otros fragmentos que adecúan el comportamiento de Jane al contexto de la primera traducción: Ejemplo 10 REFERENCIA: Ideol_78-79_1 Página/s TO1: 78-79 ‘My dear children,’ pursued the black marble clergyman, with pathos, ‘this is a sad, a melancholy occasion; for it becomes my duty to warn you, that this girl, who might be one of God’s own lambs, is a little castaway: not a member of the true flock, but evidently an interloper and an alien (1). You must be on your guard against her; you must shun her example; if necessary, avoid her company, exclude her from your sports, and shut her out from your converse.’ Página/s TM2: 89-90 - Queridas niñas – siguió él –: lamentable es tener que manifestar que esta muchacha es una pequeña réproba (1). Pónganse en guardia contra ella y, de ser necesario, eludan su compañía, elimínenla de sus juegos, rehúyan [sic] su conversación. Ejemplo 11 REFERENCIA: Ideol_102_1 Página/s TO1: 102 I desired liberty; for liberty I gasped; for liberty I Página/s TM2: 108 Deseaba libertad, ansiaba la libertad y oré a Dios 307 Capítulo 5 uttered a prayer (1); it seemed scattered on the wind then faintly blowing (2). I abandoned it and framed a humbler supplication (3); for change, stimulus: that petition, too, seemed swept off into vague space (4): ‘Then,’ I cried, half desperate, ‘grant me at least a new servitude!’ por conseguir la libertad (1) (2). Necesitaba cambios, alicientes nuevos y, en conclusión, reconociendo lo difícil que era conseguir la libertad anhelada, rogué a Dios (3) (4) que, al menos, si había de continuar en servidumbre, me concediese una servidumbre distinta. Ejemplo 12 REFERENCIA: Ideol_316_1 Página/s TO1: 316 My future husband was becoming to me my whole world; and more than the world: almost my hope of heaven (1). He stood between me and every thought of religion, as an eclipse intervenes between man and the broad sun. I could not, in those days, see God for His creature (2): of whom I had made an idol. Página/s TM2: 297 Mi futuro esposo se había convertido para mí en la única cosa importante de este mundo, y creo que aun del otro (1). Él se había interpuesto entre mis sentimientos religiosos y yo como un eclipse se interpone entre el Sol y la Tierra. En aquella época, el hombre de quien había hecho un ídolo me impedía ver otra cosa que no fuera él (2). Ejemplo 13 REFERENCIA: Ideol_482_1 Página/s TO1: 482 I felt veneration for St. John – veneration so strong that its impetus thrust me at once to the point I had so long shunned. (1) Página/s TM2: 434 Experimenté admiración hacia John (1) […]. Ejemplo 14 REFERENCIA: Ideol_365_2 Página/s TO1: 365 ‘[...] I will keep the law given by God; sanctioned by man. I will hold to the principles received by me when I was sane, and not mad – as I am now. Laws and principles are not for the times when there is no temptation (1): they are for such moments as this, when body and soul rise in mutiny against their rigour; stringent are they; inviolate they shall be. If at my individual convenience I might break them, what would be their worth? (2) [...]’ Página/s TM2: 337 «[…] Respetaré la ley dada por Dios y sancionada por los hombres. Seguiré los principios que me fueron inculcados cuando estaba en mi plena razón y no loca, como ahora me siento. Las leyes y los principios no son para observarlos cuando no se presenta la ocasión de romperlos (1), sino para acordarse de ellos en los momentos de prueba, cuando el cuerpo y el alma se sublevan contra sus rigores (2). […]». Ejemplo 15 REFERENCIA: Ideol_369-370_1 Página/s TO1: 369-370 [...] Oh, that fear of his self-abandonment – far worse than my abandonment – how it goaded me! It was a barbed arrow-head in my breast; it tore me when I tried to extract it; it sickened me when remembrance thrust it farther in. Birds began singing in brake and copse: birds were faithful to their mates; birds were Página/s TM2: 341 […] Me consideré odiosa a mis propios ojos. Sin embargo, no desanduve lo andado. (2) (3) (1) 308 Análisis e interpretación emblems of love. What was I? In the midst of my pain of heart and frantic effort of principle, I abhorred myself. (1) I had no solace from selfapprobation: none even from self-respect. I had injured – wounded – left my master. I was hateful in my own eyes. Still I could not turn, nor retrace one step. (2) God must have led me on. (3) Ejemplo 16 REFERENCIA: Ideol_482-483_1 Página/s TO1: 482-483 I contended with my inward dimness of vision, before which clouds yet rolled. I sincerely, deeply, fervently longed to do what was right; and only that. ‘Show me, show me the path!’ I entreated of Heaven (3). Página/s TM2: 435 En cuanto a mí, sentíame sinceramente inclinada a realizar lo que ya consideraba acertado, a seguir el camino que me condujera al cielo (3). En el ejemplo 10 la descripción que Brocklehurst hace de Jane (‘this girl, who might be one of God’s own lambs, is a little castaway: not a member of the true flock, but evidently an interloper and an alien’) ha quedado reducida en el TM0 a ‘esta muchacha es una pequeña réproba’, disminuyendo la crudeza de sus palabras y al mismo tiempo atenuando la condición de otredad de Jane. En el ejemplo 11 Jane tras haber pasado ocho años en Lowood expresa su ansia de libertad: ‘I desired liberty; for liberty I gasped; for liberty I uttered a prayer’. En el TM0 se especifica que la oración de Jane iba dirigida a Dios ‘oré a Dios por conseguir la libertad’ (1) pero se ha omitido la descripción de la plegaria como llevada por el viento (2). Nuevamente cuando Jane ‘framed a humbler supplication’, el TM0 vuelve a incluir que es a Dios a quien le hace sus súplicas ‘rogué a Dios’ (3) que otra vez es desatendida en el TO (‘that petition, too, seemed swept off into vague space’) pero tampoco no se hace mención de ello en el TM0. En el ejemplo 12 Jane declara la adoración que siente por Rochester. En el TM0 se incluye la referencia a que este se estaba convirtiendo en lo más importante en su vida, sin embargo se ha omitido la referencia de lo que se podría considerar una idolatría pagana con la eliminación de ‘almost my hope of heaven’ (1) y la traslación de ‘I could not, in those days, see God for His creature’ como ‘me impedía ver otra cosa que no fuera él’ (2). Siguiendo esta línea, también en el 13 la ‘veneration for St. John – veneration so strong that its impetus thrust me at once to the point I had so long shunned’ ha sufrido una alteración en el TM0. Por una parte, ‘veneration’ se ha traducido como ‘admiración’. Según la DRAE admirar implica ‘ver, contemplar o considerar con estima o agrado especiales a alguien o algo que llaman la atención por cualidades juzgadas como extraordinarias’. ‘Venerar’ también contiene este 309 Capítulo 5 significado pero la segunda acepción del término indica una relación con Dios, santos o elementos sagrados. Probablemente la conexión que Jane establece entre St John Rivers y lo sagrado haya conducido a la modificación del primer ‘veneration’ y a la eliminación del segundo. Como en el ejemplo anterior, la adoración de Jane por un ser humano se ha suprimido. El ejemplo 14 tiene lugar en el contexto del dilema que se le presenta a Jane una vez descubierto el engaño de Rochester. Esta se debate entre atender a sus sentimientos y permanecer al lado de Rochester, convirtiéndose así en su amante, o cumplir con sus principios y separarse de su amado. ‘Laws and principles are not for the times when there is no temptation’ afirma Jane en el TO, aunque en el TM0 la tentación se ha sustituido por ‘la ocasión de romperlos’ (1). Y la posibilidad de quebrantar sus ideales (‘If at my individual convenience I might break them, what would be their worth?’) se ha omitido completamente en el TM0 (2). Después de abandonar a Rochester y huir de Thornfield, en el ejemplo 15 Jane asegura ‘In the midst of my pain of heart and frantic effort of principle, I abhorred myself’ (1). Aunque en el TM0 Jane también se considera un ser despreciable (‘Me consideré odiosa a mis propios ojos’), se ha eliminado que tal sentimiento emerge tras haber obedecido un principio moral. También se ha suprimido la noción de la falta de consuelo a pesar de perseguir la decencia y su integridad como mujer (‘I had no solace from self-approbation: none even from self-respect. I had injured – wounded – left my master. I was hateful in my own eyes’) (2). La idea de que Jane no siente alivio y le pesa más el sufrimiento de Rochester no está presente en el TM0. También se ha omitido la sospecha de Jane de que Dios la ayudó a seguir adelante (‘God must have led me on’). Finalmente, en el ejemplo 16 la súplica de Jane ha sido modificada considerablemente. Mientras que en el TO Jane suplica que se le indique el camino que debe seguir (‘Show me, show me the path!’ I entreated of Heaven), en el TO Jane anhela ‘seguir el camino que me condujera al cielo’ (3) dotando al personaje de una voluntad espiritual distinta del TO. Las palabras de St John Rivers también han sufrido alteraciones en el TM0: Ejemplo 17 REFERENCIA: Ideol_464_2 Página/s TO1: 464 ‘[…] It is the Rock of Ages I ask you to lean on: do not doubt but it will bear the weight of your human weakness.’ (1) (1) Página/s TM2: 420 310 Análisis e interpretación Ejemplo 18 REFERENCIA: Ideol_480-481_1 Página/s TO1: 480-481 A calm, subdued triumph, blent with a longing earnestness, marked his enunciation of the last glorious verses of that chapter. The reader believed his name was already written in the Lamb’s book of life, and he yearned after the hour which should admit him to the city to which the kings of the earth bring their glory and honour; which has no need of sun or moon to shine in it, because the glory of God lightens it, and the Lamb is the light thereof. In the prayer following the chapter, all his energy gathered -- all his stern zeal woke: he was in deep earnest, wrestling with God, and resolved on a conquest. He supplicated strength for the weak-hearted; guidance for wanderers from the fold: a return, even at the eleventh hour, for those whom the temptations of the world and the flesh were luring from the narrow path. He asked, he urged, he claimed the boon of a brand snatched from the burning. Earnestness is ever deeply solemn: first, as I listened to that prayer, I wondered at his; then, when it continued and rose, I was touched by it, and at last awed. He felt the greatness and goodness of his purpose so sincerely: others who heard him plead for it, could not but feel it too. (1) (1) Página/s TM2: 434 Ejemplo 19 REFERENCIA: Ideol_481_1 Página/s TO1: 481 ‘[…] My Master was long-suffering: so will I be. I cannot give you up to perdition as a vessel of wrath: repent – resolve, while there is yet time (1).’ Página/s TM2: 434 - […] Mi Maestro soportó mucho; también yo lo soportaré. Quiero darte, mientras pueda ser, una última posibilidad de salvación. Te ofrezco la posibilidad de elegir entre lo mejor y lo peor. (1) En el ejemplo 17 St John Rivers pide a Jane ‘It is the Rock of Ages I ask you to lean on: do not doubt but it will bear the weight of your human weakness’ incluyendo así la noción de la debilidad humana y, en consecuencia, la posibilidad de pecar, que ha sido obviada en el TM0. El ejemplo 18 presenta otra extensa omisión. Resumidamente, desaparecen del TM0 las referencias a la firme convicción de St John Rivers de merecerse el cielo, sus plegarias por aquellos que sentían tentaciones y los que se habían extraviado del recto camino y su capacidad de transmitir sus férreos ideales. Y en el ejemplo 19, St John Rivers, quien se cree dotado de la gracia de Dios, califica a Jane de pecadora cuando le dice ‘repent – 311 Capítulo 5 resolve, while there is yet time’. Esta oración se ha omitido en el TM0. Y la idea de la ‘perdition’ de Jane se ha transformado en ‘una última posibilidad de salvación’. Por otra parte, en el TM0 se observa la adición de ‘Te ofrezco la posibilidad de elegir entre lo mejor y lo peor’, que parece clarificar las palabras de St John Rivers en el TO. Otras modificaciones en el TM0 tienen que ver con críticas a algún aspecto de la religión llevadas a cabo en el TO: Ejemplo 20 REFERENCIA: Ideol_279_1 Página/s TO1: 279 When we parted, she said: ‘Good-bye, cousin Jane Eyre; I wish you well: you have some sense.’ I then returned: ‘You are not without sense, cousin Eliza; but what you have, I suppose, in another year will be walled up alive in a French convent. However, it is not my business, and so it suits you, I don’t much care.’ ‘You are in the right,’ said she (1); and with these words we each went our separate way. Página/s TM2: 266 […] Al despedirme, me dijo: - Adiós, prima Jane Eyre. Le deseo buena suerte. Es usted sensata. - También usted, prima Eliza – repuse. (1) Y con estas palabras nos despedimos. Ejemplo 21 REFERENCIA: Ideol_279-280_1 Página/s TO1: 279-280 How people feel when they are returning home from an absence, long or short, I did not know: I had never experienced the sensation. I had known what it was to come back to Gateshead when a child after a long walk, to be scolded for looking cold or gloomy; and later, what it was to come back from church to Lowood, to long for a plenteous meal and a good fire, and to be unable to get either. Neither of these returnings was very pleasant or desirable: no magnet drew me to a given point, increasing in its strength of attraction the nearer I came. The return to Thornfield was yet to be tried (1). (1) Página/s TM2: 267 Ejemplo 22 REFERENCIA: Ideol_416_1 Página/s TO1: 416 ‘A year ago I was myself intensely miserable, because I thought I had made a mistake in entering the ministry: its uniform duties wearied me to death (1). [...]’ Página/s TM2: 380-381 «Hace un año, yo me sentía muy desventurado, pensando que había cometido un error al hacerme sacerdote (1). […]» 312 Análisis e interpretación Ejemplo 23 REFERENCIA: Ideol_426_1 Página/s TO1: 426 […] He accounted it a pity that so fine and talented a young man should have formed the design of going out as a missionary; it was quite throwing a valuable life away (1). Página/s TM2: 388 […] Se lamentó de que un hombre de tanto talento como el joven hubiese decidido hacerse misionero (1). En el ejemplo 20 Jane critica la opción de su prima Eliza Reed de ingresar en un convento cuando dice ‘what you have, I suppose, in another year will be walled up alive in a French convent’, que se ha eliminado en el TM0. De igual modo, las críticas al sacerdocio cuyas obligaciones rutinarias agotaban a St John Rivers (ejemplo 22) y la dedicación a las misiones que el padre de Rosamond Oliver considera ‘throwing a valuable life away’ (ejemplo 23) han sido omitidas en el TM0. Finalmente, en el ejemplo 21 la denuncia de Jane de la familia Reed y de Lowood, dos instituciones cristianas también ha desaparecido en el TM0. En un elevado número de ocasiones el TM0 ha transformado el contenido del TO cuando el segundo hacía referencia a religiones distintas de la católica o a ídolos distintos del Dios católico: Ejemplo 24 REFERENCIA: Ideol_78-79_1 Página/s TO1: 78-79 ‘[...] Teachers, you must watch her: keep your eyes on her movements, weigh well her words, scrutinise her actions, punish her body to save her soul: if, indeed, such salvation be possible, for (my tongue falters while I tell it) this girl, this child, the native of a Christian land, worse than many a little heathen who says its prayers to Brahma and kneels before Juggernaut (2) – this girl is – a liar!’ Página/s TM2: 89-90 - […] Ustedes, señoras profesoras, vigílenla, pesen bien sus palabras, observen lo que hace, castiguen su cuerpo para salvar su alma, si tal salvación es posible. Porque – la lengua se me estremece al declararlo – esta muchacha, tan pequeña, es peor que uno de los niños nacidos en tierras paganas que oran a Brahma y se arrodillan antes los ídolos (2), porque es… ¡una embustera! Ejemplo 25 REFERENCIA: Ideol_263_1 Página/s TO1: 263 The hue of her dress was black too; but its fashion was so different from her sister’s – so much more flowing and becoming – it looked as stylish as the other’s looked puritanical (1). Página/s TM2: 253 Su vestido era negro también, pero absolutamente distinto del de su hermana. Una especie de luto estilizado (1). 313 Capítulo 5 Ejemplo 26 REFERENCIA: Ideol_270_1 Página/s TO1: 270 Three times a day she studied a little book, which I found, on inspection, was a Common Prayer Book. I asked her once what was the great attraction of that volume, and she said, ‘the Rubric.’ (1) (1) Página/s TM2: 259 Ejemplo 27 REFERENCIA: Ideol_433_1 Página/s TO1: 433 ‘No. There is this difference between me and deistic philosophers (1): I believe; and I believe the Gospel. […]’ Página/s TM2: 393 - Hay una diferencia entre mí y esos filósofos (1), y es que creo en el Evangelio. En el ejemplo 24 hay dos referencias a la religión hindú:434 Brahma y Juggernaut. Aunque el TM0 ha mantenido la primera, Juggernaut, uno de los nombres atribuidos a Krisná en el hinduismo, ha sido generalizado con ‘los ídolos’. En el ejemplo 25 la descripción de la ‘puritanical’ vestimenta de Eliza Reed ha sido omitida, eliminando así la referencia al puritanismo, que a pesar de no haber ido más allá del siglo XVII como sistema político- religioso, según Fernández Nistal se mantiene aún en la actualidad ‘como fuerza catalizadora de la sociedad inglesa’ (1986: 42). También en referencia a Eliza Reed, el ejemplo 26 recoge su lectura del Book of Common Prayer, pero el libro de oración de la comunión anglicana ha sido omitido en el TM0. En el ejemplo 27 St John Rivers afirma en el TO que no es un deísta. Sin embargo, esta referencia al deísmo se ha suprimido en el TM0 con lo que la existencia de otras creencias espirituales no aparece reflejada. De forma similar al grupo de ejemplos del bloque anterior, el TM0 ha modificado fragmentos que contenían expresiones con algún tipo de implicación religiosa pero que eran empleados en el TO en un contexto diferente al espiritual: 434 Esta referencia a la religión hindú es indicativa de la fascinación que Charlotte Brontë sentía por las costumbres hindúes. En abril de 1842 durante su estancia en Bruselas, escribió un ensayo titulado ‘Sacrifice of an Indian Widow’ (originalmente ‘Sacrifice d’une veuve Indienne’) en el que trataba cuestiones como la división de castas, la misoginia, la adoración de ídolos, o el sacrificio humano, y discute la tradición hindú de la entrega absoluta de las mujeres a sus esposos que incluso llegaban a morir con ellos. Según Scholl (2011: 47) el acceso en Haworth Parsonage a informes que documentaban las experiencias de los misioneros en países extranjeros facilitó la aproximación de los Brontë a culturas como la hindú. Más adelante en la novela, durante el periodo en Moor House, Jane Eyre inicia su aprendizaje del indostaní, una lengua del sur de la India, bajo la tutela de St John Rivers. 314 Análisis e interpretación Ejemplo 28 REFERENCIA: Ideol_82_1 Página/s TO1: 82 ‘Mr. Brocklehurst is not a god: nor is he even a great and admired man: he is little liked here (1); [...]’ Página/s TM2: 92 -Mr. Brocklehurst no tiene aquí muchas simpatías (1), […]. Ejemplo 29 REFERENCIA: Ideol_325_1 Página/s TO1: 325 ‘Well,’ he said, after some minutes’ silence, ‘it is strange; but that sentence has penetrated my breast painfully. Why? I think because you said it with such an earnest, religious energy (1), and because your upward gaze at me now is the very sublime of faith, truth, and devotion: it is too much as if some spirit were near me. [...]’ Página/s TM2: 303-304 - Bien – dijo él, tras unos minutos de silencio –. Es raro, pero tus palabras me han producido una sensación casi dolorosa. ¿Por qué será? Acaso por la afectuosa energía (1) con que las has pronunciado, por la mirada de fe, de lealtad y de confianza que las acompañaba. Me ha parecido que había un espíritu junto a mí... […] Ejemplo 30 REFERENCIA: Ideol_399_1 Página/s TO1: 399 ‘[...] Miserable I am, and must be for a time; for the catastrophe which drove me from a house I had found a paradise (1) was of a strange and direful nature. [...]’ Página/s TM2: 367 - [...] La catástrofe que me ha hecho salir de aquella casa (1) es de un género extraordinario. Ejemplo 31 REFERENCIA: Ideol_425_2 Página/s TO1: 425 ‘Had I done these pictures? Did I know French and German? What a love – what a miracle I was! (1) I drew better than her master in the first school in S –. Would I sketch a portrait of her, to show to papa?’ Página/s TM2: 387 ¿Había hecho yo aquellos dibujos? ¿Sabía francés y alemán? ¡Qué encanto! (1) ¡Yo podía ser maestra de la mejor escuela de S…! ¿Querría hacer un retrato de ella, para enseñarlo a papá? En el TM0 el comentario de Helen Burns respecto a Mr. Brocklehurst ha sido reducido (ejemplo 28). El mensaje no dista demasiado del proporcionado en el TM0: Mr. Brocklehurst no es demasiado apreciado en Lowood. Sin embargo resulta particularmente destacable la omisión de ‘Mr. Brocklehurst is not a god’ en el contexto político y social del TM0. De forma muy similar el ejemplo 29 presenta la modificación de ‘religious energy’ por ‘afectuosa energía’ del parlamento de Rochester que emplea en el TO este adjetivo para calibrar la devoción con la que Jane le declara su amor. La oración continúa con otros términos que podrían considerarse dentro del campo semántico de la espiritualidad (faith, 315 Capítulo 5 truth, devotion) pero estos sí se han trasladado al TM0 (fe, lealtad, confianza). En esta ocasión parece que la común aplicabilidad de estos conceptos a otros terrenos fuera del religioso ha permitido que se mantuvieran en el TM0. El comentario de Jane, que se refiere a Thornfield como ‘a paradise’, también se ha eliminado en el TM0 en el ejemplo 30 y el ejemplo 31 suprime ‘miracle’ en el TM0, otro término de denotación religiosa, que en el TO empleaba Rosamond Oliver para referirse metafóricamente a Jane. El último ejemplo de este apartado especifica en el TM0 el contexto geográfico al que se refiere: Ejemplo 32 REFERENCIA: Ideol_497_1 Página/s TO1: 497 It was as still as a church (1) on a week day: […]. Página/s TM2: 446 Reinaba el silencio, como en una iglesia inglesa (1) un día no festivo. Jane compara en el ejemplo 32 el silencio en Ferndean con una iglesia un día cualquiera de la semana. En el TM0 se convierte, además, en ‘inglesa’ con lo que queda constancia de que se trata de un entorno distinto al de la traducción de 1943, dando pues a entender que las iglesias españolas se frecuentaban a diario. 5.2.5. Intertextualidad Jane Eyre is a book of books, a nest of narratives [...]. The range of textual allusions is prodigious: Jane Eyre is one of the most densely allusive and intertexual works of the nineteenth century. [...] Beneath the whole complex of influences and allusions lies the Authorized Version of the Bible. Charlotte Brontë had by heart swathes of Scriptures. Scattered throughout the text are allusions to the parables, the beatitudes, the apocalypse. (Davies 2006: xxiv-xxx) La intertextualidad, como apunta Davies, se da con frecuencia en Jane Eyre y se puede subdividir en dos niveles: alusiones bíblicas y referencias literarias. Algunos de los pasajes bíblicos que se pueden encontrar en la novela son las palabras redentoras de Jesús en la cruz (Lc 23.34;435 JE Capítulo 3), el incidente de Eutico que se durmió mientras escuchaba un sermón de san Pablo y murió al caer por un balcón y golpearse la cabeza contra el suelo Los pasajes bíblicos que se mencionan en este apartado pueden consultarse en: [Última consulta: 30 enero 2012]. 435 316 Análisis e interpretación (Hch 20.7-12; JE Capítulo 7), o la referencia a las aguas estancadas de Betesda de propiedades sanadoras (Jn 5.2-13; JE Capítulo 7). Además de las reiteradas referencias bíblicas, Charlotte Brontë emplea de forma recurrente alusiones a otros textos, principalmente de la literatura inglesa. El conocimiento literario de la escritora se debe, en gran parte, al fomento de la lectura por parte de su padre, cuya ‘main contribution to [his children’s] education was the encouragement he gave to reading, and the freedom he allowed them in their choice of books’ (Gordon 2008 [1994]: 40). Charlotte refleja en la novela sus conocimientos sobre literatura, filosofía, mitología e historia. The History of British Birds de Thomas Bewick, Gulliver’s Travels de Jonathan Swift, Pamela de Samuel Richardson, The Arabian Nights, Marmion de Sir Walter Scott o The History of Rasselas de Samuel Johnson, son muestra de la intertextualidad literaria en Jane Eyre. Además, como apunta Brennan encontramos alusiones a los cuentos de hadas y el texto incorpora referencias a las obras de Shakespeare, Milton y Byron (2010: 18). Cuantitativamente, las citas de la Biblia ascienden a 37, hay 11 alusiones a textos de Shakespeare y más de 20 referencias a otros autores (Rule 1985: 165). La inclusión de dichas alusiones bíblicas y literarias evidencia la asunción de la escritora de que al menos parte de sus lectores/as serían capaces de detectarlas. Tal y como sostiene Brennan, ‘Brontë would have expected her Bible-literate contemporaries to pick up on the many biblical citations and allusions scattered throughout the novel’ (2010: 18). Este mismo argumento había sido ya planteado por Rule que contextualizaba la novela en una opresiva atmósfera religiosa y apuntaba los paralelismos establecidos entre las referencias bíblicas y el argumento de Jane Eyre que examina, según el autor, ‘the struggle between human passion and Christian duty’ (1985: 165). En segundo lugar, en la profusión de referencias literarias en el texto coincide el argumento apuntado anteriormente, esto es, que algunos de los lectores tendrían ciertos conocimientos literarios y, por ende, lograrían identificar dichas referencias. Además, aquellos lectores familiarizados con los textos mencionados a lo largo de la novela estarían dotados de un contexto complementario para la interpretación de Jane Eyre: ‘these allusions stimulate the readers’ previous associations and bring them to bear on the text. […] Readers acquainted with the texts Brontë mentions possess extra contexts with which to interpret Jane Eyre’ (Brennan 2010: 18-19). 317 Capítulo 5 El TO1 parece asumir que el lector/a contemporáneo/a precisa información paratextual para la comprensión de la intertextualidad, todo lo contrario que el TM0. El primero cuenta con un elevado número de notas finales en las que se informa sobre el significado y procedencia de algunas de las alusiones bíblicas y literarias contenidas en el texto, anticipando el posible desconocimiento del lector/a contemporáneo/a. El TM0, por el contrario, no solo carece de notas explicativas sino que además son varias las ocasiones en que se ha omitido la intertextualidad. La intertextualidad del TO se ha dividido en dos categorías: bíblicas y literarias. Seguidamente se reproducen las pertenecientes a la primera, es decir, los pasajes del TO con los segmentos en los que se incluyen alusiones bíblicas que no aparecen en el TM0: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ideol_67_2 Página/s TO1: 67 I suspected she might be right and I wrong; but I would not ponder the matter deeply; like Felix (1), I put it off to a more convenient season. Página/s TM2: 79 Sospechaba que acaso tuviese razón y yo no, pero no pudiendo averiguarlo de modo concreto, resolví aplazar las comparaciones entre nuestros conceptos respectivos (1) para mejor ocasión. Ejemplo 2 REFERENCIA: Ideol_302_1 Página/s TO1: 302 ‘Now, King Ahasuerus! half your estate? [...]’ (1) Página/s TM2: 285 - (1) ¿Y para qué necesito la mitad de sus bienes? […]. What do I want with Ejemplo 3 REFERENCIA: Ideol_464_1 Página/s TO1: 464 It was as if I had heard a summons from Heaven – as if a visionary messenger, like him of Macedonia, had enounced, ‘Come over and help us!’ (1) Página/s TM2: 419 Me parecía escuchar una llamada del cielo, las palabras de un iluminado... (1) Ejemplo 4 REFERENCIA: Ideol_503_1 Página/s TO1: 503 ‘You have a “faux air” of Nebuchadnezzar in the fields about you (1), […].’ (1) Página/s TM2: 451 318 Análisis e interpretación En el ejemplo 1 durante su estancia en el orfanato y tras conocer el planteamiento existencial de Helen Burns, Jane se cuestiona si no será su amiga quien tenga razón al afirmar que hay que resignarse en la vida en contra de su tendencia a rebelarse. Al verse incapaz de decidir quien de las dos se encuentra en lo cierto, opta por posponer la resolución comparándose con el gobernador Félix, quien pospuso el castigo que había de imponerle al apóstol san Pablo (Hch 24.25). En el ejemplo 2 Jane se niega a aceptar los lujos que le propone Rochester una vez convertida en su esposa y establece un símil entre esta y el rey persa Asnero, quien repudió a su esposa Vasti por haberse negado a exhibir las riquezas del reino (Est 1.1-21). Con motivo de la sugerencia de St John Rivers de que viaje con él a la India para ayudarle como misionera (ejemplo 3), Jane se equipara al apóstol san Pablo a quien se le apareció un heraldo pidiéndole que viajara a Macedonia (Hch 16.9). Finalmente, en el ejemplo 4 Jane tras reencontrarse con Rochester en Ferndean compara su aspecto descuidado con el del rey Nabucodonosor, que según el libro de Daniel estaría destinado a vivir junto a las bestias y comportarse como estas (Dn 4.33). Los ejemplos que se han comentado previamente proceden del personaje de Jane. También Rochester y St John Rivers aluden a pasajes y personajes bíblicos que se han omitido en el TM0: Ejemplo 5 REFERENCIA: Ideol_167_1 Página/s TO1: 167 ‘[...] I wish to be a better man than I have been, than I am; as Job’s leviathan broke the spear, the dart, and the habergeon, hindrances which others count as iron and brass, I will esteem but straw and rotten wood (1).’ Página/s TM2: 167 - […] Quiero ser un hombre mejor de lo que he sido... Y... (1) Ejemplo 6 REFERENCIA: Ideol_346_3 Página/s TO1: 346 ‘Oh, Adèle will go to school – I have settled that already; nor do I mean to torment you with the hideous associations and recollections of Thornfield Hall – this accursed place – this tent of Achan – this insolent vault, offering the ghastliness of living death to the light of the open sky – this narrow stone hell, with its one real fiend, worse than a legion of such as we imagine. I was wrong ever to bring you to Página/s TM2: 322 - Adèle irá a un colegio. No deseo atormentarte reteniéndote en Thornfield Hall. (1) 319 Capítulo 5 Thornfield Hall, knowing as I did how it was haunted.’ (1) Ejemplo 7 REFERENCIA: Ideol_336_1 Página/s TO1: 336 ‘[...] I am little better than a devil at this moment; and, as my pastor there would tell me, deserve no doubt the sternest judgments of God, even to the quenchless fire and deathless worm (2). [...].’ Página/s TM2: 314 - [...] Reconozco que he obrado diabólicamente… (2) […]. Ejemplo 8 REFERENCIA: Ideol_481_2 Página/s TO1: 481 ‘[…] Remember, we are bid to work while it is day – warned that ‘the night cometh when no man shall work. (1)’ Remember the fate of Dives, who had his good things in this life. (2) [...]’ (1) (2) Página/s TM2: 434 En el Ejemplo 5 Rochester expresa su deseo de poseer la fuerza del Leviatán para poder enfrentarse a todos aquellos que se opongan a su intención de convivir con Jane a pesar de estar casado con Bertha Mason (Job 41). Nuevamente Rochester se vale del imaginario bíblico en el Ejemplo 6 al comparar Thornfield con la tienda de Acán por tratarse en ambos casos de lugares dominados por la corrupción (Jos 7.15, 25) y en el ejemplo 7 se refiere a ‘the quenchless fire and deathless worm’ que describía en el TO el tormento eterno de los pecadores que se han rebelado contra Dios en vida (Is 66.24). El ejemplo 8 contiene dos referencias bíblicas empleadas por St John Rivers. En la primera este, en su afán de salvar a Jane convirtiéndola en su esposa para poder viajar junto a él a la India como misionera, pronuncia las palabras ‘the night cometh when no man shall work’ (Jn 9.4) refiriéndose a la proximidad de la muerte (1) y en la segunda St John Rivers recuerda a Jane la parábola del epulón, Dives, y el pobre Lázaro (2) mientras persiste en tratar de convencerla de que dedique su vida a los demás (Lc 16.19-31). Por lo que se refiere al segundo nivel intertextual, es decir, las referencias literarias, se puede observar que, por lo general, se repite el patrón de las alusiones bíblicas. Mientras que el TO1 sigue proporcionando abundantes notas al final del texto en las que se ofrece 320 Análisis e interpretación información sobre los referentes literarios, el TM0 mantiene la tendencia a prescindir de cualquier tipo de elemento paratextual con la consecuente pérdida del contexto literario. Los próximos ejemplos presentan citas entrecomilladas en el TO: Ejemplo 9 REFERENCIA: Ideol_125_1 Página/s TO1: 125 ‘Yes – “after life’s fitful fever they sleep well”’ (1),I muttered. Página/s TM2: 132 - Hartos de turbulencia, reposan tranquilos ¿no? – comenté –. (1), Ejemplo 10 REFERENCIA: Ideol_145_1 Página/s TO1: 145 ‘And was that the head and front of his offending? (1)’ demanded Mr. Rochester. Página/s TM2: 149 - ¿Es ése todo el motivo de disgusto que tiene usted con él? (1) – preguntó Mr. Rochester. Ejemplo 11 REFERENCIA: Ideol_415_1 Página/s TO1: 415 ‘The air was mild, the dew was balm (1).’ Página/s TM2: 379 El aire era sereno y el rocío fragante… (1) Ejemplo 12 REFERENCIA: Ideol_286_1 Página/s TO1: 286 It was now the sweetest hour of the twenty-four: – ‘Day its fervid fires had wasted,’ and dew fell cool on panting plain and scorched summit. (1) Página/s TM2: 271 Era la hora más grata de las veinticuatro del día. (1) En los tres primeros ejemplos se han eliminado las comillas en el TM0, y por lo tanto, la indicación textual de que se trata de citas reproducidas literalmente. De este modo, las referencias a Macbeth (ejemplo 9), Othello (ejemplo 10) y The Lay of the Last Minstrel de Walter Scott (ejemplo 11) pasan totalmente desapercibidas en la traducción. Por su parte, la cita de The Turkish Lady de Thomas Campbell (ejemplo 12), un texto menos conocido de la literatura inglesa, se ha omitido. 321 Capítulo 5 Otras referencias literarias desaparecen del TM0 al ser sustituidas por términos más generales o por una explicación de su contenido: Ejemplo 13 REFERENCIA: Ideol_418_1 Página/s TO1: 418 […] He had already withdrawn his eye from the Peri (1), […]. Página/s TM2: 382 […] Pero él, casi al momento, retiró su mirada de la joven (1) […]. Ejemplo 14 REFERENCIA: Ideol_428_1 Página/s TO1: 428 While I was eagerly glancing at the bright pages of ‘Marmion’ (for ‘Marmion’ it was) (1), [...]. Página/s TM2: 389 Mientras examinaba el libro (1), [...]. Ejemplo 15 REFERENCIA: Ideol_465_1 Página/s TO1: 465 ‘[…] In the calm with which you learnt you had become suddenly rich, I read a mind clear of the vice of Demas (1): […].’ Página/s TM2: 420 - […] La serenidad con que recibiste la noticia de que eras rica me hizo ver que no te tienta el afán de lucro (1). En el ejemplo 13 la alusión a Peri, el personaje de la mitología persa, popularizado en The Bride of Abydos de Byron y Lalla Rookh de Thomas Moore, se ha convertido en ‘la joven’ y en el ejemplo 14 la referencia al Marmion de Walter Scott aparece de forma mucho más inespecífica al ser traducido como ‘el libro’. Por su parte, el vicio de Demas, el materialismo, se ha traducido como ‘el afán de lucro’ en el ejemplo 15. También se encuentran ejemplos en los que las referencias literarias han sido omitidas en el TM0. De nuevo se reproducen los fragmentos en que aparecían en el TO: Ejemplo 16 REFERENCIA: Ideol_177_1 Página/s TO1: 177 I regained my couch, but never thought of sleep. Till morning dawned I was tossed on a buoyant but unquiet sea, where billows of trouble rolled under surges of joy. I thought sometimes I saw beyond its wild waters a shore, sweet as the hills of Beulah (1); and now and then a freshening gale, wakened by hope, bore my spirit Página/s TM2: 176 Volví a mi alcoba, pero no pude dormir. Mi imaginación flotó hasta la mañana en un mar alegre, pero turbulento, en el que olas de turbación sucedían a otras de grato optimismo. A trechos, más allá de las hirvientes aguas, (1) parecíame divisar una plácida orilla, hacia la que de vez en cuando me impulsaba una fresca brisa. [...] 322 Análisis e interpretación triumphantly towards the bourne [...]. Ejemplo 17 REFERENCIA: Ideol_441_1 Página/s TO1: 441 ‘I thought Medusa had looked at you that you were turning to stone. [...]’ (1), Página/s TM2: 400 and - (1) Parece que se ha convertido usted en piedra – dijo Rivers –. La noche en que Bertha Mason provoca el incendio en el cuarto de Rochester, Jane se refiere a las colinas de Beulah que Bunyan menciona en The Pilgrim’s Progress en el ejemplo 16. En el ejemplo 17 St John Rivers compara la paralización de Jane al desvelarle que es la heredera de la fortuna de su tío de Madeira con la de aquellos que se convertían en piedra tras mirar a Medusa. Finalmente, se analizará uno de los pasajes más discutidos por la crítica dado el alto contenido simbólico que recoge.436 Se trata del pasaje en que Rochester examina tres de las acuarelas de Jane. En el TM0 se ha suprimido la descripción de las tres pinturas, en la omisión más larga de toda la traducción. Seguidamente se transcribe el pasaje del TO dando fe de la omisión: Ejemplo 18 REFERENCIA: Ideol_147-148_1 Página/s TO1: 147-148 He spread the pictures before him, and again surveyed them alternately. While he is so occupied, I will tell you, reader, what they are: and first, I must premise that they are nothing wonderful. The subjects had, indeed, risen vividly on my mind. As I saw them with the spiritual eye, before I attempted to embody them, they were striking; but my hand would not second my fancy, and in each case it had wrought out but a pale portrait of the thing I had conceived. These pictures were in water-colours. The first represented clouds low and livid, rolling over a swollen sea: all the distance was in eclipse; so, too, was the foreground; or rather, the nearest billows, for there was no land. One gleam of light lifted into relief a half-submerged mast, on which sat a cormorant, dark and large, with wings flecked with foam; its beak held a gold Página/s TM2: 150-151 Él se abstrajo de nuevo en la contemplación de los trabajos. [...] - No del todo. Usted ha creado una sombra de lo que soñaba. Si no es usted una artista en plena madurez, al menos lo que ha hecho es extraordinario para una escolar. Hay detalles que debe de haber visto en sus sueños... Por ejemplo: ¿dónde puede usted, si no, haber visto Patmos?... Porque esto es Patmos... (2) En fin, llévese todo esto. (1) 436 Cf. Moser (1965), Millgate (1968), Gates (1976) y Bolt (1999). 323 Capítulo 5 bracelet set with gems, that I had touched with as brilliant tints as my palette could yield, and as glittering distinctness as my pencil could impart. Sinking below the bird and mast, a drowned corpse glanced through the green water; a fair arm was the only limb clearly visible, whence the bracelet had been washed or torn. The second picture contained for foreground only the dim peak of a hill, with grass and some leaves slanting as if by a breeze. Beyond and above spread an expanse of sky, dark blue as at twilight: rising into the sky was a woman’s shape to the bust, portrayed in tints as dusk and soft as I could combine. The dim forehead was crowned with a star; the lineaments below were seen as through the suffusion of vapour; the eyes shone dark and wild; the hair streamed shadowy, like a beamless cloud torn by storm or by electric travail. On the neck lay a pale reflection like moonlight; the same faint lustre touched the train of thin clouds from which rose and bowed this vision of the Evening Star. The third showed the pinnacle of an iceberg piercing a polar winter sky: a muster of northern lights reared their dim lances, close serried, along the horizon. Throwing these into distance, rose, in the foreground, a head,—a colossal head, inclined towards the iceberg, and resting against it. Two thin hands, joined under the forehead, and supporting it, drew up before the lower features a sable veil, a brow quite bloodless, white as bone, and an eye hollow and fixed, blank of meaning but for the glassiness of despair, alone were visible. Above the temples, amidst wreathed turban folds of black drapery, vague in its character and consistency as cloud, gleamed a ring of white flame, gemmed with sparkles of a more lurid tinge. This pale crescent was ‘the likeness of a kingly crown;’ what it diademed was ‘the shape which shape had none (1).’ [...] ‘Not quite: you have secured the shadow of your thought; but no more, probably. You had not enough of the artist’s skill and science to give it full being: yet the drawings are, for a school-girl, peculiar. As to the thoughts, they are elfish. These eyes in the Evening Star you must have seen in a dream. How could you make them look so clear, and yet not at all brilliant? for the planet above quells their rays. And what meaning is that in their solemn depth? And who taught you to paint wind? There is a high gale in that sky, and on this hill-top. Where did you see Latmos? For that is Latmos (2). There! put the drawings away!’ 324 Análisis e interpretación La descripción de las tres acuarelas de Jane ha sido omitida en el TM0 (1 y 2) con la consecuente pérdida de los múltiples referentes literarios, bíblicos y mitológicos que contiene el TO y con ello, el alto contenido simbólico y anticipatorio de los futuros acontecimientos que se darán en la novela (Gates 1976: 36; Bolt 1999; Davies 2006: 548437). Para comprender la primera acuarela, que presenta un cormorán que lleva en el pico una pulsera de piedras preciosas, Bolt señala que es preciso compararla con el retrato imaginario que Jane dibuja de Blanche Ingram antes de conocerla, en el que se propone no olvidar ‘neither diamond ring or gold bracelet’. Bolt añade: The Cormorant is Lady Ingram, for this is an allusion to Leviticus Ch 11, v 17, which is repeated in Dueteronomy and elaborated upon in Isiaih [sic] Ch 34, v11 and again repeated in Zephania: The Cormorant is unholy carrion dwelling amongst desolation and despair. The reader will become only too aware of the contempt Blanche and her friends have for their social inferiors (in particular for educated women such as Jane Eyre/Charlotte Brontë savagely illustrated in Vol I Ch 2). (1999) Para Davies el cormorán es una alusión al Satán descrito por John Milton en Paradise Lost y el ‘cadáver de un ahogado’ recuerda a ‘The Castaway’ de Cowper, al que se cita en Shirley (2006: 549). La segunda acuarela, considerada por Gates como la ‘profecía’ de la deambulación de Jane tras huir de Thornfield hasta encontrar refugio con los Rivers (1976: 41) y por Davies como una imagen inspirada en Confessions of an English Opium-Easter and Other Writings de Thomas de Quincey (2006: 549), es identificada por Rochester como el monte de Latmos. 438 Aunque en el TM0 se ha omitido la descripción de la acuarela, sí se ha mantenido la intervención de Rochester pero Latmos ha sido reemplazado por Patmos, nombre de una isla griega mencionada en el Apocalipsis de Juan, donde Jesús tuvo su encuentro con este tras haber sido desterrado (Ap 1: 10-20). Finalmente, la tercera pintura, identificada por Bolt (1999) y Gates (1976) como la más enigmática de las tres, al mismo tiempo que dotada de una gran carga simbólica, también parece tener resonancias literarias. Carmen Martín Gaite, en su premiada traducción al Véase nota 14 en la edición de Jane Eyre de Penguin que se ha empleado para el análisis. Según la leyenda griega el monte de Latmos fue el lugar donde la diosa de la luna, Selene, vio por primera vez a Endimión y se enamoró de él (March 2002: 158). 438 437 325 Capítulo 5 español de Jane Eyre señala una alusión al Paraíso perdido de Milton (2009: 203), mientras que Davies la relaciona nuevamente con la obra anteriormente mencionada de De Quincey (2006: 549). En total se han recogido diecinueve instancias en las que se pierde la intertextualidad en el TM0 dando lugar a una simplificación tanto de la caracterización de los personajes como del texto en sí. Si bien es cierto que dicha pérdida no altera el argumento sustancialmente, sí que implica un empobrecimiento en la caracterización de los personajes. Jane, Rochester o St John Rivers se presentan en el TM0 como menos instruidos, aficionados a la lectura o conocedores de la Biblia. Bien a través de omisiones, eliminación del entrecomillado o el uso de términos genéricos que reflejen el significado de las alusiones bíblicas o literarias, el TM0 se presenta al lector como un texto mucho menos cargado de intertextualidad, resultando en una lectura más simplificada para la que no es necesaria un profundo conocimiento de la Biblia o de numerosas fuentes literarias. 5.3. Análisis retórico 5.3.1. Cambio del tiempo narrativo Gérard Genette establece cuatro tipos de narración respecto a la distancia temporal entre el discurso narrativo y los acontecimientos narrados: ‘ulterior (posición clásica del relato en pasado, sin duda la más frecuente con gran diferencia), anterior (relato predictivo, generalmente en el futuro pero que nada impide conducir al presente [...]), simultánea (relato en el presente contemporáneo de la acción) e intercalada (entre los momentos de la acción)’ (1989 [1972]: 274). Jane Eyre es un ejemplo del primer tipo, pues la protagonista relata su historia diez años después de su matrimonio con Rochester. Tal y como apunta Warhol, ‘the protagonist relates experiences completed in the past, before the moment of beginning to narrate. The narrator therefore ‘knows’ – at the moment of writing, or ‘speaking’ – the outcome of any mysteries the plot may raise’ (1996: 861). 326 Análisis e interpretación La narración ulterior se ve trasladada en ‘lapsos ocasionales’ (Buzard 2007: 212) al tiempo presente en el TO. Son dos, fundamentalmente, las funciones que ejerce el cambio verbal del pasado al presente: facilitar el aumento de tensión emocional en la narración (cf. Shannon 1955; Pyrhönen 2010; Buzard 2007), y establecer la diferenciación entre Janenarradora y Jane-personaje (Warhol 1996).439 Los primeros seis ejemplos reproducidos a continuación reflejan un aumento de la intensidad emocional en los que se produce un cambio al tiempo presente en el TO: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ret_202-204_1 Página/s TO1: 202-204 At last coffee is brought in, and the gentlemen are summoned. I sit in the shade – if any shade there be in this brilliantly-lit apartment; the window-curtain half hides me [...] and I inevitably recall the moment when I last saw it; [...]. [...] Mr. Rochester, having quitted the Eshtons, stands on the hearth as solitary as she stands by the table: she confronts him, taking her station on the opposite side of the mantelpiece (1). Página/s TM2: 197-198 Fue servido el café y se llamó a los hombres. Me senté a la relativa sombra de las cortinas de las ventanas, que me ocultaban a medias [...] recordé el momento en que le viera por última vez, […]. […] Mr. Rochester, dejando a las Eshton, se sentó ante el fuego, donde quedó por unos instantes tan solitario como la Ingram ante la mesa. Blanche lo notó y se acercó a él, colocándose también junto a la chimenea (1). Ejemplo 2 REFERENCIA: Ret_215_2 Página/s TO1: 215 [...] I see Mr. Rochester turn to Miss Ingram, and Miss Ingram to him; I see her incline her head towards him, till the jetty curls almost touch his shoulder and wave against his cheek; I hear their mutual whisperings; I recall their interchanged glances (1); [...]. Página/s TM2: 209 […] Vi a Mr. Rochester inclinarse hacia Blanche para consultarla y a ella acercarse a él hasta que los rizos de la joven casi tocaban los hombros y las mejillas de su compañero. Yo escuchaba sus cuchicheos y notaba las miradas que cambiaban entre sí (1). Ejemplo 3 REFERENCIA: Ret_281-282_1 Página/s TO1: 281-282 They are making hay, too, in Thornfield meadows: or rather, the labourers are just quitting their work, and returning home with their Página/s TM2: 268 En las praderas de Thornfield los labradores comenzaban a abandonar el trabajo y volvían a sus casas con las herramientas al hombro. […] 439 Se emplea aquí la distinción empleada por Warhol entre narrator-Jane/character-Jane (Janenarradora/Jane-personaje). A su vez Warhol sigue la denominación establecida por Dorrit Cohn en Transparent Minds: Narrative Modes for Presenting Consciousness in Fiction (1978) entre ‘experiencing self’ y ‘narrating self’. 327 Capítulo 5 rakes on their shoulders, now, at the hour I arrive. […] But I have a veil – it is down: I may make shift yet to behave with decent composure (1). Pude, sin embargo, presentarme con la mayor compostura posible (1). Ejemplo 4 REFERENCIA: Ret_287_1 Página/s TO1: 287 Sweet-briar and southernwood, jasmine, pink, and rose have long been yielding their evening sacrifice of incense: this new scent is neither of shrub nor flower; it is – I know it well – it is Mr. Rochester’s cigar. [...] A great moth goes humming by me; it alights on a plant at Mr. Rochester’s foot: he sees it, and bends to examine it (1). Página/s TM2: 272 No procedía de los rosales silvestres, ni de los abrótanos, jazmines, claveles y rosas que colmaban el jardín. No: aquel nuevo aroma era el del cigarro de Mr. Rochester. […] Una enorme libélula voló a mi lado, se detuvo en una planta a los pies de Rochester y éste se inclinó a fin de examinarla (1). Ejemplo 5 REFERENCIA: Ret_371-372_1 Página/s TO1: 371-372 Two days are passed. It is a summer evening; [...] I have no relative but the universal mother, Nature: I will seek her breast and ask repose. (1) Página/s TM2: 342-343 Han pasado dos días. Es una tarde de verano. […] No tenía otro amigo que la madre de todos: la naturaleza, y de ella únicamente debía solicitar calor y abrigo. (1) Ejemplo 6 REFERENCIA: Ret_413-414_1 Página/s TO1: 413-414 My home then – when I at last find a home – is a cottage; a little room with whitewashed walls and a sanded floor, [...]. Whether is it better, I ask, to be a slave in a fool’s paradise at Marseilles – fevered with delusive bliss one hour – suffocating with the bitterest tears of remorse and shame the next – or to be a village-schoolmistress, free and honest, in a breezy mountain nook in the healthy heart of England? (1) Página/s TM2: 377-379 Mi casa – al fin había encontrado una casa – era un pabelloncito con las paredes encaladas y el suelo de arena apisonada. […] ¿Cabía comparar la ignominia de ser esclava favorita de un loco paraíso, en el Sur, y gozar una hora de fiebre amorosa para despertar a la realidad anegada en lágrimas de remordimiento, con ser maestra de aldea, honrada y libre, en un rincón de las montañas de Inglaterra? (1) Los ejemplos 1 y 2 describen sendas veladas en Thornfield en que Rochester está acompañado por sus invitados y mientras que en el primero Jane reconoce en un acto de autoreflexión sus sentimientos hacia este, en el segundo Jane observa y describe con minuciosidad el acercamiento entre Rochester y Blanche Ingram. El ejemplo 3 refleja las sensaciones de Jane a su regreso de Gateshead, tras la muerte de Mrs. Reed, ante el inminente reencuentro con Rochester. En el ejemplo 4 Jane pasea por el jardín de Thornfield momentos antes de que tanto ella como Rochester declaren sus sentimientos. El 328 Análisis e interpretación ejemplo 5 describe el desamparo y la decepción de la protagonista al huir de Thornfield tras descubrir la existencia de Bertha Mason. Y, finalmente, en el ejemplo 6, Jane analiza su pasado y sus nuevas obligaciones tras concluir su primera jornada como maestra en Morton. En todas estas ocasiones, se trata de episodios en que la tensión emocional de la narración aumenta y, como apunta Shannon, ‘rather than being called upon to relive a report of Jane’s emotions in the past, [the reader] experiences them at the moment they arise’ (1955: 142). La recurrencia al tiempo verbal presente proporciona un acercamiento entre el lector y la protagonista en el TO y, por ende, establece cierta complicidad entre ambos. Por su parte, el TM0 persiste en utilizar el pasado (ejemplos 1, 2, 3, 4 y 6) o, por otra parte, combina el pasado y el presente (ejemplo 5) produciendo con ello un mayor distanciamiento entre la escena narrada y el lector en los pasajes analizados. En segundo lugar, en el TO se observa que en determinadas ocasiones Jane interrumpe su relato y se posiciona como narradora adulta (Jane-narradora) que gracias al paso del tiempo y a la experiencia ha adquirido una sabiduría que le conduce a reflexionar sobre conductas y planteamientos que ella misma había tenido en el pasado creando una doble perspectiva del personaje. Tal y como señala Warhol ‘Brontë assigns superior wisdom to the narrator, emphasizing the development of her character over time. [...] These moments highlight the narrators’ self-consciousness about the dissonance, the distance between the experiencing and narrating selves – that is to say, the doubleness of perspective in their texts’ (1996: 863). 440 Contrariamente, en el TM0 la diferenciación entre Jane- narradora/Jane-personaje tiende a desaparecer mediante una simplificación narrativa generada por renunciar al cambio del tiempo verbal. Se han observado dos tendencias empleadas para lograr dicha simplicidad: el mantenimiento del tiempo verbal pasado, predominante en la narración, y las supresiones de las referencias en que Jane aparece como narradora. La primera tendencia se ve reflejada en los ejemplos 7, 8 y 9: Ejemplo 7 REFERENCIA: Ret_19_1 Página/s TO1: 19 Yet in what darkness, what dense ignorance, was Página/s TM2: 34 Mis pensamientos y mis sentimientos se debatían Nuevamente Warhol se refiere a la terminología de Cohn (1978) que establece una diferenciación entre ‘consonant’ y ‘dissonant self-narration’. Originalmente Cohn emplea el término ‘dissonant self-narration’ para referirse a aquel narrador en primera persona que ‘turns back on a past self steeped in ignorance, confusion, and delusion’ (1978: 145). 440 329 Capítulo 5 the mental battle fought! I could not answer the ceaseless inward question – why I thus suffered; now, at the distance of – I will not say how many years, I see it clearly (1). en torno a una pregunta que no lograba contestar: ‘Por qué he de sufrir así? ¿Por qué me tratan de este modo?’. No lo comprendí claramente hasta pasados muchos años (1). Ejemplo 8 REFERENCIA: Ret_215_1 Página/s TO1: 215 What charade Colonel Dent and his party played, what word they chose, how they acquitted themselves, I no longer remember; but I still see the consultation which followed each scene (1): [...]. Página/s TM2: 209 Ya no me interesaban las adivinanzas que propusiera el coronel Dent, sino las contestaciones que le fueran dadas (1). Ejemplo 9 REFERENCIA: Ret_473_1 Página/s TO1: 473 He did not abstain from conversing with me: he even called me as usual each morning to join him at his desk; and I fear (1) the corrupt man within him had a pleasure unimparted to, and unshared by, the pure Christian, in evincing with what skill he could, while acting and speaking apparently just as usual, extract from every deed and every phrase the spirit of interest and approval which had formerly communicated a certain austere charm to his language and manner. Página/s TM2: 427 No dejaba de conversar conmigo y, como de costumbre, me llamaba todas las mañanas a su pupitre, pero yo notaba (1) cómo lo que había de hombre en él gozaba, sin que su espíritu cristiano lo compartiese, en manifestar en todas sus frases y modales, aparentemente iguales que los de siempre, la falta de interés y aprobación que antes daban una especie de austero encanto a su severidad. En el ejemplo 7 Jane-narradora se distancia en el TO de Jane-personaje, entonces una niña, que sufría el rechazo y los malos tratos de la familia Reed a través del marcador textual ‘now’ y el tiempo verbal presente. En el TO es Jane-narradora, la mujer adulta, quien logra responder las preguntas respecto el motivo de su desdicha que le asaltaban en su niñez. El mantenimiento del pasado en el TM0 (‘no lo comprendí hasta pasados muchos años’) impide la identificación de Jane como narradora adulta y establece cierta imprecisión en cuanto al momento de comprensión de su padecimiento. Igualmente en el ejemplo 8 se emplea el tiempo verbal pasado en el TM0 (‘Ya no me interesaban’) en lugar del cambio al presente que se encuentra en el TO (‘I no longer remember’). En esta ocasión en el TM0 Jane-personaje resulta no estar interesada en los acertijos propuestos por los invitados de Rochester, atribuyéndole pensamientos que en el TO pertenecen a Jane-narradora y de igual modo que en el ejemplo anterior la disociación entre Jane-narradora y Jane-personaje desaparece. Por último, en el ejemplo 9 se repite este mismo fenómeno. Mediante el uso del pasado (‘Yo notaba’) en el TM0 en lugar del presente (‘I fear’), el lector interpreta que 330 Análisis e interpretación Jane-personaje percibió la transformación acontecida en el comportamiento de St John Rivers, tras la negativa de esta de convertirse en su esposa, en el mismo momento en que ocurren los hechos. Contrariamente, en el TO es Jane-narradora, que tras el paso del tiempo, reflexiona sobre este cambio de actitud. La tendencia a mantener el pasado en el TM0 se ha efectuado, en segundo lugar, a través de omisiones de algunos de los pasajes en que Jane se identifica como narradora en el momento presente: Ejemplo 10 REFERENCIA: Ret_93_1 Página/s TO1: 93 [...] while, if I have spoken truth of Helen (1), she was qualified to give those who enjoyed the privilege of her converse, a taste of far higher things. Página/s TM2: 101 [...] mientras Helen (1) me hubiese ofrecido con su conversación puntos de vista más vastos. Ejemplo 11 REFERENCIA: Ret_199_1 Página/s TO1: 199 I knew their names afterwards, and may as well mention them now (1). Página/s TM2: 195 Oyéndolas, me enteré de sus nombres (1). Ejemplo 12 REFERENCIA: Ret_215_3 Página/s TO1: 215 [...] and something even of the feeling roused by the spectacle returns in memory at this moment (1). (1) Página/s TM2: 209 Ejemplo 13 REFERENCIA: Ret_414_1 Página/s TO1: 414 Yes; I feel now (1) that I was right when I adhered to principle and law, and scorned and crushed the insane promptings of a frenzied moment. God directed me to a correct choice: I thank His providence for the guidance! Página/s TM2: 379 Sí: (1) yo había hecho bien siguiendo los principios establecidos por la ley y apartando de mi paso las tentaciones. Dios me había llevado por el mejor camino y le di fervorosamente las gracias. 331 Capítulo 5 Ejemplo 14 REFERENCIA: Ret_449_1 Página/s TO1: 449 [...] And that is saying a great deal; for after all, the British peasantry are the best taught, best mannered, most self-respecting of any in Europe: since those days I have seen paysannes and Bäuerinnen; and the best of them seemed to me ignorant, coarse, and besotted, compared with my Morton girls (1). Página/s TM2: 407 […] media docena de muchachas recatadas, modestas e instruidas como no se encontrarían fácilmente en el resto de Inglaterra ni en toda Europa. (1) En el ejemplo 10 mediante ‘If I have spoken truth of Helen’, Jane se posiciona explícitamente como narradora y espera haber sido capaz de transmitir al lector el carácter superior de su amiga Helen Burns. En el ejemplo 11 Jane desde la misma posición proporciona los nombres de los invitados a Thornfield, adelantando en la narración una información que Jane-personaje desconocía en aquel momento (‘and may as well mention them now’). En el ejemplo 12 Jane-narradora rememora los sentimientos y sensaciones vividos en sus jornadas en Thornfield. En el ejemplo 13 Jane-narradora reconoce haber actuado correctamente al haberse escapado de Rochester, negándose a entregarse a lo que tacha de un momento enloquecido. Finalmente, en el ejemplo 14 Jane adulta avanza acontecimientos de su vida futura, informando sobre sus viajes a Francia y Alemania. En cuanto al TM0 todos estos casos han sido omitidos con lo que el lector no puede identificar la diferenciación de perspectivas establecida en el TO entre Jane-narradora y Janepersonaje. Asimismo la distancia temporal establecida en el TO entre los acontecimientos y el momento de la narración se desdibuja en el TM0 dando lugar a un empobrecimiento textual. 