EL DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO DE MONTANER Y SIMÓN: A PROPÓSITO DEL LÉXICO DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA PILAR PARDO HERRERO Tesis doctoral dirigida por el Dr. Cecilio Garriga Escribano Grupo de investigación Neolcyt Programa de Doctorado en Filología Española Departament de Filologia Espanyola Facultat de Filosofia i Lletres Universitat Autònoma de Barcelona Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), abril de 2012 Esta investigación ha sido posible gracias a una beca predoctoral de Formación Investigadora (FI) otorgada por la Agència de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca de la Generalitat de Catalunya para el periodo 2009-2012, con el apoyo del Comissionat per a Universitats i Recerca del Departament d’Innovació, Universitats i Empresa de la Generalitat de Catalunya y del Fondo Social Europeo. El estudio se enmarca en el proyecto dirigido por el Dr. Cecilio Garriga Escribano Diccionario histórico del español moderno de la ciencia y de la técnica financiado por la Secretaría de Estado de Investigación, desarrollo e innovación del Ministerio de Economía y Competitividad (FFI2010-15240), proyecto desarrollado por el grupo Neolcyt, grupo consolidado de la Generalitat de Catalunya (2009SGR-937) y que forma parte de la Red Temática «Lengua y ciencia» (FFI2009-05433-E). Dedicatoria A mis papás por confiar en mis decisiones, en mi elección de caminos, y acompañarme siempre en el recorrido. A mis hermanas, Belén y Esther, por compartir conmigo su enorme inteligencia y sensibilidad, que me motiva y me enorgullece. A Marcos por ser una esperanza en el futuro del mundo. A Esther, de nuevo, y a Guido por su tolerancia, pues por estar más cerca que el resto de la familia debieron escuchar cada uno de los descubrimientos históricos y emocionantes hallazgos léxicos que fueron dando vida a esta tesis. Agradecimientos Agradezco muy especialmente a Cecilio por creer en mi capacidad como investigadora y por como director ayudarme a empezar, desarrollar y concluir esta tesis. A Juan Carlos Rubio por darme su confianza y permitirme ser parte de la UAB como docente. A Agustí Nieto-Galan, a quien me presentó Cecilio, por introducirme en el fascinante mundo de la historia de la ciencia dejándome asistir a su curso «La ciència i els seus públics» (parte del Màster oficial en Història de la ciència de la UAB-UB) y por sus recomendaciones bibliográficas, especialmente los libros de Robert Darnton y Philippe Castellano, que me inspiraron enormemente. A los miembros del grupo Neolcyt, con quienes pude conversar sobre el desarrollo de la investigación. De ellos recibí valiosos comentarios y consejos, además de ánimo. Agradezco también a la Biblioteca de Comunicació de la Universitat Autònoma de Barcelona por permitirme tener siempre disponible el diccionario. A la Biblioteca de Catalunya por aceptar que reproduzca algunos de los documentos del Fons Montaner y Simón y al Centre de documentació del Disseny Hub Barcelona por dejarme hacer fotografías de los libros contables de la editorial Montaner y Simón y reproducir algunas de ellas en esta investigación. Por último, agradezco a mi familia, a Guido y a mis amigos más próximos pues haciendo parte fundamental de mi vida hacen parte de este importante logro. El diccionario es la novela del idioma, el gran cuento de las palabras. Héctor Rojas Herazo en «Leemos esa gran novela», en Antología de lecturas amenas. Bogotá: Panamericana, 1998. ÍNDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………………………… 1 PRESENTACIÓN………………………………………………………………… 3 OBJETO DE ESTUDIO Y JUSTIFICACIÓN DE SU ELECCIÓN……………………….. OBJETIVOS…………………………………………………………………….. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO…………………………………………………. CUESTIONES BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………. 4 5 9 12 METODOLOGÍA………………………………………………………………… 6 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL……………..…. 15 1.1. CONTEXTO DE PUBLICACIÓN DEL DEHA………………………………… 1.2. EL PROYECTO EDITORIAL……………………………………………........ 1.2.1. La editorial Montaner y Simón…………………………………........... 1.2.1.1. El mercado americano………………………………………. 1.2.1.2. La divulgación científica de Montaner y Simón…………….. El Diccionario Enciclopédico Hispano-americano (DEHA)…………. 1.2.2.1. Las listas de autores redactores……………………...………. 1.2.2.1.a. Los cambios en las listas………………………… 1.2.2.1.b. Los redactores…………………………………… 1.2.2.2. El inicio y progreso del DEHA……... ……………………… 1.2.2.2.a. La dirección del DEHA………………………….. 1.2.2.2.a.1. Dirección del cuerpo del DEHA y del primer apéndice……………….. 1.2.2.2.a.2. La dirección del segundo apéndice….. 1.2.2.2.b. La correspondencia de Aniceto de Pagès en relación con el DEHA…………………………….. 1.2.2.2.b.1. Apuntes sobre contenido y organización del DEHA en palabras de Pagès……... 1.2.2.2.b.2. El contrato y las cuentas de abono…… 1.2.2.2.b.3. El final del DEHA dirigido por Aniceto de Pagès…………………….. La publicidad del DEHA……………………………………………….. 1.2.3.1. La publicidad en La Ilustración Artística……………………. 1.2.3.2. Publicidad del DEHA en la revista Caras y caretas de Buenos Aires…………………………………………………. 1.2.3.2.a. La edición de 1912 por la Sociedad Internacional en Caras y caretas………………………………... 1.2.3.2.b. La edición de Jackson en Caras y caretas………... 17 19 20 21 24 26 28 28 29 35 36 36 40 40 50 58 62 68 68 73 73 77 1.2.2. 1.2.3. I 1.2.4. Recepción del DEHA…………………………………………………… 1.2.4.1. Las dos ediciones posteriores del DEHA…………………….. 1.2.4.1.a. La edición de la Sociedad Internacional………….. 1.2.4.1.b. La edición de J. M. Jackson………………………. 1.2.4.2. Consulta y uso del DEHA……………………………………. 1.2.4.3. El DEHA en las bibliotecas americanas……………………… 79 83 83 85 91 96 1.3. EL DEHA EN LA HISTORIA DE LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA……………… 99 1.4. QUÉ ENTIENDE EL DEHA POR DICCIONARIO Y ENCICLOPEDIA……………. 103 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL……………………… 107 2.1. LAS ILUSTRACIONES DEL DEHA………………………………………….. 114 2.1.1. 2.1.2. 2.1.3. 2.1.4. Ilustraciones de inicio de letra…………………………………………. Imágenes insertas en el texto…………………………………………… Láminas aparte…………………………………………………………. Autoría y proveniencia de las imágenes del DEHA……………………. 2.1.4.1. A quién se compraron imágenes para el DEHA según los libros contables de Montaner y Simón……………………….. 2.1.4.2. Autoría y proveniencia de las ilustraciones intercaladas en el texto…………………………………………………….. 2.1.4.3. Autoría y proveniencia de las láminas aparte………………… 116 118 121 125 125 127 131 2.2. LA MACROESTRUCTURA DEL DEHA……………………………………… 136 2.2.1. Preliminares: lista de redactores, abreviaturas y advertencia………….. 2.2.1.1. Abreviaturas………………………………………………….. 2.2.1.2. Advertencias………………………………………………….. Nomenclatura…………………………………………………………… 2.2.2.1. Tipos de unidades léxicas incluidas en el DEHA…..………... 2.2.2.1.a. Palabras…………………………………………… 2.2.2.1.a.1. Palabras invariables…………………… 2.2.2.1.a.2. Palabras variables……………………... 2.2.2.1.b. Expresiones pluriverbales…………………………. 2.2.2.1.c. Nombres propios…………………………………... 2.2.2.2. Nomenclatura con marca de especialidad y especialidad…….. 2.2.2.2.a. Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23)…………………. 2.2.2.2.b. Primer apéndice (tomos 24 y 25)…………………. 2.2.2.2.c. Segundo apéndice (tomos 26 a 28)………………... 137 137 147 150 153 153 153 154 155 156 157 158 159 160 2.2.2. 2.3. LA MICROESTRUCTURA DEL DEHA………………………………………... 162 2.3.1. Organización de los artículos…………………………………………… 2.3.1.1. Lema………………………………………………………….. 2.3.1.2. Etimología…………………………………………………….. 2.3.1.3. Información gramatical……………………………………….. 2.3.1.4. Marcas………………………………………………………… 2.3.1.5. Definición…………………………………………………….. 2.3.1.5.a. Definiciones que reproducen el DRAE 1884……… 2.3.1.5.b. Definiciones que no reproducen el DRAE 1884 aunque la voz esté allí incluida…………………….. 2.3.1.5.c. Definición de voces que no están en el DRAE 1884… 2.3.1.6. Términos compuestos y expresiones pluriverbales…………… 2.3.1.7. Subentradas enciclopédicas…………………………………… 164 165 165 168 172 178 179 180 183 187 188 II 2.3.2. 2.3.3. Las autoridades: citas de uso……………………………………………. 2.3.2.1. El porqué del uso de autoridades……………………………... 2.3.2.2. La referencia de las citas……………………………………… 2.3.2.3. Cantidad de citas y tipo de voces en que aparecen…………… 2.3.2.4. Proveniencia de las citas……………………………………… Diferencias entre el diccionario y el primer apéndice con respecto al segundo apéndice……………………………………………………... 194 197 198 200 202 208 2.4. LA AMÉRICA HISPANOHABLANTE EN EL DEHA…………………………… 214 2.4.1. 2.4.2. América en la concepción del DEHA…………………………………... El español de América en el DEHA…………………………………….. 2.4.2.1. Lengua general………………………………………………... 2.4.2.1.a. Voces con marca diatópica………………………... 2.4.2.1.b. Voces con paréntesis etimológico………………… 2.4.2.1.c. Voces sin marca diatópica ni paréntesis………….. 2.4.2.2. Entradas con marca de especialidad…………………………... 2.4.2.2.a. Marca de especialidad y marca diatópica…………. 2.4.2.2.b. Marca de especialidad y paréntesis etimológico…... 2.4.2.2.c. Información dada en la definición………………… 2.4.2.3. Fuentes del vocabulario americano del DEHA……………….. 214 217 219 220 224 225 230 232 233 234 238 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA………………………………………………….. 249 3.1. NOMENCLATURA DEL LÉXICO DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA.. 251 3.1.1. El cuerpo del DEHA (tomos 1 al 23)…………………………………... 3.1.1.1. Léxico con marca de ciencias naturales……………………… 3.1.1.1.a. Ciencias de la vida………………………………... 3.1.1.1.b. Ciencias de la tierra………………………………. 3.1.1.1.c. Ciencias del espacio………………………………. 3.1.1.2. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas……......................................................................... 3.1.1.3. Léxico con marca de ciencias humanas y artes………………. 3.1.1.4. Léxico con marca de ciencias médicas………………………. 3.1.1.5. Léxico con marcas tecnológicas o profesionales…………….. El primer apéndice (tomos 24 y 25)……………………………………. 3.1.2.1. Léxico con marca de ciencias naturales……………………… 3.1.1.2.a. Ciencias de la vida………………………………… 3.1.1.2.b. Ciencias de la tierra……………………………….. 3.1.2.2. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas……………………………………………………. 3.1.2.3. Léxico con marcas tecnológicas o profesionales……………... 3.1.2.4. Léxico con marca de ciencias humanas y artes………………. 3.1.2.5. Léxico con marca de ciencias médicas………………………. El segundo apéndice (tomos 26 al 28)………………………………….. 3.1.3.1. Léxico con marca de ciencias naturales………………………. 3.1.3.1.a. Ciencias de la vida………………………………… 3.1.3.1.b. Ciencias de la tierra……………………………….. 3.1.3.1.c. Ciencias del espacio………………………………. 3.1.3.2. Léxico con marca de ciencias médicas………………………. 3.1.3.3. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas……………………………………………………. 3.1.3.4. Léxico con marca de ciencias humanas y artes………………. 3.1.3.5. Léxico con marcas tecnológicas o profesionales…………….. 254 256 257 258 260 261 265 267 268 271 273 273 274 277 279 280 283 284 288 288 293 295 295 299 305 312 3.1.2. 3.1.3. III 3.1.4. Conclusión……………………………………………………………… 315 3.2. CUESTIONES DE MICROESTRUCTURA EN EL TRATAMIENTO EN EL DEHA DEL LÉXICO DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA……………………………… 317 3.2.1. El cuerpo del DEHA……………………………………………………. 3.2.1.1. Entrada o entradilla marcada y definición corta 3.2.1.2. Entrada o entradilla marcada, definición corta y artículo enciclopédico……………………………………………......... 3.2.1.3. Entrada o entradilla marcada en que la definición está directamente seguida por un texto enciclopédico……………. 3.2.1.4. Entrada o entradilla no marcada y artículo enciclopédico sí marcado………………………………………………......... El primer apéndice (tomos 24 y 25)……………………………………. 3.2.2.1. Artículos nuevos……………………………………………... 3.2.2.2. Artículos marcados con asterisco…………………………….. El segundo apéndice (tomos 26 al 28)………………………………….. 3.2.3.1. La definición………………………………………………….. 3.2.3.2. Irregularidad en la marcación diatécnica……………………… 3.2.3.3. Uso del asterisco……………………………………………… Etimologías……………………………………………………………… Actualidad y autoridad de los contenidos……………………………….. Conclusión………………………………………………………………. 319 323 324 328 331 331 333 339 339 349 352 359 362 371 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4. 3.2.5. 3.2.6. 3.3. INFLUENCIAS LEXICOGRÁFICAS DEL DEHA………………………………. 372 3.3.1. Fuentes lexicográficas del cuerpo del DEHA.……………………...…... 3.3.1.1. El DRAE 1884………………………………………………... 3.3.1.1.a. Términos del DRAE 1884 reproducidos en el DEHA…………………………………………. 3.3.1.1.b. Términos del DRAE 1884 que el DEHA sigue con cambios en la entrada………………………… 3.3.1.1.c. Términos del DRAE 1884 que incluye el DEHA sin seguir la propuesta académica………………… 3.3.1.2. Diccionarios de autor…………………………………………. 3.3.1.3. El Diccionario universal de Astort hermanos……………….. 3.3.1.4. Otras fuentes reconocidas…………………………………….. 3.3.2. Fuentes lexicográficas del segundo apéndice del DEHA………………. 3.3.2.1. El DRAE 1899……………………………………………….. 3.3.2.1.a. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA y se sigue la definición académica……. 3.3.2.1.b. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA pero no se sigue la definición académica... 3.3.2.1.c. El término del DRAE 1899 no aparece en el apéndice del DEHA………………………………. 3.3.2.2. Diccionarios de autor………………………………………….. 3.3.2.2.a. El Diccionario marítimo español de 1864……….. 3.3.2.2.b. Otros diccionarios utilizados……………………… 3.3.3. Conclusión………………………………………………………………... 373 374 375 380 389 394 401 403 404 405 405 408 413 419 419 422 426 3.4. RECAPITULACIÓN…………………………………………………………. 426 IV CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX………………………………… 431 4.1. LOS DICCIONARIOS DE LA ACADEMIA……………………………………. 4.2. EL DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA (1917) DE JOSÉ ALEMANY Y BOLUFER…………………………………………………………………. 433 439 4.3. EL GRAN DICCIONARIO DE LA LENGUA CASTELLANA (1902-1931) DE ANICETO DE PAGÈS..……………………………………………………… 445 4.4. LA ENCICLOPEDIA ESPASA……………………………………………….. 4.5. CONCLUSIÓN…………….……………………………………………….. 448 450 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS…….………………………………………. 453 CONCLUSIÓN…………………………………………………………………… 455 PERSPECTIVAS…………………………………………………………………. 464 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….. BIBLIOGRAFÍA DICCIONARIOS…………………………………………………. 467 484 BIBLIOGRAFÍA CRÍTICA………………………………………………………… 469 ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS…………………………………………… 489 ÍNDICE DE CUADROS……………………………………………………………. 491 ÍNDICE DE FIGURAS…………………………………………………………….. 492 APÉNDICES……………………………………………………………………….. 495 APÉNDICE 1. BIOGRAFÍAS DE LOS COLABORADORES DEL DEHA………………. 497 APÉNDICE 2. DOCUMENTOS DEL FONS MONTANER Y SIMÓN………………… 531 APÉNDICE 3. PUBLICIDAD DEL DEHA…………………………………………. 541 APÉNDICE 4. IMÁGENES CONTENIDAS EN EL DEHA…………………………… 549 DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS EN CD-ROM V INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN PRESENTACIÓN La importante casa editorial barcelonesa Montaner y Simón aparece en el panorama cultural español, y americano, en la segunda mitad del siglo XIX con un objetivo principal: la divulgación a gran escala. El catálogo por el que esta editorial es más conocido consiste en grandes obras de temas históricos y científicos —piénsese por ejemplo en las reconocidas Historia general de España y La Creación. Historia natural—, así como lujosas ediciones literarias —como La Sagrada Biblia o El Paraíso perdido (ambos ilustrados por G. Doré)— y publicaciones periódicas de gran popularidad —como La ilustración Artística—, todas ellas dirigidas a un público más amplio que en épocas anteriores. Pero hay un proyecto de gran envergadura llevado a cabo por estos editores que el tiempo hizo casi desaparecer. Se trata de su Diccionario Enciclopédico HispanoAmericano. Este enorme repertorio, hasta hoy casi desconocido tanto por los lexicógrafos como por los historiadores de la edición, es el objeto de estudio de esta tesis doctoral. En los trabajos de historia de la lexicografía española esta obra pasó prácticamente inadvertida hasta que en 1994 mereció la atención de Gutiérrez Cuadrado, quien publica ese año el artículo titulado «El Diccionario Hispano-americano de Montaner y Simón». Posteriormente el estudio de Jiménez García (1996: 97-111) sobre Urbano González Serrano señala, haciendo énfasis en este filósofo, la importancia del diccionario como depositario de textos de relevantes personalidades españolas, y por tanto del pensamiento del país, cuestión que subraya nuevamente Chabrán (2000). En esa misma línea se encuentra el libro de Vauthier (2009), que intenta establecer la participación de Menéndez Pelayo y Juan Valera en el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. Con la obra como motivo central de estudio solamente David Prieto García-Seco le ha dedicado algunos artículos para dar una descripción general (2007, 2008 y 2009) y hacer énfasis en un aporte esencial de la obra: las citas de uso (2010), también destacado por Gutiérrez Cuadrado (1994). 3 PILAR PARDO HERRERO De forma tangencial este diccionario es mencionado en algunos estudios como el de Alonso et. al (2001) sobre Aniceto de Pagès y el de Castellano (2000) sobre la Enciclopedia Espasa, que dan algunos datos complementarios. El artículo de Gutiérrez Cuadrado (1994), el primero sobre el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, con un análisis somero pero preciso de la obra, se hace indispensable por su esfuerzo en darle al repertorio el peso histórico y lexicográfico que merece así como por el hecho de plantear distintas cuestiones que sobre él deben, poco a poco, ser resueltas. Recogiendo ese interés manifestado por Gutiérrez Cuadrado, y en el marco de trabajo del grupo Neolcyt, al que pertenezco, cuya línea principal de investigación es el lenguaje moderno de la ciencia y de la técnica, esta tesis recogerá varios de los problemas que presenta la referida obra para exponerlos ampliamente. El estudio se concentra en el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano como objeto cultural y como obra contenedora de conocimiento científico y técnico en forma de multitud de léxico con marca de especialidad, con el fin de ofrecer una visión de conjunto que la dé a conocer en toda su envergadura y ponga de manifiesto su importancia para la historia de la lexicografía y de la lengua de la ciencia y de la técnica, en indiscutible relación con la historia de la edición y de la divulgación del conocimiento. OBJETO DE ESTUDIO Y JUSTIFICACIÓN DE SU ELECCIÓN El objeto de estudio de esta tesis es el Diccionario Enciclopédico HispanoAmericano, que a partir de ahora y a través de toda la investigación se denominará por su acrónimo: DEHA. Esta obra editada por Montaner y Simón fue publicada en Barcelona entre 1887 y 1910. El repertorio se divide en tres partes: Cuerpo de la obra: tomos 1 a 23 (1887-1898) Primer apéndice: tomos 24 y 25 (1898-1899) Segundo apéndice: tomos 26 a 28 (1907-1910) A finales del siglo XIX ocurren enormes cambios tanto en España como en el resto de Occidente a nivel científico y técnico, y a su vez a nivel cultural y social. Dado que los años en que se publica el DEHA coinciden en gran medida con esas transformaciones, parece necesario dedicarle un estudio concienzudo a una obra que por 4 INTRODUCCIÓN su carácter lexicográfico en convivencia con el enciclopédico puede dar múltiples informaciones de orden lingüístico, con especial relevancia en cuanto al aporte que representa para el estudio de la lengua moderna de ciencia y técnica en el marco de la contribución que a este conocimiento ofrecen los diccionarios. Sigue así este estudio una de las líneas de investigación del léxico más importantes hoy en día: la de la historia de las lenguas de especialidad (Clavería 2012: 15 y 24-29). Considerar los repertorios lexicográficos como obras de interés para conocer y entender mejor la historia de la lengua y con ella la historia de la lengua de la ciencia y de la técnica justifica en sí misma la aproximación a un diccionario de las características del DEHA. Esa es la intención de este trabajo: avanzar en el conocimiento tanto de la historia de la lexicografía española como de la historia de la ciencia y de la técnica a través del léxico. OBJETIVOS No se puede agotar el estudio de un diccionario de las dimensiones del DEHA en una tesis doctoral. La presente investigación, por el contrario, intenta en último término abrir caminos para futuras investigaciones y motivar que el DEHA sea tenido en cuenta en otros estudios sobre historia de la lexicografía, historia de la lengua de la ciencia y de la técnica e historia del pensamiento. Para que ello tenga un argumento, una base sólida, me he planteado una serie de objetivos generales y específicos. Objetivos generales: 1. Contribuir a la historia de la lexicografía española a través del estudio de un diccionario enciclopédico publicado a caballo entre el siglo XIX y el principio del XX, momento crucial del camino de progreso técnico y científico de la sociedad occidental y en particular de la de habla hispana. 2. Por medio del estudio de una obra lexicográfica específica, el DEHA, hacer un aporte a la demostración de la importancia de los repertorios de este tipo para la historia del léxico. 3. Hacer una aportación a la historia de la ciencia a partir de la historia de la lexicografía y de la lengua de ciencia y técnica. 5 PILAR PARDO HERRERO 4. Ofrecer una visión global del DEHA que ponga de manifiesto su importancia en la lexicografía española y permita que sea considerado en futuros estudios. Objetivos específicos 1. Recrear la historia del proyecto editorial del DEHA para observar cómo esta información metalexicográfica es fundamental a la hora de entender el contenido mismo de la obra. 2. Describir de forma general cómo está planteado el DEHA tanto en su macroestructura como en su microestructura para conocerlo como obra lexicográfica. 3. Analizar el contenido de léxico de ciencia y técnica en el DEHA a partir de la utilización que hace la obra de marcas de especialidad. 4. Poner de manifiesto las diferencias entre las distintas partes del DEHA (cuerpo, primer y segundo apéndice) en lo referente al léxico de ciencia y técnica para evidenciar cómo la obra recorre un camino que parte de una visión enciclopédica de los conceptos de los distintos campos del conocimiento y culmina en una visión mucho más terminológica, camino que además corre paralelo al de la propia historia de la terminología. 5. Dar a conocer algunas de las principales fuentes que se usaron en la confección del DEHA como forma de establecer su relación con la historia de la lexicografía. 6. Evidenciar las huellas que el DEHA dejó en algunas de las principales obras lexicográficas del siglo XX. METODOLOGÍA La aproximación al DEHA se hace desde una perspectiva principalmente sincrónica pues se centra en una obra particular y un periodo histórico definido correspondiente a sus años de publicación. Para conocer el repertorio se trabaja a partir de dos fuentes: una fuente impresa, los 28 tomos de la obra, que proporciona en forma de corpus porcentuales y ejemplos puntuales la información necesaria para conocer su conformación (véase «Cuestiones bibliográficas»); y una serie de fuentes históricas, 6 INTRODUCCIÓN documentos privados que tienen lugar en la época previa y durante la publicación del DEHA y son escritos por protagonistas de la publicación, las cuales permiten una interpretación del contexto en que aparece la obra. La aproximación a la estructura del DEHA, a su confección como obra lexicográfica, requería de una revisión de la misma obra a partir de la cual se obtuvieran distintos datos numéricos y de contenido. El porcentaje que las investigaciones lexicográficas han establecido como prudente a la hora de estudiar una obra es el 5%. Así pues, hice una revisión de este porcentaje de la nomenclatura del cuerpo del DEHA y del primer apéndice. En el caso del segundo apéndice opté por doblar el porcentaje revisado, ampliándolo al 10%. Hubo dos razones para tomar esta decisión. La primera es que teniendo el cuerpo del DEHA 23 tomos, el 5% significaba ya una extensa revisión, mientras que el segundo apéndice con solamente tres resultaba más manejable. La segunda razón, y esto explica la diferencia en el porcentaje de los apéndices, es que desde el primer acercamiento que hice a la obra, antes de comenzar la investigación propiamente, y por algunas contradicciones en el momento de definir quién dirigió la obra, se hizo evidente que el segundo apéndice era distinto al resto del DEHA, principalmente en lo que se refiere a las voces con marca de especialidad. Por ser este el tema central de la investigación se prefirió que el porcentaje aumentara. La información que se recogió con la revisión fue: extensión de la nomenclatura en cada tomo; número de entradas con marca de especialidad y cuál era esa marca; número de entradas sin marca; número de entradas con ejemplos de uso; y número de ilustraciones. Esta información, extrapolada al 100%, permite realizar las distintas afirmaciones que, a partir de los datos, se hacen de la estructura del DEHA. Pero aparte de esa información hago uso de variedad de ejemplos que fui acopiando mientras leía la obra y que sirven para clarificar las apreciaciones expuestas a lo largo de los capítulos, así como para destacar las muchas excepciones que, a pesar de romper reglas generales, son justamente característica esencial de la obra. Si bien los datos de la revisión del 5 y 10% ofrecen noticias clave para realizar afirmaciones generales, los testimonios que pueden hallarse en sus páginas hacían necesario superar la restricción que conllevaba analizar la obra solamente a partir de las voces recogidas en el porcentaje revisado. Por otra parte, la limitación del 5 y 10% para el estudio del español de América, de cuya revisión las voces que resultaban eran muy pocas, hizo que decidiera realizar 7 PILAR PARDO HERRERO para este apartado un corpus específico, el cual confeccioné paralelamente a la revisión general. Junto con este trabajo, relacionado directamente con el contenido del DEHA, se realizó otra recogida de información concerniente a la descripción física del DEHA, anotando en una ficha los datos correspondientes a las páginas de cada tomo, el pie de imprenta, las láminas aparte que cada uno contenía, todo lo cual completa la descripción de la obra. En segundo lugar, mas no por ello menos importante, en esta investigación sobre el DEHA se realiza una aproximación al objeto de estudio desde una perspectiva histórica a través de fuentes complementarias. Así como Gutiérrez Rodilla (2003: 7) sostiene que «la historia del lenguaje de la ciencia ha de ser considerada, no sólo parte, sino además, parte muy importante, de la propia historia de la ciencia», considero asimismo que la historia, y aquí en particular la historia de la edición y la de la divulgación de las ideas, resulta una ayuda muy provechosa cuando se quiere estudiar una obra lexicográfica. Digo esto porque lo que pueda saberse acerca de cómo se produjo la obra, en qué contexto, quiénes participaron, es un gran aporte a la comprensión de por qué la obra llega a manos del lector de una determinada manera y con un determinado contenido. Dicho lo anterior, a toda la documentación que otorga la obra he sumado otra exterior a ella para poder dar idea de la historia de su gestación y proceso de impresión. Entre esa documentación la más importante para la historia editorial era la primaria, textos de la época escritos por los protagonistas. Esta información documental primaria se localizó en la Biblioteca de Catalunya en Barcelona, gracias a un primer dato obtenido del doctor Agustí Nieto-Galán, en un fondo que conserva dicha institución con los documentos que se han podido recuperar de la editorial tras su cierre en 1981. Por último, el interés por dar a conocer la relación del DEHA con obras previas y posteriores añade al estudio una perspectiva diacrónica que tiene como propósito observar, al menos parcialmente, cómo el DEHA es producto de una lexicografía anterior a él, y cómo el mismo DEHA produce efectos en la lexicografía subsiguiente. 8 INTRODUCCIÓN ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO Esta investigación consta de cinco capítulos, incluyendo el apartado «Conclusiones y perspectivas», y cuatro apéndices. El primer capítulo, «El DEHA como proyecto editorial», muestra la historia de cómo se llevó a cabo el diccionario a partir, fundamentalmente, de la poca documentación primaria (cartas, recibos, etc.) de la editorial, la cual se conserva en la Biblioteca de Catalunya con el nombre de Fons de l’editorial Montaner y Simón (al que me referiré en la tesis como Fons Montaner y Simón para abreviar). En esa historia se hace uso también de otras fuentes documentales como son diversas publicaciones periódicas. Este capítulo tiene por objetivo enmarcar la obra en su contexto y presentar como cuestión clave el continente americano en tanto que receptor de la obra. La información aquí recogida se mostrará en los demás capítulos como esencial para entender con más claridad el contenido mismo de la obra. El segundo capítulo, «El DEHA: descripción general», está compuesto de cuatro partes. En la primera se trata el tema de las ilustraciones en el DEHA, en la segunda se aborda la macroestructura de la obra, en la tercera la microestructura y en el cuarto se profundiza en un contenido particular, el español de América. El apartado sobre ilustraciones se coloca en primer lugar pues el acercamiento al contenido gráfico no parte de cuál es su función en la microestructura, en cuyo caso estaría dentro de ese punto, sino de cómo este contenido es importante para el proyecto del diccionario. La aproximación a las ilustraciones del DEHA es un complemento de su descripción física y permite apreciar la relevancia que tuvo en la realización del proyecto. Los apartados de macroestructura y microestructura tienen el propósito de describir cómo está estructurado el DEHA, observando globalmente la nomenclatura que incluye así como la manera en que se plantea el artículo. Decidí escribir un último apartado para este capítulo dedicado al español de América por dos razones. Una es la importancia que tiene el público americano para la obra, y la otra, que eso mismo tiene su efecto en el contenido del DEHA. Este apartado se justifica por la cantidad de vocabulario americano que no proviene del DRAE, así 9 PILAR PARDO HERRERO como por el que luego ingresa en la lexicografía académica., y también por el uso de fuentes americanas (que ocurre principalmente en el segundo apéndice). El tercer capítulo, «El lenguaje de la ciencia y de la técnica en el DEHA», es el más importante de la investigación. Está formado por tres partes. La primera es un análisis de la nomenclatura con marca de especialidad en el DEHA a partir del corpus que se realizó con este fin (véase apartado Metodología). Los datos numéricos, acompañados de ejemplos, son indicadores del objetivo divulgativo de la obra. La segunda parte está dedicada a la microestructura de las voces con marca de especialidad para entender cómo los editores ofrecen al lector el contenido científico y técnico. Ese análisis pone de manifiesto diversos problemas metodológicos en la elaboración de la obra. Los dos principales son: la polifuncionalidad de la marca de especialidad, que lleva a diferenciar entre los objetivos terminológicos y enciclopédicos, distintos en cada una de las partes de que se compone la obra; y la presentación de la definición, que al ser variable señala tanto la falta de técnica lexicográfica como el problema, aun no resuelto, de cómo abordar la redacción del significado de términos de las más diversas áreas de conocimiento. La tercera parte trata de las influencias lexicográficas del DEHA. Allí se establecen algunas de las principales fuentes que tuvo el DEHA para las voces con abreviatura de especialidad. El cuarto capítulo, «Huellas del DEHA en la lexicografía española del siglo XX», desde una perspectiva diacrónica, se propone como muestra de las distintas influencias que el DEHA tuvo en obras lexicográficas del siglo XX. La última parte, «Conclusión y perspectivas», recoge de forma sucinta las cuestiones que a través de la tesis se muestren como primordiales, y plantea, de cara al futuro, posibles vías para continuar con el estudio del DEHA bien sea como objeto central o complementario de análisis. Los apéndices ofrecen información que complementa la ofrecida en los capítulos. En el «Apéndice 1» se presentan las biografías de todos los colaboradores del DEHA, a quienes se hace alusión en el primer capítulo. Son de interés por la relevancia de los nombres y porque ayudan a comprender los objetivos del DEHA como objeto de 10 INTRODUCCIÓN divulgación. En el «Apéndice 2» se reproducen algunos de los principales documentos del Fons Montaner y Simón, a los que se alude en el capítulo I y II, para poder apreciar las fuentes originales. En el «Apéndice 3» se presentan varios ejemplos de publicaciones periódicas en las que aparece publicidad del DEHA, a las que se aludió en la historia del proyecto editorial expuesta en el capítulo I, o que complementan lo dicho allí. Por último, el «Apéndice 4» contiene reproducciones de imágenes del DEHA, a color y en blanco y negro, que completan la información ofrecida al respecto en el capítulo II. Un complemento documental a todo lo expuesto en estas páginas se ofrece en formato digital en el CD-ROM adjunto a esta tesis. Su contenido no es indispensable para la lectura y comprensión de esta tesis, pero sí es información a partir de la cual fue posible escribirla. Allí se incluyen cuatro archivos: 1. Información sobre cada uno de los tomos del DEHA. En este archivo hay una ficha de cada uno de los tomos del DEHA con sus datos de impresión, textos preliminares (entre ellos todas las listas de redactores) o al final del tomo, láminas insertas, cantidad de artículos en el porcentaje revisado y cantidad de ilustraciones. 2. Nomenclatura con marca de especialidad por tomos. En este archivo se recogen los campos de conocimiento que se observaron al realizar la revisión del 5 y 10%, junto con el número de voces con cada abreviatura de especialidad en cada tomo del DEHA. 3. Español de América en el DEHA. Este documento agrupa el corpus con el que se trabaja en el apartado sobre español de América (2.4.). Incluye todas la acepciones localizadas con su definición (parcial si es larga), así como la información de si se reproduce o no el DRAE (1884 o 1899, según corresponda). En el caso de que la voz no esté en los diccionarios académicos, se indica si esta entra a la lexicografía académica más adelante. 4. Corpus del DRAE 1884 y 1899 para comprobar su influencia en el vocabulario de ciencia y técnica en el DEHA. Este documento contiene dos corpus, uno de 200 términos del DRAE 1884 y otro de 130 del DRAE 1899, todos marcados con abreviatura de especialidad. Estos corpus se 11 PILAR PARDO HERRERO utilizan en el apartado 3.3. para demostrar el uso que hizo el DEHA del diccionario académico en su cuerpo y segundo apéndice CUESTIONES BIBLIOGRÁFICAS La edición base en este estudio es la primera del DEHA, la realizada en Barcelona por Montaner y Simón. Esta edición está, completa, en la Biblioteca de Comunicació de la Universitat Autònoma de Barcelona. Siendo esta la universidad en que realizo la investigación, es su ejemplar sobre el que se trabaja. Hay, sin embargo, otra fuente fundamental por su facilidad de uso, que es la misma edición de Montaner y Simón pero en una versión digitalizada. Esta edición en línea está disponible en la red gracias a la Universidad de Toronto y puede consultarse a través de la página «Internet Archive» en la dirección electrónica http://www.archive.org/ o desde la Biblioteca Virtual de la Filología Española de la Universidad Complutense de Madrid en la dirección http://www.ucm.es/BUCM/nebrija/. A esta edición digitalizada solo le faltan tres volúmenes, el 5 1ª parte, el 12 y el 13. Las imágenes del DEHA que se presentan a través de los capítulos y apéndices de esta tesis provienen en su mayoría del ejemplar de la UAB, pero hay también reproducciones a partir de la versión digitalizada, así como del ejemplar conservado en la Biblioteca de Cataluña. Para indicar correctamente en cada ocasión de dónde proviene la imagen se utilizarán abreviaturas, así: Biblioteca de Comunicació de la Universitat Autònoma de Barcelona se indicará como «Bibl. Com. UAB» Biblioteca de Catalunya se indicará como «BC» y Ejemplar digitalizado por la Universidad de Toronto se indicará como «archive.org» Otras imágenes utilizadas en la investigación como fuente documental sobre la editorial y sus publicaciones, provenientes de la Biblioteca de Catalunya, del Centre de documentación del Disseny Hub Barcelona y de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España, también tendrán en el pie de la reproducción la indicación de su proveniencia con una abreviatura. La de la Biblioteca de Catalunya será la misma indicada («BC»), la del Disseny Hub Barcelona será «DHUB Bcn» y la de la Hemeroteca digital será «Hem. Dig. BNE». 12 INTRODUCCIÓN Por último, debo mencionar la importancia del Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE) de la Real Academia para realizar el trabajo comparativo con obras académicas y no académicas allí incluidas. Esta herramienta ha resultado de gran utilidad. Asimismo, la labor de recopilación de trabajos lexicográficos digitalizados realizada por la Universidad Complutense de Madrid ha sido de gran ayuda a la hora de consultar repertorios no académicos. En general, los instrumentos tecnológicos que reproducen obras lexicográficas que se han tenido al alcance han redundado en un trabajo más eficiente y han permitido en el tiempo de la investigación obtener datos que en bibliotecas, buscando en las obras una por una, quizá no habrían sido posibles. 13 CAPÍTULO I EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL CAPÍTULO I EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL 1.1. CONTEXTO DE PUBLICACIÓN DEL DEHA El siglo XIX es un siglo de grandes cambios en Occidente. Para España no lo es menos. Tras un comienzo de centuria difícil, marcado por la Batalla de Trafalgar y la Guerra de Independencia, así como por las escalonadas guerras de independencia de los países americanos, todo ello seguido de una agitada vida política, ocurre la revolución de 1868, se proclama la I República y se elabora la Constitución de 1869. Unos años más tarde, en 1874, se sucede un vuelco político, la Restauración, que se prolongará bien entrado el siglo XX, en 1931. Esta etapa supone una cierta paz y estabilidad que conllevarán para el país un crecimiento demográfico sostenido, desarrollo económico, el comienzo de la industrialización y una renovación educativa que hace posible la creación artística así como una mayor dedicación a la ciencia (Alegre Pérez / Valverde Ruiz 1999: 221). Todo esto trae consigo un importante aumento de la población urbana, que sin ser aún mayoritaria da pie a nuevas formas de vida social en la ciudad, lo que incluye nuevas demandas culturales. Relacionado en particular con esa transformación urbana, una cuestión fundamental en España durante el siglo XIX, y por lo que aquí respecta, en sus últimas décadas, es la relación entre este país y América. Herida España profundamente por las distintas independencias acaecidas en ese siglo, según Carlos Rama (1982: 10) los mejores años de relación entre las dos partes son entre 1878 y 1895. Si nos hacemos eco de esta afirmación y la relacionamos con la Editorial Montaner y Simón por ser la encargada de la publicación del DEHA, tenemos que, de acuerdo con el dato que nos ofrece Gutiérrez Cuadrado (1994: 266), para 1874 Montaner y Simón ya tenía un representante con librería en Bogotá. Esto significa que para los años mencionados por Rama la editorial está no solo presente, sino afianzada en América. Esos mismos años coinciden, además, con el lanzamiento de La Ilustración Artística por parte de la editorial, revista que desde su inicio en 1882 tiene puestos sus ojos en el continente americano, y con la publicación de casi todo el cuerpo del DEHA (1887-1898). 17 PILAR PARDO HERRERO El ejemplo de la editorial Montaner y Simón deja ver al menos una de las perspectivas de esa mejora en las relaciones, aquí representada por el comercio del libro y la difusión de las ideas que este implica. Un año fundamental de esa época es 1892, ya que en el marco de esas buenas relaciones aparece la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América como una buena oportunidad para afianzarlas. Entendido el suceso como un hecho para festejar, el centenario trae consigo una serie de acontecimientos conmemorativos. Uno de ellos es el Congreso Literario Hispanoamericano, organizado por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles en Madrid. Remitiéndonos a la convocatoria del Congreso (Gutiérrez Cuadrado / Pascual 1992: 1-2)1, queda claro como punto sobresaliente que la unión entre España y América por el idioma es muy importante y debe conservarse: Siempre ha soñado la humanidad con la posesión de un habla común que, sirviendo de fácil y luminoso vehículo á las ideas, pusiese en íntima y constante comunicación las inteligencias, los sentimientos y los intereses de la tierra. Dieciséis naciones libres y soberanas, hijas de España, llamadas por la extensión de su territorio y sus inagotables veneros de riqueza á los más prósperos destinos, gozan de este inapreciable bien, comulgando desde el Norte de México hasta el Cabo de Hornos en un mismo idioma, el cual, sobre todas las excelencias, ostenta la gloria indisputada de haber sido el primero de Europa que […] llevó el espíritu de Dios á un mundo desconocido. Las principales preocupaciones del Congreso son: la de que el castellano a ambos lados del Atlántico permanezca íntegro y puro (primera sección: Filología), generar o ampliar los vínculos entre instituciones (segunda sección: Relaciones internacionales) y propiciar un mayor comercio de libros (tercera sección: Librería). Se evidencia, pues, que un aspecto clave en las relaciones sucede gracias a la unión que, al menos idealmente, debe producir el hecho de compartir una misma lengua, situación que encuentra en los libros un vínculo material excepcional. En lo que se refiere al mundo editorial español, Barcelona se ha vuelto su centro en la segunda mitad del siglo XIX, tras haber sido Madrid la capital editorial en la primera mitad (Castellano 2000: 100). Durante más de medio siglo, la gran mayoría de los libros en español que llegaban a América provenían de países distintos a España (EE UU, Francia y Alemania, principalmente). En la propia España, incluso, una cantidad importante de los libros en español eran importados de Francia. En ambos casos, esa 1 Hay que tener presente que es precisamente en esos años en que suceden diversas polémicas sobre la unidad de la lengua, siendo la ocurrida entre Cuervo y Valera quizá la más conocida y reveladora (puede verse sobre esto Rama, 1982; Del Valle, 2004). 18 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL situación era consecuencia de las leyes de propiedad intelectual y de exportación, la gran cantidad de exiliados españoles en Francia y la reducida capacidad para producir libros. Esto cambia a partir de 1870, cuando la exportación empieza a crecer y llega a multiplicarse por diez para 1898, teniendo en este suceso gran importancia la edición catalana, cuyas empresas comenzaron su industrialización en la década de 1860 a un ritmo mayor al del resto del país (Llanas 2004: 54-59). En el florecimiento editorial catalán juegan un papel muy importante los libros ilustrados de lujo, que tienen un auge iniciado en los años sesenta de la mano de las dos más grandes empresas del sector: Montaner y Simón y Espasa (Vélez 1989: 181). Una opinión coetánea, expresada en una carta de Francisco Pi y Margall dirigida a la editorial Montaner y Simón del 14 de septiembre de 1882, contenida en el Fons Montaner y Simón (§ 1.2.2.2. y véase nota 19), da a estos editores catalanes un lugar especial: La Biblioteca Universal y la Ilustración Artística acreditan la casa de V.V. y honran la ciudad de Barcelona. Barcelona se ha puesto á la cabeza de España no sólo en la tipografía, sino también en todas las artes auxiliares. V.V. son indudablemente los que más han contribuido á este adelanto, del cual se hacen lenguas los mismos enemigos de Cataluña. Tras este breve contexto, que ubica históricamente y de modo particular la situación editorial catalana en un momento en que las relaciones con América latina resultan fundamentales en distintos niveles, paso ahora a elaborar en detalle a partir de la información disponible la historia del proyecto editorial del DEHA, uno de los más importantes de la casa editorial barcelonesa. 1.2. EL PROYECTO EDITORIAL Como bien se ve en el libro de Robert Darnton (2006) El negocio de la Ilustración: historia editorial de la Encyclopédie: 1775-1800, reconstruir la historia de una obra enciclopédica no es tarea fácil. El caso del DEHA ciertamente no es diferente. Recomponer todo el proceso por el que pasó el proyecto es complicado, mas con la información disponible, en este subcapítulo se ponen en relación distintos datos que ayudan a establecer hasta donde es posible cómo se llevó a cabo la publicación del DEHA. 19 PILAR PARDO HERRERO 1.2.1. La editorial Montaner y Simón La editorial Montaner y Simón fue fundada en 18612 por Ramon de Montaner i Vila y Francesc Simon i Font. Inicialmente estuvo ubicada en calle de la Comtessa de Sobradiel 10 (1861-1868), luego en la plaza Cataluña (1870-1872), seguidamente tuvo una tercera sede en la calle Casanova 8 (1873-1882?), para por último establecerse de forma definitiva en la calle Aragón número 309-311, en un edificio realizado por el arquitecto modernista catalán Lluís Domènech i Montaner, primo hermano de Ramon de Montaner3. A inicios del siglo XX el edificio pasa a tener el número 255 y, como ya apuntó Gutiérrez Cuadrado (1994: 265), alberga la Fundació Antoni Tàpies desde 1990. Según se explica en la página web de la fundación, la obra se realiza entre 1881 y 1885. La estructura tiene tras de sí la idea de ser una fábrica moderna que haga buen uso de los espacios y pensada para el trabajador como usuario principal, todo lo cual se inscribe en el pensamiento hijo de la revolución industrial y del socialismo utópico. La editorial tenía a su alcance, además, maquinaria de última generación. Montaner y Simón contaba, como sociedad anónima, con un capital importante que le permitía imprimir obras ambiciosas y hacer uso de las técnicas de impresión más modernas, entre las que destaca la impresión de ilustraciones. Gracias a los nuevos procedimientos que utiliza, litografía y fotomecánica, logra incluso quitar la hegemonía, al menos temporalmente, a Espasa (Llanas, 2004: 228). Son reconocidas sus ediciones de textos ilustrados, como La Sagrada Biblia, La Divina comedia, Don Quijote, o las Fábulas de La Fontaine. Pero también lo son sus textos de carácter divulgativo, en los que se encuentran temas como historia natural, botánica, geología, astronomía, historia universal, historia del arte. El libro dirigido por Juan Vilanova i Piera, La Creación. Historia Natural (1872-1876), editado en ocho volúmenes por Montaner y Simón «es pot considerar el primer llibre amb imatges cromolitogràfiques editat a Barcelona, tot i que amb anterioritat s’havien fet algunes proves, per bé que d’escassa qualitat» (Vélez, 2008: 95), lo que es ejemplo de la unión entre la apuesta por la divulgación y por la imagen. 2 Gutiérrez Cuadrado (1994: 265) da 1861 como el año de inicio, aunque anota allí mismo que según la Guía Planeta la fundación fue en 1868. Llanas (2004: 244) por su parte da como año de inicio 1867. La Fundació Tàpies, como Gutiérrez Cuadrado, considera el año 1861 el de fundación de la editorial. 3 Los datos sobre las sedes han sido proporcionados por la Fundació Tàpies a partir de la investigación que está llevando a cabo esta institución en relación con la antigua editorial Montaner y Simón. Esta información se ofrece al público en la visita comentada «La Montaner i Simon. Una editorial amb història» (que realizan mensualmente en sus instalaciones), en la que se explica la historia del edificio y lo que los investigadores han podido averiguar sobre la editorial hasta ahora. 20 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Fig. 1 Logos de la editorial Montaner y Simón4 A estos textos se pueden sumar publicaciones periódicas como La Ilustración Artística, que aparece semanalmente y es regalo para los suscriptores de la colección Biblioteca Ilustrada, y El salón de la moda; así como las obras lexicográficas, entre las cuales el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano es la más importante. Tres cuestiones esenciales del modelo editorial seguido por Montaner y Simón tienen una estrecha relación con el DEHA, estas son: su contacto con Hispanoamérica y el énfasis en los textos de divulgación científica. A continuación haré referencia a estos dos puntos. La tercera cuestión, la importancia del contenido gráfico, de las imágenes, se contemplará en el primer subcapítulo del capítulo II por su relación con la descripción del diccionario. 1.2.1.1. El mercado americano Montaner y Simón tiene un contacto comercial importante con América latina. El mercado americano resulta primordial para la industria barcelonesa de la época, lo cual puede verse en una cita de Apuntes para la historia de la Exposición Universal (1889), de Saturnino Lacal, que reproduce Llanas (2004: 217-8) partiendo de la transcripción de Francesc Cabana: «La importancia que aquí [en Barcelona] alcanza la industria editorial débese principalmente a los mercados de América, en los que coloca mejor las obras literarias o consultivas de lujo que las de enseñanza». Teniendo esto claro, Montaner y Simón busca desde el inicio acuerdos con empresas de ese continente El logo de la izquierda es el que aparece en todo el DEHA (Fte. Bib. Com. UAB). También aparece en La Ilustración Artística hasta 1891 en la portada de los tomos (la cual sale en el primer número de cada año con el índice de artículos y grabados), a partir de la portada del tomo correspondiente a 1892 pasa a verse el otro logo (Fte. Hem. Dig. BNE). Ese otro logo, el del a derecha se ve en la obra Historia del Arte, que empieza a publicarse solo un año antes que el DEHA. (En las portadas semanales de La Ilustración Artística hay otro logo más chico y sencillo colocado en la cabecera centrado.) 4 21 PILAR PARDO HERRERO (muchas con propietarios catalanes) para que les sirvieran como especie de sucursales. Según información de Francesc Cabana (en Llanas 2004: 246), en el año 1884 la editorial tenía trece de esas representaciones en Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, Valparaíso, Puerto Rico, La Habana, México5, San Salvador, Bogotá, Guatemala, Caracas, Lima y El Callao, a las que se suma más tarde Guayaquil. Los libros contables mayores de la editorial también ofrecen información sobre estos representantes y permiten conocer nombres específicos. En el libro mayor tomo 4 (1891-1894) encontramos los nombres de quienes en América manejaban las ventas de Montaner y Simón6. A continuación presento el listado de dichos nombres agrupados por ciudades: Bogotá: Camacho, Roldán y Tamayo; y Graells hermanos. Buenos Aires: Felix Lajoane; Coll, Madrid y Cía.; Ramón Espasa y Cía; y Ribas y Cía. Caracas: Isidro Puig y Ros. Costa Rica: Vicente Lines de San José. Guatemala: Antonio Partegás. Guayaquil: R Papaseit y Cía. La Habana: Luis Artiga. México: Juan de la Fuente Parres. Montevideo, Chile y Lima: Cuspinera, Teix y Cía. Puerto Rico: J. González y Font; Sucesores de S. G. Mantilla y Cía.; Manuel Rodríguez, sucesor de Mantilla; y Fraile y Cía. San Salvador: Alfonso Vidal. Santiago de Chile: Rafael Jover. La propia editorial en su publicación La Ilustración Artística da testimonios que muestran esta perspectiva del negocio español que ve América como cliente indispensable. Cuando la revista en 1891 (nº 487) inaugura su sección quincenal de anuncios, al ofrecer su espacio para publicidad dice: 5 En La Ilustración Artística nº 888 (2/01/1899), dice que el representante exclusivo en México es D. Ramón de S. N. Araluce, ubicado en el Callejón de Santa Inés nº 5. En el nº 895 aparece una reseña del primer tomo de un libro publicado por ese representante. En el nº 913 (26/06/1899) un artículo sobre una revista militar celebrada en México, indica bajo las imágenes que la fuente de la fotografía es el corresponsal D. Ramón de S. N. Araluce. 6 El Centre de documentació del Disseny Hub Barcelona conserva en su archivo los libros de diario y mayores de Montaner y Simón desde su inicio hasta 1926 (hay tres libros de la década de 1930 correspondientes al diario de caja y al registro de giros). Tuve conocimiento de esta documentación gracias a las investigadoras de la Fundació Tàpies (véase nota 3). 22 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Basta fijarse en el gran número de páginas destinadas para anuncios, que figuran en la Ilustraciones francesas, inglesas, alemanas, norteamericanas, polacas, austriacas, etc, etc., y el elevado precio á que se pagan […] para quedar convencido de la importancia que revisten esta clase de anuncios. La ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA es una publicación universalmente conocida, que circula principalmente entre las clases acomodadas y la buena sociedad española y americana, y cuya tirada, que es regularmente de 20,000 EJEMPLARES (más de UN MILLÓN de ejemplares cada año) tiene que aumentarse todos lo días por aumentar también el número de sus abonados. […] Nuestra Sección de Anuncios resulta, pues, un poderoso elemento de publicidad para el comercio, pues entre sus muchas ventajas tiene la de ser un anuncio para toda España, igualmente que para las Antillas y América del Sur, cuyos mercados son actualmente el punto de mira de la industria española. [el subrayado es mío] Aquí, por una parte, hay un dato numérico de tiraje, pero lo que fundamentalmente destaca es que se evidencia que el mercado americano es atractivo para los peninsulares. Además habla del público objetivo, que se puede considerar bastante parecido para el resto de publicaciones que realiza Montaner y Simón. No deja de ser importante apuntar que hay un interés por seguir los pasos de esas otras publicaciones, rendidas ya al poder de los anuncios, que si no se emulan, parece decir, harán que España quede rezagada. Es en estas últimas décadas del siglo XIX que nace lo que se conoce como publicidad moderna, a la que aludo aquí solo para tener presente que es en este cambio de visión comercial y creación de nuevas necesidades que el DEHA apareció. Otros cinco testimonios en la misma publicación ayudan a confirmar el interés por lo americano que tiene la editorial. 1. 2. La creación de la «Sección americana», que aparece por primera vez en el nº 440, del 1 de julio de 1890. Un llamado a corresponsales y suscriptores «especialmente á los de América [para que] remitan cuantas fotografías de monumentos, obras artísticas, etc., consideren propias para ser publicadas en la ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA, [así como] la remisión de todas las noticias que tengan verdadero interés artístico ó literario» (nº 450, del 11 de agosto de 1890). 3. Una referencia a la casa editorial en México de un corresponsal de la editorial, Juan de la Puente Parres, que en sus veinte años de establecida ha ido creciendo y ampliándose, como se quiere hacer evidente con el fotograbado que muestra el interior de su nuevo edificio (nº 552, del 25 de julio de 1892). 23 PILAR PARDO HERRERO 4. La importancia dada a la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América, que en octubre de 1892 ocupa un número entero, además de varias páginas en otros números cercanos a esa fecha. 5. Un artículo de Beltrán y Rózpide (colaborador del DEHA) que aparece en el nº 996, del 28 de enero de 1901, titulado «Revista hispano-americana», en que el autor habla de las relaciones entre España y los países hispanoamericanos, sobre lo que se ha hecho y lo que queda por hacer, sobre la actitud de España hacia América y de América hacia España, etc. Todo con el fin de informar sobre la decisión tomada en el Congreso hispano-americano celebrado en Madrid el año anterior de realizar una serie de conferencias públicas sobre la situación presente de los «países españoles de América». El final de artículo evidencia el puesto principal que para la publicación ha tenido América, el cual va, ciertamente, más allá del objetivo comercial. Dice Beltrán y Rózpide sobre las conferencias que: La ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA de Barcelona, de acuerdo con sus tradicionales aspiraciones y tendencias, entra también en acción y aportará su modesto concurso á empeño tan noble y tan grandioso […] Nuestra participación en él será la que incumbe á la prensa periódica. En relación constante con las publicaciones políticas, literarias y científicas de los pueblos hispano-americanos y de las colonias españolas que allí viven y prosperan, consignaremos los hechos de índole varia y de mayor relieve y trascendencia acontecidos en aquellos países, y expondremos informes y juicios sobre la política hispano-americana en general y sobre la situación interior y relaciones exteriores de cada Estado. Podrán, pues, considerarse las revistas que aquí escribamos como resumen de la historia ó vida contemporánea de los pueblos hispano-americanos. Como puede advertirse, América es pieza clave en el negocio editorial en general, y lo es particularmente en el caso de Montaner y Simón, que supo combinar su interés económico con el interés cultural y político que despertaba ese continente. 1.2.1.2. La divulgación científica de Montaner y Simón En el siglo XIX hay un crecimiento urbano e industrial considerable en Barcelona, así como en el resto de Europa y América, relacionado con cambios sociales entre los que la transmisión de conocimiento es un tema de gran relevancia. En esa centuria la divulgación científica gana peso en la comunicación, apareciendo como una oferta de interés para cada vez más personas. Siguiendo a Nieto-Galán (2008: 203) en su artículo sobre el libro de divulgación científica en Barcelona en el siglo XIX, se entiende que el libro científico deviene asociado a fenómenos de modificaciones en la 24 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL audiencia y transformaciones en el mundo editorial. No solo accede al conocimiento el especialista y el discípulo, sino personas de distintos ámbitos y con diversas formaciones, con lo que el texto que cada uno espera es diferente, a lo cual debía adaptarse el editor. Dice sobre esto Nieto-Galán (2008: 204): Existia a més una frontera subtil entre el llibre de text destinat a l’ensenyament y el de divulgació adreçat a públics més amplis. Precisament, en la frontera entre l’ensenyament i la divulgació, moltes cases editorials de la ciutat [de Barcelona] hi trobaren una estratègia interessant d’ampliació de mercats. Una de esas casas editoriales será Montaner y Simón. Con libros como Historia Natural (13 volúmenes), Historia general del arte (8 volúmenes), Historia universal (14 volúmenes), América. Historia de su colonización, dominación e independencia (4 volúmenes), Historia de los griegos desde los tiempos más remotos hasta la reducción de Grecia a provincia romana (3 volúmenes), entre otros, los editores manifiestan su convencimiento de que la divulgación tiene un mercado de lectores nada despreciable. Millares de ejemplares impresos así lo demuestran (entre 10.000 y 20.000 ejemplares de los volúmenes de la Historia Natural, 30.000 de la Historia general del arte (NietoGalán 2008: 206)). A sus libros científicos se podría añadir la «Sección científica» en su publicación La Ilustración Artística, que es una de las que aparecen desde su primer número en 1882 hasta 1898, según la revisión que he podido realizar. Allí escriben personalidades como José Echegaray, colaborador del DEHA; también hay muchas traducciones de revistas extranjeras como La Nature y La Science Illustrée. Esta sección subraya el interés divulgativo de la editorial y también de los lectores, pues no es solamente una oferta sino que se trata también de una demanda. Este trabajo divulgativo que caracteriza a Montaner y Simón, al que se suma el esfuerzo por hacer de esos libros objetos de lujo, en los que la ilustración es fundamental, podría ser considerado una de las principales razones por la que la casa editorial decide hacer una obra de la magnitud y complejidad del DEHA, que es igualmente una obra de carácter divulgativo. Es en el siglo XIX cuando en España el boom editorial hace que quienes se dedican al comercio de libros consideren las enciclopedias como una oportunidad de negocio (Pardo Herrero 2010), pero eso no significa que sea fácil, dada la inexperiencia en ese rubro. Montaner y Simón deciden arraigarse a hacerlo, y parte de su motivación pudo deberse al hecho de que tenían un material enciclopédico valioso tanto en sus libros publicados con temas de ciencias como de humanidades, así como ilustraciones 25 PILAR PARDO HERRERO que podrían utilizar. Además, tenían contactos con autores de prestigio a los que podían acudir, relaciones consolidadas con América y acceso a técnicas de impresión que daban un valor añadido con el que competir. Según un dato ofrecido por Nieto-Galán (2008: 206), del DEHA se podrían haber impreso alrededor de 400.000 ejemplares para 1902, es decir hasta el volumen 25, lo que daría un promedio de 16.000 ejemplares por volumen, una cifra notable (§ 1.2.2.2.b.2. y véase nota 30). 1.2.2. El Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (DEHA) La historia del DEHA como proyecto editorial de gran envergadura es difícil de establecer suficientemente debido a la carencia de documentación primaria. En la obra se ofrecen muy pocos datos, aunque importantes. En primer lugar, el diccionario carece de un prólogo en que se establezcan las motivaciones de la obra, los objetivos, etc. Tampoco incluye listados de bibliografía utilizada que sirva de referencia sobre la documentación previa. En su portada no aparece a cargo de la obra ninguna persona. Lo que sí aparece es una lista de los redactores en los 23 tomos del cuerpo del diccionario7. El hecho de que «falten» esos datos y que sí haya una lista de redactores, es significativo, pues son decisiones editoriales y de mercadeo que dan cuenta de intenciones implícitas de la casa que publica esta obra. Por otro lado, la falta de un prólogo, común en las obras lexicográficas, podría deberse a distintas razones, como considerar que no era necesario, que en realidad no sabían muy bien qué decir, que no querían arriesgarse a restringir con él al público, o a que la complicada puesta en marcha e impresión del primer volumen impidió una redacción que estableciera lineamientos definitivos (§ 1.2.2.2.; y véase Pardo Herrero 2012). No incluir una bibliografía es una cuestión común a otras obras de la época, siendo un poco más adelante cuando se considera necesario y sinónimo de rigurosidad el hecho de que las obras enciclopédicas contemplen sus fuentes. En cuanto a que no aparezca ninguna persona como encargada de dirigir u ordenar el diccionario, quizá «se deba a que había una intención de ver la obra como el producto de lo que llama Seco (2003: 278-279) una redacción en equipo, conjunta, a diferencia de la impersonal (como la de la Academia) y de la unipersonal (como la de Domínguez)» (Pardo Herrero/Garriga 2010). Sobre esta cuestión volveré un poco más adelante al comentar la dirección del diccionario. Por último, las listas de redactores ofrecen datos importantes acerca de 7 Una descripción física pormenorizada del diccionario se ofrece en el capítulo II. 26 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL quiénes estuvieron vinculados al proyecto. Qué tanto colaboraron estas personas es algo difícil de determinar. Para Gutiérrez Cuadrado (1994: 268), esa contribución debió ser «irregular y algo limitada. […] En general, sin comprometernos demasiado, podría afirmarse que los redactores intervenían en este tipo de obras de una manera inversamente proporcional al escalafón de su fama». Independientemente de esto, lo que sí es cierto es que nombrar a autores de renombre como colaboradores es una práctica frecuente para ganar clientes a la vez que ganar autoridad para el texto (Gutiérrez Cuadrado 1994: 268-269)8. En cuanto a cómo esta selección puede tener relación con el mercado americano, se puede acudir a la lista de la junta organizadora del Congreso Literario Hispanoamericano, al que ya he hecho referencia, para tener una idea. Esa lista es destacable para hacer notar la presencia de muchas personalidades relacionadas con el DEHA. Algunas de ellas tienen una participación indirecta pero muy importante, como son aquellos cuyos méritos como hombres de letras los hacen autoridades de uso, es el caso de Zorrilla de San Martín (uruguayo) y Bretón de los Herreros. Por otra parte varios de los colaboradores del DEHA son vocales de la junta del Congreso, como José Echegaray, Francisco Fernández y González, José Ramón Mélida y Alinari y Juan Valera (también autoridad en distintos ejemplos de uso). Menciono también aquí a Eduardo Benot, ya que aunque no aparece en la lista, se conoce su estrecha relación con el DEHA en su primera etapa, como se comentará en el apartado sobre la dirección del diccionario. Estas informaciones confirman, por una parte, el reconocimiento de quienes hacen parte del DEHA y, por otra, corroboran la relación intelectual con América que algunos de ellos mantenían, lo que sirve para darles renombre en las nuevas naciones. En lo que refiere al contenido y el planteamiento lexicográfico, debe considerarse que la participación de personajes conocidos y, sobre todo, la importancia de la relación con América tuvieran consecuencia en ellos, como puede ser en los artículos biográficos, la historia americana o los americanismos en la obra (§ 2.4.). 8 Una carta de Francisco Pi y Margall del 25 de febrero de 1883, que se encuentra en el Fons Montaner y Simón en la Biblioteca de Catalunya, dirigida a los señores Montaner y Simón, da cuenta claramente de esto en el caso de las obras lexicográficas. En esa correspondencia Pi y Margall cuenta a los editores que en Madrid hay un editor que quiere publicar un diccionario general de derecho, para el cual le pide ayuda con los textos. Pi y Margall se niega por falta de tiempo y los encargados del proyecto le dicen que desearían autorizar la publicación con su nombre, cosa que acepta Pi y Margall por las referencias que tiene de los responsables del proyecto. Habla entonces de la importancia que tienen los nombres para el pueblo, aunque quienes en realidad hagan el trabajo sean excelentes, con lo que se nos comprueba la idea de que los nombres reconocidos venden. 27 PILAR PARDO HERRERO 1.2.2.1. Las listas de autores redactores Gutiérrez Cuadrado (1994) y Prieto García-Seco (2007 y 2008) resaltan en sus respectivos acercamientos al DEHA la aparición de las listas de redactores. Gutiérrez Cuadrado en su artículo sobre este diccionario destaca que los nombres famosos además de avalar el diccionario, tenían en algunos casos un reconocimiento internacional, particularmente en Hispanoamérica, como es el caso de Menéndez y Pelayo, Valera y Beltrán y Rózpide, que servía para ganar credibilidad y clientela. Menciona además la autoría de algunos artículos por Menéndez y Pelayo y Juan Valera, cuya correspondencia ofrece datos de interés9. Gutiérrez Cuadrado además señala la variación en la lista, apuntando como posible razón la muerte de alguno de ellos, como Barbieri o Letamendi, aunque en otras ocasiones la causa no resulte tan clara, como la salida de Giner de los Ríos por Valera en el área de estética en el volumen cuatro. Otro aspecto importante que destaca Gutiérrez Cuadrado (1994: 270) es el carácter liberal de los colaboradores, remitiéndose acertadamente a los comentarios expresados por Rama al respecto en su libro de 1982 (254-255). Por su parte Prieto García-Seco (2007: 99) señala que la participación de importantes intelectuales era «garante de calidad y excelencia» y, citando a Jiménez García (2008: 423), que estas personas «representaban lo más granado de la cultura española del momento». Con algo más de extensión, también señala la cuestión de los cambios en la lista, dando varios de los nombres del primer volumen y mencionando algunos cambios posteriores, específicamente los que ve en el tomo décimo. 1.2.2.1.a. Los cambios en las listas La «Lista de los autores encargados de la redacción de este diccionario», como se titula la página en que se encuentran los nombres, aparece en los tomos 1 a 23, es decir en todo el cuerpo del diccionario; desapareciendo en los dos apéndices10. Como apuntan Gutiérrez Cuadrado (1994: 271) y Prieto García-Seco (2008: 423), el listado del volumen inicial decrece a medida que pasan los volúmenes. Se comienza con 42 nombres y se termina con 28. Para Gutiérrez Cuadrado (1994: 271-272), esto se debe a Bibliografía sobre esta correspondencia de Menéndez Pelayo, y otra relevante por ofrecer información acerca de su relación con la editorial en Gutiérrez Cuadrado (1994: 266, 269-270), Vauthier (2009: 2148), Prieto García-Seco (2008: 423-425). También hay algunos comentarios en línea en http://www.filosofia.org/enc/eha/eha.htm [31/01/2012] 10 Prieto García-Seco (2007a: 100) dice que la lista aparecía en los 26 primeros volúmenes, sin embargo he comprobado que en los apéndices no hay lista de colaboradores. De ser así, sería debido a la consulta de una edición que yo no he podido ver. 9 28 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL que «se agruparon especialidades, en el inicio dispersas o duplicadas y, por fin, algunas no contaron con ningún representante». En la relación, los nombres aparecen ordenados alfabéticamente por el apellido (con contadas erratas en la alfabetización11) en dos columnas. Salvo en el primer tomo, cuando aparece en la hoja siguiente a la portada, en todos los volúmenes la lista está ubicada en la página de atrás de la portada. El nombre aparece después del apellido, precedido de una coma y ambos, nombre y apellido, están escritos en versalitas. Al nombre sigue entre paréntesis y en cursiva el campo o campos de que estaba encargado el personaje. Sirva de ejemplo: DANVILA JALDERO, AUGUSTO (Monumentos arquitectónicos españoles). ECHEGARAY, EDUARDO (Ciencias exactas, Mecánica, Arquitectura y Maquinaria navales). ECHEGARAY, JOSÉ (Magnetismo, Electricidad). En el Cuadro 1 (que aparece en las dos páginas siguientes, se presenta la lista completa de colaboradores con los tomos en que cada uno aparece, él área o áreas que tenía cada uno a su cargo y los cambios, si los hubo, en las áreas que a cada uno correspondían. Se presentan en primer lugar los 42 nombres del primer volumen y luego siguen, en el orden en que fueron entrando, los demás colaboradores. Hubo en total 62 colaboradores. 1.2.2.1.b. Los redactores Es esencial iniciar este apartado subrayando que no se sabe la verdadera implicación que los integrantes de la lista tuvieron con el diccionario. Ni siquiera de aquellos que aparecen de principio a fin se puede estar seguro que hayan hecho gran cantidad de redacción original. El caso más sabido es quizá el de Menéndez y Pelayo, analizado extensamente por Bénédicte Vauthier (2009). En una carta en que responde al portugués Domingo Garcia Peres sobre si le recomienda comprar el DEHA, Pelayo (1982-1991, vol. XII: 261-262 (doc. 361)) admite que escribió en dicha obra pero que luego lo dejó porque le pagaban mal y el texto creía que no tenía suficiente nivel. Según esta declaración, y considerando igualmente los datos ofrecidos por Vauthier, la cantidad de textos escritos por Menéndez Pelayo es reducida. Su aparición radica, Hay también contados casos de variación en la ortografía del nombre. 1. El de Carreras y Sanchis, que escriben Sánchiz en dos tomos y el resto sin tilde y con s. 2. El de Manuel González Martí, por error sin tilde el segundo apellido cuando entró en la lista. 3. El de Vicente de la Fuente, ordenado por la L al escribir Lafuente. A esto podemos añadir casos en que se confunde nombre con apellido o al contrario. Por ejemplo: Manuel Bartolomé Cossío, Bartolomé es nombre y se pone como apellido; Bernardino Martín Mínguez, Martín es apellido y se pone como segundo nombre. 11 29 PILAR PARDO HERRERO 30 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL 31 PILAR PARDO HERRERO para reiterar la idea, en la autoridad y legitimidad que su nombre, como el de los demás, da al diccionario. Sobre la participación de González Serrano también hay datos importantes que se encuentran en el libro de Jiménez García (1996: 97-111) sobre este autor. Una pregunta que cabría hacerse es si hay algún caso de uso del nombre sin permiso. En una carta a Menéndez Pelayo (1982-1991, vol. XXII: 92 (doc. 157)), citada en http://www.filosofia.org/enc/eha/eha.htm), poco antes de morir, la Universidad de Cambridge le informa de la acción legal iniciada por la Enciclopedia Británica contra el DEHA por haber copiado partes sin declararlo, y añade que «saben que muchos autores, entre ellos José Echegaray y Galdós, nunca autorizaron el uso de su nombre en la portada del libro de Barcelona y menos en la reimpresión de Londres», preguntándole luego si ese es también su caso. Menéndez Pelayo no llega a contestar esta carta, pero puede pensarse que la declaración de los ingleses es fruto de un interés por darle fuerza a su demanda por derechos, pues Galdós no está en ninguna de las listas, y Echegaray, por la relación con la editorial y por la seguridad de que escribió al menos un artículo (electricidad), cuesta creer que no autorizó que apareciera su nombre (§ 1.2.2.2.b. La documentación de Pagès, presentada en ese apartado no deja espacio para creer que el nombre se usó sin su permiso). Pese a la posibilidad de que los autores encargados de la redacción ejerzan poco como redactores, es fundamental saber quiénes eran y qué actividad ejercieron en la sociedad para entender qué pudieron aportar al DEHA. Suponiendo incluso que alguno de ellos no hubiera escrito nada, el hecho de ser elegido para aparecer en la lista nos da pistas a su vez sobre la ideología del diccionario, tema de interés al considerar la obra como objeto cultural de divulgación. Jiménez García (1996: 97) describe el DEHA como «el compendio más objetivo de todas y cada una de las esferas del saber humano», lo que lo hace un depósito innegable del pensamiento español de la época (Chabrán 2000). Que esto pueda considerarse así es consecuencia de la manera en que se plantea el proyecto y de quienes participan en su realización. Repasando las biografías de los colaboradores del DEHA que aparecen en la lista, las cuales pueden leerse en el Apéndice 1, hay varios puntos generales que es interesante comentar. En primer lugar, es reseñable que más de la mitad de estos colaboradores tenga su biografía incluida en el propio DEHA (39 de 62), pues que este tipo de obras contuviera datos de tal actualidad en el caso de personas no era muy 32 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL común. Algunos están en más de una parte, o incluso en las tres (cuerpo, primer apéndice y segundo apéndice) pues la información se va completando, por ejemplo Fidel Fita, Urbano González Serrano, Manuel Piernas y Hurtado o Eduardo Saavedra. De ese mismo grupo de colaboradores biografiados, es importante también decir que no en todos los casos se dice que efectivamente eran o habían sido colaboradores del diccionario. La colaboración es mencionada en 14 casos (Beltrán y Rózpide, Fernández y González, Mélida, Menéndez y Pelayo, Ojea, Pedregal, Piernas y Hurtado, Pirala, Sbarbi, Doporto, Montaldo y Peró, Cazurro y Ruiz, Corrales y Sánchez, y Lázaro e Ibiza). Es extraño que de personajes tan importantes como Valera, Echegaray, Pi y Margall o Pagès, entre otros, no se diga que tienen participación, más aún si se considera que varios de ellos están en las listas en muchos de los tomos, y algunos en los 23. No parece haber una razón evidente, salvo el hecho de que bastaría que estén mencionados en la lista para dar por real y verídica su colaboración. Por otra parte, sobresale la vinculación de los colaboradores con instituciones tan representativas, y divergentes, como eran las Academias y la Institución Libre de Enseñanza. El hecho de que haya miembros tanto de unas como de la otra, sugiere una mirada plural sobre el conocimiento que ratifica ese carácter liberal que, mencionado más arriba, consideran elemento clave en la obra Gutiérrez Cuadrado (1994: 270) y Rama (1982: 254-255). Por último, es destacable el hecho de que, al tener la Enciclopedia Espasa como referente para la gran mayoría de biografías junto con las contenidas en el DEHA, se ha podido advertir que la Espasa sigue al DEHA en repetidas ocasiones, lo que demostraría la influencia de la obra de Montaner y Simón en dicha enciclopedia, no admitida directamente pues en la bibliografía de los personajes no aparece nunca el DEHA12 (§ 4.4.). Entre esos casos los más destacables son el de José Echegaray y el de Juan Valera. La biografía de Echegaray que presenta la Espasa es claramente una nueva redacción de la ofrecida por el DEHA, reordenada y con apenas algunos aportes y recortes, con lo que la biografía del DEHA habría de ser considerada como la oficial. En cuanto a la biografía de Valera, el uso del DEHA es menos evidente, notándose simplemente que hubo de ser este diccionario una de las fuentes utilizadas. Por otro El completo estudio de Philippe Castellano (2000) sobre la Espasa, en su capítulo sobre la redacción, tiene un apartado dedicado a las denuncias hechas por José Pérez Hervás, director artístico de la enciclopedia, sobre el uso indebido hecho por Espasa-Calpe de distintos materiales gráficos y textuales. Uno de los diccionarios que Pérez Hervás denuncia que fue utilizado por los redactores sin la debida referencia es el DEHA. 12 33 PILAR PARDO HERRERO lado, la Espasa tampoco menciona siempre la participación de los personajes en el DEHA, aunque hay casos en que sí lo hace, como en el de Clairac, Espejo o Pagès, mientras para estos mismos el DEHA no da dicha información. Para finalizar este pequeño acercamiento a la lista de colaboradores, es conveniente decir algo no ya en lo que se refiere a los nombres de los redactores sino a las áreas de conocimiento que se observan en las listas, pues nos dan información extra sobre el contenido de la obra y quién podría ser su público. Como ocurre con todas las obras de este tipo, en el DEHA hay interés por una cierta difusión de las ideas. De una parte se aprecia ese carácter liberal evidenciado por las biografías de los redactores (y que es también perceptible en los artículos, aunque no sea posible aquí hacer un análisis detallado de este asunto), gracias al cual la obra sirve como vehículo de transmisión de las distintas ideas que circulaban en ese momento tanto en España como en otros puntos del mundo. De otra parte, las áreas que aparecen en la lista son muestra de lo que se considera el conocimiento más trascendental, teniendo en mente un público determinado para el diccionario. Philippe Castellano (2000: 224-225) al analizar la lista de redactores y colaboradores de la Espasa hace un apunte relevante al decir que de la multitud de colaboradores que hubo, uno solo de ellos era agricultor, lo que no parece muy lógico si se piensa que en ese época el 66% de la población española es rural y se dedica a labores del campo. Este dato lo que ofrece es una indicación del público al que se dirigía la obra: [U]na clientela ante todo urbana que ya ha integrado en su vida cotidiana una parte importante de los profundos cambios procedentes de la segunda revolución industrial. Esta población urbana, que se beneficia de las innovaciones tecnológicas, adquiere también una función política cada vez mayor gracias a las clases medias. La lista de colaboradores del DEHA no incluye oficios rurales ni urbanos populares. Hay en los tomos 1 a 3 encargados de artes industriales españolas (Cossío) y cerámica y vidriería españolas (Riaño), y del 14 al 23 un redactor que está a cargo de artes y oficios (Manuel González Martí, que también lleva las secciones de geodesia e ingeniería); pero nada más. La interpretación de Castellano para la Espasa podría servir también para el DEHA, si se entiende que su público objetivo sería el que vive en la ciudad y aquellos lectores más cercanos a la ciencia y la técnica, los que ya hacen uso de estas o podrían utilizarlas y cuya participación social y política representaría un 34 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL apoyo al progreso entendido como avance científico y tecnológico. Habría en ese gesto una jerarquización del conocimiento en la cual la cúpula parecería estar ocupada por las ciencias y las humanidades. Esta idea no es exclusiva del DEHA, por el contrario, es lo que asume como cierto la clase dominante, que es la que por su poder social puede decidir qué es progreso y qué es cultura. El énfasis que estas áreas de conocimiento hacen en las ciencias es para esta tesis muy relevante ya que pone de manifiesto la importancia que tendrá en su contenido el lenguaje científico, tema en que se centra el capítulo III. 1.2.2.2. El inicio y progreso del DEHA La información documental que podría ofrecer un archivo editorial para reconstruir la historia de los editores y del proyecto del diccionario enciclopédico es muy reducida, dado que desapareció la mayoría cuando la empresa cesó su actividad. Una pequeña parte fue salvada entonces por Ramon Borràs y hoy se encuentra en la Biblioteca de Catalunya en la colección Autògrafs Ramon Borràs, y dentro de esta en el Fons Montaner y Simón13. En este fondo hay diversos documentos remitidos a la editorial por colaboradores del DEHA: Eduardo Benot14, José Echegaray, Francisco Fernández y González, Manuel Fernández y González, Vicente de la Fuente, Francisco Giner de los Ríos, José de Letamendi, Pedro de Madrazo, Aniceto de Pagès, José María Sbarbi y Francisco Pi y Margall. Entre estos documentos, los directamente relacionados con el DEHA corresponden a cartas enviadas por Aniceto de Pagès a los editores, que nos permiten acceder a una perspectiva personal de no poca valía, así como otros papeles del mismo Pagès que desglosaré más adelante en que el tema del diccionario es central. El resto de informaciones a las que se ha podido apelar para intentar reconstruir esta historia son testimonios en distintas publicaciones de la época, así como lo que los pocos estudios realizados sobre la obra dan a conocer. Debo el descubrimiento de este fondo al profesor Agustí Nieto-Galán. La colaboración de Benot se conoce por una carta suya a Pagès que aparece como preliminar junto con otras en el Gran diccionario de la lengua castellana (1902). Allí dice que lo conoció cuando dirigía, Benot, el DEHA. 14 13 35 PILAR PARDO HERRERO 1.2.2.2.a. La dirección del DEHA 1.2.2.2.a.1. Dirección del cuerpo del diccionario y del primer apéndice Los trabajos en los que se ha tratado la cuestión de la dirección del DEHA son pocos. Gutiérrez Cuadrado (1994) y Ahumada (2007) daban como redactor-jefe y director, respectivamente, a Pelayo Vizuete, posiblemente por la información que la Espasa (tomo 69) ofrece en la biografía de este autor (s. v. Vizuete Picón (Pelayo)), en la que dice que dirigió «durante más de doce años» el diccionario; o por la que aparece en la portada de los cuadernos del Diccionario Tecnológico (1926-1929), donde bajo el nombre de Pelayo Vizuete dice que este es «Ex Director del Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano». Por otra parte, Alonso et al. (2001), Prieto García-Seco (2007, 2009), Pardo Herrero/Garriga (2010) y Pardo Herrero (2010), ofrecen varios testimonios que atribuyen esa responsabilidad a Aniceto de Pagès. Si bien Vizuete dirigió el DEHA, esa responsabilidad solamente la tiene para el segundo apéndice (1907-1910), cuyas portadas de los volúmenes 26 a 28 lo muestran bien a las claras. Véase la siguiente imagen del tomo 26, donde se lee bajo el título y la alusión a la redacción que el director de la obra es Vizuete: Fig. 2 Pelayo Vizuete director del segundo apéndice del DEHA Imagen parcial de la portada del tomo 26, 2º apéndice (Fte. Bibl. Com. UAB) Pero ha sido la asignación a Pagès como encargado del DEHA la que ha resultado ser definitiva. Los testimonios que permiten considerarlo como director son de 36 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL indudable valor, y aunque ya se han consignado en los estudios arriba mencionados, salvo el último, se repiten aquí para facilitar la exposición: a. En el número XVII de La Ilustración Española y Americana, del 8 de mayo de 1901, un artículo de José Ustáriz sobre Aniceto Pagès debido a que ganó los Juegos Florales de Barcelona dice: En 1887, sus vastos y variados conocimientos y su actividad incansable, pues se levanta en invierno y en verano á las cuatro y media de la madrugada, le valieron la dirección del Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, publicado por los Sres. Montaner y Simón. b. F. Gras y Elias (1913) (en Alonso et al. 2000: 177) proporciona también ese dato: «L’important casa editorial Montaner i Simon, de Barcelona, va encargar-li, a Madrid, la direcció del voluminós Diccionario Enciclopédico, que ha donat la volta al mon». c. En una carta de José Echegaray (Pagès, 1902: VII) (colaborador del DEHA) a Pagès, con fecha 8 de marzo de 1901, que aparece en los preliminares de su Gran diccionario, se puede leer: Hace algunos años que tengo el gusto de frecuentar su trato. Le he encontrado á V. en muchas empresas editoriales, artísticas, literarias y científicas, como, por ejemplo, en el Diccionario enciclopédico hispano-americano de los señores Montaner y Simón, cuya dirección le fue tan acertadamente confiada d. En el Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX (19031904) de Ossorio y Bernard (en Prieto García-Seco, 2009: 538) se dice sobre Pagés: «Poeta catalán mestre en Gay saber, director del gran “Diccionario Enciclopédico” publicado en Barcelona por la casa Montaner y Simón [...]». e. En Caras y Caretas, revista publicada en Buenos Aires entre 1898 y 1939, en el nº 140 del 8 de junio de 1901, se habla de Pagès en la sección Actualidad Española, siguiendo posiblemente el texto de La Ilustración Española y Americana citado en a., para apuntar que fue premiado con la flor natural en los Juegos Florales de Barcelona, información que se complementa diciendo que su «laboriosidad y vasta ilustración movieron á los editores del Diccionario Enciclopédico Hispano Americano, á confiarle la dirección de obra de tal magnitud»15. 15 Esta cita tiene un valor especial, ya que evidencia que publicaciones hechas en América, como esta realizada en Buenos Aires, se hicieron eco del DEHA, pues no solo se habla del premio de Pagès sino de que dirige el diccionario. 37 PILAR PARDO HERRERO Estas citas, todas ellas posteriores al fin del primer apéndice, podrían considerarse de peso suficiente como para poder afirmar que el rol de Pagès en esos veinticinco tomos fue mucho más que el de encargado de autoridades y lexicografía, que es lo que le asigna la lista de colaboradores. Esta última responsabilidad, la de lexicógrafo, podría así interpretarse como algo más que redactar y revisar diccionarios, y entenderse como una responsabilidad que concernía al manejo tanto de la macroestructura como de la microestructura de la obra, es decir que Pagès tendría capacidad de decisión sobre lo que contenía el diccionario y cómo lo contenía (Pardo Herrero/Garriga 2010). Otra cita, que nos confirma esta hipótesis, se encuentra en la pequeña necrológica que aparece en La Ilustración Artística en el nº 1092 del 1 de diciembre de 1902 tras la muerte de Pagès, acaecida el 26 de noviembre de 1902, donde con total claridad asigna su labor en la obra al decir que el DEHA ha sido una labor inmensa «que bajo su dirección ha publicado la casa editorial de LA ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA»16. A pesar de esto, el problema que quedaba pendiente era que no se contaba con otro tipo de documento que hiciera que los hechos se confirmaran más allá de los testimonios ajenos. Además la declaración de Benot, en otra de las cartas que junto con la de Echegaray aparece en los preliminares del diccionario de Pagès, complicaba el asunto al declarar: «yo vi á V. trabajar á mi lado precisamente en la selección de autoridades durante los cuatro meses que dirigí el Diccionario Enciclopédico de Montaner y Simón» (Pagès, 1902: X), sin especificar las fechas en que esto ocurrió. La comprobación definitiva de la participación de Pagès en el DEHA apareció en la documentación de este autor contenida en el Fons Montaner y Simón de la Biblioteca de Catalunya, mencionado anteriormente. Allí se puede leer un contrato con fecha del 26 de marzo de 1887 en el que los señores Montaner y Simón «encargan al Sr. Pagés la organización y confección del Diccionario Enciclopédico hispano-americano» (véase Apéndice 2, Fig. 1). Aunque no se le llama director, queda clara su elevada responsabilidad. En cuanto al tiempo que había ejercido esta tarea, un conjunto de cuentas de abono por el original del texto del DEHA emitidas para veinticinco tomos, la última de la cuales se presenta en la siguiente página, confirma que correspondió con la 16 Dadas estas informaciones no deja de resultar extraño que si la Enciclopedia Espasa da datos sobre la actividad de Vizuete como director del DEHA y de la editorial de Montaner y Simón, en el caso de Pagés se limite a decir que solo colaboró en el DEHA como redactor y encargado de la citas, sin aludir a su participación como director del mismo. 38 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL publicación del cuerpo y el primer apéndice del diccionario (1887-1899) (Pardo Herrero 2010) (§ 1.2.2.2.b.2., y véase Apéndice 2, Fig. 2 y 3). Saber que Aniceto de Pagès dirigió el DEHA, hace que la importancia de este autor como lexicógrafo cobre más relevancia. Siendo sobre todo conocido como poeta, y filólogo, se consideraba que su dedicación a la lexicografía había consistido básicamente en su Gran diccionario de la lengua castellana, que en vida no alcanzó a ver publicado completo. Sin embargo, esta labor en el DEHA puede hacer que deba replantearse su papel en la historia de la lexicografía española. Fig. 3 Cuenta de abono a Pagès por el tomo 25 (Fte. BC) 39 PILAR PARDO HERRERO 1.2.2.2.a.2. La dirección del segundo apéndice Como se adelantó en 1.2.2.2.a.1., la dirección del segundo apéndice del DEHA le correspondió a Pelayo Vizuete. El cambio de dirección no será solo nominativo, sino que dejará huella en el planteamiento lexicográfico de esos últimos tomos de la obra. En los capítulos II y III de esta tesis se verán ampliamente las diferencias entre el cuerpo y el primer apéndice, dirigidos por Pagès, y el segundo apéndice, dirigido por Vizuete. Por ello aquí me limito a decir que dada la educación en filosofía y letras y la labor científica y de divulgación que Vizuete desarrolló, era un candidato idóneo para continuar la labor de Pagès e ir completando la obra con apéndices actualizados, en los que la terminología científica y técnica juega un papel principal. Vizuete solo llega a hacer un apéndice, pero su participación en la lexicografía no acaba aquí, sino que sigue años después asumiendo el cargo de redactor jefe del Diccionario Tecnológico Hispanoamericano, proyecto interrumpido en 1930, cuando la obra mediaba el segundo tomo (Gutiérrez Cuadrado 1989: 490-496 y Ahumada 2007: 2-3)17. 1.2.2.2.b. La correspondencia de Aniceto de Pagès en relación con el DEHA La documentación que contiene el Fons Montaner y Simón de colaboradores conocidos del DEHA, consiste básicamente en recibos de pago por artículos para La Ilustración Artística18. Es este el caso de Eduardo Benot (20 recibos), Vicente de la Fuente (1 recibo), José Echegaray (30 recibos), Francisco Fernández y González (4 recibos), Manuel Fernández y González (8 recibos), Francisco Giner de los Ríos (14 recibos), José de Letamendi (1 recibo), Pedro de Madrazo (12 recibos) y José María Sbarbi (8 recibos). Solamente en los casos de Aniceto de Pagès (47 documentos) y Francisco Pi y Margall (65 documentos) lo que hay son cartas, y en el de Pagès el contrato y las cuentas mencionadas arriba, además de un listado de obras que se comentará más adelante19. Que Vizuete pase de dirigir el DEHA a estar encargado del Diccionario Tecnológico como redactor jefe puede inducir a pensar que haya huellas del primero en el segundo. Algunas trazas hay, sin embargo no son constantes ni absolutamente concluyentes (véase nota 160 en el capítulo III). Un estudio profundo sobre el Tecnológico, aun pendiente de ser realizado, habrá de dar solución definitiva a estas cuestiones. 18 Los recibos que no especifican que son para esta publicación pueden haberlo sido igualmente, pues al buscar en La Ilustración Artística, por ejemplo, el artículo «Claridades pulpitables», por el que Sbarbi firma dos recibos en 1886 sin decir que son para esa publicación, es posible encontrarlo en la revista publicado ese mismo año, según el «Índice de los artículos contenidos en el tomo quinto de La Ilustración Artística». 19 Para hacer más breve la referencia a estas cartas, esta se hará de aquí en adelante dando el nombre del Fons Montaner y Simón como M. y S., seguido del apellido del remitente (Pagès o Pi y Margall) y con la fecha entre corchetes, así: M. y S. Apellido [dd/mm/aa]. 17 40 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Antes de tratar detalladamente la documentación de Pagès, que es la que nos ofrece la información más relevante sobre el DEHA, vale la pena comentar lo que los recibos de los colaboradores nos permiten saber en relación con la obra de forma tangencial. Lo primero que debe decirse es que las fechas de esta documentación se sitúan entre los años 1881, los más antiguos, y 1890. Esto nos permite saber con certeza que antes de, y en algunos casos durante, la publicación del DEHA, varios de los colaboradores de la lista dada en la obra escribían para la publicación periódica de la editorial La Ilustración Artística. Esta información también se obtiene revisando la revista misma en esos años, lo cual permite añadir algunos otros colaboradores como Ricardo Beltrán y Rózpide, Marcelino Menéndez Pelayo, Juan Valera y Urbano González Serrano. Pero los recibos también ofrecen otra información práctica relevante para reconstruir el inicio del proyecto enciclopédico, y es el hecho de que alrededor de una tercera parte de ellos dan el nombre de Aniceto de Pagès como el pagador responsable de esos textos20. Los ejemplos A a E que se presentan en el Apéndice 2, Fig. 4 a 8, abarcan los mismos años que el conjunto de recibos (1881-1890) y dan a entender que Pagès tuvo un vínculo laboral con la editorial Montaner y Simón iniciado años antes que el DEHA, el cual duraría casi hasta el fin de su vida, si se tiene presente que dirigió el diccionario hasta el fin del primer apéndice. Ese vínculo con la publicación de La Ilustración Artística que le daba potestad para hacer pagos a los autores sería en calidad de editor, seleccionador de textos, según es posible interpretar en la carta enviada por Pagès a los editores el 12 de marzo de 1881, la única del grupo de documentos previa a 1886. Esa carta pone de manifiesto que ya antes de la fecha en que esta se escribe, Pagès y los editores tenían contacto. Un contacto que deriva en pagar un sueldo a Pagès para que este busque textos originales destinados a La Ilustración Artística desde antes de que esta se inicie, el 1 de enero de 1882. Dice Pagès al inicio de la misiva: «encargué algunos trabajos adecuados á las diferentes secciones de la futura publicación» (M. y S. Pagès [12/03/1881]). El motivo de la carta que permite saber lo anterior es precisamente los pagos a los autores. En ella Pagès se queja de que Juan Ulled (quien parece que manejaría los pagos de la editorial en Madrid como representante) no pague rápido y sin condiciones, lo que dificulta lograr un acuerdo entre Pagès y los editores por el que Los demás recibos dan como pagador a D. Juan Ulled o a la casa editorial Montaner y Simón (a la que en ocasiones se alude sin decir «casa editorial» sino simplemente «señores Montaner y Simón». (véase Apéndice 2, Fig. 6 a 8). 20 41 PILAR PARDO HERRERO Pagès se considere el responsable de los textos y por lo tanto no necesite la aprobación de los editores para pagar: «Los originales que yo presente corren bajo mi responsabilidad», dice. A esto se suma la razón por la que cree que merece esa libertad para retribuir a los colaboradores, y es que los textos: «ó estarán abonados por firmas importantes ó por mi modesto criterio», lo que quiere decir que el reconocimiento de un nombre da en sí mismo cierta autoridad a un texto, que Pagès considera que su criterio merece la confianza de los editores, y que su selección de textos busca a fin de cuentas el prestigio de la publicación. Así, esta carta de queja ofrece la certeza sobre el papel de Pagès en La Ilustración Artística y resalta la cuestión de las firmas importantes, que se trató al hacer referencia a los colaboradores del DEHA. Esto último lo menciono pues permite subrayar que al ser Pagès encargado de los textos, debió tener con los autores un trato personal, que unos años después habría de redundar en pedir su participación en el DEHA; podría considerarse incluso que los conocía más que los mismos editores. Las cartas, y un documento, que permiten recomponer parte de la historia inicial del DEHA son las escritas por Pagès entre el 11 de febrero de 1886 y el 15 de julio de 1887. Esas cartas están dirigidas al Sr. Simón, probablemente por ser él el encargado de de la sección artística y literaria, y administrativa (Llanas 2004: 245). Previo a esta correspondencia, se conoce que para 1883 Montaner y Simón ya tenía en mente hacer una obra enciclopédica. En una carta de gran valor documental del de ese año, Pi y Margall dice: Por Benot he sabido que […] también tienen V.V. el propósito de publicar una enciclopedia. No saben V.V. cuántas veces he reñido [¿?] á Benot por no haber aceptado la proposición de V.V. demostrándole cuán fácil era hacer lo que él llama el esqueleto y yo llamo la armazón del diccionario. Aquí no tenemos ni una mediana enciclopedia pues la de Mellado sobre ser antigua está mal traducida y peor confeccionada y el Diccionario Universal de las lengua Castellana cuya propiedad disputamos es malo hasta decirlo de sobra. Tengo entendido que aquí [Madrid] se está publicando una enciclopedia, pero, según me han dicho, es una mera colección de tratados y la primera condición que para mí han de tener estas obras es que pueda uno encontrar en el acto lo que busca. ¿No pensaban ustedes ilustrar esa enciclopedia? Un diccionario que contuviese junto á cada definición un pequeño dibujo del objeto definido, una mera indicación, estoy en que haría la fortuna del que lo publicara. (M. y S. Pi y Margall [25/02/1883]) Como puede verse, Pi y Margall da su opinión positiva sobre el plan, su visión sobre lo que debe ser una obra de este tipo y nos da pistas acerca de cómo fue que Benot se relacionó con el DEHA (que como vimos en el apartado sobre la dirección declara que lo dirigió pero no dice cuándo)21. Poco después, en carta del 30 de abril, Pi y La documentación correspondiente a Pi y Margall es aquí utilizada solo en la medida que nos aporta información sobre el DEHA. Pero para la historia de la editorial resulta interesante también pues en ella 21 42 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Margall vuelve a referirse a Benot, esta vez entendiendo que ha decidido trabajar con los editores: «Al fin Benot se ha encargado de hacer para V.V. un diccionario de la lengua. Lo hará bien porque tiene gran caudal de voces y de frases que no estará en ningún otro diccionario». Ese diccionario no parece ser el DEHA pues este es mucho más que un diccionario de lengua, pero tampoco se corresponde con otra obra de esas características que haya publicado Montaner y Simón. El trabajo de Benot, con el tiempo, habría derivado en la obra enciclopédica, para la que posiblemente habría dejado ese «caudal de voces y de frases». Esto significaría, entre otras cosas, que al menos al inicio sería Benot y luego Pagès, quien habría realizado la labor de búsqueda de ejemplos. Asimismo, la cuestión de las autoridades, que es un elemento muy destacado del DEHA pues retomaba la tradición abandonada tras el Diccionario de Autoridades (Gutiérrez Cuadrado 1994: 279, Prieto García-Seco 2010: 384), se presentaría como algo que surgió con el objetivo de hacer un diccionario de la lengua y que terminaría insertándose en el proyecto mucho más complejo del Diccionario Enciclopédico como un valor añadido. Con la información con que se cuenta hasta ahora no es posible determinar el momento exacto en que se inicia efectivamente la elaboración del DEHA, pero estos datos hacen pensar que es ese año, 1883, en que su camino comienza. Hasta llegar a la publicación de los primeros cuadernos, que ocurriría en el mes de febrero de 1887 (Prieto García-Seco 2009: 537), muchas cartas debieron escribirse y muchos encuentros debieron suceder, de los cuales solo se ha podido tener noticia por Pagès. En enero de 1885 se ha encontrado la primera publicidad del DEHA, que con lógica aparece en su publicación periódica La Ilustración Artística (§ 1.2.3.). Allí dice que la publicación está próxima a salir, siendo posiblemente esa la intención; pero tomará dos años antes de que suceda. El problema por el que aparentemente se va retrasando el inicio de la publicación es la dificultad de determinar quién se va a hacer cargo de ella. Este tipo de obra, según lo plantea Pagès (M. y S. Pagès [11/02/1886]) es de índole desconocida para los editores y por tanto necesitan de alguien que se encargue: «no se precipite –le dice Pagès a Simón– y no quiera andar solo en una empresa tan diferente de las que hasta ahora han emprendido» (M. y S. Pagès [12/02/1886]). Este desconocimiento del se encuentran referencias, además de a los datos personales que subyacen, a dos temas relevantes de la relación entre el autor y los editores, uno en cuanto a Pi y Margall como autor de su Historia de América y otra como abogado por llevarles un pleito con Astort hnos., de Madrid, tras su quiebra por el Diccionario universal de la lengua castellana, cuya propiedad Montaner y Simón dicen que compartían. 43 PILAR PARDO HERRERO campo lexicográfico y enciclopédico habría hecho que hayan tenido que pasar por prueba y error para ir, por decirlo de algún modo, aprendiendo. No resulta fácil afrontar la edición de una obra de características tan complejas sin tener experiencia en ellas. Antes de Pagès, parece ser que Nemesio Fernández Cuesta –quien ordenó el diccionario publicado por Gaspar y Roig desde 1858 y trabajó con Montaner y Simón en proyectos como la traducción de su Historia universal y el Diccionario de las lenguas Española y Francesa comparadas– fue elegido para dirigir, pero no salió muy bien: «Si no atiende U. [Simón] y medita todas esas observaciones [que le ha dado Pagès], se arrepentirá U. luego, como se arrepintió de haber entregado la obra a D. Nemesio» (M. y S. Pagès [12/02/1886]); también se menciona en otra carta «cuando retiraron el diccionario a D. Nemesio» (M. y S. Pagès [15/07/1887]). Más adelante, habría sido Benot quien estuvo a cargo con algo más de éxito. Pero el convencimiento de Pagés de que no se estaba haciendo bien el trabajo, lo lleva a proponerse él mismo como el adecuado para llevarlo a cabo. Eduardo Benot era un hombre que por su conocimiento en distintos campos podía ser un director de mucho mérito. Si se lee la biografía que el mismo DEHA ofrece de él (tomo 3 y 24), que ocupa una página entera, se pone de relieve que es un hombre que sobresale por sus buenas aptitudes para todo, tanto en las ciencias como en las humanidades; tenía una importante experiencia periodística, era muy respetado y considerado «uno de los hombres más distinguidos de la España contemporánea» (t. 3, p. 480, col. 3). En su personalidad destacan sus ideas políticas, republicanas e indiscutiblemente liberales (hace parte de la junta revolucionaria provincial del Cádiz en 1869, en las Cortes constituyentes «votó siempre con la izquierda y defendió con sus discursos las soluciones federales» (t. 3, p. 480, col. 2)). Los datos de su biografía permiten entender por qué podían los editores considerarle para dirigir la obra, teniendo además presente que ya le conocían pues colaboraba con ellos en La Ilustración Artística desde su inicio, y notando también que sus ideas podrían ser compartidas al menos parcialmente por la casa editorial. No obstante, es justamente la personalidad de Benot la que utilizará Pagès en su argumentación para intentar obtener la dirección del DEHA. En el momento en que comienza la correspondencia de Pagès sobre el DEHA, 11 de febrero de 1886, que es in medias res, la situación es de conflicto entre Pagès y Benot. Este último habría mandado una carta en la que «manifiesta su resolución» (M. y S. Pagès [11/02/1886]) de, posiblemente, abandonar el proyecto. En esa carta Pagès, presumiblemente exaltado, 44 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL habla de desavenencias entre él y Benot, a quien considera muy perfeccionista para el trabajo en la enciclopedia, perfección cuyos trabajos si bien «honrarían á las primeras revistas del mundo no son propios para una enciclopedia» (ídem.). Pagès pide a Benot más velocidad y piensa que la cuestión de cómo asumir los pagos por el trabajo debería cambiar, para lo cual da ejemplo de cómo otros diccionarios españoles han hecho la gestión y concluye que la mejor manera sería un sistema mixto en el que una parte de lo que se paga sería por sueldos y la otra por pliegos. Para hacer que Montaner y Simón consideren que deben cambiar de director, da estos datos con contundencia y apelando a la economía les dice que con Benot el pliego sale a 25 o 30 duros, mientras con otra «dirección más barata y no tan exigente a 20 duros pliego» (ídem.). Seguidamente incluso propone el costo sin dirección, que sería 15 duros el pliego «saliendo el diccionario bastante bien, con etimologías y autoridades» (ídem.), propuesta que pudo ser después la decidida, ya que, como se ha visto, no consta el director en la portada. Al final, como para tranquilizar a los editores, dice que la decisión de Benot no debe considerarse definitiva, sino debida más a bien a la «negra honrilla» (ídem.). Al día siguiente el argumento de Pagès continúa en otra carta en la que comienza diciendo que «Benot es irremplazable» (M. y S. Pagès [12/02/1886]) pues sabe mucho, tiene tiempo y ama el trabajo. Sin embargo tiene el problema de ser un idealista: Odia los negocios, en especial el de libros, pues dice que con ellos no se debe comerciar. Es poco práctico en administrar y organizar, y su principal defecto consiste en decir á las personas que trabajan á sus órdenes que ganan poco y que debieran ganar más y que son unos infelices á quienes se explota á mansalva (ídem.) Por su parte, Pagès se precia de ser hombre práctico más no hacedor de milagros, y de nuevo se lanza a la carga: yo me encargo del Diccionario en la forma que U. [Sr. Simón] quiera y al precio que á U. le convenga y me comprometo [¿?] a sacarlo mejor que nadie en las mismas condiciones. Pero necesito poder moverme libremente (ídem.) Aconseja a los editores lo que cree que deberían hacer, y dice a su favor, refiriéndose a lo que su trabajo costaría, que no es ambicioso y que le basta con poder vivir. Termina aceptando que la editorial podría abandonar la obra si no se encamina, y antes que sacarla de cualquier forma, pero como para propiciar que no sea así les dice que si la dejan «darían Udes un alegrón a Abelardo de Carlos» (ídem.), fundador y entonces director de La Ilustración Española y Americana, cosa que Montaner y Simón seguramente no deseaban que sucediera. Días después en cartas del 2 y el 6 de marzo, la separación de Benot del proyecto del DEHA se hace evidente. En la carta del día 2 Pagès dice que ha pagado al 45 PILAR PARDO HERRERO personal y lo ha despedido hasta nuevo aviso y que Benot está acabando su parte, en la que el trabajo más rápido ha sido el del propio Pagès, que le dio a Benot más de 4.000 autoridades. Considera, eso sí, que parar es terrible y que todo cambio implica organizar de nuevo y perder tiempo. En la carta del día 6 ya hay en Pagès un tono en que se siente que está casi seguro de que estará a cargo: estoy muy ocupado en tomar el pulso á muchas personas, con las cuales he de saber si puedo contar, caso de que me arregle con ustedes. Yo le aseguro que esta vez el diccionario se hace con relativa rapidez, ó no vuelvo ya á acordarme de semejante asunto. (M. y S. Pagès [6/03/1886]) Frente a la decisión que deben tomar los editores les da un último consejo: Les agradeceré á ustedes que tengan ya ideas preconcebidas sobre la Enciclopedia, para el caso de no aceptar mis planes, que serán claros, terminantes, concretos y concisos. No hagamos una segunda edición de D. Eduardo. (M. y S. Pagès [6/03/1886]) Benot, así, ha dejado el DEHA, lo que permite decir que los cuatro meses a los que se refiere que dirigió el proyecto en la carta preliminar del Gran diccionario de Pagès citada arriba, serían más o menos de noviembre de 1885 a febrero de 1886. Esa misma carta, que elogia el trabajo de Pagès, permite pensar que la relación entre ellos continuó siendo de respeto, y que a pesar de no seguir como director del DEHA su relación con Montaner y Simón también continuo, aunque con mucha menos intensidad, según se desprende de los artículos firmados por él que se han encontrado en La Ilustración Artística, que disminuyen drásticamente después de 1888. Teniendo ya por seguro que Pagès pasa a estar encargado del diccionario, aparece una lista de obras para usarse en la enciclopedia fechada el día 30 de marzo de 1886 que entrega Benot a Pagès; esa lista tiene una actualización el 6 de mayo de 1886, otra el 13 de octubre y una última el 16 de marzo de 1887 (véase Apéndice 2, Fig. 8)22. En carta del día siguiente (31/03/1886) aparece de nuevo el problema de los costos y la dirección. En cuanto a esto último, parece entenderse que si bien Pagès está a cargo, esto podría ser solo en términos de funcionamiento interno, queriendo encontrar a alguien con suficiente prestigio que, trabajando de la mano con Pagès, fundamentalmente ponga el nombre, pues dice que Eduardo Saavedra, hombre socialmente muy reconocido, se niega a admitir la dirección, «si bien como amigo y particularmente me ayudaría en todo lo posible» (M. y S. Pagès [31/03/1886]). Sobre eso aprovecha para decir que si Saavedra hubiera aceptado el pliego saldría al menos a 40 duros y hubiera dado demasiado peso a geografía. Esto le sirve como argumento a Esta lista ofrece una información muy importante sobre qué fuentes se utilizaron en la redacción del diccionario. En el capítulo II se hará referencia a esto de modo más detallado. 22 46 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL favor frente a las malas noticias de las que habla al inicio de la carta, que son básicamente que Simón habría ofrecido menos de 33 duros el pliego, que es lo que habría pedido Pagès (aunque arriba vimos que decía que podría haberlo hecho por 20), y que con eso él no puede hacer lo que prometió: «al rebajar U. el precio […] no me quitó nada. A quien se lo quitó U. fue á todos los que debían tomar parte en el Diccionario […] sacrificando la sección de biografía que probablemente correría a cargo de Sánchez Pérez» (ídem.)23. Seguidamente, apelando de nuevo a la falta de ambición que lo caracteriza, que ya vimos en la carta del 12 de febrero, para que se entienda que el precio que propone es justificado dice, llegando al final al victimismo y dejando ver claramente su método para convencer, que incluye la sutil ironía: Ustedes creyeron que yo iba a ganar el oro y el moro con la Enciclopedia, y se equivocaron. Lo que yo quería, lo que me proponía era asegurar el pan de mi vejez, porque yo sé que si les hago el diccionario, han de quedar ustedes tan contentos, que siempre habría para mí un puesto en su casa. Más que ganarme un par de talegas, prefiero la seguridad de tener trabajo durante lo que me resta de vida. Pero ustedes no han comprendido esto, y se han equivocado. El Sr. Montaner decía que me haría una casa con el diccionario. Dígale U. que tengo que renunciar a hacérmela. (M. y S. Pagès [31/03/1886]) Humildemente les hace saber a los editores que él acatará la decisión, pero si no logra los 33 duros avisa que no podrá hacerse cargo de los gastos hechos hasta ese momento. Al final de la carta se da a entender que Montaner y Simón consideran como una posibilidad traducir la obra del alemán Meyer, se supone que para ahorrar, sobre lo que Pagès opina que igual habría que encargarse de la parte española y considera que daría incluso más dificultades y menos resultados que si se sigue su plan. Los argumentos parece que han sido convincentes, y en carta del 6 de abril se lee: «Yo les hago a Udes el diccionario, y no tienen Udes que pensar más en ello» (M. y S. Pagès [6/04/1886]). Se da a entender que los editores «cierran los ojos» y dan a Pagès libertad para trabajar, aunque reservándose la decisión de seguir o no al leer el original, a lo que con sarcasmo responde Pagès —seguro de sus colaboradores, con quienes por tanto ahora es indudable que ya ha hablado— que si un día: los Echegaray no tratan bien sus secciones, que Menéndez Pelayo no desempeña bien la suya, que D. Pedro Madrazo no entiende de pintura, que Sbarbi no sabe castellano, etc., etc., tienen ustedes el perfecto derecho de despedir á estos señores. (M. y S. Pagès [6/04/1886]) Sobre la compra de libros, Pagès dice que ha retirado de la casa Ulled 2.000 pesetas, que espera amortizar al terminar la letra A, y que si no es así serán los editores Efectivamente Antonio Sánchez Pérez se encargará de las biografías, aunque solo en los dos primeros tomos. 23 47 PILAR PARDO HERRERO los que tendrían que decidir si no siguen, aunque eso sería «matar la Enciclopedia», siendo mejor terminar de amortizar con libros. Allí mismo habla de algunas compras como el Diccionario universal de Astort y la Historia universal de Cantú. Unos días después, el 27 de abril, el gasto en libros dice Pagès que va por 10.000 pesetas, por lo que lo de amortizar al terminar la A deja de ser posible y será «[t]odo lo más á mediados de la C» (M. y S. Pagès [27/04/1886]). En esa misma carta (27/04/1886) se vuelve sobre el tema de la dirección una última vez (al menos en la correspondencia ha la que he accedido), poniendo de manifiesto que el problema no es solo encontrar director sino que este sea el adecuado. Por el afán de empezar a publicar, los editores necesitan sacar un prospecto, en el que el pretendido director tendría que aparecer como elemento para convencer a los compradores. Pero esto parece que será muy difícil por dos razones. Una que, siendo los colaboradores candidatos a asumir la dirección nominal, tras hablar Pagès con ellos recibe de algunos respuestas más duras de las que pensaba. Pagès los justifica diciendo que son serios, delicados y con gran reputación, por lo que no se prestan «á mistificaciones de ningún género», y pedirles asumir responsabilidades ajenas molesta su dignidad. La segunda —un reflejo del contexto intelectual del momento— es que la mitad de las secciones se le han dado a académicos y la otra mitad a profesores de la Institución Libre de Enseñanza. Si las condiciones económicas de la obra permitieran pagar esa dirección aparte, dice Pagès: ¿a quién se confiaría esta? ¿A los académicos ó á los de la Institución? Porque tienen U. que tener entendido que entre unos y otros hay una guerra á muerte, una antipatía profunda que me ha de dar muchos disgustos. ¿Es director el Sr. Saavedra? Los de la Institución se retiran. ¿Dirige el Sr. Giner? Los académicos se van. (M. y S. Pagès [27/04/1886]) Pese a esto, Pagès aún tiene un candidato: Sbarbi, quien «no pertenece á unos ni á otros, tiene gran nombre en España, y sobre todo en América», siendo muy respetado por su trato y saber, así como por su edad y estado eclesiástico. Pero Sbarbi no acepta, aunque le insiste. Para Sbarbi está claro que quien dirige y confecciona el diccionario es Pagès, según consta a todos los que colaboran, por lo que piensa, y Pagès le cita, que «Hacer U. el trabajo y dar otro el nombre, es una indignidad» que él no está dispuesto a cometer. Lo único que Sbarbi puede hacer, y Pagès le sigue citando, es: tomar una parte insignificante en el trabajo de la confección; y como además la parte lexicográfica descansa sobre mis hombros y los de U., y como la lexicografía es la base del Diccionario no tengo inconveniente en que al frente de este se ponga «escrito por los señores tal, tal y tal, y Ordenado por D. Aniceto de Pagès y D. José María Sbarbi. Su nombre de U. el primero, y el mío después, pues así lo requiere el orden alfabético 48 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL que se sigue en la lista, y los dos nombres del mismo tipo de letra, pues no quiero ninguna mistificación que repugne á mi conciencia.» [el subrayado y la negrilla siguen la carta original] (M. y S. Pagès [27/04/1886]) Termina esta cuestión diciendo Pagès que no le importa aparecer como director, que no piensen que es una táctica. Por eso ha citado a Sbarbi, no ha parafraseado lo que le ha escrito por respuesta, para que las palabras sean del él y no suyas. Une a esto su opinión de que el prospecto debe ser firmado por los editores pues, y es muy clara de nuevo la importancia de las firmas, «la obra se recomendará por los nombres que van al frente de cada sección que en su mayor parte son más morrocotudos de lo que U. se figura» (M. y S. Pagès [27/04/1886]). Por último Pagès pide a los editores que decidan qué debe hacer para mandarles la lista definitiva y publicarla como anuncio en La Ilustración Artística, cosa que parece que al final no sucede pues no se ha encontrado tal listado en la publicación durante esa época. Igualmente, se sabe, por la propia obra, que los editores no aceptan colocar en la portada que Pagès y Sbarbi han «ordenado» el diccionario. Además, las palabras de Sbarbi indican que para cuando se escribe esta misiva ya estaría decidido que los nombres fueran en orden alfabético en la lista de redactores. Estos conflictos de dirección habrían sido los que hacen que el contrato de Pagès no se acabe firmando sino hasta marzo de 1887 (cuando incluso ha empezado ya a imprimirse en DEHA), tras no haber conseguido convencer a nadie de que lo dirigiera y apareciera como responsable. Parece, eso sí, que las figuras de Sbarbi y Saavedra son muy relevantes, el primero por colaborar en el apartado de lexicografía, y el segundo por ser presentado por Pagès como su consejero. De aquí también se desprendería que no haya en la portada ningún nombre de director. No teniendo un nombre de suficiente reconocimiento, evitando los colaboradores una mayor responsabilidad y para sortear comentarios negativos de la obra por parte de un segmento ideológico u otro, habrían podido decidir que resultaba más provechoso contar solamente con el prestigio de la editorial unido a la lista de redactores, en la que se conjugaban valores y procedencias diversos que redundaban en entender el DEHA como una obra plural, en la que así podía considerarse que realmente todo el saber humano tenía cabida. Esto mismo podría pensarse que está en relación con la carencia de prólogo en la obra. 49 PILAR PARDO HERRERO 1.2.2.2.b.1. Apuntes sobre contenido y organización del DEHA en palabras de Pagès El tema de la dirección del DEHA es de capital importancia para entender cómo se preparó el contenido y cómo se organizó, mas no puede presentarse de un modo completo dado que se tiene a disposición solo una voz al respecto, una perspectiva, la de Pagès. De cualquier forma, este testimonio es valioso pues nos da a conocer algunas preocupaciones que ocuparon de modo particular la mente de Pagès y de los editores en distintos momentos. Cómo se resolvieron estos asuntos tiene al menos parte de respuesta en la obra misma, por ejemplo en la presentación gráfica, el orden de las entradillas en los artículos, etc., cuestiones a las que se dedicarán extensas reflexiones en los capítulos II y III. Entre los aspectos que preocuparon a Pagès y a los editores, según las cartas del Fons Montaner y Simón a que me vengo refiriendo, está la longitud de la obra. La primera información acerca de cuántos volúmenes tendría la obra no se encuentra hasta la carta del 20/09/1886, donde esta cuestión aparece como tratada por Simón en su última carta. Según lo atestiguan las palabras de Pagès en ese documento, la extensión se la habría fijado en Barcelona la casa editorial tiempo atrás y Pagès habría aceptado, solo que sin conocer el Meyer ni sus dimensiones (52 volúmenes). Pero tras saberlo piensa que es poco, y como para que reconsideren los editores la longitud dice que la sección de geografía del tomo primero es un portento, queriendo así expresar que, aunque sean más volúmenes, si la obra es tan magnífica como ese ejemplo, se justificaría. Un poco más adelante da datos más concretos y plantea que la letra A tendrá 160 o 170 pliegos, unas 1.400 páginas, por lo que se anima a afirmar que: «Si la Enciclopedia se publica tal como yo le mande la A, la obra no tendrá más allá de 12 á 13 tomos, y así puede U. anunciarlo desde ahora, si le parece conveniente y acertado» (M. y S. Pagès [20/09/1886])24. Como estrategia de venta propone que si la obra no va bien, «cosa que nadie cree», se iría acortando especialmente en las letras «menos importantes». En carta del 3/11/1886 Pagès continúa con esta táctica. Tras decir que «[h]oy nuestra Enciclopedia es la mejor del mundo», apunta que por eso cree que es mejor dar la A en dos tomos, aunque también por «el cuerpo del papel». A su argumento suma una concepción lexicográfica de la extensión de las letras para el lector común: 24 En La Ilustración Artística ninguna publicidad habla de longitud. No he podido ver ningún prospecto, donde posiblemente sí se diría. 50 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Si la cosa marcha, seguimos el mismo sistema, de lo cual se han de alegrar ustedes, y también el público. Si el negocio falla, se hace lo siguiente, y fíjese U. bien en esto. La generalidad de las gentes, (aun las cultas) juzgan de la extensión de una letra por el Diccionario de la Academia es decir, por la parte lexicográfica. Según este juicio resulta que la A es después de la C, la letra más larga del Diccionario. Lo cual, si parece verdad en la parte lexicográfica, no lo es en la enciclopédica. Pero como todo el mundo mide la extensión de las letras por la Academia, á nadie sorprenderá que la B, en la Enciclopedia, sea un doble más pequeña que la A, pues así aparece lexicográficamente. Y sin embargo la B, enciclopédicamente hablando, la B es más larga que la A, como lo puede U. ver en el Larousse, en el Bocardo y demás Enciclopedias extranjeras. En el Astort la B tiene cuatrocientas páginas más que la A. Así pues, si el negocio no diera el resultado que Udes desean, y yo también, me comprometo á reducir las demás letras, de modo que queden ustedes satisfechos. (M. y S. Pagès [3/11/1886]) La estrategia de Pagès para definir la extensión tiene muy presente al lector, pues tras ese compromiso a futuro de reducir el tamaño, dice que hacerlo así «sin haber tomado el pulso al público parece una barbaridad […] A mi entender el público es quien debe fijar la extensión» (M. y S. Pagès [3/11/1886]). Tiempo más tarde, cuando ya el diccionario ha empezado a publicarse, en una carta del 15/07/1887 se evidencia que la extensión ha aumentado y Pagès declara que intentará que los tomos no lleguen a 17, aunque en el contrato firmado en marzo ya se decía que tendría veinte (véase Apéndice 2 Fig. 1). Con lo que aún queda por hacer, en ese momento ya Pagès pasa por momentos de cierta desesperación, pues dice seguidamente «yo también, Sr. Simón, estoy de diccionario hasta la punta de los cabellos» (M. y S. Pagès [15/07/1887]). Al final, viendo la obra, se observa que efectivamente la letra A se publicó en dos tomos, con un total de 284 pliegos y medio (2.276 páginas). Y que aún el cuerpo tendría más de veinte tomos, exactamente, tres más, sin contar los dos del primer apéndice. Esa variación muestra la inexperiencia de la que se habló antes, así como la dificultad de establecer un plan definitivo e invariable. El aumento en la cantidad de tomos podría no haber dependido en nada del público sino solamente de que al avanzar se ve que los cálculos se habían hecho por debajo de lo necesario, y los editores prefieren continuar a dejar la publicación a medias. Pero también podría indicar que, unida a esta razón de producción interna, el público recibió la obra dentro de lo esperado, pues más o menos cada letra ocupa un volumen, no hay un decrecimiento drástico (véase Cuadro 3). De cualquier forma, esta extensión está más o menos en concordancia con la noción de longitud que se tiene de cada letra por el diccionario de referencia de la lengua española. La opinión de Pagès de que el desenvolvimiento de la parte lexicográfica no está relacionado directamente con la enciclopédica, es, por 51 PILAR PARDO HERRERO demás, acertada; así mismo resulta interesante su afirmación de que el lector común tiene tan en mente el diccionario académico, que puede juzgar la longitud de la enciclopedia siguiendo la distribución de este. Otro aspecto que preocupó a Pagès y a los editores fue el contenido y organización de la obra. Sobre esto lo primero que puede apuntarse es lo referente a lo hecho por Benot antes de que este dejara el proyecto. Es poco, pero ha de anotarse, pues lo que él adelanta tiene relación con las cosas que inquietan a Pagès y que por tanto no fueron decididas previamente. Como se dijo con anterioridad, Pagès cuando ya está bastante seguro de que asume la tarea de organizador les dice a los editores que eviten hacer una segunda edición de Benot para ahorrar tiempo y dinero (M. y S. Pagès [6/03/1886]). Pero poco después (M. y S. Pagès 27/04/1886]) le dice a Simón que tiene malas noticias: debe deshacerse toda la estereotipia de lo hecho por Benot, pues algunos de los artículos han salido incompletos «y lo que es peor, heréticos»; aunque Pagès deberá pagar esos pliegos piensa que hay que hacer las correcciones, ratificando así además lo absurdo que le parecía el sistema de Benot, pues «[u]n solo hombre no puede entender de todo; es imposible». Para que el editor lo vea claramente le adjunta la carta que Vicente de la Fuente —que no está en el Fons Montaner y Simón—, colaborador en tomos 1 a 3, le escribió, y declara que lo gazapos apuntados por este redactor se encuentran a su vez en la sección de Derecho «y en alguna otra». Ese sistema de trabajo de Benot que no gusta a Pagès parece que habría consistido en una labor mucho más unipersonal, aunque contara con un equipo de redactores, siendo una diferencia crucial con el método de Pagès el que este, aparte de contar también con redactores anónimos —que posiblemente trabajaban desde Barcelona en la propia editorial— buscara colaboradores prestigiosos al menos para una parte importante de los artículos enciclopédicos. Unos meses después, en noviembre de 1886, Pagès trae de nuevo a colación lo hecho por Benot para recriminar a Simón por no opinar más, pues considera que si así lo hubiera hecho desde el inicio «no tendríamos ahora el maremagnum de corregir todo lo que hizo Benot» (M. y S. Pagès [20/11/1886]). Simón ha opinado sobre la forma y el método, pero Pagès le pide que opine también sobre «artículos importantes como aceite», de esa forma se entiende que habría de su parte un compromiso y una responsabilidad mayor con el contenido. Sobre aspectos de la organización, lo primero que se menciona en las cartas es cuando ya Pagès comienza a dirigir. En la carta del 6/04/1886, respecto a la sección de 52 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL geografía, habla de que la organizará en la próxima carta (la cual no se conserva o no existió) pues su interés es evitar repeticiones, y más aún, contradicciones, que serían consecuencia de falta de método. Pagès entiende que para evitar esto «[s]e trata solo de fijar bien las fronteras, y de que cada cual pueda seguir con desembarazo por su camino sin rozarse con el compañero. Y esto es más difícil de lo que a U. [Simón] le parece»25. Estas apreciaciones de Pagès son muy significativas en tanto que revelan precisamente un intento por trabajar de modo metódico y riguroso, lo cual no es tan fácil de conseguir. Un par de semanas más tarde, en carta del 27/04/1886, el problema de organización es con las biografías, debiendo preguntar Pagès a los editores el modo en que debían ordenarse, si por el primer apellido o por el segundo. Hay personajes cuyo segundo apellido es más popular que el primero, como es el caso de Francisco Asenjo Barbieri, a quien se refieren más por Barbieri que por Asenjo. Para dar una propuesta autorizada, Pagès dice que Saavedra (Eduardo) opina que debe organizarse alfabéticamente por el primer apellido y hacer referencias internas. Si se mira el caso del mismo Barbieri, es la opinión de Saavedra la que prevalecerá. Con las biografías sigue habiendo asuntos pendientes meses después. En carta del 3/11/1886 se considera que hay artículos mal asignados: biografías que deberían ser historia, como los reyes, jefes de Estado, etc., y al contrario. El ejemplo que da es que Alarcón —seguramente refiriéndose al escritor contemporáneo— es un artículo biográfico, mientras que Alfonso X debería ser histórico, «como que abraza todo un periodo histórico de España» (M. y S. Pagès [3/11/1886]). Según se observa en la obra, sobre esto los editores consideran que todos los personajes deben tener la marca de biografía, baste ver el caso de Alfonso X y el de otros reyes, sin poder decir por ello que no pensaran que el razonamiento de Pagès era también sensato. Esta decisión en todo caso parece correcta para evitar problemas de comprensión por parte del lector, para quien se intuye que será más fácil tener en un solo grupo, biografías, a todos los personajes tanto del pasado como del presente, más o menos importantes. La idea de Pagès, sin embargo, no deja de ser sugestiva, ya que pone de manifiesto que existe una frontera difusa entre la historia y sus actores más representativos. Esta opinión sobre cómo marcar estos artículos implica entender que ciertos gobernantes y personalidades En esta misma carta, antes de hablar de la organización de la sección de geografía, se lee: «¿Y la lista de electricidad? Mándemela U. pronto» (M. y S. Pagès [6/04/1886]). Por la falta de contexto no es fácil interpretar esta pregunta, pero podría referirse al diccionario, a la lista de palabras del área de electricidad de las que Pagès tendría que pedir que se escribieran artículos enciclopédicos. 25 53 PILAR PARDO HERRERO juegan un papel protagónico en la historia, que está más allá, en cierta medida, de su persona en sí; es decir, que influyeron de tal manera en la sociedad del momento o en su futuro que es eso lo que los hace verdaderamente importantes. Además, utilizando la marca de historia en los textos de determinados personajes, se hace una separación entre el pasado y la vida contemporánea (pudiendo personas de ese momento, en una futura enciclopedia, quizá ser también parte esencial de la historia, no simplemente individuos con una biografía sino, quitándoles su parte más humana, entes históricos)26. Pero aquí aún no terminan los problemas con las biografías. En carta del 20/11/1886 Pagès reclama a los editores saber si las biografías se ordenan alfabética o cronológicamente, pues por las pruebas parece que es por el nombre. Les dice que pueden informarle telegrafiándole, pero que sea «por la mañana á fin de que yo lo reciba por la tarde, porque si lo pone U. por la tarde lo recibiré á las tres ó á las cuatro de la madrugada y es un trastorno». Poco después, los editores no le han respondido y Pagès les urge para saber cómo ha de ordenar las biografías, si alfabéticamente o cronológicamente, ya que «en los nueve pliegos impresos no se sigue ninguno de los dos [órdenes]» (M. y S. Pagès [15/12/1886]). Ya lo habían hablado en el verano, las primeras pruebas usaban el orden alfabético, pero Pagès decía que optaba por el cronológico, con lo que el editor habría estado conforme y él había comenzado a «ponerlo todo por orden lógico». Pero ahora resultaba que el orden que se seguía era alfabético. Como consecuencia, en los primeros pliegos «no hay método», no solo en las biografías («En Abadía (página 32) van antes Francisco y José que Crisóstomo»), sino en general en el orden de las acepciones y artículos por campos («En Aban va antes la mitología que la geografía. – En Abandonar primero va la Zootecnia, luego la Equitación, luego la milicia. – En Abano va antes la Botánica, luego la geografía y luego la biografía»). Pagès con estos ejemplos parece decir que esa organización unas veces le parece correcta y otras errónea, a veces le parece lógica y otras ilógica, siendo lo lógico para él ordenar de lo general a lo particular. Hace énfasis en la importancia de 26 La reflexión sobre quién merecería entonces la marca de historia y quién no, o quién simplemente tiene una biografía, es una cuestión que aquí no puede abordarse. Pese a ello sin duda resulta una cuestión muy interesante en cuanto a la manera en que la historia ha de ser narrada y quién debe llevar a cabo esta tarea. ¿Son entonces ciertos reyes, gobernantes, etc., los verdaderos protagonistas? ¿Dónde quedan sus subordinados, o todos aquellos contemporáneos que simplemente compartían el tiempo en que sucedían los hechos, qué hay de sus predecesores? Más allá de esta disquisición sobre lo que es la historia, ese pequeño comentario de Pagès explicita la problemática acerca de cómo una enciclopedia ha de presentar el conocimiento que contiene. El uso de una abreviatura o de otra, que es lo que Pagès en resumen discutía, tiene implicaciones que superan lo aparentemente simple de esas tres o cuatro letras escritas en cursiva, ya que contiene una visión de cómo se ordena el mundo y cómo se entiende el conocimiento. 54 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL ese orden, fundamental en los grandes artículos enciclopédicos, de los cuales da un ejemplo para que Simón entienda a qué se refiere. El ejemplo es aborto, que Pagès envía ordenado así: primero medicina, luego medicina legal, luego legislación, luego veterinaria y por último agricultura. En la impresión se puede ver que ese orden se mantiene tal cual, salvo que la acepción (artículo enciclopédico) marcada de agricultura pasa a ser de botánica, que tiene sentido pues no se refiere al oficio sino a una peculiaridad que puede suceder en el desarrollo de algún órgano de un cierto vegetal (véase nota 26). Como para motivar al editor termina diciéndole: No se apesadumbre U. por esto. El Brokjaus está hecho sin órden ni concierto. Además nosotros llegamos á tiempo, para lo cual es preciso que U. ordene sin vacilaciones ni ambages, y yo obedezca ciegamente; a lo cual estoy dispuesto. Larousse tuvo que hacer dos veces el primer tomo. (M. y S. Pagès [15/12/1886]) Otro asunto tocado en la correspondencia de Pagès en cuanto al contenido es la redacción de artículos. Es conocido que la asignación de textos y las fuentes que se utilizaron para hacerlos es complicada, pero algunas cosas se pueden saber por la documentación. Por lo poco que las cartas de Pagès cuentan, se puede decir, por una parte, que en un momento la intención de los editores fue traducir el Meyer (M. y S. Pagès [31/03/1886]), lo que a Pagès no le parece tan provechoso, pero que pudo haber ocurrido efectivamente al menos en ocasiones, aunque para saberlo habría que hacer un cotejo comparativo. La carta de Pagès escrita el 20/09/1886, ofrece algo más de información mediante un ejemplo de lo que él dice que hace con los artículos «importantes que no salen a [su] gusto». El caso que cuenta al editor es el del artículo acueducto, que encargó Pagès a Pelayo Clairac. Cuando este se lo da, dice Pagès que no le satisfizo «pues estaba literalmente tomado de Astort, el cual lo había traducido del Larousse», así que decide mandar traducir el artículo correspondiente de la Enciclopedia Británica en su última edición y pedir a Eduardo Saavedra que lo apunte. El resultado es, para él, que «D. Eduardo ha hecho un trabajo como suyo» (para más información sobre la participación de Clairac § 3.3.1.2.). Si bien no es posible decir en qué otros artículos sucedió algo así, lo que sí parece revelar este ejemplo son dos cosas. Primero, que los colaboradores aparte de texto original pueden haber realizado traducciones. Y segundo, que el problema no sería copiar sino de dónde se copia (aparentemente tendría un mejor nivel la Enciclopedia Británica que el Larousse, al menos para Pagès), y que esa copia lo ideal es que fuera apuntada por algún especialista. 55 PILAR PARDO HERRERO En cuanto al uso de imágenes junto con el texto, solo en una carta se comenta: Así como los mapas, las figuras geométricas, las representaciones de objetos de arte, etc., etc., amenizan esta clase de obras, las desautorizan y las ponen en ridículo esas figuritas de la Abadesa, Abelardo y Heloisa, y sobre todo esos retratos de los biografiados que se parecen á los originales como un huevo á una castaña. Todas estas aleluyas, Sr. Simon, son impropias de una obra seria. (M. y S. Pagès [15/12/1886]) Las imágenes que a Pagès no gustan, quedarán igualmente. Pero saberlo es un dato personal sobre cómo veía Pagès la cuestión que vale la pena conocer. Los editores entienden que esas imágenes son atractivas para el público y útiles para quien consulta la obra, cosa que ya había opinado años atrás Pi y Margall, que veía la ilustración como algo novedoso y que podía acrecentar la ventas, aunque en cuanto a su utilidad se refiere particularmente a su uso en definiciones (véase cita en p. 42). Otro asunto de interés respecto al contenido del DEHA son algunas alusiones por parte de Pagès a la microestructura del diccionario, las cuales son ciertamente significativas, en dos documentos: M. y S. Pagès [20/11/1886] y [15/12/1886]. En la primera carta (M. y S. Pagès [20/11/1886]) Pagès responde a las observaciones que Simón le habría hecho en una carta del día 17 en ocho puntos (la numeración en la carta se salta el 5 y va hasta el número 9). Son los puntos 1 a 4 los que interesan y se citan, casi completos, a continuación: 1. Observación muy atinada y que ya yo me había hecho a mí mismo. Mucho he dudado en poner la calificación gramatical á los vocablos técnicos, especialmente á la nomenclatura de zoología y botánica. Respecto a esto, tanto los diccionarios especiales como los universales, están llenos de barbaridades, pero no hay más remedio que ponerlas, pues la premura del tiempo no consiente otra cosa. Para mi todos esos nombres masculinos y femeninos de botánica no son sustantivos, sino adjetivos sustantivados. [En los paquetes enviados] van calificadas gramaticalmente aquellas palabras que no admiten duda. De aquí en adelante irán todas, según la costumbre general. 2. En cuanto a etimologías hay mucho que hablar. Nada tenemos hecho en España respecto a esto. Roque Barcia invirtió sesenta años […] en estos trabajos y no sacó nada en limpio. […] Benot, tenía por sistema deslumbrar á fuerza de vocablos extranjeros, vocablos que no eran etimologías sino correspondencias ó equivalencias. La parte etimológica de la Academia se pone toda, y frecuentemente enmendada, como habrá U. visto. [Por eso decidió] comprar el Littré, única obra que da un poco de luz […] Los vocablos científicos irán con sus etimologías, que también yo lo considero cosa importante. Entiéndese que aquí se habla de los vocablos primitivos, no de los derivados, pues entonces habría que repetir una etimología más de cien veces. 3. Respecto á las abreviaturas procuraré la uniformidad cuando tengamos las listas definitivas. 4. Respecto á los pronombres de los verbos recíprocos, siempre deben ir de versalitas como la palabra que constituye la autoridad, cuando el verbo es recíproco. Lo mismo digo de las preposiciones en las palabras que se construyen con ellas. Esta observación me ha sorprendido, pues yo creía haberlo marcado perfectamente: sin embargo me fijaré, ya que es cosa que especialmente me atañe. No es tan fácil como á U. le parece, ni como puede parecer á otros, el conocer cuando el se tiene que ir de versalitas o no. 56 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Acerca del punto uno, efectivamente en el inicio muchas veces los vocablos técnicos no tienen marca gramatical. Pero luego sí, aunque puedan hallarse excepciones. Sobre si son sustantivos o adjetivos sustantivados, la decisión será considerarlos sustantivos. En el punto dos se aprecia una opinión de Pagès sobre el estado de la investigación etimológica que deja muy mal parado lo que se había hecho hasta ese momento. Ni siquiera se confía en la Academia, pero sí en Littré. En referencia a la inclusión de la etimología en los vocablos técnicos, sobre la que se sabe que los editores estaban a favor, efectivamente se incluye. Cuando no, se supone que sería por desconocerla (§ 3.2.4.). En cuanto a las abreviaturas, la cantidad de redactores y la necesidad de imprimir a buen ritmo dificultarían una estandarización absoluta. La intención sería evitar más de una abreviatura para una cosa, pero, sobre todo al inicio, esto no ocurre (§ 2.2.1.1.), posiblemente, entre otros, por los problemas derivados del cambio de dirección. Del último punto, la tipografía de la palabra de los ejemplos de uso, cabe decir simplemente que desde el principio ha sido establecido que la palabra que constituye autoridad, en la cita irá siempre en versalitas, así como el pronombre en los verbos recíprocos. A lo largo de todo el DEHA esto se mantiene. En el caso de palabras, en particular verbos, que requieren para tener un determinado sentido de preposiciones, hay ejemplos en que esas preposiciones van en versalitas (véase nota 96 y Pardo Herrero 2011). En la otra carta (M. y S. Pagès [15/12/1886]), junto a la petición sobre orden de las biografías, también pide Pagès a los editores que le digan cómo hacer las calificaciones gramaticales para avisar a Sbarbi, quien sigue el sistema de la Academia, mientras que ellos siguen el de Astort. Seguir a la Academia será la opción que triunfa, aunque en los primeros cuadernos sea efectivamente otra la notación gramatical (§ 2.3.1.4. y véase Pardo Herrero 2012). No sobra mencionar, para terminar, cuestiones más prácticas propias de una edición que también aparecen en las cartas. Algunas de ellas son: la confusión en las galeradas (M. y S. Pagès [3/11/1886]), una recomendación de Pagès de tener más cuidado con las pruebas pues se han cortado cosas y sustituido por otras (ídem.), pedir a los cajistas que se fijen mucho y al atendedor que no se distraiga pues ha cambiado versales por versalitas (ídem.), procurar que en el original los nombres extranjeros estén 57 PILAR PARDO HERRERO claramente escritos (M. y S. Pagès [20/11/1886]) (aunque ¿qué va a hacer Pagès «si el dr. Sanchez Pérez tiene mala letra»?) y los problemas derivados de la inversión de dinero y la amortización (M. y S. Pagès [15/07/1887]). Aunque Pagès, como puede apreciarse, tiene a su cargo la responsabilidad del texto, pide a los editores compartirla un poco más para que el trabajo fluya y salga a tiempo, es decir, básicamente, que hubiera siempre original disponible. Aparte de esto, tuvo que insistir en diversas ocasiones a los editores para que tomaran decisiones necesarias sobre la organización del contenido, pues son ellos los que tenían la última palabra, y no hacerlo supuso, por ejemplo, el problema de la presentación desordenada de las biografías durante el inicio de la publicación o el cambio en la forma de presentar la categoría gramatical de las palabras. 1.2.2.2.b.2. El contrato y las cuentas de abono Para concluir el recorrido documental del DEHA que nos ofrece Pagès, haré referencia a aquellos escritos firmados por él y los editores, en los que sin las marcas personales o emotivas que se encuentran en las cartas, se ofrece información que resume hasta cierto punto lo que en la práctica sucedió y se hizo público. Estos documentos son: el contrato por el que se asigna a Pagès la responsabilidad de organizar y confeccionar el DEHA, es decir, dirigirlo, y las cuentas de abono al mismo Pagès por el original de texto del diccionario y el primer apéndice (volúmenes 1 a 25). El contrato del 26 de marzo de 1887, que puede verse en el Apéndice 2, Fig. 1, es importante ya que allí, en apenas unas cuantas líneas manuscritas por Pagès, se indican claramente acuerdos fundamentales entre las partes en tres puntos: 1. Se encarga a Aniceto de Pagès que organice y confeccione el «Diccionario Enciclopédico hispano-americano», cuyo texto «original debe estar escrito por los señores que figuran en la portada del libro», por lo cual Montaner y Simón han de pagarle 33 duros cada 80.000 letras. Como se ve, efectivamente Pagès logró que los editores asumieran el costo de 33 duros el pliego que afirmaba requerir en su carta del 31/03/1886. La insistencia en que el original debía ser escrito por los autores de la lista, hace pensar que estos sí debieron haber tenido una participación real en la obra, que su aparición no fue solo nominal. Aunque esto no significa que haya sido así definitivamente pues es factible que Pagès subcontratara redactores sin 58 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL decirlo a nadie. La petición de original no sirve tampoco para determinar qué habría escrito cada uno. 2. Se da derecho a Pagès a retirar cada mes cuatro mil pesetas «sin interrupción de ninguna clase ni por ningún concepto», teniendo él a cambio que entregar mensualmente mínimo treinta pliegos, cada uno de 80.000 letras. 3. Establece que la obra será de veinte tomos, cada uno de mil páginas, «y para que conste lo firman en Barcelona» Aniceto de Pagès y Montaner y Simón. Las cuentas de abono, de las que pueden verse ejemplos en la página 25 y en el Apéndice 2, Fig. 2 y 3, son 24 documentos. Cada una de ellas corresponde a un volumen del DEHA, salvo la primera, que corresponde a los dos primeros por firmarse ya en 1888, tras toda la situación con Benot y el reinicio emprendido por Pagès, así como por contener ambos la letra A. El texto, manuscrito en todos los casos, que aparece en estas cuentas es prácticamente igual siempre. En la cabecera se dice qué es el documento (cuenta de abono), para quién se realiza (Aniceto de Pagès), por qué se realiza (original de texto), el tomo correspondiente y la obra para la que se produjo (el DEHA). En el cuerpo del documento se indica el total de letras impresas en el tomo correspondiente en números arábigos, seguido de la cantidad de pliegos que ello significa, teniendo en cuenta que cada pliego consta de 80.000 letras. Pagándose cada uno a 165 pesetas, da después el total de dinero, en números y letras, que los editores pasan a la cuenta de Pagès. Termina con la ciudad, la fecha (según el año de impresión del volumen) y la firma de Pagès. Montaner y Simón solo aparecen como firmantes en las cuentas de los tomos 10, 11, 16 al 20 y 24. En las cuentas de los tomos 6 al 15 y 18 al 20, 22, 23 y 25, hay un timbre móvil; y en las de los tomos 19, 20, 22 y 23 se ve además un sello de la editorial. En las cuentas de los tomos 8 y 9 hay una indicación que señala que dicho documento es un duplicado. 59 PILAR PARDO HERRERO A continuación se presenta una tabla con los datos numéricos de estas cuentas. Cuenta de abono # 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Totales Volumen del DEHA 1y2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Letras 19.715.703 10.623.139 12.560.000 17.876.469 9.904.985 11.800.000 8.598.525 9.990.216 11.189.617 12.640.000 9.840.000 11.890.125 11.939.616 9.722.400 8.588.602 10.498.116 11.773.571 8.503.412 11.040.000 9.694.636 8.640.000 4.080.000 12.480.000 13.000.00028 266.589.132 Pliegos 247 133 157 223 y 36.469 letras 123 y 64.985 letras 147,5 107 y 38.525 letras 124 y 70.216 letras 139 y 69.617 letras 158 123 148,5 149 121 y 42.400 letras 107 y 28.602 letras 131 y 18.116 letras 147 y 13.571 letras 106 y 23.412 letras 138 121,5 108 51 156 162,5 3333 y 5913 letras Dinero a cuenta 40.755 21.945 25.905 36.869 20.429 24.337,50 17.734 20.604 23.078 26.070 20.295 24.502,50 24.585 20.052,45 17.713,98 21.652,35 24.282,98 17.537,85 22.770 20.047,50 17.820 9.41527 25.740 26.812,50 550.953, 61 ptas. Cuadro 2. Cuentas de abono a Aniceto de Pagès Estas cuentas evidencian que la obra se excedió de los tomos marcados en el contrato, sin reflejar por ello ningún problema entre Pagès y la casa editorial. En cuanto a los pliegos, que en principio debían ser 125 por cada volumen (mil páginas), más de la mitad de ellos los superan. Aunque los que están por debajo compensarían un poco el gasto establecido en el contrato, que era, con el pliego a 165, 20.625 pesetas por cada volumen; siendo para 20 volúmenes 412.500 pesetas. Según estos números, el costo del DEHA en cuanto a texto se habría excedido en casi 138.000 pesetas. Sin embargo, si se considera que los veinte tomos no contemplaban el primer apéndice, que tendría lógica que así fuera, el costo se habría Esta cifra es errada, 51 pliegos a 165 cada uno da un total de 8.415, es decir mil pesetas menos. Pagès firma esta cuenta sin fijarse en esto, aunque no sabemos si en alguna carta o en alguna conversación con los editores se habla de este error. El total sigue el dato de la carta. 28 Los números en las casillas en gris no aparecen en las cuentas, son el resultado de multiplicar los pliegos por lo que se paga por cada uno, 165 pesetas. 27 60 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL excedido menos, unas 86.000 pesetas (casi 521 pliegos, o cerca de 5 tomos). ¿Quién se hizo cargo de este dinero no pactado? ¿La editorial? ¿Pagès? Cabe observar también la precisión de algunas de las cuentas a través de la contabilización de las letras, posible, presumiblemente, gracias al conteo hecho en las cajas de impresión. Cuando la cifra no es redonda, en ocasiones se hace el cálculo exacto, pero otras se redondea, como en el 3 y el 21. Estas cuentas ofrecen el único dato económico seguro que se conoce del DEHA, indicando que la inversión en el proyecto, si solamente en texto original supuso medio millón de pesetas, con los dibujos, grabados y láminas, podría haber alcanzado el millón. Cuánto costó el DEHA a los lectores puede estimarse sabiendo que cada cuaderno costaba 4 reales (cada cuaderno tiene 6 pliegos de 8 páginas cada uno, cada lámina a color se contaba como un pliego, y dos en negro lo mismo (La Ilustración Artística 562: 657) (véase Apéndice 3, Fig. 2)). Si en promedio cada tomo tiene 25 entregas (150 pliegos), costaría unos 100 reales (25 pesetas); y si se cuentan los tomos hasta 1899 (25) el costo total sería 2.500 reales (625 pesetas). En el Fons Ramon Borràs de la Biblioteca de Catalunya, Agustí Nieto-Galán encontró entre los papeles de 1902 el dato de que en el almacén de la editorial ese año había 363.464 ejemplares (que en 1910 pasan a ser 82.584)29. No estando en capacidad de decir a ciencia cierta cuántos ejemplares se vendieron, si se piensa en un tiraje total de unos 400.000 ejemplares (16.000 copias en promedio de cada volumen del 1 al 25 son bastante, teniendo en mente que la Espasa tiró 15.000 hasta el tomo 42 y luego un poco más (Castellano 2000:141-2)), se obtiene un ingreso potencial de 40.000.000 millones de reales, esto es diez millones de pesetas. Un número nada despreciable del que se hace mención para demostrar la ambición que suponía este proyecto tanto en cantidad de lectores como en beneficio económico para la empresa. No en vano Pagès, que procura pese a los problemas motivar a los editores, dice en una ocasión refiriéndose a la extensión de la obra a través de una grandilocuente metáfora: «Si se puede levantar un palacio que vende millones, ¿por qué hemos de construir una casita que dé un mezquino alquiler?» (M. y S. Pagès [3/11/1886]). La imposibilidad de dar aquí de otros datos económicos Esta información ofrecida por Agustí Nieto-Galán, tiene como fuente el mismo fondo en el que se encuentra la documentación sobre la casa editorial que en esta tesis se ha mencionado. Pero la ubicación en el fondo ha cambiado. La ordenación de las cajas ya no es la misma que en el momento en que NietoGalán hace su hallazgo. Por esta razón hasta ahora no ha sido posible ubicar el documento correspondiente. 29 61 PILAR PARDO HERRERO impide hacer más reflexiones, pero queda con lo expuesto patente la envergadura del proyecto de realización del DEHA30. 1.2.2.2.b.3. El final del DEHA dirigido por Aniceto de Pagès Cuando ya todo el diccionario y el aprimar apéndice han sido publicados, entre los papeles de Pagès aún quedan ocho cartas, escritas entre octubre de 1900 y enero de 1901. En ellas se comprueba que Pagès siguió trabajando con Montaner y Simón encargando textos para La Ilustración Artística y encomendando secciones (M. y S. Pagès [13/10/1900], [17/10/1900], [24/10/1900] y [29/10/1900]). Pero el tema fundamental es otro: el diccionario con ejemplos de uso que Pagès ha ido preparando y que se convertirá pronto en el Gran diccionario de la lengua castellana. Tras finalizar el proyecto del DEHA Pagès (M. y S. Pagès [11/10/1900]) se encuentra intentando convencer a los editores de que publiquen su obra personal, cosa que parece que lleva ya un tiempo tratando de lograr. Simón, según las palabras de Pagès, no estaría muy convencido, le parecería que es solo para gente de letras. Para persuadirlos les dice Pagès que, por el contrario, es de interés general, como el Diccionario de autoridades y los usuales de la Academia. Además apunta que el diccionario de la Academia tiene algunos defectos, sobre todo el de la oscuridad de algunas definiciones, lo que corregiría su obra con los ejemplos de uso. Siendo esa la razón por la que «todo el mundo clama por un diccionario de autoridades, y no hace muchas semanas que en El Liberal el Averiguador encarecía su necesidad y ponía el Diccionario Enciclopédico en las nubes solo porque trae algunos ejemplos» (M. y S. Pagès [11/10/1900]). Luego, contrastando con el tamaño del DEHA, que lo hace difícil de manejar, Pagès dice a los editores que podría acortar el diccionario quitando los refranes, aunque esto «es lo más bonito». De otro lado, habla sobre una extensión del diccionario según él definitiva: 360 pliegos, y Esos otros datos, que no pueden contemplarse aquí pues significaría entrar plenamente en la historia, aún no escrita, de la editorial, aparecen en los libros contables de la empresa (§ 2.1.4.1.). Las alusiones que se hacen allí sobre el gasto de papel incluyen el gasto para el DEHA. Una serie de datos en la contabilidad de los años 1886-1894 dejan ver que el tiraje aproximado propuesto, 16.000, no estaría lejos de ser real. Los datos son del cuaderno 3: el 31/12/1886 se anota que se imprimieron aproximadamente 10.000 ejemplares de los cuadernos 1 al 4; el 31/01/1888, se apunta que se reimprimen 2.250 ejemplares de los cuadernos 2 y 3; el 31/10/1888, se apunta que se reimprimen unos 520 ejemplares de los cuadernos 2 al 13; el 31/03/1889, se apunta que se reimprimen un promedio de 460 ejemplares de los cuadernos 3 al 12; el 28/02/1891, se apunta que se reimprimen unos 2.046 ejemplares de los cuadernos 2 y 3 y 5 al 15; el 31/12/1893, se apunta que se reimprime un promedio de 1.081 ejemplares de los cuadernos 2 a 20 (y otros); y el 31/12/1894, se apunta que se reimprime un promedio de 2.393 ejemplares de los cuadernos 1 a 21 (y otros). En el cuaderno 3, la suma da 18.750. Las cifras que he visto no son siempre las mismas, va cambiando la cantidad de impresiones y reimpresiones de cuadernos, pero este ejemplo da pistas importantes. 30 62 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL dice que a los suscriptores costaría 12 duros (60 pesetas). Propone además que su pago por pliego sea de 35 duros, pidiendo a los editores que sean ellos quienes lo fijen definitivamente. La carta termina con una declaración que podría interpretarse que arroja luz sobre la pregunta hecha un poco más arriba de quién asumiría los costos por superar los límites establecidos en el contrato de dirección del DEHA. Dice Pagès: «Ya ven ustedes que yo quito todos los obstáculos para poder amortizar la deuda que con ustedes tengo, y para poder pasar mi penosa vejez en paz» (M. y S. Pagès [11/10/1900]). Podría entenderse con la carta referida que Pagès quiere publicar con Montaner y Simón su diccionario para cubrir su deuda, la cual podría deberse justamente a considerar los editores como incumplimiento de contrato la superación del límite del DEHA impuesto en él (20 tomos de mil páginas cada uno)31. Unos días después (M. y S. Pagès [23/10/1900]), Montaner y Simón habrían contestado a sus misivas con indicaciones que resultan negativas para Pagès. Este, en un tono emotivo, triste y hasta subyugado, les dice que la ha leído y ha sido tal su efecto que al ponerme a trabajar he sentido por primera vez el desaliento. Esto no obstante, en principio acepto todo, todo lo que en ella [su carta del 20] me indican, porque el hambre y el frío cuando se trata de comer y calentarse dicen siempre que sí. Después de este desasosiego lírico, que a ustedes les importará un bledo, y después de suplicarles que no me hablen más de mis ilusiones porque hace veinte y cuatro horas que ya no las tengo, paso, según me piden ustedes, á manifestarles pro formula mi sentir sobre las indicaciones que me hacen ustedes. A pesar de que las indicaciones significarían que la editorial sí quiere imprimir el diccionario, parece que esto no es suficiente para Pagès, pues de lo que se queja es de un cambio en el tamaño del libro que haría que tuviera dos columnas muy delgadas, lo cual quita majestad a su obra, siendo lo peor que no cabrían versos de once sílabas, y mucho menos de catorce. Pese a su «repugnancia» por la decisión «aceptaría cualquier otra por estrafalaria que fuese». Seguidamente contesta los cuatro puntos que los editores habrían comentado. El primero sobre el precio, que no es conocido pero a Pagès le parece «exiguo, irrisorio y mucho menor que el de la Enciclopedia, lo cual no impedirá que el de venta sea el mismo que el de aquella» (M. y S. Pagès [23/10/1900]), refiriéndose quizá a que no le pagarían a 35 duros el pliego sino a menos incluso de 33, que era el pago en el DEHA, sin por ello bajar el precio final, con lo que los editores tendrían más margen de 31 Esta hipótesis en la siguiente carta (M. y S. Pagès [23/10/1900]), parece confirmarse. 63 PILAR PARDO HERRERO ganancia. El segundo sobre la extensión, que Pagès acepta reducir sin entusiasmo, disminuyendo el número de autoridades, aunque dice a los editores que quedarán satisfechos. El tercero sobre la publicación, que Pagès aconseja iniciar cuando haya suficiente material original para no interrumpirla; frente a una propuesta de la editorial que no se menciona pero que al decir que le parece imposible cumplirla podría referirse a empezar con poco original exigiéndole nuevas entregas a demasiada velocidad. Y el cuarto sobre el pago por los pliegos, que dice Pagès que serán exactos como en el apéndice –del DEHA, suponemos–, en el que habría aún quedado algo a favor de él. En este punto Pagès acepta además cobrar el 65% del original, sujetándose después a lo impreso para la cuenta, y en un par de meses bajar al 60% «para la amortización» (M. y S. Pagès [23/10/1900]), con lo que parece comprobarse que la idea es pagar la deuda mediante este trabajo. Para finalizar propone a los editores que le manden cien duros, con los que iría a Barcelona para reunirse con ellos, él dar el original y los editores pagar lo que toque. Si a los editores no les parece bien, habría que hacerlo por correo enviando ellos una «letra de cuatrocientos duros» y él a su vez les manda el original, y así cada mes hasta que él vaya. En una hoja aparte, sin fechar, pero que está archivada junto con esta carta del 23/10/1900, Pagès, continuando con su esfuerzo de motivar a los editores, hace varios comentarios dispersos que titula «Últimas observaciones» y separa entre sí con una línea. En el reverso de la hoja intenta reproducir cómo se vería el texto en dos columnas, cortando versos, como para demostrar lo mal que quedaría. En sus observaciones les dice que su diccionario no puede tener competencia, pues en tres años se acabará la edición del Diccionario de Autoridades, según lo que habló con el Sr. Hidalgo. Tras esto cita la «carta de ayer» de los editores en la que le decían que no ven muy clara la operación, y otra en que decían que «es de difícil salida». Frente a estas opiniones los cita de nuevo en una carta del 28/03/1900 donde le decían «Permita Dios que lo veamos publicado y pueda usted recibir los plácemes, etc.», pareciendo que quiere decirles que si entendían el proyecto como bueno, por qué no se deciden de una vez a llevarlo a cabo. La última observación responde a la contestación que a su última carta han hecho los editores (quizá la del 23/10/1900), a quienes no les ha parecido muy agradable. Como defensa les increpa y se disculpa: «Es que querían que me pusiera á entonar un himno de alegría? ¿No lo acepto todo? Si en ella se escapó (que no lo creo) 64 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL algo que pudiese molestarles personalmente, denlo por retirado» (M. y S. Pagès [23/10/1900, hoja aparte]). Algo más de dos meses después, en carta del 30 de diciembre de 1900, que responde a la del 24 que le habrían escrito los editores, aún la editorial no ha tomado una decisión definitiva. Es como si le estuvieran dando largas porque a él le parece que por resolver solo quedan detalles, y, además el trato da la impresión de no haber sido muy cortés, pues les dice Pagès que «jamás había creido ser digno de una contestación semejante». Pagès por tanto ya no hará nada más hasta que se resuelva todo. Para intentar que así sea les envía adjunto el borrador de un contrato para la obra y pide al acabar que «no cometan la crueldad de demorar la contestación a esta carta, pues cada día que pasa es un día de agonía para mí» (M. y S. Pagès [30/12/1900]. En ese contrato, que tiene ocho puntos y está hecho a su gusto para procurar no salir mal parado, se observa que lo que los editores habrían ofrecido pagarle por pliego, del tamaño «del diccionario francés de la casa», sería 20 duros. Menciona en el tercer punto que se le pagaría el 65% por pliego para amortizar la deuda, que dice es de 18.648 pesetas y que al terminar de pagarla le darían el 100%32. También se compromete con las entregas y especifica que debería empezar a publicarse el 8 de marzo de 1901, siendo esta fecha responsabilidad de la editorial, por lo que si no se cumple igual deben pagarle el original e indemnizarlo si por culpa de ellos no se imprime. La última carta de Pagès que contiene el Fons Montaner y Simón, fechada el primer día del año 1901, está escrita no para contestar a una de los editores, que por tanto no habrían dicho nada sobre la carta y el contrato de dos días antes, sino para hacer «una rectificación». Haciendo un nuevo esfuerzo por mantener la cordialidad en las relaciones, que él necesita que sigan pues tenía una alta deuda por pagar y pocos ingresos para sobrevivir, decide asumir una postura claramente humilde. En tono conciliador dice a los editores, «señores míos y amigos», que ha leído sus últimas correspondencias y entiende que fue injusto con ellos por el tema del diccionario de autoridades, en particular por la carta «poco agradable» que les mandó, la del 23 de octubre. Siendo que ellos han aceptado la obra y prometido publicarla, dice que proponer pagarle un 65% por pliego en vez de nada, como podrían haberlo hecho, es un Si esta cifra corresponde verdaderamente a la deuda con Montaner y Simón por el original de texto de más que entregó Pagès para el DEHA, habría una distancia considerable hasta las 86.000 pesetas que se calcularon anteriormente (con el cuerpo del diccionario) y más con respecto a las 138.000 (considerando también el apéndice). Ese dinero, en un ejercicio hipotético por explicarlo, podría haber sido compensado al menos en parte con los libros que Pagès habría comprado como ayuda en la redacción, que en carta del 27/04/1886 dice que sumaban ya unas 10.000 pesetas, los que con el tiempo habrían podido ser más. 32 65 PILAR PARDO HERRERO favor que debe agradecer y por tanto se disculpa de sus palabras. Finaliza su misiva con una posdata en que retoma cuestiones cotidianas de su trabajo en La Ilustración Artística: Echegaray no puede corregir las pruebas porque tiene un ataque de cólico nefrítico, según le ha dicho su señora. Estos esfuerzos de Pagès para apaciguar la tensión y seguir la edición de la obra no sirvieron, la promesa no fue cumplida. El primer tomo del diccionario de Pagès no fue impreso por Montaner y Simón sino por el Establecimiento Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra». Menos de dos años después del envío de esa última carta, el 26 de noviembre de 1902, Aniceto de Pagès moría en Madrid. Pocos días más tarde la publicación de la casa editorial barcelonesa La Ilustración Artística en su nº 1092 del 1 de diciembre, ofrece en la página 786 una necrológica en su honor. El texto dice: D. Aniceto de Pagés de Puig.— Poeta de altos vuelos, pensador profundo, editor castizo, filólogo eminente, erudito como pocos y como pocos conocedor de la literatura y de los clásicos españoles, trabajador infatigable, temperamento ardiente y apasionado: todo esto fue D. Aniceto de Pagés, una inteligencia privilegiada unida á una voluntad de hierro. Sus poesías le conquistaron uno de los primeros puestos entre los poetas catalanes y el honorífico título de Mestre en Gay saber, y sus trabajos en prosa le colocaron en el número de los mejores hablistas castellanos, y unas y otros son testimonios elocuentes de su potente genio. La obra del Diccionario Enciclopédico hispano-americano, que bajo su dirección ha publicado la casa editorial de LA ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA constituye una labor inmensa, cuya valía é importancia ha sido por propios y extraños reconocida; pero el libro en el que el Sr. Pagés compendiaba toda una existencia de estudio y de trabajo, el que constituía la ilusión de toda su vida, el que ha de abrirle de para en par las puertas de la fama y ha de hacer imperecedera su memoria, es el Gran Diccionario de la lengua castellana, autorizado con ejemplos de buenos escritores antiguos y modernos, en curso de publicación, monumento verdaderamente gigantesco, del cual han dicho personalidades tan ilustres como el P. Mir, Echegaray, Menéndez Pelayo, Sbarbi, Blasco, Pereda, Valera, Picón, Pi y Margall y Benot, que es una empresa asombrosa, titánica, utilísima, inmensa, colosal, superior á las ordinarias fuerzas de un hombre solo y que pone á su autor entre los filólogos más distinguidos de la lengua castellana. La muerte del Sr. Pagés constituye una pérdida grandísima para las letras patrias. Para los editores y para la redacción de LA ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA significa algo mucho más doloroso todavía la desaparición del amigo querido, del inteligente colaborador, del sabio consejero, cuyo recuerdo jamás se borrará de nuestra mente. Sirva el sencillo homenaje que á su memoria dedicamos de testimonio del sincero afecto y de la entusiasta admiración que por él hemos sentido siempre y que su muerte no será bastante á extinguir en nuestros corazones. Aquí los editores, con un tono de alabanza tradicional en este género de textos, manifiestan públicamente su estrecha relación con Pagès y el vínculo de este con el DEHA y con la revista (en la que según lo que he podido observar no escribió nunca), además dejan prácticamente establecida la razón de la fama de Pagés por su Gran diccionario. Frente a esta declaración pública, con la que se cierra este apartado, las cartas de Pagès a los editores Montaner y Simón han permitido ver un lado más real, cotidiano y 66 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL personal, accediendo un poco a través de ellas a la personalidad de Pagès y a su relación con la casa editorial. Aunque lastimosamente no se conserva correspondencia de los años en que se publica el DEHA y no hay ninguna carta de las remitidas a él por los editores, lo que sí ha podido observarse en este epistolario son lo tirantes que podían ser las relaciones, la dificultad de llevar a cabo la «inmensa labor» que significaba el DEHA y una imagen de cómo terminan las cosas: Pagès tiene una deuda con Montaner y Simón, y no se sabe por qué pero los editores cancelan la publicación de su Gran diccionario, a pesar de que consideran, según se lee en la necrológica, que es su gran obra. Quizá lo que triunfa son los motivos comerciales, que era un libro que se consideraba restringido a un público reducido o que la discusión epistolar acaba con un golpe de orgullo que lleva a romper la relación, sin saber por último si Pagès al fin pagó o no su deuda con los editores. Lo que todas estas cartas y documentos han permitido saber es que antes de ese primer cuaderno con que se da inicio a la publicación del DEHA, mil avatares sucedieron. Tras tomar los editores la decisión de hacer una enciclopedia, para lo cual contaban con la buena aceptación que parecía que podría tener, el hecho de no tener experiencia en la manera de llevarla a cabo hace que el camino sea dificultoso. Los problemas en la dirección del proyecto, los cambios en los costos, el manejo de un equipo de trabajo amplio y diverso, las dificultades con la estructura del diccionario y su longitud, hacen que llevar a feliz término la obra sea muy duro. Tener el público en sus manos un volumen del DEHA ha costado mucha tensión entre los participantes y una adaptación por parte de unos y otros a las distintas situaciones que aparecían día a día. Después de acceder mediante esta excelente documentación a una parte de la historia del DEHA que era desconocida, es ahora posible completarla un poco más con la observación de su presencia pública en forma de publicidad y recepción, así como en la influencia que tuvo en otras publicaciones. Tras esto, en los siguientes dos capítulos, se entrará en profundidad en la obra misma, que en sus páginas revelará el modo en que fue planteada y llevada a cabo. 67 PILAR PARDO HERRERO 1.2.3. LA PUBLICIDAD DEL DEHA 1.2.3.1. La publicidad en La Ilustración Artística La primera publicidad del DEHA de que se tenga noticia aparece el día 12 de enero de 1885. Antes que nada, hay que decir que resulta natural que sea una revista propia de Montaner y Simón la que publicite una obra de la misma casa. Más aún teniendo en cuenta que La Ilustración Artística se imprimía semanalmente y se regalaba a los suscriptores de la Biblioteca Universal Ilustrada, clientes potenciales del diccionario, además de que, como ya se dijo, circulaba en la mayor parte de América. Esta primera publicidad está ubicada en la penúltima página del nº 159, en la parte inferior, ocupando las tres columnas, con unas dimensiones aproximadas de 4 cm de alto por 25 cm de ancho (véase Apéndice 3, Fig. 1). Ese mismo año hay otras en los meses de febrero a noviembre. Hasta marzo son iguales a la del nº 159, posteriormente dicen lo mismo pero ocupan la mitad de espacio a lo ancho. Al año siguiente no se encuentra ningún anuncio hasta el 15 de noviembre, en el nº 255, que es de nuevo como el primero, ocupando todo el espacio a lo ancho. Este grupo de publicidades puede considerarse el primero de dos, si se tiene en cuenta un elemento fundamental, que es el título con que se presenta la obra, pues es diferente al que luego tiene. En este primer grupo de anuncios se lee: ENCICLOPEDIA HISPANO-AMERICANA DICCIONARIO UNIVERSAL DE LITERATURA, CIENCIAS Y ARTES Tenemos la satisfacción de anunciar á nuestros corresponsales y favorecedores la próxima publicación de tan notable libro, que editaremos ilustrado con millares de pequeños grabados intercalados en el texto para mejor comprensión de las materias de que en él se trata; y separadamente con mapas iluminados y cromolitografías que reproducen estilos y modelos de arte. Próximamente aparecerán los prospectos y primeros cuadernos de esta obra, la más importante de cuantas lleva publicadas esta casa editorial. En 1885 y 1886, según se ha visto con los documentos de Pagès, el DEHA se estaba gestando, aún no se había adelantado mucho, por lo que no es tan extraño que el título pensado fuera distinto. La correspondencia de Pagès en que el tema es tratado es posterior a estos anuncios. La carta en que se halla la información es del 15 de diciembre de 1886. Allí se entiende que los editores quieren cambiar el título, a lo que Pagès responde a disgusto dando razones que reflejan algo su opinión. Dice Pagès a Simón (M. y S. Pagès [15/12/1886]): 68 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL El título de Diccionario enciclopédico hispano-americano, es disonante y de mal gusto. Observe U. que son tres adjetivos unidos á un solo sustantivo. Esto en cuanto a la forma. En cuanto al significado del fondo, es un puro disparate. La Enciclopedia, Sr. Simón, es el conjunto de todas las materias, y estas materias pueden ó no hal[l]arse en forma de Diccionario. Es decir, una enciclopedia puede no estar ordenada por orden alfabético. ¿Lo va U. entendiendo? Por los demás, yo no conozco ningún Diccionario en el mundo que se titule enciclopédico así, á secas. Y si esto no le hace abrir los ojos, no sé qué decirle. Pero las razones de Pagès no fueron suficientes, y cuando se empieza a publicar la obra, esta ya tiene el título por la que la se conoce hoy: Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. De todas formas vale la pena señalar que el primer título resulta interesante. Cambiarlo pudo deberse a que lo central pasa a ser la idea de diccionario, adjetivado como enciclopédico y de un ámbito determinado, preferible a que parezca que tiene dos títulos (Enciclopedia hispano-americana y Diccionario universal). Puede entenderse como lógico pues establece que lo primero que quiere ser la obra es diccionario, con contenido enciclopédico y por último dirigido y con el énfasis puesto en el ámbito hispanoamericano. La eliminación del adjetivo universal, que se encuentra en otras obras con el afán de mostrar un contenido total, pudo deberse a parecer contradictorio con la restricción geográfica. Además parece adecuado eliminarlo ya que sería un cuarto adjetivo, lo que resultaría exagerado. Curiosamente, en La Ilustración Artística no se encuentra después de esta serie más publicidad de la obra sino hasta el año 1891. En ese intervalo sí hay, sin embrago, otro mecanismo para publicitar el DEHA, que es la publicación de artículos del diccionario escritos por algunos de sus colaboradores más importantes. Estos textos son los siguientes de Marcelino Menéndez Pelayo, Juan Valera y José Echegaray. En La Ilustración Artística nº 287 del 27/1887 hay un texto titulado «El Alcalde de Zalamea», que es una reproducción del artículo del DEHA (Alcalde de Zalamea (El), marcado «Lit.»), según lo indica una nota al pie: «Artículo tomado del Diccionario Enciclopédico Hispano Americano, publicado por esta casa editorial» y que es sencillo comprobar. El artículo, a diferencia del que aparece en el DEHA, sí tiene la firma, la de Marcelino Menéndez Pelayo, quien en una carta lo dice también muy claro a Juan Valera (Vauthier 2009: 22). En el nº 334 (21/05/1888) ocurre lo mismo con el artículo «Autos sacramentales», que tiene la misma nota de referencia y la firma de Menéndez Pelayo. En el nº 358 (5/11/1888) aparece el artículo titulado «Brujería», con subtítulo «Ciencias ocultas», que es artículo enciclopédico del DEHA (s.v. brujería, tomo 3) y tiene la marca Ciencias ocultas; dice la nota: 69 PILAR PARDO HERRERO Tomamos de Diccionario enciclopédico hispano americano, que publica nuestra casa editorial, el siguiente artículo debido á la correcta pluma del distinguido escritor D. Juan Valera, persuadidos de que nuestros suscritores lo leerán con tanto gusto como su brillante estilo y su interesante asunto merece. (N. de los E.)33 Al final del texto de nuevo aparece el autor; lo único que se elimina en la revista son las frases que son referencias internas del diccionario. En el nº 426 (24/02/1890) aparece el artículo «El cuento», con una aclaración bajo este, y ya no como nota, que dice: «Artículo tomado del Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano publicado por la casa editorial de la ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA»; el texto está firmado por «J. V.», que correspondería a Juan Valera. Estos dos autores eran muy reconocidos así que su presencia en la revista y en el DEHA es clave como promoción, y en el caso del diccionario, es también muestra del contenido realizado por eminentes redactores. El último texto, en el nº 469, de diciembre de 1890, es el artículo «La electricidad», sin firma al final, con una nota que dice: Tomándolo del DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO que edita esta casa, publicamos este fragmento del artículo ELECTRICIDAD, debido á la pluma de D. José Echegaray, que creemos interesara á nuestros lectores y que constituye una especie de introducción ó descripción poética con que el eminente físico y elegante y castizo escritor encabeza el primoroso trabajo científico que ha escrito para la referida obra. En el orden de aparición de los textos referidos, puede verse que este es alfabético (Alcalde de Zalamea, autos sacramentales, brujería, cuento y electricidad), según iban escribiéndose e imprimiéndose los cuadernos del DEHA. Así acompañaban la impresión y hacían publicidad a la obra enfatizando en la calidad de las plumas y los diversos temas sobre los que en ella se podía leer. Aunque es una interesante estrategia de divulgación de la obra y su contenido, el texto de Echegaray es el último que se encuentra en La Ilustración Artística. De vuelta al tema de los anuncios, el DEHA tiene de nuevo un espacio de publicidad en la revista en el nº 487 (27/04/1891), número en el que se inicia una sección de anuncios publicitarios de cuatro páginas ubicadas al final. El anuncio, en un recuadro, consiste simplemente en el título de la obra y todo el subtítulo (con algunas adiciones que se señalan subrayadas): Es importante notar que Valera no aparece en la lista de redactores hasta el tomo 4, pero según este testimonio, desde antes habría tenido a su cargo la redacción de artículos en el diccionario. Este documento serviría igualmente para ratificar que esa voz es de Valera, como consideró Cyrus DeCoster en 1965, y de lo cual dudaba Bénédicte Vauthier (2009: 24). 33 70 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Diccionario Enciclopédico Hispano -Americano Edición profusamente ilustrada con miles de pequeños grabados intercalados en el texto y tirados aparte, que representan [en el título dice reproducen] las diferentes especies de los reinos animal, vegetal y mineral; los instrumentos y aparatos aplicados recientemente á las ciencias, agricultura, artes é industrias; retratos de los personajes que más se han distinguido en todos los ramos del saber humano; planos de ciudades; mapas geográficos coloridos; copias exactas de los cuadros y demás obras de arte más célebres de todas las épocas. MONTANER Y SIMÓN, EDTORES [SIC] En las variantes puede verse que se añaden aspectos que atraerían al posible comprador: retratos, imágenes con color, reproducciones exactas. Un anuncio, prácticamente igual (sí escribe reproducen en vez de representan y no falta a i a editores), aparece pocas semanas después en el nº 493 (8/06/1891) y luego en el nº 495 (22/06/1891). Como puede verse, hasta aquí ningún anuncio da datos sobre costos. En el nº 562 (3/10/1892) sí hay una referencia a esta cuestión. El ejemplar de dicho número de La Ilustración Artística está dedicado, con más páginas de las habituales, a Colón para celebrar el cuarto centenario. Allí los editores aprovechan para anunciar varias de las obras que publican. Una de ellas es el DEHA, que en este número tiene el anuncio más grande y completo, pues incluye el título con el subtítulo, la lista de colaboradores (la correspondiente al tomo 9, de 1891) y cómo se vende la obra: se reparte por cuadernos a cuatro reales que constan de seis pliegos de ocho páginas; si el pliego sale con una lámina suelta a color, esta se cuenta como un pliego de texto, lo mismo si son dos láminas en negro, es decir que irán acompañadas por cinco pliegos de texto (véase Apéndice 3, Fig. 2). Tras esta publicidad pasa un tiempo antes de encontrar otra, localizada en el nº 911, de junio de 1899, cuando ya está saliendo el segundo volumen del primer apéndice. Esta consiste apenas en un cuadrado pequeño, ubicado en la sección de anuncios, en el que se lee solo: «Edición Ilustrada : Diccionario Enciclopédico HispanoAmericano : Montaner y Simón editores»34. Acabados ya de publicar los 25 tomos de cuerpo y primer apéndice del DEHA, los tres últimos anuncios encontrados aparecen en los años en que está saliendo el segundo apéndice, 1907, 1908 y 1911. En el anuncio de 1907, en el nº 1316 del 18 de marzo, el texto del anuncio es el título, «Diccionario Enciclopédico Hispano-americano de ciencias, artes y literatura», y los datos sobre Resulta curioso ver que estos anuncios de productos culturales de alto nivel estén rodeados de anuncios de productos tan distintos, como cajas de cartón, chocolates y productos de salud, típicos de la época, como un elixir para curar la epilepsia, vinos para reparar la fuerza física e intelectual, polvos depilatorios, además de anuncios de doctores con distintas especialidades. 34 71 PILAR PARDO HERRERO cómo se vende, que ya vimos arriba. Añade que «se admiten suscripciones por tomos pagando á plazos mensuales». Los dos últimos anuncios, en el nº 1362 del 3/02/1908 y el nº 1519 del 6/02/1911, son como los primeros, que daban el título y el subtítulo de la obra con algunas variantes, sin decir el precio ni tampoco informar que se trata del segundo apéndice (quizá porque aún buscaban vender el remanente de los tomos anteriores). Lo único que se añade es la dirección de la editorial, que en 1908 dice que es Aragón 309-311 y en 1911 cambia al número 255. Pero no solo en La Ilustración Artística pueden encontrarse anuncios. En otras publicaciones también aparecen. El primero se ha ubicado en El Liberal (3 /04/1887), cuando apenas se iniciaba la impresión del DEHA. En un recuadro pequeño aparece el título de la obra y en un segundo párrafo dice cómo se vende. El aviso lo pone Juan Ulled, a quien conocimos por los papeles de Pagès como representante y pagador de la editorial en Madrid (véase Apéndice 3, Fig. 3). El 4 de julio de 1892 se encuentra un aviso pequeño en La Época. No está firmado y lo que aparece es el título, una alusión a que está escrito por importantes figuras y datos sobre cómo se vende y cuánto cuesta. Más tarde aparece en El Imparcial (10/01/1907) un anuncio del representante Constantino G. Bolaño que promociona el primer cuaderno del nuevo apéndice del DEHA, del cual dice que aparecerá un cuaderno semanal al mismo precio de los otros, una peseta. Para hacerlo más accesible dice que «se admiten suscriciones por tomos encuadernados á pagar 10 PESETAS MENSUALES, ó también á la obra completa pagando 25» (véase Apéndice 3, Fig. 4). Otros tres anuncios ofrecen algo más de información. Uno sobre otro comercio que vendía el DEHA, El Crédito Literario, de Madrid, que vende a plazos esta y otras obras (El Liberal 30/03/1902). Los otros dos, que son iguales, son del librero Juan Llordachs, de Barcelona, que compra obras, entre ellas el DEHA, tanto completa como por tomos sueltos (El Imparcial 30/11/1904 y 5/12/1904). Estos otros libreros, ajenos a la casa editorial, permiten ver la extensión de las ventas y el interés por la obra, que se vende, claro, pero también se compra, muestra de que hay un mercado del libro en constante movimiento. Esta publicidad, producida principalmente para España, salvo la de La Ilustración Artística, ha permitido conocer el valor de la obra y la forma en que se publicó e intentó vender. 72 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Como puede verse, lo encontrado corresponde a la publicación catalana original, sucedida entre 1887 y 1910. Pero hay también una publicidad posterior que es producida en América, y es la que se encuentra en la famosa revista bonaerense Caras y caretas, la cual se comenta a continuación. 1.2.3.2. Publicidad del DEHA en la revista Caras y caretas de Buenos Aires En la revista Caras y caretas, fundada en Buenos Aires en 1898 por Eustaquio Pellicer, se encuentran dos series de publicidades del Enciclopédico, como le llaman allí. Una de ellas en 1912, que corresponde a la edición de la Sociedad Internacional. La otra entre 1923 y 1925, que corresponde a la edición de Jackson (§ 1.2.4.1.). Dado lo significativo que tienen estos anuncios para saber un poco más de la presencia de la obra en América, se comentan seguidamente de forma somera las dos series. 1.2.3.2.a. La edición de 1912 por la Sociedad Internacional en Caras y caretas En mayo de 1912 se inicia una serie de anuncios en la revista Caras y caretas que llega hasta diciembre del mismo año en la que se publicita una nueva edición del DEHA de Montaner y Simón, la edición de la Sociedad Internacional de Buenos Aires35 (§ 1.2.4.1.a.). Durante ese año se encuentran veinte anuncios, cada uno de ellos ocupa dos páginas. Aunque se les llame aquí anuncios para simplificar, podrían denominarse con más precisión reseñas publicitarias por su extensión y cantidad de texto. Todos los anuncios son diferentes entre sí (solo el de C. y C.36 726: 20-21 y 729: 12-13 son iguales), lo que los hace muy interesantes (véase Apéndice 3, Fig. 5 y 6). Tienen todos en común, obviamente, que publicitan esa nueva edición del DEHA, pero usan distintas estrategias, dando en cada caso énfasis a una razón distinta por la que adquirir la obra, siempre a través de frases grandilocuentes. Todos incluyen un cupón, la mayoría de veces para solicitar el envío de un folleto informativo completo (incluso hay fotografías del folleto en algunos, como en C. y C. 726) y otras veces para comprar la obra (C. y C. 711: 26-27, 716: 26-27 y 738: 42-43). En este último caso se dicen claramente los costos, que dependen de la encuadernación, mientras en el En el mes de diciembre de 1911, en el nº 687, se encuentra en su página 48 un anuncio en que se ofrece el DEHA, «la más completa de las enciclopedias publicadas», publicado por Montaner y Simón, en veinte mensualidades de 25 pesos (500 pesos). Esta edición no parece ser la de la Sociedad Internacional, aunque el costo es similar. 36 Se usará esta forma abreviada para referirse a la revista Caras y Caretas, tras la abreviatura aparecerá el número de la revista y las páginas en que aparece el anuncio. 35 73 PILAR PARDO HERRERO resto se dice de manera vaga que cuesta diez pesos «al contado y unas cuantas mensualidades»37. Según la información ofrecida en los anuncios, tras finalizar en 1910 la publicación del segundo apéndice, Montaner y Simón habría decidido conceder durante un tiempo a la Sociedad Internacional los derechos para manufacturar y vender en América latina la «edición final» del DEHA. Para convencer al público de lo buena que resulta la compra de la obra, hacen énfasis en diversos puntos. Uno de ellos es que sale mucho más barata que la edición original. Mientras que a los editores les habría costado más de dos millones y medio de pesos realizar la publicación (para esa época un peso argentino equivalía más o menos a 2,5 pesetas), como la Sociedad había comprado los derechos se ahorraba lo más caro de la producción y podía así permitir también al comprador adquirir la obra a menos precio. Además, la fortuna de haber firmado con los fabricantes de papel, impresores y encuadernadores ingleses los contratos correspondientes antes de la «desastrosa huelga de mineros» (C. y C. 712: 137-138), les habría permitido ofrecer ese bajo precio. Ese costo, para ser apreciado por el público como mínimo, se acompaña de cifras sobre el contenido de la obra que llevaban a considerar, con más o menos razón, que efectivamente un diccionario de 28 volúmenes, con 32.000 páginas, 75.000.000 de palabras, 600.000 entradas distintas y más de 12.000 grabados, muchos en colores, al precio ofrecido por la Sociedad resultaba una oferta inigualable. Un segundo punto es la buena opinión que merece a personalidades distinguidas en la Argentina. Para hacerlo evidente, en algunos anuncios colocan la fotografía del personaje con su nombre y citan su valoración positiva. Un claro ejemplo está en el anuncio titulado «Algunas opiniones fidedignas acerca del “Enciclopédico”» (C. y C. 713: 46-47). Allí distintos hombres de prestigio dicen que es una buena obra de referencia, que es de inestimable valor, que ofrece los conocimientos universales que exige la vida actual, que es el más completo o uno de los más completos de su género, que su método científico es preferible a otras obras extranjeras que circulan en el país. Otras opiniones ponen de manifiesto un tercer punto a favor de la enciclopedia, y es el que tiene relación con el contenido referido al territorio americano. Las opiniones en Encuadernación en tela: 20 mensualidades de 15 pesos (300 pesos). 285 pesos al contado. Encuadernación estilo Roxburghe: 21 mensualidades de 18 pesos (378 pesos). 350 pesos al contado. Encuadernación ¾ de tafilete: 23 mensualidades de 20 pesos (460 pesos). 420 pesos al contado. Encuadernación en tafilete completo: 25 mensualidades de 25 pesos (625 pesos). 570 pesos al contado. También puede comprarse un mueble especial para el diccionario, que se ve en las ilustraciones. El vertical de roble se vendía a 30 pesos y el giratorio de caoba a 100 pesos (C. y C. 738: 42-43). 37 74 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL referencia a esto destacan que la obra incluya información histórica y actual sobre América, en particular sobre Argentina, lo que sería un motivo para considerarla de gran valor. Se lee al respecto en el mismo anuncio (C. y C. 713: 46): Además, no existe, en idioma alguno, ninguna gran enciclopedia que les conceda á las naciones de la América latina el lugar y la detenida consideración que se merecen. Toda enciclopedia debe ser «internacional» en el alcance de su información, pero al mismo tiempo ha de ser «nacional» en asuntos tan importantes como la Historia, la Literatura, la Biografía, la Geografía, etc. De todas las grandes obras de referencia, sólo el «Enciclopédico» presta adecuada atención á la historia argentina, á las biografías de nuestros grandes hombres del pasado y de la actualidad, á nuestra importancia comercial, á la topografía de nuestro país, etc., etc. La importancia que tiene ese contenido americano, próximo al público, unido al resto del contenido de la obra, concuerda con un tema de orden nacional que se puede percibir mediante el ejemplo de la venta del DEHA. Esto es que la nación argentina, por una herencia clara de Sarmiento, ve en ese momento como una cuestión nacional la necesidad de acceder a la educación para poder progresar. Dice en otro anuncio (C. y C. 716: 27): El que posea el «Enciclopédico» y lo consulte a menudo […] en suma será un ciudadano más útil a sí mismo y á su patria […] Es un deber nacional equiparse de la mejor manera posible para el más ventajoso desempeño de los deberes. Y para los padres es un deber patriótico y doméstico tener para sus hijos EN SU HOGAR la mejor fuente de información que existe. Este pensamiento beneficia claramente la venta de una obra como esta, calificada como de «Universidad en el hogar» (C. y C. 716) y como «libro que contiene respuestas a todas la preguntas» (C. y C. 718), abarcando en 28 tomos «el equivalente a mil volúmenes» (C. y C. 716). Para subrayar esa concepción de la educación instaurada por Sarmiento, se le utiliza a él mismo como protagonista. En el anuncio titulado «Dos grandes educacionistas» (C. y C. 722: 10-11), uno de los educacionistas es Sarmiento, y el otro, el DEHA. Utiliza así el anunciante la figura del reconocido argentino para otorgarle al diccionario un papel estelar en la historia presente del país. De igual modo, haciendo referencia a la biografía del mismo Sarmiento, pone en valor la obra: Cuando Sarmiento ganaba $ 16 por mes en Valparaíso, en 1833, los gastaba íntegros en comprar libros. ¡Cuánto hubiera conseguido ese gran hombre teniendo la oportunidad, que ahora está al alcance de todos, de poseer la mejor biblioteca del saber humano, con sólo $ 10 al contado y 15 pesos por unos cuantos meses! Un último elemento para convencer al público y ampliar el número de compradores es acreditar que su público es plural. El saber contenido en la enciclopedia no está limitado a los hombres educados, sino que allí todos pueden encontrar 75 PILAR PARDO HERRERO información de su interés. En el nº 716 el anuncio ofrece esta lista de públicos y los contenidos para cada uno en el siguiente orden: Para la señora los artículos sobre cocina, trajes, usos y costumbre de otros países, adornos y decorado del hogar, y todas las demás materias sobre las que busque información. Para los niños las vidas de los grandes aventureros, las descripciones de portentosos inventos, la historia de los héroes de su patria y de otros países, además de las ilustraciones y relatos sobre animales tanto de la Argentina como de todo el globo. Para los jóvenes que gusten de los deportes el DEHA ofrece lecturas sobre juegos de pelota, bolos, billar, pugilato, regatas, gimnasia en general, natación, caza, esgrima, carrera, equitación, lucha, etc. Para las jóvenes los artículos ilustrados de historia natural, las biografías de los poetas, las narraciones acerca de trovadores y juglares, de las Cortes de Amor en la Edad Media, de los juegos florales y de las vidas de todas las mujeres célebres. Para los residentes del campo el valor de la obra es inestimable. Si lo tiene «estará tan bien provisto en cuanto á medio de adquirir instrucción como si viviera junto á la Biblioteca Nacional de Buenos Aires». Esta división por sectores de población tiene un fuerte contenido social y de género en el que no se pretende profundizar aquí, pero cabe decir simplemente que evidencia la concepción que de la sociedad se tenía en el momento: el hecho de que cada grupo deba tener un espacio y unas preocupaciones que «deben» ser distintas; y un centralismo no solo político sino intelectual, pues la capital es considerada el verdadero y único lugar de cultura. Más allá de esto, el desglose de públicos lo que busca es dejar claro que la obra es para todo aquel que la pueda leer, lo que hace que su público sea masivo38. Su bajo precio también tiene relación con esa ampliación de público, pues ya no es solamente un producto accesible para los más pudientes, sino que está «al alcance aún de las personas de modestos recursos» (C. y C. 737: 42). En los últimos anuncios, continuando con las razones por las que debe comprarse el DEHA, se subraya una fecha y hora, el 9 de diciembre a media noche, Pese a ese aumento de público, hay que tener presente que para ese momento la tasa de analfabetismo en la Argentina era muy alta, alrededor de un 50%. Por tanto el público ha de considerarse que sigue siendo principalmente urbano, y que en el campo correspondería a la oligarquía terrateniente. 38 76 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL como día límite de la oferta, tras lo cual si bien puede comprarse, en tanto queden existencias, el costo será de 115 pesos más en la encuadernación de tela, y otro tanto en las otras encuadernaciones, además de tenerse que pagar al contado (C. y C. 740: 26-27). Efectivamente, el último anuncio aparece en el número del 7 de diciembre. Después de esa fecha no vuelven a aparecer, hasta donde ha podido observarse, más anuncios de la edición de la Sociedad Internacional. 1.2.3.2.b. La edición de Jackson en Caras y caretas No será sino hasta 1923 cuando aparezca la segunda serie de anuncios del diccionario enciclopédico, esta vez con el sello del editor inglés W. M. Jackson. Dicho editor tiene por entonces un representante en Buenos Aires ubicado en la calle Bartolomé Mitre, y una casilla de correos en la misma ciudad a donde el interesado puede enviar un cupón de solicitud de información. Además, según se ve en el anuncio del nº 1280, también tiene representantes en Madrid, Barcelona, Río de Janeiro, Sao Paolo, Porto Alegre, Montevideo, La Habana, Santiago de Chile, San Juan de Puerto de Rico, México y Lisboa. No aparecen tantos anuncios por año, pero sí hay hasta 1931 (véase Apéndice 3, Fig. 7 y 8). Estas publicidades son menos extensas que las vistas anteriormente: ocupan máximo una página. En varios casos la página publicita varias obras del editor, siendo una de ellas el DEHA. Como se observa en el anuncio del nº 1301, la obra se vendía a 15 pesos el volumen. Como la de la Sociedad Internacional, tiene 28 volúmenes, y también dice que tiene 75 millones de palabras, 600.000 entradas y doce mil ilustraciones (aunque en el nº 1301 dice quince mil)39. Pero añade otros datos numéricos como el tamaño (32cm x 5cm) y la cantidad de secciones del saber humano que trata: 213 (C. y C.1453: 92). El precio, «al alcance de todos los presupuestos» (C. y C. 1622: 59), se debe a que no hay intermediarios, la obra va «de los talleres al comprador» (C. y C. 1487: 48). En los anuncios más grandes, los de una página, vuelve a usarse como estrategia de venta decir que el DEHA sirve para resolver todas las dudas. Así mismo enfatiza que es la más completa en castellano y, según ellos, la más extensa en cualquier idioma (C. y C. 1306: 116). Lo que ya no aparece es la autoridad de grandes figuras ni el trasfondo de construcción nacional que evidenciaba la publicidad de la Sociedad En el siguiente apartado se comentarán estas coincidencias, que llevan a pensar en la posibilidad de que tras la edición de la Sociedad Internacional esté el editor Jackson. 39 77 PILAR PARDO HERRERO Internacional, sin duda porque la situación ha cambiado. La publicidad de Jackson es en ese sentido más simple, más «moderna», con la información más resumida y un diseño más atractivo, es el anuncio del producto de una empresa como cualquier otra. Aunque se sigue hablando de la obra escrita por los hombres más ilustres de España y América y de que es la más extensa o completa —lo que intentan comprobar hablando de la extensión de los artículos: «“Transformación” (teoría de Darwin) tiene 40.000 palabras […] de la palabra Tiempo se ocupan 13 páginas a 3 columnas» (C. y C. 1437: 92)—; es un objeto más de consumo. Así, para 1924 la obra empieza a ir acompañada de regalos, como la colección de Historia de la guerra del fin del mundo o el Atlas Jackson (C. y C. 1344), o en 1929 con un estante adecuado a su tamaño (C. y C. 1622), lo que permite sospechar además el declive en las ventas. La lenta desaparición del DEHA está acompañada de la entrada de otras obras, entre ellas la Enciclopedia de la editorial Espasa, que puede verse anunciada en algunos números, como el 1402 del año 1925, e incluso también citada (C. y C. 1504, de 1927). Como ha podido verse con el caso de Caras y caretas, el DEHA aún dio mucho de qué hablar tras terminar su impresión en 1910. Para ese momento América continuaba siendo un mercado potencial para la obra, según se pone de manifiesto con los anuncios realizados por la Sociedad Internacional y por Jackson. La publicidad encontrada en esta revista revela además formas mucho más sofisticadas de vender que las observadas en las publicaciones españolas, quizá relacionadas con los rápidos cambios en el mercado que trae consigo el cambio de siglo. En estos anuncios se dejan ver mejor esas características que quien vende quiere subrayar para atraer al público, lo cual ofrece más información sobre el contexto de venta. En esta publicidad es indispensable notar la disminución del precio, pues eso hace que el público del diccionario sea más numeroso y variado, lo que representa un cambio frente a la edición inicial catalana. Lo fundamental de toda la publicidad que se ha presentado es que, cumplido el objetivo de venderse, hay que reconocer la circulación del DEHA en el ámbito hispanoamericano. 78 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL 1.2.4. RECEPCIÓN DEL DEHA La acogida que el DEHA podía tener en la sociedad española y americana es, naturalmente, una cuestión fundamental para Montaner y Simón antes de iniciar el proyecto. En 1883 ya el plan está en la mente de los editores, según el comentario que hace Pi y Margall en una carta de ese año (M. y S. Pi y Margall [25/02/1883], véase la cita en p. 42). Siguiendo a Pi y Margall, no había hasta el momento una enciclopedia ni de mediano valor, con lo que el proyecto de la casa catalana tendría un mercado asegurado. Allí mismo les dice que tendrá aún más clientes si la ilustran. Montaner y Simón seguramente comentaron con otras personas su proyecto. Y convencidos, se supone, de que significaba un buen negocio una obra de divulgación de ese tipo, emprendieron la tarea enfrentando los distintos problemas que se han desglosado anteriormente. Durante la preparación de la publicación, un par de frases en cartas de Pagès permiten saber que entre los posibles lectores la idea de la obra era conocida y bien recibida: «En los círculos literarios y científicos, se habla mucho del diccionario, pues los sabios son muy parlanchines y todo lo hablan y todo el mundo está conforme en que sería una gran cosa» (M. y S. Pagès [31/03/1886]). La otra cita va más allá, pues implica que había lecturas conjuntas, al menos de algunos artículos: «Anteayer se leyó el artículo África en casa del Sr. Saavedra; es soberbio» (M. y S. Pagès [20/09/1886]). Si bien en esta el calificativo de «soberbio» es de Pagès, la consideración positiva puede estar acorde con la de los demás asistentes a esa lectura, siendo el hecho mismo de la reunión para leer en público la cuestión principal en términos de formas de recepción. Estas citas muestran que quienes primero juzgaron la obra fueron círculos sociales reducidos, científicos y literarios, a los que se reconoce autoridad y cuya buena opinión se entiende como legitimadora. Cuando la obra ya ha empezado a publicarse en los primeros meses de 1887, una carta de Pagès a Francisco Simón (M. y S. Pagès [15/07/1887]) nos ofrece un dato sobre la cantidad de suscripciones: Dice U. [Francisco Simón] que entre España y América hay 4000 suscriciones. No creía yo que hubiese tantas, dada la poca maña que se dan ustedes para explotar la obra. Aquí parece que ha caído en un pozo. Y sin embargo los que la conocen la estiman. El mismo Espino, y ya ve U. que no es testimonio dudoso, dice que la ha oído elogiar en dos ó tres casas. Yo estoy convencido de que el número de suscriciones se ha de duplicar en el transcurso de la obra, y que una vez terminada esta será un negocio loco [¿?] por espacio de 20 ó 30 años. 79 PILAR PARDO HERRERO Pagès se muestra sorprendido por la información pues dice al editor que su estrategia de ventas le parece ridícula, lo cual se asocia con su percepción de que en Madrid («aquí») la obra no es, hasta ese momento al menos, muy visible. A pesar de eso rescata lo positivo, el elogio que se ha oído en algunas casas, y el futuro prometedor que le augura al diccionario. Por la cantidad del tiraje, ofrecido al final del apartado 1.2.2.2.b.2., parece que las ventas sí habrían crecido con el tiempo, pero esa información sobre lo que se vendió en total aún no puede considerarse resuelta. En lo que concierne a las suscripciones, destaca la mención de América, pues comprueba no solo que se vendió allí, sino que llegó desde el comienzo40. La anterior información sobre la recepción parte de fuentes privadas, lo cual resulta muy valioso dada la dificultad de encontrar este tipo de testimonios. Pero a ello hay que sumar la recepción pública, que en este caso está recogida en publicaciones de la época. Como se ha visto en el apartado anterior, el DEHA tuvo publicidad en la revista de la casa editorial, La Ilustración Artística, así como en otras publicaciones periódicas como son La Época, El Liberal y El Imparcial, en las diversas etapas de impresión. A esta publicidad directa, es decir anuncios que promocionaban la venta del DEHA, se añade una publicidad que se podría llamar indirecta, pues se trata de reseñas que destacan el valor de obra, lo que puede redundar en ventas, las cuales sirven además para establecer al menos parcialmente cuánto se había publicado en algunos momentos. En la Revista contemporánea de Madrid (RC en las referencias que siguen) y que llegaba a varios lugares de América, en la sección «Boletín bibliográfico», aparece en varias ocasiones el DEHA desde 1888 para valorar sucintamente la publicación e informar sobre los cuadernos repartidos hasta el momento. Desde 1889 esas reseñas están en el apartado «Otras publicaciones», al final del «Boletín bibliográfico». A través de varios ejemplos que se dan aquí en orden cronológico, puede verse la opinión favorable sobre la obra. En el tomo LXIX (RC enero-marzo 1888: 560), dice que se han distribuido los cuadernos 40 a 50, destacando algunos de los artículos allí contenidos (arquitectura, arrendamiento, arsenical, artes, asamblea, Asia, asíntota, Esto puede comprobarse documentalmente a través de los libros contables de Montaner y Simón, donde pueden verse las remesas realizadas a los representantes en América latina, que incluyen los cuadernos del DEHA desde el inicio. 40 80 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Asiria, asociación, asteroide, astrología, astronomía, ateísmo, Atenas, atmometría, atmósfera, atracción, atrofia, aurora polar y auscultación). En el tomo LXXVI está dos veces. En la primera (RC octubre-diciembre 1889: 122) se valora el DEHA como «importantísima producción» con «muchos e interesantes artículos esmeradamente redactados» ilustrados con «grandes láminas cromolitográficas y multitud de primorosos grabados y figuras intercaladas en el texto»; para ese momento se han repartido los cuadernos 91 a 113. En la segunda (RC octubre-diciembre 1889: 448) dice simplemente que el «muy extenso y notable» diccionario de Montaner y Simón «llega ya al cuaderno 120». En el tomo LXXVII (RC enero-marzo 1890: 224) se dice que se han distribuido los cuadernos 122 a 135 y destaca las cromolitografías de trajes chinos, el mapa de África ecuatorial y la impresión, que «en papel fino y satinado, es pulcra y correctísima». También en ese volumen (RC eneromarzo 1890: 560) se sentencia que «[e]s la obra que más fama ha de dar a los Sres. Montaner y Simón». En el tomo XC (RC abril-junio 1893:109), se dice del DEHA que «viene á hacer innecesario en nuestro país el manejo del famoso Diccionario de Larousse». En el tomo XCI también aparece dos veces. En la primera (RC julioseptiembre 1893: 446) se lee que «se han repartido los cuadernos 297 a 301 de esta importante obra. Comprenden desde el artículo Mamalogía al artículo Mark Palmer, y están ilustrados por multitud de dibujos y con hermosas láminas de colores, como los planos de Manila y Málaga». En la segunda (RC julio-septiembre 1893: 555) han aparecido los cuadernos 305 a 307 de esta «obra importantísima», en los cuales hay «multitud de artículos y excelentes grabados». Ese mismo año, en el tomo XCII (RC octubrediciembre 1893: 223) dice que va repartido hasta el cuaderno 311, hasta Mesa, y destaca que contiene «un notable plano en colores de la ciudad de México». En el tomo CVIII es en el último que se han encontrado referencias de este tipo al DEHA. La última (RC octubre-diciembre 1897: 406) dice que los cuadernos entregados son del 500 al 519, hasta el artículo Uruguay. 81 PILAR PARDO HERRERO Como puede verse, a los que estuvieron encargados de la sección en la Revista contemporánea el DEHA les mereció excelentes comentarios, especialmente las ilustraciones. La reseña de los cuadernos distribuidos es además muy útil para ver el proceso de publicación. Un artículo en el tomo LXXI (RC julio-septiembre 1888: 35), aunque no está dedicado al DEHA propiamente sino a una obra de uno de sus colaboradores —Psicología del amor de Urbano González Serrano— contiene una opinión que valora muy bien el diccionario en su inicio al decir que: si continua en adelante como los dos tomos que lleva publicados, será un monumento grandioso en la Bibliografía española, á la vez que una verdadera Enciclopedia de los conocimientos en ciencias, en filosofía, artes y tecnología de nuestro siglo; no distante en verdad de la del mismo género publicada en Francia por Pierre Larouse, y obra, en fin, que habla muy alto en favor de nuestra cultura intelectual y de los adelantos industriales y tipográficos en la capital del Principado de Cataluña41. Muy jugosa también en contenido resulta la reseña que La Dinastía (2047: 6), de Barcelona, realiza en su edición de la mañana del 9/03/1887, la cual, como indica Prieto García-Seco (2007: 99), permite saber que poco antes se había iniciado la publicación. Allí se leen opiniones muy halagadoras, como que el DEHA es la primera obra con que la nación española podría competir con la enciclopedia anglo-americana y con el Larousse francés, consiguiendo quizá incluso superarlas. Esto conlleva además que estaría por encima de las obras que de ese tipo de obras se habían publicado en España. Su ilustración es también muy valorada —no le faltaba razón a Pi y Margall a la hora de decir que este punto era fundamental— y aventaja, según la reseña, la del Larousse, ya que no solo tiene grabados intercalados en el texto sino láminas sueltas «que amplían […] la parte escrita[,] mapas y planos que completan lo concerniente á geografía y cromo-litografías que amenizan y enriquecen la obra». Destaca también a los colaboradores, pues entiende que eso es lo que aventaja al DEHA sobre los otros trabajos, ya que además de aprovechar los diccionarios generales y particulares en lengua española y las enciclopedias extranjeras, contiene trabajos originales que «dan extraordinario valer á la publicación». Los autores, de los que menciona algunos (incluyendo a aunque Benot no está en la lista oficial del DEHA), son según la reseña los «más idóneos en los diversos ramos y subdivisiones de las Ciencias y las Artes», que en el DEHA vuelcan «todo el caudal de sus conocimientos y de su estilo, de su ciencia y de su entendimiento». Tras subrayar el contenido, señala también el valor Esta reseña también sirve para agregar una voz más a las asignadas a González Serrano como redactor de filosofía del DEHA: la voz amistad. Jiménez García (1996: 97-111), quien ha hecho el trabajo más concienzudo sobre la participación del filósofo en la obra enciclopédica catalana, no tiene esta voz en su listado, por lo que este pequeño descubrimiento sumaría una voz a las 366 recogidas en dicho estudio. 41 82 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL editorial exaltando las cualidades tipográficas de la obra. Termina la reseña recalcando el gran trabajo y tiempo que supone una obra de este tipo, para juzgar que los editores han conseguido un resultado digno, cuya recompensa es «el modo halagüeño como han acogido la obra el público y la prensa de todas partes». Esta reseña, así como la opinión en la reseña sobre el libro de González Serrano, otorgan al DEHA una grandísima importancia que no consiste solamente en su calidad editorial, en su forma, sino sobre todo en su contenido, tan completo y además escrito por escritores de renombre, lo cual hace que la obra tenga un carácter de símbolo nacional. La buena acogida inicial se revela aquí claramente, y con los comentarios de la Revista contemporánea se ve que esto continúa con los años. Destaca la cuestión de que es una obra que puede superar no solo las españolas sino las extranjeras. Así se lograría que la obra de referencia sea producida en la lengua propia, en español, lo que a su vez había de producir una importante influencia en su público. Igualmente, con la reseña de La Dinastía y las de la Revista contemporánea, queda claro que la ilustración es definitivamente un punto a favor de la obra. Un dato tardío, cuando ya el segundo apéndice del DEHA se ha impreso, se ofrece en las portadas de los cuadernos que llegaron a imprimirse del Diccionario Tecnológico Hispano-Americano (1926-1929). Ese diccionario, dirigido por Leonardo Torres Quevedo, tuvo por redactor-jefe a Pelayo Vizuete. En la portada de la publicación bajo el cargo y el nombre se apunta que Vizuete es «Ex Director del Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano». Este dato es tan valioso como una reseña, pues pone de manifiesto la importancia social del DEHA. Si Vizuete gana prestigio como redactor-jefe diciendo que estuvo antes a cargo del DEHA, se puede entender que eso es posible porque la obra fue bien acogida, tanto que, como se verá a continuación, tuvo dos ediciones tras finalizarse en 1910. 1.2.4.1. Las dos ediciones posteriores del DEHA 1.2.4.1.a. La edición de la Sociedad Internacional El hecho de que el DEHA tuviera otras dos ediciones, deja ver que tuvo un público amplio y podía seguir teniéndolo. No era, pues, un mal negocio volver a editar la obra. La primera de esas reediciones es la de 1912 realizada por la Sociedad Internacional, con sede en Buenos Aires, en cuyo pie de imprenta da en primer lugar a Barcelona luego a Buenos Aires, pero que también incluye Santiago de Chile, 83 PILAR PARDO HERRERO Montevideo, La Habana, Lima y México. La Sociedad Internacional, como se ha podido ver en la publicidad aparecida en Caras y caretas que se comentó anteriormente, compró a Montaner y Simón los derechos para reeditar el DEHA y venderlo en América Latina, en una tirada que, según el anuncio, es de 20.000 ejemplares por tomo (560.000 en total)42. Esta edición, de nuevo según la publicidad, tiene «unas dos mil páginas más que cualquiera otra»43. Este «nuevo» DEHA está formado por 28 volúmenes distribuidos así44: t.1 A-Alluser t.2 Ama-Azzoni; t.3 B-Byzas; t.4 C-Cezures; t.5 Cía-Contribulado; t.6 Contributa-Chuzón; t.7 D-Dzehebi; t.8 E-Ezzelino; t.9 F-Fyt; t.10 G-Gyulay; t.11 H-Izurzu; t.12 J-Lluvioso; t.13 M-Mglin; t.14 Mi-Ñupchucri; t.15 O-Penasalbas; t.16 Penates-Polvos; t.17 Pólvora-Qvidinge; t.18 R-Rzeszow; t.19 S-Shushwaps; t.20 Si-Szir; t.21 T-Tmolos; t.22 To-Uzum; t.23 V-Zyrmi; t.24-28 Apéndice Tras esta edición, es bastante seguro que estaba el editor inglés W. M. Jackson, el que oficialmente se conoce que hizo la edición que se comentará en el siguiente apartado. Los motivos que llevan a pensarlo son los anuncios vistos anteriormente en la revista Caras y caretas, que sin decirlo parecen referirse a obras si no iguales, muy similares cuando se compara la de la Sociedad Internacional y la de Jackson en los anuncios. Y la carta que la Universidad de Cambridge envía a Menéndez Pelayo (19821991:, vol. XXII: 92) precisamente en 1912 en la que habla de la acción legal contra Montaner y Simón por usar sin permiso partes de la Encyclopaedia Britannica en el DEHA y en la que le preguntan si él, como otros autores, no dio su autorización para poner su nombre en el libro (véase p.32 de esta tesis) «y menos en la reimpresión de Para hacerse una idea del volumen que pudo significar esta edición, podemos hacer la operación suponiendo según la encuadernación el precio más bajo, 285 pesos al contado, y el más alto, 570 pesos al contado (C. y C. 738: 42-43). En el primer caso el beneficio habría sido 5.700.000 pesos (2.280.000 pesetas; en ese momento el cambio era alrededor de 2,5 pesetas por un peso), y en el segundo 11.400.000 pesos (4.560.000 pesetas). 43 ¿Hay acaso otras ediciones? Por ahora se desconoce si es así. La afirmación del anuncio puede referirse simplemente a que tiene más páginas que la edición catalana, pero también podría significar que hubo alguna edición con variaciones por reimpresión de Montaner y Simón, o incluso ediciones pirata. 44 Se sigue aquí la información dada en la ficha bibliográfica de la Biblioteca Nacional del Perú en su catálogo en línea. Según se observa el tomo 6 ya no es la segunda parte del tomo 5 sino que continúa la numeración. Acaba el cuerpo del diccionario igualmente en el 23 porque se unen los tomos 22 y 23 de la edición catalana. 42 84 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Londres, debida a un tal Walter M. Jackson, norteamericano». Según esto, Jackson habría estado relacionado con la compra de derechos de la Sociedad Internacional, que declara además que trabaja con «fabricantes de papel, impresores y encuadernadores ingleses» (C. y C. 712: 138). 1.2.4.1.b. La edición de J. M. Jackson La otra edición es la de Walter M. Jackson (que también hace una de la Historia Natural de Montaner y Simón (C. y C. 1399: 170). Esta edición data de 1920, según se deduce de algunos datos ofrecidos por Vauthier (2009: 13-14) encontrados en un folleto de ese año con opiniones sobre la nueva edición de DEHA. En una de esas opiniones se evidencia que la consideración del diccionario sigue siendo positiva y la importancia de los redactores continúa siendo capital. Sobre las características de esta edición hace algunos comentarios Prieto GarcíaSeco (2007: 101). Como la de 1912, esta edición tiene 28 volúmenes que se logran haciendo algo parecido a lo hecho por la Sociedad Internacional (edición que pudo tener como base), aunque con pequeñas variaciones. Esto sirve para conseguir que el grosor de los tomos sea más uniforme. Los tomos 1 a 28 se organizan así45: t.1 A-All t.2 Ama-Azz t.3 B-Byz t.4 C-Cel t.5 Cel-Con t.6 Con-Chu t.7 D-Dze t.8 E-Ezz t.9 F-Fyt t.10 G-Gyu t.11 H-Izu t.12 J-Lou t.13 Lous-Mgl t.14 Mi-Ñup t.15. O-Pent. t.16 Pen-Pol t.17 Pol-Qui t.18 R-Rze t.19 S-Sen t.20 Sen-Szt t.21 T-Tmo t.22 To-Var t.23 Var-Zyr t.24 Aba-Guz t.25 H-Zul t.26 A-Ezze t.27 F-Nub t.28 O-Z Como apunta Prieto García-Seco (2007: 101), esta edición es de Londres pero la tirada se hizo en Boston por C. H. Simonds Company, Impresores. Sin embargo, fichas bibliográficas de algunas bibliotecas, como la Biblioteca Nacional del Perú, tienen en el Se sigue la información dada en la ficha bibliográfica correspondiente de la Universitat de València en su catálogo en línea. 45 85 PILAR PARDO HERRERO pie de imprenta la ciudad de Nueva York (véase nota 52). La ficha de la biblioteca peruana nos dice además que los suplementos tienen como título: «Estos últimos años». En esta edición no está la explicación de las abreviaturas del primer tomo, la lista de colaboradores, ni la pauta para la colocación de las láminas que aparece en la edición inicial, pues ahora ya no se vende por cuadernos sino completa. Igualmente, el título varía un poco con respecto al inicial (Prieto García-Seco 2007: 101). Además su presentación es de calidad inferior a la hecha en Barcelona. El motivo por el que puede hablarse de una calidad por debajo de la de la edición original se debe a varias razones, entre las cuales he podido observar, en coincidencia con algunos comentarios al respecto de Prieto García Seco (2007: 101), que: 1. Se usa un papel más delgado que hace que la página se transparente. 2. La impresión es menos limpia. Hay caracteres borrados, o por el contrario exceso de tinta. 3. Las imágenes intercaladas pierden definición (algunas de las ilustraciones de monedas antiguas se ven casi totalmente negras) y en ocasiones se nota la línea de corte en la película, claramente visible en la entrada culeba, por ejemplo. 4. La ilustración de inicio de letra, en la que la letra aparecía en rojo en la edición original (§ 2.1.1.), pierde este punto de color y queda simplemente en negro. 5. Igualmente, las láminas aparte a color pierden nitidez y hay cambios a nivel cromático. Aunque los mapas sí ganan calidad. 6. Una evidencia de lo poco meticulosa que fue la edición, y que hace pensar que los cambios existieron aunque fueran mínimos, es que al cambiar lo que contenía cada tomo (eliminar la división del quinto tomo, reducir páginas en un tomo y llevarlas a otro)46, las páginas que movían a otro volumen conservaban su vieja paginación. Así por ejemplo el tomo 5 comienza en la página 1108, del original tomo 4, y al llegar a la 1292 comienza otra vez, ahora con el número 2 del original tomo 5 1ª parte. Para observar los cambios en el contenido de cada tomo con respecto a la edición original véase Cuadro 3 (capítulo II). 46 86 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL En lo que se refiere a cambios en la redacción, determinar qué se añade o se cambia exactamente requeriría una comparación exhaustiva que en esta investigación no ha podido realizarse por el tiempo que exige. Pero por unos pocos hallazgos al menos sí puedo decir que efectivamente se realizaron algunas variaciones con respecto al original. Una novedad es que hay nuevas láminas aparte, como la que acompaña el artículo de Hernando Magallanes, que reproduce un cuadro de Brierly donde se ilustra el descubrimiento del estrecho de Magallanes47. Las láminas de la primera edición siguen estando, aunque en el caso de la del artículo Luna se elimina la hoja de papel calcante que precedía la lámina y mostraba los cráteres lunares. En cuanto al texto pueden citarse ejemplos de eliminación y de cambios o añadidos. Lo primero, la eliminación de texto, se observa por la reorganización de las palabras que contiene cada volumen. Al combinar páginas de más de un volumen, como se dijo en el punto 6., la paginación se conserva como en el original. Pero en el caso de las páginas que terminaban un volumen y comenzaban otro, como se construye una página nueva, las modificaciones son obligadas, y en ciertos casos la eliminación de artículos. Para que quede esto claro presento aquí el ejemplo del tomo 5 de la edición Jackson al que se aludió en el mismo punto 6. Las siguientes imágenes corresponden a las páginas originales y a la página reorganizada para la edición de Jackson. Esta lámina no tiene como «dueño» la editorial Montaner y Simón, mientras que las que salen de la edición original conservan la marca inferior en que se leía «Montaner y Simón (editores)». 47 87 PILAR PARDO HERRERO Fig. 4 Última página del tomo 4 original, p. 1292 (Fte. BC) 88 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Fig. 5 Parte de la primera página del tomo 5 1ª parte original (Fte. Bibl. Com. UAB) 89 PILAR PARDO HERRERO Fig. 6 Parte de la página 1293 del tomo 5 de Jackson. Página con una nueva composición (Fte. Universitat de València) 90 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Como puede observarse a través de la comparación entre estas fotografías, la página 1293 del tomo 5 de Jackson es una combinación entre la última del tomo 4 original y la primera del tomo 5 1ª parte. La nueva composición de la página es relevante como muestra del trabajo editorial, pero lo que aquí más interesa es que para conseguir que todo cuadrara y la siguiente página no debiera ser modificada, se eliminan seis artículos, todos con marca de geografía: Ceza, Cezana, Cezar, Cezeda, Cezura y Cezures de la original página 1292, y la entradilla de Cía, también de geografía, de la página 1 del tomo 5 1ª parte original. En cuanto a cambios y añadidos pueden citarse como ejemplo los artículos Cuba y Puerto Rico, que era factible que fueran editados por los cambios sucedidos48. En el artículo s.v. Cuba (tomo 6: 1468-1470) se encuentran varios cambios. En la p. 1468, en la primera y segunda columna hay pequeñas variantes. La p. 1469 está toda escrita de nuevo, no para cambiar el contenido (salvo una coma añadida y otra eliminada, un nombre sin tilde y un apellido cambiado) sino para ganar algunos renglones y así al final del artículo, en la p. 1470, reformular la culminación y hacer referencia a que información más actualizada se ubica en los apéndices. En el artículo s.v. Puerto Rico (tomo XVII: 595) lo que he podido ver es que no hay cambios pero en la página en que comienza, en el margen inferior izquierdo, bajo la caja original, hay una nota marcada con asterisco que dice: «Los datos estadísticos, históricos, etc., contenidos en este artículo, se refieren a fechas anteriores á 1895. Los informes referentes á fechas posteriores, se encontrarán en los apéndices». Los cambios aquí mencionados en el caso de los artículos sobre Cuba y Puerto Rico resultan importantes aunque son insuficientes, pues en los temas históricos, y biográficos, sucedidos hasta esta edición, de los años veinte, el DEHA se presenta como una obra no actualizada, con valor sobre lo ocurrido previamente, pero no absolutamente actual. 1.2.4.2. Consulta y uso del DEHA Sumado a los hallazgos de publicaciones que se hacen eco de la circulación del DEHA, resulta aún más significativo hallar textos en que la obra sea citada. Encontrar A primera vista no parece que haya cambios, pero al detenerse es posible notar que hay una fuente tipográfica ligeramente distinta para el texto. El cambio de la tipografía es en esta edición sinónimo de modificaciones. Además es útil para facilitar el descubrimiento de otros casos de variación del contenido. 48 91 PILAR PARDO HERRERO documentación de la época en que el diccionario sea una fuente, o que se le mencione para criticarlo, por ejemplo, es la mejor manera de comprobar que tuvo lectores que le dieron un determinado valor. Los ejemplos de documentos que se presentan aquí corresponden a lo que he podido localizar en la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España, cuya herramienta de búsqueda en línea ofrece importantes datos. En general el DEHA se utiliza como fuente de referencia fidedigna, aunque en ocasiones lo que se leen son críticas. Las publicaciones en que se hallan ejemplos son las españolas Revista contemporánea, Por esos mundos, Alrededor del mundo, Siglo Futuro, El Liberal, El Imparcial, y dos americanas: Álbum ibero-americano y Caras y caretas. En cuanto al uso como obra de referencia se encuentran varios testimonios. En El Liberal los ejemplos proceden de la sección «El Averiguador Popular» de los años 1899 y 1900. Quienes redactan esta sección utilizan en varias oportunidades el DEHA para dar información histórica (sobre la misa del asno (22/02/1900), sobre la moneda (2/04/1900)), biográfica (sobre el cardenal Cisneros (7/02/1900)), lingüística (sobre qué es el corsé (2/10/1900), sobre qué es un rey de armas (3/06/1900)) o etimológica (Aranjuez (6/03/1900)). Para dar información etimológica también hay un ejemplo en la revista Por esos mundos (7/07/1900), donde usa el DEHA para dar la etimología de la palabra baturro dentro de la sección «Preguntas y respuestas». Igualmente se contempla el DEHA como obra bibliográfica completa en español en temas que hasta entonces no se habían tratado tan extensamente. Ese sería el caso de la cerámica, que en Alrededor del mundo (29/04/1908) dice que el DEHA es uno de los pocos ejemplos de bibliografía española sobre el tema. En esa misma revista se subraya la importancia dada a la incorporación de ejemplos de uso en una respuesta de la sección «El Averiguador Universal». Allí, a la pregunta de si se dice azarar o azorar, responde Francisco de P. Chabrán (Alrededor del mundo 26/07/1900) que se usa el verbo azorar, y no azarar, cuando se refiere a sobresaltar, conturbar o alarmar, y para comprobarlo usa ejemplos sacados del DEHA, del cual añade que es un «diccionario de autoridades, como debía serlo el de la Academia de la Lengua». Por su parte en El Imparcial se encuentra citado el DEHA en un artículo sobre el centenario de El Quijote en la sección «Revista literaria» (25/04/1904), para decir que allí hay cierta información acerca de Miguel de Cervantes, cuyo artículo biográfico califica de «excelente». 92 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL En la Revista contemporánea hay varios números en que se alude al DEHA. Uno de ellos es en el tomo XCII (RC octubre-diciembre 1893: 500), donde aparece en un artículo sobre cómo denominar la cría de un pez en entorno artificial. Allí la referencia al DEHA sirve para intentar comprobar que los diccionarios más importantes, entre los que se contaría el DEHA, y que no caen en galicismos no contienen las voces alevín ni alevino, que serían las propuestas por los estudiosos más afrancesados. En general es un artículo sobre el tema de los neologismos, pero se cita aquí simplemente por la referencia puntual al DEHA. En el tomo CVIII (octubre-diciembre 1897: 406), en un artículo titulado «Examen de la cuestión cubana», se habla del sistema español de tutoría en Cuba, y se cita el DEHA como «una de las principales modernas autoridades históricas españolas». Un pequeño apunte en el tomo CXXXIV (enero-junio 1907: 557), repite el uso de la obra como fuente de biografías, en este caso de Alejandro Petöfi. Son interesantes a su vez los ejemplos de Siglo Futuro. En el número del 7/12/1901 se copia una información aparecida en El Liberal acerca de los salicilatos del doctor Vivas Pérez, por lo buenos que son, por la fama que han alcanzado y para hacer referencia a un uso comercial indebido por parte de una empresa alemana49. Para dar autoridad al texto en lo concerniente al compuesto y al doctor que lo prepara se cita el DEHA: Los salicilatos –dice el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, tomo XVIII– se han generalizado mucho en terapéutica. El de bismuto y cerio, por ejemplo, aconsejado por Vulpian, Hayem y otros médicos franceses en el tratamiento del cólera morbo asiático, se emplea en la actualidad para modificar la superficie del tubo digestivo y curar los vómitos y diarreas más rebeldes. El doctor Vivas Pérez, farmacéutico de Almería, lo prepara con especial esmero. Un tiempo después, en el número del 22/03/1902, en la sección «Noticias varias», siguiendo la misma información se aconseja a los lectores que consuman los salicilatos. El texto dice: Próxima la época de primavera en que tan frecuentes son las indisposiciones del tubo digestivo, consideramos conveniente decir que según el Diccionario Enciclopédico Hispano Americano, tomo XVIII, los Salicilatos de bismuto y cerio, que con especial esmero prepara el farmacéutico de Almería Sr. Vivas Pérez, aconsejado por eminentes profesores, se emplean en la actualidad para modificar la superficie del tubo digestivo y curar los vómitos y diarreas más rebeldes. Las palabras de la publicación siguen muy de cerca el DEHA, re-redactándolo. Para actualizarlo cierran la noticia diciendo que «recientemente» el mismo farmacéutico En El Liberal aparece en varios números la referencia a los salicilatos del Dr. Vivas Pérez. El artículo más extenso y completo es el del 20/01/1900 titulado «Almería científica. Salicilatos de bismuto y cerio de Vivas Pérez» y escrito por Eduardo Rosón. No se ha podido ubicar el número que dice Siglo futuro que reproduce. 49 93 PILAR PARDO HERRERO prepara con los salicilatos pastillas comprimidas que dan un mejor resultado, dato que recoge lo que la misma publicación incluyó el 7 de diciembre anterior. Estos ejemplos son los que muestran de modo más claro la credibilidad que tenía el DEHA, que no solo correspondía a su contenido lingüístico ni histórico, sino científico. Lo que se ha encontrado en las publicaciones americanas corresponde, en el caso del Album ibero-americano (30/07/1909), a tenerlo presente para decir que incluye las palabras estafeta y cartería; en referencia a obras en las que se hallan palabras con el significado que el Doctor Thebussem, seudónimo de Mariano Pardo de Figueroa y de la Serna, sugirió a la Real Academia. El DEHA las contendría por seguir el lemario académico. En Caras y caretas hay un par de apariciones del DEHA, hasta donde he podido encontrar, una en 1918 y otra en 1921. La primera (C. y C. 1046: 6), aparece en la sección «Consultorio de Caras y caretas». Se hace referencia al DEHA para responder a la pregunta de cuál es la montaña más alta del mundo. El texto de respuesta inicia diciendo que no hay dos autores que den la misma altura a una montaña, por lo que una contestación definitiva es hasta ese momento imposible todavía. Para intentar al menos dar algunos datos de fuentes confiables, comienza con el que da el DEHA, «donde parece han de estar compilados los datos más exactos y veraces», sobre el Aconcagua. Seguidamente da otras estimaciones sobre su altura, que demuestran la dificultad de conocer su altitud real, y luego pasa a hablar de algunas cumbres del Himalaya entre las que podría estar la más alta del mundo. Como se ve, es el mismo tipo de uso que antes se ha observado en publicaciones españolas, es decir, tener el diccionario como una de las obras de referencia en este tipo de secciones en que los lectores hacen preguntas. El DEHA puede responder o no la pregunta, pero en cualquier caso su contenido es valorado. El segundo ejemplo (C. y C. 1194: 45) aparece en la sección «Para los niños», dedicada en esa ocasión al ciempiés. Empieza el texto remitiéndose a la definición del DEHA, que dice que es un insecto pequeño, venenoso y con alas, para desmentirlo después diciendo, con razón, que no es un insecto ni tiene alas. En este caso, por tanto, la obra es citada para ser corregida50. A favor del DEHA, se ha de decir que la definición está tomada del diccionario de la Academia de 1884 (que en 1899 ya pasa a definir el ciempiés como un miriópodo). Además, en la entrada escolopendra, después de la definición inicial que remite a ciempiés, en el artículo enciclopédico sí dice que es del género de los miriópodos, quilópodos y describe las varias especies en que se ha dividido, especies que son citadas al final del artículo referido de Caras y caretas, aunque no puede decirse que el mismo DEHA sea su fuente. 50 94 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL En cuanto a las críticas, se han encontrado varios ejemplos procedentes de las mismas publicaciones vistas arriba. La mayoría más que duras críticas son observaciones sobre informaciones que el DEHA no contiene. Un primer ejemplo consiste en la queja de un lector (Alrededor del mundo 12, 25/08/1899) que no encuentra una serie de palabras, que piensa que deberían estar en los diccionarios de lengua castellana, ni en el diccionario académico ni en el DEHA ni uno publicado por Espasa «hace un año»51. Un segundo ejemplo, en la Revista contemporánea (CXXIV enero-junio 1902: 190, 197 y 202), aparece en un artículo de contestación por El Curioso Barcelonés al Averiguador Popular de El Liberal sobre las posesiones españolas en el Golfo de Guinea. Más que significar que la información del DEHA es errónea, usa el diccionario para ofrecer datos allí incluidos que enfaticen en su percepción de que esas posesiones no eran bien conocidas pues las informaciones que encuentra son diferentes según la fuente. Otro ejemplo es sobre una lámina a color de un palio conservado en Vic en el tomo 20 s.v. tapicería, también en un texto réplica a un artículo del Averiguador por El Curioso Barcelonés en la Revista Contemporánea (CXXVI enero-junio 1903: 472-473). Allí nos dice que si bien la lámina da idea del palio, el color del fondo no es del rojo carmesí que allí se ve ni el dibujo es verde aceituna. Otro ejemplo en la publicación Alrededor del mundo (23/11/1905) está en la sección «El Averiguador Universal», donde respondiendo a la pregunta de dónde se puede encontrar un biografía del literato José Iza, se dice que el DEHA no la contiene y en el catálogo de Osorio y Bernard apenas hay seis o siete líneas. Aunque el DEHA se cita por no tener información, el hecho de que sea tenido en cuenta sugiere que se consideraba una obra cuya sección de biografías era bastante completa, cosa que se comprueba teniendo presentes otros ejemplos dados antes en que se cita el DEHA para obtener o comentar una biografía. Un último ejemplo está en la sección «El Averiguador Popular» de El Liberal (13/02/1900), a la pregunta sobre la procedencia de la expresión «estar en Babia» responde citando el DEHA, para luego decir que considera que lo que dice no es verdad. Como puede verse, es general la aceptación del DEHA como una obra de referencia confiable y que contempla información sobre los temas más diversos. Ni Las palabras que dice no están en ningún diccionario son: bicicleta, infundio, interfecto, institutriz, jingoismo, mareorama, napolitana (pastillita de chocolate), leontina, ñáñigo, paella y radiografía. Varias de ellas se incorporan en el DRAE de 1899, que no habría podido ver aún quien escribe, otras entrarán después, y dos de ellas nunca han entrado (mareorama y napolitana). En cuanto al DEHA, seis de las palabras las incorpora en el apéndice primero (radiografía) y en el segundo (bicicleta, interfecto, institutriz, ñáñigo, paella). 51 95 PILAR PARDO HERRERO siquiera las críticas son contundentes, sino apenas normales (ningún diccionario incluye todas las palabras, la información contenida puede ser parcial por las fuentes disponibles, la calidad de los colores puede no representar tal cual la realidad). Será con el tiempo que el DEHA perderá sus lectores, dejará de ser consultado. Pero eso no quita que para los contemporáneos a su publicación fuera una obra que merecía su confianza. 1.2.4.3. El DEHA en las bibliotecas americanas Según se puede establecer al buscar el DEHA en distintas bibliotecas iberoamericanas, este diccionario hace parte de archivos de universidades de toda la península, así como de la Biblioteca de Catalunya, la AECI y el CEPC (baste para verlo una búsqueda simple en el catálogo colectivo del Rebiun), y la Biblioteca Nacional. Tanto la edición de Montaner y Simón como la de Jackson se encuentran en España, no así la de la Sociedad Internacional. Así mismo, se puede encontrar el DEHA en distintas bibliotecas latinoamericanas, en algunos casos sin poder establecer de qué edición se trata: Biblioteca Nacional de Argentina (edición de Barcelona 1887-1910 y edición de la Sociedad Internacional de 1912) Biblioteca Nacional de Chile (edición de Montaner y Simón y la de la Sociedad Internacional) Biblioteca Nacional de Colombia (edición de Montaner y Simón y de Jackson) Biblioteca Nacional de México (edición de Montaner y Simón) Biblioteca Nacional del Perú (edición de Montaner y Simón, la de la Sociedad Internacional y la de Jackson) Biblioteca Nacional de Venezuela Aunque no ha podido realizarse una búsqueda detallada en las bibliotecas universitarias y generales latinoamericanas, se pueden mencionar algunas en las que también se encuentra el DEHA, aunque como en el otro caso no siempre se sabe cuál es la edición: Biblioteca central de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (edición de Montaner y Simón y Jackson) Biblioteca Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (edición de la Sociedad Internacional) 96 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL - Biblioteca central de la Universidad Católica Argentina (edición de Montaner y Simón) Biblioteca central de Rosario de la Universidad Católica Argentina (edición de la Sociedad Internacional) Biblioteca San Joaquín y Biblioteca de humanidades de la Universidad Católica de Chile (edición de Montaner y Simón) Biblioteca de Teología de la Universidad Católica de Chile (edición de Jackson) Biblioteca de Derecho y Comunicaciones de la Universidad Católica de Chile (edición de la Sociedad Internacional) Biblioteca del Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar IPARM de la Universidad Nacional de Colombia (edición de Jackson) Biblioteca de Filosofía y Teología Mario Valenzuela de la Universidad Javeriana en Bogotá (edición de Montaner y Simón) Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá (edición de Jackson) Biblioteca Casa Gómez Campuzano en Bogotá (edición de Jackson) Biblioteca Alfonso Patiño Rosselli del Banco de la República sucursal Tunja (Colombia) (edición de Jackson) Biblioteca del Banco de la República sucursal Sincelejo (Colombia) (edición de Jackson) Biblioteca Darío Echandía del Banco de la República sucursal Ibagué (Colombia) (edición de Jackson) Biblioteca Municipal Raúl Cepero Bonilla de Sagua la Grande (Cuba) (edición de Montaner y Simón-Jackson, incompleta)52 En varias de las bibliotecas de la Universidad Nacional Autónoma de México, hay ejemplares del DEHA: Instituto de Investigaciones Filológicas, Biblioteca Central, Facultad de Contaduría y Administración, Facultad de Derecho, Instituto de Biología, Facultad de Filosofía y Letras, Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Permanente de Extensión en Debo este dato al encargado de la Biblioteca de Sagua, Roberto Hernández Alonso, por intermedio del poeta cubano afincado en Sabadell Adel Pereira. Pereira además cuenta que en sus años de estudiante utilizó el DEHA, con lo que la recepción de la obra (al menos en Cuba) se amplía durante gran parte del siglo XX. La edición de la mencionada biblioteca no tiene año, en el pie de imprenta dice que se hizo en Nueva York, y que es conjunta: Editores Montaner y Simón y W. M. Jackson inc. Además indica Hernández Alonso que está la lista de colaboradores de la edición original. Estos datos me hacen considerar que esta edición no es la misma Jackson comentada en el apartado 1.2.4.1.b., o al menos que es otra reedición. El problema bibliográfico de las ediciones del DEHA sigue, pues, abierto. 52 97 PILAR PARDO HERRERO San Antonio. La ficha general dice que la edición es la de Jackson, pero habría que revisar los distintos ejemplares para estar seguros. Biblioteca central de la Universidad Católica del Perú (posiblemente la edición de Jackson) En Buenos Aires también se encuentran algunos volúmenes en la Biblioteca del Club del Progreso53. Además de la comprobación sobre la recepción, particularmente en América, que indica encontrar el DEHA en diversas bibliotecas, los envíos realizados por la editorial de los cuadernos del diccionario a sus distintos representantes americanos dejan saber más sobre el volumen de ventas realizadas allí. Esa información aparece en los libros contables diarios a los que se ha hecho mención con anterioridad (§ 1.2.1.1.). Si bien la cantidad exacta que se imprimió de cada cuaderno y cuántos se enviaron de cada uno a los representantes no está determinada, el seguimiento de uno de ellos da una idea general de lo importante que era el mercado americano así como de qué ciudades era a las que se mandaban más ejemplares. El caso particular es el del cuaderno 67 (que si cada cuaderno tiene 48 páginas correspondería al tomo 3). De este cuaderno, impreso en junio de 1888, se hacen un promedio de 8.500 ejemplares (Diario, tomo 4, p. 8). En el mes de julio se distribuye a América, donde según los datos del libro contable se envían 2.175 ejemplares, es decir algo más de un 25%. A continuación se ofrecen las cantidades por ciudades de mayor a menor: Buenos Aires: 700 ejemplares. La Habana: 400 ejemplares. Chile: 314 ejemplares. Veracruz (México): 300 ejemplares. Montevideo (Uruguay): 300 ejemplares. Puerto Rico: 126 ejemplares. Guayaquil (Ecuador): 25 ejemplares. Caracas: 10 ejemplares. Este club fue fundado en Buenos Aires en 1852, situándose en los primeros años en la calle Perú nº 135. Hoy se encuentra en una casa más modesta en la calle Sarmiento 1334. Fue establecido por la élite bonaerense. A él pertenecieron gran parte de los presidentes de la Argentina en esa segunda mitad del XIX. Sobre la biblioteca, cabe decir que cuando la visité su fondo antiguo no estaba organizado. En su época de esplendor debió ser una biblioteca interesante, pero el descuido ha hecho que muchos de sus libros hayan desaparecido o se hayan dañado. Del DEHA hay 3 tomos (14, 18 y 20) con el encuadernado muy desmejorado, posiblemente lo hayan tenido completo. 53 98 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Aunque la cifra de impresiones de cada cuaderno varía, el caso referido permite corroborar con números la importancia del mercado americano para la editorial, y en particular para el DEHA, además de la propia recepción de la obra. También permite notar que la ciudad que más distribuye ejemplares es Buenos Aires, lo que a su vez ayuda a comprender porqué allí tuvo lugar esa segunda edición, la de la Sociedad Internacional, y se publicitó de un modo tan relevante en la revista Caras y caretas, analizada anteriormente (§ 1.2.3.2.a.). 1.3. EL DEHA EN LA HISTORIA DE LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA Estudios como el de Seco (2003: 259-333) sobre diccionarios anteriores a 1900, el de Ruhstaller (2003: 235-261) sobre las obras de la Academia, el de García Platero (2003: 263-280) sobre la lexicografía no académica de los siglos XVIII y XIX y el de Azorín Fernández (1996-1997: 111-122) sobre lexicografía española decimonónica, entre muchos otros acerca de la lexicografía española, nos ofrecen un panorama de la historia diccionarística que precede al DEHA. De ese proceso, dos cuestiones son para este trabajo fundamentales: el inicio de la lexicografía académica con el Diccionario de Autoridades en 1726 cuyos siguientes repertorios son casi los únicos de lengua general durante un siglo aproximadamente, y segundo, relacionado con ese dominio, la reversión de esa situación con la salida a la luz de múltiples trabajos lexicográficos no académicos durante el siglo XIX. Aunque el DEHA muchas veces no es mencionado como parte de ese florecimiento lexicográfico, hizo parte de él, siguiendo una tendencia también asumida por otros como era ofrecer en su repertorio el caudal léxico del DRAE (aunque sin declararlo) y completarlo, en su caso tanto a nivel de lengua general como restringida, a lo que se suma su opción de retomar el uso de autoridades como complemento de las definiciones y la incorporación de nombres propios, el conjunto de léxico de carácter más enciclopédico. Antes de que el DEHA se publicara ya el diccionario de la Academia iba por su 12.ª edición, la de 1884, y durante todo el siglo XIX se habían publicado diversos repertorios no académicos, como el de Taboada (1825), el de Peñalver (1842), el de Salvá (1846), el inconcluso de Castro (1852) o el de la Sociedad Literaria (1853), que se presentaban como obras alternativas a la norma académica (Azorín Fernández 1996: 111). Además, en América aparecieron diccionarios como el de Pichardo (1836), de 99 PILAR PARDO HERRERO voces cubanas. Sumado a esto, había diccionarios especializados, y también destacan los etimológicos, gramaticales, políticos, de refranes y de rima (García Platero 2003: 273). En cuanto a obras enciclopédicas en castellano, denominadas así en su título, aparecieron algunas en el mercado peninsular antes del DEHA: Enciclopedia española del siglo XIX, Biblioteca completa de Ciencias, Literatura, Arte, Oficios, por una sociedad de literatos. Madrid: Editorial Boix, 1842-1845, 4 volúmenes. Enciclopedia moderna: Diccionario universal de literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y comercio. VV. AA. Madrid: Establecimiento Tipográfico de Mellado, 1851-1855, con apéndices hasta 1865. 37 volúmenes (34 texto, 3 atlas). Diccionario enciclopédico de la lengua española: con todas las vozes, frases, refranes y locuciones usadas en España y las Américas españolas, en el lenguaje común antiguo y moderno; las de ciencias, artes y oficios; las notables de historia, de biografía, de mitolojía y geografía universal, y todas las particulares de las provincias españolas y americanas / por una Sociedad de personas especiales en las letras, las ciencias y las artes, los señores Don Augusto Ulloa .. [et al.]. y revisado por Domingo Fontan ... [et al.] y ordenado por Nemesio Fernández Cuesta. Madrid: Imprenta y Librería de Gaspar y Roig, Editores, 1853-1855. 2 volúmenes. Hay varias ediciones. Diccionario universal de la lengua castellana, ciencias y artes: enciclopedia de los conocimientos humanos. Escrito bajo la dirección de D. Nicolás María Serrano con la colaboración de reputados y distinguidos escritores. Madrid: Astort hermanos, editores, 1875-1882. 16 volúmenes. Enciclopedia Popular Ilustrada de Ciencias y Artes Formada con arreglo á la Enciclopedia iconografica y el Conversations lexicon de Alemania. Madrid: Gras y Comp., 1881-1885. 4 tomos en 8 volúmenes54. Un diccionario no enciclopédico pero importante de mencionar por su contenido de ciencia y técnica es el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana de Esteban de Terreros y 54 Philippe Castellano (2000: 98-103) menciona algunas otras obras en su listado de realizaciones que preceden a la Enciclopedia Espasa. 100 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Pando, publicado en Madrid en la imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía entre 1786 y 1793 en 4 tomos. En el siglo XIX hay que mencionar también la obra de Ramón Joaquín Domínguez, el Diccionario Nacional o Gran Diccionario Clásico de la Lengua Española (1846-47) en dos volúmenes, que según estudiosos como Esparza Torres (1999: 49) y García Platero (2003: 271) podría considerarse el primer diccionario enciclopédico editado en España aunque no contenga el adjetivo en su título, pues incluye en su macroestructura información claramente enciclopédica, como los artículos históricos, geográficos, biográficos y mitológicos (Iglesia 2008: 84). Al contexto propiamente español se suma la situación de la lexicografía en el resto de Europa, en particular la de las enciclopedias, que es el tipo de obra que quiere emular Montaner y Simón. El diccionario de los editores catalanes, aparte de querer abarcar la lengua general, tiene como objetivo contener la lengua de la ciencia y de la técnica e incluir «todo» el conocimiento humano, de ahí que se llame enciclopédico. Esa tradición enciclopédica está marcada, principalmente, por la Encyclopédie francesa (1751-1772), a su vez influenciada por la Cyclopaedia de Chambers (1728), que proponía una nueva sistematización del conocimiento y su recopilación. Sigue a esta la Enciclopedia Británica, editada por primera vez entre 1768 y 1771; y en Alemania el Conversations-Lexikon (1796-1808), que en su segunda edición (1812-1819) tiene el nombre más conocido de Enciclopedia Brockhaus. En Alemania hay que mencionar también el diccionario de Meyer (1839-1855) en 52 volúmenes; y volviendo a Francia, los diccionarios de Larousse: Grand Dictionnaire universel du XIX siècle (1864-90, 15 volúmenes) y el Nouveau Dictionnaire illustré (1864), que fueron muy influyentes en España y muy bien recibidos en América. Todas estas publicaciones señalan la existencia de un público interesado en este tipo de obras en todo el continente europeo durante el siglo XVIII y XIX. España no quería quedarse atrás, y como se vio en la lista de arriba, durante el siglo XIX se acometen varios intentos, entre los cuales el diccionario de Montaner y Simón es el último y más esforzado de esa centuria, llegando hoy a ser considerado como la primera enciclopedia española moderna. Al interés español se añade el americano. Los editores franceses ya habían visto a inicios del XIX que las naciones recién independizadas daban nuevas posibilidades (Seco 2003: 260-1). Así que al ir reestableciéndose el contacto entre ellas y España, los peninsulares encuentran de la misma forma oportunidades de negocio. 101 PILAR PARDO HERRERO En cuanto a las influencias del DEHA, las obras extranjeras mencionadas sirven no solo como modelo sino como fuente. En el artículo enciclopédico s.v. enciclopedia del DEHA, que realiza un recorrido histórico iniciado en Grecia y tiene como base el texto que aparece en la Enciclopedia Británica en su 9.ª edición (1875-1889), el valor de la obra de Brockhaus es clarísimo; se afirma, traduciendo textualmente la obra inglesa, que: «Ninguna enciclopedia ha sido más útil, ha tenido mejor éxito, ni ha sido tan copiada, imitada y traducida como la conocida por el título: Konversation Lexicon, de Brockhaus»55. Más claro aún es ver en la lista de obras que Benot le entrega a Pagès en marzo de 1886, la mención a estas obras: Brockhaus, Meyer y Enciclopedia Británica (véase Apéndice 2, Fig. 9a). Ya en el siglo XX, al mismo tiempo que se publica el segundo apéndice del DEHA, en 1908 aparece en el mercado la conocida enciclopedia publicada por José Espasa, conocida como la Espasa. Philippe Castellano (2000: 150) en su completo libro sobre esta obra, señala como algunas razones de su triunfo la modernidad del editor al mirar obras alemanas y el acierto al dejar de lado la labor que hizo con la obra de Delfín Donadiu (el Diccionario de la lengua castellana con la correspondencia catalana, que tiene algunos parecidos físicos con el DEHA). Castellano tiene razón en su apreciación positiva de las decisiones de Espasa, pero hay que notar que el DEHA también miró a Alemania. El Konversation Lexikon de Meyer pudo ser la fuente de varios aspectos del DEHA a nivel de contenido —ya vimos en las cartas de Pagès que en un momento los editores pensaron traducir de allí los artículos. En la obra germana también vieron Montaner y Simón que esta se enriquecía con mapas e ilustraciones (§ 2.1.4.3.), complementos gráficos que la casa catalana opta por incluir en su publicación. Los editores del DEHA, sin embargo, con decisiones como un tamaño de diccionario muy grande (Pagès 11/10/1900 dice «no puede U. figurarse lo incómodos que son estos tomazos de Diccionario Enciclopédico para manejarlos á menudo»), la falta de bibliografía organizada, sumado a los grandes cambios que trae consigo el siglo XX, entre otras razones, pudo contribuir al olvido en que cayó mientras la Espasa consiguió Esta frase, en varias páginas de Internet, dice que aparece en la Enciclopedia Británica en su 11.ª edición, la de 1911. La frase puede leerse en esa edición en el artículo encyclopaedia (vol. IX, p. 381): «No work of reference has been more useful and successful, or more frequently copied, imitated and translated, than that known as the Conversations-Lexikon of Brockhaus». Sin embargo, en la 9.ª edición (1875-1889), que se considera la más académica, ya aparece, aunque con un cambio mínimo en el inicio (vol. VIII, p.203): «No encyclopaedia has been more useful and successful, or more frequently copied, imitated, and translated, tan that known as the Conversations Lexicon of Brockhaus». Esta confirmación resulta importante pues si se considerara como primera aparición de la afirmación la edición de 1911, significaría que el DEHA no habría seguido a la Británica, sino al contrario. 55 102 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL todo el éxito y protagonismo56. Igualmente, pese a las novedades de la Espasa, debe anotarse que entre las fuentes de esta enciclopedia estuvo el DEHA, como se comprobó al revisar las biografías de colaboradores (§ 1.2.2.1.b.) y como lo apunta también Castellano (2000: 206-214) al hablar de las denuncias de José Pérez Hervás a la Espasa referidas al no pago de derechos de autor. Además de la Espasa destaca también por su popularidad en el inicio de siglo el Diccionario Salvat (1906-1914, 9 volúmenes más dos de apéndices) y la Enciclopedia Ilustrada Seguí (1906-1912, 12 volúmenes), ambas publicadas al mismo tiempo que el segundo apéndice del DEHA (Castellano 2000: 105-107). Aunque en el capítulo IV se hablará de las influencias del DEHA en algunos repertorios relevantes del siglo XX, particularmente el diccionario de Alemany, puede dejarse aquí anotado que ese uso hace que el legado del DEHA continúe. El Diccionario Enciclopédico de Montaner y Simón merece un lugar en la historia de la lexicografía española, tanto como heredero de obras extranjeras y españolas, como por su propuesta lexicográfica y su contendido, que según se ha podido ver y se hará aún evidente en los próximos capítulos, dejó una huella en la que hasta ahora muy pocos se han detenido. 1.4. QUÉ ENTIENDE EL DEHA POR DICCIONARIO Y ENCICLOPEDIA Para terminar con este capítulo sobre el DEHA como proyecto editorial, resulta importante realizar un breve comentario sobre su definición como diccionario enciclopédico. Para hacerlo es indispensable partir de qué se entendía por diccionario y por enciclopedia en el momento en que se gesta y publica el DEHA. El Diccionario de la Academia de 1884 define así los términos: Diccionario. (De dicción) m. Libro en que por orden alfabético se contienen y definen ó explican todas las dicciones de uno ó más idiomas, ó los de una ciencia, facultad ó materia determinada. ║ Catálogo numeroso de noticias importantes de un mismo género, ordenado alfabéticamente. Enciclopedia. (Del gr. έγκυκλοπαιδεία; de, έγκυκλος circular, y παιδεία, instrucción.) f. Conjunto de todas las ciencias. ║ Obra en que se trata de muchas ciencias. ║ Conjunto de tratados pertenecientes á diversas ciencias ó artes. Otra razón para el triunfo de la Espasa podría considerarse la relación de Espasa-Calpe con la impresión del DRAE, un negocio muy bueno y una conexión excelente. La relación entre la Real Academia y Espasa también está en que en 1911 la Academia da luz verde para comprar la enciclopedia Espasa para las bibliotecas públicas, lo que pone la obra en “todas” partes (Castellano 2000: 328-329) con un respaldo de elevadísimo nivel. 56 103 PILAR PARDO HERRERO Por su parte, el DEHA reproduce las definiciones de la Academia. En diccionario a cada acepción añade un ejemplo de uso, y luego aparece un artículo de tres páginas muy interesante sobre la palabra en el que se aprecian matices y se ofrece mucha más información. Algo importante es que no dice que deba contener «todas» las palabras, sino «una colección de las palabras de una lengua ó dialecto, ó materia». Tampoco se cierra al orden alfabético, pese a considerarlo el más conveniente por su seguridad y facilidad, sino que contempla que puede estar ordenado de otras maneras (orden etimológico; ideológico, aunque no lo llama así sino que lo explica de otro modo: «colocar todas las palabras según las ideas principales […] de manera que todas las que se refieren á un asunto aparezcan juntas»). Indica a su vez las otras posibilidades de denominación, como Vocabulario o Índice, y diversos términos relacionados como glosario. Se halla también comentado el debate de si se deben o no admitir para un diccionario de la lengua todas las palabras o realizar una selección, con los argumentos en ambos sentidos, sin posicionarse, pues el autor considera su deber exponer más no juzgar. En el texto asimismo se habla de la 12.ª edición del DRAE (RAE: 1884) y se cita parte del prólogo, destacando la incorporación de voces técnicas, que antes la Academia Francesa también debió aceptar. El artículo, tras comentar los diccionarios desde una perspectiva teórica, pasa a hacer su historia, deteniéndose en particular en la española, limitándose a hablar del diccionario de Covarrubias y de los de la Academia, especialmente del primero. La parte final la cito a continuación por su referencia directa al diccionario enciclopédico: … finalmente existe otra clase de diccionario, llamados enciclopédicos, de los cuales no se trata en este artículo, pues por su semejanza con las obras llamadas enciclopedias parece conveniente dejar su estudio para el artículo correspondiente á aquéllas. V. ENCICLOPEDIA. En la entrada enciclopedia del DEHA, aparecen las acepciones de la Academia, las dos primeras acompañadas por un ejemplo de uso, y un largo artículo que consiste básicamente en la historia de las enciclopedias, el cual sigue el texto de la Enciclopedia Británica en su 9.ª edición, como se señaló anteriormente. En el final, que no sigue el texto inglés, se encuentra de nuevo una referencia al diccionario enciclopédico para decir cuál es la diferencia entre este y la enciclopedia: [La diferencia e]striba en el plan. Las enciclopedias, como la Británica, presentan las materias reunidas, formando tratados distintos, y las voces técnicas se explican haciendo referencias al tratado ó ciencia á que pertenecen. Síguese en estas obras, dentro de este plan, el orden alfabético. En los diccionarios enciclopédicos todo está supeditado al orden alfabético exclusivamente. 104 CAPÍTULO I. EL DEHA COMO PROYECTO EDITORIAL Como puede verse, el diccionario enciclopédico se ubica en una difusa frontera entre el diccionario y la enciclopedia pues en él se encuentran elementos que pertenecen a ambos. Sin embargo su carga más importante consistiría en la cualidad de ser enciclopédico, llamado en primera instancia diccionario por ser un libro ordenado alfabéticamente. Así se desprende de la consideración que se encuentra en el DRAE desde la 16.ª edición (RAE 1936), según la cual una acepción de enciclopedia es precisamente «Diccionario enciclopédico», considerándolos por tanto como sinónimos. Cabe añadir que antes del DEHA en el diccionario de Salvá (1846) y en el de Gaspar y Roig (1853-1855) en la definición de enciclopedia ya se contemplaba que esta podía estar ordenada metódicamente o en forma de diccionario. En cuanto al DEHA, el hecho de no considerar óptimo hacer una enciclopedia en el sentido de reunión de tratados sobre diferentes temas es un acierto editorial, pues ser diccionario permite incluir la lengua general, y el orden alfabético estaría de acuerdo con la consideración que expresa Pi y Margall a los editores en 1883 (M. y S. Pi y Margall [25/02/1883]), cuando les comenta el proyecto, y es que para él este tipo de obras, las enciclopédicas, deben ofrecer la posibilidad de «encontrar en el acto lo se busca», lo cual se aseguraría siguiendo la ordenación alfabética, aunque no se puede dejar de decir que es así en tanto que se conozca el término que interesa al lector. Por otra parte, en el DEHA, de acuerdo con la definición de diccionario enciclopédico que ofrece, puede afirmarse que el peso de la obra está en lo enciclopédico, que casi se podría decir que está complementado por la lengua general. Con esto no quiero decir que la lengua general esté en un segundo plano, sino que recogerla da pie para ofrecer al lector, o intentarlo al menos, toda la lengua que conoce y la que desconoce, estando esta última conformada básicamente por los términos científicos y técnicos, a los que se suman los nombres propios para responder no solo a la pregunta de qué es, sino del quién (biografía) y el dónde (geografía). Unas palabras de Pagès (M. y S. Pagès [3/11/1886]) sobre el trabajo del primer tomo del DEHA reafirman la relevancia de la ciencia en la obra enciclopédica: «La letra A va hecha para Enciclopedia: así es que los artículos científicos son los más extensos». La extensión de los artículos de carácter científico de la que habla el director de la obra demuestra que no solo se pretende incluir el término con una simple definición, sino que como obra enciclopédica a ello se debe sumar el amplio tratamiento sobre la materia. 105 PILAR PARDO HERRERO Los capítulos siguientes de esta tesis, en los que analizaré la estructura del diccionario, su contenido de lengua de ciencia y técnica, y la influencia de la obra en repertorios posteriores, ayudarán a ver a través de las páginas del propio diccionario lo que hasta aquí se ha presentado. 106 CAPÍTULO II EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL CAPÍTULO II EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL El objetivo del presente capítulo es conocer el DEHA tanto en su aspecto físico como en su conformación interna. La heterogeneidad de esta amplísima obra, debida a sus múltiples propósitos (diccionario de lengua, diccionario de autoridades, enciclopedia) y a la dificultad de seguir de forma rigurosa una técnica lexicográfica, impide considerar absoluta y definitiva la descripción que aquí se ofrecerá. Sin embargo, la cuidadosa recolección de ejemplos de su contenido, la revisión de un 5% de la obra para poder ofrecer datos numéricos que permitan realizar ciertas generalizaciones (10% en el caso del segundo apéndice; cuestión previamente justificada en la introducción) y la presentación de fotografías, han de servir en conjunto para brindar una imagen muy aproximada del DEHA. La descripción de la obra que se presentará en este capítulo corresponde a su descripción física, que dará idea de la obra como objeto, así como a la descripción de su contenido, que se verá en dos partes: la macroestructura y la microestructura del diccionario. A caballo entre la descripción física y de contenido está el apartado de ilustraciones, que se incluye para ver la relevancia del elemento gráfico en el proyecto editorial, lo cual tiene sin duda consecuencias en la manera de presentar los contenidos, cuestión de gran relevancia pero que por su complejidad es imposible abarcar aquí. La primera, la descripción física, está basada de la edición catalana del DEHA, es decir la primera, de 1887 a 1910, que he revisado en la Biblioteca de Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona. La encuadernación que se observa en el ejemplar de la Universitat Autónoma, es con tapas negras duras forradas en tela negra. En la parte delantera aparece en letras mayúsculas doradas el título de la obra y abajo el nombre de los editores. El lomo, de cuero negro (posiblemente tafilete), está dividido en cinco partes por cuatro franjas horizontales que lo atraviesan. En el segundo espacio, de arriba a abajo, se encuentra escrito en dorado el título de la obra, y en el tercero el tomo correspondiente y las letras 109 PILAR PARDO HERRERO que abarca. Los espacios primero, cuarto y quinto presentan simplemente un recuadro repujado. El cuero del lomo alcanza a cubrir unos 4 cm de las tapas (véase Fig. 7)57. Fig. 7 Encuadernación del DEHA (tomo 1) (Fte. Bib. Com. UAB) Físicamente, los 29 volúmenes son iguales en la encuadernación, aunque varían algunos en grosor. El tamaño del papel utilizado para esta edición es de 30,5 cm x 22 cm. La tipografía del cuerpo de los artículos, que no se ha podido determinar con exactitud, es muy parecida a la Century Roman y a la Times que se utiliza hoy y tiene un tamaño de 8 puntos. Por su parte, la letra de la entrada principal se asemeja a la conocida Arial con un tamaño de 6 puntos en mayúscula y negrita, aunque las letras son un poco más anchas; y la de la subentrada, en versalitas, es, como el cuerpo, parecida a la tipografía Century Roman y a la Times en un tamaño de 7 puntos. La elección consiste, pues, en dos tipos de letra muy claros y legibles, uno de ellos usado en dos 57 De los otros ejemplares vistos, puede anotarse que el que está digitalizado por la Universidad de Toronto es como el de la UAB, así como el de la Biblioteca de Catalunya; el del Club del Progreso en Buenos Aires es también con tapas de tela pero el cuero alcanza apenas 1 cm de las tapas. El ejemplar de la Universitat de Barcelona presenta una diferencia de encuadernación en el lomo, que tiene un decorado distinto. Estas diferencias de encuadernación se deberían a que, como afirma Prieto García-Seco (2007: 99) el DEHA se ofrecía en cuatro tipos de encuadernación diferente, que hacía que su precio fuera mayor o menor. 110 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL tamaños distintos, a partir de los cuales se propone la diagramación de la página. Esta consiste, básicamente, en tres columnas divididas por una delgada línea vertical, con espacio entre los elementos (artículos, ilustraciones) que facilita la lectura. Fig. 8 Ejemplo de diagramación de una página del DEHA (Fte. BC) En cuanto a la portada, hay cambios entre el cuerpo del diccionario y el primer apéndice con respecto al segundo apéndice que, según se observó en el apartado sobre la dirección del DEHA, derivarían principalmente del cambio en la dirección. La 111 PILAR PARDO HERRERO portada de los tomos 1 a 25 es esencialmente igual en su organización y presentación; solo cambia el número del volumen y el año de edición, si corresponde. En este diseño de portada el título está seguido de la información sobre las ilustraciones58, más abajo el tomo y en la parte inferior los datos de ciudad, editor, dirección y año de publicación (véase Fig. 9). En el apéndice segundo se mantiene el orden pero en vez de aparecer los datos de las ilustraciones se lee solamente que es el segundo apéndice, «redactado por distinguidos profesores y publicitas de España y América, bajo la dirección de Pelayo Vizuete». La información del editor es la misma, salvo porque ha cambiado la numeración de las fincas y ahora el número es 255 en vez de 309-311 (véase Fig. 10). Fig. 9 Ejemplo de portada común a tomos 1 a 25 (Fte. Bibl.Com. UAB) 58 EDICIÓN PROFUSAMENTE ILUSTRADA con miles de pequeños grabados intercalados en el texto y tirados aparte que reproducen las diferentes especies de los reinos animal, vegetal y mineral; los instrumentos y aparatos aplicados recientemente á las ciencias, [agricultura, artes é industrias; planos de ciudades; mapas geográficos; monedas y medallas de todos los tiempos, etc., etc., etc. 112 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Fig. 10 Ejemplo de portada del apéndice segundo (tomos 26 a 28) (Fte. Bibl. Com. UAB) El DEHA suma un total de 31.272 páginas en sus 29 volúmenes. El cuerpo tiene 25.090, el primer apéndice 2.448, y el segundo apéndice 3.734. A continuación, en el Cuadro 3, se presenta la información detallada de la cantidad de páginas de cada tomo, así como las letras que abarca59. El número de páginas totales incluye las hojas delanteras en las que está la portadilla, portada y la lista de redactores; así como la página de la pauta para colocación de láminas. Por eso, el número dado en el cuadro no siempre se corresponde con el que aparece en la última página numerada del tomo. Esto se debe además a que en algunos tomos la página 1 es la portadilla (cf. tomo 14), mientras que en otros la página 1 es la primera en la que hay texto de contenido (cf. tomo 3). 59 113 PILAR PARDO HERRERO Tomo Páginas 1 2 3 4 5 1ªparte 5 2ª parte 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Ap. 1 25 Ap. 1 26 Ap. 2 27 Ap. 2 28 Ap. 2 1.164 1.112 1.098 1.298 958 900 1.028 1.252 880 1.016 1.172 1.294 1.008 1.210 1.232 1.004 896 1.080 1.204 868 1.124 992 880 420 1.204 1.244 1.042 1.280 1.412 Letras que contempla según el lomo del tomo A-ALL AM - AZ B - BIZ C - CEZ CIA - CONT CONT - CHUZÓN D - DZE E - EZZ F - FYT G - GYUL H - IZUR J - LLUV M - MGLIN MI - ÑUP O - PENAS PENAT - POLVO POLVO - QVID R - RZES S - SHUSH SI - SZTR T - TMOL TO - UZUM V - VYT W - ZYR AáG HáZ AáD E á LL MáZ Palabras que contempla Láminas aparte A - ALLUSER AMA - AZZONI AVOGARI B - BIZAS C - CEZURES CÍA - CONTRIBULADO CONTRIBUTA CHUZÓN D - DZEHEBI E - EZZELINO F - FYT G - GYULAY H - IZURZU J - LLUVIOSO M - MGLIN MI - ÑUPCHUCRI O - PENASALBAS PENATES - POLVO PÓLVORA - QVIDINGE R - RZESZOW S - SHUSHWAPS SI - SZTRACZENA T - TMOLOS TO - UZUM CASSÁN BEIG V - VYTEGRA W - ZYRMI ABACAS - GUZMÁN HABIA - ZULULAND *A - DYNTER *E - LLUVIO,VIA *M - ZWINTSCHER 14 23 16 10 4 7 3 11 4 9 8 6 5 8 5 5 1 6 5 4 3 4 6 1 2 1 5 5 1 Cuadro 3. Información sobre paginación y contenido de los tomos del DEHA 2.1. LAS ILUSTRACIONES DEL DEHA El DEHA es uno de los primeros diccionarios de la lexicografía española que tiene imágenes en negro, insertas en el texto de distintos artículos, y, según lo que ha podido averiguar Rodríguez Ortiz (2011 en prensa), es de los primeros en incluir ilustraciones a color, en el DEHA en láminas aparte. 114 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Que la obra contenga ilustraciones es una idea de los editores desde que empiezan a pensar en el proyecto. En cuanto a obras lexicográficas resulta revolucionario en el ámbito del castellano, y era factible para los editores que se hiciera uso de ellas dados los avances técnicos, su conocimiento acerca de la impresión de ilustraciones —que era justamente una de los aspectos características de su negocio— y su capacidad de inversión. En 1883, en carta de Pi y Margall a los editores (M. y S. Pi y Margall [25/02/1883]), citada en el capítulo I (p. 28), la opinión de este autor deja ver que aparte de lo que podía ganar en belleza la obra, la ilustración ayuda a la mejor comprensión: ¿No pensaban ustedes ilustrar esa enciclopedia? Un diccionario que contuviese junto á cada definición un pequeño dibujo del objeto definido, una mera indicación, estoy en que haría la fortuna del que lo publicara. Lo creía antes difícil, no ahora que veo por los libros de Verdaguer y de Domenech los muchos dibujantes que tienen Udes en esa ciudad capaces de hacer esos apuntes. Acompañar el texto de ilustraciones, en el contexto enciclopédico, es una forma natural de complementar el contenido, ya que la imagen facilita la comprensión (Porto Dapena 2002: 69 y 194). Poder imprimir imágenes es importante para todo tipo de conocimiento, pero en el caso del conocimiento científico lo es aún más. Sobre la impresión en color en el siglo XIX en textos de carácter científico dice Pilar Vélez (2008: 95): «El llibre científic fou un dels que sortí més beneficiat de l’aplicació del procediment en color. En aquest tipus d’obra editorial la il·lustració ha de ser el màxim d’objectiva, acadèmica, fidel, rigorosa». En el DEHA el uso de ilustraciones sucede por varios motivos. El principal de ellos parece ser que es un elemento publicitario pues es novedoso y atractivo para el lector. Pero no menos importante es señalar que esto acompaña la idea de que las ilustraciones ayudan al lector en su búsqueda de información. Sin una teoría clara sobre qué ilustrar y cómo ilustrarlo, debate lexicográfico que aparece ya en el siglo XX, el acercamiento a la composición del DEHA permite decir que en él hay dos tipos de imágenes: las de ayuda a la comprensión lingüística y aquellas que son más bien un elemento de carácter enciclopédico pues pretenden representar cosas o personas reales, amenizar la lectura, no ser parte integrante de la comprensión de una definición. Entre las primeras podrían contarse las de animales, plantas, objetos y representaciones geométricas. Mientras que entre las segundas estarían los grabados de retratos, de iglesias, de monumentos, las copias de fotografías de lugares, los mapas y planos, las monedas, etc. No pudiendo en esta tesis realizar la investigación que este tema requeriría para ser abarcado plenamente, se deja aquí el comentario sobre algunas de las cuestiones que suscita. 115 PILAR PARDO HERRERO A continuación se presentan los tres grupos de ilustraciones que se encuentran en el DEHA: las que dan inicio a cada letra, las que, en negro, están intercaladas en el texto y las que se imprimen aparte, con mejor calidad y la mayoría en color. 2.1.1. Ilustraciones de inicio de letra En la ilustración que da inicio a cada letra, se encuentra esta en color rojo en el centro, usualmente, de un collage de ilustraciones en negro que representan palabras que comienzan por esa letra. Fig. 11 Ilustración para inicio de la letra P (tomo 14) (Fte. Bibl. Com. UAB) En los apéndices el inicio de letra se simplifica, apareciendo sencillamente la letra en rojo en el centro de una especie de cenefa, la misma en todos los casos. Fig. 12 Ejemplo de decoración para inicio de letras en los apéndices (Fte. Bibl. Com. UAB) 116 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Sobre la autoría de las ilustraciones, la información disponible es la que ofrecen los propios dibujos, todos ellos firmados (excepto la ilustración de inicio de la letra D). A esto se suman los datos que ofrecen los libros contables de la editorial, a los que se aludió ya en el capítulo I (véase nota 6), donde es posible encontrar algunos pagos hechos a los ilustradores por estos dibujos de inicio de letra, los cuales permiten saber el nombre de uno de los ilustradores cuya firma no permite saberlo, así como ampliar la información contextual que significa conocer cuánto se pagaba por el trabajo. Al mirar el DEHA, se observa que las letras A, B, C, F y G tienen la misma firma, aunque no se conoce el nombre del autor, pues consiste en una especie de sello en que se mezclaran las iniciales. En varios casos la firma está acompañada del año de realización (A 1884, B 1886 (¿o 1888?), F y G 1891). Cabe añadir que la misma firma se encuentra en las ilustraciones de inicio de letra del Diccionario de la lengua castellana con la correspondencia catalana de Delfín Donadiu (1885-1897), publicado por Espasa. Allí, algunas firmas también están acompañadas por el año en que se hicieron, teniendo la primera en 1890 (letra Ch) y la última en 1895 (letra Z), lo que permite ver que el ilustrador comenzó a trabajar con Montaner y Simón y tras un tiempo de trabajo con ellos y Espasa en paralelo, se queda con Espasa. Es en este caso en que uno de los libros contables, el libro mayor tomo 4, resuelve la cuestión. Allí, en una de las páginas dedicadas a la cuenta denominada «Pinturas y dibujos» (p. 62), donde se registran distintos pagos en este sentido, se da a conocer el nombre del ilustrador: Apeles Mestres60, conocido dibujante e historietista barcelonés, además de poeta, que vivió entre 1854 y 1936. Fig. 13 Firma en ilustración de inicio de la letra A (Fte. Bibl. Com. UAB) En el libro diario mayor tomo 3, que contiene información de 1888 a 1891, en la cuenta titulada «Pinturas y dibujos» (p. 254) se encuentra el dato de cuánto se pagó por las ilustraciones de la letra F y G; se lee que el día 28 de febrero de 1891 se pagaron 100 pesetas «Por impte [importe] dibujos alfabéticos letras F y G pr. [para] el Dicc.º Enciclop.º [Diccionario Enciclopédico]». En el tomo 4, donde aparece el nombre, se vuelve a hablar del pago el día 3 de julio (p. 62), dice en esta ocasión: «Por pagado á Apeles Mestres, dibujos cabeceras letras F. G. pa Dicc.º Encicl.º »; en esta entrada el pago es de 325 pesetas. 60 117 PILAR PARDO HERRERO En las letras Ch y E se aprecia una firma distinta, también como sello en que se mezclan iniciales. Es a partir de la letra H que aparece un único dibujante, cuya clara firma deja saber su nombre y apellido, «Nicanor Vázquez». Nicanor Vázquez Ubach (Barcelona 1861-1930) fue un importante ilustrador catalán. Además de sus ilustraciones para el DEHA, Vázquez realizó otros trabajos con Montaner y Simón, entre los que cuales los que hizo para La Ilustración Artística (puede verse la portada del número 1376 del 11/05/1908) y los que acompañan la edición de las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma (1893), son quizá los más reconocidos. Vázquez hace las ilustraciones de inicio de letra a partir de la letra H, así como el diseño de la cenefa decorativa que puede verse en las letras W y X del cuerpo y en los apéndices. Su firma no es siempre igual, aunque se reconoce que es la misma persona: en las letras H a R firma con el nombre entero, entre la S y la Z (salvo W y X que son cenefa) firma como «N. Vázquez», y la cenefa la firma, acorde con un menor tamaño de la imagen, como «NV». En el caso de este artista no hay ninguna alusión al año en que se realiza el dibujo. Fig. 14 Firmas del ilustrador Nicanor Vázquez (Fte. Bibl. Com. UAB) Izquierda: letra N, tomo 13 En el medio: letra Y, tomo 23 Derecha: letra W, tomo 23 2.1.2. Imágenes insertas en el texto Una cantidad aproximada de las imágenes en negro insertas en el texto ha podido obtenerse tras la revisión de un 5% de la obra. Al extrapolar esa cifra a la obra completa, el resultado es que en el cuerpo del diccionario (tomos 1 al 23) hay alrededor de 9.860 ilustraciones, en el primer apéndice 1.020 y en el segundo 830, para un total de aproximadamente 11.710. Este número incluye las ilustraciones, que son la mayoría, así como las litografías, las representaciones geométricas y químicas y los cuadros, tablas y esquemas61. Este último grupo podría no ser considerado ilustración pues en la mayoría de los casos son cuadros consistentes en letras y números, que se contabilizaron como ilustración pensando en que aparecen como añadidos al texto, como una información adicional, en ese sentido ilustrativa, que no aparece en un diccionario común de lengua sino que pertenece al género enciclopédico. Algunos ejemplos de este grupo 61 118 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL En la portada del diccionario ya se avisa sobre la importancia de este aspecto al resaltar bajo el título que se trata de una «edición profusamente ilustrada». Para hacerse una idea de cuánto espacio ocupan las ilustraciones intercaladas, se puede utilizar la información sobre los pliegos de texto en las cuentas de abono de Aniceto de Pagès para los tomos 1 a 23 (los pliegos del primer apéndice no resultan útiles pues la cifra dada en las cuentas supera la que en realidad se imprimió). Teniendo el número total de páginas, y de ahí los pliegos, si a esto se le resta el número de pliegos de los tomos del 1 al 23 según las cuentas de abono, se obtendría la cantidad aproximada de pliegos que habrían sido utilizados para las imágenes. Hechas estas operaciones, el número de pliegos resultante es 120. Y si a esto se resta a su vez las páginas de portadilla y portada (cuatro en cada volumen), se obtendría como resultado la cifra de 109,5 pliegos destinados a ilustraciones, es decir 876 páginas, cerca de un 3,4% del total. Entre las ilustraciones hay sobre todo de animales y plantas, y también herramientas y aparatos, edificios o monumentos (especialmente iglesias y catedrales), retratos (de personas, representaciones egipcias de personajes antiguos, representaciones mitológicas), monedas (que sirven muchas veces como retrato de gobernantes antiguos), objetos tanto conocidos por el lector común (s.v. barca) como otros no muy conocidos o antiguos (s.v. antefija). Como puede verse en el siguiente collage, en muchas ocasiones la ilustración ocupa toda la columna, pero a veces ocupa más (véase Brujas en la Fig. 15) y otras menos (véase apex en la Fig. 15). son las tablas que en los artículos sobre letras representan formas antiguas de escritura (cf. artículo de la letra B (tomo 3, p.2), otro tipo de tablas simples dentro de una columna (cf. descarrilamiento, tomo 6, p. 362), los cuadros con datos, que pueden ocupar una columna o más (cf. correo, tomo 5 p. 1141), los esquemas (cf. frambueso, tomo 8, p. 662). Sin embargo, en este grupo no se contaron las fórmulas matemáticas. En el 5% revisado se ubicaron 154 cuadros, tablas y esquemas. 119 PILAR PARDO HERRERO Fig. 15 Ilustraciones en negro intercaladas en el texto (el tamaño no es en todos los casos el real) En el sentido de las agujas del reloj, las ilustraciones corresponden a: apagador, apex, apio, batería eléctrica (s.v. batería), Bismark (Othon), Brujas, vóltmetro, Brindis (s.v. brindis) (Fte. Bibl. Com. UAB) Estas ilustraciones insertas en el texto no suelen tener firma, aunque sí hay ejemplos en que un nombre, apellido o iniciales aparecen disimuladamente, como en el dibujo que aparece en la subentrada de ábaco chino (s.v. ábaco), la ilustración del acentor de bosque ‘pájaro’ (s.v. acentorinos), s.v. aticoro ‘golondrina de los bosques’, s.v. aticurga ‘tipo de puerta en la antigüedad clásica’, o la ilustración del arco de Constantino (s.v. arco) y la de la catedral de Luçón (s.v. Luçón). Las reproducciones de fotografías no son muy abundantes, pero es posible encontrar algunas de lugares como Córdoba, Jerez, Lugo, Salamanca, Toledo, entre otros. En el segundo apéndice hay algunas más, lo que se explica por el progreso en la técnica tanto fotográfica como de impresión (cf. abisal, alumbrado, anarquismo, automóvil, Buenos Aires, cabrestante, cobre, dactiloscopia, dinamo, microfotografía, *motor, *navegación, *telégrafo). La razón por la que aparecen estas reproducciones no es solamente ilustrativa sino que tiene una intención clara de mercadeo, pues da un valor mayor a la obra el hecho de usar técnicas de impresión de última generación. Además muestra un afán por descubrir al lector cosas que no ha visto, como la piedra movediza del Tandil (s.v. Tandil (El)). 120 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Fig. 16 Fotografía s.v. Tandil (El) (tomo 20) (Fte. Bibl. Com. UAB) La fotografía no es un dibujo sino que es copia fehaciente de la realidad pues logra reproducirla. Esta idea, compartida por el público, aumenta la credibilidad en la obra, le da un valor que está más allá del que le confiere su contenido textual. Como se apuntó en el capítulo I citando a Pilar Vélez (2008: 95) cuando habla de la ilustración de libros científicos (véase p. 6), usar las técnicas que permitían reproducir imágenes en negro, y mucho más en color, apoya de forma determinante la objetividad de una obra con un importante contenido científico que la imagen ayuda a legitimar. En ese orden de ideas, las láminas aparte, que se comentan seguidamente, apoyan esta forma de pensar, en la que se conjuga la imagen con lo que esta aporta a la comprensión y a la legitimación de los contenidos. 2.1.3. Láminas aparte Al hablar de láminas aparte se hace referencia a las ilustraciones que en color o en negro (aún no se incluían dentro del texto ilustraciones a color) están impresas en páginas aparte, en un papel más grueso y sin numerar. Como el diccionario se publicó en principio por cuadernos, al final de cada tomo aparece con el título «Pauta para la colocación de las láminas» una lista con el título de cada lámina y la página tras la cual debía colocarse62. Sobre estas láminas, 182 en total, se observa que en lo que 62 En el primer tomo no hay lista, al menos en el ejemplar con que se trabaja. En los tomos 2 al 5 2ª parte, el título es un poco más largo: «Pauta para la colocación de las láminas del tomo [el que corresponda] del Diccionario enciclopédico.» 121 PILAR PARDO HERRERO corresponde al cuerpo del diccionario (tomos 1 a 23) en los cuatro primeros volúmenes se concentra una tercera parte al encontrar allí 63 láminas (véase Cuadro 4). A cantidad disminuye a partir de ahí quizá por el costo o por ya tener suscriptores que pese a una mengua en las imágenes ya no abandonarían la colección. Tomo 1 2 3 4 5 1ªparte 5 2ª parte 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Ap. 1 25 Ap. 1 26 Ap. 2 27 Ap. 2 28 Ap. 2 Láminas aparte 14 23 16 10 4 7 3 11 4 9 8 6 5 8 5 5 1 6 5 4 3 4 6 1 2 1 5 5 1 Cuadro 4. Información sobre las láminas aparte contenidas en el DEHA Como se comentó anteriormente, las láminas aparte están impresas a color o solo en negro. En color hay 147, y en negro 35. Las láminas en color se podrían dividir en dos grupos principales: 1) las que son mapas y planos (90) y 2) las que son tablas, representaciones (bacterias, el esqueleto, plantas, etc.), reproducciones (como página de Biblia del siglo XIV) o ilustraciones en relación con culturas u objetos de un mismo tipo (como la de arte egipcio o la de objetos de cerámica) (57). Las láminas del primer 122 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL grupo son en colores suaves, mate y sin mucha variedad, con casos de mapas o planos que son simplemente negro con rojo hasta otros con más variedad de colores. Las tablas tienen el mismo tipo de color que los mapas. Pero las láminas sobre culturas y objetos ofrecen la calidad por la que se distinguía la editorial en lo referente a impresión, pues se usan colores fuertes, a veces brillantes, con muchos detalles; para protegerlas, están precedidas de una página del papel común del texto en blanco, aunque algunas de ellas, cuando presentan muchos objetos, aprovechan esa página para dar el título y la explicación del contenido referido con números. Las láminas en negro podrían a su vez clasificarse en tres, las que representan máquinas y aparatos (12), las que representan paisajes, vistas de ciudades o reproducción de obras (21) y las que reproducen otros motivos (autógrafos, ex libris) (2). (Véanse imágenes de ejemplo en el Apéndice 4). A continuación se ofrece el listado de los artículos con láminas aparte según los grupos en que he dividido estas imágenes. Láminas a color Mapas y planos: África, Albacete, Alejandría, Alemania, Alhambra, Alicante, América del Norte, América del Sur, Antillas, Asia, Atenas, Australia, Austria, Badajoz, Barcelona, Países Bajos y Bélgica, Berlín, Bilbao, Bolivia, Brasil, Buenos Aires, Burgos, Cádiz, Canarias, Cartagena, Colón («Derrotas que siguió Cristóbal Colón»), Congo, Córdoba, Coruña, Cosa (Juan de la) («El mapa más antiguo de América»), Dinamarca, Egipto, España, Estados Unidos, Europa, Filipinas, Florencia, Franfort de Mein, Francia, Génova, Geografía («Facsímile reducido á la tercera parte del original, del mapamundi catalan [sic] trazado en Mallorca en 1375 para el rey Carlos V de Francia»), Gran Bretaña, Grecia, Habana, Hamburgo, India, Italia, Lisboa, Londres, Madrid, Málaga, Manila, México, Milán, Nápoles, Oceanía, Paraguay, París, La Paz, Persia, Perú, Polo (dos, Polo Norte y Polo Sur), Porto, raza («Distribución de las razas en la tierra»), religión («Distribución de las religiones en la tierra»), Roma, Rusia, San Petersburgo, Santiago de Chile, Sevilla, Suecia, Suiza, tierra (dos: «Patria y dispersión de los animales» y «Regiones botánicas de la tierra»), Turquía europea, Uruguay, Valencia, Valladolid, Venezuela, Viena, Zaragoza. Apéndice primero: Costa Rica, Chile, Nicaragua. Apéndice segundo: África (dos: «África central. Vías navegables y ferro carriles» y «Líneas férreas del continente africano»), Colombia, Guinea, Tokio. Tablas, objetos, reproducciones, etc.: alimento (dos: «Valor alimenticio de las sustancias más comunes» y «Composición de las sustancias alimenticias del ganado»), análisis, árabe, Asia, Asiria (dos: «Asirios y babilonios. Trajes, armas y máquinas de guerra» y «Muebles y utensilios domésticos, armas y herramientas de los antiguos asirios y babilonios»), bacteria, bandera, Biblia, camelia, cantiga, carlovingio, cerámica, códice (dos: «Copia de una página del códice llamado vigilano» y «Página del códice mejicano del Museo Borgia»), Córdoba, cromo, China (dos: «Trajes civiles y militares de los chinos» y «Utensilios y objetos de arte y de guerra de los chinos»), dado, díptico y disco (las dos están en la misma lámina), Egipto, esqueleto, Galia, Germania, Gorjal, Grecia, guadamecí, hongo, iluminación (dos: «Iluminación de manuscritos: estilo celta» y «Iluminación de manuscritos: estilo árabe»), India, Japón, loza, Luis XVI, marina, mosaico, mueblaje (tres: «»), músculo, Napoleón I, orfebrería, Persia, reclinatorio, Renacimiento, Saturno, serpentina, silla de manos, tapicería, Trafalgar, uranografía, vidriera, vidrio. Apéndice segundo: cristal. Láminas en negro Máquinas, aparatos: acero, aguardiente, arado (dos: «Arados» y «Segadora y arado»), azúcar (dos láminas), bomba, caldeo, cañón (dos láminas), siega. Apéndice segundo: locomotora. Paisajes, vistas, reproducciones: África (tres: «África septentrional», «África central» y «África meridional»), Alpes, arco (dos: «Arco de Tito en Roma» y «Arco de Trajano en Ancona»), arquitectura (dos: «Arquitectura romana» y «Vista del monasterio del Escorial»), 123 PILAR PARDO HERRERO auto de fe, Barcelona, Berlín, bronce, Edimburgo, Egipto (dos: «Costumbres egipcias (copias de monumentos antiguos)» y «Mitología egipcia»), escultura (dos: «Escultura española contemporánea» y «Escultura. Arte plástico del siglo XIX»), Luna. Apéndice segundo: cristal, excavación y fotografía. Otras: autógrafo. Apéndice segundo: ex libris. Las láminas no suelen estar fechadas, aunque hay algunas que sí lo están, como la de África meridional (s.v. África), que tiene en el ángulo inferior izquierdo el año «83», o la del plano de Alicante (s.v. Alicante), con fecha «7 de junio del año 1887». En cuanto a las láminas que tienen firma, la mayoría de mapas y planos no la tiene, salvo seis excepciones: el de La Habana (s.v. Habana, tomo 10) que lo hizo Esteban Pichardo (autor del Diccionario de voces cubanas), el de Dinamarca (s.v. Dinamarca, tomo 6) que lo dibujó J. P. Morales y Otto Neussel hizo el grabado, el de España (s.v. España, tomo 7) que fue realizado por Otto Neussel (seguramente el grabado), el de Francia (s.v. Francia, tomo 8) que lo dibujó J. P. Morales y Otto Neussel hizo el grabado, el de Colombia (s.v. *Colombia, tomo 26) que se atribuye a F. J. Vergara y Velasco y el de Guinea (s.v. *Guinea Española, tomo 27) cuyo autor es Enrique d’Almonte. Tampoco están firmadas las otras ilustraciones a color, salvo algunas excepciones (§ 2.1.4.3.). Respecto a las ilustraciones en negro, se observa que las de máquinas y aparatos no están firmadas, pero sí lo están las que son grabados de paisajes, monumentos y edificios (excepto la reproducción de la fotografía del arco de Trajano), a las que se volverá en el siguiente apartado, que ofrece la información que he podido recogerse sobre la autoría de dichas imágenes. Al pie de las láminas, en la parte inferior, se encuentra siempre la referencia a su propiedad, con excepción de ocho («Arte egipcio. Arquitectura y pintura» (s.v. arquitectura), «Vistas del parque de Barcelona» (s.v. Barcelona), el mapa «Derrotas que siguió Cristóbal Colón» (s.v. Colón (Cristóbal)), «El mapa más antiguo de América» (s.v. Cosa (Juan de la)), el mapa «Distribución de las razas en la Tierra» (s.v. raza), el mapa «Distribución de las religiones en la Tierra» (s.v. religión) y los dos mapas «Patria y dispersión de los animales» y «Regiones botánicas de la Tierra» 124 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL (subentrada Tierra, s.v. tierra)). Dicha referencia a la propiedad aparece: a la izquierda, el título reducido de la obra («Diccionario enciclopédico»); en el medio, el nombre de los editores («Montaner y Simon (editores)»)63; y a la derecha, el artículo dentro del cual se inserta (véase Apéndice 4, Fig. 7). Es interesante plantearse la función de este tipo de imágenes. En la mayoría de los casos es básicamente enciclopédica, ya que la gran mayoría representa mapas y planos, muestra vistas de lugares o construcciones, o reproduce objetos de distintos grupos humanos, correspondiendo así a imágenes para entradas de nombres propios. Las imágenes de láminas aparte para sustantivos, si bien aportan más a la comprensión de la palabra, s.v. cañón y arado, están más bien dirigidas también al conocimiento enciclopédico pues no quieren ser generales, esquemáticas, sino dar información particular, como s.v. locomotora, que reproduce cuatro fotografías de las últimas máquinas a vapor, s.v. aguardiente o s.v. azúcar que presentan máquinas para su elaboración pero no dan información visual sobre el aguardiente ni el azúcar en sí. 2.1.4. Autoría y proveniencia de las imágenes del DEHA No es fácil establecer la autoría de las distintas imágenes ni de dónde provienen, en el caso de ser utilizadas por segunda o tercera vez. Sin embargo, he podido conocer algunos datos sobre las fuentes, así como sobre las ilustraciones en negro intercaladas en el texto y las láminas aparte, partiendo de las propias imágenes. 2.1.4.1. A quién se compraron imágenes para el DEHA según los libros contables de Montaner y Simón El Centre de documentació del Disseny Hub Barcelona conserva los libros contables de la editorial Montaner y Simón desde su inicio hasta la década de 1920 (hay también algo de la de 1930), como ya se mencionó anteriormente en este capítulo y en el capítulo I. Entre dichos libros están los de diario (movimientos día a día) y los mayores (debe y haber de cada uno de los apartados que conforman la contabilidad general). La valiosa información contenida en estos libros es económica, pero para la reconstrucción de la historia editorial del DEHA resulta útil también en otros sentidos, En una oportunidad, en la lámina del artículo Saturno, en vez de decir «Diccionario Enciclopédico», dice «Diccionario Universal», esta puede ser una confusión por ser ese el primer título que tuvo la obra (§ 1.2.3.1), aunque podría deberse a que la imagen provenga de otra obra así titulada, como el repertorio de Astort. En ocasiones el formato del dato sobre la casa editorial es así: «Montaner y Simón, editores»; o «Montaner y Simon, (editores)». En contadas oportunidades, el dato de los editores no existe (s.v. arquitectura). Estas referencias aparecen, mayormente, en versalitas. 63 125 PILAR PARDO HERRERO ya que entradas necesarias para apuntar pagos ofrecen datos fundamentales sobre su confección. En cuanto a las fuentes de imágenes del DEHA estos libros contables resultan provechosos. Gracias a ellos es posible establecer a quiénes compraron Montaner y Simón imágenes para su diccionario. No se menciona qué imágenes en concreto, pero sí la compañía a quien se compró. Las tres casas a las que es seguro que se compraron ilustraciones pues la anotación menciona la obra son Richard Holle de Hamburgo, el Bibliographisquen Institut (Meyer) de Leipzig y Hachette de París. A continuación se presentan reproducciones de apartes del libro diario (tomo 3) que han hecho posible esta comprobación: Fig. 17 Factura de Richard Holle que incluye uso en el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 33) (Fte. DHUB Bcn) Fig. 18 Factura de Bibliographischen Institut por seis kilos de clichés para el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 75) (Fte. DHUB Bcn) 126 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Fig. 19 Factura de Hachette ocho clichés para el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 463) (Fte. DHUB Bcn) En otras listas de los balances en que se mencionan las casas a las que se ha comprado láminas durante el año aparecen otros proveedores, sobre todo alemanes y franceses, cuyas imágenes quizá sí se usaron en el DEHA pero no está tan especificado. Una revisión exhaustiva de estos libros daría, posiblemente, nuevos datos sobre esta cuestión. 2.1.4.2. Autoría y proveniencia de las ilustraciones intercaladas en el texto Como ya he comentado antes, algunas de las imágenes intercaladas dejan ver la firma o parte de ella, aunque esta no siempre es fácil saber si corresponde al dibujante o al grabador. No se trata de hacer una lista de estos nombres pues no corresponde realizar aquí la historia de la ilustración del diccionario. Solo haré mención a un caso que da idea de la calidad de las ilustraciones y su proveniencia: el de la firma «Riou», que aparece s.v. Tequendama (salto del). Además de la firma «Riou» se observa también otra, en la esquina inferior izquierda: «Hildibrand». Al buscar información sobre estos personajes, un artículo sobre los ilustradores de los Viajes extraordinarios de Julio Verne (Evans 1998) permite conocer que Riou es nada menos que el ilustrador considerado como el primero y más reconocido de dicho libro de Julio Verne, y que Hildibrand en varias de las 127 PILAR PARDO HERRERO ilustraciones fue el grabador. En el mismo estudio (Evans 1998: 250) se explica que Riou se especializó durante años en la pintura de paisajes, lo que explica por qué pudo haber hecho la ilustración del salto del Tequendama (s.v. Tequendama (salto del)), y de eventos conmemorativos. Riou fue muy conocido en Francia durante las décadas de 1850 a 1870 y contribuyó con ilustraciones a diversos libros, folletines y revistas franceses. Quizá de una de esas revistas, Le tour du monde. Noveau Journal des voyages et des voyageurs, provenga la imagen del DEHA, aunque no he hallado el dibujo que lo corrobore. En esa misma revista se encuentran algunas de las firmas que se ven a través del DEHA y que por la publicación se sabe si son dibujantes o grabadores, como el ilustrador Lancelot, s.v. Guerande, (Iglesia de) y los grabadores Kohl, s.v. alucita, y Barbant, s.v. Montagne (Iglesia de). La firma de Riou y de los grabadores Hildibrand, Barbant y Kohl también se encuentra, entre otros, en el libro África pintoresca. Región de los Grandes lagos, editado por Montaner y Simón en 1888. Si bien el ejemplo de Riou es solo uno entre los muchos que habría que resolver, este caso revela la importancia que la ilustración francesa tuvo en el diccionario. Además, el alto nivel de los ilustradores y grabadores también pone de manifiesto la preocupación de los editores catalanes por incorporar en su obra ilustrada imágenes de gran calidad, acorde con lo que ya hacían en La Ilustración artística64. Esto mismo se corrobora con las láminas aparte que se comentan en el siguiente apartado. Otra fuente de imágenes intercaladas, conocida por ser también fuente lingüística, es el Diccionario General de Arquitectura e Ingeniería de Pelayo Clairac (1877-1908), autor que hace parte de la lista de colaboradores desde el tomo 1 hasta el 11 (§ 3.3.1.2.). El artículo enciclopédico s.v. caldera, entre otros, permite notar el vínculo de estas obras en el nivel gráfico, no reconocido por el DEHA en ningún preliminar ni dentro del texto. De las 14 ilustraciones del DEHA, ocho ya aparecen en Clairac; en algunos casos la ilustración es exactamente igual, pero en otros puede ser más pequeña o tener algo distinto en el fondo, por ejemplo partes borradas, lo que indicaría que los originales estuvieron en manos de Montaner y Simón, en cuyo taller habrían sido modificados. En las páginas siguientes se muestran dos páginas de Clairac s.v. caldera (Fig. 20a) y tres del DEHA bajo la misma voz (Fig. 20b) para evidenciar el uso de las imágenes (se rodean en rojo las ilustraciones utilizadas). Pilar Vélez (1989: 209) ofrece información sobre la importancia que tiene, especialmente a partir de 1860, la importación de grabados en Cataluña, que durante varias décadas es una práctica frecuente. Los grabados procedían sobre todo de Francia y Alemania. Al principio eran principalmente calcografías para grandes obras, pero pronto también traerían las xilografías, litografías y cromolitografías, muy promocionadas por las grandes casas editoriales de la segunda mitad del siglo XIX. 64 128 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Fig. 20a Ilustraciones del Diccionario de Clairac s.v. caldera (Clairac 2010 CD-ROM) 129 PILAR PARDO HERRERO Fig. 20b Ilustraciones del DEHA s.v. caldera (Fte. archive.org) 130 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL 2.1.4.3. Autoría y proveniencia de las láminas aparte En la mayoría de los casos, según se hizo mención en otro momento, las láminas no están firmadas. De las láminas aparte impresas en negro, se conoce la autoría de diez de ellas pues se puede leer la firma, con más o menos precisión, aunque no siempre se puede establecer si la firma es del dibujante o del grabador. Cuatro de las láminas aparte son de Albert Richter, un dibujante alemán nacido en Dresden (1845-1898): «África septentrional», «África central» y «África meridional» s.v. África (tomo 1) y «Caminos de los Alpes» s.v. Alpes (tomo 1). Todas ellas son collages de varias imágenes de paisajes; en el caso de las de África también hay dibujos de personas, viviendas o situaciones cotidianas de la zona, pues se supone que son aspectos desconocidos para el lector. Las otras láminas en negro con firma son: «Arco de Tito en Roma» (s.v. arco, tomo 2), firmada por Therond (que aparece como ilustrador en la revista francesa a la que se aludió en el caso de Riou) y A. Leblanc (que sería el grabador). «Arco de Trajano en Ancona» (s.v. arco, tomo 2), firmada por H. Catenacci (dibujante, según se observa en un grabado de la mezquita del Dourgah en El mundo en la mano (1878), donde aparece con la firma del grabador Hildibrand). «Templo de Vesta en Tívoli» (s.v. arquitectura, tomo 2), firmado por Xair (¿?) Henkel (esta firma aparece en otras imágenes intercaladas como la del arco de Costantino, s.v. arco, y la de la iglesia de san Francisco en Rímini, s.v. Rímini). «Templo de Vesta en Roma» (s.v. arquitectura, tomo 2), firmado por Niederm (¿?). «Vista del Monasterio del Escorial» (s.v. arquitectura, tomo 2), firmada por J. Gauchard (grabador, según se observa en grabados de El mundo en la mano (1878) donde aparece con el ilustrador Therond). La reproducción del cuadro Auto de Fe celebrado en la Plaza Mayor de Madrid, en 1680 de Francisco Rici (s.v. auto de fe, tomo 2), aparece con la firma de Carl Leonh (¿?) Becker, con fecha 1882, en el extremo inferior derecho. A la izquierda aparece Krell X. J. (¿?), siendo este último posiblemente el grabador. 131 PILAR PARDO HERRERO - Casa consistorial en lámina «Berlín monumental» (s.v. Berlín, tomo 3), firmada por Otto Spamer (grabador según página web de imágenes antiguas de bancos y bolsas europeas: http://www.philographikon.com/financeeurope.html [08/02/2011]). A pesar de tener datos sobre los dibujantes y/o grabadores, no ha sido hasta ahora posible saber de dónde provienen las láminas, o si en algún caso fueron hechas específicamente para el DEHA. Un ejemplo de lámina en negro que sí puede afirmarse que fue utilizada en otra publicación es la titulada «Vistas del parque de Barcelona» (s.v. Barcelona), collage de imágenes para el artículo correspondiente a dicha ciudad. Esta misma lámina apareció poco antes en La Ilustración Artística (316 (16/01/1888): 29), con la diferencia de que las imágenes no están numeradas y que en la revista se dice en el título que en ese parque es donde se celebraría la Exposición Universal. Con respecto a las láminas en color hay tres casos interesantes pues es posible establecer su proveniencia. Esto es muy importante, ya que demuestra que el DEHA no es una obra puramente original sino que en su composición hay material de obras ya impresas65. El primero de ellos corresponde a tres mapas. En el apartado 2.1.3. se apuntó que algunos mapas estaban firmados. En tres de ellos: (s.v. Dinamarca, España y Francia) aparece el nombre Otto Neussel, grabador, acompañado en dos por J. P. Morales, dibujante (s.v. Dinamarca y Francia). Aunque no están estos nombres en otros mapas es viable pensar que estas mismas personas podían haber hecho al menos algunos de ellos. Esto ha podido comprobarse al revisar el Diccionario universal de la lengua castellana editado en Madrid por Astort hnos. entre 1875 y 1882, del cual resulta plausible que el DEHA utilice imágenes por el hecho de que Montaner y Simón, según la correspondencia entre ellos y Pi y Margall en calidad de amigo y abogado de la casa editorial, compartía con dichos editores la propiedad del Diccionario universal, lo que les daría derecho a usarlo. Efectivamente, en el primer tomo de esa obra, que también contiene láminas aparte solo en negro, se observa que los mapas de Alemania, América del Sur, América central y Antillas y Asia son los que luego se utilizan en el Esto es así en el caso de las ilustraciones, pero también lo es en el caso del contenido, aunque sobre esto se profundizará en el apartado sobre la macroestructura del diccionario y en el capítulo III. 65 132 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL DEHA, solo que en este no se dice la fuente y se borran los datos de dibujante, grabador y año y se añade color66. El segundo caso es el de la lámina en que aparecen los tipos asiáticos (s.v. Asia), rostros que representan los distintos grupos de población de ese continente. Así como se ha podido establecer que láminas en negro y mapas provienen de otras fuentes, lo mismo es posible en este caso de lámina a color. Philippe Castellano (2000) dedica el capítulo segundo de su libro de investigación sobre la Espasa a sus fuentes y modelos. Una de las más importantes fue el Konversations-Lexicon de Meyer. Con el editorimpresor en Leipzig de esta obra, el Bibliographisquen Institut, José Espasa firma un contrato por el que, entre otras cosas, se compromete a comprar unas cien planchas en color (Castellano 2000: 118-121). Como ejemplo, Castellano incorpora una de las láminas, «Tipos asiáticos, II» (s.v. Asia), que en su pie dice que la propiedad es de José Espasa e hijos, editores y de la Imprenta Bibliograph. Institut. Cuando vi esta ilustración, descubrí que se correspondía con la de la lámina del DEHA s.v. Asia. A pesar de que en el DEHA no se hace alusión a la obra alemana, gracias al estudio de Castellano (2000) ha sido posible establecer que una de las fuentes iconográficas de las imágenes a color del DEHA también fue el Meyer. En el caso del DEHA, la imagen es igual a la del diccionario alemán (solo se recorta 1 cm aprox. de la parte inferior) (véase Fig. 21a y 21b). Lo que sí mantiene el DEHA, y esto es un error, es la escala. En el diccionario Astort los mapas son a doble página y en el DEHA aparecen en una, por lo que la escala ya no es la misma. En los demás tomos del Astort no hay más mapas. Aparte de los mencionados aquí, no he encontrado más láminas del Astort utilizadas por el DEHA. 66 133 PILAR PARDO HERRERO Fig. 21a Lámina en el Konversations Lexicon de Meyer s.v. Asien (Fte. retro bib) Fig. 21b Lámina en el DEHA s.v. Asia (tomo 2) (Bibl.Com. UAB) 134 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL El tercer y último caso de láminas a color también parte de una lámina aparecida en un estudio, en esta ocasión en el libro El llibre com a obra d’art a la Catalunya vuitcentista (1850-1910) de Pilar Vélez (1989: 257). La imagen recogida por la autora es una cromolitografía de la Historia del Arte publicada por Montaner y Simón entre 1886 y 1897 dirigida por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Al observar la lámina recogida por Vélez, de objetos de cerámica, reconocí que aparece en el DEHA como parte de la lámina del artículo cerámica, aunque sin la firma que sí se ve en la imagen reproducida por Vélez. Precisamente esa firma, «Fr. H.», es una de las que aparece en algunas oportunidades en las láminas del DEHA, lo que hace pensar que la Historia del Arte sirvió en otras ocasiones. Esta hipótesis se comprueba al revisar la obra histórica de Montaner y Simón67. Allí se encuentran las láminas que en el DEHA aparecen con la firma «Fr. H.». y otras de similares características estéticas, como «Asirios y babilonios. Trajes, armas y máquinas de guerra» (s.v. Asiria). En resumen, las láminas de trajes, armas, herramientas, muebles y utensilios, son utilizadas tanto en el DEHA como en la Historia del Arte en sus volúmenes 6 y 7, titulados Historia del traje. Comprende además armas, joyas, muebles, cerámica, aperos de labranza, etc., etc. Pueblos antiguos y modernos. Estos dos volúmenes tienen como autor a Federico Hottenroth, en alemán Friedrich Hottenroth, quien ya había publicado Trachten, Haus-, Feld-, und Kriegsgeräthschaften der Völker alter und neuer Zeit (1879-1884). Esta sería, pues, la fuente original de las ilustraciones del DEHA, hechas por el mismo autor, «Fr. H.», de quien se sabe que fue litógrafo e ilustrador reconocido. Es posible suponer que Montaner y Simón editores habría comprado los derechos de traducción y uso de las imágenes del libro alemán, con lo cual podía utilizar las ilustraciones no solo para su historia del arte sino para su enciclopedia. Como se ha podido apreciar a través de los ejemplos de láminas e ilustraciones, parte sustancial de la iconografía del DEHA no se realiza ex profeso para ella sino que se recurre a distintas fuentes para conformarla. Se comprueba a su vez que la importante característica de ser una obra ilustrada está estrechamente ligada con los otros proyectos editoriales en los que esta cuestión es central, pues redunda en que efectivamente sea posible llevar a cabo el diccionario como obra ilustrada. La Historia del Arte de Montaner y Simón tiene una versión digitalizada que puede consultarse a través del catálogo de bibliotecas de la Universitat Autònoma de Barcelona. 67 135 PILAR PARDO HERRERO 2.2. LA MACROESTRUCTURA DEL DEHA Para describir la macroestructura del DEHA se ha de considerar primero el concepto desde el que se parte. Se entiende aquí la macroestructura en un sentido amplio al considerarla no solo como un sinónimo del término nomenclatura (Castillo Carballo 2003: 81), sino como, y sigo aquí a Haensch (1997: 39) y Garriga (2001: 265), todo aquello que conforma el cuerpo del diccionario. Es decir que además de la nomenclatura se tienen en cuenta las informaciones externas al diccionario, sus peritextos, que en el caso del DEHA son: la tabla de abreviaturas, la lista de redactores y la advertencia en el apéndice segundo68. En cuanto a la macroestructura en su sentido más restringido, es decir como nomenclatura de un repertorio lexicográfico, sigo el concepto de Porto-Dapena (2002: 135-181), quien la entiende como el conjunto formado por todas las entradas del diccionario organizadas según un determinado criterio. Dadas estas consideraciones, para evitar confusiones en adelante, se utilizará el término macroestructura para referirse a la conformación del cuerpo del diccionario incluyendo los preliminares; el término nomenclatura para hablar del conjunto de entradas del diccionario; y el término entrada, o lema, para referirse a la unidad que encabeza cada artículo del diccionario. En cuanto a las divisiones que el artículo lexicográfico presenta, llamaré subentrada, o entradilla, a la información que, con base en la unidad de entrada, se ofrece en la microestructura. Para que los dos conceptos (entrada o lema, y subentrada o entradilla) queden más claros vale la pena acudir a la presentación tipográfica del DEHA (véase Fig. 22). Así, la entrada es la que aparece al inicio del artículo en mayúsculas y negrita, y las entradillas las que aparecen sangradas con un guión inicial seguido de la subentrada escrita en letra fina y versalita. En los términos subentrada o entradilla estarían incluidas por tanto las distintas acepciones del lema, así como las expresiones pluriverbales y los artículos enciclopédicos. Esta presentación editorial, con espacio y claridad en la subdivisión del artículo, redunda a su vez en una mayor facilidad de consulta, como ha apuntado Prieto García Seco ((2007: 103) y (2009: 539)). La noción de paratexto que ofrece Genette (2001: 7-10) resulta aquí de utilidad para diferenciar los tipos de textos que rodean la obra. En el caso del peritexto, inseparable del texto, en su sentido más escrupuloso también se incluye la información de la portada, que aquí he dado como parte de la descripción física general. De otro lado la información epitextual, el paratexto que circula por fuera del texto, que se ha analizado en el primer capítulo, es también muy útil pues ofrece datos complementarios. No se menciona aquí precisamente por ser ajena al diccionario propiamente dicho. 68 136 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Entrada o lema Subentradas o entradillas Fig. 22. Ejemplo de entrada y entradillas en el DEHA (Fte. Bibl. Com. UAB) 2.2.1. Preliminares: lista de redactores, abreviaturas y advertencia Como ya se explicó en el capítulo anterior, el DEHA no tiene entre sus preliminares un prólogo a la obra, lo que hace que la información que allí podría encontrarse deba ser interpretada a partir de la que sí se tiene disponible, es decir los preliminares y el diccionario en sí. Aquí se presentan los contenidos que ofrecen los preliminares del DEHA. En primer lugar está la lista de redactores, de la que se apuntó en el primer capítulo que aparece con variaciones en los tomos 1 a 23 (véase Cuadro 1) y desaparece en los apéndices. Allí mismo se hizo alusión a su importancia como medio de dar legitimidad a la obra y se comentó extensamente acerca de los personajes que las integran, por lo que remito al apartado correspondiente. Los otros dos preliminares se presentan a continuación. 2.2.1.1. Abreviaturas El listado de abreviaturas titulado «Explicación de las abreviaturas», aparece únicamente en el primer tomo del DEHA y ocupa tres páginas. En total hay 528 (150 en la primera página, 189 en la segunda y 189 en la tercera). 137 PILAR PARDO HERRERO Analizando esa lista se pueden observar varias cosas. La primera cuestión es el tipo de abreviaturas que contiene, que consiste en tres grupos: 1. las abreviaturas lingüísticas (verbo, adjetivo, adverbio, etc.), entre las que cabe incluir las de lenguas pues hacen parte de la etimología; 2. las abreviaturas para los campos de especialidad; y 3. las abreviaturas de orden enciclopédico, que son aquellas asociadas a este tipo de contenido ofrecido en la obra (altitud, ciudad, kilogramo, suroeste, etc.). Todas ellas aparecen mezcladas, ordenadas alfabéticamente. Algo común a los tres grupos que llama la atención es que haya varias abreviaturas para una sola cosa, lo cual ya indicó Gutiérrez Cuadrado (1994: 276). Ejemplo de estas duplicaciones son: para verbo activo: «a.» y «v.a.»; para verbo reflexivo: «r.», «v. r.» y «v. ref.»; para verbo neutro: «n.» y «v. n.»; para sustantivo femenino: «f.», «fem.» y «s. f.»; para sustantivo masculino: «m.», «masc.» y «s. m.»; para modo adverbial: «m. adv.» y «mod. adv.»; para el campo cronología: «Cron.» y «Cronol.»; para filosofía «Fil.» y «Filos.»; para entomología «Ent.» y «Entom.»; para referirse a habitantes de un lugar: «hab.» o «habit.»; kilómetro: «kil.» o «km.»69. Como ya lo anotó Gutiérrez Cuadrado (1994: 276) también hay solapamientos en los registros, como figurado («fig.») y metafórico («met.»), o burlesco («burl.») y festivo («fest.»); e incluso en un campo de conocimiento, obstetricia y tocología. El origen de estas duplicaciones ha de resumirse en la desorganización editorial que marca el inicio de la publicación, sumada a una cierta falta de técnica lexicográfica. No iniciar la redacción tras una decisión previa de cómo se abreviaría lo que se necesitara abreviar, derivó en que aparecieran múltiples formas en varios casos. La responsabilidad última, al menos de las duplicaciones de marcas gramaticales, la hace recaer Pagès en los editores, pues en una carta escrita ya muy cerca del inicio de la impresión del DEHA (M. y S. Pagès [15/12/1886]) les pide que decidan qué abreviaturas utilizar ya que observa que en lo que hace Sbarbi se sigue a la Academia y A la duplicación de abreviatura se puede sumar la duplicación de sentido (una sola abreviatura para dos cosas distintas). De este tipo he encontrado cuatro: «def.», que puede significar defectivo o definición; «n.», que puede significar nombre o neutro y nació; «r.», que puede significar río o «verbo reflexivo»; y «v.», que puede significar verbo o villa. Identificar dentro del artículo el significado de la abreviatura será posible pues según lo que indique estaría ubicada justo después de la palabra de entrada si se trata de categoría gramatical, y en el texto del artículo si se refiere al nacimiento de una persona, al nombre de un río o al nombre de una villa; es sin embargo problemático. Una duplicación relacionada con la instauración terminológica es la de verbo neutro o intransitivo; en la lista aparece la abreviatura para ambos, en los dos casos duplicadas («n.» y «v. n.»; «intrans.» y «v. int.»). 