5.3.2. Apóstrofes al lector La primera de las técnicas empleadas en la narración para crear complicidad con el lector es el uso del presente que se acaba de analizar. Pero tal y como apunta Pyrhönen, Janenarradora tiene el propósito de controlar ‘the overall narrative design [...], and this feature extends to her relationship with the reader. She has a varied arsenal of means at her disposal in conversing with the recipient. The dominant feature in this relationship is the complicity narrator-Jane establishes with the reader over and above character-Jane’ (2010: 54). Bloom, coincide con este argumento al afirmar que ‘[f]ew novels match this one in the 332 Análisis e interpretación author’s will-to-power over her reader. “Reader!” Jane keeps crying out, and then she exuberantly cudgels that reader into the way things are’ (2007: 4). Concretamente, Janenarradora se dirige al el lector en más de treinta ocasiones fomentando esta complicidad pero al mismo tiempo con otros propósitos como el de anticipar las reacciones del lector ‘because it enables her to ward off erroneous judgements, to justify herself, and to drive home her points’ (Pyrhönen 2010: 55). También Coperías describe las funciones de los apóstrofes al lector en el TO: De cualquier modo, Jane es una narradora que en ningún momento pretende ser imparcial, sino que muestra sin pudor sus simpatías y antipatías incluso antes de que los hechos le proporcionen una base objetiva para ello, y busca la complicidad del lector en sus frecuentes apartes con él. […] Al mismo tiempo las llamadas al lector, aparte de crear un efecto de autenticidad respecto a la historia que cuenta, sugieren también que Jane Eyre es siempre consciente de sí misma como escritora. (2010: 61) La relación establecida entre el lector y Jane-narradora en el TO desaparece en siete ocasiones en el TM0 ya que se han omitido las menciones explícitas a este: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ret_57_1 Página/s TO1: 57 Let the reader add (1), to complete the picture, refined features; a complexion, if pale, clear; and a stately air and carriage, and he will have, at least, as clearly as words can give it, a correct idea of the exterior of Miss Temple – Maria Temple, as I afterwards saw the name written in a prayer-book intrusted to me to carry to church. Página/s TM2: 70 (1) Si añadimos a este retrato unas facciones finas y un cutis pálido y suave, tendremos, en pocas y claras palabras, una idea del aspecto exterior de Miss Temple, ya que se llamaba María Temple, como supe después al ver escrito su nombre en un libro de oraciones que me entregaron para ir a la iglesia. Ejemplo 2 REFERENCIA: Ret_93_1 Página/s TO1: 93 [...] while, if I have spoken truth of Helen, she was qualified to give those who enjoyed the privilege of her converse, a taste of far higher things. True, reader; and I knew and felt this (2): and though I am a defective being, with many faults and few redeeming points, yet I never tired of Helen Burns; [...]. Página/s TM2: 101 [...] mientras Helen me hubiese ofrecido con su conversación puntos de vista más vastos. (2) Pese a todos mis defectos, no me había cansado de Helen, […]. 333 Capítulo 5 Ejemplo 3 REFERENCIA: Ret_147_1 Página/s TO1: 147 He spread the pictures before him, and again surveyed them alternately. While he is so occupied, I will tell you, reader (1), what they are: [...]. Página/s TM2: 150 Él se abstrajo de nuevo en la contemplación de los trabajos. (1) Ejemplo 4 REFERENCIA: Ret_215_4 Página/s TO1: 215 There was nothing to cool or banish love in these circumstances, though much to create despair. Much too, you will think, reader, to engender jealousy (1): if a woman, in my position, could presume to be jealous of a woman in Miss Ingram’s. But I was not jealous: or very rarely; – the nature of the pain I suffered could not be explained by that word. Página/s TM2: 210 Mi amor no se disipaba, no. Cabe suponer que se levantaran en mí una inmensa desesperación y furiosos celos (1), si es que una mujer de mi posición podía sentir celos de Blanche Ingram. Sin embargo, yo, en realidad, no era celosa y el sentimiento que experimentaba no se expresa bien con tal palabra. Blanche era demasiado inferior para excitar mis celos. Ejemplo 5 REFERENCIA: Ret_318_1 Página/s TO1: 318 Stay till he comes, reader; and, when I disclose my secret to him, you shall share the confidence. (1) (1) Página/s TM2: 298 Ejemplo 6 REFERENCIA: Ret_367_1 Página/s TO1: 367 I had already gained the door; but, reader (1), I walked back – walked back as determinedly as I had retreated. Página/s TM2: 339 Yo estaba casi en la puerta, pero (1) me volví tan decidida como antes me había alejado. Ejemplo 7 REFERENCIA: Ret_378_2 Página/s TO1: 378 Reader details. (1), Página/s TM2: 349 (1) No it is not pleasant to dwell on these es agradable insistir en estos detalles. En el TO Jane-narradora invita al lector a completar la descripción de Miss Temple, una de las maestras de Lowood (ejemplo 1); expresa su inalterable afecto hacia Helen Burns (ejemplo 2); y describe el contenido de sus acuarelas (ejemplo 3). En el ejemplo 4 la narradora guía al lector en sus pensamientos e interpretaciones sobre su comportamiento 334 Análisis e interpretación hacia Blanche Ingram, negando que fuera movida por los celos. Asimismo provoca el suspense en el lector al confiarle que está a punto de hacer una confidencia a Rochester, que no será otra que la revelación de que una extraña mujer había estado en su cuarto la noche anterior (ejemplo 5). También involucra al lector en la dolorosa despedida de Rochester tras descubrir que ya estaba casado (ejemplo 6) y recalca la penosa situación que vivió tras escaparse de Thornfield (ejemplo 7). Por su parte, el TM0 ha eliminado los siete apóstrofes al lector. Además de estas llamadas explícitas al lector, se han detectado otras que pese a no contener el término ‘reader’ establecen un diálogo con este: Ejemplo 8 REFERENCIA: Ret_272_1 Página/s TO1: 272 True, generous feeling is made small account of by some, but here were two natures rendered, the one intolerably acrid, the other despicably savourless for the want of it. Feeling without judgment is a washy draught indeed; but judgment untempered by feeling is too bitter and husky a morsel for human deglutition. (1) (1) Página/s TM2: 261 Ejemplo 9 REFERENCIA: Ret_378_3 Página/s TO1: 378 [...] And as to the woman who would not take my handkerchief in exchange for her bread, why, she was right, if the offer appeared to her sinister or the exchange unprofitable. Let me condense now. I am sick of the subject (1) . Página/s TM2: 349 […] La mujer que no quiso cambiar un panecillo por mi pañuelo de seda tenía derecho a hacerlo si el cambio le parecía ventajoso o la oferta extraña. (1) El ejemplo 8 se asemeja al ejemplo 2 mencionado en este mismo apartado con la única diferencia de la mención explícita a ‘reader’ en el segundo. En este caso, Jane detiene su narración para meditar sobre las actitudes de sus primas Eliza y Georgiana, convertidas en adultas, con las que se reencuentra con motivo de la enfermedad y posterior fallecimiento de Mrs. Reed, haciendo partícipe al lector de su reflexión. ‘Let me condense now. I am sick of the subject’ en el ejemplo 9 sitúa de nuevo a Jane como narradora a quien le hastía recordar las penurias pasadas tras huir de Thornfield. La utilización del imperativo convierte tanto a la narradora como al lector en ‘collaborators in the structuring of the text 335 Capítulo 5 and in mental activities’ (Fløttum et al. 2006: 178). Por su parte, el TM0 ha suprimido el fragmento completo indicado en el ejemplo 8 eliminando así no solo la participación del lector sino la descripción de los temperamentos de Eliza y Georgiana Reed. De igual modo, en el ejemplo 9, la omisión en el TM0 de ‘Let me condense now. I am sick of the subject’ elimina la colaboración establecida entre la narradora y el lector en el TO. Apostrofando al lector en el TO Jane-narradora conversa, controla, anticipa, se justifica, creando así complicidad y cercanía con este y, por otra parte, pretende dirigirlo. Si bien es cierto que tan solo son siete menciones explícitas al ‘reader’ (de las más de treinta del TO) las que han desaparecido en el TM0 además de los tres ejemplos de apóstrofes indirectos, a nivel global se establece una mayor distancia entre Jane-narradora y el lector, y por ende, una menor complicidad. 5.3.3. Modo narrativo Gérard Genette (1989 [1972]) establece una división triádica respecto al modo narrativo según la distancia establecida entre el discurso narrativo y las palabras o pensamientos de los personajes (discurso pronunciado o interior, respectivamente): discurso restituido,441 discurso narrativizado o contado y discurso transpuesto. El primero, el discurso restituido, tanto si se trata de relato de palabras442 como de pensamientos, ejerce el máximo nivel de mimesis y reproduce las palabras de los personajes o sus pensamientos empleando el estilo directo (ED) o el monólogo interior.443 El discurso narrativizado o contado es el ‘estado más distante y, en general, […] más reductor’ (ibid.: 228). Este tipo de discurso implica el más elevado nivel de mediación narrativa, pues el narrador interviene en los parlamentos de los personajes o se adentra en sus pensamientos y los reproduce. Y finalmente, el Se emplea la cursiva siguiendo el formato empleado por Manzano en la traducción de Figures III de Genette al español (Genette 1989 [1972]). 442 Genette rebautiza la expresión ‘relato de palabras’ como ‘Modos de (re)producción del discurso y el pensamiento de los personajes en el relato literario escrito’ en Nuevo discurso del relato (1998 [1993]: 36). 443 Genette considera desafortunada la denominación ‘monólogo interior’ y propone la de discurso inmediato ya que ‘como advirtió perfectamente Joyce, no es que sea interior, sino que esté de entrada […] emancipado de todo patrocinio narrativo, que ocupe desde el principio el primer plano de la ‘escena’’. (1989: 231) 441 336 Análisis e interpretación discurso transpuesto supondría un nivel intermedio entre el discurso restituido y el narrativizado y en él abundan el estilo indirecto (EI) y el estilo indirecto libre (EIL).444 En el TM0 se han hallado varias instancias en que se produce una modificación respecto al modo narrativo, variando con ello la distancia narrativa establecida en el TO. Se han observado diversas transformaciones: (1) de ED a EI y (2) de EID a EI, ED u omisión. 5.3.3.1. Estilo directo → estilo indirecto: En cinco ocasiones el TM0 transforma el ED al EI. En términos generales, además de alterar ‘la modalidad originaria de las palabras citadas’ (García Landa 1998: 342), esto es, trasladar el discurso restituido a discurso transpuesto, la transformación del ED en EI comporta la pérdida de dramatismo de la narración (ibid.: 177). A modo ilustrativo se reproducen tres ejemplos:445 Ejemplo 1 REFERENCIA: Ret_102_1 Página/s TO1: 102 I desired liberty; for liberty I gasped; for liberty I uttered a prayer; it seemed scattered on the wind then faintly blowing. I abandoned it and framed a humbler supplication; for change, stimulus: that petition, too, seemed swept off into vague space: ‘Then,’ I cried, half desperate, ‘grant me at least a new servitude!’ (1) Página/s TM2: 108 Deseaba libertad, ansiaba la libertad y oré a Dios por conseguir la libertad. Necesitaba cambios, alicientes nuevos y, en conclusión, reconociendo lo difícil que era conseguir la libertad anhelada, rogué a Dios que, al menos, si había de continuar en servidumbre, me concediese una servidumbre distinta. (1) Ejemplo 2 REFERENCIA: Ret_345_1 Página/s TO1: 345 ‘If I could go out of life now, without too sharp a pang, it would be well for me,’ I thought; ‘then I should not have to make the effort of cracking my heart-strings in rending them from among 444 Página/s TM2: 321 Pensé que me valdría más morir en aquel momento. Sabía que debía abandonarle, y, sin embargo, no quería, no podía hacerlo (1). Este fenómeno recibe una pluralidad de denominaciones: ‘Free indirect speech’ (Simpson 2003 [1993]), ‘Represented speech and thought’ (Banfield 1982) o ‘Dual voice’ (Pascal 1977), entre otros. Se sigue aquí la denominación ‘estilo indirecto libre’ empleada por de Genette (1989 [1972]), Fludernik (1993) y Zaro (2006), entre otros. 445 Los otros dos ejemplos pertenecen a las subreferencias Ret_333_1.1 y Ret_482-483_1.1. Pueden consultarse en el Anexo Retórico (3) Modo narrativo. 337 Capítulo 5 Mr. Rochester’s. I must leave him, it appears. I do not want to leave him – I cannot leave him (1).’ Ejemplo 3 REFERENCIA: Ret_380_1 Página/s TO1: 380 ‘It may be a candle in a house,’ I then conjectured; ‘but if so, I can never reach it. It is much too far away: and were it within a yard of me, what would it avail? I should but knock at the door to have it shut in my face.’ (1) Página/s TM2: 351 […] por lo que deduje que podría ser la luz de una casa, aunque tan lejana que no habría podido alcanzarla, ni me hubiera servido de nada llamar a su puerta, puesto que seguramente me la hubieran cerrado, como las demás. (1) En el primer ejemplo, ya han transcurrido ocho años desde que Jane llegara a Lowood y Miss Temple ha contraído matrimonio y ha abandonado la institución. Los deseos de Jane de expandir su horizonte, de obtener nuevos estímulos emergen nuevamente, aunque afirma desde la desesperación conformarse con una nueva servidumbre. La intensidad dramática de la escena se ve acrecentada por el uso del ED en la exclamación final del TO (‘grant me at least a new servitude!’). Sin embargo, en el TM0 se ha transformado en EI (‘rogué a Dios que, al menos, si había de continuar en servidumbre, me concediese una servidumbre distinta’), proporcionando a Jane una apacibilidad y sosiego que no reflejan el estado de ánimo del personaje expresado en el TO. Del mismo modo en el ejemplo 2 el ED empleado en el TO para reproducir los pensamientos de Jane ha sido convertido en EI. Además de la evidente condensación de los pensamientos de la protagonista, la transformación del modo narrativo conduce nuevamente a la pérdida de intensidad de su reflexión en el momento en que se debate ante los sentimientos opuestos que experimenta tras haber descubierto el engaño de Rochester. El ejemplo 3 refleja otro episodio de alta tensión emocional para Jane. Tras deambular durante varios días en busca de cobijo, Jane vislumbra una luz que tras considerar un fuego fatuo distingue como la iluminación procedente de una casa. El cansancio acumulado y el temor a no ser bien recibida la conducen a dudar sobre su proceder. Mientras que el TO reproduce los pensamientos de Jane en ED, el empleo del EI en el TM0, que implica además el uso del tiempo verbal pasado, provoca la disminución del grado de dramatismo reflejado en el TO. 338 Análisis e interpretación 5.3.3.2. Estilo indirecto libre → estilo indirecto / estilo directo / omisión: Tal y como apunta Garrido Domínguez, el estilo indirecto libre (EIL), refleja el interés por la conciencia del personaje. El narrador, que actúa como intermediario, pierde presencia y transpone en su discurso los procesos mentales del personaje. Puesto que la focalización corresponde al personaje y la voz al narrador, los enunciados que contienen EIL suelen estar dotados de un elevado grado de ambigüedad (1993: 271). Es frecuente el uso del entrecomillado como marca ortotipográfica de EIL en textos del siglo XIX que, tal y como apuntan varios autores, supone una continuación de la práctica XVII habitual de la narrativa de los siglos y XVIII 446 (cf. Page 1973: 36; Fludernik 1993: 230; Zaro 2006: 288). Particularmente, el entrecomillado se empleaba para resaltar la cercanía del EIL con el ED e incluir, en palabras de Page, la ‘sustancia’ del parlamento de un personaje (1973: 36). Contrariamente, en la mayoría de los casos el relato de pensamientos que incluyen EIL suelen aparecen sin el entrecomillado, asemejándose así más al EI y facilitando ‘la comunicación de los pensamientos de un personaje’ (Crespo Allue citado en Zaro 2006: 288). Fludernik, cuya clasificación del EIL se seguirá en este análisis, incluye el entrecomillado en la categoría ‘typographical signals of expressivity’ (1993: 230). Teniendo en cuenta estos aspectos, resulta pertinente destacar los posibles efectos tanto de la transformación del EIL a otros estilos narrativos como de su completa supresión en el contexto de la traducción. Destacan, al menos, tres posibles efectos: la posible interpretación errónea de la focalización, la simplificación de la ambigüedad narrativa y la disminución del grado de intimidad establecido con el lector. En primer lugar, en su estudio sobre la problemática relativa a la traducción al español del EIL de novelas clásicas inglesas, Zaro apunta que ‘[s]i la traducción no es capaz de expresar o compensar […] el EIL, el lector del TM0 puede interpretar que la focalización deliberada por parte del autor en un personaje corresponde al narrador omnisciente o a otros personajes’ (2006: 283). Por otra parte, la presencia de EIL que requiere ‘un mayor esfuerzo interpretativo por parte del lector’ (Faber 2008 [2007]: 78) queda simplificado ante su transformación a Concretamente, Zaro ha denominado este uso del entrecomillado en los pasajes de EIL de la novela inglesa del siglo XIX un ‘recurso de transición’ (2006: 288) puesto que la tendencia en años posteriores fue la omisión de las comillas en los enunciados que contenían este tipo de modo narrativo. 446 339 Capítulo 5 otro modo narrativo. Y, finalmente, la intimidad establecida entre el lector y la conciencia del personaje, que ‘tiene la impresión de haber sido recibido en el seno mismo de esa intimidad, de estar escuchando, viendo, una conciencia en movimiento antes o sin necesidad de que se convierta en expresión oral, es decir, siente que comparte una subjetividad’ también se vería mermada (Vargas Llosa citado en Faber 2008 [2007]: 78). Por lo que respecta al TO, el EIL aparece como un recurso que presenta una multiplicidad de formas, que según Zaro era una tendencia habitual en textos del siglo XIX que progresivamente evolucionaron hacia la unificación de criterios (2006: 284). Algunas muestras de ello son, por ejemplo, el uso indiscriminado que Charlotte Brontë hace del entrecomillado. En ocasiones el EIL aparece entrecomillado y otras no y lo usa tanto para pasajes que recogen relatos de palabras como de pensamientos, cuando la tendencia más habitual era emplearlo tan solo para el relato de palabras. Por lo que respecta a los procedimientos de traducción del EIL en el TM0, se han observado cuatro distintos: (i) la omisión del segmento que contenía EIL en el TO, (ii) la traducción del EIL como EI, (iii) la traducción del EIL como ED, y (iv) la combinación de ED y EI para traducir el EIL. En consecuencia, mientras que en el segundo caso, a pesar del cambio, se ha mantenido el modo narrativo (discurso transpuesto), en el tercero (iii) se ha producido una variación de la distancia narrativa (de discurso transpuesto a discurso restituido). Se ha observado, por otra parte, que en los fragmentos breves del TO que contienen EIL, el TM0 se ha seguido tan solo uno de estos procedimientos de traducción, mientras que en los fragmentos más extensos, el TM0 presenta la combinación de dos e incluso tres de los procedimientos indicados. Por otra parte, no se ha localizado ningún caso de modificación del EIL en el TM0 antes del capítulo XXI, que se corresponde prácticamente con la segunda mitad de la novela, en concreto, con la visita de Jane a su tía moribunda en Gateshead una vez la primera se encontraba trabajando como institutriz en Thornfield. También se ha apreciado que los pasajes que contienen EIL transformado a otro tipo de modo narrativo en el TM0 suelen coincidir con relatos de palabras, regidos en numerosas ocasiones por verba dicendi, lo que lo aproxima al EI, con lo que la ambigüedad que caracteriza al EIL no tiene un grado tan elevado como lo hubiera podido tener en caso de tratarse de relatos de pensamientos. 340 Análisis e interpretación A continuación se detallan los procedimientos traductológicos empleados en el TM0 para el tratamiento del EIL del TO: (i) Omisión del segmento que contenía EIL en el TO: Ejemplo 4 REFERENCIA: Ret_377_1 Página/s TO1: 377 [...] An old woman opened: I asked was this the parsonage? (1) ‘Yes.’ (2) ‘Was the clergyman in?’ (3) ‘No.’ (4) ‘Would he be in soon?’ (5) ‘No, (6) he was gone from home.’ (7) ‘To a distance?’ (8) ‘Not so far – happen three mile. He had been called away by the sudden death of his father: he was at Marsh End now, and would very likely stay there a fortnight longer.’ (9) ‘Was there any lady of the house?’ (10) ‘Nay, there was naught but her, and she was housekeeper;’ (11) and of her, reader, I could not bear to ask the relief for want of which I was sinking; I could not yet beg; and again I crawled away. Página/s TM2: 348 […] Abrió una anciana. (1) (2) Le pregunté por el párroco. (3) - No está – dijo. (4) - ¿Volverá pronto? (5) - No. (6) (7) (8) Está a tres millas de aquí, en Marsh End, adonde le han llamado por haber muerto su padre súbitamente. Lo probable es que pase allá quince días. (9) - ¿Hay alguna señora en la casa? (10) Contestó que no había nadie sino ella (11), y a ella, lector, no fui capaz de pedirle lo que necesitaba. Otra vez, pues, comencé a errar. Este pasaje narra la llegada de Jane a la rectoría donde vivían St John Rivers y sus hermanas. Tras deambular durante varios días, Jane se aventura a solicitar cobijo allí. De la conversación que mantiene con Hannah, sirvienta de los Rivers, las oraciones del TO correspondientes a 1, 2, 7 y 8, que contenían instancias de EIL, han sido completamente eliminadas en el TM0. Se advierte con estas supresiones una tendencia a economizar espacio en el TM0 y aunque en esta ocasión la eliminación de estas cuatro instancias no supone una pérdida de información esencial, sí que desaparece el detalle de la conversación. Por una parte, se ha suprimido parte de la información facilitada por Hannah (2 y 7), que en algún caso podría resultar redundante (‘he was gone from home’) y dos preguntas efectuadas por Jane (1 y 8). La capacidad de captar en el TO la expresión típica de un personaje como Hannah, de una clase social inferior a la de la mayor parte de los personajes de la narración, ha desaparecido en el TM0. 341 Capítulo 5 (ii) EIL como EI: Ejemplo 5 REFERENCIA: Ret_280_1 Página/s TO1: 280 The question followed, ‘Where was I to go?’ (1) Página/s TM2: 267 La cuestión inmediata a estudiar era adónde iría yo. (1) Ejemplo 6 REFERENCIA: Ret_376_1 Página/s TO1: 376 In such a voice as might be expected from a hopeless heart and fainting frame – a voice wretchedly low and faltering – I asked if a servant was wanted here? (1) Página/s TM2: 347 Con la voz que puede suponerse en una persona desfallecida y desesperada le pregunté si necesitaban por casualidad una sirviente. (1) Ejemplo 7 REFERENCIA: Ret_394_1 Página/s TO1: 394 Marsh End had belonged to the Rivers ever since it was a house: and it was, she affirmed, ‘aboon two hundred year old – for all it looked but a small, humble place, naught to compare wi’ Mr. Oliver’s grand hall down i’ Morton Vale. But she could remember Bill Oliver’s father a journeyman needlemaker; and th’ Rivers wor gentry i’ th’ owd days o’ th’ Henrys, as onybody might see by looking into th’ registers i’ Morton Church vestry. (1)’ Still, she allowed, ‘the owd maister was like other folk – naught mich out o’ t’ common way: stark mad o’ shooting, and farming, and sich like. (2)’ Página/s TM2: 362 Marsh End pertenecía a los Rivers desde que se construyera, más de doscientos años atrás. Y aunque fuese una casa muy modesta comparada con la magnífica residencia de los Oliver, en el valle de Morton, ella recordaba bien la época en que el padre de Bill Oliver trabajaba como jornalero en una fábrica de agujas, mientras que los Rivers eran hidalgos desde los tiempos del rey Enrique, como constaba en los archivos de la parroquia de Morton (1). Sin embargo, a Mr. Rivers, hombre muy sencillo, le gustaba cazar, ocuparse en la labranza «y todo eso» (2). Ejemplo 8 REFERENCIA: Ret_452_1 Página/s TO1: 452 Approaching the hearth, he asked, ‘If I was at last satisfied with housemaid’s work?’ (1) Página/s TM2: 409 Me preguntó si estaba satisfecha de mis tareas domésticas (1) […]. En el ejemplo 5 Jane se cuestiona su futuro una vez Mr. Rochester contraiga matrimonio con Blanche Ingram. El EIL, que recoge la pregunta que Jane se hace a sí misma, aparece entrecomillado (‘Where was I to go?’) y se advierte el uso del tiempo verbal pasado (was) en lugar del presente que se habría utilizado en el ED (Where am I to go?). La presencia del signo de interrogación, tanto en este pasaje como en otros que se analizarán más 342 Análisis e interpretación adelante, enfatiza, tal y como afirma Fludernik, ‘the expressive quality of the reported utternances’ (1993: 232).447 Por su parte en el TM0 el EIL se ha reemplazado por EI (‘La cuestión inmediata a estudiar era adónde iría yo’). En este caso la intimidad alcanzada con el personaje en el TO se ve mermada por el uso del EI en el TM0. En el ejemplo 6, que esta vez no aparece entrecomillado en el TO, a pesar de tratarse de un relato de palabras, Jane solicita a una de las habitantes de Morton trabajo como sirvienta tras su huída de Thornfield (‘I asked if a servant was wanted here?’). En este caso la interrogación aparece introducida por un verbum dicendi (‘I asked’) seguido de la conjunción ‘if’ propia del EI aunque combinado con el deíctico ‘here’448 característico del ED. El TM0 reemplaza de nuevo el EIL por EI ‘le pregunté si necesitaban por casualidad una sirviente’ con la consecuente pérdida de la fusión de diálogo y narración que se observa en el TO. Aunque en esta ocasión se presenta entrecomillado, el ejemplo 8 sigue un patrón muy similar al anterior. En esta ocasión, St John Rivers se interesa sobre la nueva situación de Jane, una vez descubierto su parentesco con los Rivers y habiendo abandonado su labor como maestra de la escuela de niñas de Morton después de recibir la herencia de su tío de Madeira. La pregunta de St John Rivers ‘he asked “if I was at last satisfied with housemaid’s work?”’ expresada mediante el EIL en el TO contiene un verbum dicendi (‘asked’) así como la conjunción ‘if’, propios del EI, combinados con el signo de interrogación final que caracteriza el ED. Por su parte, el TM0 ha vuelto a emplear el EI para trasladar esta oración (‘Me preguntó si estaba satisfecha de mis tareas domésticas’). A pesar de que en estos tres casos la transformación del EIL en EI no comporta un cambio del modo narrativo (se mantiene el discurso transpuesto), todos ellos dotan a la narradora de un mayor control de las palabras de los personajes que intervienen en estos pasajes. Por último en el ejemplo 7 también se diluye la fusión de narración y, en este caso, la intervención de Hannah que informa a Jane sobre los antepasados de St John Rivers, Diana y Mary Rivers y los orígenes de Marsh End. Mientras que el TO emplea el EIL entrecomillado para recoger el parlamento de Hannah, el TM0 lo transforma a EI. El empleo del EIL en el TO permitía la inclusión de ‘loanings from characters’ lexis’ (Fludernik 1993: 231) como ‘wi’’, ‘i’’, ‘th’’, ‘wor’, ‘i’ th’ owd days’, ‘onobody’, entre otros. El empleo del EI en el TM0 elimina esta posibilidad. Únicamente se mantiene una La autora también destaca que tanto los signos de exclamación como los de interrogación pueden aparecer de forma adicional en EI (1993: 232). 448 Según Maldonado ‘las referencias deícticas […] [están] ancladas en el personaje (y no en el narrador), como punto de orientación’ (1991: 26). 447 343 Capítulo 5 pequeña muestra de la intervención de Hannah al final del fragmento al incluirse ‘y todo eso’ entre comillas. (iii) EIL como ED: Ejemplo 9 REFERENCIA: Ret_271_1 Página/s TO1: 271 I asked if Georgiana would accompany her. ‘Of course not. Georgiana and she had nothing in common: they never had had. She would not be burdened with her society for any consideration. Georgiana should take her own course; and she, Eliza, would take hers.’ (1) Página/s TM2: 260 Le pregunté si Georgiana pensaba acompañarla. - Desde luego, no. Georgiana y yo no nos parecemos en nada ni nos hemos parecido nunca. Georgiana seguirá su camino y yo el mío. (1) Ejemplo 10 REFERENCIA: Ret_271_2 Página/s TO1: 271 Georgiana, when not unburdening her heart to me, spent most of her time in lying on the sofa, fretting about the dullness of the house, and wishing over and over again that her aunt Gibson would send her an invitation up to town. ‘It would be so much better,’ she said, ‘if she could only get out of the way for a month or two, till all was over.’ (1) Página/s TM2: 260 Georgiana, cuando no empleaba el tiempo en abrirme su corazón, pasaba el día tumbada en el sofá, esperando con ansia el momento en que su tía Gibson le enviase una invitación para ir una temporada a la ciudad. - Sería mejor – solía decir – que me marchara durante uno o dos meses, hasta que todo pasara. (1) Ejemplo 11 REFERENCIA: Ret_453_1 Página/s TO1: 453 This silence damped me. I thought perhaps the alterations had disturbed some old associations he valued. I inquired whether this was the case: no doubt in a somewhat crest-fallen tone. ‘Not at all; he had, on the contrary, remarked that I had scrupulously respected every association: he feared, indeed, I must have bestowed more thought on the matter than it was worth. (1) How many minutes, for instance, had I devoted to studying the arrangement of this very room? – By-the-bye, could I tell him where such a book was?’ (2) Página/s TM2: 409-410 Me disgustó aquel silencio, pensando que acaso le hubiera contrariado que se alterase el aspecto de la casa paterna. Le pregunté si era así. - Nada de eso. Ya he observado el cuidado que has tenido en respetar cuanto pudiese significar un recuerdo. (1) ¿Cuántos minutos has dedicado a pensar en el arreglo de esa habitación? Y ¿puedes decirme dónde está colocado...? (2) En el ejemplo 9 durante la visita de Jane a su tía Mrs. Reed en su lecho de muerte, su prima Eliza le comenta la disparidad de caracteres que existe entre ella misma y su hermana Georgiana. En el TO el EIL vuelve a aparecer entrecomillado e introducido por 344 Análisis e interpretación ‘of course’, una locución adverbial que Fludernik denomina ‘sentence modifier’ (1993: 237) y ubica en la categoría pragmática de expresividad del EIL. 449 Se observan nuevamente modificaciones de pronombres propias del EIL (‘she’ en lugar de ‘I’ y ‘hers’ en vez de ‘mine’). El ejemplo 10 incluye un parlamento de Georgiana en EIL, entrecomillado e introducido por un verbum dicendi (‘said’) y el habitual uso del pronombre de tercera persona en EIL (en este caso ‘she’) para referirse al personaje que pronuncia las palabras. Por último, el ejemplo 11 contiene parte de una conversación entre St John Rivers y Jane en que este opina sobre los cambios que Jane ha realizado en su casa. En 1 el EIL aparece introducido por ‘not at all’, nuevamente un ‘sentence modifier’ (Fludernik 1993: 237) y se produce el cambio de pronombres y de tiempos verbales inherentes al EIL (‘he’ en lugar de ‘I’, ‘I’ en vez de ‘you’, ‘had respected’ en lugar de ‘have respected’, entre otros). El efecto producido por el cambio de los pronombres personales es que el centro de atención es Jane, la protagonista de la novela, (‘he had, on the contrary, remarked that I had scrupulously respected every association: he feared, indeed, I must have bestowed…’) en lugar de St John Rivers. Sin embargo en el TM0 el uso del ED imposibilita esta transformación y el parlamento de St John Rivers se presenta en primera persona (‘Ya he observado…’). El número 2 incluye una pregunta de St John Rivers dentro del entrecomillado y con un signo de interrogación final. El habitual cambio pronominal se mantiene así como el tiempo verbal. De igual modo que en los casos anteriores el TM0 emplea el ED. Estos ejemplos que presentan una modificación del EIL a ED suponen una variación en el tipo de discurso. Mientras que el TO empleaba el discurso transpuesto, el TM0 ha preferido el discurso restituido incrementando el nivel de mimesis del TO, cediendo la palabra totalmente a los personajes, eliminando, así, toda intervención narrativa. (iv) EIL como ED y EI: Los ejemplos que se han analizado hasta el momento corresponden a segmentos aislados en el texto que no forman parte de diálogos más amplios. Sin embargo, se encuentran también diálogos reproducidos íntegramente en EIL en el TO que han sido modificados en Se ha seguido la clasificación establecida por Fludernik que a su vez continúa y complementa la catalogación original de Banfield (1982). 449 345 Capítulo 5 el TM0 empleando una combinación de ED y EI, y en algunos casos la omisión de la oración que contenía EIL: Ejemplo 12 REFERENCIA: Ret_377_1 Página/s TO1: 377 [...] An old woman opened: I asked was this the parsonage? (1) ‘Yes.’ (2) ‘Was the clergyman in?’ (3) ‘No.’ (4) ‘Would he be in soon?’ (5) ‘No, (6) he was gone from home.’ (7) ‘To a distance?’ (8) ‘Not so far – happen three mile. He had been called away by the sudden death of his father: he was at Marsh End now, and would very likely stay there a fortnight longer.’ (9) ‘Was there any lady of the house?’ (10) ‘Nay, there was naught but her, and she was housekeeper;’ (11) and of her, reader, I could not bear to ask the relief for want of which I was sinking; I could not yet beg; and again I crawled away. Página/s TM2: 348 […] Abrió una anciana. (1) (2) Le pregunté por el párroco. (3) - No está – dijo. (4) - ¿Volverá pronto? (5) - No. (6) (7) (8) Está a tres millas de aquí, en Marsh End, adonde le han llamado por haber muerto su padre súbitamente. Lo probable es que pase allá quince días. (9) - ¿Hay alguna señora en la casa? (10) Contestó que no había nadie sino ella (11), y a ella, lector, no fui capaz de pedirle lo que necesitaba. Otra vez, pues, comencé a errar. Algunas de las subreferencias que contiene este pasaje ya han sido examinadas en el apartado de omisión del EIL (1, 2, 7 y 8). De todas formas, se comentarán el resto de las transformaciones de este fragmento pues ilustra la combinación de diferentes soluciones para tratar el EIL de un mismo segmento en el TM0. 450 Aunque predomina la modificación del EIL a ED también hay dos casos de EI en este pasaje construido a base de las preguntas que efectúa Jane y las respuestas que proporciona Hannah. El diálogo se inicia con la pregunta de Jane sobre si aquella era la rectoría y la respuesta afirmativa de Hannah, que como ya se ha comentado, han sido omitidas. La siguiente pregunta de Jane, ‘Was the clergyman in?’ (3), que aparece entrecomillada y mantiene el signo de interrogación se ha transformado en EI en el TM0 (‘Le pregunté por el párroco’). A partir de ahí el TM0 traduce el EIL como ED, manteniendo la agilidad de la conversación (4, 5, 6, 9 y 10). Y, finalmente, en 11 el TM0 vuelve a retomar el EI (‘Contestó que no había nadie sino ella’). El uso de diferentes tipos de discurso (transpuesto y restituido) en el TM0 proporciona una variedad de modos narrativos que no existía en el TO. Como ya se ha comentado con anterioridad la modulación de EIL a EI, en estos casos, no supone una El resto de pasajes que contienen una combinación de modulaciones del EIL corresponden a las referencias Ret_312-315_1, Ret_375-376_1 y Ret_378_1. Véase Anexo Retórico (3) Modo narrativo. 450 346 Análisis e interpretación gran variación con respecto al TO pues la presencia de verba dicendi en la mayoría de las intervenciones de los personajes aproxima el EIL al EI. Sin embargo, la transformación del EIL a ED sí supone un importante cambio a nivel narrativo. En el TM0 el comienzo de la emancipación del narrador que comporta el EIL se lleva al límite al emplear el ED pues las marcas narrativas desaparecen y se cede directamente la palabra al personaje reproduciendo ‘literalmente’ su discurso. 5.3.4. Heterolingüismo: el francés de Adèle Varens Ya antes de su estancia en Bruselas, Charlotte Brontë anticipaba el aprendizaje que se proponía: ‘In half a year, I could acquire a thorough familiarity with French. I could improve greatly in Italian, and even get a dash of German; i.e., providing my health continued as good as it is now’ (Gaskell 1971 [1857]: 141). Las nociones de los tres idiomas mencionados en la carta a Aunt Branwell se ven reflejadas en la novela. El francés, se emplea prácticamente en todas las intervenciones de Adèle Varens y su niñera, Sophie, ambas de origen galo, y en menor medida, por otros personajes como Jane, Mr. Rochester y los invitados que recibe en Thornfield. En el caso de Jane, el francés se encontraba entre una de las materias en las que había sido instruida durante su estancia en Lowood, mientras que para el resto de los personajes era una muestra de su estatus social. El italiano también denota la condición social de los personajes que lo emplean, en esta ocasión, Rochester y Blanche Ingram. En cuanto a Rochester, el conocimiento de estos idiomas parece ser el fruto de sus múltiples viajes y estancias en los países en cuestión; mientras que por lo que se refiere a Blanche Ingram, indican la posesión de una de las cualidades de la denominada ‘accomplished lady’ de la época victoriana, ya definida por Jane Austen en Pride and Prejudice a través del personaje de Caroline Bingley: ‘A woman must have a thorough knowledge of music, singing, drawing, dancing, and the modern languages, to deserve the word […]’ (2009 [2004]: 36). La propia Jane Eyre, se calificaba como tal en uno de los pasajes de la novela en que se dirige al lector: ‘“She is qualified to teach the usual branches of a good English education, together with French, Drawing, and Music” (in those days, reader, this now narrow catalogue of accomplishments, would have been held tolerably 347 Capítulo 5 comprehensive)’ (Brontë 2006: 103). 451 Y, finalmente, el tercer idioma presente en la novela, además del inglés, es el alemán, utilizado tan solo en un fragmento por las hermanas Rivers, que se proponen enseñar el idioma en el futuro y poder así recibir un salario más elevado. En este apartado se analiza el modo en que se han tratado las intervenciones en francés de Adèle Varens en el TM0. No se ha considerado pertinente tratar el resto de ejemplos de heterolingüismo452 pues su presencia es idéntica a la del TO, esto es, los parlamentos de los personajes en francés, italiano o alemán se reproducen en estos idiomas. Sin embargo, el tratamiento del francés de Adèle presenta una doble tendencia: o bien se mantiene su lengua materna o se traduce al español. Los primeros tres ejemplos reproducen las únicas ocasiones en que las palabras de Adèle Varens se han mantenido en francés en el TM0. Como se puede observar se ha empleado la cursiva para indicar el idioma extranjero: Ejemplo 1 REFERENCIA: Ret_122_1 Página/s TO1: 122 ‘Qu’ avez vous donc? lui dit un de ces rats; parlez!’ (1) Página/s TM2: 128 «Qu’ avez vous donc? lui dit un de ces rats; parlez!» (1) Ejemplo 2 REFERENCIA: Ret_307_1 Página/s TO1: 307 ‘Oh, qu’ elle y sera mal – peu comfortable! (1) And her clothes, they will wear out: how can she get new ones?’ Página/s TM2: 290 - Oh, qu'elle y sera mal... peu confortable!453 (1) Y cuando se le estropee la ropa, ¿dónde comprará otra nueva? Más contemporáneas son las exploraciones de la noción de la ‘accomplished lady’ en la sociedad victoriana de Corrado Pope (1977), Aldrich (2000 [1991]) y Wadsö Lecaros (2003). 452 Esta denominación, empleada originalmente por Grutman se refiere al uso de idiomas extranjeros y variedadades dialectales en contextos literarios (2006: 18). 453 Se ha observado la sustitución de ‘comfortable’ del TO por ‘confortable’ en el TM2. Problablemente se trate de un error tipográfico puesto que en el TM1 aparece correctamente. También en la versión bilingüe online a cargo de Miguel Garci-Gómez persiste el error. 451 348 Análisis e interpretación Ejemplo 3 REFERENCIA: Ret_309_1 Página/s TO1: 309 [...] denominating Mr. Rochester ‘un vrai menteur,’ and assuring him that she made no account whatever of his ‘contes de fée,’ and that ‘du reste, il n’y avait pas de fées, et quand même il y en avait:’ (1) [...]. Página/s TM2: 291 [...] Trató a Rochester de un vrai menteur y le aseguró que ella no creía en sus contes de fées, que du reste, il n’y avrait 454 pas de fées, et quand méme il y en avait, (1) [...]. El resto de las intervenciones de la niña, que supone un total de dieciocho, 455 se han traducido al español. A continuación se reproducen algunas de estas traducciones: Ejemplo 4 REFERENCIA: Ret_127_1 Página/s TO1: 127 ‘Mesdames, vous êtes servies!’ adding, ‘J’ai bien faim, moi!’ (1) Página/s TM2: 133 - La comida está en la mesa, señoras. – Y añadió –: Tengo mucho apetito… (1) Ejemplo 5 REFERENCIA: Ret_139-140_1 Página/s TO1: 139-140 ‘Et cela doit signifier,’ said she, ‘qu’il y aura là dedans un cadeau pour moi, et peut-être pour vous aussi, mademoiselle. Monsieur a parlé de vous: il m’a demandé le nom de ma gouvernante, et si elle n’était pas une petite personne, assez mince et un peu pâle. J’ai dit qu’oui: car c’est vrai, n’est-ce pas, mademoiselle?’ (1) Página/s TM2: 144 - Y eso debe significar – decía – que contiene un regalo para mí y acaso para usted, señorita. Mr. Rochester ha hablado de usted; me ha preguntado el nombre de mi institutriz y me dijo que si no era una mujer pálida y delgada. Me ha dicho que si… (1) Ejemplo 6 REFERENCIA: Ret_182_1 Página/s TO1: 182 ‘Qu’avez-vous, mademoiselle?’ said she; ‘vos doigts tremblent comme la feuille, et vos joues sont rouges: mais, rouges comme des cerises!’ (1) Página/s TM2: 180 -¿Qué tiene usted, señorita? – dijo –. Sus dedos tiemblan y sus mejillas están encarnadas como las cerezas… (1) En esta ocasión el primer ‘avait’ del TO se ha reemplazado por ‘avrait’ en el TM0. De nuevo parece un error tipográfico aunque en todo caso este ha persistido tanto en las tres versiones mencionadas en la nota anterior. 455 El resto de los parlamentos de Adèle que se han traducido al español son los siguientes: Ret_131_1.1, Ret_139_1.1, Ret_142_1.1, Ret_152_1.1, Ret_152_1.2, Ret_163_1.1, Ret_163_1.2, Ret_163_1.3, Ret_195196_1.1, Ret_198_1.1 y Ret_219_1.1., que se pueden consultar en el Anexo Retórico (4) Heterolingüismo. 454 349 Capítulo 5 Ejemplo 7 REFERENCIA: Ret_194_1 Página/s TO1: 194 ‘Elles changent de toilettes (1) ,’ said Adèle; who, listening attentively, had followed every movement; and she sighed. ‘Chez maman,’ said she, ‘quand il y avait du monde, je le suivais partout, au salon et à leurs chambres; souvent je regardais les femmes de chambre coiffer et habiller les dames, et c’était si amusant: comme cela on apprend.’ (2) ‘Don’t you feel hungry, Adèle?’ ‘Mais oui, mademoiselle: voilà cinq ou six heures que nous n’avons pas mangé.’ (3) Página/s TM2: 190 - Se están cambiando de ropa – dijo Adèle, que había escuchado con atención (1). Y suspiró al añadir –: En casa de mamá, cuando había visitas, yo la acompañaba a todas partes, en el salón y en las habitaciones, y muchas veces miraba a las doncellas vestir y peinar a las señoras. Es muy divertido, y, además, así se aprende... (2) - ¿No tienes apetito, Adèle? – interrumpí. - Sí, señorita. Hace cinco o seis horas que no hemos comido. (3) Ejemplo 8 REFERENCIA: Ret_201_1 Página/s TO1: 201 ‘Bon jour, mesdames.’ (1) Página/s TM2: 197 - Buenas noches, señoras. (1) El/la lector/a del TM0 se encuentra ante un texto que reproduce íntegramente el heterolingüismo de todos los personajes salvo el de la niña Adèle Varens, cuyas intervenciones en francés han sido trasladadas al español en la mayoría de los casos a excepción de los ejemplos citados (ejemplos 1, 2 y 3). Y los tres ejemplos en que se mantiene el francés de Adèle se corresponden con la primera y las dos últimas intervenciones de la niña, respectivamente. El hecho de que se mantenga en ocasiones el heterolingüismo del TO y en otras se omita, no permite afirmar que existiera en el TM0 una tendencia a la domesticación ni tampoco al fenómeno contrario, la exotización, (Venuti 1995) puesto que se dan ejemplos de las dos opciones. 5.4. Interpretación del análisis Encontrar una explicación de los cambios acaecidos en la versión de Luaces requiere necesariamente la consideración tanto de los diferentes aspectos del contexto general de llegada como de la situación particular de los agentes involucrados en el proceso de traducción y publicación del texto. En primer lugar, por lo que se refiere al contexto meta, como han afirmado desde una perspectiva cultural Gentzler y Tymoczko (2002), la traducción ha sido tradicionalmente una de las herramientas de manipulación que ha contribuido a construir el tipo de cultura deseada por los grupos dominantes, que tendrá 350 Análisis e interpretación una mayor repercusión cuanto más preeminente sea la posición de la traducción en el sistema literario (Even-Zohar 2003 [1978]). En este caso en particular, el TM1 se publicó tan solo cuatro años después del fin de la guerra civil española y, por tanto, se vio condicionado por la censura gubernativa del primer franquismo que pretendía ejercer una férrea supervisión de cuestiones políticas y morales, tratando de adecuar cualquier tipo de producción cultural al modelo impuesto. A falta de una nutrida producción literaria autóctona, las traducciones pasaron a ocupar un destacado emplazamiento en el mundo de las letras españolas de posguerra por lo que la repercusión de las traducciones en la sociedad adquirió una mayor relevancia. Por consiguiente, no sorprende que los diferentes niveles de la Categoría Ideológica del análisis presenten un elevado grado de domesticación en materia de género, modelos familiares y religión. En este mismo sentido, otro aspecto a tener en cuenta a la hora de interpretar el análisis comparativo es la proximidad ideológica entre los Universos del Discurso del TO y del TM1 (Lefevere 1992b). En determinados aspectos, el contexto en el que Charlotte Brontë escribió su novela no difiere sustancialmente del periodo de posguerra en España. Hay que recordar la voluntad del régimen franquista de recuperar modelos y estructuras sociales tradicionales que se asemejaban a las existentes en el siglo XIX, como evidencia el reestablecimiento de las políticas patriarcales del Código Civil de 1889. Así, es fácilmente detectable que aspectos como la estructura familiar patriarcal o el modelo femenino doméstico, predilectos en la España de posguerra, se aproximaban en gran mesura a los de la época de Charlotte Brontë. Por ello, no es de extrañar que muchas de las transformaciones del TM1 se correspondan con aspectos que habían supuesto también en el contexto del siglo XIX una desviación de los patrones de comportamiento predominantes. En segundo lugar, teniendo en cuenta que el expediente de censura correspondiente a la traducción autorizaba el texto sin proponer modificaciones, algunos de los cambios en el TM1 han de ser atribuidos necesariamente al traductor y/o al editor, fruto de la voluntad de esquivar la censura. Teniendo en cuenta el perfil biográfico del traductor, es preciso recordar que por aquella época los ingresos de Juan G. de Luaces provenían prácticamente de forma exclusiva de sus traducciones, por lo que es comprensible su propósito de asegurarse que los textos que trasladaba al español no encontraran dificultades para su publicación. También los editores de la época perseguían este objetivo con lo que parece que en este caso traductor y editor seguían una línea de actuación común. Por ello, se 351 Capítulo 5 puede afirmar que la traducción de Jane Eyre publicada por Iberia en 1943 es un caso de autocensura con la que se pretendía obtener el beneplácito de los censores. Además del enfoque cultural e ideológico, la interpretación del análisis se complementa con la exploración de la dimensión social del traductor y, en menor medida del editor, basada en los conceptos clave de la teoría de Bourdieu. Es por ello que cabe tener en consideración que esta traducción de Luaces pertenece a la primera época de su trayectoria traductológica y que, concretamente el TM1 fue de las más tempranas traslaciones llevadas a cabo (el año 1942 se publicaron seis traducciones de Luaces y en 1943 trece, entre ellas Jane Eyre). 456 Luaces, que hasta 1936 había ejercido exclusivamente como poeta, periodista y director de publicaciones periódicas, estaba en los primeros años de posguerra recibiendo sus primeras traducciones y, por ende, en proceso de construcción de su habitus profesional en el ‘campo’ de la traducción, una actividad para la que no había recibido formación específica. Sus inicios como traductor confluyeron con un nuevo panorama político, social y cultural al que tuvieron que adaptarse tanto el propio traductor como el resto de los agentes relacionados con el mundo literario. El análisis comparativo entre el TO y el TM0 ha revelado diversos procesos traductológicos recurrentes. Las supresiones y las modificaciones de contenido inciden mayoritariamente en la Categoría Ideológica mientras que en la Categoría Retórica destaca la elusión de algunos de los recursos estilísticos propios de la escritora. Por otra parte, cabe destacar que, por lo general, las modificaciones de la primera categoría reflejan las restricciones ideológicas del contexto en el que se inscribe la traducción, mientras que los cambios en la segunda y también en la intertextualidad pueden atribuirse a algunos de los condicionantes sociales de los agentes involucrados en la traducción. A continuación se proporcionan algunas posibles interpretaciones sobre los cambios acaecidos en las diferentes categorías del TM0. En los dos primeros apartados de la Categoría Ideológica, se ha estudiado la representación en el TM0 de dos personajes femeninos – Jane Eyre y Bertha Mason – que refleja un acercamiento al modelo femenino predominante de la España de posguerra evidenciando el Los títulos y datos de edición están recogidos en los Anexos 1, 2 y 3 pues los 19 títulos a los que se hace referencia incluían textos literarios y no literarios en lengua inglesa y también textos vertidos al español de idiomas diferentes del inglés. 456 352 Análisis e interpretación antifeminismo de la época. Por lo que respecta a Jane Eyre, tanto en Gateshead (ejemplos 1-3) como en Lowood (ejemplos 6-8), el personaje femenino principal del TM0 es más dócil, conformista, obediente, afable y comedido y parece aceptar con resignación el trato recibido en los dos primeros estadios de su peregrinación. Por su parte, las modificaciones producidas en el ejemplo 9 adecúan el personaje al prototipo de mujer de posguerra, alejada de la dimensión social y política, y notoriamente más pasiva y sumisa. También durante su estancia en Thornfield, el TM0 ha transformado la caracterización original de Jane. Los ejemplos 10-28 en los que se reformula la relación entre la protagonista y Rochester, presentan a una mujer prácticamente carente de deseo, capaz de controlar sus impulsos y, por ende, más racional. Tras el descubrimiento de que Rochester es un hombre casado, los indicios de que Jane podría llegar a convertirse en su amante se han erradicado (ejemplos 29-32). Más tarde, una vez lejos de Thornfield, el recuerdo de Rochester que despierta en Jane un fuerte anhelo, se ha desdibujado (ejemplos 33-36), con lo que se contribuye a la generación de una nueva identidad para Jane en el TM0, más acorde con la supuesta (a)sexualidad femenina de posguerra. Las transformaciones observadas en los ejemplos 37-42 diluyen la situación de desamparo de Jane que en el T0 deambula durante días, probablemente por su condición de joven soltera y sin vínculos familiares, reduciendo también la vulnerabilidad de la protagonista en tal extrema coyuntura. Posteriormente, durante su convivencia con los hermanos Rivers en Morton, las modificaciones de los ejemplos 43-47 persisten en desacentuar la obstinación y atrevimiento de Jane, que parece retomar en el TM0 el rol de ángel del hogar y se muestra más condescendiente ante las exigencias de St John Rivers Rivers. Finalmente, tanto en los momentos previos a su reencuentro con Rochester como más tarde en su compañía en Ferndean (ejemplos 48-53), en el TM0 se ha vuelto a optar por suprimir el deseo de Jane y el acercamiento físico entre ambos. Ahora bien, si la representación de Jane se ha visto alterada en el TM0, comparativamente resulta más significativo el grado de modificación de Bertha Mason, si se tiene en cuenta su escasa presencia en la novela. A pesar de que gran parte de la trama transcurre sin conocerse la existencia de la esposa de Rochester, se han observado modificaciones en la práctica totalidad de sus apariciones así como también en las ocasiones en que los personajes, fundamentalmente Rochester, se refieren a ella. El modelo femenino representado por Bertha Mason en el contexto del siglo XIX supuso una desviación 353 Capítulo 5 significativa del estereotipo de feminidad predominante, fundamentalmente debida a su apetito sexual. El TM0 que persigue cumplir con el modelo que se trataba recuperar en la época, ha suavizado las referencias al deseo sexual de Bertha Mason (ejemplos 11-13) que en contraposición con el de Jane era mucho más explícito en el TO. Sin embargo, el resto de los ejemplos muestran una recurrente persistencia en humanizar a la esposa de Rochester así como de disminuir la violencia presente en la mayoría de sus apariciones. En relación con estas modificaciones en la representación de los dos personajes femeninos principales, por el momento resulta difícil discernir si se deben a la voluntad de proporcionar un texto que armonizara con el ideal femenino de posguerra o a la propia ideología del traductor. El artículo de opinión, ‘Feminismo y desvergüenza’ firmado por Luaces y publicado en la portada del Heraldo Alavés el 25 de febrero de 1925, cuando el por entonces periodista y poeta contaba con 19 años, casa no solo con el ideario del franquismo en materia de género sino también con el de la dictadura de Primo de Rivera. Sin embargo, si las opiniones de Luaces fueron fruto de su temprana edad, teniendo en cuenta que la publicación de Jane Eyre data de 1943, cabe considerar que el posicionamiento claramente antifeminista que refleja el artículo de 1925 hubiera evolucionado hacia una posición más liberal. Por otra parte, a pesar de que el modelo de familia ideal en ambos contextos se asemejaba, el TO presenta desvirtuaciones de este ideal que en el TM0 se han reconducido para ofrecer un planteamiento adscrito al deseado por el régimen de posguerra. En concreto, se han detectado múltiples transformaciones respecto a la relación de Jane con los Reed y al matrimonio de Rochester y Bertha. Por una parte, se han suavizado los pasajes más crudos de la relación entre Jane y los miembros de la familia Reed reconfigurando así una estructura familiar más propicia y, en definitiva, acogedora para una niña huérfana. Al mismo tiempo que la rudeza de Mrs. Reed se ha visto mermada en el TM0 (ejemplos 1-4, 6, 8-10), la actuación de Jane respecto a su familia de acogida se ha acercado a la de una niña desvalida e indefensa que carece de la rebeldía del TO, que implora perdón (ejemplo 5) y antepone el deber familiar a su resentimiento (ejemplo 7). De la misma manera, el atípico matrimonio constituido por Rochester y Bertha se ha visto reformulado en el TM0. Por una parte, los comentarios en los que el dueño de Thornfield expresa su rechazo e incluso odio hacia su esposa y su unión se han eliminado o modificado de tal forma que Rochester se ha 354 Análisis e interpretación convertido en el TM0 en un marido más abnegado (ejemplos 13-18). Se observa, pues, que tanto a través de las modificaciones en los comentarios de Rochester como de la transformación de su esposa, el núcleo familiar recreado en el TM0 parece ajustarse algo más al modelo imperante en la España de los años cuarenta: ni Bertha presenta la deshumanización y vicios del TO ni la repudia de Rochester es tan evidente. Otra de las Subcategorías analizadas en la Categoría Ideológica es la religión y quizás sea el aspecto en que más divergen los contextos del TO y TM1. El ambiente espiritual en que se educó Charlotte Brontë se ve reflejado en Jane Eyre donde se recogen diferentes denominaciones religiosas, inscritas mayoritariamente dentro del protestantismo. Sin embargo, el contexto del TM1 abogaba por la supremacía del catolicismo y, precisamente, esto último parece haber sido el factor decisivo que ha influido en las transformaciones observadas en el TM0 que de alguna forma parecen unificar las diferentes espiritualidades presentes en el TO, aglutinando algunos de los preceptos del cristianismo. En primer lugar, se han observado eliminaciones de contenido calvinista como la idea de la existencia de un Dios severo y castigador (ejemplos 1-2) y algunas de las muestras del evangelismo de St John Rivers en relación con la debilidad humana y la posibilidad de pecar (ejemplos 17-19). Asimismo, el credo que Helen Burns propugna (ejemplos 3-4), que expresa su férrea convicción respecto a la necesidad de sufrir en vida para lograr la paz en la eternidad, se ha descartado en el TM0. No es de extrañar, por tanto, que de forma similar, las alusiones al deísmo o el hinduismo, hayan sido erradicadas del TM0 (ejemplos 24-27). Otro caso que muestra la voluntad del traductor y/o editor de lograr la autorización de la traducción está constituido por los ejemplos 28-31. En estas ocasiones parece que se ha optado por eliminar expresiones con terminología de índole religiosa empleadas en contextos de significación no espiritual. Estos ejemplos, que a priori, no quebrantan preceptos del cristianismo podrían haber sido considerados por los encargados de la traducción potencialmente problemáticos y de ahí, que se hayan producido estas transformaciones. Además de las supresiones indicadas, por otra parte, se ha observado una tendencia a minimizar las críticas al sacerdocio y a la reclusión en conventos así como a algunas instituciones supuestamente cristianas – Lowood o la familia Reed que en ambos casos se vanagloriaban de poseer una moralidad intachable (ejemplos 20-23). Finalmente, cabe destacar que de nuevo la caracterización del personaje femenino principal se ha visto alterada, en esta ocasión, en materia de espiritualidad. La domesticación que ha 355 Capítulo 5 experimentado Jane Eyre alcanza a su comportamiento religioso, quien en el TM0 no cuestiona la existencia de la eternidad (ejemplos 5-6), dirige sus oraciones a Dios (ejemplo 11), prescinde de idolatrías paganas (ejemplos 12 y 13) y pide perdón (ejemplos 8 y 9). El último aspecto explorado en la Categoría Ideológica ha sido la intertextualidad que en múltiples ocasiones ha sido mermada en el TM0 ya que se ha prescindido de referencias tanto literarias como bíblicas. El TO contiene abundantes referencias a textos literarios y pasajes bíblicos lo que demuestra, por una parte, el propio conocimiento de la autora y, por otra, la presunción de que los lectores lo compartían. Además, cabe señalar que en lo que respecta a sus fuentes literarias, Charlotte Brontë no se limita a autores y textos que podrían haber sido considerados ya clásicos (Shakespeare, Milton, Swift, Bunyan)457 sino que exhibe un conocimiento de escritores de éxito relativamente reciente (Byron, De Quincey, Scott, Moore). El TM0, sin embargo, ha ignorado algunas citas textuales del TO (ejemplos 3, 9, 11, 12). La desaparición de las comillas de la cita o del segmento completo entrecomillado supone la ya mencionada privación al lector del TM0 de la riqueza intertextual y, por otra parte, influye en la caracterización de ciertos personajes al atribuírseles como propias determinadas palabras/citas cuando el lector del TO era capaz de identificar que el personaje en cuestión estaba haciendo eco de pasajes literarios o bíblicos. Otra actuación traductológica que se ha observado en esta Subcategoría es la completa eliminación de referencias bíblicas o literarias que en el TO tenían la finalidad de comparar o explicitar argumentos previamente desarrollados (ejemplos 1, 3, 5-8, 16). En algunas de estas ocasiones en el TM0 se ha optado por eliminar el fragmento en el que se establecía el paralelismo con lo que nuevamente los personajes carecen de las nociones que poseían en el TO. Otras de las supresiones consisten en referencias a personajes literarios, bíblicos o mitológicos (ejemplos 2, 4, 13, 15, 17), que nuevamente alteran la caracterización original de los personajes. Finalmente, destacan por su extensión y alto contenido intertextual las omisiones en el ejemplo 18 que, como se ha visto en el análisis de este apartado, se corresponden con la descripción de las acuarelas de Jane. 457 Los textos de Bunyan, The Pilgrim’s Progress, y Milton, Paradise Lost, revelan que Charlotte Brontë también estaba familiarizada con literatura de signo protestante. Respecto a los paralelismos establecidos entre Jane Eyre y estas lecturas son de relevancia los estudios llevados a cabo, entre otros, por Qualls (1982), Fernández Nistal (1986), Imlay (1993 [1989]) y Olvey (1996). 