69 138 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL en lo que hacen otros, se supone que en la editorial, se sigue a Astort. La mención a estas obras es esencial para acercarse a la lista del DEHA, pues se observa en ella que sigue muy de cerca las abreviaturas del DRAE 1884, pero no pierde de vista a Astort70. Algunas de las duplicaciones de la lista del DEHA suceden justamente porque siguen las ya existentes en esos dos repertorios. Por eso es posible encontrar, por ejemplo, dos formas para berberisco («berb. ó berber.») y para catalán («cat. ó catal.»), que están en el DRAE 1884; así como dos para nombre propio («n. p. ó n. pr.») y para los campos ballestería («Ball. ó Ballest.») y dramática («Dram. ó Dr.») que aparecen en Astort. De ese mismo uso paralelo surgen duplicaciones como las de verbo activo («a.» en DRAE 1884, «v. a.» en Astort), verbo neutro («n.» en DRAE 1884 y «v. n.» en Astort), numismática («Numism.» en DRAE 1884 y «Num.» en Astort) o la de figurado y metafórico («fig.» en DRAE 1884 y «met.» en Astort). Estas coincidencias en la lista hacen considerar como posible que el contenido del DEHA también podría seguir a estas obras. Aunque esta idea aparecerá en algunas ocasiones en este capítulo, será en el apartado 3.3. del siguiente capítulo, sobre las influencias lexicográficas del DEHA, donde se ampliará esta cuestión de forma concluyente. Limitándose aquí a la comparación de la lista de abreviaturas del DEHA con la del DRAE 1884 y la de Astort, se observa que la del DRAE 1884 es seguida casi en su totalidad. Entre las clasificaciones lingüísticas falta solamente «b. bret.» ‘bajo bretón’ (aunque hay abreviatura para bajo y para bretón); «frec.» ‘verbo frecuentativo’ (que en el DEHA está como «v. frec.»); «subj.» ‘subjuntivo’; y «U. t. c. a.» ‘Úsase también como activo’. Entre los campos de especialidad solo falta «Danz.» ‘danza’. Sin embargo, no aparece el conjunto de abreviaturas para provincialismos y las de países americanos (solo está «Amér.» ‘América’). Esto no es fácil de explicar pues en las entradas o entradillas de provincialismos y americanismos se utilizan las mismas abreviaturas de provincias y países que en el DRAE (aunque hay excepciones), si bien en el caso de provincialismos la abreviatura no es casi nunca «pr.», como en el DRAE 1884 sino «prov.» o «prov.». En el caso de Astort, la lista también se sigue bastante, pero las abreviaturas que hacen falta en el DEHA son principalmente las de campos de conocimiento, algunas enciclopédicas (barrio, colegio, varón, etc.) y muy pocas de orden lingüístico. Aunque La comparación con las listas de abreviaturas de estos diccionarios no significa que el DEHA no haya utilizado otros. Se toman simplemente estos dos como base por ser el diccionario académico el de mayor autoridad y por ser el diccionario de Astort, según la correspondencia de Pagès con los editores, una fuente de trabajo reconocida. 70 139 PILAR PARDO HERRERO de Astort se contemplan casi todas las abreviaturas lingüísticas, que producen muchas duplicaciones, el uso del listado es quizá más relevante porque el DEHA lo usa en el ámbito de lo enciclopédico, tanto incorporando bastantes campos de conocimiento allí comprendidos (anatomía, artes y oficios, bellas artes, cerrajería, etc.71), como por las abreviaturas que economizan espacio en el artículo enciclopédico (alquería, concejo, nombre patronímico o partido rural). Esto es lógico pues el DRAE es una fuente lexicográfica y de lengua general mientras el Astort es un diccionario enciclopédico, por lo que se acude a él como una de las bases para este tipo de contenido. Además de la importancia que esos dos diccionarios pueden tener a la hora de haber realizado la lista del DEHA, es necesario anotar que aparte de aquellas en las que el DEHA coincide con el DRAE 1884 y/o con el Astort, hay muchas otras abreviaturas que no se encuentran allí. En algunos casos se trata de abreviaturas nuevas, mas no de referentes, es decir, que el DEHA tiene abreviaturas que difieren de las de las otras dos listas, pero el referente no es nuevo. Este es el caso de algunas abreviaturas para campos de especialidad abreviados de forma distinta («Agric.» ‘agricultura’; «Comer.» ‘comercio’; «Bib.» o «Bibliogr.» ‘bibliografía’; «Esg.» ‘esgrima’), y de referentes enciclopédicos («ald.» ‘aldea’). Con las abreviaturas de orden lingüístico la cuestión de los nuevos referentes no es tan simple pues lo que parece buscarse es más precisión a la hora de clasificar. Sin embargo, lo que sucede con muchas abreviaturas «nuevas» es simplemente que, de nuevo, la carencia de decisiones lexicográficas previas produce una serie de referentes en gran medida innecesarios pues la comprensión de una abreviatura que es la reunión de varias abreviaturas, se puede deducir de saber lo que significa cada una por separado. Así, «s. f. ant.: sustantivo femenino anticuado», debe poder ser entendida por el lector sabiendo qué es «s.», qué es «f.» y qué es «ant.». Por otra parte, abreviaturas como la mencionada, que no es la única para sustantivos, o «v. int.: verbo intransitivo» y «v. irr.: verbo irregular» (entre otras para verbos), reflejan la indecisión en la manera de abreviar las categorías (duplicación), así como la posible falta de economía de espacio que pueden implicar en la construcción del artículo y, en fin, de la obra. 71 Un ejemplo de que el DEHA seguiría efectivamente el Astort sería el campo agiografía, abreviado como «Agiog.», cuando esa palabra ni siquiera aparece en el propio DEHA escrita así sino con h, tomando la definición del DRAE 1884. Hagiografía, sin h, solo se encuentra en el NTLLE en Domínguez como entrada remitiendo a hagiografía (1853) y a ajiografía (1853 suplemento y 1869 suplemento). En lo que he podido revisar del DEHA no he visto que se use la mencionada abreviatura «Agiog.». 140 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL En cuanto a las abreviaturas que sí se corresponden con referentes nuevos, habría una importante cantidad en los tres grupos en que se ha clasificado la lista. Entre las abreviaturas lingüísticas hay en el listado varias para lenguas (anglosajón, armenio, armórico, caldeo, etc.), marcas gramaticales (infinitivo, intransitivo, locución adverbial, etc.), marcas de transición semántica (por analogía), marcas connotativas (burlesco, vulgar) y marcas históricas (moderno, neologismo). Entre estas destaca Gutiérrez Cuadrado (1994: 276) las de neologismo y moderno por la importancia que pueden tener estando en un diccionario enciclopédico que recoge las nuevas formaciones o acepciones dadas en los distintos campos del saber (aunque en el diccionario en realidad aparecen muy poco), y la de vulgar, por su dimensión diastrática. También hay novedades en los campos de conocimiento, que son esenciales pues demuestran la amplitud de contenidos del DEHA, acorde con su objetivo y con las nuevas ramas del saber que durante el siglo XIX aparecieron poco a poco, las cuales reflejan el camino ya iniciado hacia la especialización científica. Mientras en el DRAE 1884 se cuentan 72 campos y 95 en el Astort (según las tablas de abreviaturas), en el DEHA la cifra alcanza los 179 campos (contando por separado tocología y obstetricia, pese a ser sinónimos según la propia obra). En el DEHA aparecen 71 de los campos que incluye el DRAE 1884 (solo falta, como ya se mencionó, danza), y 85 de los incluidos en el Astort (no están en el DEHA: alfarería, antigüedades religiosas, ciencias físicas, ciencias naturales, ciencias morales, danza, estudios bíblicos, lexicografía, voces del manejo de caballos y manuscritos). En el Cuadro 5, que aparece en las siguientes dos páginas, se recogen todos los campos que aparecen en la lista del DEHA con sus abreviaturas, están marcados en amarillo los campos nuevos respecto al DRAE 1884 y el diccionario de Astort. Atendiendo a ese cuadro, puede verse que el DEHA incorpora 74 nuevos campos (a pesar de la sinonimia entre obstetricia y tocología, se cuenta la inclusión de este último como nuevo por no estar en las otras obras)72. A estos habría que sumar otros que pueden ubicarse en los artículos propiamente de los tomos 1 a 25, que no aparecerían en la lista quizá por no haberse utilizado en los pliegos iniciales del primer volumen y no estar contemplados para los redactores, lo que de nuevo subraya la falta de método. Los que he podido ubicar son 28: Otro diccionario cuya lista de abreviaturas podría ser útil es el se Domínguez (1853), que por su carácter enciclopédico tiene abreviaturas para muchos campos de conocimiento y para referentes de orden enciclopédico. Un dato que da muestra de ello es que treinta de los campos que el DEHA presenta como nuevos frente al DRAE 1884 y al Astort, están en el diccionario de Domínguez. 72 141 PILAR PARDO HERRERO Adm. Agiog. Agr., Agric. Agrim. Alb. Albañ. Álg. Alq. Anal. Anat. Antig. Arit. Arq. Arq. hidr. Arq. mil. Arq. nav. Arqueol. Art. Art. cul., Coc. Art. mil. Art. y Of. Astrol. Astron. B. A. Balíst. Ball., Ballest. Bib., Bibliog. Biog. Blas. Bot. Cabest. Cant. Carp. Carr. Catop., Catroptr. [sic] Cer. Cerraj. Cet., Cetr. Cir. Com., Comer. Conch. Cosmog. Cosmol. Crist. Cron., Cronol. Der., Dro. Dermat. Administración Agiografía Agricultura Agrimensura Albeitería Albañilería Álgebra Alquimia Analogía Anatomía Antigüedades Aritmética Arquitectura Arquitectura hidráulica Arquitectura militar Arquitectura naval Arqueología Artillería Arte de cocina Arte militar Artes y oficios Astrología Astronomía Bellas Artes Balística Ballestería Bibliografía Biografía Blasón Botánica Cabestrería Cantería Carpintería Carreteras y caminos en general Catóptrica Cereria [sic] Cerrajería Cetrería Cirugía Comercio Conchiología Cosmografía Cosmología Cristalografía Cronología Derecho Dermatología Dial. Dib. Dinam. Dióp., Dióptr. Dog. Dr., Dram. Dro. can. Eban. Econ. Econ. dom. Econ. pol. Econ. rur. Elect. Ent., Entom. Epigr. Equit. Esc. Esg., Esgr. Est., Estét. Estát. Esten. Etim. Farm. F. C., Ferr., Ferr. Carr. Fil., Filos. Filol. Fís. Físic. Fisiol. For. Fort. Fotog. Frenol. Frenop. Galv. Geneal., Genealog. Geod. Geog., Geogr. Geog. ant. Geog. hist. Geog. mil. Geol., Geolog. Geom. Ginec. Gnom. Gram. Hac. Her., Heráld. Herp. Dialectica [sic] Dibujo Dinámica Dióptrica Dogmática Dramática Derecho canónico Ebanistería Economía Economía doméstica Economía política Economía rural Electricidad Entomología Epigrafía Equitación Escultura Esgrima Estética Estática Estenografía Etimología Farmacia Ferrocarriles Filosofía Filología Física Fisiología Forense Fortificación Fotografía Frenología Frenopatía Galvanismo Genealogía Geodesia Geografía Geografía antigua Geografía histórica Geografía militar Geología Geometría Ginecología Gnómica Gramática Hacienda Heráldica Herpetología 142 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Hidrául. Hidrom. Hidrost. Hig. Hist. Hist. ecl. Hist. nat. Hist. sag. Hort. Iconog. Ict., Ictiol. Imp., Impr. Ind., Indust. Indum. Jard. Jin. Jurisp. Jurisp. ant. Legisl. Ling. Liter., Literat. Liturg. Lóg. Maq. Mar. Mason. Matem. Mec. Med. Met. Metal. Meteor. Metrol. Mil., Milic. Mil. ant. Min. Miner., Mineral. Mit. Mont. Mús. Nav. Naut. Num., Numism. Hidráulica Hidrometría Hidrostática Higiene Historia Historia eclesiástica Historia natural Historia sagrada Horticultura Iconografía Ictiología Imprenta Industria Indumentaria Jardinería Jineta Jurisprudencia Jurisprudencia antigua Legislación Lingüística Literatura Liturgia Lógica Maquinaria Marina Masonería Matemáticas Mecánica Medicina Metafísica Metalúrgica Meteorología Metrología Milicia Milicia antigua Minería Mineralogía Mitología Montería Música Navegación Náutica Numismática Obst. Oft. Opt. Orat. Ornit. Ortog. Paleog. Paleon., Paleont. Pat., Patol. Pedag. Persp. Pint. Plat. Poét. Pol., Polit. Pros. Quím. Rel. Ret. Sast. Selv. Tact. Tact. mil. Taurom. Teat. Tecnol. Telegr. Teol. Terap. Terat. Tint. Tip. Toc. Topog., Topogr. Tox., Toxic. Trig., Trigon. Vet., Veter. Vid. Vol. Zool. Zoot., Zootec. Obstetricia Oftalmología Óptica Oratoria Ornitología Ortografía Paleografía Paleontología Patología Pedagogía Perspectiva Pintura Platería Poética Política Prosodia Química Religión Retórica Sastrería Selvicultura Táctica Táctica militar Tauromaquia Teatro Tecnología Telegrafía Teología Terapéutica Teratología Tintorería Tipografía Tocología Topografía Toxicología Trigonometría Veterinaria Vidriería Volatería Zoología Zootecnia Cuadro 5. Campos de especialidad recogidos en la lista de abreviaturas el DEHA (tomo 1) 143 PILAR PARDO HERRERO - «A. urb.», ‘arquitectura urbana’, s.v. aplique (tomo 2)73. «Antrop.» ‘antropología’, s.v. braquicefalia (tomo 3). «Arbor.» ‘arboricultura’, s.v. abilo (tomo 1). «Can.», ‘canales’, en subentrada abastecimiento de aguas s.v. abastecimiento (tomo 1). «Can. Puer.», acaso ‘canalización de puertos’, s.v. ante-espolón (tomo 2). «Cienc.» ‘ciencia, s.v. tecnología (tomo 20). «Conf.» ‘confitería’, s.v. gragea (tomo 9). «Const.» ‘construcción’, s.v. paranieves (tomo 14). «Cult. orient.» ‘cultura oriental’, s.v. Ahrimán, también con la marca «Rel.» (tomo 1) «Danz.» ‘danza’, s.v. cimbrado (tomo 5 1ª parte). A pesar de no aparecer en la lista aunque estaba en el DRAE 1884 y en Astort, se comprueba con este ejemplo que sí hay voces de este campo. - «Deport.» ‘deporte’, s.v. velódromo (tomo 23). «Etnog.» ‘etnografía’, que cuenta con muchos ejemplos pues aparece en bastantes entradas para comunidades humanas de todo el mundo (s.v. araucanos, brahuis, guaraníes, pápagos, etc. Hay ocasiones en que en vez de esta abreviatura se usa la de geografía (s.v. abacaros). 73 «Etnol.» ‘sociología’, s.v. *visita, junto a la marca «Sociol.» (tomo 25). «Gan.» ‘ganadería’, s.v. aforo (tomo 1). «Herr.» ‘herrería’, s.v. alcaidilla (tomo 1). «Hid. méd.», acaso ‘hidrología médica’, s.v. acqua sparta (tomo 1). «Hig. publ.» ‘higiene pública’, en la segunda subentrada s.v. aislamiento (tomo 1). «Hoj.», ‘hojalatería’, en una de las subentradas s.v. aguja (tomo 1). «Ing.» ‘ingeniería’, primera subentrada s.v. acueducto (tomo 1). «Locom.», acaso ‘locomoción’, s.v. velómano (tomo 23). «Mar. ant.» ‘marina antigua’, s.v. afracta (tomo 1). «Microbiología.» ‘microbiología’, s.v. anerobio (tomo 2). Las abreviaturas «A. mil.», «A. nav.», «A. urb.» «Can.», «Carr.», «Dib.», «Hoj.», «Puer.», y «Vid.», están en la lista del Diccionario General de Arquitectura e Ingeniería de Clairac (1877-1908), de donde se puede considerar que provienen. Teniendo en cuenta que se usaron ilustraciones (§ 2.1.4.2.), así como nomenclatura y definiciones de esa obra (§ 3.3.1.2.) y que el autor es uno de los redactores en el principio de la obra, es lógica la influencia en las abreviaturas. De esa obra podría provenir igualmente la abreviatura «Tecnol.» ‘tecnología’. 144 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - «Microg.» ‘micrografía’, s.v. browniano (tomo 3). «Panop.» ‘panoplia, s.v. canillera (tomo 4). «Princ. de Med.», ‘principios de medicina’, en la subentrada aforismo (s.v. aforismo) (tomo 1). «Puer.» ‘puertos’, s.v. acolchado (tomo 1). «Rel. ind.» ‘religión india’, s.v. Brahma (tomo 3). «Sociol.» ‘sociología’, s.v. *visita, junto a la marca «Etnol.» (tomo 25). En cuanto al apéndice segundo, en el que tampoco se presenta lista, también aparecen nuevas abreviaturas, que podrían no haber aparecido por ser campos apenas desarrollados en 1887, en el caso de ámbitos científicos. Las abreviaturas que he encontrado son: «Apic.» ‘apicultura’ «Bacteriol.» ‘bacteoriología’ «Biol.» ‘biología’ «Caza.» ‘caza’ «Coreog.» ‘coreografía’ «Discipl. ecles.» ‘disciplina eclesiástica’ «Electroter.» ‘electrotermia’ «Embriol.» ‘embriología’ «Floric.» ‘floricultura’ «Iconol.» ‘iconología’ «Instr. públ y leg.» ‘instrucción pública y legislación’ «Mor.» acaso ‘moral’ (cf. lista de abreviaturas de Domínguez 1853) «Oceanogr.» ‘oceanografía’ «Pesca.» ‘pesca’ «Quirom.» ‘quiromancia’ «Tej.» acaso ‘tejidos’ o ‘tejeduría’ «Velocip.» acaso ‘velocipedia’ (cf. Zerolo 1895) «Vinic.» ‘vinicultura’ y «Vitic.» ‘viticultura’74. La suma de los campos de la lista más los encontrados da un total de 227 número que podría aumentar aún un poco más. En la revista argentina Caras y Caretas (1453 (7/08/1927): 92), a la que se hizo mención en el primer capítulo, un anuncio publicitario indica que el DEHA contiene información sobre 74 145 PILAR PARDO HERRERO Además, hay que tener en cuenta que hay abreviaturas nuevas para campos contemplados en la lista con una abreviatura determinada, lo que nuevamente deja ver problemas metodológicos en la elaboración. Por ejemplo: «Tipog.», en vez de «Tip.», s.v. abrazadera (tomo 1) en acepción de tipografía. «Arquit.», en vez de «Arq.», s.v. acueducto (tomo 1) en su subentrada enciclopédica con marca de arquitectura. «Top.», en vez de «Topog.» o «Topogr.», s.v. báculo (tomo 3) en acepciones de topografía. «Tintor.» en vez de «Tint.», s.v. baño (tomo 3) en el artículo enciclopédico de tintorería. «Tel.», en vez de la listada «Telegr.», s.v. botón (tomo 3) en la acepción de telegrafía. «Tauromaq.» en vez de «Taurom.», s.v. brocho (tomo 3). «Astr.», en vez de «Astrol.», s.v. dracónico (tomo 6), que es de voz de la astrología. El uso de la abreviatura puede «Astr.», puede conducir a equivocar la interpretación de la voz como de astronomía. «Tec.», en vez de «Tecnol.», s.v. velón (tomo 22) en la entradilla enciclopédica. Por último, para el objetivo enciclopédico el DEHA incorpora abreviaturas para referentes que se utilizarán en los artículos reiteradamente y le servirán para economizar espacio. Entre ellas están: las abreviaturas para puntos cardinales y de dirección («N.» ‘norte’, «S.» ‘sur’, «O. N. E.» ‘oestenordeste’, «E. S. O.» ‘estesuroeste’, etc.), referentes geográficos («afl.» ‘afluente’, «r.» ‘río’, «alt.» ‘altitud’, «Lat.» ‘latitud’, «dep.» o «depart.» ‘departamento’, etc.), referentes temporales (los meses del año; «h.» ‘hoy’, «A. C.» ‘Año de Cristo’, etc.), referentes de denominación («D.» ‘Don’, «Fr.» ‘Fray’, etc.), referentes de ordenación social y territorial («gob.» ‘gobierno’, «obis.» ‘obispado’, «p. j.» o «part. jud.» ‘partido judicial’, etc.), «213 secciones del saber humano», cantidad que podría resultar de considerar los campos de la lista más los otros que aparecen durante la lectura, aunque esto no es más que una posibilidad. 146 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - abreviaturas para referencias internas («V.» ‘véase’, «fol.» ‘folio’, «ap.» ‘apéndice’, «pág.» ‘página’, etc.), abreviaturas de obras («Dicc. de la Ac. Esp.» ‘Diccionario de la Academia Española’, «Nov. Recop.» ‘Novísima Recopilación’, «N. Recop.» ‘Nueva Recopilación’, «Part.» ‘Partida o Partidas’), - y otras de más difícil clasificación («anál.» ‘análisis’, «icóg.» ‘incógnito, desconocido’)75. Como con los campos de especialidad, hay en los artículos abreviaturas no listadas para referentes sí mencionados, como «pobl.», en vez de la listada «pob.», s.v. Aforados de Moneo para dar su población. Esta revisión general de la lista de abreviaturas del DEHA refleja en sí misma cuestiones de contenido y de método que van más allá del simple listado. El hecho de tener que sacar esta lista en el primer volumen, cuando apenas se tenía redactada una pequeña parte de la enciclopedia, no es excusa pero explica en parte todos los desajustes que se pueden hallar a lo largo de la obra. Una nueva versión de la lista, acompañada de un mayor rigor al avanzar la redacción, hubiera sido muy buena para el diccionario; que no se hiciera se explicaría posiblemente por la mala impresión que esto hubiera podido causar en el público. Las ediciones posteriores (la de la Sociedad Internacional y la de Jackson), también podrían haber realizado esta labor, pero no solo no lo hicieron, sino que directamente eliminaron la lista. Sobre la importancia que tienen los campos de conocimiento contemplados, y en particular los nuevos del DEHA con respecto a las obras con las que se ha comparado la lista, se discutirá más extensamente en el capítulo III, que es donde se trata en profundidad la lengua de la ciencia y de la técnica en el DEHA. 2.2.1.2. Advertencias El preliminar con advertencias aparece solamente en los apéndices (en ambos en la página donde antes estaba la lista de redactores). En el primer apéndice se trata de una sola «Advertencia» que dice así: El asterisco (‫ )٭‬colocado á la izquierda de la palabra que encabeza cada artículo, indica que éste ha sido ya tratado en el cuerpo de la obra y que por consiguiente solo se trata de completarlo. Los artículos que no llevan aquel signo son enteramente nuevos. 75 De las referencias a obras se dan aquí los únicos cuatro casos de la lista. 147 PILAR PARDO HERRERO Las «Advertencias» del apéndice segundo contemplan dos puntos. El preliminar, aunque un poco extenso, puede leerse en la figura siguiente: Fig. 23 Preliminar «Advertencias» del segundo apéndice del DEHA (Fte. BC) La carencia de prólogo en cuerpo y apéndices hace que estos textos sean relevantes pues dan idea de decisiones importantes que se tomaron sobre el contenido para el suplemento. La advertencia del primer apéndice es muy sencilla. Comparada con el primer punto de la del apéndice segundo, se observa que son parecidas pero que la segunda da algo más de información. La advertencia sobre el asterisco del segundo apéndice es más acertada, pues dice los casos en que se usa de modo más específico, es decir, contempla no solo que se complete un artículo sino que pueden darse nuevas acepciones. En el segundo apéndice se incluyen además voces del primer apéndice, es decir las que aparecen en los tomos 24 o 25 por primera vez (cf. *automóvil). El símbolo del asterisco resulta importante para distinguir los nuevos artículos o acepciones, pues puede preceder la entrada pero también puede preceder una subentrada; además es relevante porque pone de manifiesto que el apéndice busca no solo recoger nuevas voces sino completar aquellas que lo requieran y actualizar la información. Este último sería el caso por ejemplo de biografías que comunican lo que ha publicado el personaje en esos años o si ha obtenido un cargo, etc. (cf. Aznar (Francisco), que aparece en el segundo apéndice para decir que fue elegido miembro de la Academia de Bellas Artes en 1898); o en muchas ocasiones informan simplemente de 148 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL su muerte (cf. Crowe (José Archer), que aparece en el primer apéndice para decir cuándo murió); artículos sobre lugares para dar nuevos datos (cf. *Madrid, que aparece en los dos apéndices para dar informaciones de actualidad); términos sobre los cuales se tiene nueva información o sobre los que se quiere dar una información de orden enciclopédico actualizada (cf. *desengrase o *pulmón, en el primer apéndice), o correcciones a errores aparecidos en la entrada del tomo correspondiente (cf. *hidráulica o *Krapotkín, en el segundo apéndice). El segundo punto, sobre la latinización en la etimología de las voces provenientes de lenguas con otros alfabetos, es una determinación importante pues muestra un claro interés por el lector común. Si se piensa además en el cambio en la dirección, ahora a cargo de Pelayo Vizuete, quizá una posible explicación sea tener en cuenta dos cuestiones sobre su vida: 1) su larga trayectoria en publicación de libros para la enseñanza de lenguas, así como de obras populares, que podría justificar que pretenda que la cuestión etimológica sea más comprensible y por tanto más útil para el lector; y 2) su trabajo con la terminología científica, cuya cumbre es su participación en el Diccionario Tecnológico Hispano-Americano, lo que hace que se interese por la claridad de los conceptos (véase su biografía en el Apéndice 1, p.530). Sea cual sea la razón para escribir esta advertencia, hay que notar que en los volúmenes anteriores ya el DEHA no daba la etimología árabe, sánscrita, persa, hebrea ni pelvi en el alfabeto original (cf. alamar, alambique, alficoz, brahmán, buche, kan, kiosco, sanedrín, tora, zend). Solo deja en el alfabeto original las etimologías griegas (cf. afonía, bucranio, entropión). En los mismos ejemplos que da la Advertencia, si se buscan las voces en el diccionario, se observa que: Alhambra, aparecida en el tomo 1, no tiene etimología; bracmán (tomo 2), que remite a brahmán, da la etimología latinizada brāhmăna; y solo cariocinesis, que sí aparece en el apéndice segundo, sigue la «nueva» norma y da la etimología latinizada «del gr. káruon, grano, núcleo, y kinêsis, movimiento». En consecuencia, si bien el contenido de la advertencia es interesante, su afirmación de que es desde ese momento que se prescinde de los alfabetos distintos al latino en la etimología es falsa, o más exactamente, solamente se aplica para el caso del griego. Por qué sucede esto es, como otros puntos, difícil de explicar. Podría deberse, quizá, a que por ser el griego la lengua de origen más común entre las que tienen un alfabeto no latino, y haber muchas entradas, bastantes de ellas especializadas, con etimología griega, el repaso llevara a concluir que todas la etimologías no latinas se 149 PILAR PARDO HERRERO habían tratado de esa forma. Esta explicación, aunque factible, implicaría una revisión poco cuidadosa de los contenidos del DEHA por parte de los editores hasta ese momento. El diccionario de la Academia, que es necesario tener presente como referencia, ofrece las etimologías de palabras con origen sánscrito en el alfabeto original hasta el diccionario de 1925, y las árabes, persas y hebreas hasta el de 1956, siempre acompañadas de la versión latinizada. A partir de las ediciones mencionadas, lo que se mantiene son solamente las latinizaciones. En el caso de la lengua griega, nunca desaparece la forma del alfabeto original. Esto continúa así hasta hoy. Por lo tanto, la presentación de las etimologías del DEHA en los tomos 1 a 25 se anticipa a lo que decidió la Academia bien entrado el siglo XX. 2.2.2. Nomenclatura A partir de la revisión de un 5% de la obra, realizada sobre los 28 tomos que la conforman (10% en el caso del apéndice segundo), se obtiene que el conjunto de entradas del diccionario está formado por aproximadamente 252.660. Teniendo en cuenta la división física del DEHA en cuerpo propiamente dicho, primer apéndice y segundo apéndice, puede decirse que ese número total es la suma de 179.000 artículos en el cuerpo, 9.920 en el primer apéndice y 62.990 en el segundo (más 650 de suplemento final). Este número, según lo expresado antes, se refiere solamente a la entrada principal, a los lemas; no se han contabilizado las subentradas, lo que de hacerse haría fácilmente que se triplicara el número pues aunque muchas voces no tienen más que una acepción, es decir que consisten en una única definición, otras tantas tienen varias entradillas, como es el caso de distintos apellidos o de palabras bajo las cuales se aglutine una serie de acepciones y/o expresiones fijas76. En cuanto a la ordenación del DEHA, la obra sigue un orden semasiológico dado por el alfabeto fijado para ese momento por la Academia y que contemplaba como letras separadas la «ch» y la «ll», decisión académica tomada en 1803 y que se mantuvo hasta 1994. Pero no solo en esto el DEHA se remite a la Academia. Como han apuntado Gutiérrez Cuadrado (1994: 277) y Prieto García Seco (2007: 102-103, 2008: 425 y 2009: 539), la edición vigente del DRAE para el momento de la redacción del DEHA, la 76 Algunos de los anuncios de la edición de Jackson en Caras y caretas dicen que la obra consta de 32.000 páginas, número que según se anotó al inicio de este capítulo, donde se ofrece como número total de páginas 31.272, está ajustado a la realidad; en cuanto a entradas, algunas publicidades de esa misma revista dicen que el DEHA tiene más de 600.000, número que también podría estar más o menos ajustado a la realidad considerando en conjunto entrada principal y entradillas. 150 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL 12.ª de 1884, sirve al DEHA como fuente principal del léxico general que recoge. Esto no es extraño en la época. Es común en ese entonces que los diccionarios no académicos que se producían basaran su nomenclatura en la del diccionario de la Academia pues, como dice Prieto García-Seco (2007: 103), considerando la lengua como un bien común, parecía que también debía serlo el libro que la inventariaba. En el caso del DEHA, según lo expresa Gutiérrez Cuadrado (1994: 273-274), esta circunstancia se debería, además, a que entre los colaboradores hay varios académicos. Aunque esto debió influir, es importante tener presente que las decisiones lexicográficas eran tomadas por Sbarbi y por Pagès, con la necesaria aceptación de los editores. En este sentido, resulta relevante apuntar que en un inicio, según lo dice Pagès (M. y S. Pagès [15/12/1886]) y se comprueba en los primeros pliegos del primer tomo del diccionario, no era el DRAE 1884 la única fuente para la composición de la nomenclatura y de los artículos, sino que lo era también el Diccionario universal de Astort. En la carta referida de Pagès se hace mención al problema que este autor encuentra en la parte que se ha avanzado pues aparecen dos formas de notación gramatical de las palabras: la de Sbarbi, que sigue a la Academia, y la de los editores, que siguen a Astort (§ 2.2.1.1.). Frente a esto Pagès da a entender que la decisión de cuál seguir es de los editores, no dice preferir ninguna. Al observar el DEHA, se concluye que la decisión tomada fue seguir a la Academia. Aunque no se sabe por qué fue así, es posible pensar que se debió al prestigio con que contaba la labor lexicográfica académica (que también usó en su diccionario hasta 1822 la notación gramatical que utiliza Astort (véase el prólogo del DRAE 1832 la cuestión de la eliminación de abreviaturas)) y quizá a un interés por desvincularse de la obra lexicográfica de Astort, criticada muy duramente en cierto momento por otro importante colaborador del DEHA, Francisco Pi y Margall (M. y S. Pi y Margall [25/02/1883]). De nuevo en este punto, la carencia de un prólogo hace problemático establecer cuáles eran los objetivos del DEHA. En cualquier caso, es fundamental en torno a la macroestructura añadir que es evidente que su nomenclatura, y su microestructura, no se limitan a las ofrecidas por el diccionario de la Academia. Al caudal académico utilizado se sumó una gran cantidad de léxico. En cuanto a la lengua común, el número creció con voces nuevas, regionales (incluyendo americanismos), palabras derivadas (adjetivos, diminutivos, aumentativos, adverbios terminados en -mente), palabras antiguas, barbarismos y expresiones pluriverbales, entre otras; de los grupos de palabras derivadas y antiguas hay casos en 151 PILAR PARDO HERRERO que lo que se hace es recuperar voces que el DRAE sacó en ediciones previas a la de 1884. Pero el caudal se incrementó especialmente con las voces con marca diatécnica, así como con las voces más propiamente enciclopédicas, como son los nombres propios, que conforman una parte muy importante del total (en el caso del apéndice primero es mínima la presencia de voces sin marca de especialidad; véase Cuadro 7). Sobre esto último se volverá más adelante al comentar las cifras de las que se dispone al respecto. boniticamente abalagado, dualístico acertadísimo (DRAE 1869) casica (DRAE 1869), globulillo (DRAE 1869) budín adarve (subentrada) (Autoridades) buchí abalear Americanismos agriera pericote abanto Voces provinciales de España acarrazar (Autoridades) acatu áccido Barbarismos acatar obediencia (s.v. acatar) Expresiones pluriverbales ectropión Voces técnicas falsarregla Cuadro 6. Ejemplos de entradas y subentradas en el cuerpo del DEHA no contenidas en el DRAE 1884 Adverbios terminados en -mente Adjetivos por derivación Aumentativos Diminutivos Voces nuevas Voces antiguas El apéndice segundo, que aparece en 1907, cuando ha salido una nueva edición del DRAE, la 13.ª de 1899, está más claramente constituido con material ajeno al académico (Prieto García-Seco 2007: 110-113). Si bien incorpora novedades del DRAE 1899, la mayor cantidad de entradas no proviene de dicha fuente77. Como en el caso de los volúmenes anteriores, el caudal léxico crece por palabras derivadas (adjetivos (muchos de ellos gentilicios), adverbios terminados en -mente), palabras comunes nuevas (no marcadas) que se asentarán en la lengua (auto, autodidacto, ta) o que son coyunturales y desaparecen (austriaquista), americanismos (boleto, camote, charango), expresiones latinas (aut vincere aut mori) y, sobre todo, términos de especialidad y nombres propios. El uso del DRAE 1899 es menor que el que hizo el DEHA en su cuerpo del DRAE 1884, que es ciertamente lógico pues ya estaba incorporado casi completamente su léxico. Pese a encontrar voces en el segundo apéndice que reproducen la información del DRAE 1899 (cf. obstruccionista, oportunismo, orificar, § 3.3.4.1.), también encontramos acepciones del DRAE 1899 que el DEHA presenta pero de modo diferente (cf. ensanche, ohmio), lo que, junto con todo aquello que no está en el DRAE, revela el completo trabajo lexicográfico del segundo apéndice. 77 152 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Por otra parte, el conjunto global de voces, según se observa, no permite hablar del DEHA como un diccionario con una clara perspectiva sincrónica ni tampoco diacrónica. Siguiendo el término de Rey-Debove al que hace alusión Seco (1980), sería más acertado considerar que la obra tiene un carácter acrónico, pues en su composición mezcla voces de todos los tiempos. Su objetivo implícito de querer contener todo el conocimiento y toda la lengua hacen que además de contemplar la lengua que en ese momento se estaba utilizando, se incluyan voces antiguas o desusadas que hacen que la obra tenga una función histórica, apoyada por las citas textuales, de ambición totalizante. 2.2.2.1. Tipos de unidades léxicas incluidas en el DEHA Al hablar aquí de tipos de unidades léxicas incluidas en el DEHA se tienen en cuenta las entradas esta vez entendidas en el sentido lato del que habla Porto Dapena (2002: 136), es decir, tanto las que son su macroestructura como las que forman su microestructura. Hace falta tener esto presente pues hay unidades que no aparecen como entrada principal sino como subentrada, por lo que, si se tuviera en consideración solamente la nomenclatura, se estarían dejando por fuera. Tal es el caso de unidades léxicas tan importantes como las expresiones pluriverbales, que, salvo algunas excepciones como a horcajadas o expresiones latinas, son subentradas de la voz de la expresión que se considere central. La nomenclatura del DEHA está formada por palabras, expresiones pluriverbales y nombres propios. 2.2.2.1.a. Palabras Una clasificación sencilla de las palabras parte de considerar si admiten o no morfemas flexivos. Partiendo de este criterio morfológico (Eguren/Fernández Soriano 2006: 19 y 56), se presentan aquí los dos tipos de palabras que tienen cabida en el DEHA: las palabras invariables —que no admiten morfemas flexivos— y las palabras variables —que sí admiten morfemas flexivos. 2.2.2.1.a.1. Palabras invariables En este grupo están todas aquellas voces que no cambian de género ni de número, como son los adverbios, las preposiciones, las conjunciones, las interjecciones y las partículas. Todas ellas aparecen como entradas, en negrita y en mayúscula, según 153 PILAR PARDO HERRERO el uso del DEHA. Aunque hay excepciones, como s.v. ante, donde la entrada es la preposición, como primera subentrada se encuentra la palabra como forma antigua del adverbio de tiempo antes y como segunda la voz como sustantivo. 2.2.2.1.a.2. Palabras variables En este grupo están aquellas voces que varían morfológicamente, es decir los verbos, nombres, adjetivos, pronombres y determinantes. Para el momento en que el DEHA se confecciona, ya era tradicional en lexicografía la manera de elegir la forma clave en que la palabra aparecería en la entrada. En el caso de los nombres o sustantivos, la entrada se escribe en singular, salvo los casos en que la única forma del mismo sea plural. Algunos ejemplos de esto último se encuentran en voces con marcas de especialidad, como zoología y botánica, que tienen como justificación el hecho de hablar de conjuntos de miembros: s.v. acaguas: «m. pl. Geog. Pueblo indígena de la América Meridional, que habita en territorios de Venezuela y del Brasil, entre los ríos Orinoco y Negro» s.v. arvicólidos: «m. pl. Zool. Familia de mamíferos del orden de los roedores» s.v. ascitas: «m. pl. Hist. ecl. Herejes del siglo montanistas» s.v. asclepiadáceas: «m. pl. Bot. Familia de plantas pertenecientes á las Monocotiledóneas» Cuando el sustantivo puede ser de género masculino o femenino, la entrada aparece en masculino seguida de la terminación femenina, aunque la mayoría de los casos son de nombres con un solo género, por lo que la entrada se limita a reproducir la palabra. En el grupo de sustantivos se encuentra la gran mayoría de términos con marca de especialidad. La forma clave de los adjetivos funciona igual que la de los sustantivos: aparecen en singular y cuando pueden ser de diferente género, aparece primero la forma masculina y luego la terminación femenina. En el caso de los verbos, la forma clave es el infinitivo, aceptado ya desde tiempo atrás (el Diccionario de Autoridades ya lo utiliza) por ser la que tiene una menor caracterización semántica (Porto Dapena 2002: 176). II procedentes de los 154 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Por último, cabe mencionar la cuestión de las palabras homónimas con igual grafía pero categoría gramatical distinta. Estas aparecen como dos entradas diferentes cuando se trata de sustantivos, o adjetivos, y verbos (como deber, decir, poder); o cuando para un mismo sustantivo (como banda, bota o cata) o un verbo (como arropar) hay dos etimologías, lo cual ya sucedía en el diccionario de la Academia para 188478. Igualmente, la regla es que primero esté la entrada correspondiente al sustantivo y luego la del verbo. En el caso de sustantivos que también sean adjetivos, la entrada sí es única salvo cuando la etimología es diferente. 2.2.2.1.b. Expresiones pluriverbales Como se mencionó anteriormente, una parte de las expresiones fijas aparece como entrada principal. Tal sería el caso de expresiones latinas como ad líbitum, ad lítem; y de locuciones como de antemano, de bruces y a horcajadas, cuyo significado únicamente existe en tanto expresiones, por lo que tienen su entrada siguiendo a la palabra principal la preposición entre paréntesis, en los ejemplos dados; antemano (de), bruces (de) y horcajadas (a). Pero la mayor parte de las expresiones pluriverbales contenidas en el DEHA son subentradas. Entre ellas se deben mencionar, según la manera en que las denomina el DEHA, refranes (administrador que administra, y enfermo que se enjuaga, algo traga (s.v. administrador)), frases (acabar con uno (s.v. acabar)), locuciones (no siempre marcadas como tales, como nadar en la abundancia (s.v. abundancia)), modos adverbiales (de acá para allá ó acullá (s.v. acá)) y expresiones (acabáramos ó acabáramos con ello (s.v. acabar), ¡viva usted mil años, ó muchos más! (s.v. año)). Así mismo, se pueden incluir aquí los llamados compuestos sintagmáticos (Varela Ortega 2005: 80-84) que se dividen en compuestos preposicionales (anteojo de larga vista (s.v. anteojo)), compuestos yuxtapuestos nominales o adjetivales y compuestos de nombre y adjetivo (año bisiesto (s.v. año), dama cortesana (s.v. cortesana)). La entrada bajo la cual se ubican las distintas expresiones sigue la regla académica, que en la edición del DRAE de 1884 se encuentra en las reglas de uso del diccionario, según la cual el artículo en que aparece la expresión sigue un orden preferente: el primer sustantivo, si no hay sustantivos el primer verbo, si no hay verbos el primer adjetivo, si no hay adjetivos el primer pronombre, y si tampoco hay pronombres el primer adverbio. En los sustantivos se exceptúan persona y cosa Es posible encontrar casos de error como s.v. abogado, cuya subentrada para un árbol americano debería ser una entrada aparte pues no tiene el mismo origen latino. 78 155 PILAR PARDO HERRERO cuando no son parte necesaria e invariable de la expresión, y los verbos usados como auxiliares. Hay, sin embargo, una decisión contraria a la expuesta cuando se trata de muchos de los términos compuestos con marca de especialidad (nombre + adjetivo, lexías complejas coordinadas (Gutiérrez Rodilla 2005: 50) o epónimos). En la mayoría de estos casos, que suelen corresponder con términos no provenientes del DRAE, la forma pluriverbal no entra por el sustantivo sino por lo que lo complementa (cf. compás binario, sistema binario (tomo 3), ácido túngstico (tomo 21) que entran por el adjetivo79. Sobre estas variantes en el planteamiento de la microestructura en voces marcadas diatécnicamente se volverá en el capítulo III. 2.2.2.1.c. Nombres propios Entre los nombres propios se cuentan fundamentalmente las entradas, y subentradas, de geografía y de biografía, es decir, el material más claramente enciclopédico; aunque también se incluyen nombres propios de persona con la abreviatura «n. p.» (cf. Bela, Benito, Blanca). En este grupo también hay voces de mitología, historia, literatura y astronomía cuando corresponden a nombres propios (dioses, batallas, títulos de obras, nombres de constelaciones). Cuando el nombre consiste en una sola palabra, si esta no tiene sentido en la lengua común, el nombre propio es la entrada del artículo (cf. Calmarza). Si el nombre propio tiene sentido en la lengua común, será subentrada y aparecerá después de todas las acepciones comunes y técnicas (cf. Guerrero). En cuanto a su ordenación, cuando están formados por más de una palabra, como son la gran mayoría de biografías pues constan de nombre(s) y apellido(s), entran por el apellido seguido entre paréntesis por el nombre (cf. Goethe (Juan Wolfgang)). En el caso de los nombres de lugares con un artículo inicial, entran por el nombre principal seguido entre paréntesis por el artículo (cf. Refugio (El)), y si están formados por varias palabras se escoge la menos genérica (cf. Fuego (Tierra del)). Si el nombre procede de un santo, sí se conserva como palabra clave el adjetivo (cf. San Antonino de Doriga). En estos casos de nombres compuestos por varias palabras, si el nombre propio es entrada, irá en negrita y mayúscula la parte principal, y lo que aparece en el paréntesis Esto no quiere decir que los compuestos que no provengan del DRAE, que son muchos, sobre todo con marca de especialidad, estén incorporados de forma «incorrecta» a un determinado lema. Ejemplos de compuestos bien lematizados pueden ser aguja azimutal o aguja del inyectador, ambos s.v. aguja. 79 156 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL en versalitas; mientras que si ingresa como subentrada estará todo escrito en versalitas, que es la norma del diccionario en todos los casos de entradilla. 2.2.2.2. Nomenclatura con marca de especialidad y enciclopédica Por ser el léxico marcado como especializado el aporte más importante del DEHA, es interesante profundizar en este asunto a partir de datos numéricos que dan idea de qué parte de la nomenclatura está conformada por este tipo de entradas. Antes de hacerlo debe aclararse que la nomenclatura marcada como de especialidad es aquella que presenta junto al lema una abreviatura que corresponde a un campo del conocimiento (física, marina, minería, etc.). Sin embargo se ha decidido incluir a su vez en este apartado aquellas entradas que, si bien tienen una abreviatura, no son considerados términos, me refiero a los nombres propios. Los nombres propios, cuya inserción es consecuencia del objetivo enciclopédico del diccionario, van acompañados de marcas (como «Biog.», «Geog.», «Hist.», «Geneal.», «Astron.», «Mit.» y «Liter.») que indican el ámbito temático de la entrada, o subentrada, por lo que, aunque no impliquen su pertenencia a una terminología específica, sí tienen la intención de guiar al lector en la comprensión del lector, por lo que las incluyo en este apartado. La información que aquí se ofrece acerca de la nomenclatura con marcación de especialidad y enciclopédica parte de la revisión del 5% de la obra (10% en el apéndice segundo) a la cual ya se hizo alusión al inicio del apartado 2.2.2., donde se da una cifra aproximada de la nomenclatura contenida en el DEHA. Esta sección la estructuro en tres apartados, uno por cada parte del diccionario, puesto que cada una tiene intenciones diferentes en cuanto al léxico que recoge. Así, el cuerpo de la obra (tomos 1 a 23) es claro que ha de contener una parte muy importante de lengua tanto común como especializada, mientras que los apéndices tienen el objetivo de completar especialmente la parte enciclopédica y el vocabulario científico y técnico, aunque sin olvidar la inserción de palabras sin marca olvidadas, nuevas o consideradas complementarias. A su vez, trato cada apéndice por aparte, pues aparecen en dos momentos distintos y, como ya se ha establecido, son dirigidos por personas diferentes, por lo que es esencial verlos de forma separada. Aquí los comentarios se limitan a la nomenclatura en sí; el análisis más concienzudo acerca del vocabulario con marca diatécnica se inicia en el examen de la microestructura en el apartado 2.3., donde se comenta someramente lo que se refiere a la ordenación del artículo, y continúa en el capítulo III, donde, ya sin incluir 157 PILAR PARDO HERRERO los nombres propios, se amplía lo referente a nomenclatura, microestructura y contenido de los artículos con marca de especialidad. A continuación se presenta un cuadro que resume la información numérica, que se comentará inmediatamente después. Número total de entradas en el 5% (10%) revisado Porcentajes globales 100% 33% 22,27% 44,73% Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23) Entradas sin marca de especialidad Entradas con marca de especialidad o enciclopédica Voces técnicas y científicas Nombres propios 8.950 2.954 1.993 4.003 Apéndice primero (tomos 24 a 25) Entradas sin marca de especialidad Entradas con marca de especialidad o enciclopédica Voces técnicas y científicas Nombres propios 497 3 269 225 100% 0,6% 54,12% 45,28% Apéndice segundo (tomos 26 a 28) Entradas sin marca de especialidad Entradas con marca de especialidad o enciclopédica Voces técnicas y científicas Nombres propios 6.299 2.330 2.393 1.576 100% 36,99% 38% 25,01% Cuadro 7. Entradas en el DEHA 2.2.2.2.a. Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23) En los veintitrés tomos que forman el cuerpo del DEHA, la revisión del 5% da como resultado 8.950 entradas. Un 67% de ellas (5.996) tienen marca de especialidad. A su vez, este porcentaje es la suma del 44,7% (4.003) de nombres propios y el 22,3% (1.993) de vocablos técnicos y científicos. Para precisar la composición del grupo de nombres propios, puede anotarse que el conteo muestra que 3.170 son de geografía, 778 son de biografía y 55 son de otros campos (mitología, genealogía, historia, astronomía, etc.). Estos datos permiten afirmar que en el cuerpo de la obra la nomenclatura que predomina es la de carácter enciclopédico, correspondiente a los nombres propios, seguida por las entradas no marcadas y en último término las especializadas. Esto no extraña pues los nombres de personajes de todos lo tiempos y de lugares de todo el mundo es lógico que abarquen un gran porcentaje de la obra. Así mismo, es lógico que 158 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL las voces marcadas como de especialidad estén en último lugar, pues las no marcadas, la lengua común, al recoger «toda» la lengua, superan el lenguaje científico y técnico. En este sentido es preciso tener también presente que los términos de especialidad no siempre son voces nuevas, sino que son en muchos casos vocablos comunes terminologizados, por lo que no aparecen en el artículo como entrada principal sino como subentrada. 2.2.2.2.b. Primer apéndice (tomos 24 y 25) El primer apéndice, sobre el que Prieto García Seco (2008: 429) ya apunta que no tiene citas textuales, dedica una especial atención al lenguaje especializado, para el que rara vez se ofrecen ejemplos. El uso preponderante de las marcas de especialidad y enciclopédicas en el primer apéndice permite deducir que para los redactores — especialmente para Pagès y Sbarbi, ambos encargados de la sección de lexicografía— el cuerpo de la obra ya cubría el espectro de la lengua común, por lo que los tomos suplementarios lo que completaban no eran los usos corrientes sino los restringidos, los términos correspondientes a los diversos campos del conocimiento; así como los nombres propios. En el primer apéndice, siguiendo los datos ofrecidos por la revisión del 5%, apenas un 0,6%, tres entradas, no tiene marca de especialidad (embotellado ‘operación de embotellar’, odontología ‘tratado de las enfermedades dentarias’ y *saludador ‘falso hechicero’); es decir, que un 99,4% de las entradas está marcado. Ese porcentaje está constituido en un 45,28% por nombres propios (225 entradas: 80 con marca de geografía, 137 de biografía y 8 con otras marcas (astronomía, mitología e historia)) y en un 54,12% por voces restringidas con marcas de especialidad (269). No hay que olvidar en este apéndice, y en el segundo, la advertencia sobre el asterisco (*) como símbolo de voces o nombres ya tratados en el cuerpo, que en el caso de los nombres propios de lugares y personas conlleva usualmente la actualización de los datos. En el primer apéndice, tienen asterisco un 13% de las entradas de especialidad (35 de las 269). Esta repetición de entradas se debe al interés por dar sobre palabras comunes información enciclopédica añadida (cf. *cuadradillo, *gotera, *museo o *navegación) o ampliar el concepto desde un determinado punto de vista (cf. *explosivo, marcada aquí como de química) (§ 3.1.2. y 3.2.2.2.). Sobre la decisión de sacar este primer apéndice hay pocos datos, pero sí puede establecerse que para el momento en que se redacta el tomo 20, ya era un hecho que habría un apéndice, pues s.v. taqueómetro, hacia la mitad del artículo se lee: 159 PILAR PARDO HERRERO El anteojo del taqueómetro va provisto de hilos micrométricos que permiten medir distancias por medio del eutímetro, del que no es ocasión de ocuparnos aquí (V. EUTÍMETRO en el Apéndice), y por este medio se pueden medir distancias con auxilio de la estadia, de que nos ocuparemos en otro artículo. V. ESTADIA en el Apéndice. Esto indica que la nomenclatura del apéndice ya estaba realizándose, aunque, en el caso citado, se observa que si bien estadia sí está en el apéndice, no lo está eutímetro. 2.2.2.2.c. Segundo apéndice (tomos 26 a 28) La tendencia observada en el primer apéndice a contemplar casi exclusivamente voces técnicas o científicas y a ampliar determinados conceptos con información enciclopédica introducida mediante la marcación diatécnica, cambia de forma radical en el apéndice segundo. En este apéndice, que por la importancia en el cambio de dirección y estar limitado a tres volúmenes se ha revisado en un 10% para ofrecer datos numéricos, el recuento da como resultado 6.299 entradas. De ellas, un 37% son voces no marcadas con abreviaturas de especialidad y un 63% son voces que tienen marca de especialidad o enciclopédica. Si se desglosa este último porcentaje, se obtiene que un 25% son nombres propios (1.576: 465 son de geografía, 931 de biografía y 180 de otras áreas (mitología, literatura, historia, astronomía y literatura)) y un 38% (2.393 entradas) son vocablos con marca de especialidad. Como puede observarse, la proporción entre palabras marcadas diatécnicamente y no marcadas es más equilibrada que en el cuerpo. Así mismo, si no se tienen en cuenta los nombres propios, se observa que las voces de especialidad (38%) y las no marcadas (37%) ocupan la nomenclatura de este apéndice en partes muy parecidas. Esto es síntoma de un cambio de perspectiva en el que Pelayo Vizuete, como director, debió tener mucho que ver (§ 2.3.3. y 3.1.3.). La inclusión de voces sin marca de especialidad muestra una visión que va más allá de lo que para la Academia debía incluirse en un diccionario general de lengua, que, presumiendo que el hablante puede derivar voces según determinadas reglas, no incorpora palabras derivadas como gentilicios (salvo los más «representativos»), muchos adverbios terminados en -mente, aumentativos o diminutivos, que el DEHA en su segundo apéndice sí contempla. Alvar Ezquerra (1993: 230) al comentar el tratamiento de los derivados por parte de la Academia en su diccionario, explica las razones para suprimirlos, si bien no llegan a eliminarse totalmente. Esas causas son básicamente dos: la necesidad de reducir el volumen del diccionario, lo que pasa por primera vez en la edición de 1780, y el hecho de que «las reglas de su formación pueden y deben estudiarse en la Gramática» (DRAE 1884: VI). 160 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Las diferencias advertidas entre el DEHA y la Academia con respecto a la inclusión de voces comunes nuevas y de derivados, pese a ser notables, impiden asegurar que el DEHA, o más exactamente Pelayo Vizuete, no estuviera de acuerdo con los criterios lexicográficos académicos —aunque algo de esto podría haber. Sin embargo, sí puede aseverarse que las novedades en lengua común, sin abreviatura de especialidad, tienen el objetivo de seguir esforzándose por dar cuenta de «toda» la lengua, meta última de un diccionario como el de Montaner y Simón. El buen criterio en la inclusión de voces no marcadas en el segundo apéndice, derivadas o de nueva formación, se hace patente al notar que hay un buen número de ejemplos de ellas que más tarde entrarán en el DRAE, por ejemplo: alpinismo, antimilitarista, comadrona, feminismo, impresionismo, motocicleta, prerrafaelismo o sadismo80. Continuar, por otra parte, incluyendo voces de especialidad tiene dos explicaciones: mantener al lector actualizado en el progreso de las ciencias y seguir un camino más terminológico (§ 3.1.3. y 3.2.3.). Aquí el uso del asterisco como señal de la previa aparición de la voz, en el cuerpo y/o en el primer apéndice, tiene esa misma pretensión de poner al día. Del 63,05% de entradas marcadas como especializadas, un 16% (383 entradas) lo tienen por las mismas razones que en el apéndice primero: hacer énfasis en algún aspecto (cf. *escuela, marcada como de instrucción pública y legislación), ampliar lo dicho previamente (cf. *electricidad, con marca de física), dar una acepción de un campo determinado no contemplada (cf. *escuadra, para dar acepción de imprenta y de blasonería; *esquina, para dar acepción de compuesto esquina viva del campo marina), etc. (§ 3.1.2. y 3.2.3.3.). En este apéndice, el último del DEHA, hay que añadir que al acabar, en la p. 1393, se incorpora un «Suplemento a este apéndice». Este suplemento, de apenas veinte páginas, empieza en la entrada Abadal y Calderó (Raimundo) y acaba en Vera y López (Jaime). La revisión de una quinta parte, un 20%, continúa la disposición general del apéndice, que se comprueba al encontrar allí, entre 125 entradas: 58 sin abreviatura de especialidad y 67 con ella (45 nombres propios y 22 voces marcadas diatécnicamente). Una vez más, este pequeño suplemento revela la intención, claramente superada por la realidad lingüística en cuanto que cambiante, de querer contemplar en una obra lexicográfica la lengua en su totalidad. La inserción de americanismos es un punto sobre el que el DEHA sí podría considerarse que supera la importancia dada a este respecto por la Academia. Esto se comentará en el punto 2.4. más ampliamente. En cuanto a las palabras que luego harán parte del DRAE, se harán más consideraciones en el capítulo IV. 80 161 PILAR PARDO HERRERO Para terminar este apartado considero importante añadir que el tiempo que toma la publicación de obras del tipo del DEHA requiere los apéndices por los posibles cambios no solo históricos sino científicos y técnicos, que son los considerados centrales en el progreso de la sociedad occidental en ese momento. Yeo (2001: 61-70) habla de esto en el segundo capítulo de su libro Encyclopaedic Visions y afirma para obras de finales del XVIII y principios del XIX lo siguiente: Towards the end of the eighteenth century the treatment of topics in rapidly changing fields such as chemistry, electricity, physiology and geology caused headaches for editors. In the multi-volume encyclopaedias, there could be a significant difference between the currency of scientific articles in the early and final volumes. Thus Lamb identified a real issue when he joked that by missing the latest encyclopaedia one could be stranded in a past world of science. Indeed, this could happen within one encyclopaedia. Esta idea es aplicable igualmente a las obras enciclopédicas extensas del siglo XIX más avanzado y también del XX, cuando suceden rápidamente muchos cambios (piénsese por ejemplo en los numerosos apéndices de la Enciclopedia Espasa, o en la Enciclopedia Británica, que empezando en el siglo XVIII aún hoy debe seguir actualizándose para mantener su vigencia). El DEHA, pues, con sus dos apéndices, se hace eco de la necesidad de estos. Como se observa en su nomenclatura, el primero tiene ese carácter más científico e histórico del que habla Yeo, y el segundo suma a estos aspectos el interés por recoger el lenguaje común hasta ese momento no contemplado. 2.3. LA MICROESTRUCTURA DEL DEHA La microestructura, como es bien conocido, consiste en el conjunto de informaciones que contienen los artículos de un diccionario, entendiendo el término artículo como una unidad que incluye el lema y todo lo que se dice sobre él (Garriga 2003: 105, Porto Dapena 2002: 182). Es también sabido que la microestructura no es igual en todos los diccionarios, aunque puedan presentarse semejanzas, pues esta depende, como señala Garriga (2003: 105), del propósito de la obra, de sus destinatarios, así como de otros factores, como puede ser el editorial (tipografía, espacio disponible, etc.). Un aspecto relevante de la descripción de la microestructura es la parte gráfica, la manera en que el artículo se presenta. El DEHA, como puede observarse en la Fig. 22, 162 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL opta por introducir el lema en letra mayúscula y negrita, y sangrar en la primera línea; mientras que las distintas subentradas, si las hay, se separan entre sí por un renglón y se inician precedidas por un guión largo, sangrado como la línea del lema, seguido de la voz escrita en versalitas. Los ejemplos de autoridades, un elemento esencial de la microestructura, aparecen separados de la definición correspondiente por un renglón y tienen un margen un poco más a la derecha que el de la definición de lema y subentradas. En los ejemplos, la voz a la que sirve la cita de uso aparece en versalitas, y tras el texto, en el siguiente renglón, se lee la referencia (§ 2.3.2.). Esta división gráfica del artículo sobresale por la claridad que otorga a la lectura. Fig. 24 Ejemplo de organización de un artículo del DEHA (Fte. Bibl. Com. UAB) 163 PILAR PARDO HERRERO 2.3.1. Organización de los artículos La exposición sobre cómo se organizan los artículos del DEHA parte de un artículo tipo, no real, para presentar todas las informaciones que es posible encontrar en los distintos artículos. No ha de creerse, pues, que todos los artículos contendrán este conjunto de informaciones, sino que cada uno hará uso de las necesarias y/o conocidas. De todos los elementos que pueden hacer parte del artículo, solo tres son indispensables: el lema, la categoría gramatical y la definición81. En el caso de los nombres propios los tres elementos indispensables son: el lema, la marca («Geog.» «Biog.», etc.) y el texto enciclopédico. Los artículos de voces, no nombres propios, con esos únicos tres elementos mencionados serán pues, los más sencillos; teniendo por más complejos aquellos en que aparecen si no todos, casi todos los elementos. A continuación presento una propuesta de artículo tipo con sus diversos elementos posibles82: LEMA (etimología): información gramatical. marca de uso o Marca de especialidad o de germanía. Definición83. Ejemplo de uso, la palabra clave aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. — ACEPCIÓN(ONES) COMÚN(UNES): información gramatical solo si ha cambiado con respecto a la del lema. marca de uso, si corresponde. Definición. Ejemplo de uso, la palabra clave aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. — ACEPCIÓN(ONES) PROVINCIAL(ES): Abreviatura de país o prov. + abreviatura provincia de España. Información gramatical solo si ha cambiado. Definición. Ejemplo de uso, la palabra clave aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. — ACEPCIÓN(ONES) ESPECIALIZADA(S): información gramatical solo si ha cambiado. Marca de especialidad. Definición. Ejemplo de uso, la palabra clave aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. 81 Hay en esto también algunas excepciones de lemas que no tienen categoría gramatical, como agasajar, agolar, alangarí o belcho (cuerpo del DEHA) que pueden atribuirse a un error, no a una decisión previa. Sobre la falta de marca gramatical en el segundo apéndice § 3.2.3.1., p. 347-348). 82 El orden aquí presentado es el que aparece generalmente, pero es posible encontrar excepciones derivadas de un rigor limitado (cf. bicho (tomo 3), donde la acepción de tauromaquia precede a la figurada). 83 Si la definición se hace a través de una referencia cruzada, la palabra a la que hay que remitirse aparece en versalitas. Aunque normalmente estas referencias cruzadas son correctas, se pueden encontrar ejemplos de referencias cruzadas en las que la palabra a la que hay que remitirse no existe o no habla de la acepción requerida. Estos son algunos de ellos: s.v. acqua acidula se remite a Viterbo, pero s.v. Viterbo no se habla de esta agua medicinal; s.v. acqua ferrata se remite a Capraniccia, pero Capraniccia no existe; s.v. acque ambule se remite a Tívoli, pero s.v. Tívoli no se habla de esta agua medicinal; s.v. acque apollinaris se remite a Vicarello, pero Vicarello no existe; s.v. alegro, remite a allegro, pero esta no está. 164 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL — ACEPCIÓN(ONES) DE TÉRMINO(S) COMPUESTO(S): información gramatical solo si ha cambiado. Marca de especialidad. Definición. Ejemplo de uso, la palabra clave aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. — EXPRESIÓN(ONES) PLURIVERBAL(ES): abreviatura de tipo de expresión. Marca de especialidad si corresponde. Definición. Ejemplo de uso, la expresión pluriverbal aparece escrita en VERSALITAS. AUTORIDAD. — ARTÍCULO(S) ENCICLOPÉDICO(S): Marca de especialidad. Texto de carácter enciclopédico que complementa la definición principal del lema u otra de las acepciones de la palabra de entrada. — ARTÍCULO(S) ENCICLOPÉDICO(S) PARA NOMBRE(S) PROPIO(S): Abreviatura. Texto de carácter enciclopédico. 2.3.1.1. Lema El artículo se inicia, naturalmente, con el lema, la forma clave de la unidad léxica a tratar, escrita en mayúsculas y negrita, y ligeramente sangrado. Si la entrada está compuesta de más de una palabra, con una considerada principal, como en términos compuestos o nombres propios, la palabra que da la entrada está en negrita y lo demás entre paréntesis en versalitas. Por ejemplo: CRESSY (HUGO PAULINO), PIÑEROS (LOS), TARTRÁLICO (ÁCIDO). 2.3.1.2. Etimología Tras el lema, siguiendo la ordenación tradicional, aparece, si es conocida, la etimología. Esta información se ofrece entre paréntesis redondo; allí se indica la lengua de origen con una abreviatura («lat.», «gr.», «ár.», entre otras), luego el étimo en cursiva (o en el alfabeto griego) y después el significado del mismo. Hay excepciones con etimologías que no dan el significado del étimo (cf. aparina ‘planta’, cateterismo ‘operación de introducir un catéter’). Cuando la voz proviene de otra igual en otra lengua no se da el étimo sino que se indica así: «de igual voz [abreviatura de la lengua o la lengua]» (cf. arcaico ‘perteneciente al arcaísmo’, bey ‘entre los turcos, gobernador de una ciudad’). Si la etimología es parcialmente desconocida, si no se sabe el étimo, la información es general, por ejemplo en algunos americanismos, como batama, del que no sabiendo exactamente la lengua dice: «vocablo indígena del Uruguay», o aún más general, como s.v. guarapo que en el paréntesis se limita a decir «voz americana». En el caso de que la información etimológica se limite a una derivación (cf. arsenioso, sa ‘calificativo 165 PILAR PARDO HERRERO aplicado a ciertos compuesto arsenicales’) o a una composición (cf. catarribera ‘sirviente de a caballo’), la palabra de la que deriva o de las que se compone aparecen en cursiva precedidas de la preposición de. Y si el lema es una derivación de otra palabra como aumentativo (cf. rollona ‘niñera’) o como diminutivo (cf. castorcillo ‘tela de lana’), antes de la preposición se coloca la abreviatura («aum.» para aumentativo y «d.» o «dim.» para diminutivo). Hay, pues, varias posibilidades de información etimológica, las cuales siguen las usadas por la Academia. Justamente el diccionario académico es la fuente principal de etimologías; pero también hay algunas nuevas en entradas contempladas por el DRAE 1884 (cf. avahar ‘calentar con el vaho’), correcciones a etimologías dadas en el DRAE 1884, así como etimologías para voces que no estaban contenidas en el DRAE 1884, como ocurre con muchas con marca técnica (cf. catetómetro ‘instrumento para medir la distancia en sentido vertical’). En cuanto a la transcripción de étimos, como ya se dijo en el apartado sobre el preliminar Advertencias § 2.2.1.1., solo se mantienen en alfabeto original no latino los griegos en el cuerpo y primer apéndice del DEHA, decisión que se avanza a la Academia y acerca más al lector a la comprensión del origen de la palabra. En el segundo apéndice también se latinizan los étimos griegos (§ 3.2.4.). Si bien el apartado de etimología no está en todos los lemas, es una información relevante pues no todos los diccionarios hechos hasta ese momento incluían ese dato. Las falencias en este sentido, que falten etimologías o que estén incompletas, son consecuencia, principalmente, de que al no ser un diccionario etimológico, la información sobre el origen de las palabras no es fruto de una investigación particular sino que parte esencialmente de una fuente: el DRAE 1884 (aunque haya ocasiones en que se refuta o comenta la etimología académica como s.v. adreso ‘papel que contiene alguna representación hecha al Príncipe’ y bergamota ‘especie de pera de agua’). Las etimologías nuevas, particularmente las de términos científicos y técnicos, es posible ofrecerlas por ser voces formadas en su mayoría a partir de raíces grecolatinas o de nombres propios. Sobre las etimologías ofrece el propio director del DEHA, Aniceto de Pagès, comentarios importantes en una carta previa al inicio de la impresión (M. y S. Pagès [20/11/1886]), que ya se citó parcialmente en el capítulo I, en la que comenta observaciones que los editores le habían hecho previamente (el día 17 de ese mes); destaca, entre otras cosas, que Pagés y los editores consideraban importante ofrecer la etimología de las voces científicas: 166 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL En cuanto a las etimologías hay mucho que hablar. Nada tenemos hecho en España respecto á esto. Roque Barcia invirtió sesenta años de su vida en estos trabajos y no sacó nada en limpio. Su diccionario etimológico es un caos en el que se han ahogado muchos, incluso D. Eduardo Benot. Este, el Sr. Benot, tenía por sistema deslumbrar a punta de vocablos extranjeros, vocablos que no eran etimologías, sino correspondencias ó equivalencias. La parte etimológica de la Academia se pone toda, y frecuentemente enmendada, como habrá U. visto. En medio de tanta confusión, resolví hace ocho días comprar el Littré, única obra que da un poco de luz respecto al asunto. Los vocablos científicos irán pues con sus etimologías, que también yo lo considero cosa importante. Entiéndase que aquí se habla de los vocablos primitivos, no de los derivados, pues entonces habría que repetir una etimología más de cien veces. Como en esta misiva apunta Pagès, al observar la información etimológica en el DEHA hay que tener también en cuenta que el estudio sobre el origen de las palabras aún no era demasiado amplio en castellano cuando la obra se realiza. Será en el siglo XX cuando se avanza de modo más considerable, sobre todo gracias a los trabajos de Joan Corominas y García de Diego. Como peculiaridades sobre el uso de ese paréntesis, al comienzo del DEHA se observa que hay información etimológica para algunos nombres propios de lugares (cf. Abales, Ávalo) y personas (cf. Abante). Al inicio, solo en los primeros cinco pliegos, también hay unos pocos ejemplos de entradas que en el paréntesis en el que se ofrece la etimología, en vez de eso, o además de eso, se da información de correspondencia de la palabra en otros idiomas, lo cual puede provenir de la participación de Benot, si se tiene en cuenta la carta a la que se ha hecho mención. Los casos vistos son: s.v. Aachen: «(lat. Aquæ Grani, civitas Aquensis; francés é inglés Aix-laChapelle; bajo alemán y holandés Aken, Aquen; español Aquisgrán)» s.v. aam: «danés aam; alemán ahm, y más generalmente ohm; bajo alemán âme, ôme; ant. alto alemán âma, ôma; islandés âma; bajo latín ama; en inglés aam, aum y awm)» s.v. Aarón ó Aharón: «(en hebreo alto, sublime, inspirado: comparese con el árabe Harún que significa lo mismo; en latin [sic] Harún; en francés é inglés Haroun)» s.v. ab: «(del latín ab; griego άπό; sánscrito apa; lituanio ap, api; antiguo alto alemán apa, aba; alto alemán medio abe; gótico, antiguo sajón, islandés, holandés, sueco, danés af; anglo-sajón é inglés of)» s.v. abacial: «(del lat. abbatiālis, – V. ABAD – it. abbaziale, fr. abbatial, cat. abacial)» s.v. abacista: «(latín abacista; it. abbachista, abbachiere)» 167 PILAR PARDO HERRERO - s.v. ábaco: «(lat. ăbăcus, i; ó ábax, acis; de αβαξ, que en griego significa tablero, tabla, regularmente de forma cuadrangular; de donde, en general, rectángulo, cuadro, baldosa, casilla de un tablero, como los de damas; y, por extensión, plato, disco, el disco del sol: italiano abcabo; francés abaque)» - s.v. abad: «(V. ABA y ABBA: abbās abbātis, abad; sir. aba abba, hebreo ab padre; provenz. abbat; port. abbade; it. abbate; franc. antiguo abe; franc. moderno abbé; inglés abbot. […])» - s.v. abadernar: «(sanscr. vardhra, cuero, ó vardhri, correa; gr. mod. μπαδέρνα; it. baderna; franc. baderne)» s.v. abadía: «(V. ABAD: abbātĭa; fr. abbie, abbaye; inglés abbacy)» s.v abajada: «(fr. abaissée; al. abaissiert)» Estas excepciones, junto con otras que se verán seguidamente al comentar las marcas gramaticales, son consecuencia de que la confección de los primeros cuadernos no respondía a criterios claros establecidos, lo que llevó a decisiones contradictorias. 2.3.1.3. Información gramatical El tercer elemento del artículo es la información gramatical, que aparece abreviada después de los dos puntos, bien sea tras el paréntesis etimológico, bien sea tras el lema cuando no hay etimología disponible. Como se comentó sucintamente en el apartado sobre las abreviaturas (§ 2.2.1.1.), en la lista las distintas clasificaciones gramaticales tienen asignadas más de una abreviatura. Al revisar el diccionario propiamente, los artículos, se descubre que el problema de la notación gramatical solo sucede al comienzo de la obra, en los primeros pliegos. Esto se debió, como sugiere Pardo Herrero (2012) a que esa parte habría sido confeccionada por Eduardo Benot y se habría utilizado sin hacerle los cambios correspondientes. Además, siendo ya Pagès director, el trabajo se hacía en forma paralela en la editorial y en Madrid, donde trabajaba Sbarbi como encargado de la parte lexicográfica. En Barcelona, los redactores seguían la notación del diccionario de Astort, que era la que usaba Benot, mientras que Sbarbi seguía la de la Academia, lo cual queda establecido en una carta de Pagès a los editores cuando comenzaba la elaboración de la obra (M. y S. Pagès [15/12/1886]) en la que se comentan diversos aspectos tipográficos. Allí Pagès dice precisamente a los editores que necesita «saber la calificación gramatical que hay que seguir, a fin de avisar al Sr. Sbarbi que sigue el sistema de la Academia. Ustedes [en la editorial en Barcelona] siguen la de Astort». 168 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL El uso de la notación de Astort ocurre en los primeros catorce pliegos (que terminan en la entrada abellacado (t. 1, p. 112). Allí he podido ubicar solo tres excepciones: abanderado ‘el que lleva bandera’, anantidas ‘descendientes de Perseo, descendiente de Abas’ y abarrado, a ‘manchado a listas’ (marcado como sustantivo erróneamente, pues es adjetivo). A partir del propio pliego catorce, s.v. abelasis ‘tubérculo’, se cambia a la notación académica. Solo en los pliegos quince al dieciocho (t. 1, pp. 113-144) hay notación doble, pero apenas se han encontrado seis de las que siguen a Astort (aberrígenes ‘aborígenes’, ablandamiento ‘acción de ablandar’, ablandar ‘disminuir la estación su frialdad’, ablandecer ‘ablandar’, abobrinha do mato ‘planta medicinal’ y abolla ‘especie de manto’). La notación de la información gramatical se sistematiza, pues, a partir del pliego diecinueve (alguna otra aparición de esta notación, como s.v. abrotánito ‘nombre dado por los médicos griegos al vino hecho con abrótano’, en el pliego 22, es después ya excepcional). Dejando de lado el problema de la doble notación, la información gramatical da información lingüística correspondiente tanto a la categoría de la voz como al género y al número. En categorías de voces, aparecen las reconocidas y tradicionales: sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, conjunción, preposición e interjección. Como se ha dicho, estas categorías aparecen abreviadas tras el lema o tras la etimología, ambos seguidos en su caso de dos puntos. Las abreviaturas utilizadas, salvo en los primeros pliegos, son las mismas que usa la academia en la edición del DRAE de 1884 (toda la información sobre los primeros pliegos del DEHA puede encontrarse en Pardo Herrero (2012)). En el caso de los sustantivos, su abreviatura indica el género («m.» para sustantivo masculino, «f.» para el femenino; «m. y f.» para sustantivos con ambos géneros (cf. bibliómano ‘persona dominada por la bibliomanía’) y en el caso de ser ambiguo, la abreviatura es «amb.»). Esa misma abreviatura contempla el número, pues todos lo lemas entran en singular, a menos que su forma única sea plural, en cuyo caso la abreviatura de género va unida a la de plural («pl.»). Los verbos, por su parte, indican que lo son con la abreviatura del tipo de verbo, así: «a.» ‘activo’, «n.» ‘neutro’, «r.» ‘reflexivo’, «rec.» ‘verbo recíproco’. En el caso de los adverbios, cuando es necesario señala el tipo de adverbio de que se trata, abreviado, como en el DRAE (de cantidad, de lugar, etc.). Como información gramatical, también puede encontrarse la abreviatura para participios activos («p. a.»), como bendiciente, desecante o redundante; o participios pasivos irregulares («p. p. irreg.») como harto, ta. En el caso de palabras de una categoría que pueden usarse con otra, como muchos adjetivos que pueden usarse 169 PILAR PARDO HERRERO como sustantivos, verbos que pueden usarse como activos (transitivos) y neutros (intransitivos) o pronominales, etc., la abreviatura correspondiente a esa información aparece después de la definición siguiendo la notación de la Academia, bien sea en la entrada o en una subentrada (cf. desdeñador, echar); al igual que cuando la categoría se mantiene pero el uso suele presentarse en plural, como s.v. regalía ‘privilegio de la Santa Sede’ donde se dice tras la definición que se usa mayormente en plural («U. m. en pl.»). Con algunos adjetivos, también después de la definición, puede encontrarse la referencia a su aplicación con la abreviatura «Apl. á pers.», como s.v. bejarano ‘dícese de una facción que luchaba en Badajoz contra los portugaleses’; bejerano, a ‘de Béjar’; hebreo, a ‘pueblo de Dios’; heleno, a ‘griego’. Como se ve en el artículo tipo, otras informaciones gramaticales pueden aparecer en las subentradas cuando estas cambian de categoría o de número con respecto al lema. Por ejemplo: s.v. siniestro, marcada como adjetivo en el lema, primero da sus tres significados como tal y luego da dos como sustantivo. Así, la entrada tiene la abreviatura «adj.» y pasa a la abreviatura «m.»; s.v. bien, marcada como sustantivo en el lema, luego tiene marca de adverbio de modo y más tarde de sustantivo plural, por lo que cambia de la abreviatura «m.» a «adv. m.» y luego a «pl.» (conserva el género dado al inicio); s.v. hacer, marcada como verbo activo en el lema, más adelante se marca impersonal, por lo que cambia de la abreviatura «a.» a «impers.». Además de la información gramatical de las abreviaturas, que es la más tradicional, en algunos artículos hay datos que van un poco más allá y tocan el tema de la sintaxis, pero no es algo general que se explique el régimen de las palabras. Cuando hay alguna información, esta aparece después de la definición como se vio con las abreviaturas «U. t. c. [categoría]». Ejemplos de voces sobre las que se haga algún comentario acerca del régimen preposicional o verbal, o el nombre que necesitan para tener determinado significado son: s.v. abalanzarse á ó sobre ‘lanzarse a algún peligro’, es el único caso visto en que la información precede a la definición, dice: «v. pron. que rige á». 170 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - s.v. acecho ‘acción de acechar’, tras la definición dice «Ú. m. c. con las preps. al, de ó en»; s.v. acechón, na, en la subentrada acechona ‘acecho’, que es sustantivo femenino, tras la definición dice «Usase con las frs. Andar a la Hacer la ACECHONA»; ACECHONA, - s.v. berlina, en la expresión en berlina ‘colocar a alguien en situación de ser objeto de burla’, dice «U. m. comúnmente con los verbos dejar, estar, poner y quedar»; - s.v. bien, en la expresión pluriverbal de bien en mejor ‘cada vez más prósperamente’, dice tras la definición «U. m. comúnmente con el verbo Ir»; s.v. bienparecer ‘compromiso, sobre todo para evitar el qué dirán’, tras la definición dice «U. m. en la loc. POR separadamente BIEN PARECER»; EL BIEN PARECER, y se suele escribir - s.v. blanca, después de la definición de la «frase figurativa» no tener blanca ‘no tener dinero’, dice «U. t. con los verbos llevar, traer, etc.»; s.v. refrescar ‘moderar el calor del aire’, tras la definición dice «U. con nombre que signifique tiempo»84. Algo de información general sobre el régimen como término gramatical se encuentra precisamente s.v. régimen, donde en la entrada enciclopédica, de una página (tres columnas), se hace un pequeño repaso del régimen preposicional en la lengua española. Otra parte del artículo donde pueden encontrarse, al menos parcialmente, más datos gramaticales es en las citas de autoridades, sobre lo cual se volverá en el apartado correspondientes a este tema (§ 2.3.2.). Si se compara esta información con la del DRAE 1884 se observa que: abalanzarse á ó sobre es la entrada del verbo; el DRAE tuvo como entrada hasta 1822 el verbo presentado como reflexivo, sin las preposiciones; el DEHA no sigue al diccionario académico. La definición de acecho es parecida pero no igual a la del DRAE, este da dos acepciones mientras el DEHA da una. Para la voz acechón, a el DRAE opta por dar en segundo lugar la frase hacer la acechona, mientras que el DEHA prefiere convertir acechona en sustantivo y dar la información verbal y preposicional. La expresión en berlina ofrece la misma información sobre los verbos que el DRAE aunque se añade el verbo estar. En la expresión de bien en mejor se añade algo al significado del DRAE así como la información del verbo, no contenida en el diccionario académico. La voz bienparecer no existe en el DRAE. En la expresión no tener blanca, se da la definición del DRAE y una más y se añade la información verbal. Por último, la entrada refrescar sí reproduce la información del DRAE sobre el tipo de nombre con que funciona la acepción pero no el ejemplo, pues ofrece en vez de eso dos autoridades. 84 171 PILAR PARDO HERRERO 2.3.1.4. Marcas El siguiente elemento en la microestructura son las marcas, entre las que se hallan diacrónicas, diastráticas y diafásicas, de transición semántica, diatópicas y diatécnicas85. Todas las marcas, salvo las diatópicas y diatécnicas, aparecen en rectas (al principio, sobre todo, hay divergencias y aparecen en cursiva y en rectas abreviaturas como la de figurado o la de provincial; más adelante también es posible encontrar algunas excepciones) después de la información gramatical o directamente después del lema, como es el caso de los nombres propios, o de las subentradas que asumiendo la información gramatical dada antes ofrecen directamente la marca de uso (véase Fig. 24). La aparición de las marcas está relacionada con la organización del artículo, es decir con el orden en que se ofrecen los significados de los vocablos. También, claro, indican una categorización, una delimitación respecto al uso de los vocablos, cuestión esta que, como señala Garriga (1993: 71-79), se ha entendido por diversos autores como conflictiva en la medida en que resulta dificultoso establecer el criterio que permite realizar la marcación. Si bien su utilización es ventajosa, no por ello deja de ser expresión de un juicio léxico, aunque esta es una cuestión que no se ha de abordar aquí86. Guiándonos por la lista de abreviaturas, las marcas diacrónicas de que hace uso el DEHA son: «ant.» ‘anticuado ó anticuada’ «arc.» ‘arcaico ó arcaica’ «inus.» ‘inusitado ó inusitada’ «mod.» ‘moderno’ «neol.» ‘neologismo’ «p. us» ‘poco usado’ «usáb.» y «Usáb.» ‘usábase’ Con respecto a las marcas del DRAE 1884, son novedosas las de moderno y neologismo, que sin embargo sí se encuentran en Domínguez (1853) («mod.» y «Neol.») y en Astort solo la de neologismo («Neol.») que ya destacó Gutiérrez Cuadrado (1994: 276) y que son relevantes por simbolizar ese interés especial por la lengua que en ese momento se transformaba en la forma de nuevas palabras o de trasvases principalmente hacia y entre la lengua de la ciencia y de la técnica. No son, sin embargo, muchos los artículos en los que se encuentra la abreviatura. La marca «neol.» la he podido documentar hasta ahora en pocos artículos al inicio del DEHA: Algunos comentarios generales sobre la microestructura y las marcas en el DEHA pueden encontrarse en Gutiérrez Cuadrado (1994). 86 Hay numerosos estudios sobre la marcación y la codificación de la información en los diccionarios, algunos representativos son los de Bourquin (1965), Collignon y Glatigny (1978), Ettinger (1982), Ahumada (1989), Corbin (1990), Glatigny (1990 y 1990a), Hausmann (1990), Rey (1990), Garriga (1997 y 1998), Gómez Martínez/Carriazo Ruiz (2010). 85 172 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - s.v. abaluartado, a: «adj. neol. Mil. Se aplica al sistema, frente línea ú obra de fortificación que tiene baluartes.» s.v. abaluartar: «v. a. neol. Mil. Trazar baluartes ó fortificar con baluartes» s.v. abiogénesis: «f. neol. Filos. Generación de seres vivos por materia no viva: forma moderna de la antigua doctrina de la generación espontánea […]» s.v. abolicionismo: «m. neol. Doctrina de los que sustentan la necesidad ó conveniencia de abolir una ley ó costumbre existente. […]» y en el apéndice segundo una sola vez como «Neol.» s.v. barísfera. De la marca moderno no he localizado hasta el momento ningún ejemplo. Las marcas diastráticas y diafásicas, que presento juntas pues en ellas se mezclan restricciones tanto de estilo como de nivel de lengua, intención, etc. (Garriga 2003: 117), son: «b.» ‘bajo’ «burl.» ‘burlesco’ «despect.» ‘despectivo ó despectiva’ «explet.» ‘expletivo ó expletiva’ «fam.» ‘familiar’ «germ.» ‘germanesco’ (o «Germ.» ‘germanía’) «joc.» ‘jocoso’ «intens.» ‘intensivo’ «poét.» ‘poético o poética’ «pop.» ‘popular’ «vulg.» ‘vulgar’87 En ocasiones la restricción no se hace mediante una abreviatura sino con un paréntesis, que sigue a la información gramatical, en el que se indica, según he encontrado: s.v. acatar: «prov. Bog. (Vulgarismo, por) ACERTAR.» s.v. áccido: «m. (Barbarismo muy común). ÁCIDO.» s.v. acumuchar: «n. Chil. (Barbarismo, por) Acumular, amontonar, agrupar, etc. U. m. c. r.» Las que no están en el DRAE 1884 son las de burlesco, jocoso y vulgar. De ellas, solo he encontrado dos ejemplos con la marca jocoso (marca que además no aparece en la lista del DEHA): s.v. acémila: «fam. y joc. La persona de resistencia y aguante para toda clase de trabajo, por ímprobo que sea.» s.v. alforza: «fig. y joc. Pliegue, escondrijo, parte recóndita del corazón.» Entre las marcas diastráticas, Gutiérrez Cuadrado (1994: 276) incluye «incóg.» ‘incógnito’, que si bien podría considerarse tal, es muy probable que sea una abreviatura más bien de carácter enciclopédico, que es como la consideré anteriormente (§ 2.2.1.1. p.147,). Encontrar un ejemplo del uso daría la respuesta definitiva sobre este punto. Así mismo, la abreviatura «corrup.» ‘corrupción’, podría entenderse en el sentido de ‘palabra mal utilizada’, pero al igual que la anterior, no tengo ningún caso que lo compruebe. 87 173 PILAR PARDO HERRERO En estas marcas contempladas por el DEHA, puede apreciarse la cuestión del solapamiento que se comentó de forma general al hablar de la lista de abreviaturas. En especial por lo que corresponde a las marcas de familiar, festivo, burlesco, jocoso y vulgar, este hecho tiene en el DRAE un claro precedente, pues todas ellas son incluidas, eliminadas o reincorporadas, así como solapadas, durante la historia de las ediciones del diccionario (Garriga 1993), demostrando así los procesos de calificación de las palabras. Ejemplo de ello puede hallarse en el prólogo de la edición de 1817 (DRAE 1817), donde se lee que «las notas de bajo, vulgar, festivo y jocoso, se han reducido á la de familiar, que las comprende todas», lo que indica que varias de las nuevas abreviaturas del DEHA con respecto al DRAE 1884, no lo son tanto, sino que responden a formas ya utilizadas anteriormente de marcar el uso de las palabras. Las marcas de transición semántica son: «fig.» ‘figurado o metafórico’ «irón.» ‘irónico o irónica’ «met.» ‘metafórico’ «p. an» o «p. anal» ‘por analogía’ De estas, la de metafórico y la de por analogía no se encuentran en el DRAE 1884 (sí están en Astort; en el DRAE hay que apuntar que se usó metafórico en vez de figurado hasta 1869). Apenas he visto de la primera, metafórico, algunos ejemplos al inicio del DEHA, como: s.v. abajor ‘bajeza’, s.v. abanicazo ‘sablazo’, s.v. abaniqueo ‘movimiento exagerado de manos’, s.v. abarridera ‘escoba’, s.v. abarridera ‘escoba’ o ‘lo que limpia de lo dañino’, y en la expresión no sabe ni el ABC ‘es un ignorante’ s.v. ABC (Pardo Herrero 2012); y ninguno de la segunda, por analogía. Las marcas diatópicas no están contempladas en la lista de abreviaturas, salvo, como se mencionó anteriormente, la de América («Amér.») y provincial («prov.»). Sin embargo sí se usan, y son las abreviaturas de países y provincias españolas que utiliza la Academia en el DRAE 1884 (siempre con la posibilidad de encontrar alguna excepción) (sobre la marcación de americanismos § 2.4.2.).La abreviatura «Dial.» ‘dialecto’, también haría parte de este grupo. No tengo ejemplos de entradas con esta abreviatura, por lo que me limito aquí solamente a mencionarla. Las marcas diatécnicas se vieron en el apartado sobre las abreviaturas y se volverá sobre ellas en el siguiente capítulo. Aquí, igualmente, es importante destacar su función pues pueden ser tanto temáticas como restrictivas, lo que tiene relación con el siguiente punto sobre la definición. La lectura de muy diversos artículos del DEHA permite ver que las marcas diatécnicas tienen una función restrictiva cuando aparecen como parte de las subentradas que definen al lema. Pero en el caso de entradas o 174 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL subentradas de nombres propios su función es más bien temática, pues no se habla de terminología de un campo sino que, s de algún modo, prepara al lector. Si se trata del nombre de un personaje la abreviatura «Biog.» lo deja saber de antemano. Así como, entre otras abreviaturas para nombres propios, la abreviatura «Geog.» deja saber que se hace referencia a lugares, ríos, montes y demás nombres relacionados con la geografía física. En el caso de las subentradas para artículos enciclopédicos, a las que se podría denominar «subentradas enciclopédicas» para facilitar la referencia a ellas, la cuestión de si la marca es restrictiva o temática no es tan sencilla88. Las subentradas enciclopédicas, marcadas con una abreviatura de especialidad, suelen aparecer en entradas que ofrecen una definición simple de un vocablo, que puede tener o no marca de especialidad, sobre el cual quien realiza el diccionario considera que debe y/o puede profundizarse dada la información que posea para hacerlo. Como ejemplo del problema presento tres ejemplos del cuerpo del DEHA. s.v. billar, la marca de historia («Hist.») en la subentrada enciclopédica no indica que el término sea de uso entre los historiadores, sino que lo que sigue es una breve historia de este juego. s.v. cálculo, tras las definiciones se halla una subentrada enciclopédica marcada como de matemática («Mat.») que es una ampliación del significado común de la palabra pero con la precisión que este término tiene en dicho campo de conocimiento. s.v. tanteo, una primera subentrada enciclopédica está marcada como de ingeniería y topografía («Ing. y Topog.»); y la segunda tiene marca de legislación («Legisl.»), ambas se proponen como términos restringidos. En el tercer ejemplo, la primera subentrada sería un trasvase de la lengua común a la especializada pues la voz tanteo conserva el sentido de ‘acción de examinar una cosa’ pero limitado al uso específico de la ingeniería de caminos; y la segunda una ampliación en relación con el término en el ámbito forense, definido en la cuarta y quinta subentradas. Estos ejemplos permiten ver que puede suceder tanto que la marca sea temática, como que sea restrictiva, o ambas cosas, a las que se podría llamar dobles, cuando lo que se quiere es especificar su uso para un ámbito particular. Las subentradas En el apéndice segundo el DEHA ofrece una nueva definición de enciclopedia que se correspondería como lo que aquí se ha denominado subentrada enciclopédica. Dice: «En los diccionarios enciclopédicos, parte en que se desenvuelve, con la debida extensión, la materia de que anteriormente se ha dado la definición escueta.» Esta acepción justifica la estructura del artículo y clarifica la función del diccionario enciclopédico. 88 175 PILAR PARDO HERRERO enciclopédicas para nombres comunes de animales o plantas, y también objetos, marcadas como de botánica (cf. roble), de zoología (cf. tapir), o de otras áreas como agricultura (cf. heno, hoz) o artes y oficios (cf. silla) son muestra, en su mayoría, de esa función doble de la abreviatura de especialidad, pues son temáticas en el sentido de que avisan el ámbito desde el cual se tratará el vocablo, a la vez que restrictivas pues dan precisiones sobre el objeto que interesan específicamente en un campo determinado en el cual el sentido de la voz se hace más complejo (§2.3.3. sobre la marcación en el segundo apéndice, y 3.2. para más datos sobre la marcación diatécnica). Con todo lo dicho, la complejidad del uso de marcas diatécnicas puede profundizarse aún un poco más si se piensa en cómo se decide qué se marca y qué no, problema que toca a la lexicografía en general, no al DEHA en particular, obviamente. Sin entrar en la cuestión de la marca en sí, sino solo en el hecho de que la haya, se pueden hacer varias observaciones sobre su uso. Por una parte, la influencia del diccionario de la RAE, en particular el de 1884, a la que se han hecho ya algunas referencias, es en este punto evidente pues el DEHA contempla la gran mayoría de las entradas y acepciones con marca de especialidad que para 1884 admite el DRAE y las define de modo simple, es decir conciso y no enciclopédico89 (un amplio análisis sobre la influencia del DRAE en el DEHA se encuentra en 3.3.). Pero esto, y por eso se dice «gran mayoría», no siempre es así. A través del DEHA hay ejemplos de voces y acepciones que están en el DRAE 1884 pero que hacen cambios como: 1. quitar la marca propuesta, 2. cambiarla, o 3. poner una. A continuación se ofrecen ejemplos de los tres casos. 1. tarso: en el DRAE 1884 la marca elegida es la de zoología. El DEHA reproduce la definición pero no la marca. En la subentrada enciclopédica sí usa una abreviatura de especialidad para el término: anatomía. DRAE 1884 Tarso. (Del gr. ταρσός) m. Zool. Parte posterior del pie, compuesta de siete huesos estrechamente unidos, y uno de los cuales se articula con los dos de la pierna. DEHA TARSO (del gr. ταρσός) m. Parte posterior del pie, compuesta de siete huesos estrechamente unidos, y uno de los cuales se articula con los dos de la pierna. — TARSO: Anat. Los siete huesos de esta región del pie se hallan reunidos en dos filas: una posterior […] El problema del contenido enciclopédico en definiciones del DRAE, como muchos casos de animales y plantas, no queda eliminado en esta apreciación sobre el uso del DRAE en el DEHA. Digo aquí que son definiciones no enciclopédicas por comparación con las subentradas enciclopédicas que se trataron anteriormente, y que son claramente distintas de las subentradas definitorias de la voz. 89 176 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL 2. a) albino, na: sigue la definición del DRAE 1884 pero no la marca de zoología, el DEHA opta por la de historia natural. b) varioloide: está marcada como de medicina en el DRAE 1884 y como de patología en el DEHA, el cual además da otra definición. DRAE 1884 DEHA ALBINO, NA (de albo) adj. Hist. nat. Falto, entera ó parcialmente, y por anomalía congénita, del pigmento que da á ciertas partes del organismo los colores propios de cada especie, variedad ó raza, y por tanto, con la piel, el iris, el pelo, el plumaje, etc., más ó menos blanco. Dícese del hombre y del animal. Apl. á pers. ú. t. como s. VARIOLOIDE (del lat. variola, viruela, y el gr. ειδος, forma) f. Pat. Enfermedad de la piel, que ofrece cierta semejanza con la viruela y que se observa en individuos vacunados ó en otros que padecieron anteriormente la viruela. […] Albino, na. (De albo) adj. Zool. Falto, entera ó parcialmente, y por anomalía congénita, del pigmento que da á ciertas partes del organismo los colores propios de cada especie, variedad ó raza, y por tanto, con la piel, el iris, el pelo, el plumaje, etc., más ó menos blanco. Dícese del hombre y del animal. Apl. á pers. ú. t. c. s. Varioloide. (Del lat. variola, viruela, y el gr. ειδος, forma) f. Med. Erupción cutánea y febril, semejante á la viruela, de la cual se distingue por su menor duración, que suele ser de un septenario, y por la falta de fiebre secundaria ó sea de supuración. 3. albinismo, calcio y catacumbas: las tres están en el DRAE pero el DEHA no lo sigue y las marca, la primera voz como de patología, la segunda como de química y la tercera como de arqueología. Además las define dentro de un artículo enciclopédico. DRAE 1884 Albinismo. m. Calidad de albino. Calcio. m. Metal blanco, muy alterable al aire y al agua, que, combinado con el oxígeno, forma la cal. DEHA ALBINISMO m. Pat. Estado de los individuos en que la coloración falta mas ó menos completamente. […] CALCIO (del lat. calx, calcis, cal) m. Quím. Metal alcalino-térreo, didinamo, que existe en la caliza, en el yeso y otros muchos minerales […] Catacumbas. f. pl. Cavidades subterráneas en las cuales se enterraba á los muertos. CATACUMBAS f. pl. Arqueol. Cavidades subterráneas en las cuales se daba sepultura á los muertos. El origen de las catacumbas es debido á la explotación de canteras subterráneas […] Por otro lado, ¿qué pasa con todo aquello que no proviene del DRAE? Aunque no hay un prólogo en el que se diga que se sigue al diccionario académico, este es referencia obligada en la lexicografía española decimonónica, tanto para seguirlo como para proponer novedades. En esta línea, lo que puede observarse en el DEHA es que las voces o acepciones nuevas están marcadas, exceptuando aquellas que, como adverbios y expresiones pluriverbales, provienen del acervo común presente o antiguo. En lo que se refiere a nombres propios, ya se ha visto que tienen una marca temática. El resto está marcado por formar parte de la terminología propia de un campo que por su uso restringido no se encuentra en el repertorio general o por ser neologismos no asentados 177 PILAR PARDO HERRERO en la lengua también asociados a un ámbito de conocimiento en el que han surgido (véase capítulo III). Un caso particular de abreviaturas de especialidad, al que se aludirá más ampliamente en el apartado 2.4., es el de diversas entradas con marca de botánica, zoología y etnografía de palabras usadas en América (conocidas por tanto allí de forma general o regional), que no están en el DRAE, pues en esas ocasiones la marca no señala un tecnicismo sino que anticipa información para un lector no peninsular para el que dichas formas de llamar las cosas o a los grupos humanos resultan desconocidas (Pardo Herrero / Garriga 2010: en prensa). Hay, pues, una cierta metodología a la hora de marcar las voces, pero las diferentes razones aludidas hacen que para el lector común la interpretación no sea tan clara. La dificultad para establecer cuándo la marca es restrictiva o temática deja ver lo complicado del asunto de la marcación diatécnica en el DEHA. 2.3.1.5. Definición El elemento siguiente, esencial en todos los artículos, es la definición. Como se ve en el artículo tipo, y se puede observar en las figuras que muestran la presentación del diccionario, la definición de un vocablo está estructurada en acepciones o subentradas claramente distinguidas por la tipografía (véanse Fig. 22 y 24). El orden en que se presenta la información sobre la voz sigue el ya establecido por la Academia, que en las reglas para el uso del diccionario (DRAE 1884) dice que: En cada artículo van colocadas por este orden las diversas acepciones de los vocablos: primero las de uso vulgar y corriente, después las anticuadas, las familiares, las figuradas, las provinciales é hispanoamericanas, las de Germanía y, por último, las técnicas. El término «vulgar» se debe interpretar como de lengua común (Baquero 1990: 456), como «no marcado» (Garriga 1993: 374), y la organización se hace visible a través de la marcación. En el orden establecido de las acepciones en el DEHA, están al final, tras las técnicas, las que corresponden al lema usado únicamente en plural (cf. dama, donde tras las acepciones marcadas diatécnicamente y antes de dar los términos compuestos define damas ‘juego de tablero’), y las interjecciones van después de los usos provinciales (cf. albricias). Dados todos los posibles significados de la voz, incluida la del plural cuando existe, aparecen las expresiones pluriverbales. Los comentarios siguientes sobre la definición hacen referencia al cuerpo del DEHA en particular, partiendo de que tiene el DRAE 1884 como fuente primordial para la lengua considerada culta que se incluye en los volúmenes centrales de la obra, así 178 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL como para el planteamiento de la definición y la organización de las acepciones. En este acercamiento no se olvidan las voces marcadas con abreviatura de especialidad, pero su aproximación es reducida, dejando el análisis más extenso para el capítulo III, centrado en la lengua de especialidad en el DEHA. Así, pues, es posible acercarse a las definiciones en el cuerpo del DEHA y observar tres alternativas básicas: a) que se reproduzca el DRAE 1884 (§ 2.3.1.5.a.); b) que aunque la palabra esté en el DRAE 1884 el DEHA no lo siga (§ 2.3.1.5.b.), y c) que la voz no esté en el DRAE 1884 y por tanto la definición sea nueva (o siga un diccionario diferente) (§ 2.3.1.5.c.). Dado que el primer apéndice no tiene como referente el DRAE (que se vuelca prácticamente en el cuerpo) y un porcentaje muy importante de las entradas tiene marca de especialidad (54% según el Cuadro 7), la cuestión de la microestructura, y con ella la definición, se tratará en el apartado correspondiente del capítulo 3 (§ 3.2.2.). En cuanto al segundo apéndice, se hará referencia a él de forma puntual, tratándose con mayor extensión el tema de la definición en voces con marca de especialidad también en el capítulo III (§ 3.2.3.), donde asimismo se aludirá a la influencia que en este apéndice tuvo el DRAE 1899. 2.3.1.5.a. Definiciones que reproducen el DRAE 1884 Que se sigue el diccionario académico es fácilmente comprobable a lo largo de todo el cuerpo del DEHA, puede verse, por poner solo algunos ejemplos, comparando los artículos dialéctica, eréctil, florero, hollar, que se reproducen a continuación. El segundo apéndice, aunque tiene en cuenta las novedades del DRAE 1899 (§ 2.4.2. voces americanas y § 3.3.2.1.a. términos con marca diatécnica), hace muchas incorporaciones nuevas (§ 2.3.3., 3.1.3. y 3.3.2.2.). DRAE 1884 Dialéctica. (Del lat. dialectĭca; del gr. διαλεκτική.) f. Ciencia filosófica que trata del raciocinio y de sus leyes, formas y modos de expresión. ║ Impulso natural del ánimo, que lo sostiene y guía en la investigación de la verdad. ║ Ordenada serie de verdades ó teoremas que se desarrolla en la ciencia ó en la sucesión y encadenamiento de los hechos. DEHA DIALÉCTICA (del lat. dialectĭca; del gr. διαλεκτική) f. Ciencia filosófica que trata del raciocinio y de sus leyes, formas y modos de expresión. [autoridades] — DIALÉCTICA: Impulso natural del ánimo, que lo sostiene y guía en la investigación de la verdad. — DIALÉCTICA: Ordenada serie de verdades ó teoremas que se desarrolla en la ciencia ó en la sucesión y encadenamiento de los hechos. — DIALÉCTICA: Fil. [artículo enciclopédico] ERÉCTIL (del lat. erēctus, levantado, erguido.) adj. Que tiene la facultad ó propiedad de levantarse, enderezarse ó ponerse erguido. [autoridad] FLORERO, RA adj. fig. Que usa de palabras chistosas y lisonjeras. Ú. t. c. s. — FLORERO: m. y f. Persona que vende flores. Eréctil. (Del lat. erēctus, levantado, erguido.) adj. Que tiene la facultad ó propiedad de levantarse, enderezarse ó ponerse erguido. Florero, ra. adj. fig. Que usa de palabras chistosas y lisonjeras. Ú. t. c. s. ║ m. y f. Persona que vende flores. ║ m. Vaso para poner flores naturales ó 179 PILAR PARDO HERRERO artificiales. ║ Maceta ó tiesto con flores. ║ Armario, caja ó lugar destinado para guardar flores. ║ Germ. Fullero que hace trampas, floreando el naipe. ║ Pint. Cuadro pintado sólo de flores. [autoridad] — FLORERO: m. Vaso para poner flores naturales ó artificiales. [autoridades] — FLORERO: Maceta ó tiesto con flores. [autoridades] — FLORERO: Armario, caja ó lugar destinado para guardar flores. — FLORERO: Germ. Fullero que hace trampas, floreando el naipe. — FLORERO: Pint. Cuadro pintado sólo de flores. [autoridad] HOLLAR (del b. lat. fodiculāre, del lat. fŏděre, cavar). Pisar, comprimir una cosa poniendo sobre ella los pies. [autoridades] — HOLLAR: fig. Abatir, ajar, humillar, despreciar. [autoridades] Hollar. (Del b. lat. fodiculāre, del lat. fŏděre, cavar.) Pisar, comprimir una cosa poniendo sobre ella los pies. ║ fig. Abatir, ajar, humillar, despreciar. 2.3.1.5.b. Definiciones que no reproducen el DRAE 1884 aunque la voz esté allí incluida Cuando un lema está incluido en el DRAE 1884 el DEHA no siempre lo reproduce. En estos casos puede suceder: 1. 2. 3. 4. que la definición se siga aunque con pequeñas variantes, que se use una definición de un DRAE anterior, que la definición sea claramente distinta (hay ejemplos en Prieto GarcíaSeco 2009: 539), que, usando la definición del DRAE 1884, lo que se cambie sean los ejemplos inventados. A continuación se presentan ejemplos de cada caso (se subraya en los casos 1 y 4 la parte del DEHA y del DRAE que difieren). 1. DRAE 1884 Bajar. n. Ir desde un lugar á otro que esté más bajo. ║ Minorarse ó disminuirse alguna cosa. BAJAR la calentura, el frío, el precio, el valor. ║ Hablando de los expedientes y provisiones, remitirse despachados al tribunal ó secretaría que los ha de publicar. ║ a. Poner en lugar inferior alguna cosa que estaba en alto. DEHA BAJAR n. Ir desde un lugar á otro que esté abajo. [autoridades] — BAJAR: Minorarse, disminuirse, atenuarse, ceder en intensidad alguna cosa. U. t. c. a. y c. r. [autoridades] — BAJAR: Hablando de los expedientes y provisiones, remitirse despachados al tribunal, secretaría ú oficina que los ha de publicar, ó de dar curso para que lleguen a manos del interesado. — BAJAR: a. Poner en lugar inferior á alguna persona, ó cosa que estaba en alto. […] 180 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Gloriosa, sa. (Del lat. gloriōsus.) adj. Digno de honor y alabanza. ║ Perteneciente á la gloria ó bienaventuranza. La GLORIOSA Virgen María; el GLORIOSO San José.║ GLORIOSO, SA (del lat. gloriōsus) adj. Digno de honor y alabanza. [autoridades] — GLORIOSO: Perteneciente ó relativo á la gloria ó bienaventuranza. [autoridades] […] 2. DRAE 1884 Abanino. (d. de abano.) m. Porción de gasa ú otra tela blanca con que las mujeres guarnecían en ondas el escote del jubón. DEHA ABANINO s. m. (Ac. Esp. Dicc. de 1726) Moda que en España introdujeron las damas de Palacio, que se reducía á una porción de gasa blanca de un palmo de largo, entorchada con unos como bollos, la cual se ponía atravesada ú ondeaba en el escote del jubón, como los bolsillos ó maragatos; y con esta señal o divisa (que sólo podían traer estas damas) se distinguían de las demás de la Villa y Corte, incluyendo misteriosamente en este adorno ó señal distintiva todos los atributos de veneración y rendimiento con que los caballeros que las servían las respetaban. [autoridades]90 3. DRAE 1884 Abubilla. (Del lat. upupūla, d. de upupa, abubilla.) f. Ave poco mayor que el tordo, de pluma dorada, negra, roja y blanca: en la cabeza tienen un penacho ó garzota de pluma de los mismos colores. Es muy agradable á la vista, pero de mal olor y canto monótono. DEHA ABUBILLA (del lat. upupūla, de upupa, abubilla): f. Zool. Ave del orden de los pájaros, grupo de los tenuirrostros, familia de los upúpidos, y correspondiente á la especie zoológica upupa epops. Es poco mayor que el mirlo, de pluma dorada, negra, roja y blanca y en la cabeza tienen un penacho ó garzota de pluma de los mismos colores. Es un ave de olor fétido, á causa de buscar su alimento en los insectos que pululan entre los excrementos del ganado. Esta ave era antiguamente origen de muchas supersticiones; suponían que aquél á quien miraba con fijeza engordaba, y si le dirigía la vista al estómago se reconciliaba con sus enemigos. Para no ser engañados, los traficantes solían llevar en el bolsillo una cabeza de abubilla. Entre los egipcios era emblema de la piedad filial, y su presencia la señal de haber bajado las aguas del Nilo y de dar principio á la sementera. ACCIÓN (del lat. actǐo) f. […] — ACCIÓN: Poét. Suceso principal que constituye el asunto de una pieza teatral, poema épico, novela etc. — ACCIÓN DE GRACIAS: […] AGRONOMÍA (del gr. άγρονομία): f. Agric. Parte de la agricultura que estudia los principios científicos que sirven de base al arte de cultivar la tierra. La agronomía, por lo tanto, estudia las leyes que presiden las funciones del vegetal, la influencia que sobre éste ejercen los medios en que vive y la manera de modificar esta influencia en sentido provechoso para el agricultor, dando los métodos racionales á que deben ajustarse las prácticas agrícolas. La agronomía es, pues, la teoría de la agricultura. […] Acción. (Del lat. actǐo.) f. […] ║ Poét. En los poemas épico y dramático, ó en cualquiera otro que tenga por objeto la representación activa de la vida humana, serie de actos y sucesos determinados por el objeto principal de la obra, y enlazados entre sí de manera que todos vengan á formar un solo conjunto. Agronomía. (Del gr. άγρονομία.) f. Conjunto de conocimientos aplicables al cultivo de la tierra, derivados de las ciencias exactas, físicas y económicas. Esta definición reproduce la dada en el Diccionario de Autoridades (1726-1739) actualizando la ortografía, añadiendo o suprimiendo algunas comas y cambiando incorrectamente la palabra bobillos por bolsillos. 90 181 PILAR PARDO HERRERO 4. DRAE 1884 Hecho. (del lat. factus.) adj. […] ║ Con algunos nombres, semejante á las cosas significadas por tales nombres, como: HECHO un león; un basilisco. […] DEHA HECHO, CHA (del lat. fāctus) adj. […] — HECHO: Con algunos nombres, semejante á las cosas significadas por tales nombres, como: HECHO una fiera; HECHO una torta. […] Estas distintas desviaciones con respecto al contenido incluido por la Academia son una de las características que habrían de analizarse más profundamente para entender las posturas que asume el DEHA frente a la lengua y frente a la propia Institución. Un par de ejemplos de crítica a una definición del DRAE 1884 revela que este diccionario, pese a ser fuente indispensable, era discutible, al menos para algunos redactores. La primera voz es agua, en su subentrada para un refrán. Dice: — ALGO TIENE, Ó TENDRÁ, EL AGUA, CUANDO LA BENDICEN: ref. Cuando una persona obra en sentido distinto del que debía esperarse en circunstancias especiales, será impulsada por causas que, ocultándose á nuestra penetración, nos hacen sospechar la existencia de algún misterio. La forma y definición que adjudica la Academia a este ref., tarde y mal, por cuanto no le ha dado cabida en las columnas de su Diccionario hasta la 12.ª edición, es como sigue: «ALGO TENDRÁ EL AGUA CUANDO LA BENDICEN: Frase proverbial con que se da á entender que el encomiar á persona ó cosa á quien nadie culpa, ó cuando no viene el caso, es señal de haber en ella alguna malicia.» Semejante errónea definición, podría aplicarse, sin quitarle ni ponerle tilde, al ref. que dice: Satisfacción sin tiempo, malicia arguye. Aquí se ve que hay una mirada atenta, así como crítica, al DRAE. La otra voz es teosofía; en esa entrada, tras la definición sacada del DRAE 1884, y una segunda acepción antigua de la palabra, hay un artículo enciclopédico marcado como de religión («Rel.»). El inicio es el que sigue: La definición que precede, tomada del Diccionario de la Academia Española, parece suficiente y no muy inexacta para un diccionario vulgar. En un diccionario enciclopédico, y sobre todo en nuestros días, en que la Teosofia [sic] vuelve a estar de moda, la definición de la Academia es incompleta, y por consiguiente inexacta. Todo misticismo que no se funda en una religión positiva sería Teosofía, según el Diccionario de la Academia, y verdaderamente no es así. Esta cita da una idea de lo que se entiende que es la función de un diccionario enciclopédico, y del interés por ser muy contemporáneos al tiempo de publicación, a la vez que el autor de la voz (posiblemente Urbano González Serrano) aprovecha para hacer su crítica de la definición académica. 182 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL 2.3.1.5.c. Definición de voces que no están en el DRAE 1884 La tercera posibilidad de definición es la de voces que no estén en el DRAE 1884. En ocasiones, esas voces sí están en diccionarios académicos anteriores, pero la Academia las sacó por antiguas o por ser derivadas, entre otras posibles razones, y el DEHA las recupera en su espíritu abarcador y su ánimo de contener «toda» la lengua, tanto pasada como presente. Ejemplo de este objetivo totalizante podría ser la entrada barriondo, voz que solo aparece en Autoridades con la indicación de que se usa en Aragón y que el DEHA introduce, pese a considerarla casi inventada pues destaca que no está en ninguna edición del diccionario de aragonesismos de Borao, para criticar a la Academia por haberla introducido. Pero lo que ocurre más frecuentemente es que la voz sea nueva, dentro de la tradición lexicográfica académica al menos, y deba proponerse una definición. Algunos aportes en el cuerpo del DEHA pueden ser las entradas que critican la tendencia, normal por entonces, de utilizar galicismos, máxime teniendo en cuenta que, pese a la crítica del DEHA, varias de esas acepciones se establecerán en la lengua, como acentuado ‘exagerado o prominente’; accidentado ‘agitado’ (vida accidentada), ‘escabroso o áspero’ (país o terreno accidentado); o accidente ‘configuración de un terreno’ (accidente geográfico). Se debe tener también presente que hay palabras que si bien no están en la lexicografía académica en toda su historia, sí lo están en otros repertorios reconocidos como fuentes del DEHA (véase Apéndice 2, Fig. 9a), como Astort (1875-1882), Pichardo (187591), Zorobabel Rodríguez (1875), las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano de Cuervo (1867-1872) (Pardo Herrero 2011; § 2.4.2.3); o no reconocidos, como Terreros (1786-1788), Castro (1852), Domínguez (1853) y Gaspar y Roig (1853-1855), cuya influencia existe si se piensa en voces del DEHA que es posible encontrar en una o varias de esas obras, especialmente en voces técnicas y científicas, en algunos casos con una definición del DEHA muy próxima o casi igual a la de uno de esos diccionarios (cf. electricismo, y abandonar ‘abandonar al caballo’ en el DEHA y Gaspar y Roig; y abucasta ‘ánade marina’ en el DEHA y Domínguez) (§ 3.3.1.2.). Por último estarían las voces que hasta ese momento no habían sido registradas en la Dos ejemplos, aguaje y aguají, permiten saber que no fue la primera edición (1836) del diccionario de Pichardo la que se utilizó, pues estas dos voces no se encuentran allí. Donde sí aparecen es en las siguientes ediciones (1849, 1862 y 1875). Dado que la definición de aguaje es casi igual a la de Pichardo en esas tres ediciones y en la de aguají es clara también la influencia, posiblemente la edición utilizada en el DEHA sea la última por ser la más reciente al momento de redactar. 91 183 PILAR PARDO HERRERO lexicografía general, teniendo como referencia las obras que pueden consultarse en el NTLLE de la RAE, que son, sin sorpresa y siempre con la posibilidad de alguna excepción, voces con marca de especialidad. Sobre las definiciones de este conjunto de voces, análisis que para ser completo requeriría de otra investigación centrada en la cuestión, pueden señalarse aquí las dos posibilidades que, en resumen, es posible encontrar: 1. Voces cuya definición intenta seguir el criterio lexicográfico de concisión, lo cual se consigue unas veces más y otras menos. En este caso se encuentran ejemplos como electrocinética («Fís.»), sabonera («Bot.») y telfúsidos («Zool.»), cuyas definiciones son cortas aunque con cierto grado de información enciclopédica, que si se tiene como referente el DRAE, tampoco es raro en muchos casos de plantas y animales (§ 3.2.). ELECTROCINÉTICA (de electro, por electricidad, y el gr. κινέο, mover): f. Fís. Rama del estudio de la electricidad que trata de los fenómenos de dicho agente en movimiento ó fenómenos de corriente, mientras que la electrostática se ocupa de los fenómenos de la electricidad en reposo ó en equilibrio. La electrocinética comprende las leyes de la propagación de las corrientes, la termoelectricidad, la electrolisis, el electromagnetismo, la electrodinámica y la inducción electrodinámica. SABONERA: f. Bot. Nombre vulgar empleado para designar una planta perteneciente á la familia de las Quenopodiáceas ó Salsoláceas, y cuya denominación sistemática es Obione portulacoides Moqu. TELFÚSIDOS (de telfusa): m. pl. Zool. Familia de crustáceos malacrostáceos de la sección de los toracostráceos, orden de los podoftalmos, suborden de los decápodos braquiuros. Estos crustáceos tienen el cefalotórax más o menos ovalar; pedúnculos oculares cortos, que no alcanzan ni con mucho á la extremidad de aquél; el cuarto artejo de las patas maxilas no se inserta nunca en el ángulo externo del tercero ni se oculta debajo de su cara interna. Algunas de las especies habitan en la América del Sur; las otras están distribuídas en el Antiguo Continente y viven en las aguas dulces. 2. Voces cuyo artículo, evidentemente extenso, supera ese criterio de brevedad y se presenta como enciclopédico, dificultando la noción de definición para diccionario. En este caso estarían las entradas o subentradas enciclopédicas que definen un término, sin ofrecer dos partes, una de definición simple y otra enciclopédica, lo cual rompe con el mencionado objetivo diccionarístico de dar al lector de forma breve la explicación de un vocablo (§ nota 89). Esto no implica que el artículo no permita entender qué significa el término, pero sí implica un esfuerzo distinto de recepción. Hay que decir, sin embargo, que gran parte de estos textos ofrecen en las primeras líneas lo que sería más 184 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL cercano a una propuesta de definición que se amplía luego (§ 3.2.). Ejemplo de ello puede ser la entrada simbléfaron (tomo 19), marcada como de patología, que ocupa un tercio de una columna, pero que en su primer párrafo, de cuatro líneas, resume el sentido del término: «Adherencia de los párpados con el globo ocular, ordinariamente consecutiva á una quemadura ó á una ulceración, algunas veces congénita»; otro ejemplo puede ser telemetría (tomo 20), marcada como de ingeniería, topografía y geología (término que entra al DRAE 1925, sin marca) cuyo artículo de tres páginas inicia con una frase claramente definitoria: «Arte de medir las distancias», a la que sigue una larga explicación que incluye ecuaciones matemáticas y varias ilustraciones92. Para terminar con esta parte del artículo tipo, me referiré a un aspecto relacionado con la técnica lexicográfica que es el principio de economía. El principio de economía tiene que ver con el aprovechamiento del espacio, en particular el que se refiere a las abreviaturas, cuestión esencial en los diccionarios, que necesitan aprovechar al máximo sus páginas, así como ser sistemáticos en la presentación. En general, el DEHA sigue ese principio, pues hace uso de abreviaturas, prefiriendo incluso en el caso de las de información gramatical las simples, que usaba la Academia, a las compuestas, como las que usó en los primeros pliegos (§ 2.3.1.3.). A pesar de eso, se pueden encontrar casos en que se viola ese principio no usando la abreviatura existente para el caso o cometiendo redundancias. Muchos ejemplos corresponden a locuciones latinas como, en el cuerpo del DEHA: ab imo rectore, ab initio, ab-jove-principium, ab ovo, y en el segundo apéndice: ab hoc et ab hac, ab ore at aurem, donde en vez de usar la abreviatura, la desarrollan: «Locución latina que significa […]», «Locución latina que se usa […]», «Frase proverbial latina que significa […]», «Locución procedente del lat. que suele usarse para significar […]» «Locución latina que se emplea […]». Ejemplos no con marca de uso sino diatécnica son: abandonar al caballo, s.v. abandonar, teniendo la abreviatura correspondiente «Equit.», la definición inicia así: «En equitación, significa En la influencia del DEHA sobre el diccionario de Alemany que se verá en el capítulo IV, se hará evidente que efectivamente las primeras líneas de muchos de estos textos enciclopédicos tienen en sí las características de una definición propiamente lexicográfica 92 185 PILAR PARDO HERRERO descuidar las manos […]», en vez de comenzar directamente con el verbo descuidar93; s.v. absorbente, que con marca «Cant.» comienza la definición repitiendo: «En cantería, se dice del terreno […]»; s.v. agua blanca, la primera subentrada, con marca «Veter.», comienza: «Entiéndase por agua blanca entre labradores y ganaderos la mezcla de…»; s.v. báculo, la cuarta acepción, con marca «ant. Top.», se define: «Antiguo instrumento de Topografía, usado para nivelar […]». Más casos son: s.v. abalear, que en vez de usar la abreviatura para Colombia, dice: «En Colombia se usa por fusilar»; s.v. abejeruco, que en vez de hacer la remisión a abejaruco poniendo esta palabra en versalitas, que es como lo se hace, escribe: «Lo mismo que abejaruco»; s.v. abeurrea, que en vez de usar una abreviatura para las distintas provincias vascongadas dice: «Señal ó acotamiento que los habitantes de las Provincias Vascongadas hacen […]»; s.v. bichito, subentrada bichito de luz, en vez de marcarla como «vulg. pr. Sev.», dice: «Llaman así, vulgarmente, en algunos pueblos de la provincia de Sevilla, al individuo […]». Otra decisión relacionada con el principio de economía, aunque no del todo extendida, es repetir la definición, total o parcialmente, en voces que remiten a otra en vez de, simplemente, realizar la remisión. AGONAL (del lat. agonālis; de agon, lucha): adj. Perteneciente ó relativo á los certámenes, luchas y juegos públicos, Saji corporales como de ingenio, que se celebraban en la antigüedad. [autoridades] AGONÍSTICO, CA: adj. Agonal, ó séase perteneciente ó relativo á los certámenes, luchas y juegos públicos, Saji corporales como de ingenio, que se celebraban en la antigüedad. Tomar esta determinación va contra la economía lexicográfica, pero hay que decir que para el lector es útil pues evita que deba realizar una nueva búsqueda94. La acepción del DEHA referida al caballo aparece en Domínguez (1853), pero sin marca de especialidad; en Gaspar y Roig (1853), con marca de artes y oficios, se define la voz diciendo «En Equitación […]», de forma muy parecida al DEHA aunque con cambios, pudiendo provenir de ahí la reiteración del campo en la redacción de la definición. 93 186 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Los ejemplos que se han presentado sobre la definición en el DEHA permiten observar las muchas aristas que se contienen en este aspecto fundamental. Se hace evidente que la técnica de trabajo no estaba depurada, pero también hace destacar elementos positivos, como el hecho de que se propongan definiciones, que, como se verá en el capítulo IV, fueron en ocasiones acogidas por futuras obras lexicográficas. 2.3.1.6. Términos compuestos y expresiones pluriverbales El último punto del artículo tipo, antes de las subentradas para artículos enciclopédicos, son los términos compuestos y las expresiones pluriverbales. Los términos compuestos están organizados alfabéticamente, sin importar si tienen marcas o no. En este caso, pues, no se sigue la misma ordenación de las acepciones, ya que se puede encontrar un término compuesto marcado como de especialidad, seguido de uno marcado figurado, uno no marcado y de nuevo uno con marca diatópica, entre otros órdenes. Dos ejemplos de esta ordenación alfabética (y no lógica) son: AGUA (del lat. aqua): […] — AGUA COMPUESTA: […] — AGUA CRUDA: Can. Maq. […] — AGUA CUADERNA: Mar. […] — AGUA DE CASTAÑA: prov. And. […] — AGUA DE CEPAS: fam. VINO. — AGUA DE CERRAJAS: […] — AGUA DE CERRAJAS: fig. […] — AGUA DE CONSTITUCIÓN: […] — AGUA DE CHICORIA: fig. […] HÍGADO (del lat. ficātum): […] — HÍGADO DE ANTIMONIO: Farm. […] — HÍGADO DE AZUFRE: Farm. […] — HÍGADO MARINO: […] Las expresiones pluriverbales, por su parte, están organizadas también alfabéticamente, sin importar tampoco si tienen marca de especialidad. Entran después de todas las acepciones del lema simple, de la subentrada plural cuando existe, así como de los términos compuestos, si los hay. Ejemplo de esto son: 94 En 1970 el diccionario académico decide hacer lo mismo que el DEHA, en ocasiones, hacía: ofrecer la definición y no solo remitir. Dice el prólogo del DRAE 1970 (VII): «la modificación más destacada de la presente edición ha sido el avance decidido hacia la definición directa objetiva, que en parte usaban ya las ediciones anteriores. Por un acuerdo de la Academia, las referencias numéricas a otras acepciones se han suprimido, dando al lector la sola definición directa, entera o reducida, de la acepción. Aparte de este cambio acordado, se han aplicado las definiciones directas a un gran número de voces definidas antes por referencia a un sinónimo […] La absoluta supresión de las definiciones indirectas, que hasta hoy es sólo ideal de un diccionario, no se ha logrado del todo en éste, por razones internas y editoriales, pero se ha avanzado mucho en el propósito. El fin último es aligerar y facilitar el esfuerzo del lector ofreciéndole de una vez, sin más expediente, la solución del sentido». 187 PILAR PARDO HERRERO AGUA (del lat. aqua): […] — AGUA ARRIBA: m. adv. […] — AGUA ARRIBA: fig. […] — AGUA Y SOL, TIEMPODE REQUESÓN; SOL Y AGUA TIEMPO DE CUAJADA: ref. […] — AGUANTAR AGUAS: fr. Mar. […] — AGUAR EL AGUA: fr. […] — AHOGARSE EN POCA AGUA: fr. fig. y fam. […] — COGER LAS AGUAS: fr. Arq. […] — COMO AGUA, ó COMO EL AGUA: loc. fam. […] TIEMPO (del lat. tempus): […] — ABRIR EL TIEMPO: fr. fig. […] — ACOMODARSE UNO AL TIEMPO: fr. […] — ACORDARSE DEL TIEMPO DEL REY QUE RABIÓ ó DEL REY QUE RABIÓ POR GACHAS: fr. fig. y fam. […] — A LARGO TIEMPO: m. adv. […] — CAPEAR EL TIEMPO: fr. Mar. […] — CARGARSE EL TIEMPO: fr. fig. […] — DEL TIEMPO DE MARICASTAÑA: loc. fig. y fam. […] Las expresiones o unidades pluriverbales, no se las llama a todas igual, sino que se denominan bajo etiquetas diferentes, basadas en las usadas por la Academia. Las abreviaturas, y su significado, que han podido hallarse en el DEHA son: «exp.» o «expr.» ‘expresión’ «fr.» o «frs.» ‘frase, frases’ «loc.», ‘locución’ (en la lista de abreviaturas se añade «loc. adv.» ‘locución adverbial’ y «loc. adv. lat.» ‘locución adverbial latina’) «m. adv.» ‘modo adverbial’ «m. adv. comparat.» ‘modo adverbial comparativo’ «m. conjunt.» ‘modo conjuntivo’ «ref.» o «refs.» ‘refrán, refranes’. Si la expresión pluriverbal es antigua, se añade la abreviatura de «ant.» ‘antiguo’, así como «lat.» si es latina, «fam.» si es familiar o «fig.» si es figurada (hay casos en que esta abreviatura aparece sola, dando por sobreentendido, según eso, que es una frase, por su ubicación en el artículo); u otras como «prov.» o «proverb,», siendo la primera conflictiva pues según la lista esta abreviatura corresponde a provincial, pero en frases y locuciones significa, más bien, proverbial, que es lo que indica claramente la segunda. 2.3.1.7. Subentradas enciclopédicas Sobre el apartado de artículos enciclopédicos, que antes se dio en llamar subentradas enciclopédicas, se han hecho comentarios en el apartado de marcas (§ 2.3.1.4.) y en el de definición (§ 2.3.1.5.) que cubren lo principal sobre ellas, y en el capítulo III se harán otras aportaciones (§ 3.2.). Aquí simplemente es importante hacer mención al orden en que se presentan esas subentradas cuando hay más de una en determinada voz. 188 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Este problema no se resuelve fácilmente, pero vale la pena plantearlo pues puede tener consecuencias sobre cuáles son las jerarquías del conocimiento que regían la lógica de la época. Esta cuestión es comentada por Aniceto de Pagès en una de sus cartas a los editores (M. y S. [15/12/1886]), y que aparezca como parte de la discusión sobre la confección del DEHA demuestra su relevancia. En esa carta, Pagès expone que la presentación de los artículos enciclopédicos «no hay más remedio» que que siga el orden lógico y da el ejemplo de la entrada para la voz aborto, cuyos artículos organiza así: medicina, medicina legal, legislación, veterinaria y agricultura (que en el impreso se marca al final como de botánica). Pero, ¿cuál es exactamente esa lógica que aparece tan clara para Pagès? En principio parece que el primer artículo debe ser el de medicina pues es el más cercano a la definición más común (‘Parto antes de tiempo, mal parto’), pero, ¿por qué no dar después los artículos de veterinaria y botánica, si en esos campos la palabra tiene contenido específico asociado a la definición, y después los de medicina legal y legislación, que son ámbitos en los que de lo que se trata es de consecuencias sociales en el caso de un aborto? ¿Se puede explicar quizá como una ordenación que primero contempla lo humano, luego lo animal y luego lo vegetal como una visión jerárquica de los seres? Llegar a una conclusión sobre esto no es sencillo pues se necesitaría un corpus con aquellas entradas que, como aborto, tienen varios artículos enciclopédicos, corpus con el que no se cuenta en este momento. Sin embargo, desde la perspectiva de cómo se concibe el conocimiento, que es algo esencial en las obras que pretenden divulgarlo, es un tema sobre el que vale la pena reflexionar. Esta problemática también toca a las acepciones marcadas diatécnicamente, solo que como estas siguen muy de cerca al DRAE en su ordenación, la reflexión supera el entorno del DEHA. No obstante, para mostrar que esta parte de la microestructura también es clave, valga mencionar que la organización de acepciones con marca diatécnica en el DRAE 1884 se resuelve generalmente aplicando la decisión pragmática de colocarlas siguiendo el orden alfabético de las abreviaturas (cf. acción, balance), pero en otras se hace de otra forma (cf. cambiar), lo cual lleva a nuevas dificultades en el estudio de esta parte de la microestructura. El último punto que se toca en el artículo, de existir, son los nombres propios. Como se observa en el artículo tipo, cuando la voz de entrada se corresponde con nombres propios, estas subentradas aparecen al final del artículo, en primer lugar las de geografía y en segundo lugar las de biografía, cuando existen las dos (cf. herrero 189 PILAR PARDO HERRERO (tomo 10). Si hay subentradas de nombres propios con otras marcas, aparecen antes de las de geografía (cf. Olimpo (tomo 14). Cabe precisar que en el caso de los nombres propios de geografía, se usan dos barras verticales (║) para separar la información cuando el nombre corresponde a dos o más lugares (río, montaña u otro), que están ubicados en el mismo país95. SONSÓN: Geog. Río de Colombia en territorio del dep. de Antioquía. […]║ Distrito de la prov. del Sur, dep. de Antioquía, Colombia, sit. en una explanada , entre cerros bastante elevados y páramos, y á 2 545 m. de alt. Los artículos de nombres propios como subentradas en realidad no se deben considerar parte de la definición pues de lo que se trata es de dar información enciclopédica96. La presentación tipográfica hace que se pueda plantear como problemático, o al menos discutible, incluir estas informaciones bajo la misma forma que las verdaderas acepciones, en vez de hacerlo, quizá, como entradas diferentes, ya que si son nombres propios la relación con la palabra común en parte ha desaparecido o incluso no la ha tenido nunca (cf. lida, cuyo significado en la lengua común es el de un género animal, frente a los nombres propios de la subentrada Lida ‘río de Rusia’ y ‘antigua ciudad de Palestina’; lo mismo ocurre s.v. castillo, ronda, romero, entre otros; como excepción pueden mencionarse voces cuyo origen se relaciona con la mitología, como dédalo u Olimpo, entre otras). Aparte de estos pocos comentarios, lo que aquí quiero resaltar de las entradillas (y entradas) de nombres propios es su función como textos actuales, no solo históricos, ya que se contienen datos próximos a la publicación de la obra. En el cuerpo del DEHA estos artículos cumplen ya la función de ofrecer datos recientes, subrayada particularmente en las biografías de personajes contemporáneos por la propia redacción, como en: Letamendi de Manjarrés (José de) (tomo 11, de 1892): «Contaba, pues, en agosto de 1892, cuarenta y nueve años de práctica en la enseñanza»; Pasteur (Luis) (tomo 14, de 1894): «El nombre de Pasteur se hizo popular en toda Europa y América, y de todas las naciones civilizadas acudieron, y El uso de las dos barras verticales (║) está presente en el segundo apéndice con cierta regularidad en voces que no son nombres propios, donde el símbolo indica un cambio de acepción, sin que en esa acepción siguiente cambie la marca gramatical, diafásica, diatópica o diatécnica (cf. bombeador, escudillón, y cualquier gentilicio). Si la marca cambia la regla general es hacer una entradilla propiamente (separada, con guion y versalitas). 96 Tampoco serían definiciones cuando los nombres propios son entradas en sí mismos. Los nombres propios son textos claramente enciclopédicos, definen una realidad pero no una voz. 95 190 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL siguen acudiendo (septiembre de 1894), numerosos enfermos al laboratorio del sabio francés»; Sardou (Victoriano) (tomo 18, de 1896): «vive hoy (junio de 1896) en París»; Sorolla (Joaquín) (tomo 19, de 1896): «Hoy (noviembre de 1896) figura entre los primeros pintores que con actividad rinden culto al arte». En los apéndices hay, en este sentido, muchos más ejemplos, sobre todo en el primero, que indican en la redacción que los datos ofrecidos son los más recientes, se ofrecen a continuación algunos de los dos apéndices. Primer apéndice. Tomo 24: *Azcárate (Gumersindo): «en la actualidad (septiembre de 1898)»; Coloma (Luis): «hoy (enero de 1899)»; Dabán y Ramírez de Arellano (Antonio) «es hoy (febrero de 1899) senador vitalicio»; Diego Madrazo (Enrique) «En el Sanatorio que lleva su nombre sigue Madrazo (marzo de 1899)»; *Édison (Tomás Alva) «Sigue residiendo (marzo de 1899)»; Fabié y Escudero (Antonio María): «preside (abril de 1899) la Diputación permanente de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla», - *Fita y Colomé (Fidel): «Sigue (mayo de 1899)»; - *García Ladevese (Ernesto): «en Madrid, donde hoy (mayo de 1899) reside»; - *Groizard y Gómez de la Serna (Alejandro) «desde marzo del presente año (1899), vive (junio) en la oposición con su partido»; - Gutiérrez Abascal (José): «y goza (junio de 1899) de una posición independiente». Tomo 25: Hoyos y la Torre (Isidoro de): «Posee (junio de 1899) la gran cruz de la Orden de San Gregorio Magno»; *Ignatiw ó Ignatief (Nicolas Pawlovich): «es general de infantería (julio de 1899)»; Larra (Luis Mariano de): «Hoy (agosto de 1899) parece haber renunciado Larra al cultivo de la literatura dramática», *Mañé y Flaquer (Juan): «Hoy (septiembre de 1899)»; Muzaffer Ed-dine: «Actual soberano de Persia (octubre de 1899)», *Ossorio y Bernard (Manuel): «Colabora (noviembre de 1899) en varias revistas, una de ellas La Ilustración Española y Americana»; *Pí y Margall (Francisco): «Reside (diciembre de 1899) en Madrid»; *Ruiz Capdepón (Trinitario): «Es (enero de 1900) vocal de la Comisión General de Codificación»; *Serrano y Ruis (Emilio): «Creemos que el maestro serrano reside hoy (febrero de 1899)»; *Suñol (Jerónimo): «Reside (marzo de 1900)»; *Tolstoi (León): «Sigue residiendo en su patria (abril de 1900)», *Viniegra y Lasso (Salvador): «Este sigue (mayo de 1900)», *Zapata (Marcos): «Ignoramos su actual residencia (mayo de 1900)». Segundo apéndice. Tomo 26: Albert y Paradís (Catalina): «Actualmente (octubre de 1906)»; Almonte (Enrique D’): «En la actualidad (octubre de 1906)»; Aquino Cabrera (Francisco): «en la actualidad (octubre de 1906)»; Barraquer y de Puig (Joaquín): «En enero de 1907 ha sido ascendido á general de brigada»; Blasco Ibáñez (Vicente): «ha publicado hasta el día (diciembre 1905)»; Botha (Luis): «En marzo de 1907 juró»; Bryce (Santiago): «en el actual gobierno inglés (diciembre de 1905)»; *Canalejas y Méndez (José): «Hoy es presidente de la Cámara de Diputados (enero de 1907)»; *Cano y Masas (Leopoldo): «es hoy (marzo de 1907)». 191 PILAR PARDO HERRERO Tomo 27: No se han encontrado referencias. Tomo 28: No se han encontrado, pero un caso sirve para decir que el pliego 143 no se imprimió antes de noviembre de 1910 pues en la entrada de *Tolstoi (León, conde) dice: «M. el 16 de noviembre de 1910». Estos ejemplos, además de indicar el esfuerzo por ofrecer la información última, sirven también para establecer al menos en parte la secuencia de escritura de esta sección, que, como se puede ver, es progresiva, es decir que se iba redactando en orden alfabético (salvo alguna excepción), comprobación lógica teniendo en cuenta que la publicación se realizaba por cuadernos y no por tomos. Si se tiene presente el año que aparece en la portada de los volúmenes, estas citas sirven también para notar que ese año corresponde a aquel en que se empezó a imprimir, no al año en que se terminó. El tomo 24, con un pie de imprenta fechado en 1898, empieza publicarse hacia el final de ese año y sigue al menos hasta junio de 1899; el tomo 25, con pie de imprenta 1899, se habría escrito desde mediados de ese año hasta, al menos, mediados de 1900. En el caso del tomo 26, segundo apéndice, con año de impresión 1907, las referencias entre 1905 hasta 1907 significan que dos años antes de la publicación ya se había iniciado el trabajo, así como que estas entradas se redactaron en desorden y, posiblemente, también por distintas personas. Hallar menos referencias al momento de la redacción en el tomo 26 y ninguna en los dos tomos finales, podría significar la decisión de que esto no hacía falta, no ayudaba al texto, lo cual, aunque discutible, es acertado por dos razones: que al lector no se le tienen que dar datos específicos sobre la redacción y que lo máximo que se sabe que se puede exigir de una obra actualizada es que alcance el año de su publicación, siendo suficiente con alusiones temporales como «hoy», «en la actualidad», «actualmente», o simplemente con el año en que sucedió el hecho, aunque este sea precisamente en el que se redacta, pues da a la lectura carácter histórico, superando así la coyuntura del momento (cf. *Pardo Bazán (Emilia) (tomo 28): «En 1910 entró a ser parte del Consejo de Instrucción pública»). Las biografías en ocasiones son también espacio para hacer una promoción editorial interna, pues se aprovecha para decir si un autor ha publicado alguna obra con los editores (cf. Palma (Ricardo) y Montalvo (Juan) (tomo 25)), o un traductor (s.v. *Rostand (Edmundo) (tomo 28): «[…] Teodoro Llorente (Poetas franceses del siglo XIX, Montaner y Simón, Barcelona, 1906) ha traducido al castellano varias poesías de E. Rostand.»). Otro ejemplo, que además sirve para enfatizar en el tipo de publicaciones que ofrecían Montaner y Simón y en lo que significa la divulgación científica, es el dedicado a Camilo Flammarión (así escrito), en el primer apéndice, donde se puede leer: 192 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Sigue (mayo de 1899) dedicado al estudio y popularización de la Astronomía, ya por medio de artículos ya dando libros á las prensas. Uno de ellos ha sido traducido al castellano con el título de ¿Qué es el cielo? (Madrid, 1896), por Eduardo E. García, y forma parte de la biblioteca titulada La Irradiación; es un tratado de Astronomía popular al alcance de todas las inteligencias. [Montaner y Simón también había publicado en 1875 un libro de Flammarion que no se menciona aquí y otro de varios autores en que hay estudios de este autor]. También sirven las biografías para aludir a otras publicaciones en marcha, como en la biografía de Nemesio Fernández Cuesta (tomo 8), que dice: […] está dirigiendo la publicación en español de la obra alemana Historia Universal por descripciones parciales, que muy pronto se verá concluida por la casa que edita este DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO, y será un monumento histórico importante. O en la biografía de Juan Vilanova y Piera (tomo 22), en donde dice al hablar de su obra La Creación. Historia Natural: […] escrita por una sociedad de sabios y publicada (Barcelona, 1872-6, 8 t. en fol.), con innumerables grabados y hermosas láminas iluminadas, bajo la dirección de Juan Vilanova, por la casa editorial de este DICCIONARIO. Por su parte, los artículos de geografía que tienen asterisco en el primer y segundo apéndice, también dan cuenta de los cambios, muchos de ellos por cálculos poblacionales y censos realizados entre la impresión de los distintos tomos (cf. *Chihuahua (tomo 24) donde dice: «Según el censo de 20 de octubre de 1895 […]»), así como por lo ocurrido en su historia (*Colombia (tomo 26): «Por reciente decreto (1907)»; *Dominicana (República) (tomo 26): «A mediados de 1907 se celebró en la cap. de la Rep. una Exposición Nacional de Agricultura, Artes é Industrias»). Algunos ejemplos, similares a los de biografía son, en el apéndice primero: *Brasil: «hoy (octubre de 1898) reina el orden en toda la República»97; o *Chile: «en los momentos en que escribimos estas líneas (octubre de 1898)». Multitud de ejemplos más podrían ofrecerse y muchos comentarios podrían hacerse sobre la microestructura de un diccionario como el DEHA. Uno de ellos es el tema ideológico, que va más allá de lo sistemático y estructural, y que puede ir desde reprobar galicismos hasta incluir en la definición de condón (voz que entra al DRAE apenas en 1989) el uso específico de «proteger el miembro viril y preservar al hombre de las [sic] infección sifilítica ó venérea en los coitos sospechosos» (la cursiva es mía) o aceptar la teoría de la selección natural (el DEHA es el primer diccionario que en la Este artículo comienza así: «Al terminar el artículo referente á este gran país sud-americano, se dijo que reinaba en él el emperador Pedro II. Posteriormente á la publicación del t. III, que contenía dicho artículo, han ocurrido en el Brasil sucesos trascendentales que nos obligan á ampliarlo, resumiendo los principales acontecimientos de su historia, desde el año 1870». 97 193 PILAR PARDO HERRERO entrada selección explica la teoría, en su caso en el marco de una subentrada enciclopédica). Se ha intentado aquí, sin embargo, ofrecer una visión general y cuidadosa de esta parte fundamental de la obra lexicográfica. Si bien no puede considerarse definitiva por la extensión de la misma, que ha impedido un análisis total, sí refleja los que se han considerado los puntos principales así como la complejidad de una obra marcada por la elaboración de muchas manos en el contexto de una técnica no del todo depurada y una rigurosidad editorial limitada. Otros comentarios adicionales sobre la microestructura, restringidos a las voces con marca de especialidad, se ofrecen en el apartado 3.2. Para terminar con esta aproximación a la microestructura, en el siguiente apartado se realizará un acercamiento a la característica hasta ahora más resaltada del DEHA por la novedad que representó en el momento de su publicación: los ejemplos. 2.3.2. Las autoridades: citas de uso Gutiérrez Cuadrado (1994: 279) considera del DEHA que «[l]a segunda gran novedad frente a la tradición académica es la vuelta a la utilización de ejemplos», siendo la primera su propuesta gráfica, que le hace ganar mucha claridad. Su apreciación sigue las palabras de Seco acerca de la práctica del ejemplo literario, citadas por Prieto García-Seco (2009: 542), en las que destaca que tras el Diccionario de Autoridades (1726-1739) prácticamente se enterró para resurgir en el DEHA y en el diccionario de Zerolo (1895) y más tarde en el de Pagès (1902-1931). Quien hasta ahora ha trabajado en mayor profundidad el tema de las autoridades en el DEHA es David Prieto García-Seco (2007: 105-118, 2009: 542-548 y 2010: 383401), a cuyos artículos remito y a cuya importante información añado algunas consideraciones. Las autoridades, en el marco del artículo lexicográfico, es decir de la presentación, aparecen después de la definición que ejemplifiquen, separadas por un renglón y sangradas a la derecha (véase Fig. 24 y 25); nunca se encuentran en entradas ni entradillas enciclopédicas. La palabra a la que refiere la autoridad se escribe en versalitas. Si es un verbo recíproco el pronombre también va en versalitas, como ya lo establece Pagès en una carta a los editores anterior a la publicación del DEHA 194 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL (M. y S. Pagès [20/11/1886])98. Si se trata de unidades pluriverbales, en versalitas aparece la palabra central, la que alude al lema, y el resto aparece en cursiva. Por ejemplo: hacer calendarios, s.v. calendarios CALENDARIO: […] ―HACER CALENDARIOS: fr. fig. y fam. […]. Con que vamos Ya te he dicho que no hagas CALENDARIOS, ¡eh! que estás Tristona y desmejorada De pensar en eso, etc. L. F. DE MORATÍN. - entrar uno por esos trigos, s.v. trigo TRIGO: […] ―HACER CALENDARIOS: fr. fig. y fam. […]. Con que vamos Ya te he dicho que no hagas CALENDARIOS, ¡eh! que estás Tristona y desmejorada De pensar en eso, etc. L. F. DE MORATÍN. Igualmente, cuando junto a la definición se especifica un uso frecuente, por ejemplo, con un adverbio, este también aparece en cursivas (cf. almorzado). Tras la cita, en el siguiente renglón, alineada a la izquierda aparece la fuente. Visualmente, pues, la cita está claramente diferenciada, así como la palabra o palabras que motivan su utilización como ejemplo. El encargado de esta sección del diccionario, según la lista de redactores, es Aniceto de Pagès. Aunque al inicio Eduardo Benot es posible que haya hecho aportes, pues así como Pi y Margall en carta a la editorial (M. y S. Pi y Margall 30/04/1883]) cuando el DEHA apenas era un proyecto y era Benot quien parecía que lo llevaría a cabo dice que aportaría pues «tiene gran caudal de voces y de frases que no estará en ningún otro diccionario», esa recopilación podría haber estado acompañada de los textos donde encuentra esas voces y frases. Aun suponiendo que Benot sí colaboró con citas de uso, dado que participó solo de la primerísima parte de la obra, es a Pagès a Algo poco común pero que ocurre, es que aparezca en versalitas además de la palabra clave la preposición, que como apuntó Prieto García-Seco (2007: 109) dando el ejemplo de una cita de Alcalá Galiano en la voz adaptable, podría deberse a la influencia del Diccionario de construcción y régimen (1998) de Cuervo. Otro caso como ese es el de la cita de Jovellanos en la tercera subentrada de arrojar, que tiene en versalitas la preposición de, y está en el repertorio de Cuervo. Un ejemplo, que no sale de Cuervo pero se relaciona con él, es la cita de Don Ramón de la Cruz s.v. arrostrar, donde aparece en versalitas la preposición por, construcción a la que alude Cuervo (1998 (1): III) en el prólogo a su diccionario. 98 195 PILAR PARDO HERRERO quien claramente se ha de considerar como responsable de la enorme tarea, que se verá más tarde culminada en su propio diccionario, el Gran diccionario de la lengua española (1902-1931), pudiendo considerarse el DEHA como un laboratorio para su futuro trabajo (Pagès 1902: VIII-IX (carta de Sbarbi a Pagès); § 4.3. para la relación entre el DEHA y la obra de Pagès). La figura de Benot, sin embargo, es indispensable, pues Pagès incluso le dedica su diccionario, donde el mismo Benot en el preliminar de opiniones, dice que trabajaron juntos en esa labor para el DEHA (Pagès 1902: X). La decisión de incluir autoridades en el DEHA podría entenderse si se tiene en cuenta que si Benot era el primer director, y tenía material ya recogido, el hecho de que esto representara una novedad daba al diccionario proyectado un elemento de promoción que se sumaría a la parte enciclopédica y de actualidad. Pero también debió influir una concepción de lo que es un diccionario en la que el trabajo académico del Diccionario de Autoridades (1726-1739), el cual proviene a su vez de una tradición lexicográfica en la que la noción de autoridad ha resultado fundamental (Freixas Alàs 2010: 95-111), habría sido clave. En la entrada diccionario del DEHA, en el artículo enciclopédico se habla, entre otras cosas, de la importancia de las autoridades en este tipo de obra. La opinión allí expresada, suscrita posiblemente más que por los editores por los encargados de la sección de lexicografía, Sbarbi y Pagès, quienes podrían además haber redactado dicho artículo, quizá serviría para explicar la inclusión en el DEHA de citas textuales. El artículo dice sobre el asunto: Las autoridades ó ejemplos sobre la manera de usar las palabras por los escritores insignes de la lengua, forman una muy importantísima parte de los diccionarios, parte que generalmente se omite, se descuida muy á menudo, y que pocas veces es atendida con el esmero que merece. Un diccionario sin ejemplos parece que no tiene más autoridad que la autoridad de su autor. La Academia Francesa siempre ha reclamado el derecho de hacer ella misma los ejemplos. Con este motivo decía Voltaire: «parece que se han hecho una ley del no citar;» y añadía: «un diccionario sin citas es un esqueleto.» […] En los idiomas que poseen una literatura rica pueden colocarse cronológicamente, como propuso la Sociedad Filológica. Cada autoridad debe dejar completo el sentido de la frase en que se emplea la palabra que se trata de ilustrar, y no ser un fragmento de una sentencia. Si es posible ha de ser instructiva é interesante, pero no por eso debe ser demasiado larga. El mérito de un diccionario y la riqueza de su vocabulario dependen, en gran parte, del cuidado y la extensión con que se hayan buscado las autoridades ó ejemplos, y únicamente será completo en este respecto cuando la colección de las autoridades se haya hecho en toda la literatura del lenguaje. Este fragmento muestra de forma clara la importancia de las citas en la producción de un diccionario de lengua como elemento casi necesario. En el caso de un diccionario de lengua española, usarlas implica además que se la considera una lengua con valor tanto histórico como literario. Así, el DEHA, recuperando la labor lexicográfica inicial de la Academia, se muestra como autorizado, no solamente por el 196 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL prestigio de los editores y los redactores, sino por el uso de ejemplos. En este sentido es extraño que en su portada —así como tampoco en la publicidad de la obra para su venta— no se haga ninguna referencia a esto como sí se hace a las ilustraciones. Volviendo a las autoridades, que son las que en sí mismas ofrecen la información, se comentan ahora algunos aspectos relevantes. 2.3.2.1. El porqué del uso de autoridades La idea del DEHA con respecto a para qué han de servir las citas, según se introdujo anteriormente, puede seguir la que tenía el Diccionario de Autoridades (17261739) de tener con los ejemplos un componente descriptivo, según lo entiende Seco (2003: 163), lo cual permite adoptar como cierta la afirmación de que «el ejemplo está en la intersección entre gramática y diccionario» (Garriga 2002: 131). José María Sbarbi (Pagès 1902: VIII), quien escribe a Pagès una carta laudatoria cuando este imprime el primer volumen de su diccionario (donde lastimosamente no hay un prólogo en el que el autor justifique claramente su labor), confiesa allí que trabajaron bastantes años en el Diccionario Enciclopédico de Montaner y Simón y justifica así la existencia de la obra de Pagès en la dirección de unir gramática y diccionario: […] ¿qué belleza puede ostentar esa dicción [cualquiera de las definidas en un diccionario] dentro de un inmenso inventario de palabras colocadas mediante esa quisicosa llamada orden alfabético (intitúlese el tal inventario Léxico, Diccionario, Glosario, Vocabulario ó como quiera); y, de más á más, qué utilidad podrá prestar cada vocablo de por sí, sin figurar engastado en el lugar que de derecho le corresponde dentro de la proposición lógico-gramatical? En esta pregunta de Sbarbi se hace evidente que la función del diccionario, sin ser la de la gramática, lo que sí debe es contener parte de ella a través de los ejemplos, pensamiento que por la cercana relación con Pagès podría considerarse próximo a lo que motivó al autor catalán a realizar su Gran diccionario, así como explicar que se tuvieran en cuenta las autoridades en la obra de Montaner y Simón, dado que es el mismo Pagès el encargado de esa sección en el DEHA. Volviendo a Autoridades, el fin de dicho repertorio, según su prólogo, no era «emendar ni corregir la lengua […], sí solo explicar las voces, frases y locuciones» (Academia, 1726: IV). Este propósito tiene como consecuencia, en el caso del DEHA, no dar la referencia bibliográfica completa y limitar el sentido de las autoridades, que no es poco, a mostrar el uso de una palabra y aportar así información gramatical. Ese objetivo de las autoridades en los diccionarios lo recoge Porto-Dapena (2002: 194) describiendo más bien la situación actual, pero la afirmación es útil: «Su objeto es 197 PILAR PARDO HERRERO doble: de una parte ejemplificar los usos y acepciones de cada palabra, y, por otra, apoyar o autorizar esos usos y acepciones». Efectivamente, en el DEHA las autoridades ejemplifican, apoyan y autorizan un uso99, aunque no en todas las palabras y acepciones pues no es esta su razón de ser, sino que editorialmente es un esfuerzo más por dar la mayor información posible, que lingüísticamente redunda en algo más complejo como es el sentido de una obra diccionarística. 2.3.2.2. La referencia de las citas La forma de dar la referencia de la cita, la fuente, tiene implicaciones importantes. La proveniencia del ejemplo se limita en la mayoría de los casos solamente a indicar el autor. En gran parte solo aparece el apellido de este, en otros se da nombre y apellido y en otros el título de la obra cuando no tiene autor conocido, o es reconocida por este, como la Crónica general de España, La Celestina, Estebanillo González. Evidencia en este aspecto, nuevamente, de una falta de rigor en la presentación, es que, además de carecer de otros datos bibliográficos clave, hay diversos ejemplos de fuentes citadas de más de una manera, por ejemplo: aparecer con el nombre completo o solo con el apellido: Garay o Blasco de Garay; Fonseca o Cristóbal de Fonseca; Isla o P. Isla aparecer con alguna variación ortográfica: Luis de Mármol o Luis del Mármol; Crónica del Rey Don Juan el segundo o Crónica del rey D. Juan el II aparecer con variación en el orden del título: Ordenanzas de montes y huertas de Zaragoza u Ordenanzas de huertas y montes de Zaragoza. Que la referencia no esté completa, que no diga el texto y la página, es un problema para la ubicación de la cita. La razón para que sea así puede ser fruto de un interés por economizar espacio, aunque podría contener la idea de que lo importante es el ejemplo más que de dónde sale exactamente. No decir al menos el año, le quita además un valor potencial histórico, aunque, siguiendo a Seco (2003: 114), sería porque Un ejemplo que sirve para ver cuán determinante puede ser la cita para establecer el sentido de una voz, se encuentra s.v. rectoral. En el adjetivo rectoral, el DRAE 1884 da un solo significado al que sigue el uso como forma característica sala RECTORAL, mientras que el DEHA da dos acepciones para la palabra, una la del DRAE, como adjetivo, sin lo de sala rectoral; y la segunda como sustantivo, entendiendo que rectoral puede ir sin sala y entenderse como «Sala, oficina, morada, etc. del rector», todo a partir de una cita de Jovellanos que dice: «La elección de los oficios propuestos de hará… en junta convocada con cédula ante diem y congregada en la RECTORAL». Más tarde Pagès usa esta misma cita de Jovellanos en su diccionario pero retoma la acepción única de adjetivo. Hoy en el DRAE la segunda acepción de rectoral es un sustantivo que remite a casa parroquial, lo cual da valor al sentido sustantivo que en su momento asignó el DEHA a la voz. 99 198 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL su interés en las autoridades y ejemplos no es para hacer historia de la palabra; el propósito del diccionario no es, pues, ser histórico, lo cual hubiera significado un enorme trabajo además del ya realizado. Sin embargo, hay que decir que pese a que este no sea un objetivo primario, hay una conciencia histórica en la presentación de las citas, pues cuando hay más de una para determinada acepción, se organizan cronológicamente, lo cual en el texto citado antes s.v. diccionario se propone como posibilidad100. Ejemplo de esto puede ser: s.v. abominable, donde se ofrecen tres citas ordenadas históricamente: [Francisco de] Quevedo, [Mariano José de] Larra y [Juan] Valera; s.v. dicción, en la primera acepción, donde hay tres citas: [Francisco de] Quevedo, [Juan] Ruiz de Alarcón y [Tomás de] Iriarte; s.v. gracia, en la primera acepción, donde se dan dos citas: P. Juan Eusebio Nieremberg y [Gaspar Melchor de] Jovellanos; s.v. victoria, en la primera acepción, donde hay dos citas ordenadas históricamente: [Antonio de] Solís y [Manuel José] Quintana. A continuación transcribo como ejemplo las autoridades s.v. dicción: DICCIÓN (del lat. dictīo): f. PALABRA, sonido ó conjunto de sonidos articulados que expresan una sola idea. Demasiada menudencia y casi frialdad es la de Plutarco en acusar á Epicuro, observando las DICCIONES. QUEVEDO. Señor, mis servicios paga Con enseñarme ese ensalmo. ― Está en DICCIONES hebraicas, Y si no sabes la lengua, No has de saber pronunciarlas. RUIZ DE ALARCÓN. Hay, pues, en nuestro idioma no pocas DICCIONES monosílabas, como fe; etc. IRIARTE. Ese uso de varias autoridades en una misma acepción debería ser, además, comprobación del uso en un cierto sentido durante determinada época de la historia de la lengua. Esto no quiere decir que si hay una sola cita, antigua o contemporánea, la voz se haya usado solo en la época de ese autor o que sea reciente, sino que es algo que depende más bien de la cantidad de recursos a disposición de quien se encargó de la 100 Cronológicamente también organiza Cuervo (1998) la información en su Diccionario de construcción y régimen, que sí se propone como diccionario histórico. Esta obra influyó en el DEHA como se verá más adelante. 199 PILAR PARDO HERRERO tarea. En este sentido, la falta de conocimiento de cuándo se emite la cita indicaría, excepto en los casos específicos de significados antiguos, que la voz sigue en uso, y que el ejemplo es solo eso, ejemplo. 2.3.2.3. Cantidad de citas y tipo de voces en que aparecen Sobre la abundancia de citas dice Prieto García Seco (2007: 106 y 2009: 542) que no es tanta como podría desearse (según su cálculo hay 3,57 autoridades por página). No obstante, él mismo hace la salvedad de que por tratarse de una obra enciclopédica, en los artículos de este tipo, muchas veces de varias páginas, las autoridades desaparecen. Pero sumada a esta razón, el motivo principal por el que no hay abundancia de citas es más bien porque en entradas, y acepciones, con marca diatécnica, se encuentran muy pocas autorizando la voz. Es decir, que las citas sirven en particular para voces comunes, no especializadas. Sin embargo, hay excepciones importantes en voces con abreviatura de especialidad, las cuales en su mayoría están en la nomenclatura del DRAE 1884, lo que las hace parte de la lengua general culta. Algunos casos en el cuerpo del DEHA son los siguientes (§ 3.2. para más ejemplos): s.v. abandonar «Mil. Generalmente se usa por desertar […]», presenta una cita de Moratín; s.v. abetinote «Bot. Resina que destila el abeto», tiene como fuente «Frag. Ciruj. trat. de los simples»101; s.v. acentuar «Gram. Pronunciar las palabras con el acento prosódico que les corresponde», ofrece cuatro autoridades: Maury, Bretón de los Herreros, Bello y Rufino José Cuervo; s.v. aceptar «Com. Tratándose de letras ó libranzas, obligarse […] á su pago», ofrece tres autoridades: Cervantes, Quevedo y Calderón; s.v. arrope «Farm. Zumo de moras […] con miel y cocido hasta que toma consistencia de jarabe», tiene una cita de Ribera; s.v. balance «Com. Cuenta final por mayor de entradas y salidas, que hacen los comerciantes […]», tiene una cita de Mateo Alemán y Ordenanzas de Alcañiz; 101 La doctora Bertha Gutiérrez Rodilla, a quien pregunté acerca de a qué fuente se refería referirse esta abreviatura, en un correo electrónico personal (17/05/2011) me dio como respuesta que el texto al que se refiere es el Tratado de los simples de Juan Fragoso (cirujano español del siglo XVI), que es uno de los que conforman su Cirugía Universal. Esta autor aparece en otras oportunidades como autoridad con su apellido y no con la obra. 200 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - s.v. convelerse «Med. Moverse y agitarse […] con contracción y estiramiento de uno a varios miembros ó músculos del cuerpo», tiene una cita de Martín Martínez; - s.v. florero «Pint. Cuadro pintado sólo de flores», tiene una cita de Antonio Palomino; s.v. triángulo «Geom. Figura formada por tres líneas […]», presenta dos citas, una de Luis del Mármol y una de Jovellanos. Fig. 25 Autoridades s.v. triángulo, en subentrada marcada como de geometría (tomo 21) (Fte. BC) Que las voces marcadas como de especialidad y los nombres propios no tienen citas, se comprueba al ver que en el 5% revisado del primer apéndice, donde prima este vocabulario, no se hallado ningún artículo con citas textuales102. Y si se tiene en cuenta la proporción de entradas con marca de especialidad o enciclopédica, frente a las no marcadas, en el 5% del cuerpo de la obra, esa idea parece confirmarse: de las 8.950 entradas contabilizadas, un 67% (5.997) tiene marca de especialidad o enciclopédica, lo que da como resultado un 33% (2.953) de entradas sin marcar. Y entre el número total de entradas (8.950), un 18,4% (1.647) presentan una o más citas textuales. Si se parte de que las autoridades se usan casi exclusivamente en entradas sin marcar, el resultado es que más de la mitad de las entradas sin marca de especialidad tendría una o más citas usadas como ejemplo. 102 La observación general del primer apéndice ha dado como resultado hasta ahora un único artículo con cita textual, el de la voz cinglar ‘forjar el hierro’ marcada como de artes y oficios y con una cita de Manuel Pardo (hecho miembro de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales en 1894). 201 PILAR PARDO HERRERO 2.3.2.4. Proveniencia de las citas Otro aspecto importante es la proveniencia de las citas. Según Prieto GarcíaSeco (2007: 106), en el cuerpo del diccionario alrededor de un 40% de las citas provienen del Diccionario de Autoridades (1726-1739), las cuales se copian modernizando la ortografía (Prieto García-Seco 2009: 542). Aunque el mismo Prieto García-Seco (2009: 543) considera que el Diccionario de Autoridades de 1770 no debió usarse, hay que decir que un ejemplo encontrado que proviene de allí, s.v. abéñola ó abéñula, demuestra que también se habría tenido presente, aunque no sea muy común103. Autoridades 1770 ABEÑOLA, ó ABEÑULA. s. f. antiq. La pestaña del ojo. Palpebræ, lilium. FR. L. DE LEÓN Perf. Casad. fol. 56. Para las abeñolas hacen hollin, y albayalde para embarnizar las mexillas. BELIAN. part. 3. lib. 4. fol. 151. Los ojos negros muy rasgados con una gravedad estraña, con unos arcos de cejas, y abeñulas, que daban unas graciosas sombras en el hermoso rostro. DEHA ABÉÑOLA ó ABÉÑULA (del lat. pennūla, plumita): f. ant. PESTAÑA. Los ojos negros muy rasgados con una gravedad extraña, con unos arcos de cejas y ABÉÑULAS, que daban unas graciosas sombras en el hermoso rostro. Historia de Don Belianis. El alto porcentaje de usos que se hace del primer diccionario académico no quita que haya un gran aporte por parte del DEHA, pues no se usan todas las citas de Autoridades y todas aquellas que son posteriores a este repertorio resultan novedosas si se tiene este como referencia. Sobre esto hay que hacer, antes que nada, una salvedad correspondiente al uso de dicho diccionario y del DRAE 1884 como autoridades en el DEHA. En el caso de Autoridades, no solo se usan las citas que este presentaba, sino que se encuentran citas de las definiciones dadas allí que en el DEHA se convierten en cita autorizada, como s.v. abadía: ABADÍA [etim]: s. f. La dignidad de abad ó abadesa […] Genéricamente tomada esta voz, significa, no sólo el territorio, bienes y rentas pertenecientes al abad, sino también la dignidad y preeminencias que tiene: y en este sentido se comprenden cualesquiera ABADÍAS, así monacales como las secularizadas, y las que se llaman consistoriales, de que el Rey es patrono. Dicc. de la Ac. de 1726. Un poco más comúnmente se hallan ejemplos inventados de Autoridades que aquí pasan a ser citas textuales (cf. Prieto García-Seco 2007: 107-108), como s.v. abalanzarse a: 103 La voz en cuestión, que hace parte de los inicios del DEHA, pudo haber sido incorporada por Benot, lo que explicaría que más adelante no se hayan encontrado, hasta ahora, otros ejemplos (Pardo Herrero 2012). 202 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL ABALANZARSE Á ó SOBRE: […] ―ABALANZARSE Á: Decir ó hacer algo sin la debida consideración. Fulano se ABALANZÓ Á decir ó hacer tal cosa, sin reparar en los inconvenientes que se podían seguir. Dicc. de la Ac. de 1726. Esto último también sucede con el DRAE 1884, que tiene ejemplos de usos característicos en algunas voces, convertidos en ocasiones por el DEHA en autoridad literaria. Prieto García-Seco ofrece algunos casos (2007: 108). Otros casos hallados por mi parte se encuentran s.v. redada, redonda, redondo, reducir, reflejar(se), regalía, región, siglo, tanto. A continuación transcribo tres de ellos: REDADA: f. Lance de red. ―REDADA: fig. y fam. Conjunto de personas ó cosas que se toman ó cogen de una vez. Cogieron una REDADA de ladrones. Diccionario de la Academia. SIGLO […] ―SIGLO: Tiempo y duración de una persona ó cosa notable. … el SIGLO tiene varias significaciones, ya del periodo de cualquier edad, que dice el Doctor Angélico. CRISTÓBAL SUÁREZ DE FIGUEROA. El SIGLO de Augusto. Diccionario de la Academia. TANTO, TA […] ―TANTO: U. como pronombre demostrativo, y en este caso equivale á pero incluyendo idea de calificación o ponderación. ¡Qué TANTO puede una mujer que llora! LOPE DE VEGA. No lo decía yo por TANTO. Diccionario de la Academia. […] ―TANTO: En sentido comparativo se corresponde con cuanto ó como y denota idea de equivalencia é igualdad. TANTO vales cuanto tienes. TANTO sabes tú como yo. Diccionario de la Academia. ESO, Otra fuente importante, no generalizada, es el Diccionario de construcción y régimen (DCR) (1998) de Rufino José Cuervo, solamente en las dos primeras letras ya que es el único tomo de que se dispone al iniciarse la publicación del DEHA (se publica en 1886 el Reimer volumen, el segundo saldrá en 1893 y cubre las letras C y D, que para ese momento ya ha impreso el DEHA). El empleo de esta obra ya lo recoge Prieto García-Seco (2007: 108-109), quien comprueba que hay citas del DEHA que están en el 203 PILAR PARDO HERRERO diccionario de Cuervo, lo cual no es de extrañar pues es de los pocos repertorios que contienen ejemplos de uso a través de toda la historia de la lengua, incluyendo el siglo XVIII y XIX. Otros ejemplos que pueden sumarse a los ofrecidos por Prieto GarcíaSeco son: s.v. abalanzar, donde de ocho citas cinco se encuentran en el DCR, la primera cita de Saavedra Fajardo, la de Iriarte, la de Quevedo, la de Moratín, y la de Martínez de la Rosa; s.v. abandonar, que de dieciséis citas, dos están en el DCR, la primera de Martínez de la Rosa y la de Jovellanos; s.v. abocar, que de cinco citas, tres están en el DCR, la de Maury, la de Quintana y la de Martínez de la Rosa; s.v. adjunto, que de cuatro citas, dos están en el DCR, la de Moratín y la de Quintana; y s.v. bajar, de cuyas trece citas, cinco están en el DCR (otra más lo está pero proviene de Autoridades), la de Tirso de Molina, la de Clemencín, la de Luis de Granada, la de Ercilla y la de Quevedo. DCR de Cuervo ABOCAR. v. 1. Asir con la boca (trans.). Entre cazadores se dice cuando el perro va siguiendo la pieza aceleradamente, y la coge con la boca. Dicc. Acad. 2. […] 3. Acercar alguna cosa al paraje donde ha de obrar. « Abocar la artillería, las tropas. » Acad. Dicc. — α) Con á. Abocar la artillería al fuerte. — αα) Part. […] « Los sistemas revolucionarios á quienes cuadran es á aquellos que, en derribando, se hallan abocados á encimarse subiendo sobre las ruinas. » Maury, Visión apolog. (R. 67. 1671). […] 4. Juntarse de concierto para tratar un negocio. — α) Recíp. Figuran los concurrentes ó negociantes como sujetos del verbo. « Vino en ello el alcaide, tal vez menos propenso á escuchar palabras de paz, que curioso de saber lo que el castellano intentaba decirle, y abocándose los dos, á pocos pasos de la iglesia y á la vista misma de los moros, empezó Pulgar á persuadirle que desistiesen de su loco empeño. » M. de la Rosa, H. P. del Pulgar (4. 57). « Para no despertar recelos ni dar margen á conjeturas y rumores del vulgo, abocáronse con sigilo en un lugar poco distante de Sevilla. » Id. Is. de Solis, 2. 19 (4. 361). […] — β) Refl. Figura el uno de los concurrentes como sujeto y el otro como DEHA ABOCAR (de a y boca): a. Asir, coger con la boca. Dícese más comúnmente entre cazadores cuando el perro persigue tan aceleradamente á la presa, que la alcanza y coge con la boca. ║ Acercar, aproximar. ABOCAR la artillería, las tropas. U. t. c. r. Los sistemas revolucionarios, á quienes cuadran, es á aquellos que, en derribando, se hallan ABOCADOS Á encimarse subiendo sobre las ruinas. MAURY. — ABOCAR: Entre labradores, abrir la boca del costal para recibir el grano que se echa en él. ║ n. Principiar á entrar en un a calle, en una rada, en un canal ó en cualquier otro paraje á cuya entrada pueda darse el nombre de boca ó embocadura. … ponían una vela á la Virgen de las Latas, siempre que había temporal, para que fueran hacia aquel lado los buques que ABOCARAN al puerto. PEREDA. — ABOCAR: r. Encontrarse dos personas casualemente ó con objeto de ventilar algún asunto. 204 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL complemento mediante con. […] «En Mesina se abocó el general español con los dos reyes desposeídos.» Quint. Gran Capitán (R. 19. 2542). […] Etim. Compuesto de á y boca, esto es, acercar la boca ó acercar á la boca. Ortogr. Cambia la c en qu antes de e: aboque, aboquéis. Allí se ABOCARON, y convinieron lo que se debía hacer. OVALLE. CON En Mesina SE ABOCÓ el general español los dos reyes desposeídos. QUINTANA. Para no despertar recelos ni dar margen á conjeturas y rumores del vulgo, ABOCÁRONSE con sigilo en un lugar poco distante de Sevilla. MARTÍNEZ DE LA ROSA. De otro lado, Cuervo mismo, respetado como filólogo, además de como fuente sirve a su vez como autoridad (cf. acentuar), influye en información sobre el régimen (véase nota 98 y Prieto García-Seco 2007: 109, nota 30) e incluso aporta en la nomenclatura (§ 2.4., Pardo Herrero 2011). Además, Cuervo utiliza el diccionario de la Academia como ejemplo de uso (Pardo Herrero 2010a: 459-463) (cf. bajar en el DCR en su octava acepción), utilización que podría haber influido en que el DEHA lo haga también. Las autoridades del siglo XVIII y del XIX, que no había podido contemplar Autoridades y que el diccionario de Cuervo ayuda a cubrir en las dos primeras letras, se presentan como el aporte más importante del DEHA, cuestión también mencionada por Prieto García-Seco (2007: 109-110), pues demuestran la preocupación por actualizar los usos de la lengua. Pero no solamente eso. Los ejemplos de autores de esos siglos conllevan una ampliación del «canon lingüístico», producida en el caso de lexicografía a través de los distintos repertorios que usaron autoridades a finales del siglo XIX y comienzos del XX (González-Zapatero 2001), entre los cuales se encuentra el DEHA. Entre los autores del XVIII se encuentran: Ramón de la Cruz, José Cadalso, Antonio de Capmany, Juan Meléndez Valdés, Gaspar Melchor de Jovellanos, Félix María de Samaniego, Leandro Fernández de Moratín, Tomás Iriarte104, etc. Entre los del XIX hay figuras como: Juan Valera, Pedro Antonio de Alarcón, Ramón Mesonero Romanos, Gustavo Adolfo Becquer, Fernán Caballero, Ventura Ruiz Aguilera, Francisco Martínez de la Rosa, Jaume Balmes, Juan Eugenio Hartzenbusch, Manuel Tamayo y Baus, Nicomedes Pastor Díaz, José de Espronceda, Alejandro Oliván, Mariano José de Larra, Manuel Bretón de los Herreros, Adolfo de Castro, Emilia Pardo Bazán, Juan María 104 Todos estos autores están en la lista del DCR de Cuervo. Es lógico pues son nombres de prestigio, pero en un análisis más detallado quizá se podrían encontrar otras coincidencias como las expuestas del uso que hace del DEHA del DCR, lo que a su vez también podría ayudar a establecer las obras fuente, aparte de los autores. 205 PILAR PARDO HERRERO Maury, Andrés Bello, Rufino José Cuervo, José Monlau, conde de Toreno, Antonio de Trueba, Ventura de la Vega, Manuel José Quintana, Juan Nicasio Gallego105, etc. Un catálogo general completo de las autoridades utilizadas en el DEHA (provenientes o no de Autoridades o del DCR de Cuervo) es un trabajo aún no realizado. Sin embargo, un primer listado de las autoridades en el cuerpo del diccionario (tomos 1 a 23) lo ofrece Prieto García-Seco (2010: 389-395) a partir de una cata en aproximadamente un 10% de la obra que le da como resultado algo más de 420 autoridades, las cuales presenta organizadas alfabéticamente106. A este conjunto me permito aquí añadir nuevas autoridades ubicadas durante la investigación: Juan Aragonés (s.v. abajo) Calila é Dymna (s.v. aborrencia), Juan Chumacero (s.v. afecto), Crónica general de España del Rey Don Alonso (s.v. abajamiento), Dicc. de la Ac. de 1726 (s.v. abadía), Diccionario Humorístico Filipino (s.v. abá), A. Fernández Guerra y Orbe (s.v. batahola), Flores Estrada (s.v. a), Frag. Ciruj. trat. de los simples (s.v. abetinote), Nicasio Gallego (s.v. gonce), Historia de Don Belianis (s.v. abeñola), Historia de Ultramar (s.v. abasto), Inscripción en el monasterio de las Bernardas de Ávila (s.v. abadesa), Machuca (s.v. bajo), Mingo Revulgo (s.v. abarrisco), [Francisco Manuel de] Melo (s.v. bastón), Ordenanzas de Daroca (s.v. amajadar), - Ordenanzas de los abejeros de Zaragoza (s.v. abella), - Ordenanzas de Sevilla Tit. Curtidores (s.v. abolsado), - Ordenanzas del valle de Arán (s.v. baile) - Ortografía española de A. D. (s.v. ab eterno), - Poema de Alfonso onceno (s.v. acucioso), - Relación de la fiesta que hizo á SS. MM y AA. el conde duque la noche de San Juan de 1631 (s.v. abano), - Ribera (s.v. arrope), - Rico (s.v. isócrono, na), - Cayetano Rosell (s.v. abril), - [Mariano José] Sicilia (s.v. abertura), - Juan de Salinas (s.v. a), - Tarifa de la Aduana de Zaragoza (s.v. bufí), - Tratado de la doctrina (s.v. abenicio), - Lic. Francisco de Ubech (s.v. abeja), - Vallejo (s.v. balance), - Vida de Santa María Egipciaca (s.v. abadía). 105 De esta lista, cinco autores (sin incluir a Cuervo) no están como autoridades en el DCR (Becquer, Ruiz Aguilera, Oliván, Castro y Pardo Bazán), lo que podría ser indicio de que para las autoridades y fuentes del siglo XIX la obra de Cuervo serviría de fuente. 106 A la nómina de autoridades que Prieto García-Seco (2010) recoge se puede añadir, en cuanto a la presentación, que muchas de ellas aparecen con variantes, como se apuntó más arriba, lo cual pone de manifiesto la asistematicidad en la escritura de la fuente y podría también indicar que no es solo Pagès quien recoge autoridades sino que otras personas lo asistían o ayudaban. Algunos ejemplos de ello, que se presentan dando primero la forma recogida por Prieto García-Seco y luego la variante observada, son: Maestro Juan de Ávila – El Mtro. Juan de Ávila; Bécquer – Becquer; Gonzalo de Berceo – Berceo; Jerónimo Cáncer – Cáncer; Jerónimo Castillo de Bobadilla – Castillo y Bobadilla; Dávila – P. J. Baut. Dávila – P. J. Bautista Dávila – Juan B. Dávila; Príncipe de Esquilache – Esquilache; Cristóbal de Fonseca – Fonseca; P. Isla – Isla. También hay variantes que incluyen errores debidos, posiblemente, al cajista, como Jiménez Platón (s.v. barujón) en vez de Jiménez Patón o Juan de Mal Lara (s.v. partidura, en tomo 28), en vez de Juan de Malara. 206 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Un tercer y último aspecto al que debe aludirse aquí, es a la otra forma de ejemplificación que se utiliza en el DEHA, no con la misma regularidad que las citas, pero reseñable por su interés: los ejemplos inventados y las formas de uso características. Estos ejemplos y usos, en el artículo, no aparecen separados de la definición, sino que la siguen directamente, acorde con la manera en que el diccionario académico los incorpora. Ejemplos de construcciones características que siguen la definición se encuentran s.v. abocar, abril (subentrada abriles), abrir, abuela (subentrada como mi abuela), adoptivo, que a su vez reproducen el DRAE 1884. Hay, sin embargo, ejemplos inventados y formas características que no siguen al DRAE, como el dado más arriba s.v. hecho (§ 2.3.1.5.b.); s.v. abstracto, ta, que tras la definición dice: «Ciencias ABSTRACTAS, ideas ABSTRACTAS, número ABSTRACTO, términos ABSTRACTOS», nombres compuestos que en el DRAE 1884 no aparecen; o s.v. arropar, subentrada arrópese con ello, que sigue al DRAE en definición y ejemplo pero hace añadidos, como puede observarse al comparar ambos diccionarios: DRAE 1884 Arropar. a. […] ║ Arrópate con ello. fr. fam con que se desprecia y no se admite lo que á uno le dan. U. t. el verbo en otros tiempos. Bien se puede ARROPAR CON ELLO. ARROPAR: a. […] DEHA — ARRÓPESE CON ELLO: fr. fam con que se desprecia y no se admite lo que á uno le dan. U. t. el verbo en otros tiempos, sobre todo cuando hay precisión de amoldarlo á la índole del discurso, como: SE ARROPARA CON ELLOS; Bien se puede ARROPAR CON ELLO, etc. El repaso realizado hasta aquí sobre el elemento ejemplificador del uso de las voces en el DEHA, que tiene como reflejo primordial las citas de autoridades, permite observar que en esta obra la labor lexicográfica va más allá de recoger voces y definirlas, así como de ofrecer contenidos enciclopédicos generales actualizados. Pese a que las citas de autoridades no son un elemento resaltado por los editores a la hora de promocionar el diccionario, su incorporación en los artículos reclama darle su justo valor, que tenía ya en la época, según se colige del texto s.v. diccionario citado al inicio de este apartado, o de opiniones al respecto que pueden encontrarse en otra obra, la de Pagès (1902: VII-XI), así como en la obra comenzada por Cuervo en su DCR y que ya ha podido notarse que influye en el DEHA. Las citas de autoridades otorgan al DEHA una dimensión histórica y gramatical de la que sin duda eran concientes no solo Pagès, sino también Sbarbi, que trabajó con él durante muchos años en el DEHA (Pagès 1902: VIII) compartiendo además el área de lexicografía, y sobre la cual queda aún mucho por estudiar. 207 PILAR PARDO HERRERO 2.3.3. Diferencias entre el diccionario y el primer apéndice con respecto al segundo apéndice El segundo apéndice del DEHA merece una aproximación particular motivada por el hecho de que la dirección de este estuvo a cargo de una persona distinta a la que se encargó del proyecto hasta ese momento. Como quedó claramente establecido en el primer capítulo de esta tesis, Aniceto de Pagès dirigió el DEHA hasta el final del primer apéndice, publicado entre 1898 y 1900. Cuando se decide realizar un segundo apéndice, este se realiza bajo la dirección de Pelayo Vizuete, de la cual no hay duda ya que aparece en la portada. La nomenclatura de este segundo apéndice, que se comentó en el apartado sobre el lemario, es claramente diferente a la del primer apéndice pues no solo contiene vocabulario de especialidad sino que hay un porcentaje importante de voces no marcadas. También lo es con respecto al cuerpo, pues ese vocabulario no marcado diatécnicamente, como es el caso de los gentilicios o de los americanismos, no estuvo allí considerado, estando sus razones relacionadas con el cambio de dirección. En la presentación del apéndice segundo se observan diferencias al inicio como el cambio en la portada, la eliminación de la lista de colaboradores y la inclusión en su lugar de las advertencias (§ 2.2.1.2). Estas advertencias señalan como principal consecuencia en la microestructura que la etimología griega deja de escribirse en el alfabeto correspondiente y se latiniza. La presentación de las páginas no cambia (véase Fig. 26), la distribución de estas es la misma, las tipografías también, así como la exposición del artículo lexicográfico. Las marcas también continúan siendo iguales, aunque hay excepciones, como casos en que en vez de usar la abreviatura para voz provincial que venía utilizándose, «prov.», se usa «reg.» (cf. subentrada s.v. trapajería ‘prendas de vestir muy gastadas y sin valor’). Un cambio general que se advierte en las abreviaturas es el de las palabras americanas, que la Academia marcaba «Amér.», y que el DEHA, que seguía esta forma, cambia por «Amer.» en el inicio del segundo apéndice (hay uso de ambas maneras en la letra A), pasando así al parecer de significar América, a significar americanismo (§ 2.4.). Sin embargo hay cambios notorios en otros aspectos. Uno de ellos, como acaba de apuntarse, es la inclusión de vocabulario común, consistente principalmente en voces derivadas, como los gentilicios, americanismos, provincialismos (en especial de la provincia española de Santander) y creaciones léxicas ocasionales (Prieto García-Seco 2007: 113)). Esto implica de cierta forma una respuesta a las últimas ediciones del 208 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL diccionario de la Academia, que no tenían en su nomenclatura muchas palabras derivadas ni americanismos, quizá no principalmente como crítica, aunque sí conlleva que dicho diccionario no es completo de la lengua. Fig. 26 Ejemplo de página del segundo apéndice del DEHA (Fte. BC) 209 PILAR PARDO HERRERO También son muy importantes nuevas acepciones para palabras ya existentes y neologismos que entrarán más tarde en el DRAE. Algunos artículos como *pasear, revelan la mirada crítica al DRAE 1899. En esa entrada, en la primera definición, se lee: * PASEAR: a. Ruar ó rondar. (Acepción omitida en todos los diccionarios, aun cuando todos la emplean en los artículos más abajo citados.) En aquel punto iba á subir á caballo para PASEAR su calle. LOPE DE VEGA […]. Calle. PASEAR la calle á una mujer. Rondar. PASEAR los mozos las calles donde viven las mujeres a quienes galantean. Ruar. PASEAR la calle con solo el objeto de cortejar y hacer obsequio á las damas. Dic de la R. A. y otros, todas las ediciones Otros casos similares pueden ser: s.v. *lonja, cuya subentrada comienza «Una mala inteligencia de los autores del primer Diccionario de la R. A. ha hecho que en todas sus ediciones, y aun en todos los léxicos castellanos, se omitiera la verdadera y más principal acepción de esta palabra. […]»; s.v. *paular, que inicia así: «Transcribiremos lo que dice de este verbo la R. A., con el fin de que resulten más claras nuestras observaciones», a lo que sigue la cita al DRAE y tres puntos con opiniones y pruebas, acompañados de una cita de autoridad, para intentar demostrar que la Academia no tiene razón en su definición; s.v. *poste, para dar acepción de «Plantón, espera» seguida de: «(No lo admite en esta acepción la Real Academia, á pesar de que en el mismo artículo menciona las frases figuradas dar poste y llevar poste, con una explicación extensísima, cuando bastaba decir que equivalía á dar ó llevarse un plantón).»; s.v. *ramilletero, para decir que «Este adorno arquitectónico no es exclusivo de los altares, como se dijo, copiando a la R. A., en el sitio correspondiente del DICCIONARIO», seguido de una cita de Calderón para comprobar; o s.v. temulencia, donde, en paréntesis, antes de un ejemplo de Francisco Garau dice «La R. A. sólo admite el adjetivo razón se opone á la admisión del sustantivo». Estos ejemplos, además de presentar interesantes críticas a la Academia, que tienen lugar a pesar de que se la sigue pues se incorporan las novedades del DRAE 1899, muestran un importante uso del asterisco (*), que es justamente el comentario TEMULENTO, TA. Ninguna 210 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL sobre la palabra. Aparte de la posibilidad de dar nuevas acepciones, el asterisco es un recurso esencial en este apéndice para debatir desde un punto de vista filológico. Incluso esas opiniones tendrán consecuencias en el mismo DRAE, como en el caso de paular, en cuya definición a partir del DRAE 1914 deja de decir que es una «invención caprichosa», cuestión con la que el DEHA no estaba de acuerdo. También nuevas acepciones tendrán su espacio en el DRAE, como la acepción que ofrece el DEHA s.v. *escrutar «Examinar minuciosamente, sondar, tratar de penetrar en el fondo de alguna cosa», que en el DRAE 1925 aparece como la primera; mientras que otras ya incorporadas en el DEHA, pese a seguir hoy en uso, no las ha contemplado el diccionario académico, como es el caso de erupción con una acepción figurada y familiar de «Invasión, abundancia repentina é inesperada de alguna cosa» y de espárrago con un significado figurado y familiar para «Persona flaca y desmedrada», acepciones que si se realiza una búsqueda en los corpus CORDE y CREA de la RAE son verificables hasta hoy. Todo esto permite pensar que el DEHA es una obra cuya influencia pudo ser mayor de la que hasta hora es reconocida y la cual está aun por ser establecida (§ 4.1.). Otro cambio que se aprecia es el uso de nuevas autoridades, entre las cuales se cuentan fuentes americanas (antiguas, como Sor Juana, decimonónicas y de comienzos del siglo XX), apenas contempladas en el cuerpo del DEHA107. Las fuentes que se usan por primera vez en el DEHA en el segundo apéndice, tanto las anteriores a 1850 como aquellas posteriores a este año y por tanto más próximas a la publicación ―lo cual es muy interesante por la actualidad que esto representa―, que se han ubicado se ofrecen a continuación (puede ser que alguna previa a 1850 esté en el cuerpo de la obra pero no se haya encontrado aún y asumo que faltan otras por recoger108). 107 Una lista de autoridades de este apéndice se encuentra en Prieto García-Seco (2007: 118-119), donde se observan algunas que yo no tengo documentadas. Así mismo, en mi lista aparecen algunas autoridades que no se contemplan en la lista del citado Prieto García-Seco. Las autoridades nuevas dan un gran valor al DEHA como diccionario con ejemplos. Además, hacen patente que, al menos el segundo apéndice, debe ser tratado de un modo particular. Me refiero al hecho de considerar, como lo hace González-Zapatero (2001) en su estudio sobre el canon lingüístico y literario en los diccionarios con autoridades de finales del XIX y principios del XX, que como Pagès fue el encargado de las autoridades en el DEHA y muchas autoridades y ejemplos coinciden, se puede considerar el Gran diccionario de la lengua castellana (1902-1931) como la obra en que se resumiría el «canon lingüístico» del DEHA. Esto, en el caso del apéndice segundo, supone un error, pues no es Pagès quien lo realiza. Por ejemplo, las autoridades americanas consideradas en este apéndice que no aparecen en la lista de Pagès, implican una propuesta interesante de ampliación del canon que habría de ser también considerada. Autores americanos que no están en Pagès y sí en el segundo apéndice del DEHA son: Jorge Isaacs, Juan Zorrilla de San Martín, Javier de Viana, Belisario Roldán, B. Fernández y Medina, Ricardo Hogg, Lucio V. Mansilla y Gregorio Gutiérrez González (sobre Isaacs y Gutiérrez González véase Pardo Herrero 2011). 108 Hay que decir además que en ocasiones las citas no tienen referencia y aparece solo «X ***», como s.v. elemental ‘que constituye un elemento’. También hay casos de autoridades usadas en acepciones marcadas diatécnicamente (cf. elemental «Fís.» o elemento «Geom.», de estas acepciones ninguna está en el DRAE 1899). 211 PILAR PARDO HERRERO - Dr. Aguilar de Terrones (s.v. pantana), - Fr. Pedro de Alba (s.v. malefactor), - Fr. Jerónimo de Alcalá (s.v. *padre), - P. Fr. Antonio Alvarez (s.v. maniego, ga), - P. Francisco Arias (s.v. *parecer), - P. Nicolás Arnaya (s.v. macollarse), - Luis Belmonte (s.v. *papandujo, ja), - Francisco Botello (s.v. mamertito, na), - Boxadós y de Llull (s.v. ejecutoriado, da), - P. Juan de Burgos (s.v. magnífico, ca), - Fr. Alonso de Cabrera, (s.v. maderación), - P. Eugenio Carrión (s.v. ceilánico, ca), - [Emilio] Castelar (s.v. llovido, da), - Castigos é documentos del rey Don Sancho (s.v. cazurro, rra), - Juan de Caviedes (s.v. despapucho), - P. Fr. Jaime de Corella (s.v. pastear), - M. G. Correas (s.v. manjaferro), - E. Cotarelo (s.v. pampilonense), - Sor Juana Inés de la Cruz (s.v. magnesio, sia), - Diálogos de la Montería (s.v. manjanillo), - Dic. de la R. A.,13.ª edición (s.v. *partido), - Don Juan Manuel (s.v. cazurría; en el cuerpo aparece la obra El Conde Lucanor), - Pedro de Escarias [Escavias?] (s.v. tracedente), - Juan del Espino (s.v. casumita), - Fr. Lucas Fernández de Ayala (s.v. transbardar), - La Fiameta, siglo XV (s.v. particularizadamente), - V. French Matheu (s.v. payada) - Gabriel y Galán (s.v. carrascoso, sa), - P. Vicente Gambón (s.v. *pardo, da), - Francisco Garau (s.v. temulencia), - Fr. Juan Gil de Godot (s.v. manifestativo, va), - Baltasar Gracián (s.v. caricompuesto; su seudónimo Lorenzo Gracián sí está recogido por Prieto en el cuerpo del DEHA), - La Gran conquista de Ultramar (s.v. cebadera), - Gregorio Gutiérrez González (s.v. papayo) - Ricardo Hogg (s.v. *pampa), - [Jorge] Isaacs (s.v. cauri), - P. Juan Antonio Jarque (s.v. longispicio), - P. Manuel de Larramendi (s.v. pasioncica), - Laso de Oropesa (s.v. mainzquierda), - Alonso de Ledesma (s.v. malmaridada), - El Libro de los Enxemplos (s.v. absolución), - Pedro de Luna (s.v. cativedat), - L. Maldonado (s.v. machuno, na), - Lucio V. Mansilla (s.v.*palenque), - Fr. Pedro de Mena (s.v. *mancuerda), - E. Menéndez Pelayo (s.v. pasera), - Padres Mohedanos (s.v. pampinación), - Ambrosio Moya (s.v. *elemento), - P. Fr. Diego Niseno (s.v. *madrugar), - Carlos Mª Ocantos (s.v. pampeano, na), - Ricardo Palma (s.v. partidarista), - La Pícara Justina (s.v. *mamona), - P. Fr. Tomás Ramón (s.v. *metaforizar), - Ramón y Cajal, s.v. suprahepático,tica - Francisco de la Reina (s.v. cavernoso), - A. Pantaleón de Rivera (s.v. parcemicar) (podría ser el Rivera del cuerpo de la obra), - Francisco de Roales (s.v. malpasar), - Belisario Roldán (s.v. parejero), - Eugenio de Salazar (s.v. cariacuchillado, a), - J. M. Sbarbi s.v. (traductorzuelo, la), - L. Segalá y Estalella (s.v. longividente), - Tabaré (s.v. ceibo), - Trabalenguas popular (s.v. pancihueco), - Fr. Pedro de Vega (s.v. *paño), - M. Alejo de Venegas (s.v. *tranza), - Javier de Viana (s.v. pangaré), - P. Fr. Bartolomé de Villalva (s.v. lozanearse), - Esteban de Zafra (s.v. *ejido), - [Juan] Zorrilla de San Martín (s.v. caicobé; esa cita sale de Tabaré). En la línea de la ejemplificación y la información gramatical, una novedad importante es la incorporación de más ejemplos de uso inventados que siguen a la definición, en ocasiones más complejos que aquellos vistos en el cuerpo de la obra, es decir, no limitados como allí a formas características, sino consistentes en frases completas. Un uso más constante de este recurso del ejemplo inventado podría provenir del DRAE, que ya se apuntó que copió en el cuerpo y que en este apéndice también utiliza (cf. *virtual), y sería un recurso del que los redactores se habrían apropiado para usarlo como alternativa a las autoridades manteniendo la función de ejemplificación 212 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL como aporte a la manera de usar las voces, que es una conciencia de la labor gramatical que puede tener un diccionario. Tipográficamente, estos ejemplos usan cursivas y la palabra en cuestión aparece en versalitas. Algunos casos son los siguientes: s.v. *egreso «Gasto. Presupuesto de ingresos y EGRESOS»; s.v. *ejecutivo, va «Dícese del poder que hace ejecutar las leyes. El poder EJECUTIVO es distinto del legislativo»; s.v. ejercitar «Hacer uso de alguna cosa. EJERCITAR un derecho»; s.v. *elástico, tica «Flexible, acomodaticio, poco escrupuloso en la apreciación ó interpretación de las acciones morales. Hay hombres que tienen la conciencia muy ELÁSTICA», - s.v. *erupción «Aparición, primera manifestación externa del desarrollo de un órgano externo. ERUPCIÓN de la yemas, ERUPCIÓN de los dientes» y «Invasión, abundancia repentina é inesperada de alguna cosa. ERUPCIÓN de periódicos, de libros, etc.»; - s.v. *pasar «Trasladarse de un punto á otro. PASAR de Madrid a Granada». En cuanto al léxico marcado como de especialidad, que es una de las razones para realizar apéndices, una cantidad importante consiste en la inclusión de voces y acepciones de marina (cf. calabazo ‘Buque pesado y de malas condiciones’, calabrotar ‘hacer un cabo de tres cordones’, caladera ‘red usada para la pesca de mújoles y lisas’) y de imprenta (cf. las varias acepciones marcadas s.v. *caja o s.v. *pasar), entre otros campos. En estas entradas o subentradas marcadas se pueden encontrar algunos casos de citas para autorizar la voz, como s.v. anastomosarse ‘comunicarse dos vasos o dos nervios’, marcada como de anatomía; descoger las áncoras ‘levarlas’, s.v. *áncora, marcada como de marina; *elemental ‘que constituye un elemento’, marcada como de física); o *elemento ‘partes de que se compone geométricamente una línea’ y ‘datos cuyo conocimiento basta para determinar una figura geométrica’, ambas acepciones con marca de geometría. La manera en la que se presenta el lenguaje marcado diatécnicamete en el segundo apéndice se comentará en el capítulo III más extensamente. 213 PILAR PARDO HERRERO 2.4. LA AMÉRICA HISPANOHABLANTE EN EL DEHA Desde el título del diccionario enciclopédico editado por Montaner y Simón, se hace visible la importancia que en él tiene América. El adjetivo «hispano-americano» para calificar la obra tiene implicaciones en su contenido, así como en quién se espera que sea su público objetivo. En el primer capítulo de esta tesis se hizo alusión a la importancia de América en tanto espacio en el que existía y crecía un público interesado por las diversas publicaciones provenientes de Europa. En cuanto al DEHA, allí quedó establecido que llegó a diversos puntos de América y que tuvo un éxito importante (§ 1.2.4.3.). Esto último en el caso argentino es conocido gracias fundamentalmente a la revista bonaerense Caras y caretas y sus anuncios de la venta de reediciones del diccionario original. En esta última parte del capítulo II, dedicado a la descripción general del diccionario, pretendo completar, que no agotar, esa cuestión a partir de la información encontrada en el Fons Montaner y Simón y, sobre todo, del análisis del contenido del DEHA referido al continente americano, en particular a los países que tras la conquista, colonia e independencia tienen como lengua el español. 2.4.1. América en la concepción del DEHA Reconocida la importancia de América como potencial mercado editorial para obras españolas, no es solamente una razón comercial la que lleva al DEHA a considerar la América hispana como parte esencial de su estructura como obra enciclopédica y lexicográfica. En las últimas décadas del XIX había en la sociedad española un sentir extendido que de forma sencilla podría resumirse, siguiendo a Gutiérrez Cuadrado (1994: 267-268), en que América estaba de moda y España vivía su crisis finisecular. El difícil momento por el que pasaba el país hacía que mirar hacia fuera resultara necesario, y qué mejor lugar para concentrar las miradas que América, con cuyas naciones independizadas, herederas de España, era ya posible un reencuentro en beneficio de ambas partes. Los editores catalanes, entre ellos Montaner y Simón, supieron leer estas circunstancias y aprovecharlas para su negocio. En el caso de esta editorial barcelonesa, aparte de distribuir allí sus publicaciones, América es también tema central de varios de sus libros: 214 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - América pintoresca. Descripción de viajes al Nuevo Continente por los más modernos exploradores (1884). América. Historia de su colonización, dominación é independencia por José Coroleu (completada por Manuel Aranda y Sanjuán) (1894-96). América. Historia de su descubrimiento desde los tiempos primitivos hasta los más modernos. Obra dedicada a solemnizar el cuarto centenario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón por Rodolfo Cronan (1892). Historia de la América antecolombina por Francisco Pi y Margall (1892). Los editores a su vez publican a algunos autores americanos, de forma independiente, como Ricardo Palma (Tradiciones peruanas (1893)) y P. Obligado (Tradiciones argentinas (1903)), o en una antología poética (Antología americana. Colección de composiciones escogidas de los más renombrados poetas americanos (1897)). Tras observar este catálogo no es extraño descubrir que el diccionario siguiera esta senda e incluyera en sus páginas información concerniente a América. La opinión que los editores tenían acerca de la información americana que querían que contuviera el DEHA es desconocida salvo por los datos que ofrece su catálogo editorial y lo que se manifiesta a través del propio diccionario, cuyo contenido ellos debieron aprobar aceptando el material encargado o realizado por Aniceto de Pagès. En cuanto a la opinión del director de la obra, Aniceto de Pagès, en el Fons Montaner y Simón se encuentra una carta suya dirigida a Francisco Simón [M. y S. Pagés (27/04/1886)] en la que manifiesta una intención importante sobre lo referido al tema americano en el DEHA: «Yo desearía dar gran amplitud á las cosas de América, y en consecuencia desearía dar esta sección al Sr. Fernández Duro que tiene un verdadero tesoro de noticias». La intención de Pagès, es, entonces, dar peso a lo americano, teniendo en mente, según puede interpretarse, el dicho «tesoro de noticias», informaciones novedosas. La lista de colaboradores revela que efectivamente se consideró que el tema merecía un espacio relevante. Siguiendo los datos que ofrece el listado, un campo particular es Historia de América, que estuvo en manos de Severiano Doporto del volumen 3 al 23 (Doporto también se encargó de Biografía española y de Biografía contemporánea de españoles y extranjeros). En los tomos 1 y 2 no hay un campo denominado así, pero se podrían haber encargado del contenido sobre América posiblemente Beltrán y Rózpide por estar a cargo de Geografía e Historia, y Sánchez Pérez por ser el encargado de las biografías de españoles y extranjeros109. 109 Cesáreo Fernández Duro (1830-1908), a quien se debe referir Pagès en la carta pues conocía bastante bien América (por lo menos la zona del Caribe), no figura en ninguna de las listas de colaboradores, aunque puede sin embargo haber participado. El DEHA ofrece de este marino e historiador español una biografía extensa en el tomo 8, así como actualizaciones en el tomo 24 y en el 27. 215 PILAR PARDO HERRERO El interés por ofrecer información sobre América es, pues, evidente, al menos en el nivel enciclopédico. El listado conocido de obras utilizadas para la redacción del DEHA, que se encuentra en el Fons Montaner y Simón, presenta fuentes consultadas específicamente con ese propósito110. A continuación presento una lista de las obras siguiendo la información tal como aparece en el documento correspondiente (M. y S. Pagès [30/03/1886; con añadidos del 6 de mayo y el 13 de octubre del mismo año y del 16/05/1887]) (en el Apéndice 2 puede verse la reproducción de este documento en las Fig. 9a a Fig. 9d): Lista del 30/03/1886: Enciclopedia americana. Dos tomos primeros Cortés. Diccionario de americanos Calcaño. Diccionario biográfico. 7 cuadernos; hasta Nuñez111 Historia de la isla de Cuba de Arrate Bosquejo histórico del Uruguay por Berra Venezuela pintoresca por Tejera Reseña histórica del Centro-América – 5 tomos Estudio sobre la América central de Gómez Carrillo Documentos para la historia de Costa Rica. 3 tomos Revoluciones del Centro-América por Marure – 2 cuadernos Historia de América-central por Milla – 2 tomos Historia de Chile por Barros Arana. 5 tomos Memorias del general Granados – Un cuaderno ó tomito Lista del 13/10/1886: Diccionario biográfico de Cuba, por Pezuela 4 tomos Censo general de la Provincia de Buenos Aires 1 tomo Diccionario geográfico de los E.U. de Colombia 1 tomo Bosquejo de Costa Rica, Molina 1 tomo Topografía física del Salvador. Guzmán 1 tomo Geografía de Centro América, Cáceres Guía de los centros de población de Guatemala, Lemale 1 tomo Estadística del Perú, 1878-79 1 tomo Geografía del Centro América, González 1 tomo Geografía de la Argentina, Grondona 1 tomo Geografía de la Argentina, Cosson 1 tomo Diccionario Geográfico estadístico del Perú, Paz Soldán 1 tomo112 Geografía del Uruguay, Pontela 1 tomo Geografía de Cruz (Chile) 1 tomo Sinopsis estadística de Chile 1 tomo Geografía del Perú, Paz Soldán 1 tomo La lectura, varios Nos. de un periódico chileno 1 tomo Estadística de Guatemala 1 tomo 110 Otras fuentes de temática americana podrían haber sido consultadas por los redactores de la editorial así como por los colaboradores especialistas, pero de ellas, por ahora, no se tiene noticia. Otras fuentes generales de la lista, como la Enciclopedia Británica, debieron haberse utilizado también como fuente para cuestiones americanas, pero no se incluyen aquí por ser, precisamente, obras de carácter general. 111 Seguramente se refiere al Diccionario biográfico cubano de Francisco Calcaño (1878-86). 112 En la lista del 30/03/1883 aparece «Diccionario geográfico del Perú. Se mandará. Ya está mandado», que seguramente se refiere a este diccionario de Paz Soldán. 216 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL - Diccionario biográfico americano – Cortés 1 tomo113 Varios Nos. de periódicos de Centro Americano Lista del 16/05/1887: Galería de escritores chilenos Historia de América Nos. 1-63 Pi y Margall En esta lista se observa que los textos son principalmente de geografía y de historia, lo que subraya el hecho de que se puso el foco de atención sobre América casi exclusivamente en el ámbito enciclopédico. Pese a que este aspecto es interesante de analizar, no es aquí el que más atañe, pues. Aquí el centro de atención es lingüístico, por lo que más que en los nombres propios y el discurso histórico, biográfico y geográfico vinculado a ellos, en lo que me detendré en este apartado es en las lenguas común y de especialidad usada y/o originada en América, pues son las que están vinculadas con el DEHA como obra lexicográfica. 2.4.2. El español de América en el DEHA En el siglo XIX aparece una importante cantidad de repertorios lexicográficos dedicados a la lengua hablada en América, como la obra de Esteban Pichardo, Juan de Arona, Rufino José Cuervo, etc. En la lexicografía peninsular, Salvá, por ejemplo, también tiene presente en su Nuevo diccionario de la lengua castellana de 1846 la incorporación de americanismos más allá de los que tenía el DRAE hasta ese momento (Azorín/Baquero 1992: 964-965). Todo esto se traduce más tarde en un interés por parte de la institución más representativa, la Corporación académica, en admitir americanismos en su diccionario, lo que ocurrirá de modo evidente en el DRAE 1884. En el prólogo de dicha edición se hace mención a varias academias americanas (colombiana, mexicana y venezolana) y se introducen marcas como «Amér.» ‘América’, «Colom.» ‘Colombia’, «Chil.» ‘Chile’, «Ecuad.» ‘Ecuador’, «Méj.» ‘Méjico’, «Per.» ‘Perú’ y «Venez.» ‘Venezuela’. Sin embargo, la presencia de americanismos no es significativamente importante en la nomenclatura (Garriga 2001: 282). Por su parte, los intelectuales americanos, en vez de optar por romper con la Academia a consecuencia de esa mínima presencia lexicográfica, lo que hacen es presionarla para que acepte las voces propias de sus países (Clavería 2002: 625 y ss.). Algunos de esos intelectuales son Rufino José Cuervo, Baldomero Rivodó y Ricardo Palma; los tres autores de obras de carácter lexicográfico: Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano de Cuervo En la lista del 30/03/1883 aparece «Cortés. Diccionario de americanos», que seguramente se refiere a este diccionario pero con un título incompleto. 113 217 PILAR PARDO HERRERO (1867-72), Voces nuevas en la lengua castellana. Glosario de voces, frases y acepciones usuales y que no constan en el Diccionario de la Academia de Rivodó (1889) y Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario [de la Academia]: papeletas lexicográficas de Palma (1903). En este contexto filológico, que empieza a favorecer el reconocimiento de la variación, es en el que aparece el DEHA, que por su parte también contempla en su nomenclatura una mayor cantidad de voces de origen americano y/o utilizadas en los distintos países de la América hispana, según se comprobará en este y los siguientes dos apartados. En cuanto al concepto de americanismo en el DEHA, siguiendo el estudio de Pardo Herrero / Garriga (2010 en prensa), este se entiende de un modo más amplio que el que tiene la Academia entonces. El DEHA reproduce s.v. americanismo la definición del DRAE 1884: «Vocablo ó giro propio y privativo de los americanos que hablan la lengua española», pero en su comentario enciclopédico se extiende sobre el asunto y deja ver que, además de las voces privativas de los americanos, también son americanismos las «voces ya comunes en todo el ámbito de la lengua pero nacidas en tierra americana», como chocolate, maíz o tomate, o derivadas de voces propias del español, como prescindencia. La recopilación de voces americanas que realicé para poder analizar la situación de este léxico, cuyas primeras conclusiones aparecen en Pardo Herrero / Garriga (2010 en prensa), partió de esta idea de americanismo, y es la que aquí se continuará utilizando. Se consideró para dicho estudio el número de entradas marcadas con abreviatura geográfica como americanas y las que en su paréntesis etimológico daban como lugar original de la voz América que se encontraban en el 5% de la obra (10% en el caso del segundo apéndice) revisado para dar lo datos generales que se han ido presentando en esta investigación sobre la nomenclatura del DEHA. Pero al ver que el resultado era muy poco relevante se hizo necesario un vaciado más pormenorizado del diccionario completo, en el que, además de tener presentes las entradas se tuvieron en cuenta las entradillas, y en estos dos grupos las que cuentan con abreviatura de restricción geográfica o con etimología americana, así como también las voces que dan esa información de manera implícita, en la redacción del artículo, lo cual hacía por entonces la propia Academia. Esta tendencia a dar información diatópica en la definición está asociada en el caso del DEHA a palabras con marca de especialidad relacionadas con América presentadas así, con una abreviatura diatécnica, «para limitar 218 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL el ámbito al que pertenecen y que se presuponen desconocidas, especialmente por el lector peninsular» (Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa). El corpus obtenido con el repaso ha dado como resultado 1.799 acepciones, entre entradas y entradillas114. Ese número, que no es definitivo, en relación con el total de la nomenclatura (252.000 aprox.), aun dejando de lado los nombres propios (83.500 aprox.), es pequeño, pero sirve para apreciar de qué manera incorporó el DEHA el español de América. Dicho corpus, como ya avanzó Pardo Herrero / Garriga (2010 en prensa) se puede dividir en voces (o acepciones) comunes y voces con marca de especialidad, ateniéndonos simplemente a si tienen o no una marca diatécnica. Veremos, sin embargo, que en el caso de las voces con marca de especialidad, esa división se diluye. 2.4.2.1. Lengua general Las voces comunes que se presentan en el DEHA podrían dividirse en tres grupos según la manera en que se presenta la información en la microestructura (Pardo Herrero / Garriga 2010, en prensa): a. Voces con marca diatópica. Estas palabras se ciñen al concepto de americanismo como voz privativa de América o de alguna zona particular de dicho continente. b. Voces que en el paréntesis etimológico indican su origen americano. c. Voces comunes que sin marca diatópica ni paréntesis se pueden considerar americanismos por su definición. Antes de dar paso a la descripción y ejemplos de cada uno de los grupos, se presenta a continuación un cuadro con datos numéricos relevantes. Estos corresponden al cuerpo del diccionario (tomos 1 a 23) y al segundo apéndice (tomos 26 a 28); no aparece el primer apéndice pues no se han encontrado ejemplos en sus tomos. 114 Pardo Herrero / Garriga (2010 en prensa) parte de un corpus con 1.642 voces. Las 157 de diferencia se han encontrado tras la redacción de dicho estudio. Esta nueva información no invalida, sin embargo, las consideraciones allí expuestas, que se siguen entendiendo como válidas y a las que aquí se continuará aludiendo. El corpus de 1.799 voces puede consultarse en el CD-ROM adjunto a esta tesis en el archivo 3 «Español de América en el DEHA». 219 PILAR PARDO HERRERO Tomos 1-23 Con abreviatura Con paréntesis etimológico Sin abreviatura Subtotal Tomos 26-28 (Ap. 2º) Con abreviatura Con paréntesis etimológico Sin abreviatura Subtotal Número de acepciones 232 47 143 422 Número de acepciones 610 15 66 691 Están en el DRAE 1884 131 (56,5%) 44 (93,6%) 123 (86,6%) 298 (70,8%) Están en el DRAE 1899 92 (15,1%) 12 (80%) 33 (50%) 137 (19,8%) Entrarán a la lexicografía académica 73 (31,4%) 1 (2,1%) 15 (9,9%) 89 (20,9%) Entrarán a la lexicografía académica 342 (56,1%) 1 (6,7%) 20 (30,3%) 363 (52,5%) No entran a la lexicografía acad. 28 (12,1%) 2 (4,3%) 5 (3,5%) 35 (8,3%) No entran a la lexicografía acad. 176 (28,8%) 2 (13,3%) 13 (19,7%) 191 (27,7%) Total global 1113 435 (39,1%) 452 (40,6%) 226 (20,3%) Cuadro 8. Información numérica sobre el corpus de americanismos de voces comunes en el DEHA 2.4.2.1.a. Voces con marca diatópica Las palabras con marca diatópica restringen el uso de la voz a América por medio de abreviaturas para zonas amplias del continente (América, América meridional) o para países específicos (Chile, Colombia, etc.). Este grupo de voces es el que se reconoce más fácilmente como el de americanismos pues se propone como lengua común en América o en parte de ella haciendo uso de la abreviatura. Algunos ejemplos de voces con marca diatópica en el DEHA se presentan a continuación (pueden verse otros en Pardo Herrero / Garriga 2010, en prensa). Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23): ACHAMPARSE: r. fam. Chil. Achantarse con alguna cosa. CAÑÓN […] — CAÑÓN: Per. CAMINO, tierra hollada, etc. FRESQUERÍA: f. Amér. BOTILLERÍA. JIBARACÓN: m. Cuba. Boca que en época de avenidas abre un río, vertiéndose en el mar, cuando su curso va terminando paralelo y muy próximo á la costa hacia la otra boca principal permanente y más distante. MOJARRA […] — MOJARRA: Amér. Cuchillo ancho y corto. TLAZOLE: m. Méj. Punta de la caña de maíz que sirve para forraje. Segundo apéndice: AVINCA (del quechúa): f. Amér. Especie de calabaza americana. CIGARRERÍA: f. Amer. Lo que en España llamamos estanco: tienda destinada á la venta de cigarros. CLAUSURAR: a. Amer. Cerrar las sesiones ó deliberaciones de una asamblea. CHAYA: f. Amer. (de Chile). Diversión en uso durante el Carnaval, que consiste en arrojar agua á los transeúntes. ESTANCARSE […] — ESTANCARSE: r. Amer. (de Honduras). Perder la fuerza los animales de trabajo, inutilizarse pasajeramente por efecto de una labor excesiva. NOVEDOSO, SA: adj. Amer. Nuevo, reciente. PORCENTAJE (del francés percentage): m. Amer. Tanto por ciento que corresponde á una especie entre otras que la comprenden. 220 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL En estos ejemplos se observan varias posibilidades de origen de la palabra que son típicas del español: derivación (fresquería, cigarrería, clausurar, novedoso), ampliación de significado para una voz ya existente (mojarra, cañón) y préstamos de voces de otras lenguas, fundamentalmente amerindias (avinca, tlazotle), aunque también de otras lenguas como el francés (porcentaje). Acerca de estas voces y acepciones marcadas pueden hacerse otros muchos comentarios y análisis más completos, pero aquí, aparte de lo expuesto previamente, me referiré solo a la marcación en sí para resaltar qué es lo que el DEHA ofrece en este conjunto de léxico común. El DEHA utiliza como abreviaturas las propuestas por el DRAE 1884 y algunas nuevas. Según se anotó en su momento (§ 2.2.1.1.), no aparecen estas abreviaturas en el listado general del primer tomo de la obra (excepto «Amér.»). Las abreviaturas que he localizado en el DEHA son las siguientes (entre paréntesis se señalan las que están en el diccionario académico): «Amér.» ‘América’ (DRAE 1884) o «Amer.» ‘americanismo’ «Amér. merid.» ‘América meridional’ (DRAE 1884) «Boliv.» ‘Bolivia’ «Chil.» ‘Chile’ (DRAE 1884) «Colom.» (DRAE 1884) o «Colomb.» ‘Colombia’ «Cost. Ric.» ‘Costa Rica’ (DRAE 1884) «Ecuad.» ‘Ecuador’ (DRAE 1884) «Méj.» ‘Méjico’ (DRAE 1884) o «Mej.» ‘mexicanismo’ «Per.» (DRAE 1884) o «Perú» ‘Perú’ «Venez.» ‘Venezuela’ (DRAE 1884) «prov. Bog.» ‘provincial de Bogotá’ «prov. Cuba» (DRAE 1884 como pr. Cuba) ‘provincial de Cuba’, «Cuba» o «reg. Cuba» ‘regionalismo de Cuba’ «Argent.» o «Arg.» ‘Argentina’ (en el segundo apéndice)115 Las abreviaturas que se utilizaron no contemplan todos los países por separado, lo cual se entiende teniendo en cuenta que no se habían realizado para entonces diccionarios ni estudios particulares de cada uno y que no todas las Academias latinoamericanas estaban aún en funcionamiento (para 1884 solo se habían fundado las Academias de Colombia (1871), Ecuador (1874), México (1875), El Salvador (1876) y Venezuela (1883)). Los pocos trabajos realizados hasta ese momento sobre el español en distintos lugares de América tienen como efecto que exista una marca para usos lingüísticos de carácter tan específico como la de provincialismos de Bogotá, debida al reconocido trabajo de Rufino José Cuervo sobre el lenguaje de esta ciudad (§ 2.4.2.3.). 115 Las abreviaturas de Costa Rica y América meridional no están en el listado del DRAE 1884 pero se emplean en la microestructura (Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa). 221 PILAR PARDO HERRERO Esa marca en particular, la de usos bogotanos, implica un alto grado de rigor y precisión no alcanzado para otras regiones o países, aunque a la vez plantea la cuestión de su utilidad en un diccionario enciclopédico que si bien es hispanoamericano, no es, en cuanto al léxico dialectal, exhaustivo. Sin embargo, comprueba una idea ya expuesta en esta investigación que es la de intentar incluir el mayor número posible de voces y acepciones en la obra. Pese a que no es posible extenderse aquí en el problema de la marcación geográfica americana, es importante tener presente dos puntos fundamentales, uno planteado ya por Seco (2003: 324 y 369) haciendo referencia a R. J. Cuervo, que es el de marcar como americanismo algo que posiblemente se usa solo en una región chica o en un país o dos, a lo cual podría añadirse también lo contrario, que es que una palabra se marque como de un solo país y se use en otros. El otro punto, comentado entre otros por Haensch (1994) es el de la perspectiva hispanocentrista implícita al marcar solo lo no peninsular (muy clara en la marca sumada a la definición de cigarrería, que introduce una primera persona plural: «Lo que en España llamamos estanco»). En el caso del cuerpo de la obra (tomos 1 a 23), un 56,5% de las palabras con marca geográfica se toman del DRAE 1884 (véase Cuadro 8), por lo que el problema que pueda existir con la marcación proviene de allí, si bien el DEHA al reproducirlo no lo cuestiona116. El resto proviene de distintas fuentes (§ 2.4.2.3.). En cuanto al segundo apéndice, la proporción cambia radicalmente pues solamente un 15% de las acepciones provienen del DRAE 1899, lo que hace que sea necesario trabajar en el establecimiento de las fuentes del resto del vocabulario. Esto no he podido realizarlo cabalmente hasta ahora pero es importante tenerlo en cuenta pues un porcentaje importante de las acepciones con marca geográfica que no provienen del DRAE ingresarán en la nomenclatura de los diccionarios académicos más adelante (véase Cuadro 8). Lo que sí es posible comentar aquí es el hecho de que en el segundo apéndice la marca principal cambia, se deja de utilizar «Amér.» ‘América’, que es la marca del DRAE 1899, y se pasa a usar «Amer.» ‘americanismo’ (dejando casi de lado las abreviaturas de países, que solo se observan en algunos de los casos tomados del DRAE). Al principio aparecen ambas pero para la letra b desaparece la marca académica (con algunas excepciones posteriores). Solo he visto un caso de una voz proveniente del DRAE 1884 que añade la marca «Amér.»: aguililla, la cual se define remitiendo a caballo aguililla. Teniendo en cuenta que caballo aguililla se define: «En algunos países de América, cierto CABALLO muy veloz en el paso», la marca añadida por el DEHA en aguililla podría considerarse correcta. 116 222 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Este cambio en la marca conlleva una generalización del español de América, en oposición al peninsular, que cuando quiere especificarse utiliza ya no la abreviatura en cursiva sino un paréntesis que informa qué país utiliza determinada voz o acepción: «de Méjico», «de Cuba», «de Honduras», con lo que el significado completo de la marca sería: ‘americanismo de [país]’. En otras ocasiones el paréntesis es de origen de la voz, cuando lo que se menciona es un idioma («del quechúa»). La forma de marca restrictiva tiene el problema de ser ambigua, ya que la voz puede entenderse tanto que es un americanismo que se usa en el país que mencione el paréntesis, como que es un americanismo generalizado originado en dicho país. Prieto García-Seco (2007: 113) sobre la marcación del segundo apéndice dice que: Siendo conscientes los redactores del A2DEHA de que el ámbito de uso de una voz no se extendía por toda América sino que este tenía unas fronteras más limitadas, tuvieron que hacer uso, tras la marca Amér., de sintagmas especificadores: «Amér. (del Cauca)» (s.v. bolero), «Amér. (propio del Cauca, de Colombia)» (s.v. cagüinga) «Amér. (de la Argentina)» (s.v. *planchar) «Amér. (de la Argent.)» (s.v. suri)». Si bien tiene razón Prieto García-Seco al considerar que el paréntesis limita el uso, no contempla la posibilidad de la ambigüedad, además deja de lado el cambio de abreviatura, errando al copiar en sus ejemplos «Amér.», cuando en los cuatro casos el DEHA dice «Amer.». En todo caso, según mi punto de vista, las precisiones del paréntesis más que demostrar la conciencia del lexicógrafo de que determinadas acepciones no se usan en todas partes, creo que son consecuencia de las fuentes utilizadas, pues como se dijo anteriormente para ese momento no hay casi trabajos sobre las particularidades del español en América por lo que hay que ceñirse a la información disponible. Si quienes se encargaron de la nomenclatura, más que ser concientes, hubieran tenido a su disposición más diccionarios y estudios, no habrían puesto a todo una marca de americanismo que si bien puede ser cierta en términos generales, no supone en todos los casos en que no hay paréntesis que la acepción es definitivamente conocida en todo el ámbito hispanohablante de América. Ejemplos que pueden probar que la marca de americanismo es generalizadora más que especificadora es posible hallarlos en voces que entran a la lexicografía académica en el siglo XX y son marcadas como de países específicos y no como de toda América. Es el caso de gramalote ‘hierba’, joto ‘maleta’, maneto ‘manco’, minga ‘trabajo voluntario’ o payar ‘cantar coplas’, todas con abreviaturas de países en la 23.ª edición del DRAE. 223 PILAR PARDO HERRERO 2.4.2.1.b. Voces con paréntesis etimológico Las voces con paréntesis etimológico son aquellas a las que se reconoce el origen americano pero que ya se consideran de la lengua española común, no solo americana sino peninsular. Por ello, las voces que además del paréntesis tienen marca diatópica se han incluido en el grupo anterior, ya que la abreviatura delimita su uso y la información etimológica solo implica datos adicionales. Por la misma razón, aquellas voces que con marca de especialidad también tienen paréntesis etimológico, se han incluido en el grupo de las voces con marca diatécnica pues se da prioridad a la restricción de uso. Algunos ejemplos de voces con paréntesis etimológico se presentan a continuación (véanse otros en Pardo Herrero / Garriga 2010). Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23): CACAO: (del mejic. cacauat): m. Arbol de América, de hojas lustrosas, lisas, duras y aovadas […] GUACA (voz india): f. Sepultura de los antiguos indios del Perú. Consistía en pequeñas pirámides truncadas, construidas de piedra ó tierra […] GUARAPO (voz americana): m. Jugo de la caña dulce exprimida, que por vaporización produce el azúcar. POPOTE (del mej. popotl): m. Especie de paja, de que en Méjico hacen comúnmente escobas, semejante al bálago, aunque su caña es más corta y el color tira á dorado. TAPIOCA (del guaraní tipioka): f. Fécula de color blanquecino que se saca de la raíz de la mandioca, y se deshace en el agua caliente, formando un líquido mucilaginoso, transparente, muy nutritivo y de fácil digestión. Segundo apéndice: HARAVICO (del quechúa). Poeta que cantaba la religión, el heroísmo y el amor, y que, según Garcilaso de la Vega, componía también dramas. *OCOZOAL (del mejic. o, esa, y coatl, serpiente): m. Serpiente de cascabel, de Méjico, de unos dos metros de longitud, lomo pardo con manchas irregulares negruzcas y vientre amarillento rojizo. (Enmienda)117 PIRCO (del araucano pidco): m. Guiso chileno de fríjoles, maíz y calabaza. A diferencia del grupo anterior, en este las palabras que lo conforman son únicamente préstamos castellanizados, adaptaciones hechas al español. Otra diferencia es que en este grupo la gran mayoría de las voces provienen del DRAE, un 90,3% (56 de 62 voces). Las restantes voces, solamente seis, no tienen esa procedencia. De ellas dos entran al DRAE (guaca ‘tipo de sepultura’, en el cuerpo, entra al DRAE 1925; y haravico ‘poeta’, en el segundo apéndice, entra al DRAE 1984 (aunque ya está en 1899 sin h) y cuatro voces no entran (guacacoa ‘árbol’ y gaucamari ‘árbol’, en el cuerpo; y chacamel ‘ave’ y chacayo ‘arbusto’, en el segundo apéndice). 117 Esta voz entró en Autoridades en 1737. El DEHA la copia del DRAE 1884 y en su apéndice vuelve a incorporarla pues en el DRAE 1899 se enmienda la definición y se añade la etimología. 224 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Solo algunas etimologías son precisas en cuanto al vocablo específico del que provienen, sobre todo las mejicanas. Pero la mayoría se limitan a decir que la voz es americana, india, quechua, araucana o caribe, limitación que es consecuencia de la falta de trabajo etimológico hasta ese momento realizado, cuestión que con el avance en este aspecto se irá resolviendo, siendo manifiesta en el propio DRAE, donde muchas de las etimologías generales de estas mismas palabras son hoy más específicas o distintas, como la de tabaco, que se consideró hasta hace poco voz americana y hoy se da como proveniente del árabe clásico, o la de la voz guaca, de la cual se decía solamente que era una voz india118 y hoy dice el DRAE que proviene «[d]el quechua waca, dios de la casa». 2.4.2.1.c. Voces sin marca diatópica ni paréntesis En este tercer grupo están las voces que sin marca ni paréntesis indicador del origen pueden considerarse americanismos, en el sentido amplio de ser usados allí o provenir de allí, por la información que contiene la definición. Pero, y esto dificulta la asignación de voces, hay casos que no ofrecen la información implícitamente, sino que deben contemplarse otras variables como la formación de la palabra (cascalote ‘planta usada como astringente’, papalote ‘cometa’, que por la terminación –ote se puede pensar que viene del nahua), que la definición remita a una palabra reconocida como americana (pizate ‘planta’, variante de pazote, que dice que es voz americana) o que la elección de la autoridad para ejemplificar su uso permita pensar que la voz es americana (chajá ‘ave zancuda’, que tiene una cita del uruguayo Zorrilla de San Martín). Otra información útil, contenida en el DEHA, puede surgir del artículo enciclopédico, como es el caso de nigua ‘insecto diminuto’, pampa ‘llanura’, ratania ‘árbol’ y sinsonte ‘ave’. Estas cuatro palabras no están marcadas diatópicamente ni tienen paréntesis etimológico, debido a que así aparecen en el DRAE 1884, de donde se reproducen. Salvo en el caso de nigua, la definición trae implícito el origen americano, lo cual se confirma con los artículos enciclopédicos (y en el caso de nigua con la cita de uso), estos sí marcados con abreviatura de especialidad, en los que se hacen comentarios filológicos o se restringe el uso, como ocurre en el caso de sinsonte. 118 No todos los casos en que el paréntesis dice «voz india» o «vocablo indio» se refieren a que la palabra tenga origen en la India, por ejemplo guaca o caucho. La denominación india, por las Indias Occidentales, para referirse a América, no ha desaparecido en el siglo XIX. 225 PILAR PARDO HERRERO NIGUA: f. Insecto de menos de media línea de largo, y muy parecido á la pulga […] Se hallaron en la Española ciertas sabandijas como una pequeña pulga, saltaderas, y amigas del polvo, que ni pican sino en los pies, que llaman NIGUAS, etc. ANTONIO DE HERRERA ― NIGUA: Zool. […] Es uno de los animales más molestos que existen en América […] son difíciles de curar, y más en los países cálidos y en las personas poco limpias, como los indios y peones, á quienes generalmente por ir descalzos suele atacar este parásito. […] A la nigua le llaman también chica. También con el nombre de nigua designan los americanos una especie de garrapata […] PAMPA: f. Llanura de mucha extensión, cubierta de hierba, de que hay varias en la América meridional. ― PAMPA: Geog. Palabra aymará y quechúa que se ha adaptado en castellano en el sentido de llanura, sabana: pero en quechúa tiene varios otros significados, tales como plaza, cosa común ó universal. [...] RATANIA: f. Arbol americano, con muchos ramos difusos y vellosos, hojas alternas y oblongas y flores en racimo sencillo, con el cáliz de tres á cinco piezas, corola de cinco pétalos, cuatro estambres y un estilo. ― RATANIA: Farm. […] Ratania del Perú. – Las raíces de estas plantas eran ya usadas con el nombre de ratania en la provincia de Huánuco á la llegada de los españoles, nombre que quiere decir planta tendida en tierra; […] SINSONTE: m. Pájaro cantor de América, del género de los mirlos. ― SINSONTE: Zool. Nombre vulgar con el que en la isla de Cuba se designa al Orpheus polyglotus, ave del orden de los pájaros, familia de los túrdidos, que se caracteriza por tener los ojos amarillos […] En el grupo correspondiente a las acepciones no marcadas ni con paréntesis etimológico hay 209 voces o acepciones. De ellas 156, un 74,5% del conjunto, provienen del DRAE; 35, un 17%, entrarán más tarde en la lexicografía académica; y 18, un 8,5%, no serán incluidas en el diccionario académico. De las voces que están en la nomenclatura del DRAE 1884, en el cuerpo, y en el DRAE 1899, en el segundo apéndice, casi todas siguen el diccionario académico en la definición, con algunas excepciones como bejuco (tomo 3) ‘nombre de plantas sarmentosas o enredaderas’, *manjelín (tomo 28) ‘unidad de peso’ o triste (tomo 28) ‘composición musical en verso’. Como en los dos grupos anteriores, no he encontrado casos en el primer apéndice. Algunos ejemplos de voces sin marca ni paréntesis etimológico son los siguientes (véanse otros en Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa): En el cuerpo: ABARROTE: s. m. […] ║ En la República de Méjico se da el nombre de abarrotes á las mercancías consistentes en semillas, vinos, licores, conservas alimenticias, pastas, algunas grasas, carnes saladas, velas y otros artículos de uso diario. ALPACA: f. Cuadrúpedo del Perú, del tamaño de un ciervo, y que se diferencia de la llama por su longitud y extremada finura de su pelo. Se emplea como bestia de carga. CANCHA: […] ― CANCHA: En la América meridional, patio o corral destinado a alguna diversión. FRUTILLA: […] ― FRUTILLA: En algunas partes de América, Fresa. PAPAYA: f. Fruto del papayero. 226 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL PIZATE: m. PAZOTE. TAMAL: m. Especie de empanada de harina de maíz, muy usada en América. TOTORA: f. Especie de enea que se halla en la la guna [sic] de Chucuito. Segundo apéndice: CASCALOTE: m. Planta leguminosa usada en medicina como astringente. *CHÁCARA: m. Sacerdote del Sol en el Perú. PULQUERO, RA: m. y f. Vendedor o vendedora de pulque. Las razones, en líneas generales, por las que estas palabras no están marcadas como americanismos, por su uso restringido o por su origen, son: 1. Un planteamiento incorrecto de la microestructura, en la mayoría de los casos proveniente del DRAE (1884 y 1899), que no ha estandarizado aún la construcción de muchas entradas. Un ejemplo podría ser el de tamal, que tiene abreviatura a partir del DRAE 1925 pero antes no. En el caso de palabras que no provienen del DRAE 1884 o 1899 habría sucedido lo mismo, un error en la economía de la redacción, como sucede en cancha. 2. La decisión, más o menos concienzuda, de no marcar palabras que son variante de una sí marcada (cf. zope, que remite a zopilote ‘ave rapaz’, la cual está marcada como de América) o derivación de una sí marcada (cf. changuero ‘chancero’, de changa ‘alboroto’ con marca «Amer.»), que son derivación de una voz definida implícitamente como de América (cf. pulquería ‘tienda donde se vende pulque’ o pulquero ‘el que vende pulque’, que se entienden como americanismo por la definición de pulque) o que son variante de una voz que tiene paréntesis etimológico (cf. pizate ‘planta’, paujil ‘especie de pavo’). 3. En el caso de no tener paréntesis sobre el origen o la etimología, la razón consistiría básicamente en la falta de conocimiento de esa información o en la consideración de que no hacía falta decir el origen (cf. papaya, palta ‘aguacate’, quetzale ‘pájaro’)119. En este grupo se encuentran tanto palabras originadas en el español (abarrote, frutilla), como provenientes presumiblemente de lenguas amerindias (cancha, cascalote). Tras ver las distintas maneras en que es posible encontrar el vocabulario americano común en el DEHA, es relevante tener en cuenta cómo se inscribe este léxico 119 La segunda acepción s.v. guarapo no tiene marca diatópica, pero por ser otra acepción de una voz con paréntesis que dice «(voz americana)» se asume que el origen es el mismo. Guarapo es la única voz del corpus de palabras con paréntesis etimológico que tiene una segunda acepción en el DEHA. 227 PILAR PARDO HERRERO en la historia lexicográfica de referencia primordial, es decir, en el diccionario académico. Para ello se realizó la comprobación de qué voces o acepciones estaban en el DRAE previo a la publicación, cuáles no estaban pero entrarán posteriormente al DRAE, y cuáles no han entrado nunca. Esta información se detalla en el Cuadro 8, ubicado al inicio del apartado 2.4.2.1. y se comenta seguidamente (para obtener datos precisos sobre cada palabra véase CD-ROM adjunto, archivo 3). En lo que se refiere al cuerpo de la obra, es clara la influencia del DRAE 1884 en la incorporación de americanismos en el DEHA, sobre todo en los grupos con paréntesis etimológico y sin abreviatura, no solo porque se considere la voz o acepción, sino porque la definición casi siempre se reproduce. En el caso del uso de marca diatópica, también es fundamental el DRAE pero, como se observa en el Cuadro 8, los aportes del DEHA son más amplios, alcanzando un 43% del total de acepciones con ese tipo de abreviatura. Así mismo, de ese porcentaje de voces o acepciones con marca diatópica no contenidas en el DRAE 1884, es relevante decir que la mayoría entrarán posteriormente a la lexicografía académica. Algunas de esas voces son: abalear ‘disparar balas a alguien’: DRAE 1925 acápite ‘párrafo’: DM 1927-DRAE 1984 altiplanicie ‘meseta’: DRAE 1914 aprudenciarse ‘moderarse’ DM 1927120 pericote ‘rata grande’: DRAE 1925 Sobre las voces con abreviatura en el cuerpo de la obra debe subrayarse el hecho de que casi la mitad (105 de 230) están en la letra a, lo que pienso que puede explicarse por la participación de Benot al inicio de la obra, pero también porque al avanzar parece preferirse hacer más sencilla la confección. Esto, en el caso de los americanismos, implicaría no incluir tantos como al principio sino solo los del diccionario académico y poco más. La comprobación de esta idea se obtiene al observar que de las 71 acepciones que entran a la lexicografía académica, 62 comienzan por a, y apenas nueve corresponden a otras letras del alfabeto. 120 El caso de aprudenciarse es una muestra de algo común en el caso de los americanismos que ingresan a la lexicografía de la Academia, y es que parte de ellos figura solamente en algunas ediciones académicas, siendo precisamente estas cuatro (1927, 1950, 1983 y 1989) las que suelen contemplarlos. Si nos remitimos a la historia de los diccionarios de la Corporación, la explicación la encontramos en que estas cuatro ediciones corresponden a los diccionarios manuales editados por la Academia, los cuales, según se declara en la Advertencia de 1950, son un suplemento del diccionario general donde se «añade un considerable caudal de vocablos de uso común y neologismos de carácter técnico que la Academia no censura, pero que aun no se decide a incorporar a su léxico, llamado “oficial”». En esa misma Advertencia del DM 1950 se comenta la cuestión de la inclusión de americanismos, que ha de ganar en rigor con la ayuda de las academias americanas. Pueden encontrarse más referencias a la cuestión de los americanismos y los diccionarios manuales de la Academia en Garriga / Rodríguez 2008: 99-102. 228 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Por otro lado, en cuanto a los apéndices, en el caso del primero, que no haya ningún ejemplo comprueba que ese suplemento tenía el objetivo ya expuesto de dar información sobre todo enciclopédica y de terminología científica y técnica. En lo que se refiere al segundo, las cifras permiten confirmar también la cuestión de que este apéndice es distinto en intenciones al resto de la obra. Para el caso de los americanismos tenemos en primer lugar que en este apéndice se incluyen más americanismos de la lengua común que en el cuerpo de la obra. Además la proporción en las comparaciones con el DRAE varía, lo cual es lógico si se considera que ya se habían recogido en el cuerpo los americanismos de ese repertorio y en el segundo apéndice solo provienen de allí aquellos que se introdujeron en la edición de 1899. Sin embargo, pese a esta obviedad, lo interesante es destacar precisamente que el DEHA en su segundo apéndice se propone contener una importante cantidad de voces americanas no reconocidas por la Academia: un 80% del corpus (554 acepciones). Además, un 53% del corpus (363 acepciones) entrará en el diccionario académico con posterioridad. Algunos ejemplos de esas voces que ingresarán a la lexicografía académica son: acriollarse ‘asumir las costumbres de los criollos’: DRAE 1925 bebeco ‘albino’: DM 1927 (véase nota 119) cebar ‘preparar el mate para tomarlo’: DRAE 1970 empecinarse ‘encapricharse’ DRAE 1925 huacatay ‘condimento’: DRAE 1925 joto ‘maleta’: DM 1984 mangón ‘potrero pequeño’: DM 1927 partidismo ‘tendencia exagerada a favor de un partido’: DRAE 1956 taco ‘tacón’: DRAE 1927 – DRAE 1970 venezolanismo ‘vocablo o giro propio de los venezolanos’: DM 1927 – DRAE 1936 A nivel global, observando los porcentajes de americanismos que muestra el Cuadro 8 que ya aparecían en el DRAE, los que entrarán y los que no, teniendo en cuenta cuerpo y apéndices, destaca de nuevo que el porcentaje de acepciones que luego aparecerán en diccionarios académicos es mayor que el de voces tomadas del DRAE 1884 y 1899. Este dato resulta de interés pues demuestra que el español de América tiene un peso en el DEHA superior al que tenía para entonces en el DRAE. Además, la incorporación posterior en el diccionario académico pondría de manifiesto que el vocabulario americano contemplado por el DEHA no responde a una selección irracional sino que implicó una discriminación con criterio. Entre las voces que no han entrado nunca a la lexicografía académica, cabe decir que hay oportunidades en que la decisión es correcta, como en el caso de chingana con el significado de ‘baile’ (ya comentado por Zorobabel Rodríguez (1895) pues esa 229 PILAR PARDO HERRERO definición de chingana se encuentra en Salvá (1846), de donde la habría tomado el DEHA) ya que chingana no es un baile, es un tipo de taberna, que es como lo incorpora, acertadamente, la Academia en 1927. Juzgar, sin embargo, si en los otros casos es o no correcta la decisión de no incorporar la voz o la acepción, y también la de incorporarla, es un debate en el que no nos corresponde aquí entrar. 2.4.2.2. Entradas con marca de especialidad El segundo gran grupo de voces americanas incluidas en el DEHA estaría conformado por aquellas voces o acepciones con marca de especialidad que debido a una marca diatópica, un paréntesis etimológico, una restricción dada en la definición o por la morfología de la palabra (en muy pocos casos) es posible considerarlas como parte del léxico americano. En este grupo se han considerado también algunas voces cuya restricción a un campo aparece en la definición, aunque de estas hay contados ejemplos. Se presenta en primer lugar un cuadro numérico que se comenta posteriormente. Tomos 1-23 Botánica Zoología Etnografía (o Geografía) Otras Subtotal Tomos 24-25 (Ap. 1º) Botánica Zoología Etnografía (o Geografía) Otras Subtotal Tomos 26-28 (Ap. 2º) Botánica Zoología Etnografía (o Geografía) Otras Subtotal Número de acepciones 340 40 140 22 542 Número de acepciones 14 11 3 0 28 Número de acepciones 44 22 27 23 116 Están en el DRAE 1884 13 5 0 3 21 (3,9%) Están en el DRAE 1884 0 0 0 0 Están en el DRAE 1899 28 10 0 3 41 (35,3%) 62 (9,1%) Entrarán a la lexicografía académica 76 14 36 10 136 (25,1%) Entrarán a la lexicografía académica 1 6 0 7 (25%) Entrarán a la lexicografía académica 9 5 9 7 30 (26,8%) 173 (25,2%) No entran a la lexicografía acad. 251 21 104 9 385 (71%) No entran a la lexicografía acad. 13 5 3 21 (75%) No entran a la lexicografía acad. 7 7 18 13 45 (37,9%) 451 (65,7%) Total global 686 Cuadro 9. Información numérica sobre el corpus de americanismos de voces con marca de especialidad en el DEHA 230 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL Llama la atención en este grupo de voces que la mayoría tiene una de estas marcas: «Bot.» ‘botánica’ (57,6%), «Zool.» ‘zoología’ (10,8%) o «Etnog.» ‘etnografía’ (24,8%) para referirse así a plantas, animales o grupos indígenas (para los grupos indígenas en ocasiones se utiliza la abreviatura «Geog.» ‘geografía’, en vez de «Etnog.» (§ 3.1.1.3.)). Este hecho da pie a dos cuestiones: a) por qué hay tanto vocabulario de estos campos, y b) en el orden de la microestructura, por qué se utilizan las marcas de especialidad. En cuanto a la primera cuestión, por qué se encuentra vocabulario de estas tres áreas concerniente a América, la razón se encontraría evidentemente en la cualidad enciclopédica del DEHA. Sin embargo, tener en consideración ese léxico también deriva de que es en los siglos XVIII y XIX, principalmente, cuando el conocimiento de la fauna y flora americana se hace de forma más rigurosa y sistemática, así como el de los grupos indígenas que viven en ese continente, sobre todo como fruto de las expediciones y viajes científicos realizados tanto por españoles como por franceses, alemanes e ingleses, lo cual trajo consigo textos que hacían posible ofrecer información en obras de divulgación como el DEHA. En lo referente al segundo punto, el porqué de la marcación de especialidad, habría dos razones principales para utilizarla (Pardo Herrero / Garriga 2010, en prensa): a. Anticipar la información más general al lector, en particular al peninsular, ante voces que no le son familiares. Las abreviaturas no señalarían, por tanto, tecnicismos, sino denominaciones propias de América o al menos originadas allí, ante las cuales el lector recibe una primera información: que se trata de un animal (zoología), de una planta (botánica), o de un grupo indígena (etnografía). Prueba de esto sería, en el cuerpo de la obra, que las pocas voces marcadas con abreviatura de especialidad que están en el DRAE 1884 aparecen allí sin marca, mientras el DEHA sí las marca y no reproduce al DRAE (salvo ocote ‘especie de pino’ que toma la definción, añade la marca y da más información); y en el caso del segundo apéndice, que sí reproduce el DRAE 1899, pese a hacerlo se decide añadir marcas. b. Distinguir las voces no aceptadas por la Academia, ya que una alta proporción de las palabras marcadas con abreviaturas de especialidad no 231 PILAR PARDO HERRERO están en la edición del diccionario académico previa a la publicación del DEHA (véase capítulo III)121. Si se piensa en el grupo de palabras de campos distintos a los tres más comunes, las razones de la marcación coinciden con las anteriores. Retomando la cuestión de cómo este lenguaje de especialidad se identifica como americano, como se mencionaba al principio de este apartado, hay varias formas de determinarlo: a. b. c. Porque la marca de especialidad está acompañada de una geográfica. Porque la marca de especialidad está acompañada de una paréntesis etimológico referido a América. Porque no estando la marca de especialidad acompañada por una marca diatópica o un paréntesis, la definición tiene implícita la información. 2.4.2.2.a. Marca de especialidad y marca diatópica La fórmula de utilizar la abreviatura de especialidad acompañada de una geográfica no es muy común. En el cuerpo de la obra he encontrado solamente tres ejemplos, que se ofrecen a continuación. A la izquierda se indica el DRAE en que se incorpora cada voz, si lo hace: ABUGE: m. prov. Cuba. Zool. Insecto semejante á la ladilla, que causa los mismos efectos que ésta. ― ANDARIVEL: prov. Cuba. Can. Por extensión de la maroma empleada, es la balsa, batea ó barca, que en los ríos sirve para el paso de personas, animales y carruajes. ― ENTRONQUE: prov. Cuba y Ferr. carr. Empalme ó bifurcación de líneas férreas. No entra a la lexicografía académica DRAE 1925. Quinta acepción, con marca «Cuba.» DRAE 1914. Segunda acepción, con marca «Cuba.» En el primer apéndice no he hallado ningún ejemplo. En el segundo apéndice hay algunos más, aunque pocos, debidos probablemente al cambio en la dirección. En el caso de *personería «For. Amer. PERSONALIDAD; aptitud legal para intervenir en un negocio», y *nata «Min. Amer. Escoria de la copelación», las marcas provienen del DRAE 1899, el cual reprodujo el DEHA. Ejemplos de la marca diatópica y diatécnica, no provenientes del DRAE 1899 son los siguientes: 121 Véase Battaner / Borràs (2000) sobre la cuestión de la neología entre los zoónimos en la lexicografía académica del siglo XX. En ese estudio se destaca la edición del DRAE 1925 como la que más incorpora zoónimos, casi todos americanismos. De mi muestra, efectivamente, varias de las voces con marca «Zool.» entran en dicha edición, como: almácigo 2, araguato, chajá, machín 3, tajá. 232 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL CAMALOTE: m. Amer. Bot. Nombre vulgar de la Eichornia speciosa, planta acuática de hojas elípticas y flores azules ó amarillas, que crece en las lagunas y en las márgenes de los ríos. CAPITANEJA: f. Amer. Bot. VERBESINA. Está en el DRAE 1899, pero el DEHA no reproduce su artículo. DRAE 1925 con marca «C. Rica y Nicar.» DRAE 1925 sin marca diatópica pero sí «Mar.» No entra a la lexicografía académica DM 1927 – DRAE 1936 con marca «R. de la Plata.» EMPOPADA: Mar. Amer. Distancia recorrida con viento favorable en popa. JÁRABE: m. Amer. Mús. Járabe gatuno: Baile mejicano que, según parece, derivaba del zapateado español ó del llamado «Jarabe gitano.» […]. ÑAPINDÁ (voz guaraní): m. Amer. Bot. Uña de gato. En este grupo podrían incluirse los términos hábeas corpus y juicio de amparo (s.v. *juicio) marcados «Dro. mejicano» ‘derecho mejicano’ pues la abreviatura de especialidad especifica el lugar de uso con un significado determinado. Ambos términos son sinónimos, de ellos hábeas corpus está en el DRAE 1884, aunque no esta acepción específica para México, y juicio de amparo no entra en ningún repertorio académico. 2.4.2.2.b. Marca de especialidad y paréntesis etimológico La fórmula introductoria que incluye información sobre el origen del término no es muy común. Cuando sucede, la mayoría de las ocasiones se limita a generalizar que proviene de América apuntando que es «voz americana» o «voz india» (en cuyo caso hay que ver la definición para confirmar que se refiere con el adjetivo india o indio a las llamadas Indias occidentales), en otros casos se especifica un poco más. A continuación se presentan algunos ejemplos. Cuerpo de la obra: ACACAHOACTLI (voz antigua mejicana): m. Zool. Especie de alción ó de martínpescador que habita en Méjico en los pantanos […] ACALOTE ((del mejicano acalot): m. Zool. Nombre vulgar, en Méjico, de una especie de chorlito. […] CAUCHO (de cauchí, vocablo indio): m. Bot. y Quím. ind. Materia sólida de gran elasticidad contenida en el jugo silvestre de gran número de plantas. Se llama también goma elástica. Empleada en el Perú desde hace mucho tiempo, no fue remitida á París hasta en 1736 por La Condamine [...] GUABA (voz india): f. Bot. Arbol espontáneo en el Perú y cultivado en los alrededores de Lima […] de la familia de las leguminosas. […] GUAVIYÚ: (voz americana) m. Bot. Arbol abundante en la República Oriental del Uruguay, especialmente en las islas de sus grandes ríos. […] IAPUNA-UAOPÉ (voz brasileña): m. Bot. Sinónimo vulgar empleado en el Alto Amazonas para designar varias especies del género Victoria. MABUYA (del guaraní mabuya, diablo): f. Zool. Reptil del orden de los saurios, suborden de los crasilingües, familia de los ascalabotos. […] 233 PILAR PARDO HERRERO De estas siete voces solo caucho está en el DRAE 1884, aunque el DEHA no lo sigue. De las demás, solamente guaba entrará posteriormente a la lexicografía académica, en el DRAE 1925. Segundo apéndice: CATOTOL (del mej. cacatotol): m. Zool. Nombre de un pájaro de Méjico que se parece al verderón. GUARIMÁN (voz caribe): m. Bot. Arbol americano de la familia de las magnoliáceas, con tronco ramoso de seis á ocho metro de altura […] GÜIRA (voz americana): f. Bot. Arbol tropical de la familia de las bignoniáceas, de cuatro á cinco metros de altura, con tronco torcido y copa clara […] De este fruto, que lleva el mismo nombre del árbol, aprovechan la corteza los campesinos de América, para tazas, platos, jofainas, etc., según su tamaño. TACAMAHACA (del mej. tecomahiyac?): f. Bot. TACAMACA. Las voces de este apéndice que tienen el paréntesis siguen todas al DRAE 1899, en ocasiones con pequeños cambios en la redacción. La excepción es catotol, que no está allí ni entrará en el diccionario académico. Lo que añade el DEHA a la definición del DRAE es la abreviatura de especialidad. 2.4.2.2.c. Información dada en la definición En la mayoría de los casos el lugar del artículo que indica la restricción del uso a América, o el origen de la voz, es la propia definición. La relación con el uso americano de la voz en la definición es el procedimiento más común en el cuerpo y los apéndices. A continuación se presentan algunos ejemplos (véanse otros en Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa). Cuerpo de la obra: ABABAN: Bot. Es el nombre vulgar dado en el alto Paraná, hasta las cercanías de la ciudad de Corrientes, en la República Argentina, á un arbolillo silvestre [...] Esta legumbre es comestible entre los indígenas que la usan ya cruda, ya cocida. ARUÉ, ARUERA ó AHUE: m. Bot. Arbol originario del Uruguay, muy frondoso, elevado, de madera blanca y fuerte como el guayabo; rechaza toda vegetación en sus alrededores y daña instantáneamente al que se cobija bajo su sombra, produciendo sopor y aniquilamiento, que suelen ser fatales. Los indígenas lo miraban con terror supersticioso, y los mismos paisanos actuales lo temen con exageración. BRAGUETILLA: f. Min. Horno tosco usado antiguamente en América para la fundición de minerales de plata. Consistía esencialmente en un pequeño hoyo abierto en el terreno con un ligero revestimiento de mampostería. JAMAREN: m. Bot. Nombre caribe de la especie Jatropha multifida, […] MACHÍN: m. Zool. Nombre vulgar con que es conocido en el Sur de América el Cebus capucinus, llamado también capuchino por la barba que le adorna, y sai, voz que viene de la lengua guaraní y que quiere decir habitante de los bosques. […] NIORMO: m. Bot. Nombre vulgar con que designan en la América central, y más especialmente en la Nueva Granada, una especie de planta que pertenece á la familia de las Leguminosas, […] ― PATILLA: Bot. Nombre vulgar con que se conoce en América una planta […] llamada en España sandía. 234 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL PUNA: Geog. Nombre común en la región andina á los territorios montañosos y elevados, con altas mesetas y llanuras onduladas. Es palabra quechúa, que significa, según unos, región alta; según otros sensación penosa, aludiendo á la molestia que se siente al respirar en grandes altitudes. […] QUINCHAMALY: m. Bot. Nombre vulgar chileno de una planta […] SANTOPALO: m. Farm. Nombre vulgar americano con que se conoce el rizoma de una planta […] Este rizoma se emplea en Terapéutica desde el siglo XVI […] En el Perú emplean este mismo nombre para designar una planta perteneciente á la familia de las Poligonáceas […] Primer apéndice: CACAJAO: Zool. Nombre con que en América se designa una especie de mono […] CULEBRITA CIEGA: f. Zool. Nombre vulgar con que en América se designa á las especies del género Amphisbena, reptiles del orden de los saurios […] HIERBA […] ― HIERBA DE LA BOLSITA: Bot. Nombre vulgar con que se designa en el Perú una planta […] ― HIERBA DE LA GOBERNADORA: Bot. Nombre vulgar con que se designa en Méjico dos especies de plantas. […] Como puede verse en estos ejemplos del cuerpo del DEHA y el primer apéndice, la manera más común de ofrecer la definición es iniciándola utilizando fórmulas oracionales que se repiten, y que suelen ser las que contienen la información sobre el uso de la palabra: «Nombre vulgar dado en» o «con que», «Nombre vulgar [adjetivo gentilicio]», etc. Este tipo de definiciones rompen el principio de economía, del que se habló en 2.3.1.5.c. Las excepciones a este modo de dar inicio a las definiciones de voces americanas marcadas con abreviatura de especialidad son muy pocas en el caso de plantas y animales, pero son algo más comunes en las de otras áreas (cf. acal «Mar.», batey «Hist.», braguetilla «Min.», puruay «Filol.»). Segundo apéndice: AMANCAY: m. Bot. Flor del Perú, ordinariamente blanca y muy parecida á la azucena. CHOLOQUE: m. Bot. Arbol americano que produce unas bolas de color obscuro, con las cuales juegan los niños. Su corteza se utiliza como jabón. GOMBA: f. Mús. Baile paraguayo, de carácter nacional, que toma su nombre del instrumento con que se acompaña, especie de tronco hueco, en forma de barrica, cubierto con una membrana recia y muy tirante, que se percute con ambos puños, ó utilizando unos palillos. El baile de la gomba remóntase á las épocas primitivas de los guaraníes, primeros pobladores del Paraguay. Sólo las paraguayas bailan la gomba, dando vueltas y agitándose de manera extraordinaria. HUAILACA: m. Mús. Flauta mejicana primitiva de punta, provista de cinco agujeros. Es de una sola pieza y el tubo es de hueso. *MANGLE: Bot. ― MANGLE BLANCO: Arbol americano de la familia de las verbenáceas, muy corpulento, con hojas semejantes á las del peral […] SEJE: m. Bot. Arbol de la América Meridional, muy semejante al coco, […] Estos ejemplos permiten notar una diferencia interesante entre el cuerpo del diccionario y el primer apéndice con respecto al segundo, y es que en el primer grupo la definición suele adoptar una forma metalingüística («Nombre vulgar peruano» / 235 PILAR PARDO HERRERO «Nombre con que en el Perú»), seguida de la descripción de la planta o animal, mientras que en el segundo apéndice la definición se dirige más directamente al objeto en sí («Flor», «Árbol») e incluye la referencia geográfica como parte de la definición («de la América meridional», «americano»). En los casos de palabras de otros ámbitos también suele ser así, como se observa en gomba y huailaca. Evitar la forma perifrástica ahorra espacio, pero además otorga objetividad. No utilizar la categoría de uso «vulgar», tan común en el resto del DEHA, resulta acertado pues evita que se pueda entender por ello que la palabra no es precisa o que solo se usa en el ámbito popular, cuando en realidad los nombres de plantas, animales, instrumentos, etc., propios de América son comunes a toda la población de la zona a que corresponda la voz. En lo que se refiere a las voces que designan grupos indígenas, la definición, naturalmente, no funciona como la de las plantas o animales. La introducción de estas palabras en el grupo de americanismos, que sirven en este caso para denominar una comunidad, es posible porque en el artículo se menciona el lugar en que viven, o vivían, siendo esta información la que da pie a la asignación. Usualmente el artículo inicia: «Tribu indígena […]», «Tribu de […]», «Tribu aborigen de […]», «Pueblo indígena de […]», «Pueblo de […]», «Indígenas de […]», etc., seguido de información sobre la ubicación. Algunos ejemplos en el cuerpo de la obra son: AYMARAS ó AYMARAES: m. pl. Etnog. Pueblo indígena de la América meridional […] CHOLONES: m. pl. Geog. Tribu salvaje que habita en las orillas del Huallaga, entre los distritos de Tingo María y Pachiza, Perú. […] GUAICURUS ó GUAYCURUS: m. pl. Etnog. Indígenas de la América meridional. TICUNAS: m. pl. Etnog. Indios salvajes del Perú. […] YACANAS: m. pl. Etnog. Pueblo de la isla de la Tierra del Fuego, Rep. Argentina y Chile. En la presentación de estos grupos también es de tener en cuenta el hecho de que aparezca la palabra casi siempre en plural, como si cada uno de los miembros no existiera sin los otros. Usando el plural es como entran también, por ejemplo, las familias botánicas (cf. anemoneas, aroideas) o las clases animales (cf. briozoarios). Asimismo, es destacable que de todas las denominaciones que se han ubicado en el DEHA (170), ninguna estuviera en el DRAE previo a la publicación. Hay que decir, sin embargo, que esto no significa que en el DRAE no se encuentre ninguna voz para los individuos de grupos indígenas. Sí las hay, aunque no en gran cantidad, pero no están marcadas y además aparecen como adjetivos y en singular, por ejemplo: araucano, na; 236 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL yucateco, ca y yumbo, ba en el cuerpo o tamanaco, ca en el segundo apéndice. En los cuatro ejemplos dados, el DEHA toma la voz del DRAE (las del cuerpo del DRAE 1884 y la del segundo apéndice del DRAE 1899). En araucano y yucateco, el DEHA ofrece además un artículo enciclopédico que sí se marca con la abreviatura «Etnol.». Del conjunto de voces que recogen grupos indígenas americanos con marca de especialidad, un 26,5% (45) entrarán más adelante y 73,5% (125) no. Algunos ejemplos de estas voces son (véanse otros en Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa): abipones (DRAE 1914 abipón) andaquis aucas (DRAE 1925 auca) guamos guarayos (DRAE 2001 guarayo) ocoles panches petenes tlaxcaltecas (DRAE 1970 supl. tlaxcalteca) zapotecos jarayes (Ap. 1º) charcas (Ap. 2º) (DRAE 1925 charca) quimbayas (Ap. 2º) tapes (Ap. 2º) (DRAE 1970 tape) uros zamucos Un último grupo de americanismos en el DEHA, el más difícil de completar pero que haría que crecieran los testimonios, es el que está conformado por voces que se localizan dentro del discurso de artículos enciclopédicos (Pardo Herrero / Garriga 2010 en prensa). Sirvan como ejemplo las siguientes voces del cuerpo del diccionario: AZÚCAR: […] En las Antillas las calderas, en número de tres, y más generalmente de cinco, so de fundición y raras veces de cobre. Todas están calentadas por el mismo hogar, recibiendo su conjunto el nombre de trenes. La primera, más amplia que las restantes, se denomina granda ó paila de recibo; […] segunda caldera, llamada limpia, […] tercera, denominada brillante […] Viértese el zumo en la cuarta llamada de jarabe […] y por último se recibe en la quinta, denominada batería, a causa del ruido que al hervir produce el líquido muy concentrado. AHUITZOTL: Biog. Octavo emperador de Méjico, que reinó de 1486 á 1502. […] Sus buenas disposiciones como gobernante fueron oscurecidas por su excesiva crueldad, habiendo hecho ésta tal impresión en sus contemporáneos, que la transmitieron á las generaciones siguientes hasta la presente, y es como proverbio en Méjico para indicar que alguno causa gran molestia, decir: fulano es ahuizote. JAGUAR […] ― JAGUAR: Zool. […] El nombre jaguar se deriva de la lengua de los guaranís, que llaman al animal jaguaretí, es decir, cuerpo de perro. […] PROSCOPIA (del gr. πρό, delante, y σκοπέω, yo miro): f. Zool. […] en el Sur de América son bastante conocidos por su forma extraña, y se les designa con el nombre de Caballos de palo. TAPIR: m. Animal cuadrúpedo, de la magnitud de un muleto, que se cría en la parte occidental de la América meridional. Tiene la cabeza gruesa, prolongada con una especie de trompa, que encoge y alarga á su arbitrio […] Se domestica fácilmente, y su carne es apreciada de aquellos naturales. […] [al tapir pinchaque, en el Perú] [l]os indios, que le cazan con frecuencia, le dan el nombre de vaca de monte. A partir de la observación del corpus de palabras con marca de especialidad que se han visto hasta aquí, puede afirmarse que en su mayoría las voces proviene de lenguas amerindias, lo cual es natural dado que no habiendo estas plantas y animales en 237 PILAR PARDO HERRERO el mundo hasta entonces conocido, lo que hace el castellano en vez de inventar nombres es adaptar aquellos asignados en las distintas lenguas por los habitantes de la zona. Algunas, sin embargo, son palabras españolas con un nuevo sentido (abogado ‘árbol’, tijereta ‘ave palmípeda’), palabras similares a una ya existente en la lengua castellana (acetunillo ‘planta’) o derivadas (palmillo ‘planta’), compuestos a partir de palabras españolas (matamuchachos ‘planta euforbiácea’, ortiga encarnada ‘planta’) o compuestos a partir de palabras españolas y americanas (aceite de canima ‘bálsamo de copaiba’, jiquicillo de costa ‘planta’). La principal conclusión que considero que se desprende del grupo de voces con marcas de especialidad es que, como ha podido verse, la mayoría de ellas no son en verdad tecnicismos, son voces comunes americanas o de una región determinada que hacen parte de un ámbito cotidiano. De su especificidad se desprende, cabría pensar, que la gran mayoría no hayan sido consideradas en la lexicografía académica hasta hoy. Apenas algunas, que no se refieren a la fauna y a la flora ni a los grupos indígenas, podrían ser consideradas realmente como americanismos de especialidad, como las voces de minería o ferrocarriles. La utilidad que pudo tener esa marcación para el público del DEHA que ignoraba la realidad americana es hasta ahora desconocida, sin embargo su uso es muy interesante a nivel lexicográfico pues pone sobre la mesa el problema de las indicaciones que debe o no ofrecer un diccionario y cómo debe hacerlo. Por otro lado, este grupo de voces con marca de especialidad, en el que una gran parte no proviene del DRAE 1884 ni 1899, resulta fundamental, pues es complemento de la imagen de América, que no puede considerarse completa solamente con el vocabulario general claramente asignado al habla española común en América. 2.4.2.3. Fuentes del vocabulario americano del DEHA El trabajo sobre este aspecto realizado hasta ahora no permite determinar para cada una de las voces cuál fue la fuente utilizada. Por la dificultad para establecer las fuentes del vocabulario marcado como de especialidad, particularmente de fauna y flora, así como de grupos indígenas, en este apartado me centraré únicamente en el grupo que se ha denominado de lengua general, tratado en el apartado 2.4.2.1. Sobre estas voces sí es posible realizar importantes consideraciones. Dado que el cuerpo del DEHA sigue al DRAE 1884 en gran parte para su nomenclatura y definiciones, es comprensible que este repertorio sea la fuente principal 238 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL de americanismos, como ya lo mencionaba Gutiérrez Cuadrado (1994: 278-279). Esto es especialmente cierto en el caso del grupo de las voces comunes, como puede verse en el Cuadro 8. En el caso del cuerpo de la obra se observa que un 71,2% son voces o acepciones que están en el DRAE 1884, el cual se reproduce en la mayoría de casos. En el segundo apéndice esto cambia radicalmente, cayendo el porcentaje a 19,8%. Aunque cabe señalar que en las voces que se han contemplado en los grupos de paréntesis etimológico o en el grupo de voces sin marca ni paréntesis etimológico la fuente principal sigue siendo la Academia, en esta ocasión el DRAE 1899, con un 55,5%122. De las voces comunes que no provienen del DRAE, la misma lista de donde se extrajeron las obras enciclopédicas listadas en 2.4.1. ofrece títulos que habrían de servir como fuente [M. y S. Pagés (30/03/1886)]: Cuervo – Apuntaciones sobre el lenguaje bogotano Diccionario de voces cubanas Diccionario de chilenismos Gutiérrez Cuadrado (1994: 279) comprueba con catas reducidas el uso del Diccionario provincial, casi razonado, de voces y frases cubanas (18754) de Esteban Pichardo y del Diccionario de chilenismos (1875) de Zorobabel Rodríguez. De este último Prieto García-Seco (2009: 541) confirma también el uso a través de las voces acumuchar y achamparse. Hay que decir, sin embargo, que la utilización de la obra de Rodríguez, reflejada en las palabras marcadas con la abreviatura correspondiente a Chile (Prieto García-Seco 2009: 541), es constante en la letra a del cuerpo del DEHA pero a partir de ahí deja de serlo, viendo apenas alguna palabra más adelante, como fritanguera ‘mujer que fríe distintos alimentos para la venta pública’. En el apéndice segundo vuelve a ser utilizado en algunos casos como s.v. leso ‘necio’. Ejemplos en el cuerpo del DEHA de voces que aparecen en el diccionario de Zorobabel Rodríguez son los siguientes: AMACHAMBRARSE: Chil. AMACHINARSE. AMACHINARSE: r. Chil. AMANCEBARSE. AMANSADOR, RA […] ― AMANSADOR: m. Chil. Domador, picador. AMARRA […] ― AMARRA: Chil. Operación de amarrar ó atar las parras á los rodrigones después de podadas. AMASANDERÍA f. Chil. Tahona o panadería pequeña, generalmente dirigida por mujeres. AMASANDERO, RA: adj. Chil. AMASADOR. 122 Debe decirse que aunque el DEHA usa en su segundo apéndice el DRAE 1899 para americanismos, no incluye todos, quizá por error o quizá por omisión voluntaria, pues vemos que por ejemplo las voces marcadas como de América acholado ‘con la tez del color del individuo llamado cholo’, barchilón ‘enfermero de hospital’ y cabildante ‘individuo de un cabildo’, o la voz con etimología quechua cuarongo, del suplemento de dicho DRAE, no están en el DEHA. 239 PILAR PARDO HERRERO De otra parte, se tiene como fuente lexicográfica la obra de Rufino José Cuervo Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (1867-1872). Como en el caso de Zorobabel Rodríguez, esta obra de Cuervo se utiliza principalmente en la letra a del DEHA, bien haciendo referencia a Colombia o específicamente a la ciudad de Bogotá —esto, como otros casos referidos al inicio de la obra, podría explicarse por la participación de Benot al comienzo del DEHA. Ejemplos provenientes de las Apuntaciones de Cuervo en el cuerpo del DEHA son: ABALEAR […] ― ABALEAR: v. a. (americanismo) En Colombia se usa por fusilar (verbo formado de bala, como de palo, apalear). ACATAR […] ― ACATAR: prov. Bog. (Vulgarismo, por) ACERTAR. ACHAJUANARSE: r. Colomb. Tratándose de las bestias, ENCALMARSE. ACHUCUTARSE: r. Colomb. Abatirse, acoquinarse. AGRIERA: f. Colomb. (Vulgarismo por) Acedía, indisposición del estómago causada de haberse acedado o agriado la comida. U. m. en pl. AHUNCHE: m. Colomb. Residuo, desecho. ALAR […] ― ALAR: Colomb. (Empleo abusivo de esta palabra por) Acera de calle, como sitio resguardado de la intemperie por los ALARES ó saledizos. ALFAJÍA […] ― ALFAJÍA: Colom. Cerco ú orla de madera con que se ciñen los poyos, escalones, y otras obras de albañilería, para evitar que con el roce continuado se desmoronen. ALGOTRO, TRA: pron. indet. Colom. Algún otro, alguna otra persona.123 ALTIPLANICIE (de alto y plano): f. Colomb. Llanura más ó menos extensa que hay en la cumbre de una altura; meseta. ALZAFUELLES: com. fam. Colomb. Soplón, fuelle. ― ALZAFUELLES: fam. Colomb. Adulador, lisonjero. ANCHAR: And. y Colomb. ENSANCHAR. ANDAREGUEAR: n. Colomb. CAZCALEAR. CANTADURA DE MISA: Llaman así en Bogotá á la MISA NUEVA. En el segundo apéndice: CUCARRÓN: m. Amer. Escarabajo.124 Otras fuentes de vocabulario americano, ya no en el cuerpo de la obra sino en el segundo apéndice, son Jorge Isaacs, Daniel Granada, Ricardo Palma, y Tobías Garzón, que presento en este orden siguiendo la cronología de la obra de cada autor que utilizaría el DEHA. La obra más conocida del colombiano Jorge Isaacs (1837-1895), la novela María (1867), sirve como autoridad en el segundo apéndice del DEHA, por ejemplo Esta palabra entra al DM 1927 como barbarismo, que es como aparece también en el DM 1950 y en el DM 1983; en el DM 1989 tiene el asterisco (*) que señala las «incorrecciones». Al entrar en la 21.º edición del DRAE, de 1992, y hasta hoy, ya no aparece como barbarismo. En este ejemplo el DEHA se presenta como abierto a las variantes de un modo muy claro, es decir, una cosa es incluir palabras de uso en América, pero incluir un pronombre como este y no decir que es incorrecto es darle valor a la variación dialectal, claro, con la autoridad que significa Cuervo. 124 Esta voz está en Cuervo, pero también la vemos en Zerolo (1895), que es de suponer que la saca del libro del colombiano. El DEHA, pues, pudo seguir a Cuervo, pero también podría haber seguido a Zerolo. 123 240 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL s.v. cabiblanco ‘cuchillo’, s.v. cagüinga ‘mecedor’, marcadas como americanismos, se presenta en cada una una cita de esta obra. Allí la referencia es simplemente el apellido del autor, pero la proveniencia puede comprobarse rápidamente gracias a las versiones digitales de la obra con que se cuenta hoy. Ese uso de Isaacs como autoridad da pie para pensar que sirvió también como fuente léxica. Teniendo en cuenta que al final de la obra Isaacs ofrece un «Vocabulario de los provincialismos más notables que ocurren en esta obra» y que algunos americanismos del DEHA especifican entre paréntesis el uso en Cauca (Colombia), donde suceden las acciones principales de la novela, se manifiesta como muy probable que este glosario sirviera de fuente (Pardo Herrero 2011)125. Esto es posible comprobarlo con algunos ejemplos. Isaacs CABI-BLANCO o BELDUQUE: Cuchillo de cintura. DEHA CABIBLANCO: m. Amer. Cuchillo que se lleva al cinto. Bruno [falta coma] doblados sobre los hombros los paños de su mana [sic por ruana] de hilo, calzón de vistosa manta y camisa blanca aplanchada, y un CABIBLANCO nuevo á la cintura… ISAACS CAGÜINGA: f. Amer. (propio de Cauca, de Colombia). Mecedor. Salió á poco de la cocina… empuñando en la mano derecha una CAGÜINGA. ISAACS CANSERA: f. Amer. Tiempo perdido. Nada, señor… si es CANSERA, el tiempo está de lo pésimo. ISAACS CARRASCA: f. Amer. Instrumento músico de negros, consistente en un bordón que se raspa á compás de un palillo. CAGÜINGA: Mecedor. CANSERA (ES): Es perder el tiempo. CARRASCA: C. Instrumento músico de negros: bordón muesqueado de chonta que se raspa a compás con un palillo. Hay otro autor que tiene presencia en la nomenclatura, sin marca diatópica, por un trabajo lexicográfico muy similar al de Isaacs. Se trata de José María Pereda. Este autor español, realista y costumbrista como Isaacs, es utilizado como autoridad, pero también como fuente léxica. Esta afirmación se desprende de encontrar en la voz *cinglar (tomo 26), tras la definición, un paréntesis que tiene el apellido «(PEREDA)». Al consultar su obra se encuentra que en uno de sus textos más conocidos, Sotileza, del año 1885, incluye al final un vocabulario con el título «Significación de algunas voces técnicas y locales usadas en este libro para inteligencia de los lectores “profanos”». Una de esas voces es cinglar, definida como en el DEHA. Puede haber otras voces del DEHA sacadas de esta fuente, cuestión que habría de estudiar más extensamente. Aquí simplemente apunto este dato para poder ir completando poco a poco las fuentes que el DEHA utilizó. En Pardo Herrero (2011) se hace referencia a otro autor colombiano utilizado en la nomenclatura del segundo apéndice del DEHA, así como autoridad, para voces con la marca «Amer.»: Gregorio Gutiérrez González. 125 241 PILAR PARDO HERRERO En el caso de Daniel Granada (1847-1929), hay un ejemplo seguro del uso de su obra más conocida, Vocabulario rioplatense razonado (18902), s.v. ñandutí, donde, excepcionalmente, se menciona la fuente. Dice la entrada: ÑANDUTÍ (del guaraní ñánduti, araña blanca): m. Amer. Tejido que imita el de cierta telaraña, primitivamente trabajado con mucho primor y delicadeza por las mujeres del Paraguay, y hoy generalizado en todo el Río de la Plata. Hácense con él pañuelos, toallas, almohadones, colchas y otras piezas semejantes. (D. Granada, Vocab. rioplatense.) Otras voces, sabiendo que se usó en la que se acaba de citar, podrían rastrearse como provenientes de esta misma obra también en el segundo apéndice. A continuación presento algunos ejemplos en que pese a las modificaciones que pueda haber con respecto a la redacción de Granada, su utilización aparece como muy posible, máxime considerando que son palabras o acepciones no contempladas por el DRAE 1899 y relacionadas con las actividades más distintivas de esa zona de América, la ganadería y los caballos. Cabe decir también que las cinco voces que se presentan fueron aceptadas en la lexicografía académica: en el DRAE 1914 apealar y apero, y en 1925 aparte, arreador y bagual. Vocabulario rioplatense razonado (18902) APARTE, m.―Operación que consiste en separar de entre el ganado que pasta en un campo los animales que resulten pertenecer al que pide rodeo. Voz de uso común, autorizada por los Códigos Rurales del Río de la Plata. APEALAR, a.―Enlazar de las manos un animal para derribarlo […] APERO, m.―Recado de montar propio de un hombre de campo, más lujoso que el común, particularmente si está chapeado. ARREADOR, m.―Especie de látigo, que usan los troperos, carretilleros, etc. […] DEHA APARTE: m. Amér. Operación de separar el ganado. APELAR ó PIALAR: a. Amér. Trabar de las manos un animal para derribarlo. APERO: m. Amer. Conjunto de arneses que sirven para ensillar un caballo. Cuando es el lujo y con chapas de plata se llama chapeado. ARREADOR: m. Amer. El que arrea el ganado, y el látigo con el que lo arrea. BAGUAL, la, adj.―Dícese del caballo ó yegua salvajes, ― del caballo ó yegua muy bravos, ―del caballo ó yegua muy matreros, ―del caballo entero― y del potro, cuando lo están domando. U. t. c. s. ―Dícese asimismo de toda clase de ganado salvaje, particularmente del vacuno […] BAGUAL: f. Amer. Caballo salvaje, muy bravo, ó que sólo ha recibido la primera doma. Ricardo Palma (1833-1919), con sus Tradiciones peruanas, aparece en la lista de obras ya citada. Pero el trabajo utilizado para el segundo apéndice del DEHA es Papeletas lexicográficas (1903). Esta obra tiene como propósito ofrecer voces que para el autor peruano hacen falta en el diccionario académico. El DEHA, al incluir voces de este libro, toma la delantera en revisar las propuestas de Palma en España, y acepta 242 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL como buenas muchas para incluirlas en su apéndice. Algunas de esas voces del segundo apéndice provenientes de la obra de Palma se presentan a continuación junto con la entrada ofrecida por el autor peruano para evidenciar su uso. Papeletas lexicográficas (1903) Calabozazo — En los colegios y en los cuarteles es sufrir la pena de ser encerrado en el calabozo. Catarriento, a — Este adjetivo americano es el que expresa bien que una persona sufre habitualmente de catarro. […] Despapucho — Sandez, disparate, tontería. Este vocablo, muy generalizado hoy, era ya corriente en el siglo XVII. ― Juan de Caviedes, en su Diente del Parnaso, escribía en Lima por los años 1690: Perdonen al autor las infelices, si, en punto á pecatrices, no hay salvedad que hacer; que estas sirenas son buenas y muy buenas (y al decirlo no digo un despapucho) para quince minutos, cuando mucho. Tal vez no sea despapucho un americanismo sino un vocablo que nos vino de España, como aplomo y atrenzo recientemente incorporados al Léxico. Huaico — (Del quechua) Colosal masa de peñas que las lluvias torrenciales desprenden de las alturas de los Andes y que, cayendo en los ríos, produce el desbordamiento de las aguas. No hay voz castellana equivalente á huaico. Papal — Que en los países donde se conoce la papa con el nombre de patata se llame patatal al terreno sembrado de patatas, me parece muy correcto; pero no que en Chile, en Bolivia, en el Perú, en el Ecuador, Paraguay y otras repúblicas, donde llamamos papa á la patata, salgamos con patatal. Nosotros llamamos papal (con perdón de Su Santidad) al campo en que siembra y cultiva la papa. DEHA CALABOZAZO: m. Amer. Pena de calabozo, en los colegios y cuarteles. CATARRIENTO, TA: adj. Amer. Se dice de la persona que sufre un catarro pertinaz ó crónico. U. t. c. s. DESPAPUCHO: m. Amer. Sandez, necedad, tontería. … en punto á pecatrices no hay salvedad que hacer, que estas sirenas son buenas y muy buenas (y al decirlo no digo un DESPAPUCHO) para quince minutos, cuando mucho. JUAN DE CAVIEDES. HUAICO: m. Amer. (del quechúa). Masa de peñas que las lluvias torrenciales desprenden de las alturas de los Andes, y que al caer en los ríos produce el desbordamiento de las aguas. PAPAL: m. Amer. Campo en que se cultiva la papa. Por último, Tobías Garzón (1849-1914) (Lauria 2007: 4) puede haber sido una fuente del DEHA. Garzón publica en Barcelona en 1910 el Diccionario Argentino ilustrado con numerosos textos para la celebración del Centenario de la independencia de la Argentina (el prólogo esta fechado ese año el día 20 de abril). Ese año corresponde al último volumen del segundo apéndice del DEHA, pero el hecho de que encontremos en el DEHA voces propias de la Argentina que están en esa obra y, además, las mismas citas, hace pensar que los editores, al menos en las últimas letras del DEHA conocieron la obra del argentino y la utilizaron. Cuatro ejemplos que parecen confirmar esta hipótesis de utilización se presentan a continuación. 243 PILAR PARDO HERRERO Diccionario Argentino (1910) OMBÚ. s. f. Arg. Pircunia dioica. Arbol frondoso, elevado, de tronco muy grueso y de hojas medicinales ― purgantes. Alcanza una altura hasta de dieciocho metros. Su madera es liviana y fofa. […] «[…] Van á posarse en el ombú lejano, A cuyo lado mismo El urunday, envuelto en los vapores, Duerme á la sombra el sueño vespertino » (Juan Zorrilla de San Martín; poema TABARÉ; ed. de 1905, pág. 194.) PAJONAL, s. m. Arg. Conjunto de matas de paja. ║ Arg. Sitio poblado casi exclusivamente de estas matas.―«Terreno en que abunda la paja», según el Sr. Ricardo Palma; acep. con que ha introducido la R. Acad. este nombre en el suplemento de su Dicc. de 1899, como voz del Perú. […] «Tiemblan los amarillos pajonales, Y brillan las tacuaras, Y, entre los cardos secos y caídos, cruzan la lagartija y las iguanas.» (Juan Zorrilla de San Martín; poema TABARÉ; ed. de 1908, pág. 187.) PAYADA. s. f. Arg. Acción y efecto de payar. ║ Payada de contrapunto. Arg. La que sostienen dos payadores, alternando á competencia. El semanario CARAS Y CARETAS, de Bs. Aires, de 23 de abr. de 1904, trae un hermoso cuadro alegórico de payadores con este título: « Payada de contrapunto ». « ¡Pobrecitas las criollas enamoradas de los hermosos gauchos dominadores, esos que con los lauros de las payadas bordaban la corona de sus amores! » (V. French Matheu; «Los vencidos»; en LA PRENSA, de 20 de sept. de 1905.) PAYADOR, s. m. Arg. Trovador popular y errante, que canta, acompañándose en la guitarra, improvisando coplas, por lo regular á competencia con otro, ó de contrapunto, como vulgarmente decimos en este país, midiéndose entre ambos competidores su numen versificador en una especie de diálogo, en el que, con mucha frecuencia, suelen arrancar estruendosos aplausos de los circunstantes el ingenio y agudeza de los cantores y la prontitud y espontaneidad con que el uno contesta victoriosamente á las chuscadas del otro. — En Chile, payador significa lo mismo que en la Rep. Arg., así como payar (véase este verbo), según la relación que hace el Sr. Zorobabel Rodríguez en su DICCIONARIO DE CHILENISMOS ; pero la acción y efecto de payar es, en nuestro país, payada, voz que parece no usarse en Chile : ignoro si corre en alguna parte, entre nosotros, como allá, paya ó payadura. La R. Acad. trae pallador, con //, siguiendo á varios autores que han escrito así esta palabra ; pero le da una acep. que difiere en algo de la chilena y argentina; hela aquí: «Pallador. (Del quichua DEHA OMBÚ: m. Bot. Arbol de la América meridional, de la familia de las fitolacáceas, con la corteza gruesa y blanda, madera fofa, copa muy densa, hojas alternas, elípticas, acuminadas, con pecíolos largos, y flores dioicas en racimos más largos que las hojas. Van á posarse en el OMBÚ lejano, á cuyo lado mismo el urunday, envuelto en los vapores, duerme á la sombra el sueño vespertino. J. ZORRILLA DE SAN MARTÍN. PAJONAL: m. Amer. Terreno en que abunda la paja. Tiemblan los amarillos PAJONALES, y brillan las tacuaras, y, entre los cardos secos y caídos, cruzan la lagartija y las iguanas. J. ZORRILLA DE SAN MARTÍN. PAYADA: f. Acción y efecto de payar. ¡Pobrecitas las criollas enamoradas de los hermosos gauchos dominadores, esos que con los lauros de las PAYADAS bordaban la corona de sus amores! V. FRENCH MATHEU. – PAYADA DE CONTRAPUNTO: La que sostienen dos payadores, alternando á competencia, midiendo su numen versificador en una especie de diálogo. PAYADOR: m. Trovador popular, que canta, acompañándose en la guitarra, coplas improvisadas. Cesó la lucha, en honor de un solo nombre bendito, que aquel grito era este grito: «¡Santo Vega, el PAYADOR!» RAFAEL OBLIGADO. 244 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL paella, campesino.) m. Coplero y cantor popular y errante, en la América del Sur. » […] «………………………….. Cuando un grito de repente Llenó el campo, y al clamor Cesó la lucha, en honor De un solo nombre bendito. Que aquel grito era este grito: « ¡Santos Vega, el payador! » (Rafael Obligado; SANTOS VEGA, el alma del payador.) […] De estas cuatro voces, las definiciones de ombú y pajonal se toman del DRAE 1899, no así las citas, que aparecen en Garzón. Las definiciones de payada y payador sí parece que son de Garzón, junto con las citas; estas dos palabras ―así como la forma payador de contrapunto― entran al DRAE 1914. Los ejemplos de los siete autores (Pichardo, Rodríguez, Cuervo, Isaacs, Granada, Palma y Garzón) que se han ofrecido permiten conocer un poco más cómo los editores del DEHA incorporaron el lenguaje americano a la obra, especialmente en el caso del segundo apéndice, que es el que contiene una mayor cantidad de voces que no provienen del DRAE. El caso de Isaacs es quizá el más extraño pues no es reconocido por su trabajo lingüístico sino por el éxito de su novela romántica, que al incluir un glosario de voces provinciales al final da pie para que pueda ser utilizado en el DEHA. Esto revela una carencia de material lexicográfico así como un afán por usar las obras existentes, corriendo el riesgo de poderse interpretar como relleno del diccionario, pues las voces más locales son eso, muy específicas, siendo difícil que el público se identifique con ellas, no solo el peninsular sino también el americano. Pese a ello, este léxico americano más o menos local revela de nuevo ese interés de los editores por contener toda la lengua posible, lo que de paso sirve para promover las ventas en América y, quizá sin una total conciencia, la variación lingüística. Por otra parte, las obras comprobadas como fuente permiten afirmar que quienes confeccionaron el diccionario tuvieron presentes los trabajos hasta ese momento realizados sobre la lengua española propia de América por autores reconocidos, así como obras literarias de escritores considerados como buenos representantes del uso de la lengua española en América. En este sentido, vale la pena mencionar los ejemplos de uso de las autoridades americanas que se encuentran en el segundo apéndice, pues ratifican el uso de la voz en textos escritos. Además de Jorge Isaacs, de quien ya se han 245 PILAR PARDO HERRERO citado ejemplos un poco más arriba, otros escritores, a los que se hizo mención en el apartado sobre autoridades (§ 2.3.3.), se presentan a continuación con una de las entradas en la que aparecen. CORONDA: m. Amer. Arbol de hoja menuda. … como los troncos de los sipós viejos que trepan por los CORONDAS del monte. FERNÁNDEZ MEDINA. CHAJÁ: m. Ave zancuda de la familia de los caunos, de bastante corpulencia, color ceniciento y patas encarnadas, que abunda en las lagunas y ríos americanos. Y lanzan estridentes alaridos los pesados CHAJÁS en las barrancas. ZORRILLA DE SAN MARTÍN. * PAMPA: A LO PAMPA: m. adv. Amer. Según uso ó costumbre de los indios pampas. … y cuando, desde mucho tiempo, se habrá dejado de domar á lo PAMPA, se conocerán todavía claramente los hijos del lazo de los hijos del arado … RICARDO HOGG. PANGARÉ: adj. Amer. Se dice del caballo del color venado, más claro en el hocico y las orejas. Según fama, es el caballo más rápido para la carrera, y el más resistente para largos viajes. PANGARÉ El que nacido zonzo, será siempre zonzo, como será siempre ha nacido. JAVIER DE VIANA. PANGARÉ el caballo que PAREJERO, RA: adj. Amer. – PAREJERO, RA: Aplícase al caballo ó yegua adiestrados en las carreras. U. t. c. s. De pronto, por el sendero que envuelto en la noche está, se ve cruzar, caballero en cansado PAREJERO, al hombre del chiripá. BELISARIO ROLDÁN. PICANAZO: m. Amer. GARROCHAZO. Y viendo que no entraba el arado en el suelo, daba de PICANAZOS al buey sin agotar su sufrimiento. DANIEL BARROS GREZ. PICANEAR: a. Amer. Dar picanazos, hincar la picana. … cuando pasaba PICANEANDO los dos flacos y entecos bueyecitos... PASTOR S. OBLIGADO. * PICAR: […] — PICAR: a. Amer. Hacer con el hacha en el arbol [sic] un corte de forma semicircular, para que por su propio peso caiga, al recibir el empuje, por el lado opuesto. Una fila de árboles PICANDO, sin hacerlos caer, está la turba… GUTIÉRREZ GONZÁLEZ. PICAZO, ZA: adj. Amer. Dícese del caballo ó yegua de color obscuro, pero que tiene la frente y los pies blancos. Hacía sus visitas montado en un caballo PICAZO… CARLOS M.ª OCANTOS. 246 CAPÍTULO II. EL DEHA: DESCRIPCIÓN GENERAL PILQUÉN: m. Amer. (de la Argentina). Manta que llevan las mujeres, entre los indios ranqueles. Ambas vestían con lujo, llevando brazaletes de cuentas de muchos colores y de plata, collares de oro y plata, el colorado PILQUÉN (la manta), prendido con un hermoso alfiler de plata. LUCIO V. MANSILLA. * PLANCHAR: n. Amer. (de la Argentina). Estar una joven que concurre á un sarao ó tertulia, sentada y sin que la saquen los jóvenes á bailar. … mejor, así podría PLANCHAR á su gusto, en un rinconcito, sola, pensando en su querida jaquita alazana, que era todo su mundo. G. A. MARTÍNEZ ZUVIRÍA. Acerca de las citas que aquí se ofrecen hay que decir que se ha podido establecer que, salvo las de coronda, chajá y picar (véase nota 125), el resto aparecen en el diccionario de Tobías Garzón, de donde seguramente provienen, pues en algunos casos también se corresponden las definiciones. No obstante todos los apuntes que se han realizado en este apartado sobre el español de América, es aún mucho lo que queda por analizar sobre este vocabulario en el DEHA. Lo dicho en este apartado, por tanto, debe considerarse solamente un primer acercamiento al tema con el propósito de evidenciar su importancia en la estructura general de la obra. 247 CAPÍTULO III EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA CAPÍTULO III EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Al describir el DEHA en el capítulo II, particularmente los apartados 2.2.1.1. y 2.2.2.2. sobre las abreviaturas utilizadas en la obra y sobre la nomenclatura con marca de especialidad, respectivamente, se ponía de manifiesto la relevancia que en la obra tiene la marcación de especialidad y el léxico de especialidad propiamente dicho (véase Cuadro 7 p.158). El carácter abarcador y enciclopédico del DEHA, enmarcado en la gran revolución científica y técnica que caracteriza el último cuarto del siglo XIX y el inicio del XX, permite considerar que la lengua asociada a este contexto es clave en la generación de la obra. Asimismo, la preocupación de los editores por la divulgación científica y el peso dado a los redactores de prestigio en las distintas ramas del saber hacen pensar que en el contenido de la obra se pretende reflejar a través de la lengua el estado del conocimiento y de la sociedad en sus distintos aspectos. El acercamiento en profundidad que se realizará en este capítulo hace necesario dejar claro desde este momento que el contenido del DEHA que ocupará estas páginas se limita al léxico al que se le asigna una marca de especialidad. Se dejan, pues, de lado, los nombres propios y la lengua común, esta última en tanto que compuesta por entradas no marcadas con abreviatura diatécnica. 3.1. PRESENCIA DEL LÉXICO DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA El conteo que se ha realizado para hacer observaciones generales sobre la nomenclatura del DEHA y que se utilizará también en este apartado, corresponde, como ya se ha dicho en la Introducción y en el capítulo II, a un 5% en el caso del cuerpo del diccionario y el primer apéndice y a un 10% en el caso del segundo apéndice. De ese vaciado de información provendrán también los ejemplos de voces con definición que se presentarán en este apartado. La diferencia en el porcentaje revisado se debe a la consideración de que en el segundo apéndice hay cambios importantes, por lo que se aludirá a la presencia del léxico científico y técnico en cada parte del DEHA por 251 PILAR PARDO HERRERO separado: cuerpo (§ 3.1.1.), primer apéndice (§ 3.1.2.) y segundo apéndice (§ 3.1.3.), sin perder de vista que son en suma un solo producto. La muestra se restringió solamente a las entradas, a la nomenclatura propiamente, es decir a la voz que da entrada al artículo, sin tener en cuenta las entradillas. Esta decisión hace que el resultado tenga limitaciones, ya que entre las entradillas hay un número importante de acepciones marcadas, en ocasiones consecuencia de trasvases de la lengua común a la de especialidad. Sin embargo es justificado para hablar de la nomenclatura general del DEHA y resulta representativo para comentar cuáles son las marcas, y por tanto los campos, que prevalecen. En el primer apéndice, la revisión solamente a partir de la nomenclatura es fiable ya que la cantidad de subentradas en estos dos volúmenes es menor. Dado que es un apéndice dedicado casi exclusivamente a introducir términos científico-técnicos y nombres propios, la aparición de más de una acepción para los términos es pequeña y si acaso se ven más entradillas en los nombres propios, que aquí no son el centro de interés. En el segundo apéndice, como en el primero, el repaso restringido a la nomenclatura puede considerarse adecuado pues la presencia de entradillas no es mayoritaria, aunque es mayor que en el primero. Priman las voces con una sola acepción tanto en el léxico general como en el marcado con abreviatura de especialidad. Igualmente, el uso de entradillas es más utilizado en el caso de nombres propios. Por último, hay que considerar el hecho de que es en las entradas con marca de especialidad donde hay un mayor aporte léxico del DEHA en ciencia y técnica si se tiene como referencia el DRAE (§ 3.2.). La base numérica de entradas del DEHA sobre la que se realizarán los comentarios de este apartado es, pues, la siguiente: Número de entradas encontrado en la revisión Porcentaje del total 22,27% Cuerpo de la obra (tomos 1 a 23) Entradas con marca de especialidad en el 5% 1.993 Apéndice primero (tomos 24 a 25) Entradas con marca de especialidad en el 5% 269 54,12% Apéndice segundo (tomos 26 a 28) Entradas con marca de especialidad en el 10% 2.393 38% Cuadro 10. Entradas con marca de especialidad en el DEHA 252 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA La inclusión de voces, como se ha dicho, tiene que ver con la pretensión enciclopédica de la obra y su anhelo de contener toda la lengua. En particular la incorporación de las voces de ciencia y técnica también tendría relación con que «[l]os diccionarios de mediados del s. XIX denunciaban en sus prólogos la falta de voces de ciencia y de técnica de que adolecía el diccionario académico» (Garriga 2012a en prensa), lo que, con todo y que aparecían esos diccionarios complementarios, haría que se echara en falta una obra «total», en la que tuvieran cabida las voces, las definiciones y la información propiamente enciclopédica. El DEHA pretende ser esa obra tanto para lo que corresponde a la lengua general, como a la científica y técnica. En cuanto a la última, su inclusión representa una preocupación divulgativa relacionada a su vez con el problema terminológico que implica contenerla y presentarla al público. En el artículo enciclopédico s.v. tecnología (tomo 20), voz que entonces se entiende como ‘tratado de los términos técnicos’, el redactor deja manifiesta la importancia que tiene para las ciencias, artes, industrias y oficios contar con obras que recojan los términos por ellas utilizadas, dice allí: [...] la Tecnología está hoy en un estado naciente; no puede decirse que se haya hecho una clasificación perfecta de conocimientos, por más que todos los días se afanen los hombres de ciencia á conseguirla, á separar la Tecnología de los demás conocimientos, formando una ciencia especial que, abarcando todos aquéllos, sólo estudie sus leyes generales, forme el programa tecnológico y tenga su diccionario de voces que las abarque todas, para que cada ciencia, cada arte, cada industria y cada oficio puedan consultar en él y tomar elementos necesarios al ramo á que se dediquen, siendo como el prólogo necesario de éste. Algunos diccionarios tecnológicos hay, como el de Laboulaye, el de Larouse, el de Arquitectura é Ingeniería de Clairac, aún no terminado, el industrial de Manjarrés, el de Mecánica y Electricidad de Barbat, el de Serrano y la obra que nos ocupa, que tienden á este objeto; con el tiempo se dará á la Tecnología el lugar que le corresponde, con lo que se facilitará notablemente el estudio de los conocimientos humanos. El DEHA se puede considerar una de esas obras, un diccionario tecnológico, que aporta a cada quien la información que su oficio u ocupación le puede demandar, sin excluir por ello su propia curiosidad por otros campos y saberes. En los apartados de este subcapítulo mostraré que la presencia del léxico con marcas de especialidad es fundamental y va de la mano con lo que en el momento de la publicación sucedía con el conocimiento asociado a esos distintos campos presentes en el DEHA. El espacio impide profundizar en el contexto histórico y realizar análisis de cada uno de los ámbitos por separado, por lo que deberé limitarme a comentar lo que considero más distintivo para tener una visión global en lo que concierne al contenido léxico científico-técnico del DEHA. 253 PILAR PARDO HERRERO 3.1.1. El cuerpo del DEHA (tomos 1 al 23) El cuadro que se presenta a continuación recoge la presencia del léxico científico y técnico en la nomenclatura del cuerpo del DEHA. Ahí aparecen los campos que se han visto representados (80) en las voces recogidas en la muestra del 5% (1.993), organizados por el número de entradas (segunda columna) de mayor a menor (si varios campos tienen el mismo número de entradas, estos se organizan alfabéticamente). En la tercera columna se da el número aproximado que habría en el 100% de la obra. En la última columna aparece el portentaje que cada campo representa en el total de la nomenclatura con marca de especialidad. Los campos resaltados en azul son campos que no aparecen entre los contemplados por la Academia en su diccionario de 1884. Campos Bot. Zool. Quím. Paleont. Miner.[o Min. en algunos casos] Etnog. - Etn. Mar. Patol. - Pat. Med. Anat. Fís. Geog. [y ant.] Geol. Hist. ecles. - Hist. ecl. Arq. Farm. Cir. Arqueol. Filol. Incluye si va con Paleog. Hist. Leg. - Legisl. Mús. Carp. Gram. Art. y of. Astron. Fisiol. For. Mil. Min. Terat. Entradas en el 5% 673 494 188 94 64 54 45 39 32 24 24 17 15 15 12 12 11 9 8 8 8 8 6 6 5 5 5 5 5 5 5 100% 13.460 9.880 3.760 1.880 1.280 1.080 900 780 640 480 480 340 300 300 240 240 220 180 160 160 160 160 120 120 100 100 100 100 100 100 100 Participación de cada campo 33,80% 24,75% 9,40% 4,70% 3,20% 2,70% 2,25% 1,90% 1,60% 1,20% 1,20% 0,90% 0,80% 0,80% 0,60% 0,60% 0,55% 0,45% 0,40% 0,40% 0,40% 0,40% 0,30% 0,30% 0,25% 0,25% 0,25% 0,25% 0,25% 0,25% 0,25% 254 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Vet. - Veter. Art. Mil. Fil. - Filos. Pint. Ret. Tecn. - Tec. Terap. Blas. Mit. Opt. Rel. Agrim. Antrop. - Antropol. Arit. Com. Geom. Hidr. - Hid. - Hidrául. His. nat. Impr. Liter. - Lit. Maq. Mat. - Matem. Obst. Oft. - Oftal. Agr. - Agric. Art. Alb. Cant. Const. Cronol. - Cron. Danz. Dióptr. Dro. can. Hig. Hoj. Indument. Ingen. - Ing. Lóg. Mec. - Mecán. Meteor. - Meteorol. Metrol. - Metr. Microg. Numis. Panop. Polít. Taurom. Teol. Tox. - Toxicol. Zootec. - Zoot. Total 5 4 4 4 4 4 4 3 3 3 3 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1.993 100 80 80 80 80 80 80 60 60 60 60 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 39.860 0,25% 0,20% 0,20% 0,20% 0,20% 0,20% 0,20% 0,15% 0,15% 0,15% 0,15% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,10% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 0,05% 100% Cuadro 11. Campos de especialidad en el cuerpo del DEHA 255 PILAR PARDO HERRERO La observación de las abreviaturas encontradas en el cuerpo del DEHA evidencia en primer lugar que hay varias novedades con respecto al diccionario de referencia, el DRAE 1884. Cerca de la mitad, 33 de 80, las resaltadas en azul, no están en la obra académica126. Esto admite poder considerar que en la nomenclatura del DEHA hay una mayor cantidad de vocabulario técnico que en la del DRAE 1884, el cual requiere una división del conocimiento más amplia que la que el DRAE tiene, como repertorio de lengua general, para poder expresarse con más precisión. Las múltiples marcas permiten a su vez guiar con mayor exactitud la temática de los artículos (§ 3.2.). Por otro lado, si se consideran como conjunto todas las marcas es posible agruparlas por temáticas generales, lo que creo que resulta adecuado dadas las cercanas relaciones entre ellas (algunas incluso son parte de una más amplia, por ejemplo, historia eclesiástica estaría dentro de historia). Así, podría hablarse de varios grupos127: Léxico con marcas de ciencias naturales (§ 3.1.1.1.), léxico con marcas de ciencias físicas puras, experimentales y aplicadas (§ 3.1.1.2.), léxico con marcas de ciencias humanas y artes (§ 3.1.1.3.), léxico con marcas de ciencias médicas (§ 3.1.1.4.), léxico con marcas tecnológicas y profesionales (§ 3.1.1.5.). Estos grupos se comentan a continuación en orden, del que tiene más presencia al que tiene menos en el cuerpo del DEHA. 3.1.1.1. Léxico con marca de ciencias naturales Las ciencias naturales reúnen las que podrían denominarse ciencias de la vida, ciencias de la tierra y ciencias del espacio. En el primer grupo, ciencias de la vida, estarían botánica y zoología. En el segundo, ciencias de la tierra, paleontología, mineralogía, geografía (cuando no se refiere a grupos humanos, ni a nombre propios) y geología; y en el tercer grupo, La marca «Alb.» significando albeitería es nueva en el DEHA;, más exactamente el DEHA recupera este campo, eliminado del listado para la edición de 1884. Sin embargo en esta lista no la marco en azul pues la palabra se refiere a un vocablo de albañilería, campo que sí está considerado por el DRAE aunque con la abreviatura «Albañ.». Lo mismo ocurre con esta marca en el 5% revisado del primer apéndice. 127 Los límites al hablar aquí de ciencias naturales, ciencias médicas, etc., son difíciles de establecer de forma definitiva y son, por supuesto, discutibles. Sin embargo son útiles para poder realizar algunas generalizaciones, así como para no perder de vista que los límites entre ellas son difusos y que sus mutuas relaciones tienen en muchos casos consecuencias en su propio desarrollo y estado en un determinado momento histórico. 126 256 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA ciencias del espacio, astronomía y meteorología. También estaría aquí historia natural, campo que reuniría a los dos primeros según como se entendía en ese momento («Descripción de las producciones de la naturaleza en sus tres reinos, animal, vegetal y mineral»). El Cuadro 11 indica claramente que las marcas más abundantes corresponden a este gran grupo de las ciencias naturales, un 67,65% del total128. 3.1.1.1.a. Ciencias de la vida Del gran grupo de las ciencias naturales, solamente dos marcas, las dos de las ciencias de la vida: botánica y zoología, acaparan más de la mitad de las entradas de especialidad con el 58,55%. Ejemplos de voces así marcadas son los siguientes: ABEY: m. Bot. Género de plantas de la familia de las bignoniáceas […] ABG: m. Bot. Nombre que daban los botánicos árabes á la asfodelia, Asphodelus ramosus de Linneo. ABI: m. Zool. Género de insectos himenópteros, familia de los tentredinos […] APLOMIOS: m. pl. Zool. Grupo de infusorios que constituyen un orden que comprende los géneros desprovistos de órganos externos, tales como los colpodos y las mónadas. APTEROCÁRPEAS: f. pl. Bot. Tribu de Poligonáceas caracterizadas por […] BUPRÉSTIDOS (de bupresto): m. pl. Zool. Insectos coleópteros que constituyen una familia del grupo de los pentámeros. […] CACICÁN (de Cacique y Tucán): m. Zool. Ave poco conocida […] El cacicán corresponde, pues, á las aves prensoras, familia de los ramfástidos. […] CRIPTODIBRANQUIOS: m. pl. Zool. Orden de moluscos cefalópodos […] CRIPTOGAMIA (de criptógamo): f. Bot. Clase de plantas del sistema sexual de Linneo, que comprende todas las plantas criptógamas CRIPTOGÁMICO, CA (de criptógamo): adj. Bot. Lo perteneciente á la clase criptogamia ó á las plantas criptógamas. EDEMÉRIDOS (de edemera): m. pl. Zool. Familia de insectos coleópteros heterómeros […] ELÁTERO (del gr., ελατηρ, que mueve): m. Bot. Organo de diseminación de las flores. […] ENDOSPERMO (del gr. ένδος, dentro, y σπερμα, simiente): m. Bot. Sinónimo de albumen. Se aplica de preferencia esta denominación al albumen rodeado por el embrión […] ENDOSPORO (del gr. ένδος, dentro, y σπορα, simiente): m. Bot. Envoltura del esporo. […] ENDOT (voz africana): m. Bot. Arbol saponífero de Abisinia […] ENDOTECA (del gr. ένδος, dentro, y σπορα, simiente): f. Zool. Tercer saco interno en el cual se hallan colocados los productos sexuales de las colonias de las medusas hidroideas. FITOLITA (del gr. φυτον, planta, y λιθος, piedra): m. Bot. Vegetal fósil. Es denominación usada por los autores antiguos. […] FITOLOGÍA (del gr. φυτον, planta, y λογος, tratado, discurso): m. Bot. Sinónimo de botánica. PISATE: m. Bot. Nombre vulgar americano de una planta perteneciente á la familia de las Quenopodiáceas. […] 128 Si se suman los porcentajes de estas marcas dan en realidad 68,55%, pero aquí doy una cifra un poco menor pues con la marca de geografía solo uno de los 17 casos es término relacionado con las ciencias de la tierra: stan ‘voz persa para país’. Los demás son denominaciones de pueblos o tribus. 257 PILAR PARDO HERRERO Al analizar las voces de este grupo se hacen patentes dos razones básicas para que estas dos marcas tengan una presencia tan extendida. 1. Como puede observarse, muchas veces el término corresponde a géneros, órdenes, familias, clases, etc., de plantas o animales, es decir a la taxonomía, a lo que es su clasificación, que con ser tan amplia ofrece gran cantidad de vocabulario. En 1867 y 1892 se celebran los primeros congresos de estas dos ramas, cuyo esfuerzo central era la uniformización de la terminología (Petrecca 1992: 252), dato que puede servir para entender el afán enciclopédico de contener ese léxico restringido, que, aunque en parte podría cambiar al avanzar en el establecimiento de unas denominaciones definitivas, indicaba la actualidad de la obra y el afán por ofrecer todo lo posible sobre el campo. 2. Por otro lado, parte del porcentaje es debido a que buena cantidad de plantas y animales son marcados con abreviatura por no ser comunes, al menos para el público español contemporáneo a la publicación, como ocurre con nombres antiguos, así como algunos americanos (§ 2.4.2.2.) o de otros lugares del mundo. En este grupo también se encuentran adjetivos y sustantivos para caracterizar con precisión algún aspecto o relación entre plantas o animales, así como para distinguir partes de plantas y animales u otros conceptos generales del campo. 3.1.1.1.b. Ciencias de la tierra En el segundo grupo, ciencias de la tierra, hay un 8,7% de voces. El campo más relevante, que se ubica en el cuarto lugar de la lista general, es la paleontología con un 4,7%. La marca de este campo, «Paleont.» es novedosa en la lexicografía española, ni Salvá, ni Domínguez, ni Gaspar y Roig, ni el Diccionario Universal de Astort, ni el DRAE (donde entra en 1925), tienen esta marca. Como campo de especialidad la paleontología es reciente; pese a hallarse fósiles desde la Antigüedad, su estudio científico no se hace tal sino hasta el siglo XIX, en el cual aparecen estudios y estudiosos que la hacen florecer y convertirse en ciencia. En España esta rama también es importante en el XIX, cuando se inicia la labor de conocer el país con mayor precisión a nivel geográfico, geodésico y geológico, dentro de lo cual tiene espacio la perspectiva paleontológica. 258 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Así pues, el DEHA toma la delantera a otros repertorios introduciendo términos paleontológicos. La sección está además a cargo de reconocidos estudiosos: Juan Vilanova y Piera, encargado de Prehistoria en los tomos 1 al 4; Francisco Quiroga y Rodríguez, encargado de Paleontología en los tomos 12 al 14; y Luis de Hoyos y Sáinz, encargado de Geología y Paleontología en los tomos 15 a 23129. Ejemplos de voces con la marca de paleontología son los siguientes: APTICOSO: m Paleont. Género de crustáceos malacostráceos […] Se encuentra en el silúrico superior y en el devónico. APTISO: m Paleont. Género de moluscos gasterópodos de la familia de los nerineidos […] Es propio del terreno jurásico. BRAQUIDIASTEMATERIO (del gr. βραχύς, corto, διάστημα, intervalo, y θήριον, bestia): m Paleont. Género de mamíferos ungulados fósiles, imparidigitazos, de la familia de los bractotéridos. […] CERATOTROCO (del gr. xέρας, cuerno, y τροχος, círculo, anillo): m Paleont. Género de celenterios nidarios antozoarios aporosos, de la familia de los cariofilinos […] EATONIA (de Eaton, n. pr.): f. Paleont. Género de branquiópodos apigios ó testicardinos. […] Comprende especies fósiles en el silúrico superior. ORBITOIDES (del lat. orbis, círculo, y el gr. ειδος, aspecto): f. Paleont. Género de la familia fusulínidos, suborden perforados […] PALEOTÉRIDOS (de paleoterio): m. pl. Paleont. Familia del orden perisodáctilos, subclase monodelfos […] PALEOTEUTIS: m. Paleont. Nombre dado á ciertos fósiles que se atribuyen a mandíbulas de moluscos cefalópodos […] PELECÓPTERO (del gr. πέλεκυς, hacha, y πτερόν, ala): m. Paleont. Se da este nombre á grandes espinas rectas, asimétricas, con surcos longitudinales, […] TAXOCRÍNIDOS (de taxocrino): m. pl. Paleont. Familia fósil del orden de los teselados […] Como puede observarse casi todas las voces proceden de clasificaciones para animales prehistóricos. Como en las voces de botánica y zoología, la importante presencia de este vocabulario es fruto de la gran cantidad de nombres taxonómicos, que por otra parte aumentaban a medida que se conocían más muestras y se sistematizaba la información. De forma similar ocurre con los términos con marca de mineralogía, consistentes básicamente en los nombres de distintos minerales, etc.130, y los de geología, principalmente rocas, capas de la tierra y épocas prehistóricas. 129 En el artículo s.v. geología (tomo 9), posiblemente escrito por Beltrán y Rózpide, se da una lista de los principales estudiosos de esa ciencia reciente («Apenas la Geología cuenta con un siglo de fecha», dice), y entre los españoles menciona a Vilanova y a Quiroga, entre otros, que describe como «pléyade de ingenieros de minas que con sus numerosos e ilustrados trabajos han dado á conocer por completo toda la península»; ambos personajes son, pues, muy importantes. 130 Con los vocablos de este campo hay que tener cuidado pues hay varias ocasiones en que se usa la abreviatura «Min.» ‘minería’ para términos de la mineralogía en tanto que se refieren a minerales y no a objetos, instrumentos, etc. relacionados con la minería como oficio (cf. taquilita, turgita, uraconisa). Resulta, pues, fundamental, tener presente en el análisis de la marca no solo esta si no el contenido del artículo. 259 PILAR PARDO HERRERO 3.1.1.1.c. Ciencias del espacio Este último subgrupo contemplaría dos campos: astronomía y meteorología, con un 0,3%. La única voz de meteorología encontrada en la revisión, bólido, está en el DRAE 1884. Las cinco voces de astronomía de la muestra son todas parte también de la nomenclatura del DRAE 1884. Esto podría entenderse como consecuencia de una creación menor de vocabulario alrededor de esta ciencia, que avanzará enormemente un poco más adelante, ya en el siglo XX, sin embargo debe considerarse también que dada su cercanía con ciencias como la física, la dióptrica o la matemática, es posible que sea en voces con otras abreviaturas de especialidad donde se pueda ubicar información sobre el avance de la astronomía, así como en los artículos enciclopédicos de palabras comunes relacionadas con la materia como s.v. luna, planeta, sol. En estos tres ejemplos la abreviatura para dar inicio al texto enciclopédico es, precisamente, «Astron.». En resumen, la alta presencia de vocabulario de ciencias naturales guardaría relación principalmente con el amplísimo conjunto de términos clasificatorios de estas ciencias. Esa gran cantidad de voces en el DEHA, taxonómicas y de clasificación, sería a su vez consecuencia de la influencia en el espíritu enciclopédico de la obra que debieron tener las obras de historia natural realizadas en el siglo XIX (Battaner / Borràs 2004), entre las cuales dos de las más relevantes fueron publicadas por Montaner y Simón: La Creación. Historia Natural (1872-1876), dirida por Vilanova y Piera, e Historia natural (1891-1895). También pudieron influir los recientes congresos celebrados sobre las especialidades, cuyos temas tratados eran sinónimo de actualidad, así como el conocimiento específico que había aumentado en gran medida gracias a los viajes realizados con ánimo científico en los siglos XVIII y XIX tanto por los continentes hasta ese momento más desconocidos como por la propia Europa. Una cita del libro El río de Wade Davis (2004: 449) acerca de la exploraciones al Amazonas realizadas por los ingleses en el siglo XIX, en las que se hallaron miles de especímenes no conocidos hasta el momento, recoge muy bien el sentimiento de la época hacia los descubrimientos naturales —y su importancia para los cambios que la sociedad vive— los cuales en un texto escrito, como el DEHA, encuentran un recurso esencial de divulgación: Los viajes harían florecer la imaginación de aquellos aventureros [historiadores naturales inspirados por Darwin] e inspirarían en ellos nuevos pensamientos y la materia prima para forjar nuevas teorías de la vida. Y lo que resultó de esas jornadas fue un verdadero hito en la historia de los descubrimientos científicos. La sociedad estaba en un estado de constante cambio, y también la biología, que a su vez influyó en aquella. Una nueva planta americana, la estatigrafía [sic] de una capa de fósiles, el ciclo de vida 260 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA del percebe, un escarabajo hallado en los páramos de Escocia, esos y otros centenares de momentos de iluminación inspiraron la lenta gestación de un conjunto de ideas que haría temblar los cimientos intelectuales y sociales del mundo. Como puede suponerse, el vocabulario marcado como de ciencias naturales que se ha presentado aquí tiene un acceso muy limitado a la lengua común, aunque sí es clave para el especialista y el amateur. Sin embargo, el DEHA sí incorpora tempranamente algunas palabras con marcas de estos campos que más tarde entrarán al diccionario académico, tales como: Año en que entra a la Marca DEHA lexicografía académica Hist. ant. [sic.] DRAE 1914 DH 1933 – DM 1950 – Miner. DRAE 1956 DH 1933 – DM 1950 – DRAE 1956 Geol. Paleont. DM 1927 – DRAE 1970 Geol. DM 1927 – DRAE 1936 Geol. DRAE 1936 Geol. DM 1927 – DRAE 1936 Geol. DRAE 2001 Lema aerobio andesina andesita antropopiteco glaciar pleistoceno pudinga solutrense Marca académica Sin marca131 Mineral. Geol. Sin marca Sin marca Prehist. Geol. Sin marca En el caso de las marcas de botánica y zoología, cuando lo que se ha marcado así son formas vulgares de llamar una planta o animal fuera de Europa, aunque no entren muchas de ellas al diccionario académico, sí hay algunos ejemplos como: Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1925 DRAE 1925 Lema machín olluco Marca DEHA Zool. Bot. Marca académica Sin marca, pero sí diatópica «Colomb. y Venez.» Sin marca, pero sí diatópica «Perú.» 3.1.1.2. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas En este grupo se consideran las voces de los siguientes campos, que apunto por el orden de presencia en el cuerpo de la obra según el Cuadro 11: 131 química física óptica aritmética geometría - matemática dióptrica mecánica micrografía En la entrada de este término se refiere a Pasteur como el hombre que dio el nombre a este concepto. El artículo remite a anaerobio, voz que no aparece en el cuerpo, donde la que sí está en anerobio. La voz anaerobio está en el segundo apéndice y remite a anerobio. Como es de todos conocido, el término que permanece es anaerobio. 261 PILAR PARDO HERRERO Entre estos campos suman un 11,2%. La parte más importante la ocupa la marca «Quím.» con un 9,4%. Por ser la química una ciencia de gran relevancia la trataré de forma particular seguidamente. El léxico de la química, en el tercer lugar de las marcas más usadas, es normal que esté entre los más representados por el desarrollo de este campo, el cual además de vivir quizá su más importante revolución a finales de XVIII con Lavoisier (Kuhn 1975: 98), inicia desde Francia un proceso de institucionalización que tiene consecuencias en España, y así en el lenguaje científico en lengua española132. Teniendo también presente que el primer congreso internacional en que se trató sobre la nomenclatura química se celebró en París en 1889 (González Alcaraz 1991: xxii) con el ánimo de normalizarla (el primero se había realizado en Alemania en 1860), es claro que esas décadas de la segunda mitad del XIX son clave para la creación y difusión de la terminología química. El amplísimo vocabulario que implica dicha nomenclatura, con muchísimos nombres de compuestos, ácidos, sustancias, etc., es el que se quiere presentar en el DEHA. Por su carácter enciclopédico es natural que la obra incluya términos que no pueden estar en un diccionario de lengua común por su restricción de uso, los cuales, sin embargo, en una obra divulgativa de todos los campos resultan necesarios. Ejemplos de este léxico son: BUTIRACÉTICO (ACIDO) (de butiro y acético): adj. Quím. Ácido compuesto de ácido butírico y ácido acético. […] BUTIRALDEHIDO (de butírico y aldehido): m. Quím. Aldehido butírico obtenido por Guekelberger. Le corresponde la fórmula C4H8O. […] ELAYOMETRÍA (de elayómetro): f. Quím. indust. Conjunto de procedimientos empleados para reconocer la cantidad de aceite contenido en un orujo ó en otra materia bruta oleaginosa. Se emplean para ello los instrumentos denomindos elayómetros. ELAYÓMETRO (del gr. ελαιον, aceite, y μετπον, medida): m. Quím. indust. Instrumento que sirve para determinar la cantidad de aceite contenido en las materias oleaginosas. […] ERICANTINA (de erica): f. Quím. Materia colorante amarilla, que se obtiene por la acción del ácido sulfúrico sobre el ácido británico. FEVELLINA (de Fevillea): f. Quím. Principio amargo incristalizable […] HEMIALBUMOSA (del gr. ημι, semi, y albúmina): f. Quím. biol. Derivado de la albúmina que se origina transitoriamente durante la transformación de las materias albuminoides en peptonas bajo la acción de los jugos gástrico y pancreático. […] El artículo enciclopédico s.v. química (tomo 16) presenta de una manera muy evidente el pensamiento de fines del siglo XIX respecto a la forma en que las ciencias, en particular la química, están relacionadas entre ellas, así como lo están también con campos auxiliares como lo son la industria y la tecnología. También se observa la preocupación por «fijar sus límites» y «precisar sus fronteras», lo cual se intenta conseguir en los distintos campos, pese a ser difícil, y es consecuencia básicamente de un razonamiento positivista y netamente científico, usando este adjetivo en el sentido de buscar ante todo la objetividad y la precisión en el estudio. Véanse especialmente las páginas 799-801 del tomo 16 del DEHA. El grupo de investigación Neolcyt ha producido diversos estudios sobre la historia del léxico de la química como Garriga 1996: 419-422, Garriga 1996-97: 61-62, Gutiérrez Cuadrado 2001: 183, que pueden leerse en su página web http://dfe.uab.cat/neolcyt/. Entre otros estudios puede mencionarse también Gutiérrez Rodilla 2008: 100-101. 132 262 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA ILMENIO (de Ilmen, n. pr.): m. Quím. Metal descubierto en una substancia que equivocadamente se llamó itrotantalita, y que no es más que óxido de ilmenio. […] PSEUDOMUCINA: f. Quím. Substancia descubierta por Scherer y estudiada por Hammarsten en las exudaciones hidrópicas y en el líquido encontrado en ciertos quistes del ovario […] XANTOPICRINA: f. Quím. Sustancia amarga y cristalizable en aguas amarillas […] Este tipo de vocabulario, como puede observarse, es muy restringido en sus posibilidades de uso en la lengua general, pero recogerlo es recoger un estado del campo en ese tiempo. Es razonable que una gran parte de este léxico no tenga nunca cabida en diccionarios generales pese a ser utilizado en entornos especializados. Pero también debe tenerse en cuenta que hay algunos términos que no prosperarán. Por ello en parte el DEHA refleja el estado de la cuestión en este y otros campos, pues en las investigaciones y experimentos de ese momento no solo ocurrían aciertos sino que también se producían errores, como el de «inventar» elementos como el ilmenio (Burriel Martí, et al. 2008: 463), que llevan a que el vocablo tenga cabida en el DEHA, aceptando en el artículo que «algunos químicos consideran todavía dudosa la existencia del ilmenio» (tomo 10), y hoy apenas exista esta voz para contar en detalle la historia de la química. De todas formas, además de los nombres de sustancias y compuestos tan específicos, hay términos marcados como de química en el DEHA que sí estaban ya en la lengua culta común (tomados en muchos casos del DRAE; cf. fosfático, ca; fosfato); o que entrarán después, como: Año en que entra a la lexicografía académica DM 1927 y 1950 – DRAE 1936 a 1956 DRAE 1899 DRAE 1992 DRAE 1899 telurio DRAE 1899 Lema elayómetro hidrocarburo hidruro teluro tungsteno Marca DEHA Quím. indust. Quím. Quím. Quím. Quím. Marca académica Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Los otros campos dentro de las ciencias puras, experimentales y aplicadas constituyen solo un 1,8% de la nomenclatura del DEHA. Destaca entre ellos la física, con un 1,2%. A partir de las voces recogidas en el 5% revisado, se observa que este vocabulario reúne importante cantidad de aparatos, instrumentos, así como procesos, ciencias auxiliares y otras denominaciones relacionadas con la física. Limitando el acercamiento a las voces de la física encontradas en el 5% revisado, 24 vocablos, se obtiene que una parte ya estaba admitida en la lengua culta, representada por el DRAE: 263 PILAR PARDO HERRERO Lema aeriforme atractriz catóptrica color densímetro electricidad piróscopo polarizar Marca DEHA Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1803 DRAE 1832 Autoridades 1729 Autoridades 1729 DRAE 1884 DRAE 1803 DRAE 1869 DRAE 1884 Marca académica Quím. Sin marca Sin marca Sin marca Fís. Sin marca Sin marca, piroscopio desde 1899 Fís. Otras nunca harán parte del diccionario académico: acamptota aerificación baroscopio barotermómetro derivador Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. hidroextractor miorama pantelégrafo pasavino termoregistrador Fís. Fís. rec. Fís. Fís. Fís. Igualmente, hay palabras que se adelantan a la Academia: Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1956 DRAE 1899 DRAE 1899 supl. DRAE 1899 supl. Lema nonio piezómetro radiofonía termodinámica voltaje voltámetro Marca DEHA Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Marca académica Sin marca Fís. Sin marca, pero otro sentido Sin marca Sin marca Fís. La presencia de las otras ciencias es menor. Si se tienen como referencia las voces ubicadas en el 5% se obtiene además que apenas una de ellas (poliedrometría con marca «Mat.») no está ya en el DRAE 1884. Así pues, el repaso indica que la presencia de las ciencias físicasm, puras, experimentales y aplicadas en la nomenclatura del DEHA tiene como principal representante a la química básicamente por la inclusión de los nombres de los compuestos, sustancias, etc., conocidos hasta el momento. El vocabulario ya conocido e incorporado por el diccionario de referencia de esta y las demás ciencias tiene cabida en el DEHA (§ 3.3.), el cual hace algunos aportes con palabras que hasta ese momento el DRAE no había contemplado pero que se considerarán más adelante parte de la lengua general culta. Las voces que no prosperarán o cuyo significado cambia son de interés por el aporte que hoy significan a la historia de la lengua de la ciencia, esto último se puede hacer extensible a los demás léxicos de especialidad. 