356 Análisis e interpretación Las pérdidas en el TM0 de la intertextualidad pueden tener su origen en imperativos dictados por el editor, en el desconocimiento del traductor o en la decisión personal de este último de prescindir de ciertas referencias. En el primer caso, cabría apuntar la posibilidad de una cierta preocupación por parte del editor en cuanto a la extensión del volumen en un contexto de carencia de papel, que con alguna de las omisiones se ve sustancialmente abreviado. También el gusto personal del editor, mecenas del traductor, podría haber forzado la desaparición de la intertextualidad con el propósito de enfatizar el desarrollo de la trama narrativa o para simplificar el texto y hacerlo más accesible a un mayor número de lectores haciendo prevalecer la domesticación. En línea con los imperativos del editor podría haberse dado la circunstancia de que este considerara prescindibles algunas de las referencias intertextuales cuya desaparición no supondría una alteración global del texto. Sin embargo, no se puede hacer caso omiso de la intervención del traductor en gran parte de las decisiones del proceso traductológico que podrían reflejar su situación profesional y personal. Es por ello que otro de los posibles motivos relacionados con la pérdida de la intertextualidad, en este caso en concreto, podría ser el hecho de que el traductor no estuviera completamente familiarizado con los textos a los que se alude en el TO ya que, en el caso de los literarios, la mayoría pertenecen al mundo anglosajón. De hecho, para el lector contemporáneo del TO las notas que acompañan al texto resultan un complemento útil para advertir algunas de las referencias que incluyó la autora. Este argumento explicaría también la escasa presencia de notas al pie en el TM1, que se repite en el TM2.458 No obstante, habiendo explorado el perfil biográfico de Luaces y su amplio capital cultural, la teoría de que la desaparición de la intertextualidad en todos los casos en el TM0 De hecho en el TM1 tan solo se han incluido cuatro notas al pie y en el TM2 dos de ellas han sido suprimidas lo que contrasta con las 487 notas al final del TO1. La primera de las notas que aparece en el TM1 (página 122) y se mantiene en el TM2 (página 74) se encuentra en el capítulo 5 y reza: ‘La autora quiere significar sacerdote anglicano. Recuérdese que el señor Brocklehurst, en su conversación con la señora Reod [sic], habla de su esposa e hijas (Cap. IV)’. La presencia de esta nota que especifica que Brocklehurst era clérico anglicano puede interpretarse desde dos ángulos distintos: puesto que aparecen referencias a su condición de hombre casado y padre de familia, el traductor consideró necesario especificar la adscripción anglicana del personaje y, por otra parte, parece pretender alejar a los sacerdotes católicos de las actuaciones moralmente cuestionables de los no católicos que aparecen en la novela. En el capítulo 10 del TM1 (página 109) aparece la segunda nota que apunta que la expresión ‘en règle’ que se reproduce en francés en la traducción también aparecía en este idioma en la versión inglesa. La presencia de esta nota en el TM1 conduce al lector a la confusión pues parece indicar que el resto del texto estaba en inglés. Afortunadamente en el TM2 se ha suprimido esta nota. La tercera nota, en el capítulo 11, aparece en ambas ediciones (TM1, página 122; TM2, página 124) y explica el significado del nombre de la mansión de Rochester: ‘Thornfield significa, literalmente, campo de espinos’. En el capítulo 34 aparece la última nota del TM1 (página 455): ‘La expresión hindúe [sic] – “Hindoestanee” – es la usada por la autora, con impropiedad, ya que en la India se hablan varias lenguas diferentes’. En el TM2 (página 414) se ha optado por una curiosa alternativa a la nota al pie, introduciéndose en el texto principal después del término ‘indostaní’ y entre paréntesis una información equivocada: ‘lengua del Sur de la India’. 458 357 Capítulo 5 se debiera a su desconocimiento es poco probable. Es por esto que parece más viable el argumento de que el traductor hubiera percibido las referencias a los autores y textos mencionados con anterioridad y que la omisión de estas en su versión coincidiera con los imperativos del editor. Otro condicionante que podría haber limitado el margen de actuación del traductor sería la premura con la que seguramente llevaba a cabo sus traducciones por lo que optó simplemente por concentrarse en el desarrollo de la narrativa en detrimento de la riqueza intertextual. Algunos de los motivos atribuidos a la pérdida de la intertextualidad en el TM0 podrían ser aplicados a las transformaciones en la Categoría Retórica. Los cambios de tiempo narrativo del pasado, en el que el texto está narrado, al presente suponían para el lector del TO una indicación de aumento de la intensidad emocional en determinados pasajes o bien se empleaban como herramienta narratológica que distinguía el relato principal de la participación de la narradora desde una perspectiva distanciada en el tiempo. Por su parte, en el TM0 se ha producido una alteración de dicho cambio de tiempo narrativo, manteniendo en catorce casos el tiempo verbal pasado cuando en el TO se encontraban en presente. En consecuencia, el lector del TM0 carece de la señal textual que la narradora empleaba en determinados pasajes del TO para producir un efecto de acercamiento entre el lector y aquel momento particular de la narración. Del mismo modo se produce una pérdida de complicidad y se distancia al lector de estas escenas, adquiriendo la narración una misma dimensión en estos momentos (ejemplos 1-6). Por otra parte, ignorar el cambio de tiempo narrativo en aquellos casos en que la narradora reflexionaba en el TO sobre su propia forma de actuar en un momento determinado rompe con el distanciamiento creado en el original e impide reflejar la evolución del personaje que con el paso de los años ha crecido y madurado y es capaz de reconocer las flaquezas y errores del pasado (ejemplos 10-14). En este caso concreto, la arbitrariedad en el tratamiento del tiempo verbal parece ser responsabilidad del traductor. Se puede conjeturar una posible falta de atención ya que este podría haber llevado a cabo el encargo en un breve lapso de tiempo – un argumento altamente probable teniendo en cuenta las 13 traducciones de Luaces publicadas en 1943 – o bien porque hubiera alternado diferentes traducciones y al retomarlas pasado cierto tiempo incurriera en las inconsistencias que refleja esta subcategoría. De cualquier modo, la falta de cambio del tiempo narrativo en el TM0 en los casos indicados desvirtúa los efectos producidos en el TO. 358 Análisis e interpretación La pérdida de algunos de los apóstrofes al lector, también dentro de la Categoría Retórica, vuelve a disolver el grado de complicidad establecido en el TO entre el lector y la narradora y, en segundo lugar, revela cierta inconsistencia en el TM0. Se ha detectado la omisión de nueve de estas llamadas al lector que, como se ha apuntado, producían en el TO un efecto más pronunciado de acercamiento entre el lector y la narradora. Si bien es cierto que los apóstrofes al lector que se han omitido en el TM0 constituyen una tercera parte del total, resulta innegable que el efecto sobre el lector producido en el TM0 dista del original. El hecho de que algunos se hayan mantenido mientras que otros han desaparecido puede estar relacionado nuevamente con factores que ya se han apuntado como la falta de atención debida probablemente a realizar la traducción en un breve periodo de tiempo o al exceso de encargos. En lo que se refiere al modo narrativo también se han observado modificaciones notables que afectan a algunos pasajes que en el TO contenían ED y el EIL. En cinco ocasiones el ED se ha transformado en EI con lo que el narrador se convierte en un filtro del discurso de los personajes y, por ende, se pierde parte de la intensidad de las palabras o pensamientos originales (ejemplos 1-3 y las feferencias recogidas en la nota al pie número 445). En segundo lugar, la transformación del EIL a otros modos narrativos supone, por una parte, la simplificación de la ambigüedad narrativa que entraña este modo y, por tanto, facilita al lector del TM0 la atribución de los diferentes discursos, por otra, la posibilidad de que la focalización se atribuya de forma errónea y, finalmente, puede disminuir el grado de proximidad con el lector. En cuanto a la frecuencia de tales transformaciones, tan solo se ha observado una omisión del EIL (ejemplo 4) quizás debida a la voluntad de economizar espacio en el TM0. La sustitución del EIL por EI se ha contabilizado en cuatro ocasiones (ejemplos 5-8) y por ED en tres (ejemplos 9-11). También se ha observado la combinación de ED y EI para trasladar el EIL (ejemplo 12 y las referencias indicadas en la nota al pie número 450). Como se ha apuntado en el Análisis, Charlotte Brontë hizo un uso indiscriminado de las comillas para enmarcar el EIL y esta circunstancia parece haber confundido al traductor que ha vertido los pasajes que originalmente contenían EIL como ED y EI de forma indistinta. Una posible explicación para tal arbitrariedad radica en que el EIL podría haber sido adoptado de forma extendida en la narrativa española más tardíamente que en otras literaturas como la inglesa, la francesa y la alemana (Zaro 2006: 280) y de ahí la falta de familiaridad del traductor con esta forma narrativa que le condujo 359 Capítulo 5 a buscar alternativas. Finalmente, como ya se ha visto, cualquier modificación del modo narrativo supone una alteración de la distancia narrativa en el TO y, en el caso particular del EIL, la simplificación del TM0 a través de la disminución de la polifonía de voces. El último apartado explorado en la Categoría Retórica ha sido el heterolingüismo y, en particular, el uso del francés de Adèle Varens, que refleja cierta inconsistencia en el TM0. Tal y como se ha indicado en el apartado correspondiente del análisis, además de la niña otros personajes emplean idiomas diferentes del inglés en el TO, los primeros en ocasiones puntuales y Adèle con mayor frecuencia dado que el francés era su lengua materna y en aquellos momentos no dominaba la lengua inglesa. Dado que el TM0 ha mantenido los diferentes idiomas que aparecían en el TO en los parlamentos de todos los personajes excepto en el caso de Adèle,459 se ha focalizado el análisis en la expresión lingüística de Adèle. Destaca que en este caso en particular se combine el francés que aparecía en el TO con pasajes traducidos al español. Además, los parlamentos que se han mantenido en francés se corresponden con la primera y las dos últimas intervenciones de la niña, un hecho que quizás podría indicar la voluntad del traductor y/o editor de reflejar el idioma que mayoritariamente la protegida de Rochester emplea en sus intervenciones. De esta forma cuando se presenta el personaje de Adèle en la novela se expresa en francés dando a entender que se trata de su lengua nativa y en sus dos últimos parlamentos el traductor mantiene el francés para que el lector no olvide la lengua de expresión de la niña. Puesto que las intervenciones de Adèle son comparativamente más frecuentes que las de otros personajes en otros idiomas, es presumible que el resto de sus intervenciones se hayan traducido para facilitar la lectura a aquellos desconocedores de la lengua franca. Por otra parte, este fenómeno no parece corresponderse con la extensión de los parlamentos de la niña pues las dieciocho intervenciones de Adèle que se han traducido en el TM0 contienen segmentos de diferente extensión. Independientemente del motivo por el que se haya llevado a cabo tal práctica, el lector del TM0 puede tener la sensación global de que Adèle hablaba inglés en el TO con mucha mayor frecuencia de lo que realmente lo hacía. De nuevo, ante tal situación no cabe más que atribuir los ya recurrentes motivos indicados: la celeridad para finalizar la traducción y la combinación de varias traducciones que habrían La utilización de otros idiomas como el alemán, italiano y francés por parte de otros personajes es puntual y suele encontrarse en parlamentos breves. Véase, por ejemplo, el uso del francés entre los invitados de Rochester a Thornfield (TO1, página 205; TM2, página 201) o los casos en que las hermanas Rivers hablan en alemán (TO1, página 382-383; TM2, página 353). 459 360 Análisis e interpretación llevado al traductor a desatender los criterios que había adoptado en otros capítulos, aunque la ya apuntada posibilidad de la domesticación del texto no debe ser desatendida. Como ya se ha indicado, la traducción que Luaces realizó de Jane Eyre y que fue publicada por Iberia en 1943 es prácticamente idéntica a la publicada por Espasa Calpe en 2011 aunque entre ellas ha transcurrido un lapso temporal de 68 años en los que el país ha vivido cuatro décadas de dictadura, una transición a la democracia y el establecimiento de una monarquía constitucional. Ante la pregunta de investigación ¿qué pierde el lector contemporáneo con la traducción del TM2?, cabe plantearse que aparentemente pierde lo mismo que el lector del TM1 puesto que las supresiones, adiciones y otro tipo de modificaciones en las diferentes categorías analizadas son exactamente las mismas. Ahora bien, mientras que la traducción publicada en 1943 es el producto de unas circunstancias específicas, un hecho de la cultura en la que se inscribe (Toury 1995: 24) y proporciona un ‘synchronic snapshot’ (Bassnett y Lefevere 1998: 6) de las limitaciones y restricciones de la época, este planteamiento no funciona con la traducción de Espasa Calpe en el contexto contemporáneo. Se ha empleado, por tanto, un mismo texto en dos Universos del Discurso (Lefevere 1992b) que distan considerablemente entre sí. Cuando un lector contemporáneo decide leer una versión en español de la novela de Charlotte Brontë y acude a una librería o biblioteca puede acabar teniendo entre sus manos la edición de Espasa Calpe, una de las más recientes de la traducción, y quizá inducido por los elementos paratextuales, el precio o la popularidad de la colección en la que se ha incluido el texto, puede decidir adquirir dicho ejemplar. Es probable que el lector, confiado en que adquiere la novela de Charlotte Brontë en su idioma, desconozca que se encuentra ante un texto mutilado y alterado, hecho evidenciado mediante el análisis comparativo. A finales de la década de los ochenta, en El delito de traducir, Santoyo opinaba sobre las omisiones en las traducciones: Uno de los vicios más perniciosos en el mundo actual de la traducción es la sistemática supresión de palabras y frases enteras de la obra original. Se trata de un auténtico robo para el lector, de una sisa constante en sus compras, sin que pueda haber para ello justificación alguna. Una obra ha de traducirse completa, de cabo a rabo; o si se han introducido cortes, ha de comunicarse en portada que se trata de una edición abreviada. A la estafa a que se somete al comprador de un libro traducido hay que añadir la que se hace al propio autor, a quien se agravia de forma descarada, alevosa e injustificada. (1989: 85) 361 Capítulo 5 Aunque esta afirmación de Santoyo se refiere al por entonces ‘mundo actual de la traducción’, se ha podido demostrar que la práctica se ha extendido en el tiempo y, según el autor, supone una ‘sisa constante’ para el lector. El autor afirma que podría compensarse con la incorporación de una nota informativa en el volumen que especificase la fecha de la primera publicación de la traducción. A modo de ejemplo y pese a que no se trate de una práctica habitual, se ha comprobado que tanto la versión en formato papel como el e-book de la traducción de Leopoldo Terrero de Jane Eyre, comercializadas por 519 Editores en 2012, hacen referencia al origen de la traducción por lo que el lector dispone de esta información a la hora de seleccionar su lectura. Resulta pertinente recoger aquí el comentario que aparece en la contraportada de la traducción de Jane Eyre de Carmen Martín Gaite publicada en 2007: ‘Carmen Martín Gaite ha rescatado el vigor, la riqueza y la naturalidad expresiva de un texto un tanto desvirtuado por la popularidad de sus múltiples versiones. Gracias a su traducción, quien creyera conocer esta novela, al leerla de nuevo, más que recordarla, la descubrirá’. Aunque no existe una mención explícita a la traducción de Luaces, todo parece indicar que esta editorial es consciente de las carencias de la traducción de 1943 que ha estado en circulación durante prácticamente ocho décadas. De todo esto se puede extraer que la traducción de Espasa Calpe de 2011, a pesar del halo de contemporaneidad del que está dotada, es un producto ‘caducado’. Si bien los peritextos (el formato en libro de bolsillo, la colección en la que se ha incluido la traducción, o la solapa con las imágenes de la más reciente adaptación cinematográfica) pertenecen al contexto cultural actual, el texto que presentan tales peritextos se adecúa a los imperativos de su contexto original. La supresión de contenido y la modificación de aspectos retóricos que presenta la traducción de Luaces pueden repercutir en la illusio del lector aunque es probable que la incidencia varíe según el contexto. Como apuntaba Gouanvic, la illusio de un texto literario se consigue a través del discurso que se construye en el texto y que aglutina ‘set[s] of themes, expressive techniques and signifiance’ (2007: 163). Al mismo tiempo la illusio está basada en las expectativas del lector en torno a un género o estilo literario y sus ideas preconcebidas sobre el autor y la cultura de origen. Teniendo en cuenta el contexto del TM1, por el que habían circulado escasas versiones de la novela de Charlotte Brontë antes de la publicación de Iberia, podría considerarse que el grado de illusio del que partían los 362 Análisis e interpretación lectores de aquel momento no es comparable con el del público lector de la época contemporánea. El trazado histórico que se ha llevado a cabo sobre la presencia de Jane Eyre en España ha revelado que los lectores contemporáneos disponen de una amplia amalgama de discursos alrededor de la autora y su novela. Son muestra de ello las traducciones, las adaptaciones destinadas a alumnos de educación secundaria tanto en inglés, como en castellano, catalán y euskera (que acercan el mundo literario de Charlotte Brontë a jóvenes en su etapa formativa), o las ficciones creadas a partir de Jane Eyre. Asimismo, en una sociedad donde el aspecto visual ocupa un lugar tan destacado, la presencia de Jane Eyre en la televisión, el cine o internet tiene el potencial de generar un mayor número de expectativas respecto a la novela y su escritora de las que carecía el lector de a pie de la posguerra española. También los paratextos desempeñan un papel capital en la formación de la illusio: Desde las resonancias del título hasta las connotaciones que sugiera la imagen de la cubierta, pasando por los posibles titulares publicitarios que ayuden a su comercialización, los textos complementarios que acompañen a la obra o el resumen que aparezca en la contracubierta, todos los elementos que circundan el texto literario en sí desempeñan el rol de enmarcarlo, de contextualizarlo en unas características temáticas, lingüísticas, culturales y estilísticas que contribuyen a crear unas expectativas determinadas en los posibles lectores. (López Ponz 2012: 201) La ya mencionada nota introductoria de Luaces a la edición de 1943 comenzaba así: ‘Charlotte Brontë puede ser considerada como una de las mejores escritoras inglesas de todos los tiempos. Su fibra literaria y su capacidad de narradora solo en ocasiones excepcionales han sido igualadas. Y Jane Eyre es, sin duda, la mejor, más emocionante, más lograda, de todas sus novelas’. A través de este contenido peritextual, el traductor presentaba a la autora y su novela a un público lector que carecía de precedentes cercanos, al menos en lengua española, 460 por lo que la versión de Luaces, a pesar de las transformaciones respecto al original, es menos susceptible de haber quebrado la illusio del público lector de posguerra. Por otra parte, en el terreno paratextual la edición de Espasa Calpe de 2011 comprende elementos de índole audiovisual como la solapa publicitaria de la adaptación cinematográfica de Fukunaga, otorgando cierta actualidad al texto incluido en la serie ‘Clásica Narrativa’. Estos elementos junto con la vasta gama de discursos adyacentes proporcionan al público lector contemporáneo una illusio muy distante respecto a la que pudiera haber construido el lector de posguerra. Por todas estas razones se puede 460 Cabe recordar que las traducciones de Jane Eyre más cercanas databan de 1928. 