264 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.1.1.3. Léxico con marca de ciencias humanas y artes El grupo de las ciencias humanas, incluyendo artes y letras, contemplaría los siguientes campos (26), que aparecen, en este orden, en el recuento del Cuadro 11 y que suman un 8,4%: etnografía geografía (cuando se refiere a grupos humanos) historia eclesiástica arqueología filología (y paleografía) historia legislación música gramática forense filosofía pintura retórica blasón mitología religión antropología literatura cronología danza derecho canónico lógica numismática panoplia política teología La preponderancia de las ciencias naturales y físicas sobre las ciencias humanas, pese a incluir estas un mayor número de marcas, no resta importancia a los artículos de estos campos. Destaca entre ellos la marca etnografía, en sexto lugar, que se explica por la inclusión de información enciclopédica correspondiente a nombres de grupos humanos de todo el mundo que se habían ido conociendo durante la historia de la cultura occidental, voces que, más que términos para conceptos, son denominaciones que por ser desconocidas para el público común requieren la marcación133 (§ 3.2. para la cuestión de las marcas; véanse ejemplos en 2.4.2.2.c. y en el CD-ROM, archivo «Español de América en el DEHA»). Muy cerca de esta marca está la de geografía cuando indica el nombre de comunidades, que es lo que sucede en la mayoría de los casos en que se encontró en el porcentaje revisado, pudiendo considerar que es inapropiado utilizarla para estas denominaciones, pues si existe la abreviatura «Etnog.», es esta la que tendría que usarse siempre. Algunas de las voces marcadas como de etnografía y geografía son: ANDI: Geog. Pueblo caucásico de familia lezgi, establecido en el N. de Daghestan, á orillas de un afl. de la izq. del Koï-su. DAHA: Geog. ant. Tribu escítica del Asia, al O. de los masagetas y en ambas orillas del Ochus. DANUKS ó DHANUKS: m. pl. Etnog. Una de las tribus que residen en la parte oriental del Himalaya, Indostán; sit. entre el Nepal y el Assam. […] ILOCANOS: m. pl. Etnog. Pueblo de raza malaya en la isla de Luzón, Filipinas. […] LEVACIOS: m. pl. Geog. ant. Pueblo de la Bélgica, cliente de los nervios. De modo fijo no se sabe el territorio que ocupaban. […] Aunque muy pocos, hay un ejemplo encontrado que no se refiere a grupos: etnogenia ‘parte de la etnografía que trata el origen y formación de las razas’. 133 265 PILAR PARDO HERRERO TAHUANTINSUYUS: m. pl. Etnog. é Hist. Tribus indígenas de la América meridional en la época precolombiana. […] TANGUTOS: m. pl. Etnog. Pueblo que habita la porción N.E. del Tibet […] Estas voces denominadoras de comunidades no es lo más común que entren al diccionario general de referencia, el DRAE, a menos que por cuestiones de importancia histórica se haga alusión a algunos con mayor frecuencia (por ejemplo boer y catos) o se busque incluirlas como un esfuerzo por dar cabida a grupos que habitan en lo que se entiende hoy por América latina, como los pueblos a que se hizo alusión en el apartado sobre la presencia de América en el DEHA (§ 2.4.2.2.c.). La etnografía, así como la geografía humana, como campos con un interés central en las comunidades humanas permite comentar otra marca, la de antropología. Esta ciencia es para fines del XIX relativamente reciente, lo que hace que sus bases aún no sean definitivas y que sus ramas no hayan sido establecidas todavía. Haciendo uso de la información facilitada por el propio DEHA en el artículo antropología (tomo 2), marcado con la abreviatura «Princ. de Med.», se evidencia que esta ciencia no estaba aún del todo claro dónde ubicarla. Quien escribe este artículo podría ser José de Letamendi, encargado de Principios de Medicina según la lista del volumen 2. El autor es crítico con la restricción de la antropología resolviéndola solo dentro de la anatomía y la fisiología (razón que explicaría la abreviatura asignada), por eso el artículo propone ofrecer las ramas «que hoy integran la verdadera Antropología», que incluyen muchas más aparte de las relacionadas únicamente con la parte física del ser humano, como son la historia, la arqueología, la lingüística, etc. La falta de unificación del contenido de la antropología como disciplina podría explicar que la marca no sea muy común, pero a su vez sus contactos con otros campos hacen que esté presente en muchos más artículos que los que tienen su marca, tales como los de etnografía, que se vio que es una marca de gran relevancia, arqueología, paleontología cuando la voz se refiere a la prehistoria del hombre, o campos dentro de las ciencias tecnológicas como indumentaria o arquitectura si se considera que las voces así marcadas, al menos hasta cierto punto, hacen referencia a costumbres humanas y al avance práctico y artístico. Sobre la siguiente marca en importancia, historia eclesiástica, el léxico consiste básicamente en la denominación de distintos grupos religiosos (cf. aerianos, farineístas, helicitas) y en menor medida doctrinas (cf. anabaptismo, puseísmo). De las encontradas en el 5% solo una, anabaptismo, está en el DRAE (desde 1899). 266 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Con otros campos con menos representación, cuando tienen tradición lexicográfica es normal que las palabras halladas ya estén en el DRAE 1884 (siguiendo o no la definición), pero por el volumen de nomenclatura es también lógico que haya voces novedosas, de las que gran parte no pasarán a ser de uso general, si se tiene como referencia el DRAE, o no prosperarán en sus ámbitos. Por otra parte, el contenido de los artículos de voces de campos como la filosofía o la literatura, con la participación ya comprobada de autores como Urbano González (Jiménez García 1996: 97-98), Marcelino Menéndez Pelayo y Juan Valera (Vauthier 2009: 21-74) evidencia que el contenido enciclopédico del DEHA asociado a las artes y ciencias humanas es de un gran valor. 3.1.1.4. Léxico con marca de ciencias médicas Las ciencias médicas suman un porcentaje reducido: un 7,1%. En este grupo se incluirían, en orden de presencia según el Cuadro 11: patología medicina anatomía farmacia cirugía fisiología teratología veterinaria terapéutica obstetricia oftalmología higiene toxicología La presencia de este léxico es importante si se tiene en cuenta que las ciencias médicas son más cercanas que otras ciencias al público en general por la relación que establecen con la cotidianidad que para el ser humano implica la salud, la enfermedad, así como la prevención y la higiene, temas fundamentales en el progreso médico y social del siglo XIX. Se puede destacar entre las marcas que dos de las tres primeras no están en el DRAE 1884 y luego sí. La marca de anatomía no está en la edición del DRAE 1884 ―sí estaba anteriormente y vuelve a incluirse en el DRAE 1925. La marca de patología entra en el DRAE 1925. Esto es relevante por la división en distintas ramas que se hace de la medicina como campo más general, es decir por la especialización que ello conlleva. Esas mismas tres marcas suman entre ellas más de la mitad del porcentaje de las ciencias médicas (4,7%). Esto puede explicarse debido a que contemplan las voces más comunes de estos campos, como son las enfermedades, dentro de patología y medicina; y partes del cuerpo así como adjetivos relacionados con ellas, dentro de anatomía. 267 PILAR PARDO HERRERO Teniendo como referencia el corpus revisado, una parte importante del léxico de estas ciencias ya hacía parte de la lengua común, según se observa al comprobar que se encuentra en el DRAE 1884. Algunos ejemplos son los siguientes: Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1884 Autoridades 1726 DRAE 1803 supl. DRAE 1869 DRAE 1780 DRAE 1843 Lema albinismo apostema balano diabetes epítima lumbar Marca DEHA Patol. Patol. Anat. Med. Med. Anat. Marca académica Sin marca Sin marca Anat. (sin marca en 1884) Sin marca (Med. en 1884) Sin marca (Med. en 1884) anat. (Zool. en 1884) Otras son voces que no hacían parte ni lo harán nunca del diccionario usual general de referencia, sobre todo por ser muy especializadas (por ejemplo anatrepsis o hipoglositis), o también por preferirse otra denominación (por ejemplo anquilosis, preferida sobre acampsia). En varias ocasiones se pueden encontrar también voces que más tarde serán recogidas por el DRAE. Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1989 amétrope DRAE 1989 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1925 DRAE 1899 DRAE 1936 DRAE 1914 DRAE 1925 Lema ametrope ametropía balanitis demonomanía escafoides hiogloso, sa leprosería quirófano Marca DEHA Oft. Oft. Patol. Med. Anat. Anat. Hig. y Legisl. Cir. Marca académica Sin marca; Ópt. desde 2001 Sin marca; Ópt. desde 2001 Med. Sin marca Zool.; Anat. desde 1992 Sin marca Sin marca Sin marca 3.1.1.5. Léxico con marcas tecnológicas y profesionales Los campos tecnológicos y profesionales suman un 5,35%. En este grupo se incluirían campos profesionales tradicionales, próximos a la artesanía, y campos más relacionados con el desarrollo industrial. Estas marcas, en orden de presencia según el Cuadro 11, son: marina arquitectura carpintería artes y oficios milicia minería arte militar tecnología agrimensura comercio hidráulica imprenta maquinaria agricultura artillería albañilería cantería construcción 268 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - hojalatería indumentaria ingeniería - metrología tauromaquia zootecnia Una posible razón para que este léxico tenga una presencia reducida entre la nomenclatura con marca de especialidad aunque lo conformen tantos campos puede ser que en el léxico común, no marcado, haya muchas voces que se refieren a oficios pero que no tienen una abreviatura precisamente por ser usadas y entendidas por el público general. Sin embargo, la cantidad de marcas, usadas o no en el DRAE como obra de referencia, indica que hay al menos ciertos términos que o bien no son de uso generalizado (cf. jabalón de arquitectura), o bien se prefiere marcar para mostrar una relación determinada con un campo de conocimiento (cf. rebalaje de hidráulica) (§ 3.2.). Entre las voces con una marca más representativa subrayo «Mar.» ‘marina’, que en séptimo lugar refleja la importancia y larga historia de este léxico en la lengua española. Álvarez de Miranda (2008: 30) habla de este como uno de los campos más importantes de la lexicografía española especializada. Producto de esa larga historia del campo y de la recopilación de sus términos es que esta abreviatura sea una de las principales en el DEHA. A continuación se presentan algunas voces de marina recogidas en el DEHA, tanto presentes en el DRAE 1884 como otras que no entrarán o que entrarán más tarde. Año en que entra a la lexicografía académica Autoridades 1726 DRAE 1899 DRAE 1970 ― DRAE 1803 DRAE 1869 Autoridades 1737 Lema alquitranado balso chupetilla depresiómetro estrinque pasavante repuntar Marca DEHA Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Marca académica Sin marca Mar. Sin marca ― Náut. Mar. Es voz usada entre los marineros Aunque con una presencia menor, algo parecido sucede con las voces de arquitectura, que como arte antiguo tiene ya tradición en la lengua y los diccionarios (Pascual Fernández 2011: 70-73), por lo que la mayoría de las voces marcadas vistas en la muestra ya aparecen en el DRAE 1884. Año en que entra a la lexicografía académica Autoridades 1726 Autoridades 1729 DRAE 1869 DRAE 1803 DRAE 1884 Lema acrotera cupulino entramado rebanco trompillón Marca DEHA Arq. Arq. Arq. Arq. Arq. Marca académica Es voz de la Arquitectura Sin marca Arq. Arq. Arq. 269 PILAR PARDO HERRERO Un caso particular es el de las voces de la carpintería, en tercer lugar en este grupo. Aunque a priori se puede pensar que por la antigua práctica de este oficio las voces con esta marca serían comunes en la lengua, estarían en el DRAE 1884, sucede lo contrario. Teniendo como base las palabras halladas en el revisión del cuerpo del DEHA, un total de seis, solamente una estaba en el DRAE 1884. El siguiente cuadro resume la información obtenida: Año en que entra a la lexicografía académica Solo en DH 1933 DM 1927, 50, 83 y 89 Autoridades 1732 DRAE 1899 DRAE 1899 ― (embrocalar DRAE 1925) Lema atimbrón badano desalabear desalabeo doga embrochalado Marca DEHA Carp. Carp. Carp. Carp. Carp. Carp. Marca académica Sin marca Sin marca Term. de Carpintería Sin marca Sin marca; pero sí pr. Mancha ― (Arq.) Como puede advertirse, el vocabulario del oficio de la carpintería que aparece en el DEHA se presenta como novedoso en relación con la obra referencial, el DRAE, destacando el hecho de que esta recibirá posteriormente en su lemario varias de las palabras, algunas hasta hoy y otras solo puntualmente. Con las marcas menos tradicionales, más relacionadas con una industria incipiente: tecnología, maquinaria e ingeniería, es notable que ninguna de ellas está contemplada en el DRAE en su edición de 1884. Aunque son pocas las voces así marcadas, es interesante que se propongan pues tienen relación con el progreso industrial, así como una función de aclaración para el lector en cuanto al ámbito de la voz. De los siete términos encontrados en el 5% revisado hay tres que entrarán en la nomenclatura del DRAE. Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1899 supl. ― ― DRAE 1899 ― ― DRAE 1899 Lema gasógeno politipia potelina pulverizador barotropo tróculo urbanización Marca DEHA Tecn. Tecn. Tecn. Tecn. Maq. Maq. Ingen. Marca académica Sin marca ― ― Sin marca ― ― Sin marca 270 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Entre ellos destacaría la voz urbanización por la información sobre la palabra que ofrece el DEHA en el inicio del artículo: URBANIZACIÓN: f. Ingen. Voz introducida en nuestro idioma en 1859 por el ingeniero de caminos, canales y puertos D. Ildefonso Cerdá, y declarada oficial la teoría de urbanización de dicho ingeniero por Real orden de 20 de diciembre de 1863; significa, según su autor, tanto el conjunto de principios, reglas y doctrinas que deben aplicarse para que la edificación y su agrupamiento sirvan para acrecentar el bienestar individual, como para fomentar su desarrollo y vigor, cuanto cualquier acto que tienda á agrupar la edificación y la manera de funcionar un grupo ó urbe ya formado. En resumen, las voces con marcas tecnológicas y profesionales son de interés para mostrar un estado del progreso técnico y de la recepción o creación de términos para los nuevos inventos, aparatos, etc. Su presencia es clave aunque no es mayoritaria, lo que puede estar motivado por el hecho de que la marcación en estos campos, sobre todo los más tradicionales, es aún más problemática de lo que puede ser en otros por la dificultad de establecer una frontera entre el léxico común y este mismo en situaciones específicas con un cierto nivel de especialización. 3.1.2. El primer apéndice (tomos 24 y 25) Antes de comentar la presencia del léxico de especialidad en este apéndice, vale la pena reiterar el hecho de que es la parte del DEHA con mayor cantidad de nomenclatura marcada con abreviaturas de especialidad: un 54%. Del porcentaje restante un 45% corresponde a nombres propios y menos de un 1% a voces no marcadas (véase Cuadro 7 en el capítulo II). Este hecho no sorprende dado que, si se considera que en el cuerpo del DEHA ya se introdujo la lengua general, el principal motivo de ser del apéndice, según los datos, es ampliar el léxico de la ciencia, la técnica o los oficios, aparte de la información correspondiente a biografías, lugares y demás entradas de nombres propios. Pese a la importancia del léxico de especialidad en este apéndice, según la muestra aparecen muchos menos campos de conocimiento: 25. En la siguiente tabla se presenta el resumen de la presencia del léxico de especialidad en el primer apéndice del DEHA. Como en el cuadro de campos de especialidad en el cuerpo del DEHA (Cuadro 11), los campos resaltados en azul en el siguiente son los no contemplados por el DRAE 1884. 271 PILAR PARDO HERRERO Campos Zool. Min. y Miner. Quím. Bot. Geol. Paleont. Fís. Geog. Art. y of. Tecn. - Tec. Ind. Maq. Antrop. - Antropol. Terap. Agr. - Agric. Etnol. Ingen. - Ing. Alb. Bellas Artes - B. A. Etnog. - Etn. Ferrocar. - Ferroc. His. nat. Mar. Med. Polít. Total Entradas en el 5% 86 43 32 27 16 10 9 7 6 5 4 4 3 3 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 269 100% 1.720 860 640 540 320 200 180 140 120 100 80 80 60 60 40 40 40 20 20 20 20 20 20 20 20 5.380 Participación de cada campo 32% 16% 12% 10% 5,9% 3,7% 3,3% 2,5% 2,2% 1,9% 1,5% 1,5% 1,1% 1,1% 0,8% 0,8% 0,8% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 100% Cuadro 12. Campos de especialidad en el primer apéndice del DEHA A continuación se analizará la presencia del léxico de ciencia y técnica en este apéndice, agrupando las marcas de la misma manera que en el apartado anterior y siguiendo el orden de mayor a menor presencia, que como se verá presenta algunas diferencias. Léxico con marcas de ciencias naturales (§ 3.1.2.1.), léxico con marcas de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas (§ 3.1.2.2.), léxico con marcas tecnológicas y profesionales (§ 3.1.2.3.), léxico con marcas de ciencias humanas y artes (§ 3.1.2.4.), léxico con marcas de ciencias médicas (§ 3.1.2.5.). Previo al inicio del análisis, debe tenerse en consideración en este apéndice el uso del asterisco (*), que según la Advertencia sirve para indicar que el vocablo «ha sido ya tratado en el cuerpo de la obra y que por consiguiente solo se trata de 272 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA completarlo». Esto es importante ya que le función de la marca puede ser dudosa al posibilitar que se la considere temática más que restrictiva, cuestión esta que se tratará más extensamente en el apartado 3.2. En la muestra del primer apéndice se encontraron 36 entradas, un 13%, con ese símbolo134. Dado que el asterisco se utiliza en voces con marca de distintos campos, las consideraciones referentes a ellas se harán en el grupo de ciencias que corresponda; así por ejemplo *calor, con marca de geología, la comentaré en el apartado sobre ciencias de la tierra, dentro de las ciencias naturales. 3.1.2.1. Léxico con marca de ciencias naturales Nuevamente las ciencias naturales suman más de la mitad del vocabulario marcado, un 68%, porcentaje muy parecido al del cuerpo. El campo historia natural estaría incluido como general de las ciencias naturales. Para los comentarios sobre las marcas de este apéndice decidí no incluir el campo geografía en ciencias naturales sino en ciencias humanas pues las voces de la muestra son todas de grupos humanos. Al no haber en la muestra voces de ciencias del espacio, este subgrupo no tendrá aquí cabida. 3.1.2.1.a. Ciencias de la vida Como en el cuerpo de DEHA, las marcas del primer apéndice están encabezadas por las que se llamaron antes ciencias de la vida, zoología y botánica, que representan entre las dos un 42%, porcentaje que aunque esta vez no supera la mitad del total sigue siendo mayoritario. La zoología en esta ocasión tiene mayor presencia (32%) que la botánica (10%). Las voces, sin embargo, corresponden al mismo tipo de léxico que en el cuerpo, es decir denominaciones de clasificación taxonómica (géneros, familias, subórdenes, etc.). Hay algunas también que se refieren a nombres comunes o a partes de plantas o animales. Es significativo destacar que no hay aquí ejemplos de voces Entre las voces encontradas sin este símbolo se presentan algunas que generan dudas sobre el uso del asterisco, pues puede considerarse que necesitan el asterisco ya que lo que hay es una ampliación enciclopédica. Ejemplos de ello son: - s.v. carruaje «Tec.», entrada para hablar extensamente de la clasificación de los carruajes. - s.v. edad «Hist. Nat.» entrada para comentar las distintas etapas de la vida de los animales. - s.v. modista «Art. y Of.» entrada para explicar cómo se confecciona un traje. - s.v. vestido «Etnol. y Sociol.» entrada para hacer precisiones sobre esta indumentaria, diferenciar los tipos, comentar los usos en distintas regiones, etc. La utilización del asterisco en casos como los presentados y otros vistos plantea una importante asistematicidad de difícil explicación, aunque podría tratarse, sencillamente, de errores del editor encargado. 134 273 PILAR PARDO HERRERO marcadas con asterisco, lo que indica que el vocabulario de estos campos es, además de preponderante, novedoso. Algunos ejemplos de entradas de zoología y botánica son los siguientes: AGRILORRINO: m. Zool. Género de aves del orden de los pájaros, familia de los sinaláxidos, establecido por el príncipe Bonaparte […] ARILOIDE: m. Bot. Nombre con que se designa en Botánica un órgano que presentan ciertas semillas […] BARBULA: m. Zool. Género de mamíferos del orden de las fieras, familia de las mustélidas, tribu de las lutrinas, establecido por Gray […] CACOSMIA: f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Compuestas, subfamilia de las tubulifloras, tribu de las vernoniéas, cuyas especies habitan en los Andes del Perú […] ESCOLOPTERINOS (de escolóptero): m. pl. Zool. Tribu de insectos del orden de los coleópteros, familia de los curculiónidos, caracterizada por […] FILOXILO: m. Bot. Género de plantas (Phylloxylon) perteneciente al tipo de las fanerógamas, subtipo de las angiospermas, clase de la dicotiledóneas […] PERIFÍLIDOS: m. pl. Zool. Familia de celentéreos nidiarios de la clase de los hidrozoos, orden de los acálefos ó medusas acráspedas […] QUELA: f. Zool. Nombre vulgar que emplean los pescadores indios, y con el que designan diversas especies de ciprinoideos, empleándole casi como nombre genérico, pues las distintas especies las designan con otro nombre calificativo […] QUELÍCERO: m. Zool. Con este nombre se designan dos piezas que los arácnidos llevan en la parte anterior, comparables á las antenas intermedias de los crustáceos […] La alta presencia de este vocabulario tendría relación con el mejor conocimiento que continuaba sucediendo de la naturaleza, en gran medida fuera de Europa, pues son constantes los casos en que el género de plantas o animales que se describe se dice que habita en América, Asia o África (cf. caccinia, cacico, cacoscelio, cacosmia, escolopia, escolosanto). 3.1.2.1.b. Ciencias de la tierra En el segundo grupo de las ciencias naturales, las ciencias de la tierra, estarían mineralogía135, geología y paleontología, con un 25,6%, un cuarto del total, lo que es bastante más que en el cuerpo. La presencia de las voces de mineralogía aumenta cinco veces, mientras la de la geología en casi siete. La paleontología por su parte disminuye un tanto su presencia. 135 Como en el cuerpo, hay que estar atento en el primer apéndice a las marcas «Min.» y «Miner.» para aludir a voces del campo de la mineralogía. Lo que se observa en el porcentaje revisado es que todas las marcas «Min.» se refieren a la mineralogía, aun considerando que esta es parte de la minería en general (que es lo que en principio refiere la abreviatura «Min.»), pues son voces para denominar sales (silicatos, fluoruros), óxidos, ácidos, etc., muy cercanas también a la química. Sin embargo, en lo que no se ha revisado podrían encontrarse, como en el cuerpo, voces que con esa marca sí se refieran a la minería entendida como arte de laborar las minas, es decir, aparatos e instrumentos utilizados, nombres de partes de la mina, etc. En el estudio del lenguaje de la minería destacan los trabajos de Pilar Díez de Revenga y Miguel Ángel Puche (Díez de Revenga 2005; Díez de Revenga / Puche 2007; Puche 2008; entre otros). 274 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA El gran aumento de voces de mineralogía se debe a la inclusión de términos mineralógicos que hacen referencia a silicatos, fluoruros, fosfatos y otros compuestos minerales. Algunos ejemplos son: CASTORITA (de Castor, n. pr.): f. Miner. Silicato de aluminio, sodio y litio, que constituye el verdadero tipo cristalográfico de la petalita […] DAFNITA: f. Min. Silicato hidratado alumínico magnésico, conteniendo, á modo de impureza ó como materia colorante, óxido de hierro […] DIADELFITA: f. Min. Arseniato básico é hidratado de aluminio, hierro y manganeso, constituye una bien definida especie mineralógica […] GROROILITA (de Groroi, n. pr.): f. Min. Oxido hidratado de manganeso, referible al wad, como la kalipita y otros cuerpos análogos, formados por hidratos más ó menos puros de diversos óxidos metálicos […] KALICINA (de kalium, nombre latino del potasio): f. Min. Bicarbonato de potasio casi puro; constituye una rarísima aunque bien definida especie mineralógica de constante composición química […] LAURITA: f. Min. Sulfuro de rutenio conteniendo siempre osmio en proporciones variables y siempre determinables; también suele acompañarle el platino […] PEALITA: f. Min. Nombre empleado para designar un hidrato del ácido silícico correspondiente al tipo del ópalo, considerado variedad de la geiserita […] Las voces de geología por su parte aumentan en presencia al incluirse adjetivos para identificar distintas capas de la tierra y nombres de rocas, principalmente, términos que provendrían de los estudios que poco a poco se producían. ASTARTIENSE (de Astarté, n.pr.) adj. Geol. Llámase así á un piso, ó más bien a un subpiso, del coraliense, que forma parte de las capas del sistema oolítico en los sistemas jurásicos, ó sean los intermedios de la era secundaria ó mesozoica […] BELONITA: f. Geol. Llámase así á una inclusión ó microlito pelúcido en forma de aguja redondeada en la extremidad, bien constituyendo una especie de maza, ó bien dividida y encorvada en extremidad de áncora […] FIORDO (del escand. fjords): m. Geol. Accidente especial de las costas de los mares polares, que consiste en profundas escotaduras ó senos de las mismas, por los cuales penetra el mar en el interior del continente […] INFRALIÁSICO, CA: adj. Geol. Llámase así á una formación ó terreno que forma la base del sistema ó período liásico en las serie de los terrenos jurásicos […] LEUCOTEFRITA: f. Geol. Roca basáltica de la familia de las augíticas y peridóticas, de estructura microlítica, tipo general traquitoide […] NERVIENSE: adj. Geol. Llámase así á un subpiso cenomaniense en la serie de los terrenos cretáceos propiamente dichos dentro de la época secundaria […] En cuanto a las voces de paleontología, su presencia es menor que en el cuerpo pero sigue siendo importante con un 3,7%. Entre las voces localizadas en el 5% de la muestra la mayoría se refieren a géneros de plantas o animales prehistóricos; solo una es un adjetivo: escolites ‘nombre para describir impresiones y huellas dejadas en las rocas por gusanos’. En este grupo de voces de ciencias de la tierra sí aparecen en la revisión algunas pocas marcadas con asterisco, estas son: 275 PILAR PARDO HERRERO - *calor *fluorita Geol. Min. - *humboldtilita *mesotipa Min. Min. Las voces de mineralogía reaparecen en el apéndice para ampliar la información dada en el cuerpo, agregando datos sobre composición química, características, importancia industrial, haciendo énfasis especialmente en el avance que se había realizado en cuanto a la posibilidad de sintetizar o reproducir artificialmente estas especies mineralógicas. De otro lado, la voz calor, con asterisco y marca de geología, tiene cabida para agregar al estudio físico hecho en el cuerpo del DEHA «la acción geológica del mismo», que es una forma de ampliación enciclopédica referida a un ámbito particular relacionado con el calor, aquí como modificador geológico. La presencia mayoritaria del vocabulario de las ciencias naturales en el primer apéndice del DEHA que se ha comentado en estos párrafos se debe, lógicamente, al carácter enciclopédico de la obra que lleva a contemplar en su nomenclatura términos que pertenecen a las clasificaciones de flora y fauna, que siguen aumentando pues continúan conociéndose nuevas especies vivas y prehistóricas. Asimismo la gran cantidad de compuestos minerales, y con ellos las distintas rocas y capas de la tierra, incrementa las entradas. Es este pues un vocabulario muy técnico que no suele pasar a la lengua común pero sí contribuye a la idea enciclopédica de ofrecer hasta donde sea posible toda la información acerca de los distintos campos de conocimiento científico. Algunas excepciones, usualmente palabras de un nivel menos especializado o que encierran un concepto más general, sí harán parte del vocabulario culto común, como son: Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1984 DM 1983 – DRAE 1984 banco de hielo s.v. banco DRAE 1899 banco 7 DM 1970 supl. – DRAE 1984 Lema actual banca de hielo bancos de pesca caldera Marca DEHA Geol. Geol. Zool. Geol. Marca académica Geol. Sin marca Sin marca Geol. 276 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA cañón136 fiordo grosularia mitosis paleóceno, na paleolítico paleozóico trilobites Geol. Geol. Min. Hist. Nat. Geol. Prehist. y Antrop. Geol. Paleont. DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1984 DRAE 1899 DRAE 1956 DRAE 1899 supl. paleoceno, na DRAE 1925 DRAE 1925 DRAE 1936 Sin marca Sin marca Sin marca Biol. Sin marca Geol. Geol. Sin marca 3.1.2.2. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas En el primer apéndice estas marcas están también en segundo lugar, pero representadas por solo dos campos: química y física, cuya presencia suma el 15,3%. La gran mayoría de ellas son de química, un 12%. Entre los términos incluidos hay ácidos y diversos cuerpos, principalmente. Algunos ejemplos de esta nomenclatura son los siguientes. BIANTRILO m. Quím. Hidrocarburo resultante de la acción del cloruro de acetilo sobre la antrapinacona á la temperatura de 100º. […] CINAMICOCARBÓNICO (ÁCIDO): adj. Quím. Dícese de todo cuerpo cuya composición está representada por la fórmula C6H4(CO.OH)(CH = CH - COOH). […] DICUMENOL: m. Quím. Compuesto obtenido en la oxidación del tetrametilfenol por una disolución acética de dicromato potásico. […] OXICAPRÍLICO (ÁCIDO): adj. Quím. Dícese de los cuerpos ácidos correspondientes á la fórmula empírica C8H16O3. Entre ellos figuran el llamado simplemente ácido oxicaprílico y el oxiisocaprílico […] Como ejemplo de voz no referida a compuestos químicos, llama la atención en la muestra la voz microquímica, con 18 páginas de texto acompañado de 46 ilustraciones representando la imagen de algunos compuestos como se supone se verían a través del microscopio. Entre las voces con marca de química dos aparecen con asterisco, *explosivo «Quím.» (alrededor de siete páginas) y *pólvora «Quím. é Indust.» (alrededor de cinco 136 Esta voz resulta de interés por la información sobre el origen de la palabra que ofrece el DEHA, y que podría haber influenciado lo que el DRAE recoge. En el inicio de este artículo del DEHA dice: «Llámase así en Geología, aceptando el nombre español que se usó primeramente en Méjico, en todas las naciones, á un valle estrecho ó garganta profunda, larga y tortuosa, por cuyo fondo atraviesan las montañas, los ríos, á cuyo trabajo se debe el origen de este accidente geológico […]». El DEHA, pues, no solo define la voz sino que informa de que la denominación nació en territorio americano, de donde se extendió hasta la península. Si se observa la historia de la voz en la lexicografía académica, se tiene que entra al DRAE 1925 sin marca de especialidad y como mejicanismo para «Paso estrecho o garganta profunda […]». Sufre luego algunos cambios en el diccionario manual y usual, hasta que en el DRAE 1956 pierde la marca diatópica y se define de nuevo como «Paso estrecho o garganta profunda […]». Así como s.v. cañón hay información sobre en dónde habría nacido la denominación, lo mismo ocurre s.v. caldera, en cuyo artículo se lee al inicio: «Nombre con que universalmente se acepta hoy por todos los geólogos, y se ha llamado así por españoles de Canarias, y caldeiras por los portugueses de las islas Azores, á unos cráteres volcánicos de forma especial y que consisten en una gran excavación […]», interesante observación histórica acerca del origen de la voz. 277 PILAR PARDO HERRERO páginas). Ambos artículos se incluyen para dar a conocer los adelantos sucedidos en los años tras la publicación del tomo correspondiente del cuerpo del DEHA, haciendo énfasis en el conocimiento de su composición y transformación, y en el caso de la pólvora, también en su fabricación. De la misma manera que en el cuerpo del diccionario, las voces incluidas de la química en el primer apéndice del DEHA son difícilmente recogidas por la lengua común y se incorporan allí como material enciclopédico para componer una obra completa de todos los ámbitos de conocimiento. En cuanto a las voces de la física, estas reúnen denominaciones para aparatos, unidades de medida, ramas de la física. Ejemplos de esto son: CANDLE: s. m. Fís. Unidad de intensidad usada en Inglaterra, cuyo patrón es un bujía de esperma de ballena que consuma 10 gramos por hora, y vale aproximadamente 0,06 de unidad absoluta […] CENOLOGÍA (del gr. κενός, vacío, y λογος, tratado) f. Fís. Parte de la Física que trata del vacío y de los medios de producirle. […] ORTORAMA: m. Fís. Aparato utilizado para trazar un dibujo, copia del natural. […] Hay también en este campo varias palabras acompañadas de asterisco. Las de la muestra son: *diafanidad *frotamiento *incandescencia Fís. Fís. Fís. y Elec. *magnetismo *oscilación *refrangibilidad Fís. Fís., Mec. y Electr. Fís. Su inclusión pretende aumentar la información dada en el cuerpo del DEHA. De estas seis voces solo una, refrangibilidad, no está en el DRAE 1884. Las otras cinco sí estaban ya en la lexicografía académica como voces comunes. Lo que se propone el DEHA al introducirlas en el apéndice es hacer precisiones sobre los conceptos desde la perspectiva de la física, es decir, hacerlos más complejos y precisarlos. En el caso de magnetismo, que en el cuerpo del DEHA ya tiene un artículo enciclopédico amplio, lo que aquí se explica es la «acción magnética de la Tierra». Aunque muchas de las voces aportadas por el DEHA como vocabulario de estas ciencias no entrarán a la lengua común ni al diccionario académico ―bien por demasiado especializadas o bien porque no prosperan―, algunas voces de química y física que están en este primer apéndice sí lo hacen y son de interés. Ejemplo de ellas son las siguientes: 278 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Lema actinógrafo argón aerodinámica formol helio ion radiografía rayos X s.v. *rayo refrangibilidad Marca DEHA Fís. Quím. Fís. Quím. y Terap. Quím. Fís. Fís. Fís. Fís. Año en que entra a la lexicográfica académica DM 1950 – DRAE 1956 DM 1927 – DRAE 1956 DRAE 1899 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1914 supl. DRAE 1914 supl. DRAE 1914 DRAE 1914 rayos X s.v. rayo 26 DM 1927 – DRAE 1936 Marca académica Sin marca Quím. – Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Quím. Sin marca Sin marca Sin marca 3.1.2.3. Léxico con marcas tecnológicas y profesionales La presencia de estas voces en el primer apéndice es mayor que en el cuerpo del diccionario. Aquí alcanza un 9,9%. Las marcas que estarían en este grupo son más que en el resto de grupos en esta parte de la obra, estas son, en orden de presencia: artes y oficios tecnología industria maquinaria agricultura ingeniería albañilería ferrocarril marina El aumento proporcional de este grupo de marcas con respecto al cuerpo del DEHA no implica, pese a lo que cabría pensar, un aumento real de voces técnicas, ya que, según indicaría la muestra, una gran parte de las voces marcadas está además señalada con asterisco (exactamente 18 de las 26). Esas voces son las siguientes, organizadas por la marca en orden alfabético: *siega *gotera abecedario de estarcir, s.v. *abecedario *bricho *cuadradillo *herrería *señal *minería *papiro *plegado *refrigerante *escollera *hundimiento *martinete *vuelta *geodesia *tarifa *tolla Agr. Alb. Art. y Of. Art. y Of. Art. y Of. Art. y Of. Ferrocar. y Mar. Ind. y Tec. Ind. Ind. Ind. Ing. Ing. y Arq. Maq. Mar. Tec. Tec. y Com. Tec. En general estas voces aparecen con asterisco para completar informaciones de orden enciclopédico, dirigiendo estas explicaciones a un ámbito particular. Sin embargo 279 PILAR PARDO HERRERO hay casos ―como aquí abecedario de estarcir (s.v. abecedario), y vuelta― que lo que ofrecen es una nueva acepción. De las otras ocho voces hay que apuntar además que cuatro podría considerarse que deberían tener también el asterisco pues están relacionadas con entradas del cuerpo del DEHA: acumulador de fuerza «Maq.». En el tomo 1 s.v. acumulador, ra, se presentan dos entradillas de la palabra como sustantivo: acumulador de aire comprimido y acumulador eléctrico, con un sentido próximo al de acumulador de fuerza. carruaje «Tec.». En el tomo 4 aparece esta palabra. La segunda acepción, ‘vehículo con ruedas como carro, coche’, sería la que en este apéndice se amplía con distintos datos, ilustraciones, etc. clave «Tec. y Elect.». En el tomo 5 1ª parte aparece esta palabra. La tercera acepción, ‘explicación de los signos convenidos para escribir en cifra’, sería la que en este apéndice se amplía, precisando los distintos sistemas de claves usadas entonces. tollo «Agr.». En el tomo 21 aparece esta palabra. Su segunda acepción, ‘atolladero’, sería aquí ampliada pues de lo que trata el artículo es del peligro de entrar en un tollo blando y profundo sin darse cuenta, la dificultad que puede entrañar salir y cómo ayudar a una persona si ha caído allí. Como ha podido observarse, las voces con marcas tecnológicas y profesionales tendrían presencia en el primer apéndice del DEHA especialmente para ampliar la información a nivel enciclopédico, más que para presentar términos nuevos, aunque haya algunas que sí son nuevas para el DEHA. 3.1.2.4. Léxico con marca de ciencias humanas y artes El léxico con estas marcas disminuye en este apéndice, debido quizá a que son los campos de las otras ciencias, así como el vocabulario técnico, el que está creciendo de manera más rápida y constante en aquel momento. Las voces de ciencias humanas suman en esta parte un 5,6%, representado por 15 palabras. Los campos que confluyen en este grupo son: geografía antropología etnología bellas artes etnografía política 280 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Las voces de geografía de la muestra son todas de grupos humanos, por lo que considero aquí este campo y no en ciencias naturales. Si se suman las voces de esa marca a las de etnografía, alcanzan un 2,9%, constituido por denominaciones para tribus, pueblos, etc. Las voces de la muestra son: antaisaras baati babuendé o ba-bembé babukur Etnog. Geog. Geog. Geog. bobo echiras o exiras kakas kalgoches o kel-gueres Geog. Geog. Geog. Geog. Entre las siete voces restantes de los otros campos se observa que la mayoría están acompañadas de asterisco: *navegación *sociología *museo *visita *anarquía Antrop. y Etnol. Antrop. Bellas Artes. y Arqueol. Etnol. y Sociol. Polít. El uso del asterisco se debe a la ampliación de la información dada en el cuerpo del DEHA, y la elección de la marca es consecuencia de la temática de este artículo complementario. Así: *navegación se marca con la abreviatura de antropología y de etnología pues, tras haber explicado la parte técnica e histórica en el cuerpo del DEHA, aquí se presentará el «origen y variaciones de este arte en las diversas razas humanas según lo enseñan la Antropología y la Etnología». *sociología se marca con la abreviatura de antropología pues, tras haber dado en el cuerpo del DEHA sus bases y principales conceptos, lo que el artículo se propone es explicar los fundamentos del método de investigación de la sociología limitándose «á presentar solamente los conceptos que la relación de las Ciencias naturales con las sociales, expresada principalmente por la Antropología, ha dado a conocer en este orden de conocimientos y de investigaciones». El término sociología, cabe añadir, aparece en el DRAE 1899. *museo se marca con la abreviatura de bellas artes y de arqueología para explicar al lector los cambios que han sufrido algunos museos, la ampliación de otros, su cambio de instalación y también nuevos centros, tanto en España como en el extranjero. *visita se marca con la abreviatura de etnología y de sociología pues, y cito el inicio del artículo: 281 PILAR PARDO HERRERO Tratados, y muy extensamente, en el DICCIONARIO, los conceptos de la visita en las diversas formas en que se manifiesta en Derecho, no figuran allí sin embargo, los importantes datos relativos al origen y práctica de la visita en su más amplia y general acepción, como los han estudiado la Etnografía y la Sociología al hacer científico el conocimiento de una práctica universal en el tiempo y en el espacio. Esta justificación resulta interesante pues indica una preocupación por el conocimiento científico. No se trata de dar información gratuitamente sino que hay una preocupación porque la reflexión sea objetiva, algo que expresa bien el momento de especialización y estructuración, e incluso de terminologización, por el que pasan distintas ramas del conocimiento en ese momento histórico. *anarquía se marca con la abreviatura de política para indicar la temática del artículo, centrado en ofrecer el relato histórico de la evolución del anarquismo desde la publicación del primer tomo del cuerpo del DEHA, y en el que es claro el punto de vista contrario al de esta doctrina. El artículo inicia así: De once años á esta parte, ó sea desde 1887, han tomado las doctrinas y los procedimientos anárquicos tal incremento y han atacado de una manera tan abierta la constitución actual de la sociedad, que se hace necesario compendiar lo relativo á este hecho, cosa que haremos siguiendo la exposición de D. Cristóbal Botella en su obra El socialismo y los anarquistas. Repetidamente habremos de emplear la palabra anarquismo, que aun cuando no sancionada por el Diccionario de la Academia, se halla usada por cuantos periódicos, revistas y escritores se han ocupado de la materia. Es un texto de interés histórico e ideológico por recoger una visión del momento. En cuanto al comentario lingüístico destaca la referencia a la voz anarquismo, que debe usar el autor a pesar de no haber sido sancionada por la Academia, la cual poco después la incorpora en su suplemento al DRAE 1899. Por otro lado, el artículo vestido, con marca de etnología y sociología, como el de visita, entiendo que debería tener asterisco pues trata de los orígenes de esta indumentaria y su uso por distintos pueblos. Como término nuevo realmente, en la muestra solo aparece criminología, marcada como voz de la antropología y el derecho penal con un artículo de más de seis páginas. Esta voz entrará al DRAE 1914 sin marca de especialidad. 282 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.1.2.5. Léxico con marca de ciencias médicas En el último lugar, según la muestra, aparecen las ciencias médicas. La presencia de las voces marcadas como vocablos de estas ciencias es muy reducida, con apenas un 1,5% representado en dos marcas: «Terap.» ‘terapéutica’ y «Med.» ‘medicina’. Las voces que aparecen son las siguientes: aristol Terap. *cacodílico (ácido) Terap. cactina leucoblasto Terap. Med. De estas cuatro entradas, una de ellas, ácido cacodílico, entrará al DRAE en la edición de 1925. Esta misma entrada es la única del grupo marcada con asterisco, para ampliar en el artículo la información sobre este compuesto químico en tanto que utilizado para tratamientos médicos. Las otras tres voces no han entrado hasta ahora al DRAE, seguramente por su nivel de especialidad, pero existen en el léxico médico especializado. Cabe resaltar como ejemplo la voz aristol pues plantea una cuestión relevante a nivel lingüístico en el inicio del artículo: ARISTOL: m Terap. Nombre dado á la combinación, bastante usada modernamente por los médicos, de yodo y timol. Podría llamársela también yodotimol ó timol biyodado, pero se ha preferido el nombre aristol para evitar confusiones. La preocupación por elegir una denominación «para evitar confusiones» es significativa, ya que expresa una problemática que aun hoy en día existe en la terminología. Pese a la propuesta del DEHA, quizá consecuencia de algún Congreso médico o una discusión académica, la voz aristol hoy, aunque utilizada, convive con yodotimol, así como con timol biyodado y biyoduro de timol (no mencionado en el DEHA), según puede observarse al realizar una búsqueda sencilla en Internet, lo que pone de manifiesto el hecho reconocido de la dificultad de evitar la sinonimia en las distintas terminologías (Gutiérrez Rodilla 2005: 67). Otros ejemplos de voces marcadas como de ciencias médicas en el primer apéndice del DEHA que entrarán al DRAE son: Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1914 DRAE 1936 Lema apendicitis autointoxicación Marca DEHA Patol. Patol. Marca académica Med. Sin marca 283 PILAR PARDO HERRERO 3.1.3. El segundo apéndice (tomos 26 al 28) A partir de la reconstrucción de la historia de la dirección del DEHA que se hizo en el primer capítulo de esta tesis se pudo establecer con seguridad que todo el cuerpo del DEHA y el primer apéndice estuvieron en manos de Aniceto de Pagès, mientras que el segundo apéndice fue dirigido por Pelayo Vizuete. Al observar el segundo apéndice se comprueba que ese cambio de dirección no fue gratuito. El segundo apéndice no trata solamente de actualizar informaciones e incluir términos de distintas especialidades con el mayor contenido enciclopédico posible, que es lo que se percibe como principal objetivo en el primer apéndice. Este último apéndice tiene, además de estos, otros propósitos, producto en gran medida de la participación de Vizuete. Uno de esos objetivos es incluir voces de carácter general que la Academia, con sus razones, prefiere no contener, como son los gentilicios y muchas voces derivadas (§ 2.2.2.2.c.), además de otras que pueda considerar inoportunas (como locuciones latinas, provincialismos, americanismos o voces de reciente incorporación), lo que hace que en estos tomos la proporción de nomenclatura sin marca (37%) sea mayor no solo que en el primer apéndice (0,6%) sino incluso que en el propio cuerpo del diccionario (33%)137. Dentro de este objetivo se retoma también la inserción de autoridades. Un segundo objetivo está referido a las voces con marca de especialidad. Por una parte, el porcentaje de presencia es alto (38%), superior al del cuerpo del DEHA (22%) pero menor al del primer apéndice (54%), lo que indica que es un apéndice con pretensiones en dos terrenos de la lengua ―la común y la de especialidad― que, con todo y lo contenido en los 25 tomos previos, para Vizuete aún no ofrecería una imagen total de la lengua española al lector. De otro lado, se observa en este apéndice una mayor cantidad de entradas por página con respecto al cuerpo y el primer apéndice del DEHA (hasta 63 llegué a encontrar en una página de la muestra), las cuales cuando corresponden a voces con marca de especialidad se resuelven en muchos casos en muy pocos renglones (2-6), lo que lleva a pensar que este segundo apéndice tiene una intención más terminológica que enciclopédica, donde prima el esfuerzo por dar una El porcentaje de nomenclatura sin marca en el segundo apéndice del DEHA puede ser engañoso. El desarrollo de esta afirmación puede verse en el apartado 3.2.3. 137 284 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA definición precisa, evitando información adicional138, sin que esto signifique que deje de haber extensos artículos enciclopédicos cuando el término lo requiere. En cuanto a los nombres propios debe decirse que en este apéndice es en el que tienen una menor presencia, no obstante importante, un 25%, y su aporte se dirige ya no solo a personajes y lugares, pese a que siguen siendo mayoría, sino a la mitología y la literatura, esta última proponiendo artículos del diccionario con títulos de obras (cf. Decamerón (El), Desdén con el desdén (El), Dinkart) o denominaciones de lugares o personajes conocidos por textos literarios (cf. Antenora, Cimodocea, Desdémona). Con esta breve presentación del segundo apéndice, se da paso al análisis de la muestra de un 10% realizada sobre él. Los comentarios partirán de los datos recogidos en la siguiente tabla, en la que hay un total de 112 campos (presentados con sus abreviaturas) y 2.393 entradas. Como en los cuadros anteriores, los campos en azul indican que las abreviaturas no están en el diccionario académico, en este caso en la última edición antes de la publicación de estos tomos, es decir, el DRAE 1899. Campos Zool. Bot. Quím. Patol. - Pat. Mar. Fís. Miner. Mús. Med. Anat. Cir. Paleont. Impr. Mit. Geol. Fil. - Filos. Etnog. - Etn. Biol. Farm. Hist. ecles. Terat. 138 Entradas en el 10% 346 324 287 196 98 80 79 78 67 66 65 47 40 40 34 32 32 26 25 24 23 100% 3.460 3.240 2.870 1.960 980 800 790 780 670 660 650 470 400 400 340 320 320 260 250 240 230 Participación de cada campo 14,5% 13,5% 12% 8,2% 4,1% 3,4% 3,3% 3,2% 2,8% 2,8% 2,7% 2% 1,7% 1,7% 1,4% 1,3% 1,3% 1,1% 1% 1% 1% Esta característica del segundo apéndice acerca estos tomos al Diccionario Tecnológico Hispanoamericano, del que Vizuete estuvo a cargo mientras existió el proyecto (1926-1929), donde, sin entradas no marcadas ni nombres propios, la propuesta lexicográfica es parecida: entradas cortas, concisas, en las que se procura no dar información que esté fuera de lo que es en sí el término. Un trabajo profundo del Diccionario Tecnológico está aun por realizarse, para llevarlo a cabo la observación del segundo apéndice del DEHA se presenta como útil e incluso inspiradora. 285 PILAR PARDO HERRERO Terap. Mil. Fisiol. Pesca Tecn. - Tec. Agr. - Agric. Hist. His. nat. Mat. - Matem. Vet. - Veter. Liter. - Lit. Obst. Embriol. Astron. - Astr. Art. y of. Dro. can. Filol. Incluye si va con Paleog. Leg. - Legisl. Min. Teol. For. Geom. Antrop. - Antropol. Dro. Icon. - Iconog. Litur. Metrol. - Metr. Arqueol. Arq. Com. Dro. intern. Rel. Topog. Albañ. Bacteriol. Cristalog. - Cristal. Econ. Polít. - Econ. pol. Ferrocar. - Ferroc. Geog. Histol. Hist. ant. Mec. - Mecán. Meteor. - Meteorol. Polít. Zootec. - Zoot. Apic. Arit. Artill. Bellas Artes - B. A. Blas. Cronol. - Cron. Dro. ant. 20 19 18 17 17 14 14 12 10 10 9 9 8 7 7 7 7 7 7 7 6 6 5 5 5 5 5 4 4 4 4 4 4 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 2 2 2 2 2 2 2 200 190 180 170 170 140 140 120 100 100 90 90 80 70 70 70 70 70 70 70 60 60 50 50 50 50 50 40 40 40 40 40 40 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 20 20 20 20 20 20 20 0,8% 0,8% 0,7% 0,7% 0,7% 0,6% 0,6% 0,5% 0,4% 0,4% 0,4% 0,4% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,3% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 286 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Dro. rom. Electroter. Fort. Fot. - Fotog. Iconol. Ind. Pedag. Ret. Alq. Art. Mil. Carp. Caza Cosm. Discipl. ecles. Dro. const. Dro. proces. Econ. Electr. Electroquímica Enol. Gram. Gimn. Hac. Hidr. - Hid. - Hidrául. Hist. bíbli. Ind. agr. Instr. públ. Leg. ecl. Maq. Metal. Microb. Ob. públ. Oft. - Oftal. Psicol. Quirom. Seric. Sociol. Tox. - Toxicol. Vinic. Total 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2.393 20 20 20 20 20 20 20 20 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 23.930 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,08% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 0,04% 100% Cuadro 13. Campos de especialidad en el segundo apéndice del DEHA Para seguir el análisis, en este apartado se dividirán de nuevo los campos por grupos de disciplinas, empezando por el de más presencia y terminando con el de menor representación139. Como podrá observarse, el orden, y el porcentaje, cambian: 139 Léxico con marcas de ciencias naturales (§ 3.1.3.1.), léxico con marcas de ciencias médicas (§ 3.1.3.2.), La marca de quiromancia, con una única voz en la muestra en la voz cuadrángulo ‘parte de la mano situada entre la línea de la cabeza y la línea de la vida’ no la he incluido en ningún grupo. 287 PILAR PARDO HERRERO - léxico con marcas de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas (§ 3.1.3.3.), léxico con marcas de ciencias humanas y artes (§ 3.1.3.4.), léxico con marcas tecnológicas y profesionales (§ 3.1.3.5.), Así mismo, la utilización del asterisco en determinados artículos con marca de especialidad (16%), que según la advertencia «denota que estos ya han sido tratados en el cuerpo de la obra, ó que dicha palabra se halla incluida en nuestro DICCIONARIO con sus principales acepciones», se tendrá en cuenta por separado en cada uno de los grupos. Previamente sí puede anotarse aquí que el uso de este símbolo queda en la Advertencia del segundo apéndice más claro y resulta más completo que en el primer apéndice, donde el asterisco también se usó para indicar que la palabra estaba y dar en el nuevo artículo una nueva acepción sin haberlo establecido así en su respectiva Advertencia. Habrá, pese a ello, artículos que podrían tener el asterisco pero este no aparece. 3.1.3.1. Léxico con marca de ciencias naturales En el segundo apéndice, como en el resto del DEHA, la mayor presencia la tienen las marcas que se reúnen dentro del grupo de las ciencias naturales. En esta ocasión, sin embargo, el porcentaje que suman no es tan abrumador como en el cuerpo y el primer apéndice del DEHA, donde alcanzaban dos terceras partes. En este apéndice su presencia es de un 37,5%. Hay además más campos. Todos ellos son, según su presencia: zoología botánica mineralogía paleontología geología biología historia natural embriología astronomía bacteriología cristalografía meteorología zootecnia cosmología microbiología Como al analizar el cuerpo y el primer apéndice del DEHA, esta serie de campos de ciencias naturales se puede dividir en varios subgrupos: ciencias de la vida, ciencias de la tierra y ciencias del espacio. 3.1.3.1.a. Ciencias de la vida En el segundo apéndice del DEHA las llamadas ciencias de la vida, con un 30%, abarcan más campos, pues además de la zoología y la botánica, y de la historia natural, 288 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA otros campos son tenidos en cuenta con más precisión. En primer lugar me referiré a estos tres ámbitos, y luego me detendré en los «nuevos». De nuevo, aunque con un porcentaje menor que en las otras partes del DEHA, son zoología y botánica los campos que recogen la mayoría de voces de la ciencias naturales, un 28%. Hay, sin embargo, un cambio importante, pues las voces no solamente son taxonómicas sino que hay mucha más presencia de términos, especialmente adjetivos aunque también se encuentren nombres para designar conceptos y denominaciones vulgares de plantas. Ejemplos de este variado vocabulario son: ACROSPÓREA (FORMACIÓN) (del gr. ákros, elevado, sumo, y spora, semilla): Bot. Formación de los esporos al extremo ó al exterior de una célula madre. BDELOIDINA (del gr. bdélla, sanguijuela, y cidos, forma, aspecto): Zool. Género de protozoarios rizópodos, que comprende numerosas especies marinas y fósiles. […] CIMBIFOLIADO, DA (del gr. kúmbê, barquilla, y del lat. folĭum, hoja) adj. Bot. Se dice de las plantas cuyas hojas son cóncavas, afectando la forma de una barquilla. DRACONTOCÉFALO, LA (del gr. drakôn, drakontos, dragón, y kefalê, cabeza): adj. Zool. Que tiene cabeza de dragón. ENTOCLADIA: f. Bot. Género de algas filamentosas de la familia de las conferváceas. FAPINOS: m. pl. Zool. Tribu de aves de la familia de los colúmbidos, cuyo tipo es el género fapo. GAGÓN: m. Bot. Árbol de la Guayana, sin. de GAGÚ (V. en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). GARBÓN: m. Zool. Macho de la perdiz. HERBÍCOLA (del lat. herba, hierba, y colere, habitar): adj. Zool. Se dice de los insectos que viven habitualmente entre la hierba. MONOPETALIA: f. Bot. Carácter, estado de las plantas monopétalas. TACURÚ: m. Zool. Hormiga negra y pequeña que se encuentra en la Mesopotamia Argentina y en el Paraguay. Muy cerca de estas marcas está la de historia natural, con adjetivos y denominación de procesos principalmente, que parece generalizar el término a varios campos, en particular botánica, zoología y/o paleontología. Muestra de esto son: CIMBALOIDEO, DEA: adj. Hist. nat. En forma de címbalo. ║ CAMPANULIFORME, CIMBIFORME. GEMINACIÓN (del lat. geminatĭo, duplicación, repetición): f. Hist. nat. Producción de órganos vegetales dobles ó dispuestos por parejas, como hojas, folíolos, pistilos, etc., y estado de dichos órganos. METALESCENTE: adj. Hist. nat. Que tiene brillo, color ó reflejos metálicos. El campo de la zootecnia lo he incluido también aquí por los términos con esa marca que hay en la muestra. Este ámbito por su perspectiva técnica tendría que estar en el grupo de los campos técnicos y profesionales, pero la abreviatura aparece en voces de carácter científico, por lo que he preferido ubicarla aquí (cf. epicito, epidema, espasmonema). Esa problemática está en relación con el límite entre los campos de conocimiento. 289 PILAR PARDO HERRERO En este grupo de vocabulario de ciencias de la vida el asterisco aparece para: dar nuevas acepciones de palabras generales ahora restringidas a uno de estos ámbitos, es decir neología de sentido: cf. *calvo, va «Bot.»; para dar una nueva acepción a voces antes ya marcadas: cf. *espícula «Bot.»; para precisar y hacer más breve una definición: cf. *cistolito «Bot.»; para actualizar la información: cf. *cetáceos «Zool.» Para que se vean estas situaciones más claramente se ofrecen ejemplos comparados de la entrada en el cuerpo del DEHA, en la columna de la izquierda, y la entrada en el segundo apéndice, en la columna de la derecha. Cuerpo del DEHA CALVO, VA (del lat. calvus): adj. Que ha perdido todo ó la mayor parte del pelo de la cabeza. U. t. c. s. CETÁCEO, CEA (del lat. cētus; del gr. κήτο): adj. Zool. Dícese de los animales vivíparos grandes del mar. U. t. c. s. m. [autoridades] — CETÁCEOS: m. pl. Zool. Mamíferos marinos, de cuerpo pisciforme, sin pelo […] CISTOLITO (del gr. κυστις, vesícula, y λιθος, piedra: m. Bot. Cuerpo pedicelado y mamelonado, constituido en su mayor parte por carbonato de cal, que se desarrolla en las células epidérmicas de gran número de vegetales, ó excepcionalmente en las partes más profundas. […] CONFORME (del lat. confōrmis): adj. Igual, proporcionado, correspondiente. [autoridades] — CONFORME: Acorde con otro de un mismo dictamen. [autoridades] — CONFORME: […] — CONFORME: adv. m. que denota relaciones de conformidad, correspondencia ó modo, equivaliendo más comúnmente á con areglo á, al tenor de, proporcionalmente ó con correspondencia á, ó de la misma suerte ó manera que. […] DICÉFALO, LA (del gr. δις, dos, y κεφαλη, cabeza): adj. Bot. Aplícase en Botánica á ciertos frutos; así, la cápsula de las saxífragas se dice que es dicéfala. […] DILOFO (del gr. δις, dos, y λοφος, borla, penacho): m. Zool. y Paleont. Género de insectos dípteros, nemóceros, de la familia de los viviónidos ó musciformes […] ESPÍCULA (del lat. spicula): f. Bot. Género de plantas criptógamas del grupo de los hongos. ICNEUMÓN (del gr. ιχνευμων, insecto) m. Zool. Género de la familia icneumónidos, sección entomófagos, suborden terebrantos, orden himenópteros, clase insectos […] DEHA Segundo apéndice * CALVO, VA: adj. Bot. V. ALAMPIÑADO en este mismo APÉNDICE. * CETÁCEOS: m. pl. Zool. En las clasificaciones más recientes se divide el orden de los cetáceos en dos subórdenes: el de los zeuglodontes […] y el de los odontocetos […] * CISTOLITO: m. Bot. Protuberancia abundante en caliza, que se desarrolla en ciertas células epidérmicas de las acantáceas y urticáceas. * CONFORME: adj. Bot. Se dice de dos ó varios órganos vegetales que tienen la misma forma. * DICÉFALO, FALA: adj. Hist. nat. Que tiene dos cabezas, cabezuelas, puntas, vértices, etc. * DILOFO: m. Zool. Género de aves del orden de los pájaros […] * ESPÍCULA: f. Bot. Pedicelo microscópico de algunos esporos. * ICNEUMÓN: m. Zool. MANGOSTA. 290 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA LIGAMENTO (del lat. ligamēntum): m. LIGACIÓN. [autoridad] — LIGAMENTO: Cuerda fibrosa que sirve generalmente para ligar las partes duras del cuerpo humano ó del animal. [autoridad] — LIGAMENTO: Anat. Son los ligamentos haces de tejido fibroso muy apretados […] * LIGAMENTO: m. Zool. Laminilla elástica, que une las dos valvas de las conchas de los lamelibranquios y que sirve para separar las valvas y abrir la concha. […] Entre las voces con marcas de los campos botánica, zoología e historia natural, algunas provienen del DRAE 1899, en particular referentes a nombres comunes, a los que el DEHA agrega muchas veces la marca; aunque hay excepciones como papila, correspondiente a una parte de los vegetales. Ejemplos de estas voces son: Lema *garapacho garbón *icneumón *macagua *matagallegos *matapulgas *papila *pasote Marca DEHA Zool. Zool. Zool. Zool. Zool. Zool. Bot. Bot. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1899 supl. DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1899 Marca académica Sin marca Zool. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Bot. Sin marca Esas voces ya aceptadas en la lengua común no son la mayoría pues, como ocurre con las otras partes del DEHA, los términos taxonómicos no suelen llegar a la lengua usual. Eso mismo ocurre con muchos adjetivos o nombres muy específicos. Sin embargo hay algunas palabras que sí llegarán a entrar al DRAE, como geminado, da (DRAE 1925 con marca «Hist. Nat.») y cánido (DRAE 1956 con marca «Zool.»). Una voz que destacaría es atípico, ca, pues es ejemplo del trasvase de la lengua culta a la lengua común. Nacida como voz especializada de la biología y la medicina (en el DEHA aparecen estas dos acepciones, la primera con la marca de historia natural y la segunda de medicina) para indicar en un caso que ‘carece de forma típica’ y en otro para referirse a ‘enfermedades que, siendo esencialmente periódicas, se manifiestan con notoria irregularidad en sus accesos’, con el tiempo su uso se generaliza y tiene un sentido usual, el cual recoge la Academia en el DM 1983 – DRAE 1984 sin marca: ‘que por sus caracteres se aparta de los tipos conocidos’. Para terminar con el grupo de ciencias de la vida me referiré ahora brevemente a las voces de los nuevos campos que dije arriba que hacen parte de este apéndice. Estos campos son: 291 PILAR PARDO HERRERO - biología embriología - bacteriología - microbiología La presencia de estos campos es pequeña pero es interesante pues involucra el progreso de las ciencias naturales al incorporar campos tan específicos como la embriología. La marca más relevante es la de biología, ámbito dentro del cual se puede considerar que están los otros tres, pues entenderla como campo global de estudio de los seres vivos es un avance frente la reunión de estos estudios en la llamada historia natural. La marca como tal se adelanta bastante a la lexicografía académica, de la cual entra a formar parte en el DM 1927 y más tarde en el DRAE 1956. Algunos ejemplos hallados en la revisión son: AEROTAXIA: f. Microb. Influencia determinada que ejerce el aire, sobre todo el oxígeno, en la dirección del movimiento de los organismos. […] ESPARSIOBLASTO: m. Biol. Especie de nucleolo accesorio observado en las algas diatomeas. GASTRULACIÓN: f. Embriol. Transformación de la blástula en gástrula, por invaginación ó por epibolia (V. GÁSTRULA en este mismo APÉNDICE). PLEOMORFISMO (del gr. pléôn, numeroso, y morfê, forma): m. Bacteriol. Modificaciones morfológicas pasajeras que experimentan determinadas bacterias […] Los términos de estos campos localizados en la muestra son muy especializados, lo que hace difícil que lleguen a la lengua común, además de existir la posibilidad de que sean voces que no prosperaron en su propio ámbito científico. Hay, sin embargo, excepciones como cromosoma, voz que entra al DRAE 1956 con marca de biología. En cuanto al uso del asterisco, la muestra contiene cinco ejemplos: *cítodo *embriogenia *esputo *gástrula *inhalación Biol. Embriol. Bacteriol. Embriol. Bacteriol. En los artículos s.v. esputo e inhalación, ambos marcados como de bacteriología, la información enciclopédica revela algo que está más allá de la voz como tal y es la relevancia de la ciencia en sí, de su avance y de los experimentos como fuente de conocimiento. Así, el artículo de esputo recoge la importancia de examinar este en el microscopio cuando la persona padece alguna enfermedad en que la flema pueda servir para poder «diagnosticar con certeza la afección», lo que indica el progreso en la observación microscópica que conlleva una mayor seguridad, en este caso, en el diagnóstico. El otro artículo, inhalación (voz que en ese momento tenía solo acepción médica), tiene como motivación explicar cómo se desarrolló un experimento que llevó a la conclusión de que ciertos animales tienen cierta inmunidad ante un determinado 292 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA bacilo; lo fundamental no es, pues, la voz, sino que el experimento consistía en hacer inhalar a algunos animales metidos en cajas el bacilo a través del aire. En los otros casos hay una actualización del concepto: cítodo: definida en el tomo 5 1.ª parte, con marca de fisiología, como ‘se dice de las células compuestas simplemente de una pequeña masa de protoplasma sin membrana celular’, en el segundo apéndice tiene marca de biología y se refiere a ‘masa primitiva de protoplasma’. En este caso el término pasa además de ser adjetivo a ser nombre. embriogenia: definida en el tomo 6, con marca de ciencias naturales, como ‘ciencia que trata de la formación y desarrollo del embrión, tanto en los seres animales como en los vegetales’ y con un artículo enciclopédico complementario marcado con la abreviatura de zoología, en el apéndice tiene marca de embriología y se define de nuevo, esta vez como ‘serie de formas por que pasan los seres orgánicos desde el estado de huevo hasta que adquieren su forma definitiva’, seguida esta definición de varios párrafos sobre la variación en la evolución orgánica entre un individuo y otro. gástrula: definida en el tomo 9 como voz de la zoología para un ‘estado particular embrionario que constituye una forma larvaria capaz de tener vida propia’, en el apéndice tiene marca de embriología y sigue los planteamientos de Ernst Haeckel, que define el término como ‘forma que, en cierta fase de su desenvolvimiento, ofrece el embrión de los invertebrados y de algunos de los vertebrados inferiores […] se presenta también en el embrión de los vertebrados superiores’. La mención del biólogo Haeckel es importante pues sus teorías hacen parte de toda la reflexión y estudio sobre la evolución que se venía produciendo en la segunda mitad del siglo XIX. Además es quien introduce términos tan importantes como filogenia y ontogenia140. 3.1.3.1.b. Ciencias de la tierra En este grupo, con un 6,8%, se encontrarían los siguientes campos, según su orden de presencia en el Cuadro 13: 140 La voz filogenia aparece en el tomo 8 del DEHA con marca de historia natural, tras la definición incluye que la denominación es de Haeckel. Esta voz entra al DRAE 1970 sin marca. La voz ontogenia aparece en el segundo apéndice del DEHA con marca de fisiología. Esta voz entra al DRAE 1925 con la marca «Fisiol.». Hoy ambas voces tiene marca de biología. También la voz cítodo, en el tomo 5 1.ª parte, dice tras la definición «[f]ué denominación propuesta por Hœckel». 293 PILAR PARDO HERRERO - mineralogía paleontología - geología - cristalografía De ellos el más representativo, aunque en un porcentaje reducido, 3,3%, es mineralogía. Parecido a lo que sucede con las voces de zoología y botánica, en este campo se hallan denominaciones para compuestos minerales, pero también adjetivos y nombres. Algunos ejemplos son: AUTOMOLITA: f. Miner. Aluminato de zinc (ZnAl2O4). Pertenece al grupo de las espinelas […] CRISTALOGENIA (del gr. krústallos, cristal, y geneá, nacimiento, origen): f. Miner. y Quím. Parte de la cristalografía que trata de la formación de los cristales y de las particularidades que pueden presentar éstos en su estructura […] ESPICULAR (del lat. spicŭlum, dardo, flecha): adj. Miner. En forma de flecha. GRANATOIDE: m. Miner. Silicato natural de alúmina, variedad del granate. HEMIMORFÍA ó HEMIMORFISMO (del gr. hêmisus, la mitad, y morfè, forma): f. Miner. Propiedad de algunos cristales que no pertenecen á los sistemas regulares de cristalización […] MANGANOSTIBITA: f. Miner. Antimoniato natural de manganeso y hierro. La segunda marca en importancia, paleontología, recoge, si se parte de la muestra, casi exclusivamente taxonomía de plantas y animales fósiles. El léxico marcado como de geología, por su parte, incluye principalmente denominaciones de rocas y adjetivos que identifican capas del suelo, aunque se encuentran también otros adjetivos. Las pocas apariciones de la marca cristalografía son para introducir adjetivos o nombres referentes a la forma y formación de los cristales. Dado el tipo de léxico tan restringido a la clasificación, y a la descripción específica en el caso de adjetivos, el léxico de estos campos no había pasado ni lo ha hecho aún a la lengua común, excepto por algunas excepciones como: Lema anticlinal caledoniense diluvial estratigráfico, fica pterodáctilo Marca DEHA Geol. Geol. Geol. Geol. Paleont. Año en que entra a la lexicográfica académica DM 1983 – DRAE 1984 Solo DH 1936 DRAE 1914 DRAE 1899 DM 1927 – DRAE 1936 Marca académica Geol. Geol. Geol. Geol. Paleont. – Sin marca El asterisco en estos campos no es muy utilizado. Cuando aparece puede tener varios propósitos: dar una acepción nueva: cf. *halonia «Paleont.»; ampliar la información de la definición: cf. *aachenense «Geol.», *bayociense «Geol.»; o dar más información enciclopédica: *trilobites «Paleont.»141 141 Hay voces que podrían tener el asterisco, como anélidos, que apareció en el tomo 2 y ahora se incluye para dar información sobre el descubrimiento de anélidos fósiles. 294 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - actualizar los avances en el estudio en el contexto de determinado término: cf. dinosaurios «Paleont.»; dar información sobre un término en el contexto de un campo específico: cf. solubilidad «Miner.»; seguir el cambio en la definición propuesto por la Academia cuando la voz ya estaba, lo que sucede muy excepcionalmente: cf. estratificación «Geol.» 3.1.3.1.c. Ciencias del espacio En este último grupo de las ciencias naturales hay tres marcas que suman un reducido 0,4%, correspondiente a once entradas: astronomía: apogear; apogéico, ca; apogovio; cromosférico, ca; dracóntico (mes); esparsilo, la; *planeta. meteorología: anthelio, fracto cúmulus, *nimbo. cosmología: aerografía. Las voces que no tienen asterisco, y continúan usándose en el campo correspondiente, no han entrado hasta ahora a la lengua común por su nivel de especialidad. Las dos marcadas con asterisco tienen el símbolo para dar una nueva acepción: nimbo para denominar un tipo de nube (acepción que entró en el DRAE 1899); y planeta para dar una acepción nueva de término compuesto (planeta inferior, del DRAE 1899), seguida de otra acepción nueva de término compuesto (planeta superior, del DRAE 1899), una frase figurada (ser un planeta) y por último un artículo enciclopédico para dar cuenta de las nuevas observaciones de los planetas realizadas en los últimos años. 3.1.3.2. Léxico con marca de ciencias médicas A diferencia del cuerpo del DEHA y el primer apéndice, donde la nomenclatura con estas marcas era muy reducida (7,1% y 1,5% respectivamente), en el segundo apéndice las abreviaturas correspondientes a las ciencias médicas hacen una quinta parte del total, un 21,1%. En este grupo se incluirían, en orden de presencia según el Cuadro 13: patología medicina anatomía cirugía farmacia teratología terapéutica fisiología veterinaria obstetricia histología electroterapia gimnasia oftalmología psicología toxicología 295 PILAR PARDO HERRERO En el segundo apéndice del DEHA el aumento en la cantidad de terminología médica se relaciona con la cientifización de la medicina, que ayuda a que avance mucho a partir de la segunda mitad del XIX, lo que a su vez implicaba necesidad de términos nuevos. La gran cantidad de términos se debe, pues, a ese contexto, en el que se incluye la publicación de distintos repertorios de esta especialidad (Gutiérrez Rodilla 1999: 3435), pero también probablemente a que la obra tiene el objetivo no solo de diccionario enciclopédico sino de diccionario terminológico, como puede apreciarse en lo reducido de las definiciones142. En el conjunto de marcas de las ciencias médicas, la marca de patología es la más numerosa con un 8,2% del total del apéndice segundo. Las tres marcas que le siguen en importancia, cada una con alrededor del 3%, son medicina, anatomía y cirugía. En estas cuatro marcas me centro en este subapartado. Las voces que se incluyen en estos campos son principalmente sustantivos constituidos, como es común en el lenguaje científico y particularmente en el médico, a partir de formantes cultos. Aunque en menor medida, hay igualmente adjetivos derivados de esos nombres. Se pueden encontrar también epónimos y algunos neologismos de sentido. Ejemplos del vocabulario con estas cuatro marcas son los siguientes: Con marca de patología: APOLEPISMO (del gr. apó, lejos, fuera, y lepís, escama): m. Patol. Descamación. COLEPIRA: f. Patol. V. COLEPIROSIS en este mismo APÉNDICE. ENTOFTALMÍA (del gr. entós, dentro, interiormente, y de oftalmía): f. Patol. Inflamación de las partes internas del ojo. FARCINOSO, SA: adj. Patol. Se dice de lo que se halla afectado de lamparones y de los que su aspecto. HIPEREPATÍA (del gr. hupér, que denota exceso, superabundancia, y héoar, hépatos, hígado): f. Patol. Producción anormal y exagerada que se observa en las células hepáticas, ya en el número de las mismas, lo que constituye la hiperepatía anatómica, ya en su actividad, lo que se llama hiperepatía fisiológica. […] KAHALER (ENFERMEDAD DE): Patol. Sarcoma primitivo de los huesos, acompañado de albumosuria. ONFALORRAGIA (del gr. mófalos, ombligo, y ragê, ruptura, ó régnumi, fluir con violencia): f. Patol. Hemorragia por el ombligo. POLIARTRITIS: f. Patol. Artritis que radica simultáneamente en distintas articulaciones. 142 Las limitaciones de esta investigación impiden profundizar en el contexto histórico y terminológico de las ciencias médicas. Remito al lector a la bibliografía disponible para el caso español sobre historia de la medicina en España (López Piñero (1971, 1996), López Piñero / Bujosa (2009), Perdiguero (2002, 2005), Peset (1968-1970) Zarzoso (1996, 2005), entre otros), terminología médica (López Piñero (2005), entre otros) y lexicografía médica (especialmente Gutiérrez Rodilla 1999). 296 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Con marca de medicina: ACROBISTIOLITO (del gr. akrobusia, prepucio, y lízos, piedra): m. Med. Nombre con que se designa técnicamente el cálculo del prepucio. DINAMOSCOPIO (del gr. dúnamis, fuerza, y skopéein, mirar, observar): m. Med. Instrumento con que se practica la dinamoscopia. Consiste en un cilindro, generalmente de aluminio, una de cuyas extremidades, de forma cónica, se introduce en el oído del observador, mientras el otro extremo se aplica á un dedo ó á otra cualquiera parte del cuerpo del paciente. ESTETÓGRAFO (del gr. stêzos, pecho, seno, y gráfô, yo escribo): m. Med. Especie de estetómetro que registra automáticamente la dilatación de la cavidad torácica. Gilbert y Roger han ideado un estenógrafo llamado bilateral, que permite registrar por separado la dilatación de ambas mitades del tórax. *VEJIGUILLA: Med. VESÍCULA. Con marca de anatomía: ACROPOSTIA (del gr. ákron, extremidad, y poszê, prepucio): Anat. Nombre científico del extremo anular del prepucio. EPICÓLICO, LICA (del gr. epí, sobre, y kôlon, colon): adj. Anat. Se dice de la región abdominal externa cuya situación corresponde á la del colon. ILÍACOMUSCULAR: adj. y m. Anat. Sin. de ILIOLUMBAR (V. esta palabra en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). PRESORIO (del lat pressorium): m. Anat. Cavidad venosa irregular, situada al nivel de la protuberancia occipital interna, y que representa la confluencia del seno longitudinal superior, del seno recto y de los senos laterales. Con marca de cirugía: CISTOSTOMÍA (del gr. kústis, vejiga, y stōma, boca, orificio): Cir. Operación que consiste en practicar una incisión en la vejiga, de modo que quede la abertura permanente, á fin de dar salida á la orina. La cistostomía suprapubiana, ú operación de Poncet, se hace en el caso de hipertrofia prostática y cuando no es posible practicar el cateterismo. FLEBOTÓMICO, MICA: Cir. adj. Concerniente á la flebotomía. MARCKEALD (OPERACIÓN DE): Cir. Amputación del cuello del útero. Hecha la incisión de las comisuras hasta el fondo del saco, se corta de cada uno de los labios un trozo de forma cónica, con la base en la parte inferior, y se reune ambos colgajos por medio de suturas hechas con catgut. Esta operación se llama también operación de Simón. PORTACANDELILLAS: m. Cir. Cánula de plata semejante á la de trocar, pero más larga que ésta. Se usa para introducir en la uretra las candelillas con objeto de dilatarla. Estos ejemplos sirven de muestra del vocabulario médico del segundo apéndice del DEHA. En ellos destacaría la presencia de sinónimos, bien para definir (cf. colepira, ilíacomuscular, *vejiguilla) o bien como información adicional dentro de la definición (cf. Marckwald (operación de)), pues evidencia el problema de la multiplicidad de denominaciones, y es a su vez razón para que aumente el léxico. También vale la pena recalcar la conciencia de que este es un vocabulario restringido, especializado, como lo indican las definiciones de acrobistiolito y acroposia, donde con toda claridad dicen que el término es una designación técnica o un nombre científico, lo que indica su pertenencia a una terminología. 297 PILAR PARDO HERRERO La mayoría de este vocabulario, así como el de los otros campos médicos con menos presencia, no pasa a la lengua común por su nivel de especialidad, bien sea que continúe hoy su uso o no. Hay, sin embargo, algunos casos de términos que provienen del DRAE 1899, como plesímetro y tífico, ca. Como es de suponer, por otra parte, en el DEHA hay ejemplos de voces que sí entrarán a la lexicografía académica. En la muestra se encuentran varias, entre ellas: Lema acromegalia arenilla o arenillas aplestia automatismo ambulatorio centrosoma cistoscopia cistoscopio *cotilo cuerda dorsal s.v. *cuerda epidemicidad espina bífida s.v. *espina *estrato etología histerectomía insuflador linfocito linfoma narcolepsia obnubilación tuberculina Marca DEHA Patol. Patol. Med. Patol. Anat. Cir. Cir. Anat. Anat. Med. Patol. Histol. Psicol. Cir. Med. Anat. Patol. Med. Patol. Med. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1936 DRAE 1925 arenilla DM 1927 DRAE 1914 automatismo DM 1983 DM 1983 – DRAE 1984 DRAE 1970 DM 1983 – DRAE 1984 DRAE 1956 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 2001 DRAE 1984 DRAE 1984 DRAE 2001 DM 1927 – DRAE 1984 DRAE 1956 DRAE 2001 DRAE 2001 DRAE 1947 supl. DRAE 1925 Marca académica Sin marca Sin marca Med. Med. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Med. Sin marca Sin marca Med. Med. Zool. Med. Med. Med. Sin marca Entre el léxico con otras marcas y porcentajes reducidos, las voces de teratología, un 1%, llaman la atención. Entre las encontradas en la muestra no hay ninguna que haya pasado a la lengua común, sin embargo su presencia resulta relevante pues es reflejo, al menos parcialmente, del contexto histórico, ya que puede relacionarse con el interés que hay en el siglo XIX por la descripción de las malformaciones congénitas, que tiene su correspondencia pública más cruel en los circos que llevaban consigo como atracciones a personas con distintas malformaciones. La definición de estas voces permite además acercarse a la manera en que entonces se entendían, en parte por desconocimiento de las causas, estas anomalías o malformaciones, pues en vez de usarse estas palabras para la descripción se suele preferir la palabra monstruo (cf. celiadelfo, fa). Destacaría también la marca «Electroter.» para el campo electroterapia, representada en la muestra con dos voces: anelectrótono y catelectrótono, pues muestra 298 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA que esta forma de tratamiento médico tendría una relevancia social, la cual se hacía evidente ya en el artículo enciclopédico dedicado a la voz electroterapia en el cuerpo de DEHA (esta voz entra al DRAE en 1899). Para terminar haré referencia al uso del asterisco en voces de las ciencias médicas resumiendo las razones por las que se utiliza a partir de la observación de la muestra: dar una acepción nueva con un término simple: cf. glandular «Anat.», lanza «Cir.»; o compuesto reconocimiento de animales s.v. reconocimiento «Veter.» dar información enciclopédica: cf. compresa «Cir.» donde informa sobre distintos tipos de compresa usados en cirugía, lactosa «Fisiol. y Patol.»; modificar la definición: cf insuflar «Med.», heteropodia «Terat.»; precisar el concepto en un campo médico: cf. fosfórico, rica «Med.» 3.1.3.3. Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas Este grupo suma un 16,4% de léxico marcado y agruparía los siguientes campos, según las abreviaturas, en este orden de presencia: química física matemáticas geometría mecánica aritmética electricidad electroquímica La marca de química, al igual que en el cuerpo y el primer apéndice del DEHA, es la de mayor representación, aquí con un 12%143. Las voces que se incluyen son, a la manera de las otras partes del diccionario, sustancias como compuestos, ácidos, sales, etc. Pero también se encuentran otro tipo de términos, entre los que se cuentan denominaciones para distintas sustancias tales como principios amargos y glucósidos, o instrumentos de laboratorio. Algunos ejemplos son los siguientes: ACROMATINA (del gr, a, priv., y jrôma, color): f. Quím. Substancia plásmica celular que no adquiere color por los reactivos. BORINA: f. Quím. Antiséptico sucedáneo del ácido bórico, en cuya composición entran este ácido y la glicerina. CAINCINA: f. Quím. Glucósido de forma cristalina, que se descompone, por la acción de los ácidos, en glucosa y quinovina. La denominación de ácido caíncico, que dieron á este cuerpo sus descubridores, Pelletier y Caventon, ha sido enteramente abandonada. 143 En la muestra se halló un único ejemplo de voz de la alquimia, se trata de elesmatis ‘óxido de plomo obtenido por calcinación’, que no considero parte de las ciencias que abarca este grupo. Por su relación histórica con la química hago mención aquí a la presencia de esa marca, mínima por demás. 299 PILAR PARDO HERRERO Las propiedades de la caincina han sido ya estudiadas en esta obra con la antigua denominación (V. CAÍNCICO, (ÁCIDO) en el tomo correspondiente). CARMINA: f. Quím. Materia colorante que se extrae de la cochinilla. (V. CARMÍNICO (ÁCIDO) en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). CLEMATINA: f. Quím. Principio amargo contenido en las hojas de varias especies de ranunculáceas del género elemátide. CONDURANGINA: f. Quím. Glucósido extraído de la corteza del condurango (Gonobulus Condurango). Esta substancia es tóxica y obra especialmente sobre la médula espinal, produciendo fenómenos atáxicos: su acción es lenta, por lo menos administrada en inyecciones hipodérmicas. Recientemente ha sido de nuevo estudiada en sus aplicaciones terapéuticas y se le atribuye la propiedad de curar el cáncer del estómago. Verdaderamente parece ejercer una acción calmante sobre la mucosa gástrica, pues activa las funciones digestivas é influye favorablemente en el curso de la dolencia; pero, por desgracia, no puede considerarse con eficacia para curar la terrible enfermedad. CRISTALIZADOR: m. Quím. Vaso cilíndrico, de ancha base y generatrices muy cortas, destinado en los laboratorios á la cristalización de las soluciones. DRACONINA: f. Quím. Sin. de DRACINA. ESPÁTICO (ÁCIDO): ant. Quím. ÁCIDO FLUORHÍDRICO. GALICINA: f. Quím. Eter metílico del ácido gálico. Cristaliza en agujas muy finas, solubles, en caliente, en el agua y en el alcohol. Se usa, en polvo, en el tratamiento de las conjuntivitis y oftalmías flictenulares. HALOLOGÍA (del gr. háls, halós, sal, y grafo, yo escribo) m. Quím. Tratado sobre las sales. HIDRUVITATO: m. Quím. Cuerpo resultante de la combinación del ácido hidruvítico y una base. LACTILO: m. Quím. Radical del ácido láctico, que no ha podido ser aislado todavía. METAMILENO: m. Quím. Cuerpo que se obtiene calentando alcohol amílico y ácido sulfúrico y que contiene los productos inferiores de la destilación de varios polímeros del amileno. PROPEPTONA: f. Quím. Producto de la digestión pépsica de las substancias albuminoideas: sin. de HEMIALBUMOSA (V. en este mismo APÉNDICE). La información que ofrecen estas entradas en sus definiciones es interesante. Aparte de evidenciar cuestiones propiamente lingüísticas, por ejemplo morfológicas (donde destaca la utilización de ciertos sufijos típicos del campo químico como -ato, -ico, -ilo, -ina, -ol para la formación de los términos), gramaticales (permiten observar la preponderancia de los nombres sobre los adjetivos) o de sinonimia terminológica; las definiciones ofrecen datos complementarios más próximos a la historia de la lengua y de la ciencia (§ 3.2.3.1.). Subrayo solamente dos ejemplos: s.v. caincina se ofrece valiosa información histórica de la palabra pues da nombres de personas que asignaron una determinada denominación, ácido caíncico, así como la afirmación de que dicho término se ha abandonado por el que se presenta en la entrada. La verdad sobre esta información habría de ser contrastada, pero este texto es sin embargo una importante documentación. s.v. condurangina está implícito el proceso de experimentación para conocer mejor las propiedades de una sustancia. Esa misma experimentación muestra 300 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA un uso posible, en este caso para curar un cáncer, aunque las pruebas demuestren la insuficiencia para lograrlo. En este pequeño artículo hay toda una historia del progreso científico. Por otro lado, hay voces, como se observa en algunas definiciones, que se relacionan con la medicina, en particular con la farmacia y la terapéutica, pues son sustancias con usos curativos, lo que es reseñable para notar las difíciles fronteras que puede haber entre campos144. Entre estas voces, las de los principios amargos obtenidos de plantas muestran además el avance en el estudio de estas, que primero son conocidas en el ámbito botánico y luego pasan a ser analizadas químicamente, lo que representa un adelanto clave no solo para la química sino también para la medicina. La especialización de los términos de química que se encuentran en este apéndice hace que no tengan entrada en la lengua común por lo general, sin embargo, como ya se ha ido observando con este y otros campos, hay algunas excepciones. Debe tenerse en cuenta, eso sí, que algunas voces están en el DRAE y/o en el DM solamente en algunas ediciones, lo que estaría relacionado precisamente con la restricción del término, eliminado posiblemente por esta razón de la nomenclatura académica. Lema cetarina cético (ácido) cetilato superfosfato Marca DEHA Quím. Quím. Quím. Quím. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1925 – 1956 y DM 1927 – 1989 DRAE 1925 cético, ca DRAE 1925 – 1992 DRAE 1936 Marca académica Sin marca Sin marca Quím. Sin marca Por último, con respecto al uso del asterisco en las voces de química, se observa que este no aparece muy frecuentemente, apenas en once de las entradas de la muestra. Las razones para utilizar el símbolo son: dar una acepción nueva: cf. *furfurina «Quím.», aunque puede considerarse un error pues ya en el artículo del cuerpo del DEHA había una entradilla con el sentido que tiene en el apéndice de un tipo de explosivo; pólvora gálica (s.v. *gálico, ca «Quím.»); *hederina «Quím.»; licor holandés (s.v. *holandés «Quím.»); *icica «Quím.»; Entre las voces de la muestra, una de las contadas que entra a la lexicografía académica, aunque solamente en el Diccionario histórico (1936), es cairina. Este diccionario da como ejemplo de uso una obra de Joaquín Mas-Guindal, farmacéutico y militar que fue vicepresidente de la Real Academia de Farmacia, Memorandum de sinonimias. Procedencias, nombres científicos y vulgares de los productos químicos, vegetales ó animales, plantas y sus partes y preparaciones de aplicación a la Farmacia (Madrid: Establecimiento Tipolit de J. Corrales, 1901). Hago mención a este ejemplo pues ese mismo texto habría podido ser la fuente del DEHA para muchas de estas voces de química que están en relación con la farmacia, pero esta es una hipótesis que habría que comprobar. 144 301 PILAR PARDO HERRERO - dar información enciclopédica: cf. *alcohol «Quím. y Tecn.» donde se dan datos sobre alcoholes de uso industrial; *formiato «Quím. y Terap.» y *fórmico (ácido) «Quím.» donde se ofrece información sobre sus propiedades terapéuticas, aludiendo en el segundo a pruebas realizadas con personas y dando una información muy actualizada (1908); *síntesis «Quím.» donde se amplían datos teóricos y prácticos de la síntesis de los cuerpos; - modificar la definición: cf. serie acrílica (s.v. *acrílica «Quím.») y *afinidad «Quím.». La última razón, modificar la definición, es destacable pues en el caso de serie acrílica no se trata de un cambio de sentido o una actualización del mismo, que es lo que sucede en afinidad, sino que se introduce de nuevo la voz para redactar el artículo de un modo distinto. Lo que se observa en serie acrílica (s.v. *acrílica) es una variación en el planteamiento de la definición, que sin modificar básicamente su contenido, es más esquemática, menos prosaica, que la del cuerpo del DEHA. No tengo otros ejemplos en que se pueda ver esta circunstancia, pero es interesante pues indicaría una revisión del contenido previo del DEHA, en este caso con el objetivo, ya mencionado, de hacer en el apéndice una propuesta más terminológica, que se acerca así más a la expectativa de un público especialista. Seguidamente reproduzco el ejemplo, con el artículo del cuerpo del DEHA a la izquierda y el del segundo apéndice a la derecha: Cuerpo del DEHA ACRÍLICA (SERIE) (de acrílico): f. Quím. Bajo este nombre se comprenden los productos que tienen propiedades análogas á las de la serie grasa, diferenciándose en contener dos átomos menos de hidrógeno. Se puede expresar la naturaleza de estos cuerpos diciendo que son á la vez olefina y alcohol, olefina y aldeido, olefina y ácido, etc. Resulta que estas sustancias presentan, además de las reacciones de las sustancias análogas de la serie grasa, la propiedad de fijar por simple adicion [sic], como las olefinas, una multitud de cuerpos; por ejemplo el cloro, el bromo, el hidrógeno, los hidrácidos, el ácido cianhídrico, el agua, el ácido sulfuroso, los bisulfitos, el ácido sulfúrico, etc., etc. Se conocen aún muy pocos métodos generales para suministrar productos de la serie acrílica. Uno de los mejores, cuando es aplicable, consiste en separar por la potasa alcohólica una molécula de ácido clorhídrico ó de ácido bromhídrico á un compuesto de cloro ó bromo de la serie grasa. DEHA Segundo apéndice * ACRÍLICA (SERIE): f. Quím. Con el nombre de serie acrílica se conoce el conjunto de cuerpos, naturales ó artificiales, que contienen ácido acrílico ó sus afines, y que, teniendo todos propiedades análogas á las de los ácidos grasos, difieren del término correspondiente por ─ H2. El siguiente cuadro indica para cada uno de estos cuerpos la relación con el ácido graso que le corresponde. SERIE ACRÍLICA Ácidos Acrílico. . . . . . . . . C3 H4 O2 Crotónico. . . . . . . . . C4 H6 O2 Angélico. . . . . . . . . C5 H8 O2 Piroterébico. . . . . . . . C6 H10 O2 Canfórico. . . . . . . . . C10 H18 O2 Oleico. . . . . . . . . . C18 H34 O2 SERIE GRASA Ácidos Propiónico. . . . . . . . C3 H6 O2 Butítrico. . . . . . . . . C4 H8 O2 Valeriánico. . . . . . . . C5 H10 O2 302 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Caproico ó hexílico. . . . . C6 H12 O2 Cáprico ó decílico. . . . . . C10 H20 O2 Esteárico. . . . . . . . . C18 H36 O2 En presencia del hidrógeno naciente, los ácidos de la serie acrílica fijan H2 y dan el ácido graso correspondiente. No se conoce ningún método general para la preparación de los ácidos de la serie acrílica. Uno de los mejores, cuando es aplicable, consiste en separar por la potasa alcohólica HCl ó HBr á un compuesto clorado ó bromado de la serie grasa. La segunda marca en importancia en este grupo, aunque con mucha menos presencia que la de química, es la marca de física, con un 3,4%. En la muestra, los términos marcados de este campo son en muchos casos aparatos, también hay términos para teorías, unidades de medida, etc. Aunque en menor proporción, también hay adjetivos. La mayor parte de las voces son simples, pero hay igualmente términos compuestos. Este vocabulario tiene cabida como demostración del avance en esta ciencia. Algunos ejemplos de voces con la marca de física son: AEROSCÓPICO, CA: adj. Fís. Perteneciente ó relativo á la aeroscopia. CROMOSCOPIO (del gr. jrôma, color, y skopéô, yo miro, yo observo): m. Fís. Instrumento para fijar la intensidad de coloración de un líquido por comparación con otro líquido normal. DIACTINISMO (del gr. diā, al través y actís, actinos, rayo): m. Fís. Expresión con que se designa la penetrabilidad de un cuerpo por los rayos actínicos. El diactinismo es muy variable según el grado de transparencia de los cuerpos y se presenta en el cristal de roca, el espato cristalino y la sal gema. FACÓMETRO (del gr. fakós, lente, y métron, medida): m. Fís. Instrumento empleado en óptica para averiguar el poder refringente de las lentes usadas en los anteojos ordinarios. HIPERFOCAL (del gr. hupér, que denota exceso, y de focal): adj. DISTANCIA HIPERFOCAL: Fís. Se dice del plano más próximo de que un aparato fotográfico da una imagen clara, enfocado al infinito. SUPERSATURACIÓN: f. Fís. Si una solución de un sólido cristalino se evapora ó se enfría, se llega á alcanzar un punto en el cual existe en el líquido toda la cantidad de elemento sólido que aquél puede disolver; continuando el proceso, el sólido se separa en cristales (supersaturación) si hay presentes cristales de la misma naturaleza. Algunas voces de este campo habían sido incluidas en el DRAE 1899, producto de la popularización de algunos términos, y el DEHA las incorpora a su vez, como: Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1899 DRAE 1899 supl. DRAE 1899 DRAE 1899 DRAE 1899 Lema aeróstato amperio electrometría electrométrico reóforo Marca DEHA Fís. Fís. Fís. Fís. Fís. Marca académica Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Fís. 303 PILAR PARDO HERRERO Por otra parte, algunas voces que entrarán en la lexicografía académica son: Lema aeroplano catión *electrógeno, gena entropía erg luminiscencia osmótico, tica Marca DEHA Fís. Fís. Fís.é Ind. Fís. Fís. Fís. é Hist. nat. Fís. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1914 DM 1927 – DRAE 1936 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1970 DRAE 1947 supl. DRAE 1925 DRAE 1956 Marca académica Sin marca Fís. Sin marca Fís. Sin marca Sin marca Electr. Como resulta lógico y ya se ha visto en otros campos, muchas voces no pasan a la lengua general. También puede ocurrir que desaparezcan pues hay otra voz preferida. Un ejemplo de esto es la voz croniómetro. Esta voz según el DEHA significa, en su primera acepción, lo mismo que pluviómetro (que había entrado a la Academia en 1869 y que contiene el DEHA en el cuerpo (tomo 15)). Pese a ya existir esa voz preferida, el DEHA indicaría que convivía con un sinónimo, croniómetro, el cual se dejó de utilizar, según se comprueba hoy145. El uso del asterisco sigue las motivaciones que se han ido anotando en otros campos. En las voces de física de la muestra se observa para: dar una acepción nueva: cf. *electrografía «Fís.», factor de potencia «Fís.» (s.v. *factor); *polo «Fís.» que reproduce la nueva acepción incluida en el DRAE 1899; dar información enciclopédica: de los varios artículos en que se dan informaciones que completan lo dicho en el cuerpo y/o en el primer apéndice, destaco dos por la justificación que da el DEHA para realizarlos. Uno es *cable «Fís.», que habla de los cables eléctricos y comienza así: El portentoso desarrollo que en estos últimos años han adquirido las diversas aplicaciones de la electricidad, presta excepcional interés á cuanto con el empleo de este agente se relaciona. Creemos, pues, oportuno, por su importancia, ampliar el estudio que sobre cables eléctricos bosquejamos en el tomo IV del DICCIONARIO. Insistiremos especialmente, con la extensión que la naturaleza de esta obra permite, en el tendido, pruebas y reparación de los cables, describiendo á continuación algunos tipos modernos. El otro es *calor «Fís.» que se justifica así: La brevedad con que, en el tomo IV de esta obra, se habló de las fuentes naturales del calor, y de la propagación de dicho agente físico, nos invita á completar aquel estudio con algunas particularidades complementarias y con otros artículos completamente nuevos. 145 La segunda acepción del DEHA de croniómetro ‘instrumento destinado a medir la duración de la lluvia’ (no la cantidad), ha desaparecido también. Sin embargo es interesante pues es cercana al sentido que hoy tiene una voz muy similar, cronómetro, en tanto que instrumento para medir tiempo. 304 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA El comienzo de estos textos enciclopédicos muestra la importancia de los avances, el primero en relación con la electricidad, progreso con consecuencias sociales relevantes; y el segundo por la consideración de la necesidad de completar la información antes ofrecida además de brindar datos actualizados; modificar la definición: cf. *electrógeno, gena «Fís. é Ind.» donde más exactamente se precisa la definición y se limita al campo de la física; *ión «Fís.», da una definición más corta y con cambios. Aunque con presencia reducida, destacaría las dos marcas relacionadas con la electricidad, electricidad y electroquímica, que demuestran la importancia que adquiere esta rama, lo cual también se hace visible en artículos marcados con el asterisco como los mencionados arriba (cable, calor, y otros como electricidad), que tienen espacio en el este apéndice por entender que el avance de la física, en particular de la electricidad, estaba cambiando tanto la ciencia como la sociedad. 3.1.3.4. Léxico con marca de ciencias humanas y artes El léxico de ciencias humanas y artes suma un 14%. En este grupo se cuenta la mayor cantidad de marcas (40), de las cuales solamente diez se encuentran en el DRAE 1899. Los campos, según la muestra y en orden de presencia, son: música mitología filosofía etnografía historia eclesiástica historia literatura derecho canónico legislación teología filología forense antropología derecho iconografía liturgia arqueología derecho internacional religión economía política historia antigua política bellas artes blasón cronología derecho antiguo derecho romano geografía iconología pedagogía retórica disciplina eclesiástica derecho constitucional derecho procesal economía gramática hacienda historia bíblica legislación eclesiástica sociología En este segundo apéndice es donde las marcas que se han reunido bajo la etiqueta de ciencias humanas y artes tienen una presencia mayor. La razón para que esto 305 PILAR PARDO HERRERO sea así considero que es el hecho de que el apéndice tenga un objetivo próximo al del diccionario terminológico. Esta finalidad es la que hace que distintos campos de las humanidades estén aquí presentes con mayor contundencia. Otras marcas con una presencia casi anecdótica resultan sin embargo de interés por la precisión que busca la abreviatura. Pero esa aspiración terminológica, que se verá en este subapartado al hacer referencia a algunas marcas con sus ejemplos, no es la única en este grupo. En esta ocasión hay otros recursos para aumentar el léxico, entre los que se cuentan voces antiguas y voces para denominaciones comunes en entornos ajenos a la sociedad más próxima al lector (similar a lo que ocurre con las marcas de zoología y botánica), lo que está en el límite entre lengua especializada y común, así como entre diccionario tecnológico y enciclopédico. A continuación se analizarán algunas marcas que hacen evidentes estas cuestiones. La primera marca, la más relevante por su presencia, es la de música, con un 3,2% (porcentaje muy similar al de otras marcas de campos tan importantes como física y medicina). La razón para que este grupo léxico sea tan amplio es que corresponde en gran medida a nombres de instrumentos antiguos, de reciente invención y de distintas zonas del mundo. Aparte de esto hay también términos referidos a los modos de ejecución y a sistemas musicales, particularmente el griego. La mayoría de voces son nombres, pero también aparecen algunos adjetivos. Aun más excepcional es la aparición de verbos. Ejemplos del vocabulario con marca de música son los siguientes: COMPONIUM: m. Mús. Nombre del instrumento, verdadera maravilla de la mecánica organográfica, ideado y ejecutado por el organero de Amsterdam (1821) Winkel, y compuesto de dos instrumentos distintos, un Orquestión y el Componium, propiamente dicho. […] CRUZARSE: r. Mús. Cambiarse las partes de la armonía cuando proceden por medio de movimientos opuestos y pasan incorrectamente las altas á bajas y al contrario. FACILE (sencillo, natural): adj. Mús. Cuando esta expresión italiana aparece en una frase melódica, indica que la ejecución expresiva ha de ser sencilla, sin afectación ni esfuerzo. FAGOTINO: Mús. Consérvanse en algunos museos ejemplares de este antiguo instrumento afinado á la octava aguda del fagot ordinario. […] HEMIDITONO: m. Mús. En el sistema griego, intervalo de tercera mayor, cuando se disminuía en un semitono; y en este caso equivalía á la tercera menor. HIPERHIASTIO, TIA (del gr. hupér, que indica posición superior, é iasti, á la manera de los jonios, de Iás, Jonia): adj. Mús. Calificativo que Euclides y otros autores griegos aplicaron al modo llamado, comúnmente, hiperjónico ó hiperjonio (V. HIPERJONIO en este mismo APÉNDICE). KINANDO: m Mús. Instrumento originario del Sudán oriental. Es de punteo, está provisto de once ó doce cuerdas, y se tañe con ambas manos. MINASARANGI: m Mús. Instrumento indio, compuesto de una caja sonora y un mástil formados de media calabaza, sobre cuyos bordes se encola la membrana de resonancia. 306 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA El hecho de ser tantas las voces para instrumentos antiguos o poco comunes para el hablante común del español, así como cuestiones musicales muy específicas, hace comprensible no verlas reflejadas en las obras lexicográficas de referencia. Entre las otras voces, distintas a las referidas a instrumentos, sí hay algunas que llegan a la lengua común, viéndose incluidas en los diccionarios de la Academia. Como ejemplo a partir de la muestra están: Lema cimbalero *ejecutante *ejecutar fagotista martinetes mirlitón Marca DEHA Mús. Mús. Mús. Mús. Mús. Mús. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1925 DRAE 1925 DRAE 1992 DRAE 1925 DRAE 1936 martinete DRAE 23.ª edición Marca académica Mús. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca En la lista anterior se incluyen dos voces con asterisco, utilizado en estos casos para dar una nueva acepción más precisa en el campo de la música. En la muestra las voces con asterisco están así señaladas la mayoría por esa razón, introducir una nueva acepción, bien sea para especificar el sentido que ya tiene la palabra haciéndolo del campo musical, u ofrecer una acepción nueva no contenida en el sentido general que tenga en primer lugar la palabra (cf.: compostura, D, mediación). La otra utilización del asterisco corresponde a la ampliación enciclopédica (cf: dulzaina, entonación, ligadura, malagueña). Como puede apreciarse con los ejemplos de voces con la marca de música, una parte de ellas está relacionada con el conocimiento de otras sociedades, representado en la inclusión de los nombres de sus instrumentos, lo que conlleva una intención en la que confluye lo terminológico con lo enciclopédico. Otras dos de las marcas más representativas, mitología y etnografía (a la que podemos sumar geografía cuando no son nombres propios y se relaciona con comunidades humanas) también van por ese camino. El vocabulario marcado como de mitología hace referencia a fiestas, sacrificios, divinidades y diversos nombres relacionados con los cultos, ritos y religiones de distintas sociedades. Las voces de etnografía, por su parte, se limitan a las denominaciones de grupos humanos, fundamentales, como las de mitología, para el especialista, pero que al lector común interesan más bien por su contenido enciclopédico. Esto mismo explicaría que el 307 PILAR PARDO HERRERO acceso de las voces a la lexicografía académica sea nula en el caso de la marca mitología (teniendo como referencia las voces de la muestra) y excepcional en el de etnografía. Ejemplos de estos dos campos son los presentados a continuación. Con la marca de mitología: CURBÁN: Mit. Nombre de ciertos sacrificios que acostumbran celebrar los tártaros circasianos después de la muerte de algún personaje. Inmolan cabras y carneros, cuyas pieles, á imitación de otras hordas de tártaros, cuelgan de la extremidad de una larga pértiga, tributándoles ciertos honores. […] EPICTONIO, NIA (del gr. epijzónios, de epí, sobre, y jzón, jzônós, tierra): adj. Mit. Se dice de los dioses terrestres, por oposición á los infernales. MORMONOS: m. pl. Mit. Genios que tomaban la forma de los animales más deformes é inspiraban el mayor terror. MURIA: f. Mit. Especie de salmuera de que se servían las vestales en sus sacrificios. YAXAS: Mit. Genios ó seres fantásticos, como muchas otras creaciones de la imaginación india. Los yaxas son vestiglos y duendes que figuran en el séquito de Kubera, el genio guardador de tesoros en los valles miseriosos, sagrados é inaccesibles del Himalaya. ZOOTECA: f. Mit. Entre los antiguos romanos, lugar en donde se guardaban los animales destinados para los sacrificios. Con la marca de etnografía: AITAS: Etnog. Variación de la palabra actas, nombre con que se designa á los negritos de Filipinas en la provincia de Negros Oriental. CHAMACOCOS: Etnog. Indígenas de Bolivia, en el Chaco y confines del Paraguay. Residen al S. de Bahía Negra, como á dos leguas del río Paraguay, y viven en constante guerra con los corigüeos. Se dice que hablan un dialecto muy diferente del de las demás tribus de aquellas regiones; creen algunos exploradores y misioneros que son de la raza chiquitana, y otros, que pertenecen á la guaraní. LEMTUNAS: Etnog. Tribu berberisca, que habitaba las riberas del Senegal y que á mediados del siglo VIII había formado el imperio más poderoso de todas estas tribus. […] MIRIS: m. pl. Etnog. Pueblo del Asam (India), compuesto de más de 100000 individuos. Se divide en dos grupos […] Una actitud más claramente terminológica se halla en las voces, por ejemplo, de filosofía. Algunos ejemplos son: ACROLOGÍA (del gr. ákros, sumo, y lógos, discurso): f. Filos. Tratado sobre las causas primeras, ó sobre lo absoluto. *COMPLICACIÓN: Filos. Wundt distingue en la asociación de ideas la complicación y la asimilación. Hay complicación cuando las ideas que se enlazan son de especies diferentes, y asimilación cuando la idea que evoca una de ellas se une á ésta en una misma representación. […] DIADA (del gr. duás, duadas, dualidad): f. Filos. Término inventado por los pitagóricos para designar el estado imperfecto de los seres que viven separados de Dios. HIPERIDEACIÓN (del gr. hupér, que denota exceso, superabundancia, y de ideación): f. Filos. Movimiento y formación de ideas que se producen con impetuosidad. Entre las palabras incluidas hay algunas que entrarán a la lexicografía académica, tales como: 308 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Lema categoremático, ca etológico, gica faquirismo hedonismo heterónomo, noma Marca DEHA Fil. Filos. y Biol. Filos. Filos. Filos. Año en que entra a la lexicográfica académica DH 1936 – DRAE 1992 DRAE 1984 DM 1984 y 1989 DM 1927 – DRAE 1956 DRAE 1936 Marca académica Sin marca – Ling. y Lóg. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca En este campo hay varias voces acompañadas de asterisco, cuya utilización principal es indicar una nueva acepción de la palabra precisando su sentido en el ámbito filosófico (cf: *cólera, *complicación, *composición, *ilación). Por último mencionaré el caso de las voces asociadas con el derecho y que se presentan en diversidad de marcas de derecho, legislación y forense, entre las cuales suman un 1,5% (36 entradas). Sobre la variedad de marcas vale la pena apuntar que cuando se usa la de forense el DEHA se está guiando por información contenida en el DRAE para incluir novedades de la edición de 1899 (cf. revertir) o para dar acepciones no contempladas en el cuerpo del DEHA (cf. *reversión o *sentencia). En el caso de las otras marcas, por otra parte, las voces del DEHA, según la muestra, no están ninguna en el diccionario académico de 1899. En este grupo el interés terminológico, no solo en lo que correspondería al uso presente sino también al del pasado, se evidencia con la inclusión de voces novedosas en el DEHA como: CALVISIANA (ACCIÓN): Dro. rom. Revocación de los actos con que un liberto hubiera intentado fraudulentamente mermar los derechos de sucesión de su patrono, hecha por el pretor en caso de muerte intestada del liberto y á instancia del patrono mismo. DUMA (de la misma palabra rusa, que significa consejo, asamblea, concejo): f. Dro. const. Parlamento ruso. [...] EPICLÉRICO, RICA (del gr. epiclêrikós, relativo á las herencias; de epíklêros, heredero): adj. Dro. ant. Se dice de una ley que obligaba á los ciudadanos atenienses á casarse con sus parientas huérfanas que fueran hijas únicas, llevaran ó no dote. Dicha ley obligaba inexcusablemente lo mismo al pariente más próximo que estuviera libre, que á la misma huérfana, llamara epiclera. INTABULACIÓN: f. Dro. Procedimiento de inscripción hipotecaria usado en Serbia (V. Serbia en CÓDIGO CIVIL, en nuestro artículo CÓDIGO, en este mismo APÉNDICE, tomo I, pág. 509, col. 1.ª). NOMOCÁNONES: m. pl. Dro. can. Colecciones antiguas en que se incluían, á la vez que los cánones de la Iglesia, las leyes civiles, formando así Códigos que podrían llamarse «Concordancias de leyes y cánones.» [...] PAPIA (LEY): Dro. rom. Ley que daba al gran sacerdote la facultad de escoger veinte vírgenes para el servicio de los altares de Vesta. 309 PILAR PARDO HERRERO Junto a ellas en este grupo es fundamental la presencia del asterisco, pues dos terceras partes (24 entradas) lo tienen. Su principal utilización es como indicador de una nueva acepción. El asterisco se hace necesario para este campo pues son palabras comunes que en un contexto legal tienen un sentido más específico, o bien como voz simple o como elemento de un término compuesto. Algunos ejemplos de ello son: *CONCIERTO: m. Dro. CONCIERTO INTERNACIONAL: Significa algo así como sociedad universal, entre cuyos elementos reina la mejor armonía. Al hablar de naciones que forman parte del concierto internacional, quiere expresarse que tienen ideas comunes en determinados asuntos, y cuando una de aquéllas, por cualquier circunstancia, queda más ó menos aislada, suele decirse que está fuera de dicho concierto. *ENCARGADOS: m. Leg. ecl. ENCARGADOS DEL REGISTRO: Oficiales de la cancillería romana cuyas funciones se reducen á llevar los libros en que se anotan las súplicas apostólicas. […] *INHABILIDAD: Dro. can. Pena eclesiástica ó canónica, que incapacita para recibir válidamente los beneficios y dignidades, de tal manera que, aunque se diese colación al inhábil, ésta sería nula ipso facto y antes de toda sentencia que así lo declarase. […] Un par de casos interesantes de precisión terminológica que pueden mencionarse son *insulto y *miedo, pues en el contexto determinado por la marca, legislación y derecho canónico respectivamente, la palabra tiene un significado más limitado que en la lengua general. El primero, insulto, remite al artículo difamación en el mismo apéndice. Esa entrada, también con asterisco pues da información de tipo enciclopédico actual, dice que en 1902 se presentó al Parlamento español un proyecto de ley sobre difamación que comenzaba por establecer el insulto como una nueva forma de delito. A continuación lo define «Es insulto, decía [el proyecto], toda expresión proferida ó acción ejecutada con intento de producir molestia ó mortificación ó que revele menosprecio á otra persona.» El segundo, miedo, se define así para restringir su sentido en un contexto muy determinado: En materias de resignación ó restitución de un beneficio, se alega algunas veces la falta de consentimiento por efecto de un miedo grave, y se considera como tal aquel en que incurre un hombre constante y firme: Metus cadens in constantem virum. Cualquiera otra especie de miedo no prestaría medio de regreso en caso de resignación, ni vía para la restitución á otro acto. En algunos casos, el miedo puede ser un impedimento para el matrimonio. La otra razón para el uso del símbolo es porque se ofrece información complementaria enciclopédica, en la que la actualización es un objetivo importante pues las leyes cambian y la aspiración histórico-enciclopédica de la obra hace que esto se considere relevante para el lector. Ejemplo de esto puede ser: 310 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - s.v. *extradición «Dro. intern.», donde se dan los acuerdos alcanzados en la conferencia internacional de las repúblicas americanas celebrada en México en 1902; - s.v. *navegación «Legisl.», donde se resume cuáles son los documentos que en ese momento debían llevar a bordo los buques mercantes; s.v. *transporte «Legisl.», donde se remite a los artículos impuesto y derechos de aduanas (s.v. derecho) en el mismo apéndice, en los cuales se da información sobre los impuestos al transporte y el estado de la legislación aduanera. Un ejemplo entre una acepción precisa para el ámbito y el interés por dar información complementaria es la voz *convención, que con marca de derecho internacional es interesante pues en su contenido se remite a la famosa convención de Ginebra. Dice el inicio: «Es un caso particular del convenio, y, como éste, tiene la misma fuerza que un tratado. En el orden moral, la convención de más importancia que registra la historia del Derecho internacional es la firmada en el Congreso de Ginebra de 1864 […]». Para acercarnos al léxico marcado de los campos listados arriba agrupados en el conjunto de las ciencias humanas y las artes, me he limitado a referirme solamente a los que me parecen más destacados por su presencia (por ejemplo música y mitología) o por hacer parte de un subgrupo de interés (como las marcas relacionadas con el derecho). Aunque no he entrado en cada uno de los campos, los ejemplos ofrecidos sí sirven para establecer el ánimo terminológico de la obra que permite incluir estas voces de distintos ámbitos. Además, se hace patente que una fuente muy importante de este léxico está en el límite de la terminología pues gran parte de las voces no designan conceptos de una rama sino que son denominaciones relacionadas con la vida cotidiana, actual o histórica, de distintas sociedades, como son sus instrumentos musicales, sus formas de celebración religiosa o el nombre con que se conocen como comunidad. El afán enciclopédico, pues, es esencial en este grupo de marcas. Aunque esa es una razón por la que mucho de este léxico no pasa a la lengua considerada común, los ejemplos de voces que sí lo hacen, como las recogidas anteriormente y algunas otras que aparecen en la tabla siguiente, indican el valor de la obra para la historia lexicográfica de la lengua española. 311 PILAR PARDO HERRERO Lema bayanismo caiguá celestinos *conclusión corondas decadente duma tapes Marca DEHA Hist. ecl. Etn. Hist. ecl. Dro. Etnog. Liter. Dro. const. Etnog. Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1970 DRAE 1925 DRAE 1925 celestino, na DRAE 1936 DRAE 1925 coronda DRAE 1992 DRAE 1925 DRAE 1970 tape Marca académica Sin marca Sin marca Sin marca For. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca 3.1.3.5. Léxico con marcas (1877-1908) y profesionales En último lugar aparecen las marcas tecnológicas y profesionales, que tienen una presencia del 11%. Este es el segundo grupo con más marcas (31). Estas son, en orden de presencia: marina imprenta milicia pesca tecnología agricultura artes y oficios minería metrología arquitectura comercio topografía albañilería ferrocarril apicultura artillería fortificación fotografía industria artes militares carpintería caza enología hidráulica ingeniería agrícola instrucción pública maquinaria metalurgia obras públicas sericultura vinicultura Este grupo de marcas, en el que se ven reunidos campos tan tradicionales como la marina y tan modernos en ese momento como la fotografía, corresponde con oficios que, al igual que las ciencias (con las que no se debe perder de vista su relación más o menos cercana), tienen la necesidad de crear un léxico que precise las denominaciones. Esto puede suceder a través de nuevas palabras o por trasvases de la lengua común a la técnica, principalmente. Lo que la muestra indica en este grupo léxico es la tendencia terminológica del segundo apéndice del DEHA que se ido observando en el resto de grupos antes comentados. A la inclusión de nuevas voces se suma un gran número de acepciones restringidas cuyo lema está acompañado del asterisco por ser palabras comunes (o en algún caso especializadas) ya incluidas y que tienen un nuevo sentido o un sentido más específico para un campo determinado en este apéndice. Por ser este uso del símbolo el 312 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA más generalizado y constante, en este grupo los ejemplos de voces incluirán algunas de las marcadas con el asterisco. A esto puede añadirse que hay voces que no lo tienen pero que cabe considerar que deberían, como se explicará con algún ejemplo. Sin embargo, antes de entrar en el comentario de algunas marcas, debe decirse que, como ya se ha visto en otros casos, el asterisco también aquí puede introducirse no para una nueva acepción sino para ofrecer alguna información enciclopédica (cf. *constante «Topog.», *descuento «Com.», *fermento «Vinic.», *ferrocarril «Ob. públ.», *granada «Art. mil.»). En primer lugar, como la marca más importante de este grupo está la de marina con un 4,1%. Esta marca también está en primer lugar de este grupo en el cuerpo del diccionario. Que de nuevo ocupe esa posición es producto de ampliar la inclusión de voces de este campo a términos mucho menos extendidos en la lengua general, considerando, entre otras, voces antiguas y extranjeras castellanizadas. Algunos ejemplos de estas voces son: ALUNAMIENTO: m. Mar. Curva que forma la relinga del pujamen. *CALZA: Mar. Pedazo de palo grueso, injerto en la cabeza del árbol, sobre el cual sientan los baos y donde va hecha la teja para el mastelero. DESTRIPULAR: a. Mar. Quitar la tripulación á un buque. *ESCARPAR: Mar. Cortar oblicua ó diagonalmente dos maderos para unirlos ó empalmarlos de modo que formen una sola pieza. FÍGULA: f. Mar. Sin. de FLECHASTE (V. en este mismo APÉNDICE). *LÍBICO: m. Mar. Viento del Mediterráneo occidental, así llamado porque sopla de la parte de la Libia, en África. MATAFIOL ó MATAFIÓN: m. Mar. En los buques latinos, el chicote de un envergue formado de un cabo muy delgado y corto, hecho firme en la relinga del gratil de la vela, y con el cual se aferra ésta á su entena. SAMEQUÍN: m. Mar. Barco turco que se emplea en el comercio de cabotaje. *VAQUEAR: m. Mar. Navegar por un río ó canal con las velas al filo del viento, cuando hay corriente a favor y aquél no permite marearlas por ser escaso. Una parte muy importante de las voces de marina halladas en el repaso tienen asterisco para indicar que la acepción es nueva, o para precisar el sentido en el ámbito de la marina (cf. *encandelar), pero en ocasiones también se utiliza el símbolo para voces cuya definición se corrige, como *propao u obra muerta (s.v. *muerto, ta). En estos dos ejemplos, la corrección coincide con la hecha por el DRAE 1899, lo que lleva a otro punto reseñable: que parte del vocabulario se incluye teniendo en cuenta que es nuevo en esa edición del diccionario académico, al que puede reproducir (cf. perico) o no (cf. *estacha) (para más información sobre la fuente de los términos de marina § 3.3.4.2.a.). El segundo campo de este grupo en importancia es imprenta, con un 1,7%. La relevancia de este vocabulario es producto de la inclusión de voces técnicas (quizá por 313 PILAR PARDO HERRERO el propio conocimiento de los editores de este oficio) en muchos casos provenientes de la lengua general y con un sentido más específico en el ámbito, como lo indica el símbolo del asterisco en gran parte de las voces localizadas. A estas voces con asterisco se pueden sumar ejemplos de palabras que a pesar de no tener asterisco podrían contar con él pues ya aparecieron en el cuerpo del DEHA y están relacionadas (cf. barniz, casar, cuadrante, dozavo). Algunos ejemplos de voces con la abreviatura «Impr.» tanto nuevas como marcadas con asterisco y ofreciendo nuevas acepciones, son: CASADO: m. Impr. Modo de colocar las planas en la platina para que, doblado el pliego, queden las páginas en el orden debido. DOZAVO: m. Impr. Forma de 12 planas, 6 de blanco y 6 de retiración. *ENTINTAR: a. Impr. Cargar, impregnar de tinta los rodillos. U. t. c. r. LINEOTIPO: m. Impr. Plancha ó forma tipográfica obtenida con la lineotipa. *MUESTRARIO: m. Impr. Libro ó cuaderno en que están impresos los tipos de que una imprenta ó fundición dispone. *QUITAR: m. Impr. Suprimir una letra, signo ó blanco colocado indebidamente. En tercer lugar del grupo de marcas se encuentra milicia, con un 0,8%. En estas voces prima el uso del asterisco tanto con ánimo de dar información enciclopédica (cf. *camilla, *calzado, *destrucción, *extralimitación) como de ofrecer nuevas acepciones. Algunos ejemplos de voces de este campo son los que siguen: *CABEZA: f. fig. Mil. Jefe superior de una fuerza. *CARACOLEAR: m. Mil. Se llama así el movimiento que verifican las tropas de caballería para avanzar contra un enemigo que les hace fuego, y, muy particularmente, contra la artillería: los escuadrones, con grandes intervalos, marchan á cada momento en una dirección distinta, caracolean, y con ello hacen difícil la certeza del tiro. *CONTESTAR: Mil. Romper el fuego una fuerza que ha sido agredida por el fuego del contrario, sin otro objeto que el de entretener para dar tiempo á que se realicen movimientos ó lleguen las tropas al sitio de combate. Una tropa que contesta, aunque trate de aprovechar sus disparos, no lleva fin ninguno determinado, en lo cual se diferencia esta voz de la de romper, que significa ya todo un plan de combate y haber llegado el momento oportuno para su desarrollo. *FACTORÍA: f. Mil. En el ejército se designa con este nombre los centros de aprovisionamiento que la administración militar establece, en tiempo normal, en los puntos que determina la organización; y en campaña, en donde el general en jefe de un ejército dispone, o donde el intendente que dirige los servicios administrativos cree oportuno establecerlas. […] MONOTAXIA (del gr. mónos, solo, único, y táxis, disposición, orden): f. Mil. ant. Falange griega, dispuesta en una sola línea. PORTACAJA: f. Mil. Tahalí de donde se cuelga el tambor ó caja para poderlo tocar. En último lugar mencionaré el caso del vocabulario con la marca tecnología, en cuarto lugar con un 0,7%, conjunto en el que el uso del asterisco es mínimo (solo una de las 17 voces de la muestra), lo cual tiene sentido si se considera que se refiere precisamente a novedades técnicas para cuyas denominaciones se prefiere la composición con elementos latinos, griegos, etc. Aunque estas palabras excepcionalmente continúan en uso y han entrado en el diccionario general de 314 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA referencia, indican, como se ha mencionado en otros casos, el estado del progreso técnico (a la definición se añade información enciclopédica que da datos sobre el contexto) y la necesidad de creación de vocablos para denominar nuevas realidades. Ejemplo de voces con la marca en cuestión son: ALGRAFÍA: f. Tecn. Procedimiento de grabado en que la piedra litográfica se sustituye por una plancha de aluminio. Esta se pulimenta, se trata con ácidos, se lava y se seca. El dibujo se hace mediante creta litográfica ó tinta china […] CITOCROMÍA (del gr. kútos, cavidad, hueco, y jrôma, color): f. Tecn. Procedimiento autotípico para obtener impresiones en cuatro colores, amarillo, rojo, azul y negro, por medio de planchas de zinc. Este procedimiento, por su rapidez, se aplica bastante en la impresión de los grandes periódicos ilustrados. DISTANCIÓMETRO (de distancia y del gr. métron, medida) m. Tecn. Nombre que llevan distintos aparatos telemétricos cuyo objeto es medir distancias. *ICNOGRAFÍA: m. Tecn. Arte de trazar planos y figuras. PARÁ: m. Tecn. Variedad de caucho, que se prepara por los mismos procedimientos que el ordinario; pero que no tiene necesidad de sufrir tratamiento especial en las fábricas destinadas á elaborarlo. […] En el grupo de términos con marcas tecnológicas y profesionales que se ha presentado en este apartado es evidente la intención terminológica por las novedades en voces técnicas y por el esfuerzo de precisar voces comunes en su uso específico en un campo determinado. Algunos de estos términos entrarán a la lengua común recogida por el diccionario académico. Entre ellos se encuentran los siguientes: Año en que entra a la lexicográfica académica DRAE 1914 Solo DH 1936 DRAE 1914 DRAE 1970 supl. DRAE 1925 DRAE 1925 DM 1984 y 1989 DM 1927 – DRAE 1970 Lema *banderilla cabillador camillero cultivador encarnar encarriladera metalocromía sampán Marca DEHA Impr. Mar. Mil. Agr. Pesca. Ferroc. Tecn. Mar. Marca académica Impr. Mar. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca 3.1.4. Conclusión El acercamiento realizado a la nomenclatura de especialidad del cuerpo y apéndices del DEHA permite establecer la importancia que el léxico de ciencia y técnica tiene en la obra desde su inicio hasta el último tomo publicado. A partir del análisis realizado hay algunos puntos que aparecen como centrales: La cantidad de abreviaturas presentes en el DEHA es muy superior a la que el DRAE tenía en consideración en sus ediciones de 1884 y 1899. Este incremento de los campos de especialidad indica un interés mucho más 315 PILAR PARDO HERRERO amplio por el saber, que tiene como consecuencia una mayor especificación de los distintos ámbitos a través de las marcas. Las abreviaturas a su vez son un indicador del estado de las ciencias en el momento en que aparece el DEHA pues señalan el proceso de especialización del conocimiento, próximo a las transformaciones que sufría la sociedad. El vocabulario marcado con abreviaturas de especialidad en el DRAE 1884 y 1899 está presente en el DEHA (§ 3.3.), lo que es natural puesto que es el repertorio de referencia de la lengua española culta. Sin embargo la gran mayoría de las voces con marca de especialidad no proviene de allí. Una parte del léxico que recoge el DEHA con las distintas marcas de especialidad pasará a la lengua común que la Academia refleja en sus diccionarios del siglo XX, e incluso de inicios del siglo XXI. Aunque la mayor parte de los términos no entran a los diccionarios generales por su especialización o por no prosperar, la información que ofrece el DEHA se revela como de gran importancia para el estudio de la historia de la lengua de la ciencia y para la historia de las ciencias. Los grupos de marcas que se propusieron para analizar la presencia del léxico (ciencias naturales, ciencias médicas, etc.) indican que el grupo con mayor presencia en todas las partes del DEHA es el de las ciencias naturales, más específicamente dos de ellas: zoología y botánica. Junto a estas, el campo de la química es entre las ciencias puras el más importante. La razón para que esto sea así es el amplísimo vocabulario de estas ciencias referido a la clasificación de su objeto de estudio y a la consideración enciclopédica que tiene la obra. La proporción de los grupos de marcas varía en cada parte del DEHA, como se aprecia en el siguiente cuadro resumen: Primer apéndice 68% 15,3% 5,6% 1,5% 9,9% Segundo apéndice 37,5% 16,4% 14% 21,1% 11% Cuerpo Léxico con marca de ciencias naturales Léxico con marca de ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas Léxico con marca de ciencias humanas Léxico con marca de ciencias médicas Léxico con marcas tecnológicas o profesionales 67,65% 11,2% 8,4% 7,1% 5,35% 316 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA En el caso del cuerpo y el primer apéndice, con similitudes que pueden estar asociadas a quien dirigía el proyecto, Aniceto de Pagès, las ciencias naturales abarcan dos terceras partes de la nomenclatura y son seguidas de las ciencias físicas, puras, experimentales y aplicadas. Los otros tres grupos cambian de orden pero se mantienen los reducidos porcentajes. En el segundo apéndice las cosas cambian, consecuencia igualmente, en gran medida, de quien está a cargo, Pelayo Vizuete. Aunque sigue estando en primer lugar el grupo de ciencias naturales, el segundo es ahora el de ciencias médicas, además el porcentaje del primer grupo no es tan alto, mostrándose más equilibrada la presencia de los diferentes conjuntos de marcas. Las definiciones que se han presentado como ejemplo y los tipos de palabras que aparecen en cada parte del DEHA revelan los objetivos de estas en cuanto al léxico de especialidad. La presencia de este léxico responde en el cuerpo del DEHA a un afán principalmente enciclopédico por el que se incluye en la nomenclatura el vocabulario específico de distintos campos con toda la información complementaria que se pudiera ofrecer al lector. En el primer apéndice la nomenclatura es en más de un 50% marcada como de especialidad, según indica la información obtenida en la muestra, para ofrecer las novedades científicas y técnicas; esto mismo lleva a utilizar con cierta regularidad el asterisco en artículos cuya intención es ampliar la información enciclopédica. Por último, lo observado en el segundo apéndice indica que su principal objetivo no es ya enciclopédico, aunque este continúe, sino terminológico, lo que se evidencia en la inclusión de voces específicas de múltiples campos, en las definiciones cortas y precisas y en el uso común del asterisco para introducir nuevas acepciones especializadas. 3.2. CUESTIONES DE MICROESTRUCTURA EN EL TRATAMIENTO EN EL DEHA DEL LÉXICO DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA El análisis y presentación de datos que se realizó en el apartado anterior permite tener una idea de cómo se vio representada la lengua de la ciencia y de la técnica en el DEHA. Para completar ese panorama en este apartado me concentraré en cómo se trata 317 PILAR PARDO HERRERO ese léxico, es decir, describiré la microestructura en tanto relacionada con el léxico especializado. En el capítulo segundo se hizo referencia de forma general a la microestructura teniendo en cuenta toda la obra y toda la nomenclatura. Aquí me centraré únicamente en lo que corresponde a voces con marca de especialidad para hacer notar algunos puntos importantes sobre la elaboración de los artículos y la manera de ofrecer la información sobre dichas voces. Para ello se tendrá en cuenta la entrada principal, pero también las entradillas. Asimismo, dadas las diferencias entre las partes del DEHA que se han ido observando, aquí nuevamente el acercamiento se realizará sobre cada una por separado: Cuerpo (§ 3.2.1.), primer apéndice (§ 3.2.2.) y segundo apéndice (§ 3.2.3.) Un elemento muy importante de la microestructura en referencia a los artículos con marca de especialidad es el uso de ilustraciones como complemento de la definición y/o la explicación. Aunque este aporte del DEHA es muy relevante, considero que su análisis debe realizarse de forma extensa para determinar el uso de la ilustración tanto en las voces sin marca, como en las marcadas y en los textos enciclopédicos, lo que excede los límites de esta investigación. Es por ello que no me referiré aquí a este elemento gráfico, limitando la exposición solamente a la cuestión textual. Antes de dar paso a la descripción, es importante tener en cuenta que en el siglo XIX aparece el debate sobre la inclusión de voces de especialidad en los diccionarios generales. El DEHA, se ha ido observando, está más allá del diccionario general pero su publicación está inmersa en ese contexto. Según afirman Azorín / Santamaría (1998: 360-361) en su artículo sobre los lenguajes de especialidad en la lexicografía española de la primera mitad del siglo XIX «la atribución de marca de especialidad en el diccionario puede señalar simplemente la pertenencia del término marcado a un dominio temático, o bien puede indicar que se trata de un uso restringido al ámbito de la comunicación especializada»146. Este comentario se refiere en particular a los diccionarios generales españoles del XIX, pero toca también al DEHA, en el cual esta doble interpretación de la marca es patente, como pudo advertirse en algunas 146 Sobre la cuestión de la marca de especialidad y el contenido especializado en los diccionarios puede verse Candel (1979), Cabré (1991, 1995), Azorín (1992), Battaner (1996), entre otros. 318 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA anotaciones sobre el uso del asterisco en los apéndices y se desarrollará más adelante, pues en él se mezcla el diccionario general con el especializado y con la enciclopedia. Una amplia discusión sobre la marcación diatécnica excede los propósitos de esta investigación, mas la cuestión sobre si la marca tiene una función temática o restrictiva ha de tenerse en mente pues recorre el planteamiento de la microestructura del DEHA, haciéndolo complejo y variado. En el DEHA, como en otros diccionarios, las abreviaturas no son solo marcas terminológicas, como las llama Porto Dapena (2002: 263), pues si bien puede afirmarse que una parte de las voces que tienen marca de especialidad son constituyentes de una terminología, en el caso de otras voces, y en los artículos enciclopédicos, la marca puede servir para guiar al lector, como sucede por ejemplo con muchos americanismos de botánica y zoología (§ 2.4.2.2.). 3.2.1. El cuerpo del DEHA En el cuerpo del DEHA la información correspondiente a léxico de ciencia y técnica aparece de distintas maneras, teniendo como referencia las entradas y/o entradillas con marca de especialidad. Esta presentación en la microestructura puede resumirse así: 1. La entrada o entradilla tiene marca de especialidad y la definición que le sigue es corta (§ 3.2.1.1.). 2. La entrada o entradilla tiene marca de especialidad y la definición que le sigue es corta. Posteriormente se retoma la acepción en una entradilla en forma de artículo enciclopédico (§ 3.2.1.2.). 3. La entrada o entradilla tiene marca de especialidad y es toda ella un artículo enciclopédico. La definición está seguida directamente por el texto correspondiente a la ampliación enciclopédica (§ 3.2.1.3.). 4. La entrada o entradilla no tiene marca de especialidad, se entiende que es voz general, pero el artículo enciclopédico al que precede y en el que se comenta la acepción sí tiene abreviatura (§ 3.2.1.4.). En los dos primeros casos, cuando las definiciones son reducidas, es posible encontrar la utilización de citas de uso. Aunque no es generalizado, hay ejemplos como los que se dan en el apartado 2.3.2.3. y más adelante en 3.3.1.1.a. Gran parte de esas palabras con autoridad se encuentran en el DRAE 1884, donde como se sabe no se incluyen citas de uso. Los siguientes son ejemplos de voces que están en el 319 PILAR PARDO HERRERO DRAE 1884 que aparecen en el DEHA con marca de especialidad y acompañadas de una o más citas: Lema abordar 1 abordar 2 abordar 3 abordo abridero aeriforme albayalde amura 1 balandra bordada cantidad 1 cantidad 2 capialzar cetáceo, cea cópula 1 cópula 2 cupón cúpula cupulino diagnóstico 1 ejecución 3 ejecutor 2 ejecutorial endémico, ca expansión 1 extraer 4 fagina 4 fase 1 fogonadura frasqueta frontal 1 fusado, da gabarro 6 galvánico, ca gastador 4 gastador 5 gástrico, ca género 6 género femenino (género 10) género masculino (género 11) girar 4 género guarnecido huevar isocrono istmo 1 jarrón Marca DEHA Mar. Mar. Mar. Mar. Bot. Fís. Quím. Mar. Mar. Mar. Mat. Pros. Arq. Zool. Arq. Lóg. Com. Arq. Arq. Med. For. For. For. Med. Fís. Quím. Mar. Astron. Mar. Impr. Anat. Blas. Veter. Fís. Mil. Mil. Med. Gram. Gram. Gram. Com. Impr. Albañ. Vol. Fís. Geog. Arq. Referencia(s) de la(s) cita(s) Cervantes / Ovalle / Valbuena Valbuena Mariana / Tirso de Molina / Balmes Pellicer Andrés de Laguna Bello / Oliván Lope de Vega / Quevedo / Bretón de los Herreros Moratín Luis del Mármol Pereda Recopilación de las leyes de Indias Juan García Rengifo Vandelvira Jerónimo de Huerta / A. de Salas Barbadillo Covarrubias Balmes Cano / Colmena Ovalle / Lope de Vega Antonio Palomino Tirso de Molina Bretón de los Herreros Nueva Recopilación Nueva Recopilación Monlau / Mesonero Romanos Alcover Félix Palacios Juan Rufo / Solís Balmes / Monlau Recopilación de las leyes de Indias Cristóbal Suárez de Figueroa Monlau Diccionario de la Academia de 1729 Francisco de la Reina Espronceda Varen de Soto / B. L. de Argensola Antonio Flores Balmes / Monlau Jovellanos / Bretón de los Herreros Cervantes Castillo y Bobadilla Jovellanos / Castro Serrano Bretón de los Herreros Villanueva / Marcos y Bausá Mosén Juan Vallés Rico Lope de Vega / Iriarte Núñez de Cepeda / Hartzenbusch 320 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA letargo 1 librar 2 lóbulo 3 operación cesárea (operación 3) parangona quiebro 2 vascular 2 vulnerario, ria 2 zona 2 zona tórrida (zona 7) Med. Com. Zool. Cir. Impr. Mús. Zool. Med. Geog. Geog. Fr. Hortensio Paravicino / Calderón Cervantes / Solís Monlau Monlau Cristóbal Suárez de Figueroa A de Salas Barbadillo / Agustín de Salazar Monlau Félix Palacios Saavedra Fajardo / Larra Malón de Chaide / Saavedra Fajardo Cuadro 14. Voces incluidas en el DRAE 1884 marcadas con abreviatura de especialidad en el DEHA y con citas textuales También he localizado citas textuales en voces marcadas en el cuerpo del DEHA que no estaban en el DRAE 1884. Algunas de ellas son las siguientes: Lema albeden amuso boyal 2 cambusto diagnosticar entremiche homólogo, ga litoclasa Marca DEHA Alb. Cant. Arq. Mar. Min. Med. Mar. Anat. Min. Referencia(s) de la(s) cita(s) Ordenanzas de Sevilla Urrea Valbuena Larruga Monlau Cano / Colmena Monlau Gonzalo y Tarín Cuadro 15. Voces marcadas de especialidad en el DEHA con citas textuales, no provenientes del DRAE 1884 Sobre los ejemplos del cuadro anterior, debe señalarse que la mayoría de las citas provienen del Diccionario de Arquitectura e Ingeniería (1877-1908) de Pelayo Clairac (cf. albeden, amuso, cambusto, entremiche, litoclasa; § 3.3.1.2.). 3.2.1.1. Entrada o entradilla marcada y definición corta La presentación de voces, o expresiones pluriverbales, con marca de especialidad y una definición corta sucede especialmente, según he podido comprobar, con términos provenientes del DRAE 1884, los cuales por tanto ya se consideraban parte de la lengua general española culta. No son, sin embargo, estas voces y expresiones las únicas pues hay otras que pueden tener como fuente otros diccionarios generales (Gaspar y Roig (1853-1855)), restringidos (Clairac (1877-1908)) o ser nuevas redacciones (§ 3.3. más información sobre fuentes). La longitud de esa definición, para ser denominada corta, no debería exceder de ocho o nueve renglones. 321 PILAR PARDO HERRERO En la siguiente figura pueden observarse casos de este tipo. Fig. 27 Ejemplos de voces marcadas con definición corta (Fte. BC) En este grupo hay ejemplos de voces con un carácter claramente enciclopédico, como son muchas de la taxonomía animal y vegetal, o compuestos químicos. Ejemplo de ello son: BETANITROBENZOICO (ÁCIDO): adj. Quím. Cuerpo ácido que se obtiene por la acción del ácido nítrico sobre la bencina desoxidada; este ácido difiere del ácido nitrobenzoico por su solubilidad y por algunos caracteres de sus sales. FILOCACTO (del gr. φυλλον, hoja, y cacto): m. Bot. Género de plantas grasas, de la familia de las cactáceas. Comprende varias especies propias de la América tropical. 322 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA GALEOMA: f. Zool. y Paleont. Género de moluscos lemelilbranquios, sifoniados, integripaliados, de la familia de los galeómidos. Comprende especies actuales y fósiles en el plioceno. HAPLOFILO (del gr. ‘`απλόος, sencillo, y φυλλον, hoja): m. Paleont. Género de celenterios nidarios, antozoarios, rugosos, inexpléctidos. Comprende formas paleozoicas, afines al género Petraia. La marca utilizada en las acepciones que se contemplan en esta forma en la microestructura, son en principio identificadas como marcas restrictivas, pues si bien es factible que el usuario común pueda conocer algunas según su formación o circunstancia de vida, su uso primordial se entiende que se enmarca en un campo determinado. 3.2.1.2. Entrada o entradilla marcada, definición corta y artículo enciclopédico En este tipo de artículo, la entrada o entradilla marcada diatécnicamente es corta en su definición, como en el caso anteriormente expuesto, con la diferencia de que en el artículo se incluye una entradilla marcada, de carácter enciclopédico, que complementa la acepción. La definición es común que provenga del diccionario académico, aunque puede tener otras fuentes. El artículo, por otro lado, es de más complicada asignación. Se presentan ahora algunos ejemplos de este tipo de estructura del artículo. FESTÓN […] – FESTÓN: Arq. Colgantes de flores, frutas y hojas, con que los arquitectos y otros artistas adornan sus obras. – FESTÓN: Arq. Llamaban los latinos escarpa á tal adorno, que se empleó mucho en la arquitectura antigua, con especialidad para decorar los frisos; al del templo de Vesta, en Tívoli, pertenece el representado en el fig. 1. En el Renacimiento volvió á aparecer, empleándoselo con gran profusión […] GALVANÓMETRO (de galvano, prefijo derivado de galvanismo, y del gr. μέτρον, medida): m Fís. Instrumento destinado á marcar la fuerza del galvanismo. – GALVANÓMETRO: Fís. Este aparato inventado por el físico alemán Schweigger, está fundado en la acción directriz de las corrientes sobre los imanes. Por la desviación que se produce en una aguja se hace manifiesta la presencia de las corrientes eléctricas; por el sentido de la desviación se aprecia la dirección de aquéllas […] HEPATITIS: f. Med. Inflamación del hígado. – HEPATITIS: Patol. La inflamación del hígado se halla caracterizada en su forma aguda por una tensión y dolor más ó menos vivo en el hipocondrio derecho, con fiebre, escalofríos, tumefacción del hígado y vómitos biliosos. […] SENO: […] – SENO: Trigon. Perpendicular tirada desde el extremo de un arco de círculo al diámetro que pasa por el extremo del mismo. […] 323 PILAR PARDO HERRERO – SENO: Trigon. Esta línea trigonométrica constituye una de las funciones circulares más importantes. Variación periódica del seno: su período. – Partiendo de la definición dada, y construyendo el seno correspondiente, veamos cómo esta línea varía en toda la longitud de la circunferencia, ó conforme el arco pasa de 0 á 360º. […] Como en el grupo anterior, la marca que precede la definición corta es en principio una marca de orden restrictivo. La marca, por otra parte, del artículo enciclopédico es más compleja, pues por el objetivo del contenido de ese texto puede interpretarse como una indicación con intención temática más que restrictiva, que es lo que ocurre cuando se da información complementaria y se ofrece la abreviatura para preparar al lector en la perspectiva desde la que se aborda el discurso. Este tipo de planteamiento microestructural, con voces marcadas y artículo también marcado referente a ellas no es común, lo que parece que podría justificarse, si se observan las otras posibilidades de inserción de vocabulario especializado, asumiendo que cuando se tiene una voz marcada, particularmente cuando proviene de otro repertorio, con una definición corta, el DEHA opta por limitarse a dar esa información como suficiente. Y cuando la voz requiere ser ampliada, o simplemente se cuenta con datos extra, la opción preferida es unir en una sola entrada (o entradilla), definición y texto enciclopédico, que es el tipo de construcción de la microestructura que se expone en el siguiente subapartado. 3.2.1.3. Entrada o entradilla marcada en que la definición está directamente seguida por un texto enciclopédico Junto con la definición corta de voces marcadas diatécnicamente que se describió en 3.2.1.1., el otro planteamiento de artículo para voces de especialidad más común en el cuerpo del DEHA es aquel en el que el inicio del artículo enciclopédico corresponde a la definición del término (sin juzgar aquí lo adecuada o no que resulte dicha definición). Ejemplos de esta situación son: BAQUETA […] – BAQUETAS: pl. Mús. Palillos por medio de los cuales se produce el sonido, ó el ruido, en algunos instrumentos de percusión, como el tambor, los timbales, el tímpano, etc. La parte de dicho palillo con que se hiere el cuerpo sonoro, remata en una cabezuela, para el tambor, y en una como rodaja, para los timbales, y ambas extremidades vienen á ser un ensanche del mango. […] CANTÓN […] – CANTÓN: Art. mil. Extensión de terreno en que se establece las tropas, aprovechando cuantos abrigos presentan los lugares habitados para alojarse y vivir cómodamente. 324 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Cuando no se teme ningún ataque inmediato, el país es pobre y no se han de efectuar operaciones ofensivas próximas, se extiende el espacio que ocupa el cantón para que los alojamientos sean desahogados. […] DEVÓNICO, CA (de Devon, n. p.): adj. Geol. Se dice de uno de los períodos en que dividen los geólogos la era primaria de la Tierra. Este período empieza á continuación del silúrico y termina al iniciarse el período carbonífero. Se caracteriza este período por numerosas especies de peces que marcan el primer rudimento de los vertebrados, y por la aparición de tipos vegetales precursores de los que más adelante componen la flora hullera. Este período debe su nombre á que el terreno, fauna y flora que le caracterizan, se han encontrado y estudiado perfectamente en el condado de Devón (Inglaterra). En este período la vegetación terrestre aparece […] GALACTOCELE (del gr. γαλά, leche, y κήλη, tumor): m. Med. Infarto de la mama por acúmulo del leche. Velpeau designa con este nombre los tumores formados por el acúmulo de leche ó por aluna de sus partes constituyentes, ora en los conductos naturales de la glándula, ora entre las capas orgánicas de la región mamaria. PODÓMETRO (del gr. πους, ποδός, pie, y μετον, medida): m. Fís. Aparato destinado, como el odómetro y el podómetro (véanse), á contar las distancias recorridas en la marcha. El podómetro, más bien que distancias, cuenta los pasos que da un hombre á pie, por más que tiene el medio de convertir este número en distancia referida á cualquier unidad longitudinal. Se compone: 1. º De una rueda de trinquete unida invariablemente á un piñón, taladrados en su centro para dar paso al eje, que va fijo al extremo de una palanca y está sostenido por un centro ó tejuelo y un cojinete. […] SICOSIS (del gr. συκον, higo): m. Dermat. Enfermedad de la piel, así llamada porque esta membrana toma un aspecto granujiento especial, semejante á la pulpa de los higos. Es una dermatosis (dice el Doctor Giné) tubérculopústulocrustácea, frecuentemente acompañada de inflamación flemonosa del tejido areolar subcutáneo y de costras exudativas de origen purulento, que esencialmente consiste en la inflamación de los folículos en que nacen y arraigan los pelos. La inflamación de esos órganos puede ser causada por la presencia de un parásito vegetal que extendiendo sus esporos y micelio á lo largo de las vainas de los pelos se insinúa en los folículos de estos: este es el sicosis parasitario. […] SIDERIZACIÓN: f. Const., Art. y Of. Preparación por la inyección de sales de hierro en la madera que ha de estar expuesta á la acción de las aguas ó de la humedad, á fin de evitar su destrucción; no hace muchos años, en la década anterior á la que va corriendo, al doctor H. Hager le ocurrió la idea de recubrir las maderas que habían de encontrarse en las expresadas condiciones, como pilotes, estacas, maderas empleadas en apeos, cimbras y andamios, etc., con una capa de silicato de hierro […] En un estadio más complejo se encuentran artículos de términos de taxonomía animal y vegetal, particularmente, mineralogía o química, dado que la descripción y comentarios, aunque de carácter enciclopédico, también definen al menos hasta cierto punto el concepto del que se está hablando. Algunos casos en que definición e información enciclopédica se cruzan son: BENCILISOXILENO (de bencilo y oxileno): m. Quím. Hidrocarburo producido por la acción del cloruro de bencilo sobre el isoxileno en presencia del zinc en polvo, y correspondiente á la fórmula C15H16 = C6H5 – CH2 – C6H3 (CH3)2. Este hidrocarburo forma un líquido incoloro que hierve á 295-296º. Tratado por el ácido crómico da ácido benzoilisoftálico. Este ácido es poco soluble en agua, en la bencina y en el cloroformo […] 325 PILAR PARDO HERRERO HIPOFLEO: m. Zool. Género de insectos coleópteros, heterómeros, de la familia de los taxicornios, tribu de los diaperialos. Comprende unas quince especies, casi todas europeas. Los hipofleos se hallan caracterizados por un cuerpo estrecho, oblongo, lineal, casi cilíndrico; antenas rectas, perfoliadas en toda su longitud, y cuya porción más amplia está formada de siete articulaciones […] OLIVENITA: f. Min. Arseniato de cobre natural. Preséntase en pequeñísimos cristales que son octaedros agudos, ó prismas rectangulares, y lo más frecuente es verlo en prismas romboidales rectos, cuyo ángulo vale 92º 30´, unas veces circulares y otras alargados en sentido de la menor diagonal. Su color es verde, y los tonos más comunes son el de oliva, pistacho ó pardo verdoso, siendo siempre la raya y polvo del mineral color verde aceituna muy marcado y característico; es la olivenita algo traslúcida y posee brillo vítreo resinoso […] PARASCOPELO: m. Paleont. Género de la familia escopélidos, orden fisóstomos, subclase teleosteos, clase peces, tipo vertebrados. Las especies del género Parascopelus son peces alargados, con escamas muy grandes cicloides, hocico puntiagudo y ojos pequeños. Intermaxilar y maxilar superior grandes é igualmente desarrollados; nadaderas pectorales robustas, las ventrales situadas muy poco por delante de la dorsal media; nadadera anal más robusta que la dorsal. Son fósiles propios del mioceno superior de Sicata en Sicilia, siendo al forma típica el P. lacertosus. SEDO (del lat. sedare, calmar): m. Bot. Género de plantas (Sedum) perteneciente á la familia de las Crasuláceas, cuyas especies habitan en casi todo el mundo, y especialmente en las regiones templadas de Asia y Europa, y son plantas herbáceas ó sufruticosas, con las hojas esparcidas, rara vez opuestas, carnosas, cilíndricas ó planas, enteras ó dentadas, y las flores en cimas corimbiformes, blancas, purpúreas, azuladas ó amarillas, con cuatro á siete pétalos y ocho á 14 estambres, y con escamitas hipoginas enteras; cáliz de cinco sépalos aovados y generalmente hinchados; corola de cinco pétalos periginos y casi siempre patentes; estambres casi siempre en número de 10 y periginos; escamas hipoginas, enteras ó muy ligeramente escotadas; cinco ovarios libres uniloculares y con óvulos numerosos insertos en la sutura ventral; tres á cinco cápsulas foliculares, libres, longitudinalmente dehiscentes y polispermas. [descripción de algunas especies] Aunque no es lo general, hay casos en que la definición proviene del DRAE 1884. Por ejemplo: AFINIDAD […] – AFINIDAD: Quím. Fuerza que reune las moléculas de dos ó más cuerpos simples ó compuestos para formar otro distinto. Esta expresión, introducida por Barchusen en la ciencia. Fue perfectamente definida por Boerhave y desde entonces no ha cambiado de significado. La explicación del hecho de la combinación de dos cuerpos entre sí con preferencia á combinarse con otro, quiso hacerse dando un nombre á la causa en virtud de la cual las combinaciones se verifican. […] MANÓMETRO ([etim]): m. Fís. Instrumento destiando á medir la tensión de los fluidos aeriformes. Ú. principalmente en las calderas de las máquinas de vapor. Aun cuando por la etimología de su nombre este aparato parece destinado a medir pequeñas presiones, y principalmente el enrarecimiento producido por una máquina neumática, empléase para la medición de toda clase de presiones […] OTOSCOPIO (del gr. ους, ωτός, oído, y ςκοπέω, examinar): m. Med. Instrumento para reconocer el órgano del oído. El speculum auri de Fabricio Hilden, empleado durante mucho tiempo, principalmente por Kramer, que la dió su nombre, ha caído en desuso. Dicho espéculo y sus modificaciones se usan más bien para la exploración de las fosas nasales […] 326 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA QUILÍFERO, RA (del lat. chylus, quilo, y ferre, llevar): adj. Anat147. Dícese de cada uno de los vasos linfáticos de los intestinos, que absorben el quilo durante la quilificación y lo conducen al canal torácico. Por sus usos difieren de los demás vasos linfáticos, pero se parecen á ellos por su organización y disposición anatómica. […] Como ha podido observarse en los ejemplos, la propuesta de este tipo de artículo suele corresponder al orden: definición + texto complementario. Pero no siempre el inicio es tan claro como definición, pese a que esta puede considerarse inserta en el texto148. Además resulta interesante que puedan encontrarse datos sobre la proveniencia del término, como sucede s.v. afinidad, así como consideraciones acerca de la propiedad de una voz, lo cual pone de manifiesto la importancia sobre la asignación de una voz a un concepto. Ejemplo de ello son: BIOLOGÍA (del gr. βιος, vida, y λόγος, doctrina, tratado): m. Hist. Nat. Ciencia de la vida. La palabra Biología fué creada é introducida en la ciencia en el mismo año de 1802 por dos autores que no parece conocían recíprocamente sus trabajos: Lamarck y Treviranus. […] HELIOGRABADO, RA (del gr. ηλιος, sol, y grabado): m. Tecn. El nombre de heliograbado fué dado por Niepce de Saint-Víctor á su método para obtener en planchas metálicas, y mediante la acción de la luz sobre el betún de Judea convenientemente preparado, grabados en relieve. Dicha denominación es impropia, pues que no sólo la luz solar puede impresionar el betún, sino otras muchas; y por consiguiente se la sustituyó por fotograbado (V.). Esto no obstante resérvase, por respetos al inventor del método, el nombre de heliograbado al procedimiento primitivo, es decir, al empleado por Niepce, y ya expuesto en los artículos FOTOTIPIA y FOTOGRABADO. […] La marca en el tipo de artículos que aquí se ha tratado tiene una función principalmente restrictiva, como muestran los ejemplos, y de indicación neológica, aunque la información enciclopédica le suma un carácter temático a la abreviatura. A esto puede añadirse un denominador común, que es que una gran parte, si no la mayoría, de este tipo de entradas o entradillas, corresponden a vocabulario no contenido en el DRAE 1884, que es el diccionario de referencia. Hay excepciones, como las hay en casi todas las afirmaciones que pretenden ser generales sobre el DEHA, debidas a limitaciones en el método de trabajo lexicográfico que atravesó la obra. Sin embargo es una propuesta que, aun a falta de una comprobación definitiva, indica al menos dos cuestiones principales: que se sigue el dictado de la Academia y las voces de su diccionario, con o sin marca, son consideradas como referencia de cuál es la lengua culta del momento; y que el DEHA tiene interés por incluir el vocabulario de los 147 148 El DRAE 1884 marca esta voz como de zoología. Cuando Alemany y Bolufer (1917) utiliza el DEHA en la confección de su obra, en las entradas de especialidad reproduce esa definición inicial, o re-redacta utilizando los datos ofrecidos en el DEHA (§ 4.2.). 327 PILAR PARDO HERRERO distintos campos de especialidad, debidamente indicado, de tal manera que cualquier lector pueda acceder a él, informarse y generar su propio discurso. En cuanto a los aportes léxicos del DEHA, la tendencia a marcar las voces que no provienen del DRAE 1884 tiene una parcial comprobación con ejemplos de palabras que posteriormente entrarán a la lexicografía académica como vocabulario común, no marcado diatécnicamente (cf. canguro, que marcado como de zoología en el DEHA, entra al DRAE 1899 sin marca, y otros tantos ejemplos que se ofrecieron en el apartado 3.1.). 3.2.1.4. Entrada o entradilla no marcada y artículo enciclopédico sí marcado Una cuarta cuestión en el tratamiento de las voces en cuanto que marcadas con abreviatura de especialidad, es la aparición de estas tras una acepción no marcada (proveniente generalmente del DRAE 1884), considerada general, en un artículo enciclopédico que sí tenga una abreviatura de especialidad. Está claro que la voz tiene una acepción común, pero la marca en el artículo enciclopédico es lo que interesa del planteamiento de la microestructura pues así como puede añadir información, también puede completar la definición de la voz general o incluso ofrecer una nueva definición. En principio la marca en este caso, asumiendo la entradilla como artículo enciclopédico, parecería tener una función temática. Pero la abreviatura igualmente puede entenderse que posee una doble función (temática y restrictiva), ya que si bien sirve para indicar la perspectiva a partir de la cual se comentará la voz, también tiene una función restrictiva en tanto que hace más complejo el sentido de la misma si se quiere utilizar con precisión en un campo determinado. Se presentan a continuación algunos ejemplos: BREA (del lat. bruttĭa, pez líquida): f. Sustancia resinosa contenida en la trementina que destilan varios pinos, ó que de ellos se obtiene por incisiones en las cortezas. […] – BREA: Quím. y Tecn. Se conocen cuatro clases de brea, á saber: la brea grasa natural, especie de betún que se saca del asfalto; la brea grasa artificial, mezclada de alquitrán, brea seca y brea grasa natural; la brea seca, residuo líquido que queda en las calderas cuando se destilan los alquitranes, que se filtra y recibe en moldes de arena, y que se emplea para ungüentos y emplastos, y finalmente la brea líquida que es el alquitrán de la hulla. V. ALQUITRÁN. COSIDO: m. Acción de coser. […] – COSIDO: Art. y Ofic. El cosido puede ser á mano ó mecánico. Este último ha adquirido en estos tiempos tal desarrollo y perfección, que con él pueden obtenerse, de un modo ventajoso, los mismos efectos y resultados que á mano. […] Hacia 1825 Thimonnier, sastre de Amplepuy (Ródano), inventó una máquina de coser a propósito para el cosido llamado á punto de cadeneta, máquina que, perfeccionada más tarde, puede considerarse como la primera aplicada al mecanismo del cosido. […] 328 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA ESPEJISMO (de espejo): m. Fenómeno que consiste en verse levantada y pintada en el aire, y por lo regular invertida, la imagen de objetos distantes del observador. Es frecuente en las llanuras de países cálidos, como el Bajo Egipto, y en el mar. – ESPEJISMO: Fís. Este fenómeno óptico es originado por la refracción y reflexión total de la luz solar en las capas atmosféricas, en virtud del cual los objetos lejanos dan imágenes, ya como si se reflejasen en la superficie de las aguas, ya en lo alto de la atmósfera. […] FETO (del lat. fætus): m. […]. – FETO: Producto de la concepción de la mujer desde el tercer mes de su embarazo hasta el parto. – FETO: Anat., Fisiol. y Patol. Es el producto de la concepción, á partir del tercer mes; hasta ese tiempo todos los autores están de acuerdo en denominarle embrión. V. EMBRIÓN. Para seguir el estudio del desarrollo de este nuevo ser, es preciso considerarlo desde sus comienzos. Al paso que en España y Francia se divide el embarazo en nueve meses, en Alemania se acostumbra á dividirlo en diez, de á cuatro semanas cada uno. En el cuarto mes (en que termina el período embrionario y empieza el fetal) la piel comienza á cubrirse de un vello sedoso […] HARINA (del lat. farīna): f. Polvo que resulta de la molienda del trigo, ó de otras semillas. Este polvo despojado de salvado ó cascarilla. […] – HARINA: Indust. Las harinas más conocidas, y principalmente usadas, son las de trigo, maíz, centeno, esencialmente alimenticias; las de cebada, arvejas, habones, habichuelas, guisantes, alforfón, también usadas como alimenticias, aunque menos que las anteriores, á las cuales se mezclan en el comercio de mala fe con el objeto de lucro; las de arroz, lacteada, mostaza y linaza, que son medicinales, y la primera constituye además un artículo importantísimo de perfumería, y la fósil. JABÓN (del lat. sāpo, sapōnis): m. Compuesto artificial de un álcali y aceite ú otro cuerpo graso, que se disuelve en el agua, formando espuma y tiñéndola de blanco. Se usa principalmente para lavar. […] – JABÓN: Quím. indust. y Farm. Es difícil precisar en qué época fue inventado este producto resultante de la saponificación de las grasas. Antes de descubrirlo debieron de emplearse para el lavado conocimientos de plantas jaboneras, ó sea de las que producen espuma con el agua y tienen propiedades detersivas. […] Estas diferentes materias grasas pueden ser saponificadas por los diversos procedimientos que á continuación se exponen. [...] SEDANTE (del lat. sedāre, calmar, aplacar): m. Medicamento que modera la acción exagerada de un órgano ó de un sistema de órganos. […] – SEDANTE: Terap. El concepto de los sedantes era en otro tiempo más amplio, considerándose como tales á los medicamentos que disminuyen la actividad cardíaca, tanto con relación al número de contracciones en la unidad de tiempo como con respecto á las energías de estas mismas contracciones. Por consiguiente, se incluía especialmente en esa clase á los medicamentos que alteran la actividad del corazón, á los llamados cardíacos (digital, etc.). Pero en la actualidad se ha limitado mucho el concepto de los sedantes, con arreglo á los efectos fisiológicos y clínicos de estos medicamentos. […] Por consiguiente, debe entenderse por sedante (Eulenberg, Diccion. enciclop. de Med. y Cir.) un medicamento que disminuye principalmente la sensibilidad y la motilidad, actuando por lo tanto como calmante y antiespasmódico, y en parte también como hipnótico directo ó indirecto. […] 329 PILAR PARDO HERRERO Esta situación de la microestructura es muy común en el cuerpo del DEHA por el carácter enciclopédico de la obra. Pese a que en este tipo de artículo la palabra clave se considera general, no tiene marca, la propuesta de microestructura se ha presentado en este acercamiento al léxico de ciencia y técnica dada la doble función que es posible asignar a la abreviatura que sí acompaña el texto enciclopédico (un ejemplo muy claro de la posibilidad restrictiva y no solo temática de la abreviatura ocurre s.v. sedante), en el que se encuentra información general pero también especializada, así como vocabulario complementario. Para terminar con la descripción del vocabulario especializado en la microestructura del cuerpo del DEHA, cabe indicar que hay algunas voces no marcadas que según la definición y las abreviaturas contempladas, deberían estarlo. Entre ellas, algunas provienen del DRAE 1884, donde la restricción ocurre en la definición en vez de mediante una marca (cf. encamisada «En la milicia antigua […]», género 4 «En el comercio […]»). Otras tienen otras fuentes o son errores editoriales (cf. acompañado 8 «prov. Chil. Acción ó efecto de acompañar, entre albañiles», abarcar 2 «En Montería […]», bill «Palabra de origen inglés, de uso corriente en el lenguaje de los políticos […]»). Como puede apreciarse en los ejemplos, la no marcación de voces indica inconsistencias metodológicas. También debe tenerse en consideración el hecho de que pueda encontrarse vocabulario de especialidad dentro de los artículos enciclopédicos, el cual muchas veces no hace parte de la nomenclatura, así como referencias al origen de la palabra y/o a la persona que asignó una voz a determinado concepto (cf. afinidad)149. Ejemplo de términos dentro del artículo y/o de autor que los propone son: s.v. eclampsia (tomo 7) cuando habla de la eclampsia puerperal dice que «Ha recibido también los nombres de convulsiones puerperales (Hoffmann), calambres generalizados y convulsiones graves (Wigand), distocia convulsiva (Jonny), distocia epiléptica (Merrimann), epilepsia aguda (Vogel)». S.v. elefancia (tomo 7), en el artículo enciclopédico dice «En otro tiempo se designaba con este nombre ó con el de elefantiasis de los griegos, que es una de las variedades de lepra (V. LEPRA), y la elefancia ó elefantiasis de los árabes, para la cual se ha propuesto en estos últimos años el nombre de paquidermia». S.v. nervio (tomo 13), en el artículo enciclopédico dice: «Cada nervio se halla contituído por cierto número de tubos nerviosos con mielina (tubos de doble contorno, fibras grises, fibras de Remak) […] estos tubos ó fibras forman, por su reunión, manojos primitivos ó filetes, de medio milímetro de grosor, á veces más delgados, cada uno de los cuales aparece rodeado de una vaina propia (perineuro de C. Robin, vaina luminosa de Cornil y Ranvier), y unido á los haces vecinos por tejido conjuntivo. […]». S.v. obliteración (tomo 14), en el artículo enciclopédico dice: «Como tipo de estas lesiones, puede describirse la obliteración del cuello uterino, ó unión de ambas paredes del cuello de la matriz, que, ora existe tan sólo en el orificio externo (obliteración incompleta, aglutinación del orificio externo, Nœgelé), ora en el orificio interno, en los dos á la vez y en el conducto cervical (obliteración completa)». 149 330 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.2.2. El primer apéndice (tomos 24 y 25) Según se dijo en el apartado 3.2.1. y puede observarse en el Cuadro 7 del capítulo II, en el primer apéndice del DEHA prima la información enciclopédica y las entradas con marca de especialidad, estas últimas un 45% del total. El propósito central de este apéndice es, en relación al vocabulario de ciencia y técnica, ampliar la información ya ofrecida y aumentar la nomenclatura de distintos campos de conocimiento, en especial, según el Cuadro 12, zoología, mineralogía, química y botánica. Este objetivo se percibe ya en la Advertencia; allí se lee: El asterisco (‫ )٭‬colocado á la izquierda de la palabra que encabeza cada artículo, indica que éste ha sido ya tratado en el cuerpo de la obra y que por consiguiente solo se trata de completarlo. Los artículos que no llevan aquel signo son enteramente nuevos. Derivado de ese doble propósito, el primer apéndice del DEHA presenta una estructura de los artículos mucho más enciclopédica que lexicográfica, si se tiene como elemento diferenciador la longitud de los textos. En este apéndice, considerando los artículos con abreviatura de especialidad, el texto de las entradas supera en múltiples ocasiones los 10-12 renglones, llegando incluso a haber artículos de varias páginas150. El cambio en la presentación en estos dos volúmenes del DEHA del vocabulario con marca de especialidad, con clara intención enciclopédica, hace que ese léxico deba ser expuesto más que a partir de cómo se define, cuestión más clara en el cuerpo, a partir de la reflexión sobre la función de la abreviatura y el hecho de que el artículo presente o no asterisco. Así pues, en este apartado dividiré el acercamiento en dos partes: 1. Los artículos nuevos, sin asterisco (§ 3.2.2.1.), y 2. los artículos marcados con asterisco (§ 3.2.2.2.). 3.2.2.1. Artículos nuevos La presentación de la microestructura de los artículos con marca de especialidad, entradas principales más que entradillas, sigue la estructura del artículo enciclopédico que en el cuerpo del DEHA correspondía esencialmente a voces no incluidas en el diccionario académico, es decir, que la primera frase (o frases) correspondería a la definición, seguida inmediatamente por los datos complementarios. Ejemplo del planteamiento de los artículos en este apéndice son: ABRELATAS: m. Art. y Of. Utensilio abridor de los botes metálicos para conservas. Sabido es que la casi totalidad de las substancias alimenticias se conservan, 150 El recuento del 5% realizado sobre este apéndice es indicador de esta gran longitud de los artículos, pues en varias de las páginas solamente se contó una entrada, y en la que más se contabilizaron había 15 (de las cuales 12 son nombres propios, que suelen ser entradas cortas). 331 PILAR PARDO HERRERO puede decirse que indefinidamente, cuando se las priva de una manera absoluta del contacto del aire, y que á este fin se las encierra en botes generalmente de hoja de lata, cerrados herméticamente con cerradura de hojalatero […] CARBANILO: m. Quím. Cuerpo formado por la acción del óxido mercúrico sobre el sulfocianuro de fenilo. La reacción se efectúa en baño de aceite y refrigerante de reflujo. Se obtiene el mismo cuerpo haciendo actuar el oxicloruro de carbono sobre la carbanilida ó sobre el clorhidrato de anilina fundido […] CAVERNOMA (de cavernoso y el sufijo oma, tumor): m. Patol. Tumor de color vinoso, más ó menos obscuro, que se desarrolla principalmente en el tejido grasoso subcutáneo, sobre todo en los primeros meses ó primeros años de la vida. Por lo general estos tumores empiezan á manifestarse por teleangiestasias pequeñas. También suelen aparecer en el tejido adiposo retrobular de la órbita […] ESTEGANOTELEGRAFÍA (del gr. στεγανος, cubierto, y telegrafia): f. Fís. Sistema telegráfico de expedición rápida de avisos meteorológicos. Ideado por Cassagnes en 1866, se le llama también estenotelegrafía, y consiste, sencillamente, en reproducir el telegrama en signos estenotelegráficos; está fundada en la combinación de la estenografía mecánica y de la telegrafía; puede aplicarse á toda máquina estenográfica de teclado, pero se ha dispuesto especialmente para la máquina Michela, que representa todos los signos de un idioma cualquiera con el auxilio de 20 signos que, con sus combinaciones, se hallan impresos, en líneas distintas, sobre una tira de papel. El aparato Cassagnes permite obtener, á distancia, la cinta estenográfica […] FILADIO: m. Geol. Roca de la familia de las feldespáticas, grupo de las pizarrosas y tipo de las compuestas; esta roca es descrita por muchos petrógrafos con el nombre que nosotros aceptamos y con el de filita, si bien este último no corresponde más que á una variedad, siendo el nombre general con que la describen los petrógrafos alemanes el de Thonglimmerschiefer; es una roca formada generalmente por granos miscroscópicos de cuarzo y de feldespato […] JONSTONITA (de Johmston, n. pr.): f. Min. Sulfuro de plomo conteniendo exceso de azufre; también se define como mezcla de este cuerpo con la galena, en cuanto de ella procede y mediante alteraciones suyas parece haberse formado. Constituye, de todas suertes, un mineral de suma rareza, y es á modo de compuesto intermedio bien distinto de un subsulfuro plúmbico […] SERICULTURA: f. Ind. Ciencia que se ocupa de la cría y explotación del gusano de seda. En el tomo XVIII, página 883, nos hemos ocupado del beneficio de la seda; pero nada se ha dicho de la cría y explotación del gusano que la produce, que es de lo que nos vamos á ocupar ahora. Consideraciones que no son de este lugar han contribuido poderosamente á la casi extirpación de una industria esencialmente española […] Como en el cuerpo del DEHA, en muchas ocasiones cuando la entrada es de taxonomía con marca botánica, zoología o paleontología, la parte inicial está muy vinculada al texto posterior descriptivo, al que luego puede sumarse más contenido enciclopédico. Algunos ejemplos son los siguientes: ACANTOFOLIO: m. Paleont. Género de la familia de los escélidosaurios, suborden de los estegosaurios, orden de los saurios, clase de los reptiles y tipo de los vertebrados. Constituye este género una verdadera forma de transición entre los reptiles y las aves, pues se parece en una porción de caracteres, y especialmente en la conformación de la región occipital del cráneo, á una forma encontrada en las capas llamadas de Gosau de New Belt. […] 332 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA El género Acanthopholis se caracteriza de un modo general por presentar el hueso astrágalo anquilosado con la tibia […] El género Acanthopholis fue creado por el eminente naturalista Huxley, y procede de la creta de Folkstone. BREMONTIERA: f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Leguminosas, subfamilia de las papilionáceas, tribu de las hedisareas, cuyas especies habitan en la isla de Mauricio, y son plantas fruticosas con las hojas sencillas, oblongas y canescentes, con tomento formado por pelos muy cortos, muy cortamente pecioladas, angostadas en la base y en el ápice y con estípulas muy pequeñas […] LAMPRORNÍTIDOS: m. pl. Zool. Familia de aves del orden de los pájaros, sección de los dentirrostros, establecida por Vigors, y cuyos principales caracteres son los siguientes: pico de la longitud de la cabeza ó más largo, recto ó poco encorvado en el dorso y arqueado ligeramente en la punta; alas largas y agudas, siempre con 10 remeras primarias; cola mediana, truncada ó ligeramente escotada en el medio; tarsos con escudetes por delante, largos y robustos; dedos también largos y robustos; plumaje brillante y variado. En los países cálidos de África y Asia habitan estas aves […] Aunque pocas entradas, debe decirse que hay algunas con definiciones cortas, como: acastillaje de marina, ptolemitas de historia eclesiástica, rebatido de artes y oficios. Los ejemplos vistos en este subapartado indican un uso de la marca con una intención principalmente restrictiva en los artículos que no tienen asterisco, los llamados en la advertencia «nuevos». Teniendo en cuenta que son además palabras no contempladas en el DRAE 1884, la marca también indicaría al lector esto, utilizándola para señalar el campo en que esta palabra sería principalmente utilizada. Si se considera el futuro de estas voces, muchas se limitan a un ámbito especializado, pero otras pasan a un uso más general, como es abrelatas o sericultura, según indica su incorporación posterior al diccionario académico (DRAE 1936 y 1925, respectivamente). Hay muchos artículos para los que es posible considerar un error el hecho de que no presenten asterisco. Para poder analizar mejor esta cuestión, haré referencia a ello tras haber comentado los artículos que tienen el asterisco. 3.2.2.2. Artículos marcados con asterisco Como se comentó al inicio del apartado 3.2.2., un propósito del primer apéndice, indicado en la Advertencia, es completar información sobre distintas palabras contempladas en el cuerpo de la obra. Para indicar que es así la entrada se señala con un asterisco. Según el recuento del 5% con el que se trabajó en el apartado 3.1.2., alrededor de un 13% de las entradas con marca de especialidad tiene asterisco, lo que indica que 333 PILAR PARDO HERRERO hay bastante nomenclatura nueva y tiene una cierta importancia la ampliación de la información previamente ofrecida. En estos artículos, pues, la consideración de la función que tiene la abreviatura de especialidad es fundamental. La marca diatécnica es sobre todo restrictiva en los artículos nuevos. Pero cuando hay asterisco la marca parece que serviría más bien para indicar que se amplía la información de la palabra en lo referente a un campo determinado; sería por tanto una marca temática. A través del primer apéndice efectivamente se encuentran artículos con asterisco que tienen la marca como indicación temática (cf. *bricho «Art. y Of.»), sin embargo me parece que la abreviatura en estas entradas puede tener también un carácter doble: ser temática y restrictiva a la vez. Para hacer más clara esta idea presento algunos ejemplos: agua, sin marca en el cuerpo, y con un extenso artículo enciclopédico, en el primer apéndice tiene asterisco y marca de geología. El texto inicia así: «Hay que añadir á la monografía del agua que figura en el tomo I del DICCIONARIO la acción geológica de la misma. […]». La marca señala una perspectiva así como la comprensión de la palabra en un contexto determinado. cacodílico (ácido), en el cuerpo tiene marca de química (es un compuesto arsenical). En el primer apéndice tiene marca de terapéutica para indicar que «se ha empleado recientemente en Medicina como sucedáneo de las preparaciones arsenicales». Esta marca del apéndice es pues temática, pero también es restrictiva pues para un químico este ácido es una cosa y para el médico es otra. ceniza, sin marca en el cuerpo, en el primer apéndice tiene asterisco y marca de geología. Comienza así el texto: «Llámanse así en Geología á ciertas rocas que se presentan en estado pulverulento, que se incluyen en las rocas fragmentarias ó sueltas […]». Aquí la marca tiene un valor más restrictivo que temático, comprobado por el comienzo del artículo. hundimiento, al definirse en el tomo 10 no tiene marca y no aparece artículo enciclopédico. En el apéndice aparece con asterisco y tiene la marca «Ing. y Arq.», utilizada pues se hablará de la palabra en el contexto de las construcciones. En este caso más que un ampliación se evidencia en el texto que la palabra tendría un significado particular en ese campo, aunque conserve su sentido esencial de ‘acción o efecto de hundir’. Dice el artículo 334 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA que se tratará la palabra entendida como «uno de los procedimientos de demolición de una obra», pudiendo ser el hundimiento espontáneo o provocado. Es decir, aquí la palabra tiene una marca temática, pero también una precisión para el uso más específico en el contexto de las construcciones civiles. tarifa, sin marca en el cuerpo ni con artículo enciclopédico, en el apéndice tiene asterisco y la marca «Tec. y Com.». En el texto dice: Definidas la [sic] tarifas en el tomo XX de esta obra de una manera tan sucinta cual corresponde á una definición, se hace preciso que las dediquemos un artículo especial […] No entraremos en el estudio de la parte legal de las tarifas, ni casi en las condiciones de aplicación de las mismas, porque esto fuera ya dar unas dimensiones exageradas al presente artículo, sin conseguir por esto esclarecer más el conocimiento técnico de aquellas […]» En este ejemplo es evidente que el cuerpo del DEHA tenía entre sus funciones principales definir de forma concisa las voces comunes, mientras que el apéndice era para dar voces nuevas o completar las dadas, además aquí al decir que se quiere esclarecer el conocimiento técnico, se le da a la marca una función restrictiva, que sin embargo no elimina la temática. Sobre los artículos con asterisco hay un apunte de su microestrucura relevante, y es que la voz pierde la marca gramatical151 (cf. *águila, *aguinaldo, *oligisto, *refracción, *refrangibilidad, *refrigerante, *selvicultura). Suprimir la marca es indicación de que ya lo importante no es la información lingüística sino la ampliación del concepto. Esta situación de eliminación de la marca gramatical cuando el artículo tiene asterisco lleva a la cuestión de las voces que no tienen dicho símbolo, pero parece que deberían llevarlo pues son palabras o compuestos que ya estaban en el cuerpo, como es el caso de ácido carbónico, filigrana, granulita o púlpito. El inicio de estos artículos en el primer apéndice es como sigue. CARBÓNICO (ÁCIDO): Geol. La importancia geológica del ácido carbónico tan sólo es sobrepujada por el oxígeno, siendo ambos los dos agentes químicos de mayor energía y más generales efectos que actúan sobre los materiales de la corteza terrestre, no sólo en la superficie del planeta, sino en el interior de sus capas. […] FILIGRANA: Art. y Of. La filigrana consiste en hilos finos de metal entrelazados y soldados; pero la soldadura exige tanta mayor destreza, cuanto que debe ser casi invisible […] Como excepción pueden referirse las entradas *aparador y *rodamina, que dan la categoría gramatical seguida de la marca «Arqueol.» y «Quím.», respectivamente. En *selenio además de la categoría gramatical se ofrece la etimología antes de la marca «Min.». 151 335 PILAR PARDO HERRERO GRANULITA: Geol. Definida tan sólo en el DICCIONARIO esta roca, daremos aquí sus características y yacimientos, pues es preciso establecer bien el valor de esta palabra en Petrografía, evitando la confusión que se origina según el modo como la consideran los autores alemanes ó los franceses. […] PÚLPITO: Arqueol. En su origen, que naturalmente hay que buscarlo en las catacumbas, fue la cátedra (V. esta voz) ó asiento propio de los filósofos y maestros de Retórica, á cuya imitación lo adoptaron los primeros cristianos. Con la basílica cristiana aparece luego el ambón (véase esta voz), cuyo sitio en ella, forma y número, varió mucho. Por lo general estaba entre el presbiterio y la nave […] Las cuatro voces presentadas están en los tomos correspondientes del cuerpo del DEHA marcadas (ácido carbónico como de química y granulita como de geología) o no (las demás) y en el apéndice aparecen para ampliar desde una perspectiva concreta la voz. En estos casos la falta de asterisco habría de considerarse un error editorial (con el claro ejemplo de la entrada granulita), pues la marca funciona principalmente como indicador temático y no hay marca gramatical. Frente a estos aparentes errores editoriales, hay casos de voces que sin estar señaladas con el asterisco, tampoco tienen marca gramatical, pero no son exactamente ampliaciones sino más bien presentación de nuevos sentidos. Dos ejemplos de esto son: PRESTACIÓN SOCIAL: Obr. públ. Obligación que tienen los habitantes de todo municipio desde los dieciséis á los cincuenta años de edad, con excepciones que marcan la leyes, de contribuir con su trabajo ó el de sus carros ó caballerías á la ejecución ó fomento de obras públicas municipales de toda especie, cuando así se acuerde por el Ayuntamiento respectivo, y previas las formalidades de la ley, según determinan las municipales de 1870 y 1877, y otras Reales disposiciones. […] SUPERIORIDAD: Antrop. y Etnolog. El concepto de superioridad ó jerarquía de las razas es hoy tal vez el de más capital importancia para la clasificación etnográfica de las mismas; y no habiendo sido tratado en ninguna de las correspondientes palabras, desarrollaremos aquí los más importantes datos que en su aplicación han conseguido la Antropología y la Etnología, constituyendo en realidad una nueva ciencia fundada en el estudio de la superioridad ó jerarquía de las razas. En el caso del compuesto prestación personal es lógico pensar que la expresión podría ser una entradilla de prestación, voz incluida en el cuerpo del DEHA, y por tanto tener asterisco. En cuanto a superioridad, voz que también está en el cuerpo, el concepto se trata desde una perspectiva tan específica que parece una acepción particular de un compuesto no expresado en la entrada, nuevo en la nomenclatura, que sería superioridad de las razas. Si lo que se buscaba en estos casos era distanciarse del sentido común de las voces, el error quizá sería más bien no tener marca gramatical152. 152 Hay más artículos localizados en que lo que falta es la marca gramatical, pues la voz no estaba incluida en el cuerpo del DEHA (cf. abieteno, acadiense). 336 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Estos casos intermedios llevan a un último: el de voces sin asterisco que ya están en el cuerpo del DEHA, generalmente sin marca diatécnica, y en el primer apéndice tienen la marca gramatical, además de abreviatura de especialidad, es decir que se presentan como artículos nuevos. Ejemplo de esto son las siguientes voces, de las que presento en la columna izquierda el artículo en el cuerpo y a la derecha el del primer apéndice. DEHA ACUÑADOR, RA: f. Que acuña. Ú. t. c. s. Otrosí mandamos que se tenga gran cuidado en lo que toca á la blanquición de las dichas piezas, y que los ACUÑADORES no la acuñen no viniendo bien blanqueada. Nueva recopilación. DEHA Primer apéndice ACUÑADOR: m. Maq. Máquina destinada á la acuñación de monedas y medallas. Descrita en el artículo MONEDA, t. XIII, á grandes rasgos la acuñación, nos queda únicamente hablar de los máquinas empleadas en esta operación y en la acuñación de medallas, cuyas máquinas son en no pequeño número […] CALANDRIA: f. Maq. y Tej. Máquina que se emplea en los telares ó fábricas de tejidos para sacar á estos brillo, y más principalmente cuando se trata de telas de algodón; se emplea tan pronto para dar la última presión á los tejidos antes de ponerlos á la venta, cuanto para hacer su superficie tersa, unida y consistente, cual se requiere en los que han de ser sometidos á la impresión, variando el grado de presión y consistencia que haya de darse […] CALANDRIA (del gr. κάλανδρα): f. Pájaro conirrostro de la familia de los aláudidos. Ni hablaron del ruiseñor, No del mirlo se acordaron, Ni se trató de CALANDRIA De jilguero ni canario. IRIARTE. […] — CALANDRIA: Máquina que sirve para pensar y dar lustre á ciertas telas y al papel. — CALANDRIA: […] CARTOGRAFÍA (de cartógrafo): f. Arte de trazar cartas geográficas. CÁSCARA (de cascar): Corteza ó cubierta de varias frutas y otras cosas. Hay las duras, como la de nuez, por ejemplo, y tiernas, como la de la naranja. […] — CÁSCARA: Corteza de los árboles. […] — CÁSCARA: […] CAUTERIO (del lat. cautērĭum, del gr. καυτήριον): m. CAUTERIZACIÓN. […] — CAUTERIO: fig. Lo que corrige, ataja, ó precave algún mal. […] CARTOGRAFÍA: f. Top. y Geol. Antiguamente la Cartografía ó representación y dibujo de las cartas topográficas, orográficas, geográficas, etc., estaba reducida á una proyección cónica ó perspectiva, en que el punto de vista se encontraba suficientemente alto para que pudieran verse la mayor parte de los detalles que procuraban imitar, figurando los objetos como si hubieran girado alrededor de su traza interior […] CÁSCARA SAGRADA: f. Terap. Según muchos terapeutas modernos, la corteza de esta planta está llamada á ocupar importante papel entre los medicamentos purgantes. Se emplea contra la dispepsia pertinaz ó el estreñimiento bilioso, principalmente cuando el enfermo no soporta los medicamentos catárticos; como tónico y laxante, en las fiebres intermitentes ó remitentes. […] CAUTERIO m. Elec. Instrumento empleado en la cauterización. El más moderno que se conoce es el llamado cauterio eléctrico, cauterio galvanotérmico y galvanocauterio, que todos estos nombres recibe, y consiste en un hilo de platino calentado hasta la incandescencia por la acción de una corriente eléctrica, dependiendo su temperatura de la resistencia que ofrece al paso de la corriente, y se emplea en la galvanotérmica. […] — CAUTERIO: Cir. Medio empleado en Cirugía para mortificar los tejidos sanos ó enfermos, convirtiéndolos en escara. […] 337 PILAR PARDO HERRERO REGENERACIÓN (del lat. regeneratĭo): f. Acción, ó efecto, de regenerar ó regenerarse. …allí (en la cabeza del hombre) recibió el bautismo, y su principio espiritual y REGENERACIÓN fue divina. MALÓN DE CHAIDE. El espíritu de análisis, disecador, digámoslo así, y el espíritu filosófico francés, hicieron sentir su influencia en nuestra REGENERACIÓN literaria. LARRA. ¿Comprende ahora (el lector) que haciendo el hombre algo en contrario de lo mucho con que insensatamente contribuye á la degeneración de sus especie, podría obtener una pronta REGENERACIÓN? MONLAU. REGENERACIÓN: f. Zool. Fenómeno que se observa en algunos animales de poder renovar las partes de su cuerpo que han sido destruídas, completando otra vez su organismo. Para formarnos un concepto preciso de este fenómeno, fijémonos en un caso bien observado y conocido. Sí á una estrella de mar se le arranca uno de sus brazos, al cabo de poco la herida se cierra, se forma un mamelón que va creciendo poco á poco, y pasados algunos meses se ha formado un brazo nuevo en todo igual al arrancado, salvo el ser un poco menor en tamaño. En este caso se dice que la estrella de mar ha regenerado su brazo. Este fenómeno es más general de que á primera vista parece, y en principio todo animal tiende á regenerar las partes que se le han sustraído y completar su unidad […] La razón por la que estas voces no tendrían asterisco es por ofrecer una acepción nueva de la voz, que indicaría una función más bien restrictiva de la marca, aunque sin atender al hecho de que esa nueva acepción para la palabra está en relación con un sentido que la voz ya tenía o que siendo un compuesto cabe en el campo semántico de su formante principal (que suele ser el sustantivo). Pese a ello, hay, sin sorpresa, diversos casos en que no es así, como en calandria y cartografía, que en el primer apéndice amplían la información y por lo tanto el asterisco parece necesario153. Para terminar, como sucede en los textos enciclopédicos de artículos de muchas voces marcadas como de especialidad en el cuerpo del DEHA, en el primer apéndice, tanto en entradas con asterisco como sin él, hay insertos muchos términos de uso restringido, los cuales pueden ser simplemente mencionados (pudiendo no ser parte de la nomenclatura) o definidos, por ejemplo s.v. campo, donde se encuentran y definen los compuestos: campo eléctrico, campo magnético y campo visual. El primer apéndice, por las distintas excepciones en la microestructura de los artículos con marca de especialidad y las posibilidades múltiples de comprensión de la función de la abreviatura, no es sencillo de describir categóricamente y se hace imprescindible la lectura del contenido del artículo para juzgar el lector mismo el propósito de este. A nivel de técnica lexicográfica las voces con marca de especialidad despiertan muchas dudas. Es posible sin embargo realizar algunas consideraciones que, 153 Para completar las posibilidades, hay también entradas de compuestos que sí tienen presente que harían parte de una entrada general, como abecedario de estarcir s.v. *abecedario, alba bautismal s.v. *alba o alfabeto telegráfico s.v. *alfabeto. 338 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA pese a las excepciones, sirven para dilucidar la idea editorial tras las voces con marcas diatécnicas. Dos cuestiones aparecen como las fundamentales: 1. Las voces sin asterisco se presentan como artículos novedosos —de ahí que tengan marca gramatical— por ser aportes a la nomenclatura o por implicar conceptos nuevos, que es lo que sucede con palabras ya incluidas o compuestos que podrían ser parte de la entrada de su palabra principal. La función primera de la marca en este caso es restrictiva y un indicador neológico. 2. Las voces señaladas con asterisco recogen una preocupación editorial por completar la información que en el cuerpo no se dijo por espacio, tiempo o por ser actualizaciones. La marca es en este caso primeramente temática, pero complejizar el sentido del concepto la lleva en ocasiones a tener a su vez una función restrictiva. 3.2.3. El segundo apéndice (tomos 26 a 28) Pese al tiempo transcurrido entre el fin del primer apéndice (1900) y el inicio de la publicación del segundo (1907), y el cambio en la dirección de esta parte del proyecto, el segundo apéndice del DEHA tampoco incluye al inicio ningún preliminar. Lo único que se ofrece al lector es una Advertencia sobre el uso del asterisco y la latinización de las etimologías cuando estas son de lenguas con otro alfabeto (véase Fig. 23). Según la observación realizada sobre el 10% de este apéndice, como se ha comentado en el capítulo II (§ 2.3.3.) y en el apartado 3.1.3., en sus volúmenes hay una presencia importante de vocabulario sin marcar (37%), muy similar a la de las entradas con marca de especialidad (38%). Lo que aquí interesa es subrayar algunas cuestiones sobre cómo se presenta ese léxico marcado diatécnicamente. 3.2.3.1. La definición Quizá el aspecto más destacado en el planteamiento de los artículos con marca de especialidad en el segundo apéndice sea su brevedad, que la entrada (hay también entradillas pero no son muy comunes) se limita mucho más a la definición. Hay, sí, textos enciclopédicos, pero en menor medida que en el primer apéndice, e incluso que en el cuerpo, lo cual se perfila en la cantidad de entradas de cada parte (véase Cuadro 7). La definición sucinta, sumada a la importante inclusión de voces marcadas como de especialidad, parece indicar en este apéndice un propósito más cercano al del diccionario terminológico que, como se ha comentado anteriormente, podría responder 339 PILAR PARDO HERRERO al perfil del director, Pelayo Vizuete, muy en contacto con el trabajo terminológico que en esa época se sucedía. Algunos ejemplos que muestran este tipo de entradas limitadas y concisas son los siguientes: ACETILACETONA: f. Quím. Cuerpo que difiere de la acetona en la substitución de un átomo de hidrógeno por el radical acetilo. Tiene por fórmula C5 H8 O2. BOLO: m. Terap. Antipirético antiguamente empleado contra las fiebres cuartanas tenaces y en cuya composición entraban la quina y el carbonato de potasa. COTUTELA: f. Dro. Tutela ejercida en compañía de otra ó varias personas. ECOMETRÍA (del gr. êjôs, eco, y Merton, medida): f. Arq. Arte de construir siguiendo las leyes de la acústica, calculando y combinando la reflexión de los sonidos. FERONOMORFO: m Zool. Género de insectos coleópteros pentámeros, de la familia de los carábidos. Comprende seis especies sudamericanas, cuyos individuos se distinguen por su tamaño regular y por tener el cuerpo alargado, brillante, de color negro ó muy obscuro. HESONITA: f. Miner. Silicato doble de alúmina, variedad de granate. MONAULO (del gr. mónaulos): m. Mús. Flauta travesera de caña, en uso entre los antiguos griegos y egipcios. POLIOMELITIS (del gr. poliós, gris, y de mielitis): f. Patol. Inflamación de la substancia gris de la médula espinal. VALIZARSE: r. Mar. Situarse en un mismo arrumbamiento con otros objetos; tiene relación con marearse. Aunque ocurra en menor proporción que en las otras partes del DEHA, en este apéndice puede observarse de nuevo la propuesta de entrada en que la primera frase (o primeras) del artículo corresponde a la definición, seguida inmediatamente de texto complementario, no excesivamente extenso en muchas ocasiones. Ejemplo de ello son: FOTOCROMOTIPOGRAFÍA (de fotocromografía, y tipografía) f. Tecn. Aplicación de la fotocromografía á la impresión tipográfica. Supongamos que de un objeto colorado tomamos tres fotografías: una impresionada solamente por los rayos amarillos, otra por los rayos rojos y la tercera por los azules. Convirtamos esos clisés en planchas por los procedimientos ordinarios [28 líneas] INTERVENCIONISMO: m. Sociol. Intervención del Estado en los conflictos entre patronos y obreros. Los intereses del capital y el trabajo deben ser armónicos. España, con tener una industria naciente, invierte un capital de seis mil quinientos millones en empresas industriales. Basta esta cifra para demostrar la importancia que tienen esos intereses y la necesidad de evitar que las relaciones entre obreros y capitalistas se perturben. [media columna] MONADISMO: m. Filos. Sistema según el cual el universo está compuesto de mónadas. El término monadismo se usa algunas veces en sentido muy lato, en oposición á monismo, con acepción análoga á pluralismo, comprendiendo todas aquellas teorías que, como la de Leibniz, comprende una pluralidad de elementos. 340 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA PELSÍMETRO (del gr. plessein, golpear, herir, y métron, medida) m. Med. Instrumento con que se practica la percusión mediata. Consiste en una placa de marfil, de 8 cms. de longitud y 6 de anchura, que la mano izquierda sostiene sobre la región que se quiere explorar. [6 líneas] VALIDOL: m. Quím. y Terap. Valerianato de mentol. Líquido incoloro, límpido, de consistencia de glicerina y olor aromático agradable. Su gusto es ligeramente amargo: no tiene el sabor ardiente del mentol y es bien tolerado por el estómago, la piel y las mucosas. Según el Dr. Schwersenski, la combinación química del mentol con el ácido valeriánico goza de la propiedad de disolver cantidades notables de mentol puro [15 líneas] VALILO ó VALERILO: m. Quím. y Terap. Radical que funciona en el ácido valórico y sus derivados sin que se altere su agrupamiento molecular. En Dr. Albert ha empleado con éxito el valilo para las dismenorreas, las neurosis graves del corazón, acompañadas de irregularidades cardíacas, y en los casos de angustia del corazón y de estenocardía. [15 líneas] Entre estas dos posibilidades hay una tercera de gran interés, aunque poco común, que consiste en dividir el artículo en dos partes, ofreciendo primero la definición y luego en una entradilla separada la información enciclopédica. Esta decisión respondería al interés de ser diccionario terminológico, sin por ello abandonar el objetivo enciclopédico. Esta opción, de tomarse en todos los casos, resolvería grandemente la cuestión de la marca, pues en la definición sería claramente restrictiva y en el artículo temática. La razón por la que se divide la información de esta manera parece responder en los pocos casos localizados a la cantidad de datos enciclopédicos, pues las entradas tienen textos enciclopédicos extensos. Algunos casos en que esto ocurre son *ión y telefotografía, siendo muy claro en el primero la diferencia entre definición y artículo enciclopédico154: *IÓN: m. Fís. Nombre dado por Faraday á los dos elementos del electrolito disociados por la corriente eléctrica (V. más abajo la parte enciclopédica). – IÓN-GRAMO: Fís. […] 154 Destaca en la definición de ión la referencia a la persona a que se debe la denominación, pues este tipo de datos son relevantes a nivel lingüístico e histórico. Otros ejemplos de este tipo en el segundo apéndice, en que la definición tiene una fuente o se indica un autor como creador de la voz o fuente del significado, son: «DIAPLEJÍA (del gr. diá, al través, y plêssô, herir): f. Patol. Nombre científico dado por Spring á las parálisis generales, por oposición á las monoplejías, ó parálisis locales». «FEMINIDAD: f. Med. Conjunto de los caracteres anatómicos y fisiológicos, vegetativos y animales que caracterizan interior y exteriormente al sexo femenino. (Burdach.)» (seguramente el alemán Karl Friedrich Burcach). «FEMINISMO: m. Med. Falta de desenvolvimiento varonil en el hombre, en la época de la adolescencia, que le hace aparecer con alguno de los caracteres ó cualidades físicos de la feminidad. (Lorain.)» (probablemente André Lorain). «GASTROSIS (del gr. gastêr, gastrós, vientre, estómago): f. Patol. Nombre común á todas las enfermedad del estómago, según Alibert; y de todas la del bajo vientre, según Baumés. Algunos le hacen sin. de GASTROPATÍA.». «NEOROPAPILITIS (del gr. neûron, nervio, y de papilitis): f. Patol. Inflamación localizada de la papila del nervio óptico. (Wecker.)». 341 PILAR PARDO HERRERO – IÓN: Fís. Los fenómenos de electrolisis han dado lugar á la creación de una terminología especial. Las substancias que como el agua son descompuestas por la corriente eléctrica han recibido el nombre de electrolitos155 [11 páginas] TELEFOTOGRAFÍA: f. Fís. Fotografía á distancia. – TELEFOTOGRAFÍA: Fís. El problema de la transmisión á distancia de las imágenes ha preocupado á los físicos desde hace muchos años, esto es, desde que fueron conocidas las admirables condiciones del agente electricidad para transportar de un punto á otro una cantidad de energía, en cualquiera de sus múltiples formas. [casi 3 páginas] En la propuesta de definición para voces con marca de especialidad que puede encontrarse en el segundo apéndice del DEHA llama la atención que se utilice de forma reiterada la definición sinonímica. En el cuerpo y el primer apéndice del DEHA esto no es común para el vocabulario científico y técnico. Que lo sea en el segundo apéndice se explicaría por el afán terminológico. Aunque no sea el ideal que exista la sinonimia terminológica, esta existe, y el diccionario terminológico debe contemplarla para estar completo. Esas sinonimias son de interés para la historia de la lengua de especialidad, pues si el DEHA las incorpora no puede pensarse que no hay usos previos de esas voces, sino que la aparición de un término en el diccionario supone su utilización anterior en obras especializadas (Vernet 1975: 213; citado por Garriga 1996: 420). Otra cuestión es cuál término prevalece, si ambos siguen, o si incluso ambos desaparecen. En todo caso, como afirma Gutiérrez Rodilla (2003a: 453), los diccionarios son importantes para reconstruir la historia de los lenguajes científicos, pues como recopiladores de la lengua son «notarios del tiempo». En la microestructura esa sinonimia entre términos se puede expresar de distintas maneras, lo cual lexicográficamente revela falta de metodología, quizá también falta de comunicación entre los redactores y el editor, pero asimismo pone en peligro en ocasiones la comprensión. A continuación presento una serie de ejemplos en que se observa cómo puede ser la definición sinonímica: ASPERIFOLIÁCEAS: f. pl. Bot. ASPERIFOLIADAS. ATELECTASIA (del gr. atelês, defectuoso, incompleto, y éktasis, extensión): f. Patol. V. APNEUMATOSIS en este mismo APÉNDICE. BAITOSISMO (de Baitos, nombre del fundador): m. Hist. ecl. SADUCEÍSMO. BRADIARTRIA (del gr. gradúa, lento, y árzron, articulación): f. Patol. V. BRADILALIA en este mismo APÉNDICE. BREXIEAS: f. pl. Bot. Sin. de BREXIÁCEAS (V. en este mismo APÉNDICE). 155 En el inicio de este artículo enciclopédico destaca la referencia a la creación de terminología por los nuevos conocimientos. Se hace patente además que dentro de estos discursos puede haber léxico especializado. 342 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA BROMIBASE: f. Quím. V. BROMOBASE en este mismo APÉNDICE. CIATOCRINITA: f. Paleont. Sin. de CIATOCRINO (V. en este mismo APÉNDICE). CICADÁCEO, CEA: adj. Bot. CICÁDEO. DERMATÓFILO (del gr. dérma, dérmatos, piel, y filos, amigo): m. Zool. Género de insectos de la familia de los pulícidos, sin. de RINCORPIO (V. en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). ETALDEHIDO: m. Quím. Sin. de ALDEHIDO correspondiente del DICCIONARIO). CETÍLICO (V. CETÍLICO en el tomo INVISCANTE: m. Med. Substancia mucilaginosa, sin. de INCRASANTE (V. INCRASANTE en este mismo APÉNDICE). – MORTON (ENFERMEDAD ó NEURALGIA DE): Patol. Sin. de METATARSALGIA (V. en este mismo APÉNDICE). POLIOPSIA (del gr. polús, mucho, y opsis, vista): f. Patol. V. POLIOPÍA en este mismo APÉNDICE. POLIPOSIA (del gr. polús, mucho, y pósis, bebida): f. Patol. Sin. de POLIDIPSIA (V. en este mismo APÉNDICE). POLIZOARIOS: m. pl Zool. y Paleont. Sin. de BRIOZOARIOS (V. en el tomo correspondiente del cuerpo de la obra). – POLO AUSTRAL: Astron. y Geog. POLO ANTÁRTICO. RUENO: Mar. V. RONCERO en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. SARCODA: f. Biol. Sin. de PROTOPLASMA. SULFOCIMÉNICO (ACIDO): Quím. Sin. de CIMILSULFUROSO (V. en este mismo APÉNDICE). TELANTERA: f. Bot. Sin. de ALTERNANTERA (V. en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). Al inicio del segundo apéndice la sinonimia puede presentarse en forma de remisión, ofreciendo como definición un término escrito en versalitas tras la abreviatura de especialidad, como s.v. asperifoliáceas, que es la manera en que en el cuerpo se hizo siguiendo al DRAE 1884 (y sigue siendo la forma más utilizada en vocabulario sin marca de especialidad en el segundo apéndice del DEHA), aunque allí en vez de usar versalitas se usaba negrita. La segunda forma es con la abreviatura «V.» ‘véase’, como s.v. atelectasia. Al avanzar en la nomenclatura entra en juego una tercera vía, la especificación de la situación con la fórmula «Sin. de» ‘sinónimo de’, como s.v. sarcoda. En el apéndice, aunque esta indicación sea cada vez más común, coexisten las tres maneras de definir, como puede observarse en las cuatro voces citadas con la letra p, que apareciendo en un rango de menos de dos páginas muestran las tres formas vistas. 343 PILAR PARDO HERRERO En los ejemplos dados la sinonimia, que puede limitarse a una variación ortográfica, es sobre todo clara cuando su ocurrencia se limita a estar indicada por medio del término-definición en versalitas (cf. baitosismo) o cuando, contra la economía de la redacción, se especifica «Sin. de». La abreviatura «V.» ‘véase’, sin embargo, aunque en los ejemplos dados indica sinonimia, hay otros muchos en que no, y de aquí viene lo que señalaba acerca de los problemas de comprensión. La abreviatura «V.» puede indicar sinonimia, sin lugar a dudas. Pero puede también tener, al menos, otras dos lecturas. Una de ellas, la más problemática, es que remita a una entrada determinada sin que los términos signifiquen lo mismo, aunque tengan relación, como: POLITÁLAMOS: m. pl. Zool. V. RIZÓPODOS en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. CICADARIOS: m. pl. Zool. V. HOMÓPTEROS en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. Cuando el lector va a la palabra a la que se le remite se entiende que, si bien hay relación pues los politálamos son un tipo de rizópodos y los cicadarios hacen parte de los homópteros, los términos no son sinónimos; la definición sería más bien sinecdóquica. Transcribo las definiciones del cuerpo del DEHA para evidenciar esta cuestión: RIZÓPODOS (del gr. ρίζα, raíz, y πους, ποδός, pie): m. pl. Zool. Orden de protozoos de la clase de los rizópodos, que se caracterizan por ser desnudos unos, y provistos otros de un caparazón, casi siempre calcáreo y frecuentemente atravesado por pequeños orificios para el paso de seudópodos. El estuche es rara vez silíceo; en todas las demás formas es membranoso, y contribuyen á formarlo partículas de arena, ó está constituído de una substancia orgánica con sedimento calcáreo. Unas veces, como sucede en los monotalamos, se compone de una sola cavidad, con una gran abertura, y otras, como en los politalamos, es multilocular, esto es, compuesto de varias cavidades […] HOMÓPTEROS (del gr. όμός, semejante, y πτερον, ala): m. pl. Zool. Grupo de insectos hemípteros, de pico alargado formado de tres artejos, con antenas cortas y setáceas; alas coriáceas y membranosas; patas generalmente conformadas para saltar. Estos insectos constituyen un suborden que comprende las familias de los cicadélidos, membrácidos, fulgóridos y cicádidos156. La otra lectura de la abreviatura es que indique una remisión al artículo en que el término se define o se amplía. Esto ocurre en los términos compuestos (marcados como de especialidad o no), los que en su mayoría, prefiriendo referirse a ellos por el sustantivo, tienen entrada para evitar que el lector no pueda localizarlos. Por ejemplo: 156 El término cicadarios habría sido sinónimo de cicádidos en el siglo XIX, según se desprende de la búsqueda de estos términos en documentos decimonónicos. La voz que se prefirió fue cicádidos (que entra al DRAE 1956), pues es esa la terminación -idos, del latín -idae, la que en zoología se estableció para la denominación de la categoría taxonómica de familia. La remisión del DEHA podría considerarse errónea, aparte de no sinonímica, pues la relación cicadarios-cicádidos no es tan evidente. 344 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - agárico blanco, de farmacia, dice: «V. AGÁRICO, en el tomo I del DICCIONARIO, al final del artículo». Dicha entrada, con marca de botánica, explica que agárico es un género de hongos, uno de ellos sería el agárico blanco. En el último párrafo del texto, como señala el apéndice, hay una referencia al agárico blanco como medicamento, dice: El primero que parece haber empleado el agárico blanco para cohibir los sudores de los tísicos fue Haert, en 1867. Barbut, de Nimes, Burdach y Tiebel confirmaron estos resultados. Toel, Bission y Max Simon, este último sobre todo, demostraron que el agárico blanco podía emplearse á dosis de uno y dos gramos, sin producir trastornos digestivos y que su supuesta acción purgante y hasta drástica no existía. […] - ángulos (adyacentes), de geometría, dice: «V. ÁNGULO en el tomo correspondiente del DICCIONARIO». En esa entrada, dentro del artículo enciclopédico con marca de matemática, se definen diversos tipos de ángulo, entre otros los adyacentes: «Reciben este nombre los que tienen el vértice y un lado común y están situados á distinto lado de éste.» - ártica (fauna), de zoología, dice: «V. FAUNA en este mismo APÉNDICE». En esa entrada dice: «* FAUNA: Zool. Fauna ártica. –La fauna ártica es pobre en mamíferos terrestres, pero en cambio es notable en mamíferos marinos […]». - cicloide (escama), de zoología, dice: «V. ESCAMA en el tomo correspondiente del DICCIONARIO». En esa entrada, en el artículo enciclopédico, dice «[…] Si el borde es liso y redondeado con regularidad se llaman escamas cicloides […]» - farmacia (facultad de), de instrucción pública, dice: «V. FACULTAD en este mismo APÉNDICE». Esa entrada, marcada con asterisco, tras un artículo de filosofía pasa a actualizar la información sobre distintas facultades universitarias en una entradilla con la marca «Instr. públ. y Leg.». En ese artículo se habla, entre otras, de la facultad de farmacia y se informa de los cambios hechos en la reforma del plan de estudios del año 1900. - Nobili (anillos de), de química, dice: «V. COLORES INTERFERENCIALES en nuestro artículo COLOR, en este mismo APÉNDICE». Esa entrada, marcada con asterisco, tiene varias entradillas, la de física y química define el compuesto colores interferenciales y ofrece información complementaria. En ese texto enciclopédico, en el primer párrafo se lee, comentando unos resultados de pruebas: 345 PILAR PARDO HERRERO […] al pasar la corriente, se determina sobre la placa la formación de anillos concéntricos conocidos como el nombre de anillos de Nobili. La explicación del fenómeno es sencilla, pues dichos anillos no son otra cosa que láminas delgadas de óxido de plomo; y sus irisaciones son debidas á dos causas: al color del depósito en sí y al color interferencial. […]» La lógica de esta remisión, según lo observado, es que si se remite de esta manera al mismo apéndice segundo, es para ampliar la información sobre el compuesto o porque allí puede encontrarse una definición. Mientras que si se remite al cuerpo de la obra, o al primer apéndice, es porque el término compuesto está allí definido dentro del texto enciclopédico, muy claramente como ángulos cicloides o de forma menos obvia aunque implícita como agárico blanco. De este tipo de envíos a otros artículos del apéndice o de las otras partes del DEHA (que también ocurren en voces marcadas con asterisco, como se verá posteriormente con ejemplos) destaca que se demuestra el conocimiento de la obra por parte del editor, además del claro objetivo de evitar que se pierda terminología por estar dentro de otras entradas. Las referencias al cuerpo de la obra, no tan antiguo pero ya con algunos años encima, indicaría la intención de mostrar la utilidad que tiene, la vigencia que aún conservaría. Un uso complementario de la abreviatura «V.», aunque menos dificultoso, es cuando tras la definición dentro de un paréntesis se remite al lector a otra entrada pues los términos tienen relación (si la definición es que la voz es sinónimo de otra, el paréntesis lo que indica es que en esa entrada está la definición). A continuación se ofrecen algunos ejemplos, a la izquierda coloco la voz que remite y a la derecha la voz a la que se remite: Voz que remite el segundo apéndice ASTASIA (del gr. a, priv., y stásis, estabilidad): f. Patol. Afección caracterizada por la imposibilidad de mantenerse en pie. (V. ABASIA en este mismo Voz a que se remite ABASIA (del gr. a, priv., y básis, marcha, paso, pie): f. Med. Afección caracterizada por la imposibilidad de andar y que va unida con frecuencia á la astasia ó imposibilidad de mantenerse en pie (abasiastasia). Se presenta ordinariamente en las histéricas y tiene su origen en el desfallecimiento ó debilidad de la voluntad […] BRADIFRASIA (del gr. bradús, lento, y frásis, expresión, locución): f. Patol. Torpeza para expresarse, por dificultad en la concepción ó enlace de las ideas. BRADIGLOSIA (del gr. bradús, lento, y glôssa, lengua): f. Patol. Lentitud en la expresión oral de las ideas, por defecto congénito de la lengua. BRADILALIA (del gr. bradús, lento, y laliá, palabra): f. Patol. Lentitud ó torpeza para expresarse, por dificultad en la articulación de los sonidos. Bradilalia es lo contrario de bradifrasia, y tanto una como otra son síntomas de enfermedad mental. APÉNDICE). BRADILOGIA (del gr. bradús, lento, y logós, discurso): f. Patol. Término con que se designa, en general, la lentitud ó dificultad en la expresión de las ideas. (V. BRADIFRASIA, BRADIGLOSIA y BRADILALIA en este mismo APÉNDICE). 346 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA BAAR: m. Metr. Medida de peso usada en Filipinas. (V. ATADO en este mismo APÉNDICE). FENACODÓNTIDOS (de fenacodonte, y del gr. cidos, forma, aspecto): m. pl. Paleont. Familia de mamíferos condilartros cuyo tipo es el género fenacodonte. (V. en este mismo APÉNDICE). ATADO: m. Medida de peso usada en las Islas Filipinas. Seis atados forman un manojo, diez manojos un baar y diez baars un nión. FENACODONTE (del gr. fénix, fénakos, engañador, y odoús, odóntos, diente): m. Paleont. Género de mamíferos condilartros, de la familia de los fenacodóntidos. Su esqueleto es hoy en día enteramente conocido. Los premolares son trituberculares; los molares superiores poseen diez tubérculos, los inferiores están formados por dos lóbulos. […] Toda esta situación generada por los múltiples usos de la abreviatura «V.», para salvarse, estando como está el texto impreso y no teniendo prólogo donde se explicite el modo de leer, hace imprescindible que el lector sea un ente activo. Solamente él, yendo a la palabra a la que se remite, puede resolver con seguridad cuándo se trata de una sinonimia, cuándo se trata de una relación entre las voces y cuándo es indicación de que el término se define en otra entrada de la obra, o se amplía. Esta última posibilidad conlleva además la reflexión sobre la función de la marca, en los primeros tres casos principalmente restrictiva, trantándose como se trata de definiciones, pero en el último temática. No es fácil explicar por qué no se decide desde el principio indicar la sinonimia con la abreviatura «Sin. de», o simplemente sin nada más que el término en versalitas, e indicar otro tipo de referencias internas con la abreviatura «V.», aunque parece ser que poco a poco ese proceso se lleva a cabo, lo que indicaría que a medida que se avanzaba el apéndice se iban haciendo adecuaciones y tomando decisiones editoriales. Para terminar el acercamiento a la definición de voces con marca de especialidad, y dar paso al siguiente apartado, hay que destacar una cuestión más en la microestructura del artículo. Si bien lo normal es que tras la entrada se señale la categoría gramatical de la misma con la abreviatura que corresponda («adj.», «m.», etc.), en el segundo apéndice del DEHA se elimina en muchas ocasiones dicha marca. Esta carencia de la marca gramatical, más común al inicio de la obra, es un error (¿o acaso decisión?) difícil de explicar y revela un limitado cuidado a nivel lexicográfico y editorial (que ya se ha visto en otros casos). A continuación, en la Fig. 28, se reproducen como collage algunos artículos en que se ha observado la eliminación de la marca gramatical. 347 PILAR PARDO HERRERO Fig. 28 Voces con marca de especialidad pero no gramatical en el segundo apéndice del DEHA (Fte. BC) A la luz de estos ejemplos, la razón por la que la marca no aparece en ciertas entradas podría ser que las definiciones se tomen de diccionarios o manuales específicos que tienen como centro el concepto y no la información lingüística que rodea la palabra, por lo que los términos se explican en un formato que no es el del diccionario de lengua, pero aún así no incluir la marca gramatical es extraño157. Sobresale en los ejemplos la frecuencia con que la eliminación de la marca sucede en términos compuestos incluidos en la nomenclatura por el adjetivo. La falta de marca evidencia el problema de por cuál palabra debe incluirse un término compuesto que como tal es un nombre, dificultad que se observa en todo el DEHA (un caso más de falta de técnica depurada) al encontrar a través de él términos compuestos que entran por el primer sustantivo, siguiendo la regla académica, pero igualmente muchos otros que entran por el complemento (adjetivo, nombre propio en caso de epónimos). Un caso más complicado es el siguiente: «CLOROCARBOXÁLICO (ÁCIDO): m. Quím. V. CLORACÉTICO en este mismo APÉNDICE.». Lo que se observa aquí es que se marca la voz de entrada como masculina, siendo clorocarboxálico un adjetivo. ¿Se está acaso marcando con «m.» no el adjetivo que da la entrada sino el compuesto en sí ácido clorocarboxálico? Otras entradas del mismo tipo próximas a esta no tienen marca gramatical, lo cual podría indicar que ese caso es un error del cajista, sin embargo llama la atención. 157 348 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Por último, vale apuntar que en este apéndice vuelven a aparecer ejemplos de uso. Generalmente aparecen en vocabulario sin marcar, pero hay algunos ejemplos en voces con abreviatura de especialidad (cf. piñena «Carret.»). 3.2.3.2. Irregularidad en la marcación diatécnica Relacionada con la irregularidad en la marcación gramatical del vocabulario con abreviatura de especialidad comentada anteriormente, en el apéndice segundo se observa también irregularidad en la marcación diatécnica. Por un lado hay términos que según la definición, y las abreviaturas usadas en el DEHA, tendrían que tener marca y con ellos la mayor parte de las vaces cambiarse la fórmula de inicio para economizar. Por ejemplo: abreviados, definida: «En música se llama abreviados las partes del mecanismo del órgano que obran por tracción, en oposición á las que lo efectúan por presión», podría marcarse con la abreviatura «Mús.» y comenzar la definición: Partes del mecanismo… amiotaxia, definida: «Fenómeno patológico caracterizado por movimientos desordenados é involuntarios de los miembros y que se manifiesta en muchas afecciones nerviosas», podría marcarse con la abreviatura «Patol.» y eliminar de la definición el adjetivo patológico. haloquímica, definida: «Parte de la Química que trata de la historia y propiedades de las sales industriales», podría marcarse con la abreviatura «Quím.». halotecnia, definida: «Parte de la Química relativa á las sales industriales», podría marcarse con la abreviatura «Quím.». Esta voz entra al DRAE 1936 con marca de química. *superávit, definida «En el comercio exceso del haber ó caudal sobre el debe […]», reproduciendo el DRAE 1899, podría marcarse con la abreviatura «Com.», que está en el listado del DEHA, e iniciarse la definición directamente con la palabra exceso. De otra parte, hay términos que, muy cercanos en el tipo de definición a otros sí marcados, por el campo al que se intuye que pertenecen o por la formación de la palabra parece que correspondería colocarles abreviatura de especialidad. Ejemplos de esto son: 349 PILAR PARDO HERRERO - Clasificaciones taxonómicas sin marca «Zool.» como: acoloe «Orden de gusanos quetópodos de la clase de los anélidos»; acrólofo (que tampoco tiene marca gramatical) «Género de lepidópteros de la isla de Cuba»; actino «Género de dípteros […]»; bdeogalo «Género de mamíferos carnívoros […]» (la voz inmediatamente anterior, bdeloidina, un género de protozoarios, sí tiene marca; dilobato «Género de batracios anuros […]». - Aparatos como: teléfoto «(del gr. têle, lejos, y fôs, fôtos, luz): m. Aparato con que se puede transmitir á distancia una imagen luminosa, por medio de la electricidad. […]» (otros aparatos, algunos cercanos alfabéticamente, tienen marca de física, como telemicrofonógrafo o telespectrosciopio). - Patologías sin marca «Patol.» como: esteatoma «(del gr. steátôma; de stéar, stéatos, grasa, y la terminación oma, que indica tumor): m. Tumor formado por la acumulación de grasa ó de substancia sebácea» (la entrada esteatocele tiene marca de patología y remite a esteatoma); o gastrosplenitis «(de gastro, por gastritis, y de esplenitis): f. Inflamación simultánea del estómago y del bazo». - Voces médicas sin marca «Med.» como: diasfixia «(del gr. diá, con, y sfúxis, latido): f. Pulsación de las arterias, palpitación del corazón». Un tipo de bacteria sin marca «Microb.» como: piociánico (bacilo) «Bacilo polimorfo, que se presenta bajo la forma de un bastoncillo de 1 μ, 5 de longitud por 0 μ, 6 de grueso, en los caldos de cultivo […]». - Sustancias sin marca «Quím.» como: estearorricínico (ácido) «Sin. de RICINOESTEÁRICO y de MARGARÍTICO. (V. RICINOESTEÁRICO en este mismo APÉNDICE.)» (la entrada RICINOESTEÁRICO (en realidad ricinosteárico) a la que remite tiene marca de química); o dracina «Sustancia orgánica encontrada en la resina llamada sangre de drago» (la entrada draconina tiene marca de química y remite a dracina). Así como encontramos estas entradas dudosas, hay otras que generan preguntas: las derivadas, en particular los adjetivos con el sufijo -ico, ca. La tendencia en el segundo apéndice con los adjetivos derivados de voces con marca diatécnica, es no marcarlos con esa abreviatura. Esto tiene sentido si se parte de la consideración de que la voz de la que ocurre la derivación, un sustantivo generalmente, es la que contiene el 350 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA concepto principal, y el adjetivo tiene utilidad solamente por su relación con esa forma base, de la que además asumiría el campo de conocimiento158. Entendido así, se comprende que haya una serie de entradas de adjetivos sin marcar diatécnicamente, derivados de voces sí marcadas: cinético, tica, de cinética (tomo 26, con marca «Fís.») flebológico, gica, de flebología (tomo 8, con marca «Anat.») fleborrágico, gica, de fleborragia (tomo 8, con marca «Patol.») halométrico, tica, de halometría (tomo 10, con marca «Quím.») herpetográfico, fica, de herpetografía (tomo 28, con marca «Zool.») nefrológico, gica, de nefrología (tomo 28, con marca «Anat. y Patol.») nefroplético, tica, de nefroplejía (tomo 28, con marca «Patol.») nefrospástico, tica, de nefrospasmo (tomo 28, con marca «Patol.») Pero hay también adjetivos que sí tienen marca: adiforístico, tica «Rel.», de adiaforistas (tomo 1, con marca «Hist. ecl.») cilosómico, mica «Anat.», de cilosomia (tomo 26, con marca «Terat.») cirrótico, tica «Patol.», de cirrosis (tomo 5 1ª parte, con marca «Pat.») Estas excepciones, además de insistir en los problemas metodológicos, dan pie para otra consideración: ¿es lengua general todo el vocabulario no marcado con abreviatura de especialidad? Teniendo presente este problema con los derivados, la respuesta sería no, pues, por ejemplo, fleborrágico, por más que no esté marcado, no dejaría de ser un adjetivo de uso limitado en las ciencias médicas como lo es su voz base fleborragia. En este sentido, la cantidad de vocabulario de especialidad o restringido en el segundo apéndice del DEHA podría seguir incrementándose. Asimismo, como ya se apuntó antes al comentar la polifuncionalidad de las abreviaturas de especialidad, en este caso de nuevo el lector activo es indispensable pues de él depende entender el campo semántico de la palabra. Una cuestión interesante es también pensar en otras voces derivadas de palabras comunes (en su mayoría) que no tienen marca en el apéndice pero tienen un carácter restringido por propiciar una idea nueva. Este tipo de palabras, fruto de necesidades discursivas principalmente sociales no nacen, considero, con un espíritu científico, lo que hace pensar que es correcto no marcarlas, pero sí son parte de un vocabulario limitado semánticamente. Pienso en el trabajo de Battaner (1977: 7-15) sobre léxico político-social, en el que en el corto período histórico elegido para su investigación (1868-1873), muy rico en cuestiones políticas (venidas de años anteriores) y basándose en publicaciones diversas, encuentra la autora una importante cantidad de voces nacidas en la coyuntura del momento y difundidas entre la población. Una parte importante del 158 La técnica lexicográfica en lo referente a la marcación tiende a ser asistemática, como se ha puesto de manifiesto en distintos estudios sobre diversos diccionarios y en trabajos sobre marcas técnicas (cf. Battaner (1996), Estopá (1998) y Fajardo (1996-1997)). 351 PILAR PARDO HERRERO corpus conformado por Battaner no está recogido en el DRAE 1884 quizá por tratarse de derivados, o por no estar para la Academia suficientemente asentados, pero lo interesante aquí es que por su contexto pueden limitarse a un ámbito. Si se tiene presente ese listado (Battaner 1977: 263-266 (Apéndice III)) y se buscan las voces en el segundo apéndice del DEHA, se observa que varias se encuentran allí. Dejando de lado las voces que entraron en el DRAE 1899, en el apéndice se hallan, por ejemplo: antiespañol antifederal antinacional antiparlamentario antipopular autarquía burguesismo igualitario internacionalista intransigencia marxista mesianismo panfleto radicalismo Esta pequeña reflexión sobre los derivados permite afirmar que el aporte del DEHA en cuanto al léxico del momento en lo concerniente a lo social y cultural es relevante. Su inclusión de voces derivadas no solo indicaría el deseo de contener más entradas, sino que tiene en cuenta que hay derivados con un significado que, aunque relacionado con la palabra base, tiene carácter propio159. 3.2.3.3. Uso del asterisco Como se observó en el cuerpo y primer apéndice del DEHA, la abreviatura de especialidad tiene distintas funciones: ser restrictiva (es decir ser propiamente terminológica), ser temática, o tener una doble función restrictiva y temática, es decir restringir el dominio especializado de una palabra, indicar el tema al que se refiere, o ambas a la vez. La intuición del lector es clave en la comprensión de esas funciones, pues solo de él depende entender que la marca es terminológica o que puede ser polifuncional, como la abreviatura «Mús.» en la entradilla fotuto (tomo 27), que no indica que la voz sea exclusiva de los músicos o conocedores de la música, sino que es Otras voces del corpus de Battaner (1977) recogidas en el mismo apéndice III de su estudio ya estaban en el cuerpo del DEHA con o sin marca, como: aliado «Art. mil.», ametralladora «Art. mil.», antidinástico, bakuninista «Hist.», bandolerismo, bill (véase p. 330), proletariado, proteccionismo, reformista. La entrada bandolerismo señala precisamente la cuestión del derivado que no es solamente una formación léxica posible sino que contiene un sentido específico que el diccionario de lengua debe incluir; dice el artículo: «BANDOLERISMO (de baldolero): m. Existencia de gran número de bandoleros en un Estado, provincia, región, etc., en particular cuando procede de causas permanentes. Esta voz ha sido introducida en nuestro lenguaje en época muy reciente, tanto que aún no ha sido incluída en la última edición del Diccionario de la Academia, ni se encuentra en ninguno de los diccionarios de la lengua española; sin embargo se incluye aquí puesto que el uso la ha admitido y expresa una idea nueva. Además esta voz es el título de una obra escrita por D. Julián Zugasti, que cuando se publicó causó gran sensación. […]». La última frase citada es indicadora además de cómo una voz nueva puede tener acogida gracias al efecto social, al menos en parte en este caso, de un producto cultural como es un libro. 159 352 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA una palabra usada en una zona de América para hacer referencia a dicho instrumento musical. La marca, pues, no solo indica que una palabra pertenece a un campo léxico de uso especializado sino que también puede indicar que pertenece a un campo léxico general: fotuto es una voz usual en una zona de América, para el lector común ajeno a ese ámbito la marca es temática, y quizá para el especialista es terminológica en tanto que de uso restringido a los iniciados en conocimiento musical americano. Esa misma complejidad en la función de la marcación ocurre con los artículos señalados con el asterisco en el segundo apéndice del DEHA. Como en el primer apéndice, el único preliminar en el segundo es el llamado Advertencias. Allí se especifica el uso que se hace del asterisco así: denota [el asterisco usado en muchos artículos] que estos ya han sido tratados en el cuerpo de la obra, ó que dicha palabra se halla incluida en nuestro DICCIONARIO con sus principales acepciones: se trata, pues, en este segundo APÉNDICE, de completar los mentados artículos ó de añadir, á las ya dadas en los lugares respectivos, nuevas acepciones de los indicados términos. Los artículos que no llevan asterisco son enteramente nuevos. Es verdad que el asterisco en este apéndice en entradas con marca de especialidad se usa para artículos en que se dan nuevas acepciones de voces simples, lo que ocurre en varios casos por incluir nuevas acepciones del DRAE 1899 (§ 3.3.3.) (cf. *circo, de geología; *gabarro, una acepción de geología y otra de artes y oficios, siguiendo las novedades del DRAE 1899 pero añadiendo marcas; *inferior, de filosofía; *tapón, de cirugía, que sigue al DRAE 1899; *verruga, de botánica, que sigue la incorporación en el DRAE 1899 pero añade la marca); así como de términos compuestos (cf. bronquitis capilar «Patol.» (s.v. *bronquitis); inflamación de la panza «Veter.» (s.v. *inflamación); derecho de limpia «Mar.» (s.v. *limpia)). También es verdad que se usa para completar de modo enciclopédico los artículos de voces que ya aparecieron (cf. *cisterna «Arqueol.», *lactosa «Fisiol. y Patol.», *telefonía «Fís.»). Pero el uso del asterisco junto con la marcación diatécnica es más complejo. Con algunos ejemplos de artículos señalados con asterisco se hará evidente que la abreviatura es susceptible de ser interpretada de formas distintas a las recogidas en las Advertencias y que puede contener en sí misma toda una reflexión lingüística y terminológica. Como se verá, la abreviatura puede intentar guiar la comprensión del lector desde antes de darle el significado de la voz (temática) y ganar precisión en el sentido de la misma (terminológica). La precisión del significado según el contexto y el usuario de la voz sería un motivo para usar la marca diatécnica, lo que trae consigo un razonamiento terminológico en el que no solo se observan diferencias entre el lenguaje 353 PILAR PARDO HERRERO general y el de los campos del conocimiento, sino entre contextos de uso160. La entrada de voces con asterisco y marca de especialidad guardaría así relación con la idea enciclopédica de contenerlo todo, pero sin dejar de lado una inclinación terminológica que es conciente de la posibilidad de los traspasos de la lengua general a la especializada y del registro de uso de la voz. Algunos ejemplos de esta situación son: *banco: la voz banco en el tomo 3 se define como en el DRAE 1884: «Asiento de madera, por lo común, y con respaldo ó sin él, en que pueden sentarse á un tiempo algunas personas». Cuando aparece en el segundo apéndice con asterisco, tiene una «nueva» acepción de imprenta: «Asiento alto que utilizan los cajistas para trabajar sentados». Esta definición sigue el sentido general de ‘mueble para sentarse’, pero es más específico, más preciso. *lacustre: esta voz en el tomo 11 se define como en el DRAE 1884: «Perteneciente ó relativo á los lagos». Cuando aparece en el segundo apéndice con asterisco, tiene dos acepciones «nuevas», una de botánica y zoología: «Se dice de las plantas y de los animales que viven en las aguas de los lagos», y otra de geología: «Aplícase á los depósitos formados en el fondo de los lagos». La extensión del sentido de lacustre en estas acepciones no escapa a su significado común. Su inclusión sin embargo da precisión al uso específico de ese adjetivo en determinados contextos. *limo: la voz limo en el tomo 11 se define como en el DRAE 1884: «Barro ó lodo». Cuando aparece en el segundo apéndice con asterisco, tiene una «nueva» acepción de geología «Se da este nombre á varias arcillas de distinto origen, las cuales presentan un color rojo obscuro y una gran finura, con ausencia de caliza. […]». Así, limo no es solo lodo sino algo más específico en contextos especializados. En el capítulo I, nota al pie 17, se hizo alusión a las posibles huellas que el apéndice del DEHA dirigido por Vizuete habría podido dejar en el Diccionario Tecnológico Hispanoamericano. No es nada fácil hallar coincidencias textuales, mas un ejemplo encontrado s.v. amallarse, indicaría que hubo relación, aunque fuera de modo muy puntual. Esta voz se define en el Tecnológico igual que en el DEHA, con la diferencia de que el Tecnológico agrega un paréntesis sobre la proveniencia derivativa de la voz y le asigna una marca de especialidad: «Mar.». Esa marca añadida es lo que me interesa aquí resaltar. Según se ha hecho evidente en este apartado, el uso de la marca, particularmente en voces con asterisco, en el apéndice tiene un objetivo temático, al que se suma un objetivo restrictivo, que quiere hacer ganar a la voz una precisión dada en un campo y contexto particular. Eso mismo parece que ocurre con la voz amallarse en el Tecnológico, y lo encontramos en otras cuya definición proviene, total o parcialmente, del DRAE 1925, donde no están marcadas, y el Tecnológico las marca (cf. abarca, amamantar, amanecer, amanecida, amaneciente). La idea, pues, de la marcación en el Tecnológico para voces que se considerarían como comunes pero que se usan en campos determinados, podría deberse a la puesta en práctica del método de marcación usado por Vizuete en el DEHA para ciertas voces del segundo apéndice que aparecen con asterisco (*). 160 354 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - *manija: en el tomo 12 se define esta voz como en el DRAE 1884: «En algunos instrumentos, parte donde se fija la mano para usar de ellos». Cuando aparece en el segundo apéndice con asterisco, tiene una «nueva» acepción de imprenta: «Mango de madera que entra en el extremo de las cigüeñas de máquinas y prensas y de los rulos». El sentido de esta definición sigue siendo el de ‘mango’, pero se puntualiza cuál mango en particular, utilizado en el contexto de producción en el ámbito de la imprenta. - *oscilación: en el tomo 14 se sigue el DRAE 1884 y no tiene marcas. Cuando aparece en el segundo apéndice con asterisco introduce dos términos compuestos: oscilaciones del suelo, de geología, y oscilaciones eléctricas, de física. Estos compuestos no se definen sino que se da una información enciclopédica que presupone conocer el sentido de los formantes, entre ellos oscilación, para entender qué significan. Oscilación continúa teniendo su sentido general, pero al combinarse con del suelo y eléctricas y tener marcas determinadas, su significado se extiende y pasa al ámbito especializado. El propósito del asterisco, como indican los ejemplos, puede ser el de terminologizar la voz, ofreciendo acepciones marcadas para significar que la palabra, si bien es primeramente común, en contextos especializados conlleva un sentido más complejo en tanto que relacionado con un ámbito científico o técnico. De otra parte, las entradas con asterisco y abreviatura de especialidad pueden tener otros propósitos, como ser actualizaciones del término, es decir dar una información que corresponda a decisiones terminológicas o a nuevos avances, como en *cicládidos, de zoología, que dice: «Este nombre se ha suprimido actualmente en las clasificaciones zoológicas, y ha sido substituído por su sinónimo CIRÉNIDOS», o *esputo e *inhalación, ejemplos tratados en 3.1.3.1.a. Otro motivo para utilizar el asterisco es el cambio en la definición del término, como en: *gabarro 3 y *taponamiento, esta última para seguir la incorporación en el DRAE 1899. Se reproduce a continuación la entrada del cuerpo y del apéndice para evidenciar la variación. DEHA GABARRO […] DEHA Segundo apéndice *GABARRO: […] — GABARRO: Veter. Enfermedad de las caballerías en la parte lateral y superior del casco, la cual consiste en un tumor inflamatorio, ordinariamente — GABARRO: Veter. Nombre con que se designa los estados inflamatorios del rodete del casco, originados casi siempre por traumatismos. Cuando el 355 PILAR PARDO HERRERO con supuración y abertura fistulosa. [autoridad] TAPONAMIENTO: m. Cir. Forma especial de compresión que ofrece algunas diferencias según el punto á que se aplica, y que se sirve de torundas (tapones) para rellenar ú ocluir cavidades, conductos ó heridas. […] gabarro afecta sólo á la piel y al tejido conjuntivo subcutáneo, se llama simple; cuando ataca á los tendones, tendinoso; encornado, si se presenta cerca de la corona, y cartilaginosos si va acompañado de la caries de los fibrocartílagos laterales del pie. […] *TAPONAMIENTO: m. Cir. Acción y efecto de taponar. Cuando el asterisco aparece en una voz con marca de especialidad que en el lugar de la definición remite a otro artículo, del segundo apéndice o de otra parte de la obra, la razón hay que buscarla en la intención, ya mencionada para casos sin asterisco, de no dejar escapar de la nomenclatura una serie de términos que se definen dentro de artículos enciclopédicos. Seguidamente se ofrecen algunos ejemplos, a la izquierda coloco la voz del segundo apéndice que remite y a la derecha la voz a la que se remite: Voz que remite el segundo apéndice *EBULLÓMETRO: EBULLÓMETRO AMAGAT: Fís., Quím. é Ind. V. EBULLÓSCOPO AMAGAT en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. Voz a que se remite EBULLÓSCOPO (de ebullición, y del griego σκοπεω, ver, examinar): m. Fís., Quím. é Ind. Aparato destinado á determinar la riqueza alcohólica de un líquido fundándose en la temperatura de ebullición del mismo líquido. Los ebullóscopos son verdaderos ebullómetros. Los principales son los siguientes: […] Ebullóscopo Amagat. – Es un aparato que está fundado en observar la diferente temperatura á que hierve el agua y el líquido alcohólico cuya fuerza se trata de ensayar, principio según el cual se han construido los aparatos de Malligand y de Sallerón; pero el ebullóscopo Amagat tiene la ventaja de no ofrecer dos operaciones sucesivas […] LESIÓN […] *LESIÓN: Dro. y Legisl. LESIÓN ENORME, LESIÓN ENORMÍSIMA: V. LESIÓN en el tomo correspondiente del DICCIONARIO, pág. 823, columna 1.ª — LESIÓN GRAVE, MENOS GRAVE, etc. For. V. LESIÓN en el tomo correspondiente del DICCIONARIO, pág. 822, columna 3.ª — LESIÓN: Patol., Med. leg. y Legisl. […] III Los artículos 426 al 439 del Código penal vigente se ocupan de las lesiones, comprendiendo bajo este nombre todas las mutilaciones, heridas ó golpes que no causen la muerte del ofendido, y que por lo tanto son muy varias, abarcando una extensión grande, que comienza con los delitos graves y termina en las faltas. La primera, por más grave, comprendida en el Código es la mutilación […] Las lesiones menos graves inferidas á padres, ascendientes, tutores, curadores, maestros, ó personas constituidas en dignidad ó autoridad pública, serán castigadas siempre con prisión correccional en sus grados mínimo y medio. […] — LESIÓN: Legisl. Dividían los tratadistas las lesiones en enormes y enormísimas, según que el agravio ó perjuicio experimentado, por haber sido engañado en el justo precio, excedía en algo ó en mucho de la mitad. La lesión enorme rescindía el contrato. […] La rescisión por lesión enormísima abarcaba los casos en que no tenía lugar por lesión enorme, y, además, podía ejercitarse en un espacio, no de cuatro años como cuando ocurría ésta, sino de veinte. […] 356 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA *NEUTRALIDAD: Dro. intern. V. INSTITUTO DE DERECHO INTERNACIONAL en este mismo APÉNDICE. *INSTITUTO: INSTITUTO DE DERECHO INTERNACIONAL: Resoluciones votadas en la sesión de Gante en septiembre de 1906: I. Declaración de guerra. […] IV. Neutralidad. – El estado de neutralidad es la situación de las naciones que, mientras otras están en guerra, permanecen en paz con cada uno de los beligerantes. […] Para terminar, en el segundo apéndice, como sucede también en el primero (§ 3.2.2.2.), hay voces que deberían tener asterisco pues se entiende que son acepciones nuevas o son solamente cambios en la información. Se presentan a continuación varios ejemplos que se comentarán brevemente tras el cuadro. DEHA ABRASIÓN: f. Med. Ulceración superficial de partes membranosas con pérdida de sustancia en pequeños fragmentos […] ║ Acción irritante de los purgantes drásticos. ║ […] ║ Acción de raspar la superficie de los huesos cariados, de la córnea ulcerada, de la mucosa uterina, etc., como también la de quitar el sarro de los dientes. ABRUPCIÓN (del lat. abruptīo, de abrumpěre; de ab y rumpěre, romper): f. Cir. Fractura transversal á la longitud de un hueso con separación de los fragmentos. ABSORBENTE: p. a de ABSORBER. Que absorbe. U. t. c. s. [autoridades] — ABSORBENTE: Cant. En cantería, se dice del terreno ó de las piedras que se apoderan con prontitud de la humedad. — ABSORBENTE: Cir. Se dice de las sustancias secas, blandas y esponjosas que sirven para descubrir las úlceras mediante la ambición de los líquidos. […] ÁCADEMIA […] — ACADEMIA: Entre escultores y pintores, figura desnuda diseñada por el modelo vivo. DEHA Segundo apéndice ABRASIÓN: f. Geolog. Acción destructora del mar sobre las costas próximas á desaparecer. ABRUPCIÓN (del lat. abruptīo): f. Ret. Figura que permite dar mayor animación al lenguaje, con la supresión de las transiciones. ABSORBENTE: adj. Elect. Se dice de los cuerpos que pueden destruir lentamente cualquier carga eléctrica. — ABSORBENTES: m. pl. Med. Denomínanse así todas las substancias que tienen la propiedad de absorber los gases y secreciones interiores ó exteriores. […] ÁCARO (del lat. acarus, del gr. άχαρι: m. Zool. Nombre vulgar con que se designan muchos acáridos. (V. ACÁRIDOS). ║ ACARO DE LA SARNA: ARADOR. ║ ACARO DEL QUESO: Especie llamada doméstica, la cual da al queso gran estima entre los gastrónomos. ACEFALOQUIRIA (de acefaloquirio): f. Terat. Monstruosidad caracterizada por la falta de cabeza y manos. ACELERADOR, RA: adj. Que comunica aceleración. — ACELERADOR: Anat. y Fisiol. Músculo acelerador de la orina y el semen: denominación no usada del músculo bulbo-cavernoso. ║ Nervio acelerador. V. BULBO-CAVERNOSO. V. VASO-MOTOR. ACADEMIA: f. Lit. Relato ó novela corta tomados del natural. «ACADEMIA viene á ser equivalente de novela corta, y se funda este título en uno de los significados que da nuestro DICCIONARIO á la palabra academia, y que es como sigue: figura desnuda diseñada por el modelo vivo.» VALERA. ÁCARO: m. Zool. Género de artrópodos perteneciente al orden de los acáridos, clase de los arácnidos, y que pululan generalmente en las harinas y en el queso. ACEFALOQUIRIA (del gr. akéfalos, sin cabeza, y jeír, mano): f. Terat. Monstruosidad caracterizada por la falta de cabeza y manos. ACELERADOR: m. Fotog. Substancia que da mayor actividad al revelador, pero cuyo abuso puede producir imágenes completamente veladas. Para el sulfato de hierro puede emplearse como acelerador una cantidad infinitesimal de hiposulfito de sosa. 357 PILAR PARDO HERRERO ADAPTACIÓN: f. Acción, ó efecto, de adaptar ó adaptarse. CULATA (de culo) f. Parte posterior de la caja de la escopeta, pistola ó fusil, que sirve para asir y afianzar estas armas cuando se hace la puntería y se disparan. [autoridad] […] — CULATA: Parte posterior ó más retirada de una cosa, como la trasera del coche. Declaramos que la CULATA de este golfo, donde estaba el cacique Cimaco, toca á la gobernación de tierra firme. Recopilación de las leyes de Indias. EFICACIA (del lat. efficācīa) actividad, fuerza y poder para obrar. [autoridades] f. Virtud, ADAPTACIÓN: f. Biol. Modificación en virtud de la cual un órgano adquiere mayor aptitud para su funcionamiento. Los animales y vegetales están generalmente adaptados, y si sufren algunas transformaciones, éstas tienden á completar la adaptación. […] CULATA: f. Mar. Parte de costa ú orilla interior de un golfo más resguardada y distante de la boca ó entrada. EFICACIA: Filos. Causa eficaz es la que produce su efecto. Pero la eficacia de una causa puede interrumpirse; es decir, una causa puede ser ineficaz, ó, lo que es lo mismo, ejercer una acción que no logre producir su efecto, ora porque sea insuficiente, ora porque quede neutralizada ó se halle impedida por alguna otra causa. Abrasión, con marca de geología, se presenta, según el DEHA, como un trasvase de un campo especializado a otro, lo que sería una extensión del sentido con que se usaba la voz limitado a un contexto referido a la geología; por ello tendría que tener el asterisco (en el DRAE hoy las cuatro acepciones (común, de geología y dos de medicina) están en la misma entrada). Abrupción, con marca de retórica, si ya estaba abrupción, de cirugía, con igual etimología, aquí debería tener asterisco pues es otra acepción para la palabra. Se trataría de un trasvase de una lengua de especialidad a otra (el DRAE hoy tiene esas dos acepciones en la misma entrada pues tienen el mismo origen). La nueva acepción de academia, con marca de literatura, es claramente una extensión del sentido de una acepción ya ofrecida, lo que se evidencia en la cita de Valera que sirve como ejemplo de uso. Esto mismo hace difícil entender por qué no se usa el asterisco. Ácaro, con marca de zoología, debería tener asterisco pues ya está en tomo 1 y la acepción del apéndice corresponde a la misma palabra. En acefaloquiria no hay una nueva acepción sino un cambio en la etimología, por lo que la entrada debería tener asterisco. La entrada en el cuerpo tiene un paréntesis que la explica como derivada, mientras que en el segundo apéndice se propone la que sería la etimología de las partes que forman la palabra. 358 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA En absorbente, adaptación y acelerador, las nuevas acepciones de cada voz se entiende que provienen de la acepción general, como un trasvase de la lengua común a la especializada. El adjetivo acelerador pasa a ser sustantivo, pero igualmente está en relación con el adjetivo. El cambio en la categoría gramatical no implica en la técnica lexicográfica, ya usada en el DEHA, la necesidad de una nueva entrada, como se observa igualmente en la entrada absorbente del apéndice, donde la primera acepción es la forma adjetiva y la segunda sustantiva. La voz culata también sería una nueva acepción que restringe el uso de la voz, aunque la marca de la nueva acepción es hasta cierto punto dudosa y podría ser entendida más bien como temática. En este ejemplo lo que interesa destacar es que la nueva acepción está implícita en la cita de uso que se incluyó en el cuerpo del DEHA. El nuevo artículo de eficacia habría de tener asterisco, incluso tendría que estar más bien en la entrada eficaz pues de lo que se habla es del compuesto causa eficaz. En todo caso, debería estar señalado con dicho símbolo pues del sentido de eficaz-eficacia es que tiene sentido causa eficaz. Como muestra de que lo contrario también sucede, hay algún ejemplo de voz que no debería tener asterisco pues no está en el cuerpo ni el primer apéndice. El caso que permite decir esto es *integrador, con marca de física, pues esta voz no aparece antes en el DEHA. 3.2.4. Etimologías El DEHA no es un diccionario etimológico, pero en su microestructura se contempla ofrecer esta información, cuando es posible (§ Fig. 24 y 2.3.1.2.). En el vocabulario con marca de especialidad el paréntesis etimológico no aparece siempre, bien sea porque se desconoce la proveniencia de la voz o por un limitado trabajo editorial. Igualmente, ha de tenerse presente que cuando se publica la obra, como ya hice mención en 2.3.1.2., los trabajos etimológicos del español eran reducidos, apenas se iniciaban. Se observa, sin embargo, un esfuerzo por dar etimologías de las voces con marca diatécnica. En el cuerpo del DEHA si la voz proviene del DRAE 1884 lo común es tomar de allí la información etimológica (§ 3.3.1.1.a. y 3.3.1.1.b.). En las voces que no provienen de ese repertorio la etimología no aparece en todos los casos. Ejemplo de etimología en voces no provenientes del DRAE 1884 son: 359 PILAR PARDO HERRERO BARNADESIA (de Barnades, n. pr.): f. Bot. Género de Compuestas […] BARNADESIÉAS (de barnadesia): f. pl. Bot. Subtribu de Muticiáceas […] CRANEOTOMO (del gr. κρανιον, cráneo, y τομή, sección): m. Obst. Instrumento para practicar la Craneotomía. EGINÓPSIDO (de egina, y el gr.ωψ, aspecto): m. Zool. Género de celenterios nidarios […] INTERCURRENTE (del lat. ínter, entre, y currens, que corre): adj. Patol. Que sobreviene en el curso de otra cosa. […] SALICILONITRILO (de salicilo y nitrilo): m. Quím. Compuesto descubierto por Limpricht […] VASELINA (del fr. vase, légamo, y la terminación ina de parafina): f. Quím. y Farm. Materia blanca, sólida y resultante de la mezcla de parafina y aceites pesados de petróleo. […] En cuanto al primer apéndice, en las voces con marca de especialidad el paréntesis etimológico está presente pero no es generalizado. Hay etimologías para palabras de distintos campos, pero no para todas. Pueden encontrarse etimologías que muestran la formación del término por composición y derivación, principalmente, así como algunos préstamos. Las voces derivadas o compuestas de palabras comunes no tienen paréntesis etimológico (cf. acumulador, abrelatas, limpiabotas, reatracción), tampoco los nombres vulgares de fauna y flora con marca diatécnica ni la denominación de grupos humanos que se han observado (cf. aguapeazo, jarayes). Algunos ejemplos de este apéndice son: ACANTINULA (dim. de acantina.): f. Zool. Género de moluscos gasterópodos […] AERÓFONO (del gr. άήρ, αέρος, aire, atmósfera, y φωνή, sonido): m. Mec. y Mús. Organo de invención moderna, que ha tenido su cuna en América, impulsado por el vapor. […] AGLAURA (de Aglaura, n. mit.): f. Zool. Género de gusanos […] ANTITOXINA (de anti y toxina): f. Patol. y Terap. La antitoxina de Behring y de Kitasato no es otra que el suero de Roux. (V. SUERO en el t. XIX), es decir, suero de caballo previamente inmunizado contra la difteria. […] FIORDO (del escan. fjords): m. Geol. Accidente especial de las costas de los mares polares […] GALVANOTIPIA (de galvano, prefijo, y el gr. τυπος, molde, modelo): f. Fís. Procedimiento galvanoplástico por el cual no se hace uso del molde para la reproducción. […] LINÓLEO (de lino, y el lat. oleum, aceite): m. Tecn. Tejido impermeable, á base de corcho y aceite. […] 360 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA RADIOMICRÓMETRO (del lat. radius, rayo, del gr. μικρον, pequeño, y μετρον, medida): m. Fís. Instrumento destinado á la medida de la energía radiante térmica ó luminosa. […] VOLBORITA (de Volborth, n. pr.): f. Min. Vanadato hidratado de cobre y calcio, mineral raro en la naturaleza […] En el segundo apéndice destaca la latinización de las etimologías en las que participan formantes de alfabeto no latino, lo cual queda dicho en las Advertencias de los volúmenes. Como en el resto de la obra, las etimologías no aparecen en todas las entradas. Aunque hay casos de voces que no se señalan como provenientes del griego y el latín, son los formantes cultos los que se hallan más comúnmente. Algunos ejemplos son: ABISAL (FAUNA) (del lat. abyssus, profundidad, abismo): Zool. Se da este nombre al conjunto de animales que habitan las grandes profundidades del mar […] ACATISTA (del gr. a, privación, y kazídsein, sentarse): f. Hist. Ceremonia religiosa, en honor de la virgen, que celebraba la Iglesia griega […] ACOLLO (del inglés shore): m. Geol. Contorno de un banco, de un escollo. BALANÓFORO, RA (del gr. bálanos, bellota, y forós, que lleva): adj. Bot. Que tiene ó que produce bellotas. BALISTRARIA (del b. lat. ballistrarius, de ballistra, variante de ballista, ballesta): f. Fortif. Aspillera invertida. ESCAPULECTOMÍA (de escápula y del gr. ektomê, ablación, amputación): f. Cir. Ablación de omoplato, conservando el miembro superior. ESCATOLOGÍA (del gr. ésjatos, que está situado en la extremidad, en último lugar, y lógos, tratado): f. Teol. Parte de la Teología que trara del destino final del hombre y del mundo. […] ITERBIO (de Ytterby, ciudad de Suecia): m. Quím. Metal poco conocido, cuyo símbolo es I b [sic] y que parece ser muy análogo al itrio. […] LEUCOMIELITIS (del gr. leukós, blanco, y de mielitis): f. Patol. Inflamación de los cordones blancos de la medula. Se caracteriza por la incoordinación mortiz y trastornos de la sensibilidad. MANUDUCTOR (del lat. manus, mano, y ductor, guía): m. Mús. Nombre que se dio antiguamente al encargado de dirigir el coro ó la capilla, porque empleaba la mano echando el compás. Así llamaban, también, los romanos, lo mismo que podoctupos, al que regía los coros marcando el compás con la mano ó con el pié. En resumen, en las etimologías encontradas en el DEHA para términos con abreviatura de especialidad se comprueba la tendencia a formar los términos del vocabulario de la ciencia a partir del latín y el griego mediante mecanismos de composición y derivación, como lo señala Gutiérrez Rodilla (2005: 44-45), entre otros estudiosos. A esto puede añadirse que «en la ciencia de los siglos XVIII y XIX estaba muy extendida la idea de que una voz técnica estaba bien creada si su significado 361 PILAR PARDO HERRERO respondía a la suma de los significados etimológicos de sus formantes» (Garriga 2012a en prensa). Otro elemento clave en la formación del léxico científico son los nombres propios (Gutiérrez Rodilla 2005: 54), que asumidos como raíces se unen a sufijos, particularmente, para dar origen a nuevos vocablos. Al observar el trabajo etimológico del DEHA, que no es este el lugar donde ha de profundizarse, debe tenerse en cuenta el hecho de que parte de las voces con marca diatécnica de las que se ofrece su proveniencia, si bien en origen pueden proceder ciertamente del latín y el griego, o derivarse de un nombre propio, al español pudieron llegar como castellanizaciones de términos creados en otras lenguas que en ese momento eran las mayores productoras de términos científicos, como son el francés y el alemán. 3.2.5. Actualidad y autoridad de los contenidos Uno de los objetivos primordiales de una obra como el DEHA, tanto en su cuerpo como en sus apéndices, aparte de contener la mayor cantidad posible de voces, está en relación con el volumen de información que incluye. En este sentido es esencial la actualidad y autoridad de su contenido, en particular el que corresponde a las voces de especialidad, a los artículos enciclopédicos y a los nombres propios. Con la reflexión acerca de esta cuestión termino el acercamiento a la microestructura de las voces con marca de especialidad. Los nombres propios no son el centro de interés de esta investigación, pero cabe mencionarlos aquí para indicar que si bien es clave incluir todo lo posible sobre personajes pasados y la historia de los lugares, en el DEHA también es fundamental incluir datos sobre personajes muy recientes o vivos en el momento de la publicación, así como información actual sobre los lugares habitados (en particular ciudades, pueblos, etc.); piénsese por ejemplo en los colaboradores de la obra que tienen su biografía en el DEHA (indicador además de su relevancia en una determinada sociedad y el peso ya histórico que se les asigna; véase Apéndice 1. Biografías), o en las entradas (con o sin asterisco) de los apéndices en las que se indica el momento de la redacción para dejar claro que la información es de «último minuto» (§ 2.3.1.7.). En cuanto a los nombres propios de geografía, considérense los diccionarios geográficos, las geografías, los libros de estadística que se listan en el documento de fuentes de la editorial Montaner y Simón (§ 2.4.1. y véase Apéndice 2, Fig. 9a-9d). Un ejemplo de una fuente que indica esa preocupación por la información actual es el Diccionario jeográfico de los Estados Unidos de Colombia de Joaquín Esguerra. Este diccionario se publicó en 362 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Bogotá en 1879, es pues, reciente a la hora de la publicación del cuerpo del DEHA; en varias entradas correspondientes a la geografía colombiana se habla de esa obra citando el título o refiriéndose solamente al autor (cf. Quibdó, Riohacha, Ráquira, Sabanalarga, San Gil, Sanquianga, Socha, Sonsón, Sogamoso, Sutamarchán, Sutatausa, Tocaima, Tunja, Usaquén, Villavicencio, Zapatoca). Siguiendo con Colombia, solamente como indicador de la preocupación por dar información reciente o actualizar la dada, en el segundo apéndice del DEHA se incluye en la entrada *Colombia como lámina aparte un mapa de ese país de 1906 hecho por el geógrafo F. J. Vergara y Velasco (correspondiente a la división territorial de 1905). De otro lado, en algunas entradas (cf. *Tumaco, *Túquerres, *Ubaté, *Vélez o *Yarumal (tomo 28)) se cita la división territorial de Colombia realizada en 1908 por el presidente del momento Rafael Reyes. Por el año en que se imprime el tomo de la entrada *Colombia, 1907, y las otras entradas referidas del tomo 28, 1910, es evidente la preocupación por dar información actualizada. Volviendo a las entradas con marca de especialidad y a los artículos enciclopédicos, que son los textos que aquí preocupan, hay algunas informaciones en ellos a través de toda la obra que señalan de qué manera se buscaba ofrecer al lector la información más novedosa y autorizada, sinónimos estos de credibilidad. Un recurso esencial para lograr el objetivo de veracidad y actualidad son los Congresos celebrados de distintos campos. Los Congresos pueden ser fuente de términos, pero también son indicadores de progreso científico, eventos de estudiosos gracias a los que avanza el conocimiento, y en cuyo saber confía la sociedad. Algunos ejemplos, tanto del cuerpo como de los apéndices, en los que se evidencia esta cuestión son: s.v. eclampsia (tomo 7), en el artículo enciclopédico marcado como de patología y obstetricia. Al hablar del tratamiento de la enfermedad se citan varios médicos, de uno dice: El Doctor Alcina, catedrático de Cádiz, en una notable comunicación acerca de este tema [tratamiento preventivo con la dieta láctea], presentada al Congreso ginecológico reunido en Madrid en 1888 (por iniciativa de los señores Segovia, Carreras y Sanchis y Gutiérrez), decía […]. Esta cita además de dejar ver la actualidad del artículo señala la importancia de los congresos así como el estatus de los que allí se presentan, en este caso un catedrático de universidad. s.v. cenozoico (tomo 24), marcada como de geología. El texto comienza: «Llámase así, según la nomenclatura del Congreso Geológico de Bolonia, al 363 PILAR PARDO HERRERO grupo de terrenos ó formaciones […]». En este caso el Congreso se muestra como un evento del que pueden surgir terminologías, que por ser aceptadas por sus participantes, tendrían carácter de decisión lingüística. s.v. frecuencia (tomo 24), marcada de física, se da una definición específica para ese campo: FRECUENCIA: Fís. Número de inversiones dobles ó de períodos completos de una corriente alterna por segundo. Congreso de Electricidad de 1889 La fuente de la definición es el Congreso, o sus actas, presumiblemente. La cita directa, que no he localizado en otras entradas, indica, como en el caso anterior, que las reuniones de científicos son fundamentales para el establecimiento de los términos y del concepto que estos encierran. s.v. otaniense (tomo 25), marcada como de geología y prehistoria. Se lee en el texto, tras la definición de este piso geológico y época prehistórica, que el nombre se debe a la localidad de Ota, en Portugal: […] que alcanzó celebridad […] especialmente [después] de la visita de la mayoría de los sabios europeos reunidos con motivo del Congreso Internacional de Antropología y Arqueología Prehistóricas celebrado en Lisboa en 1881. […] Dado el extraordinario interés que por sus condiciones presentaba el descubrimiento de Portugal, mereció multitud de trabajos de geólogos y antropólogos, casi todos ellos presentados y discutidos en el Congreso de Arqueología celebrado en Lisboa en 1881. [Antes de ese congreso hubo un debate acerca de piso y época otaniense, que empieza con una memoria de Ribeiro en 1864. De este autor se dice que cuando] tuvo conocimiento de los datos aducidos por Bourgeois, no sólo rectificó en otra Memoria, que dio á luz en 1871, el concepto de la formación del Tajo, […], sino que llevó al Congreso de Bruselas (1872) varios instrumentos de pedernal para someterlos á su superior criterio. La comisión nombrada por la Asamblea no estuvo acorde en reconocer la autenticidad de dichos objetos […] En el debate del que se habla en el artículo (si el piso y época son terciarios o cuaternarios), se muestran como indispensables los congresos y textos como las memorias para plantear problemas, discutir y tomar decisiones en torno al conocimiento. s.v. otología (tomo 25), marcada como de medicina. En el texto, con la definición seguida del artículo enciclopédico, aparecen estas referencias: […] En todas las naciones abundan los especialistas que cultivan tan interesante rama de la Medicina [la Otología], ora en el terreno práctico, ora en el libro, la Academia ó el Congreso científico. […] No es extraño que con tan valiosos elementos hayan resultado muy interesantes los Congresos dedicados á la especialidad (Madrid 1897; Barcelona septiembre de 1899). Aquí los congresos se presentan como indicadores de la importancia que puede tener un campo de conocimiento en un momento dado. 364 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - s.v. tuberculina (tomo 28), marcada como de medicina. El artículo inicia así: Extracto glicerinado de cultivos puros de bacilos de la tuberculosis. Se llama también linfa de Koch. El Dr. Koch anunció en el Congreso internacional de Berlín de 1890, que, mediante la inyección de la tuberculosis, el conejillo de Indias podía hacerse refractario á la tuberculosis, y aun que podía detener los progresos de dicha enfermedad en estos animales […] La información que Koch ofrece en el dicho congreso es importante para saber más sobre el término pues es él el principal estudioso de esta sustancia. Otros encuentros entre especialistas, o especialistas y público más general que también sirven como justificación del conocimiento son las conferencias y reuniones institucionales, e incluso discursos. Véanse seguidamente algunos casos: s.v. quirófano (tomo 16), marcada como de cirugía. Tras la definición dice: «Poco valdría (dijo el marqués del Busto, en el discurso leído en la solemne inauguración del Quirófano de Madrid) que fueran asépticas todas las precauciones tomadas, si los alumnos […]» El Quirófano del Colegio de San Carlos de Madrid (inaugurado en diciembre del 1892 bajo la presidencia de Moret, Ministro de Fomento, y con asistencia del claustro en pleno y todas las notabilidades médicas de Madrid) consta de tres amplias piezas: laboratorio, sala operatoria y anfiteatro. […] Desde la inauguración del Quirófano (cuya descripción detallada podrá ver el lector á quien interese en la notable Memoria que con motivo de dicho acto leyó el marqués del Busto), se han hecho arriesgadas operaciones, con éxitos superiores á los que antes se obtenían. El discurso aludido da información fehaciente sobre el Quirófano de Madrid. Interesa señalar la actualidad, no solo de ese quirófano sino de la voz, que es entonces un neologismo médico (entra al DRAE 1925, sin marca). s.v. apendicitis (tomo 24), marcada de patología. El texto, inmediatamente después de la definición, dice: Esta enfermedad, que comenzó á estudiarse hace algunos años al ocurrir la muerte de Gambeta, ha sido objeto recientemente (1896 á 1898) de interesantes trabajos científicos, entre ellos una notable monografía del Dr. Talamón y varias comunicaciones presentadas en 1896 y 1897 á la Sociedad Médica de los Hospitales de París. […] Los textos públicos, como las comunicaciones, sirven para comprobar qué se está estudiando y descubriendo. s.v. *tuberculosis (tomo 28), con marca de medicina. Este artículo, incluido para completar lo expuesto en el cuerpo del DEHA, inicia así: Marigliano ha sido el primero en intentar la aplicación, en la terapéutica de la tuberculosis, de los procedimientos que han dado también buenos resultados en la curación de la difteria y de otras enfermedades infecciosas. Las conclusiones siguientes forman parte de un dictamen emitido por Maragliano en la Conferencia internacional de La Haya y publicado, en noviembre de 1906, en el Berliner Klin. Wochenschrift […] 365 PILAR PARDO HERRERO El propósito del asterisco, el fundamental para los objetivos de los apéndices, es dar más información sobre una palabra. La conferencia de Marigliano es el discurso que permite incluir el apéndice este artículo enciclopédico. Su charla implica actualidad y él como emisor resulta autorizado para indicar los progresos en el tratamiento de la tuberculosis. s.v. *polo (tomo 28), el compuesto *Polo Sur, con marca de geografía. Esta entradilla informa sobre las expediciones realizadas al Polo Sur para completar las ya comunicadas en el primer apéndice. Sobre una de ellas dice: La expedición sueca corrió graves peligros y fue salvada por el buque argentino Uruguay en noviembre de 1903. De ella se tuvo noticia en Madrid por conferencias públicas que dieron ante la Real Sociedad Geográfica el Sr. D. Vicente Vera y el mismo Dr. Otto Nordenskiöld, jefe de la expedición, que vino expresamente á Madrid con dicho objeto. […] Aquí nuevamente una conferencia es fundamental como fuente de información, destacando la importancia que tiene no solo la presentación pública en sí sino la autoría de la conferencia, pues es un indicador muy fiable de la veracidad de lo que se relata. s.v. *red (tomo 28), el término red meteorológica, con marca de física. El artículo inicia así: La Comisión meteorológica internacional, reunida en París en septiembre de 1907, discutió una proposición de L. Teisserenc, relativa á la organización de una red meteorológica telegráfica, compuesta de un corto número de estaciones, repartidas, lo más uniformemente posible, en las diferentes regiones del globo, de manera que sea factible seguir cotidianamente las variaciones meteorológicas y muy particularmente las del calor solar. […] Hay, sin duda alguna, muchas dificultades que vencer para llegar á la realización de este plan, para el cual sería preciso fundar muchas estaciones, que hoy no existen; pero la proposición encontró buena acogida en el Comité internacional, que nombró una comisión especial, presidida por el mismo Teisserenc de Bort, con el encargo de preparar la realización del proyecto. En esta entrada la actualización no es del término sino de un proyecto internacional en relación con él. La reunión de una determinada comisión lleva a debatir propuestas que puedan significar un progreso científico global. La discusión entre especialistas, según puede entenderse, es básica a la hora de tomar decisiones no solo científicas sino de carácter internacional. En los ejemplos anteriores es manifiesta la importancia que tiene la reunión de los especialistas y la intervención pública de estos para comunicar sus investigaciones. En algunos de ellos se aprecia también que la palabra escrita es igualmente un tipo de 366 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA discurso de gran credibilidad, según su autor y contexto (las memorias, las monografías, las comunicaciones), teniendo en cuenta además que la información a que el redactor se refiere al hablar de un congreso o conferencia está a medio camino entre lo oral y lo escrito, pues seguramente se accedería a los datos por el texto, aunque sea permitido pensar que el autor del artículo asistió también a las intervenciones. Así pues, los libros y textos impresos son una manera —establecida ya socialmente desde tiempo atrás— de ganar autoridad para el contenido, y, teniendo en cuenta las referencias a las fechas de publicación, colaboran del mismo modo en la idea de actualidad. Estos datos son además una forma de conocer las fuentes del DEHA. Ejemplo de estas referencias son: s.v. elefancia (tomo 7), el artículo enciclopédico con marca de patología, tras iniciar dando datos sobre términos usados para esta enfermedad en distitntos momentos históricos, dice: El Doctor Giné, en una de sus Lecciones de Dermatología quirúrgica dadas en la Facultad de Barcelona […] Para terminar este artículo copiaremos de la obra del Doctor Giné (loc. cit.) los siguientes datos para distinguir la elefancia de la elefantiasis de los griegos y de la lepra. […] - s.v. herpe (tomo 10), artículo enciclopédico con marca de patología. El texto inicia así: El vulgo considera el herpe como una manifestación del vicio constitucional ó discrasia llamado herpetismo (V. HERPETISMO); pero, como dice el Dr. Giné en su Dermatología quirúrgica (Barcelona, 1880), tal expresión no es más que una antigualla nosológica. El mismo autor lo define «una dermatosis que así puede presentarse en la piel como en las mucosas vecinas del tegumento exterior […]» En dicha obra encontrará el lector admirablemente expuestos los caracteres diferenciales entre herpes y eczema. […] - s.v. histerismo (tomo 10), artículo enciclopédico con marca de patología. El texto inicia así: Dase el nombre de histerismo á ciertos trastornos funcionales que interesan todos los territorios de la actividad nerviosa (sensibilidad, motilidad, funcioes psíquicas), y pueden ofrecer extraordinaria variedad, pero que en suma se fundan en una perturbación de las funciones psíquicas inferiores, de la sensibilidad, disposición de ánimo é instinto. Liebermeister (Enferm. del sistema nervioso, edición esp., 1890) […] - s.v. mielitis (tomo 12), el artículo enciclopédico con marca de patología inicia: Los modernos especialistas en enfermedades nerviosas, entre ellos el doctor C. Liebermeister, designan con el nombre de mielitis todos los procesos degenerativos en virtud de los cuales sobreviene una destrucción circunscrita, en foco, de la medula espinal […] Liebermeister (Enfer. del sistema nervioso, 367 PILAR PARDO HERRERO traducción del Dr. Carreras Sanchis, Madrid, 1890) refiere, pues, a la mielitis todas las degeneraciones parenquimatosas de la medula espinal […]161 - s.v. sicosis (tomo 19), con marca de dermatología. En el texto después de la definición y varios comentarios sobre la enfermedad dice: Resulta de esta descripción sintomatológica (Dr. Giné, Dermatología quirúrgica) que los elementos sintomatológicos son: […] - s.v. yodo (tomo 23), el artículo enciclopédico con marca de fisiología, terapéutica y toxicología, hacia la mitad del texto dice: Los Sres. Trousseau y Pidoux (cuyo notable tratado de Terapéutica y materia médica servía de texto hace pocos años en todas las facultades de Medicina), estudiando los graves inconvenientes que algunos han creído encontrar en la administración del yodo, consignan que dista mucho de la verdad lo que se ha dicho en pro y en contra suya […] «Estos temores, dicen Trousseau y Pidoux, [(]loc. cit.) son exagerados. […] - s.v. anacrotismo (tomo 24), con marca de patología. Empieza: Propiedad del pulso, caracterizada, según Bouchaard (Encicl. de Patología general, 1897-98), porque la ondulación de retorno, la resaca, si así puede llamarse, en vez de encontrarse sobre la línea descendente está en el ascendente. […] - s.v. apendicitis (tomo 24), con marca de patología. Tras la definición y una referencia a cierto experimento, dice: El ilustre Dr. Dieulafoy (Lecciones de Clínica Médica, edición española, 1898), defendiendo una opinión ya emitida por Talamón, desarrolla la patogenia de la apendicitis. […] - s.v. *catacumbas (tomo 24), artículo enciclopédico con marca de arqueología. Empieza: Posteriormente á la publicación del artículo Catacumbas en el t. IV ha salido á la luz la interesante obra de André Peraté, L’Archeologie chrétienne (París, 1892), que arroja nueva luz sobre las catacumbas de Roma, los más famosos cementerios cristianos […] Estos ejemplos en los que se hacen referencias a textos impresos son el complemento de novedad y autoridad que se evidenció con las alusiones a congresos, conferencias, etc. En general, puede decirse que todas estas referencias sirven para dos cuestiones fundamentales: 1. A nivel enciclopédico ofrecen información sobre la voz que podría considerarse terminológica partiendo de que completan el sentido de la misma y hacen más complejo el concepto (cf. elefancia, herpe (segunda 161 La referencia bibliográfica nos permitiría pensar que es el propio Carreras Sanchis quien redacta este artículo, así como el de histerismo, pues es el encargado para ese momento del área de ciencias médicas según la lista de colaboradores al principio del volumen. 368 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA referencia) mielitis, sicosis, yodo, apendicitis); o sirven, en un nivel menos conceptual, como fuente de datos complementarios y avances en la investigación relacionados con la voz de entrada (cf. quirófano, *catacumbas, otaniense, *Polo Sur (s.v. *polo), red meteorológica (s.v. *red)). 2. A nivel lingüístico y terminológico estas referencias pueden entenderse como recurso esencial para la definición de la voz (cf. herpe, anacrotismo, cenozoico, frecuencia). Esto es relevante ya que hay una conciencia de la importancia de la denominación, el significado preciso y quién se responsabiliza de esto162. Por último, una fuente importante de información que cabe mencionar son las exposiciones universales, lugar de encuentro ya no solo para especialistas, sino para estos y el público general, en el que el rol de empresas es clave pues son en muchos sentidos las que llevan la ciencia a la calle al aplicar los avances a la producción. Son estas exposiciones eventos muy atractivos para la población, que se aproxima a la ciencia a través del espectáculo del progreso (sobre la historia de la ciencia en las exposiciones universales véase Brain 1993; sobre los públicos de la ciencia puede verse Nieto-Galán 2011). Reseñas sobre las exposiciones solían aparecer en publicaciones periódicas. Haciéndose eco de esa divulgación impresa es comprensible que el DEHA decida incluir en sus textos enciclopédicos informaciones referidas a exposiciones universales como fórmula de actualidad. Es por ello que me refiero a ellas aquí. Aunque las exposiciones pueden ser también espacios en que se divulgue terminología, que los redactores del DEHA hayan podido conocer allí un término es una opción pero no tengo ejemplos en la obra que lo comprueben. Como un caso en que se hace referencia a una exposición universal para introducir el mejor conocimiento de un término me referiré a la entradilla grupo electrógeno (s.v. *grupo, tomo 27). Esta entradilla, con marca de Un ejemplo de conciencia sobre la importancia terminológica de usar todos la misma denominación para un concepto, que va en la línea de acuerdos entre expertos (cuyo contexto de decisión puede ser un congreso) está en la entradilla de mal de cadera, de veterinaria, s.v. *mal (tomo 28), donde dice: «Con este nombre, que han aceptado en español todos los bacteriólogos y veterinarios, se conoce una enfermedad del caballo, enzoótica en casi toda la América meridional y caracterizada por un parálisis progresiva del tercio posterior que suele terminar por la muerte […]». En la siguiente entradilla, mal de coito, de veterinaria, también dice: «Enfermedad contagiosa, propia de los équidos, transmisible por la cópula y debida á un tripanosoma parásito. Los franceses la llaman dourine y algunos españoles han traducido esta palabra por durina; pero la mayor parte no aceptan dicha denominación». Esta conciencia parece particular del autor de estos textos, pero no deja de ser significativa del interés por la estandarización de una voz determinada, además de muestra del reconocido paso al español de muchas denominaciones científico-técnicas extranjeras por medio de la castellanización del término. 162 369 PILAR PARDO HERRERO física, empieza con la definicón y sigue con la descripción de este aparato de uso reciente. Cito a continuación el inicio y las referencias a la exposición: *GRUPO: […] ― GRUPO ELECTRÓGENO: Fís. Combinación electromecánica destinada á la producción de corriente. Los grupos electrógenos constan de un motor de vapor, hidráulico, de gas, etc., que actúa sobre una dinamo de corriente continua ó alterna. […] Los grupos electrógenos son en el día un elemento industrial importantísimo: en ellos vamos á ocuparnos, aunque muy ligeramente, pasando revista á algunos tipos característicos de las distintas clases enumeradas. Grupo electrógeno de corriente continua. – Como ejemplo de esta clase describiremos uno de los que figuraron en la última Exposición de Lieja, presentado por la Sociedad belga de electricidad A. E. G. [en realidad AEG es alemana, y sí, es la misma AEG de hoy] […] Grupo electrógeno trifásico. – Como ejemplo citaremos el hermoso modelo construído por la casa Sauter Herlé, de París, que se instaló en la Exposición de Lieja de 1905, del cual ofrece la figura [que se ve en la página] una clara vista de conjunto. Destinado á la producción de energía eléctrica para la sección francesa de dicha Exposición, se compone de un alternador trifásico de 400 kilovatios […] El texto del DEHA, del tomo de 1908, recoge información actual de la exposición de Lieja para completar la información sobre el término grupo electrógeno. La importancia de la exposición es evidente pues se entiende que los aparatos y avances allí presentados son los últimos realizados, por lo que hablar de ellos en el DEHA es hablar de la vanguardia de la ciencia, la creación, el diseño. Cabe apuntar que el término grupo electrógeno en el mismo año de la exposición, en 1905, ya se encuentra en publicaciones, como es la revista Industria e invenciones de Barcelona donde se puede encontrar tanto en algunos artículos como en una publicidad del vendedor de maquinaria R. D’Aulignac. Este término no entra al DRAE sino hasta 1984, la voz electrógeno como ‘generador eléctrico’, entró en el DM 1927 – DRAE 1936. Según se ha podido observar en este apartado, hay una gran cantidad de información por localizar en el DEHA. Parte importante de esos datos sirve para ir haciendo una conformación de las fuentes que se utilizaron en la obra. La lectura de los artículos también lleva a la ampliación de la nomenclatura. Yendo un poco más allá de lo lexicográfico y lingüístico, que ha sido la motivación principal de la investigación, el discurso enciclopédico es también cardinal a la hora de entender cómo se constituye el conocimiento en la sociedad contemporánea a la publicación del DEHA y cómo la obra está relacionada con la cuestión de la divulgación, la especialización y el acceso al conocimiento. 370 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.2.6. Conclusión Aproximarse al léxico de especialidad en el DEHA, a la manera en que este se presenta en la microestructura, muestra que no hay una única forma de encontrarlo, lo que se evidencia principalmente en que la formulación de las definiciones es diversa, a lo que se suma que un volumen importante de terminología está en los artículos enciclopédios, fuera, por tanto, de la nomenclatura. Esto último complejiza y enriquece el trabajo que resta por realizar si se quiere establecer a cabalidad todo el aporte léxico del DEHA a la terminología de los distintos campos. Es patente además la importancia de acercarse a la obra en conjunto como suma de tres partes diferenciadas: cuerpo, primer apéndice y segundo apéndice, ya que en cada una los objetivos son distintos, como también lo son las formas de trabajo. Las distintas maneras en que se presenta el léxico de ciencia y técnica en el DEHA revelan en definitiva una técnica no depurada de trabajo lexicográfico, así como el trabajo de más de un director, que se ha podido comprobar en los capítulos de esta investigación. Para el final del proyecto, en el segundo apéndice, la microestructura propuesta para los términos de especialidad se hace un poco más precisa, limitando el contenido del artículo a la sola definición. El propósito de las abreviaturas de especialidad es otra una cuestión relevante a la hora de hacer observaciones sobre la microestructura del DEHA, para la que también es importante considerar la obra como suma de tres partes. Las dudas que aparecen en cuanto a la función de la marca como temática, restrictiva, o doble, son parte de una larga discusión. La consecuencia quizá más problemática de esa polifuncionalidad de la abreviatura es que en la práctica poner en problemas al lector, sobre todo por la falta de un prólogo o introducción en el que podrían establecerse algunas normas. Sin embargo, revela también que hubo reflexión en cuanto a la importancia del uso de las marcas como mecanismos de alerta, pues en cualquiera de los casos avisan al lector sobre el campo de conocimiento en que el concepto tiene cabida. Asimismo, la polifuncionalidad de las marcas implica al menos dos debates interesantes: un debate sobre los límites de la lengua general y de especialidad si se tiene en cuenta el contexto de uso y la carga semántica que un vocablo puede tener dependiendo de quién, cómo, cuándo y dónde se lo utilice; y un debate sobre el carácter diccionarístico, enciclopédico o terminológico que la obra pretendía hacer prevalecer en cada una de sus partes. 371 PILAR PARDO HERRERO En el análisis de la microestructura y del contenido en el DEHA de vocabulario científicio y técnico, los artículos enciclopédicos referentes a léxico de especialidad se han mostrado como fundamentales. Cómo se organiza allí la información para que no se repita en otras entradas ni se quede tampoco corta es algo difícil de establecer. La lectura de diversos artículos hace pensar que en estos lo que se procura contener es lo general sobre la palabra, ofreciendo más información en otras entradas de términos relacionados. Un ejemplo al final del artículo enciclopédico s.v. yoduro (tomo 23) sobre el orden y lugar de la información, indica que el asunto se discutió a nivel editorial y con los redactores: Lo anteriormente dicho se refiere al estudio de los yoduros en general, pues la descripción de cada uno de ellos se hace al tratar el cuerpo que se combina con el yodo, siguiendo el criterio adoptado, no sólo en los artículos de este diccionario, sino también en la mayor parte de las obras de Química. Por último, en relación con lo anterior, al estudiar el contenido de los artículos enciclopédicos ha de tenerse en consideración que los textos pueden corresponder a los redactores del diccionario, listados en el cuerpo del DEHA pero no en los apéndices, lo cual es relevante a la hora de intentar entender tanto la información que comprenden como la propuesta terminológica que contengan, solo que comprobar la autoría no es tarea fácil. Los mismos artículos enciclopédicos ofrecen también, aunque de un modo no estandarizado, muchos datos bibliográficos que ayudan a reconocer las fuentes. 3.3. INFLUENCIAS LEXICOGRÁFICAS DEL DEHA El análisis sobre la nomenclatura del DEHA con marca de especialidad y sobre la microstructura en relación con el vocabulario científico y técnico realizado en los dos apartados anteriores, ha permitido observar, entre otras cosas, que para la confección de la obra fueron muy importantes los aportes de contenido que ofrecían distintas fuentes, ya que, como es lógico, una obra así no puede partir de cero. La reseña que la publicación La Dinastía (09/03/1887 2047: 6) hace del DEHA cuando este apenas ha comenzado a repartir sus primeros cuadernos, nos afirma sobre su contenido que: No solo reune y compendia lo mejor y más útil de los diccionarios generales y particulares escritos en nuestro idioma y aprovecha el abundantísimo material que suministran las enciclopedias extranjeras, si no que abunda, á más, en trabajos originales y especialísimos hechos por personas muy competentes y cuyos trabajos dan extraordinario valer á la publicación de que tratamos. 372 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Aunque la parte de trabajo original por personas autorizadas es fundamental, lo que aquí me interesa señalar es lo que se dice al principio de la cita acerca de que el diccionario contiene la información de otros diccionarios publicados y de enciclopedias extranjeras, puesto que esto significa que el conjunto de sus entradas y entradillas —e implícitamente el contenido— no sale de una sola fuente sino de diversas fuentes, cuestión de orden «palimpséstico» que recorre la lexicografía española hasta entrado el siglo XX163. El objetivo de este apartado es evidenciar algunas de las huellas lexicográficas que son visibles en el DEHA, específicamente en el conjunto del léxico de ciencia y técnica, grupo lingüístico que es el centro del presente capítulo. Se tratarán en particular las influencias en el cuerpo del DEHA (§ 3.3.1.) y en el segundo apéndice (§ 3.3.2.). El primer apéndice, con un contenido mayormente enciclopédico, no se considerará aquí. Una de las principales fuentes, que ya se ha hecho notar en el capítulo II y en los anteriores apartados del presente, es el diccionario de la Academia, el de 1884 para el cuerpo y el de 1899 para el segundo apéndice, obra casi indispensable para cualquiera que en castellano quisiera en ese momento realizar una obra lexicográfica. Otra fuente del cuerpo es el Diccionario universal publicado por Astort hermanos en Madrid, que por la correspondencia entre Pagès y los editores sabemos que fue utilizado por estos últimos. Sobre otras fuentes del cuerpo y el apéndice, que es lógico que se utilizaran, no se posee tanta información, por lo que me limitaré a dar algunos ejemplos relevantes y proporcionar un listado que parte de los datos ofrecidos por uno de los documentos del Fondo Montaner y Simón (§ 3.3.1.4.). Lo que se busca en último término con este apartado es profundizar en la manera en que el DEHA es deudor de diversos diccionarios del siglo XIX, no solamente del DRAE, particularmente en lo que se refiere al léxico de ciencia y técnica, tanto para demostrar algunas de las fuentes, como para hacer ver las diferencias con ellas, que es lo que da valor a la obra lexicográfica de lso editores Montaner y Simón. 3.3.1. Fuentes lexicográficas del cuerpo del DEHA Gutiérrez Cuadrado (1994: 273-281) en su análisis del DEHA nota la deuda que tiene esta obra con el DRAE 1884. Sin embargo observa que no es por ello una simple copia, pues tiene muchas más voces técnicas y americanas; además propone un manejo 163 El palimpsesto, según lo define la Academia es un «Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente». Con carácter palimpséstico de la lexicografía ejercida, en este caso, por el DEHA, quiero decir que en el diccionario, como en un palimpsesto, son visibles huellas de obras pasadas. 373 PILAR PARDO HERRERO gráfico de la información distinto, retoma el uso de ejemplos y se producen cambios en la orientación ideológica. De igual forma, Prieto García-Seco (2007: 103-105) destaca que «[e]l diccionario enciclopédico de Montaner y Simón […] asumió la duodécima edición del DRAE, la publicada en 1884 […] No fue esta, sin embargo, una asunción —podríamos decir— sumisa». Prieto García-Seco demuestra esta afirmación con ejemplos de voces que no toman al pie de la letra las acepciones y que modifican la definición. Como Gutiérrez Cuadrado, menciona las incorporaciones léxicas tanto en términos marcados diatécnicamente como diatópicamente, y subraya la inclusión de citas textuales. Partiendo de las afirmaciones de estos dos estudiosos, a continuación se mostrará de qué manera en el cuerpo del DEHA se hizo uso del DRAE 1884 (§ 3.3.1.1.). Esta fuente, aunque lógica, no es reconocida en ningún preliminar de la obra ni en documentos privados, como tampoco lo son por ejemplo algunos diccionarios de autor, de los que se hablará en 3.3.1.2. En los dos apartados que siguen a este, 3.3.1.3. y 3.3.1.4., se hará un acercamiento a otras obras que sí se reconocen como tales, no en la obra sino en los documentos privados contenidos en el Fondo Montaner y Simón. 3.3.1.1. El DRAE 1884 Como se apuntó en el apartado 2.2.2., y se dice al inicio de este apartado, el DRAE 1884 es fuente primordial para la nomenclatura del DEHA en el cuerpo de la obra (tomos 1 a 23). Esto cuenta tanto para la lengua general, incluyendo los americanismos (§ 2.4.2.), como para el léxico marcado como de especialidad. La comprobación que aquí ocupa atañe al léxico marcado diatécnicamente. Para realizarla se creó un corpus de 200 términos marcados como de especialidad en el DRAE 1884, los cuales se eligieron aleatoriamente de las distintas letras del alfabeto (la única letra que no tiene ejemplos es la ñ ya que en esta no hay ninguna voz marcada de ciencia ni de técnica; el corpus de voces puede consultarse en el CD-ROM adjunto, Archivo 4). La mayoría son voces con una única acepción o cuya primera acepción es la que está marcada, pero también hay algunos casos de acepciones no primarias. Soy conocedora de lo limitado de este corpus, pero servirá para realizar una primera aproximación a la relación entre el DRAE 1884 y el cuerpo del DEHA en lo que se refiere al léxico científico y técnico. Al comparar el corpus del DRAE 1884 con el cuerpo del diccionario se obtienen datos que permiten ofrecer una idea de cómo el DEHA hizo uso del diccionario académico en su nomenclatura y confección. 374 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA En lo que se refiere a la nomenclatura, el uso del DRAE 1884 es claro al observar que todas las voces están incluidas en el DEHA. En cuanto a si el DEHA reproduce o no la marca y la definición del DRAE 1884, hay algunas cuestiones de gran importancia entre las que destacan ante todo las divergencias. La comparación entre las obras da tres posibilidades: a. La voz está en el DRAE 1884 y en el DEHA, el DEHA además reproduce tal cual la información del DRAE. b. La voz está en el DRAE 1884 y en el DEHA, el DEHA toma información del DRAE pero hay cambios. c. La voz está en el DRAE 1884 y en el DEHA, pero el DEHA no sigue al DRAE. En los grupos a y b hay que tener en cuenta que el DEHA toma la información del DRAE 1884, sin embargo establecer una división teniendo presente si la reproducción es absoluta o parcial resulta fundamental pues pone de manifiesto el grado de aceptación o sumisión del DEHA frente al diccionario académico. Dicho esto, se comentan a continuación los usos que el DEHA hizo en el cuerpo de la obra (tomos 1 a 23) del DRAE 1884. 3.3.1.1.a. Términos del DRAE 1884 reproducidos en el DEHA En este primer grupo hay 94 de los 200 términos del corpus, un 47%. Todos estos términos reproducen del DRAE 1884 tanto la marca como la definición de la voz. Algunos ejemplos son los siguientes: DRAE 1884 Brozar. a. Impr. Limpiar los moldes con la broza. Cefalea. (Del gr. κεφαλή, cabeza.) f. Med. Especie de cefalalgia violenta y tenaz, alguna vez intermitente y grave, la cual embarga ordinariamente uno de los lados de la cabeza; como la jaqueca. Ductor. (Del lat. ductor.) m. […]. ║ Cir. Cierto instrumento mayor que el exploratorio, y que sirve para usar mejor de éste. DEHA BROZAR: a. Impr. Limpiar los moldes con la broza. CEFALEA (del gr. κεφαλή, cabeza): f. Med. Especie de cefalalgia violenta y tenaz, alguna vez intermitente y grave, la cual embarga ordinariamente uno de los lados de la cabeza; como la jaqueca. DUCTOR: (Del lat. ductor.) m. […] – DUCTOR: Cir. Cierto instrumento mayor que el exploratorio, y que sirve para usar mejor de éste. Hecha la abertura por encima del mismo instrumento, que está metido por la verga, el cual se llama DUCTOR, que quiere decir guía. JUAN FRAGOSO. Isocronismo. (De isócrono.) m. Fís. Igualdad de duración en los movimientos de un cuerpo. ISOCRONISMO (de isócrono.): m. Fís. Igualdad de duración en los movimientos de un cuerpo. El ISOCRONISMO de las oscilaciones del péndulo de longitud invariable demuestra, etc. RICO. 375 PILAR PARDO HERRERO Urticaria. (Del lat. urtīca, ortiga.) f. Med. Enfermedad eruptiva de la piel, cuyo síntoma más notable es una comezón parecida á la que producen las picaduras de la ortiga. URTICARIA (del lat. urtīca, ortiga.): f. Med. Enfermedad eruptiva de la piel, cuyo síntoma más notable es una comezón parecida á la que producen las picaduras de la ortiga. – URTICARIA: Patol. Estudiando esta enfermedad el Dr. Giné y Partagás, catedrático de Barcelona, en su notable Tratado clínico iconográfico de Dermatología quirúrgica, dice lo siguiente: «Es cierto que existen urticarias producidas por causas directas y externas, que no se acompañan ni complican con estados febriles ni trastornos digestivos […; casi dos columnas de texto] YODURO: m. Quím. Combinación del yodo con un metal ó alguno de ciertos metaloides. … el YODURO doble de mercurio y de potasio precipita las siete bases indicadas. MATA. – YODURO: Quím. Sal derivada del ácido yodhídrico, y resultante de sustituir el átomo de hidrógeno que contiene por los radicales electropositivos. Son los yoduros unas sales, de las que algunas se encuentran el la naturaleza en pequeñas cantidades […; casi dos columnas de texto] Yoduro. m. Quím. Combinación del yodo con un metal ó alguno de ciertos metaloides. Los ejemplos de este cuadro, aparte de mostrar que efectivamente el DEHA sigue la información lexicográfica del DRAE 1884 en los términos de especialidad, permite a su vez obtener otros datos de interés. Como puede verse, además de reproducirse la información, hay casos en que el DEHA la acompaña, bien sea con una, o más citas, o bien con una cita y/o un artículo enciclopédico. A continuación se ofrece el listado de los términos del corpus del DRAE 1884 que el DEHA reproduce con la marca asignada por el diccionario académico; en la tercera columna se ofrece el año de edición en que la palabra ingresó a la lexicografía académica, así como si lo hizo con una marca distinta o sin marca y, en ese caso, cuándo la adquiere164. Esto último ofrece interés para notar que el DEHA sigue la nomenclatura del DRAE, que incluye palabras incorporadas en los distintos momentos de la historia de sus diccionarios. Las palabras marcadas en amarillo son voces en que el DEHA además ofrece una cita que autoriza el uso, mientras que las marcadas en azul son voces en cuyo artículo se incluye cita de uso y/o una entradilla correspondiente al desarrollo enciclopédico. 164 Cuando solo aparece el año significa que en esa edición la marca es la misma de 1884, pudiendo, sí, cambiar la presentación, lo que es común para las primeras ediciones, que aun no son sistemáticas en este sentido. 376 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Lema apoyar 4 berma bicuento brozar buzar cabillo 2 calibre cefalea cetáceo, cea convelerse correo cupón cheurrón choca chupón 5 desplantar 2 diagnóstico 2 dominante 4 drástico ductor 2 eje de la esfera terrestre (eje 4) elijar emunctorios encandelar endemia escama 5 fase fiduciario, ria 2 foque gastritis glucina gola 5 haba 7 hectiquez histerismo idolopeya imbricado 2 incantable infinitesimal ipso jure irídeo, dea isocronismo jaldre jilmaestre jirpear juanete 4 juzgar 4 kilográmetro lagunar 2 ledona Marca. Equit. Fort. Arit. Impr. Min. Bot. Art. Med. Zool. Med. For. Com. Blas. Cetr. Min. Danz. y Esgr. Med. Astrol. Med. Cir. Astr. y Geogr. Farm. Med. Agr. Med. Med. Astron. For. Mar. Med. Quím. Fort. Veter. Med. Med. Ret. Bot. Mús. Mat. For. Bot. Fís. Cetr. Art. Agr. Veter. Fil. Mec. Arq. Mar. Año en que entra a la lexicografía académica 1770 "En el manejo" 1726 1884 1726 1884 1822 supl. 1729 1884 1729 sin marca, marca en 1884 1729 sin marca, marca en 1780 1729 1852 1791 sin marca, marca en 1803 1780 En la volatería 1884 1791 desplantarse 1843 sin marca, marca en 1884 1732 1884 1732 1817 sin marca, marca en 1884 1817 1732 1791 1884 1803 supl., marca en 1884 1803 1869 sin marca 1732 term. naut. 1869 1884 1734 1734 Llaman los Albeitares, sin marca 1803-69 1884 1884 1884 1884 1734 1884 1780 sin marca (no está de 1817 a 1843); marca en 1803 1884 1884 1734 sin marca, marca en 1803 1843 1837 sin marca, marca en 1884 1884 1884 1884 1734 sin marca, marca en 1884 1803 Náut. 377 PILAR PARDO HERRERO letárgico, ca librar 4 límite 3 lóbulo llapa lleno, na 3 mielitis modillón molusco noli mi tángere nordestear operar órbita 2 orquídeo, dea ostaga otoscopia péndulo 2 pleca quintante recuadro rinoscopia roseta 3 sagita secretar serpentario tabica temperar 2 tragante 3 triptongo ungulado, da urnición urticaria usuario, ria vascular vector [adj.] vigota volumen 3 vulnerario, ria xifoides yeyuno yoduro zagual zeugma zoófago Med. Com. Álg. Bot. Min. Mar. Med. Arq. Zool. Med. Mar. Cir. Zool. Bot. Mar. Med. Estát. Impr. Astron. Arq. Med. Min. Geom. Fisiol. Astron. Arq. Med. Metal. Gram. Zool. Mar. Med. For. Bot. Geom. Mar. Geom. For. Zool. Zool. Quím. Mar. Gram. Zool. 1803 sin marca, marca en 1884 1869 1884 1884 1803 1884 1869 1734 1869 Hist.nat. 1869 2ª acep. Cir. 1734 Term. náutico 1817 1822 sin marca, marca en 1884 1884 1803 Náut. 1884 1817 1737 1822 1817 1884 1884 1739 1843 Med. 1739 sin marca, marca en 1852 1803 1884 1884 1783 sin marca, marca en 1884 1884 1739 Term. Naut. 1869 1739 voz facultativa, marca en 1803 1884 1884 1803 Náut. 1852 1739 2ª acep. En lo Canonico 1884 1852 Anat. 1869 1884 1739 sin marca (no está de 1803 a 1852); marca Ret. en 1780, 1783 y 1791; sin marca en 1869 1884 Cuadro 16. Términos del DRAE 1884 que reproduce el DEHA Según se aprecia en el cuadro, el DEHA sigue al DRAE 1884 en su nomenclatura y marcas, incluyendo términos de distintos campos del conocimiento que han entrado al diccionario desde la primera hasta la 12.ª edición. La mayoría de veces, 378 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA según he podido observar, la reproducción se limita a eso. Pero es importante resaltar los casos en que hay otras informaciones. En cuanto a las autoridades tenemos que 24 voces tienen citas (las veinte en amarillo y cuatro de las que presentan texto enciclopédico: endemia, gastritis, histerismo y yoduro; véase Cuadro 16). De Autoridades se toman los ejemplos en nueve voces, que son, por tanto, parte del léxico general desde el inicio de la tarea lexicográfica académica: calibre cetáceo convelerse correo ductor jaldre lagunar serpentario zeugma En los otros catorce casos, la cita proviene de fuentes diferentes al primer repertorio académico. Entre estas voces solo foque está en Autoridades, las demás entran posteriormente: diagnóstico endemia fase foque gastritis histerismo infinitesimal ipso jure isocronismmo librar noli me tángere órbita triptongo yoduro La que resta por mencionar, modillón, presenta dos citas, una proviene de Autoridades, la de Fr. José de Sigüenza, y la otra es posterior, la de Jovellanos. Con respecto a las ocho voces que están acompañadas en el artículo por una entradilla enciclopédica, destaca que todas ellas son de reciente incorporación (la más antigua, volumen, de geometría entró en el DRAE 1852), lo que en este grupo hace pensar en que, como ya se desarrolló en el punto 3.2., la información complementaria enciclopédica es muy relevante en el caso de la ciencia y técnica desarrollada en el pasado reciente ―con respecto a la publicación del DEHA. Los términos con artículo enciclopédico se debe considerar que corresponden a términos de importancia y sobre los que hay suficiente información. Dados estos dos puntos, el artículo complejiza el concepto expuesto de forma sencilla en la definición sacada del DRAE, ofreciendo una explicación más pormenorizada, más especializada; o bien se utiliza el artículo enciclopédico para exponer informaciones complementarias, como pueden ser las de 379 PILAR PARDO HERRERO carácter histórico. En ambos casos el artículo enciclopédico busca satisfacer al público formado en el campo, así como dar información al lector amateur. 3.3.1.1.b. Términos del DRAE 1884 que el DEHA sigue con cambios en la entrada En este segundo grupo hay 86 términos del corpus, un 43%. Los cambios que se encuentran con respecto al DRAE 1884 son de distintos tipos. Un primer tipo de cambio ocurre en la redacción. El DEHA tiene la misma marca que el DRAE 1884 y la definición es casi la misma pero con alguna variante, como una coma añadida o eliminada, un cambio de palabra, la supresión de los ejemplos del DRAE, un cambio en el orden de las acepciones o en la remisión. En algunos de estos casos el DEHA añade citas de uso o artículo enciclopédico. Los 34 términos que presentan estos cambios son (de nuevo en amarillo los que incluyen autoridad): Lema amainar balance 4 bálsamo borriquete bramadero capialzar cremallera dativo decimal 2 femineidad fraqueta fusa de género (género 13) girar 2 gravitación 2 grutesco guarnecido haute hemíptero, ra homólogo,a macillo merodear mirtáceo, cea neumático, ca oftalmoscopia papelonado parhelio polarizar Marca Mar. Com. Quím. Carp. Mont. Arq. Fís. Gram. Arit. For. Impr. Mús. Esc. y Pint. Mec. Fís. Arq. y Pint. Albañ. Blas. Zool. Geom. Mús. Mil. Bot. Fís. Med. Blas. Meteor. Fís. Año en que entra a la lexicografía académica 1726 sin marca (Naut. en 1817) 1884 1726, sin marca, marca en 1884 1843 1726 1884 1884 1732 1843 Mat., un poco distinto 1869 1732 1791 sin marca, marca en 1884 1869 Pint., un poco distinto 1884 1884 1734 1869 1734 1884 1734 sin marca, marca en 1803 1884 1803 1884 1817 sin marca, marca en 1869 1884 1737 1884 1884 380 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA posología procurrente rafania tifo tojino zóster Med. Geogr. Med. Med. Mar. Med. 1884 1737 1884 1869 sin marca 1832 Náut. 1739 sin marca, marca en 1884 Cuadro 17. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA con variantes Algunos ejemplos de términos con este primer tipo de cambio son los siguientes (se subraya en la transcripción del DEHA la parte que cambia; se subraya la voz de entradilla cuando el cambio es en el orden de la acepción): DRAE 1884 Balance. (De balanza.). m. […]║ ant. Fig. […]║ Com. […]║ Com. Cuenta final por mayor de entradas y salidas, que hacen los comerciantes y que demuestra el estado de su caudal. ║ Esgr. […] DEHA BALANCE (de balanza.): m. […] – BALANCE: ant. fig. […] – BALANCE: Com. […] – BALANCE: Com. Cuenta final por mayor de entradas y salidas, que hacen los comerciantes y que demuestra el estado de su capital. Aplícase también á toda clase de sujetos que manejan ó administran intereses. … pagué la cebada, hice BALANCE de cuenta con la bolsa, sin dejar en ella más de veinte maravedís. MATEO ALEMÁN. … tengan obligación los jurados, contadores, racional y secretario en cada año hacer BALANCE de la hacienda de la ciudad y sus obligaciones. Ordenanzas de Alcañiz. DECIMAL (del lat. decimalis.): adj. […] – DECIMAL: […] – DECIMAL: Arit. Aplícase al sistema de numeración cuya base es diez. V. SISTEMA DECIMAL. GRUTESCO, CA: adj. Arq. y Pint. Dícese del adorno caprichoso de bichas, sabandijas, quimeras y follajes, llamado así por ser á imitación de los que se encontraron en las grutas ó ruinas del palacio de Tito. Ú. t. c. s. m. Ni sus salas ni planteles, Cuadros, estatuas, pinturas, GRUTESCOS, arquitecturas, ………………………….. Se igualan á la invención Que en tanta pila dilata Brazos fregones de plata Entre ninfas de vellón. TIRSO DE MOLINA. – GRUTESCO: Arq. Este adorno ha sido empleado especialmente en las épocas de decadencia del Arte. Presúmese que el nombre se derive del italiano grotta, […] Decimal. (Del lat. decimalis.) adj. […]║ Arit. Aplícase al sistema de numeración cuya base es diez. Grutesco, ca. adj. Arq. y Pint. Dícese del adorno caprichoso de bichos, sabandijas, quimeras y follajes, llamado así por ser á imitación de los que se encontraron en las grutas ó ruinas del palacio de Tito. Ú. t. c. s. m. 381 PILAR PARDO HERRERO Homólogo, ga. (Del gr. όμόλογος; de όμός, parecido, y λογος, razón.) adj. Geom. Aplícase á los lados que en cada una de dos ó más figuras semejantes están opuestos á ángulos iguales. ║ Lóg. […] HOMÓLOGO, GA (del gr. όμόλογος; de όμός, parecido, y λογος, razón): adj. Anat. […] … los ovarios son,… así en el orden orgánico como en el orden funcional, los HOMÓLOGOS ó representantes de los testículos masculinos: etc. MONLAU. – HOMÓLOGO: Geom. Aplícase á los lados que en cada una de dos ó más figuras semejantes están opuestos á ángulos iguales. Procurrente. (Del lat. procūrrens, procurrēntis, lo que se extiende ó sobresale.) m. Geogr. Gran pedazo de tierra que se adelanta y avanza mar adentro; como lo es toda Italia. Zóster. (Del gr. ζωστήρ.) f. Med. Zona, 4.ª acep. – HOMÓLOGO: Lóg. […] PROCURRENTE (del lat. procūrrens, procurrēntis, lo que se extiende ó sobresale.) m. Geog. Gran pedazo de tierra que se adelanta y avanza por adentro; como lo es toda Italia ZÓSTER (del gr. ζωστήρ): f. Med. ZONA; erupción de vesículas separadas ó aglomeradas, etcétera. El interés que ofrecen estos cambios en la redacción es principalmente la consideración de que se hace del DRAE 1884 una lectura crítica con la perspectiva de mejorar la comprensión del significado de la voz. En esos cambios puede haber errores, como s.v. procurrente, en que se cambia «mar adentro» por «por adentro», produciendo un error en el sentido pues no sabe el lector por adentro de qué avanza el pedazo de tierra. También el cambio puede consistir, como ocurre s.v. zóster, no en una variación en el sentido de ningún modo, sino en la concepción de la microestructura en lo que se refiere a las remisiones, que el DEHA prefiere ofrecer agregando al término al que remite la acepción que le interesa (o parte de ella), no como lo hace el DRAE que dice solo la voz a que remite y si es necesario el número de acepción que corresponda. En el caso del cambio en el orden de las acepciones (como s.v. decimal y homólogo), se observa que el DEHA incluye nuevas acepciones, que son las que producen ese cambio en la organización del artículo. Otros casos reseñables son los de borriquete y tifus pues la decisión del DEHA es hacer lo contrario a lo propuesto por el DRAE 1884. Es decir, que en vez de remitir borriquete a borrico y tifus a tifo, el DEHA remite borrico a borriquete y tifo a tifus. Esto indica una preferencia distinta por un término, que al menos en el caso de tifo es una elección avanzada pues en el DRAE 1925 se cambia la remisión y queda como la proponía el DEHA165. Transcribo a continuación estos ejemplos. 165 Domínguez (1853) y Gaspar y Roig (1853-1855) proponen, como el DEHA, que tifo remita a tifus. 382 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA DRAE 1884 Borrico. (De burro.). m. Asno.║Armazón compuesta de tres maderos, que, unidos y cruzados en ángulos oblicuos hacia su parte superior, forman una especie de trípode que sirve á los carpinteros para apoyar en ella la madera que labran. ║ fig. y fam. Hombre necio. Ú. t. c. adj. ║ Caer de su borrico. […] DEHA BORRICO (de burro): m. ASNO. [cita de Iriarte y de Don Ramón de la Cruz] – BORRICO: BORRIQUETE. – BORRICO: fig. y fam. Hombre necio. U. t. c. adjetivo. – CAER DE SU BORRICO: […] BORRIQUETE (d. de borrico): m. Carp. Armazón compuesta de tres maderos, que, unidos y cruzados en ángulos oblicuos hacia su parte superior, forman una especie de trípode que sirve á los carpinteros para apoyar en ella la madera que labran. – BORRIQUETE: Cant. […] Borriquete. m. Carp. Borrico, 2.ª acep. Tifo. (Del gr. τυφος; de τύφω, abrasar.) m. Med. Fiebre aguda, continua, epidémica y contagiosa, caracterizada por perturbación profunda del sistema nervioso, estupor y alteración de la sangre, y dependiente de la influencia de miasmas que se engendran en los campamentos, hospitales, embarcaciones y cárceles, cuando á grande acumulación de individuos se agregan alimentos de mala calidad y afecciones morales tristes. ║ asiático. Med. Cólera morbo. ║ de América. Med. Fiebre amarilla. ║ de Oriente. Med. Peste levantina. – BORRIQUETE: Mar. [… ] TIFO (del gr. τυφος; de τυφω, abrasar.) m. Med. TIFUS. …; la naturaleza amputa ó extirpa impasiblemente las excrecencias de población, los vivientes exuberantes, por medio de las privaciones, … del TIFO y de las pestilencias. MONLAU. – TIFUS ASIÁTICO: CÓLERA MORBO. – TIFUS DE AMÉRICA: FIEBRE AMARILLA. – TIFUS DE ORIENTE: PESTE LEVANTINA. TIFUS m. Fiebre aguda, continua, epidémica y contagiosa, caracterizada por perturbación profunda del sistema nervioso, estupor y alteración de la sangre, y dependiente de la influencia de miasmas que se engendran en los campamentos, hospitales, embarcaciones y cárceles, cuando á grande acumulación de individuos se agregan alimentos de mala calidad y afecciones morales tristes. – Murió del TIFUS ha un mes En la ciudad de Lamego. BRETÓN DE LOS HERREROS. – TIFUS ICTEROIDES: FIEBRE AMARILLA. – TIFUS: Patol. Con este nombre, y mejor aún con el de tifus exantemático, describen los autores modernos una afección general, contagiosa, que presenta muchas analogías con los exantemas agudos, […] Tifus. m. Med. Tifo. ║ icteroides. Med. Fiebre amarilla. Un segundo tipo de cambio se produce cuando el DEHA sigue la marca y la definición del DRAE 1884 pero hace aparecer seguidamente el desarrollo enciclopédico. Es decir, en vez de hacer una entradilla enciclopédica separada, se usa la definición simple del DRAE como inicio de la entrada enciclopédica. Esto se corresponde con el modo en el que se plantea en otras voces, no provenientes del DRAE, el artículo correspondiente. Como se vio en diversos ejemplos en 3.2.1.2., hay un denominador común en los artículos enciclopédicos de voces de ciencia y técnica que consiste en iniciarlos con una definición sencilla y general, que es seguida por la 383 PILAR PARDO HERRERO información enciclopédica. En los casos en que la definición proviene del DRAE, se está aceptando su definición como correcta y adecuada y lo que hace el DEHA es acompañarla de información complementaria. En el corpus que se ha manejado se presentan seis casos: albumen digestor drupa jarrón lactucario manómetro Bot. Quím. Bot. Arq. Farm. y Terap.166 Fís. Se transcriben a continuación tres de ellos. DRAE 1884 Drupa. (Del lat. drūpa; del gr. δρυπεής, maduro en el árbol.) f. Bot. Pericarpio carnoso de ciertos frutos, sin valvas ó ventallas y con una nuez dentro. DEHA DRUPA (del lat. drūpa; del gr. δρυπεής, maduro en el árbol): f. Bot. Pericarpio carnoso de ciertos frutos, sin valvas ó ventallas y con una nuez dentro. En las clasificaciones botánicas de los frutos se llama drupa á todo fruto idehiscente, monospermo ó oligospermo, cuyo mesocarpo es carnoso y suculento, como en la ciruela ó en el melocotón, […] JARRÓN (aum. de jarro): m. Arq. Adorno semejante al jarro, que se suele poner en los remates de las fábricas, especialmente en las portadas. También puestas sobre pedestales sirve para la decoración de galerías, museos, escaleras, jardines, etc. Se han construido de piedra, mármol, jaspe, pórfido, porcelana, vidrio, barro cocido, y también en diversos metales. Sus formas han variado con las épocas y gusto predominante en ellas. Los JARRONES y aguamaniles dorados, sirven á la vana ostentación más que no al uso. NÚÑEZ DE CEPEDA. Dormitorio morisco, magníficamente adornado, con lámparas, JARRONES de flores y pebeteros. HARTZENBUSCH. LACTUCARIO (del lat. Lactucarĭum; de lactūca, lechuga): m. Farm. y Terap. Zumo obtenido por medio de incisiones hechas en los tallos de la lechuga espigada, el cual, desecado al sol, se usa como medicamento calmante. Las lechugas de que especialmente se extrae el lactucario son la lechuga silvestre espinosa (Lactuca scariola), la lechuga venenosa ó ponzoñosa (Lactuca virosa), comunes en el Mediodía de Europa, ambas narcóticas; la Lactuca altísima, que da el mejor lactuario, y la Lactuca elongata, que en los Estados Unidos se usa como narcótico. […] Jarrón. (aum. de jarro.) m. Arq. Adorno semejante al jarro, que se suele poner en los remates de las fábricas, especialmente en las portadas. Lactucario. (Del lat. Lactucarĭum; de lactūca, lechuga.) m. Farm. Zumo obtenido por medio de incisiones hechas en los tallos de la lechuga espigada, el cual, desecado al sol, se usa como medicamento. 166 En esta voz se añade la marca de terapéutica a la de farmacia, que es la del DRAE 1884. He preferido contemplar aquí este ejemplo y no en el del cambio en la marcación, que comento a continuación, pues considero relevante que conserve primero la marca del DRAE y que se observe la propuesta de variación que en estos casos ocupa: unir definición del DRAE a artículo enciclopédico. 384 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Un tercer tipo de cambio ocurre en la marca, es decir, la definición es la misma, quizá con cambio mínimo, pero el campo al que se asigna el término varía. Esto sucede en ocho casos: Año en que entra a la lexicografía académica 1869 1884 1884 1843 anat. 1734 Anatomia 1869 Med. 1852 Náut. 1884 Lema afectar 4 extraer 2 frontal lumbar membrana 2 quilífero regata ungüis Marca DRAE 1884 For. Alg. y Arit. Zool.. Zool. Zool. Zool. Mar. Zool. Marca DEHA Leg. Mat. Anat. Anat. Anat. Anat. Deporte mar. Anat. Cuadro 18. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA pero cambia la marca Se ofrece a continuación la transcripción de algunos ejemplos. DRAE 1884 Afectar. (Del lat. affectāre; de ad, á, y factāre, frecuent. de facĕre, hacer.) a. […]║ For. Imponer gravamen sobre una finca, sujetándola al cumplimiento de alguna carga, ó hipotecándola al pago de una deuda. DEHA AFECTAR (del lat. affectāre; de ad, á, y factāre, frecuent. de facĕre, hacer): a. […] – AFECTAR: Leg. Imponer gravamen sobre una finca, sujetándola al cumplimiento de alguna carga, ó hipotecándola al pago de una deuda ó cualquier alhaja. FRONTAL (del lat. frons, frontis, frente): adj. Anat. Perteneciente ó relativo á la frente. … nada de los emplastos que aplican otras (comadres) en la mollera FRONTAL con el objeto de cerrarla, etc. MONLAU. – FRONTAL: […] REGATA (del ital. regatta): f. Deporte mar. Espectáculo de dos ó más lanchas ú otros buques ligeros, que remando contienden entre sí sobre cuál llegará antes á un punto dado, para ganar un premio ó apuesta. Esta palabra, de origen italiano, que en castellano quiere decir canalillo, ha conservado en todos los países su nombre originario, debido sin duda á que era en los canales ó calles de Venecia donde eran más frecuentes las luchas de carrera entre góndolas; […] Frontal. (Del lat. frons, frontis, frente.) adj. Zool. Perteneciente ó relativo á la frente. Músculos FRONTALES. ║ […] Regata. (Del ital. regatta.) f. Mar. Espectáculo de dos ó más lanchas ú otros buques ligeros, que remando contienden entre sí sobre cuál llegará antes á un punto dado, para ganar un premio ó apuesta. Este tipo de variación es muy relevante por lo que implica asignar términos a un campo o a otro, ya que significa una determinada comprensión de dichos campos de especialidad. En el caso de la voz afectar, el cambio del campo forense por el de legislación (que sucede en otras ocasiones y en particular en el inicio de la obra) es síntoma de ir dejando atrás la denominación forense para el campo del derecho. El DEHA usa distintas marcas para referirse a cuestiones de legislación y justicia («For.», 385 PILAR PARDO HERRERO «Der.», «Leg.», «Jurisp.»), lo cual indica asistemasticidad; pero a la vez la decisión de no seguir la marca académica indica una preferencia. Por último, se observa que hay varios casos de cambio de marca «Zool.» por «Anat.», que es relevante pues aunque asume la definición, el DEHA no comparte la marca, lo que resulta, considero, acertado ya que aunque la zoología trata sobre los animales, la anatomía específicamente trata sobre las partes de un cuerpo orgánico, como define la propia Academia en 1884, por lo que voces relacionadas con el cuerpo, como lo son las aquí presentadas, parecen más adecuadamente ubicadas dentro de lo que corresponde a la anatomía, sin dejar por ello de referirse igualmente al ámbito animal167. En los casos hallados de cambio de marca en este corpus, la decisión del DEHA parece explicable, en el caso de afectar porque actualiza el campo, en el de extraer por generalizar el uso a un campo más amplio, en el de regata porque restringe la voz al uso lúdico (que termina en que la palabra deje de tener marca en el DRAE 2001), y más claramente en el caso de las demás voces, que el DEHA marca como de anatomía pues entiende que es el campo más apropiado. El cuarto tipo de cambio encontrado consiste en la utilización de la definición del DRAE 1884 (puede haber algún cambio pero en general no se presentan), pero suprimiendo la marca. Esta supresión de la marca se encuentra en 38 términos del corpus. Lema eclampsia epidermis esplenio flexuoso, sa galvanismo hidropesía horizonte húmero ictericia jugo gástrico (jugo 3) laringe Marca DRAE 1884 Med. Zool. Zool. Bot. Fís. Med. Geogr. Zool. Med. Fisiol. Zool. Año en que entró a la lexicografía académica 1884 1803 Anat. 1803 Anat. 1884 1869 sin marca y diferente 1780 sin marca 1734 sin marca, como horizonte terrestre o geográfico 1884 1734 1884 1734 voz anatómica 167 Lo que sucede con el cambio de la abreviatura de zoología por la de anatomía es interesante, pues en las abreviaturas del DRAE 1884 no está «Anat.», que sí está en 1869 y vuelve en 1925. Por qué la Academia eliminó la abreviatura para el campo de la anatomía es algo que no puedo responder aquí, pero valdría la pena quizá dedicarle un estudio particular. Por otro lado, hay que decir que el DEHA no en todos los casos hace el cambio de marca (cf. órbita ‘cuenca del ojo’, que conserva la marca «Zool.»), asistematicidad que conlleva un posible problema para el lector atento. 386 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA multiplicador 2 nadir nebulosa nihilismo nimbo 2 obstrucción 2 oleína ozono peculado queratitis quiste quita rarefacción reactivo, va rob rumiante 2 sarcocela silicato sirena sóleo sopor taxidermia termómetro torno tubérculo (U)rano zodíaco Alg. y Arit. Astron. Astron. Fil. Numism. Med. Quím. Quím. For. Med. Cir. For. Fís. Quím. Farm. Zool. Med. Quím. Mit. Zool. Med. Hist.nat. Fís. Mec. Bot. Astron. Astron. 1734 sin marca 1734 sin marca 1884 1884 1869 1737 1884 1869 1737 term. juridico 1884 1884 1737 1737 Term. Philosóphico 1822 1737 Ter. con que los Chimicos 1832 sin marca 1884 1884 1739 sin marca 1739 Term Anatom. 1739 sin marca, marca en 1884 1869 1780 sin marca, 1803 Instrumento de física 1739 sin marca 1852 2ª acep. sin marca, marca en 1884 1884 1739 sin marca Cuadro 19. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA pero elimina la marca Algunos ejemplos se presentan seguidamente: DRAE 1884 Eclampsia. (Del gr. εκλαμψις, DEHA ECLAMPSIA (del gr. εκλαμψις, brillo ó resplandor súbito; de εκ, de, y λάμπω, brillar): f. Enfermedad de carácter convulsivo, que suelen padecer los niños y las mujeres embarazadas ó recién paridas. Acomete con accesos, y va acompañada ó seguida ordinariamente de pérdida ó abolición más ó menos completa de las facultades sensitivas é intelectuales. – ECLAMPSIA: Patol. y Obst. En otro tiempo se empleaba este nombre para designar toda exaltación de las propiedades vitales, y así se confundía, bajo una misma denominación, los estados nerviosos más diversos, incluso la epilepsia. Hoy se llama eclampsia los abscesos epileptiformes que se presentan tan sólo una ó pocas veces y durante un tiempo limitado. […] brillo ó resplandor súbito; de εκ, de, y λάμπω, brillar.) f. Med. Enfermedad de carácter convulsivo, que suelen padecer los niños y las mujeres embarazadas ó recién paridas. Acomete con accesos, y va acompañada ó seguida ordinariamente de pérdida ó abolición más ó menos completa de las facultades sensitivas é intelectuales. 