363 Capítulo 5 concluir que la manipulación ejercida en el TM1 incidió de forma relativa en la illusio de los lectores del TM1 carentes de muchas de las expectativas al alcance del lector contemporáneo. Sin embargo, la misma manipulación del TM1, que se reproduce en el TM2, sí puede repercutir negativamente lo que el lector espera del texto y de su autora. De acuerdo con Massot: ‘en las recuperaciones, no todo es loable restitución literaria. A veces se oculta el interés económico de hallar una nueva vía para recibir ingresos de un libro cuyos derechos de autor han pasado a dominio público o se reviste de novedad para que el lector arrincone el antiguo y vuelva a comprar la nueva versión’ (2010).461 Esta dimensión económica está relacionada con la lucha en el campo literario entre el principio autónomo y el principio heterónomo a la que se refería Bourdieu (1990b [1984], 1997 [1994]). En la reciente publicación de la traducción de Jane Eyre de Luaces por parte de Espasa Calpe en 2011 se ha conjugado capital simbólico y lo que parece ser una tendencia hacia el principio heterónomo. Por una parte, se trata de la traducción de una autora y un texto consagrados y, por otra, la inusual incorporación del nombre del traductor en la portada,462 que le confiere un elevado grado de capital simbólico, puede conducir al lector a considerar de notoria reputación al encargado de la versión o bien, puede hacerle inferir que se trata de una nueva traducción, pues con anterioridad Espasa Calpe no hacía constar esta información en la portada en las anteriores ediciones. No obstante, el hecho de que el texto traducido en sí sea originario de la época de posguerra parece ser indicativo de una tendencia hacia el principio heterónomo por parte de la editorial. Como ha indicado Milton, ‘it may often be cheaper to recycle an already existing translation than to commission a new [one]’ (2000: 177). Si bien es cierto que la censura gubernativa de la época en la que se produjo la primera traducción no mantiene su vigencia en la actualidad, se podría concluir que el lector contemporáneo que adquiere la versión de Espasa Calpe, se podría ver perjudicado por otro tipo de censura, la económica, que prioriza los beneficios de explotar una versión existente a la adecuación del contenido en el contexto actual. Esta noción se asemeja a la ‘mercantilización del arte’ a la que se refiere Jameson (1991). En el resto de las versiones de Jane Eyre en la península tan solo se había incorporado en esta ubicación tan sobresaliente el nombre del encargado del texto en el caso de las traducciones de Carmen Martín Gaite (Alba, 1999) y Maria Dolors Ventós (Labutxaca, 2010) y en las adaptaciones de Marta Ortega Sáez (Teide, 2009 y 2010). 462 461 364 CONCLUSIONES Ante la presencia de traducciones del franquismo en el mercado literario actual, se formuló una pregunta de investigación: ¿qué se pierde el lector contemporáneo con estas traducciones? Con el fin de acotar el corpus de análisis se optó por delimitarlo, inventariando las traducciones de textos de literatura en lengua inglesa vertidas por Juan G. de Luaces al español durante la posguerra, para luego trazar aquellas que han sido comercializadas entre 2011 y 2012. Tras observar cuáles de estas habían sido reeditadas sin revisiones sustanciales, se consideró analizar la traducción de Jane Eyre de Juan G. de Luaces, publicada por la editorial Iberia en 1943, y reeditada por Espasa Calpe en 2011 con apenas modificación alguna. El hecho de que los parámetros para la selección del corpus de análisis quedaran recogidos en un único texto ha permitido llevar a cabo un análisis exhaustivo del mismo. Teniendo en cuenta que el TM2 no difiere sustancialmente del TM1 se ha inferido que las transformaciones respecto al TO son originarias del contexto de la posguerra española. Para establecer dichas transformaciones se ha llevado a cabo un análisis comparativo, diseñado para cubrir los aspectos de la traducción que reflejaban modificaciones 365 Conclusiones sustanciales respecto al TO. Mayoritariamente se trata de supresiones y transformaciones y, en menor medida, adiciones, que han evidenciado comportamientos traductológicos generalizados en la España de posguerra. El modelo de análisis empleado, que contempla tanto categorías ideológicas (modelos femeninos, de familia, religión e intertextualidad) como categorías retóricas (cambio del tiempo verbal, apóstrofes al lector, modo narrativo y heterolingüismo), ha resultado funcional para este estudio y podría ser empleado en otras comparaciones entre TOs y TMs, pudiendo el investigador añadir o suprimir categorías o subcategorías según la temática y las herramientas narratológicas empleadas en el TO. El análisis comparativo ha sido complementado mediante la utilización de la metodología teórica interdisciplinar planteada al inicio de la investigación. Esta aglutina el enfoque cultural y la sociología en los estudios de traducción junto al examen paratextual y el análisis de la censura, y que ha resultado operativa para ofrecer una exploración más exhaustiva no solo del producto final sino también de las posibles causas de las modificaciones llevadas a cabo en la traslación. Por una parte, son varios los autores quienes defienden la interdependencia y complementación entre los constructos ‘cultura’ y ‘sociedad’ (Pym 2006; Wolf 2007a; López Ponz 2012) y que, en consecuencia, interpretan la traducción como una práctica sociocultural en la que influyen tanto los condicionantes específicos de un contexto histórico determinado (poder, ideología, manipulación, intereses nacionales o religión) así como el entramado social en el que funcionan los agentes involucrados en el proceso de traducción (motivaciones personales y profesionales o posición en la estructura jerárquica del campo, entre otros). En segundo lugar, el examen de la censura presente en ambos contextos, institucional en el primero y económica en el segundo, junto con otros tipos de manipulación, ha servido para proporcionar un punto de vista adicional a la interpretación sociocultural (Bourdieu 2007 [1980], 1991 [1982]; Curry Jansen 1991). También el análisis paratextual, basado en los conceptos de Genette (1997 [1987]) y de otros autores que han aplicado su enfoque a los estudios de traducción (Kovala 1996; Tahir-Gürçaglar 2002; Wardle 2012, entre otros), se suma a estas perspectivas, ofreciendo, en esta ocasión, información tanto sobre el objeto final y su presentación al público lector como sobre los discursos que circulan en el entorno y que influirán en su recepción. 366 Conclusiones Por una parte, el enfoque cultural, algunos de cuyos máximos exponentes se han recogido a lo largo de este estudio (Bassnett, Lefevere, Álvarez Rodríguez y Vidal Claramonte, Gentzler, Tymoczko, Cronin), ha servido para comprender las restricciones y condicionantes coyunturales de la época. Dichas limitaciones no solo son relativas a la ideología del régimen y la propia del traductor, sino también a aspectos materiales como podría ser la escasez de papel, que en ocasiones limitó las actuaciones de los editores y traductores. En este sentido, la segunda sección del Capítulo 2 proporciona un estudio del Universo del Discurso de la primera posguerra en el que se incluyen aspectos ideológicos que se han alterado en el TM0 como el rol de la mujer, la religión y el modelo familiar. En esta misma sección se ha introducido el funcionamiento y particularidades del aparato censor en la época y la posición de la literatura foránea traducida en el campo literario español con el objetivo de detallar el contexto histórico en el que se enmarcó el TM1. También en esta línea han resultado de gran utilidad algunas de las teorías de Lefevere que, dentro del giro cultural, apuntó un viraje hacia lo social, al estudiar las redes de poder, el concepto de mecenazgo y los diferentes tipos de restricciones. Estos mismos presupuestos teóricos se han extrapolado al segundo escenario temporal en el que se sigue publicando la traducción. Es por esto que en el Capítulo 2 se ha dedicado un apartado al análisis sociopolítico actual que refleja la disparidad en cuanto a roles de género, modelos familiares y adscripciones espirituales que distan del contexto de recepción del TM1 y demuestran la anacronía de la traducción de Luaces. En segundo lugar, la sociología crítica de Pierre Bourdieu ha permitido ahondar en la estructura sociocultural del contexto de producción y recepción del TM1 y del TM2, sin la voluntad de juzgar los hechos sociales u ofrecer alternativas, sino con el propósito de revelar sus mecanismos y estructuras (Fernández 2011). Las herramientas que proporciona esta segunda aproximación han resultado adecuadas para examinar las posibles causas en la toma de decisiones por parte de los agentes que intervienen en el ‘campo’ de la traducción, entre los que se ha destacado la figura del traductor y el editor. En cuanto a la tipología sociológica en los estudios de traducción, se ha podido observar cómo la combinación de las tres tendencias recogidas por Wolf (2006a) y Chesterman (2006) contribuye a proporcionar un estudio más complejo de la traducción como práctica social. Por una parte, se ha comprobado que el estudio de la sociología de los agentes, es decir, de las motivaciones y limitaciones personales y profesionales, la posición que ocupan los 367 Conclusiones agentes en la estructura jerárquica del ‘campo’, así como las relaciones de poder en dicho ‘campo’ reflejan su incidencia en el proceso de traducción y repercuten directamente en el producto final. También se ha tenido en cuenta la sociología del proceso de traducción y la sociología del producto, al considerarse los discursos relacionados con el texto (como podrían ser otras traducciones cercanas temporalmente), el proceso de producción del volumen y las características del mismo, la posible incidencia del texto en el mercado literario de la época y la construcción de imágenes, roles o identidades determinados en la sociedad meta, que en el caso particular del TM1 se adecuaban a los imperativos ideológicos del momento mientras que para el contexto del TM2 se ha aludido a su caducidad. Por lo que respecta a la figura del traductor, la aplicación de la teoría del campo de Bourdieu ha revelado que a pesar de que el habitus profesional de Luaces como traductor se encontraba en proceso de formación en la época en que llevó a cabo la traslación de Jane Eyre, su amplio capital cultural y social le permitieron convertirse en uno de los traductores más prolíficos de su época. No obstante, debido a sus circunstancias personales, según la clasificación de Prunč (2007), seguramente muchas de sus traducciones fueron llevadas a cabo en condición de traductor ‘paria’, doblemente supeditado: por una parte, al sistema censor del momento y, por otra, al editor, su mecenas, con quien le interesaba avenirse para recibir futuros encargos. También el estudio paratextual aplicado a la traducción ha resultado pertinente para ampliar la perspectiva sociocultural de ambos contextos. En lo que se refiere al TM1 se han explorado tanto los peritextos que conforman el volumen, como los epitextos (en este caso, expedientes de censura) y los extratextos (leyes de censura y normativa relativa a la publicación de libros y traducciones). Su estudio ha servido para profundizar, por una parte, en la particular situación de la literatura traducida en los primeros años de la posguerra y, por otra parte, para indagar en el tipo de producto que se ofrecía al público lector. Por una parte, del volumen publicado por Iberia en 1943 se puede destacar que el tipo de encuadernación así como los numerosos grabados intercalados en el texto son indicativos del esmero del editor por presentar un producto final considerablemente cuidado a pesar de la precariedad económica del momento. Igualmente es notable la visibilidad que se le otorga al traductor en esta primera traslación al español de Jane Eyre en la época de la posguerra, al incluir una nota introductoria firmada por Luaces en la que valora el prestigio de la autora y su novela. En lo concerniente a los paratextos del TM2, ha resultado 368 Conclusiones sorprendente comprobar cómo algunos de ellos han posicionado a Luaces en una situación aún más privilegiada al incorporar su nombre en la portada que a su vez circulaba en los puntos de libro que publicitaban la traducción y la adaptación cinematográfica de Fukunaga, reportándole un elevado grado de capital simbólico, cincuenta años después de su fallecimiento. Finalmente, los enfoques sobre la censura que proporcionan tanto Bourdieu (2007 [1980], 1991 [1982]) como Curry Jansen (1991) han permitido observar los diversos tipos de censura operativos en los dos contextos históricos estudiados. En primer lugar, en el ámbito de recepción del TM1 el aparato censor se erige como principal poder manipulador de la literatura tanto traducida como autóctona (censura regulativa / institucional / gubernativa). También la actuación editorial puede ser interpretada como otro tipo de censura/manipulación (Wolf 2002b): en la selección de los textos a traducir, el encargo a un determinado traductor, la configuración de los elementos peritextuales, y otras decisiones, el editor descarta otras posibles alternativas, ya sea movido por su propio gusto, o bien otros condicionantes. En tercer lugar, en el propio proceder del traductor se han detectado diferentes tipos de manipulación: las intrínsecas en cualquier traducción y la autocensura. Si en cualquier contexto el acto de traducir se interpreta como un acto de manipulación (Hermans 1985; Cronin 2000; Gentzler 2008), en el del TM1 incide en gran medida la autocensura que ya habían aplicado traductor y/o editor a su versión de Jane Eyre antes de presentar la solicitud de autorización a la Dirección General de Propaganda, que no se opuso a la publicación de la obra ni propuso modificaciones ante el texto presentado. Simultáneamente, el editor y el traductor se vieron condicionados por las circunstancias materiales coyunturales de la época, a las que se ha hecho alusión anteriormente: con una economía maltrecha por la guerra civil y la escasez de papel, la opción de abreviar el texto adquiere mayor relevancia. Por otra parte, la necesidad económica del traductor de recibir nuevos encargos podría ser un argumento para muchas de las modificaciones y supresiones halladas en el TM1. En última instancia se sitúa la manipulación que ejerce el lector cuando descodifica el texto que recibe, lo interpreta y le proporciona su propia significación (Barthes 1967). Por lo que respecta al TM2, a excepción de la censura regulativa, los demás tipos siguen vigentes en el 2011 ya que se ofrece al lector poco menos que el mismo texto. Por otra parte, aplicando la teoría del campo bourdieusiana, se ha observado la confluencia de los principios autónomo y 369 Conclusiones heterónomo en la publicación del TM2. La supuesta implicación de este último se ha interpretado como un tipo de censura, de naturaleza económica, que repercute en el lector contemporáneo y, en última instancia, en el mercado literario español actual y que se suma a las múltiples censuras a las que el TM1 se vio sometido. Una nueva consecuencia de la manipulación del TO se ha relacionado con otro de los conceptos bourdieusianos aplicados a la traducción: la illusio. El diferente grado de exposición a discursos precedentes y/o paralelos antes de la lectura de una de las versiones de Jane Eyre examinadas repercute de forma desigual en las expectativas de los lectores según el contexto. Por esto mientras el TM1 puede satisfacer la illusio del lector de posguerra, para algunos lectores del TM2 las alteraciones producidas respecto al original podrían implicar su construcción de una imagen distorsionada tanto de la novela como de la autora. Por otra parte, al inicio de la investigación se planteó el estudio de la presencia del texto que ha formado el corpus de análisis en la cultura meta, con el objetivo de vislumbrar su grado de capital simbólico en la cultura meta y, por tanto, la posible trascendencia tanto del TM1 como del TM2. En este sentido, el recorrido histórico de Jane Eyre en España, trazado en el Capítulo 3, ha servido para concluir que la novela más popular de Charlotte Brontë ha gozado de una notable ‘afterlife’ (Benjamin 1992 [1923]) desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la actualidad en el sistema cultural español, manteniendo su estatus de texto canónico. Aunque sería preciso llevar a cabo un análisis textual exhaustivo, los elementos paratextuales de las diferentes traducciones de Jane Eyre parecen haberse adecuado a los imperativos particulares de cada contexto temporal y al mismo tiempo se han configurado para alcanzar diferentes tipos de público lector. El periodo comprendido entre 2000 y 2012 se ha revelado como el segundo con cotas más altas, después de la época de posguerra, incluyendo publicaciones del texto en inglés, traducciones al español y al catalán, material didáctico y crítica académica. Críticos, traductores, académicos, editores, profesores, en definitiva, los profesionales del sistema literario (Lefevere 1992b), siguen confiriendo capital simbólico y contribuyendo a la canonización de la autora y su texto en el contexto cultural de la época contemporánea. Por otra parte, la comercialización de versiones digitales de las diversas traducciones en los últimos tiempos (Espasa Calpe 2012, traducción de Juan G. de Luaces; Alba 2012, traducción de Carmen Martín Gaite; 519 editores 2012, traducción de Leopoldo Terrero) supone una ampliación de las vías de acceso a la novela de Charlotte Brontë por su adaptación a las alternativas de la era digital. 370 Conclusiones Aunque los resultados obtenidos en esta investigación se refieren tan solo a la versión de Jane Eyre de Espasa Calpe del 2011, es posible elucubrar la hipótesis de que la conjugación del principio autónomo y el heterónomo sea aplicable a otras traducciones de posguerra que han prolongado su existencia a lo largo de los años. Tanto las demás versiones de Luaces como los textos apuntados por otros autores que han experimentado tal prolongación requieren un análisis exhaustivo en diferentes niveles. Por una parte, el examen comparativo textual entre el TO y la traducción revelaría si estos textos sufrieron alteraciones en su contexto original de recepción adaptándose a las exigencias del momento y en qué grado modifican el TO. También sería preciso estudiar la trayectoria del texto en sí para calcular el posible impacto en el mercado literario contemporáneo. En conclusión, parece necesario examinar el alcance del fenómeno de las traducciones de posguerra comercializadas en el siglo XXI que podría ser de gran utilidad para el mundo editorial y en última instancia para el lector contemporáneo de literatura traducida. 371 BIBLIOGRAFÍA ABELLÁN, MANUEL LUIS, Censura y creación literaria en España: 1939-1976 (Barcelona: Península, 1980) ― ‘Fenómeno censorio y represión literaria’, en Censura y literaturas peninsulares. 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AGA/IDD (03)050 Caja 21/09194 Expediente 3699 Entrevistas GONZÁLEZ CASTRESANA, CONSUELO, Barcelona, (19 diciembre 2009) ― Barcelona (2 de abril de 2013) Correos electrónicos GRAF, LEA (25 Noviembre 2011) 411 Bibliografía HERRERO HERNÁNDEZ, PABLO (1 agosto 2011) SÁNCHEZ GONZÁLEZ, RAMÓN (5 enero 2011) Otros Apuntes biográficos inéditos de Consuelo González Castresana Carta escrita por Luaces en Lisboa con fecha de 1 de julio de 1940 412