387 PILAR PARDO HERRERO Flexuoso, sa. (Del lat. flexuōsus.) adj. Bot. Que forma ondas. FLEXUOSO, SA (del lat. flexuōsus): adj. Que forma ondas. Tiene más uso en Botánica. El tejido de los testículos es un conjunto de arterias, venas,… del cual resulta un parénquima ó sustancia formada de una inmensa cantidad de filamentos tenuísimos, muy FLEXUOSOS, etc. MONLAU. Laringe. (Del gr. λάρυγξ.) f. Zool. Especie de conducto ternilloso en forma de caja situado debajo de la parte posterior de la lengua. Es el órgano de la voz y sirve para dar paso al aire que respiramos, por medio de una abertura en su parte superior, correspondiente á las fauces, y de otra inferior, por la cual se comunica con la tráquea. LARINGE (del gr. λάρυγξ): f. Especie de conducto ternilloso en forma de caja situado debajo de la parte posterior de la lengua. Es el órgano de la voz y sirve para dar paso al aire que respiramos, por medio de una abertura en su parte superior, correspondiente á las fauces, y de otra inferior, por la cual se comunica con la tráquea. La lígula es aquella lengüetilla o lengüeta que impide la respiración: y la LARINGE se llama en latín guttur ó cabeza de la áspera arteria, proprio órgano de la voz. FERNANDO DE HERRERA. Pasa la voz (en la pubertad) á la boca Desde la hueca LARINGE En problemático son Mixto de tenor y tiple. BRETÓN DE LOS HERREROS. – LARINGE: Anat.y Patol. Hállase situado este órgano complejo entre el hueso hióides y la tráquea, por delante de la faringe, y entre los gruesos vasos y nervios del cuello. […] NIHILISMO (del lat. nihil, nada): m. Negación de toda creencia. – NIHILISMO: Negación de todo principio religioso, político y social. Este sistema tiene muchos partidarios en Rusia desde 1871, en que se descubrió la primera conspiración nihilista. REACTIVO, VA (de reacción.) adj. Dícese de todo cuerpo que, por medio de un fenómeno fácil de observar, descubre la presencia de otro, obrando sobre él químicamente. U. m. c. s. m. Los estigmas de su flor (de la del azafrán),… contienen una parte amarilla soluble en el agua, que se convierte en azul, en verde y en rojiza por medio de REACTIVOS bastante usuales. OLIVÁN. …para que pudiera realizarse el matrimonio, bastábales que la sangre fuese azul, y esto no se averiguaba por medio de los REACTIVOS químicos, etc. ANTONIO FLORES. – REACTIVO: Quím. El sentido que se da á la palabra reactivo refleja hoy alguna vaguedad, según se aplique en general á aquellos cuerpos que en su contacto con otros determinan cambios de orden químico, es decir, de combinación ó descomposición en el sentido más lato de estos términos […] Nihilismo. (Del lat. nihil, nada.) m. Fil. Negación de toda creencia. ║ Negación de todo principio religioso, político y social. Reactivo, va. (De reacción.) adj. Quím. Dícese de todo cuerpo que, por medio de un fenómeno fácil de observar, descubre la presencia de otro, obrando sobre él químicamente. Ú. t. c. s. m. 388 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA La supresión de la marca, manteniendo la definición, tiene como una posible consecuencia en la microestructura que estos términos se entiendan como voces comunes. Pero, ¿lo son realmente? De estos términos, 16 incluyen una cita de uso (algunas de Autoridades), ejemplos textuales que son más frecuentes en el vocabulario común. De otra parte, 30 de los 38 aparecen en el DEHA acompañados por una entradilla enciclopédica que sí tiene marca de especialidad168. Descartar la marca parece sugerir que ciertos términos que ya están en el diccionario académico, asumiendo que por tanto ya están incorporados en la lengua común culta, pueden definirse sin necesidad de acompañarlos de una marca. Esto es posible pues pueden hacer parte de un discurso emitido por un hablante culto en un contexto en el que será entendido por los oyentes. Por otro lado, la tendencia a ofrecer junto a la definición simple un artículo enciclopédico implicaría atender allí a las precisiones necesarias que requieren los términos para ser usados por especialistas o en contextos especializados, lo que nos devuelve a la discusión del apartado sobre microestructura acerca de si la marca del artículo enciclopédico puede ser doble (tanto restrictiva como temática). Además, en el cuerpo del diccionario se observa, como se ha aludido en 3.2., que cuando la voz que integra el DEHA con marca de especialidad no proviene del DRAE 1884, esta es casi siempre marcada con la abreviatura para indicarlo, por lo que esta eliminación de marcas lleva a dar continuación al planteamiento de que el DEHA asigna como una de las funciones de las abreviaturas indicar que el término aun no hace parte del lenguaje general propuesto por la Academia. La razón para eliminar la marca del DRAE 1884 de la definición del DEHA podría ser, pues, para incluir la voz en lo que se considera lengua común; esto, sin embargo, no es del todo seguro, ya que no ocurre de un modo sistemático. 3.3.1.1.c. Términos del DRAE 1884 que incluye el DEHA sin seguir la propuesta académica En el grupo de voces que pese a estar en el DRAE 1884 el DEHA consigna sin reproducir la información allí contenida, hay solamente 20 términos del corpus, un 10%. A continuación los listo junto con la marca que les asigna el DRAE. En varios casos la marca es la misma que propone el DRAE, pero en otros tantos no, lo que de nuevo lleva a considerar que la asignación de los campos es una actividad reflexionada por los redactores. Como en los ejemplos sobre cambios de marca, aquí también hay varios de palabras que el DRAE tienen como de zoología y el DEHA marca en el artículo como de anatomía (epidermis, esplenio, húmero, laringe); o de forense que el DEHA marca de legislación (peculado, quita). 168 389 PILAR PARDO HERRERO Lema ábaco aberración 2 acojinamiento aducción agrión aislador, ra autoplastia bao becuadro coroidea diátesis fabordón férrico, ca gola 4 jurisdicción ordinaria (jurisdicción 8) lúnula navícula 2 número plural (número 24) pigmento sulfuro Marca DRAE 1884 Arq. Astron. Mec. Zool. Veter. Fís. Cir. Mar. Mús. Zool. Med. Mús. Quím. Arq. For. Geom. Zool. Gram. Zool. Quím. Cuadro 20. Términos del DRAE 1884 que el DEHA no sigue La marca asignada por el DRAE 1884 puede decirse que sí se corresponde con la del DEHA en la mayoría de casos. Aquellos en los que el DEHA cambia o elimina la marca son: aducción: el DEHA la marca como de fisiología, coroidea: el DEHA no la marca, jurisdicción ordinaria: el DEHA explica este término dentro del artículo enciclopédico s.v. jurisdicción marcado como de legislación, lúnula: el DEHA la marca como de matemática, navícula: el DEHA la marca como de botánica, y pigmento: el DEHA la marca como de anatomía y fisiología. El hecho de que el DEHA no utilice la información, en particular la definición, que ya contenía el DRAE 1884 parece ser consecuencia de que los encargados de dichas entradas no están satisfechos con lo que propone la Academia169. Siendo estas voces de ciencia y técnica esto resulta importante pues conlleva un esfuerzo por ofrecer una mayor calidad terminológica. 169 En el caso de las voces de este grupo comenzadas por a ―casi la tercera parte― la razón por la que se produce la no coincidencia con el DRAE podría estar relacionada con que el comienzo del DEHA data de antes de 1884 y además de que el encargado es inicialmente Benot, quien se propone hacer un diccionario original y crítico (Pardo Herrero 2012 en prensa). 390 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA En este grupo podría decirse que el cambio de definición consiste básicamente en una formulación diferente; en varios casos a esto se suma la inclusión de información propiamente enciclopédica siguiendo la definición o en la forma de entradillas enciclopédicas. Pero la relevancia de que no se siga al DRAE se encuentra más bien en casos en que el concepto en sí varía. Esto es claro para los términos agrión, coroidea, fabordón y navícula, de los que se ofrece la definición del DRAE 1884 y el DEHA a continuación: DRAE 1884 Agrión. F. Veter. Callosidad que se forma en la parte superior y posterior del segundo hueso del corvejón entre el cutis y la terminación de los músculos gemelos. DEHA AGRIÓN: m. Bot. prov. And. CINAMOMO. […] Coroidea. (Del gr. χοροειδής; de χοριον, cuero, y ειδος, forma) f. Zool. Membrana del ojo, entre la esclerótica y la retina. — AGRIÓN: Vet. Este tumor que se presenta en la parte más alta del corvejón no es una callosidad como ha definido la Academia, puesto que aparece en una región donde no hay roce alguno, sino que está constituido por una infiltración serosa ó por acúmulo de líquidos en una bolsa mucosa que se halla sobre los tendones que cubren el calcáreo. […] COROIDEO, DEA (de coroides) adj. Que tiene relación con la coroides ó con el plexo coroides. Plexo coroideo ó coroides. V. PIAMADRE. Tela coroidea. V. PIAMADRE. Arteria y venas coroideas. V. PIAMADRE. COROIDES (del gr. χοροειδής; de χοριον, cuero, y ειδος, forma) f. Agric., Fisiol. y Patol. Membrana vascular del ojo situada entre la esclerótica y la retina. […] FABORDÓN: (del fr. faux-bourdon; de faux, falso, y bourdon, sonido grave ó bajo.) m. Mús. Armonía de nota contra nota formada sobre un canto llano, en que el bajo lleva la voz cantante, y por cuya causa, esto es, por abandonar el papel de fundamental, se le denomina falso en la etimología. El cantar FABORDÓN y sonar á destemple, denuncia lo que esperamos. JUAN DE LUCENA. Dos tiempos tiró suaves El buey, oyendo las voces, Y la mula con las coces, Les echaba el FABORDÓN. MANUEL DE LEÓN. NAVÍCULA (del lat. navǐcŭla.) f. dim. de NAVE. Fabordón. (De fa y bordón, cuerda gruesa.) m. Mús. Composición en que algunas voces cantan con igualdad total. Comúnmente significa un punto muy bajo ó grave en la escala ó en el teclado. Navícula. (Del lat. navǐcŭla.) f. d. de Nave. ║ Zool. Animalillo infusorio considerado como uno de los límites del reino animal y tránsito al vegetal. — NAVÍCULA: Bot. Género de algas diatomáceas perteneciente á una familia de las más extensas de este curioso grupo. […] En seguida se comentan brevemente estos ejemplos. En la voz agrión como término de veterinaria, la enmienda a la Academia es clara. Lo más interesante es notar que esta palabra entró en Autoridades 1770 como término de albeitería y se definía la voz como ‘tumor’, que es como se define hasta el DRAE 1803. De 1817 a 1899 se define como 391 PILAR PARDO HERRERO ‘callosidad’, y a partir de 1914 como ‘tumefacción’. Así pues, se observa que la Academia definía la voz en un inicio de una manera, pero la cambió. El DEHA, en este caso quien se encargara de este término, pone de manifiesto lo que considera un error y en vez de seguir a la Academia apunta la «equivocación» y ofrece información enciclopédica. Aparte de esto cabe anotar también que el DEHA opta por colocar en primer lugar la acepción que el DRAE 1884 da como segunda, marcándola además como de botánica y de uso particular en la provincia de Andalucía. En la voz coroidea como término de zoología, se observa que el DEHA no le asigna marca y no la considera un sustantivo sino un adjetivo. Esta consideración gramatical es correcta. El DEHA, sigue la definición del DRAE 1884 para coroidea (es la única edición que contiene esta voz) pero para la voz coroides, que es lo acertado, la cual marca como de anatomía, fisiología y patología y que completa con un artículo que sigue a la definición. El DRAE 1899 elimina la voz coroidea por coroides pero mantiene la marca «Zool.». En la voz fabordón como término de música, se observa ―lo que es excepcional― que se propone una etimología diferente, así como una definición también distinta. El DEHA se muestra como correcto si se considera que para la edición del DRAE 1899 se adopta la etimología apuntada por dicha obra y se modifica la definición: «Fabordón. (del fr. faux-bourdon.) m. Mús. Contrapunto sobre canto llano, usado principalmente para la música religiosa». Este caso, además, es el único del grupo en que se ofrecen citas, ambas de Autoridades. En la voz navícula como término de zoología, se observa que el DEHA opta por la marca del campo de la botánica pues considera que estos organismos están más cerca del reino vegetal que del animal al considerarlos ‘algas diatomeas’. Estando el DEHA en lo cierto vemos que el DRAE 1899 cambia la marca de zoología por la de botánica, así como la definición, que pasa a ser «Alga microscópica en forma de navecilla, muy abundante en las aguas dulces y saladas»170. 170 Hoy navícula no tiene marca de especialidad y se define como «Diatomea abundante en las aguas dulces y saladas, cuyo caparazón tiene forma de navecilla.» 392 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Siendo el grupo de las voces que no reproducen el DRAE 1884 reducido, puede afirmarse que el DEHA sí toma mucha información de dicho repertorio. Sin embargo, definitivamente, no es una reproducción. Estos casos lo demuestran, y aunque no es fácil asegurar que el DEHA influyó en el DRAE para que hiciera cambios en algunos artículos, al menos por los tres últimos ejemplos ofrecidos aquí podría considerarse que sí lo hizo171. Tras observar el uso que hizo el DEHA del DRAE 1884 en el cuerpo de la obra, puede afirmarse que el DEHA sigue de cerca la nomenclatura del DRAE 1884 en lo referente al léxico académico marcado como de especialidad, así como las definiciones que da este repertorio. El DRAE 1884 es, por tanto, una fuente lingüística del DEHA. Sin embargo este hace uso de las informaciones académicas de diversas formas, lo que pone de manifiesto que el trabajo del DEHA va más allá de la simple reproducción de esta obra lexicográfica, su uso incluye una revisión de su contenido. Los cambios conllevan a su vez una visión de las ciencias y del propio uso del diccionario enciclopédico. Aunque por el corpus parece que todas las acepciones con marca diatécnica del DRAE 1884 están en el DEHA, cabe decir que no es así. Hay acepciones del DRAE que el DEHA no reproduce como la segunda de molusco ‘clase de estos animales’, la segunda de orquídeo, dea ‘familia de estas plantas’ o la tercera de rumiante ‘orden de estos animales’, porque al hablar de clasificaciones taxonómicas prefiere hacer referencia a ellas en plural, como grupo animal o vegetal, en el artículo enciclopédico. Esto mismo ocurre con los términos compuestos de ángulo, que el DEHA prefiere definir diferente dentro del artículo enciclopédico de esa entrada marcado como de matemática (ángulo agudo, complementario, curvilíneo, diedro, etc.), en el marcado como de física (ángulo de reflexión y de refracción) y en el marcado como de astronomía (ángulo azimutal). Estas decisiones están asociadas al carácter enciclopédico del diccionario, aunque son discutibles a nivel lexicográfico pues los términos no son fácilmente localizables al no tener entradilla independiente. Pero la eliminación de una acepción también puede deberse a otra razón: corregir a la 171 Quizá el caso que mejor mostraría la influencia del DEHA en el DRAE sea el de navícula, pues si el DEHA es el primer diccionario que asigna la marca de botánica a esta voz (teniendo como referencia los repertorios del NTLLE), es posible considerar que el DRAE lo tuvo presente. De todas formas, cabe pensar que en este caso, como en el de fabordón, el adelantamiento del DEHA sea producto de posibles informaciones de académicos a los redactores y colaboradores del DEHA. 393 PILAR PARDO HERRERO Academia, como s.v. nadir, cuya segunda acepción, nadir del Sol, no es reproducida por el DEHA sino que en el artículo con marca de astronomía, tras un primer párrafo, apunta: Nadir del Sol es el nombre que algunos astrónomos antiguos dieron al eje del cono de sombra producido por la Tierra, y le llamaban así porque este eje corta á la elíptica en un punto diametralmente opuesto al Sol. Esta acepción de la palabra nadir está completamente en desuso. Esta corrección silenciosa a la Academia (la cual nunca ha quitado esta acepción ni la ha marcado como antigua), indica, de nuevo, la revisión del DRAE 1884 para la redacción del DEHA. En la misma línea, de manera contraria a lo comentado en este apartado, también debe decirse que hay casos en que el DEHA pone marca a voces no marcadas en el DRAE (cf. balata, no marcada en el DRAE 1884 y marcada como término de música en el DEHA), lo que permite decir que, en vez de hacer de un término especializado un término común al eliminar la marca, el DEHA en ocasiones opta por lo opuesto, o sea por restringir a un campo determinado el uso de una voz que para el DRAE era de carácter general. Algo que destaca en este corpus es que un número importante de las voces provenientes del DRAE 1884 tienen en el DEHA citas de uso. La cantidad de voces con marca de especialidad en el DEHA y con citas de uso son muchas menos que las comunes, pero las autoridades utilizadas son de interés pues muestran que las voces marcadas también pueden ser ejemplificadas tanto en discursos de especialidad como en textos literarios (§ más ejemplos en 3.2.1.). Asimismo, el DEHA recupera muchas de las citas que recogió el Diccionario de Autoridades (como s.v. serpentario), ofrece algunas nuevas para palabras que allí aparecían pero sin cita o con otra cita diferente (como s.v. foque) y ofrece autoridades más recientes para voces que ingresaron a la obra académica cuando esta ya no incluía ejemplos textuales (como s.v. gravitación Fís.). 3.3.1.2. Diccionarios de autor El cuerpo del DEHA no tiene como única fuente de vocabulario de especialidad el DRAE 1884. Antes bien, hace uso de otras fuentes para ampliar su nomenclatura. Entre ellas en posible contar diccionarios de autor del siglo XIX como el diccionario de Domínguez (1853) y el de Gaspar y Roig (1853-55). No siendo sencillo establecer un corpus de comparación, mucho más fácil al trabajar con el DRAE pues su uso es 394 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA generalizado, lo que se ofrece aquí solamente son algunos casos ubicados durante la investigación que permiten afirmar el uso de estos diccionarios172. Domínguez (1853) Abucasta. s. f. Especie de ánade marina, de color blanco y pardo. Electrografía. s. f. Fís. Tratado sobre la electricidad. DEHA ABUCASTA: f. Zool. Especie de ánade marina de color blanco y pardo. ELECTROGRAFÍA (de electro, por electricidad, y el gr. γραφειν, describir): f. Fís. Tratado sobre la electricidad. Gaspar y Roig (1853-1855) ABANDONAR : v. a. […] = Art. y Of.. : ABANDONAR AL CABALLO: en equitación, descuidar la mano de las riendas, aflojándolas en términos de que cese el apoyo del bocado sobre los asientos, y el sentimiento de reciprocidad entre la boca del caballo y la mano del ginete. ― ABANDONAR LAS RIENDAS : bajar la mano que las lleva, escitando al caballo a andar o correr con toda la velozidad de que sea capaz. […] DEHA ABANDONAR (del lat. abandonāre abandonnāre, de abāndum, fianza): v.a. […] ó — ABANDONAR: Equit. ABANDONAR AL CABALLO. En equitación, significa descuidar las manos de las riendas y aflojarlas de manera que cese el apoyo del bocado sobre los asientos, y el sentimiento de reciprocidad entre la mano del jinete y la boca del caballo. ║ABANDONAR LAS RIENDAS, Bajar la mano que las lleva, dejando al caballo correr con toda la velocidad que pueda. […] AMENIA (del gr. α, priv. y μήν, mes): f. Patol. Sinónimo de amenorrea. BABOSA (de baba, por la sustancia pegajosa que deja en los lugares por donde pasa): f. […] AMENÍA : s. f. Med. : sinón. de AMENORREA. BABOSA : s. f. […] =Veter. : nombre que se da en la isla de Cuba a una enfermedad del ganado vacuno, cuyos efectos son ponerse triste, enflaquecer, pasar la lengua por el pasto sin comerlo, beber apenas, y por último morir. CABEZUELA : s. f. […] =Art. y Of. : […] ― Entre alfareros, pieza sobre que se coloca la pella de barro que va torneando y tendiendo el oficial. […] — BABOSA: Vet. En la isla de Cuba se llama así una enfermedad del ganado vacuno cuyos efectos son ponerse triste el animal, enflaquecer, pasar la lengua por el pasto sin comerlo, beber apenas y por último morir. CABEZUELA f. […] — CABEZUELA: Alb. Entre alfareros, la pieza sobre que se coloca la pella de barro que va torneando y tendiendo el oficial. — […]173 ELECTRICISMO (de electricidad): m. Fís. Estudio que abraza ó comprende todos los fenómenos eléctricos, las teorías para explicarlos y sus aplicaciones prácticas. ELECTRICISMO : s. m. Fís. : sistema que comprende o abraza todos los fenómenos eléctricos. Un ejemplo de voz de otro diccionario, el de Salvá (1879 supl.), es miorama, definida allí como: «Espectáculo óptico por medio de vistas formadas de cartones pintados y recortados, representando terrenos, mares, ríos, pueblos, casas, etc., y figuras movibles, como hombres, cuadrúpedos, aves, barcos, carruajes, etc.» En Salvá esta voz no tiene marca diatécnica, como sí la tiene en el DEHA, que agrega además una etimología; de Salvá toma el inicio de la definición: «(del gr. μιος, menos, y δραμα, vista, espectáculo): m. Fís. rec. Espectáculo óptico por medio de vistas formadas de cartones pintados y recortados». La palabra aparece también en Domínguez (1853) y en Gaspar y Roig (1855). 173 La marca «Alb.» sería equivocada pues el campo es la alfarería, el cual en todo caso no está en la lista del primer tomo del DEHA. Además se rompe el principio de economía de la definición al iniciar con la forma «Entre alfareros», que es por lo demás un vínculo textual clave en esta voz entre el DEHA y Gaspar y Roig (1853-1855). Gaspar y Roig, por otra parte, sigue a Terreros (1786). La definición de Domínguez (1853) es también parecida pero tiene la marca «Alf.» y define directamente, lo que indica precisamente la relación con Gaspar y Roig. 172 395 PILAR PARDO HERRERO Aparte de estos ejemplos claros por el vínculo textual, vale la pena apuntar que en diversas ocasiones, palabras del DEHA marcadas con abreviatura de especialidad que no provienen del DRAE 1884 las encontramos en Domínguez, Gaspar y Roig y/o Salvá, por lo que estos repertorios puede considerarse que también influyeron en la nomenclatura, siendo posiblemente fuentes lingüísticas, aunque no de la definición. Algunas de esas voces son las siguientes (el guion largo indica que la voz no está en el repertorio): Lema aerificación caftán dacrina electrolítico fabularias piezómetro sicosis tarlatana vitiligo yack vitiligo Marca DEHA Fís. Indument. Bot. Fís. Zool. y Paleont. Fís. Derm. Art. y Of. Patol. Zool. Patol. Marca Domínguez (1853) Sin marca Sin marca Bot. Fís. ― Fís. ― Com. Patol. Sin marca Patol. Marca Gaspar y Roig (1853-55) Quím. Sin marca Bot. ― Zool. Fís. Med. ― Med. ― Med. Marca Salvá (supl. 1879) Sin marca Sin marca ― ― ― ― ― ― ― ― ― Cuadro 21. Voces de especialidad del DEHA en diccionarios de autor del siglo XIX Además de estas fuentes, se pueden incluir al menos tres más: 1. El toreo. Gran diccionario tauromáquico (1879) de J. Sánchez Neira. Esta fuente la dio a conocer Prieto García-Seco (2009: 541) aludiendo a las voces marcadas como de la tauromaquia: abanto (2.ª entradilla) y crecerse (ultima entradilla s.v. crecer). Otros ejemplos, ubicados por mí, son: abrir (25.ª entradilla)174, tomado más no reproducido; y cubeto, con pequeñas variaciones de redacción. 2. Diccionario marítimo español (1864) de José Lorenzo. Pude saber que se utilizó al comprobar que la voz abordador (tomo 1) sigue la definición allí ofrecida. El diccionario de Clairac, que se comenta a continuación, contiene muchas voces de marina que provienen del diccionario de Lorenzo. El DEHA, pues, podría haber sacado preferiblemente de Clairac estas voces aunque aparecieran en la obra de Lorenzo. Sin Sobre las voces ofrecidas por Prieto García-Seco, hay que decir que abanto no reproduce la definición de Sánchez Neira, aunque podría haber servido. En el caso de las palabras no marcadas que presenta Prieto García-Seco también vale la pena aclarar que los adjetivos no marcados en el DEHA corniapretado, cornigacho, corniveleto y cunero, aunque están en Sánchez de Neira no lo siguen, sino que siguen el DRAE 1884, edición en que ingresaron (excepto cunero que lo hizo en 1869). Los otros adjetivos, corniavacado y cornidelantero, tampoco marcados en el DEHA, sí tienen como fuente el diccionario de Sánchez, aunque con una fórmula inicial de la definición que difiere y se adapta a la del DRAE «Aplícase al toro ó vaca…». Esto mismo sucede, por ejemplo, s.v. cuatreño. 174 396 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA embargo, el uso del Diccionario marítimo se puede confirmar con el ejemplo dado, ya que esa voz no está en el diccionario de Clairac. 3. Diccionario General de Arquitectura e Ingeniería (DGAI) (1877-1908) de Pelayo Clairac. Su uso se comprueba, por ejemplo, con la voz cadenero ‘el que lleva la cadena y mide con ella’ de topografía, cuya definición reproduce la de Clairac. No es de extrañar este uso teniendo presente que el autor aparece en la lista de redactores del DEHA y que su diccionario, aunque no se había terminado (para 1891 iba por la palabra lluvioso), representaba un importante trabajo de lexicografía especializada de la época175. De este mismo diccionario salen otras muchas voces como las que se citan a continuación: DGAI (1877-1908) Aplique.(A. urb.) FR. Ferme, decoration accesible. ║ * Toda pieza de decoración en los teatros distinta del telón, de los bastidores y de las bambalinas, que se hace figurar en la escena para transformar una decoración. (MANJARRÉS. DEHA Segundo apéndice APLIQUE m. A. urb. Toda pieza de decoración en los teatros distinta del telón, de los bastidores y de las bambalinas, que se hace figurar en la escena para transformar una decoración. CABEZAL: m. […] —El arte en el teatro.—Vocabulario.) Cabezal. (Carp.) FR. Chantier. ║ * El calzo que se pone debajo del madero que se va á labrar sobre el banco y que levanta la pieza lo necesario al efecto: regularmente son dos los que se ponen. También se usan para apilar la madera en los corrales, poniéndolos debajo para que no toquen al suelo las primeras piezas. FR. Sommier. = ING. Box of a rib-saw.║ * Cada uno de los palos que atraviesan y sostienen la hoja en las sierras braceras. También se les dice codales. […] (Can.) FR. Traverse supérieure du barrage.=ING. Top-rail of a sluice. ║ * Travesaño horizontal que une los costados del marco en que juega la compuerta de un canal, que al propio tiempo sirve de tuerca al tornillo ó husillo con que aquella se maneja. (Dicc. ilust. de ART.) […] Cairel.(Arq.) FR. Contre-arcature, feston. ║ * Adorno en forma de fleco ó festón, calado y colgante, usado en la arquitectura ojival. (Fig. 603.) Tambien se le dice CRESTERÍA CAIRELADA. (V.) […] Dado. […] (Ferr.) FR. Dé, support en pierre.=ING. Stone-block. ║ * Basa de piedra que sirve de sostén ó apoyo á los cojinetes de una vía férrea: es sistema abandonado por sus muchos inconvenientes, y comenzó á emplearse en 1797. — CABEZAL: Can. Travesaño horizontal que une los costados del marco en que juega la compuerta de un canal, que al propio tiempo sirve de tuerca al tornillo ó husillo con que aquélla se maneja. — CABEZAL: Carp. El calzo que se pone debajo del madero que se va á labrar sobre el banco y que levanta la pieza lo necesario al efecto; regularmente son dos los que se ponen. También se usan para apilar la madera en los corrales, poniéndolos debajo para que no toquen al suelo las primeras piezas. Cada uno de los palos que atraviesan y sostienen la hoja en las braceras. También se les dice codales. CAIREL […] — CAIREL: Arq. Adorno en forma de fleco ó festón, calado y colgante, usado en la arquitectura ojival. (Fig. adjunta) […] DADO […] — DADO: Ferr. Basa de piedra que sirve de sostén ó apoyo á los cojinetes de una vía férrea; es sistema abandonado por sus muchos inconvenientes, y comenzó á emplearse en 1797. […] 175 Sobre la obra de Pelayo Clairac véase Garriga (2012a en prensa). 397 PILAR PARDO HERRERO Entremiche. (A. nav.) FR. Entreinise, clef.= ING. Chock. = IT Incinento. ║ * (Del francés entremise; de entre, entre, y mise, puesto.) Cada una de las traviesas de madera puestas en las los cubiertas entre los baos, sobre el durmiente y debajo del trancanil, las cuales encajan en las colas de pato de las extremidades de los baos, y sirven para contener en su largo las cabezas de éstos. «Sobre el bao ha de llevar asimismo un corbatón endentado en tl, y con su entremiche que endiente con el otro corbatón. . ..» (CANO. —Arte para fabricar naos.—Diál. 2.) «.... y generalmente se macizan con piezas llamadas entremiches simplemente, ó bien entremiches de baos....» (COLMENA.—Construcción naval—Pág. 189.) ║ * El hueco que resulta entre el canto alto del durmiente y el bajo del trancanil. ║ * Cada una de las piezas de madera que se ponen en los huecos de entrecuaderna y varenga de trecho en trecho, sobre la cara alta de la quilla, con el objeto de afirmar bien los fondos del buque. ENTREMICHE: m. Mar. Cada una de las traviesas de madera puestas en las cubiertas entre los baos, sobre el durmiente y debajo del trancanil, las cuales encajan en las colas de pato de las extremidades de los baos, y sirven para contener en su largo las cabezas de éstos. … sobre el bao ha de llevar asimismo un corbatón endentado en él, y con su ENTREMICHE que endiente con el otro corbatón… CANO. … y generalmente se macizan con piezas llamadas ENTREMICHES simplemente, ó bien ENTREMICHES de baos… COLMENA. — ENTREMICHE: Mar. hueco que resulta entre el canto alto del durmiente y el bajo del trancanil. — ENTREMICHE: Mar. Cada una de las piezas de madera que se ponen en los huecos de entrecuaderna y varenga de trecho en trecho, sobre la cara alta de la quilla, con el objeto de afirmar bien los fondos del buque. Estos pocos ejemplos demuestran que el DEHA utilizó el DGAI, parece que de forma continua, hasta el cuarto volumen, que llega hasta la voz lluvioso y es publicado el año 1891, el mismo en que muere el autor176. Asimismo, el último caso ofrece un dato importante, que es que el DGAI también fue fuente de citas textuales. Otras voces con la autoridad tomada de la obra de Clairac se encuentran s.v. amuso ‘pedestal de mármol donde se trazaba una rosa de los vientos’ de arquitectura; s.v. entremachón ‘lienzo de un muro entre dos machones’ de arquitectura; y s.v. litoclasa ‘grieta que separa en los terrenos unas clase de otras de rocas’ de minería. Es muy importante subrayar que descubrir que Clairac sirvió como fuente de nomenclatura y definiciones da también paso a tener la certeza de que sería autor de artículos enciclopédicos. Ejemplos de ello serían: s.v. abastecimiento. El artículo enciclopédico abastecimiento de aguas, con la marca «Can.», reproduce el artículo del diccionario de Clairac (tomo I). Solamente cambia la fecha de la ley de abastecimiento de aguas: Clairac daba como fecha de la ley 3 de agosto de 1866 y el DEHA la actualiza por la del 13 de junio de 1879. Si se observan los ejemplos de voces recogidas en la revisión del 5% para las marcas marina, arquitectura y minería, se obtiene que hasta el tomo 11 del DEHA, que termina en la letra Ll, gran parte de los vocablos tienen una filiación textual con el DGAI, mientras que las voces de los siguientes tomos, no, lo que comprueba que el DGAI de Clairac se usó regularmente en los tomos I a IV, para los tomos 1 al 11 de DEHA. 176 398 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA - s.v. caldera. El artículo enciclopédico caldera de vapor, con las marcas «Maq., Ind. y Mar.», tiene partes reproducidas del diccionario de Clairac (tomo I) más otras informaciones, lo que lleva a considerar que el ingeniero es el autor (sobre el uso de las ilustraciones § 2.1.4.2.). - s.v. calzada. El artículo para el término calzada romana, con la marca «Carr.», que reproduce íntegramente el artículo del DGAI (tomo I), incluyendo la ilustración y el cuadro «Calzadas romanas en España». Solo hay algunos cambios ortográficos, de carácter estilístico y editorial, como que el DEHA escribe imperio con mayúscula y Clairac con minúscula, el DEHA escribe números de una o dos cifras en forma de palabra y no con el símbolo (cuatro por 4), el DEHA actualiza la ortografía de jinete, en Clairac ginete, etc. - s.v. entramado. El artículo enciclopédico, con la marca «Carp. y Alb.», reproduce el que aparece en el DGAI (tomo II), incluyendo las ilustraciones, aunque en el DEHA son más chicas. Solamente se elimina una cita de las Ordenanzas de Madrid antes de la entradilla entramado colgado y el último párrafo, quizá por cuestiones de espacio del DEHA. Los cambios estilísticos son mínimos. Cabe anotar que en el artículo del DGAI la parte técnica se separa de una, digamos, histórica por medio de una línea horizontal y un par de espacios intermedios (cf. DGAI tomo II, p. 750). El DEHA no hace esa separación sino que sigue tras el punto aparte, lo que comporta para el texto una cierta incoherencia. - s.v. exposición. El artículo enciclopédico, sin marca, está basado en el del DGAI (tomo II) en esa misma voz. Es un caso especial pues usa gran parte del texto del DGAI, pero elimina párrafos y ordena de modo diferente la información. Me refiero con esto a que en el DEHA la parte final del artículo se dedica a España mientras en el DGAI los apuntes sobre el país están intercalados siguiendo solo el orden cronológico en que sucedieron las exposiciones. Esa parte final es importante pues algo más de la mitad es nueva con respecto al DGAI, destacando los últimos dos párrafos, referidos a la Exposición Universal celebrada en Barcelona en 1888, la cual no podía estar en el tomo II del diccionario de Clairac pues este se publica en 1884. - s.v. fachada. El artículo enciclopédico, con la marca «Arq.», reproduce el que aparece en el DGAI (tomo III). Solamente en el inicio hay diferencia 399 PILAR PARDO HERRERO pues el DEHA adapta el comienzo evitando dar la definición de Clairac, pues la voz ya se definió previamente siguiendo al DRAE 1884. Al final, las dos citas que ofrece el DGAI de Fr. Francisco de los Santos y de Colmenares, se eliminan en el DEHA. s.v. iconografía. El artículo enciclopédico, con la marca «Arqueol.», reproduce el que aparece en el DGAI (tomo IV), voz allí marcada como de arquitectura e iconología. Solamente en el inicio hay diferencia pues el DEHA adapta el comienzo suprimiendo la definición de Clairac, ya que la voz se definió previamente siguiendo al DRAE 1884. De nuevo hay pequeños cambios estilísticos, como escribir el número romano de los siglos el DEHA en versalitas mientras el DGAI lo hace en mayúsculas, o escribir con mayúscula iconografía, mientras el DGAI lo hace en minúscula177. Este uso patente y continuado de la obra de Clairac tiene una gran relevancia para el contenido del DEHA, pero la tiene también a nivel editorial. El hecho de que no se mencione nunca el uso de DGAI es una cuestión que parece ciertamente injusta, tanto en este caso como en el de las demás obras. Sin embargo, cuáles fueron las condiciones reales en que los editores compensaron a los impresores de las obras o a los propios autores, como Clairac, si es que lo hicieron, es algo que hasta ahora no se puede resolver. Por otra parte, los casos que muestran una reproducción total del DGAI, implican que la asignación de la autoría a Pelayo Clairac no es por textos originales hechos expresamente para el DEHA sino por textos ya escritos y publicados con antelación. Casos intermedios serían los de los artículos enciclopédicos s.v. caldera y 177 La reproducción de los artículos, incluyendo remisiones dentro del DGAI que pasan al DEHA, da pistas de otros artículos que pudieron tomarse de la obra de Clairac, aunque también puede llevar a errores, como sucede en calzada romana (s.v. calzada), donde por seguir al DGAI dice «[…] designándolas con los nombres de calzadas del diablo, de los gigantes, de Brunehilda, de la plata, etc., con que se las conoce respectivamente en Italia, Inglaterra, Flandes y España (V. dichos artículos)» y esas entradas no existen en el DEHA. Otro ejemplo ocurre s.v abastecimiento, donde el artículo enciclopédico abastecimiento de aguas remite a una acepción s.v. agua con marca «Maq.» que no existe. En ese mismo texto hay una remisión al artículo s.v. acueducto, que vale la pena mencionar pues es el único sobre el que hay información en la correspondencia entre Pagès y los editores. La carta es previa a la publicación, del 20/09/1886, y quiere ser una prueba de Pagès de que su trabajo es muy bueno y que la obra que están haciendo es valiosa. El ejemplo que da es el artículo para la voz acueducto. Pagès dice que no le gustó el texto de Clairac por ser copiado de Astort y ser este a su vez una traducción del Larousse (aunque esto habría que comprobarlo), por lo que manda traducir el artículo de la Británica y le pide a Eduardo Saavedra que lo apunte (véase p. 55). Efectivamente el texto del DEHA no es el del DGAI, aunque usa por ejemplo una ilustración de allí (la del acueducto de Nimes). Esta carta evidencia, por un lado, que efectivamente había relación con Clairac, y con Saavedra; por otro lado, las deudas entre diccionarios, los cruces entre ellos, así como la valoración de unos y otros; y también que había un trabajo de revisión del contenido para el DEHA, al menos para artículos considerados como relevantes. 400 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA exposición, donde hay reproducción y añadidos nuevos. Esa reproducción de artículos enciclopédicos como los mencionados aquí hace pensar en que los redactores aludidos al inicio de los volúmenes del cuerpo del DEHA pudieron tener una participación directa y activa, escribiendo artículos nuevos para la obra, o indirecta, prestando solamente su nombre mientras los editores hacen uso de textos suyos previamente escritos. Esta participación pasiva, en términos económicos, podría considerarse la más conveniente para los editores pues sería más barato que pagar por una creación nueva. Combinar participación activa y pasiva podría ser la justificación de algunos nombres en las listas de redactores, pero esta no es más que una hipótesis por comprobar178, como lo sería también probar que, según se observa con los ejemplos, la participación activa, al menos en el caso de Clairac, podría haber sido mayor al principio, disminuyendo al avanzar la obra. 3.3.1.3. El Diccionario universal de Astort hermanos El Diccionario universal de la lengua castellana, ciencias y artes dirigido por Nicolás María Serrano y publicado por Astort hermanos entre 1875 y 1882 es una fuente visible en el DEHA, como se observó al comentar las marcas de especialidad coincidentes (§ 2.2.1.1.) y según lo analizo en otro estudio (Pardo Herrero 2012 en prensa). Es además un texto cuyo uso se reconoce en la lista de obras que se encuentran en el documento del Fondo Montaner y Simón al que se hará referencia en el siguiente apartado (§ 3.3.1.4.). La utilización de esta obra se confirma solamente en el inicio del DEHA. El uso realizado casi exclusivamente al comienzo no hace de la obra, sin embargo, una fuente secundaria, pero sí es un dato a tener en cuenta para reflexionar sobre por qué deja de utilizarse. La razón, en el contexto editorial, podría ser que simplemente que Benot la usara y Pagès decidiera dejar de hacerlo por no satisfacerle el contenido. Pero también podría estar relacionada con el conflicto judicial por los derechos sobre el Diccionario universal que Montaner y Simón peleaba a través de Pi y Margall con Astort editores (§ nota 21). Ese conflicto podría haber dado paso a que el DEHA dejara de hacer uso de la obra de Astort por orden de esa casa editorial, o bien como un tipo de «castigo» por los problemas entre ellos. 178 El contrato entre Pagès y Montaner y Simón (M. y S. Pagès [26/03/1887]) establece que el primero se compromete a que «el original debe estar escrito por los señores que figuran en la portada del libro». ¿Son estos artículos tomados de la obra de Clairac ajenos a ese «original», o es una estrategia de Pagès considerarlos como tales para ahorrar en gastos? 401 PILAR PARDO HERRERO A continuación se presentan algunos ejemplos de voces con marca de especialidad en Astort, en comparación con el DEHA, para confirmar su relación textual. Diccionario de Astort hnos. (1875-1882) Abogado: s. m. […] Bot. Es un árbol de América, de grandes dimensiones, que pertenece al género de los laureles, y es también conocido con los nombres de añacato ó añacate. Abolaria: s. f. Zool. Género de plantas de la familia de las globularias; contiene varias especies, que se distinguen por tener exclusivamente hojas radicales y las flores colocadas en el ápice del tallo. Aboquillar: v. a. […] –Arquit. En arquitectura se llama ABOQUILLAR una abertura cuando se la ensancha por un lado y se la estrecha por el otro. Abracadabra: s. m. Mit. Nombre de un ídolo de Siria: á este nombre repetido un número determinado de veces de cierta manera, se le atribuian virtudes mágicas para curar las calenturas y otras enfermedades. Se emplea también esta palabra para calificar las creencias superticiosas. Abrasion: s. f. Med. Es la ulceración superficial de partes membranosas con pérdida de sustancia en pequeños fragmentos; se aplica esta palabra con especialidad á la mucosa intestinal cuando está ulcerada, y se separan pequeñas porciones de ella que son expulsadas con los excrementos. – Accion irritante de los purgantes drásticos. – Reabsorcion de las moléculas de que se hallan formados los órganos. DEHA ABOGADO: (del lat. advocatus) m. […] — ABOGADO: Bot. Árbol de América, de grandes dimensiones, que pertenece al género de los laureles; es también conocido con los nombres de añacato ó añacate. ABOLARIA: f. Bot. Género de plantas de la familia de las globularias; contiene varias especies, que se distinguen por tener solamente hojas radicales y las flores colocadas en el ápice del tallo.179 ABOQUILLAR: (de a y boquilla) a. […] — ABOQUILLAR: Arquit. En arquitectura, se llama aboquillar una abertura, cuando se la ensancha por un lado y se la estrecha por el otro. ABRACADABRA: m. Mit. Ídolo de Siria, á este nombre, repetido un número determinado de veces de cierta manera, se atribuían virtudes mágicas para curar las calenturas y otras enfermedades. Algunos llevaban este nombre escrito, ya en una cinta ó en un papel, ya en la misma piel […] ABRASIÓN: f. Med. Ulceración superficial de partes membranosas con pérdida de sustancia en pequeños fragmentos. Se aplica esta palabra con especialidad á la mucosa intestinal cuando está ulcerada y se separan pequeñas porciones de ella que son expulsadas con los excrementos. ║ Acción irritante de los purgantes drásticos. ║ Reabsorción de las moléculas de que se hallan formados los órganos Vicq-d’ Azyr [error del cajista]. ║ Acción de raspar la superficie de los huesos cariados, de la córnea ulcerada, de la mucosa uterina, etc., como también la de quitar el sarro de los dientes. ACEL: m. Quím. Tinta verde de los antiguos alquimistas. ACENA: f. ant. Agrim. Medida de longitud que usaban los agrimensores equivalente á diez pies próximamente, y llamada por los griegos decápodo. BAARA: f. Planta maravillosa procedente del monte Líbano, de la cual se decía que vegetaba en primavera después que se derretían las nieves. Era luminosa por la noche é invisible por el día, pretendiendo los alquimistas que tenía la propiedad de transmutar en oro los metales pobres y de destruir los encantamientos y sortilegios. Los árabes llaman hierba de oro á una planta que dicen ser el baara. Josefo, en su Historia de los judíos, habla de las virtudes de esta planta que compara á otra hierba de la Arabia empleada para las evocaciones. Acel: s. m. Quím. Tinta verde de los antiguos alquimistas. Acena: s. f. […] –Agrim ant. Medida de longitud que usaban los agrimensores, equivalente á diez piés próximamente, y llamada por los griegos decápodo. Baaras: s. f. Alquim. Nombre de una planta maravillosa del monte Líbano, que según decian, crecia en la primavera despues del deshielo de las nieves: era luminosa por la noche é invisible de dia, y los alquimistas pretendian que tenía la propiedad de transformar los metales en oro, y de destruir los hechizos de los sortilegios. Los árabes designan con el nombre hierba de oro una planta que dicen ser el BAARAS. Josefo, en su «Historia de los judíos,» se extiende sobre la virtud de esta planta, que él compara á otra hierba de la Arabia, usada para las evocaciones. 179 Correctamente, el DEHA cambia la marca «Zool.» por «Bot.», pues es una planta. 402 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Babingtonia: s. f. Bot. Género de plantas de la familia de las mirtáceas y de la tribu de las leptospermas. Backelis: s. m. Zool. Especie de buey que se emplea en la guerra y para guarda de los ganados en algunas comarcas de África. Backer: s. f. Zool. Especie de golondrina de mar que habita en el N. de Europa. BABINGTONIA (de Babington, naturalista inglés): f. Bot. Género de plantas de la familia de las Mirtáceas, tribu de las Leptospermas. BACKELIS: m. Zool. Especie de buey empleado en algunas comarcas africanas para la guerra y para guardar los ganados. V. BUEY. BACKER: f. Zool. Especie de golondrina de mar que habita en el Norte de Europa y que produce un grito muy agudo. En las voces comenzadas por a no doy todos los ejemplos que he visto en el primer tomo del DEHA (hay otros ejemplos en mi estudio sobre los primeros pliegos del DEHA (Pardo Herrero 2012 en prensa)), sin embargo, puede verse que son los más. Esto es, precisamente, porque al revisar algunas páginas del tomo 2 (ama-Azzoni Avogari), del tomo 3 (letra b) y del tomo 4 (c-Cezures) las coincidencias disminuyen drásticamente, encontrando apenas algunas en la letra b y ninguna en la c180. Pese a que muchas palabras de Astort aparecen en el DEHA, lo que se observa es una disminución progresiva de su utilización, quedando en todo caso solamente su utilidad como fuente de voces pero ya no de contenido de los artículos. 3.3.1.4. Otras fuentes reconocidas Además del DRAE 1884 y de diccionarios de autor previos al DEHA, no reconocidos como fuente para el vocabulario de ciencia y técnica en el cuerpo de la obra, hay otras fuentes que sí se reconocen por documentos externos a la obra misma. El documento al que hago referencia es del Fondo Montaner y Simón. Ese documento (M. y S. Pagès [30/03/1886]) está en la carpeta de Aniceto de Pagès y consiste en una lista de obras propiedad de la editorial que Benot habría entregado a Pagès cuando este pasa a hacerse cargo del diccionario. El listado nos ofrece las siguientes obras de carácter especializado, que se transcriben siguiendo el documento (la reproducción del original puede verse en el Apéndice 2, Fig 9a a 9d): Diccionario de música. 3 tomos. Incompleto. [podría ser el de Carlos José Melcior (1859)]; Baillon. Diccionario de botánica. [en francés de 1876]; Laboulaye Diccionario de manufacturas. [en francés de 1877]; Escriche. Diccionario de legislación Alcubilla. Diccionario de administración Código de comercio Código penal Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia por Balbino Cortés y Corrales [sic por Morales] Diccionario de la masonería. Incompleto Hay hasta Prosupina cuaderno 37 180 La disminución en el uso de Astort coincide con lo que parece una utilización de varias obras para producir el texto de un artículo. Ejemplo de ello son las voces abolboda y abolea, que parecen provenir de combinar la información de Astort (1875-1882) y Gaspar y Roig (1853-1855). 403 PILAR PARDO HERRERO Diccionario de arquitectura de Borch [¿?]. 4 tomos Diccionario militar por José Almirante Diccionario de las literaturas por Vapereau [Dictionnaire universal des litteratures 1876] Diccionario industrial de Lacroix Diccionario de biografía y mitología de Theil Diccionario de arqueología de Bosc Diccionario de antigüedades romanas de Rich181 Diccionario de agricultura. Dos cuadernos Diccionario de ciencias – 1 tomo. Falta el de letras y artes del mismo autor. Diccionario de letras y artes por Luis Gregoire Además de estos diccionarios, no pueden dejarse de lado las enciclopedias, entre las que se alude a las siguientes: Brocthaus. Enciclopedia alemana. 10 tomos. Incompleta. Enciclopedia Británica. Completa. Meyer. Diccionario aleman de la conversación Astort. Primer tomo. Los dos del apéndice (§ 3.3.2.) Pese al avance que significa contar con este listado de obras, seguramente quedan aún por descubrir muchas otras fuentes utilizadas para la composición del DEHA, así como el uso que se habría hecho de cada una de ellas. 3.3.2. Fuentes lexicográficas del segundo apéndice del DEHA El tiempo que transcurre entre la publicación del primer apéndice y el segundo, así como el cambio en la dirección y el hecho mismo de producir un segundo apéndice, hace evidente considerar que estos nuevos volúmenes hicieron uso de distintas fuentes para conformarse. En este apartado se presentan algunas de esas fuentes para las voces con marca de especialidad: el diccionario académico publicado en 1899 y que no alcanzó a estar presente en el primer apéndice (§ 3.3.2.1.); y diccionarios de autor como el de Domínguez (1853), el de Gaspar y Roig (1853-1855) y el Diccionario marítimo (1864), los cuales aportan nuevo material no considerado previamente, y el de Zerolo (1895), que no alcanzaría a utilizarse en el cuerpo por su publicación cuando este ya estaba muy avanzado (§ 3.3.2.2.). 181 En el cuerpo de la obra esta es una de las pocas obras lexicográficas que he visto citadas. Ocurre s.v. amites, del campo de la arqueología, donde tras definir dice: «Ese género de literas fue conocido por los romanos, quienes la designaban con el nombre de Basterna (V. esta voz). El célebre anticuario Antonio Rich, incluye en su Diccionario de Antigüedades la voz Amites y reproduce la adjunta figura, que representa un vehículo común á muchas localidades de Europa en la Edad Media, la cual, según declara, aunque no está copiada de monumento alguno griego ó romano, ofrece una disposición enteramente igual á la que menciona Palladius con respecto de la Basterna». Este dato comprueba el uso de la obra y además da información sobre la ilustración que no resulta nada despreciable, pues comprueba que no todos los dibujos se hicieron ex profeso para el DEHA y se utilizaron diferentes fuentes. 404 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.3.2.1. El DRAE 1899 En el apartado 3.3.1. se han tratado las fuentes correspondientes al cuerpo del diccionario. Para completar un poco más el panorama, en este apartado se hará referencia al segundo apéndice del DEHA y la utilización que este hizo, o no, del DRAE 1899, el último antes de la publicación del apéndice. El corpus de trabajo para realizar esta comprobación consiste en 130 términos nuevos, o enmendados, en el DRAE 1899 marcados con abreviatura de especialidad182. De ellos, 99 provienen del suplemento de dicho diccionario académico, pues se tiene la certeza de que no estaban antes y por tanto no pudieron ser reproducidos por el DEHA previamente. Aquellas que son enmiendas también se tuvieron en cuenta para corroborar si el DEHA incluye la corrección. Las demás voces (31) se han localizado haciendo un pequeño repaso del diccionario académico de 1899 comparado con el anterior, el de 1884 (el corpus puede consultarse en el CD-ROM adjunto, archivo 4). Como en el apartado 3.3.1.1. acerca de la relación entre el DEHA y el DRAE 1884, sé que este es un corpus reducido, sin embargo resulta suficiente para demostrar de forma general cómo el segundo apéndice hizo, o no, uso del DRAE 1899. Lo que se observa al comparar el DRAE 1899 y el segundo apéndice del DEHA con base en estos términos son tres situaciones: a. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA y se sigue la definición académica (§ 3.3.2.1.a.). b. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA pero no se sigue la definición académica (§ 3.3.2.1.b.). c. El término del DRAE 1899 no aparece en el apéndice del DEHA (§ 3.3.2.1.c.). A continuación se comentan los tres casos. 3.3.2.1.a. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA y se sigue la definición académica Este grupo evidencia la utilización que se hizo del DRAE 1899 en el segundo apéndice del DEHA pues no solo aparece el término sino que se reproduce la definición académica (solo en seis casos hay cambios). Del corpus comparado hay coincidencia en 46 de los 130 términos, el 35% de los casos. Los términos se presentan en el siguiente 182 La decimotercera edición (1899) del DRAE habría incluido unas 3.000 adiciones, según el estudio de Clavería sobre este diccionario (2001: 208). En ese mismo estudio puede hallarse más información acerca del léxico de especialidad en dicha edición del diccionario académico. 405 PILAR PARDO HERRERO cuadro. Se colocan primero los términos del cuerpo del diccionario académico, seguidos de los del suplemento. Además del lema se coloca la marca asignada por el DRAE y en la tercera columna se coloca un asterisco (*) en el caso en que aparezca el término acompañado de este símbolo en el DEHA (que como se recordará indica que la voz ya tuvo una entrada en el tomo correspondiente). Marca DRAE 1899 encepar 5 Mar. encunar 2 Taurom. escavanar Agr. flexión 2 Gram. galera 8 Min. imprudencia temeraria (s.v. imprudencia) For. lengüeta 11 Carp. listonado Carp. listonar Carp. quiebro 3 Taurom. repuntar Mar. repunte Mar. resguardo 6 Mar. retenida Mar. retiración Impr. sódico, ca Quím. solista Mús. solución 5 Mat. tropel 6 Mil. trópico 3 Geogr. trinquete 2 Mar. trinquete 3 Mar. tutela dativa (s.v. tutela) For. tutela legítima (s.v. tutela) For. tutela testamentaria (tutela) For. tutor dativo (s.v. tutor) For. tutor legítimo (s.v. tutor) For. tutor 7 For. Lema brisura dipterocárpeo, a dipterocárpeo 2 encepar entrepiso hominal irrigar retundir juntas (s.v. junta) lobeliáceo, a lunela nocturnidad nortear perenne peste bubónica (s.v. peste) Blas. Bot. Bot. Carp. Min. Hist. Nat. Med. Albañ. Bot. Blas. For. Mar. Bot. Med. Asterisco en el DEHA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * 406 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA petición de principio (s.v. petición) quiebro sumarial transeunte Lóg. Mús. For. Fil. * * * Cuadro 22. Términos del DRAE 1899 que el segundo apéndice del DEHA reproduce Como muestra de este grupo se presentan algunos ejemplos. DRAE 1899 Lengüeta. f. de Lengua. ║ Epiglotis. ║ […]║ Carp. Espiga prolongada que se labra á lo largo del canto de una tabla ó un tablón, generalmente de un tercio de su grueso y con objeto de encajarla en una ranura de otra pieza. ║ Cir. Especie de compresa larga y estrecha que se aplica en las amputaciones, fracturas, etc. ║ de chimenea. […] Solista. com. Mús. Persona que ejecuta un solo de una pieza vocal ó instrumental. DEHA Segundo apéndice * LENGÜETA: Carp. Espiga prolongada que se labra á lo largo del canto de una tabla ó un tablón, generalmente de un tercio de su grueso y con objeto de encajarla en una ranura de otra pieza. — LENGÜETA: Mar. […] SOLISTA: com. Mús. Persona que ejecuta un solo de una pieza vocal ó instrumental. DRAE 1899 Suplemento Entrepiso. (De entre y piso.) m. Min. Espacio entre los pisos ó galerías generales de una mina. DEHA Segundo apéndice ENTREPISO: m. Min. Espacio comprendido entre los pisos ó galerías generales de una mina. HOMINAL (del lat. homo, hominis, hombre, ser racional): adj. Perteneciente ó relativo al hombre. Hominal. (Del lat. homo, homĭnis, hombre.) adj. Hist. Nat. Perteneciente ó relativo al hombre. Irrigar. (Del lat. irrigāre, regar, rociar.) a. Med. Rociar con un líquido alguna parte del cuerpo. Nortear. n. Mar. Declinar hacia el norte el viento reinante. — REINO HOMINAL: Hist. nat. Denominación adoptada por Geoffroy Saint Hilaire y otros naturalistas para designar al género humano, considerado como uno de los reinos, y primero de ellos, en que dividen el estudio de la Historia natural. IRRIGAR (del lat. irrigare, regar, rociar): a. Med. Rociar con un líquido alguna parte del cuerpo. * NORTEAR: Mar. Declinar hacia el Norte ó tocar en este punto el viento reinante. Los casos en que se toma la información del DRAE 1899 sin cambios son evidentes y señalan el uso sumiso del repertorio académico. Por el interés que puede tener notar, por el contrario, los cambios, estos se comentan a continuación para las seis voces en que suceden, todas en el suplemento del diccionario académico. s.v. brisura, el DEHA no reproduce la etimología. s.v. dipterocárpeo, en la segunda acepción de esta entrada el DEHA agrega un paréntesis que remite a una voz sí contemplada en el tomo 6: dipterocarpáceas. s.v. entrepiso se presentan cambios del DEHA con respecto al DRAE 1899 al eliminarse la etimología, quizá por obvia, y añadir el participio 407 PILAR PARDO HERRERO «comprendido» como especificador de la definición, aunque queda claro que la fuente fue la obra académica. s.v. hominal, el DEHA alarga la etimología agregando «ser racional», posiblemente para que no se interprete que la traducción hombre de la voz latina solo se refiere al género masculino sino que es una forma general de llamar al ser humano. Además prefiere no marcar la acepción, «guardando» la abreviatura para la entradilla reino hominal. s.v. nortear, presenta pequeños cambios en la redacción, uno en el estilo que es escribir con mayúscula el punto cardinal; el otro al agregar una precisión en la definición. s.v. retenida, no se reproduce la etimología ofrecida por el DRAE 1899. El caso de lengüeta vale la pena comentarlo simplemente para notar que cuando el DEHA utiliza la acepción de carpintería, esta aparece como la primera. El asterisco que acompaña a esta palabra, y a las demás indicadas en el cuadro, indica que esa voz tiene su entrada en el cuerpo del diccionario, por lo que el DEHA solo añade lo nuevo (provenga o no del DRAE 1899), lo que hace que el número de acepción ya no corresponda. Como dato complementario, contrario al visto en hominal, término al que el DEHA quita la marca, sobre el uso que se hace en el segundo apéndice del DEHA del DRAE 1899 se puede observar también la posibilidad de utilizar una acepción académica, pero agregando la marcación. Un ejemplo de ello sucede con la voz imputar, que gana una segunda acepción en 1899, sin marcar (no hace, pues, parte del corpus que se comenta en este apartado): «Abonar una partida á alguno en su cuenta ó deducirla de su débito». Frente a esta incorporación del DRAE lo que hace el DEHA es reproducirla en un artículo marcado con asterisco y agregarle, siendo esto lo importante, una abreviatura de especialidad: «Com.». Esta utilización resulta relevante por el hecho de mostrar que el DEHA toma decisiones sobre la marcación que redundan, en este caso, en la restricción de uso del término (§ 3.2.3.3.). 3.3.2.1.b. El término del DRAE 1899 aparece en el apéndice del DEHA pero no se sigue la definición académica En este grupo encontramos 18 términos del corpus, un 14%, que presento en el siguiente cuadro: 408 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Lema lígula cuerdas vocales (s.v. cuerda) tutela dativa (s.v. dativo, va) deshidratar electrodinámico, ca fagocito frase musical (s.v. frase) hemostático, ca hipocastáneo, a hipocastáneo 2 inferior [adj.] inferior 2 lobeliáceo 2 ángulo poliedro (s.v. poliedro) superficie alabeada (s.v. superficie) superficie desarrollable (s.v. superficie) ángulo triedro (s.v. triedro) voltámetro Marca DRAE 1899 Asterisco en el DEHA Bot. * Zool. For. Quím. Fís. Med. Mús. Med. Bot. Bot. Astron. Geogr. Bot. Geom. Geom. Geom. Geom. Fís. * * * * * * * * Cuadro 23. Términos del DRAE 1899 que el segundo apéndice del DEHA incluye sin seguir la definición académica Algunos ejemplos de estas voces que incluye el DEHA pero sin seguir la definición del DRAE 1899 se presentan seguidamente: DRAE 1899 Lígula. (Del lat. ligǔla, lengüeta.) f. Bot. Especie de estípula situada entre el limbo y el pecíolo de las hojas gramíneas. DEHA Segundo apéndice * LÍGULA: f. Bot. Lámina saliente que se halla en la cara superior de la hoja, en el punto de reunión del limbo con la vaina, en las plantas gramíneas. DRAE 1899 Suplemento Fagocito. (Del gr. φάγος voraz, y χύτος célula.) f. Med. Elemento orgánico que destruye los microbios. DEHA Segundo apéndice FAGOCITOS (del gr. fágein, comer, y kútos, cavidad, célula): m. pl. Biol. Células que tienen la propiedad de reunir los elementos sólidos introducidos en la economía, y en particular los microbios, á los cuales destruyen. Estas células son movibles (leucocitos polinucleares, mononucleares, eosinófilos) ó bien fijas, como la células endoteliales de los vasos y las células fijas del tejido conjuntivo. HEMOSTÁTICO, TICA: adj. Perteneciente ó relativo á la hemostasis.║ Se dice de toda substancia ó agente propio para contener las hemorragias. Hemostático, ca. (Del gr. αἷμα, sangre, y στατιχός, que detiene.) adj. Med. Dícese del medicamento que se emplea para contener la hemorragia. Ú. t. c. s. m. — PINZAS HEMOSTÁTICAS: Cir. Pinzas de presión continua. Lobeliáceo a. (Del lat. lobelǐa, género de plantas dedicado al botánico Lobel.) adj. Bot. […] ║ f. pl. Bot. Familia de estas plantas. — HEMOSTÁTICOS: m. pl. Terap. Medios que se usan en la práctica quirúrgica para contener las hemorragias […] LOBELIÁCEO, CEA (del lat. lobelia, género de plantas dedicado al botánico Lobel): adj. Bot. […]║ f. pl. V. LOBELIÁCEAS en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. 409 PILAR PARDO HERRERO Superficie. f. … ║ alabeada. Geom. La reglada que no es desarrollable, como la del conoide. ║ desarrollable. Geom. La reglada que sin dislaceración de las partes se puede extender sobre un plano, como la cilíndrica y la cónica. ║ […] ║ reglada. Geom. Aquella sobre la cual se puede aplicar una regla en una ó en más direcciones. * SUPERFICIE: Límite ó término de un cuerpo, que lo separa y distingue de lo que no es él. — SUPERFICIE ALABEADA: Geom. La que puede contener líneas rectas sólo en ciertas direcciones, y no se puede desarrollar, como ciertos conoides. — SUPERFICIE DESARROLLABLE: Geom. La que puede extenderse sobre un plano sin desgarrar sus partes, como la cónica. — SUPERFICIE REGLADA: Geom. La que se puede superponer engendrada por el movimiento de una línea recta. * VOLTÁMETRO: m. Fís. Aparato destinado á demostrar la descomposición del agua en sus dos elementos gaseosos. — VOLTÁMETRO: Fís. En general, aparato en que se produce una reacción electrolítica. Voltámetro. m. Fís. Aparato destinado á demostrar la descomposición del agua por medio de la electrólisis. Este grupo de voces se puede a su vez clasificar en dos subgrupos, uno con términos que ya están en el cuerpo del DEHA y el otro con los que son nuevos en el DEHA. En el primer subgrupo, en el que hay nueve términos del corpus, se observa que, aparte de definir diferente, el DEHA incluye el término aunque ya lo definió en el cuerpo del diccionario. Cuatro de ellos remiten en la definición a artículos del cuerpo de la obra donde puede hallarse más información: cuerdas vocales (s.v. cuerda) remite a laringe (tomo 11). tutela dativa (s.v. dativo, a) remite a tutela (tomo 21). lobeliáceo remite a lobiliáceas (tomo 11). ángulo poliedro (s.v. poliedro) remite a ángulo (tomo 2). De otra parte, los términos ángulo triedro y voltámetro se definen sin seguir a la Academia y, aunque no lo indica, ya fueron definidos antes, el primero en el artículo enciclopédico s.v. ángulo (tomo 2) y el segundo en la entrada de la misma palabra, s.v. voltámetro (tomo 22). El adjetivo electrodinámico también estaba antes incluido (tomo 7), pero con un sentido diferente. Aunque en el apéndice la definición es muy similar a la del DRAE la diferencia está en la parte de la física a la que considera que pertenece el término, pues el DRAE la considera parte de la electrodinámica, mientras que el DEHA la considera parte de la electrodinamia, término que incluye en el apéndice y que define como «Intensidad de la corriente eléctrica». Por último, lo que sucede s.v. superficie resulta de interés pues el DEHA no reproduce el suplemento del DRAE 1899, pero sí reproduce las novedades que hay en el cuerpo del DRAE 1899: la nueva acepción sin marca, y la de los términos superficie 410 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA alabeada y desarrollable. Estas dos últimas se modifican en el suplemento (son las que se leen en el cuadro anterior), pero el DEHA no atiende a esos cambios. El término superficie reglada, que está definido en el artículo enciclopédico s.v. superficie en el cuerpo del DEHA (tomo 19) no reproduce en el apéndice, sin embargo, la definición de la Academia, quizá por preferir la suya propia. En el caso de los compuestos superficie alabeada y desarrollable, lo que pudo ocurrir es que quien estuviera a cargo pudo ver la inserción de los términos en el cuerpo del DRAE 1899 y considerar oportuno incluirlos como entradillas independientes en el DEHA pero pasó por alto la enmienda del suplemento. El segundo grupo son los otros nueve términos, que sí son nuevos en el DEHA. Esos términos son los siguientes, junto con la marca asignada, si la tienen: lígula deshidratar fagocitos frase musical hemostático, tica hipocastáneo, nea hipocastáneo planetas inferiores inferior Bot. Quím. Biol. ― ― Bot. Bot. Astron. Geog. En estos casos parece que se tendría en cuenta la nomenclatura del DRAE pero que a los redactores no les satisface la información, lo que lleva a ofrecer una definición distinta. Teniendo aquí, pues, cambios en la definición, que no juzgaré en este estudio, lo que quiero resaltar es que los hay también en la propuesta del término, como ocurre en planetas inferiores (s.v. *inferior). El DRAE ofrece este concepto dentro del término simple inferior, que considera un adjetivo del campo de la astronomía, mientras el DEHA prefiere incluirlo como término compuesto, planetas inferiores, eso sí, usando la misma la marca. A su vez se hallan cambios en la marcación, por ejemplo en los términos frase musical y hemostático (véase pp. 350-352), que pierden la marca asignada por el DRAE, lo que los incluiría, al menos en primera instancia, en el lenguaje común. Otro cambio más, con un único ejemplo, sucede en la marca. Esto ocurre solamente con la voz fagocito (en plural en el DEHA), que el DRAE incluye en el campo medicina mientras el DEHA lo hace en biología. Este caso es interesante porque el DEHA se adelanta al DRAE en esta voz, excepto por darla en plural, tanto en la información que ofrece como en la marca. La voz fagocito en el DRAE es voz de medicina desde el DRAE 1899 hasta el DM 1950 (hasta ese año con la misma definición), en en DRAE 411 PILAR PARDO HERRERO 1956 cambia la definición por la que da hoy y pone otra marca: zoología; fisiología de 1970 a 1992; y, por fin, biología desde 2001. Como en el apartado anterior hay también ocasiones en que palabras nuevas en el DRAE 1899 que no se marcan, aparecen en el apéndice del DEHA marcadas siguiendo o no la definición académica. Algunos ejemplos, ajenos al corpus del que se parte en este apartado, son: escafandro: el DEHA la recoge pero, a diferencia del DRAE 1899, sí la marca, lo hace con la abreviatura «Ind.». En vez de seguir la definición académica remite a escafandra (tomo 7). Este caso, por tanto, muestra que se habría tenido en cuenta el DRAE, pero también que el DEHA incluyó antes la palabra, solo que como de género femenino. Esa elección con el tiempo se revelará como la de uso más común, ingresando al DRAE en 1925, cuando escafandro pierde la definición y remite a ella. gabarrero: esta voz entra el DRAE 1899 sin marca y el DEHA opta por marcarla como de marina, siguiendo el Diccionario marítimo (1864) de J. Lorenzo (§ 3.3.2.2.a.). infeccioso: entra DRAE 1899 sin marca; el DEHA la marca como del campo de la patología y varía un tanto la definición académica. culminar: el DRAE incluye esta palabra en 1899 con una acepción general y una segunda del campo de la astronomía: ‘punto más alto en que puede hallarse un astro en el horizonte’. El DEHA, por su parte, no sigue a la Academia y da dos definiciones del ámbito de la marina provenientes del Diccionario marítimo (1864) de J. Lorenzo (§ 3.3.2.2.a.), la primera de las cuales hace referencia al sentido apuntado antes del DRAE 1899 en el campo de la astronomía. El DEHA, pues, en vez de incorporar el sentido general sumado a sus dos acepciones de marina, ofrece solamente los sentidos restringidos, consecuencia de seguir una fuente que en este caso no es el DRAE 1899. Esto podría considerarse un error del DEHA, máxime teniendo en cuenta que hay casos en que sí lo hace, sí toma la voz nueva general del DRAE 1899 y añade en entradillas otras acepciones especializadas (cf. manigueta en 3.3.2.2.a.)183. 183 Esta voz es reseñable pues es un ejemplo de trasvase de lengua de especialidad a lengua común (§ 3.2. para otros ejemplos). Esto se descubre al comparar el DEHA con los diccionarios del NTLLE. Al hacerlo tenemos la historia lexicográfica siguiente: culminar aparece en Terreros (1786) como voz de la 412 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA 3.3.2.1.c. El término del DRAE 1899 no aparece en el apéndice del DEHA En este grupo se encuentran 66 de los términos del corpus comparado, un 51%. Se presentan a continuación dichos términos, entre los cuales solo los dos primeros, levador y litoclasa, corresponden al cuerpo del DRAE 1899, los demás son del suplemento. Lema levador 6 litoclasa malacopterigio abdominal (s.v. abdominal) ácido arsénico (s.v. ácido) ácido arsenioso (s.v. ácido) ácido clórico (s.v. ácido) ácido fluorihídrico (s.v. ácido) ácido fulmínico (s.v. ácido) ácido salicílico (s.v. ácido) aguadura [enmienda] ángulo poliedro (s.v. ángulo) ángulo triedro (s.v. ángulo) armonización arseniato arsenito de asta (s.v. asta) de media asta (s.v. asta) autor base besante rendir el buque una bordada (s.v. bordada) cafeína caliciflora [adj.] campanuláceo, a campanuláceo 2 carnicero, ra conjuntivitis conoide [enmienda] corcheta cuña tutor dativo (s.v. dativo, va) dengue derecho real (s.v. derecho) desbridamiento desbridar descamación deyección Marca DRAE 1899 Geol. Mec. Zool. Quím. Quím. Quím. Quím. Quím. Quím. Veter. Geom. Geom. Mús. Quím. Quím. Albañ. Albañ. For. Arit. Blas. Mar. Quím. Bot. Bot. Bot. Zool. Med. Geom. Carp. Zool. For. Med. For. Cir. Cir. Med. Geol. astronomía, asimismo aparece en Salvá (1846); Domínguez (1853) da la primera definición marcada de astronomía, una segunda sin marcar y una tercera de marina; Gaspar y Roig (1853) da la de astronomía y marina que se leen en Domínguez; Zerolo (1895) sigue a Gaspar y Roig, aunque la marca de marina la cambia por hidráulica ―siendo difícil explicar por qué. 413 PILAR PARDO HERRERO deyección 2 diagnosticar distender electroterapia encajonar encajonar 2 encepadura encepar 2 enterocolitis entozoario entremiche entremiche 2 ergotismo espéculo espontáneo, a cantidad exponencial (s.v. exponencial) fosfuro harmonización hemoglobina hidroclorato himen humus [enmienda] irrigación irrigador legítima [enmienda] marchapié ofiuco partenogénesis salicilato Med. Med. Med. Med. Albañ. Arq. Carp. Mar. Med. Zool. Mar. Mar. Med. Cir. Bot. Mat. Quím. Mús. Zool. Quím. Zool. Agr. Med. Med. For. Mar. Astron. Hist. Nat. Quím. Cuadro 24. Términos del DRAE 1899 no incorporados en el segundo apéndice del DEHA De estos términos, cabe decir que siete se corresponden en el signo lingüístico a entradas que sí están en el apéndice pero no dan la acepción que ofrece el DRAE: levador descamación deyección en las dos acepciones encajonar en las dos acepciones encepar espontáneo partenogénesis En los casos de encajonar y levador, el DEHA simplemente da acepciones distintas. En el de la voz encepar no da la acepción del suplemento de marina, pero sí reproduce la entrada ofrecida en el cuerpo del DRAE 1899. De las otras cuatro voces lo importante no es que el segundo apéndice del DEHA no dé las acepciones propuestas por el DRAE 1899 y de otras nuevas sino que en el cuerpo del diccionario ya estaban incluidas. Reproduzco a continuación la entrada que dio en su momento el DEHA y a la derecha la del DRAE 1899. 414 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA DEHA DESCAMACIÓN f. Fisiol. y Patol. Caída y renovación, continuas é insensibles, de los elementos superficiales de la epidermis y de los epitelios. […] [Tomo 6] DEYECCIÓN (del lat. dēictǐo, acto de arrojar con violencia): f. Materia eliminada ó segregada como hez, detrito ó residuo de alguna cosa. Deyecciones de las ciudades. – Basuras, aguas sucias y residuos industriales de toda clase que resultan de la vida y movimiento de las poblaciones. Deyecciones volcánicas. – Conjunto de materias vomitadas por los volcanes durante las erupciones. Cono de deyección. – La forma que tienen dichas materias al acumularse á la salida del volcán. DRAE 1899 Suplemento Descamación. f. (De des priv., y escama.) f. Med. Desprendimiento de la epidermis. Deyección. (Del lat. deictǐo.) f. Geol. Conjunto de materias arrojadas por un volcán ó desprendidas de una montaña. ║ Med. Defecación de los excrementos. — DEYECCIÓN: Med. DEFECACIÓN. [Tomo 6] ESPONTÁNEO, NEA (del lat. espontāněus): adj. Voluntario y de propio movimiento. [cita de Fr. Hortensio Paravicino y de Fr. Fernando de Valverde] – ESPONTÁNEO: Bot. Se dice de las plantas que crecen y se desarrollan sin la intervención del hombre. Bajo los romanos no fue conocida en España la costumbre de aportillar las tierras alzado el fruto, para abandonar el aprovechamiento común sus producciones ESPONTÁNEAS. JOVELLANOS. Mil plantas silvestres y olorosas crecen allí de un modo ESPONTÁNEO, etc. VALERA. [Tomo 7] PARTENOGÉNESIS (del gr. παρθένος virgen, y 184 γένεσις generación) f. Biol. METAGÉNESIS. [Tomo 14] Espontáneo, a. adj. … ║ Bot. Aplícase á las plantas que crecen en un país naturalmente ó sin cultivo. Partenogénesis. (Del gr. παρθένος virgen, y γένεσις generación.) f. Hist. Nat. Reproducción de la especie sin el concurso de los dos sexos. Como puede observarse, el DEHA en los volúmenes del cuerpo ya había hecho referencia a los sentidos que el DRAE incorpora en 1899. Entre estos casos quizá el más representativo sea el de partenogénesis, no solo por adelantarse al DRAE en la inclusión de la voz sino porque la nueva acepción que da en el segundo apéndice, marcada como de zoología y referida a la partenogénesis artificial, también se avanza al DRAE, el cual incluirá ese sentido en 1925 (sin marca de especialidad). En el grupo de voces restantes, las que no aparecen en el segundo apéndice (57 términos), la situación puede ser: 184 Metagénesis se define en el tomo 12 así: «METAGÉNESIS (del gr. μετά, después, y γένεσις, generación): f. Biol. Modo de generación en el cual un ser que ha nacido de un óvulo da origen á nuevos gérmenes, antes de haber sido fecundado él mismo. […]» 415 PILAR PARDO HERRERO a. que el DEHA no contemple en el apéndice ni en el cuerpo las acepciones, lo cual sucede en ocho ocasiones: armonización, autor, besante, campanuláceo, corcheta, derecho real (s.v. derecho), harmonización y marchapié; o b. que el DEHA no incluya la entrada del DRAE porque la voz ya fue incluida en el cuerpo de la obra, lo que ocurre con 49 términos. Este segundo grupo es claramente el más relevante ya que muestra que el DEHA tuvo presentes antes que el DRAE muchos términos de especialidad que el diccionario académico decide contemplar posteriormente ―lo cual tiene sentido en estos y otros casos presentados dado el carácter enciclopédico que le permite incorporar mucha información especializada. Algunos ejemplos se presentan seguidamente reproduciendo la entrada en el cuerpo del DEHA y la del DRAE 1899: DEHA FULMÍNICO (ACIDO) (del lat. fulmen, rayo): adj. Quím. Acido compuesto de cianógeno y oxígeno, que no ha podido ser aislado y que se supone constituye el ácido de los fulminatos. Su composición corresponde a la fórmula C4H5N2O2. Resulta de la acción del ácido nitroso sobre el alcohol, eliminándose seis moléculas de agua. (V. FULMINATO). Antes se confundía este cuerpo con el ácido diciánico. [Tomo 8] DENGUE […]. DRAE 1899 Suplemento Ácido, da. adj. … ║ Quím. Dícese de la sal en que predomina el ácido. ║ […]║ fulmínico. Quím. El compuesto de oxígeno y cianógeno. Fulmínico. (Del lat. fulmen, rayo.) adj. Quím. Ácido fulmínico en este SUPLEMENTO. — DENGUE: Patol. La epidemia que comenzó en Grecia en los primeros días de noviembre de 1889, propagándose con rapidez pasmosa á San Petersburgo, y desde allí á Copenhague, Berlín, París, Londres, Madrid, Roma… hizo fijar la atención del vulgo, y aun de muchos médicos, en una afección hasta entonces poco estudiada: el dengue. Conócese con este nombre una enfermedad epidérmica […] Se le ha llamado también fiebre roja, rosalía (por el color de la erupción), fiebre de Malta, de la Reunión (por los puntos en que se manifestó), fiebre piadosa (atendiendo á su benignidad) y quebranta huesos (por los dolores que la acompañan). […] [Tomo 6] DIAGNOSTICAR (de diagnóstico): a. Med. Formar, establecer el diagnóstico de una enfermedad, observar y estudiar su naturaleza, su asiento, su curso y sus síntomas185. …(el facultativo) es el único juez competente para DIAGNOSTICAR la incomodidad y aconsejar el adecuado remedio. MONLAU. [Tomo 6] Dengue. m. … ║Med. Enfermedad febril, epidérmica y contagiosa, que se manifiesta por dolores de los miembros y un exantema semejante al de la escarlatina. Diagnosticar. (De diagnóstico) a. Med. Determinar el carácter de una enfermedad mediante el examen de sus signos. 185 Esta definición del DEHA s.v. diagnosticar, reproduce la ofrecida por Gaspar y Roig (1853-1855). 416 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA HEMOGLOBINA (del gr. αἷμα, sangre, y globo, glóbulo): f. Quím. biol. Sustancia que, en los vertebrados, constituye la parte esencial de los glóbulos rojos de la sangre. […] Su papel fisiológico consiste en fijar sobre los glóbulos el oxígeno procedente del aire inspirado, y llevar este gas, por las arterias y los capilares, á la intimidad de los tejidos [Tomo 10]186 SALICILATO (del salicílico): m. Quím. y Terap. Cuerpo resultante de sustituir el hidrógeno del carboxilo en el ácido salicílico por radicales electropositivos. [Tomo 18] Hemoglobina. (Del gr. αἷμα, sangre, y glóbulo, 3.ª acep.) f. Zool. Materia colorante del glóbulo rojo de la sangre. Salicilato. (Del lat. salís, salĭcis, sauce.) m. Quím. Sal formada por el ácido salicílico y una base. Prácticamente la totalidad de las voces del DRAE 1899 que hacen parte de este grupo aparecen en el DEHA igual, bajo el mismo lema187. Un par de casos en que no es así son los de caliciflora y cuña. En caliciflora el cambio es en la forma de la palabra, que en el DEHA aparece en masculino y femenino, y en plural femenino en el artículo enciclopédico por referirse a un conjunto. En cuña, un caso menos sencillo, el término aparece en otro lema, s.v. tarso, específicamente en el artículo enciclopédico, donde dice los nombres de los huesos que componen dicha parte del pie. Podría considerarse necesario haber incluido la voz cuña en el DEHA pues si no la manera de localizar el término es difícil. En este sentido, este ejemplo es relevante pues permite observar carencias de la técnica lexicográfica del DEHA, mas a su vez indica que la obra contiene más términos que los incluidos solo con entrada independiente (§ 2.4.2.2.c. y 3.2.). DEHA CALICIFLORO, RA (de cáliz y flor): adj. Bot. Se dice de las plantas cuya flor tiene el cáliz y elas corolas insertos en los bordes de un receptáculo tubuloso, y son, por consiguiente, periginos. DRAE 1899 Suplemento Caliciflora. (De cáliz y flor.) adj. Bot. Dícese de las plantas dicotiledóneas que tienen perigonio doble y los pétalos libres ó soldados y adheridos al cáliz; como el anís. Ú. t. c. s. — CALICIFLORAS: f. pl. Bot. Plantas que constituyen una de la cuatro secciones en que De Candolle dividió el grupo de la dicotiledóneas […] [Tomo 4] Este caso es destacable por la información y por la marca del DEHA química biológica. El DRAE 1899 marca esta palabra como de zoología durante muchas ediciones. En el DM 1989 la marca como de biología y química y en el DRAE 1992 como de bioquímica, lo que nos muestra lo avanzado de la marcación del DEHA, el primero en contener esta palabra si tenemos como referencia los diccionarios del NTLLE. 187 En los términos compuestos de ácido el DEHA prefiere dar la entrada por el adjetivo (arsénico, arsenioso, etc.). El DRAE da ambas, pero prefiere la entrada por el nombre (ácido). Con los compuestos ángulo poliedro y ángulo triedro, sin embargo, el DEHA opta por incluirlos en el artículo enciclopédico de la voz general ángulo (tomo 2). El DRAE los incluye tanto por el nombre como por el adjetivo. En estos dos casos se observa que el DEHA en su apéndice, aunque ya contemplaba los términos en el cuerpo, opta por incluirlos de nuevo, esta vez por el adjetivo (poliedro y triedro). 186 417 PILAR PARDO HERRERO TARSO (del gr.ταρσός): m. Parte posterior del pie, compuesta de siete huesos estrechamente unidos, y uno de los cuales se articula con los dos de la pierna]. Cuña. f. … ║Zool. Cada uno de los tres huesos del tarso. — TARSO: Anat. Los siete huesos de esta región del pie se hallan reunidos en dos filas: una posterior que consta de dos huesos, astrágalo y calcáneo, y otra anterior que comprende cinco, el escafoides, el cuboides y las tres cuñas, que llevan los nombres de primera, segunda y tercera, contando de dentro á fuera. […] [Tomo 20] Para terminar con este grupo, en los casos de voces que estaban antes en el DRAE y que lo que se hace en el suplemento es enmendarlas (aguadura, conoide, humus, legítima), que el DEHA no lo haga indicaría que queda satisfecho con lo dicho en los tomos del cuerpo. Si se vuelve a los tomos correspondientes se observa que: aguadura y conoide no reproducen la definición del DRAE 1884. humus sí sigue el DRAE 1884 pero añadiendo un corto artículo enciclopédico. legítima sigue la definición del DRAE 1884 (sin marcarla) pero clarifica el término en el artículo enciclopédico (marcado «Legisl.»). Los casos de este grupo de términos del DRAE 1899 que no están en el segundo apéndice del DEHA muestran que este se adelantó al diccionario académico en muchas voces de especialidad. Ateniéndose a la marcación se observan principalmente voces del campo medicina (14 si se incluyen las tres de cirugía) y química (12). La inclusión de las voces de estos y otros campos por parte del DRAE en su suplemento a la edición de 1899 podría estar influenciada por el DEHA en sus tomos correspondientes al cuerpo, pues aunque no sigue sus definiciones pudo ser tenido en cuenta como testimonio del uso de esos términos. Un ejemplo de esa influencia sería visible en la etimología de fulmínico, que en su entrada en el suplemento del DRAE 1899 sigue la propuesta etimológica que aparece en el DEHA: ‘del lat. fulmen, rayo’. En resumen, según el corpus comparado se puede decir sobre el uso de los términos de especialidad del DRAE 1899 en el segundo apéndice del DEHA que su reproducción y utilización sucedió en mayor medida con las novedades del cuerpo de la obra académica, de lo cual se han dado arriba pruebas textuales. A su vez, la no reproducción del DRAE 1899, que se ha observado principalmente con respecto al 418 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA suplemento académico, permite decir que se tuvo presente pero revisando los tomos anteriores del DEHA, donde se encuentran tantos de los términos. Pudiendo simplemente incluir los términos nuevos para la Academia que no lo eran para el DEHA, quien dirige el apéndice no lo hace, siendo consecuente con el trabajo pasado, ya que tenerlas en cuenta habría resultado en la contradicción de la obra. 3.3.2.2. Diccionarios de autor En el segundo apéndice, así como en el resto de la obra, se hizo uso de distintos repertorios previos para aumentar la nomenclatura y obtener definiciones. En este último apartado sobre dicho suplemento se presentan algunos diccionarios de autor que habrían sido utilizados para su confección. 3.3.2.2.a. El Diccionario marítimo español (1864) El léxico de la marinería es uno de los léxicos de especialidad más antiguos del español, además de ser bastante amplio. Álvarez de Miranda (2008: 30) habla de este campo como uno de los más importantes de la lexicografía española especializada. No es de extrañar por tanto que sea uno de los campos más comunes encontrados en la revisión del cuerpo del DEHA (§ 3.1.1., Cuadro 11). Así mismo, en el apéndice segundo las voces de marina ocupan el quinto lugar entre las especialidades recogidas (§ 3.1.3., Cuadro 13) y el primero en el conjunto de léxico con marcas técnicas y profesionales (§ 3.1.3.5). Dado este hecho, resultaba interesante intentar dilucidar cuál había sido la fuente principal de estas nuevas acepciones o términos. Para intentarlo tomé algunas de las acepciones nuevas que ofrece el DEHA en el segundo apéndice con la marca «Mar.» a condición de que no estuvieran en el DRAE 1899. Al compararlas con los diccionarios de autor que se encuentran en el NTLLE, observé que había varias coincidencias con Domínguez (1853 y 1869), Gaspar y Roig (1853-1855), el suplemento de Salvá (1879) y Zerolo (1895) que hacían pensar en estos diccionarios como fuente. Sin embargo, algunas divergencias, informaciones distintas o la no aparición de la acepción hacían pensar en otra fuente. Fue así como llegué en primer lugar al Diccionario marítimo español publicado en Madrid en 1831, fuente que parece ser la primaria para Domínguez y Gaspar y Roig, siendo el suplemento de Salvá (1879) y Zerolo seguidores de estos dos trabajos, más que de la obra mencionada. De ese texto de la década del 30 pasé a uno unas décadas posterior, el Diccionario marítimo español de José de Lorenzo, 419 PILAR PARDO HERRERO Gonzalo de Murga y Martín Ferreiro, publicado en Madrid en 1864, también deudor del diccionario de 1831 y que en los tomos del cuerpo del DEHA ya fue utilizado (§ 3.3.1.2.) Esta sí es la fuente del DEHA, lo cual se comprueba al observar que lo sigue mucho más de cerca que a los diccionarios de autor mencionados, además de resultar lógico por lo que implica la mayor seguridad de seguir un texto especializado antes que uno general. Establecer esta fuente ha permitido igualmente afirmar que no solo se usó para las voces con marca de marina sino para aquellas con marca de pesca, abreviatura nueva en este apéndice y que explicaría así su procedencia. El corpus utilizado para corroborar el uso del Diccionario marítimo español (1864) consistió en una muestra de 50 términos del segundo apéndice del DEHA (ninguno en el DRAE 1899), tanto con la marca pesca como marina, que presento a continuación junto con la abreviatura asignada (el número adjunto indica la acepción). alunamiento alunar cair calabrotar cobarcho culata culiembreado embravecerse encorchadura endeño *escarceo *escarpar *escarpe 2 escaseada escaseadura escasearse *gato 5 gavitel *lingotes de romaneo (s.v. * lingote) liña 2 *liviano, na estar o llevar el barco loco (s.v. *loco) manigueta 2 manigueta 3 manigueta 4 Mar. Mar. Mar. Mar. Pesca. Mar. Mar. Mar. Pesca. Pesca. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Pesca. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. manigueta 5 manigueta 6 *macaisa maimoneta maimonete maimónides maimotón malaveno *mediana menestrete monot *napa napón *narigón oeste cuarta al noroeste (s.v. *oeste) sisga sobordación sobordar soboruco sobrecrucetas sobresobre sobrestada sobrestadía socairero socar Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Pesca. Pesca. Pesca. Mar. Mar. Pesca. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. Mar. De este conjunto de términos solo dos: cair ‘maroma de la fibra que envuelve al coco’ y mediana ‘nombre de la parte intermedia de una embarcación’, no salen de allí, ni puedo confirmar la fuente. Las demás acepciones reproducen el Diccionario marítimo, o se evidencia el uso a pesar de cambios en la redacción o presentación. Algunos ejemplos para probar el vínculo textual son los siguientes: 420 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Diccionario marítimo español (1864) CULATA. s. f. La parte de costa ú orilla interior de un golfo, más resguardada y distante de la boca ó entrada. DEHA Segundo apéndice CULATA: f. Mar. Parte de costa ú orilla interior de un golfo más resguardada y distante de la boca ó entrada. ENCORCHADURA: f. Pesca. Conjunto de corchos que guarnecen las redes y sirven para mantenerlas flotantes. GAVITEL: m. Mar. Boya ordinaria de buques chicos. LIÑA: f. […] ENCORCHADURA. s. f. Pesc. El conjunto de corchos que guarnecen y sirven para suspender ó tener flotantes las redes de pesca. GAVITEL. s. m. Man. Boya ordinaria de buques chicos. LIÑA. s. f. Pesc. En Galicia se da este nombre al volantin. — LIÑA: reg. Gal. Pesca. VOLANTÍN. MANIGUETA f. MANIJA; mango, puño ó manubrio de ciertos utensilios y herramientas. MANIGUETA. s. f. A. N.. Pedazo de madera escuadrado y algo curvo, que va ensanchando hacia su cabeza, donde tiene ó forma por cada cara de su grueso un poco de arco saliente, que viene á redondearse ó terminar por una y otra de las que habian de ser esquinas, en el centro de su tope, por cuyo medio se impide que se escurra ó escape el cabo á que se da vuelta ó en él se amarra. Pónese doble, esto es, se encajan ó afirman dos iguales […] =pl. Las cabezas de los barraganetes (ó simplemente barraganetes) del castillo, que sobresalen por encima de la regala. =Nombre que se da á dos pedazos de madera ochavados que encajan en la popa de la lancha y entre los cuales se coloca el gaviete; pero esto es en lanchas pequeñas ó de otra especie ó construcción que las que llevan galápagos para el mismo fin. =pl. Los extremos de la cruz de las bitas, que también se llaman tetas. = El puño del remo. Man. Lo mismo que manilla, en su tercera acepción. [La tercera acepción de manilla es: «La gaza por la cual se encapilla un estay á su respectivo palo ó mastelero»] MONOT. s. m. Pesc. Nombre con que en las costas de Levante se significa un saco hecho de red, casi puntiagudo por sus dos extremos, del cual por medio de círculos de varas de murta ú otras semejantes se forma una nasa. En Castilla generalmente suelen llamarle garlito. NAPON. s. m. Pesc. Cordel con algunos corchos que atraviesa por medio de la almadraba de banda á banda, y en que se amarran los barcos que tienen que trabajar en ella. SOBORDACIÓN. s. f. Nav. y Man. V. Zaborda. — MANIGUETA: Mar. Puño del remo. — MANIGUETA: Mar. La gaza por la cual se encapilla un estay á su respectivo palo ó mastelero. — MANIGUETA: Mar. Pedazo de madera escuadrado y algo curvo, que va ensanchando hacia su cabeza, donde tiene ó forma por cada cara de su grueso un poco de arco saliente, que viene á redondearse ó terminar por una y otra de las que habían de ser esquinas, en el centro de su tope, por cuyo medio se impide que se escurra ó escape el cabo á que se da vuelta ó en él se amarra. — MANIGUETAS: f. pl. Mar. Las cabezas de los barraganetes del castillo, que sobresalen por encima de la regala. — MANIGUETAS: Mar. Nombre que se da á dos pedazos de madera ochavados que encajan en la popa de las lanchas que no llevan galápagos y entre los cuales se coloca el gaviete. — MANIGUETA: Los extremos de la cruz de las abitas, que también se llaman tetas. MONOT: m. Pesca. En las costas de Levante, saco hecho de red, casi puntiagudo por sus dos extremos; del cual, por medio de círculos de varas de murta ú otras semejantes, se forma una nasa. En Castilla generalmente suelen llamarle garlito. NAPÓN: m. Pesca. Cordel con algunos corchos que atraviesa por medio de la almadraba de banda á banda, y en que se amarran los barcos que tienen que trabajar en ella. SOBORDACIÓN: f. Mar. V. ZABORDA en el tomo correspondiente del DICCIONARIO. Comprobado el uso de esta fuente, ciertamente ya no tan reciente, es razonable entender que su uso sigue la idea de intentar contener todo el léxico posible, no solamente el más novedoso en esa primera década del siglo XX, sino también aquel que viene de otras generaciones. Como este, otros diccionarios de especialidad pudieron ser utilizados en la producción del segundo apéndice. 421 PILAR PARDO HERRERO 3.3.2.2.b. Otros diccionarios utilizados Diversos diccionarios fueron tenidos en cuenta para confeccionar el segundo apéndice, de lo cual se puede estar convencido a pesar de no contar con un prólogo o una bibliografía. Ejemplos de esos repertorios utilizados se han visto en el léxico de especialidad al analizar el DRAE 1899 y el Diccionario marítimo (1864). Que se tuvieron presentes otros diccionarios se demuestra por ejemplo en la voz abantal ‘delantal’, donde al comentar que también podría ser con v si la palabra viniera de avante dice: «En ambas formas la traen diccionarios dignos de aprecio». Si se busca esta voz, en las dos formas, en el NTLLE encontramos que los diccionarios que traen ambas palabras son Castro (1852), Gaspar y Roig (1853) y Zerolo (1895), a los que es probable que se estuviera refiriendo el redactor. El comentario final del artículo avantal citado arriba permite decir con seguridad que el apéndice observaba otros diccionarios para ampliar su léxico, en este caso general, pero quizá también el marcado como de especialidad. Esto me llevó a considerar que para el segundo apéndice se hiciera una nueva revisión de diccionarios de autor anteriores de los que podrían utilizar información. Tras revisar una serie de términos en los tres volúmenes del apéndice se observa que hay diversos ejemplos de voces nuevas con marca de especialidad en el apéndice segundo que están incluidas en diccionarios previos como el de Domínguez (1853 y 1869), Gaspar y Roig (1853-55), el suplemento de Salvá (1879) y/o en la obra de Zerolo (1895), sin que la definición del DEHA siga a ninguno estos. Pero también hay ejemplos de voces en que la definición es semejante con la de uno o varios de esos repertorios (téngase en cuenta además que entre ellos también se reproducen, el suplemento de Salvá observa a Domínguez; Zerolo a Gaspar y Roig). No he podido ubicar material textual para establecer decididamente estas fuentes, sin embargo algunas coincidencias o diferencias menores me hacen pensar que es posible que una de las propuestas de los redactores del DEHA en su segundo apéndice haya sido tener presente la nomenclatura de ciertos diccionarios de autor, considerados serios y autorizados, no incluida en el cuerpo del DEHA, bien para incorporarla en el apéndice pero buscar la definición en otros sitios, o bien para reformular la definición basándose en la información de esos repertorios y la conocida por el redactor. En las páginas siguientes presento una serie de ejemplos que incluyen la definición del DEHA y la de los diccionarios de autor mencionados para intentar evidenciar su posible uso. 422 Domínguez (1853) ABÍSICO. adj. Geol. Dícese del terreno de las profundidades del mar. ACATALÉPTICO, CA. Perteneciente á la catalepsia. adj. Gaspar y Roig (1853-1855) Salvá suplemento (1879) Zerolo (1895) DEHA Segundo apéndice ABÍSICO: adj. Geol. Se aplica al terreno de las profundidades del mar. ACATALÉPTICO: m. Fil. Partidario de la duda filosófica. Acataléptico, ca. Perteneciente á la catalepsia. adj. ACATALÉPTICO, CA. adj. Sin imperfección. ║ Relativo ó consiguiente á la acatalepsia. [suplemento 1853] ACATISTA. m. Hist. rel. Fiesta que celebra la iglesia griega el sábado de la cuarta semana de cuaresma, en honor de la Virgen María. ║ Nombre de un himno que se canta en esta fiesta. persona que está atacada de la acatalepsia. ACATISTA. [etim.] m. Hist. rel. 1. Fiesta que celebra la iglesia griega el sábado de la cuarta semana de cuaresma, en honor de la Virgen María. Se llamaba así porque todo el mundo estaba en pie ―2. Nombre de un himno que se canta en esta fiesta. ACATALÉPTICO : adj. s. Filos. ant. : partidario de la doctrina conocida con el nombre de acatalepsia. = Med. : adj. se dice de la persona que está atacada de la acatalepsia. ACATALÉPTICO, CA. [etim.] 1. adj. Perteneciente á la catalepsia. ―2. Partidario de la doctrina llamada acatalepsia. ―3. adj. Med. Se dice de la — ACATALÉPTICO, CA: adj. Med. Atacado de catalepsia. ║ Aplícase al estado del paciente antes ó después de la catalepsia. Acatista. s. m. Hist. rel. Fiesta que celebra la iglesia griega el sábado de la cuarta semana de cuaresma, en honor de la Virgen María.=Nombre de un himno que se canta en esta fiesta. Linfotomia. s. f. Anat. Disección de los vasos linfáticos. LINFOTOMÍA : s. f. Med. : disección de los vasos linfáticos. Disección de los vasos linfáticos. LINFOTOMÍA. f. Anat. LINFOTOMÍA. f. Med. Disección de los vasos linfáticos. LIPIRIA. f. Med. Especie de fiebre continua o remitente acompañada de excesivo calor interno y de gran frío superficial. Lipiria, s. f. Med. Especie de fiebre continua ó remitente, acompañada de un calor escesivo por dentro, y de un frío glacial por fuera. LIPIRIA : s. f. Med. : especie de fiebre continua o remitente, acompañada de un calor escesivo en el interior, y de frío glacial por fuera, con especialidad en las estremidades. Es una variedad de lo que los griegos llamaban CALENTURA TROTEOFIA. ACATISTA (del gr. a, privación, y kazídsein, sentarse) f. Hist. Ceremonia religiosa, en honor de la Virgen, que celebraba la Iglesia griega de Constantinopla en acción de gracias por haber protegido á esta ciudad contra los bárbaros, y durante la cual se decían los oficios sin poder sentarse.∗ LINFOTOMÍA (de linfa y del gr. tomê, sección, corte): f. Anat. Disección de los vasos linfáticos. LIPIRIA (del gr. leipuría, de leípein, faltar, y pûr, fuego): f. Patol. Nombre que dieron los griegos á una variedad de fiebre intermitente en la cual el enfermo experimenta una sensación de calor excesivo, mientras que el exterior del cuerpo está frío. La voz amatista lleva a otra posible fuente, el diccionario de Terreros (1786). El artículo de esta voz en esa obra dice: «nombre de una fiesta que celebraban los Griegos en Constantinopla el Sábado de la cuarta Semana de Cuaresma, en honor de nuestra Señora, que había librado tres veces aquella Ciudad de la invasión de los Bárbaros: El himno que cantaba el Clero, se llamaba también Acatista, nombre que viene del Griego [akatistos] porque estaban de pie toda la noche, mientras duraba el oficio» [he actualizado la ortografía] ∗ Domínguez (1853) muy abundante del humor cebáceo de los párpados, que se ponen legañosos. ―2. Estado de los ojos que son legañosos. Gaspar y Roig (1853-1855) Salvá suplemento (1879) Zerolo (1895) LIPITUD. f. 1. Med. Secreción DEHA Segundo apéndice LIPITUD: f. Patol. Síntoma de la blefaritis, consistente en una abundante secreción del humor sebáceo que destilan las glándulas de Meibomio. LIPOCARFA: f. Bot. Hierba de las regiones tropicales que constituye un género de la familia de las ciperáceas. LIPITUD : s. f. Med. : estado legañoso delos párpados, producido por una secreción escesiva del humor sebáceo que suministran las glándulas de Meibom, y que por lo general es un síntoma de la blefaritis o de la blefaroblenorrea. LIPOCARFA : s. f. Bot. (cadena sin nudos) : género de plantas de la familia de las ciperáceas, cuyas especies son yerbas muy abundantes en los países tropicales. LIPOGRAMA. [etim.] m. Filol. Obra en la cual no se encuentra nunca cierta letra del alfabeto. Antiguamente los literatos eran aficionados á hacer esfuerzos de esta clase y aun se asegura que Píndaro compuso una oda sin la letra S. La obra más curiosa en tal género es la Ilíada de Nestor de Laranda, en la cual el primer canta no contiene una sola a, el segundo ninguna b, y así sucesivamente hasta el último canto en donde no hay z. En España, Lope y otros ingenios del siglo de oro compusieron novelas cortas sin una vocal determinada. LIPOPSIQUIA. LIPOTIMIA. f. Med. MAGNÉSICO, CA. adj. 1. Quím. Que tiene por base la magnesia. ―2. Mineral. Calificación de los terrenos que contienen rocas magnesianas. Magnésico, ca. adj. Quím. Que tiene la magnesia por base. ║ Propio de la magnesia ó el magnesio; perteneciente á estos cuerpos, ó que encierra alguna de sus propiedades. ║ Miner. Calificación de los terrenos que contienen rocas magnesianas. MAGNÉSICO : adj. Quím. : dícese de las preparaciones que tienen por base la magnesia.―Relativo o perteneciente a la magnesia […] LIPOGRAMA (del gr. leípein, dejar, abandonar, y grama, letra): m. Liter. Obra literaria en cuya composición el autor prescinde de una ó varias letras del alfabeto. Los más famosos lipogramas que se conocen son dos poemas griegos, escritos por Nestor y Trifiodoro, respectivamente: el uno es una especie de Ilíada en veinticuatro libros, en cada uno de los cuales está totalmente excluída la letra del alfabeto que da su número de orden; el otro es una Odisea, compuesta de manera análoga. Después han sido muchos los autores que han escrito lipogramas. LIPOPSIQUIA: f. Patol. Sin. de LIPOTIMIA (V. en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). MAGNÉSICO, SICA: adj. […]. MAGNÉSICO, SA. adj. Quím. Que tiene la magnesia por base. ║ Propio de la magnesia ó el magnesio; perteneciente á estos cuerpos, ó que encierra alguna de sus propiedades. ║ Miner. Calificación de los terrenos que contienen rocas magnesianas. — MAGNÉSICO, SICA: adj. Miner. Que tiene por base la magnesia. — MAGNÉSICO, SICA: adj. Geol. Se dice de los terrenos compuestos de rocas magnesíferas. Domínguez (1853) del magnetismo que se ocupa de la producción de los efectos magnéticos. Gaspar y Roig (1853-1855) Salvá suplemento (1879) Magnetogenia, s. f. Didáct. Parte del magnetismo, que se ocupa de la producción de los efectos magnéticos. Zerolo (1895) MAGNETOGENIA. f. Parte DEHA Segundo apéndice MAGNETOGENIA (de magnetógeno): f. Fís. Producción de los fenómenos magnéticos. MAGNETOLOGÍA. Tratado sobre magnetismo. el imán y el Magnetología, s. f. Didáct. Tratado sobre el imán y el magnetismo. ║ Nombre genérico, que abarca toda la ciencia del magnetismo animal, medios y resultados, causas y efectos. MAGNETOGENIA. f. Didáct. Parte del magnetismo, que se ocupa de la producción de los efectos magnéticos. MAGNETOLOGÍA. f. Didáct. Tratado sobre el imán y el magnetismo. ║ Nombre genérico, que abarca toda la ciencia del magnetismo animal, medios y resultados, causas y efectos. f. MAGNETOLOGÍA (del gr. mágnês, mágnêtos, piedra imán, y lógos tratado, discurso): f. Fís. Tratado sobre los imanes y sus propiedades. Maitinario, s. m. Litur. Libro que contiene el oficio de maitines. MAITINARIO : s. m. ant. : libro que contiene los maitines. MAITINARIO. m. Libro que contiene el oficio de maitines. MALACOSARCOSIS. f. Med. Reblandecimiento del sistema muscular. Malacosarcosis, s. f. Patol. Especie de relajacion ó estado muelle del sistema muscular. MALACOSARCOSIS : s. f. Med. : estado de blandura, especie de relajacion de los músculos. MALACOSTEOSIS, s. f. (etim. gr. malacos blando, osteos hueso). Patol. Blandura de los huesos. [suplemento 1853] MALACOSTEOSIS : s. f. Med. : reblandecimiento de los huesos. MALACOSTEOSIS. f. Med. Reblandecimiento de los huesos. — MAGNETOLOGÍA: Ciencia del magnetismo animal. MAITINARIO: m. Litur. Libro que contiene el rezo de Maitines. MALACOSARCOSIS (del gr. malakós, blando, y de sarcosis): f. Patol. Reblandecimiento del sistema muscular. MALACOSTEOSIS (del gr. malakós, blando, y de osteón, f. Patol. hueso): Reblandecimiento de los huesos, sin. de OSTEOMALACIA (V. en el tomo correspondiente del DICCIONARIO). PILAR PARDO HERRERO Pese a estos ejemplos ofrecidos, que parecen generar un vínculo entre el segundo apéndice del DEHA y diccionarios de autor del siglo XIX, todas aquellas voces que el DEHA no toma de dichos diccionarios, o que ni siquiera están en sus nomenclaturas, hacen que deba considerarse que hubo otras fuentes, quizá especializadas. La búsqueda y comprobación de esas huellas habrá de desvelarse en futuros trabajos de investigación. 3.3.3. Conclusión La conformación de la nomenclatura de especialidad de una obra de la envergadura del DEHA no debió ser fácil. Para simplificar al menos parcialmente esa labor, los encargados hicieron uso de distintos materiales previamente publicados en lengua española, algunos de los cuales se han puesto de manifiesto en este apartado sobre fuentes. Entre ellos los diccionarios académicos son una de las fuentes principales. El acercamiento al uso que se hizo de la edición de 1884 y de 1899 ha evidenciado la relación directa entre las obras, así como divergencias que enriquecen la historia de las palabras en el ámbito lexicográfico. Entre las otras fuentes destaca para el cuerpo el Diccionario General de Arquitectura e Ingeniería de Pelayo Clairac, utilizado como fuente de nomenclatura, definiciones e información enciclopédica. 3.4. RECAPITULACIÓN El acercamiento realizado en el primer apartado de este capítulo indica claramente que en la nomenclatura de la obra la presencia de las marcas de especialidad es muy relevante. Entre ellas las marcas de ciencias naturales: botánica, zoología y paleontología, y la marca de química son principales, sumando entre ellas un 56% del total, y se explican básicamente por la extensísima nomenclatura clasificatoria que se produce en estos campos. Este hecho está evidentemente relacionado con el carácter enciclopédico de la obra, que como diccionario contiene la lengua general y como enciclopedia es un compendio del saber humano. Como apunta Petrecca (1992: 255257) en su estudio sobre la taxonomía científica y el discurso lexicográfico, la información en una obra de referencia depende en parte de la distinción entre ser 426 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA enciclopedia y diccionario, y en la diferencia entre el lenguaje científico y el ordinario, pues mientras el primero «refleja el estado de conocimientos de un campo del saber humano en un determinado momento de la historia y su taxonomía, el ordenamiento y jerarquía de tales conceptos», el segundo «proporciona su peculiar interpretación del mundo basándose en las necesidades concretas de la sociedad». Lo anterior justifica la presencia de tantos términos de las ciencias naturales (45%) y de la química (11%), y sirve a su vez para explicar la inclusión de todos esos otros términos de campos científicos que la obra recoge, aunque sea en una menor proporción. Destaca en este apartado la observación de un gran número de marcas, muchas de ellas no contempladas por los diccionarios académicos de 1884 y 1899, las cuales indican una mayor subdivisión del conocimiento propuesta en el DEHA, acorde con el camino de especialización que empezaban a recorrer por entonces la ciencia y la técnica. Pero las marcas no solo son esenciales en la nomenclatura. Según ha podido observarse en el segundo apartado estas también son clave en las entradillas, tanto de acepciones como en las enciclopédicas. La multiplicidad de funciones de las marcas —restrictiva, temática o doble— en estas entradas y entradillas hace que el DEHA requiera un lector activo y atento, pues debe interpretar la información contenida, empezando por la cuestión meramente técnica de la marcación con abreviaturas de especialidad, la cual con el análisis y los ejemplos mostrados se presenta como una cuestión compleja. Una interesante consecuencia de la polivalencia de las marcas de especialidad es que invita al lector a una reflexión de carácter lingüístico, conceptual y terminológico, contenida particularmente en el caso de voces que con un sentido cotidiano, común (por ejemplo tierra como suelo que se pisa, que se cultiva, que se posee), al aparecer acompañadas con una determinada marca complejizan su sentido, mostrando que en un contexto de especialidad esa misma palabra puede conllevar un concepto distinto, científico. En ese mismo apartado se muestra que hay varias posibilidades de presentación del vocabulario de especialidad en la microestructura del DEHA. Esa variedad dificulta una descripción sistemática, pero al ver la obra en conjunto queda de manifiesto que el DEHA tiene una pretensión terminológica desde el principio. En el cuerpo esa intención lucha con el objetivo diccionarístico y enciclopédico y por eso hay tantas formas de tratar la definición del léxico marcado. El primer apéndice, con un mínimo porcentaje 427 PILAR PARDO HERRERO de entradas sin marca diatécnica combina la pretensión enciclopédica de completar la información dada en el cuerpo y ofrecer todos los datos que puede sobre el vocabulario nuevo, con el interés terminológico evidenciado al incluir términos especializados. El objetivo terminológico se concreta mucho más en el segundo apéndice, aunque siga habiendo un gran peso enciclopédico, no solamente por la cantidad de voces marcadas diatécnicamente sino por algo tan importante como es la definición concisa. El DEHA refleja el inicio de la preocupación por la terminología en el siglo XIX en su cuerpo y primer apéndice, y muestra el camino recorrido hacia lo que serán obras propiamente terminológicas en el siglo XX. Su último director, Pelayo Vizuete, es una figura en la que se ve el futuro de esas reflexiones implícitas en el DEHA, pues dará un paso más en este sentido en el planteamiento del Diccionario Tecnológico Hispanoamericano. Por otra parte, el tercer apartado señala que en la confección del cuerpo del DEHA, donde se mezcla ofrecer la lengua general, la de especialidad y contenido enciclopédico, el diccionario académico de 1884 es muy importante por su aporte de vocabulario especializado (además, claro está, de su contribución en cuanto a lengua general). Sin embargo el DEHA no lo sigue 100% y contiene además muchas otras entradas específicas de los campos que no tenían cabida en dicho diccionario, por lo que el uso de otras fuentes era indispensable. Entre las que se han podido establecer destaca el diccionario de Clairac, tanto porque de allí sale mucha nomenclatura y definiciones, además de textos enciclopédicos, como porque este autor está en la lista de redactores, lo que plantea interesantes reflexiones sobre cómo participaron dichas personas. Posteriormente, en el segundo apéndice, se observa de nuevo la presencia del DRAE 1899 con algunas de sus novedades o con aportes no tenidos en cuenta previamente. Entre las voces que no provienen de ninguno de los diccionarios académicos, hay un importante número que se adelantan a los repetorios que producirá la misma Academia a partir de 1914. Como se puede ver en los ejemplos de todo este capítulo, muchas de las voces en el DRAE o en el DM no tendrán marca de especialidad, lo cual indica que su uso será considerado común, pero también sirve para sostener la tesis de que una de las razones por las que el DEHA marca las palabras con abreviaturas de especialidad es que no están recogidas en el DRAE, son neologismos, y por tanto no pueden considerarse comunes. 428 CAPÍTULO III. EL LENGUAJE DE LA CIENCIA Y DE LA TÉCNICA EN EL DEHA Por último, el acercamiento realizado al léxico de la lengua de la ciencia y de la técnica en el DEHA pone de manifiesto la importancia que tiene acercarse al contexto histórico de las distintas ciencias y técnicas para comprender por qué un determinado vocabulario tiene una presencia particular en la obra. El DEHA nos da información lingüística (principalmente en las entradas y entradillas, pero también en los artículos enciclopédicos, como se ha visto en los ejemplos de terminología allí contenida), pero tiene tanto implícita como explícitamente una gran cantidad de información complementaria referente a la historia de la lengua de la ciencia y a la historia de la ciencia, lo que hace del DEHA una obra fundamental para la historia de la lexicografía española y de la terminología. 429 CAPÍTULO IV HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX CAPÍTULO IV HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX En los tres capítulos anteriores se ha ofrecido información sobre la historia editorial del DEHA, así como la presentación de la microestructura y macroestructura del diccionario y un extenso análisis sobre el léxico de ciencia y técnica que este contiene. Para terminar con el panorama de la obra, en este último capítulo me propongo dar un paso adelante en la historia del diccionario publicado por Montaner y Simón, hacia el futuro de esta obra en tanto que influyente en otros repertorios. Los ejemplos que se presentan aquí están limitados a cuatro obras de relevancia en que se puede establecer que el DEHA dejó su huella: los diccionarios de la Academia (§ 4.1.), el Diccionario de la lengua española (1917) de J. Alemany y Bolufer (§ 4.2.), el Gran diccionario de la lengua castellana (1902-1931) de Aniceto de Pagès (§ 4.3.) y la Enciclopedia Espasa (§ 4.4.). La presencia que se mostrará en las obras tiene como objetivo demostrar que el DEHA fue relevante en su momento de publicación y que su contenido fue considerado como autorizado. 4.1. LOS DICCIONARIOS DE LA ACADEMIA Los diccionarios académicos fueron fuente indiscutible para el DEHA, como se ha podido comprobar en distintos puntos de esta tesis (§ 2.3.1.5., 2.4.2.1. y 3.3.). Asimismo, es lógico pensar como una posibilidad que el DEHA tras su publicación se hiciera fuente de los diccionarios académicos en alguna medida, ya que contenía muchos datos lingüísticos y enciclopédicos que la Academia no había considerado con anterioridad. No es fácil determinar cómo pudo influir el DEHA en los diccionarios académicos del siglo XX, y la última edición del XIX, pero algunas informaciones permiten suponer que fue tenido en cuenta, al menos tangencialmente. Un dato interesante sucede con abreviaturas del DEHA que luego estarán en el DRAE, como son la de intransitivo, locución adverbial y vulgar, entre las gramaticales; y administración, patología, zootecnia, entre las de especialidad. La inclusión puede 433 PILAR PARDO HERRERO deberse a más factores, no solamente al uso en el DEHA, pero lo que sí debió llegar a los debates académicos fue la reflexión gramatical, así como la que conlleva una mayor división del conocimiento, ambas implícitas en la obra de Montaner y Simón. Pero lo más relevante es encontrar relaciones textuales. Durante esta investigación se han hallado varios casos de coincidencias que permiten hablar de huellas del DEHA en la lexicografía académica (§ 3.3.1.1.c. pp. 391-392, 3.3.2.1.c. p. 417). Sin embargo, hay que tener en cuenta que el intermediario de esa información pudo ser otra obra, y me refiero particularmente al diccionario de Alemany y Bolufer (al que me referiré explícitamente en el siguiente apartado), el cual utilizó el DEHA para su lemario y definiciones. Pese a esto, puede decirse que el DEHA sí participa de los diccionarios académicos durante el siglo XX. En seguida se ofrecen algunos ejemplos en que se puede comparar la entrada del DEHA y la del diccionario académico en que entra la definición o en que hay coincidencias. En la columna de diccionarios académicos se coloca al inicio entre paréntesis cuadrados el repertorio y año en que aparece la voz por primera vez. La definición puede haber cambiado posteriormente, pero lo que aquí se intenta evidenciar es un determinado vínculo entre las obras. DEHA AGROLOGÍA (del gr. αγρός campo, y λογος, tratado): f. Agric. Parte de la agronomía que se ocupa del estudio del suelo en sus relaciones con la vegetación y de los medios de modificar la acción del referido suelo sobre la misma vegetación. […] EUFÓTIDA (del gr. ευ, mucho, y φοτος, luz): f. Miner. La eufótida, llamada también granitona, y comúnmente verde de Córcega, por abundar mucho en esta isla, es una roca compuesta de diálaga y feldespato, jade ó Saussurita, de color blanco manchado de verde, muy tenaz, de estructura granosa, que la hace confundir á veces con ciertas variedades de granito […] Es piedra de adorno bello y elegante. […] Diccionarios académicos [DRAE 1936] AGROLOGÍA. (Del gr. άγρός, campo, y λέγω, decir, tratar.) f. Parte de la agronomía que se ocupa en el estudio del suelo en sus relaciones con la vegetación. [DRAE 1899] EUFÓTIDA. (Del gr. έυ, bien, y φώς, φωτός, luz.) f. Roca compuesta de dialaga y feldespato: es de color blanco manchado de verde, de textura granujienta y muy tenaz. Sirve como piedra de adorno. DEHA Primer apéndice AUTOINTOXICACIÓN (del gr. αύτός, uno mismo, é intoxicación): f. Patol. Intoxicación del organismo por productos que éste elabora y que debían ser eliminados. La producción de los venenos […] CALORIAMPERÉMETRO: m. Electr. Aparato debido á Edelmann para medir la intensidad de una corriente eléctrica por el método calorimétrico. Está fundado en la medición del calor producido por la corriente al través de una resistencia metálica, calor que depende de la resistencia conocida y de la intensidad de la corriente. […] Diccionarios académicos [DRAE 1936] Autointoxicación. (De auto, 2.º art., e intoxicación.) f. Intoxicación del organismo por productos que él mismo elabora y que debían ser eliminados. [DRAE 1925] CALORIAMPERÍMETRO. (De caloría y amperímetro.) m. Electr. Aparato para medir la intensidad de una corriente eléctrica, por el método calorimétrico. 434 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX DEHA Segundo apéndice CATATIPIA (del gr. katá, sobre, y túpos, tipo, molde): f. Tecn. Procedimiento fotográfico para obtener pruebas por medio de la catálisis. DINAMO: f. Fís. Abreviatura universalmente empleada para designar toda máquina dinamoeléctrica. El descubrimiento de la dinamo es, sin duda, uno de los más trascendentales del pasado siglo […] Con toda generalidad se define al dinamo diciendo que es una máquina destinada a transformar la energía mecánica (movimiento) en energía eléctrica (corriente), o viceversa, por inducción electromagnética, debida generalmente, a la rotación de cuerpos conductores en un campo magnético. Esta definición, debida a Thomson, es la más exacta y completa que conocemos […] HEDONISMO: m. Filos. Doctrina ética que considera el placer como único fin de la vida humana. El hedonismo puede aspirar a la felicidad espiritual, ó, simplemente, al eudemonismo […] HUMANISMO: m. Liter. Cultivo y erudición de las letras clásicas. – HUMANISMO: Liter. Doctrina de los humanistas del Renacimiento. – […] KILOVATIO (del gr. jílioi, mil, y de vatio): m. Fís. Unidad electromagnética equivalente a mil vatios. LINEOTIPIA (de línea y del gr. túpos, molde): f. Impr. Máquina de componer provista de matrices, de la cual sale la línea formando una sola pieza. Es invención del alemán Ottomar Mergenthaler.[…] LINOTIPIA. f. Impr. V. LINEOTIPIA en este mismo APÉNDICE. RADIOACTIVIDAD: f. Fís. Energía de los cuerpos radiactivos. […] Diccionarios académicos [DRAE 1925] CATATIPIA. (De la combinación de catálisis y tipo) f. Procedimiento fotográfico para obtener pruebas por medio de la catálisis. [DRAE 1899, pero se reproduce aquí la nueva definición de 1925] DÍNAMO. (Del gr. δύναμις, fuerza.) f. Fís. Máquina destinada a transformar la energía mecánica (movimiento) en energía eléctrica (corriente) o viceversa, por inducción electromagnética, debida generalmente a la rotación de cuerpos conductores en un campo magnético. [DM 1927] [HEDONISMO. m. Doctrina filosófica que considera el placer como único fin de la vida humana. [DM 1927] [HUMANISMO. m. Cultivo y conocimiento de las letras humanas. ║ Doctrina de los humanistas del renacimiento. [DM 1927] KILOVATIO. m. Electr. Unidad electromagnética equivalente a mil vatios. [DRAE 1925] LINOTIPIA. (Del ingl. linotype.) f. Máquina de componer provista de matrices, de la cual sale la línea formando una sola pieza. [DRAE 1925] RADIACTIVIDAD. f. Fís. Energía de los cuerpos radiactivos. La huella textual del DEHA en los diccionarios académicos que se observa a través de los ejemplos, aun considerando que en muchos casos tiene como posible intermediario el repertorio de Alemany, es fundamental para evidenciar la recepción positiva de la información contenida en el DEHA. Pero parece importante destacar asimismo que en el DEHA hay muchas otras voces que aparecen allí antes de que la Academia las acepte, lo que indica un acopio importante de léxico por parte del DEHA y lo podría incluir como una fuente lingüística para los repertorios académicos. En el capítulo II, en el apartado de americanismos (§ 2.4.), y en el capítulo III, apartado sobre nomenclatura con marca especialidad (§ 3.1.), hay diversos ejemplos de palabras que están en él y entrarán después a dichos 435 PILAR PARDO HERRERO diccionarios (pueden verse más en el CD-ROM, archivo 3 «Español de América en el DEHA»). A esos ejemplos quisiera sumar algunos otros para indicar que el DEHA es una obra a tener en cuenta en la historia de la lexicografía académica. A continuación presento una serie de cuatro cuadros con ejemplos de estas voces, tanto específicas (con abreviatura en el DEHA) como generales (no marcadas en el DEHA) que van a entrar en los diccionarios académicos. Los tres primeros están dedicados a voces con marca de especialidad en el DEHA: en el primero (Cuadro 25) se incluyen voces del cuerpo del DEHA, en el segundo (Cuadro 26) se incluyen voces del primer apéndice y en el tercero (Cuadro 27) se incluyen voces del segundo apéndice del DEHA. En estos cuadros las dos columnas de la derecha recogen el año de incorporación a la lexicografía académica y si tienen o no marca. En el último cuadro (Cuadro 28) se incluyen voces del segundo apéndice del DEHA sin marca de especialidad (columna de la izquierda) que entran a la lexicografía académica (la edición se indica en la columna de la derecha). Lema aglomerado 3 albedo aplique biela capitalismo condón espermatozoide estafilococo gres hipófisis logística macla agua de Seltz (s.v. Seltz) sicosis telemetría tensor termostato trombosis velódromo vulcanización yodoformo Marca DEHA Maq Ferr Ast. A. urb.. Mec. Econ. Polit. Tecn. Fisiol. Microb. Geol. Anat. Mil. Miner. Tecn. Derm. Ing., Topog. y Geod. Ferr., Const. y Electr. Fís. y Maq. Patol. Deport. Art. y Of. Quím. y Farm. Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1899 DRAE 1936 DM 1927 – DRAE 1970 DRAE 1899 DRAE 1925 DRAE 1989 DRAE 1936 DRAE 1914 DRAE 1925 DRAE 1936 DM 1950 – DRAE 1970 DM 1984 – DRAE 1992 DRAE 1936 s.v. agua DRAE 1984 DRAE 1925 DRAE 1914 DRAE 1956 DRAE 1970 DRAE 1914 DRAE 1925 DRAE 1914 Marca académica Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Med. Sin marca Sin marca Mil. – Sin marca Sin marca – Mineral. Sin marca Med. Sin marca Sin marca Sin marca Pat. Sin marca Sin marca Quím. Cuadro 25. Voces con marca de especialidad en el DEHA que entran a la lexicografía académica 436 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX Lema aceración agnosticismo apendicitis bacheo beligerancia central colonia de animales s.v. colonia deflexión despolarización fumigador gauss linóleo poligenismo sericultura Marca DEHA Art. y Of. y Fís. Fil. Patol. Carr. Dro. intern. Fís. Zool. Fís. Electr. Tec. Fís. Tecn. Antropol. y Prehist. Ind. Año en que entra a la lexicografía académica DM 1927 – DRAE 1956 DRAE 1899 DRAE 1914 DRAE 1925 DRAE 1914 DRAE 1925 DM 1989 – DRAE 1992 como voz simple: colonia DRAE 2001 DRAE 1925 DRAE 1936 DRAE 1970 DRAE 1914 DRAE 1914 DRAE 1925 Marca académica Sin marca Sin marca Med. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Fís. Fís. Sin marca Fís. Sin marca Sin marca Sin marca Cuadro 26. Voces con marca de especialidad en el primer apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica Lema acné antropocéntrico, ca bizcorneado bronquiolo capitalismo cavernícola colectivismo depresión intelectual s.v. depresión discordancia egiptología electrificación evolucionismo ex libris fagocitosis fisiografía fricativo, va gastrointestinal gregario, ria heliográfico, fica heurística incidente [adj.] isotropía lignificación microscopia atracción molecular s.v. molecular Marca DEHA Med. veter. Fil. y Rel. Impr. Anat. Econ. polít. Prehist. Fil. y Econ. pol. Patol. Mús. Arqeuol. Tecn. Biol. Impr. Biol. Geog. Filol. Anat. Zool. y Bot. Fís. y Tecn. Filos. Fís. Bot. y Fís. Bot. Tecn. Fís. Año en que entra a la lexicografía académica DM 1927 – DRAE 1956 DRAE 1947 supl. DRAE 1914 DRAE 1956 DRAE 1925 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1925 DRAE 1936 como voz simple: depresión DRAE 1992 DRAE 1925 DRAE 1925 DRAE 1925 supl. DM 1927 – DRAE 1936 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1970 DRAE 1925 DM 1950 – DRAE 1956 DRAE 1992 DRAE 1956 DRAE 1936 DRAE 1914 DRAE 1970 DRAE 1970 supl. DRAE 1970 supl. DRAE 1914 Marca académica Sin marca Sin marca Impr. Anat. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Fisiol. Sin marca Gram. Sin marca Sin marca Sin marca Sin marca Ópt. Fís. Bot. Sin marca Fís. 437 PILAR PARDO HERRERO neurona *obturador oceanografía pegamoide polinización *redonda retroceso servomotor teleobjetivo transbordador verascopio Histol. Fot. Geog. Tecnol. Bot. Mús. Mec. Tecnol Fís. Tecn. Fís. DM 1927 – DRAE 1936 DM 1984 – DRAE 1992 DRAE 1914 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1936 DRAE 1925 DM 1985 – DRAE 2001 DRAE 1914 DRAE 1970 DRAE 1925, remite a puente transbordador DM 1927 – DRAE 1936 Anat. Fotogr. Sin marca Sin marca Bot. Mús. Art. – Sin marca Mar. Sin marca Sin marca Sin marca Cuadro 27. Voces con marca de especialidad en el segundo apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica Lema alpinismo angora avalancha avión bactericida bohemio, mia comadrona cuartucho damnificado distinción ‘elegancia, cortesía’ esposar eugenesia fenomenología filatelia geofísica ginecólogo heurístico, tica impresionismo ironizar latifundio motocicleta plancton presión atmosférica s.v. presión reavivar rioja sadismo taxímetro trilladora Año en que entra a la lexicografía académica DRAE 1914 DRAE 1956 DM 1927 – DRAE 1970 DRAE 1925 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1925 DRAE 1925 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1970 DRAE 1925 DRAE 1925 DRAE 1936 DRAE 1984 DRAE 1925 DRAE 1936 DRAE 1914 DRAE 1936 DM 1927 – DRAE 1936 DRAE 1925 DRAE 1914 DRAE 1925 DRAE 1956 DRAE 1984 DRAE 1925 DRAE 1970 DM 1950 – DRAE 1956 DRAE 1925 DRAE 1925 Cuadro 28. Voces sin marca de especialidad en el segundo apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica 438 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX 4.2. EL DICCIONARIO Y BOLUFER DE LA LENGUA ESPAÑOLA (1917) DE JOSÉ ALEMANY El estudio de Prieto García-Seco (2007a) es el más profundo realizado hasta ahora sobre el Diccionario de la lengua española (DLE) (1917) de José Alemany y Bolufer. Allí el autor describe la obra y evidencia varias de sus fuentes. Una de ellas es el DEHA. Al hablar del DLE comparándolo con el DRAE 1914, el cual reproduce, dice Prieto García-Seco (2007a: 129-130) que [e]l sistema de remisiones también fue objeto de una de las innovaciones –a mi juicio– más positivas que introduce Alemany, si bien, lamentablemente, no es lo sistemática que sería de desear. La Academia empleaba la letra negrita en estos casos y, en ocasiones, indicaba mediante una especificación numérica a qué acepción se remitía. Alemany, además de este sistema, hace uso de otro más claro que consiste en señalar después de la remisión, a qué acepción se refiere mediante la copia, casi siempre parcial, de esta. Esto lo hace el DEHA, como ya lo mencioné en capítulos anteriores (§ 2.3.1.5.c. (p. 186) y 3.3.1.1.b. (p. 381)). Como en Alemany, en el DEHA no siempre se da la definición completa o parcial junto a la remisión, a veces solo está la remisión; pero si Alemany usó tanto el DEHA, quizá la idea la tomó de allí. Prieto García-Seco dice seguidamente que la Academia toma la misma decisión en su edición de 1970, lo que lleva a ver que el DEHA estaba acertado en su esfuerzo. El uso del DEHA por parte de Alemany (al menos para la primera edición del DLE) no es ningún secreto; el mismo autor la tiene entre las obras utilizadas para la conformación de su repertorio (Alemany 1917: VIII), revelando una gran importancia si se tiene en cuenta que se incluye una abreviatura para referirse a esta obra en la lista «Abreviaturas empleadas en este diccionario», lo cual ocurre únicamente con otra obra de obvia utilización: el diccionario académico. El estudio aludido de Prieto García-Seco confirma esa utilización dando diversos ejemplos, entre los que destacan los de las creaciones ocasionales de Tirso de Molina. Sin embargo me interesa ofrecer aquí otros casos comprobatorios encontrados principalmente en americanismos y voces con marca de especialidad que indican el valor dado al contenido del DEHA por parte de Alemany. Entre los americanismos que contiene el DEHA se observa, por ejemplo, que de los que tienen marca diatópica y no provienen del DRAE correspondiente (véase Cuadro 8), ni están tampoco en el DRAE 1914, el 85%, aparecen en Alemany. Algunos no siguen la definición del DEHA, pero otros muchos sí. Entre ellos están los siguientes: 439 PILAR PARDO HERRERO DEHA ACHOLAR: a. fam. Amér. Correr, avergonzar, confundir á alguno. Ú. t. c. r. ALABADO: Chil. El canto de los serenos al venir el día y recogerse en su cuartel, canto así llamado por comenzar con las mismas palabras de la oración de este nombre. De ahí la expresión Al alabado usada en dicho país. – AL ALABADO: m. adv. Chil. Al rayar el alba, al venir el día, muy de mañana. ALZAFUELLES: com. fam. Colomb. Soplón, fuelle. AMASANDERÍA: f. Chil. Tahona o panadería pequeña, generalmente dirigida por mujeres. APLOMAR: […] – APLOMARSE: fam. Chil. Avergonzarse, correrse. CHIRAPA: f. Perú. Lluvia con sol. FRASCO: […] – FRASCO: prov. Cuba. Unidad de capacidad en la isla de Cuba, equivalente a 2,442 litros. Alemany y Bolufer (1917) ACHOLAR. v. a. fam. Amér. Correr, avergonzar, confundir a alguno. Ú. t. c. r. ALABADO, DA. p. p. De Alabar. […] ║ Amér. En Chile, el canto de los serenos al venir el día y recogerse en su cuartel. ║ Al alabado. m. adv. Al rayar el alba, al venir el día, muy de mañana. ALZAFUELLES (de alzar y fuelle). com. fam. Amér. En Colombia, soplón, fuelle. ║ fam. Adulador, lisonjero. AMASANDERÍA (de amasandero). f. Amér. En Chile, tahona o panadería pequeña, generalmente dirigida por mujeres. APLOMAR: […] ║ fam. Amér. Avergonzarse, correrse. CHIRAPA: f. Amér. En el Perú, lluvia con sol. ]║ […] FRASCO: […] f. Amér. En Cuba, medida de capacidad para líquidos, equivalente a 2 litros y 44 centilitros. ║ […] DEHA Segundo apéndice ACASERARSE: r. Amer. Hacerse parroquiano de un establecimiento. DESPARPAJAR: a. Amer. (de Honduras). Dispersar, ahuyentar. ║ f. Malgastar. – DESPARPAJARSE: r. Amer. (de Honduras). Sacudir el sueño, despabilarse. GAMBETEADOR: m. Amer. Caballo ó yegua que hace gambetas. HUAMANRIPA: m. Amer. Planta usada para combatir las afecciones de los bronquios. LAMBEPLATOS: m. Amer. (de Honduras). Pordiosero, mendicante. PATOTA: f. Amer. (Argent.). Pandilla de jóvenes callejeros que asaltan á determinadas personas haciéndoles daño ó mofándose de ellas, por venganza ó por antipatía, ó sólo por puro entretenimiento. TROPILLERO: m. Amer. Conductor de una tropilla. Era una confusión: de todos lados sonaban cencerros y se oían los silbidos de los TROPILLEROS repuntando los caballos menos amadrinados. LUCIO V. MANSILLA. Alemany y Bolufer (1917) ACASERARSE. r. Amer. Hacerse parroquiano de un establecimiento. DESPARPAJAR […] Amér. Dispersar, ahuyentar. ║ Amér. Malgastar. GAMBETEADOR, RA: adj. Amer. Dícese del caballo o yegua que gambetea. Ú. t. c. s. HUAMANRIPA: f. Amér. Según el Dicc. Encicl. Hisp. Amer., planta que se emplea para combatir las enfermedades de los bronquios. LAMBEPLATOS: […]║ fig. y fsm. Amér. Pordiosero, mendicante. PATOTA: f. Amér. En la República Argentina, según el Dicc. Encicl. Hisp. Amer., pandilla de jóvenes callejeros que asaltan a determinadas personas haciéndoles daño ó mofándose de ellas por venganza, antipatía, o puro entretenimiento. TROPILLERO: m. Amér. Conductor de una tropilla. 440 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX En lo que se refiere a las voces con marca de especialidad en el DEHA, que están en el DLE (1917) pero no provienen del diccionario académico, no es aquí factible dar un porcentaje real sobre cuántas voces provienen del enciclopédico pues no es este un objetivo de la tesis. Sin embargo, sí es posible hacer algunos comentarios a partir de datos recogidos en el apartado sobre español de América (§ 2.4.2.2.) y el repaso de porcentajes que se trabajaron en el capítulo III. Acerca de las voces relacionadas con el español de América que tienen marca de especialidad, sobre las que se habló en el capítulo II (entre las cuales más de un 90% no provienen del DRAE 1884 ni 1899 (véase Cuadro 9)) destaca que una parte importante de ellas aparezcan en Alemany, siendo evidente en muchos casos que la fuente es el DEHA. Algunos ejemplos son los siguientes: DEHA AUQUI: m. Min. Operario que excava en las minas de América empleando los barrenos. JATA: f. Bot. Nombre cubano con que se designan algunas especies del género Copernicia, tribu corífeas, familia Palmeras, orden juncineas, clase monocotiledoneas. Una de ellas, la simplemente denominada Xata […] PUMOS: m. Bot. Nombre vulgar mejicano de una planta perteneciente á la familia de las Palmáceas, y cuya denominación científica es Copernicia Pumos Mart., especie utilizada por sus frutos. URUBITINGA: f. Zool. Nombre vulgar con que en América se designan las especies del género Morphnus, que son aves del orden de las rapaces […] Alemany y Bolufer (1917) AUQUI. m. Min. Operario que excava en las minas de América empleando los barrenos. JATA. f. Amér. Nombre cubano con que se designan algunas especies de palmeras. PUMOS: m. Amér. Según el Dicc. Encicl. Hisp. Amer., nombre vulgar que dan en Méjico a una palma apreciada por sus frutos. URUBITINGA. f. Amér. Merid. Nombre vulgar con que en algunas partes se designan las especies de un género de aves rapaces falcónidas. DEHA Primer apéndice CHANCHITO: m. Zool. Nombre vulgar con que en la América española se designa al Pogonias fasciatus Lacep., pez del orden de los acantopterigios que se encuentra en abundancia en las costas de Montevideo, y notable porque puede producir ligeros gruñidos, merced á las contracciones de su vejiga natatoria. V. POGONIAS, en el t. XV. GUANANA f. Zool. Nombre vulgar con que en la América española se designa al Chen hiperboreus, ave del orden de las palmípedas, familia de las anátidas. Esta ave se designa con el nombre de Guanana blanca en Cuba […] Alemany y Bolufer (1917) CHANCHITO. (de chancho, 3.ª acep.) m. Nombre vulgar que dan en América a un pez del orden de los acantopterigios, abundante en las costas de Montevideo, y notable porque puede producir ligeros gruñidos, merced a las contracciones de su vejiga natatoria. GUANANA. (Voz americana). f. Ave palmípeda, especie de ganso. ║ blanca. Amér. En cuba, guanana. DEHA Segundo apéndice CARPINCHO: m. Zool. Mamífero roedor originario del Paraguay. Habita en las márgenes de los ríos y de los lagos y nada con suma habilidad debajo del agua. Alemany y Bolufer (1917) CARPINCHO. m. Amér. Zool. Capiguara. 441 PILAR PARDO HERRERO CHOLOQUE: m. Bot. Arbol americano que produce unas bolas de color obscuro, con la cuales juegan los niños. Su corteza se utiliza como jabón. HUAILACA: m. Mús. Flauta mejicana primitiva de punta, provista de cinco agujeros. Es de una sola pieza y el tubo es de hueso. CHOLOQUE. m. Bot. Arbol americano que da unas bolas de color obscuro, con la cuales juegan los niños. Su corteza se utiliza como jabón. ║ Fruto de ese árbol. HUILACA. m. Mús. Flauta mejicana de hueso, con cinco agujeros. Es un instrumento primitivo. En cuanto a los corpus de voces a partir de los cuales se analizó el léxico de ciencia y técnica, estos indican que buena parte de los términos que Alemany incluye, que no estaban en el DRAE, están en DEHA, y además, saca de allí en muchos casos su información de la definición. De esto hay ejemplos en varios de los campos de conocimiento que se vieron en el tercer capítulo, de los cuales se ofrece a continuación una selección188. DEHA AERIFICACIÓN: f. Fís. Acto de hacer pasar al estado aeriforme, una sustancia sólida o líquida. BARETITA: f. Miner. Nombre dado por Bombici á un mineral de Travenselle, que se presenta en masas radiadas y constituído principalmente por un silicato de calcio y de magnesio. Contiene también óxido de hierro y alúmina. Dureza 2,5; densidad 2,5. CRANEÓGRAFO (del gr. κρανίον, cráneo, y γραφος, descripción): m. Anat. Aparato que se emplea para dibujar sobre una pantalla de papel el perfil del cráneo. En el de Broca se obtienen los ángulos articulares ó aurículo-craneanos y el ángulo facial de Camper. […] DERMATEMIA (del griego δερμα, piel, y αίμα, sangre): f. Med. Congestión pasajera de la piel. EPIYUÉS: m. pl. Geog. Tribu de la raza de los cacinos, en el territorio Guajira de la Rep. de Venezuela, á la cual pertenecen las parcialidades que viven en el sitio de Sararapa, con 600 individuos de ambos sexos […] KAIANIDAS: m. pl. Mit. Dinastía de reyes de Persia, que sucedió á la de Pischdadianos, reyes que para los historiadores griegos debieron pasar por babilonios, asirios ó medos. Los soberanos kaianidas, cuyo nombre parece venirles de Kai, que en persa antiguo significa gran rey ó gran hombre (gigante), fueron nueve según unas historias, y diez según otras […] PLEISTOCENO (del gr. πλεîστος, más, y καινός, reciente, nuevo): adj. Geol. Llámase así al último período de la historia geológica de nuestro globo antes de la época actual, denominado también antrópico ú hominal, por ser el principal carácter la aparición entre los restos fósiles correspondientes á esta época. Desde que se verificó tan importante hecho la geología terrestre no ha sufrido modificaciones apreciables […] Alemany y Bolufer (1917) AERIFICACIÓN. (de aerificar). f. Fís. Acto de hacer pasar una sustancia sólida o líquida al estado aeriforme. BARETITA. f. Miner. Nombre dado por Bombici a un mineral de Travenselle que se presenta en masas radiadas y constituído principalmente de silicato de calcio y de magnesio. CRANEÓGRAFO. (del gr. uranios, cráneo, y graphō, describir). m. Anat. Aparato que se emplea para dibujar sobre una pantalla de papel el perfil del cráneo. DERMATEMIA. (del gr. derma, atos, piel, y haima, sangre). f. Med. Congestión de la piel. EPIYUÉS. m. pl. Etnog. Tribu de la raza de los cacinos, en el territorio de la Guajira, de la República de Venezuela. KAIANIDAS (del ant. Persa kai, gigante). m. pl. Nombre con que se designa a los soberanos pertenecientes a una dinastía de reyes de Persia. PLEISTOCENO, NA. (del gr. pleiston, lo más, y kainós, reciente). adj. Geol. Y Paleont. Aplícase al último período de la historia geológica de nuestro globo anterior a la época actual, llamado también antrópico ú hominal, por ser su principal carácter la abundancia de huesos humanos y de objetos o muestras de la actividad del hombre que se encuentran entre los restos fósiles correspondientes á esta época. Ü. t. c. s. ║ […] 188 Un campo en el que no hay huellas del DEHA es en el de paleontología, así como hay pocas en las voces taxonómicas de botánica y zoología, lo que estaría en relación con que a pesar de tener un carácter enciclopédico, el DLE no puede contener este léxico pues es demasiado extenso y especializado. 442 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX REBATIDERA: f. Art y Ofic. Cepillo que se usa en las fábricas para peinar y limpiar el paño; los hay de dos especies, uno de púas de alambre de latón fino y flexible, de corta longitud aquéllas, que es el que se emplea en el peinado del pelo, y otro suavizador, de púas de cerda fuerte, que tienen por objeto, después de peinado el paño, limpiarle quitándole la hilaza que hubiera podido quedar adherida al pelo […] TRÓCULO: m. Maq. Máquina destinada á vencer grandes resistencias con un pequeño esfuerzo, y formada por grupos de poleas, montadas, las de cada grupo sobre una misma armadura, y enlazados por cuerdas ó cadenas los diferentes grupos. Los tróculos se dividen en polispastos y tróculos propiamente dichos […] REBATIDERA. (de rebatir). f. Art y Ofic. Cepillo que se usa en las fábricas de paños, y del cual hay dos especies; uno para peinar el paño, y otro para limpiarlo. TRÓCULO. (del lat. trochas, rodaja o redondel, y éste del gr. trochós, rueda). m. Mec. Máquina destinada a vencer grandes resistencias con un pequeño esfuerzo, formada por grupos de poleas, montadas, las de cada grupo, sobre una misma armadura, y enlazados por cuerdas los diferentes grupos. DEHA Primer apéndice BIANTRILO: m. Quím. Hidrocarburo resultante de la acción del cloruro de acetilo sobre la antrapinacona á la temperatura de 100º. La acción del cloruro de acetilo es completamente deshidratante, y el biantrilo se forma por separación de dos moléculas de agua. […] CACTINA (de cacto): f. Terap. Este principio activo del Cactus grandiflorus ha sido empleado por los doctores Huchard y O’Méara en las afecciones orgánicas del corazón, y en efecto parece que presta buenos servicios cuando han fracasado la digital, el estrofanto y demás medicamentos cardíacos. […] EMBOÑIGADO: m. Art. y Of. Operación importante de la fabricación de indianas. Tiene por objeto: 1. º fijar por completo el mordiente, por la materia albuminosa que encierra la boñiga de vaca, y que se combina con él para formar una combinación insoluble que se precipita sobre las fibras del tejido, y al mismo tiempo saturar el ácido acético que queda después de la aplicación del mordiente; 2. º, extirpar una parte de las materias empleadas para espesar el mordiente; y 3. º, disolver el mordiente no combinado, que está aplicado mecánicamente sobre las fibras del tejido y que produciría manchas. […] LEUCOBLASTO (del gr. λευκος, blanco, y βλαστός, retoño): m. Med. Corpúsculo esférico mononucleado susceptible de contracción amiboide; carece de hemoglobina. Su génesis es por división y en virtud de una kariokinesis especial simplificada, terminando sus transformaciones en leucocito perfecto, en cuyo estado circula por la sangre junto con las hematias y las plaquetas. Alemany y Bolufer (1917) BIANTRILO. m. Quím. Hidrocarburo resultante de la acción del cloruro de acetilo sobre la antrapinacona, a la temperatura de 100º. CACTINA. f. Terap. Principio activo del cacto, que se emplea en las afecciones del corazón. EMBOÑIGADO, DA. p. p. de Emboñigar. ║ m. Art. y Of. Operación importante de la fabricación de indianas, que consiste en pasar éstas por un baño de boñiga de vaca, y tiene por objeto fijar por completo el mordiente, por la materia albuminosa que encierra la boñiga de vaca y que se combina con él, extirpar una parte de las materias empleadas para espesar el mordiente, y disolver el mordiente no combinado con la materia albuminosa de la boñiga, el cual produciría manchas en el tejido. LEUCOBLASTO (del gr. leukós, blanco, y blastós, germen, retoño): m. Med. Corpúsculo esférico mononucleado susceptible de contracción amiboide, y carece de hemoglobina. Se transforma en leucocito, y en este estado circula por la sangre. DEHA Segundo apéndice CROMOSCOPIO: (del gr. jrôma, color, y skopéô, yo miro, yo observo): m. Fís. Instrumento para fijar la intensidad de coloración de un líquido por comparación con otro líquido normal. Alemany y Bolufer (1917) CROMOSCOPIO. (del gr. chrōma, color, y skopeō, examinar). m. Fís. Aparato para obtener combinaciones en colores con imágenes transparentes superpuestas. — CROMOSCOPIO: Fís. Aparato para obtener combinaciones en colores con imágenes transparentes superpuestas. DIADA (del gr. duás, duados, dualidad): f. Filos. Término inventado por los pitagóricos para designar el DAIDA. (del gr. dyās, dyados, dualidad): f. Fil. Término con que los pitagóricos designaban el 443 PILAR PARDO HERRERO estado imperfecto de los seres que viven separados de Dios. ERSIN ó ERSIEN: m. Mús. Instrumento de cuerdas frotadas con arco, originario de la China. Deriva de ravanastron, otro nombre que, asimismo, se le da en memoria de su inventor, Ravana, rey del Lanka (isla de Ceilán). Su forma es parecida á la de la rovana, especie de violín de dos cuerdas. La caja armónica se compone de una piel de serpiente boa. La especialidad del tañido de este instrumento es que el arco se pasa por entre las dos cuerdas. HETEROPLÁSTICO, TICA: adj. Cir. Perteneciente ó relativo á la heteroplastia, ó al heteropalsma. MONOTIPO (del gr. mónos, solo, único, y túpos, molde, tipo): adj. Hist. nat. Se dice de los géneros cuyas especies tienen entre sí tales relaciones, que constituyen un grupo bien determinado. PERÍDROMO: m. Arq. Galería cubierta que rodea un edificio. estado imperfecto de los seres que viven separados de Dios. ERSIN. m. Mús. Instrumento chino, especie de violín de dos cuerdas, que se toca frotando éstas con un arco que se pasa por entre ellas. Llámase también ersien. HETEROPLÁSTICO, TICA. adj. Cir. Perteneciente o relativo a la heteroplastia o al heteropalsma. MONOTIPO. (del gr. monos, único, y typos, tipo). adj. Hist. nat. Dícese de los géneros cuyas especies forman un grupo de caracteres bien definidos. ║ m. Impr. […] PERÍDROMO. (del gr. peridromos). m. Arq. Galería cubierta que rodea un edificio. Como ha podido observarse, Alemany (1917) utiliza el DEHA, bien sea haciendo referencia directamente a él como fuente (cf. huamanripa, patota en la p. 440 o pumos p. 441) o no (lo cual hace necesaria la comparación entre la obras). El vínculo textual es claro (aunque no es vinculante, cabe señalar que en muchos casos las voces solo aparecen en el diccionario de Alemany, teniendo como referencia los repertorios contenidos en el NTLLE). El DEHA se muestra como fuente esencial de vocabulario regional americano y especializado para el DLE. En el grupo de artículos con marca diatécnica la información tomada corresponde usualmente a la primera frase del texto enciclopédico, que es generalmente la que se puede considerar la definición del término, o a una nueva redacción tomando los datos centrales. Un caso como el de epiyués, que el DEHA marca como de geografía y Alemany como de etnografía, indica una nueva reflexión de este último en lo referente a la marcación, que decide cambiar cuando beneficia al lector, como considero que ocurre en este caso189. En los ejemplos de voces americanas de botánica y zoología destacaría que Alemany suele eliminarlas y en muchos casos colocar en su lugar una abreviatura diatópica, quizá entendiendo, como ya mencioné en el apartado sobre este tema, que son palabras comunes en América, no especializadas. Establecer el DEHA como fuente para la obra de Alemany es interesante pues revela la influencia de dicha obra, pero también es importante teniendo en cuenta que en el DRAE pueden encontrarse huellas de Alemany, y así, del DEHA. 189 Hay más ejemplos de cambio en la marca. Destaco en particular la opción de cambiar la marca de minería por la mineralogía, como ocurre en los minerales geiserita y olivenita (de minería en el DEHA y de mineralogía en Alemany) pues parece tras ella parece estar la reflexión que hice en el capítulo III sobre esas marcas (véase nota 130 y nota 135). 444 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX 4.3. EL GRAN DICCIONARIO DE LA LENGUA CASTELLANA (1902-1931) DE ANICETO DE PAGÈS El capítulo I permitió comprobar de forma rotunda la participación de Pagès en el DEHA no solo como encargado de las autoridades sino como director del diccionario prácticamente desde el inicio y hasta el primer apéndice. Paralelamente a este trabajo, Pagès habría ido avanzando su propia obra, un diccionario que retomara la inclusión de autoridades para clarificar la definición, interés que ya tiene salida en el propio DEHA (Alonso et. al. 2001: 178-179). Así las cosas, no es de extrañar que en el Gran diccionario de la lengua castellana (GDLC) (1902-1931) se observen coincidencias en este sentido. Pero no todas las autoridades del DEHA están en Pagès, lo que además de hacer particular el trabajo realizado para el DEHA también hace crecer la labor de recolección de Pagès (Alonso et. al. 2001: 180). Pese a las diferencias, es sencillo ubicar muchas citas coincidentes, más allá de las que ya estaban en el Diccionario de autoridades. Algunos ejemplos de entradas cuyas citas relacionan la labor de Pagès en el DEHA y en su propia obra son: abonado aeriforme aeronauta atractivo barrido bomba bombardeo boniticamente cadencia febrífugo gallear macarrónico polcar Aparte del vínculo entre el GDLC y el DEHA a nivel de autoridades, otra cuestión es lo que se refiere a la nomenclatura. Si el aprovechamiento de las autoridades es obvio y evidente, el uso de la nomenclatura no lo es tanto. Esto no sorprende dado que el diccionario de Pagès sigue al académico, y aunque dice en las portadas que incluye más de 10.000 voces nuevas «que no constan en ningún otro diccionario», al no ser un diccionario enciclopédico no puede aprovechar el principal caudal léxico aportado por el DEHA. Sin embargo hay ejemplos que vinculan textualmente las obras (desmintiendo de paso la afirmación de la portada). Estas relaciones deben considerarse teniendo presente el hecho de que no es Pagès quien termina el proyecto. Pagès muere en 1902, que es el año en que se inicia la publicación de su diccionario. Aunque habría adelantado grandemente la obra, según los pies de imprenta solo los tres primeros tomos, impresos póstumamente, serían hechos 445 PILAR PARDO HERRERO enteramente por él (A-B en 1902, C-E 1904, y F-M 1914). Los siguientes dos, aunque con datos del archivo de Pagès, tienen otra firma, la de José Pérez Hervás como autor que continúa y completa la obra (N-RH 1925 y RI-Z 1931). Es lógico pensar que Hervás para intentar hacer la obra más cercana al espíritu de Pagès usara el diccionario que él dirigió. Pero lo interesante es notar que el uso que hizo no fue solo de citas ni solo de la parte dirigida por Pagès, sino que se pueden localizar múltiples ejemplos de voces y definiciones provenientes del segundo apéndice del DEHA que no estaban en el DRAE. Esos casos son mayormente de voces marcadas con abreviaturas de especialidad, lo que indicaría una aproximación terminológica a la continuación del diccionario de Pagès por parte de Hervás190. A continuación se presentan ejemplos que comprueban el uso del DEHA en el diccionario de Pagès-Hervás191: DEHA AMENIA (del gr. α priv. μήν y mes): f Patol. Sinónimo de amenorrea. Pagès-Hervás (1902-1931) * AMENIA (del gr. ά priv. μήν, mes): f. Amenorrea. Estas píldoras tienen uso especial en el tratamiento de la amenia. JOSÉ PRATS. BOYAL (de boya): f. Mar. BOYA. Y el pilote sagaz, al rumbo atento, La áncora corva y el BOYAL redondo Apresta, etc. VALBUENA. CAMBUSTO: m. Min. V. CAPELLINA. … reconocer el estado de la fundición por el polvo que hacen los cambustos, que son unos capirotes de barro con que se cubren las respiraciones. LARRUGA. VALCHOVITA (de Walchow): f Miner. Resina fósil asimilable al sucino, que es la más importante y notable del grupo, mas difiere del ámbar, atendiendo á la composición química y á algunas de sus propiedades más importantes y salientes; clasifícase al lado de los cuerpos minerales de origen orgánico denominados refiquita, kraneita, escleritenia, piroretina y ambarina. […] VALDEIMITA (de Waldheim, n. pr.): f. Min. Variedad de tremolita, ó sea silicato de magnesia y cal conteniendo protóxido de hierro en proporciones 190 * BOYAL: (de boya) m. Mar. Boya. Y el pilote sagaz, al rumbo atento, La áncora corva y el boyal redondo Apresta, etc. BERNARDO DE VALBUENA. * CAMBUSTO: m. Min. Capullina. … reconocer el estado de la fundición por el polvo que hacen los cambustos, que son unos capirotes de barro con que se cubren las respiraciones. EUGENIO LARRUGA. VALCHOVITA: f. Miner. Es una resina asimilada al sucino que por sus propiedades químicas difiere del ámbar, clasificándose entre los minerales de origen orgánico, como los piroretinas, refiquita, etc. VALDEIMITA: f. Miner. Es el silicato de magnesia y cal que contiene protóxido de hierro en cantidades menores á 2 %. Pérez Hervás fue de 1919 a 1934 el director artístico de la Enciclopedia Espasa (Castellano 2000: 203 y 213). Hago mención a esto pues resulta interesante pensar que a la vez que realizaba ese trabajo también se ocupaba de la continuación del diccionario de Pagès. Sobre su labor para la editorial Espasa destacan las denuncias que Pérez Hervás hace contra ella tras dejar su cargo (ídem: 206-215); Hervás declara que la editorial solo pagó derechos de reproducción de imágenes sobre un 10% del total, y dice que una de las obras utilizadas es el DEHA. Es, cuando menos, contradictorio, que el mismo Hervás (quien además trabajó para Montaner y Simón previamente (ídem: 203)) use el DEHA para la nomenclatura de GDLE Pagès y no lo indique en ningún sitio de la obra. 191 Nótese que en las letras de los tomos que tienen solo la firma de Pagès las palabras que no salen del DRAE aparecen precedidas por un asterisco. 446 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX inferiores al 2 por 100 […] DEHA Segundo apéndice PARTIDISMO: m. Amer. Espíritu de parcialidad o bandería. Pagès-Hervás (1902-1931) PARTIDISMO: m. Amer. Espíritu de parcialidad o bandería. Así, las tres mil formas de partidismos tendrían albergue en otras tantas islas. ANTONIO ZOZAVA. PETIZO, ZA: m. Amer. (Argent.). Aplícase á las caballerías que tienen muy poca alzada. U. t. c. s. Para esta penosa campaña no anduve á pie, que esto fuera imposible, sino que… monté en el PETIZO overo que ya me tenían ensillado… CARLOS M.ª OCANTOS. REÑAL: m. Pesca. REINAL. El palangre para el besugo: más de ochenta varas de cordel lleno de anzuelos colgando de sus REÑALES cortos; de palmo en palmo, un REÑAL. PEREDA. REPARTIDO: m. Impr. Distribución que se hace del contenido de una cabeza para dar á cada parte de ella la importancia que le corresponde. RETICULADO, DA: adj. Histol. TEJIDO RETICULADO: Expresión vaga que designa los tejidos conjuntivos formados de fibras dispuestas en red, ó en los cuales las células están unidas entre sí por prolongaciones anastomosadas. […] SINGAR: n. Mar. Avanzar el buque hacia barlovento cuando está al pairo. SINQUISIS: f. Med. Lesión del globo del ojo, que consiste en un reblandecimiento del cristalino, acompañado de la formación de corpúsculos opacos, flotantes en su interior, que ocasionan perturbaciones visuales. La sinquisis chispeante es producida por la presencia de numerosos cristalillos de colesterina, flotantes en el cristalino. El carácter de esta afección es la presencia de pequeños puntos brillantes, que relucen como polvo de oro. SOBREBOYA: f. Mar. Casco viejo ó navío inservible, que lleno ó cargado de sillares se echa á pique en un puerto para quebrantar la marejada delante de una obra hidráulica, á fin de defenderla, proporcionar más abrigo al fondeadero, etc. SOLANAZO: f. Mar. El viento solano muy caliente y molesto. * SOLIMANES: f. Mit. orient. Monarcas preadamitas que los romances orientales hacen dueños del universo por espacio de muchos siglos antes de Adán y á los que suponen gobernaron criaturas de su especie diferentes de la posteridad de Adán. STERCULIUS: Mit. Divinidades que presidían los pastos. * TENACILLAS: f. pl. PINZAS; cada uno de los órganos que tienen ciertos animales invertebrados, para coger las cosas. TENACILLAS PETIZO, ZA: adj. Argent. Aplícase á las caballerías de poca alzada. Para esta penosa campaña no anduve á pie, que esto fuera imposible, sino que… monté en el PETIZO overo que ya me tenían ensillado…. CARLOS M.ª OCANTOS. REÑAL: m. Pesca. Reinal. El palangre para el besugo: más de ochenta varas de cordel lleno de anzuelos colgando de sus reñales cortos; de palmo en palmo, un reñal. JOSÉ M.ª DE PEREDA. REPARTIDO: m. Impr. Distribución que se hace del contenido de una cabeza para dar á cada parte de ella la importancia que le corresponde. RETICULADO, DA: adj. Histol. Dícese de los tejidos conjuntivos formados de fibras dispuestas en red, ó en los cuales las células están unidas entre sí por prolongaciones anastomosadas. SINGAR: intr. Mar. Avanzar el buque hacia barlovento cuando está al pairo. SINQUISIS: f. Med. Lesión del globo del ojo, que consiste en un reblandecimiento del cristalino, acompañado de la formación de corpúsculos opacos, flotantes en su interior, que ocasionan perturbaciones visuales. La sinquisis chispeante es producida por la presencia de numerosos cristalillos de colesterina, flotantes en el cristalino. El carácter de esta afección es la presencia de pequeños puntos brillantes, que relucen como polvo de oro. SOBREBOYA: f. Mar. Casco viejo ó navío inservible, que lleno ó cargado de sillares se echa á pique en un puerto para quebrantar la marejada delante de una obra hidráulica, á fin de defenderla, proporcionar más abrigo al fondeadero, etc. SOLANAZO: f. Mar. El viento solano muy caliente y molesto. SOLIMANES: Mit. orient. Monarcas preadamitas que los romances orientales hacen dueños del universo por espacio de muchos siglos antes de Adán y á los que suponen gobernaron criaturas de su especie diferentes de la posteridad de Adán. STERCULIUS: Mit. Divinidades que presidían los pastos. TENACILLAS: f. pl. Pinzas; cada uno de los órganos que tienen ciertos animales invertebrados para coger las cosas. Pícase él propio (el alacrán) con las tenacillas de su cola, y se mata con su veneno. Pícase él propio (el alacrán) con las de su cola, y se mata con su veneno. 447 PILAR PARDO HERRERO P. FRANCISCO GARAU. TENARIAS: Mit. Fiestas de la antigua Grecia que se celebraban en honor de Neptuno de Tenaro, promontorio de la Laconia donde este dios tenía un templo. ULMARENO: m. Quím. y Terap.. Eter salicílico, casi inodoro, destinado á reemplazar en terapéutica á los salicilatos de metilo, de etilo y de amilo, cuyo olor es tan desagradable para ciertos enfermos. […] P. FRANCISCO GARAU. TENARIAS: Mit. Fiestas de la antigua Grecia que se celebraban en honor de Neptuno de Tenaro, promontorio de la Laconia donde este dios tenía un templo. ULMARENO: m. Quím. y Terap.. Eter salicílico, casi inodoro, destinado á reemplazar en terapéutica á los salicilatos de metilo, de etilo y de amilo, cuyo olor es tan desagradable para ciertos enfermos. 4.4. LA ENCICLOPEDIA ESPASA La historia del proyecto de esta enciclopedia, que empieza a publicarse en 1908, ha sido estudiada por Philippe Castellano en su libro Enciclopedia Espasa. Historia de una aventura editorial (2000). En relación con el DEHA, Castellano informa que se usó diversa información, aunque sin que se indicara cuál exactamente (2000: 213). Como se verá adelante, efectivamente el DEHA influyó en el contenido de la Espasa. Sin embargo esta no ha de considerarse la única influencia, pues también debió ser importante por el negocio en sí. Aunque esta idea parte de una interpretación documental, para la editorial Espasa el volumen de impresión del DEHA y su recepción en todos los lugares de habla hispana (que conocían de primera mano por ejemplo en Buenos Aires pues allí Ramón Espasa y Compañía hacía pedidos de esta y otras obras para clientes de esa ciudad (Diario, tomo 3 [3-12-1886])) debió ser un motivo clave para embarcarse en hacer también ella una enciclopedia. Para comprobar algo de la utilización que la Espasa hizo del DEHA, se ofrecen a continuación ejemplos encontrados en la letra A: DEHA AABAM (del sir. Aban, genio benéfico, bajo cuya protección estaba el plomo): s. m. Nombre que los antiguos alquimistas daban al plomo. V. AAABAM. AABYE ó AABY: Geog. Lugar de Dinamarca en el Jutlandi, en la prov. de Ringkjöping, á poca distancia de la margen izquierda del río Stor. Hay otra población del mismo nombre también en el Jutland, cerca del Báltico ó Categat, prov. de Aarhus, al S. de la población de este nombre. AACLA (indio aakba): s. f. Bot. Arbusto de la India, muy abundante en una leche acre, que se considera como un purgante violento. Cree el vulgo que el viento que pasa por este árbol causa muerte á Espasa AABAM. (Etim. —Del ár. Abâr, o del siríaco Aban, genio maléfico bajo cuya protección estaba el plomo.) m. Quím. Nombre que los alquimistas daban al plomo. AABYE ó AABY. Geog. Nombre de dos lugares de Dinamarca, el uno en la Jutlandia, prov. de Ringkjöping, próximo á la margen izquierda del río Stor, y el otro también en la Jutlandia, cerca del Categat ó Báltico, en la prov. de Aarhus, y al S. de la prov. de este nombre. AACLA. A. Aaklabaum. (Etim. Del indio aakla.) f. Bot. Arbusto de la India, con savia abundante (leche acre), que se usa como violento purgante. En opinión del vulgo, el viento que pasa por este árbol es mortífero para los que lo aspiran. 448 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX quien encuentra. AACS ó ACS (MIGUEL): Biog. Filósofo y teólogo húngaro (N. en San Martín, 9 jul. 1631. M. en Rosenau, 23 dic. 1708). Estudió en Alemania y fue pastor en las iglesias de Hemegyes-Ala, Raab y Rosenau. Escribió en latín y húngaro: Fontes calvinismi obstructi, Tubinga, 1660, octavo; ─ Boldog halalnak szekere, Estrasburgo, 1700, 8.º). ― AACS (MIGUEL) Biog. Teólogo húngaro, hijo del anterior (N. en Raab, 28 feb. 1672. M. en Bartfeld, 2 feb. 1711). Estudió teología en Wittemberg y en Tubinga, y fue capellán de un regimiento húngaro: Dissertatio historico-theologica de catechumenis, Estrasburgo, 1700, octavo; ─ Magyar teología, Bartfeld, 1709, 8. º; ─ Currus Mortis, Estrasburgo, 1702, 12. º. ABACÓPTERIS (del gr. αβαξ, tablero, y πτερίς, helecho): s. m. Bot. Aspidio de pínulas estrechas y soldadas por los bordes en forma de cuadriláteros, á la manera de las casillas de un tablero de ajedrez. Entre los aspidios es el género abacópteris, análogo á los mesniscios entre los polipodiados. Los abacópteris se dividen en 5 especies, ó 6, todas originarias de las Indias orientales ó de la Polinesia. ABACTO (del lat. abāctus; de abĭgo, espantar, echar por delante, alejar de sí; de ab y agere, conducir; αγω, llevar: compárese con abiga, xe, en Plinio, yerba que hace abortar á las mujeres): s. m. Med. ant. El aborto artificial. AACS ó ACS (MIGUEL). Biog. Filósofo y teólogo húngaro, n. en San Martín en 1631 y m. en Rosenan en 1708; fue pastor protestante de varias iglesias. Se le deben diversas obras, entre ellas Fontes calvinismi obstructi (Tubinga, 1660, en 8.º); Boldog halalnak szekere (en húngaro) (Estrasburgo, 1700, en 8.º); y un Tratado sobre la Epístola 11.ª de San Pablo a Tito. AACS (MIGUEL) Biog. Teólogo húngaro, hijo del anterior, n. en Raab en 1672 y m. en Bartfeld en 1711. En Wittemberg y Tubinga hizo sus estudios teológicos. Desempeñó el cargo de pastor protestante en un regimiento húngaro, y escribió: Dissertatio historico-theologica de catechumenis (Estrasburgo, 1700); Currus Mortis (íd. 1702), y una obra sobre Theologia Magyar (Bartfeld, 1709). ABACÓPTERIS. F. Abacópteris. m. Bot. Género de helechos, establecido por Fel, para unos aspidios de pínulas estrechas y soldadas por los bordes, en forma de cuadriláteros, á la manera de las casillas de un tablero de ajedrez. Entre los aspidios, es el género abacópteris, análogo á los mesnios, entre las polipodiáceas. Los abacópteris se dividen en 5 ó 6 especies, todas originales de las Indias orientales ó de la Polinesia. ABACTO. F. Abactus. (Etim. — Del lat. abactus, de ab y agere. Espantar, echar por delante, alejar de sí). m. Conducido, llevado. ║ Atropello, desmán, acto de violencia. ABACTO. m. Med. ant. Aborto provocado por el arte. De abiga, según Plinio, hierba que hace abortar. En la medicina antigua se usaba esta palabra para indicar el aborto artificial. ABACTOR. F. Voleur de bestiaux. — In. Thief of cattle. (Etim. — Del lat. abactor.) m. Cuatrero, ladrón de ganado. San Isidro y Apuleyo usaron esta voz latina con idéntica significación; pero en castellano y en inglés es término jurídico que se aplica al que roba ganado, ó sea varias cabezas al mismo tiempo, habiendo otras palabras para indicar el que limita su hurto á un solo animal. V. ABIGEATO, ABIGEO, ABIGERO y CUATRERO. ABASÍ. m. Metrol. Peso equivalente á 3,50 gramos, que se usaba para las perlas en Persia. ABASÍ. Num. Moneda persa. V. ABBASI. ABACTOR (del lat. abāctor; de abĭgo, echar por delante; de ab y agere, conducir; αγω, llevar): s. m. Cuatrero, ladrón de bestias. Esta voz tiene en otras lenguas modernas el mismo sentido latino en que la usaron Apuleyo y San Isidoro; pero en español y en inglés es término jurídico que se designa al que roba ganados en manadas, á diferencia del que roba una bestia solamente. V. ABIGEATO, ABIGEO y ABIGERO. ABASÍ: s. m. Num. Moneda de plata usada en Persia, acuñada después del reinado de Abás III, y que valía unos 90 cénts. de peseta. Tenía en el anverso la profesión de fe de los musulmanes, y en el reverso el nombre de Abas y el de la ciudad en que fue acuñada. ― ABASÍ : Metrol. Pesa usada por los persas para las perlas, equivalente á tres granos y medio. ABASOIRAR: v. a. prov. Galicia (de basoira). Ensuciar, llenar de basura una cosa. ABASOIRAR. v. a. Provincialismo de Galicia (de basoira). Ensuciar, llenar de basura una cosa. ABELANIA Geog. hist. Lugar de Galicia donde estuvo el monasterio llamado abeliense al que se retiró el rey de Asturias Alfonso II el Casto cuando sus súbditos le desposeyeron del reino. ABELANIA. […] ABELANIA. Hist. Lugar de Galicia, en que había un monasterio llamado Abeliense, al que se retiró don Alfonso II el Casto, cuando fue desposeído de su reino. 449 PILAR PARDO HERRERO Los ejemplos indican que el uso del DEHA habría sido principalmente para los nombres propios y términos de distintas especialidades. En el uso de la información de biografías destacan la de José Echegaray y la de Juan Valera, situación a la que se aludió en el apartado 1.2.2.1.b. Más adelante en el alfabeto, en una cata reducida, no se evidencian vínculos textuales y de contenido tan claros como lo expuestos. Esto no significa que no se utilizara (piénsese en las biografías mencionadas), pero sí indicaría una toma de distancia frente al DEHA, bien para tenerlo como una fuente pero sin reproducirlo (querer ser una obra de nueva planta), o bien debido a que las informaciones, particularmente las enciclopédicas y el léxico de especialidad, ya no eran tan actuales. Sería necesaria una comparación mucho mayor para establecer en qué medida habría sido utilizado, pero los ejemplos aquí comentados sirven por lo menos para evidenciar que se usó, que influyó en la puesta en marcha de la Enciclopedia Espasa. 4.5. CONCLUSIÓN La recepción del DEHA ocurre, obviamente, en los años de su publicación y hasta la edición de Jackson. Sin embargo su contenido, como se ha podido observar en este capítulo, traspasa sus páginas y llega a las de otras obras. No es nada desdeñable notar que el DEHA influyó en repertorios posteriores, dado que es esto precisamente lo que subraya su importancia. El DEHA tuvo vitalidad tras terminar su publicación en 1910 y fue considerado un texto autorizado tanto en su contenido lingüístico como enciclopédico, bien sea con una influencia vasta y constante como en el DEL (1917) de Alemany; diversa y discontinua como en el GDLE (1902-1931) de Pagès; menor, como parece ocurrir en la Espasa (en la que destaca la influencia no solo de contenido sino la comentada a nivel editorial); o incluso vía una obra intermediaria, según cabe asumir en el caso de los diccionarios de la Academia. La utilización, en particular, del léxico de especialidad incluido en el DEHA en las obras observadas indica una valoración positiva de ese contenido, que se comprueba con los vínculos textuales observados y en datos de orden metalexicográfico, como es el hecho de que el Diccionario Tecnológico Hispano-Americano anote en su portada, que 450 CAPÍTULO IV. HUELLAS DEL DEHA EN LA LEXICOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX su redactor jefe, Pelayo Vizuete, es «Ex director del Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano». Las huellas del DEHA en diversos repertorios de lengua castellana sirven para valorar mejor este diccionario enciclopédico en tanto que parte de la historia lexicográfica de dicha lengua. Con el tiempo, la consulta del DEHA es lógico que haya ido disminuyendo. Hoy es, con seguridad, poco consultado por los lectores, que razonablemente optan por enciclopedias de mayor actualidad en papel, CD-ROM y, cada vez más, disponibles en Internet. Pese a ello, es curioso encontrar que en Internet el DEHA también tiene presencia. No me refiero a que esté digitalizado a disposición de todos los públicos gracias a la labor de la Universidad de Toronto, lo cual en sí mismo facilita la posibilidad de acceder a él, sino a que lo he encontrado en una página de Argentina llamada «escolar.com», que entre sus contenidos para ayudar a estudiantes tiene el DEHA en forma de una transcripción digital192. El «Aviso legal» de la página informa que los derechos de la obra ya son de dominio público, dice: Acorde a la "Ley de 10 de enero de 1879 de la propiedad intelectual", (Autores fallecidos hace mas de 80 años) los contenidos digitalizados para ser integrados en nuestro sitio, son actualmente de Domino [sic] Público. Pudiendo reproducir la obra, este sitio de Internet divulga de nuevo hoy los contenidos del DEHA, lo cual, aunque la validez de su contenido en muchos casos es discutible para el momento actual, e incluso aunque el público sea reducido, implica una vuelta de tuerca en la recepción del DEHA por parte de la comunidad de habla española. 192 Esta transcripción es irregular, no se ha hecho de forma cuidadosa. Puede verse en http://www.escolar.com/Enciclopedia/. No he dedicado tiempo a revisar esto de forma extensa. Por lo poco que pude ver, dice que tienen 25 tomos a disposición del internauta. Los dos últimos no son del DEHA pues hay información posterior a 1910. 451 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS CONCLUSIÓN Hacia el inicio de la década de 1880, Montaner y Simón editores se plantea el reto de producir una enciclopedia. Dar a luz un proyecto de ese calibre, considerando la falta de experiencia en la realización de estas obras por parte de la empresa editorial, es una labor dificultosa. Sin embargo se embarcan en ella pues creen en el éxito que una obra de consulta puede tener en un entorno en el coinciden como elementos clave la especialización del trabajo, la divulgación del conocimiento, así como, dentro de su perspectiva de negocio, la amplitud de consumidores que suponía el comercio no solo en España sino en la América de habla hispana. El objetivo de imprimir la que en un primer momento pensaba ser una enciclopedia universal pero se convirtió en el hoy conocido Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano se consigue a principios de 1887, cuando se comienzan a imprimir los cuadernos del primer tomo de una obra que según la publicidad previa era para Montaner y Simón «la más importante de cuantas lleva publicadas esta casa editorial» (LIA 159 [12/01/1885]: 16). Pero lograrlo no fue sencillo. Por lo que se sabe, un conflicto trascendental fue el de la elección de un director que pudiera llevar a cabo la confección la obra, que resultó ser Aniceto de Pagès. Aparte de este, hubo otros problemas como definir la manera de confeccionar la obra, quiénes debían participar para que su contenido fuera autorizado, cuántos volúmenes debía tener, etc.; además de estos debió haber otros muchos inconvenientes, que si bien los paratextos no han permitido hasta ahora conocer, sí son apreciables al adentrarse en las páginas impresas del diccionario. La ayuda que prestan los paratextos a la comprensión de la obra es una de las principales conclusiones que se desprenden del primer capítulo de esta investigación. La historia completa del DEHA solo es posible recrearla sumando a la obra todo lo que está fuera de ella. La documentación a la que se ha podido acceder, entre cartas y otros documentos privados, ha permitido reconstruir parcialmente cómo se gestó la obra, dejando ver que era un proyecto difícil pero de importancia para la editorial. De otro 455 PILAR PARDO HERRERO lado la publicidad y las reseñas en revistas y periódicos han mostrado la expectativa que se tenía con la obra y cómo fue recibida. La faceta pública del DEHA que se aprecia en estos textos publicitarios y de opinión evidencia que se quiere llegar a un público vasto, lo que ha de redundar en mayores beneficios para la empresa, pero también en el desarrollo de la divulgación de conocimientos entre una mayor parte de la población. Pero todos los aspectos que están por fuera del DEHA como objeto, como obra en sí misma, solo tienen sentido si profundizamos en él. Para poder entender el DEHA como obra lexicográfica, que es lo que motivó la escritura de esta tesis, hacía falta saber en qué circunstancias se produjo, por lo que se planteó un primer capítulo en que se representara un escenario histórico, que al poner en situación contextual al objeto de estudio hacía recaer sobre él una mayor atención a la hora de conocerlo, lo que se ha procurado conseguir en los capítulos segundo y tercero de esta investigación. Para comenzar, la decisión de los editores de hacer una obra por tomos en la que se incluyera información sobre los más diversos temas y campos de conocimiento, y organizarla alfabéticamente, es en sí misma una declaración de intenciones. El diccionario enciclopédico es una de las novedades lexicográficas del siglo XIX, «una de las más relevantes desde el punto de vista comercial» (Azorín 1996: 120). Su éxito está relacionado con el crecimiento del público potencial, en conexión con el hecho de reunir en un solo sitio informaciones de distinto orden, pues podía ser diccionario de lengua, diccionario especializado y enciclopedia, lo que posibilitaba un público muy diverso. Además el diccionario en general es un libro que acerca, al menos como propósito, la lengua a los usuarios, y en el caso del diccionario enciclopédico, también populariza el conocimiento ya que se ofrece al público a un costo asumible. Al aproximarse al DEHA es claro que un peso muy importante de la obra recae en el contenido enciclopédico, aspecto en el que un aporte clave viene dado por la participación de redactores de gran renombre; pero hay otros elementos de igual relevancia. Para el acercamiento lexicográfico que es el que se ha realizado en esta investigación lo que resultaba primordial era la observación precisamente de que el contenido enciclopédico no se presenta en solitario, sino que, con una organización alfabética, comparte espacio con la lengua general y especializada. Esta compleja combinación de contenidos es la que distingue al DEHA, aunque ella misma dificulta la descripción definitiva de la macroestructura y la microestructura. 456 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS El segundo capítulo de la tesis, en el que hago una descripción general del DEHA, presenta este, en su macroestructura, como una obra con una nomenclatura extensísima en la que según la revisión hay más de 250.000 entradas que reúnen nombres propios, voces con marca de especialidad y voces de la lengua conmún. La cantidad de cada grupo varía en las distintas partes de la obra: el cuerpo (tomos 1 a 23), el primer apéndice (tomos 24 y 25) y el segundo apéndice (tomos 26 a 28), lo que llevó a que el análisis tanto en este como en el tercer capítulo se realizara teniendo esta estructura en consideración. La microestructura analizada en ese capítulo se refiere a toda la nomenclatura, aunque más extensamente a la de lengua general. El artículo tipo a partir del cual se describe esa microestructura indica una división gráfica muy clara para el lector por la separación entre las partes, innovación editorial a la que se une la inclusión de citas de uso que recuperan la tradición del Diccionario de Autoridades, una de las características de mayor relevancia en el DEHA. En cuanto al orden se observa que sigue el propuesto por la Academia para sus artículos. De la Academia también se toma la mayoría de voces y acepciones generales. Como consecuencia de esto en el terreno de la lengua común el aporte del DEHA es limitado en el cuerpo de la obra, aunque lo hace con voces antiguas, derivados, etc.; es mayor en cambio en el segundo apéndice, pues a muchos provincialismos, gentilicios, además de otras voces antiguas y derivadas, se suman voces nuevas que aún la Academia no contemplaba (de las cuales se ofrecieron varios ejemplos en el capítulo IV, Cuadro 28). Un léxico de interés en el DEHA es el relacionado con voces americanas, que se analizó en el último apartado del segundo capítulo. Partiendo de considerar que América era un mercado fundamental para los editores y de que para España renovar las relaciones con las ex colonias americanas era algo cultural y económicamente atractivo, era de suponer que el contenido relacionado con los países de habla española en América tuviera cierta relevancia en el DEHA. Poniendo el foco de interés en los americanismos del DEHA, marcados con abreviaturas geográficas, incluyendo voces que aunque ya fueran comunes tuvieran origen en lenguas americanas así como voces con marca de especialidad pero de uso en América u originadas allí, se puede concluir que el DRAE 1884 es una fuente irrenunciable de voces americanas en el cuerpo del DEHA, pero siendo su inclusión limitada para esa edición, el DEHA busca otras fuentes, especialmente para voces americanas para designar realidades propias de allí, como son las plantas, animales y los nombres con que se conocen las comunidades 457 PILAR PARDO HERRERO originarias. En el primer apéndice se encuentran voces de este tipo, no comunes, que se suponen ya recogidas en el cuerpo, por lo que la fuente no es, según el corpus de trabajo, el DRAE. En el segundo apéndice, ya recogido el aporte del DRAE 1884 en el cuerpo, y aun teniendo en cuenta las novedades del DRAE 1899, la gran mayoría de voces tanto comunes como de flora, fauna y etnografía no vienen del diccionario académico. En este segundo apéndice destaca el uso de obras literarias para obtener nomenclatura y de obras lexicográficas recientes. Entre las voces comunes, más de un 50% entrarán más tarde a la lexicografía académica. En resumen, el vocabulario americano va mucho más allá del ofrecido por los diccionarios académicos, lo que es señal de que se le dio importancia. Para ampliarlo se tienen presentes las obras lexicográficas realizadas hasta entonces, en que América tiene más presencia, como Salvá (1846) y las de autores americanos (Cuervo, Palma, Granada), así como obras literarias que por su carácter próximo al costumbrismo ofrecían aportes lingüísticos de interés, además de autorizados (María de Jorge Isaacs, por ejemplo). Las fuentes de vocabulario referido a plantas y animales no se han establecido aún pero muy probablemente serán obras de carácter enciclopédico que recogían datos de la botánica y la zoología americana que tanto avanzó con los viajes que tenían ese propósito, particularmente en los siglos XVIII y XIX. Del corpus con que se trabajó en ese apartado de la tesis destaca que cerca de un 35% son voces que entrarán a los diccionarios académicos, lo que indica un avance interesante por parte del DEHA en la recolección de este léxico. El conocimiento global de la obra que se ha obtenido en el capítulo II da pie al capítulo III, que lleva el análisis de la macroestructura y microestructura al léxico en el que se puede considerar que el DEHA hace su mayor aporte: la lengua de ciencia y técnica. Su análisis se realizó aproximándose a las tres partes del DEHA por separado, cuestión que patentiza una característica esencial, que es que para ver el DEHA como conjunto, hace falta observar sus partes de forma independiente. El análisis de la nomenclatura del léxico con marca de especialidad, el primer apartado del capítulo, se realizó por partes, como he dicho, a partir de una revisión de un porcentaje del DEHA, y agrupando campos de conocimiento en conjuntos más amplios que hacían la labor más manejable. Esto permitió observar que en cada parte del DEHA hay un léxico marcado predominante que varía en su proporción. El cuerpo y primer apéndice son similares, con una presencia abrumadora de dos terceras partes de 458 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS vocabulario de los campos de ciencias naturales. En el segundo apéndice las ciencias naturales también tienen el mayor porcentaje, pero está más equilibrado con los demás grupos. La mayoría de léxico marcado con abreviatura de especialidad a lo largo de todo el DEHA es, pues, de ciencias naturales, en especial de botánica y zoología, a las que podemos sumar el campo de la química (en el conjunto de ciencias puras y aplicadas). Por los ejemplos ofrecidos de entradas con abreviaturas de estos campos se puede concluir que su alta presencia se debe al hecho de que la obra contemple el extenso vocabulario clasificatorio con que cuentan estas ciencias, lo cual sucede en parte por el aporte terminológico que significaba y en parte por el carácter enciclopédico y totalizante del DEHA. La razón para que la mayoría de léxico sea de ciencias naturales, en especial de botánica y zoología, a la que podemos sumar el campo de la química (en el conjunto de ciencias puras y aplicadas), se ha entendido por los ejemplos que se debe al hecho de contemplar el extenso vocabulario clasificatorio con que cuentan estas ciencias, en parte por el aporte terminológico que significaba y en parte por el carácter enciclopédico y totalizante del DEHA. Sin embargo la presencia de otros muchos campos es muy relevante ya que hay marcas para ámbitos de conocimiento muy recientes en ese momento, como las científicas biología, embriología, toxicología o las técnicas tecnología, industria, ingeniería, entre otras. En este sentido, la observación de la nomenclatura y de las marcas evidencia una situación esencial histórica que es la especialización, la ramificación de las ciencias y técnicas generales, en ciencias y técnicas nuevas y más específicas, que estaba llevando a una división nueva del conocimiento así como del trabajo, en la que la lengua juega un papel fundamental como vehículo de la comunicación precisa, particularmente entre especialistas, pero que también puede tener consecuencias en la lengua general y en el lector común por el hecho de llegar a él por medio de una obra como es el DEHA, una obra divulgativa por principio. Ejemplos de las tres partes del DEHA de voces con marca de especialidad referente a diversos campos de conocimiento han señalado también que hay muchas ocasiones en que el término, no estando incluido en la lexicografía académica precedente al DEHA, constituirá más tarde parte de ella. Esto hace que el DEHA sea un diccionario fundamental en la historia de la lengua de ciencia y técnica, tanto en lo que respecta a las voces que hoy continúan y hacen parte de una terminología o de la lengua general culta, como también respecto a aquellas que desaparecieron, pues como 459 PILAR PARDO HERRERO documento histórico el DEHA conserva términos y conceptos que forman parte de la historia de la ciencias y de su lengua. El segundo apartado del tercer capítulo se centra en la aproximación a la microestructura de los artículos con marca de especialidad. Se realiza igualmente analizando cada parte de la obra por separado. La observación de la situación en el cuerpo del DEHA muestra que la microestructura de este léxico se presenta en cuatro formas diferenciadas si se basa el análisis en cómo se realiza la definición. Así, hay una definición corta, una definición corta completada posteriormente por una entradilla enciclopédica, una definición que da comienzo a un artículo enciclopédico, y una definición sin marca que adquiere un carácter más restringido en el artículo enciclopédico. Esta variedad de posibilidades es indicadora del limitado rigor a la hora de enfrentar la estructura de los artículos con marca de especialidad, consecuencia de una falta de técnica lexicográfica definida. Las formas que se entienden como más adecuadas para el propósito de la obra serían la de la definición corta y la definición corta que se completa mediante una entradilla enciclopédica, pues es cuando está más claro el artículo y la función de la marca. Precisamente la función de la marca, también en los apéndices, es una de las problemáticas más interesantes pues hace recaer en el público parte importante de la comprensión del contenido. Dependiendo de la forma del artículo y de su contenido, la marca es restringida, temática, o doble (restringida y temática a la vez), funciones que el lector es el que al final tendrá que resolver. En el primer apéndice la forma principal de presentación del artículo es la de la definición como inicio del artículo enciclopédico. Esto subraya el carácter enciclopédico del apéndice. La marca en este apéndice es esencialmente restrictiva pues se trata de voces nuevas o limitadas a un uso particular. Pero son igualmente indicadoras del tema del artículo. Una situación añadida en esta parte del DEHA es el uso del asterisco como símbolo de que la voz ya tuvo entrada en el cuerpo del DEHA. En esos casos, cuando la voz tiene asterisco y una marca de especialidad, el propósito principal es completar información, por lo que la marca es temática. Aunque puede tener una función doble en casos en que al tratarse la voz desde una perspectiva determinada, su concepto se hace más complejo, haciéndola recorrer el camino de palabra común a término de especialidad. En el segundo apéndice se observan diferencias con respecto a las partes anteriores. Así como hay en este apéndice más abreviaturas y la proporción de participación de los grupos de ciencias se hace más equilibrada (según se pudo observar 460 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS en el análisis del primer apartado del capítulo sobre nomenclatura), la concepción del artículo marcado como de especialidad también ofrece algunas peculiaridades. Entre ellas está un esfuerzo más continuo por ofrecer la definición corta, sucinta, incluyendo en muchos casos sinónimos, los cuales reflejan una importante realidad en las lenguas de especialidad que es la de la multiplicidad de formas para un mismo concepto. Esto acerca en este nivel el segundo apéndice al diccionario terminológico. Sin embargo el aporte enciclopédico no desaparece y se encuentran también artículos en que la definición es directamente seguida por el texto complementario. La función principal de la marca cuando la definición es corta o está seguida de texto complementario es ser restrictiva. Pero de nuevo en el segundo apéndice aparece la problemática de la polivalencia de la función de la marca cuando, por ejemplo, al leer la definición se entiende que la voz es común en un ámbito determinado de hablantes, como puede ser en América, por lo que la abreviatura es temática para quien desconoce la palabra y restrictiva si se considera un lector experto para quien la palabra es de uso común solamente en su campo de estudio; también sucede la polivalencia de la marca en los artículos con asterisco, pues puede ser restrictiva al dar una nueva acepción (que en ocasiones significa terminologizar una voz común), puede ser temática cuando amplía la información dada en las partes previas, y puede ser doble cuando complejiza el concepto de una voz común, o incluso restringida, al tratarla desde una perspectiva muy específica. En este apéndice tampoco puede perderse de vista que hay voces no marcadas pero cuyo uso es en principio restringido, como son la mayoría de voces derivadas de términos de especialidad que no tienen abreviatura. En resumen, la conclusión sobre la microestructura de los artículos con marca de especialidad a través de todo el DEHA es que la presentación no es uniforme, sigue distintos criterios. Esos criterios son diferentes en el cuerpo y en los apéndices y pueden venir dados por la fuente (como cuando se sigue al DRAE y la forma es la allí establecida) o por la manera de solucionar el artículo el redactor y los editores. La multiplicidad en la manera de presentar el léxico de especialidad requiere de un lector atento que pueda interpretar la marca y su función, así como la información que contienen los artículos. La diferencia en la microestructura del cuerpo del DEHA con respecto al primer apéndice y al segundo, señala un estado inicial de trabajo que sufre una transformación al ir avanzando. Es fundamental señalar que en las tres partes del DEHA hay más vocabulario restringido del que está en la nomenclatura señalado con marca, pues en los textos enciclopédicos también se recoge léxico. 461 PILAR PARDO HERRERO En el tercer apartado del tercer capítulo, sobre las influencias lexicográficas del DEHA para el léxico con marca de especialidad, la importancia de los diccionarios académicos se mostró como esencial en la nomenclatura pues reproduce la gran mayoría de las acepciones marcadas en el DRAE. Al hacer esto también sigue la estructura del artículo. Pese a la utilización extendida de esta fuente la aproximación a la microestructura ha demostrado que el DEHA va mucho más allá de una simple reproducción al tener que resolver cómo ingresar otros muchos vocablos e informaciones que no tenían el diccionario académico como fuente. Algunas de esas nuevas inclusiones se resuelven usando otros diccionarios como el de Domínguez (1853) y el Diccionario marítimo de Lorenzo (1864). Otro diccionario fundamental del que se hizo uso es el Diccionario General de Arquitectura e Ingeniería (1877-1908) de Clairac, que además de aportar nomenclatura aportó algunas marcas de uso e información enciclopédica. La comprobación del uso de esta obra ha permitido además conocer una de las maneras en que habrían participado los redactores que se listaban al inicio de los capítulos del cuerpo de la obra. Su trabajo, según estos ejemplos, pudo ser pasivo, prestando textos ya escritos (lo que abarataría costos)193, además de la esperada contribución activa, con textos originales para la ocasión, de la cual quedan por hacer muchas comprobaciones. La aproximación a la macroestructura y microestructura del DEHA a nivel general, pero sobre todo en el nivel del léxico con marca de especialidad, lleva a una conclusión fundamental en este capítulo con respecto al DEHA, pues aparte de la información lexicográfica subraya la importancia que tienen los aspectos que rodean la obra, su contexto: el DEHA entre su primer tomo del cuerpo y el segundo apéndice recorre un camino que va del diccionario más enciclopédico hacia el diccionario terminológico. Su comienzo como obra revela un énfasis enciclopédico que es el que buscaba Pagès según sus propias palabras al opinar sobre su preferencia de llamar a la obra «enciclopedia» antes que «diccionario enciclopédico» (M. y S. Pagés [15/12/1886]). La aspiración enciclopédica convive sin embargo con la importancia que empieza a tener la especialización del conocimiento expresada a través de la lengua. El primer apéndice sigue la senda enciclopédica, aunque incorporar tantos neologismos de distintos campos conlleva un interés por la terminología. El segundo apéndice, con Pelayo Vizuete a la cabeza (futuro redactor jefe del Diccionario Tecnológico Hispano193 Un ejemplo de la difícil asignación de textos, y la comprobación de que se usaron distintos textos previos para componer artículos, puede verse en Vauthier (2009). 462 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS americano), es más claramente terminológico tanto por su propuesta de entradas como por la inclusión de nomenclatura de diversas ciencias y técnicas, pese a que no se deje de lado la información enciclopédica, pero esta vez siendo esta el complemento y no el centro. Para terminar, en el cuarto capítulo se planteó de qué manera el DEHA ha estado presente en diccionarios que se publicaron con posterioridad a él. Observar que efectivamente dejó huellas en obras de gran importancia lexicográfica como son los diccionarios de la Academia, el diccionario de Alemany (1917), el diccionario de Pagès (1902-1931) y la Enciclopedia Espasa, comprueba el valor del trabajo que significó llevar a cabo el DEHA. Además de esas huellas, el hecho mismo de observar que mucho léxico del DEHA (voces comunes, voces con marca diatópica o relacionadas con América y voces con marca de especialidad) pasa, particularmente, a la obra de referencia del español hasta hoy, el DRAE, es señal de la relevancia que puede asignarse a la obra como parte de la lexicografía española. El Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano es una obra conformada por la suma de tres partes, unidas pero diferenciadas, cada una con las huellas de quienes participaron de su realización, que se nos presenta tras su descripción y análisis como de gran importancia para la lexicografía española. El DEHA, como producto de su tiempo, permite al conocerlo que nos acerquemos hoy a la manera en que a finales del siglo XIX y principios del XX se producían grandes proyectos editoriales de divulgación llevados a cabo bajo la forma de un diccionario enciclopédico. El planteamiento del contenido, cuya descripción general se ha visto que está llena de excepciones, muestra sin duda muchas carencias de la obra, pero resulta también revelador, al unirlo a las propuestas más generalizadas, del proceso que se sucedía en la lexicografía de ir mejorando poco a poco su técnica, así como de la problemática que significan los límites de una obra, cómo debe confeccionarse y qué debe ofrecer para satisfacer a su lector objetivo. El DEHA es una obra con muchas aristas, difícil de abarcar por su tamaño y por la cantidad posibilidades que ofrece a la hora de estudiarla. Esta tesis es muestra de cuánta información guardan y rodean sus volúmenes. Al aporte que ofrece el estudio del DEHA a la evolución de la producción lexicográfica en lengua española, elemento muy apreciable en la historia de la lengua, se puede añadir que avanzar en su conocimiento ha significado a su vez un pequeño paso en el camino del conocimiento de la historia de la cultura en España. 463 PILAR PARDO HERRERO PERSPECTIVAS Esta tesis doctoral no pretende ser el trabajo definitivo sobre el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, sino solo la primera investigación de gran envergadura sobre esta obra con el objetivo de propiciar nuevos estudios a partir de ella. Como se ha planteado en los capítulos de esta investigación, quedan por delante muchos trabajos teniendo el DEHA como objeto central de estudio o incorporándolo en aproximaciones de tipo comparado o diacrónico. Algunas de las posibilidades futuras de trabajo que se muestran como más productivas, entre las muchas que pueden proponerse, son: 1. Ilustraciones. Un trabajo centrado en este aspecto completaría la comprensión de la microestructura del DEHA, observando cuándo se utilizan imágenes, cómo son estas ayudas gráficas, y cuándo participan de la parte diccionarística, propiamente, y cuándo de la enciclopédica. Hallar datos sobre las fuentes de esas imágenes completaría una parte importante del proyecto editorial. 2. Continuación del análisis de la microestructura. El panorama de la microestructura ofrecido en esta investigación es general, por lo que un trabajo dedicado a este tema exclusivamente haría que la comprensión de la obra en este nivel fuera completa. Una investigación enfocada en la manera de abordar la definición en el DEHA es una labor pendiente de realizar. En relación con la microestructura está otro aspecto de gran trascendencia que consistiría en completar el trabajo sobre las autoridades de uso. 3. América y el español de América. América latina fue un receptor objetivo fundamental para los editores. Esto se ha hecho evidente a nivel comercial. Pero en el contenido de la obra es también una cuestión trascendente. La visión de América a través de los artículos enciclopédicos puede ser un camino interesante. Sobre el léxico relacionado con América, haría falta constituir un listado definitivo para completar lo expuesto en esta tesis. 4. Lengua de especialidad. El DEHA se ha mostrado en esta investigación como una obra muy rica en esta parcela léxica, sobre la que queda aún mucho por desentrañar. A nivel lexicográfico resta por hacer un trabajo mucho más extenso dedicado a la microestructura, que se presenta de diversas formas, lo que hace necesario un estudio más profundo. También 464 CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVAS podrían hacerse trabajos dedicados a campos de conocimiento determinados partiendo de cómo se tratan solamente en el DEHA o trabajando en paralelo con otras fuentes, lo que produciría aportes no solo en el estudio lexicográfico sino en el de la historia de la lengua y de la ciencia (afirmación que sigue la que en tantas ocasiones ha manifestado Gutiérrez Rodilla). 5. Ideología. El DEHA es un espejo del pensamiento español de la época, por lo que un trabajo que profundice en la visión del mundo y del conocimiento que aparece en el DEHA, particularmente en los textos enciclopédicos, se presenta como muy interesante. Relacionado con esto estaría el esfuerzo por intentar determinar la autoría de muchos artículos, lo cual ayudaría a entender el contenido de los mismos. 6. Bibliografía. Para una reconstrucción de la confección del DEHA se hace necesario averiguar en la medida de lo posible cuáles fueron sus fuentes, continuando con las lexicográficas e intentando llegar a otros materiales que pudieron servir para la nomenclatura y para el contenido enciclopédico. 465 BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA CRÍTICA AHUMADA, Ignacio (1989): Aspectos de lexicografía teórica. Granada: Universidad de Granada. ---------------------- (2000): «Diccionario de especialidad den los siglos XVIII, XIX, XX», en Cinco siglos de lexicografía del español. IV Seminario de Lexicografía Hispánica. Jaén 17 al 19 de noviembre de 1999. Jaén: Universidad de Jaén. pp. 79-102. ---------------------- (2007): «Las lenguas de cultura no deben mirar desde la distancia el desarrollo de sus lenguas de especialidad…», en Donde dice… Boletín de la Fundación del Español Urgente 9 (oct.-dic.): 2-3. ALCOBÉ, Santiago, et al. (1949-1950): Homenaje a Don Luis de Hoyos Sáinz. 2 vols. Madrid: Gráficas Valera. 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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1726-1739): Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua [...].Madrid: Imprenta de Francisco del Hierro. En NTLLE. ----------- (1770): Diccionario de la lengua española compuesto por la Real Academia Española. Segunda impresión corregida y aumentada. Madrid: Joachín Ibarra. Tomo primero A-B. En NTLLE. ----------- (1780): Diccionario de la lengua española compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Madrid: Joachín Ibarra. En NTLLE. ----------- (1791): Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Tercera edición, en la qual se han colocado en los lugares correspondientes todas las voces de los suplementos, que se pusieron al fin de las ediciones de los años de 1780 y 1783, y se han intercalado en las letras D. E. y F. nuevos artículos, de los quales se dará un suplemento separado. Madrid: Viuda Joaquín Ibarra. En NTLLE. ----------- (1803): Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Quarta edición. Madrid: Viuda de Ibarra. En NTLLE. ----------- (1817): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Quinta edición. Madrid: Imprenta Real. En NTLLE. ----------- (1822): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Sexta edición. Madrid: Imprenta Nacional. En NTLLE. ----------- (1832): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Séptima edición. Madrid: Imprenta Real. En NTLLE. ----------- (1837): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Octava edición. Madrid: Imprenta Nacional. En NTLLE. ----------- (1843): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Novena edición. Madrid: Imprenta de D. Francisco María Fernández. En NTLLE. ----------- (1852): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Décima edición. Madrid: Imprenta Nacional. En NTLLE. 486 BIBLIOGRAFÍA ----------- (1869): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Undécima edición. Madrid: Imprenta de Don Manuel Rivadeneyra. En NTLLE. ----------- (1884): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Duodécima edición. Madrid: Imprenta de D. Gregorio Hernando. En NTLLE. ---------- (1899): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Décimatercia edición. Madrid: Imprenta de los Sres. Hernando y compañía. En NTLLE. ---------- (1914): Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Décimocuarta edición. Madrid: Imprenta de los sucesores de Hernando. En NTLLE. ---------- (1925): Diccionario de la lengua española. Décima quinta edición. Madrid: Calpe. En NTLLE. ---------- (1927): Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Madrid: EspasaCalpe. En NTLLE. ---------- (1933-1936): Diccionario histórico de la Lengua Española. Tomos I y II. Madrid: Imprenta de Librería y Casa Editorial Hernando. En NTLLE. ---------- (1936): Diccionario de la lengua española. Décima sexta edición. Madrid: EspasaCalpe. En NTLLE. ---------- (1947): Diccionario de la lengua española. Décimoséptima edición. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (1950): Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Segunda edición. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (1956): Diccionario de la lengua española. Décimoctava edición. Madrid: EspasaCalpe. En NTLLE. ---------- (1970): Diccionario de la lengua española. Decimonovena edición. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (1983-85): Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Tercera edición revisada. Tomos I al VI. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (1989): Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Cuarta edición revisada. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (1992): Diccionario de la lengua española. Vigésima primera edición. Madrid: Espasa-Calpe. En NTLLE. ---------- (2001): Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición. Madrid: Espasa Calpe. En http://www.rae.es --------- (2001): Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española. Ed. en CD-ROM. 487 PILAR PARDO HERRERO SALVÁ, Vicente (1846): Nuevo diccionario de la lengua castellana. París: Vicente Salvá. En NTLLE. ------------------ (1879): Suplemento. En Vicente Salvá, Nuevo Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española, añadido con unas veinte y seis mil voces, acepciones, frases y locuciones, entre ellas muchas americanas [...], 8.ª ed. París, Librería de Garnier Hermanos, sucesores de D. V. Salvá. En NTLLE. VIZUETE, Pelayo (redactor-jefe) (1826-1930): Diccionario tecnológico hispano-americano. Madrid: Editorial arte y ciencia. Tomo I completo (4 cuadernos) y parte del Tomo II (2 cuadernos). VV.AA. (1887-1910): Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de literatura, ciencias y artes. Barcelona: Montaner y Simón. 28 tomos. VV.AA. (1912): Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de literatura, ciencias y artes. Buenos Aires[¿?]: Sociedad Internacional. 28 tomos. VV.AA. (1920?): Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de literatura, ciencias y artes. Londres: W. M. Jackson, editor. 28 tomos. VV.AA. (1885-1892): Meyers Konversationslexicon. Leipzig y Viena: Bibliographischen Instituts. Puede consultarse en línea en la página «retro bib» http://www.retrobibliothek.de/retrobib/seite.html?id=101120 [07/02/2012] VV.AA. (1878): The Encyclopaedia Britannica. Ninth edition. Edinburg: Adam and Charles Black. Volumen VIII. ZEROLO, Elías (1895): Diccionario enciclopédico de la lengua castellana. París: Garnier hermanos. En NTLLE. 488 ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS ÍNDICE DE CUADROS CAPÍTULO I. Cuadro 1. Cuadro 2. Lista de colaboradores del DEHA ………………………..……….. 30-31 Cuentas de abono a Aniceto de Pagès …………………………….. 60 CAPÍTULO II. Cuadro 3. Cuadro 4. Cuadro 5. Información sobre paginación y contenido de los tomos del DEHA…. 114 Información sobre las láminas aparte contenidas en el DEHA…….. 122 Campos de especialidad recogidos en la lista de abreviaturas el DEHA (tomo 1)…………………………………………………. 142-143 Cuadro 6. Ejemplos de entradas y subentradas en el cuerpo del DEHA no contenidas en el DRAE 1884…………………………………… 152 Cuadro 7. Cuadro 8. Entradas en el DEHA……………………………………………… 158 Información numérica sobre el corpus de americanismos de voces comunes en el DEHA……………………………………………… 220 Cuadro 9. Información numérica sobre el corpus de americanismos de voces con marca de especialidad en el DEHA…………………………… 230 CAPÍTULO III. Cuadro 10. Entradas con marca de especialidad en el DEHA…………………. 252 Cuadro 11. Campos de especialidad en el cuerpo del DEHA…………………. 254-255 Cuadro 12. Campos de especialidad en el primer apéndice del DEHA……….. 272 Cuadro 13. Campos de especialidad en el segundo apéndice del DEHA……… 285-287 Cuadro 14. Voces incluidas en el DRAE 1884 marcadas con abreviatura de especialidad en el DEHA y con citas textuales……………………. 320-321 Cuadro 15. Voces marcadas de especialidad en el DEHA con citas textuales, no provenientes del DRAE 1884…………………………………… 321 Cuadro 16. Términos del DRAE 1884 que reproduce el DEHA………………. 377-378 Cuadro 17. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA con variantes…….. 380-381 491 PILAR PARDO HERRERO Cuadro 18. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA pero cambia la marca……………………………………………………………. 385 Cuadro 19. Términos del DRAE 1884 que sigue el DEHA pero elimina la marca……………………………………………………………. 386-387 Cuadro 20. Términos del DRAE 1884 que el DEHA no sigue………………… 390 Cuadro 21. Voces de especialidad del DEHA en diccionarios de autor del siglo XIX………………………………………………………….. Cuadro 22. Términos del DRAE 1899 que el segundo apéndice del DEHA reproduce………………………………………………………….. Cuadro 23. Términos del DRAE 1899 que el segundo apéndice del DEHA incluye sin seguir la definición académica……………………….. Cuadro 24. Términos del DRAE 1899 no incorporados en el segundo apéndice del DEHA………………………………………………. 413-414 409 406-407 396 CAPÍTULO IV. Cuadro 25. Voces con marca de especialidad en el DEHA que entran a la lexicografía académica……………………………………………. Cuadro 26. Voces con marca de especialidad en el primer apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica……………………. 437 Cuadro 27. Voces con marca de especialidad en el segundo apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica……………………. 437-438 Cuadro 28. Voces sin marca de especialidad en el segundo apéndice del DEHA que entran a la lexicografía académica……………………. 438 436 ÍNDICE DE FIGURAS CAPÍTULO I. Fig. 1 Fig. 2 Logos de la editorial Montaner y Simón…………………………….. 21 Pelayo Vizuete director del segundo apéndice del DEHA. Imagen parcial de la portada del tomo 26.………............................... 36 Fig. 3 Fig. 4 Cuenta de abono a Pagès por el tomo 25…………………………… 39 Última página del tomo 4 original, p. 1292 ………………………… 88 492 ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS Fig. 5 Fig. 6 Parte de la primera página del tomo 5 1ª parte original……………... 89 Parte de la página 1293 del tomo 5 de Jackson. Página con una nueva composición …………………………………………………. 90 CAPÍTULO II. Fig. 7 Fig. 8 Fig. 9 Fig. 10 Fig. 11 Fig. 12 Fig. 13 Fig. 14 Fig. 15 Fig. 16 Fig. 17 Encuadernación del DEHA (tomo 1)……………….……………….. 110 Ejemplo de diagramación de una página del DEHA………………… 111 Ejemplo de portada común a tomos 1 a 25…………………………... 112 Ejemplo de portada del apéndice segundo (tomos 26 a 28)………… 113 Ilustración para inicio de la letra P (tomo 14)……………………….. 116 Ejemplo de decoración para inicio de letras en los apéndices………. 116 Firma en ilustración de inicio de la letra A………………………….. 117 Firmas del ilustrador Nicanor Vázquez……………………………… 118 Ilustraciones en negro intercaladas en el texto……………………… 120 Fotografía s.v. Tandil (El) (tomo 20)……………………………….. 121 Factura de Richard Holle que incluye uso en el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 33)..………………….… 126 Fig. 18 Factura de Bibliographischen Institut por seis kilos de clichés para el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 75)..... 126 Fig. 19 Factura de Hachette ocho clichés para el Diccionario Enciclopédico (DEHA) (Diario, tomo 3, p. 463)…………………..……………….. 127 Fig. 20a Fig. 20b Fig. 21a Fig. 21b Fig. 22. Fig. 23 Fig. 24 Fig. 25 Ilustraciones del Diccionario de Clairac s.v. caldera………………... 129 Ilustraciones del DEHA s.v. caldera………………………………… 130 Lámina en el Konversations Lexicon de Meyer s.v. Asien…………... 134 Lámina en el DEHA s.v. Asia (tomo 2)……………………………… 134 Ejemplo de entrada y entradillas en el DEHA……………………….. 137 Preliminar «Advertencias» del segundo apéndice del DEHA……….. 148 Ejemplo de organización de un artículo del DEHA…………………. 163 Autoridades s.v. triángulo, en subentrada marcada como de geometría (tomo 21)…………………………………………………. 201 Fig. 26 Ejemplo de página del segundo apéndice del DEHA…………..…… 209 493 PILAR PARDO HERRERO CAPÍTULO III. Fig. 27 Fig. 28 Ejemplos de voces marcadas con definición corta………………….. 322 Voces con marca de especialidad pero no gramatical en el segundo apéndice del DEHA…………………………………………………… 348 494 APÉNDICES APÉNDICES APÉNDICE 1. BIOGRAFÍAS DE LOS COLABORADORES DEL DEHA Estas pequeñas biografías están basadas en los datos encontrados en el DEHA y en la Espasa, especialmente. Otras fuentes de información se citan cuando es preciso. En cada caso, los datos que ofrecemos, hasta donde ha sido posible encontrarlos, están ordenados así: Nombre Apellido (ciudad de nacimiento año-ciudad de defunción año) SECCIÓN O SECCIONES A CARGO SEGÚN LA LISTA DEL DEHA Está o no incluido en el DEHA. Si sí lo está, si se menciona o no dicha colaboración. Otros datos relacionados con la participación en la obra. Biografía y obras. El orden sigue el del Cuadro 1 que aparece en el cuerpo de la tesis en el apartado 1.2.2.1.a. En último término aparece la biografía de Pelayo Vizuete, relevante por su participación en el segundo apéndice como director. Augusto Armicis (Sevilla 1844-1910) ASTRONOMÍA, METEOROLOGÍA Y CRONOLOGÍA No está en el DEHA Es considerado el primer meteorólogo profesional español. Hizo parte de la Institución Libre de Enseñanza y creó el Instituto Central Meteorológico en 1887, siendo nombrado como primer director. Hizo parte de la Royal Astronomical Society en Inglaterra. Parte de su trabajo fue publicado por Montaner y Simón. Uno es El Telescopio moderno, cuya edición él arregló; se publicó en dos tomos en 1878-79. Tomo I: Estudios generales sobre las obras de Secchi, Proctor, Flammarion, Guillemin y otros muchos, y tomo II: Exposición popular de los últimos trabajos y descubrimientos realizados por el P. Secchi, Vogel, Huggins, Flammarion, Lockyer y otros muchos. La otra obra es Astronomía popular. Descripción general del cielo, de 1901, que es una nueva edición de la anterior incluyendo los nuevos descubrimientos. También tradujo la obra de John William Draper Historia de los conflictos entre la religión y la ciencia (Madrid: Aribau y Cía., 1876) y publicó en la Colección Manuales Soler nº 18 (Barcelona, 1902) su texto Meteorología. 497 PILAR PARDO HERRERO Francisco Asenjo Barbieri (Madrid 1823-1894) INSTRUMENTOS DE MÚSICA POPULARES EN ESPAÑA Está en el DEHA, tomo 2 (una página) y tomo 24. No menciona su participación en la obra. Músico reconocido especialmente por su aporte a la zarzuela con 70 piezas de su autoría, y en general a la música española. Fundó en Madrid la Sociedad de Conciertos. Fue académico de la Academia de Bellas Artes y de la Academia de la Lengua. Algunas de sus principales obras son: Jugar con fuego (1851), Los diamantes de la corona (1854) y El barberillo de Lavapiés (1874). Publicó en 1890 en Madrid el Cancionero General de los siglos XV y XVI. Gumersindo Azcárate (León 1840-Madrid 1917) SOCIOLOGÍA, POLÍTICA Está en el DEHA, tomo 2, 24 y 26. No menciona su participación en la obra. Estudió Derecho en la Universidad de Oviedo. En 1872 obtiene la cátedra de Legislación comparada en la Universidad central en Madrid, que pierde junto con otros intelectuales como Giner de los Ríos por enfrentarse con el entonces ministro de Fomento; siete años después la recupera y la ejerce hasta 1892. Hizo parte del partido republicano y llegó a ser diputado por León de 1868 a 1910. Fue miembro de la Academia de Historia, de la de Ciencias Morales y Políticas, de la Academia Sevillana de Buenas Letras y participó en la creación del Instituto Libre de Enseñanza, del que fue rector, con Giner de los Ríos y Arcimis, entre otros. Colaboró en varias revistas y periódicos. Algunas de sus obras son: Estudios económicos y sociales (1876), El self-government y la Monarquía doctrinaria (1877), Estudios filosóficos y políticos (1877), Minuta de un testamento (1876), Tratados de política. Resúmenes y juicios críticos (1883), El régimen parlamentario en la práctica (1885). Manuel Bartolomé Cossío (Logroño 1857-Madrid 1935)194 ARTES INDUSTRIALES ESPAÑOLAS No está en el DEHA. Estudió Filosofía y Letras e Historia de las Bellas Artes y Arqueología en la Universidad Central de Madrid. Fue discípulo de Giner de los Ríos. Es uno de los primeros alumnos del Instituto de Libre Enseñanza, donde luego será profesor hasta su muerte. En 1880 va a la Universidad de Boloña y obtiene certificado en la Escuela de Pedagogía y Antropología. En 1882 gana en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona la cátedra de Teoría de la Historia del Arte y en 1883 consigue por oposición el cargo de director del Museo Pedagógico de Primera Enseñanza, más tarde llamado Museo Pedagógico Nacional. Allí se le ofrece la cátedra de Pedagogía General en 1901 y en 1904 es nombrado catedrático de Pedagogía general en el doctorado de la Facultad de La página de Internet dedicada a la Exposición conmemorativa do centenario da creación da 1ª Cátedra de Pedagoxía Superior ofrece varios de los datos aquí consignados y una bibliografía muy completa. http://busc.usc.es/A_Biblioteca/Actividades/Pedagoxia/index.htm 194 498 APÉNDICES Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. Participó durante su vida en múltiples congresos de pedagogía e instrucción pública en Europa y América del Norte. Publicó varios trabajos en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza y en actas de los congresos a que asistió. Escribió sobre pintura en la Enciclopedia popular ilustrada de ciencias y artes de Gillman, publicada en Madrid por Gras y Cía. entre 1882 y 1886. En 1908 se publicó en dos tomos su libro El Greco, dedicado a este artista. Ricardo Beltrán y Rózpide (Barcelona 1852-Madrid 1928) GEOGRAFÍA, HISTORIA Y ARTE MILITAR (hasta tomo 8) Está en el DEHA tomo 26 y menciona que participa en la obra desde el principio como autor de artículos de Geografía, Biografía e Historia, en presente además, de donde podríamos entender que incluso en el apéndice siguió colaborando. En la Espasa dice simplemente que colaboró en obras de carácter enciclopédico, pero no especifica cuáles. Se mudó de niño a Madrid, en cuya universidad estudió y se doctoró en filosofía y letras. Fue auxiliar en 1875 de la cátedra de geografía histórica y catedrático de historia universal en 1886. Fue miembro de la Academia de Historia y secretario perpetuo de la Real Sociedad Geográfica de Madrid. Fue miembro de la comisión organizadora del Congreso Geográfico hispano-portugués americano. En 1900 se le nombró profesor de geografía e historia en el Grado Normal de Maestros, aunque sólo estuvo en el cargo hasta 1901, cuando desapareció el grado. En 1905 fue vocal de límites entre Perú y Ecuador. Hizo parte de distintas instituciones en América Latina, como la Sociedad Geográfica de Bogotá, Lima y México, la Academia Nacional de la Historia de Colombia, la Academia de la Historia de Venezuela, la Sociedad colombiana de Jurisprudencia, el Ateneo de Santiago de Chile, lo que lo hace ser uno de los más reconocidos y apreciados en el continente americano. El propio artículo del DEHA lo manifiesta al decir sobre sus nombramientos allí que estos: «han sido acogidos con aplauso por la prensa sudamericana, que consagra justísimos elogios a la labro científica de nuestro ilustre geógrafo». Colaboró en revistas de la península y también americanas. Entre sus obras podemos mencionar: La Polinesia (1884), La Guinea española (1901), Los pueblos hispano-americanos en el siglo XX (1904) y Compendio de Historia de España (obra premiada por la desaparecida la Dirección de Instrucción militar). Basilio Sebastián Castellanos (Madrid 1807-1891) FIESTAS, COSTUMBRES Y USOS ESPAÑOLES Está en el DEHA tomo 4. No menciona su participación en la obra. Fundó la Academia Española de Arqueología y Geografía en 1837 y fue el primer catedrático de esa ciencia en España. Fue conservador del antiguo Museo de medallas y director de la Escuela Normal central de Maestros y del Museo Arqueológico Nacional. Fue también comendador de varias órdenes y secretario honorario de Su Majestad. Hizo parte de diversas corporaciones españolas y extranjeras. 499 PILAR PARDO HERRERO Escribió muchos trabajos de historia, arqueología y religión de los que podemos mencionar: Retrato actual y antiguo de la villa y corte de Madrid (1830-31), Cartilla numismática (1840), Compendio elemental de arqueología (1844), La galantería española (1848), Costumbres antiguas españolas (1840-60), Historia del Paraguay y del Río de la Plata (1847), De las supersticiones populares (1867). Colaboró en varias publicaciones y fundó otras como El Bibliotecario español. Fue además uno de los redactores del Diccionario Geográfico de Madoz. Carlos Castrobeza (¿?-1890?) NUMISMÁTICA No está en el DEHA ni en la Espasa. Según el Diccionario Akal de historiadores españoles, Castrobeza es considerado uno de los padres de la numismática española. En el libro Datos epigráficos y numismáticos de España de Bernardino Martín Mínguez, a su vez colaborador del DEHA, aparece su nombre para decir que hay una monografía suya sobre el origen de las monedas en el sexto tomo del Museo español de Antigüedades (1872-1880). También escribió en los tomos uno y dos de esa misma obra, según consta en la Noticia histórico-descriptiva del Museo Arqueológico Nacional (1876), sobre monedas griegas y de los Ptolomeos, y sobre raros medallones romanos ubicados en la sección numismática del Museo. Como parte del tomo nueve de Museo español de Antigüedades hay otro texto del autor: Monedas y medallas americanas existentes en el Museo Arqueológico Nacional. En El nuevo bronce de Itálica, de Manuel Rodríguez de Berlanga (1891: 13), en el prefacio, hay una referencia a Castrobeza por la que sabemos que fue jefe del Museo Arqueológico y que había muerto muy recientemente cuando este preliminar fue escrito, el 15 de enero de 1891, siendo su fallecimiento considerado una «pérdida irreparable» para la numismática del país. Allí mismo nos da el dato de un libro que dejó inédito sobre los códices mayas. Su colaboración en el DEHA, del tomo 1 al 8 (de 1891), se habría visto truncada por tanto por su muerte. Pelayo Clairac y Sáenz (Santiago de Cuba 1839-Madrid 1891) INGENIERÍA Y GEODESIA No está en el DEHA. La Espasa menciona su colaboración en el DEHA, aunque dice que lo que tenía asignado era la parte de arquitectura. Estudió en la Escuela de Ingenieros de caminos, canales y puertos. En 1865 ascendió a ingeniero primero y se le destinó a la división de ferrocarriles del Mediodía. En 1867 el gobierno lo envía a Escocia a estudiar los ferrocarriles económicos. En 1871 fue nombrado director de la Compañía de ferrocarriles de Medina del Campo a Salamanca y construye la línea. Estudió varios proyectos, en especial de ferrocarriles. Fundó y dirigió el periódico Anales de la Construcción e Industrias. Realizó el Diccionario general de Arquitectura e Ingeniería, publicado en Madrid en 1877 (con una introducción de Eduardo Saavedra, colaborador del DEHA, él sí en la parte de arquitectura). Habría dejado de participar tras su muerte en 1891, aunque aparece en la lista hasta el tomo 11, de 1892. 500 APÉNDICES Carlos Luis Cuenca (Madrid 1849-Ávila 1927) DERECHO PENAL, ENJUICIAMIENTO CRIMINAL Y JUSTICIA MILITAR No está en el DEHA. Estudió derecho en la Universidad Central. Hizo parte del Cuerpo Jurídico militar, donde llegó a ser auditor de división. Escribió poesía y destaca su producción de género festivo. Colaboró en diversos periódicos y escribió varias obras dramáticas, casi todas en colaboración. Augusto Danvila Jaldero (Valencia 1853-La Pobla de Vallbona 1935) MONUMENTOS ARQUITECTÓNICOS ESPAÑOLES No está en el DEHA ni en la Espasa. Fue abogado y escritor. Aportó al estudio de las exequias reales españolas (Allo Manero/Esteban Lorente 2004: 42). Colaboró en Historia y Arte: revista mensual ilustrada, publicada en Madrid, con textos sobre artistas como Carlos de Haes, Tomás Campuzano, Jerónimo Van Aken (El Bosco), José María Galván. Obras: Las noches egipcias: leyendas de los tiempos de los Faraones, publicado en Madrid en 1879 por R. Moreno y R. Rojas; El soñador (1900); José de Ribera y la escuela valenciana de pintura. Discurso leído por el socio Augusto Danvila Jaldero... en la sesión inaugural del curso de 1887 a 1888 del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Valencia (1887); Reseña crítica de las obras de José Ribera, El Spagnoletto (Madrid, 1888). Eduardo Echegaray (¿?-1903) CIENCIAS EXACTAS, MECÁNICA, ARQUITECTURA Y MAQUINARIA NAVALES No está en el DEHA Es hermano de José Echegaray. Fue ingeniero jefe del cuerpo de caminos, canales y puertos. Se desempeñó como profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos. Fue miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Hizo un Diccionario etimológico de la lengua castellana (1886-90). Publicó en Madrid en 1881 el libro Elementos de geometría descriptiva. Destacan también algunos de sus discursos. José Echegaray (Madrid 1833-1916) MAGNETISMO, ELECTRICIDAD Está en el DEHA, tomo 7 (dos páginas y un tercio), 24 (una página) y 27. No menciona su participación en la obra. Con apenas la edad reglamentaria entra a la escuela de ingenieros civiles en el primer lugar. Al terminar, con excelentes calificaciones, entró de profesor a la Escuela especial del cuerpo de ingenieros. Su capacidad e inteligencia lo llevan a ampliar sus conocimientos y se inclina hacia las ciencias sociales, en particular la Economía política, afiliándose a la escuela librecambista. En 1859 funda con otros personajes la Asociación para la Reforma de los Aranceles. Los debates que mantenían le dieron un amplio reconocimiento como hombre de ciencia tanto en España como en el extranjero 501 PILAR PARDO HERRERO y diversas sociedades, ateneos y academias lo hicieron miembro. Defendió frente a Pí y Margall el librecambio en las Cortes Constituyentes de 1869. Fue director general de obras públicas y luego ministro de Fomento. Más tarde fue ministro de Hacienda. Como tal fomentó la producción y procuró el crédito, todo desde la prudencia; su manejo de la hacienda aumenta su reputación en ese campo. Su vida como hacendista está a su vez unida a su vida política, con ideas avanzadas, que se considera que inicia con la Revolución de Septiembre de 1868, cuya victoria él mismo habría propiciado desde el campo de las ideas, alejado de la lucha partidista. Abogaba por las doctrinas democráticas y la libertad religiosa, desde esta perspectiva hizo parte del partido radical. Participa entonces en política hasta el año 1883, cuando la deja de lado después de que Martos, uno de aquellos con quienes firmó el manifiesto que en 1880 dio origen al partido republicano progresista, reconociera la monarquía. Se considera que su paso por los distintos cargos públicos fue positivo. Fue también matemático, siendo considerado uno de los mejores en España. Dedica también sus esfuerzos a otras ciencias, como la física y la química El 3 de abril de 1865 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias, Físicas y Naturales. Se le nombró presidente honorario de la Sociedad Española de Física y Química. Destaca como literato y poeta, siendo muchas y muy reconocidas sus obras dramáticas, aunque con el tiempo y el cambio de gustos su obras dejan de ser tan exitosas. También sus discursos y textos científicos y de divulgación se consideran de alto nivel artístico. Esto lo lleva a conseguir en 1904 el premio Nobel de Literatura, a medias con el poeta francés Frédéric Mistral. Fue elegido para la Academia de la lengua en 1882, sucediendo a Mesonero Romanos. Pero no es hasta mayo de 1894 que ingresó como individuo de número y sucesor de dicho autor. Según el DEHA por sus derechos de autor llegó a cobrar en 1874 15.000 pesetas. Además se dice que era muy conocido también en América, aunque allí no pagaban sus derechos. De sus múltiples obras podemos mencionar entre la científicas: Cálculo de variaciones (1858), Teorías modernas de la física, unidad de las fuerzas materiales, primera y segunda serie (1883); La termodinámica (1863), La exposición de electricidad (colección de artículos), Ciencia popular (1905, colección de artículos de divulgación científica moderna). Entre sus obras dramáticas: La esposa del vengador (1874), O locura o santidad (1877), El gran Galeoto (1881), Piensa mal ¿y acertarás? (1884), Mariana (1892), El estigma (1895), Mancha que limpia (1895). Vale la pena mencionar que como personaje alcanza tal reputación que incluso en el DEHA, en el apéndice segundo, se incluye la palabra «echegarayesco» como «Propio y característico de D, José Echegaray como escritor, ó que tiene semejanza con cualquiera de las dotes ó calidades porque se distinguen sus producciones dramáticas». La biografía del DEHA podría considerarse su biografía oficial, pues vemos que incluso la Espasa lo que hace es seguir en detalle la del DEHA cambiando solo un poco la redacción, reordenando algunas informaciones y eliminando partes. Curiosamente, la Espasa no dice que Echegaray colaboró en el DEHA ni tampoco menciona dicho diccionario en la bibliografía. Rafael Espejo y del Rosal (Córdoba 1825-Madrid 1893) VETERINARIA Está en el DEHA, tomo 7. No dice que colaboró en la obra. Si la fecha de su muerte es 1893, el DEHA no lo elimina entonces, si no que vemos su nombre hasta el tomo 23. La Espasa menciona su colaboración en el DEHA. 502 APÉNDICES Se dedicó primero al comercio y luego a la profesión de albéitar. Va a Madrid en 1849 y al año siguiente, cuando abren las Escuelas de Veterinaria, ingresa como alumno. En 1861 gana la oposición para disector anatómico en la Escuela de Zaragoza, y en 1863 la gana para la de Madrid, donde ejerce muchos años. Estudió también medicina, obteniendo el grado en 1875. En 1883 fue nombrado vicepresidente del Congreso Nacional Veterinario. Fue igualmente vicepresidente y luego presidente de la Junta Central de la Liga de Veterinarios españoles. Fundó en 1878 la Gaceta Médico Veterinaria. Entre sus obras está: Novísimo formulario de veterinaria (1877), Diccionario general de veterinaria (1877-83), Biblioteca económica de Veterinaria, Ganadería y Agricultura. Francisco Fernández y González (Albacete 1833-Madrid 1917) CULTURA ORIENTAL Está en el DEHA, tomo 8 (2 columnas) y tomo 24. Menciona su colaboración al final del artículo del tomo 8. Se muda a Madrid tras realizar en Valladolid su primera enseñanza. Fue alumno pensionado en la Escuela Normal de Filosofía. En el Instituto del Noviciado tuvo la cátedra de retórica y poética entre 1852 y 53. En 1854 se matricula en el doctorado de Filosofía y Letras de la Universidad Central. Allí enseña lengua griega en las facultades de Medicina y Farmacia. Obtiene la cátedra de literatura general y española en la Universidad de Granada en 1856, donde también enseñó griego, literatura clásica y lengua árabe. Allí estudia derecho. Por su desempeño y méritos se le traslada a Madrid en 1864 a la cátedra de estética, que desaparece en 1867 y se retoma en 1868. Llega a ser rector de la Universidad Central entre 1895 y 98. Fue senador por la Universidad de Valladolid y por la de La Habana. Fue miembro de la Academia de Historia (1867) de la de Ciencias Morales y Políticas (1867), de San Fernando en la sección de arquitectura (1881) y de la Lengua (1889). Destaca en su obra principalmente sus estudios, como: La pintura y la escultura en los pueblos de origen semítico, Los moros que quedaron en España después de la expulsión de los moriscos, Los establecimientos españoles y portugueses en África o El mesianismo en España durante el siglo XVI. Entre sus obras destaca su traducción y comentarios de Ordenamiento de las aljamas judías, la Crónica de los reyes francos y la Historia de Al-Andalus; así como Instituciones jurídicas del pueblo de Israel en los diferentes estados de la península ibérica, desde su dispersión en tiempo del emperador Adriano hasta los principios del siglo XVI (1880). Fidel Fita y Colomé (Arenys de Mar 1835-Madrid 1917) EUSKERA Está en el DEHA, tomo 8, 24 y 27. No menciona que colaborara en la obra. Jesuita muy conocido. Ingresó a la Compañía en 1850 en Nivelles (Bélgica), siendo allí donde se inclina hacia la filología y aprende varios idiomas. Dedica sus estudios muy especialmente a la arqueología y la historia, siendo reconocido como gran epigrafista. Se distingue por ser un gran orador sagrado. Es catedrático de Sagradas Escrituras y Lenguas orientales en el Colegio de San Marcos (León) entre 1864 y 1868. Tras la Revolución del 68 va a Vals-prés-de-Puy, donde sigue investigando y enseña teología dogmática; más tarde volverá a España. Fue vocal de la Junta Directiva del 503 PILAR PARDO HERRERO Centenario del Descubrimiento de América y delegado general para la Exposición Histórico-europea en 1892. Ingresa a la Academia de Historia en 1879, llegando a ser su director en 1912; también perteneció a la de Bellas Artes y fue supernumerario y luego numerario de la de la Lengua. Publicó muchos estudios en el Boletín de la Real Academia de Historia y en muchas otras revistas y periódicos españoles, además de escribir en el Museo Español de Antigüedades (tomo IV, VI, VIII y IX). Algunas de sus obras son: La epigrafía romana de la ciudad de León (1866), La Santa Cueva de Manresa. Reseña histórica (1872), Los reys d’Aragó y la Seu de Girona (1873). Pedro de Alcántara García (Córdoba 1842-Madrid 1906) PEDAGOGÍA No está en el DEHA. Estudió en la Escuela Normal de Maestros. Se muda a Madrid muy joven tras la muerte de su padre, haciéndose él cargo de su familia. Ejerció distintos puestos públicos y mientras trabajaba estudió. En 1876, fue nombrado profesor de Pedagogía especial de párvulos por el sistema Fröebel en las Escuelas Normales Centrales de Maestros y Maestras. Fue socio fundador (1869) y secretario de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer durante más de 20 años. Trabajó en el Congreso hispano-portugués de Pedagogía de 1892. Colaboró en la Asociación Nacional del Magisterio Primario. Como pedagogo resalta el hecho de que ayudó a introducir en España las novedades educativas que se desarrollaban en otros países, su esfuerzo por que se pusieran en marcha los jardines para la infancia, así como su participación en congresos pedagógicos (Rodríguez Pérez 2007:133-152) Escribió en distintas revistas. Obras: Manual teórico-práctico de educación de párvulos según el método de los jardines de la infancia de F. Froebel (1879), Teoría y práctica de la educación y la enseñanza (1879, 7 volúmenes), Educación intuitiva y lecciones de cosas (1881), Compendio de pedagogía teórico-práctica (1881), Tratado de higiene escolar. Guía teórico-práctica (1886), La educación estética y la enseñanza artística en las escuelas (1888). Colaboró con Manuel de la Revilla en la obra Principios generales de literatura e historia de la literatura española (2ª ed. 1877). Francisco Giner de los Ríos (Ronda (Málaga) 1839-Madrid 1915) ESTÉTICA Está en el DEHA, tomo 9. No menciona su corta participación. Inicia sus estudios de derecho y de filosofía y letras en Barcelona y los termina en Granada. Se muda a Madrid en 1863, donde ingresa al ministerio de Estado. Frecuentó la Universidad y allí se inició en la filosofía krausista. En 1866 gana la cátedra de derecho, a la que renuncia en 1867 en solidaridad con los otros profesores expulsados por defender la libertad de cátedra. Fue repuesto en el cargo tras la Revolución, aunque de nuevo lo pierde después de la Restauración (1875), volviendo a la Universidad en 1881 por decreto del ministro de Fomento. Junto con Azcárate y otros intelectuales fundará la Institución Libre de Enseñanza en 1876. Nunca aceptó cargos políticos. Su esfuerzo se abocó principalmente a la reorganización de la enseñanza en el país, teniendo varias obras dedicadas a la pedagogía, sobre todo desde 1884. También escribe sobre arte, literatura, sociología, religión y derecho. 504 APÉNDICES Publicó artículos en varias revistas. Tradujo del alemán obras de Krause, Ahrens, Röder, entre otros. Algunas de sus obras son: Estudios literarios (1866), Bases para la teoría de la propiedad (1867), Prolegómenos del derecho (1873), Estudios jurídicos y políticos (1875), Estudios filosóficos y religiosos (1876), Estudios de literatura y arte (1876), Institución libre de enseñanza (1882), Estudios sobre educación (1886) , Estudios sobre artes industriales (1892), Filosofía y sociología (1904), Pedagogía universitaria (1905), Sobre el concepto de ley en el derecho positivo (1910). Urbano González Serrano (Navalmoral de la Mata (Cáceres) 1848-Madrid 1904) FILOSOFÍA Está en el DEHA, tomo 9, 24 y 27. No menciona su colaboración en la obra. La Espasa comenta su colaboración en el DEHA afirmando que para él «redactó casi todos los artículos de filosofía y biografías de filósofos». Según el estudio de Antonio Jiménez (1996: 98), habría escrito más de 366 entradas. En 1864 ingresa a la Universidad Central a la carrera de derecho, iniciando luego la de filosofía y letras, en la que obtiene un doctorado a los 23 años, junto con el bachillerato en derecho. Fue discípulo de Nicolás Salmerón, y con él y su compañero de clase Manuel de la Revilla debatían sobre las verdades filosóficas en el gabinete del profesor. Llega a sustituir a Salmerón en su cátedra de Metafísica en la universidad. En el Ateneo de Madrid empieza a darse a conocer y a ganar su reputación científica. Se presenta a las oposiciones a la cátedra de Psicología y Lógica del Instituto de San Isidro de Madrid, que parecían difíciles de ganar pues él era krausista y librepensador, mientras que el tribunal era lo opuesto. Pese a ello, sus extensos conocimientos hacen que la consiga, y durante toda su vida la ejerce en el citado Instituto. Su principal preocupación fue la enseñanza. En política figuraba como del partido republicano, siendo diputado en las Cortes de 1881, donde fue de los pocos que se opusieron a la restauración de la monarquía. Colaboró con la Institución Libre de Enseñanza. Figuró entre los más importantes profesores de la segunda etapa del krausismo universitario195. Publicó artículos en algunas revistas. Entre sus obras se cuenta: Estudios sobre los principios de la moral en relación con el positivismo (1871), Estudios de moral y filosofía (1875), Manual de psicología, lógica y ética (1880-87, es un manual para el estudio de ese curso en los Institutos de segunda enseñanza), Ensayos de crítica y filosofía (1881), La sociología científica (1884), La psicología fisiológica (1886), La psicología del amor (1888), La asociación como ley general de la educación (1888), Estudios psicológicos (1892), Preocupaciones de los grandes (1902), Goethe. Ensayos críticos (1879, 2ª ed. con prólogo de Clarín). Se encargó de las Obras de Campoamor. 195 Sobre este autor el estudio más extenso es el realizado por Antonio Jiménez García en su libro El krausopositivismo de Urbano González Serrano. También hay algunos textos sobre su vida y pensamiento en la página de Internet www.filosofia.org sobre este autor. 505 PILAR PARDO HERRERO Vicente de la Fuente (Calatayud 1817-Madrid 1889) TEOLOGÍA, DERECHO CANÓNICO, DISCIPLINA ECLESIÁSTICA, LITURGIA E HISTORIA DE LA IGLESIA Está en el DEHA, tomo 8 (dos columnas) y 24. No menciona su participación, quizá por lo corta que fue por verse interrumpida por su muerte. La Espasa tampoco la menciona, y hay que decir que sigue al DEHA claramente, cambiando un poco la redacción o acortando partes. Solo añade algunas obras y un último dato sobre el discurso en la Academia de Ciencias Morales que no pudo leer por su fallecimiento. Estudió filosofía en el Seminario conciliar de Tudela, recibiendo el grado de bachiller en 1831 en la Universidad de Zaragoza. Allí y en la Universidad de Alcalá de Henares estudia Teología, saliendo bachiller en 1834. Con una beca en el titulado de Málaga siguió estudiando Teología, llegando en 1837 a sustituir al profesor catedrático de explicaciones de la Escritura. Ese mismo año obtiene la licenciatura. Se doctora en Teología en 1841. También logra el bachiller de cánones y la licenciatura de jurisprudencia, ingresando al Colegio de Abogados de Madrid en 1844. Ese año también fue nombrado profesor académico de la ciencias eclesiásticas de San Isidro, estudiando hebreo y árabe. Fue nombrado Bibliotecario mayor de la Universidad Central en 1845. Tuvo a su cargo el traslado de la biblioteca de la Universidad Complutense a la de Madrid en 1848. En 1852 fue nombrado catedrático de derecho canónico en la Universidad de Salamanca, cargo que ejerce hasta 1858 cuando va a Madrid como profesor de historia y disciplina de la Iglesia. Fue miembro de la Academia de Historia y de la de Ciencias Morales y Políticas, así como individuo de la Comisión de relaciones científicas y literarias. En 1875, al triunfar la Restauración, fue nombrado rector de la Universidad Central. Publicó artículos en varias revistas, pero sobre todo escribió decenas de libros. Entre sus obras se pueden mencionar: Historia eclesiástica de España o Adiciones a la Historia General de la Iglesia (1855-59), Historia militar, política y económica de las tres Comunidades de Calatayud, Teruel y Daroca (1861), Elogio del Arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Rada (1862), La Santa Iglesia de Tarazona en sus estados antiguo y nuevo (1865, en España Sagrada), La retención de bulas en España, ante la Historia y el Derecho (1865), La pluralidad de cultos y sus inconvenientes (1865-1866), La división de poderes. Sobre las relaciones entra la Iglesia y el Estado (1866), La sopa de los conventos, o sea Tratado de Economía Política en estilo joco-serio acerca de los obstáculos tradicionales en nuestro país (1868), La corte de Carlos III (1868), El protestante protestado. Andres Tunn (1869), Doña Juana la Loca, vindicada de la nota de herejía (1869), Historia de las sociedades secretas antiguas y modernas de España, especialmente de la Franc-Masonería (1870-71), Los Concordatos: Cuestiones de Derecho Público Eclesiástico sobre su revocabilidad (1872), Vindicación del opúsculo sobre los Concordatos (1872), La enseñanza tomística en España. Noticia de las Universidades, Colegios y Academias tomistas, con las fundaciones de ellas (1874). José de Letamendi (Barcelona 1828-Madrid 1897) PRINCIPIOS DE MEDICINA Está en el DEHA, tomo 11 (dos columnas) y 25. No menciona su colaboración. Pierde pronto a su padre y los años difíciles vividos en Barcelona en la década del cuarenta lo hacen a él y su familia pasar penalidades. Para ayudar decide dar clases privadas de los cursos que va tomando de filosofía y matemáticas. Al ingresar en la 506 APÉNDICES facultad de Medicina hace lo propio con un curso de repaso de anatomía. En 1857 obtiene la cátedra de anatomía en la Universidad de Barcelona. En 1878 obtiene la cátedra de patología general en el Universidad Central de Madrid, donde fue también decano de la facultad de Medicina. Ejerció como catedrático muchísimos años, por ello es famosa su anécdota de que él mismo decía que el único cargo que le faltaba desempeñar en el ramo de la anatomía era el de cadáver. Fue académico de número de la Real de Medicina, vocal del Colegio de sanidad, consejero de instrucción pública y senador del reino como parte del partido fusionista. Dio varias conferencias en el Ateneo de Madrid que fueron muy bien recibidas. Además de la medicina cultivó la poesía, la música y la pintura, esta última como auxiliar de la ciencia. También escribió sobre política y sobre las aspiraciones regionalistas de Cataluña. Entre sus obras, algunas escritas en francés y sobre muy distintos temas, se cuenta en medicina: Plan de reforma de la patología general y su clínica (1878), Elementos de lexicología griega con aplicación al tecnicismo médico (1881), Curso de patología general (1883), La mujer (estudio psico-físico de 1883), Curso de clínica general ó Canon perpetuo de ciencia médica (1894), Curso de antropología integral como teoría de las relaciones entre lo moral y lo físico aplicada a la práctica médica (1895). También son importantes sus discursos en distintas instituciones. En 1899 su discípulo Rafael Forns publica sus obras completas en cinco volúmenes. Pedro de Madrazo (Roma 1816-Madrid 1898) PINTURA, ESCULTURA Y GRABADO Está en el DEHA, tomo 12 y 25. No menciona su participación en la obra. Estudió derecho en Toledo y Valladolid, terminando en esta última ciudad la carrera. Estando en Toledo, con apenas 16 años, le proponen regentar la cátedra de matemáticas, pero Madrazo rechaza la propuesta por «exceso de modestia», según el DEHA. Luego va a París, donde estudió las tendencias del arte de la época. Al volver, junto a su hermano Federico publica en Madrid El Artista que, según el DEHA, es «el primer periódico semanal ilustrado de verdadera importancia que se publicó en España». Cultivó la poesía y se dedicó toda su vida a la crítica literaria, especialmente entre los años 1835 y 1850. Fue miembro de la Academia de Historia desde 1859 (siendo elegido secretario perpetuo en 1879), de la de Lengua desde 1874 y de la de Bellas Artes de San Fernando desde 1881. Fue nombrado director del Museo de Arte Moderno en 1895, que abre sus puertas un poco antes de morir Madrazo, haciendo todo el trabajo de selección, distribución y colocación desde su hogar, pues ya estaba enfermo. Fue también director de la Academia de San Fernando, jefe superior de Administración y Consejero de Estado. Publicó muchos artículos críticos e históricos de arte, monografías y trabajos literarios y arqueológicos en diversos periódicos y revistas. Escribió para la gran obra España. Sus monumentos y artes, su naturaleza y su historia (1884-91) sobre Navarra y Logroño, Córdoba, Sevilla y Cádiz, y Granada, Jaén, Málaga y Almería. Otras obras suyas son: Catálogo de los cuadros del Real Museo de Pintura y Escultura de S. M. (1843), Recuerdos y bellezas de España. Bajo la Real protección de S.S.M.M. la Reina y el Rey. Obra destinada à dar à conocer sus monumentos y antigüedades (1855), Catálogo histórico y descriptivo del Museo del Prado (1872, este texto tiene varias ediciones posteriores), La Universidad Complutense (en Alcalá de Henares), parte de 507 PILAR PARDO HERRERO Monumentos arquitectónicos de España (1878), Viaje artístico de tres siglos por las colecciones de cuadros de los reyes de España desde Isabel la Católica hasta la formación del Real Museo del Prado de Madrid (1884). José Ramón Mélida (Madrid 1856-1933) MITOLOGÍAS, ARQUEOLOGÍA ORIENTAL Y CLÁSICA, INDUMENTARIA, PANOPLIA, HERÁLDICA Y ARTES INDUSTRIALES EXTRANJERAS DE LAS EDADES MEDIA Y MODERNA Está en el DEHA, tomo 25 y 28. Al final del primer artículo alude a su participación diciendo que durante veinte años, además de todo lo que ha escrito, a su pluma se deben «infinitos artículos […] que aparecen en este DICCIONARIO». La Espasa dice que escribió artículos para ellos pero no menciona que haya colaborado en el DEHA. Cursó el bachillerato en el Instituto de Madrid y los estudios especiales en la Escuela Superior de Diplomática, de la que se gradúa en 1875 como archivero, bibliotecario y arqueólogo. En 1881 fue nombrado ayudante del cuerpo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos. En ese momento ya servía al Museo Arqueológico Nacional, del que será jefe de la sección de la Edad Antigua y que llegará a dirigir entre 1916 y 1930, cuando dimite y es nombrado director honorario. En 1883 viaja a París con una comisión gratuita a perfeccionar su estudio sobre antigüedades egipcias y cerámica griega. Dio varios cursos entre 1898 y 1905 en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid. En 1912 obtuvo la cátedra de arqueología de la Universidad Central, de la que es jubilado en 1927. En 1913 es nombrado consejero de Instrucción pública. Fue director del Museo de Reproducciones artísticas entre 1901 y 1915, cargo en el que destacó por las reformas en la instalación de colecciones, el inicio de la publicación de catálogos y el aumento de las piezas del museo. Dirigió las excavaciones de Numancia y Mérida Perteneció al Instituto Arqueológico de Berlín y de Roma, a la Sociedad de Anticuarios de Londres y a la Hispánica de Nueva York. Fue miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, elegido en 1899 en reemplazo de Pedro de Madrazo, y de la de Historia, de la cual también fue anticuario desde 1913. Publicó muchos estudios en los boletines de las academias a que perteneció y en otras publicaciones como la Revista de España, Los lunes de El Imparcial, La Ilustración Española y Americana, La España moderna o la Revue Encyclopedique Larouse. Las conferencias que dictó y muchos de sus artículos, en especial los de La Ilustración, se destacan por su carácter divulgador de la cultura arqueológica. Es el primero, según el DEHA, en dedicar críticas a las decoraciones y trajes de las obras de teatro que se estrenaban. Obras suyas son: Sobre los vasos griegos, etruscos e ítalo-griegos del Museo Arqueológico Nacional (1882), Sobre las esculturas de barro cocido griegas, etruscas y romanas del Museo Arqueológico Nacional (1884), Historia del casco (1897), Vocabulario de términos del arte (1898, traducido del libro del francés J. Adeline, con inclusión de más de 600 y anotaciones), Historia del arte egipcio (1898), Excavaciones de Numancia (1908), El teatro romano de Mérida (1912), El arte antiguo y El Graco (1915), Arqueología española (1929). También publicó algunas novelas como El sortilegio de Karnak (1880, en colaboración con Isidoro López), Salomón, rey de Israel, Diamantes americanos (1882) o Siete veces feliz (1901). 508 APÉNDICES Marcelino Menéndez y Pelayo (Santander 1856-1912) OBRAS MAESTRAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA Está en el DEHA, tomo 12 y 25. Al final del artículo del tomo 12 dice que «es uno de los colaboradores de este DICCIONARIO». Inició sus estudios en Santander, llamando ya la atención por su aplicación e inteligencia. En 1871 se muda para estudiar filosofía y letras a Barcelona, cuya universidad considera más interesante e independiente. Su vida allí influye en el autor profundamente, por maestros como Manuel Milá y Fontanals. En 1873 se muda a Madrid por el traslado del doctor Luanco, por quien había en parte ido a Barcelona pues era su paisano y amigo de su padre. Por oposición a las ideas krausistas de Salmerón, no se presenta al examen de metafísica, curso que para aprobar decide tomar en Valladolid en 1874. En esa ciudad conoce a otro de sus grandes maestros, Gumersindo Laverde. Tras licenciarse vuelve a Madrid, donde se doctora en 1875 con una tesis sobre La novela entre los latinos. Para ese momento ya sabía varias lenguas modernas (francés, inglés y alemán) y le eran familiares el latín y el griego. Paralelo a sus estudios inició varios proyectos como el de la Biblioteca de traductores españoles, la Biblioteca de escritores españoles y los Estudios sobre escritores montañeses. Para ese entonces tiene ya contacto con Juan Valera. Su para entonces ya reconocida sabiduría, no obstante su juventud, le valió para conseguir una subvención del ayuntamiento de Santander, una pensión de la Diputación y otra del ministerio de Fomento, con las que salir al extranjero entre 1875 y 77 a estudiar las distintas literaturas y recorrer las bibliotecas y archivos. Estuvo primero en Portugal, luego en Italia, Francia, Bélgica y Holanda. A finales de 1878 gana por oposición la cátedra de literatura de la Central. En el Ateneo de Madrid se encarga de una de las cátedras de estudios superiores entre 1896 y 1903. Con la publicación de los Heterodoxos se confirma su reputación, siendo además una obra influyente en la mentalidad española de la época. Las Ideas Estéticas engrandece al autor, pues además de ser obra autodidacta se considera una historia completa de la filosofía y la literatura de toda Europa. En diciembre de 1880 es nombrado académico de la lengua con una candidatura patrocinada por Valera. Tomaría posesión del cargo el 6 de marzo de 1881 en la vacante de Hartzenbuch. En 1882 ingresa a la Academia de Historia. A finales de 1889 ingresa a la de Ciencias Morales y Políticas. En 1901 ingresó en la Academia de San Fernando. Como bibliotecario de la Academia de Historia se encargó entre 1893 y 95 de las Obras de Lope de Vega y de la Antología de poetas hispanoamericanos. Es nombrado director de la Biblioteca Nacional el 22 de julio de 1898, poco antes de su muerte. Fue diputado por Mallorca en 1884, por Zaragoza en 1891, senador por la Universidad de Oviedo de 1893 a 1895 y representante de la Academia Española en el Senado desde 1899 hasta su muerte, siempre adscrito al partido conservador. También tuvo el cargo de consejero de Instrucción pública. Publica artículos y cartas en muchas revistas como la Miscelánea de Barcelona, La Ilustración Española y Americana, la Revista Contemporánea, la Revista Europea y la Revista de España. Algunas de sus obras más importantes son: Estudios críticos sobre escritores montañeses (1876, estudio sobre Trueba y Cossio), Horacio en España (1877), Calderón y su teatro. Conferencias dadas en el Círculo de la Unión Católica por Marcelino Menéndez y Pelayo (1881), Historia de las ideas estéticas en España (1882), Historia de los heterodoxos españoles (1880-82, 3 tomos), La ciencia española: polémicas, indicaciones y proyectos (1880, en 1887-88 se publica una nueva edición 509 PILAR PARDO HERRERO corregida, aumentada y con un tercer volumen nuevo), Antología de poetas líricos castellanos desde la formación del idioma hasta nuestros días (1890, 14 volúmenes), Orígenes de la novela (1905-10), Biblioteca de traductores españoles (1952-53). Bernardino Martín Mínguez (Carrión de los Condes (Palencia) 1849-¿?) EPIGRAFÍA GRIEGA Y LATINA No está en el DEHA. Estudió en su pueblo, y después de ingresar en la Compañía de Jesús los continuó en diversos lugares. Enseñó después en Salamanca, La Coruña, Carrión, Béjar, Valladolid y Madrid. Abandona la Orden antes de profesar. Colaboró en varias revistas. Obras suyas son: La literatura egipcia, La literatura india, La literatura sagrada, La literatura cristiana, Datos epigráficos y numismáticos de España (1883), Los celtas (1887), Política y militarismo (1897), El Exemo. Señor D. Marcelino Menéndez Pelayo juzgado por sus libros (1899), De la Cantabria (1914), Salpicaduras histórico-literarias (1915). También escribió varias obras poéticas, líricas y dramáticas. Jesús Muñoz Rivero (Madrid 1851-1890) PALEOGRAFÍA, ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS No está en el DEHA. Su muerte hace que su colaboración se termine en el tomo 7, de 1890, aunque aparece en la lista hasta 1891 (tomo 9). Perteneció al cuerpo de archiveros, bibliotecarios y anticuarios. Fue catedrático de Paleografía general y crítica en la Escuela Superior de Diplomática. Obras: Manual de paleografía diplomática española de los siglos XII al XVII. Método teórico-práctico para aprender a leer los documentos españoles de los siglos XII al XVII (1880; 1889, 2ª ed. corregida y aumentada), Paleografía visigoda. Método teórico-práctico para aprender a leer los códices y documentos españoles de los siglos V al XII (1881), Nociones de diplomática española. Reseña sumaria de los caracteres que distinguen los documentos anteriores al siglo XVIII auténticos de los que son falsos o sospechosos (1881), Paleografía popular. Arte de leer los documentos antiguos escritos en castellano (1886), Firmas de los reyes de España (1887), Idioma y escritura de España (1888). Telesforo Ojea y Somoza (Lama de Rei 1858-Fontei 1890)196 DERECHO CIVIL, MERCANTIL, ENJUICIAMIENTO CIVIL ADMINISTRATIVO E INTERNACIONAL Y Está en el DEHA, tomo 14. Dice que colaboró en la obra. Realizó sus primeros estudios en su pueblo natal y los secundarios en el Instituto Provincial de Lugo y en los Escolapios de Monforte de Lemos. Se distinguió desde temprana edad como orador tanto en el Ateneo como en los mítines y asambleas del 196 El DEHA da como lugares de nacimiento y muerte unos distintos a los que da García Tato: San Juan de Mosteiro y Lugo (aunque Fontei, eso sí, está en esta provincia). 510 APÉNDICES partido federal, siendo delegado y secretario en sus Asambleas de 1882 y 83 y haciendo parte del consejo directivo en 1888 bajo la presidencia de Pí y Margall. Gran parte de sus esfuerzos los volcó en sus reflexiones filosóficas y políticas, siempre defendiendo el republicanismo federal y las libertades individuales. Fue militante masónico. Estudio derecho en la Universidad Central entre 1877 y 1885 y obtuvo el título en derecho canónico y civil en la Universidad de Granada en 1887. Fue regidor perpetuo, alcalde, gobernador y justicia mayor ordinario de Astorga (García Tato 2009). Dirigió el periódico La República desde su fundación en 1884 hasta 1885. También colaboró en la Revista de Legislación y Jurisprudencia y en otras publicaciones. Murió de tuberculosis. Obras: Los derechos individuales ¿son legislables? (1884) y El parlamentarismo (1884. En La Ilustración Española y Americana nº XLIII se reseña la aparición de este libro). Aniceto de Pagès de Puig (Figueres 1843-Madrid 1902) LEXICOGRAFÍA Y AUTORIDADES DE LA LENGUA ESPAÑOLA DESDE SU FORMACIÓN HASTA NUESTROS DÍAS Está en el DEHA, tomo 28. No dice que colabora en la obra. La Espasa comenta su colaboración en el DEHA en cuanto a su aporte de autoridades, más no habla de su dirección de la obra. Nació en una familia distinguida de Girona. En Barcelona estudio derecho y administración, mostrando desde años antes su inclinación literaria. Simpatizó con el movimiento literario regional, tomando parte activa en la restauración de los Juegos Florales de Barcelona y la creación de la agrupación La jove Catalunya. Se mudó a Madrid en 1878 debido a previos problemas familiares y una difícil situación económica (Alonso et. al. 2001: 176). No gustaba de la política, aunque por su talento y nombre podría haber ocupado importantes cargos. Sólo estuvo seis meses en el ministerio de la Gobernación, que deja diciendo, según José Ustáriz (1901), que prefiere la pobreza a la adulación. Esta actitud independiente, unida a su carácter excéntrico y satírico lo distinguen; así como su gran capacidad de trabajo. Su faceta más conocida es la de poeta, cultivada con éxito. Logra varios premios en los Juegos Florales de Barcelona y llega a ser nombrado en 1896 Mestre en Gay Saber. La Ilustració Catalana, de Barcelona, publicó una colección completa de sus poesías en 1906. Su obra de mayor aliento, en la que vuelca su ilusión, es el Gran diccionario de la lengua castellana, que empieza a publicarse justo el año de su muerte y que cuenta con varios elogios preliminares de personalidades relacionadas con el DEHA, como Benot, Echegaray, Pi y Margall y Menéndez y Pelayo. Pagès deja bastante avanzada la obra, que será continuada posteriormente por José Pérez Hervás. Dirigió para la editorial Montaner y Simón el Diccionario Enciclopédico Hispanoamericano (tomos 1 al 25, 1887-1899). Colaboró con esta misma editorial consiguiendo textos para La Ilustración Artística desde que esta comenzó a publicarse en 1882. Obras: Crítica de algunas composiciones de D. Víctor Balaguer (1875), Los dramas de la historia (1879), Gran diccionario de la lengua castellana, autorizado con ejemplos de buenos escritores antiguos y modernos (1902-1931). 511 PILAR PARDO HERRERO Manuel Pedregal y Cañedo (Grado (Oviedo) 1832-Madrid 1896) PRINCIPIOS DE LA CIENCIA ECONÓMICA Está en el DEHA, tomo 14 y 25. Menciona su participación diciendo que «redacta en este Diccionario los principios de la ciencia económica». La Espasa menciona su colaboración en el DEHA sin especificar los ámbitos. Estudió derecho en la Universidad de Oviedo. Desde su tiempo de estudiante defiende las ideas democráticas. Ejerció como abogado en Madrid desde 1874. Fue uno de los fundadores del Instituto Libre de Enseñanza, allí dio varios cursos y conferencias y fue hecho director en 1883. Fue diputado por Oviedo y por Madrid. También fue gobernador en la Coruña y participó en las Constituyentes de 1869. Tuvo asiento en las Asambleas de 1873. Ese año fue ministro de Gracia y Justicia bajo la presidencia de Pi y Margall, y luego fue ministro de Hacienda siendo presidente Castelar. A partir del golpe de Estado de 1874 se aleja de la política, volviendo en 1881 tras la reorganización de las fuerzas republicanas y en 1886 para hacer parte de las Cortes en los bancos de la minoría republicana. En 1888 fundó el partido centralista con Salmerón, Azcárate, Labra y otros. A partir de ese momento vive el período más activo de su vida política, consiguiendo ser considera entre los intelectuales de más alto nivel tanto por sus discursos parlamentarios como por sus conferencias, entre otros sitios en el Ateneo de Madrid. Publicó muchos artículos en revistas y periódicos, como la Revista de Legislación y el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. Obras suyas son: Estudios políticos (1868), Estudios sobre el engrandecimiento y la decadencia de España (1878), Nociones de Hacienda pública (1881), Las clases obreras y el partido obrero (1886), Resumen crítico del Código civil (1890), Estado jurídico y social de los indios en la época del descubrimiento de América (1892). Francisco Pi y Margall (Barcelona 1824-Madrid 1901) FILOSOFÍA DEL DERECHO Está en el DEHA, tomos 15 (una página y 2/3) y 28. No menciona su participación en la obra. Empezó a estudiar a los siete años en el Seminario de Barcelona (dirigido entonces por jesuitas), obteniendo muy buenas calificaciones. A los trece ingresa a la universidad para cursar la segunda enseñanza con gran lucimiento. Al terminar había aprendido latín y griego, además de francés, inglés e italiano, y tenía discusiones públicas sobre lógica, metafísica, filosofía, moral, astronomía, física y matemáticas. El último año de su carrera lo hace en Madrid, a donde se muda en 1847. Allí también logra el título de doctor en derecho. Allí, para sobrevivir, consigue una plaza de crítico literario en El Correo. Después acepta un cargo en una sucursal de la casa de banca del señor Martí, de Barcelona, aprendiendo rápidamente todo sobre rentas y operaciones bancarias, pero esta casa cierra debido a los problemas políticos de entonces. Los editores de Recuerdos y bellezas de España, obra que continúa tras la muerte de Pablo Piferrer, le piden ciertas declaraciones para seguir colaborando con ellos, pero él se niega, pasando así la obra a Pedro Madrazo. Escribió el primer tomo de la Historia de la pintura española (1851), que al ser condenada por la Iglesia en 1852 lleva al autor a publicar con seudónimo para evitar la persecución. Ese mismo año se gana la excomunión de la Iglesia y las iras del gobierno por sus Estudios sobre la Edad Media. 512 APÉNDICES Colaboró después en la Enciclopedia de Legislación y Jurisprudencia y se encargó de las Obras del padre Juan de Mariana para la Biblioteca de Autores Españoles de Rivadeneyra (1854). Por sus ideas liberales fue invitado a diversas juntas y comités poco antes de la revolución de 1854, aunque no tiene un papel fundamental pues aún no era tan conocido y sus ideas eran consideradas incluso excesivas por las mismas juntas revolucionarias. Tras la Cortes Constituyentes de O’Donnell se aleja de la política y se centra en la filosofía en Vergara, donde se había casado. Pero vuelve a Madrid en 1857 para trabajar en La Discusión, donde sus polémicas dieron fama a su nombre y transformaron la política del partido democrático. En 1863 fue director de esa publicación, en la que defendía las doctrinas socialistas, lo que le granjeó disgustos con algunos correligionarios demócratas. Desde 1864 procura la caída de los Borbones. Tras ser vencidos los revolucionarios en 1866, emigró a París, donde permaneció hasta la revolución del 68. Al ser elegido diputado por Barcelona en 1869, volvió a Madrid para hacer parte de las Constituyentes. En 1873 su influencia fue decisiva para que la Asamblea, que unió el Congreso y el Senado, proclamara la República como forma de gobierno. Ese año se convierte en ministro de la Gobernación y presidente. Ese cargo lo tiene apenas unos meses, dimitiendo el 18 de julio. En 1880 forma el partido federal pactista. En 1886 fue elegido diputado a Cortes por acumulación (obtuvo más de 10.000 votos en distintos distritos), en 1891 por Valencia y Barcelona (eligiendo representar a esta última) y en 1893 por Madrid, Barcelona y Sabadell (representando a esta última). En 1894 redacta el programa del partido federal. En sus textos, discursos y quehacer político defendió el federalismo. Para difundir sus ideas fundo en 1890 el semanario El Nuevo Régimen, en el que defendió la autonomía de Cuba y se opuso a la guerra con EE UU. Obras: La reacción y la revolución (1854), La república de 1873 (1874), Las nacionalidades (1876), Historia general de América (1878, incompleta), La Federación (1880), Las luchas de nuestros días. Primeros diálogos (1884). Manuel Piernas y Hurtado (Madrid 1843-1911) ECONOMÍA POLÍTICA, HACIENDA PÚBLICA Y ESTADÍSTICA Está en el DEHA, tomos 15, 25 y 28. En el tomo 15 dice, en presente, que participa en la obra estando a cargo de economía política, estadística y hacienda pública. Estudió leyes en la Universidad Central, doctorándose en derecho y en administración. Además terminó también la carrera de perito mercantil. Obtiene la cátedra de economía política y estadística y hacienda pública en la Universidad de Oviedo, pasando luego a la de Zaragoza y por último a la de Madrid, que ejerce hasta jubilarse en 1909. Siguió la filosofía krausista y se afilió al partido republicano. Aunque no hizo mucha vida política, sí tuvo varios cargos públicos, como consejero de Filipinas, inspector general de enseñanza, decano de la facultad de derecho de la Central, consejero de Instrucción pública y del de Reformas Sociales, vicepresidente segundo de la Real Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación entre 1896 y 1897. Fue también consejero de la Compañía Arrendataria de Tabacos, vocal del consejo de Filipinas, fundó algunas sociedades cooperativas e inició el censo de la población española en América. Fue elegido individuo de número de la Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1903, tomando posesión en 1905 con el discurso titulado «Consideraciones acerca del principio de la solidaridad y de sus consecuencias en el orden económico». Escribió para varios periódicos y revistas y dirigió El Magisterio Español. 513 PILAR PARDO HERRERO Obras: Tratado elemental de estadística (1873), Indicaciones sobre el concepto y plan de la ciencia económica (1874), Vocabulario de la economía (1882), Estudios económicos (1889), Tratado de Hacienda pública y examen de la española (1890, edición transformada de Manual de instituciones de Hacienda pública española). Antonio Pirala y Criado (Madrid 1824-1903) HISTORIA DÍAS DE ESPAÑA DESDE LA MUERTE DE FERNANDO VII HASTA NUESTROS Está en el DEHA, tomos 15, 25 y 28. Menciona en el tomo 25 su colaboración en la obra. Trabajó en la Administración del Estado, teniendo cargos como el de secretario civil del cuarto del rey Amadeo de Saboya, de la Mayordomía de palacio, gobernador de varias provincias y oficial del ministerio de la Gobernación. Fue redactor de varios periódicos políticos y literarios. Antes de dedicarse completamente a los estudios históricos escribió primero una novela (Celinda (1843)) y algunas obras de carácter pedagógico. En 1892 ingresó en la Academia de la Historia. Obras: Anales de la guerra civil (1853, editada de nuevo corregida y aumentada en 1868 con el título Historia de la guerra y de los partidos liberal y carlista, aumentada con la historia de la regencia de Espartero), Anales desde 1843 hasta la conclusión de la actual guerra civil (1875, continuada en 1890-95 hasta el fallecimiento de don Alfonso XII), Provincias vascongadas (1886, dentro de España. Sus monumentos y artes, su naturaleza y su historia). Juan Facundo Riaño (Granada 1829-Madrid 1901) CERÁMICA Y VIDRIERÍA ESPAÑOLAS Está en el DEHA, tomos 25 y 28. No menciona su participación en la obra. Estudió derecho y filosofía y letras en Granada y en Madrid. En la Universidad granadina tuvo un tiempo la cátedra de lengua árabe. En 1863 obtiene la de historia del arte en la Escuela Superior de Diplomática en Madrid, que ejerce hasta 1888, cuando asume el cargo de consejero de Estado y ministro de lo Contencioso. En 1877 se encargó del Museo de Reproducciones artísticas. Fue director general y luego consejero de Instrucción pública. Sirvió al país como arqueólogo e historiador, pero también lo hizo en el campo de la pedagogía, participando en la reforma de la Escuela Normal Central de Maestros, en la creación del curso especial de párvulos y del Patronato de las escuelas de párvulos, así como en las mejoras realizadas en la Universidad de Granada y en el establecimiento del Museo Pedagógico Nacional. Perteneció a las Academias de la Historia (1869) y de San Fernando (1880). Fue miembro de la Sociedad de Anticuarios de Londres e individuo del Instituto Arqueológico de Berlín y de Roma, entre otras sociedades. Publicó en periódicos y revistas de varias naciones artículos sobre todo de historia y arte, en los que también dio a conocer el gran arte español y sus artes industriales. También colaboró en el Museo Español de Antigüedades. Obras: Sobre la manera de fabricar la antigua loza dorada en Manises, Palacio árabe de la Alhambra (1856-82), The industrial arts is Spain (1879), Los orígenes de la arquitectura arábiga, su transición en los siglos XI y XII y su florecimiento inmediato 514 APÉNDICES (1880, discurso leído en la Academia de Bellas Artes), Catálogo del Museo de Reproducciones Artísticas (1881), Critical and bibliographical notes on early Spanish music (1887), El arte monumental americano. Conferencia de Juan Facundo Riaño pronunciada el día 26 de mayo de 1891 (1892). Rodrigo Amador de los Ríos (Madrid 1849197-1918) EPIGRAFÍA ARÁBIGA Y ARQUEOLOGÍA HISPANO-MAHOMETANA Está en el DEHA, tomo 17 y 25. No menciona su colaboración. Hijo del reconocido crítico y arqueólogo José Amador de los Ríos. Estudió en la Universidad Central, donde se licenció en la facultad de derecho civil y canónico y se doctoró en la de filosofía y letras. Mientras ejercía como abogado ingresó al cuerpo de bibliotecarios, archiveros y anticuarios, del cual llegó a ser jefe de tercer grado, y fue destinado al Museo Arqueológico Nacional, donde para 1891 estaba a cargo de la sección de Arte mahometano y de estilo mudéjar. En la Universidad Central fue en varias ocasiones sustituto en la cátedra de Historia crítica de la literatura española y profesor auxiliar de Principios generales de literatura, Historia crítica de España y Literatura española. Tras su jubilación reglamentaria, en 1916, se le nombra director de Museo de Reproducciones Artísticas. Perteneció a la Academia de San Fernando, a la de Jurisprudencia y Legislación y a la Sevillana de Buenas Letras. También fue correspondiente de la Asociación de Arquitectos civiles y Arqueólogos portugueses, de la Academia de Ciencias de Lisboa y de las Sociedades Económicas de Amigos de las País de Málaga, Córdoba y otras provincias. Colaboró en diversas publicaciones, como el Museo Español de Antigüedades, La Ilustración Española y Americana, el Boletín de la Sociedad Española de Excursionistas y la Revista de la Universidad Central. Obras: Arcas, arquetas y cajasrelicarios; con su padre José Amador de los Ríos, Monumentos latino-bizantinos de Córdoba (1879); Inscripciones árabes de Córdoba, precedidas de un estudio históricocrítico de la Mezquita-Aljama (1879); en España. Sus monumentos y artes, su naturaleza y su historia, escribió sobre Burgos (1888), Murcia y Albacete (1889), Huelva (1891) y Santander (1891); Las pinturas de la Alhambra de Granada (1891, discurso leído ante la real Academia e Bellas Artes de San Fernando); Al-Casar-ulMansur (El palacio encantado) (1885); La leyenda del rey Bermejo (1890), Monumentos arquitectónicos de España: Toledo (1905). Ángel Rodríguez Chaves (Madrid 1849-1907)198 BIOGRAFÍA EXTRANJERA Está en el DEHA, tomo 17. No menciona su colaboración en la obra. Escritor y periodista. Empezó los estudios de derecho, pero antes de terminarlos ingresó en las oficinas de los duques de Medinaceli, cuya riqueza de archivos habría hecho que se decidiera su vocación literaria, especialmente en su aspecto histórico y 197 El DEHA da como año de nacimiento 1849, pero otras fuentes, como la Espasa dan el de 1843. Conservo el año dado por el DEHA ya que es el dato verificado por Zapata Parra (2004). 198 Datos definitivos sobre estas fechas así como información completa sobre su vida y obra se han podido encontrar en Sánchez/Labrador (2001). 515 PILAR PARDO HERRERO erudito. Escribió obras de todos lo géneros: poesía, drama, novela, recreación histórica, y dentro del periodismo cabe resaltar la crónica taurina pues sobre este tema tratan varios de sus textos. Publicó artículos en distintos periódicos españoles de prestigio. Realizó varias traducciones, de autores como Musset, Renan, Byron, Diderot y Víctor Hugo. Entre sus obras la más importante puede considerarse su obra en verso Recuerdos del Madrid viejo. Leyendas de los siglos XVI y XVII (1879). Otras obras suyas son: Poesía: La Corte de los Felipes. Cuadros de costumbres del siglo XVII (1902). Novela: Caridad (1874), Sancho Sánchez (1885). Colecciones de cuentos y leyendas históricas (en prosa o verso): Cuentos de dos siglos há (1874), Cuentos nacionales. Episodios de 1807 a 1826 (1896). Teatro, Amor en la ausencia (1873), La flor del umbrío (1873), El verdugo de sí mismo (1873), Males del Alma (1886), El motín de Aranjuez (1889, en colaboración con José Torres Reina). Eduardo Saavedra (Tarragona 1829-Madrid 1912) ARQUITECTURA Está en el DEHA, tomo 18, 25 y 28. No menciona su colaboración en el DEHA. Ingeniero y escritor, con conocimientos en múltiples ámbitos. Obtuvo el título de regente de lengua árabe en 1847, acaba sus estudios en la Escuela de Ingenieros de caminos, canales y puertos en 1851 y en 1870 acaba la carrera de arquitectura. Paralelamente realizaba cursos privados sobre diversas materias de ciencias y humanidades. Ingresó a la Academia de la Lengua en 1878. Ejerció múltiples cargos, como ingeniero de la provincia de Soria, ingeniero-jefe de los ferrocarriles del Noroeste, profesor en la Escuela de Ingenieros, arquitecto del ministerio de Fomento, vocal de la Junta Consultiva de Marina, consejero de Instrucción Pública, presidente de los Centros comerciales hispano-marroquíes y senador. Además fue miembro y presidente honorario de la Real Sociedad Geográfica y vicepresidente de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y director de la Academia de Historia. en el extranjero hizo parte de la Academia de Ciencias de Lisboa, entre otras corporaciones. En 1892 presidió la Comisión de la Real Academia de la Historia que debía formar la Bibliografía Colombina. Publicó múltiples obras, entre las que se destacan: Lecciones sobre la resistencia de los materiales (1853), Teoría de los puentes colgados (1854), Instrucción sobre la estabilidad de las construcciones (1860), La vía romana de Uxama a Augustóbriga (1860), Ideas de los antiguos sobre las tierras atlánticas (1892). Las expediciones al polo Norte. Escribió la introducción del Diccionario general de arquitectura de Clairac. También publicó artículos en revistas como el Boletín de la Sociedad Geográfica. Francisco Sánchez de Castro (Béjar 1847-Madrid 1889) LITERATURA PRECEPTIVA Y ESPAÑOLA Está en el DEHA, tomo 18. No menciona su participación en la obra. Escritor y poeta. Estudió en la Universidad de Salamanca, y luego en la de Madrid. Allí se doctoró en filosofía y letras. Fue redactor de El pensamiento español y colaborador de diversas publicaciones católicas. Contribuyó en la fundación de la academia católica La Armonía y en la organización y propaganda de la Juventud Católica. Su obra poética es, comprensiblemente, de inspiración cristiana. Consiguió la 516 APÉNDICES cátedra de Literatura general y española en la Universidad de Salamanca, reemplazando en esa misma cátedra a Manuel Revilla en la Central de Madrid cuando este muere y ejerciéndola a su vez hasta su fallecimiento. También ganó por concurso la de Literatura y Bibliografía jurídicas de España. La muerte lo encuentra joven, falleciendo a causa de la influenza, seguida de pulmonía, según nos los cuenta el DEHA, y que sería el motivo por el que apenas llega a colaborar hasta el tomo cuarto. De sus obras podemos mencionar en poesía: Cántico al hombre, A los mártires, A la Inmaculada Concepción y Al Concilio Vaticano; en teatro: La mayor venganza (1875), Hermenegildo (1875), Theudis (1878) y La huérfana (1881); Apuntes de literatura y Bibliografía jurídicas de España (1883) y Lecciones de literatura general y española (1887 y 1890). Antonio Sánchez Pérez (Madrid 1838-1912) BIOGRAFÍA ESPAÑOLA EXTRANJEROS Y BIOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA DE ESPAÑOLES Y Está en el DEHA, tomo 18 (casi dos columnas), 25 y 28. No menciona su colaboración en el DEHA. Estudió en Madrid ciencias y obtuvo el título de doctor. Obtiene la cátedra de matemáticas, que pierde pronto al parecer por sus ideas republicanas y federalistas. Al triunfar la República tiene el cargo de gobernador de Valencia y Huelva. Dirigió la Escuela de Ingenieros Industriales, donde enseñó tintorería y artes cerámicas, química industrial inorgánica y manipulaciones. Hacia 1904 obtiene la cátedra de matemáticas en el Instituto San Isidro de Madrid. Sobresale, ante todo, por su faceta como periodista y crítico literario, además de por sus obras teatrales. De su obra en prosa cabe mencionar: Doña María, Mariquita y Maruja, Bodas de azar (1888), Ramón de Campoamor (en Celebridades españolas, 1889), Frutos de la encina (1889), Glorias republicanas de España y América (1895). Algunas de sus obras de teatro son: Tres a una (1855), La puente y el vado (1892), Al son que tocan (1893), entre vivos y muertos (1894) y Santos de barro (1899). José María Sbarbi (Cádiz 1834-Madrid 1910) LEXICOGRAFÍA, GRAMÁTICA Y MÚSICA Está en el DEHA, tomo 18 y 28. En el primero menciona que es colaborador de la obra. Sacerdote, filólogo y musicógrafo. Desde chico cultiva su vocación musical y filológica: a los doce tocaba ya el órgano en público y a los veinte años regentaba dos asignaturas en el Seminario Conciliar de San Bartolomé en Cádiz. A los 23 va a Badajoz y gana la oposición a organista primero maestro de capilla. Renuncia a esta en 1863, cuando se muda a Sevilla y se dedica a la enseñanza privada y al púlpito. En 1868 obtuvo por oposición una prebenda música en la catedral de Toledo, poco antes de iniciarse la Revolución. Llega a Madrid en 1871, donde se dedica al cultivo de las letras, publicando textos científicos, literarios y artísticos en revistas de varias ciudades. Allí también crece su interés por el saber popular. Fue elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1899). Se le propone para la de la Lengua en 1875 517 PILAR PARDO HERRERO pero no logró ser elegido. Fundó en 1882 la Academia Nacional de Letras Populares, pero duró pocos meses pues eran más sus opositores que sus partidarios. Algunas de sus obras son: El libro de los refranes (1872), Florilegio o ramillete alfabético de refranes y modismos (1874), Refranero general español (1874-1878, 10 tomos), Doña Lucía. Novela histórica o historia novelesca (1886), Monografía sobre los refranes, adagios y proverbios castellanos … (1891), La música en la paremiología, Diccionario de música. Caben mencionar algunas obras que dejó inconclusas, como el Diccionario de andalucismos, Diccionario de refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y frases proverbiales de la lengua española (que en 1922 se publicó bajo la dirección de Manuel José García) y Gramática de la lengua española. También merece mención su composición de algunas de sus misas y misereres. Jaime Vera y López (Salamanca 1858-1918) CIENCIAS MÉDICAS No está en el DEHA. La Espasa menciona su participación ene el DEHA como si hubiera sido autor de todos los artículos de medicina. Pero en la lista su nombre aparece sólo hasta el tomo ocho. Estudió el bachillerato en el Instituto San Isidro de Madrid y medicina en la Central, donde se doctora en 1879. Ganó la oposición a médico en el Hospital General de Madrid y la de encargado del departamento de enfermedades nerviosas y mentales. En ese mismo hospital fundó el gabinete electroterápico. Fue un notable escritor y orador, siendo reseñables sus informes orales de medicina legal ante los Tribunales de justicia, sus discursos en el ateneo de Madrid y en la Academia de Jurisprudencia, entre otros centros. Escribió muchos artículos sobre problemas de medicina del momento, política y cultura para distintas publicaciones. Fue, junto con Pablo Iglesias, fundador del partido socialista español. En su personalidad como médico destaca su interés por el respeto a los enfermos psíquicos y el trato digno a los enfermos en general. Obras: Estudio clínico de la parálisis general progresiva de los enajenados (1880), El Partido socialista obrero ante la comisión de reformas sociales (1896). En 1973 Juan José Castillo preparó la edición de Ciencia y proletariado. Escritos seleccionados de Jaime Vera. Vicente Vera y López (Salamanca 1855-1934) CIENCIAS FÍSICAS Y NATURALES No está en el DEHA. La Espasa dice que colaboró en diccionarios pero no menciona el DEHA directamente. Como su hermano, estudió el bachillerato en el Instituto San Isidro de Madrid y ciencias en la Universidad Central., obteniendo el doctorado en ciencias Fisicoquímicas en 1876. Entre sus diversos cargos podemos mencionar que fue auxiliar de la sección de ciencias del Instituto de San Isidro, director y catedrático de la Escuela de Floricultura y Arboricultura del Parque de Madrid, profesor químico del Laboratorio Central de medicina legal, profesor numerario de química de la Escuela Superior de Magisterio. Hizo parte de múltiples comisiones científicas en el extranjero que le permitieron recorrer Europa América del Norte y África y representó al gobierno en diversos congresos internacionales. Destaca su labor literaria y científica, explotada principalmente a través del periodismo. En El Imparcial de Madrid publicó 518 APÉNDICES semanalmente crónicas científicas en 1883-87 y de 1901 a 1917. También fue corresponsal de guerra y encargado de información extranjera en El Sol. Colaboró con otras tantas publicaciones españolas, europeas y estadounidenses. De sus obras podemos mencionar: Lluvias e inundaciones. Distribución general de las aguas en toda la superficie del globo y particularmente en España (1880), Cartilla agrícola (1882), Tratado de la fabricación de aguardientes y alcoholes de vino, orujo, patatas, cereales, patacas, melazas, manzanas, higos y demás materias feculentas y azucaradas (1885), Reconocimiento de la pureza de los alcoholes y aguardientes (1887), Tablas de correspondencia entre los grados de hidrómetro Sikes y los del alcoholómetro centesimal de Gay-Lussac (1892), La galvanoplastia, la electroquímica y el fotograbado (1901), La fotografía y la cinematografía (1923), Nociones de física (1926), Nociones de química (1926). Vicente Vignau (Valencia 1834-Madrid 1919) CIENCIAS FÍSICAS Y NATURALES No está en el DEHA. En Valencia estudió Teología y se graduó en esa facultad. Va a Madrid en 1857, donde estudia derecho y se doctora en la Universidad Central. Cuatro años más tarde inicia los estudios en la facultad de Filosofía y Letras y consigue el título. Tiempo después se doctora también en medicina, obteniendo en 1880 la cátedra de. Instituto y Hospital Homeopático de San José, de Madrid. Perteneció al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Tuvo la cátedra de Gramática histórico comparada de las lenguas neolatinas en la Escuela de Diplomática, pasando en 1900 a la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central. Allí tuvo la cátedra de Gramática de las lenguas romances hasta su jubilación en 1904. En el Cuerpo de archiveros ejerció cargos importantes como el de secretario general, secretario y vocal de su Junta facultativa y director del Archivo Histórico Nacional. Entre sus principales obras están: Cartulario de Eslonza (trascripción de documento entre el año 912 y 1399), Índice de documentos del Monasterio de Sahagún, a cuyos documentos añade una descripción paleográfica, un glosario y un diccionario geográfico y Cortes de los Antiguos reinos de Aragón y Valencia y principado de Cataluña. Muchos de sus estudios aparecen en la Revista de Archiveros, Bibliotecas y Museos, el Museo Español de Antigüedades y el Boletín de la Real Academia de la Historia, donde también aparecen muchas notas bibliográficas escritas por él. Entre sus textos para revistas también cabe mencionar los dedicados a la medicina en El Criterio Médico y El Boletín Clínico199. El texto publicado sobre Vignau en el Boletín de la Real Academia de la Historia (LXXV: 513-519), del que apunto aquí varios datos, puede leerse en línea en http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/45708408760170543132679/034144.pdf?incr=1 199 519 PILAR PARDO HERRERO Juan Vilanova y Piera (Valencia 1821-Madrid 1893) PREHISTORIA Está en el DEHA, tomo 22. No dice que colabora en la obra. Estudió en Valencia medicina y ciencias, graduándose como licenciado en 1845. Deja de lado la práctica médica, prefiriendo la enseñanza. Va a Madrid al terminar sus estudios y se doctora en ciencias naturales. Fue comisionado por el gobierno español para estudiar geología en París y Freyberg. Apasionado por esa ciencia, recorre durante cuatro años gran parte de Europa. Recogió en sus andanzas decenas de cajas de minerales y demás objetos para el Museo de Historia Natural de Madrid, todo esto con muy poca ayuda económica. Tras su vuelta será nombrado ayudante del Museo de Historia Natural de Madrid por oposición, y en 1850 logra la cátedra de historia natural de la Universidad de Oviedo. En 1852 gana la cátedra recién establecida de geología y paleontología en la Universidad Central de Madrid, que ejerce hasta 1873, cuando se divide, en parte por sus gestiones, en dos; conservado él la de paleontología, que desempeñará hasta su muerte. También explicó geografía y antropología en la Escuela de Institutrices. Asistió a muchos de los congresos científicos celebrados en toda Europa, muchas veces por cuenta propia; en algunos de esos encuentros ocupó cargos directivos. Se le considera, de otra parte, una figura clave en el inicio de los congresos geológicos internacionales, que empezaron en 1878 en París com Vilanova como uno de los vicepresidentes (Gozalo Gutiérrez 2009: 447). Fue individuo numerario de la Academia de Medicina, de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y de la de Historia. De sus estudios se destaca su forma de escribir, pues conseguía ser muy claro y ameno, lo que le hizo ganar un público tanto experto como profano. Lo mismo se puede decir de sus conferencias. Ambas formas de divulgación le permitieron propagar por todo el país su pasión por la geología y la paleontología. Además se destaca de su trabajo su esfuerzo por poner al servicio de la religión católica la ciencia. Entre sus obras más importantes tenemos: Manual de geología aplicada a la agricultura y a las artes industriales (1860-1, 3 volúmenes), Memoria geognósticoagrícola de la provincia de Teruel (1863), Memoria geognóstico-agrícola sobre la provincia de Castellón (1869), Viaje científico a Dinamarca y Suecia con motivo del Congreso internacional prehistórico celebrado en Copenhague en 1869 (1869), Compendio de geología (1872), Origen, naturaleza y antigüedad del hombre (1872), La Creación. Historia Natural (1872-76, 8 volúmenes. Publicada por Montaner y Simón. Vilanova dirige esta obra y escribe la sección de geología y de paleontología), Atlas de geografía universal (1877), Geología agrícola (1879), Agricultura prehistórica (1881), Ensayo de Diccionario geográfico-geológico (1884). Severiano Doporto (Madrid 1862-1923) HISTORIA DE AMÉRICA, BIOGRAFÍA ESPAÑOLA Y BIOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA DE ESPAÑOLES Y EXTRANJEROS Está en el DEHA, tomo 26, donde especifica que colaboró en la obra redactando las secciones de historia de América y de biografía española. La Espasa menciona su colaboración en el DEHA. Estudió en Madrid hasta doctorarse en filosofía y letras. Realizó también en facultad de derecho algunos cursos afines con sus intereses históricos. En 1888 obtiene por oposición la cátedra de geografía e historia en el Instituto de Teruel, ciudad en la que habita por 25 años. En esa provincia hizo varios descubrimientos arqueológicos. 520 APÉNDICES Fue miembro correspondiente de la Academia de Historia. Asistió en 1892 al Congreso Geográfico Hispano-portugués-americano. Publicó varios trabajos en el Boletín de la Academia de la Historia de Alicante, a la que también perteneció. Obras: Compendio de historia general externa e interna (1896), Costumbres funerarias de la provincia de Teruel (1899), Cancionero Popular Turolense (1900), Tabasco en la época precolombiana (1903) y Catálogo cronológico e índice alfabético de los documentos históricos desde 1208 hasta 1817 del Archivo Municipal de Teruel (1918). Ramón Escandón y Piñero (¿?-Madrid 1911) ASTRONOMÍA Y METEOROLOGÍA No está en el DEHA. Astrónomo. De joven fue marino. Por oposición ingresa como astrónomo en el observatorio de San Fernando, del que pasa después al de Madrid. Jubilado de Fomento en 1906 (Archivo de la deuda y clases pasivas. Índice de jubilados 1869-1911, consultado en Google books). Se conoce que perteneció a la masonería española. Entre sus obras se cuentan: Determinación de las fórmulas para hallar los errores medios de división del círculo meridiano de Troughton del Instituto y Observatorio de Marina de San Fernando, Teoría elemental de las determinantes y sus aplicaciones al álgebra y a la trigonometría (1883, escrita en colaboración y que pasa a ser texto para la Escuela ed ingenieros de caminos), Memoria sobre la resolución de la ecuación cos x=n cos (a+2x), del texto Pilas y acumuladores, dirigido por Henry de Graffigny Escandón hizo la versión castellana (1896), Nueva teoría de las imaginarias en el espacio (1898), Una vindicación del astrónoma árabe Albatenio (1901). Juan J. García Gómez (¿?) DERECHO ADMINISTRATIVO No está en el DEHA ni en la Espasa. No se ha encontrado información tampoco en otras fuentes. Federico Montaldo y Peró (Sevilla 1859-¿?) ARTE NAVAL Y NAVEGACIÓN Está en el DEHA, tomo 28. Menciona su participación en la obra diciendo que en el DEHA publicó artículos de la sección que tenía a su cargo: Arte naval y navegación. Estudió en los Institutos de Sevilla y Valencia. Estudió medicina en la Universidad de Valencia y de Madrid, obteniendo en esta última el título de doctor. Tras doctorarse ingresó por oposición al cuerpo de Sanidad de la Armada, donde llegó a ser médico mayor y subinspector de primera clase. También fue jefe de los servicios sanitarios del apostadero, director del Hospital Militar de Marina en Cartagena, vocal secretario de la Junta técnica municipal de Salubridad e Higiene de Madrid y jefe superior honorario de Administración civil. 521 PILAR PARDO HERRERO Fue socio fundador de la Academia Española de Higiene, miembro de la Academia Nacional de Medicina e individuo de número u honorario de distintas corporaciones científicas europeas. Participó en diversos congresos y conferencias internacionales como delegado, presidente, vicepresidente y vocal honorario. También estuvo encargado de misiones sanitarias. Tiene multitud de obras científicas, la mayoría sobre sanidad e higiene. Entre ellas se pueden mencionar: La primera cura con un botiquín de urgencia (1888, premiada en la Exposición de Barcelona y declarada reglamentaria para la Marina de guerra), Cartagena. Estudios topográfico-médicos de la localidad e histórico-médicos y clínicos de la epidemia de1885 (1891), El VIII Congreso internacional de Higiene y Demografía (1895), Guía práctica, higiénica y médica, del europeo en los países tórridos (1898), La Higiene pública en España (1900), Notas de higiene social (1904), Higiene en la habitación (1906), Instrucciones contra el cólera (1911). Aunque poco, también incursionó en el campo de la literatura con Desde la toldilla y Bocetos marítimos. Ricardo Revenga y Alzamora (Valencia ¿?-¿?) ESTADÍSTICA No está en el DEHA. Fue oficial del cuerpo de estadística, así como autor dramático. Obras: Tratado teórico-práctico de estadística (1888, traducción de la obra de Block), La muerte en Madrid. Estudio demográfico (1901), La jornada de ocho horas (1903), Contestaciones al programa para las oposiciones a auxiliares de Estadística (1904). Teatro: Carolina Isla (1886), Laura (1886), De sopetón (1887), El mocito del barrio (1891), Las damas negras (1896), El cura del nene (1899). Juan Valera (Cabra (Córdoba) 1824-Madrid 1905) ESTÉTICA Está en el DEHA, tomo 22 (una página y media), 25 y 28. No se menciona su participación en la obra. Es una de las autoridades contemporáneas citadas como ejemplo de uso en el diccionario. Literato, político y diplomático. Se hizo bachiller en Granada en 1844. En 1846 obtiene la licenciatura en leyes. En 1847 comienza a viajar como agregado a lugares como Nápoles, Lisboa, Río de Janeiro, Dresde. También estuvo en París. Como secretario del duque de Osuna siguió sus viajes por Europa. Desde pequeño tuvo inclinación por la literatura. Aprendió varios idiomas siendo pequeño y otros tantos siendo joven (latín, francés, inglés, italiano, griego clásico y moderno, alemán). En 1859 abandonó la carrera diplomática y explicó filosofía de lo bello en el Ateneo de Madrid. Leyó en 1862 su discurso de entrada como individuo de número de la Real Academia Española de la Lengua. Años antes ya había comenzado a escribir en periódicos, siendo reseñables sus polémicas literarias y políticas, entre las que hay que mencionar la sostenida con Rufino José Cuervo entre 1899 y 1903 sobre la posible diferenciación lingüística en los países hispánicos. Entre sus colaboraciones hay muchas revistas de la península, algunas de las cuales circulan también en América, y en publicaciones americanas como La Nación de Buenos Aires. Entre 1860 y 65 es 522 APÉNDICES diputado. También llegó a ser ministro de Fomento, ministro plenipotenciario en Frankfurt (1865-67), aunque a este último cargo renunció para dedicarse a la literatura tras caer el gobierno dirigido por el general que le dio el cargo, O’Donell. Se aleja de la política durante la República. Tras la subida de Alfonso XII, en 1876 figura entre los diputados de la Asamblea. Fue senador por la Universidad de Salamanca en 1879 y consejero de Instrucción pública hasta 1882. Cumple luego misiones diplomáticas en Washington, Bruselas y Viena, jubilándose como diplomático en 1896. Tenía claras ideas liberales, que lo llevan a participar en el partido moderado, no sin algunas divergencias por sus opiniones más progresistas, como la de defender la unidad de Italia en 1863 junto con varios diputados progresistas y demócratas. Cuando se forma el partido fusionista, dirigido por Sagasta, se une a este bando y es nombrado por él senador vitalicio en 1881. En 1900 fue nombrado individuo de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Cuatro meses después de ingresar a la Academia de Ciencias Morales y Políticas en reemplazo de Cánovas del Castillo, murió en Madrid. Se le considera un gran orador, con un discurso cautivador, ingenioso y sumamente culto. Su autoridad es indiscutible en la literatura española, siendo a ambos lados del océano muy reconocido, a la vez que fue muy influyente para varias generaciones de escritores e intelectuales. Su relación con Menéndez Pelayo resulta relevante para el DEHA pues en su correspondencia se encuentran datos relevantes sobre el proyecto y su opinión del mismo. Escribió novela, cuento, poesía y crítica. Dio a conocer a Leopardi en España así como a varios poetas norteamericanos y árabe-hispanos. De sus múltiples obras mencionamos aquí solo algunas de las más representativas: Estudios críticos sobre literatura, política y costumbres de nuestros días (1864), Sobre el Quijote y sobre las diferentes maneras de comentarle y juzgarle (1864, discurso dado en la Academia de la Lengua), Pepita Jiménez (1874), Disertaciones y juicios literarios (1878), Doña Luz (1879), Estudios críticos sobre filosofía y religión (1883-1889), Canciones, romances y poemas (1885), Apuntes sobre el nuevo arte de escribir novelas (1887), Cuentos, diálogos y fantasías (1887), Cartas americanas (1889), El pájaro verde (1900), Ecos Argentinos. Apuntes para la historia literaria de España en los últimos años del siglo XX (1901), Florilegio de poesías castellanas del siglo XIX (1902-1904). También tiene algunos textos de orientación filosófica como La metafísica y la poesía (1891, escrita con Ramón de Campoamor), El superhombre y otras novedades. Artículos críticos sobre producciones literarias de fines del siglo XIX y principios del XX (1903) o Terapéutica social (1905).Con Montaner y Simón publicó Historia general de España desde los tiempos primitivos hasta la muerte de Fernando VII. Por Modesto Lafuente. Continuada desde dicha época hasta nuestros días por Juan Valera (1877-1872). Julián Suárez Inclán (Cabra (Avilés) 1848-Madrid 1909) ARTE MILITAR Está en el DEHA, tomo 25 y 28. No menciona su participación en la obra. Ingreso a la Escuela de Estado Mayor en 1862. En 1865 consigue el puesto de subteniente de infantería y en 1867 el de teniendo de Estado Mayor. Logra el grado de capitán en 1869 en la batalla de Alcolea. En 1873 gana el de comandante por su participación en la lucha contra las facciones dirigidas por Orio, Henrialde y Goroeta. En 1874 obtiene el ascenso a teniente coronel y en 1875 a coronel. Fue parte de la Comisión de Defensas del Reino y profesor de la Escuela Superior de Guerra. En 1892 523 PILAR PARDO HERRERO estuvo a cargo de las actas del Congreso Militar Hispanoamericano y pronunció en ese marco varios discursos. Al estallar la guerra en Cuba, se ofrece para ir y se le nombra jefe del Estado Mayor del 2º cuerpo del ejército en operaciones. Por sus éxitos frente a Gómez y Maceo asciende a general de brigada en 1896, año en que obtiene la gran cruz del Mérito Militar. Al año siguiente vuelve a la península por unas fiebres palúdicas contraídas en la isla. En 1902 es ascendido a general de división. En 1904 es nombrado segundo jefe del Estado Mayor Central del Ejército. Como político fue diputado a Cortes por Pravia. Fue nombrado académico de la Real de la Historia y vicepresidente y luego presidente de la Sociedad Geográfica de Madrid. Fue también presidente honorario de la Sociedad Geográfica de Ginebra y correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Barcelona y de la Sociedad Geográfica de Lisboa. Entre sus obras se cuentan: Tratado de topografía (1879), Condiciones geográfico militares de Portugal (1889), Expedición a Marruecos del rey don Sebastián de Portugal (1894), El teniente general don Pedro Lucuce, sus obras e influencia que ejerció en la instrucción militar en España (1903) y Banderas y estandartes de los cuerpos militares (1907)200. Manuel Carreras y Sanchis (Valencia 1845?-1898?) CIENCIAS MÉDICAS No está en el DEHA. Fue redactor de El genio médico-quirúrgico y director de la Revista de la Sociedad Española de Higiene, donde además escribió, como también lo hizo en otras muchas publicaciones profesionales españolas. Fue secretario de la Sociedad Ginecológica Española de la de Terapéutica y Farmacología y de la de Medicina dosimétrica. Hizo parte de varios congresos. Su labor como traductor es destacable, según se observa en las obras citadas más adelante. Leyó su tesis doctoral de la facultad de medicina en 1876. Obras: Lecciones sobre las frenopatías. Tratado teórico y práctico de las enfermedades mentales, por J. Guislain (1881, hizo la versión española junto a J. Torres Fabregat), Elementos de fisiología, por W. Wundt (1882), Manual de toxicología química, por Federico Mohr (1887), traducido de Diccionario de medicina y cirugía, farmacia, veterinaria y ciencias auxiliares. Obra que contiene la sinonimia griega, latina, alemana, inglesa, italiana y francesa y el vocabulario de esas diversas lenguas por E. Littré (1889, junto a J. Aguilar Lara hizo la traducción, adición y puesta al día de esta obra). Ángel Varela Vázquez (?) CIENCIAS FÍSICAS Y NATURALES No está en el DEHA ni en la Espasa. No se ha encontrado información tampoco en otras fuentes. 200 Una biografía de Julián Suárez Inclán puede leerse en la página vivirastuiras.com, que sigue la ofrecida Suárez Fernández (1959). 524 APÉNDICES Francisco Navarro Santín (¿?- Madrid 1926201) PALEOGRAFÍA, ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS No está en el DEHA ni en la Espasa. Fue responsable del Archivo Histórico Nacional en 1896, tras la muerte de Francisco González Vera y antes de que asumiera el cargo Vicente Vignau. Fue secretario en el consejo de redacción de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, así como colaborador de la misma, durante las dos primeras décadas del siglo XX. Según una carta Menéndez Pelayo (1982-1991, vol. 21202) a Camille Pitollet sobre un texto para publicar en la RABM, Navarro era también empleado de la Biblioteca Nacional, y como parte su trabajo en la revista dirigía la confección de los números y se entendía con la imprenta. Al final de su vida era abogado y jefe de Administración del cuerpo de archivos, bibliotecas y museos. Obra: «Una colección de refranes del siglo XV», publicado en 1904 en la RABM. Manuel Cazurro y Ruiz (Madrid 1865-Barcelona 1935) ZOOLOGÍA Está en el DEHA, tomo 25. Se menciona su colaboración diciendo: «Ha redactado, después de la letra L, la sección de Zoología general y descriptiva en este DICCIONARIO». Estudió derecho en la Universidad Central, carrera que culmina en 1884. También estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Durante un tiempo ejerce como abogado pero puede más su vocación por las ciencias naturales, comenzando por asistir a las cátedras y laboratorios de Museo de Ciencias naturales desde 1881. En sus excursiones por España forma una completa colección de insectos, especialmente de ortópteros y dípteros. En 1890, tras realizar los estudios correspondientes, se doctora en Ciencias naturales, ampliando su estudio en micrografía zoológica. Sobre esta ciencia realiza varios estudios, así como sobre zoología marítima en Santander y zoología en Nápoles. Destaca, de forma complementaria, su manipulación de la fotografía científica. En 1891 obtuvo la cátedra de Historia Natural del Instituto de segunda enseñanza de Girona, al que no se vincula hasta 1897. En 1892 es nombrado profesor de técnica y micografía de Facultad y Museo de Ciencias naturales de Madrid. En su faceta como arqueólogo y prehistoriador se distingue su aporte en las excavaciones modernas de Empúries.203 Fue secretario de la Sociedad Española de Historia Natural, conservador del Museo provincial de Girona, académico numerario de la Real de Ciencias y Artes de Barcelona, correspondiente del Museo de Ciencias naturales y de la Real Academia de 201 La fecha de muerte la encontramos en la hemeroteca virtual del periódico ABC, la necrológica puede leerse en http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1926/03/18/035.html [20/01/2011] 202 Esta carta, del 16/05/1910, puede consultarse en línea en http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01369512101236164543679/029410.pdf [20/01/2011] 203 Más datos y ampliación sobre su participación en las excavaciones de Empúries se encuentran en el artículo de Isabel Vallbé Albiol (2005). En ese artículo se menciona la colaboración de este autor en el DEHA pero diciendo que es a partir de la letra M. Efectivamente el nombre de Cazurro aparece desde el tomo 12, de la letra M, pero el dato que da el propio DEHA creo que debe considerarse válido y entenderse que no está en la lista del tomo 11 pues no participa en él desde su inicio en la letra J. 525 PILAR PARDO HERRERO Ciencias de Madrid, así como de la Sociedad de Ciencias naturales de Lisboa, el Instituto Arqueológico Imperial de Berlín y vocal de la sección de vulcanología del Comité Internacional de Geofísica. Publica muchos de sus estudios en revistas, entre las que destaca en Anuari del Institut de Estudis Catalans. Algunas de sus obras son: Compendio de Zoología, Fauna matritense: mamíferos (1895), Elementos de organografía y fisiología (1903), Los monumentos megalíticos de la provincia de Gerona (1912), Guía ilustrada de las ruinas de Ampurias y Costa Brava catalana (1913), Compendio de Historia Natural (1916), La riqueza en metales preciosos de la España antigua (1924). Enrique Corrales y Sánchez (Madrid 1851-1905) DERECHO, LEGISLACIÓN, ECLESIÁSTICA ECONOMÍA POLÍTICA, ESTADÍSTICA E HISTORIA Está en el DEHA, tomo 26. Menciona su participación en la obra como redactor de «gran parte de las secciones de Derecho, Legislación, Economía política y Estadística». Hizo parte del Cuerpo de Estadística y del Tribunal de Cuentas del Reino. Fue colaborador de La Ilustración Artística y de otras publicaciones. Entre sus obras están: El dictador de Francia. Semblanza (1898), Arte de callar en prosa y en verso (1903), El acueducto de Segovia (1889) y varias biografías, entre ellas una de Pedro Gómez de la Serna. Blas Lázaro é Ibiza (Madrid 1858-1921) BOTÁNICA Está en el DEHA, tomo 26. Menciona que ha colaborado en la obra sin especificar nada más. Se doctoró en farmacia y en ciencias naturales. En 1878 cofundó la Sociedad Linneana Matritense. Entre 1880 y 1885 fue profesor auxiliar de la Institución Libre de Enseñanza. Sirvió en el Jardín Botánico de Madrid entre 1881 y 1892. Este último año obtuvo la cátedra de botánica descriptiva de la facultad de farmacia de le Universidad Central de Madrid, que ejerció hasta su muerte. En esa cátedra se destaca que fue el responsable de levantar casi de la nada su laboratorio de investigación. Fue miembro de la Academia de Ciencias desde el año 1900, y de la de Medicina desde 1915. Perteneció a la Sociedad Española de Historia Natural. Como botánico defendió el darwinismo. En su discurso de ingreso a la Academia de Ciencias habló sobre «Armas defensivas empleadas por los vegetales en la lucha por la vida». Algunas de sus obras son: Hongos comestibles y venenosos (1890), Contribuciones á la flora de la Península Ibérica. Notas críticas acerca de la flora española (1893 primera serie, 1900 segunda serie), Botánica descriptiva, compendio de la flora española y estudio especial de las plantas criptógamas y fanerógamas, indígenas y exóticas que tienen aplicación á la medicina, agricultura, industria y horticultura (1896), Plantas medicinales (1900), Estudio de los laboratorios y de los 526 APÉNDICES métodos de observación y reconocimiento de las criptógamas susceptibles de aplicaciones médicas, agrícolas e industriales (1910)204. Baldomero López Cañizares (¿?-¿?) GEOLOGÍA No está en el DEHA. Fue director de la Biblioteca provincial de Murcia y de la Biblioteca universitaria entre 1863 y 1867 (Fernández-Villamil 1984). El 5 de febrero de 1875 toma posesión del cargo de ayudante de segundo grado de la Biblioteca Nacional en Madrid, siendo apenas dos meses después nombrado ayudante de tercer grado (Biblioteca Nacional 1887). En la misma Biblioteca, bajo la presidencia de Cándido Bretón, hizo parte en 1882 de la Comisión de Índices de dicha institución (García Ejarque) Fue el primer registrador de la Propiedad Intelectual en España, cargo que asume en 1885 (de la Vara 2003). Perteneció a la Sociedad Española de Historia Natural, la cual abandona, sin que sepamos la razón, el año 1900 (Sociedad Española de Historia Natural 1901: 42) Obras: Algunos basaltos de la costa occidental de África (1889), Programa de Historia Natural (1893) Carlos Puente y Úbeda (Santa Eulalia (Teruel) 1855-Vallecas 1925) MATEMÁTICAS, FÍSICA, ASTRONOMÍA Y METEOROLOGÍA No está en el DEHA Se desempeñó como astrónomo del Observatorio de Madrid, del cual fue director por seis meses y de donde se jubila en 1919. Obras suyas son: Rhabdología de Neper (1891), Meteorología popular o Refranes meteorológicos de la península ibérica (1896), Nociones de geografía astronómica y física (1900, con F. Cos), Determinación de la latitud por la observación de distancias cenitales de la Estrella Polar (1910), Determinación simultánea de la hora y de la latitud por la observación en altura de varias estrellas (1919). Francisco Quiroga y Rodríguez (Aranjuez 1853- Madrid 1894) PALEONTOLOGÍA Está en el DEHA, tomo 16. No menciona su participación, pero sí que sus estudios sobre el Sahara occidental están incluidos en el artículo enciclopédico s.v. Sáhara y que con la editorial publicó el volumen Mineralogía de la obra de Tschermak. Su muerte en 1894 habría sido la causa de su corta colaboración. Estudio en las facultades de farmacia y ciencias de la Universidad Central de Madrid. Se doctora de ambas, en 1878 y 79 respectivamente. Desde entonces se dedica a la investigación geológica, interés nacido de su contacto con Casiano de Prado y Macpherson. Con su propio patrimonio logra hacer una importante colección de secciones de rocas y minerales españoles para su estudio micrográfico. Obtiene una plaza de auxiliar de mineralogía en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid en 1879. 204 Algunos de los datos se han consultado en Bueno (1981). 527 PILAR PARDO HERRERO En 1882 participa en la comisión que la Sociedad Española de Geografía envía a los oasis de Adrar-et-Tmarr y Suttuf para realizar una expedición científica. Sus resultados geológicos son publicados por la Sociedad Española de Historia Natural. El reconocimiento científico que se le tenía se manifestó cuando en su honor se denominó en su nombre una planta y un género de ortóptero recogidos en el viaje. Fue el primer catedrático de cristalografía en Europa, cargo que obtuvo por oposición en 1888. Hizo parte desde el inicio de la Institución Libre de Enseñanza, donde fue profesor por dieciocho años. También fue miembro de la Sociedad Española de Historia Natural desde que se fundó. Dio clase de química y geología desde 1890 en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer desde 1890 hasta su muerte. La mayoría de sus trabajos se publicaron en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza y en el de la Sociedad Geográfica. En la obra Historia Natural, publicada por Montaner y Simón, se encargó del tomo XII Mineralogía, por el Dr. Gustavo Tschermak. Geología, por Archibaldo Geikie (1894), haciendo la traducción y añadiendo datos españoles. Otras obras destacables son: Erupción ofítica del Ayuntamiento de Molledo (1877, en colaboración con Ignacio Bolívar y Salvador Calderón), Elementos de Historia Natural (1890, en colaboración con Ignacio Bolívar y Salvador Calderón). José Rodríguez Mourelo (1857-1932) QUÍMICA Y MINERALOGÍA No está en el DEHA. Químico gallego. Fue catedrático de química inorgánica y orgánica de la Escuela Central de Artes e Industrias. Fue miembro de la Real Sociedad de Física e Historia Natural de Ginebra, de la Comisión internacional para la publicación de las Tablas Físico-Químicas, consejero de instrucción pública y de agricultura, así como miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1902, llegando a ser presidente de su sección de física y química. También fue presidente de la Sociedad de Historia Natural y secretario de la Sociedad Española de Física y Química. Algunas de sus obras son: Concepto actual del cosmos. Memoria leída en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid (1880), La Materia radiante. Conferencias dadas en el Ateneo de Madrid, los días 17 de Febrero y 2 de Marzo de 1880 (1880, con prólogo de José Echegaray), La radiofonía. Estudio de una nueva propiedad de las radiaciones (1883), Observaciones acerca de algunos fenómenos de la fototropia (1908), Fototropia y fotoluminescencia (1911-2), La transmutación de los metales y la piedra filosofal. Antaño y hogaño (c. 1925). Manuel González Martí (Madrid 1844-¿?) INGENIERÍA, GEODESIA Y ARTES Y OFICIOS Está en el DEHA, tomo 24. No menciona su participación en la obra. Realizó sus estudios de segunda enseñanza en el Instituto de San Isidro. Aprendió pintura con su padre y con el paisajista Carlos Haës. Ingresa en 1864 en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Obtiene en 1868 una plaza de ayudante de Obras públicas en Zamora. Retoma sus estudios en 1869, con 528 APÉNDICES autorización de la Escuela de Ingenieros. Es nombrado ingeniero segundo en 1873. Llega a ser ingeniero primero jefe de negociado. Proyectó y construyó varias carreteras y puentes. También fue perito técnico en varios siniestros. Obras suyas son: Keracone o petróleo, Manual del vidriero, plomero y hojalatero (1881), Manual del forjador, herrero y cerrajero (1893). Ignacio González Martí (Madrid 1860-1931) QUÍMICA No está en el DEHA. Estudió en la Universidad Central, de donde se doctora en ciencias y farmacia. Se desempeñó como catedrático de física general en la facultad de ciencias de esa universidad. Fue inspector supernumerario del Cuerpo de Telégrafos, director de Escuela oficial de Telégrafos, miembro de la Academia de Ciencias, vocal del Instituto del Material Científico y secretario de la Sociedad Española de Física y Química, coincidiendo con José Rodríguez Mourelo (Román Polo 2006: 74), a quien reemplaza en la sección de química del DEHA. Entre sus obras está: Relación entre las fuerzas naturales. Memoria leída en el Ateneo de Madrid (1888), Apuntes de física general (1903), Tratado de física general (1904-5, con varias ediciones posteriores revisadas). Luis de Hoyos Sáinz (Madrid 1868-1951) GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA Está en el DEHA, tomo 25. No menciona su colaboración en la obra. Estudió en el Instituto del Cardenal Cisneros. Se doctoró en ciencias naturales y en derecho por la Universidad Central de Madrid. Con ideas liberales, siendo alumno de la universidad estuvo al frente del Directorio Escolar y de la Asociación de Estudiantes que en 1892 organizó las fiestas del centenario de Colón, donde hubo representantes de Europa y América latina. En 1891 obtuvo una pensión de la diputación para estudiar en el extranjero. Con ella sigue estudios en París en el Museo de Historia Natural, la Escuela de Antropología y la Escuela de Estudios Superiores. También viaja a Alemania. En 1895 consigue la cátedra de agricultura. Fue profesor de fisiología en la Escuela Superior de Magisterio desde su fundación en 1899. Con otra pensión obtenida en 1911 vuelve a la Escuela de Antropología de París y a la Universidad y Museo de Berlín. Participó como delegado oficial en varios congresos internacionales. Cultivó especialmente la geología. Fue seis años profesor de ciencias naturales en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Fue correspondiente de la Sociedad Antropológica de París, de la Etnografía de EE UU, de la Alemana de Antropología, de la Científica Mejicana, de la Colombina Onubense, entre otras. Fue también diputado (1916) y senador (1923). Publicó artículos científicos, políticos, literarios y de enseñanza en diversos periódicos y revistas. Algunas de sus obras son: Notas para un avance de la bibliografía antropológica de España (1892), Un avance a la antropología de España (1892, en colaboración con T. de Aranzadi), Técnica antropológica (1893, esta obra se adopta en varias universidades suramericanas), Técnica antropológica y antropología física (1898), Los cráneos normales y deformados del Perú (1900), Etnografía: Clasificaciones prehistóricas y razas americanas (1900), Los yacimientos prehistóricos 529 PILAR PARDO HERRERO de Sepúlveda (1908), Cráneos americanos del Museo Antropológico de Madrid (1910), Cráneos araucanos del Museo Antropológico Nacional (1911), La Convención Antropométrica de Ginebra (1912), Etnografía. Sus bases, sus métodos y aplicaciones a España (1917, en colaboración con T. de Aranzadi)205. Pelayo Vizuete (Almería 1872-¿? 1933) DIRECTOR DEL SEGUNDO APÉNDICE DEL DEHA. No aparece en el DEHA su biografía. La Espasa dice que dirigió el DEHA durante doce años y que redactó el apéndice segundo así como muchos artículos de la obra. Estudió primero en Málaga. Luego en Madrid hizo su educación secundaria y se licenció posteriormente en filosofía y letras. Fue un escritor muy fecundo y un trabajador incansable. Entre 1904 y 1906 publica 16 obras sobre lenguas: francés, inglés y alemán, todas estas para un público masivo: ¿Quiere usted hablar francés? (¿… inglés?, ¿… alemán?, ¿… italiano?), El francés para los niños (El inglés…, El alemán…), El francés sin maestro (El inglés…, El alemán…), etc. También realizó traducciones del griego (Hesíodo, Safo), del latín (Fedro, Tácito), del árabe (El libro de los ejemplos), del sueco (Sven Hedin), del alemán (Shopenhauer, Weiss), del inglés (Conan Doyle, Wells, Lytton), del francés (Rousseau, P. Braun, Lootens) y del italiano (Beccaria). Igualmente hizo varias obras de carácter científico como Geografía Universal (1911-18, diez tomos), Einstein y el misterio de los mundos (1923-24). Su trabajo científico más relevante es el del Diccionario Tecnológico Hispanoamericano, del cual fue redactor-jefe, cargo que pudo habérsele asignado posiblemente por su experiencia en Montaner y Simón, como apunta Gutiérrez Cuadrado (1994: 272). Fundó y dirigió la Biblioteca popular, la Enciclopedia popular, la Biblioteca de manuales prácticos, la Biblioteca de sociología; también Arte y Letras y la Revista Contemporánea. Fue redactor en distintas publicaciones (incluyendo la Ilustración Artística de Montaner y Simón). Fue profesor de lenguas modernas en el Colegio Español de Roma, profesor sustituto de lengua árabe en la Escuela Superior de Comercio de Barcelona, profesor numerario en el Fomento del Trabajo Nacional. Fue miembro de la Sociedad Geográfica de Madrid, de la Sociedad de Antropología de Berlín y de la Alemana de Ciencias Naturales. Fue secretario de la Unión Internacional de Tecnología, vocal-secretario de la Junta Nacional Española, así como concejal del Ayuntamiento de Madrid y miembro de la Asamblea Nacional. 205 Más sobre este autor en Esteva Fabregat (1969) y sobre su obra antropológica en Ortiz García (1984). 530 APÉNDICES APÉNDICE 2. DOCUMENTOS DEL FONS MONTANER Y SIMÓN El Fons Montaner y Simón hace parte de la Col·lecció d’autògrafs Ramon Borràs, conservado en la Biblioteca de Catalunya. Los siguientes documentos son reproducidos con el consentimiento de dicha institución. Fig. 1 Contrato Pagès-Montaner y Simón (26/03/1886) (Fte. BC) 531 PILAR PARDO HERRERO Fig. 2 Cuenta de abono correspondiente al tomo 5 del DEHA (19/05/1890) (Fte. BC) 532 APÉNDICES Fig. 3 Cuenta de abono correspondiente al tomo 11 del DEHA (7/06/1893) (Fte. BC) 533 PILAR PARDO HERRERO Fig. 4 Ejemplo A de recibo de pago hecho por Pagès a Echegaray (12/10/1881) (Fte. BC) 534 APÉNDICES Fig. 5 Ejemplo B de recibo de pago hecho por Pagès a Madrazo (31/05/1887) (Fte. BC) Fig. 6 Ejemplo C de recibo de pago hecho por Ulled a Benot (22/08/1883) (Fte. BC) 535 PILAR PARDO HERRERO Fig. 7 Ejemplo D de recibo de pago hecho por casa editorial Montaner y Simón a Giner de los Ríos (18/06/1881) (Fte. BC) Fig. 8 Ejemplo E de recibo de pago hecho por los Srs. Montaner y Simón a Echegaray (4/06/1881) (Fte. BC) 536 APÉNDICES Fig. 9a Listado de obras usadas para la redacción del DEHA (30/03/1886) (Fte. BC) 537 PILAR PARDO HERRERO Fig. 9b Listado de obras usadas para la redacción del DEHA (30/03/1886) (Fte. BC) 538 APÉNDICES Fig. 9c Listado de obras usadas para la redacción del DEHA (30/03/1886) (Fte. BC) 539 PILAR PARDO HERRERO Fig. 9d Listado de obras usadas para la redacción del DEHA (30/03/1886 – 6/05/1886 – 13/10/1886 – 16/05/1887) (Fte. BC) 540 APÉNDICES APÉNDICE 3. PUBLICIDAD DEL DEHA Fig. 1 Primera publicidad en LIA, nº 159 del 12 de enero de 1885, p. 16 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 541 PILAR PARDO HERRERO Fig. 2 Anuncio en LIA nº 562, 3 de octubre de 1892, p. 657 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 542 APÉNDICES Fig. 3 Anuncio en El Liberal, 3 de abril de 1887, p. 4 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 543 PILAR PARDO HERRERO Fig. 4 Anuncio en El Imparcial del segundo apéndice del DEHA 10 de enero de 1907, p. 5 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 544 APÉNDICES Fig. 5 Publicidad de la edición de la Sociedad Internacional en la revista Caras y Caretas nº 715, 15 de junio de 1912, pp. 25-26 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 545 PILAR PARDO HERRERO Fig. 6 Publicidad de la edición de la Sociedad Internacional en la revista Caras y Caretas nº 737, 16 de noviembre de 1912, pp. 42-43 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 546 APÉNDICES Fig. 7 Publicidad de la edición de Jackson en la revista Caras y Caretas nº 1280, 14 de abril de 1923 p. 37 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 547 PILAR PARDO HERRERO Fig. 8 Publicidad de la edición de Jackson en la revista Caras y Caretas nº 1549, 9 de junio de 1928 p. 119 (Fte. Hem. Dig. BNE. En su página web puede consultarse este documento con una mejor resolución) 548 APÉNDICES APÉNDICE 4. IMÁGENES CONTENIDAS EN EL DEHA 1. Ilustraciones de inicio de letra Fig. 1 Ejemplo de inicio de letra con dibujos. Letra E, tomo 7 (Fte. Bibl. Com. UAB) Fig. 2 Ejemplo de inicio de letra sin dibujo, tomo 25 (Fte. Bibl. Com. UAB) 549 PILAR PARDO HERRERO 2. Ilustraciones insertas en el texto Fig. 3 Ejemplo de ilustraciones s.v. electricidad, tomo 7 (Fte. BC) 3. Láminas aparte Fig. 4 Ejemplo de mapa s.v. Asia, tomo 2 (Fte. Bibl. Com. UAB) 550 APÉNDICES Fig. 5 Ejemplo de plano s.v. Lisboa, tomo 11 (Fte. Bibl. Com. UAB) Fig. 6 Ejemplo de tabla s.v. análisis, tomo 2 (Fte. Bibl. Com. UAB) 551 PILAR PARDO HERRERO Fig. 7 Ejemplo de representación s.v. Hongo, tomo 10 (Fte. Bibl. Com. UAB) 552 APÉNDICES Fig. 8a Ejemplo de objetos culturales: página precedente, s.v. China, tomo 5 2ª parte (Fte. Bibl. Com. UAB) Fig. 8b Ejemplo de objetos culturales: ilustraciones, s.v. China, tomo 5 2ª parte (Fte. Bibl. Com. UAB) 553 PILAR PARDO HERRERO Fig. 9 Ejemplo de ilustración de máquinas s.v. siega, tomo 19 (Fte. archive.org) Fig. 10 Ejemplo de ilustración de lugares s.v. Edimburgo, tomo 7 (Fte. archive.org) 554 APÉNDICES Fig. 11 Ejemplo de reproducción s.v. Auto de fe, tomo 2 (Fte. archive.org) Fig. 12 Ejemplo de fotografía s.v. locomotora, tomo 27 (Fte. archive.org) 555